Rasgos de Personalidad
Rasgos de Personalidad
Rasgos de Personalidad
A menudo utilizamos el término personalidad al describir a otros y a nosotros mismos; creemos saber lo que
significa. Tal vez lo sepamos. Un psicólogo señaló que nos hacemos una buena idea de su significado si
examinamos nuestras intenciones cuando utilizamos el pronombre yo (Adams, 1954). Cuando decimos yo,
estamos en realidad resumiendo todo lo que nos concierne: preferencias y aversiones, miedos y virtudes,
fortalezas y debilidades. El pronombre personal yo es lo que nos define como individuos, al margen de los
demás.
En el intento por definir el término con mayor precisión, conviene que consultemos su origen. Personalidad
deriva del latín persona, que designa la máscara que usaban los actores en una obra de teatro. Se entiende
fácilmente cómo con el tiempo la persona llegó a indicar el aspecto externo, el rostro público que mostramos
a quienes nos rodean. Así pues, a partir de la etimología podremos concluir que personalidad se refiere a las
características externas y visibles, a esos aspectos que la gente percibe.
En esta teoría (el psicoanálisis), Sigmund Freud , propone que la personalidad de los individuos se forma a
lo largo de su historia de vida, mediante la sumatoria de todos los objetos amados y perdidos. Dichos
“objetos” vendrían a ser, en primera instancia, los padres, por quienes se produce inicialmente un vínculo de
amor, que el llamado “Complejo de Edipo” nos hará superar mediante la renuncia. Pero posteriormente serán
otros quienes ocupen ese lugar de objeto amado y luego perdido, como los amigos, parejas, colegas, etc.
Además de Freud, otros muchos componentes de la corriente psicodinámica han propuesto sus propias
estructuras de personalidad. Por ejemplo, Carl Jung proponía que la personalidad estaba configurada por la
persona o parte de nuestra personalidad que sirve para adaptarse al medio y que se relaciona con lo que los
demás pueden observar y la "sombra" o la parte en que se incluyen aquellos elementos del Yo que no
resultan admisibles para el propio sujeto.
Obra del psicólogo estadounidense Carl Rogers (1902-1987), esta teoría propone un abordaje
fenomenológico de la personalidad, es decir, en la manera de captar la realidad y asumirla como propia. Para
ello, Rogers definió lo que es una “persona altamente funcional”, cuyas características servirían para definir
los distintos tipos de personalidad que hay.
Derivada del cognitivismo y constructivismo, esta teoría propuesta por el psicólogo estadounidense George
Kelly, propone que cada individuo organiza su experiencia de la realidad en base a un conjunto ordenado de
constructos, mediante sistemas binarios de oposición (bonito-feo, verdadero-falso, etc.) que sirven para
evaluar las situaciones y para predecir los eventos futuros. A medida que tenemos experiencias, estos
constructos se irían remodelando constantemente, implicando que nuestra personalidad está en constante
cambio y reestructuración mientras vivamos.
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Para el psicólogo estadounidense Gordon Allport (1897-1967), la personalidad es la integración de un
conjunto de rasgos únicos, que nos distinguen de los demás, organizados en un sistema de respuestas que, de
manera inconsciente, intentamos usar para responder a todas las situaciones de una misma manera. Pero
como ello no funciona, lógicamente, nos adaptamos al medio, incorporando o eliminando elementos
Los cinco Grandes rasgos son la apertura a la experiencia, la conciencia, la extraversión, la amabilidad y el
neuroticismo. Cada uno de estos factores se compone de varias subcaracterísticas, que juntas forman un
perfil de personalidad único. A continuación, se describen cada uno de estos factores con ejemplos prácticos.
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reuniones, y tener muchos amigos. En cambio, una persona con baja extraversión podría preferir leer
un libro en casa en lugar de salir con amigos.
4. Amabilidad: Este factor se refiere a la empatía y la cooperación. Las personas que puntúan alto en
amabilidad suelen ser amables, compasivas y cooperativas. Por otro lado, las personas que puntúan
bajo en amabilidad pueden ser menos empáticas y más competitivas.
