Libro Didactica Iete 1 141
Libro Didactica Iete 1 141
Libro Didactica Iete 1 141
nicolás Marcón
Marcón, Nicolás
Didáctica I : un encuentro con la educación cristiana / Nicolás Marcón. - 1a ed . 1a reimp. -
Temperley : Instituto de Educación Teológica por Extensión - IETE, 2017.
130 p. ; 28 x 20 cm.
ISBN 978-987-606-009-7
Editorial iEtE
Pringles 553 - 1834 temperley - Bs. as. - argentina
tel.: (011) 4292-8058/8746
www.iete.com.ar
E-mail: [email protected]
Didáctica
nicolás Marcón
DEDiCatoRia
Agradezco a Dios porque a través de este libro
se cumple una de tantas promesas entregadas a mi
vida.
A la Comisión Directiva Nacional del I.E.T.E. que
me concedió la oportunidad de realizar tan noble
tarea.
A todos aquellos que contribuyeron con mi
formación espiritual y académica a lo largo de mis
años de preparación.
A mis padres que supieron guiarme en el
camino de la verdad y la justicia.
A mi esposa, Raquel, con quien compartimos
la maravillosa experiencia de servir juntos a Dios
y a mis hijos Nicolás David y Raissa Catalina que
cedieron su tiempo para la elaboración de este
proyecto.
A todos aquellos que dedican silenciosamente
sus vidas en la magistral tarea de la educación
cristiana.
nicolás Marcón
3. Organice su estudio.
a. En primer término le aconsejamos que visualice panorámicamente el contenido total del libro. El
índice le ayudará en ello.
b. Repase cuantas veces sea necesario cada tema.
c. Proceda a responder las preguntas y a realizar los ejercicios formulados al concluir cada tema,
sin mirar el contenido correspondiente.
d. Al finalizar cada lección encontrará una Revisión General con preguntas y ejercicios relacionados
a todos los temas de la misma. Antes de responder repásela muy bien.
e. Una vez que haya estudiado todo el libro, léalo nuevamente a fin de fijar su aprendizaje.
f. Más allá de la tarea que Dios le ha permitido desarrollar en Su Reino, pídale a Él y a su pastor (si
usted no lo fuera) la oportunidad de llevar a la práctica lo aprendido en esta materia.
Jorge D. Arias
DIRECTOR PEDAGÓGICO
99
91 Lección 9: APRENDIZAJE EN GRUPOS
Didáctica I
IETE abarca tres grandes aspectos en la vida de todo creyente, más aún
en la vida del líder que busca perfeccionarse en el servicio.
Didáctica I
Didáctica I
• El Testimonio Bíblico
Cuando se habla de Didáctica en lo primero que debe pensarse es en enseñanza.
Este término aparece 19 veces en la Biblia, al menos en la Reina Valera 1960, pero no es
tan importante cuánto aparece sino la función que ella tiene en la obra de Dios. Veamos
algunos ejemplos:
Dt.6:4-6 hace alusión a la enseñanza de la Ley de Dios de la siguiente forma: “Oye, Israel:
Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y
de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán
sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y
andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal
en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de
tu casa, y en tus puertas”. Solo por medio de la enseñanza de la Ley es que las futuras
generaciones de Israel podrían conservar su propia identidad como el pueblo que Dios
había escogido como especial tesoro, nación santa y reino de sacerdotes.
Didáctica I
El templo también era parte de la educación de la época con una especial participa-
ción de los sacerdotes en la enseñanza nacional de la Ley. De una forma particular fun-
cionaban las escuelas de los profetas de las que no se tiene demasiada información, pero
sí podemos rescatar la figura del profeta como educador en la práctica diaria de Israel.
El propósito de la educación judía fue triple: transmitir las raíces históricas, formar
en la conducta ética y garantizar la presencia y adoración de Dios; estos objetivos se
transmitían por medio de la enseñanza oral, el uso de la memoria y de las parábolas para
la educación moral. Los principios que podemos concluir son presentados con gran cla-
ridad por Armstrong en uno de sus libros y son los siguientes:
Los temas que Jesucristo enseñó giraron en torno a la relación del hombre con Dios
y con el prójimo: ajustes sociales, moral y sexualidad, matrimonio y divorcio, juramentos,
el ayuno y la oración, actitudes frente al mal, solución de problemas económicos, obliga-
Didáctica I
1. Escuela Tradicional.
En caso de no alcanzar tal educación el resto de los hombres eran considerados como
bárbaros.
El objetivo principal de la escuela tradicional no es el alumno en sí, sino más bien que
éste alcance el ideal de hombre. En este caso el alumno no puede elegir su educación
porque los programas son sistemáticos y organizados en función de los valores eternos
propuestos por la iglesia oficial, es decir, el catolicismo romano.
La posición del alumno es pasiva, receptiva; se concede primacía a los móviles exter-
nos que son quienes motivan y dirigen el aprendizaje.
La ilustración como movimiento ideológico del siglo XVIII contribuyó con el desarrollo
de la escuela tradicional en los siguientes aspectos:
2. Escuela Nueva.
Se respeta la individualidad del niño, la que se libera cuando se desarrollan sus capacida-
des espirituales.
El aprendizaje debe dar libre curso a los intereses innatos del alumno, que encuentran su
expresión por medio de actividades manuales, intelectuales, estéticas y sociales.
Cada edad tiene sus características propias.
La competencia egoísta debe ser sustituida por la cooperación que enseña a los alumnos
a poner su individualidad al servicio de los demás.
Se excluye el trato idéntico para ambos sexos pero se procura la colaboración entre ellos.
La escuela es vida y no preparación para la vida.
Se busca la generación de un espíritu crítico, de igualdad, participación y solidaridad en
el alumno.
Se aprende a partir de la resolución de problemas concretos y no de especulaciones.
Rasgos distintivos: valoración de los conceptos de motivación, interés y actividad.
La revaloración del alumno como “agente principal” del proceso didáctico. Valoración
de la autoactividad, de la actividad creadora y de los roles diferentes para el docente y el
alumno.
3. Escuela Tecnocrática.
Se originó en 1949, con el libro de Ralph Tyler “Principios básicos del Currículum”, en
un proceso de modernización. Tyler observó como se manejaban las empresas del mo-
mento y partiendo de allí propuso organizar las escuelas de la misma forma.
Fundamentos del campo didáctico: se caracteriza como una intervención técnica que
requiere eficiencia, neutralidad y ciencia.
Los objetivos del proceso de enseñanza – aprendizaje son establecidos desde “afue-
ra”, el maestro no tiene incumbencia en ellos. Tales objetivos buscan formar alumnos
ideales.
El maestro o profesor debe trabajar como si fuera un mecánico y los problemas edu-
cativos pueden resolverse de la misma manera que se resuelven en cualquier empresa.
Didáctica I
El alumno debe tener experiencias que solo le permitan desarrollar la conducta que
se espera de él.
Rasgos distintivos: la educación deja de ser considerada una acción histórica y so-
cialmente determinada. Se descontextualiza y universaliza. Se otorga supremacía a la
lógica y a la ciencia apoyada en la Psicología Conductista. La Didáctica se convierte solo
en un instrumento. El maestro será eficiente solo si sabe utilizar correctamente el método
elegido.
4. Escuela Crítica.
Se origina a mediados del siglo XX. Cuestiona los principios de la escuela nueva tanto
como los de las escuelas tradicional y tecnocrática.
Figura central: el interés tanto del maestro como del alumno y la comunidad por la
transformación del contexto que los rodea.
Todos los que participan (directivos, maestros, alumnos, padres, instituciones, co-
munidad, etc.) asumen un compromiso responsable con la educación y ponen en ella la
esperanza para alcanzar cambios permanentes, no solo en las personas en término de
individualidades sino en toda la sociedad.
El ideal que se persigue, es una sociedad más justa y equitativa en la que todos ten-
gan las mismas posibilidades de educarse. Este fin se sostiene como una utopía en pos
de la cual se trabaja.
Desde esta escuela se rescata la dignidad personal de cada uno de los que intervie-
nen en el proceso de enseñanza – aprendizaje; todos tienen algo para enseñar y para
aprender a partir de un marco de diálogo, respeto, solidaridad y ayuda mutua.
La escuela crítica carga con una fuerte dosis de intenciones políticas, por esto en
ocasiones no se han valorado los aportes que desde su propuesta llamada a la educación.
Como nuestra labor educativa responde a los intereses del Reino de los cielos es ne-
cesario considerar los parámetros que establece la Biblia, propiedades que estudiaremos
a lo largo de este libro, tanto desde la perspectiva del maestro, la del alumno, y del con-
tenido a trabajar en las clases como también la del contexto donde esto se lleve a cabo.
Ahora bien, sin ignorar la preocupación de cada una de las escuelas vistas de que los
alumnos aprendan, cuando pensamos en el aprendizaje desde una concepción cristiana,
quienes estudiamos, enseñamos o trabajamos en pos de la enseñanza bíblica, corremos
con una ventaja insuperable por las siguientes razones:
No enseñamos ni aprendemos por nuestra propia cuenta, sino que es Dios quien nos
motiva a prepararnos para alcanzar un mayor crecimiento personal y brindar un mejor
servicio en su obra.
Cuando enseñamos la Palabra de Dios no lo hacemos por iniciativa personal, sino que
respondemos a un llamado específico; por lo tanto nuestra autoridad no es humana sino
celestial.
No hay maestro o profesor más interesado en que los alumnos aprendan como lo está
el incomparable Maestro de Nazaret, por lo tanto, el mismo Espíritu acude para asistir,
ayudar e iluminar cada vez que lo necesitamos.
La intención de Dios no termina en el aprendizaje que logre cada alumno que asume el
compromiso de prepararse, sino que además pretende que, a partir de la formación in-
tegral de los alumnos, éstos afecten el contexto que los rodea por medio del testimonio
de vidas transformadas, la predicación del evangelio y las misiones en un mundo que
reconoce la necesidad de cambio pero que no tiene ni cómo ni con qué hacerlo: allí es
donde debe estar la Iglesia.
A partir de las escuelas mencionadas presentamos una síntesis de lo que puede sig-
nificar una forma tradicional y otra progresiva de la enseñanza.
Didáctica I
Tradicional Progresiva
• Definición de didáctica
Según su etimología, proviene del griego didaskalia (didaskalia), y significa enseñan-
za o doctrina; se relaciona directamente con la actividad del profesor o maestro.
Sin embargo es un profundo error reducir el campo didáctico solo a meras técnicas o
procedimientos para enseñar.
