Hipnópolis, Año 4, #5

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 24

1

ORGANO NO OFICIAL DE LA ASOCIACION DE INSTITUTOS Y CENTROS MILTON H. ERICKSON


DE AMERICA LATINA

Año 4, Nº 5, Nueva Era, JULIO de 2006

Preparado para el Efecto 2000

Editor Responsable: Antonius Mesméricus

"Salvando fronteras, uniendo espíritus y corazones"

Creado en los Talleres de Godoy Cruz, Mendoza, Rep. Argentina; y editado en Santiago de Chile

EDITORIAL
UN POCO DE HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA
CONTENIDOS
Nuestro Observatorio-de-Artículos-Interesantes-
EN ESTE NUMERO
en-la-Web nos informó en forma oportuna de la
aparición de un artículo acerca de Saul Rosenzweig, Copuchas/Chusmerío
el fundador de los factores comunes. «El fundador de los factores
Como comprenderán los lectores, no pudimos comunes: Una conversación
resistir la tentación de publicar nuestra traducción con Saul Rosenzweig» Barry
de un artículo que fue escrito con la intención de Duncan (p. 2)
saldar una deuda histórica con tan sagaz
investigador.
Como Editores responsables, agradecemos Cartas al Editor (p. 24)
públicamente en este espacio a los editores del
prestigioso sitio Web www.talkingcure.com, quienes
publican gratuitamente sus artículos a los lectores
anglo-parlantes.
Nuestra filosofía es considerar que todo lo que
está publicado (gratuitamente) en la Web es de
dominio público, y es un deber nuestro
democratizar aun más la Web haciendo disponibles
esos artículos a los lectores hispano-parlantes… Protéjase
citando las fuentes originales, por supuesto…
P
Prreesseerrvvaattiiv
vooss
Los invitamos, por tanto, a disfrutar de nuestro
esfuerzo y a conocer el pensamiento de ese
EEll C
Caamma alleeóónn
Exportation Type
psicólogo del cual sólo hemos tenido noticias por la
CIDAL, Ind. Argentina
mención de su nombre en diversos artículos. Aut. M. de Salud y A. Social,
Hasta la próxima entrega… Cert. N° 019, Empresa N° 0002
2

COPUCHAS/CHUSMERíO
El fundador de los factores comunes:
Una conversación con Saul Rosenzweig1

Barry L. Duncan
Institute for the Sturdy of Therapeutic Change

El autor está en deuda con el Dr. Saul Rosenzweig por su jovial participación y hospitalidad. El autor también
agradece a Jacqueline Sparks por sus invaluables comentarios acerca de este artículo, y a Tracy Mullendore
y Roberto Quiroz por la transcripción y la asistencia literaria.

RESUMEN

En la preparación de un comentario del artículo clásico de 1936 de Rosenzweig, “Some Implicit Common
Factors in Diverse Forms of Psychotherapy,”, se hizo un descubrimiento asombroso: Saul Rosenzweig no
solamente estaba vivo, sino que aun contribuye a la ciencia y a la sociedad a la edad de 93 años. Este
artículo dispone el escenario para una conversación con el increíblemente prolífico Dr. Rosenzweig, al trazar
el impacto de su fecunda contribución a los tempranos teóricos de los factores comunes. Esta revisión
revela, la no reconocida, pero profunda influencia de Rosenzweig sobre figuras líderes no solamente de los
factores comunes, sino que también de la misma psicoterapia. Este notado académico y amplio líder de la
psicología reflexiona acerca de la evolución de su pensamiento desde los factores comunes a las
ideodinámicas, y en tópicos que van desde su pasión por la literatura hasta su Buick Skylark de 1965, desde
la historia de la psicoterapia al enamorarse de las ideas.

No hay nada nuevo bajo el sol.

La Biblia, Eclesiastés, 1:9

La investigación literaria para la preparación de un comentario (Duncan, en este


número) acerca del artículo clásico de Rosenzweig, “Some Implicit Common Factors in Diverse
Methods of Psychotherapy”, descubrió hallazgos asombrosos. Después del artículo de 1936,
parecía haber un gran vacío –no había nada de Rosenzweig que siguiera a su artículo

1
The Founder of Common Factors: A Conversation with Saul Rosenzweig
Traductor: Lic. Pacheco Pereda
3

increíblemente profético y no había nada más acerca de los factores comunes hasta mediados de
los años 1950. En el intento de dar sentido al hiato de casi 20 años, así como también a la
sorprendente ausencia de referencias acerca de la contribución de Rosenzweig en [el trabajo] de
los primeros teóricos de los factores comunes, busqué información acerca de la carrera de
Rosenzweig para encontrar alguna explicación.
Una búsqueda en Internet reveló un gran descubrimiento: ¡un sito Web de Saul
Rosenzweig, describiendo no solamente una carrera distinguida, sino que además una dirección
y un número de teléfono! ¿Podría estar vivo 65 años después? Rápidamente llamé por teléfono y
entre mi torpeza y mi excitación, Saul Rosenzweig, el fundador del movimiento de los factores
comunes, respondió el teléfono. Está vivo, vibrante y aun contribuyendo a la ciencia y a la
sociedad a la edad de 93 años. Aunque yo estaba encantado, imagínese mi nerviosismo. Mis
colegas y yo le dedicamos nuestro texto acerca de los factores comunes (Hubble, Duncan y
Miller, 1999) para honrar su posición como el teórico original de los factores comunes. Desde
luego, nosotros asumimos que había fallecido. Cuánto puede equivocarse uno.
El escribió su primera propuesta conocida acerca de los factores comunes a la edad de
29 años (véase el Apéndice 1 para una breve biografía). Este Doctorado en Harvard en 1932 y
condiscípulo de B. F. Skinner y Jerome Frank, realmente hizo un seguimiento a los factores
comunes: un artículo en 1938 y una presentación en un panel en 1940 en la cual elaboró y
diseminó su argumento de los factores comunes; un artículo relacionado en 1937, acerca de los
aspectos comunes entre los enfoques, recogiendo lúcidamente la complementariedad inherente
de aquellos. Posteriormente, la idea de la complementariedad evolucionó en su trabajo de por
vida y en su más grande pasión, los ideodinamismos, la creatividad y la teoría de la
personalidad. La carrera de Rosenzweig es prolífica y significativa, algo así como 223
publicaciones, expandiéndose también a otras áreas: psicodinámicas empíricas, evaluación
proyectiva, frustración y agresión, psicología histórica, por mencionar algunas áreas (visite
http://artsci.wustl.edu/~srosenzw/SRBIB.html para obtener un lista completa de las
publicaciones del Dr. Rosenzweig). Rosenzweig es bien conocido en variados y sorprendentes
contextos dentro de la psicología: por su correspondencia con Freud; por su contribución a la
evaluación proyectiva (El estudio escena-frustración); por su citada respuesta (Rosenzweig,
1954) a la crítica de la psicoterapia de Hans Eysenck (1952), y su aclamado análisis en el New
York Times a la visita de Freud a los Estados Unidos (Rosenzweig, 1992). Pero hay mucho más.
Aunque el artículo de 1936 fue honrado al ser reproducido en Goldfried (1982), parece
que hasta hace poco que la perspectiva señalada por Rosenzweig ha comenzado a ser apreciada
(véase Weinberger, 1993). Luborsky (1995) honra a Rosenzweig, al decir que el artículo de 1936
“se merece el laurel en reconocimiento a que es la primera presentación sistemática de la idea
que los factores comunes entre las diversas formas de psicoterapia es tan omnipresente que los
estudios comparativos de tratamiento no debieran mostrar diferencias en los resultados” (p.
106). Sin embargo, una inspección más acuciosa de la influencia de Rosenzweig respecto a los
4

factores comunes puede encontrarse en muchos lugares, muy notablemente en aquellos que a
menudo se acreditan ser los últimos teóricos de los factores comunes.
Este artículo compara brevemente la contribución germinal de Rosenzweig con las
primeras publicaciones de los factores comunes, para que el lector pueda apreciar su poderoso
impacto. Dentro de ese contexto, se presenta una conversación con el Dr. Saul Rosenzweig, el
fundador de los factores comunes. Este reputado académico y agudo maestro de la psicología
reflexiona acerca de la evolución de su pensamiento, desde los factores comunes hasta los
ideodinamismos, y acerca de tópicos que van desde su pasión por la literatura hasta su Buick
Skylark de 1965, desde la historia de la psicoterapia a su enamoramiento por las ideas.

