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CAPÍTULO XV

EL CICLO Y LA ROTACIÓN DEL CAPITAL*

1. EL CICLO DEL CAPITAL INDUSTRIAL Y SUS TRES FASES.

El propósito y el motivo que rige la producción capitalista es


la obtención de plusvalía.

La plusvalía se crea en la producción. Pero las premisas


necesarias para crearla se encuentran en la circulación, ya que sólo
en ella puede el capitalista conseguir los medios de producción y la
mano de obra que necesita. Es también en la circulación donde el
capitalista vende las mercancías fabricadas por los obreros a fin de
reanudar, con el dinero recaudado, el proceso de elaboración de
plusvalía.

Quiere decirse que este proceso tiene un íntimo vínculo con la


circulación y representa la unidad de dos procesos: el de producción
y el de circulación.

Para crear la plusvalía, el capital tiene que ir de la órbita de la


circulación a la de la producción, y viceversa, pues el capital es
movimiento y no se le debe interpretar como algo inerte.

En su movimiento, el capital atraviesa varias fases y adquiere


formas distintas, ejecutando determinadas funciones en cada una de
ellas.

Es objeto de este tema analizar el capital en su dinámica,


examinar los factores que influyen en la rapidez del movimiento del
capital y mostrar la influencia que ejerce dicha rapidez en la
plusvalía. Nos vamos a referir a la dinámica del capital industrial, es
decir, del capital cuya función consiste en crear la plusvalía.

* Tomado del libro “Curso Superior de Economía Política”, Spiridonova, Atlas y otros,
Editorial Grijalbo, México, 1975.
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Al decir “capital industrial” nos referimos a todas las ramas


de la producción que se rigen al modo capitalista.

El capital atraviesa tres fases.

Comienza su movimiento en la forma de dinero. Para iniciar


sus actividades encaminadas a obtener plusvalía, todo capitalista
debe desembolsar una determinada suma de dinero invirtiéndola en
adquirir los factores indispensables de la producción: medios de
producción y fuerza de trabajo.

En virtud de ello, el capital-dinero se convierte en los


elementos del capital productivo, o sea del capital ocupado en la
esfera de la producción. Esta primera fase del movimiento del capital
puede ser expresada en la fórmula:

En virtud de ello, el capital-dinero se convierte en los


elementos del capital productivo, o sea del capital ocupado en la
esfera de la producción. Esta primera fase del movimiento del capital
puede ser expresada en la fórmula:

En la primera fase, el movimiento del capital se verifica en la


esfera de la circulación. Lo peculiar de esta fase es la adquisición de
la mercancía fuerza de trabajo. Precisamente esta adquisición, al
unificar la fuerza de trabajo con los medios de producción, es la que
permite que se convierta el valor desembolsado como dinero en
capital, auténtico, en valor que produce plusvalía.

En el acto D - T van implícitas determinadas relaciones de


clase entre el capitalista y el obrero, las cuales se manifiestan
primeramente en la esfera de la circulación, y más tarde en la de la
producción, siendo de notar que, en la circulación, la esencia de las
relaciones entre el capitalista y el obrero va oculta, enmascarada,
puesto que uno y otro actúan aparentemente como dos vendedores
iguales de mercancías, aunque ya aquí el obrero tiene que

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

enfrentarse con un capitalista que posee el monopolio de los medios


de producción.

Por tanto, el dinero se convierte en capital no por ser dinero,


sino porque en el mercado se enfrenta con la mercancía fuerza de
trabajo, porque se transforma en expresión de determinadas
relaciones de clase y crea la plusvalía.

La primera fase hace necesario el proceso de producción, ya


que el capital, convertido en elementos de producción, adopta una
forma natural con la cual no puede permanecer en la órbita de la
circulación y debe pasar a la de la producción.

El capitalista consume productivamente las mercancías


adquiridas; los obreros producen nuevas mercancías; y como
resultado de este proceso, el capitalista recibe mercancías cuyo valor
sobrepasa al de los medios de producción y de la fuerza de trabajo
invertidos en dicho proceso. El capitalista recibe mercancías que
encierran plusvalía. En esta fase, el capital productivo se transforma
en capital mercantil, en capital materializado en mercancías. La
segunda fase de la dinámica del capital se expresa en la fórmula:

Los puntos indican que el proceso de circulación es


interrumpido por el de producción. El signo M 1 nos dice que M1 es
superior a M en la magnitud de la plusvalía, que la nueva mercancía
creada se destina a la venta.

La segunda fase de la dinámica del capital es la fase


industrial o de producción. Durante ella, el capital tiene la forma de
capital productivo, que es el que, ocupado en la producción, crea la
plusvalía.

Por sí mismos, los medios de producción y la fuerza de


trabajo no constituyen un capital, sino solamente factores
indispensables de la producción. Adquieren la forma de capital

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

productivo tan sólo en determinado momento del desarrollo de la


producción mercantil, cuando la fuerza de trabajo se convierte en
mercancía como resultado de la disociación entre el productor
directo y los medios de producción y crea la plusvalía.

Es función del capital productivo la creación de la plusvalía.


El capital es productivo tan sólo cuando crea plusvalía. Desde el
punto de vista de la creación de la plusvalía, es sabido que sólo el
capital variable es productivo. Sin embargo, la circunstancia de que
la fuerza de trabajo sea tan sólo una parte del capital productivo
transforma las relaciones capitalistas en un fetiche. La plusvalía
aparece como una creación o fruto de todo el capital, con lo cual se
enmascara la esencia de la explotación capitalista.

En el proceso de producción se crean mercancías, y el capital


productivo pasa a ser capital-mercancías. La segunda fase prepara y
hace inevitable la tercera fase: la conversión de la mercancía en
dinero. De la órbita de la producción, el capitalista se reintegra al
mercado como vendedor de la mercancía producida, la realiza allí y
la convierte en dinero, con lo cual el capital-mercancía pasa a ser
capital-dinero.

Esta fase del movimiento del capital se expresa en la fórmula:

M1 - D1

La tercera es la fase de circulación. Las mercancías


producidas en las empresas capitalistas contienen el fruto de la
explotación capitalista: la plusvalía. Por eso, la función del capital-
mercancía consiste en realizar el valor acrecentado del capital, la
primera conversión de la plusvalía en dinero y el reintegro del capital
desembolsado a su forma dinero inicial. Sin realización es imposible
reanudar el proceso de producción y obtener plusvalía. Sin embargo,
la transformación del capital-mercancías en dinero tropieza con
dificultades originadas por el bajo poder adquisitivo de la clase
obrera así como por los efectos de la ley de la competencia y por la
anarquía de la producción. De ahí que esta fase desempeñe un papel
muy importante en el proceso del movimiento del capital.

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Así, pues, el capital industrial, en su movimiento, atraviesa


una vez la fase de producción y dos veces la de circulación. La
dinámica del capital industrial puede expresarse en la fórmula
siguiente:

Hemos examinado las tres fases de la dinámica del capital


industrial, que en cada una de ellas adopta una forma especial:
capital-dinero, capital productivo y capital-mercancías.

La transformación consecutiva del capital de una fase en otra


y su paso por las tres fases llevan el nombre de ciclo de circulación
del capital, y representa la unidad del proceso de producción y del
proceso de circulación.

Como el fin de la producción capitalista consiste en crear


plusvalía, el capitalista no se limita a un solo ciclo del capital; por el
contrario, reanuda sin cesar la producción de plusvalía.

Ello significa que el capital industrial se encuentra en


perenne movimiento, y la fórmula de su ciclo asume la forma de una
espiral infinita:

Para que el proceso de producción no se interrumpa, el


capital debe hallarse, en todo momento, en sus tres formas: capital-
dinero, capital-productivo y capital-mercancías.

Al capitalista le es necesario disponer de dinero en metálico,


es decir, capital-dinero, que es susceptible de ser invertido en la

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

adquisición de los elementos de la producción y que constantemente


se reintegra a su forma anterior en virtud de la venta de las
mercancías. Durante el proceso de la producción, el capital
productivo no se consume todo a la vez. Además, siempre conviene
disponer de algunas reservas de materias primas, de combustible y
de materiales auxiliares. Lo mismo cabe decir del capital-mercancías.
Aunque las mercancías se venden a diario, sus reservas van
nutriéndose regularmente mediante la fabricación de nuevos
contingentes.

Condición indispensable para el ciclo ininterrumpido del


capital industrial es no sólo el movimiento simultáneo de aquél en
sus tres formas (capital-dinero, capital-productivo y capital-
mercancías), sino también la existencia de una cierta
proporcionalidad entre estas formas aisladas del capital industrial.

Vemos, pues, que el capital industrial representa la unidad de


las tres formas del capital.

El hecho de que el capital industrial aparezca en tres


variedades determina la existencia de tres formas en su ciclo: ciclo
del capital-dinero, ciclo del capital productivo y ciclo del capital-
mercancías. Examinemos las tres formas.

Indicaremos ya que cada una de las formas cíclicas del


capital pone de relieve determinados rasgos característicos del
capital industrial.

Ciclo del capital-dinero.

La fórmula del ciclo del capital-dinero coincide con la del


capital industrial. En el ciclo del capital-dinero se revela el fin
específico de la producción capitalista: la creación de plusvalía.

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Sin embargo, el proceso de producción en el ciclo del capital-


dinero no es sino un eslabón entre dos fases de la circulación. La
forma productiva del capital es pasajera, efímera. Con esto, la fuente
de la plusvalía se encubre, y el capital-dinero aparece como “dinero
que engendra dinero”, y se da la impresión de que la plusvalía surge
en el proceso de la circulación.

Ciclo del capital productivo.

En el ciclo del capital productivo, el movimiento arranca de la


órbita de la producción, y en ella termina. El proceso de circulación
constituye un eslabón intermedio, y el dinero sirve tan sólo de forma
pasajera del capital. El fin de la producción capitalista se difumina y
enmascara, creándose la falsa impresión de que la producción en sí
representa el objetivo del capitalismo. En virtud de ello, la
producción capitalista aparece como una especie de “producción por
la producción”.

Ciclo del capital-mercancías.

En el ciclo del capital-mercancías, la circulación es el punto


inicial. Con ello se crea la apariencia de que el fin de la producción
capitalista consiste en satisfacer las necesidades sociales. El
capitalista convierte la mercancía en dinero; quiere decirse que el
ciclo del capital-mercancías presupone consumo, con lo cual
adquiere mayor relieve el nexo interno de la producción con el
consumo.

Por consiguiente, las diversas formas del ciclo del capital


industrial exponen los rasgos característicos de este capital.

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

El ciclo del capital-dinero revela el crecimiento del valor del


capital como fin y motivo de la producción.

El ciclo del capital productivo promueve a primer plano el


propio proceso de revalorización del capital, el proceso de la creación
de plusvalía.

El ciclo del capital-mercancías revela las condiciones en que


se realiza la revalorización del capital, subrayando el nexo de la
producción con el consumo.

Como cada una de las formas del ciclo del capital industrial le
caracteriza de manera unilateral y al mismo tiempo descubre los
defectos de las otras formas, el capital industrial sólo muestra
su auténtica fisonomía en la unidad de las tres formas del ciclo.

Cada ciclo hace resaltar un rasgo determinado, y solamente


en su unidad reflejan todos ellos el propósito y el motivo de la
producción capitalista. Analizar el capital industrial basándose en
una sola forma de su ciclo induciría inevitablemente a una
interpretación errónea de la realidad capitalista, velando los
antagonismos de clase existentes en la sociedad.

El capital-dinero, el capital productivo y el capital-mercancías


cumplen funciones diferentes en la dinámica del capital industrial.
Al llegar el capitalismo a un cierto grado de desarrollo, sobre la base
de las formas peculiares que adopta el capital industrial en su
dinámica, tiene lugar la formación de tipos diferentes de capital,
aislados unos de otros, y de los correspondientes grupos capitalistas.
Sobre la base del capital-dinero surge el capital de préstamo y los
capitalistas dedicados a estas actividades; sobre la base del capital-
mercancías surge el capital mercantil y los capitalistas mercantiles, y
sobre la base de la forma productiva surgen el capital industrial y los
capitalistas industriales, los empresarios.

En su movimiento, el capital atraviesa una vez la fase


productiva y dos veces la circulante. La revalorización del capital se
verifica en la órbita de la producción, cuando se encuentra en la
forma de capital productivo. Por eso decía Marx que el

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

funcionamiento del capital productivo constituía una genuina


metamorfosis del capital. Es en la producción donde se lleva a efecto
la metamorfosis real; en cambio, en la órbita, mientras que su valor
no sufre alteraciones, o sea que se realiza una metamorfosis formal
del capital.

Por tanto, la producción y la circulación desempeñan papeles


distintos en el proceso de revalorización del capital, en el proceso de
la creación de la plusvalía. No conviene, pues, identificar la
producción con la circulación.

La economía burguesa, en aquellos casos en que las


identifica, considera la circulación y su forma especializada –el
comercio- como una de las ramas de la producción, con lo cual se
encubre el papel especialísimo de la producción en el proceso de
creación de plusvalía.

Otro intento de ocultar el papel de la producción en la obra de


crear la plusvalía es la llamada concepción cambista, cuyos adeptos
separan la circulación de la producción, enfocando ésta tan sólo
como una relación entre el hombre y la naturaleza y reduciendo las
relaciones de producción a relaciones de cambio. Los partidarios de
la “concepción cambista” sostienen que, en una economía capitalista
mercantil, las relaciones sociales representan relaciones de cambio;
que, fuera del mercado, en el proceso de la producción, los
poseedores de mercancías se las entienden tan sólo con la naturaleza
y no están ligados entre sí por ningún vínculo. Por tanto, dicen ellos,
el valor no se crea en la producción, sino en la circulación. Partiendo
de esta tesis, los voceros de la concepción cambista reducen también
las relaciones entre los capitalistas y los obreros a simples relaciones
de intercambio, asegurando que en la producción no existen entre
ellos otros vínculos que los puramente técnicos: los capitalistas son
organizadores y dirigentes de la producción, y los obreros sus
ejecutores. Pero como en las relaciones de mercado entre los
capitalistas y los obreros existe una igualdad formal, los portavoces
de la “concepción cambista” niegan la explotación de los obreros por
los capitalistas y predican la armonía de los intereses de las clases.