Aprendizaje: actitud mental por medio de la cual los conocimientos, las habilidades,
las actitudes y las ideas son elaboradas, comprendidas, retenidas, adquiridas y utilizadas
originando una progresiva y estable adaptación y transformación en el interior del alum-
no, en su propia conducta y en el entorno social en el cual se encuentra.
Para una mayor profundización de este último concepto estudiaremos las teorías del
aprendizaje.
Didáctica I
Notas de referencia
1
Hayward Armstrong. Bases para la Educación Cristiana. El Paso, Editorial: C. B. P.,
1988.
2
Merril C. Tenney. Nuestro Nuevo Testamento. Grand Rapids. Editorial: Portavoz, 2001.
3
Imídeo Nérici. Hacia una Didáctica General Dinámica. Bs. As. Editorial: Kapeluz, 1990.
4
Edith Litwin y otros. Corrientes Didácticas Contemporáneas. Buenos Aires: Editorial:
Paidós, 1999, pág.94
5
Silvina Gvirtz y Mariano Palamidesi. El ABC de la tarea docente: Currículum y Ense-
ñanza. Capital Federal. Editorial: Aique, 2005, pág. 135.
Didáctica I
Para una mayor comprensión debe considerarse que cada una posee un concepto
de hombre distinto a partir del cual elaboran diferentes teorías del aprendizaje, que giran
alrededor del siguiente interrogante: ¿cómo se produce el aprendizaje?
Este modelo fue utilizado y profundizado por el psicólogo norteamericano John Wat-
son (1878-1958); quien es reconocido como el padre del conductismo. Esta escuela bá-
sicamente propone que los alumnos pueden alcanzar la conducta que los maestros es-
peran a partir de estímulos debidamente planeados y presentados.
El alumno es considerado como una “tabula rasa”: esta expresión fue acuñada por
el inglés John Locke, pensador del siglo XVII y nos da la idea de una tabla rasa, como
una hoja de papel en blanco para que se escriba. Así es considerado el ser humano en
el momento que nace, y por lo tanto lo que aprenda debe ser determinado desde afuera
mientras él no aporta nada en el acto de conocer.
Equipotencialidad: según esta idea, las leyes del aprendizaje son igualmente aplica-
bles en todos los ambientes sin importar las diferencias de contextos o aún las diferen-
cias que pueden presentarse entre los mismos alumnos.
Las palabras de Watson que se citan a continuación reflejan los puntos presentados:
“Dadnos una docena de niños sanos, bien formados, y un mundo apropiado para
criarlos y garantizaremos convertir a cualquiera de ellos, tomados al azar, en un determi-
nado especialista: médico, abogado, jefe de comercio, pordiosero o ladrón; no importa los
talentos, inclinaciones, tendencias, habilidades, vocaciones y raza de sus ascendientes”.1
El alumno es visto como una “caja negra” ya que sus procesos mentales no son cono-
cidos (por eso lo de amentalista); solo se observa su conducta como expresión manifiesta
de que el cambio, al que se refieren los objetivos, ha sido operado gracias a la instrucción.
Didáctica I
El aprendizaje solo se limita a las conductas que tienen que reproducir los alumnos;
para que esto ocurra el principal método es la memorización y la repetición mecánica; la
comprensión no es necesaria; por lo tanto, el origen del cambio de conducta siempre es
externo.
Para que el alumno aprenda debe asociar de forma mecánica y depender de refuerzos
para su logro.
Los alumnos se acostumbran a participar solo por la obtención del premio o la evi-
tación del castigo, lo que con el tiempo condiciona todas sus acciones, las que no se
realizarán si no hay refuerzos de por medio. Además, este tipo de prácticas solo fomenta
la competencia y la rivalidad entre los compañeros.
El equilibrio entre el alumno que aprende y el objeto que se conoce: mediante este
equilibrio el alumno, en forma progresiva, es capaz de ampliar su mundo de significados
e interpretar más ajustadamente la realidad que lo rodea.
Equilibrio entre asimilación y acomodación: estos términos son dos aspectos del pro-
ceso de adaptación y de aprendizaje del alumno. La asimilación es entendida como la in-
corporación de características del medio a las estructuras mentales del alumno mientras
que la acomodación se define como la modificación de tales estructuras para interactuar
mejor con el medio que lo rodea.
Equilibrio entre los distintos esquemas mentales del sujeto: éste hace referencia a las
coordinaciones progresivas de las distintas adquisiciones del pensamiento a lo largo del
desarrollo del alumno.
Conflicto cognitivo: definido como desajuste entre los marcos de interpretación de los
que dispone el alumno y las experiencias de la realidad. Es decir, se da cuando el alumno
se enfrenta a una nueva experiencia en la realidad en que se encuentra y eso le provoca
un conflicto interno que debe resolver.
En esta teoría de aprendizaje el maestro debe provocar situaciones donde los conoci-
mientos se presenten como necesarios para alcanzar las finalidades propuestas por los
alumnos. Debe crear situaciones donde se produzca el conflicto cognitivo, ya mencio-
nado, con la finalidad de desequilibrar el pensamiento del alumno y éste inicie el camino
Didáctica I
El aprendizaje queda reducido solo al desarrollo psíquico del alumno como un proce-
so espontáneo, dirigido por él mismo.
Mediación a través de los signos: que a diferencia de los anteriores, no son mate-
riales; contribuyen con la interacción del alumno con el medio que lo rodea. Entre ellos
el más importante es el lenguaje oral. Es por medio del lenguaje que el alumno describe
lo que hace (sobre todo si se trata de niños pequeños que “hablan solos”), pide ayuda,
acompaña la acción, supera el espacio y el tiempo y resuelve problemas.
A partir de esta mediación, para Vygotski surge la idea de cultura que, como ya se
ha explicado, se compone tanto de elementos materiales (instrumentos o herramientas)
como inmateriales (lenguaje, símbolos, costumbres).
En dicho esquema Vygotski distinguía dos niveles de desarrollo: uno real, que indica
lo conseguido por el alumno, y otro potencial, que muestra lo que puede conseguir con la
ayuda de los demás. La zona de desarrollo potencial presenta la distancia entre el nivel
real de desarrollo del alumno (determinado por su capacidad de resolver individualmente
un problema) y el nivel de desarrollo potencial (que muestra la capacidad de resolver un
problema con ayuda de otros).
Didáctica I
Al valorizar el lenguaje oral como mediación entre el mundo externo y el propio inte-
rior del alumno, se permite la manifestación del diálogo, no solo maestro – alumno sino
además alumno – alumnos, debido a que los mismos compañeros juegan un papel fun-
damental en la construcción del conocimiento dado en un entorno social.
Uno de sus principios más importantes es el siguiente: “el factor más importante
que influye en el aprendizaje es lo que el alumno ya sabe; averígüese esto y enséñese en
consecuencia”. Esto implica que todo aprendizaje supone la interacción de los nuevos
contenidos a aprender con los conocimientos previos que los alumnos ya poseen.
Por relaciones sustantivas debemos comprender aquello que de alguna manera esté
relacionado con los alumnos que van a aprender, con los conocimientos que ya poseen,
con sus propias experiencias y expectativas. Las relaciones arbitrarias, a diferencia de las
sustantivas, indican que lo que se va a enseñar no guarda ninguna relación con el alumno
y que además será presentado de una forma difícil de comprender. Porque no se está
pensando en los alumnos sino más bien en el contenido a enseñar o en la participación
exclusiva del maestro, más allá de que el alumno aprenda o no.
Por lo tanto, el aprendizaje significativo guarda una estrecha relación con el conte-
nido. Es decir, el nuevo material que se le ofrece a los alumnos, debe ser potencialmente
significativo. Eso implica que posea una lógica interna, es decir, un significado en sí mis-
mo.
Veamos a continuación las condiciones que deben tenerse en cuenta en esta teoría
del aprendizaje:
Didáctica I
Los contenidos merecen especial atención debido a que deben estar organizados y
ordenados para que el aprendizaje se logre de manera significativa.
Por parte del maestro se exige no solo una preparación de estrategias didácticas, sino
además los conocimientos, los necesarios en psicología, para descubrir las característi-
cas personales que pueden facilitar u obstaculizar el aprendizaje de los alumnos.
A cada uno de nosotros nos corresponderá implementar cada uno de estos conceptos
según las particularidades de nuestros alumnos y del contexto donde nos encontremos.
Notas de referencia
1
John Watson. Teorías del Aprendizaje.
2
José Gimeno Sacristán y Ángel I. Pérez Gómez. Comprender y Transformar la Enseñan-
za. Madrid: Ediciones Morata, 1995.
3
Ed Labinowicz. Introducción a Piaget: pensamiento – aprendizaje – enseñanza. Edito-
rial: Addison – Wesley Iberoamericana.
4
Lev S. Vygotski. El Desarrollo de los Procesos Psicológicos Superiores. Barcelona: Edito-
rial Crítica.
5
David P. Ausubel y otros. Psicología Educativa; un punto de vista cognoscitivo. México.
Editorial: Trillas, 1989.
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I.E.T.E. TEORÍAS DEL APRENDIZAJE
Didáctica I
TEORÍAS DEL APRENDIZAJE
A modo de síntesis del capítulo presentamos el siguiente cuadro con el objeto de identificar las características y
diferencias de las teorías del aprendizaje presentadas.
Lección 2
Proceso ciego y
mecánico de
asociación de
estímulos Pasivo.
Es el que sabe.
(provocados y Recibe las enseñanzas
Tareas muy pautadas. Escribe, repite
controlados por como se la dan.
Todo puede ser ejercicios, controla, usa Es unidireccional.
CONDUCTISMO condiciones Es como una caja
enseñado. bien los refuerzos. Directiva.
externas) y negra, nadie sabe ni se
Equipotencialidad Determina lo que hay
respuestas cuyo interesa por lo que
que hacer.
único objetivo es la sucede en su interior.
obtención de
conductas
observables.
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I.E.T.E. TEORÍAS DEL APRENDIZAJE
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Proceso activo a
través del cual el Realiza un proceso
alumno asimila interno de construcción
datos de la realidad, Poco importante. a través de su
Potencia el intercambio
CONSTRUCTI- ajusta sus esquemas Puede acelerar el experiencia. Se respetan los
con el medio físico y
VISMO de pensar, sentir, proceso o generar Necesita: nivel de procesos del alumno.
GENÉTICO con sus compañeros
actuar y construye recursos para que lo maduración, Es unidireccional.
para que supere.
un nuevo esquema favorezca. experiencias,
de acción que le interacción con el
permite interpretar la medio y equilibración.
realidad.
Conoce la etapa
Conoce los elementos
evolutiva de sus Fluida.