En el comienzo: El nacimiento de los factores comunes


En 1936, escribiendo en la American Journal of Orthopsychiatry, Rosenzweig observó
que ninguna forma de psicoterapia o sanación cura lo que dice que cura. Concluye que el éxito
no es una guía confiable para la validez de la teoría, sugiere que algunos potentes factores
comunes implícitos, quizá más importantes que el método empleado, explican la uniformidad de
éxito de métodos aparentemente distintos. Rosenzweig resumió esos factores comunes:

…la operación de factores implícitos, no verbalizados, como la catarsis, y los aun no


definidos efectos de la personalidad del buen terapeuta; la consistencia formal de la
ideología terapéutica como una base para la reintegración; la formulación alternativa
de eventos psicológicos y la interdependencia de la organización de la personalidad.
(p. 415

La siguiente revisión traza esas ideas originales del quizá más influyente teórico de los
factores comunes. Los comentarios respecto a que si la proposición de 1936 de Rosenzweig fue
una referencia para los diferentes autores, se ofrecen solamente para que los lectores
reflexionen acerca de la significación histórica de ese artículo clásico. Esos comentarios no son
un medio para criticar a los académicos ni intentan implicar que las ideas de Rosenzweig fueron
usadas sin darle el crédito apropiado.

Los factores comunes: Una revisión breve


En un panel totalmente olvidado (con excepciones notables: Goldfriedy Newman, 1992;
Sollod, 1981; Weinberger,1993), reunió a algunos destacados teóricos en la conferencia de 1940
de la American Orthopsychiatric Society. Esta presentación, las “Areas de acuerdo en
psicoterapia”, fue publicada posteriormente en la American Journal of Orthopsychiatry (Watson,
1940). Los panelistas estuvieron de acuerdo que existían más similitudes que diferencias entre
los enfoques, y articularon cuatro áreas de acuerdo (los objetivos son similares, la relación es
central, mantener la responsabilidad de elegir en el cliente, y aumentar la comprensión del
cliente acerca de si mismo). Watson también agregó en su conclusión:
5

…si aplicáramos a nuestros colegas la distinción, muy importante con los pacientes,
entre lo que ellos nos cuentan y lo que ellos hacen, podríamos encontrar que el
acuerdo es mayor en la práctica que en la teoría… Además estaríamos de acuerdo…
que nuestras técnicas no pueden ser uniformes ni rígidas, sino que varían con la edad,
los problemas y las potencialidades del cliente individual y con la personalidad singular
del terapeuta… Un terapeuta no tiene nada que ofrecer, sino sólo a si mismo (p. 29).

Aunque sólo esos puntos hacen valiosa la lectura del artículo para los integracionistas,
para quienes participaron en esa presentación es aun más obligatoria. Saul Rosenzweig
bosquejó sus factores comunes implícitos con una mayor elaboración, y Carl Rogers, sí, Carl
Rogers, presentó las áreas de acuerdo en el trabajo con niños. Rogers resalta en este panel la
recomendación de leer su primer libro, Counseling and Psychotherapy (1942), y también hace
referencias al artículo de 1936 de Rosenzweig. Es difícil decir mucho acerca de cómo las ideas de
Rosenzweig respecto a las cualidades de un buen terapeuta influenciaron a Rogers, pero Rogers
cita a menudo el trabajo de Rosenzweig. Sollod (1981) también advierte que el panel de 1940
influenció significativamente a Rogers, especialmente las ideas ofrecidas por Watson.
Rosenzweig fue invitado posteriormente por Rogers a presentarse con los colegas de Rogers en
Chicago (véase más adelante).
No se dijo mucho más acerca de los factores comunes hasta un interesante estudio de
Heine (1953), que predijo las investigaciones comparativas posteriores. Heine otorga el crédito a
las interrogantes planeadas por Rosenzweig como las que dieron el impulso para dirigir un
estudio que comparara algunos de los métodos más destacados hasta ese momento. Dado los
resultados comparables, Heine apoya el análisis de Rosenzweig, al concluir que un factor común
estaba operando en las formas diferentes de psicoterapia investigadas. Heine sugiere que la
teoría y la técnica son menos importantes que las características del individuo a las cuales se
aplican –una conclusión que reitera las afirmaciones del panel de 1940 y que desde esa época ha
obtenido mucho apoyo empírico. Recomienda que el campo se dedique a desarrollar una
psicoterapia en lugar de una variedad de psicoterapias. La influencia del estudio de Heine fue a
menudo una referencia para académicos posteriores, como se advierte más abajo. Heine
también fue reconocido en la investigación clásica de Fiedler (1950) acerca de la relación
terapéutica ideal.
Diecinueve años después del artículo original, Paul Hoch hizo eco de las palabras de
Rosenzweig, sin citarlo, en un artículo de 1955:

…si tuviéramos la oportunidad de observar a muchos pacientes tratados por muchos


terapeutas diferentes que usan técnicas diferentes, estaríamos sorprendidos por los
divergencias en la teoría y en la aplicación práctica, y la similitud en los resultados
terapéuticos… Sólo hay dos conclusiones lógicas… primero, que los diferentes métodos
6

con independencia de su teoría son igualmente efectivos, y que las formulaciones


teóricas no son tan importantes como algunos factores comunes que no están claros y
que están presentes en todas las psicoterapias (p. 323).

Rosenzweig dijo:

¿Lo que… da cuenta del resultado de formas de psicoterapia aparentemente diversas


prueba ser exitoso en casos similares? O, si ellas son sólo aparentemente diversas,
¿qué tienen realmente en común esas psicoterapias que las hace igualmente
exitosas?... es justificable preguntarse… si los factores que realmente están en
operación en algunas terapias diferentes no tienen mucho más en común que los
factores que se alega que están operando (p. 412-413).

Hoch señala dos factores comunes: el establecimiento de rapport y el intento de


influenciar al paciente. El articula seis métodos de influencia (reafirmación, catarsis,
interpretación, manipulación de las relaciones interpersonales, y alteración de las fuerzas del
ambiente).
En 1957, Sol Garfield, advirtió factores comunes teóricos e hizo una contribución al
avance de la perspectiva de los factores comunes, incluida una discusión de diez páginas acerca
de los factores comunes en su libro, Introductory Clinical Psychology. Identificó un número de
rasgos comunes en la psicoterapia, incluyendo a un curador empático y no moralizador, la
relación emocional y de apoyo, la catarsis, y la oportunidad de obtener alguna comprensión
acerca de los problemas de uno. En este texto se hace referencia a algunos artículos de
Rosenzweig, pero no al artículo de los factores comunes. Garfield (1992) hace referencia al
artículo de 1936 de Rosenzweig en una discusión de su propia evolución en la perspectiva de los
factores comunes, pero da el crédito a Heine (1953) y a Rogers (1942) por la inspiración de sus
ideas. Como se ha advertido, Heine y Rogers fueron influenciados significativamente por
Rosenzweig.
En ese mismo año, 1957, Rogers publicó el artículo profundamente influyente, “Las
condiciones necesarias y suficientes del cambio terapéutico de la personalidad”, en el Journal of
Consulting Psychology. Ese artículo no hace referencia a Rosenzweig. Dado el impacto del
artículo de 1957 de Rogers, su participación en el panel de 1940 y su asociación con
Rosenzweig, cobra mucha importancia no haberlo citado, pero es quizá un evento dramático en
el desarrollo de la psicoterapia. Hablando de la relación, Rosenzweig hace un comentario
interesante en su artículo de 1936 acerca del “indefinible efecto de la personalidad del
terapeuta.”

…los observadores parecen sentir en forma intuitiva las características del buen
terapeuta una y otra vez… a veces están tan impresionados que casi creen que la
7

personalidad del terapeuta sería suficiente [énfasis añadido] en si misma, aparte de


otras cosas, para dar cuenta de mucha de la curación del paciente, por medio de una
especie de efecto catalítico. (p. 413)

Aunque el reconocimiento de la importancia de la relación terapéutica fue diseminada


tan temprano como 1940 (véase Watson, 1940), este puede ser el primer reporte de la
naturaleza “suficiente” de las variables suministradas por el terapeuta que fueron popularizadas
por el revolucionario artículo de 1957 de Rogers.
Si Rosenzweig escribió las primeras notas de los factores comunes, Jerome Frank de la
Universidad Johns Hopkins compuso la sinfonía completa. El libro de Frank (1961), Persuasion
and Healing, fue el primer texto dedicado por completo a lo común en los enfoques. Frank no
sólo incorporó mucho de la breve proposición de Rosenzweig, sino que articuló un contexto
teórico y empírico más amplio, especialmente respecto a los efectos profundos de la expectativa
y el placebo en los eventos curativos. En ésa y en las ediciones posteriores (1973, 1991), Frank
ubicó a la terapia dentro de la amplia familia de proyectos diseñados para producir curación. Él
(junto a su hija, Julia, en la última edición) investiga aquello que une a actividades diferentes
como la psicoterapia familiar, las terapias de grupo y terapia familiar, tratamiento residencial,
terapia con drogas, medicina, curación religioso-mágica en las sociedades no industrializadas,
cultos y ceremonias de renacimiento. Interesantemente, Rosenzweig advierte (véase más bajo)
que su investigación histórica de la curación en contextos religiosos y supernaturales como
precursores de la psicoterapia también alimentó sus ideas acerca de los factores comunes.
En su análisis, Frank (1973) concluyó que la terapia en sus diversas formas debiera ser
considerada como una “entidad única”. Propuso:

…dos psicoterapias aparentemente muy diferentes, como el psicoanálisis y la


desensibilización sistemática, podrían ser análogas a la penicilina y el digitalis –
agentes farmacológicos totalmente diferentes adecuadas para condiciones totalmente
diferentes. Por otro lado, el ingrediente activo de ambas puede ser la misma, análoga
a dos compuestos comercializados bajo nombres diferentes, como aquellos que
contienen aspirina. Creo que la segunda alternativa es la más cercana (p.313-314).