Cuando Marx demostró la unidad de la producción y la


circulación, poniendo de relieve el diferente papel de ambas en el

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

proceso de creación de la plusvalía, desenmascaró el contenido


burgués de la concepción cambista y puso al desnudo sus raíces de
clase.

2. LA ROTACIÓN DEL CAPITAL. CAPITAL FIJO Y CAPITAL


CIRCULANTE.

Como la producción capitalista tiene por objeto extraer


plusvalía, el capital realiza ciclos ininterrumpidos, repitiéndolos sin
cesar.

El ciclo del capital, considerado no como un fenómeno


aislado, sino como un proceso que se reitera y se reanuda
periódicamente, se denomina rotación del capital.

El tiempo que todo el capital necesita para pasar por la


producción y la circulación es el tiempo de rotación del capital.

Dicho de otro modo, el tiempo de rotación es el intervalo entre


el momento de desembolsar un capital en determinada forma y el
momento en que dicho capital retorna a manos del capitalista en la
misma forma, pero acrecentado en una magnitud igual a la de la
plusvalía.

El tiempo de rotación de capitales individuales es distinto, y


depende de las diversas condiciones de producción y de circulación.
Por eso surge la necesidad de una unidad general para calcular y
comparar la rapidez de rotación de distintos capitales individuales.
Esta unidad general de medida del tiempo de la rotación del capital
permite comprobar la celeridad de la circulación de cualquier capital
por el mismo procedimiento, comparar la rapidez con que se efectúa
la rotación de un capital con la de otro.

Como unidad natural para medir las rotaciones del capital en


funcionamiento se ha tomado el año, ya que en la zona templada,
cuna de la producción capitalista, los principales artículos agrícolas
son productos anuales.

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

El capital puede circular una vez, dos, tres veces al año. Si


para señalar el año como unidad de tiempo de la rotación nos
valemos del signo O, y expresamos el tiempo de rotación de un
capital dado con el signo o, se determinará de acuerdo con la fórmula
siguiente:

n=O
o

Ejemplos:

1. o = 3 meses. Así, n = 12 = 4. Cuatro rotaciones al año.


3

2. o = 12 meses. Así, n = 12 = 1. Una rotación al año.


12

¿De qué depende el tiempo de rotación de un capital


individual determinado? En su velocidad influyen diversas
circunstancias, la principal de las cuales es la composición del
capital productivo.

Según sabemos ya, el capital productivo comprende el valor


de los medios de producción y el de la fuerza de trabajo.

El valor del capital invertido en adquirir estos factores de la


producción se transfiere, en el transcurso de ésta, al valor del
producto fabricado, y lo hace por diversos procedimientos. Según el
modo como se verifica la transferencia del valor de las diversas
partes integrantes del capital productivo al valor del producto, el
capital productivo se divide en capital fijo y capital circulante.

Una parte de los medios de producción son medios de


trabajo: edificios, maquinaria y aparatos que, comprados por el
capitalista, funcionan durante un período más o menos prolongado,
manteniendo su independencia respecto del producto. Para adquirir
los medios de trabajo hay que desembolsar un capital
inmediatamente. Pero este capital interviene en la circulación

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

solamente por partes, en la medida en que se van desgastando los


medios de trabajo, y su valor se reintegra al capitalista en forma de
dinero también por partes, sin abandonar materialmente la órbita de
la producción.

La suma que compensa el desgaste de los medios de trabajo


se destina anualmente a la amortización. La amortización representa,
pues, una restitución paulatina, en forma de dinero, del valor de los
medios de trabajo, a través de asignaciones periódicas que
corresponden a su desgaste.

Supongamos que una máquina valorada en 10.000 dólares y


calculada para trabajar un período de diez años transfiere
anualmente al producto el 10 por 100 de su valor, o sea 1.000
dólares. A medida que la producción vaya vendiéndose, este valor
retornará a manos del capitalista, que lo acumulará como fondo de
amortización.

La parte del capital que el capitalista invierte en construir


locales y en comprar maquinaria e instrumentos que transfiere por
partes su valor al producto fabricado lleva el nombre de capital fijo.

Por consiguiente, el capital fijo es la parte del capital


productivo que, participando plenamente en la producción, transfiere
su propio valor al producto no de una vez, sino por partes, a medida
que se desgasta.

A diferencia del capital fijo, el capital circulante es la parte del


capital productivo cuyo valor se transfiere totalmente a la mercancía
en el transcurso de una rotación para retornar luego a manos del
capitalista en forma de dinero y en toda su plenitud, al ser vendido el
producto. Forma parte del capital circulante la parte del capital
invertida en la adquisición de materias primas, combustible y
materiales auxiliares, y también los recursos que se invierten en la
adquisición de fuerza de trabajo.

Esta se diferencia radicalmente de los restantes elementos del


capital circulante. Al ser utilizada en la producción, la fuerza de
trabajo no transfiere su valor al producto, sino que crea un nuevo
valor que contiene plusvalía. Pero el modo de circulación del valor de

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

la fuerza de trabajo resulta ser el mismo que el del valor de las


materias primas, del combustible y de los materiales auxiliares. Por
esa razón, el capital variable es parte del capital circulante. La
división del capital en fijo y circulante queda restringida al capital
productivo. El capital-dinero y el capital-mercancías son capitales en
circulación y no se dividen en fijo y circulante.

Conviene establecer una diferencia nítida entre la división en


capital fijo y circulante, de una parte, y la división en capital
constante y variable, de otra.

Estas dos divisiones del capital pudieran expresarse con el


siguiente esquema:

La división del capital en constante y variable está


determinada por su diferente papel en la producción de valor y de
plusvalía. Semejante división descubre la esencia de la explotación
capitalista; por eso no la reconoce la Economía política burguesa.

En cuanto a la división del capital en fijo y circulante, son las


diferencias de las rotaciones de las partes integrantes del capital las
que la determinan. Esta división oculta que el capital se divide en
constante y variable; el capital variable, única fuente de la plusvalía,
aparece tan sólo como una de las partes del capital circulante. Se
encubre la fuente de la plusvalía, se escamotean las relaciones de
explotación capitalista, y por eso la Economía burguesa sólo
reconoce la división del capital en fijo y circulante.

De lo dicho se desprende que las diversas partes integrantes


del capital productivo circulan de manera distinta.

Con el desarrollo del capitalismo crecen el volumen y la


duración del capital fijo, lo cual influye sobre la rapidez de la

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

rotación del capital en su conjunto. La rotación se amortigua y


prolonga, y su amortiguamiento, originado por el crecimiento del
capital fijo, agudiza las contradicciones del capitalismo.

Ello es debido a que el capital fijo se desgasta no sólo


físicamente. Conforme progresa el capitalismo, se verifica un proceso
de desgaste moral del capital fijo particularmente de la maquinaria y
de los instrumentos. Mientras las máquinas funcionan la sociedad
realiza nuevos descubrimientos técnicos e inventos cuya utilización
eleva la productividad del trabajo y abarata los elementos del capital
fijo: la maquinaria y el instrumental, produciendo una
desvalorización del capital fijo. El proceso de desvalorización de las
máquinas en virtud el progreso técnico lleva el nombre de “desgaste
moral” del capital fijo.

El desgaste moral provoca la pérdida del capital invertido; por


tal motivo, los capitalistas se manifiestan, en ciertos casos, contra la
aplicación del proceso técnico. El aumento del capital fijo y el
amortiguamiento de la rotación del capital agravan la amenaza de
desgaste moral del capital fijo. Los capitalistas se esfuerzan por
prevenirse contra dicho peligro. Los medios para evitarlo son la
prolongación de la jornada de trabajo y el aceleramiento
desenfrenado de la intensidad de la labor que realizan los obreros. La
utilización de estos medios agudiza las contradicciones entre las
capitalistas y los obreros.

Por otra parte, los patronos procuran compensar la mayor


lentitud de la circulación del capital elevando la cuota de
amortización. Como resultado de todo ello se encarecen los
productos, surgen dificultades en su venta, se agravan la
competencia y el antagonismo de la propia clase capitalista. Además,
al crecer el volumen del capital fijo, el capital industrial pierde, en
buena medida, su facultad de cambiar rápidamente la producción de
un artículo por la de otro. Esto dificulta la competencia y agrava las
contradicciones entre los capitalistas, las cuales, en última
instancia, siempre se resuelven a costa de la clase obrera.

Hemos visto, pues, que al desarrollarse el capitalismo


aumenta el capital fijo, se amortigua la rotación del capital y, en
virtud de todo ello, se agravan las contradicciones del capitalismo.

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Hay otro factor que influye en el ritmo de la rotación del


capital: la duración del tiempo de producción y del tiempo de
circulación.

El tiempo de producción es el período en que el capital se


encuentra en la esfera de la producción. La parte principal del
tiempo de producción la constituye el período de trabajo, durante el
cual el objeto a elaborar es sometido a la acción directa del
productor. El período de trabajo es el número de jornadas,
necesarias en una rama para obtener un producto completamente
fabricado. La productividad de este período depende de la índole de
la rama en cuestión, de las condiciones técnicas y de las propiedades
específicas del producto elaborado.

Por ejemplo, en una fábrica de hilados, cada operario


convierte parte del algodón en hilatura y cierta porción del producto
manufacturado se pone a la venta diariamente, mientras que en
unos astilleros la construcción de cada barco requiere decenas y
hasta cientos de jornadas de muchos obreros.

La magnitud del capital invertido y la duración de sus


rotaciones dependen directamente de la duración del período de
trabajo. Habitualmente, el tiempo de producción es más largo que el
período de trabajo, ya que, además de éste, incluye el tiempo de la
acción independiente de las fuerzas de la naturaleza sobre el objeto
del trabajo y también el tiempo en que el capital actúa como reserva
de producción.

El tiempo de acción independiente de las fuerzas naturales


sobre el objeto del trabajo es el período durante el cual aquél es
sometido a procesos naturales, interrumpiéndose prácticamente el
del trabajo. Esta porción de tiempo es particularmente grande en
ramas económicas como la agricultura, la vinicultura o la industria
de la madera.

La tercera parte integrante del tiempo de producción es el


período en que el capital se encuentra en su forma de reserva de
producción. Para que el proceso de producción se realice
ininterrumpidamente, es indispensable poseer siempre alguna
reserva de materias primas, de combustible, de instrumentos, etc.

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Por supuesto, cuanto más se prolonga el período en que un


objeto es sometido a la acción directa del trabajo, o a la acción
independiente de las fuerzas naturales, o se encuentra en la forma
de reserva industrial, tanto más lentamente circula el capital
desembolsado. Dicho de otro modo, el ritmo de la rotación de este
capital depende del tiempo de producción y de sus partes
integrantes.

¿De qué modo pueden ser reducidos el tiempo de producción


y sus partes integrantes?

La reducción del período de trabajo se alcanza por los


siguientes procedimientos:

1. Prolongación de la jornada de trabajo.


2. Intensificación de éste.
3. Aumento del número de operarios.
4. Aumento de los turnos.
5. Ampliación de la división social del trabajo y de la
especialización de la producción.
6. Incremento de la productividad del trabajo, que es el
procedimiento decisivo para reducir el período de trabajo.

La reducción del tiempo de la acción independiente de las


fuerzas naturales sobre el objeto en elaboración se obtiene
acelerando los procesos naturales mediante los adelantos de la
ciencia y de la técnica y perfeccionando los métodos de producción:
empleo de catalizadores en la industria química, selección y
mejoramiento de las semillas en la agricultura, selección artificial y
cruce en la ganadería, etcétera.

Para reducir el período en que el capital se encuentra


convertido en reserva industrial hay que reducir las propias reservas.

“La magnitud de esta reserva de producción depende de la


mayor o menor dificultad de su renovación, del mayor o menor
alejamiento de los mercados en que es posible abastecer de esos

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

elementos, del desarrollo de los medios de transporte y


comunicación, etc.”1

Hemos examinado el tiempo de producción y los


procedimientos para reducirlos.

Veamos ahora el tiempo de circulación.

El tiempo de circulación es el período durante el cual el


capital, hallándose en la circulación, pasa de la forma dinero a la
productiva y de la forma mercantil a la forma dinero.

El tiempo de circulación depende de las condiciones de


compra de los medios de producción y de venta de las mercancías
fabricadas, de la proximidad y del volumen del mercado, del nivel de
desarrollo de los medios de transporte y de las comunicaciones. A
medida que avanza el capitalismo, el tiempo de circulación sufre una
influencia doble: de una parte, el progreso de los transportes y
comunicaciones lo reduce; de otra, la competencia capitalista, la
lucha por lo menos mercados y las crecientes dificultades para la
venta de las mercancías, originadas por el crecimiento de la miseria
de las masas trabajadoras, contribuyen a prolongar el tiempo de
circulación.

Puede preguntarse a qué se debe el interés de los capitalistas


por acelerar el ritmo de las rotaciones del capital.

Los factores que determinan su rapidez ejercen también


influencia sobre la creación de plusvalía. De por sí, la velocidad del
ritmo de la rotación del capital no crea plusvalía, pero permite
obtener la misma cantidad de plusvalía con menos capital o mayor
cantidad con el mismo capital. Por ejemplo, la reducción del tiempo
de circulación limita el capital-mercancías y el capital-dinero, y
permite, en virtud de ello, incrementar el capital productivo, es decir,
proporciona a los capitalistas la posibilidad de contratar mayor
número de obreros sin aumentar el capital.

1 C. Marx, El Capital, ed. Cit., tomo II, págs. 118-119.

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Por otra parte, el aceleramiento de la rotación de la totalidad


del capital desembolsado implica un aceleramiento de la rotación del
capital variable. De la rapidez con que éste circule dependen la masa
anual de plusvalía y también la cuota de plusvalía.

Examinemos un ejemplo:

Dos capitalistas disponen de capitales idénticos con igual


composición orgánica, que se diferencian tan sólo por el número de
ciclos que efectúan al año (n).