Internalización de la para resolver los
Se considera el alumnos. Permanente.
cultura a través de la problemas.
desarrollo real de los Propone actividades Dinámica del maestro
SOCIO – apropiación por Al comienzo necesita
HISTÓRICA
alumnos. variadas, procesos hacia el alumno y del
parte del alumno y ayuda.
Define las mediaciones grupales, cooperación. alumno hacia sus
gracias a la Interpreta y da
adecuadas. Mediador entre la Z.D. compañeros.
mediación social. significado a lo que
Real y Z.D.P. del Valoración social.
aprende.
alumno.
Ayuda al alumno a
Asociación
ubicarse a través de
sustantiva de los Cuerpos organizados
organizadores.
nuevos de saberes culturales Participación activa.
Presenta el material de Fluida.
SIGNIFICA- conocimientos con que cumplen la Se espera una actitud
forma lógica y Permanente.
TIVO los previos. condición de ser favorable hacia el
psicológica. Dinámica.
El aprendizaje debe potencialmente aprendizaje.
Mediador entre los
ser significativo y significativos.
conocimientos previos
funcional.
y los nuevos.
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notas
Didáctica I
Los componentes básicos son: los alumnos, los maestros y los contenidos reunidos
en un marco de encuentro llamado contexto. De ellos el más importante resulta ser el
alumno quien da sentido a la presencia del resto de los componentes. Sin embargo, en
una relación de interdependencia todos son indispensables para la constitución del he-
cho educativo.
Veamos algunos principios orientadores para las prácticas de la enseñanza con res-
pecto a los alumnos:
· Maduración.
· Motivación.
· Interacción intensa con el entorno.
· Interacción social.
Sin embargo, definir el rol del maestro implica intencionalidad y propósito en el lugar
que ocupa. Para que se logre enseñanza es necesaria la intencionalidad.
La imagen de un maestro ante sus alumnos provoca impresiones que ocasionan efec-
tos muchas veces ignorados. Cuantos maestros que hemos tenido nos han condicionado
a tal punto de amar una materia que parecía despreciable o confundirnos en temas que
creíamos entendidos. Otros son causa de inspiración a tal punto que despiertan en sus
alumnos convicciones espirituales tan profundas que los lleva a asumir mayores com-
promisos con el Maestro de los Maestros: Jesucristo. Incluso muchos abrazan diversos
ministerios y vocaciones por descubrir junto a sus maestros sus propios dones que luego
resultan de tanta bendición en la obra de Dios.
Veamos a continuación algunas características mínimas con las que debe contar un
maestro cristiano:
Llamado por Dios a tan noble tarea: la enseñanza. El maestro cristiano nace y se hace.
Nace en el corazón de Dios quien llama, y se hace en la medida que crece a través de sus
experiencias educativas.
Didáctica I
Formación en estudios bíblicos y teológicos: esto parece ser obvio pero un maestro
cristiano debe conocer en profundidad la fuente que sustenta la doctrina y por lo tanto
sus enseñanzas: las Sagradas Escrituras.
Tradicional Progresivo
Didáctica I
Desde una perspectiva progresista podemos encontrar algunos términos que armo-
nizan con el trabajo del maestro:
En la mayoría de los casos los alumnos pasan mucho más tiempo con sus compañe-
ros que con sus maestros, y esto es de un valor incalculable pero a la vez es ignorado. Los
mismos compañeros se convierten en agentes de enseñanza cuando ayudan, colaboran,
cooperan no solo por medio de explicaciones sino además por actitudes que corrigen,
animan e inspiran a seguir buenos ejemplos.
Hace tiempo atrás que los sociólogos de la educación trabajan un concepto que ha
contribuido en la comprensión de la relación maestro – alumno; nos referimos al eti-
quetamiento, esto es que los maestros suelen “etiquetar” o poner rótulos a sus alumnos
según sus opiniones y prejuicios: el inteligente, el charlatán, el que nunca hace nada,
el revoltoso, el desobediente, etc. Entonces las expectativas que tengan respecto a sus
alumnos estarán determinadas por dicho etiquetamiento.
Esta teoría guarda estrecha relación con el “efecto pigmalión” que tiene que ver con
las profecías auto cumplidas y puede entenderse de la siguiente manera: la expectativa
que un maestro tiene sobre la conducta o el rendimiento de un alumno puede, sin preten-
derlo, convertirse en una exacta predicción simplemente por el hecho de existir.
El maestro cristiano debe evitar caer en este tipo de práctica que condiciona de ma-
nera negativa a sus alumnos, por el contrario, tiene que esperar lo mejor de ellos y de lo
que Dios tiene para cada uno. Por lo tanto, sus palabras edificarán y bendecirán porque
“la muerte y la vida están en poder de la lengua” (Pr. 18:21).
Por contenido entendemos “los saberes que los alumnos deben alcanzar en cada
etapa de su proceso de aprendizaje”.2 Tales saberes trascienden lo meramente intelectual
para abarcar otras áreas.
Al igual que los objetivos, los contenidos pueden identificarse como contenidos con-
ceptuales, procedimentales y actitudinales.
Contenidos Conceptuales: son aquellos relacionados con los saberes que implican
conocer, estudiar, comprender y recordar.
Antes que los alumnos trabajen el contenido propuesto por el maestro, éste debe tra-
bajar primero sobre él a partir de ciertos criterios:
Selección de los contenidos: para esta elección el maestro debe tener en cuenta las
características y necesidades particulares del grupo de alumnos a quienes enseñará.
Para ello considerará la edad de los alumnos, el lugar de donde provienen, la madurez
espiritual que poseen, el grado de conocimiento de las Escrituras y la organización de la
institución (Escuela Bíblica, Instituto Bíblico u otra instancia educativa). Además, es ne-
cesario reconocer la época histórica y social en la que la iglesia de hoy vive. Aunque Dios
y su Palabra continúan siendo los mismos, la mirada del hombre ha cambiado porque
su contexto ha cambiado y el énfasis teológico doctrinal también. A modo de ejemplo
Didáctica I
Organización lógica de los contenidos: organizar los contenidos en forma lógica im-
plica que deben tener un orden de progresión coherente respetando el inicio, desarrollo
y final del mismo, ya sea en una clase, materia o ciclo. Depende exclusivamente de la
naturaleza del contenido y no es idiosincrático, es decir, que el mismo contenido puede
enseñarse sustancialmente a pesar de los lugares donde se implemente.
Los contenidos deben ser significativos para los alumnos: debe hacerse la diferen-
ciación correspondiente entre significado y significativo. Por significado entendemos lo
que representa para nosotros una palabra, objeto o materia más allá de su significado en
sí. Por ejemplo, todos conocemos el significado de la cruz como símbolo y como objeto;
sin embargo, cuando entendemos desde el cristianismo lo que representa, el lugar de su-
frimiento y muerte que nos correspondía a cada uno pero que fue ocupado por el mismo
Jesucristo, entonces la cruz adquiere un contenido significativo para los hijos de Dios.
Contexto primario: es donde se desarrollan y crean los textos, las ideas y los saberes
especializados que serán seleccionados para su transmisión.
Contexto secundario: los contenidos reproducidos y transmitidos a través de las institu-
ciones y los maestros según los niveles y necesidades de los alumnos.
Contexto reconceptualizador: esta etapa se da entre los contextos primario y secundario,
donde institución y maestros en conjunto trabajan sobre los contenidos para colocar-
los al alcance de los alumnos. El contexto de reconceptualización es conocido además
como “transposición didáctica”, según el autor francés Y. Chevallard; esta expresión es
definida como conjunto de transformaciones por las cuales un determinado contenido
es adaptado para ser enseñado por los maestros. Si un maestro da su clase leyendo tex-
tualmente el libro sugerido es un claro indicio que el mismo no posee la correspondiente
preparación de su clase ni la necesaria transposición didáctica.
Olvidarse del contexto en que el maestro se encuentra inserto con sus alumnos es
pensar que éstos se encuentran encerrados, viviendo en una burbuja y sin afectar a nadie.
Por lo tanto, como el maestro es real y participa de una realidad integral (espiritual,
social, comunitaria, educativa, económica, etc.) con sus alumnos debe considerar el con-
texto donde se desarrolla el hecho educativo. Es lo que Jesús, nuestro maestro modelo
por excelencia, hizo cada vez que enseñó: con la mujer samaritana, con Nicodemo o con
los escribas y fariseos que acudían para tentarlo a través de preguntas mal intenciona-
das. Esto implica reconocer la procedencia de los alumnos, la situación del lugar, sus
costumbres, posibilidades y limitaciones.
Durante muchos años el fracaso educativo estuvo sujeto solo a un culpable: el alum-
no; si reprobaba se debía única y exclusivamente a su entera responsabilidad. Sin embar-
go, desde una perspectiva abierta y real, hoy se piensa en todos los agentes involucrados
en la educación del alumno: él mismo, pero además sus maestros (¿explican bien, se
hacen entender?), los contenidos (¿están organizados lógica y psicológicamente, acce-
sibles para la comprensión del alumno?), la institución (¿planifica su trabajo, controla y
evalúa a los maestros, interviene en situaciones necesarias?), los padres (¿se comprome-
ten con la formación de sus hijos, los acompañan, que actitud tienen frente a la tarea de
los maestros?) y el lugar de procedencia.
• La Interacción en la Enseñanza–Aprendizaje
La mera presencia de cada uno de los componentes del hecho educativo (alumnos –
maestros – contenidos) situados en un contexto, no garantiza la posibilidad que se lleve
a cabo el proceso de enseñanza – aprendizaje, si éstos no se relacionan entre sí, es decir,
si no interactúan mutuamente, si no se afectan en forma recíproca unos a otros.
Para que esto ocurra debe elaborarse una relación de comunicación con caracte-
rísticas propias por tratarse de un encuadre educativo. Por medio de la comunicación
maestro – alumnos y alumnos – alumnos se construye el conocimiento a partir de las
relaciones interpersonales y se recomienda lo siguiente:
La intervención del maestro debe ser oportuna y suficiente para que los alumnos realicen
progresivamente aprendizajes significativos para ellos.
Para el maestro planificar su actuación de una manera flexible que permita la adaptación
a las necesidades de los alumnos en todo el proceso de enseñanza – aprendizaje.
Didáctica I
Lección 3
ellos.
48
CONTENIDOS
Comunicación
Enseñanza – Aprendizaje
ALUMNOS DOCENTE
CONTEXTO
Notas de referencia
1
Encuadre del Modelo Pedagógico Didáctico. Año 2000.
2
Silvina Gvirtz y Mariano Palamidesi. El ABC de la tarea docente: Curriculum y Ense-
ñanza. Capital Federal. Editorial: Aique, 2005, pág. 20.