Frank también identificó cuatro características compartidas por todas las terapias
efectivas: (a) una relación de confianza, emocionalmente cargada, con una persona que ayuda,
(b) un ambiente curativo, (c) un esquema o mito racional, conceptual que suministra una
explicación plausible para los síntomas del paciente y que prescribe un ritual o procedimiento
para resolverlos, y (d) un ritual o procedimiento que requiere la participación activa del paciente
y el terapeuta, y que ambos crean que es el medio para restaurar la salud del paciente.
Aunque los factores comunes de Frank aceptan un parecido con las formulaciones
originales de Rosenzweig, especialmente las nociones de un esquema conceptual y una
8

explicación alternativa, y la relación terapéutica, no se hace referencia a él hasta la edición de


1991. Frank hace referencia a Rogers (1942) y Heine (1953) en la edición de 1961. La noción de
“entidad única” de Frank parece ser similar a la idea de Heine de desarrollar “una psicoterapia”.
Curiosamente, Garfield (1982) y Frank (1982) contribuyeron al excelente libro de os factores
comunes de Goldfried (1982), Converging Themes in Psychotherapy, el cual reproduce el artículo
de 1936 de Rosenzweig, pero ninguno hace referencia a éste en ese volumen.
Expandiendo la noción del placebo de Frank, los ’70 incluyeron trabajos relacionados de
teóricos que concibieron los factores comunes en términos de los efectos placebo (por ejemplo,
Shapiro, 1971; Shapiro y Morris, 1978). Los ’70 también definieron en forma más refinada los
ingredientes básicos de la psicoterapia (por ejemplo, Garfield, 1973; Strupp, 1973), un
argumento crecientemente empírico para los factores comunes(por ejemplo, Struppy Hadley,
1979), y la confirmación empírica de otra idea de Rosenzweig, el veredicto del pájaro dodo
(Luborsky, Singer y Luborsky, 1975).

Una conversación con Saul Rosenzweig


La conversación siguiente ocurrió en la oficina del Dr. Rosenzweig en Saint Louis, el 12
de octubre de 2000. Se intercalan en la conversación algunos segmentos de sus artículos, para
suministrar al lector un contexto adicional para comprender nuestra plática. Nuestra
conversación comenzó en la sala de estar de su oficina, luego fuimos al estudio, continuó en un
BuickSkylark de 1965, luego en el almuerzo en un restaurante en la Universidad Washington, y
concluyó en el estudio, con vino y almendras en la deliciosa compañía de su esposa Louise y su
asistente, Amy Hackney una candidata a doctora en psicología social en la Universidad de Saint
Louis. Espero que esta conversación permita al lector descubrir y apreciar, como yo, las diversas
contribuciones de Saul Rosenzweig a la psicoterapia moderna y la integración.

Barry Duncan (BD): Estoy muy agradado por su consentimiento en recibirme para
conversar con usted. Debo haber sonado como un loco cuando lo llamé por teléfono. Estoy
trabajando en este artículo respecto a usted, y fue increíble descubrir que…
Saul Rosenzweig (SR): Usted pensaba que yo estaba en el otro mundo, ¿cierto?
BD: Sí, sí.
SR: Entonces usted habría tenido que usar a un psíquico para comunicarse conmigo.
BD: Cierto. (Riéndose) Bien, tengo que admitir otra cosa ante usted. Yo estaba
escribiendo un artículo como si estuviera entrevistándolo.
SR: ¿Usted me estaba entrevistando? Oh, ya veo.
BD: Sí.
SR: Eso es muy interesante.
BD: Yo lo estaba usando como artefacto dietario y yo podía hacerle algunas preguntas.
SR: ¿Cómo descubrió que yo aun estaba vivo y coleando?
BD: Busqué en la Web y encontré su sitio.
9

SR: Oh sí, yo esta allí, tengo ese sitio Web.


BD: Me agrada mucho que tenga ese sitio, porque yo me habría avergonzado mucho al
escribir acerca de usted y no hablar con usted. Usted me salvó de mi gran vergüenza académica.
SR: Bien. (Riéndose) ¿Por dónde quiere comenzar?
BD: Me interesa mucho su carrera, y desde luego, mis intereses giran acerca de los
factores comunes, de modo que me gustaría comenzar por allí. ¿Quién o qué lo inspiró para
pensar o escribir respecto a los factores comunes implícitos? ¿Tuvo algún profesor o a otra
persona con la que usted conversó esas ideas?
SR: Es un buen lugar para comenzar. ¿Advirtió lo que está colgado en esa pared? Yo
sabía que se lo iba a mostrar, pero no me di cuenta de lo relevante que era, hasta ahora. Lo
denomino “el panorama de la psicoterapia” y lo construí cuando era un estudiante graduado en
la Harvard Psychological Clinic, aproximadamente en 1932, cuando obtuve mi grado doctoral, y
por lo tanto me convertí en un investigador asociado con el Dr. Henry Murray. ¿Conoce el
nombre?
BD: Oh, sí.
SR: Bien, él era mi mentor en esa época, el patrocinante de mi disertación. ¿Ha oído de
Christiana Morgan?
BD: Sí.
SR: Ella fue quien realmente creó el T.A.T. Y, desde luego, ahí comencé a interesarme
en las técnicas proyectivas, y estudié la frustración como parte de mi disertación. Y ese interés
evolucionó hacia el Estudio de las Figuras-Frustración, las cuales ahora se usan en todo el
mundo. La mayoría de las personas me conocía por esa prueba. Realmente no me gusta el
término “prueba”. Lo denomino “estudio” porque creo que “prueba” implica respuestas correctas
e incorrectas. Un estudio es mucho más la forma en la cual trabaja la técnica proyectiva. Da
énfasis a la experiencia del individuo. Por eso lo denominé el Estudio Figura-Frustración. Parte
de mi inspiración provino de Galton, quien introdujo la palabra asociación. Galton fue uno de los
pioneros de la psicología a quien admiro mucho. Tengo todas las primeras ediciones de todos
sus libros. En todo caso, en la Harvard Psychological Clinic, en la cual comencé en 1927, me
incorporé al equipo de los profesores, como investigador asociado. Christiana Morgan estaba
asociada a la clínica, y como se reveló posteriormente, ella era realmente la amante de Henry
Murray.
BD: Oh, ¿realmente?
SR: Hay un libro acerca de eso. ¿No conoce ese libro?
BD: No.
SR: Se llama Love’s Store Told, de Robinson, y es realmente la biografía de Henry
Murray, y habla acerca de esa relación. Hay otro libro acerca de ella y que se llama Translate
This Darkness, que se refiere a que ella era morena. Esa es la historia de Christiana Morgan. Era
mi colega en la clínica y tuvo una mano en este colgante. Hay algunos lugares rojos entre las
fotografías, rojo bermellón. Ella pintó esas manchas rojas bermellón. Yo estuve interesado en la
10