K1 = 2.000 1.500 c + 500 v m’ = 100% n = 1.


K2 = 2.000 1.500 c + 500 v m’ = 100% n = 12.

El primer capitalista obtendrá en un año m = 500.

El segundo obtendrá en un año m = 500 X 12 = 6.000.

Por consiguiente, los dos capitalistas obtendrán en un año


una masa diversa de plusvalía, y la cuota anual de plusvalía será
distinta en cada uno de ellos.

La cuota anual de plusvalía (M1) es la proporción existente


entre toda la masa de plusvalía producida en un año y el capital
variable desembolsado.

En nuestro ejemplo M1 = 500 = 100 por 100.


500

M2 = 6.000 = 1.200 por 100.


500

De tal modo, la masa y la cuota anual de plusvalía se


modifican de manera directamente proporcional al número de
rotaciones del capital variable desembolsado.

Lo dicho más arriba permite comprender por qué, bajo el


capitalismo, la industrialización comienza por el incremento de las

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Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

ramas de la industria ligera. En ella se verifica más rápidamente la


rotación del capital, lo que hace que la cuota anual de plusvalía sea
superior.

Concluyendo, hemos estudiado el capital como un


movimiento que cosiste en una metamorfosis ininterrumpida. En las
tres formas del capital, las relaciones de clase están adulteradas y
encubiertas: el aumento del capital aparece como un resultado de su
dinámico, del cambio de sus formas. Se crea la impresión de que la
plusvalía surge no sólo en la producción, sino también en la
circulación. Y esta falsa creencia se fortalece gracias al hecho de que
cuanto más rápidamente se mueve el capital, con tanta mayor
celeridad crece.

Carlos Marx demostró que la plusvalía se crea solamente en


la producción, que el aceleramiento de la circulación del capital no
crea, de por sí, ni un átomo de nuevo valor, y sólo permite a los
capitalistas, con el mismo capital, explotar a un mayor número de
obreros o a los mismos en más ocasiones, cuyo trabajo crea en el
transcurso del año una mayor masa de plusvalía.

247
CAPÍTULO XVI

LA GANANCIA MEDIA Y EL PRECIO DE PRODUCCIÓN

1. EL PRECIO DE COSTE Y LAS GANANCIAS CAPITALISTAS.

La doctrina de Carlos Marx sobre la ganancia y el precio de


producción representa una continuación de la teoría del valor y de la
plusvalía. El primer tomo de El Capital contiene un análisis científico
del proceso de la creación de la plusvalía. El segundo está dedicado a
revelar el proceso de la circulación del capital. En el tercero se nos
ofrece un análisis de la producción capitalista en general como
proceso de producción y de circulación. Aquí pone Marx de
manifiesto la esencia de las formas concretas del movimiento del
capital y de la plusvalía en que aquél y ésta salen directamente a la
superficie, la influencia mutua de los capitales en el proceso de la
competencia. Durante el movimiento del capital se verifica la
realización y la distribución de la plusvalía entre diversos grupos de
capitalistas. En concordancia con ello, la plusvalía adopta las
siguientes formas: la de ganancia industrial, la de ganancia
comercial, la de interés y la de renta de la tierra.

¿Qué es la ganancia? Es una forma modificada de la


plusvalía. ¿Y cuáles son las circunstancias determinantes de que la
plusvalía adquiera la forma de ganancia? El análisis de este
problema ha de iniciarse aclarando la diferencia entre el valor de la
mercancía y el costo capitalista de producción.

El valor de toda mercancía se determina por el conjunto de


trabajo socialmente necesario invertido en su producción, es decir,
por la cantidad de trabajo vivo y materializado que se ha consumido.
Como en el caso presente se trata de una mercancía producida bajo
el capitalismo, podemos expresar su valor en la siguiente fórmula:

c + v + m, donde c representa los gastos de capital constante y v + m


el nuevo valor creado por el trabajo de los obreros asalariados.


Tomado del libro “Curso Superior de Economía Política”, Spiridonova, Atlas y otros,
Editorial Grijalbo, México, 1975.
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

Pero una cosa es el valor verdadero de una mercancía y otra


cosa el valor de la mercancía para el capitalista. Son dos magnitudes
totalmente distintas, pues el capitalista no paga todo el valor creado
por el obrero (v + m), sino sólo una parte de él, igual al precio de la
fuerza de trabajo consumida. Aquella parte del valor de la mercancía
en que va contenida la plusvalía no le cuesta nada al capitalista, ya
que no se le ha pagado al obrero.

Supongamos que para fabricar un par de zapatos se han


invertido nueve dólares en medios de producción (máquinas,
materias primas y combustible) y que como salario se les ha pagado
a los obreros un dólar. Supongamos, también, que la cuota de
plusvalía equivale a 300 por 100. En tal caso, la plusvalía será igual
a tres dólares.

En el ejemplo aducido, el valor de un par de zapatos será de


trece dólares. Pero los gastos del capitalista se determinan por la
magnitud de los capitales constante y variable utilizados y, por
consiguiente, ascienden a diez dólares, ya que la parte del valor que
el capitalista se ha embolsado como plusvalía equivalente a tres
dólares. Los diez dólares en cuestión representan los gastos del
capitalista para producir un par de zapatos.

“Esta parte del valor de la mercancía, que repone el precio de


los medios de producción consumidos y de la fuerza de trabajo
empleada, no hace más que reponer lo que la mercancía ha costado
al capitalista y representa, por tanto, para él, el precio de costo de la
mercancía”.1

El precio de coste capitalista se calcula por la magnitud del


capital empleado para producir una mercancía; los verdaderos
precios de coste, es decir, el valor de la mercancía, se determinan por
el consumo de trabajo socialmente necesario. Por consiguiente, el
precio de coste capitalista no constituye sino una parte del valor de
la mercancía.

Si expresamos este valor con la fórmula c + v + m, el precio de


coste capitalista será c + v. El precio de coste capitalista es inferior al

1 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 46.

250
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

valor de la mercancía en la magnitud de la plusvalía. La diferencia


entre la magnitud del valor de la mercancía y el precio de coste
constituye la ganancia del capitalista.

Esta es una ganancia que el capitalista obtiene sobre el


capital desembolsado. La peculiaridad de la categoría “precio de
coste” consiste en que en ella desparece la diferencia entre las
inversiones en instrumentos de trabajo, materias primas y
combustible, de una parte, y las inversiones de fuerza de trabajo, de
otra; es decir, que desaparece la diferencia entre el capital constante
y el variable. El dueño de una empresa industrial anticipa un capital
para adquirir los diversos elementos del capital constante y fuerza de
trabajo (la parte variable del capital). Todas estas inversiones forman
parte del precio de coste y deben ser reintegradas al capitalista.

En la categoría “precio coste” se pone de manifiesto la


diferencia entre aquella parte del capital que se invierte en materias
primas, combustible, reparaciones y salarios, parte que se transfiere
totalmente al valor de la mercancía en un ciclo y aquella otra parte
del capital cuyo valor se transfiere al valor de la mercancía
paulatinamente, por partes, a lo largo de una serie de ciclos (el valor
de los edificios y de la maquinaria), es decir, la diferencia entre los
capitales circulante y fijo.

Como en los precios de coste desaparece la diferencia entre


los capitales constante y variable, ocultan la diferencia entre el
proceso de transferencia del valor y el de creación de un valor nuevo.
Los gastos de trabajo en la producción de una mercancía son
encubiertos por los gastos de capital, creándose la falsa idea de que
el capital es el creador del valor, cuando, en realidad, es el trabajo
del obrero asalariado el que lo crea.

El precio de coste constituye una categoría real de la


economía burguesa, determinada por el propio régimen capitalista de
producción. La recuperación de los gastos es una premisa
indispensable de la actividad económica del capitalista, ya que sin
ella no puede reanudar el proceso de producción. De la magnitud del
precio de coste depende la rentabilidad o la irrentabilidad de una
empresa. Si el precio de la mercancía cae por debajo de los gastos
realizados para producirla o si se iguala a los mismos, la producción

251
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

deja de ser ventajosa para el capitalista, por cuanto su interés


estriba en que la recaudación procedente de la venta de las
mercancías sobrepase lo que ha costado producirlas. El precio de
coste permite descubrir e interpretar las leyes de la competencia bajo
el capitalismo. Dentro de los límites del valor de una mercancía
caben diversas fluctuaciones de su precio. Supongamos que el valor
del artículo es trece dólares, y el precio de coste equivale a diez. El
precio del artículo en cuestión podrá ser de once y de doce dólares, y
en ambos casos el capitalista obtendrá beneficio, puesto que el
precio de venta de la mercancía rebasa el precio de coste. Estas
fluctuaciones pueden ser aprovechadas por el capitalista para
arruinar a sus competidores.

Como en el precio de coste desaparece la diferencia entre los


capitales constante y variable, quedando tan sólo la diferencia entre
los capitales fijo y circulante, aquel precio encubre la explotación
capitalista y oculta la verdadera procedencia de los ingresos de los
empresarios.

Y como en el precio de coste no hay diferencia entre los


capitales constante y variable, el aumento del valor, que ser verifica
en el proceso de la producción y en virtud del trabajo que los obreros
asalariados realizan durante el tiempo de trabajo excedente, aparece
como un fruto del capital en general.

Según sabemos ya, la plusvalía constituye la diferencia entre


el valor creado por el trabajo del obrero y el valor de la fuerza de
trabajo de éste. El patrono la percibe cuando las mercancías
fabricadas por la labor de los obreros asalariados van a ser
realizadas, y el dinero procedente de su venta rebasará los gastos
ocasionados por la producción de dichas mercancías. Por
consiguiente, el capitalista percibe su ganancia después de efectuado
el ciclo del capital.

La masa absoluta de esta ganancia dependerá no sólo de las


condiciones de producción, sino también de las condiciones de la
venta de las mercancías, o sea del nivel de los precios en que
aquéllas se realicen. Según estas últimas condiciones, el precio de
venta de la mercancía puede superar al precio de coste en diversas
proporciones. La ganancia del capitalista aparece como la diferencia

252
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

entre el precio de venta de la mercancía y la suma del capital


invertido en su producción, como un fruto del capital.

Teniendo en cuenta que en la producción de un artículo


interviene todo el capital desembolsado, aunque sólo una parte de él
se invierta en la producción de la mercancía, la plusvalía aparece no
sólo como una adición de valor al capital gastado, sino a todo el
capital invertido en la producción, a todo el capital desembolsado.

“Así representada, como vástago del capital global


desembolsado, la plusvalía reviste la forma transfigurada de la
ganancia”.2

Consecuentemente, la ganancia es la forma en que la


plusvalía se manifiesta en la superficie de la sociedad capitalista. Se
presenta no como el resultado de la explotación del los obreros, sino
como un fruto del funcionamiento de todo el capital desembolsado,
como un retoño de éste. En la categoría “ganancia” desaparece el
trabajo no retribuido de los obreros, que es la auténtica fuente de la
plusvalía. Si la plusvalía expresa las relaciones de clase de la
sociedad capitalista, la ganancia las enmascara, convirtiéndolas en
un fetiche. La ganancia aparece como una cualidad y una relación de
las cosas entre sí.

Así, pues, la ganancia es una forma alterada de la plusvalía.


Aunque la ganancia obtenida por algunos capitalistas y la magnitud
de la plusvalía creada por la explotación de los obreros asalariados
pueden no coincidir cualitativamente, en la escala de toda la
sociedad capitalista sí coinciden. La conversión de la plusvalía en
ganancia representa un desarrollo de la fetichización de las
relaciones capitalistas, un desarrollo de la engañosa forma exterior
que crea una falsa impresión sobre la realidad capitalista.

Esa es la razón que aconseja distinguir el contenido de los


procesos económicos y la forma de su manifestación, los procesos
económicos de profundidad y los fenómenos superficiales. Los
científicos burgueses, paladines del capitalismo, pretenden hacer
pasar los fenómenos superficiales por la esencia de las cosas,

2 C. Marx, El Capital, tomo III, pág. 53.

253
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

velando de este modo el antagonismo social que caracteriza las


relaciones de las clases en la sociedad burguesa.

La ganancia es el motivo que impulsa la producción


capitalista. El desarrollo de ésta no tiene como incentivo el de
mejorar la situación económica de los trabajadores, sino el de
garantizar el mayor lucro a costa de la explotación de las masas
laboriosas. No hay delito que los capitalistas no cometan con tal de
obtener el máximo beneficio. Así lo confirma la historia del
capitalismo.

Empeñados en encubrir la auténtica naturaleza del


capitalismo como régimen social asentado sobre la explotación del
trabajo, los economistas burgueses tratan de encontrar las más
diversas explicaciones a la procedencia de la ganancia. Unos afirman
que proviene de la circulación y que es el resultado del ahorro del
capitalista; otros dicen que es engendrada por el propio capital.

Por ejemplo, el economista norteamericano J. B. Clark, en su


libro La distribución de la riqueza, se esfuerza por demostrar que la
ganancia es fruto del capital y que los trabajadores no toman parte
alguno en su creación.

Valiéndose de los más rebuscados artificios, Clark pretende


“demostrar” que el trabajo y el capital son factores iguales en
derecho dentro de la producción y que la riqueza social es producto
del esfuerzo conjunto de estos dos factores. El trabajo crea un
ingreso en forma de salario y el capital crea otro en forma de
ganancia.

Clark sostiene que, bajo el capitalismo, los trabajadores


perciben todo cuanto crean y que, por consiguiente, no existe
injusticia alguna en la distribución de la riqueza. De esta tesis extrae
la conclusión que él mismo desea: la de que, como los trabajadores
crean una suma de riquezas reducida y la perciben en su totalidad,
no tienen por qué ansiar la revolución social.

Todo el sentido de estas especulaciones de Clark y de otros


economistas burgueses se reduce al deseo de demostrar que el

254
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

régimen de producción capitalista garantiza una distribución ideal y


justa de la riqueza.

2. LA CUOTA DE GANANCIA Y LOS FACTORES QUE LA


DETERMINAN.