3
Antonio Zabala Vidiela, La Práctica Educativa: como enseñar. Editorial Grao, págs.
94-95.La Práctica Educativa: como enseñar. Editorial Grao, págs. 94-95.
Antonio Zabala Vidiela,
3
14
Didáctica I
Por lo tanto, al maestro le corresponde elaborar una propuesta del plan en la que se
defina las estrategias de enseñanza que se realizarán durante el cursado. En este plan
se combinan el programa de estudio, el proyecto institucional, las experiencias como
maestros, su formación y manejo de contenidos, las actividades de aprendizaje y la pers-
pectiva que se tendrá.1
• Características de la Planificación
Anticipación: cuando un grupo de trabajo elabora la planificación de la enseñanza
puede prever lo que acontecerá a lo largo de un tiempo determinado, cuáles serán sus
metas y cómo hará para alcanzarlas.
1. ¿Para qué enseñar? Esto implica pensar en los objetivos, los propósitos y las razones
que nos mueven a enseñar. Si esto no se tiene claro la enseñanza no tiene una dirección
establecida, y cualquier “viento” le será favorable.
2. ¿Cuándo enseñar? Secuencia y organización de objetivos y secuencia y organización de
contenidos.
3. ¿Cómo enseñar? Organización de tareas y actividades, implica considerar criterios de
organización temporal y espacial, criterios de selección, elaboración y uso de materiales
curriculares y recursos didácticos.
4. ¿Qué, cómo y cuándo evaluar? Esto es fijar criterios de evaluación, selección y construc-
ción de instrumentos de evaluación.
Aunque algunos autores plantean tres etapas en el trabajo didáctico (planificación,
aplicación y evaluación), en la práctica esto es mucho más complejo debido a que cada
aspecto se superpone con los otros.
Contenidos: son saberes culturales cuya apropiación por parte de los alumnos se
considera esencial para su formación. Si la planificación depende de los contenidos en-
tonces habrá contenidos conceptuales (conceptos, hechos, principios), procedimentales
(destrezas, técnicas, estrategias) y actitudinales (normas, valores, actitudes). Los conte-
nidos deben ser contextualizados (transposición didáctica).
Tareas y actividades de los alumnos: las tareas son las formas como los alumnos
entran en contacto con los contenidos. Dependiendo de lo que hagan se implicarán y se
relacionarán con el contenido de una manera determinada.
Didáctica I
Flexibilidad: la planificación no debe ser rígida ni estática sino que se debe anticipar
a las posibles alteraciones inesperadas del normal desenvolvimiento de la institución o
del cursado.
Agrupamiento de los alumnos: los grupos que se forman son tan particulares como
las personas que los forman; como no hay dos personas iguales tampoco hay dos grupos
iguales; esto debe tenerse en cuenta al momento de planificar, sobre todo en lo que con-
cierne a las actividades de los mismos alumnos.
• El Plan de Curso
Es el instrumento de trabajo que organiza el encuentro pedagógico didáctico entre
profesor y alumnos. Este recurso es utilizado para las materias que se enseñan en los
Institutos Bíblicos, tanto residentes como Externos y Locales (en algunos casos). Por
cada materia a enseñar se elabora un Plan de Curso. Incluye los siguientes elementos:
Objetivos:
Al redactarse los objetivos deben comenzar con un verbo en infinitivo (sin conjugar) y
relacionarse según corresponda. Algunos ejemplos:
Bosquejo de la Materia: este apartado no siempre se encuentra en esta parte del Plan,
sino que generalmente, aparece en la Parcelación de la Materia; y es una síntesis de los
principales temas que se abordarán en el cursado. En muchas instituciones educativas
los Planes de Curso se plantean a partir de los contenidos y no de los objetivos.
Didáctica I
Bibliografía: algunos entendidos hacen la diferencia entre libro de texto (que es ubi-
cado en el encabezamiento) y bibliografía (que es general y utilizada por el profesor como
fuente de información). El orden es el siguiente: apellido, título del libro, ciudad: editorial,
año de edición. El buen maestro procurará extenderse más allá de los límites de un solo
libro de texto; atrás debe quedar el proverbio “cada maestrito con su librito” para pensar
mejor en “cada maestro con una extensa bibliografía leída y trabajada”.
II- DURACIÓN DEL CURSO: 20 hs. Cátedras de 50 minutos cada una (1.25 unidades acadé-
micas), 10 clases de 2 hs. cada una.
III-OBJETIVOS
A- Conocimientos
1- Comprender la importancia de la Hermenéutica en el ministerio de la Palabra.
2- Reconocer los distintos métodos de interpretación bíblica.
3- Adquirir un conocimiento básico para la interpretación de figuras literarias.
4- Conocer los modismos, tipos y símbolos que se encuentran en la Biblia.
B- Habilidades
1- Aplicar los principios hermenéuticos en el desarrollo del ministerio de la Palabra.
2- Demostrar cual es el método de interpretación correcto y sus ventajas.
3- Analizar adecuadamente las figuras literarias.
Didáctica I
V- REQUISITOS DE LA MATERIA
A- Del Profesor:
1- Dirigir al curso hacia el aprendizaje de la Hermenéutica.
2- Provocar un ambiente de respeto, compañerismo y participación dentro y fuera del
aula.
3- Motivar a los alumnos al estudio y correcta interpretación de las Escrituras.
4- Aclarar una u otra vez cada pregunta que surja, las veces necesarias.
5- Realizar clases dinámicas que garanticen la participación de todos.
6- Aprender de los alumnos y con los alumnos.
B- Del Alumno:
1- Realizar las tareas asignadas en tiempo y forma establecidos en el Plan de Curso.
2- Llevar al día la lectura del libro de texto.
3- Trabajar en equipos en forma participativa cada vez que se requiera.
5- Participar en las clases ordenada y coherentemente.
6- Puntualidad en las clases.
1 Introducción a la materia -
Actividad del ALUMNO
Definiciones.
(2 horas) Prestar atención y tomar apuntes.
5 Estudiar Mucho
Examen Nº 1
(2 horas)
6 Lenguaje Figurado Lectura
(2 horas) 81 - 92 Prestar atención y tomar apuntes
9 Símbolos Lectura
(2 horas) 107-112 Repaso de la materia
10
Examen N° 2 Estudiar y Festejar
(2 horas)
Didáctica I
• Plan de Clases
Como el Plan de Curso, es un instrumento que se encarga de organizar el trabajo
pedagógico – didáctico, pero en este caso se trata de la planificación para cada clase.
El plan de clases obliga al profesor a reflexionar sobre lo que van a hacer él y sus
alumnos, y sobre el material didáctico necesario y los procedimientos a utilizar.
A diferencia del Plan de Curso, que se encuentra accesible a todos los alumnos, el
Plan de clase es de uso exclusivo del maestro; es como el sermón del predicador.
2. Propósitos para la clase: qué se pretende lograr con los alumnos. Esto no debe
ser secreto del maestro, sino que, por el contrario, al iniciar su clase debe comunicar los
temas que se trabajarán y los propósitos del mismo.
Didáctica I
• Clase: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
• Maestros: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
• Tema de la Clase: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Motivación
Presentación
del Tema
Trabajo de
integración
Recapitular
Tareas
Profesor Alumnos
Motiva-
ción
Presen-
tación
del Tema
Trabajo
de inte-
gración
Recapi-
tular
Tareas
Es necesario entender que los planes de clase son tan particulares como lo son los
maestros. Los modelos propuestos de ninguna manera pretenden imponerse como los
ideales Planes de Clase. Solo se muestran como orientaciones a partir de las cuales cada
maestro puede realizar las modificaciones que crea conveniente. Lo que sí debe adop-
tarse es la disciplina de realizarlos, puesto que de esa forma se mejorará la organización
de las clases.
• ¿Planificar lo imprevisible?
En lo que se refiere a la planificación de la enseñanza, la realidad muestra en muchas
ocasiones que se llega a los extremos opuestos; por un lado, se cae en el error de no pla-
nificar absolutamente nada, utilizando a veces la excusa de la dependencia del Espíritu
Santo que revelará todo lo que se deba hacer en el momento. Por otro lado, se planifica
absolutamente todo, desde lo institucional, el rol docente, las responsabilidades de los
alumnos, los recreos, las clases, la entrada y la salida; y entonces se convierte el proceso
de planificación en un interminable y burocrático proceder que no trasciende los papeles
y que en nada beneficia a la práctica de la enseñanza.
Como toda tarea humana, la enseñanza, por contar con personas como los principa-
les protagonistas, cuenta con un ingrediente extra: se trata de la espontaneidad que apor-
Didáctica I
Lo impredecible de las clases bajo ningún punto de vista debe tomarse como algo
negativo que atente contra el buen desempeño del maestro, sino que, por el contrario, es
un elemento positivo que enriquece el encuentro pedagógico – didáctico: las constantes
intervenciones de alumnos preguntones, la capacidad de algunos para relacionar lo que
estudian con otros temas, los estudiantes que siempre tienen una experiencia que contar
o las vivencias del propio maestro que las comparte porque cree que el momento de la
clase es oportuno aunque no esté registrado en su plan de clase.
Notas de referencia
Díaz Barriga, A. Didáctica y Currículum. México: Paidós Educador, 1997.
1
Didáctica I
Es por esto que se hace imprescindible para todo maestro cristiano que se desen-
vuelve en la obra de Dios como tal, comprender el importante papel que juega la motiva-
ción de los alumnos.
La motivación intrínseca es aquella que traen los alumnos a la clase; a estos alumnos
se los llama “auto motivados”; esto no es lo más frecuente pero sí lo más deseable. La
conducta intrínsicamente motivada es aquella que se realiza únicamente por el interés y
placer personal e interior de realizarla.
Por el contrario, la motivación extrínseca es aquella que se logra a través de los es-
fuerzos que el maestro, en el contexto educativo, realiza para lograr que el alumno preste
atención y aprenda. Se lleva al aprendiz a realizar una determinada conducta para satis-
facer otros motivos que no son la actividad en sí misma.
Didáctica I
1. Las situaciones reales son complejas y no es fácil encontrar actividades que sólo sean
motivadas intrínsecamente. Casi siempre, motivaciónes intrínseca y extrínseca se combi-
nan y se dan a la vez. Puede predominar una u otra, pero es muy difícil encontrar a alguien
motivado sólo intrínsecamente.
2. La situación que comienza siendo motivada intrínsecamente puede pasar a ser in-
trínseca y extrínseca o solamente extrínseca. Pensemos de nuevo en el ejemplo de la
persona maestra de escuela bíblica conforme va mejorando su habilidad para enseñar,
va obteniendo otras recompensas (reconocimiento, poder, responsabilidad, etc.). Esto úl-
timo proviene de su entorno (extrínseco).