historia y en la psicoterapia desde el principio de mi carrera, y esa es la razón por la cual hice
ese colgante. Comienza arriba en la izquierda y sigue en esta dirección, comenzando con el dios
hindú de la mente, Indra, resucitando en un niño. Y después están los símbolos de los
elementos, el aire, el fuego, el agua y la tierra. Están entre esa pintura y la siguiente, el Hombre
Zodíaco, pintado por Brown en 1470, que tomé de la famosa Historia de la Medicina de Garrison.
Obtuve todas esas figuras de la librería de Harvard, de la sala de libros raros. Después conseguí
el marco, que es de Sequoia, importada de California. Los tallados fueron hechos por un tallador
en madera, un estudiante de arte que yo conocía. En la clínica había un paciente en terapia
ocupacional. Su nombre era John. El hizo el marco para esas pinturas. Realmente fue un trabajo
en colaboración.
BD: Sí.
SR: Yo fui el arquitecto, el diseñador, John hizo el marco y yo hice toda la investigación,
y Christiana Morgan hizo las manchas bermellón, y este joven de quien me olvidé del nombre
hizo los tallados. Entonces, como decían ellos, toda la historia está ahí, comenzando por el
Hombre Zodíaco, el cual desde luego fue usado como una forma de guía para los médicos. Ellos
realmente no eran doctores en medicina, eran astrólogos, y el hombre Zodíaco era importante
para ellos. El tercero es el confesionario, el cual es una forma de terapia, pero en la iglesia. El
siguiente es el templo de Esculapio y la escena en Epidaurus. Esculapio fue el dios de la salud y
la medicina. Las personas acostumbraban dormir en este templo en Grecia y tenían sueños. Y
los sacerdotes permanecían en el templo mientras ellos dormían y cuando despertaban les
preguntaban respecto a sus sueños –un predecesor de la interpretación de los sueños de Freud.
Después en la cuarta pintura está el Rey Luis X, de Francia, aplicando el toque real para la
curación de las enfermedades. El toque real era un método muy famoso, no solamente usado
por Luis X de Francia, sino que también por otros. Y luego está Jesús, el quinto, echando a los
demonios. Tenga en mente que estoy interpretando todos esos métodos de curación como
predecesores de la psicoterapia. Y luego está la diosa egipcia Isis y su hermano Horus. Isis
restauró la salud a su hermano quien padecía una enfermedad fatal. Está tomada de un libro
llamado El Ojo del Demonio. Y al último arriba está un indio americano, un hombre medicina en
acción. Esa figura es de la Colección Médica Whitebread. Y a medida que usted continúa hacia
abajo, a la izquierda, hay una pintura de Antoine Mesmer, el descubridor de la hipnosis o
magnetismo animal. Y lo muestra con un sujeto que ha sido hipnotizado o mesmerizado. Las
personas sentadas alrededor tienen tomadas las manos y objetos que han sido sumergidas en
esa agua magnetizada, y fueron curados de enfermedades, incluida desde luego la histeria.
Luego viene Pinel, el famoso francés, que quitó las cadenas a los insanos en el Bicetre. Y la
siguiente es la silla giratoria para tratar la locura. Darwin y Cox la inventaron a principios del
siglo 19. Erasmus Darwin fue el abuelo de Charles Darwin. Esa figura proviene de un libro de
Krepelin, llamado Cien Años de Psiquiatría. El abuelo de Darwin fue un famoso psicólogo-poeta,
y en mi propia biblioteca tengo su libro, Jardín Botánico, el cual es un libro acerca de medicina. Y
la siguiente es un amuleto, para sobreponerse al ojo del demonio, y después una reproducción
11

de la pintura de Rembrandt acerca de David tocando ante Saul. La historia bíblica es que Saul
era un hombre con melancolía y David tocaba música, lo cual lo apaciguaba. Y ese es el
comienzo de la músicoterapia, la cual se usaba muy poco en los hospitales mentales. Y el último
es, desde luego, el retrato de Max Pollock de Freud. Finalmente, está la serpiente simbólica de la
profesión médica. Es muy agradable que pueda mostrarle este “panorama de la psicoterapia”,
porque es relevante para nuestra conversación de hoy.
BD: ¿Cómo así?
SR: La historia es relevante en mi interés en los factores comunes. También fue
relevante que yo haya hecho realmente psicoterapia en la clínica psicológica, con Murray y
Morgan. Tuve una oficina entre la de ellos. No sé por qué me dieron esa ubicación especial. Pero
los factores comunes surgieron de mí percatarme que había una variedad de métodos que
intentaban alcanzar la mente y efectuar actividades mentales de diversos tipos –como el ojo del
demonio, el toque real, la silla giratoria y muchos más. Todos parecían tener implícitamente algo
más en común que diferente. Todos esos precursores de la psicoterapia en ese panorama tienen
algo en común y luego las formas de curar como la psicoterapia. Y no sé de nadie que me lo
haya sugerido, quizá lo recordaré después, pero no lo recuerdo en este momento.
BD: Sino que surgió de su interés en la historia. A través de su análisis histórico de la
psicoterapia, usted se dio cuenta de elementos comunes en todas las formas de influencia y
curación. Eso es interesante porque Frank usó una perspectiva transcultural similar de la
curación en su discusión de los factores comunes.
SR: Sí, si yo no hubiera estado interesado en la historia no hubiera llegado a esto. Por
cierto que hay mucho que hacer con esto. Que se combina con mis propias experiencias de
psicoterapia de lo que parecía ocurrir.
BD: Tengo mucha curiosidad respecto a cómo llegó a la cita de Alicia en el País de las
Maravillas. Todos piensan que Frank o Luborsky invocaron originalmente en veredicto del pájaro
dodo, incluso aunque Luborsky dice en la segunda línea de su artículo que la idea fue suya.
Espero que esta entrevista aclare finalmente este malentendido.
SR: Sí, bien, Luborsky lo denominó el “veredicto del pájaro dodo”. Es que él lo dijo, que
él lo había inventado. Aunque fue tomado de “Algunos factores comunes implícitos”.
BD: ¿Cómo llegó usted a esa idea?
SR: Bien, yo acostumbraba a leer todo tipo de literatura. Estoy muy interesado en la
literatura y la creatividad, a lo cual me referiré un poco después. Una de las personas que
estudié fue Lewis Carroll.
BD: Oh.
SR: Y Edward Lea, de hecho tengo una colección muy especial de todas las primeras
ediciones de él. Edward Lea y Lewis Carroll con los fundadores de la literatura para niños en
Inglaterra y, Lewin Carroll, desde luego, escribió el famoso Alicia en el País de las Maravillas.
Realmente era un profesor de matemáticas en Oxford y su nombre real era Charles Dodgson.
También escribió Alicia Detrás del Espejo, y Hunting of the Snack. Yo estaba muy interesado en
12

esa literatura. De hecho, tengo las primeras ediciones de esos libros. Tengo una colección muy
especial de literatura infantil. Así fue como supe de ese material, y la carrera es uno de los
incidentes famosos en esa historia, la cual parecía que encajaba perfectamente con el estado de
los asuntos que estaba discutiendo en ese artículo.
BD: Sí, seguro que así era. Así que el pájaro dodo provino de su ávido interés en la
literatura.
SR: Sí, oh sí. Y específicamente mi interés en la literatura se derivó de la psicología de la
creatividad. Estudié literatura en términos de la creatividad. De hecho la fundación que inicié
hace unos años atrás, la Fundación de las Ideodinámicas, Teoría de la Personalidad y Creatividad
Literaria, ha surgido de ese interés. He analizado, a través de mis ideodinámicas, el trabajo de la
familia de Henry James, Dodgson e incluso Freud. Porque Freud era mejor escritor que
psicólogo.
BD: Fue muy persuasivo.
SR: Muy persuasivo y muy ingenioso, y no comprendido. No quiero decir que haya sido
malinterpretado, sino que no comprendido… Bien, es hora de almorzar, pero es muy tarde para
llamar un taxi, de modo que manejaré el auto. Aun conduzco.
BD: Estaría feliz de conducir yo, si usted quiere.
SR: Nadie maneja mi auto, excepto yo.
BD: Está bien, seguro… (Llegando al auto) Guauu, este un hermoso auto. Mi hermano
Jesse tiene un Ford Falcon del 69 –amaría este auto. ¿De qué año es?
SR: Es un Buick Skylark de 1965. Ya no construyen más autos como éste.
BD: … (Continuando la entrevista) Lo que me gustaría hacer en este momento es
comenzar con el artículo de 1936 y seguir la evolución de su pensamiento desde allí. Pensé al
principio que el artículo de los factores comunes se quedó ahí, que usted no hizo nada más con
ese artículo. Pero mientras más investigaba advertí que yo estaba en un error, al ver solamente
referencias de su artículo de 1936 en la literatura de los factores comunes. Ese error fue
trasladado a nuestro libro de los factores comunes y estoy seguro que lo corregiré en la segunda
edición.
SR: Oh, seguro, eso es natural con una primera edición. Ocurre siempre. Usted siempre
encuentra nuevas cosas después que lo ha impreso. Quiero enfatizar que mi pensamiento
evolucionó desde allí –ese artículo de 1936 fue el comienzo de un proceso que nunca se detuvo
para mi, que me llevó a muchos lugares diferentes.
BD: Daré lo mejor de mi para asegurarme que transmitiré apropiadamente su proceso.
Después del artículo del ’36, ¿cuál fue la reacción?
SR: Le relataré una historia que caracteriza muchas de esas reacciones: Había un
psiquiatra que trabajaba en el Hospital Worcester, Jacob Kasanin, y se dirigió a mi oficina con el
ejemplar de la revista en su mano y solamente dijo, “Los tontos corren donde los ángeles temen
caminar.” (Risas) Creo que él quería decir que era controversial desafiar la validez especial que
cada psicoterapia creía poseer.
13

BD: Vale la pena, si usted puede creer en eso.