Al capitalista le interesa no sólo la magnitud absoluta de la


plusvalía obtenida, sino también la proporción existente entre ella y
todo el capital invertido.

Marx daba el nombre de cuota de ganancia a la proporción


entre la plusvalía y todo el capital invertido, en tanto por ciento, y
expresaba la ganancia con la letra p y la cuota de ganancias con p1.
Si expresamos todo el capital invertido con la letra k, podremos
expresar la cuota de ganancia mediante la fórmula siguiente:

p’ = p ; o p’ = k .
k’ c+v

La cuota de ganancia es una categoría real del sistema


capitalista de producción y, para el patrono, representa el índice de
rentabilidad de su empresa, el grado de incremento de su capital.

También es un modo específico de medir la plusvalía en


comparación con todo el capital invertido. La cuota de ganancia
solidifica la idea de la ganancia como “un fruto” de todo el capital
invertido. En ella no aparece ningún vínculo entre la ganancia y el
trabajo: dicha cuota encubre no sólo la explotación del trabajo
asalariado por el capital, sino también su magnitud real.

Tomemos un ejemplo. Supongamos que el capital invertido


asciende a 1.000 unidades monetarias, 800 de las cuales componen
el capital constante y 200 el variable. Supongamos también que la
masa de la plusvalía equivale a 200 unidades. En tal caso, la cuota
de plusvalía, como exponente del grado de explotación, equivale a
100 por 100. La cuota de ganancia será igual a:

255
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

p1 = 200 m , o 200 m = 20 por 100.


1.000 k’ 800c + 200v

La discrepancia cuantitativa entre las cuotas de ganancia y


de plusvalía expresa la diferencia cualitativa existente entre ambas,
diferencia que cosiste en que, si la cuota de plusvalía caracteriza el
grado de explotación del trabajo por el capital, la de ganancia
muestra el grado de rentabilidad del capital. Es una forma
transfigurada de la cuota de plusvalía.

“La cuota de ganancia es el resorte propulsor de la


producción capitalista, que sólo produce lo que puede producirse con
ganancia y en la medida en que ésta puede obtenerse”.3

El capitalista está siempre interesado en que su capital le


proporcione un beneficio mayor, la más alta cuota de ganancia.
Impulsado por este móvil, el capital se dirige a aquellas esferas
donde su aplicación garantiza al propietario la más alta ganancia, ya
que cuanto más alta es la cuota, tanto mayor es la magnitud de la
ganancia (en igualdad de circunstancias).

¿Qué factores influyen en la cuota de ganancia?

El principal de todos es la magnitud de la cuota de plusvalía.

A mayor grado de explotación, mayor masa de plusvalía, y


tanto más alta cuota de ganancia, siempre en igualdad de
circunstancias.

Ilustremos este aserto con un ejemplo:

p1 = 200 m = 200 m = 20 por 100.


800c + 200v 1.000 k

Si el grado de explotación se eleva hasta 200 por 100, la masa


de plusvalía aumentará hasta 400 unidades monetarias y, en virtud
de ello, la cuota de ganancia equivaldrá a:

3 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 256.

256
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

p1 = 400 m = 400 m = 40 por 100.


800c + 200v 1.000 k

Cuanto mayor sea la cuota de plusvalía, tanto mayor será la


de ganancia, si las condiciones restantes permanecen inalterables.

Así se explica que los patronos, deseosos de aumentar la


cuota de ganancia, aprovechen todos los métodos para incrementar
el grado de explotación de los obreros: prolongación de la jornada,
aumento de la intensidad y de la productividad del trabajo, rebaja de
los salarios hasta un nivel inferior al valor de la fuerza de trabajo.

El nivel de la cuota de ganancia también depende de la


economía de capital constante. Esta economía de medios de
producción está determinada por los siguientes factores:

1. El aumento del número de obreros ocupados, la prolongación de


la jornada y el incremento de la intensidad del trabajo no
requieren un aumento proporcional de la parte fija del capital
constante, y ello permite al capitalista producir mayor cantidad
de mercancías y apropiarse más plusvalía con el mismo capital
fijo.

2. La ampliación del volumen de la producción o producción a


escala. La gran producción contribuye a un empleo más completo
y racional de los instrumentos y de las condiciones de trabajo
(disminución de los gastos de local, de combustible, de luz, etc.),
y permite utilizar los residuos de la industria reelaborándolos
como subproductos.

3. La utilización de las materias primas sintéticas, más baratas, y


de diversos sucedáneos, así como la falsificación de los productos
elaborados.

4. El progreso técnico y el incremento de la productividad. Esta


rebaja el valor de los elementos del capital constante; el progreso
de la técnica, que permite utilizar máquinas más perfectas y más
baratas, proporciona al capitalista la posibilidad de explotar

257
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

mayor número de obreros, reducir los gastos de producción y


aumentar la masa y la cuota de plusvalía.

Otro elemento que influye en el nivel de la cuota de ganancia


es la rapidez de la circulación del capital. Si el período necesario para
una rotación del capital se reduce, por ejemplo, de doce meses a seis,
el capital variable hará dos rotaciones en vez de una durante el año.
Esto permite al capitalista explotar con el mismo capital el doble de
obreros y obtener, en el transcurso del año, el doble de plusvalía,
como resultado de lo cual la cuota anual de ganancia del capital se
duplicará también.

La economía de capital constante se realiza, principalmente,


mediante el empeoramiento de las condiciones de trabajo de los
obreros. En un local habilitado para 20 máquinas, el patrono instala
40; donde hay que colocar una valla de seguridad junto a las
máquinas, no la coloca, y donde hay que poner ventilación no la
pone. El resultado es que empeoran las condiciones de trabajo de los
obreros, y esto trae consigo enfermedades, accidentes y otras
desgracias.

En 1938 hubo en la industria de los Estados Unidos


1.376.000 accidentes de trabajo; en 1949 hubo 1.870.000, y en 1960
ocurrieron ya 1.960.000. Según rezan las estadísticas oficiales, en
los doce años que van de 1949 a 1960 inclusive sufrieron lesiones a
causa de accidentes en la producción más de 19 millones de obreros
americanos y perdieron la vida mas de 150.000.

El “ahorro” de recursos en la seguridad del trabajo, que el


capitalista considera un gasto improductivo, da lugar a un
despilfarro de mano de obra, a la pérdida de vidas obreras, pero
aumenta la cuota de ganancia. Esa es la naturaleza rapaz del
capitalismo: crece el lucro a costa de la salud y de la vida de los
obreros.

El nivel de la cuota de ganancia depende también de la


composición orgánica del capital. A causa de la propiedad privada de
los medios de producción, y también en virtud de la anarquía de la
misma, la técnica se desarrolla de manera desigual en la sociedad
capitalista. Unas ramas avanzan más que otras, y esto halla su

258
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

expresión en la diferencia de la composición orgánica del capital en


diversas ramas de la producción. En la diversidad de esta
composición influyen también las peculiaridades del proceso
tecnológico de la producción en las distintas ramas. Cuanto mayor
es la parte correspondiente al capital constante, tanto menor es la
parte que corresponde al capital variable y, por consiguiente, tanto
más alta es la composición orgánica del capital.

Las modificaciones en la técnica de la producción llevan


aparejado un aumento de la composición orgánica del capital. Según
cálculos de S. Vigodski, la composición orgánica del capital en la
industria de la transformación de los Estados Unidos ha variado del
modo siguiente:

1989 ………………… 4,5 : 1


1939 ………………… 6 : 1
1955 ………………… 8 : 1.4

¿Cómo repercute la diversidad de la composición orgánica del


capital en la cuota de ganancia? Cuanto más alta es la composición
del capital, tanto más baja es la cuota de ganancia, y viceversa,
contando siempre con que las restantes condiciones permanecen
inalterables.

Explicaremos esta tesis con el ejemplo siguiente:

Primer caso: p1 = 200 m = 200 m = 20 por 100.


800c + 200v 1.000 k

Segundo caso: p1 = 100 m = 100 m = 10 por 100.


900c + 100v 1.000 k

Examinemos este ejemplo con más detenimiento. La cantidad


de la plusvalía creada se determina por la masa de trabajo no
retribuido de que se apropia, el capitalista. Cuanto más trabajo vivo

4 S. Vigodski, La teoría marxista de la ganancia media y el precio de la producción a la


luz de los datos contemporáneos, pág. 50. Gospolitizdat, Moscú, 1956.

259
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

se emplea con una misma suma de capital, tanto mayor serán la


masa y la cuota de plusvalía (siempre en igualdad de circunstancias).

Pero la cantidad de trabajo vivo empleado con una cierta


suma de capital depende de cómo se distribuya este capital en
constante y en variable. Dicho de otro modo, depende de la
composición orgánica del capital.

La cuota de ganancia en el segundo caso será inferior a la del


primero no porque se explote menos a los obreros, sino porque se
empleará relativamente menos trabajo en comparación con el capital
empleado.

Tomemos varias ramas de la producción capitalista.


Supongamos que todas las condiciones de la actividad de capitales
iguales por su volumen serán también iguales (una cuota idéntica de
plusvalía, por ejemplo, el 100 por 100, y también una rapidez
idéntica de la circulación del capital), excepto una condición: la
composición orgánica del capital. En tal caso obtendremos el cuadro
que damos a continuación:

CUADRO 1

Composición Cuota de Cuota de


Masa de
Sectores Capitales orgánica del plusvalía, ganancia, por
plusvalía
capital por 100 100
I 60c + 40v 1,5 : 1 100 40 40
II 75c + 25v 3 : 1 100 25 25
III 80c + 20v 4 : 1 100 20 20
IV 90c + 10v 9 : 1 100 10 10
V 95c + 5v 19 : 1 100 5 5

Con una cuota idéntica de plusvalía, igual a 100 por 100, la


masa de plusvalía es distinta en diversas ramas de la producción.
¿Por qué? La plusvalía es creada por a parte variable del capital. De
ahí que, con un grado idéntico de explotación, sea mayor donde es
mayor la magnitud del capital variable, y menor donde el capital
variable es menor. Por consiguiente, también será distinta la cuota
de ganancia. Cuanto más alta es la composición orgánica del capital,
tanto más baja es la cuota de ganancia y, al contrario, cuanto más

260
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

baja es la composición orgánica del capital, tanto más alta es la


cuota de ganancia. Vemos, pues, que la magnitud de ésta se halla en
razón inversa a la composición orgánica del capital.
Los factores anteriormente descritos influyen de manera
distinta en la cuota de ganancia. En la aurora del capitalismo, en
diversos sectores de la producción predominaban cuotas desiguales
de ganancia. En cambio, en la época del capitalismo desarrollado, de
la libre competencia y de la libre trasplantación del capital, no es ya
posible la existencia de diversas cuotas durante largo tiempo.

3. FORMACIÓN DE LA CUOTA MEDIA (GENERAL) DE GANANCIA.

Los ejemplos aducidos indican que capitales idénticos


reportan diferentes cuotas de ganancias. Si las mercancías
fabricadas en diversos sectores de la producción se vendiesen por su
valor, en el primer sector, la cuota de ganancia del capital se elevaría
al 40 por 100, mientras que en el quinto sector sólo llegaría al 5 por
100. ¡Desigual provecho para un capital idéntico! Pero es sabido que
cada capitalista tiende a extraer a su dinero el beneficio máximo.

La desigualdad de ganancias con capitales idénticos


contradice al principio capitalista de la “igualdad”, consistente en
que cada capitalista procura obtener con su capital un resultado no
inferior al que obtiene otro capitalista, sea cual fuere la esfera de la
producción en que está invertido su capital.

Si, verdaderamente, los capitalistas no obtuviesen una


ganancia igual con capitales idénticos, no invertirían sus recursos en
sectores de alta composición orgánica del capital como, por ejemplo,
la metalurgia o la fabricación de maquinaria. Pero en virtud de la
división social del trabajo, la sociedad capitalista no podría existir ni
desarrollarse sin los sectores que producen instrumentos de
producción.

Para resolver este problema (el de cómo los capitalistas de


diversos sectores de la industria obtienen beneficios iguales con
capitales idénticos) es indispensable examinar los dos aspectos de la
competencia que existen bajo el capitalismo. La competencia dentro
de un mismo sector es una rivalidad entre capitalistas que fabrican

261
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

mercancías homogéneas. La competencia entre diversos sectores


representa una rivalidad entre capitalistas que producen mercancías
heterogéneas. La lucha entablada entre ellos tiene como objetivo una
cuota más alta de ganancias y una posición más conveniente para la
inversión del capital y la venta de los productos. Una encarnizada
competencia reina en toda la economía capitalista. Las leyes
económicas del capitalismo, leyes que rigen la producción capitalista,
actúan por medio de la competencia.

En cada sector, diversas empresas funcionan en condiciones


desiguales, y se diferencian entre sí por su volumen, por el nivel de
la productividad de su trabajo y por la magnitud de los precios de
costo.

A consecuencia de ello, la magnitud del valor individual de las


mercancías fabricadas en distintas empresas es diferente. Pero el
valor de las mercancías se determina por el tiempo de trabajo
socialmente necesario para fabricarlas en condiciones normales de la
producción social. Este tiempo de trabajo socialmente necesario es el
que determinará el valor social o comercial de las mercancías de un
sector concreto. El precio de la mercancía se basa en el valor social o
comercial no en el valor individual.

La competencia dentro del mismo sector reduce los valores


individuales de las mercancías a su valor social (comercial), que se
determina, según decía Marx, por el valor individual de las
mercancías que se producen en las condiciones medias de su esfera
y que constituyen la gran masa de los productores de la misma.5

Las empresas en que el valor individual de las mercancías es


inferior al social reciben, por encima del beneficio ordinario del
sector en cuestión, una ganancia excedente hasta el momento en que
el valor social descienda y el valor individual de las mercancías de
dicho sector se equipare al valor social. Existen también grupos de
empresas en las que el valor individual sobrepasa al social. Parte de
los propietarios de estas empresas percibirán un beneficio irrisorio, y
los restantes sólo conseguirán compensar su precio de coste. Ello
incita a los dueños de las empresas en cuestión a reducir el valor

5 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 183.