El punto en común en todos estos casos es que todos los factores que hemos nom-
brado afectan a la motivación del alumno en contextos de aprendizaje, sobre todo si en-
tre dichos factores también se encuentran otras personas (los maestros) que ejercen su
tarea a partir de sus propias motivaciones. Entonces ya no solo podemos detenernos a
pensar en la motivación de los alumnos, sino además en la de los maestros y en la inte-
racción que se produce en el hecho educativo.
Hacia su propio proceso de aprendizaje: cada alumno posee una determinada orien-
tación según las metas que se plantea sobre todo alumnos que ya entienden la impor-
tancia de su propia formación. Algunos estudiantes son motivados solo a partir de la
nota que podrían obtener después de una prueba escrita y por lo tanto tal motivación
será siempre inestable. Otros se interesan en crecer y en descubrir las respuestas a sus
propias preguntas, aún cuando en ocasiones se vean sacrificadas las calificaciones. No
es la nota final de cada materia lo que debe convertirse en el motivo o razón de nuestro
estudio, sino lo que realmente aprendemos para un mejor servicio en la obra de Dios.
Nunca olvidaré una clase de metodología exegética donde apenas el profesor nos intro-
ducía en la materia. Uno de mis compañeros, en medio del desconcierto que provocaban
algunos contenidos, expresó: no estoy aquí para sacar una buena nota sino para apren-
der; el profesor con una impresión contagiosa se levantó de su lugar, se acercó al alumno
y le estrechó la mano, reconociendo que lo importante es la motivación por el aprendizaje
y no por los resultados numéricos. Ese día todos aprendimos una lección.
Hacia el Maestro: solo con la presencia del maestro en el aula se despiertan distintas
impresiones en los alumnos. Algunos son aceptados, queridos y respetados; infunden
paz en el ambiente, creando un clima afable donde los alumnos sienten la libertad de
participar, preguntar y aprender sin temores a prejuicios, menosprecios o indiferencia por
Didáctica I
Hacia las tareas asignadas: los alumnos deben reconocer que las tareas que se les
piden son una oportunidad de aprender y no pierden el tiempo en actividades que no ten-
drán ningún tipo de beneficio educativo para ellos.
En relación al lugar
Luminosidad: un aula de clase bien iluminada colabora para que los alumnos se man-
tengan despiertos.
Orden y limpieza: que cuando los alumnos lleguen a sus aulas encuentren el recinto
ordenado y limpio. Para que esto ocurra los maestros deben llegar antes; esto valoriza la
Pintura adecuada: se espera que el lugar en que se reúne la clase esté bien pintado
preferentemente de colores claros que aporten claridad al ambiente y no de colores te-
nues o lúgubres.
Aislada de las demás: algo provoca mucha desconcentración en los alumnos, sobre
todo si son adolescentes, es participar de “clases stereos”, es decir escuchar a su maes-
tro y al maestro del aula contigua. Es por esto que se recomienda una adecuada separa-
ción entre clase y clase o una gruesa pared divisoria.
La asignatura que enseña: todo maestro tiene alguna preferencia hacia ciertos te-
mas o materias para enseñar. Sin embargo, en ciertas oportunidades puede verse en la
responsabilidad de enseñar aquello con lo que no siente demasiada empatía y entonces
deberá esforzarse para trabajar los contenidos con una dosis extra de motivación interior.
Cuán desmotivante es que los alumnos inicien un tema o materia y el profesor se presen-
ta exclamando frases como “a mi esta materia no me gusta pero bueno…” o “esta materia
para mi no tiene ninguna importancia pero la voy a enseñar igual”. Si esa es la motivación
inicial del maestro ni pensar cómo repercutirá esto en los alumnos. En tales casos el pri-
mero en encontrar significancia en el contenido a enseñar será el maestro.
Didáctica I
El tiempo de preparación: a diferencia del tiempo de formación, en este punto nos re-
ferimos a la preparación a priori de cada una de las clases. Por más veces que el maestro
haya enseñado en su clase siempre debe surgir algo nuevo para aportar. Cuando las cla-
ses vez tras vez son monótonas y exactamente iguales queda manifiesto que el maestro
abandonó el tiempo de preparación de sus clases.
El reconocimiento de su labor: la tarea del maestro cristiano suele pasar casi inadver-
tida y en determinados sectores aún es tomada como un servicio de segunda categoría,
porque no se desarrolla a la vista de todos sino solo de los que quieren aprender. Esta ac-
titud suele jugar en contra de la motivación personal de quien enseña, por lo que se hace
importante el reconocimiento, el agradecimiento y el elogio sincero de todos aquellos que
constituyen la comunidad educativa.
Falta de conocimiento de la materia por parte del maestro: el maestro que no sabe o
no domina el tema o la materia que enseña transmite inseguridad y eso es muy bien per-
cibido por los alumnos, quienes irán progresivamente perdiendo el interés de aprender.
Aspectos físicos del aula: el espacio físico donde se lleva a cabo la clase influye más
de lo que imaginamos en la motivación de los alumnos. Bancos sucios, pisos sin barrer,
poca luz, lugares oscuros y sin ventilación terminan muy pronto con la concentración de
los alumnos.
Didáctica I
Espontaneidad: el maestro siempre debe atender a cualquier detalle que pudiera sur-
gir en forma espontánea en el proceso de enseñanza – aprendizaje en el aula de clases;
un ejemplo que expresa un alumno, un testimonio, un error, un dibujo o una noticia de
actualidad.
Interés por los alumnos: una de las formas de interesarse por los alumnos es comen-
zar aprendiendo sus nombres; esto da un sentido de confianza en la relación interperso-
nal entre quien enseña y quien aprende. Orar por sus problemas, traspasar los límites del
temario de la clase cuando sea necesario para atender necesidades específicas del grupo
que surge, acorta la distancia entre el escritorio docente y el banco de los alumnos.
Notas de referencia
Ricardo Baquero y Margarita Luque. Teorías del Aprendizaje. Universidad Virtual de
1
Didáctica I
Sin embargo los seres humanos no siempre estamos conscientes de nuestra posi-
ción de evaluadores o de evaluados, salvo en alguna instancia educativa donde escucha-
mos “examen” o “saque una hoja para una prueba”.
• Definiciones afines
Evaluación: es la herramienta que ayuda a repensar las prácticas de la enseñanza
a fin de lograr más y mejores aprendizajes. La evaluación es parte imprescindible en el
proceso didáctico, es un juicio de valor. José Gimeno Sacristán la define “como un pro-
ceso, una o varias características de un alumno, de un grupo de alumnos, de un ambiente
educativo, de objetivos, de materiales, de profesores, etc., que se analizan y valoran en
función de criterios o puntos de referencia para emitir un juicio de valor que sea relevante
para la educación”.1
Medir: tiene que ver con lo cuantitativo, comparar en base a parámetros ya estableci-
dos o prescritos.
Didáctica I
• La finalidad de la Evaluación
La evaluación educativa tiene principalmente tres propósitos definidos: comprender,
mejorar y tomar decisiones; estos tres aspectos están relacionados.
Por lo tanto la evaluación debe realizarse todo el tiempo. El maestro debe informar a
sus alumnos que serán evaluados durante todo el proceso y no solo en el momento del
examen. Esto probablemente causará dos efectos en los alumnos; por un lado asumirán
mayor compromiso y participación y por otro las ansiedades que despierta el “síndrome
de examen” disminuirán.
Preguntas como éstas son difíciles de responder y mucho más cuando trabajamos
sin detenernos a evaluar lo que estamos haciendo, tanto a nivel ministerio como desde
nuestras propias clases. Debemos evaluar qué aprenden nuestros alumnos, si lo que reci-
ben es válido y práctico para sus propias vidas o el aprendizaje de la enseñanza cristiana
se reduce solo a memorizar un versículo, que en muchos casos ni saben lo que significa.
Didáctica I
La Escuela Bíblica debe ser constantemente evaluada por cada uno de los integrantes
que participan en ella. Los maestros, por su parte, deben realizar un seguimiento para
descubrir progresos, estancamientos o retrocesos en sus alumnos.
• La Práctica de la Evaluación
Por lo que hasta el momento hemos visto pareciera que todo debería evaluarse, y así
es. Todo debe evaluarse y todos deben evaluar:
En caso de los contenidos y métodos: si son pertinentes, si los alumnos los compren-
den, si hay suficiente material bibliográfico para el maestro, si están bien secuenciados y
si despiertan y mantienen el interés y la motivación.
• Modelos de Calificación
Del 1 al 10, o del 1 al 100, siendo el 1 la nota menor y el 10 ó 100 la mayor.
Didáctica I
Sumar todas las notas que corresponden a una misma categoría; por categoría debemos
entender: todos los prácticos individuales, trabajos grupales, o exámenes.
Dividirlas por la cantidad de notas, por ejemplo si sumo tres notas de trabajos, el total
dividirlo en 3.
Multiplicarlas por 100 y dividirlas por el porcentaje asignado, esto por medio de una regla
de tres simple.
Sumar todos los porcentajes asignados; el total será la nota final.
Veamos un ejemplo en el siguiente cuadro:
Criterios de evaluación
Notas Porcentajes Parciales
fijados por el Maestro
2. Selección múltiple
Consiste en presentar una declaración incompleta y debajo una serie de expresiones
que la completan, siendo algunas falsas y otras verdaderas.
Didáctica I
4. Emparejamiento o Correspondencia
Este tipo de ejercicio consta de dos columnas; en la primera se colocan enumerados
o designados con letras, conceptos, nombres, o figuras; en la otra columna se colocan
respuestas o indicaciones fuera de orden en relación a la primera columna. El estudiante
debe ubicar los números o letras de una columna en los ítems que corresponden en la
otra columna. Dependiendo de la elaboración del emparejamiento algunos solo apelan
a la respuesta memorística de los alumnos mientras que otros demandan un esfuerzo
mayor. Allí el alumno deberá asociar y relacionar comprensivamente los ítems de cada
columna.
Deben preferirse los interrogantes que permitan mayor reflexión y no solo la memoriza-
ción.
Las preguntas deben ser claras, concisas y sin ambigüedades.
Las preguntas no deben tener más de un interrogante.
Deben presentarse en progresión con respecto a la dificultad.
Deben presentarse con un grado de variedad.
Ventajas:
· Desarrolla en el alumno capacidad de síntesis.
· Permite desarrollar la capacidad de argumentación.
· Estimula la comprensión.
· Lleva al alumno a la reflexión.
· Permite demostrar la organización de pensamientos del alumno.
· Revela si el alumno realmente ha entendido lo enseñado en clases.