SR: Realmente, no es sorprendente.
BD: Luego vino el artículo de 1937, “Escuelas de Psicoterapia: Una Pauta
Complementaria”. Usted parece tomar un ángulo diferente, pero en la misma dirección.
SR: Correcto. “Factores Comunes Implícitos” habla de lo común que comparten todos los
enfoques, y “Escuelas” habla de las complementariedades que existen entre los enfoques.
“Factores Comunes Implícitos” también habla en alguna forma de las complementariedades,
especialmente en la discusión de muchos tipos diferentes de interpretaciones de diferentes
orientaciones que pueden ser “correctas”.
BD: En el artículo “Escuelas” usted emite un juicio sólido para una relativamente simple
pauta de complementariedad, basado en que cada enfoque posee una representación específica
de un problema, una metodología especial y una alianza preferida con otras ciencias. Su
argumento “une a las facciones de la psicología en guerra” a través de su complementariedad, y
retrata los desacuerdos entre ellas como “arbitrarios e innecesarios”. No sólo evita la
controversia, sino que también dice, “…las escuelas han estado cometiendo una ‘falacia de la
autoridad’, por ejemplo, al explotar sus conceptos subordinándolos excesivamente a fenómenos
para los cuales no fueron ideados originalmente y para los cuales no son realmente adecuados”.
¡Usted se escucha como un integracionista! Esas palabras podrían estar en la misión de la
revista en la cual aparecerá esta entrevista. Ese artículo posee gran relevancia para mucho de lo
que se está diciendo actualmente. Usted tocó algunas de esas ideas en la presentación de 1940,
a la cual llegaremos dentro de unos minutos.
SR: Sí, exactamente, todos mis primeros artículos se referían a diferentes tipos de
complementariedad.
BD: Diferentes tipos. Bien.
SR: ¿Puedo permanecer en esta línea de pensamiento durante un rato?
BD: Por cierto.
SR: Todos esos primeros artículos fueron importantes y me llevaron a mis
ideodinámicas, pero no usé ese término hasta el ’51. Realmente la primera forma de
complementariedad que discutí fue entre el experimentador y lo experimentado (Rosenzweig,
1933). El artículo de 1936 fue el segundo tipo y el artículo de las “Escuelas” era otro más. El
artículo “Escuela” mostró que la división del trabajo entre las cinco escuelas de entonces
representaba un pauta complementaria en la cual cierto tipo de problema alcanzaba una
resolución aceptable a través de métodos y conceptos apropiados al problema. Cuando escribí
ese artículo, el físico sueco, Neils Bohr, fue una inspiración respecto a la complementariedad. El
presentó una forma para resolver teorías aparentemente irreconciliables en la física. En 1927, el
principio de la complementariedad fue formulado como una alternativa a la “indeterminación” de
Heisenberg, y como una nueva forma de reconciliar los conceptos en conflicto de la luz como
ondas por un lado, o partículas por el otro. Para Bohr, ambas formulaciones eran justificadas e
igualmente correctas una vez que se reconocía que cada una servía para un diferente enfoque
14

de observación. Cuando apareció mi artículo de 1937, Bohr había recomendado que la


complementariedad de extendía más allá de la física hacia las ciencias naturales, incluyendo a la
biología y a la psicología. Esa noción de complementariedad estaba en el centro de mi propio
pensamiento. El artículo de Bohr no sólo apareció en el mismo año, ¡sino que en la misma
revista que el mío (The Journal of Philosophy)! Y probablemente por esa razón recibí una carta
de Tolman, no el famoso psicólogo Edward Tolman, sino su hermano, quien era físico y decano
del Instituto de Tecnología de California. Un día mientras aun estaba en el Hospital Worcester,
recibí una carta de él. De hecho, quiero mostrarle esta carta. (Muestra la carta a BD). Me
escribió en el ’37. Richard era el hermano del famoso Edward Tolman, y él hizo ese chiste aquí al
principio, ¿lo ve? Atesoro esta carta… Bien, regresemos a los factores comunes.
BD: Bien, ¿cómo se llevó a cabo el panel de 1940?
SR: Goodwin Watson lo organizó. No sentí que haya sido una reunión exitosa. No sé por
qué creo eso, quizá debido a la forma en que fue presentado o cómo yo lo presenté, pero por
cierto era acerca de los factores comunes.
BD: Watson era el director, escribió el resumen al final. Ese panel también ha sido
olvidado. Conozco dos de las tres referencias que encontré, Carl Rogers aun no es mencionado,
y en una se las referencias usted no es mencionado. ¿Cómo puede haber ocurrido eso?
SR: Sí, sí. Las cosas a menudo son olvidadas, para resucitar posteriormente.
BD: Alexandra Adler era una de las personas.
SR: Oh sí, la recuerdo. Ella estaba, creo que era la esposa de o al menos una pariente de
Alfred Adler.
BD: Veamos a alguien más que estuvo. Frederick Allen.
SR: Frederick Allen era un rankiano. Rank era una figura importante. Allen era el director
del Philadelphia Child Guidance Clinic.
BD: Usted elaboró algunas cosas que encuentro muy interesantes: la importancia de la
fe del cliente en el terapeuta y el método, y la noción de adecuación [fitness]. Usted realmente
dijo que el contenido de la interpretación o enfoque era secundario a los factores comunes y que
realmente tenía más que ver con la adecuación a un paciente específico. La idea de adecuación
es una idea muy importante en integración.
SR: Sí, sí, y esa realmente fue una de las conclusiones del panel, respecto a la
singularidad del individuo. Estoy muy interesado en la singularidad del individuo. La idea de
Allport de singularidad se refería a la mayoría de los rasgos [de personalidad]. Las ideodinámicas
sostienen que no sólo es un asunto de los rasgos, sino también de la historia singular y la
dinámica del desarrollo del individuo. De modo que la adecuación de la interpretación o del
método posee, obviamente, gran importancia, más que su exactitud.
BD: ¿Recuerda sus interacciones con Carl Rogers? Rogers da un razonable monto de
énfasis al impacto de ese panel en su pensamiento.
SR: Sí, recuerdo una vez cuando me invitó a verlo, él estaba en Chicago en esa época y
tuvimos una conversación. Creo que en esa época yo estaba en el Instituto Psiquiátrico de la
15

Universidad de Pittsburg. Debe haber sido en 1945. El dictó un seminario y me invitó a hablar de
lo que yo denominaba “Comprendiendo al individuo”.
BD: Rogers lo menciona a usted y al panel en su libro de 1942, su primer libro, y
después lo menciona nuevamente en su trabajo posterior, de modo que creo que su visión de los
factores comunes fue una influencia para él, y quizá su interés en el individuo también reforzó
las ideas de él.
SR: Oh sí, él estaba interesado en esas ideas y realmente las colocó en la literatura.
BD: Yo estaría feliz si usted recordara cualquier conversación que tuvo con él acerca de
los factores comunes.
SR: No recuerdo ninguna conversación específica, pero cuando lo visité en Chicago
debimos hablar de eso. No puedo imaginar que no hayamos hablado de su interés en el artículo
del ’36 y nuestra colaboración en el panel de 1940. Había mucho que compartir cuando me
invitó.
BD: Otra cosa interesante que usted dijo en ese panel fue respecto al “transcurso rápido
del tratamiento”. ¿Recuerda qué era lo que estaba detrás de eso? Nadie había hablado de ello…
SR: Eso fue antes de la terapia breve.
BD: Sí, ¡mucho antes! Fue en 1946, Alexander es el…
SR: Franz Alexander.
BD: Sí. Usted se apartó de eso y realizó más trabajo de campo con las ideodinámicas a
través de su análisis de Murray, Allport y Lewin, y nuevamente con un énfasis en la
complementariedad. Usted siempre estaba dirigiéndose hacia nuevos proyectos, llevando sus
ideas al nivel siguiente, y expandiéndolas a nuevas áreas, pero moviéndose en la
complementariedad, la historia y la literatura.
SR: Sí, eso es correcto. Realmente hay un par de otros trabajos acerca de los factores
comunes. Un artículo de 1938, “Una interpretación dinámica de la psicoterapia orientada hacia la
investigación”, publicado en Psychiatry: Journal of the Biology and Pathology of Interpersonal
Relations.
BD: (BD ya ha leído ese artículo) En ese artículo usted dice, “Se requiere un poco de
reflexión para darse cuenta que los factores efectivos en cualquier forma de terapia no son
necesariamente aquellos en los cuales insisten sus proponentes. Factores no reconocidos juegan
un rol y hay más en común que diferencias entre ellos.” Usted involucra, como en su
presentación en el panel de 1940, más en la fe del cliente respecto al terapeuta y da énfasis a la
importancia de no sólo reconocer a los factores comunes, sino que también investigarlos.
Realmente son palabras proféticas.
SR: Hay un libro que denominé Las facetas de la psicoterapia, que reúne mis artículos
respecto a los factores comunes, así como también otras ideas que yo tenía respecto a la
psicoterapia. Realmente tengo en mis archivos el manuscrito que envié a Grune y Stratton, la
editorial. Ellos habían publicado mi libro Psicodiagnóstico en 1945, y por eso estaban interesados
en otro libro. Se los envié y unos pocos meses después decidí que no estaba suficientemente
16