262
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

individual. La reducción del valor de una mercancía se logra


perfeccionando los instrumentos de producción y elevando la
productividad. Para consolidar sus posiciones en el terreno de la
competencia, los capitalistas refuerzan la explotación de la clase
obrera. Aquellos patronos que no consiguen reducir los gastos de
producción de sus mercancías terminan arruinándose.

Por tanto, como resultado de una encarnizada competencia


dentro de un sector, salen triunfantes los dueños de aquellas
empresas en que la técnica y la productividad del trabajo están por
encima del nivel medio del sector en cuestión, y los propietarios de
las empresas modestas, rezagadas del nivel medio, acaban
forzosamente en la ruina.

Este proceso de depauperación de las empresas pequeñas y


medianas se ha acelerado en la época actual, en que las empresas
gigantes, las alianzas monopolistas del capitalismo, desempeñan el
papel decisivo en la vida económica. El escritor americano Stein, en
su libro El mundo del dólar, decía que en el período de 1947 a 1950
se hundieron en diversas ramas de la economía de los Estados
Unidos 1.414.300 empresas pequeñas. Analizando las estadísticas,
Stein llega a la conclusión de que “tres de cada diez pequeñas
empresas subsisten menos de un año; dos de cada diez no existen
más de dos años, y una o dos de cada diez consiguen vivir más de
cuatro años. Tan sólo una cuarta parte de ellas se las ingenia para
mantenerse seis años o más… Esta enorme mortandad, que no cesa
ni siquiera en los períodos de auge, depende directamente de la
existencia de las corporaciones gigantescas”.

Un sociólogo americano, Kart Mayer, en un informe


presentado en 1956 al Congreso Internacional de Sociólogos que se
celebró en Ámsterdam, anotaba la constante disminución del peso de
los patronos independientes en su país. Según los datos que citó, los
llamados “patronos independientes”, junto con sus familiares aptos
para el trabajo, constituían en 1870 el 40,4 por 100 de la población
trabajadora de los Estados Unidos; en 1910, el 27,1; en 1950, el 14,4
y en 1954, el 13,3 por 100.

A consecuencia de la rivalidad dentro del mismo sector,


aumenta en él la composición del capital. El progreso técnico

263
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

contribuye a reducir el tiempo de trabajo socialmente necesario para


producir un determinado tipo de mercancía. Bajo el influjo de la
competencia dentro de un sector, y a través de constantes
fluctuaciones, se llega a la nivelación de la cuota de ganancia en los
límites de una misma órbita de la producción.

Marx indica que las diversas cuotas de ganancia pueden


igualarse –primeramente en los límites de una misma esfera de la
producción, y después en diversas esferas- tan sólo a través de
constantes fluctuaciones. Para esclarecer cómo se verifica la
nivelación de las cuotas de ganancia entre los diferentes sectores de
la producción, observemos el proceso de la competencia entre
distintos sectores, es decir, la competencia entre los capitalistas de
diversas esferas de la producción.

Si observamos el cuadro 1, descubriremos que los que


disfrutan de una situación más favorable son los capitalistas del
primer sector, que obtienen una cuota de ganancia sobre el capital
equivalente al 40 por 100, y los que se hallan en situación peor son
los del quinto sector, donde la cuota es igual al 5 por 100.

Pero el estímulo de la producción capitalista se encierra en la


ganancia, y es perfectamente comprensible que el capital emigre a
aquellos sectores de la producción donde la cuota de ganancia es
alta y huya de aquellos en que es baja.

En suma, la diferencia de la cuota de ganancia en distintos


sectores de la producción determina que el capital de los sectores
donde la ganancia es baja emigre a los sectores donde es alta.

Supongamos que la cuota de ganancia de un capital invertido


en la industria textil resulta más baja que en la del calzado durante
un período considerable. La producción en la industria textil no se
ampliará. Los capitales disponibles serán invertidos en otras ramas.
Y los recursos acumulados por los propietarios de las empresas
textiles se invertirán en la industria del calzado, por ser más
rentable. Los capitales disponibles siempre tenderán a colocarse en
aquellas esferas de la producción donde la cuota de ganancia es alta.

264
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

La emigración de capitales traerá consigo una redistribución


espontánea de los medios de producción y de la mano de obra entre
las diversas ramas de la producción. Los bancos desempeñan un
importantísimo papel en la redistribución de los capitales disponibles
entre los distintos sectores.

¿Cuáles son las consecuencias de esta emigración espontánea


de los capitales?

En aquellas ramas a las que el capital acude se ampliará la


reducción y, a la postre, la oferta de mercancías terminará
superando a la demanda.

Y en aquellas ramas de donde los capitales se han retirado


decrecerá la producción y acabará por crearse una situación en la
que la oferta será superada por la demanda.

Ello repercutirá en los precios. En el primero de los dos casos,


descenderán los precios de las mercancías, y disminuirá la
ganancia; y, por el contrario, en el segundo caso subirán los precios
y la ganancia aumentará. En determinados sectores de la
producción, los artículos habrán de venderse a precios inferiores a
su valor, mientras que en otras los precios de venta superarán al
valor.

El tránsito del capital de un sector a otro, el afán del capital


por escapar de aquellos sectores de la industria donde la cuota de
ganancia es baja y de acudir a colocarse en aquellos donde existe
una alta cuota, trae como consecuencia que las diferentes cuotas de
ganancia terminen equilibrándose y estableciendo una cuota general,
es decir, formando la denominada cuota media de ganancia. La
nivelación de las diversas cuotas de ganancia para constituir una
cuota media (general) transcurre de manera espontánea, a lo largo
del proceso de la competencia entre los capitalistas.

“Estas distintas cuotas de ganancia son compensadas entre sí


por medio de la concurrencia para formar una cuota general de
ganancia, que representa la media de todas aquellas cuotas de
ganancia distinta. La ganancia que, con arreglo a esta cuota general,

265
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

corresponde a un capital de determinada magnitud, cualquiera que


sea su composición orgánica, recibe el nombre de ganancia
media”.6

A la vista de esta definición, volvamos a nuestro ejemplo y


prosigamos su examen en el cuadro II.

Del cuadro expuesto se infiere que si el capital se distribuyera


equitativamente entre todas las ramas de la producción, la
composición orgánica media del capital sería de 4 : 1, y la cuota
media de ganancia equivaldría al 20 por 100.

La cuota media de ganancia corresponde a la cuota de


ganancia en los sectores de composición orgánica media o en las que
caracterizan la composición orgánica del capital social.

La cuota media de ganancia es igual a la relación existente


entre la masa general de plusvalía creada por los obreros asalariados
en toda la sociedad capitalistas y el conjunto del capital social.

CUADRO II

Cuota de Cuota
Cuota de
Masa de ganancia, media de
Sectores Capitales c:v plusvalía,
plusvalía por sector, ganancia,
por 100
por 100 por 100
I 60c + 40v 1,5 :1 100 40 40
II 75c + 25v 3 :1 100 25 25
III 80c + 20v 4 :1 100 20 20 20
IV 90c + 10v 9 :1 100 10 10
V 95c + 5v 19 :1 100 5 5
Todo el
capital 400c + 100v 100 100
social
Condiciones
sociales 80c + 20v 4:1 100 20 20
medias

6 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 164.

266
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

La masa general de plusvalía creada en toda la sociedad


capitalista depende no sólo de la altura a que se halle la cuota de
plusvalía, sino de cómo todo el capital social se distribuye entre los
diversos sectores de la producción. Cuanto más capital se invierta en
un sector de composición orgánica baja, tanto mayor será la masa
general de plusvalía y, por el contrario, cuanto más capital se
invierta en sectores de composición orgánica alta, tanto menor será
la masa general de plusvalía.

Es un proceso muy complejo el de la formación de la cuota


media de ganancia. Sería desacertado pensar que en la vida real, en
el proceso de movimiento del capital, la cuota media (general) es ese
promedio ideal que aparece en nuestros cálculos; que en todas las
ramas de la producción existe absolutamente la misma cuota de
ganancia. La cuota media es el promedio de las diversas cuotas de
ganancia. En su afán de alcanzar una cuota más alta, e impulsados
por la competencia, los capitales se retiran de aquellas esferas donde
durante largo tiempo se mantiene un beneficio inferior al nivel
medio, trasplantándose paulatinamente a aquellas esferas en que la
ganancia supera el nivel medio.

Lo mismo pudiera decirse respecto a la plusvalía capitalizada:


acude a aquellos sectores donde la cuota de ganancia está por
encima del nivel medio. Por consiguiente, la cuota media de ganancia
existe siempre –según señala Marx- tan sólo como una tendencia,
como un movimiento tendente a nivelar las diversas cuotas de
ganancia.

Esta nivelación de las diversas cuotas de ganancia para


formar una cuota media es tanto más rápida cuanto más móvil es el
capital, es decir, cuanto más diligente se muestra para trasladarse
de una esfera de la producción a otra; y, además, es tanto más
rápida cuanto más rápidamente puede ser transferida la mano de
obra de una esfera a otra, de un centro local de producción a otro. La
agilidad del capital necesaria para crear la cuota media de ganancia
presupone un amplio sistema de crédito y completa libertad de
comercio en el interior de la sociedad, es decir, aquellas condiciones
que garantizan a cualquier capital igual posibilidad de acceso a no
importa qué rama de la producción.

267
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

En tales condiciones, las diversas cuotas de ganancia pueden


nivelarse al principio dentro de los límites de una esfera industrial, y
luego en el ámbito de las diversas esferas, pero sólo mediante
fluctuaciones permanentes. No hay que olvidar que las leyes
económicas del capitalismo actúan espontáneamente. En el régimen
capitalista, la ley general sólo se impone, como decía Marx, “como
una tendencia predominante de un modo muy complicado y
aproximativo, como una media jamás susceptible de ser fijada entre
perpetuas fluctuaciones”.7

Cada capitalista tiende a extraer el mayor beneficio a su


capital. El ansia de lucro, de obtener la máxima cuota de ganancia,
impulsa a los capitalistas a transferir sus capitales. Esta
trasplantación, que se verifica en medio de una encarnizada
competencia, acompañada de fluctuaciones espontáneas de los
precios y de las cuotas de ganancia, al margen de la voluntad o de
los deseos subjetivos de los capitalistas aislados, conduce a la
nivelación de las diversas cuotas de ganancia para formar una cuota
medio (general). Ese es el resultado objetivo del proceso de
movimiento de los capitales.

En virtud de la formación de la cuota media de ganancia, se


verifica una redistribución de toda la plusvalía creada en la sociedad
capitalista entre los capitalistas según la magnitud de sus capitales.
Por un capital igual, sea cual fuere el sector en que está invertido y
su composición orgánica, los capitalistas perciben un beneficio igual.
Sin embargo, no está descartado que ciertos capitalistas puedan
percibir una ganancia superior o inferior al promedio.

Con la formación de la cuota media de ganancia aparece una


diferencia cuantitativa ente la plusvalía producida en tal o cual
sector de la industria y la ganancia percibida en él por los
capitalistas. Sólo de manera casual la plusvalía coincide con la
ganancia obtenida por cualquier capital igual en cualquier rama de
la producción. La discrepancia entre la plusvalía y la ganancia media
encubre y oculta la fuente y la naturaleza de la ganancia. Esta
aparece como un fruto de todo el capital.

7 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 167.

268
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

En su teoría de la ganancia media, Carlos Marx descubrió el


mecanismo de la distribución de la plusvalía entre los capitalistas
proporcionalmente a la magnitud de su capital e independientemente
de la órbita de la producción en que funcionan estos capitales y de
su composición orgánica.

En las actuales condiciones de desarrollo del capitalismo, en


toda una serie de sectores industriales, la automatización de las
operaciones ha traído consigo una gran disminución de la parte
correspondiente al trabajo vivo en cada unidad o fracción del capital
invertido. Se observa no sólo una disminución relativa, sino una
disminución absoluta de la parte del capital variable en el total del
capital en funcionamiento.

Los propietarios de las empresas intensamente automatizadas


perciben una enorme masa de beneficios. Sería incorrecto suponer
que toda ganancia colosal es plusvalía creada por los obreros de esas
empresas, de la productividad y de la intensidad del trabajo que en
ellas se realiza.

El manantial de donde procede esta enorme ganancia no es


sólo la creciente masa de plusvalía creada por los obreros que
trabajan en estas empresas, ni tampoco la plusvalía excedente
elaborada por ellos, sino también la plusvalía que se ha creado en
otras empresas, en otras ramas de la industria y en distintos
países y que ha sido obtenida por los propietarios de las
empresas automatizadas como consecuencia de su redistribución
entre los capitalistas a lo largo de un proceso de encarnizada
competencia.

En las condiciones creadas por el capital monopolista, se


hace más complejo el proceso de la formación de la cuota media de
ganancia. El predominio de las alianzas monopolistas dificulta la
transferencia de capitales y debilita la tendencia a la nivelación de
las diversas cuotas.

Este predominio permite conseguir, en una serie de sectores


de la economía capitalista, un beneficio altísimo, de monopolio.

269
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

Pero como el capital monopolista es incapaz de eliminar la


competencia, propia del capitalismo, sino que, por el contrario, hace
la competencia más compleja y más aguda, no puede tampoco
eliminar el proceso de trasplantación espontánea de capitales ni la
tendencia a la nivelación de las diversas cuotas de ganancia
originada por aquel proceso. Lo único que hace es complicar y
agudizar dicho proceso.

4. FORMACIÓN DEL PRECIO DE PRODUCCIÓN. EL PRECIO DE


PRODUCCIÓN Y EL VALOR.

El proceso de formación de la cuota media de ganancia


influye en los precios de las mercancías de la producción capitalista.
Si las mercancías elaboradas en distintas ramas se vendiesen por
precios correspondientes a su valor, capitales iguales producirían
beneficios distintos.

En el proceso real del movimiento de los capitales, los precios


de las mercancías se establecen según un nivel que garantiza la
obtención de una ganancia media. Este nivel es el precio de
producción, el cual incluye el precio de coste y la ganancia media.