Desventajas:
· En ocasiones los alumnos aprovechan estas instancias para “irse por las ramas” y no
contestar lo que se les pregunta.
· Demanda mucho más tiempo en su corrección.
· Se debe luchar contra letras ilegibles.
· El criterio de corrección del maestro puede caer en el subjetivismo.
6. Coloquio
Consiste en un intercambio oral sobre un tema prefijado mantenido por varias perso-
nas. Todos los participantes son emisores y receptores y su función es compartir conoci-
mientos, impresiones, conclusiones, etc.
Para llevar a cabo el coloquio el maestro debe ser muy hábil como mediador de la co-
municación para garantizar la participación de todos los alumnos. De lo contrario puede
terminar en un alboroto generalizado donde todos hablen a la vez y no escuchen a los
demás.
Didáctica I
Desde la óptica de una evaluación objetiva el maestro pretende valorar lo que el alum-
no ha aprendido, desde lo subjetivo intenta descubrir, según su criterio, si el alumno ha
aprendido.
Lo cierto es que las evaluaciones que se toman a los alumnos debieran ser lo más
objetivas (que en este caso no tiene que ver con el tipo de preguntas del examen escrito)
posible, sin embargo, siempre estarán teñidas de la subjetividad de quien enseña y eva-
lúa. Por esto es importante que cada maestro pueda reconocerse como tal y si bien es
imposible ser absolutamente objetivo, al menos debe asumir el compromiso de examinar
la intervención de su propia subjetividad en la enseñanza.
“La nota de un examen no siempre refleja cuanto esfuerzo hice para estudiar o cuanto
realmente es lo que he aprendido”.
Notas de referencia
José Gimeno Sacristán y Ángel I. Pérez Gómez. Comprender y Transformar la Enseñanza.
1
Didáctica I
Antecedente histórico: la historia de la educación cristiana nos dice que los maestros
del pasado usaron principalmente la técnica de la conferencia o predicación en las clases
de escuela bíblica. A través de los años los maestros han descubierto que la gente apren-
de mejor cuando ellos mismos toman parte y no solo se les habla.
Validez: no se puede hablar de técnicas nuevas o viejas, todas son válidas siempre
que puedan ser aplicadas de modo activo al promover el ejercicio de la reflexión y del
espíritu crítico de los alumnos. La validez de la técnica radica en el espíritu con que se la
impregna en el momento que se utiliza.
• Criterios de Elección
La materia que se estudia.
El tiempo que se dispone.
El equipo o medios al alcance (contexto).
Conocimiento de las formas en que los alumnos aprenden.
Las necesidades y los intereses de los alumnos.
El tamaño del grupo de alumnos.
La habilidad del profesor para usar un método o técnica en particular.
El fin o propósito de la lección.
La ayuda del Espíritu Santo para seleccionar la técnica más adecuada.
Es un medio rápido de proveer información a los alumnos que ellos no pueden con-
seguir.
Esta técnica es una de las más recomendables cuando se trata de clases muy gran-
des.
2. Dictado: consiste en que el maestro hable pausadamente mientras que los alum-
nos van escribiendo lo que él dice. Consideraciones:
Didáctica I
Además de la pérdida de tiempo que implica el uso del dictado, el alumno no puede
pensar lo que escribe por concentrarse más en no atrasarse en el dictado que en lo que
está escribiendo. Cuántas veces usted y yo volvimos de la escuela (primaria o secunda-
ria) exhaustos de tanto escribir y al momento de estudiar lo escrito nos encontramos con
la dificultad de no entender lo que nos dictaron los maestros en las horas de clase.
3. Diálogo: conversación entre el profesor y los alumnos donde éstos son llevados a
la reflexión. Es una forma de interrogatorio cuya finalidad no consiste en exigir conoci-
miento sino reflexión.
Es difícil de plantear puesto que debe llevar al alumno a emitir conceptos, críticas,
dudas y a replantear y reformular sus ideas.
Consiste en la discusión de un tema por parte de los alumnos y guiado por el maestro.
Las clases de discusión requieren preparación previa de los alumnos por lo que el
maestro debe presentar el asunto con anterioridad, aunque a veces puede surgir en forma
espontánea.
Los temas de discusión pueden ser elegidos por el maestro, los alumnos o ambos.
Ventajas:
Los resultados no son inmediatos, porque al comienzo puede parecer una pérdida de
tiempo.
Exige mucho tiempo para su ejecución.
Requiere que el profesor dirija bien al grupo.
Cuando son muchos alumnos la discusión no da buenos resultados, lo recomendable es
un grupo de 10 a 15 alumnos.
Cómo dirigir una discusión:
El maestro debe ser quien inicie la discusión creando un ambiente amistoso y entusiasta.
Didáctica I
5. Debate: es la defensa, previamente preparada por parte de los alumnos, con posi-
ciones contrarias guiadas por el profesor. Veamos sus características:
Se lleva a cabo cuando se encuentran dos posturas contrarias respecto a cierto tema.
Es un recurso de lucha intelectual para demostrar la superioridad de unos puntos sobre
otros.
El debate equivale a competencia intelectual.
El debate puede derivar de una discusión cuando no se ha logrado unicidad de opiniones.
Debe establecerse el día y la hora.
El profesor debe aportar una bibliografía mínima y obligatoria para todos.
Cada sector debe elegir un representante para exponer los argumentos del grupo y otro
para rebatir los argumentos ajenos.
Es necesaria la participación de un moderador.
Se puede colocar a un secretario que redacte y sintetice los argumentos en un pizarrón.
Se deben respetar las opiniones contrarias.
Todos deben tener oportunidad de expresión.
6. Socializada: los alumnos se agrupan para realizar distintas tareas según la fina-
lidad propuesta. Tiene como principal objetivo (sin descuidar la individualización) la in-
tegración social, el desenvolvimiento de la aptitud de trabajo en grupo y del sentimiento
comunitario, como así también el desarrollo de una actitud de respeto hacia las demás
personas. La enseñanza socializada se realiza principalmente por grupos o mediante
otras formas que agrupen a los alumnos en torno a objetivos comunes de manera que
todos se sientan responsables de las tareas comunes.
Desventajas:
Un grupo puede demorar más que una persona sola.
Que produzca tanto amor al equipo que se pierda la unidad con el grupo de clase.
A veces los alumnos pueden depender excesivamente del grupo.
Formas de empleo:
La clase se divide en grupos.
Estudios en parejas de estudiantes.
Toda la clase convertida en un solo grupo.
El maestro puede ser parte de un grupo.
El maestro nunca debe dejar al grupo solo, sino que debe dar las instrucciones nece-
sarias y claras de modo que el grupo sepa lo que tiene que hacer.
7. Drama: los alumnos o un grupo de ellos preparan una representación con respecto
a determinado tema.
Ayuda a comprender una clara relación entre la historia sagrada y la vida del alumno.
Ventajas:
Provee la oportunidad para que todos participen.
Los que no actúan participan con sus comentarios e ideas.
Al representar un papel, el alumno se identifica con características personales de otros.
Hasta los tímidos cobran valor para participar.
Se adquiere la práctica por medio de la experiencia.
Se debe inspirar a los alumnos a trabajar con seriedad.
El drama improvisado es una forma que se presenta muy útil a los fines didácticos.
Didáctica I
8. Lluvia de ideas: permite la libre presentación de ideas, sin restricciones, con el obje-
tivo de producir ideas originales o soluciones nuevas. A continuación presentamos cier-
tas consideraciones:
Cada uno de los aportes son escritos por el profesor en el pizarrón sin emitir juicio
sobre las mismas ni detenerse en la discusión. Ninguna idea debe ser omitida, y en caso
que las respuestas se repitan debe marcarse como repetida.
Si los alumnos plantean la misma idea con distintas palabras el profesor debe tener
la habilidad de sintetizar ambas expresiones en una.
Una vez que los alumnos han agotado la participación, el profesor junto con los alum-
nos revisan cada una de las respuestas y discuten con respecto a ellas.
Esta dinámica es muy recomendable para evaluar los conocimientos previos de los
alumnos, antes de comenzar un tema nuevo o utilizado para despertar el interés al co-
mienzo de las clases.
Ventajas de su uso:
Puede asignarse un caso antes de estudiarse.
Provee oportunidades iguales para que cada miembro participe de la solución.
Crea una atmósfera propicia para el intercambio de ideas.
Se relaciona con problemas de la vida real.
Provee oportunidad para la introspección.
Desventajas:
Exige la habilidad de encontrar un problema o caso apropiado.
El problema no puede tener el mismo significado para todos.
Requiere mucho tiempo.
Demanda hábil dirección.
10. Mesa redonda: se utiliza cuando se quiere dar a conocer puntos divergentes con
respecto a un tema determinado. Los exponentes declaran sus puntos de vista opuestos
ante el auditorio. Bajo la dirección de un moderador se sigue una conversación o discu-
sión informal. El auditorio puede intervenir con preguntas.
Ventajas:
Desventajas:
11. Philips 6-6: Dinámica que toma el nombre de Donald Phillips, profesor de adultos
de un colegio del Estado de Michigan. Un grupo grande se divide en varios pequeños for-
mados por 6 personas para discutir un tema en 6 minutos y llegar a una conclusión. Un
miembro de cada grupo expondrá lo concluido con su grupo.
Sus características:
Didáctica I
Cada grupo elegirá a un integrante que hará de portavoz encargado de anotar las ideas,
para luego emitirlas a la clase en 1 minuto.
Una vez que los grupos han discutido el tema y llegado a una conclusión en el tiempo
establecido, el portavoz de cada grupo expondrá las ideas surgidas en la conversación.
En caso de seguir trabajando con la misma dinámica otro debe ser el portavoz de cada
grupo para darle así participación a todos los integrantes de los grupos.
Ventajas:
Rapidez de ejecución.
Esfuerzo mental constante.
Abandono de las discusiones interminables.
Eliminación de los líderes charlatanes y monopolizadores.
Participación completa de todos.
12. Biográfica: se trata del estudio de vidas destacadas, sus problemas, dificultades,
errores y aciertos. Esta técnica es muy utilizada cuando se trata de estudiar diferentes
personas que se encuentran en las Escrituras. Esta técnica es muy aprovechada por los
maestros de la Escuela Bíblica, sobre todo si se trata de alumnos pequeños. Algunas
recomendaciones:
16. Interrogación: esta técnica consiste en que el maestro realice preguntas a sus
alumnos mientras lleva a cabo la enseñanza. La interrogación es una técnica que data
desde tiempos de Sócrates, filósofo griego, quien utilizaba esta práctica con sus contem-
poráneos con el fin de reflexionar; también era utilizado por los rabinos en tiempos bíbli-
cos y por el mismo Jesucristo, ya que en los evangelios encontramos numerosas pregun-
tas realizadas por el Maestro. Algunas recomendaciones al momento de preguntar:
Las preguntas deben apelar a que los alumnos piensen y reflexionen, más que solo a
evocar respuestas de memoria.