bien y quise volver a escribir algunas porciones de él. Realicé varias revisiones y el título
cambió, para por último fenecer en el comité editorial.
BD: Y entonces usted continuó con la cosa siguiente que le interesaba y no volvió atrás.
SR: Eso es, exactamente. Considerando el tiempo que tenía para el otro proyecto y que
se venía sobre mí.
BD: Ese libro, Facetas de la psicoterapia, se habría adelantado a todos los libros famosos
acerca de los factores comunes, como el de Jerome Frank, que vio la luz en 1961. Sus ideas
fueron captadas un par de décadas después, y desde entonces las personas se han hecho
famosas al captarlas.
SR: Sí, sí. Así funcionan las cosas. Me interesé mucho en la historia y en la literatura
como una base para las ideodinámicas. Permítame hablarle de ello. En este enfoque, el individuo
es considerado como un universo de los eventos psicológicos, lo que denomino el “ideoverso”. La
noción básica es que esos eventos cuando son vistos en su totalidad proveen nuevos insights en
el nivel fenomenológico que posteriormente pueden ser sujetos a verificación como la historia
real o los hechos biográficos. No he finalizado mis publicaciones al respecto. Actualmente estoy
trabajando en la familia James. Le hablé al principio respecto al libro en el cual estoy trabajando
respecto a Henry James. En su historia, La muerte del león, él menciona la amplia latitud del
león, la cual nunca define. En una especie de frase especial, pero incuestionablemente él quiere
decir bisexualidad. Esa es una de las formas en que me refiero a los factores comunes, estoy
interesado en la creatividad de esas personas. He hecho un profundo estudio de Henry James en
particular, y también he estudiado a toda la familia y he publicado un par de artículos al
respecto. Tengo una biblioteca especial de la familia James, todas las ediciones de Henry James,
así como también las de William James, el padre, la cual es realmente muy rara. Las
ideodinámicas fueron desarrolladas en términos de esas figuras literarias, así como también del
mismo Freud. He re-leído completamente a Freud y estudiado sus sueños. Hay cerca de 24 en
La interpretación de los sueños, y cada uno de esos sueños es analizado en base a sus propias
asociaciones, pero a partir de dónde las dejó él. Cada uno de esos sueños los he estudiado como
una proyección en si misma, usando las ideodinámicas. El fue una de las figuras. Pero también lo
realicé con los James, Henry James especialmente, Hawthorne y Melville. He hecho un número
de nuevos, llámelos “descubrimientos” si usted desea, pero una nueva comprensión.
Surge una relación entre Hawthorne y Melville en su encuentro en los Berkshires en
1850-51, donde estuvieron juntos alrededor de un año. Y en ese tiempo cada uno escribió su
obra maestra, Moby Dick fue escrito en esa época por Melville y Hawthorne estaba trabajando en
The House of Seven Gables, el cual era su libro favorito. Y esos dos libros surgieron de la misma
fuente que he trazado. Estoy trabajando en un libro acerca de su asociación, cuando estaban en
“el cenit”, lo cual denomino el nivel más alto de su creatividad y cuando produjeron sus mejores
trabajos. Posteriormente Hawthorne se involucró, debido a la necesidad de ganarse la vida, con
Franklin Pierce, el presidente. Fue un presidente impopular, pero le dio a Hawthorne un trabajo
bien pagado, el cual necesitaba Hawthorne. Melville murió en la oscuridad, fue un oficinista en el
17

puerto de Nueva York, y murió completamente desconocido y no reconocido. Está enterrado en


el Bronx. En mis estudios, visité esa tumba así como también la tumba de Hawthorne en el
Sleepy Hollow en Concord, ya la Freud en el Golders Green Crematorium en Londres. He
estudiado a toda velocidad a esos autores, incluyendo al mismo Freud, desde el punto de vista
de las ideodinámicas… (Descanso para tomar vino y almendras con la Sra. Louise Rosenzweig y
la Srta. Amy Hackney).
BD: Una cosa que estoy configurando aquí, y me doy cuenta de lo que me está llevando
a esta configuración, es que todos los factores comunes lo han rondado a usted de una u otra
forma. No sé si está familiarizado con un juego acerca de Kevin Bacon, el actor. Es un poco
infantil. El juego se denomina “Los 6 grados de Kevin Bacon”. El tema del juego es llevar a un
actor a una película con Kevin Bacon dentro de 6 conexiones. Por ejemplo, la actriz Joan Allen,
en la película “The Contender”. También en la misma película está Christian Slater, que estaba
en “Murder in the First” con Kevin Bacon. La teoría es que Kevin Bacon es el centro del universo
y todo surge desde ese centro. (Risas) Una de las cosas que estoy entendiendo a partir de mi
investigación de la literatura y mi discusión con usted es que mucha de las personas que
asociamos típicamente con los factores comunes tiene alguna conexión con usted. Como Jerome
Frank.
SR: Sí, fui a Harvard con él y tuve una asociación con él.
BD: Carl Rogers.
SR: Se lo presenté a Carl Rogers en 1940 y hablamos en su grupo en 1945.
BD: Sol Garfield.
SR: El estaba en la Universidad de Washington. Además es Profesor Emérito.
BD: Y usted también conoció a Paul Hoch.
SR: Sí, realmente esas cosas, quiero decir que personas con las que interactué, pero eso
no quiere decir que ellos leyeron todo lo que publiqué.
BD: Cierto. De modo que el hecho que haya una vacío en las referencias respecto a
usted no es realmente un problema.
RS: No, porque así es como esto funciona. No creo que las citas de mi trabajo sea lo
importante. Muchas de las mismas influencias que influyeron en mi influyeron en ellos, excepto,
quizá, que ellos no tenían el mismo interés en la historia y la literatura, el cual me llevó a
muchos lugares diferentes. Eso fue diferente. No me gusta pensionar esto porque no sé si es
importante y esas personas han publicado mucho más acerca del tópico de los factores comunes
que yo. Y muchas veces, las personas leen cosas y la usan y olvidan de donde provinieron las
ideas. Está bien, es natural.
BD: Está bien, pero históricamente es importante porque parece que después de una
calma en la discusión acerca de los factores comunes, una nueva generación de teóricos de los
factores comunes comienzan escribiendo y diciendo las mismas cosas que usted dijo.
SR: Ya veo. Eso es incluso cierto respecto a mi primer artículo, el de 1933. Ese artículo
fue publicado en The Psychological Review, y delineó las influencias entre el experimentador y el
18

objeto del experimento. Señalé los sesgos de la relación experimental, la cual fue explorada y
desarrollada posteriormente por Orne y Rosenthal respecto a las características exigidas y el
sesgo experimental. Sí, fueron descubiertas en forma separada por Rosenthal, Orne y otras
personas, y ninguno citó mi artículo.
BD: Está bien.
SR: Pero Rosenthal estaba muy consciente de eso y me llamó por teléfono dos años
después. Me dijo que iba a hacer un discurso en aceptación de un premio de la Sociedad de
Psicología Social Experimental. Dijo que quería que yo supiera que al inicio del discurso me daría
a mí el crédito, que era yo quien realmente debía recibir el premio.
BD: Bien, el pudo haberle enviado el premio. (Ambos ríen).
SR: Como le he dicho, eso nunca ha sido realmente importante para mi, nunca lo ha
sido. Porque yo he estado interesado en otra cosa en esa época. Cuando alguien no me colocaba
en las referencias, yo estaba en otra cosa.
BD: Es muy interesante, usted estaba interesado en otra cosa, de modo que el hecho de
ser citado no es un problema para usted. Realmente, la forma en que ha ocurrido esto es que los
últimos teóricos han hecho referencia a quienes usted impactó con su trabajo, perdiéndose las
conexiones con sus ideas. Es fascinante que usted haya escrito dos artículos en los ’30 que
fueron muy influyentes, pero inicialmente no reconocidos, y después las personas tomaron el
balón y siguieron con él, obteniendo el crédito, y después el campo finalmente comienza a
reconocerla a usted.
SR: A menudo las personas leen algo que les interesa y después olvidan la fuente. Eso
es natural, así ocurren las cosas. Y a veces las personas no citan a quienes llegaron antes
porque disminuye su propia contribución.
BD: Ellos piensan eso.
SR: Dígame que no es verdad. Para algunas personas es importante brillar. ¿Qué son
“15 minutos de fama”?, ¿Quién dijo eso, Warhol? Ese es el tipo de cosas por las que muchas
personas darían su vida por obtener.
BD: Sí, es verdad.
SR: Realmente, es la forma en que el universo evoluciona, al final, ¿qué queda? ¿Habrá
algo más, quién dijo qué y cuándo, cuando yo esté muerto y enterrado? Cenizas a las cenizas y
polvo al polvo. Mi pasión se encuentra en mi trabajo actual. El gozo está en el momento del
descubrimiento. Es como enamorarse, no dura veinte años, o quizá sí. Sino que evoluciona. Y
quizá, en alguna parte, alguien lo tomará –si me incluye en las referencia estará bien, si no
también estará bien, esa es la forma en que funciona. Dudo que me dé cuenta cuando sea dicho
o sea hecho. Etcétera.