Forman parte del precio de coste todas las inversiones en


mano de obra (capital variable) y parte de las inversiones en capital
constante: la parte o magnitud en que dicho capital ha sido
consumido en el proceso de la producción de los artículos. Aquella
parte del capital constante que se invierte en materias primas y
combustible forma parte, en toda su integridad, del precio de coste,
pero aquella que se ha invertido en maquinaria o en locales de
explotación forma parte del mismo tan sólo parcialmente, en la
medida en que se desgastan estos elementos del capital.

Si tomamos los datos de los cuadros expuestos anteriormente


y partimos del supuesto de que sólo el 50 por 100 del capital
constante se incorpora al precio de coste (“desgaste de c”), los precios
de producción serán los siguientes:

270
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

CUADRO III

Bajo el influjo de la competencia, las mercancías no se


venderán por su valor, sino por los precios de producción, los cuales,
en la inmensa mayoría de los casos, no corresponden al valor de la
mercancía, según muestran los datos del cuadro III; en algunos
sectores de la industria, los artículos se venderán a precios
superiores al valor, y en otros sectores, a precios inferiores al mismo.

En aquellas esferas de la industria donde la composición


orgánica del capital es alta, los precios de producción serán
superiores al valor de las mercancías, y allí donde la composición
orgánica del capital sea baja, los precios de producción quedarán por
debajo del valor de las mercancías. El precio de producción se
diferencia del valor tanto por su forma como por su magnitud.

La fórmula del valor de la mercancía es c + v + m. La fórmula


del precio de producción es c + v + ganancia media. El valor de la
mercancía encierra la plusvalía además de c + v. El precio de
producción incluye, aparte el precio de coste, la ganancia media, que
cualitativamente no coincide con la plusvalía. ¿Cuál es la relación
entre el valor y el precio de producción?

En primer lugar, estas dos fórmulas contienen un mismo


elemento: el precio de coste. Y se diferencian en los elementos
últimos. La ganancia media es la plusvalía obtenida en escala de

271
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

toda la producción capitalista y redistribuida entre los capitalistas


según la magnitud del capital.

Y si la ganancia media y la plusvalía creada en una rama


concreta no coinciden, en la escala de toda la sociedad capitalista, la
ganancia media obtenida será igual al total de la plusvalía creada.

En segundo lugar, aunque en determinados sectores de la


industria, y bajo el peso de la competencia, las mercancías no se
vendan por su valor, sino por el precio de producción, que difiere del
valor, en la escala de toda la sociedad, estas desviaciones de los
precios de producción de las mercancías respecto de su valor se
compensan mutuamente. Si examinamos todos los sectores de la
economía social como un conjunto único, el total de los precios de
producción de las mercancías equivale a su valor. Lo demuestran sin
lugar a dudas las cifras que hemos aducido.

En tercer lugar, el precio de coste es parte integrante del


precio de producción; y es también parte del valor. Su magnitud, que
es aquella parte del valor que expresa el consumo del trabajo
materializado y el consumo de una porción de trabajo vivo
(retribuido), depende del nivel de la productividad del trabajo. Toda
modificación del valor repercute en la magnitud de los precios de
producción. La disminución del trabajo socialmente necesario
invertido en la producción de tal o cual mercancía se refleja en la
magnitud del valor y, por consiguiente, en el precio de producción.

“Como el valor total de las mercancías –escribía Marx- regula


la plusvalía total y ésta, a su vez, la magnitud de la ganancia media
y, por tanto, la cuota general de ganancia –como ley general, es decir,
como ley que tiende a sobreponerse a todas las fluctuaciones-,
llegamos a la conclusión de que es la ley del valor la que regula los
precios de producción”.8

Por consiguiente, en las condiciones que crea un régimen


capitalista desarrollado, la ley del valor actúa como ley de los precios
de la producción. El precio de producción representa una forma

8 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 184.

272
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

transfigurada del valor y sólo puede ser explicado científicamente


basándose en los efectos de las leyes del valor y de la plusvalía.

La formación del precio de producción, la transformación del


valor en precio de producción, constituye un nuevo
enmascaramiento de la esencia de las relaciones capitalistas de
producción, ya que en el precio de producción, formado en virtud de
la competencia, se escamotea el hecho innegable de que su base es el
valor. En la teoría de la ganancia media y del precio de producción,
Marx descubrió el vínculo interno existente entre la ganancia media
y la plusvalía, entre el precio de producción y el valor.

Cuando apareció el tercer tomo de El Capital, en el que Marx


presentaba su análisis de la ganancia media y del precio de
producción, economistas burgueses como Boehm Bawerk, Loria y
otros trataron de “refutar” el marxismo levantando un gran alboroto
sobre las supuestas contradicciones entre el primer tomo de El
Capital y el tercero. Veían una “contradicción” en el hecho de que, en
el primer tomo de El Capital, Marx afirmaba que las mercancías se
vendían por su valor, mientras que en el tercero demostraba que se
vendían por el precio de producción, el cual no coincidía con el valor.

Partiendo de aquí, aseguraban que en el tercer tomo había


llegado Marx a conclusiones que rebatían todo lo dicho
anteriormente por él, o sea que derrotaban su teoría del valor y de la
plusvalía. Estas tentativas de encontrar “contradicciones” en El
Capital se veían inspiradas por el afán de rechazar la doctrina
revolucionaria de Marx, que demostraba científicamente la
inevitabilidad del hundimiento del régimen capitalista.

El análisis científico de las leyes económicas del desarrollo del


modo capitalista de producción, realizado por Marx en los tres tomos
de El Capital, pone de manifiesto que la “contradicción” entre el
primero y el tercero es un simple infundio de los economistas
burgueses. No hay contradicción alguna entre el valor y el precio de
producción ni entre las leyes correspondientes. La formación de los
precios de producción sólo puede explicarse a base de la ley del
valor.

273
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

A este respecto, Lenin nos ofrece una admirable característica


en su artículo “Carlos Marx”:

“Por consiguiente, el notorio e incontrovertible hecho de que


los precios se apartan del valor y de que existe una igualdad de
ganancia ha sido explicado perfectamente por Marx sobre la base de
la ley del valor, pues el total de los valores de todas las mercancías
coincide con el total de los precios. Pero la equiparación del valor
(social) a los precios (individuales) no se verifica por un camino
sencillo y directo, sino de una manera muy compleja: es
completamente natural que en una sociedad de productores de
mercancías dispersos, sin otra relación que el mercado, la ley no
pueda manifestarse de otro modo que como una ley media, social,
masiva, compensándose mutuamente las fluctuaciones individuales
en tal o cual dirección”.9

La ley del valor es una ley de la producción mercantil. En las


circunstancias que concurrían bajo la producción mercantil simple,
cuando la fabricación de las mercancías corría a cargo del mismo
propietario de los medios de producción y alcanzaba proporciones
limitadas y, por otra parte, el intercambio de los artículos se llevaba
a cabo con el fin de obtener el equivalente del trabajo propio, con un
mercado limitado, las fluctuaciones de los precios de las mercancías
respecto del valor no podían ser considerables ni duraderas. Las
mercancías vendíanse por su valor o por un precio aproximado a su
valor.

Una cosa muy distinta es la producción mercantil capitalista:


las mercancías son producidas por obreros asalariados; y el
propietario de las mercancías, el capitalista, organiza la producción y
la venta de las mismas con el propósito de extraer ganancias de su
capital.

En la sociedad capitalista desarrollada, la venta de las


mercancías, que son productos del capital, se lleva a cabo en medio
de un trasiego espontáneo del capital, en medio de una competencia
encarnizada. Esa es la razón de que, en la sociedad capitalista

9 V. I. Lenin. Obras, tomo 21, pág. 50.

274
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

desarrollada, la ley del valor se manifieste en una forma compleja, en


la forma de precio de producción.

La teoría de la ganancia media y del precio de producción


muestra cómo va haciéndose más complejo y acentuado el carácter
espontáneo de la ley del valor en la sociedad capitalista, donde “las
mercancías no se cambian simplemente como mercancías, sino como
productos capitales que reclaman una participación proporcionada a
su magnitud en la masa total de la plusvalía, o participación igual si
su magnitud es igual”.10

El proceso de desarrollo y de compilación de la ley del valor,


proceso que se expresa en la transformación del valor de la
mercancía en precio de producción, constituye un resultado del
hecho histórico de la conversión de la producción mercantil simple
en producción mercantil capitalista. Es sabido que la producción
mercantil basada en la propiedad privada de los medios de
producción precedió a la producción capitalista.

Por eso, según decía Marx, era “absolutamente correcto


considerar los valores de las mercancías no sólo teóricamente, sino
históricamente, como el prius de los precios de producicón”.11 El
proceso histórico de formación de la ganancia medida y de la
conversión del valor en precio de producción es también tratado por
F. Engels en su obra La ley del valor y la cuota de ganancia.

5. IMPORTANCIA DE LA TEORÍA DE LA GANANCIA MEDIA PARA


LA LUCHA DEL PROLETARIADO.

En virtud de la competencia y de la emigración del capital,


tiene lugar una nivelación de las diversas cuotas de ganancia,
formando la cuota media. El proceso de su formación es al mismo
tiempo el de la redistribución de la plusvalía en la sociedad
capitalista.

10 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 180.


11 Ibídem, pág. 182.

275
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

De este hecho incontrovertible se deducen conclusiones


importantes:

Primera. El beneficio obtenido por los capitalistas de diversas


ramas de la producción representa una parte del conjunto de la
plusvalía creada por toda la clase de los obreros asalariados.

Segunda. La magnitud de este beneficio depende del grado de


explotación a que está sometida toda la clase obrera, de la magnitud
de la masa general de plusvalía.

Tercera. Cada capitalista está interesado no sólo en acentuar


la explotación de aquellos obreros que trabajan en su empresa, sino
la de toda la clase obrera, puesto que cuanto más alto sea el grado
de explotación, tanto mayor será la masa general de la plusvalía
obtenida por toda la clase capitalista y, por consiguiente, tanto
mayor será la cuota media de ganancia.

La ganancia media expresa no sólo las contradicciones entre


los capitalistas en su pugna por obtener la mayor parte posible de la
plusvalía, sino también el antagonismo entre la clase de los obreros
asalariados, como conjunto, y la clase capitalista.

“De lo dicho se desprende que cada capitalista de por sí, al


igual que la totalidad de los capitalistas de cada esfera especial de
producción, se hallan interesados, no sólo por simpatía general de
clase, sino directamente, por motivos económicos, en la explotación
de la clase obrera en su conjunto por el capital en bloque y en el
grado de esta explotación… La cuota de ganancia media depende del
grado de explotación del trabajo total por el capital total”. 12

Si, por ejemplo, la cuota de plusvalía se elevase de 100 a 200


por 100, permaneciendo inalterables las restantes condiciones, la
cuota media de ganancia aumentaría del 20 al 40 por 100.

La plusvalía producida mediante la explotación de los obreros


asalariados se la apropia cada capitalista por separado y toda la
clase capitalista en su conjunto. Cada capitalista procura extraer lo

12 Ibídem, pág. 199.

276
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

más posible del fondo general de plusvalía. La redistribución de ésta


tiene lugar entre una fuerte competencia de los capitalistas. Pero,
pese a las contradicciones que les separan, les une un interés
común, consistente en la aspiración de que el fondo general de
plusvalía sea lo más cuantioso posible y se vea incrementado sin
cesar.

Por ello, pese a que los capitalistas luchan encarnizadamente


entre sí y a que, en la batalla por las ganancias, serían capaces de
hundirse los unos a los otros, tienen un interés común: extraer a los
obreros el máximo posible de plusvalía, aumentar la suma de sus
ganancias.

“Tenemos, pues, aquí la prueba matemáticamente exacta de


por qué los capitalistas, a pesar de las rencillas que les separan en el
campo de la concurrencia, constituyen una verdadera masonería
cuando se enfrentan en conjunto con la colectividad de la clase
obrera”.13

En el párrafo transcrito encontramos una explicación del


frente único capitalista contra la clase obrera. La lucha de los
trabajadores por más salario y una jornada más corta amenaza con
reducir la masa de plusvalía, lo cual representaría un golpe no sólo
contra el capitalista que tiene contratados a unos obreros, sino
contra toda la clase capitalista. Así se explica que toda esta clase
tenga un interés vital en oponerse a la clase obrera. No obstante la
reñida pugna que sostienen los burgueses entre sí, cuando se trata
de enfrentarse a la clase obrera encuentra siempre un lenguaje
común determinado por el interés económico común.

De donde se sigue que un frente único proletario debe crearse


para contrarrestar la acción del frente único capitalista. La teoría de
la ganancia media contiene una fundamentación científica de la
necesidad de constituir un frente único proletario para combatir a la
clase capitalista en general. Por supuesto, hay una diferencia radical
entre la unidad de la clase capitalista y la unidad de la clase
proletaria. La unidad de la clase capitalista se basa en el común
interés por reforzar la explotación de los trabajadores y por perpetuar

13 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 200.

277
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

el sistema capitalista de producción, que condena a los proletarios a


una situación de esclavos asalariados. Al mismo tiempo, esta
“unidad” lleva aparejada la agudización de la lucha entre los
capitalistas por apoderarse de una parte mayor de las ganancias.

La unidad de intereses de la clase proletaria, determinada por


el puesto que ésta ocupa en la producción social, se consolida en la
batalla contra la burguesía, pues tiene como fin destruir la
explotación del hombre por el hombre y edificar la sociedad
comunista.

La más importante tarea de los partidos progresistas de los


países capitalistas consiste en robustecer la unidad, a cuyo fin sus
afiliados deben luchar junto a las masas, actuar siempre donde ellas
están, fortalecer sus vínculos con las masas para llevarlas tras de sí
en la lucha por sus intereses vitales, por la independencia nacional,
por la democracia real y la paz.

6. LA TENDENCIA AL DESCENSO DE LA CUOTA DE GANANCIA Y


LA AGUDIZACIÓN DE LAS CONTRADICCIONES DEL
CAPITALISMO.