Ejemplo: Una persona con alta amabilidad podría ser muy compasiva, ayudar a los demás en
situaciones difíciles y tratar a todos con respeto. En cambio, una persona con baja amabilidad podría
ser menos considerada con los sentimientos de los demás y preocuparse más por sus propios
intereses.
5. Neuroticismo: Este factor se refiere a la estabilidad emocional. Las personas que puntúan alto en
neuroticismo pueden ser emocionalmente inestables, preocuparse mucho y experimentar ansiedad o
tristeza con facilidad. Por otro lado, las personas que puntúan bajo en neuroticismo suelen ser más
estables emocionalmente.
Ejemplo: una persona con altos niveles de neuroticismo podría sentir ansiedad y preocupación por
cosas que otras personas no consideran una amenaza real, como hablar en público o enfrentar
situaciones nuevas. Sin embargo, a través de la terapia y la práctica de técnicas de relajación y
afrontamiento, esta persona puede aprender a controlar y manejar sus emociones de manera más
efectiva, reduciendo así los efectos negativos del neuroticismo en su vida.
Cada una de estas dimensiones se compone de una serie de rasgos que se relacionan entre sí y forman un
patrón coherente y estable en la personalidad. Por ejemplo, las personas que son altamente abiertas a la
experiencia suelen ser curiosas, imaginativas y creativas, mientras que las personas que son altamente
conscientes suelen ser responsables, organizadas y perseverantes.
1. Cuestionario 16PF
Se centra en 16 dimensiones de la personalidad. Tiene como objetivo ofrecer una visión específica y
detallada de la persona. El sujeto responde a un total de 185 preguntas con 3 opciones de respuesta, salvo
algunas excepciones que evalúan la inteligencia del candidato. Estas 16 dimensiones son:
- Afectividad
- Razonamiento
- Estabilidad
- Dominancia
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- Impulsividad
- Conformidad grupal
- Atrevimiento
- Sensibilidad
- Suspicacia
- Imaginación
- Astucia
- Culpabilidad
- Rebeldía
- Autosuficiencia
- Autocontrol
- Tensión
3. Test de Belbin
Este test determina cómo te comportas en el trabajo según tu personalidad, distinguiendo entre 9 roles
laborales: impulsor, implementador, finalizador, cerebro, monitor-evaluador, especialista, coordinador,
cohesionador.
4. Indicador Myers-Briggs
El Indicador de Tipo Myers-Briggs es un test de personalidad muy conocido por estar basado en los trabajos
de Carl Jung sobre este mismo ámbito. Se utiliza en el campo de crecimiento personal, en el ámbito escolar y
laboral.
La información que nos puede facilitar el indicador Myers-Briggs es la siguiente:
- Entender cómo enfocamos nuestra atención y obtenemos nuestra energía (extraversión o
introversión).
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- Saber cómo percibimos y procesamos la información (sensación o intuición).
- Cómo tomamos las decisiones (pensamiento o sentimiento).
- Cómo nos orientamos hacia el mundo exterior (mediante juicios más lógico-racionales o
percepciones más emocionales).
7. Test de Holland
El Test de Holland es una herramienta que te servirá para conocer tus intereses, los rasgos de tu
personalidad y las profesiones vinculadas. El Test de Holland proviene del "Código Holland", un código de
personalidad creado por el psicólogo John Holland. A partir de este código, dividió las personalidades en
seis grupos y definió las profesiones que van acordes a cada personalidad.
El test consta de preguntas relacionadas a tus preferencias, que deberás responder utilizando una escala del 1
al 5. Al final de las preguntas, encontrarás los 6 tipos de personalidad y los porcentajes de afinidad a cada
una. Luego de ver el resultado, podrás comparar las carreras compatibles con la personalidad que más
predomina en tí (la personalidad con el puntaje más alto).
Tipos de personalidad:
1. Realista
2. Investigador
3. Artística
4. Social
5. Emprendedor
6. Convencional
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