Una nota personal


Fue un hermoso día de otoño en San Luis. Las hojas estaban comenzando a amarillear.
La ciudad estaba excitada ya que los Cardenales recibían a los Mets en la National League
19

Championship Series. La belleza del día, la majestad de los árboles maduros tiñéndose de
colores, y el telón de fondo de la excitación del juego anticipaba una aventura gozosa, quizá
incluso más de la que yo pude anticipar. No sólo fue una experiencia deliciosa que siempre
atesoraré, sino que excedió lejos mis expectativas. El Dr. Rosenzweig me impresionó en tantas
formas y en tantos niveles que aun estoy organizando esas experiencias.
Quizá el mejor resumen de la carrera de Rosenzweig es la Roediger (2000):
“Fue amigo de B.F. Skinner y corresponsal de Freud. Ayudó a los estudios
experimentales de los conceptos psicoanalíticos, discutió los factores comunes implícitos en
todas las terapias, y su influencia aun resuena en las áreas teóricas y aplicadas, así como
también en la carrera de incontables investigadores distinguidos. Cuando usted habla de Saul
Rosenzweig, usted está hablando de la historia de la psicología.” (p. 1)
En realidad, hablar con él es como leer una novela acerca de la historia de la psicología,
las historias personales que el relata dan vida a nombres y libros de textos hace largo tiempo
olvidados. Conversar acerca de sus contribuciones, viajar a almorzar en su amado Buick Skylark,
conocer a su encantadora esposa, Louise, y escuchar acerca de sus proyectos actuales, fueron
experiencias educacionales e inspiradoras.
El Dr. Rosenzweig no sólo me enseñó acerca de la historia de los factores comunes, sino
que enseñó acerca de la academia la propiedad de las ideas y la vida.
Es asombrosa su actitud refrescante hacia su trabajo y su ausencia de resentimiento
hacia otros que lograron el crédito por ideas similares. Estimuló una reevaluación de mis propias
reacciones acerca de si mis colegas que han incluido o no en las referencias, y fomentó la
apreciación de los privilegios inherentes al interés intelectual de las ideas y el compartirlas con
otros. Saul Rosenzweig demostró el gozo de ese privilegio en su descripción de la Celebración
Rosenzweig efectuada en su honor en la Universidad Washington. Muchos que viven y trabajan,
y que han sido tocados por el Dr. Rosenzwieg se reunieron para hacer una crónica de sus
contribuciones y expresaron su gratitud. Disfrutó el placer de ese evento –no el crédito dado a
sus contribuciones significativas en los diversos campos en los cuales tuvo impacto, sino que
más bien del orgullo de haber enseñado e inspirado a otros con sus ideas. Si trabajo, su vida, su
asombrosa vitalidad y productividad ofrecen no solamente esperanza de un positivo proceso de
envejecimiento, sino que también una visión de las recompensas de trabajar con las ideas con
generosidad y modestia.

Referencias
Duncan, B.L. (this issue). The legacy of Saul Rosenzweig: The profundity of the dodo bird. Journal of
Psychotherapy Integration.
Eysenck, H. (1952). The effects of psychotherapy: An evaluation. Journal of Consulting Psychology, 16, 319-
324.
Fielder, F. E. (1950). The concept of an ideal therapeutic relationship. Journal of Consulting Psychology, 14,
239-245.
Frank, J.D. (1961). Persuasion and healing. Baltimore: Johns Hopkins University Press.
20

Frank, J.D. (1973). Persuasion and healing (2nd Ed.) Baltimore: Johns Hopkins University Press.
Frank, J. D. (1982). Psychotherapy in America today. In M. R. Goldfried (Ed.), Converging themes in
psychotherapy (pp. 78-94). New York: Springer.
Frank, J.D., Frank, J.B. (1991). Persuasion and healing (3rd Ed.). Baltimore: John Hopkins University Press.
Garfield, S. L. (1957). Introductory clinical psychology. New York: Macmillan.
Garfield, S. L. (1973). Basic ingredients or common factors in psychotherapy? Journal of Consulting and
Clinical Psychology, 41, 9-12.
Garfield, S. L. (1982). What are the therapeutic variables in psychotherapy? In M. R. Goldfried (Ed.),
Converging themes in psychotherapy (pp. 135-142). New York: Springer.
Garfield, S. L. (1992). Eclectic psychotherapy: A common factors approach. In J. C. Norcross & M. R.
Goldfried (Eds.), Handbook of psychotherapy integration (pp. 168-201). New York: Basic.
Goldfried, M. R. (1982). Converging themes in psychotherapy. New York: Springer.
Goldfried, M. R., & Newman, C. F. (1992). A history of psychotherapy integration. In J. C. Norcross & M. R.
Goldfried (Eds.), Handbook of psychotherapy integration (pp. 46-93). New York: Basic.
Heine, R. W. (1953). A comparison of patients’ reports on psychotherapeutic experience with psychoanalytic,
nondirective and Adlerian therapists. American Journal of Psychotherapy, 7, 16-23.
Hoch, P. (1955). Aims and limitations of psychotherapy. American Journal of Psychiatry, 112, 321-327.
Hubble, M.A., Duncan, B.L., & Miller, S.D. (1999). The heart and soul of change: what works in therapy.
Washington, D.C.: APA Press
Luborsky, L. (1995). Are common factors across different psychotherapies the main explanation for the Dodo
bird verdict that “everyone has won so all must have prizes”? Clinical Psychology: Science and
Practice, 2, 106-109.
Luborsky, L., Singer, B., & Luborsky, L. (1975). Comparative studies of psychotherapies: Is it true that
"everyone has won and all must have prizes"? Archives of General Psychiatry, 32, 995-1008.
Roediger, H. (2000). Honoring Rosenzweig. Observer, 13, 1, 28-29.
Rogers, C. (1942). Counseling and psychotherapy. Boston: Houghton Mifflin.
Rogers, C. (1957). The necessary and sufficient conditions of therapeutic personality change. Journal of
Consulting Psychology, 21, 95-103.
Rosenzweig, S. (1933). The experimental situation as a psychological problem. Psychological Review, 40,
337-354.
Rosenzweig, S. (1936). Some implicit common factors in diverse methods of psychotherapy. American
Journal of Orthopsychiatry, 6, 412-415.
Rosenzweig, S. (1937). Schools of psychology: A complementary pattern. Philosophy of Science, 4, 96-106.
Rosenzweig, S. (1938). A dynamic interpretation of psychotherapy oriented towards research. Psychiatry, 1,
521-526.
Rosenzweig, S. (1940). Areas of agreement in psychotherapy. American Journal of Orthopsychiatry, 10, 703-
704.
Rosenzweig, S. (1951). Facets of psychotherapy. Unpublished manuscript.
Rosenzweig, S. (1949). Psychodiagnosis: An Introduction to the Integration of Tests in Dynamic Clinical
Practice. NY: Grune and Stratton.
Rosenzweig, S. (1954). A transvaluation of psychotherapy: A reply to Hans Eysenck. Journal of Abnormal
and Social Psychology, 49, 298-304.
Rosenzweig, S. (1992). Freud, Jung, and Hall the King-Maker: The Expedition to America (1909). Seattle:
Hogrefe & Huber
21

Shapiro, A. K. (1971). Placebo effects in medicine, psychotherapy, and psychoanalysis. In A. E. Bergin & S.
L, Garfield (Eds.), Handbook of psychotherapy and behavior change (pp. 439-473) New York: Wiley.
Shapiro A. K., & Morris, L. A. (1978). Placebo effects in medical and psychological therapies. In S. L. Garfield
& A. E. Bergin & (Eds.), Handbook of psychotherapy and behavior change (2th Ed.)(pp. 369-410).
New York: Wiley
Sollod, B. (1981). Goodwin Watson's 1940 conference. American Psychologist, 36, 1546-1547.
Strupp, H. H. (1973). On the basic ingredients of psychotherapy. Journal of Consulting and Clinical
Psychology, 41, 1-9.
Strupp, H. H., & Hadley, S. W. (1979). Specific vs non-specific factors in psychotherapy: A controlled study
of outcome. Archives of General Psychiatry, 36, 1125-1136.
Watson, G. (1940). Areas of agreement in psychotherapy. American Journal of Orthopsychiatry, 10, 698-
709.
Weinberger (1993). Common factors in psychotherapy. In J. R. Gold and G. Stricker (Eds.), Comprehensive
handbook of psychotherapy integration (pp. 43-56). New York: Plenum.