Una de las leyes económicas del capitalismo, descubierta y


fundamentada por Marx, es la tendencia al descenso de la cuota de
ganancia. He aquí las circunstancias que la determinan:

A medida que progresa la acumulación del capital se eleva su


composición orgánica, la cual se expresa en un crecimiento de la
parte constante del capital más rápido que el de la parte variable. Y
como la plusvalía es creada por el capital variable, al elevarse la
composición orgánica del capital ha de reducirse la cuota de
ganancia. En la misma dirección actúa el amortiguamiento de la
circulación del capital. La tendencia de la cuota de ganancia al
descenso representa una ley general del capitalismo.

Disminución de la cuota de ganancia no significa mengua de


la masa de beneficio, ya que la reducción relativa de la masa del
capital variable en comparación con el constante va acompañada de
un aumento absoluto del volumen del capital variable y ello quiere

278
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

decir que crece el ejército de los obreros asalariados, explotados por


el capital, y que se incrementa la masa de plusvalía creada por ellos.

Según cálculos del profesor S. S. Vigodski, la masa de


plusvalía (ganancia) obtenida de 1889 a 1955 en la industria
transformativa norteamericana se elevó en 23 veces. Si tenemos en
cuenta que, en el mismo período, la cuota de plusvalía aumentó en
2,7 veces, el incremento de la plusvalía en nueve veces fue logrado a
expensas del aumento del ejército de obreros explotados.

De cómo crece realmente la masa de la ganancia podemos


juzgar por los siguientes datos:

AUMENTO DE LAS GANANCIAS DE LOS MONOPOLIOS EN LOS


ESTADOS UNIDOS E INGLATERRA

Estados Unidos (en Inglaterra (en miles


Año miles de millones de millones de
de dólares) libras)
1938 3,8 1,0
1954 34,1 3,7
1959 47,0 4,8

La cuota de ganancia es la fuerza motriz de la producción


capitalista. En el capitalismo se produce todo lo que sea para obtener
ganancias. El descenso de la cuota media de ganancia presupone un
menor grado de rentabilidad del capital. De ahí que los capitalistas
aprovechen todos los recursos a su alcance para evitar tal descenso y
para elevar la rentabilidad del capital en funciones. Los recursos en
cuestión se encierran en la propia naturaleza del sistema capitalista
de producción, en la índole del proceso de acumulación de capital,
proceso que, aunque determina la disminución de la cuota de
ganancia, engendra y fortalece los factores que contrarrestan la caída
de la cuota de ganancia y que dan a esta ley general el carácter de
tendencia.

Entre los factores que frenan el descenso de la cuota de


ganancia observamos los siguientes:

279
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

Ante todo, el mayor grado de explotación del trabajo


asalariado. El desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad
capitalista se verifica a base de un aumento de la composición
orgánica del capital. De una parte, el progreso de las fuerzas
productivas y la utilización de las nueva técnica determinan un alza
de la composición orgánica del capital y un descenso de la cuota de
ganancia, y al mismo tiempo, el progreso técnico permite elevar el
grado de explotación mediante el incremento de la productividad, la
intensificación del trabajo, la prolongación de la jornada, etc. Así se
garantiza la elevación de la cuota y el aumento de la masa de
plusvalía, lo que contribuye a frenar el descenso de la cuota de
ganancia.

Según cálculos de expertos economistas, la cuota de plusvalía


aumentó en los Estados Unidos de 122 por 100 en 1889 hasta 289
por 100 en 1959; en Inglaterra, desde 200 por 100 en 1937 hasta
300 en 1959, y en Alemania occidental, desde 350 en 1936 hasta
390 en 1955.

La elevación del grado de explotación constituye un factor


decisivo entre los que contrarrestan la disminución de la cuota de
ganancia. “Este factor –indicaba Marx- no anula la ley general. Pero
sí hace que esta ley actúe más bien como tendencia, es decir, como
una ley cuya vigencia absoluta se ve contenida, entorpecida y
atenuada por causas que la contrarrestan”.14

Otro de los factores que se oponen al descenso de la cuota de


ganancia es la disminución de los salarios hasta un nivel inferior al
valor de la fuerza del trabajo. Con el desarrollo del modo capitalista
de producción, de la acumulación del capital y de su composición
orgánica, se constituye y crece el ejército de reserva de mano de
obra. Quiere decirse que lo característico del régimen capitalista es
que la oferta de mano de obra sobrepase a la demanda, con su
consecuencia inmediata de la disminución de los salarios hasta un
nivel inferior al valor de la fuerza de trabajo.

14 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 234.

280
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

En esta disminución actúan como factores de importancia la


discriminación salarial producto de la distinción de sexo, de
nacionalidad y de color.

El descenso del salario por debajo del valor de la mano de


obra permite:

En primer lugar, disminuir los gastos de capital variable.

En segundo lugar, contratar un mayor número de obreros


con el volumen de capital variable anterior, es decir, poner en
movimiento una mayor masa de trabajo vivo, incrementando con ello
la masa general de plusvalía.

Y en tercero, modificar la relación entre las partes retribuida y


no retribuida del trabajo, aumentando esta segunda, o sea
acrecentando la masa de plusvalía y, con ello, frenando la
disminución de la cuota de ganancia.

Otro factor que contrarresta el descenso de la cuota de


ganancia es la superpoblación relativa.

La superpoblación relativa es un resultado de la acumulación


del capital, del alza de su composición orgánica. El alza de la
composición orgánica del capital determina la disminución de la
cuota de ganancia. Pero, al mismo tiempo, al crear una
superpoblación relativa, determina no sólo la disminución del salario
por debajo del valor de la fuerza de trabajo, sino que, en algunos
casos, y en virtud de la existencia de mano de obra barata, debilita la
tendencia al progreso técnico, posibilita la existencia de una serie de
ramas de la producción que se basan en el empleo de esta mano de
obra barata y que, por consiguiente, funcionan con un capital de
composición orgánica baja. Ello amortigua el alza de la composición
orgánica de todo el capital social, frenando, de este modo, el
descenso de la cuota media (general) de ganancia.

La caída de la cuota de ganancia es también contenida por el


abaratamiento de los elementos del capital constante (máquinas,
mecanismos, materias primas). Con la acumulación del capital y con
el ascenso de su composición orgánica mejora el equipamiento

281
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

técnico del trabajo y crece su productividad. El aumento de ésta en


los sectores que fabrican medios de producción abarata estos
medios, y su abaratamiento implica una disminución del valor del
capital constante en funciones.

Al mismo tiempo, la disminución del valor de los medios de


producción permite a los capitalistas adquirir y emplear, con la
misma suma anterior de capital constante, una masa mayor de
medios de producción, organizar una producción mayor con más
obreros y, por consiguiente, extraer más plusvalía y elevar la cuota
de ganancia.

Entre los factores que contienen el descenso de esta cuota


representa un papel importante el comercio exterior.

El comercio exterior de los países capitalistas industrialmente


adelantados con los países agrarios, económicamente atrasados, y en
particular con aquellos que se encuentran en una situación de
dependencia colonial o semicolonial, permite a las potencias
imperialistas realizar en gran escala un intercambio no equivalencial,
es decir, vender artículos industriales a precios altos, superiores a su
valor, y comprar productos de los países subdesarrollados a precios
inferiores al suyo.

La exportación de capitales a las colonias y países


dependientes, atrasados desde el punto de vista económico,
garantiza también una alta cuota de ganancia. Las pérdidas
generales de los países subdesarrollados, originadas por un
intercambio no equivalencial en el comercio exterior, alcanza
actualmente de 14 a 16.000 millones de dólares al año. Además, los
monopolios de los países imperialistas arrancan a las naciones
subdesarrolladas una suma de 5.000 millones de dólares anuales en
forma de beneficios de los capitales invertidos en ellas. Por
consiguiente, el total de ingresos que perciben los capitalistas
mediante la explotación de los países subdesarrollados equivale
aproximadamente a 20.000 millones de dólares al año.

En la cuota de ganancia ejercen, asimismo, poderosa


influencia la creación y el desarrollo de las compañías anónimas.

282
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

De tal modo, en el propio proceso de la acumulación del


capital aparecen y actúan simultánea y objetivamente factores que
determinan el descenso de la cuota de ganancia y otros factores que
la contrarrestan.

Los factores que se oponen al descenso de la cuota de


ganancia no pueden evitarlo por completo: pueden, tan sólo, frenarlo
o amortiguarlo.

“Por donde resulta –decía Marx-, en general, que las misma


causas que producen la baja de la cuota general de ganancia
provocan efectos contrarios que entorpecen, amortiguan y en parte
paralizan aquella acción. No anulan la ley, pero sí atenúan sus
efectos… Por eso esta ley sólo actúa como una tendencia cuyos
efectos sólo se manifiestan palmariamente en determinadas
circunstancias y en el transcurso de largos períodos”. 15

En la época del capitalismo monopolista, los factores que


contrarrestan la disminución de la cuota de ganancia actúan con
vigor redoblado. El reforzamiento de la acción de estos factores trae
como consecuencia que la cuota de ganancia en algunos países y a lo
largo de un período bastante prolongado, no sólo no descienda, sino
que aumente, lo cual suscita una mayor agudización de las
contradicciones del capitalismo.

El fin y el propósito de la producción capitalista consiste en


incrementar el valor invertido, en aumentar ininterrumpidamente el
capital. Todo capital se pone en movimiento con el único objeto de
que, en el proceso de dicho movimiento, crezca y reporte beneficio.

El afán del capital por garantizar la máxima ganancia


engendra la tendencia a ampliar la producción ilimitadamente.
Conforme se acumula el capital, va concentrándose más y más la
producción, se acentúa el progreso científico y técnico y, en virtud de
ello, aumenta la especialización de las diversas ramas de la
producción, se incrementa la productividad del trabajo y se crea más
valor por medio del trabajo altamente calificado.

15 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 238.

283
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

Sin embargo, en última instancia todos los actos de los


capitalistas individuales terminan por conducir, en última instancia
y en una escala que abarca a toda la sociedad, al descenso de la
cuota media (general) de ganancia. Al descenso de esta cuota, según
las proporciones de los capitales, unos capitalistas responden
perfeccionando los instrumentos de trabajo a fin de lograr una
plusvalía extraordinaria; otros responden reduciendo la acumulación
del capital, cerrando sus empresas y limitando la producción. Por
consiguiente, en las condiciones creadas por el capitalismo, la
producción material se lleva a cabo con el único propósito de
incrementar el capital, pero al mismo tiempo, el capital pone ciertas
trabas a la ampliación de la producción.

Así, pues, de una parte, es propio del capitalismo monopolista


de la actualidad la tendencia al altísimo desarrollo absoluto de las
fuerzas productivas especialmente por medio de las aplicaciones de
los progresos de la ciencia y la tecnología a los procesos productivos
y de servicios, y, de otra, el mismo capital pone límite a este
desarrollo, lo que no es más que una manifestación de que no existe
correspondencia de las relaciones sociales de producción con el
carácter y grado de desarrollo de las fuerzas productivas, abriéndose
las posibilidades para una nueva época económica.

284
CAPÍTULO XVII

LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA*

1. La reproducción simple.

Es útil y aún necesario, para fines teóricos, imaginar un


sistema capitalista que marche año tras año por los mismos cauces y
sin cambio ninguno. Esto nos permite abarcar la estructura de las
relaciones que prevalecen en el sistema como un todo, en su forma
más clara y simple. Seguir este procedimiento no implica, sin
embargo, pensar que alguna vez haya habido o pudiera haber un
sistema capitalista real que permaneciese inmutable año tras año.
Ciertamente, cuando examinemos el caso en que se supone que no
existe el cambio, se verá que algunos de los elementos más
esenciales del capitalismo, como existe en realidad, han sido
deliberadamente ignorados.

Quesnay, el líder de los Fisiócratas, fue el primer economista


que intentó hacer una presentación sistemática de la estructura de
las relaciones existentes en la producción capitalista. Su famoso
Tableau économique (1758) fue por esta sola razón una piedra
miliaria en el desarrollo del pensamiento económico, y Marx lo llamó
“indiscutiblemente la idea más brillante de que la economía política
había sido culpable hasta entonces”. Marx fue grandemente influido
por Quesnay y consideraba su propio plan para el análisis de la
estructura del capitalismo, que en su forma más elemental llama
“Reproducción Simple”, como una versión mejorada del Tableau.*

La Reproducción Simple se refiere a un sistema capitalista


que conserva indefinidamente las mismas dimensiones y las mismas

* Tomado de la Acumulación y el Ejército de Reserva, Capítulo V. Sweezy, Paúl.


* Una carta de Marx a Engels, fechada el 6 de julio de 1863, comienza como sigue: “Si
te resulta posible con este calor, mira el adjunto Tableau économique, con el que
sustituyo la Tabla de Quesnay, y dime qué objeciones tienes que hacerle. Abarca
todo el proceso de la reproducción”. Correspondencia selecta, p. 153. En El Capital
Marx abandonó la forma diagramático del plan que acompañaba a esta carta, pero
las ideas están allí, con la exposición muy ampliada. Véase particularmente el
volumen I, capítulo XXIII, y el volumen II, capítulo XX. Para un examen de la
relación entre el Tableau de Quesnay y los planes de la reproducción de Marx, véase
el apéndice A.
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

proporciones entre sus diversas partes. Para que se cumplan estas


condiciones es necesario que los capitalistas repongan cada año el
capital gastado o usado y empleen toda su plusvalía en el consumo;
y que los obreros gasten todo su salario en el consumo. Si no se
llenaran estos requisitos tendría lugar una acumulación o bien un
agotamiento de la existencia de medios de producción, y esto está
excluido por hipótesis. Podemos ver más fácilmente la razón de estas
afirmaciones si representamos la Reproducción Simple en el lenguaje
de notación introducido en el capítulo anterior.

Supongamos que toda la industria está dividida en dos


grandes ramas: en la I se producen medios de producción y en la II
se producen artículos de consumo en una productora de artículos de
consumo para obreros (wage goods), y otra productora de artículos
de lujo.* Aunque será deseable trabajar con un plan de dos ramas es
más sencillo y enteramente adecuado a nuestros propósitos actuales.