Debe priorizarse el ¿por qué? antes que el ¿cómo?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿qué? (éstas últi-
mas implican solo el uso de la memoria).
A la hora de preguntar no utilizar el orden de la lista de los alumnos debido a que solo se
interesarán en escuchar aquellos que deben responder.
La formulación de las preguntas no debe ser improvisada, pero debe hacerse como si lo
fuera, esto creará un clima de participación y diálogo en la clase.
Primero debe hacerse la pregunta y luego mencionarse al alumno que deba responder; si
se hace a la inversa el resto de los alumnos perderá el interés y se distraerá.
Si la respuesta contestada por los alumnos está bien, nunca vuelva a repetirla. Esto des-
valorizará la participación de quien contestó.
Siempre elogie a los que respondan bien y no menosprecie a quienes se equivocan; por
el contrario, ayúdelos y haga valer su participación.
Nunca deje una respuesta equivocada sin corregir ya que puede ocasionar confusión en
los alumnos.
Didáctica I
Nunca haga preguntas que sabe que sus alumnos no pueden responder, porque como
maestro se colocará en una posición de soberbia y orgullo y en consecuencia, los alum-
nos perderán el deseo de participar.
La misma apertura que el maestro espera de los alumnos para que respondan a sus
preguntas debe darse por parte del maestro, quien también debe estar dispuesto a res-
ponder los interrogantes que le hagan sus alumnos.
21. Cuchicheo: se divide el grupo en parejas para tratar un tema o problema en voz
baja, entre los miembros de cada grupo habrá un secretario encargado de escribir las
distintas ideas que surjan en el grupo a partir de la discusión generada. Tras un tiempo
de conversación se realiza una puesta en común de las conclusiones a la que cada grupo
ha arribado, con la posibilidad que el resto de los compañeros intervengan en acuerdo o
desacuerdo con lo presentado por el grupo.
22. Panel: consiste en el estudio de un tema por parte de un grupo de alumnos, se-
leccionados por sus compañeros, los cuales deben exponerlo y conversarlo delante de un
auditorio a través de un diálogo informal. No hay oradores ni se “hace uso de la palabra”
de manera formal. Al final se da lugar a preguntas.
Didáctica I
Notas de referencia
1
Adaptado de Técnicas de Enseñanza, de David Miranda S. Santiago, Chile.
2
Irídeo Nérici. Hacia una Didáctica General Dinámica. Bs. As. Editorial: Kapeluz, 1990.
Didáctica I
• La Metodología de Jesús
Antes de ver una posible clasificación de los distintos métodos de enseñanza es re-
comendable detenernos a pensar en algunos principios usados por Jesús:
En la educación bancaria:
El educador se identifica con la autoridad del saber, los educandos pierden la libertad.
El educador es el sujeto del proceso, los educandos son objetos del proceso.4
En la educación liberadora:
El educador no es el único que educa, sino que también lo hacen los educandos.
Los educandos no asimilan pasivamente lo que pasa a su alrededor, sino que piensan,
critican y buscan su transformación y mejora.
En la educación liberadora nadie puede enseñarle a otro, ninguno aprende solo, las per-
sonas aprenden juntas.
Didáctica I
Psicológico: cuando el maestro utiliza como criterio para la presentación de los con-
tenidos las necesidades, intereses y experiencias del alumno. Este método se ajusta más
a la motivación y aspectos evolutivos de los alumnos que a planificaciones previamente
establecidas. A modo de ejemplo podríamos pensar en una clase de adolescentes donde
el maestro prepara sus clases en función de las necesidades que sus mismos alumnos
manifiestan.
Significativo: una propuesta distinta como método, según la presentación de los con-
tenidos, es integrar los métodos lógico y psicológico. Como ya se ha presentado en el
capítulo del Modelo Didáctico el contenido presentado no solo debe tener un significado
en sí, sino que además los alumnos deben sentir que pueden asignarle importancia y
trascendencia porque se vincula directamente con sus propias vidas. Por ejemplo, cuán-
tos adolescentes participan de nuestras clases y se les enseñan temas de gran utilidad
para ellos, pero la forma en que son presentados es aburrida y sin sentido.
Didáctica I
El trabajo colectivo: bajo esta metodología los alumnos se reúnen en grupos. Los
objetivos implican la suma de esfuerzos y capacidades que cada alumno aporta al grupo,
y fomentar un espíritu de colaboración para desarrollar en ellos actitudes y valores de
índole social relacionados con los demás y con el contexto en general. Utilizar esta for-
ma de trabajo de manera desmedida abre la posibilidad que los alumnos sacrifiquen su
propia individualidad por la voluntad del grupo y se conviertan en “grupodependientes”.
Esto pueden generar en ellos inseguridad en momentos en que deban participar indivi-
dualmente.
Entre los materiales didácticos podemos mencionar pizarrón y tiza (infaltables), di-
bujos, afiches, bibliografías, objetos, juguetes, recursos audiovisuales, cajas de sorpre-
sas, mapas, esquemas y todo lo que se lleve a clase con la finalidad de ilustrar lo que se
enseña.
La difusión del Internet y lo accesible de su alcance permite que tanto maestros como
alumnos encuentren una riqueza inagotable de información. A esto se lo denomina “hi-
pertexto” y se lo identifica como red de relaciones navegables para que el alumno acceda
con mayor facilidad a lo que significa realizar un rastreo bibliográfico, lo que posibilita el
establecimiento de relaciones, comparaciones y análisis críticos.6
Este adelanto representa todo un desafío para el maestro que debe actualizarse y
aprender a usar las NTI. Con mayor razón, nunca el maestro o profesor se convierte en
un mediador entre el conocimiento y el alumno; por lo tanto se espera que el docente se
involucre con esta nueva tendencia, con la apertura suficiente para aprender lo que le re-
sulta desconocido, y en muchos casos son los alumnos (especialmente las generaciones
más jóvenes) los que llevan la delantera.
Sin embargo, el uso o la inclusión de las NTI no garantiza que mejore la enseñanza
del maestro o el aprendizaje de los alumnos. Además es imprescindible reconocer que
en muchos contextos de nuestra educación cristiana la incorporación de estas nuevas
tecnologías aun es inalcanzable.
Didáctica I
Didáctica I
Si esta realidad que se manifiesta en las aulas de clase es ignorada por los maestros
se perderá una gran posibilidad de aprendizaje, no solo desde lo cognitivo o intelectual,
sino también desde lo actitudinal, procedimental y social.
Por grupo-clase entendemos aquel que tiene las características mencionadas ante-
riormente y que se ha constituido a partir de la asistencia e inclusión de alumnos (con su
maestro) en una determinada institución u organización educativa, como lo puede ser la
escuela dominical, un instituto externo, un curso que se organiza en la iglesia, una escue-
la bíblica de vacaciones, etc.
Necesidad de status: status es una palabra de origen latino que significa posición o
actitud. Mediante él los seres humanos se establecen en los distintos grupos a los que
pertenecen, porque ello implica un nivel o posición. Así mismo ocurre en los grupos de
clase donde cada alumno desea tener una determinada posición.
Lugar físico propicio: el ambiente y las condiciones donde se reúna el grupo clase
influye positiva o negativamente en el ambiente o clima del grupo, por lo tanto debe con-
siderarse lo siguiente:
La ubicación de las sillas y bancos también es importante; según ésta ayudará a crear
un ambiente amigable o controversial, formal o informal, autoritario o permisivo. Más
adelante veremos algunas sugerencias para utilizar en nuestras clases.
Didáctica I
· Los alumnos se integren al grupo clase; que no se dirijan al grupo como ustedes sino
como “nosotros”.
· Escuchar con atención a los demás y respetar las posturas diferentes.
· Intervenir constructivamente utilizando argumentos y no adjetivos calificativos.
· Estimular a todos los alumnos.
Distribución del liderazgo: establecer esta clase de liderazgo significa que en un gru-
po no debe ejercerse el autoritarismo, ni la permisividad ni el paternalismo de ningún
miembro del grupo hacia sus compañeros; sino lograr una estructura lo más democrática
y participativa posible. Las intervenciones y dirección del maestro deben encausar y ga-
rantizar la participación de todos los alumnos e impedir la monopolización del liderazgo.
Consenso: una palabra que puede resultar como sinónimo de consenso es acuerdo;
esto debe lograrse a partir de la colaboración y aprobación de todos y no por medio de
bandos de fuerzas opuestas o amiguismos.
Comprensión del proceso: como cada persona es particular e irrepetible, así también
lo son los grupos de alumnos, por lo tanto el maestro y los alumnos deben comprender el
ritmo de crecimiento en cuanto a participación, comunicación y logro de los propósitos
establecidos.2
Aceptación a las críticas: como parte del proceso de evaluación, el desempeño del
maestro como guía del grupo debe ser evaluado por sus alumnos, quienes deben hacerlo
con madurez, responsabilidad y compromiso con el propio maestro, quien deberá contar
con la entereza suficiente para aceptarlas y con la capacidad de enmendar los errores
cuando fuera necesario.
Didáctica I
Empiece a horario: la puntualidad del maestro, tanto para llegar como para comenzar la
clase da testimonio de que considera su ministerio de enseñanza con seriedad y respeto
hacia Dios y hacia su grupo de alumnos.
En caso de la utilización de material impreso, distribuirlo con rapidez.
De tanto en tanto acelerar el ritmo de las actividades. Las actividades grupales promue-
ven la posibilidad que los alumnos divaguen y hablen de temas intrascendentes para la
clase, sobre todo si se trata de adolescentes; apurarlos es una buena forma de evitar que
se distraigan.
Armarse de paciencia porque el ritmo de aprendizaje no es el mismo de todos los alum-
nos: esto implicará, a veces, esperar a algunos alumnos y proporcionar situaciones ex-
tras a los alumnos que primero terminan.
Cuando el maestro le propone a los alumnos realizar tareas grupales, esto no significa
que ni los alumnos ni el maestro tendrán “hora libre”, sino que por el contrario, el trabajo
del maestro será dirigir, supervisar, orientar y evaluar a cada uno de los grupos para que
cumplan con las consignas del trabajo encomendado. Es por esto que las actividades
grupales no pueden improvisarse sino que deben prepararse con antelación.