Apéndice: Acerca de Saul Rosenzweig


Saul Rosenzweig nació en Boston en 1907, recibió su grado de B.A., summa cum laude,
en filosofía en la Universidad de Harvard en 1929; en 1930 recibió el M.A. y en 1932 el Ph.D. en
psicología clínica. Trabajó como Investigador Asociado entre 1929y 1934 en la recién fundada
Harvard Psychological Clinic. Allí, usando métodos de laboratorio, investigó los conceptos del
psicoanálisis, derivados clínicamente, por ejemplo, la represión. Su primera publicación apareció
en 1933 bajo el título “La situación experimental como un problema psicológico”. Se anticipó a la
investigación de los años 1950 acerca de los “sesgos del experimentador” y los problemas
relacionados en la psicología social experimental.
En 1934, Rosenzweig se unió al equipo del Research Service of the Worcester State
Hospital, Worcester, Massachusetts, en donde, hasta 1943, participó en una investigación
multidisciplinaria de la esquizofrenia, financiada por la Fundación Rockefeller. Realizó
psicoterapia con pacientes esquizofrénicos y, en ese contexto desarrolló conceptos para cubrir
los diversos problemas y niveles del comportamiento. Estando allí escribió su artículo clásico
acerca de los factores comunes y participó en el panel profético de Goodwin Watson con Carl
Rogers.
Desde 1938 hasta 1943, Rosenzweig fue Profesor Afiliado de Psicología en la Universidad
Clark, en Worcester. Durante este período desarrolló el Rosenzweig Picture-Frustration Study,
basado en una teoría de la agresión en relación con la frustración. Este instrumento psicológico
es usado actualmente en todo el mundo. El libro Aggressive Behavior and the Rosenzweig
Picture-Frustration Study apareció en 1978.
Desde 1943 hasta 1949, Rosenzweig fue Psicólogo Jefe en el Western State Psychiatric
Institute, Pittsburgh, y Conferencista en la Universidad de Pittsburg. En 1949 fue publicado
Psychodiagnosis: An Introduction to Tests in the Clinical Practice of Psychodynamics.
Desde 1949, Rosenzweig ha sido professor en el Departamento de Psicología y
psiquiatría en la Universidad Washington, Saint Louis. En 1975, fue nombrado Profesor Emérito.
22

Los eventos significativos de este período son: participación en el Panel de Estudio de la Historia
de las Ciencias de la Vida, Instituto Nacional del Cáncer; establecimiento de la “International
Society for Research on Agresión”, de la cual Rosenzweig fue el fundador y el primer presidente;
la publicación de la muy citada respuesta al controvertido artículo de Hans Eysenck;
establecimiento en 1972 de la “Foundation for Idiodynamics and the Creative Process”, de la
cual él es el Managing Director.
En 1950, Rosenzweig introdujo el enfoque de las “Ideodinámicas”, el cual se interesa en
las dinámicas de la historia vital, estudiando la combinación del medio biogenético y el cultural
en la matriz del idioverso (el mundo individual de eventos), con énfasis en el proceso creativo.
En 1986, publicó Freud and Experimental Psychology: the Emergence of Idiodynamics, y 1987,
Sally Beauchamp’s Career: A Psychoarchaelogical Key to Morton Prince’s Classic Case of Multiple
Personality. A través de los métodos ideodinámicos se descubrió la identidad real de esta
paciente, y la etiología y el desarrollo de su trastorno mental. Rosenzweig es el autor de otros
200 artículos científicos, históricos y biográficos, incluyendo el aclamado libro del New York
Times, Freud, Jung, and Hall the Kingmaker. Este libro aplica los métodos de las ideodinámicas a
las interacciones de Freud, Jung, may y James, en conexión con la expedición psicoanalítica a
Norteamérica en 1909.

[Publicado aquí sin autorización de Journal of Psychotherapy Integration, 12, 2002 (pp. 10-31),
ni de www.talkingcure.com]

El aspecto del grupo que se reunió en la orilla era ciertamente extraño: las aves
con sus plumas apelmazadas, los demás animales con todo el pelo pegado al cuerpo, y
todos ellos empapados, enfurruñados e incómodos.
Lo primero que habían de decidir, naturalmente, era como secarse de nuevo […]
Finalmente, el Ratón, que parecía gozar de bastante autoridad en ese cotarro, les gritó:
“Sentaos todos y escuchadme! ¡Hacedme caso y pronto yo sí que os dejaré secos!” [y
comienza a relatar una historia acerca de Guillermo el Conquistador] “¿Cómo te
encuentras ahora querida?”, continuó dirigiéndose sin más a Alicia.
“Más mojada que nunca”, contestó melancólica Alicia. “No parece que me seque
nada esa historia”.
“En ese caso”, dijo solemnemente el Dodo poniéndose de pie, “propongo que se dé
por terminada la sesión para dar paso a la adopción inmediata de un remedio más
radical…”
[…] “Lo que me proponía manifestar”, dijo el Dodo con tono ofendido, “es que la
mejor manera de secarnos sería una carrera en comité”.
23

“¿Qué es eso de una carrera en comité?”, preguntó Alicia, y no porque tuviera


muchas ganas de saberlo, sino porque el Dodo había hecho una pausa, como dando a
entender que esperaba que alguien dijera algo y no parecía que nadie fuera a hacerlo.
“¡Vaya!”, dijo el Dodo. “La mejor manera de explicarlo será haciéndolo”. […]
Lo primero que hizo fue trazar una pista
para la carrera, más o menos en círculo (“la
forma exacta no importa demasiado”, dijo), y
luego todo el grupo se fue situando por aquí y
por allá. Nadie dio la salida con el consabido
“¡A la una, a las dos y a las tres! ¡Ya!”, sino
que cada uno empezó a correr cuando quiso,
de forma que resultaba algo difícil saber
cuándo iba a terminar la carrera. Sin
embargo, después de haber estado corriendo
como una media hora y estando todos ya bien
secos, el Dodo exclamó súbitamente: “¡Se
acabó la carrera!”, y todos se agruparon
ansiosamente en su derredor, jadeando y
preguntando a porfía: “Pero, ¿quién, quién ha
ganado?”
No parecía que el Dodo pudiera contestar a esta pregunta sin entretenerse antes
en muchas cavilaciones; y estuvo así durante mucho tiempo, con un dedo puesto sobre
la frente (así algo como el Shakespeare que vemos en los retratos), mientras el resto
aguardaba en silencio. Al fin, el Dodo sentenció: “¡Todos hemos ganado y todos
recibiremos sendos premios!”

Lewis Carrol
Alicia en El País de las Maravillas
Alianza Editorial, Madrid, 1984
pp. 57-60
24

Cartas al Editor
Sres. Editores:

Son un asiduo lector de vuestra publicación y he disfrutado todos estos años de sus interesantes
lecturas.
¡Pero, amigos… no me hagan un mal servicio!
Justamente ahora que en mi trabajo me han solicitado escribir en forma de manual la psicoterapia
que realizo en mi trabajo cotidiano con pacientes deprimidas… ¡ustedes publican ese perturbador
artículo acerca de los manuales de psicoterapia!
Como se dice en Chile, ¡amigo… ayúdeme… pero no tanto!

Un lector fiel a Hipnópolis

Señores Editores de Hipnópolis:

Ya que pareciera que ustedes son los traductores oficiales para Latinoamérica de
www.talkingcure.com, ¿han considerado la idea de invitar a los Chicago’s boy –como llaman
ustedes a esos distinguidos investigadores y divulgadores– a dictar un seminario en los pagos
mendocinos o chilenos?
Creo que con el dinero recaudado en esa actividad –la cual sin duda concitará el interés de
muchos terapeutas breves– ustedes podrían pagar los derechos de autor adeudados por su acción
de piratería.

[email protected]

Es obvio que esta sugerencia merecería estar en la sección BoluFrases.

Respetuosamente, Editores de Hipnópolis

Sres. Editores:

Gracias por vuestra labor de piratería-literaria, ya que colocan a disposición de los lectores
interesantes publicaciones que se entrometen en sitios Web gratuitos en búsqueda de
traductores desinteresados.

Un terapeuta hispano-parlante hasta el tuétano…

También podría gustarte