Didáctica I
· Solo algunos miembros expresan espon- · Todos los miembros dicen voluntaria-
táneamente sus opiniones, difícilmente mente lo que piensan, sienten o proyec-
expresan sus sentimientos y más aún tan.
sus proyectos. · Todos los alumnos del grupo escuchan y
· Los miembros del grupo no escuchan lo comprenden lo que otros proponen.
que los demás proponen y se ocupan · Las opiniones importantes son discutidas
continuamente de objetar y defenderse. larga y concretamente.
· Los puntos sin importancia ocupan la · Refuerza su unión interna de una ma-
mayor parte del tiempo, las decisiones nera conciente desde la comprensión,
mayores se evitan, se toman con rapi- participación y tolerancia a cada uno de
dez o son delegadas a un grupo más los alumnos del grupo.
pequeño para que decida.
Sin embargo, debemos aclarar que ninguna disposición del mobiliario del aula es
ideal, pero existen muchas alternativas para elegir. La adecuación de éstas dependerá
de lo que el maestro trabaje con sus alumnos. A continuación presentamos algunas su-
gerencias (para una mayor comprensión de los gráficos, el símbolo corresponde para
alumno mientras que identifica la posición del maestro en el grupo.
1. Forma de U: en esta forma de ubicación los alumnos cuentan con un espacio para
leer y escribir. Todos pueden visualizar al maestro, sus presentaciones visuales y auxi-
liares y establecer un contacto cara a cara con el resto de sus compañeros. Para esta
disposición debe haber suficiente espacio físico.
Lección 9
debe haber suficiente
establecer espacio
un contacto carafísico.
a cara con el resto de sus compañeros. Para esta disposición
114 debe haber suficiente espacio físico.
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ser siguiente:
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2. Estilo de equipos: agrupar a los alumnos en mesas alrededor del aula permita la
interacción de los equipos que se forman. Para generar un ambiente más reducido para cada
equipo
2. se pueden
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3. Mesa
Didáctica I de conferencia: esta forma de agrupamiento reduce la importancia del docente y
En cambio, si se ubica
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para esto es necesario considerar la edad de los alumnos con los que se trabaja; si fueran
I.E.T.E. APRENDIZAJE EN GRUPOS
adolescentes podrían interpretarlo como una posibilidad para el desorden y subestimar la
__________________________________________________________________________________________________________________
para esto es necesario
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la identificación del maestro con el grupo.
adolescentes podrían interpretarlo como una posibilidad para el desorden y subestimar la
autoridad del maestro, pero si se tratar de adultos las impresiones son otras al sentir la
Círculo: el grupo
identificación se ubica
del maestro conenelcírculo
grupo. sin mesas de por medio promueve una interacción
activa y más directa. Esta forma de agrupación de los alumnos es muy adecuada cuando
4. Círculo: el grupo se ubica en círculo, sin mesas de por medio, promoviendo una
interacción activa y más directa. Esta forma de agrupación de los alumnos es muy ade-
trata de organizar
cuada un debate,
cuando un de
diálogo, una discusión o mesaunaredonda.
4. Círculo: el grupo sese ubica
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diálogo,
por mediodiscusión o unauna
promueve mesa
interacción
redonda. 11
activa y más directa. Esta forma de agrupación de los alumnos es muy adecuada cuando
pero no demasiado como para que no desaparezca la interacción. La ubicación de las sillas 27/6/2021
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5. Agrupaciones separadas: si el aula es lo suficientemente grande se puede dividir el grupo
clase en subgrupos para realizar tareas de aprendizaje en equipos; éstos deben separarse
pero no demasiado como para que no desaparezca la interacción. La ubicación de las sillas
116
Lección 9 es ideal cuando se trata de utilizar la técnica Philips 6-6.
6. Forma de V: una disposición del aula repetida crea menos distancia entre los alumnos,
6. Forma de V: una disposición del aula repetida crea menos distancia entre los alumnos,
mejora lo visibilidad del frente y ofrece más posibilidades de ver a los compañeros.
6. Forma de V: una disposición del aula repetida crea menos distancia entre los alum-
mejora
nos, mejora lo visibilidad
lo visibilidad deldelfrente
frenteyyofrece
ofrece más
másposibilidades
posibilidadesde ver
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los compañeros.
a los compañeros.
12
7. Auditorio: si los bancos son movibles pueden ubicarse en forma de abanico para crear un
7. Auditorio: si los
mayor grado bancos son
de proximidad movibles
y visibilidad entre pueden ubicarse
los alumnos. Esta formaen
de forma de abanico
agrupamiento de para
crear un mayor grado de proximidad y visibilidad entre los alumnos. Esta forma de agru-
los alumnos es muy utilizada cuando la exposición es la técnica más utilizada; también se
7. Auditorio:
pamiento si los bancos
de los alumnos es muy sonutilizada
movibles cuando
pueden ubicarse en formaesdelaabanico
la exposición técnicapara
máscrear un
utiliza-
da; también se utiliza en caso de foros, simposios, paneles
utiliza en caso de foros, simposios, paneles y conferencias. y conferencias.
mayor grado de proximidad y visibilidad entre los alumnos. Esta forma de agrupamiento de
los alumnos es muy utilizada cuando la exposición es la técnica más utilizada; también se
8. Grupo sobre
8. Grupo grupo
sobre grupo o pecera:
o pecera: el
el diseño más
diseño más común
común de forma
de esta esta forma de agrupamiento
de agrupamiento
consiste en dos círculos concéntricos de alumnos, donde el círculo menor desarrolla un
consiste en dos círculos concéntricos de alumnos donde el círculo menor desarrolla un
debate, diálogo o intercambio de ideas, mientras que los alumnos que conforman el cír-
culo exterior observan para luego realizar una puesta en común.
13
8. Grupo sobre grupo o pecera: el diseño más común de esta forma de agrupamiento
Didáctica I consiste en dos círculos concéntricos de alumnos donde el círculo menor desarrolla un
Lección 9
debate, diálogo o intercambio de ideas mientras que los alumnos que conforman el círculo
En las últimas tres lecciones del libro hemos presentado temas muy relacionados entre
sí: •una
¡Una
granmezcla interesante!
diversidad de técnicas de enseñanza, la metodología a utilizar y las formas de
En las últimas tres lecciones del libro hemos presentado temas muy relacionados
agrupamiento de los alumnos.
entre sí: una gran diversidad de técnicas de enseñanza, la metodología a utilizar y las for-
mas de agrupamiento de los alumnos. Para efectos de nuestro estudio fueron explicadas
Paraseparada
en forma efectos cada
de nuestro estudio fueron
una. Sin embargo, explicadas
en la práctica, enelforma
cuando maestroseparada cada una, sin
opta por un
método de enseñanza, también elige una técnica y una forma de agrupar a los alumnos, o
embargo en la práctica
de seleccionar cuando
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maestro opta por
de trabajar un método
en grupo de enseñanza
con todas también elige una
las combinaciones
posibles entre las tres variables ya mencionadas, aunque no siempre logre descubrir cla-
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técnica los límites
y una formadedeuna y otras.aLo
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seleccionar y función
una técnica o una forma de
pero muy similares en finalidad: que los alumnos aprendan.
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variará combinaciones
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los métodos la manerayademencionadas
agrupar a sus alumnos. Se convertirá imprevisible para sus alumnos, a quienes manten-
aunque no siempre
drá motivados logre descubrir
y expectantes, claramente
porque los límites
todo el tiempo desus
innovará unaclases
y otras. Lo cierto
proponiendo es que son
cada vez una sorpresa distinta para ellos.
distintas en naturaleza y función pero muy similares en finalidad: que los alumnos aprendan.
• Palabras finales
Un buen maestro variará todo el tiempo las técnicas, los métodos y la manera de
La tarea de la enseñanza ha sido una piedra fundamental en la edificación de la iglesia
agrupar a sus
de Cristo a lo alumnos.
largo de la Se convertirá
historia. Ha sidoimprevisible parahasus
el ministerio que alumnos a laquienes
salvaguardado verdad mantendrá
ante tantos ataques heréticos.
motivados y expectantes
Sin embargo porque
no siempre todo su
ha tenido el justo
tiempo innovará sushumano
reconocimiento, clases proponiendo cada vez una
claro está. Por-
que Dios, que no necesita de un informe mensual para ponerse al tanto, en su omniscien-
sorpresa distinta
cia conoce todopara ellos.
lo que ocurre, nos sucede y hacemos en el ministerio de la enseñanza. Él
es quien nos ha llamado y sostiene a cada maestro, profesor o monitor que se encuentra
en la brecha entre la maravillosa posibilidad de enseñar su Palabra y aquellos que son
valientes y asumen el compromiso de aprender.
Para que esto se lleve a cabo la Didáctica nos ayudará en el encuentro educativo,
nos hará pensar, reflexionar, elegir contenidos, planificar, evaluar, seleccionar el método
adecuado con una finalidad específica, dialogar con los alumnos, escucharlos, enseñar y
aprender.
Notas de referencia
1
Armando Agallo Barrios. Dinámica de Grupos. Bs. As. Editorial: Espacio, 1994, pág.
VII.
2
María José Aguilar. Técnicas de Animación Grupal. Bs. As. Editorial Espacio, 1989.
3
Armando Agallo Barrios. Dinámica de Grupos. Bs. As. Editorial: Espacio, 1994, pág. IX.
Didáctica I
Didáctica I
3. Realice una tarea de aplicación tomando como base “las diferencias entre la
enseñanza tradicional y la progresiva”. Ejemplo: Con relación a la educación en
la iglesia: ¿En qué aspectos nos quedamos con la enseñanza tradicional? ¿Qué
deberíamos cambiar? ¿Cómo aplicaría usted estas enseñanzas al ministerio?
Didáctica I
1. Realice una mirada crítica (más allá de la presentada en el texto) de las escuelas:
a. Conductismo:
b. Constructivismo genético:
c. Socio-histórica:
Didáctica I
a. El alumno:
b. El maestro:
c. Los contenidos:
Didáctica I
1. ¿Qué es planificar?
Didáctica I
130
Clase 2 LA EVALUACIÓN EN EL PROCESO
ENSEÑANZA - APRENDIZAJE
A. Lea detenidamente la lección 6 del libro de texto.
B. Responda las siguientes consignas.
1. Relate alguna experiencia en la que lo evaluaron con el sistema tradicional.
Didáctica I
1. Elija una técnica de enseñanza para exponer sobre el tema "la paciencia". De acuerdo
a la técnica eligida, cómo desarrollaría la clase, teniendo en cuenta la motivación
inicial y posterior. Incluir el plan de clase.
Didáctica I
a:
b:
c:
Didáctica I
1. Dé la definición de grupo.
Didáctica I
Didáctica I
Didáctica I