Hagamos que c1 y c2 sean el capital constante empleado,


respectivamente, en I y II; en forma similar, hagamos que v1 y v2
sean el capital variable, p1 y p2 la plusvalía, y w1 y w2 el producto,
medido en valor, de las dos ramas, respectivamente.

Tendremos entonces la tabla siguiente, que representa la


producción total:

I c1 + v1 + p1 = w1

II c2 + v2 + p2 = w2

Para que se cumplan las condiciones de la Reproducción


Simple, el capital constante usado debe ser igual a la producción
total de la rama de bienes de producción, y el consumo combinado
de capitalistas y obreros debe ser igual a la producción total de la
rama de artículos de consumo. Esto significa que:

* La distinción, como la hace Marx, es entre “artículos necesarios para la vida” y


“artículos de lujo”. El Capital II, capítulo XX, sec. 4.

284
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

c1 + c 2 = c 1 + v 1 + p 1

v1 + p 1 + v 2 + p 2 = c 2 + v2 + p2

Eliminando c1 de ambos términos de la primera ecuación y v2


+ p2 de ambos términos de la segunda ecuación, se verá que las dos
se reducen a la siguiente ecuación única:

c2 = v 1 + p 1

Esta puede llamarse, entonces, la condición básica de la


Reproducción Simple. Quiere decir sencillamente que el valor del
capital constante usado en la rama de artículos de consumo debe ser
igual al valor de las mercancías consumidas por los obreros y
capitalistas dedicados a producir medios de producción. Si se
satisface esta condición, la escala de la producción no cambia de un
año al siguiente.

Antes de seguir adelante, examinemos el plan de


reproducción un poco más en detalle. Quizá su mayor importancia
reside en el hecho de que ofrece un armazón unificado para analizar
las interconexiones de la producción total y del ingreso, un problema
que no fue nunca sistemática o adecuadamente tratado por los
economistas clásicos. La producción se divide en dos amplias
categorías: producción total de medios de producción y producción
total de artículos de consumo. Ambas, tomadas en su conjunto,
constituyen la suma de la oferta social de mercancías. El ingreso, por
otra parte, podemos decir que se divide en tres categorías: el ingreso
del capitalista que éste debe gastar en medios de producción si ha de
mantener su posición como capitalista, el ingreso del capitalista que
éste es libre de gastar en el consumo (plusvalía) y el ingreso del
trabajador (salario). Sin embargo, puesto que hay capitalistas y
obreros en las dos grandes ramas de la producción, quizá sea mejor
decir que el ingreso se divide en seis categorías, tres por cada rama.
Tomadas en su conjunto, éstas constituyen la demanda total de
mercancías. Ahora, es obvio que en situación de equilibrio la suma

285
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

de la oferta y la suma de la demanda deben balancear, pero lo que


no es tan obvio es la interrelación entre los diversos elementos de las
dos sumas que serán exactamente suficientes para crear tal
equilibrio. Es una de las funciones más importantes del plan de
reproducción la de arrojar luz sobre este problema. Cumpliendo esta
función –debe observarse de paso- el plan de reproducción pone los
cimientos para un análisis de las discrepancias entre la suma de la
oferta y la suma de la demanda, que, por supuesto, se manifiestan
en trastornos generales del proceso productivo.

Cada una de las partidas del plan de reproducción tiene un


carácter doble en el sentido de que representa un elemento de
demanda y a la vez un elemento de oferta. Considérese c1; constituye
una parte del valor de la producción total de los medios de
producción y constituye también una parte de los ingresos de los
capitalistas de la sección I derivados de la venta de medios de
producción y normalmente destinados a gastarse en nuevos medios
de producción. Así c1 representa a la vez la oferta y la demanda de
medios de producción. Los cambios requeridos tienen siempre lugar
entre los capitalistas de la sección I; el valor por la cantidad c1
realiza, por así decirlo, un recorrido circular, partiendo de un
extremo de la rama de medios de producción y dando la vuelta para
volver a entrar a la misma rama al comienzo del período de
producción siguiente. La partida que sigue es v1, que representa
aquella parte del valor de la producción total de medios de
producción que reembolsa los salarios; es, de este modo, oferta de
medios de producción. Por otra parte, v1 representa, asimismo, los
salarios de los obreros empelados en producir medios de producción,
y en este sentido, evidentemente, constituye demanda de medios de
consumo. No se equiparan aquí los elementos de la oferta y la
demanda. Lo que es válido para v1, bajo la suposición de la
reproducción simple, lo es también para p1, salvo que aquí se trata
de la plusvalía de los capitalistas de la sección I. Completamos el
análisis de la sección I con una oferta de medios de producción
iguales a v1 + p1, no vendidos, y con una demanda de medios de
consumo de la misma magnitud, no satisfecha. Pasemos ahora a la
sección II, o sea la producción de medios de consumo. Una parte de
la producción total de artículos de consumo igual a c2, que
representa el valor de los medios de producción usados en producir

286
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

artículos de consumo, corresponde a la demanda de nuevos medios


de producción por los capitalistas de la sección II. Aquí tampoco hay
equiparación directa entre oferta y demanda. Es diferente lo que
pasa con v2 y p2; éstos representan oferta y demanda de artículos de
consumo. Como en el caso de c1, los cambios necesarios pueden
tener lugar totalmente dentro de una sección, esta vez la sección II.
La sección II queda así con una oferta “no vendida” de artículos de
consumo iguales a c2 y una demanda no satisfecha de medios de
producción de la misma magnitud.

Refiriéndose ahora a las relaciones entre las dos ramas


advertimos que la I tiene una oferta de medios de producción y una
demanda de medios de consumo iguales a v1 + p1, y la II tiene una
demanda de medios de producción y una oferta de medios de
consumo iguales a c2. Es claro que las dos ramas pueden, por así
decirlo, negociar entre ellas, y siempre que v1 + p1 sea exactamente
igual a c2, su intercambio desembarazará el mercado de medios de
producción y de medios de consumo y establecerá el equilibrio entre
la suma de la oferta y la suma de la demanda.

Este razonamiento nos lleva de nuevo a la condición del


equilibrio de la Reproducción Simple por un método que tiene la
ventaja de poner al desnudo la lógica inherente al plan de
reproducción. El plan de reproducción es en esencia un expediente
para mostrar la estructura de las ofertas y demandas en la economía
capitalista, en términos de las clases de mercancías producidas y de
las funciones de quienes perciben los ingresos. Debe agregarse, sin
embargo, que del plan como tal no es posible hacer ningunas
deducciones causales; el plan provee un armazón, no un sustituto,
para la investigación ulterior.

2. Las raíces de la acumulación.

El lector puede haber discurrido que el capitalista que vive en


el mundo imaginario de la Reproducción Simple no muestra las
características de un capitalista que considera que “los valores de
uso no deben nunca considerarse como el fin real del capitalista”, y,
sin embargo, hemos construido ahora un sistema en el cual los

287
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

capitalistas reciben el mismo ingreso año tras año y lo consumen


siempre hasta el último dólar. Evidentemente, en tales
circunstancias, los valores de uso tendrían que ser considerados
como el fin que persigue el capitalista.

Es inevitable la conclusión de que la Reproducción Simple


implica la abstracción de lo más esencial en el capitalista, a saber,
su interés en ampliar su capital. Realiza esto convirtiendo una parte
–a menudo la mayor- de su plusvalía en capital adicional. Su capital
acrecentado le permite entonces aprovecharse aún más plusvalía,
que a su vez convierte en capital adicional, y así sucesivamente. Este
es el proceso conocido como acumulación del capital; constituye la
fuera motriz del desarrollo capitalista.

El capitalista, como lo observaba Marx, comparte con el avaro


la pasión de la riqueza como tal. Pero lo que en el avaro es una
simple idiosincrasia, en el capitalista es el efecto del mecanismo
social del que él es tan sólo una de las ruedas”. Es de la mayor
importancia comprender este punto. La forma de circulación D-M-D’,
en la que el capitalista ocupa la posición clave, es, objetivamente, un
proceso de expansión del valor. Este hecho se refleja en el fin
subjetivo del capitalista. No es de ningún modo una cuestión de
propensiones o instintos humanos innatos; el deseo del capitalista de
aumentar el valor que controla (de acumular capital) proviene de su
posición especial en una forma particular de organización de la
producción social. Un instante de reflexión mostrará que no podría
ser de otro modo. El capitalista es un capitalista y una figura
importante en la sociedad sólo por ser el propietario y representante
del capital. Privado de su capital, no sería nada. Pero el capital tiene
una sola cualidad, la de poseer magnitud, y de aquí se sigue que un
capitalista puede distinguirse de otro solamente por la magnitud del
capital que representa. El propietario de una gran cantidad de
capital que representa. El propietario de una gran cantidad de
capital ocupa un puesto más alto en la escala social que el
propietario de una cantidad pequeña; posición, prestigio y poder se
reducen a la vara de medir cuantitativa de pesos y centavos. El éxito
en la sociedad capitalista, por lo tanto, consiste en aumentar el
capital propio. “Acumular –como lo expresaba Marx- es conquistar el
mundo de la riqueza social, acrecentar la masa de seres humanos

288
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

explotados por él, y de este modo extender el predominio directo e


indirecto del capitalista”.

Dado el apremio de acumular, un factor adicional apenas


menos importante viene a reforzar los motivos del capitalista. La
mayor cantidad de plusvalía y también, por lo mismo, el mayor poder
de acumulación corresponde al capitalista que emplea los métodos
técnicos más avanzados y eficientes; en consecuencia, el afán de
perfeccionamiento es general. Pero los nuevos y mejores métodos de
producción exigen mayores desembolsos de capital y vuelven
anticuados y, por lo tanto, sin valor los medios de producción
existentes. Con las palabras de Marx,

…el desarrollo de la producción capitalista hace


necesario aumentar constantemente la cantidad de capital
desembolsado en una empresa industrial dada, y la
competencia hace que cada capitalista individual sienta las
leyes inmanentes de la producción capitalista como leyes
extensas coercitivas. Lo obliga a acrecentar constantemente su
capital a fin de conservarlo, pero no puede acrecentarlo si no
es por medio de la acumulación progresiva.

Vemos que el análisis marxista relaciona la acumulación de


capital con la forma histórica específica de la producción capitalista.
El camino del éxito y de la elevación social pasa a través de la
acumulación, y quien se rehúsa a participar en la competencia, está
en peligro de pederlo todo.

Conforme a este análisis de la acumulación, Marx trazó el


esbozo de una teoría del consumo de los capitalistas:

En el amanecer histórico de la producción capitalista


–y todo capitalista advenedizo debe pasar personalmente por
esta etapa histórica-- la avaricia y el deseo de hacerse rico son
las pasiones dominantes. Pero el progreso de la producción
capitalista no sólo crea un mundo de deleites; abre en la
especulación y el sistema de crédito mil posibilidades de
enriquecimiento súbito. Cuando se ha alcanzado cierta etapa
de desarrollo, un grado convencional de prodigalidad que es
también una exhibición de riqueza y, por lo mismo, una fuente
de crédito, se convierte en una necesidad de los negocios para

289
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

el “infortunado” capitalista. El lujo entra en los gastos de


representación del capital… Aunque, por consiguiente, la
prodigalidad del capitalista no tiene nunca el carácter bona
fide de la prodigalidad del señor feudal dadivoso, sino que, por
el contrario, tienen siempre acechando tras ella la más
sórdida avaricia y el cálculo más ansioso, y, sin embargo, sus
gastos crecen con su acumulación, sin que la una restrinja
necesariamente la otra. Pero junto con este crecimiento se
desarrolla a la vez en su pecho un conflicto fáustico entre la
pasión de acumulación y el deseo de disfrute.*

De este modo, aunque la urgencia de acumular sigue


predominando, no excluye un deseo paralelo, y aun en parte
derivado, de aumentar el consumo.

Es interesante comparar las ideas de Marx sobre los motivos


de la acumulación y el consumo de los capitalistas con las teorías
contemporáneas ortodoxas que ponen el acento en la “abstinencia” y
la “espera”. Según la teoría de la abstinencia, es penoso para el
capitalista “abstenerse” de consumir a efecto de acumular, y, por lo
tanto, el interés del capital debe considerarse como el necesario
galardón de tal abstinencia. Contra esto Marx sustenta la opinión de
que acumular capital, es decir, acrecentar la riqueza propia, es un
fin positivo y lleva consigo, tanto como el consumo, ciertos
“placeres”. Sería exactamente tan lógico –indica- ver en el consumo
una abstinencia de la acumulación, como lo contrario:

Nunca le ha ocurrido al economista vulgar hacerse la


sencilla reflexión de que toda acción humana debe
considerarse como “abstinencia” de su contraria. Comer es
abstinencia de ayunar, caminar, abstinencia de estarse quieto,
trabajar, abstinencia de estar ocioso, estar ocioso, abstinencia
de trabajar, etc. Estos caballeros harían bien en reflexionar
sobre la sentencia de Spinoza: Determinatio est negatio.

* El Capital, I, pp. 650-51. La idea de que “el lujo entra en los gastos de
representación del capital” contiene una interesante prefiguración de la doctrina del
“consumo conspicuo”, de Thorstein Veblen, como la expone en su Teoría de la clase
ociosa, cap. IV (ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1944).

290
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

En pocas palabras, los capitalistas quieren a la vez acumular


y consumir; cuando hacen lo uno ello puede considerarse como
abstinencia de lo otro; pero el ver la cuestión de esta manera no
explica nada.

Si pasamos a la teoría de la “espera” –Alfred Marshall fue el


principal exponente de esta doctrina-, las cosas no pueden sino
empeorar. La idea aquí es que, finalmente, los capitalistas desean
consumir todo lo que poseen. No lo hacen desde luego porque
esperan podrán consumirlo con interés en el futuro. Ésta es la
reductio at absurdum de una adhesión consecuente con la suposición
de que todo proceder económico está encaminado a satisfacer
necesidades de consumo. En tanto que la teoría de la abstinencia
simplemente deja de lado la urgencia del capitalista de acumular
riqueza, la teoría de la espera la niega del todo.

No debe pasarse por alto el hecho de que la teoría de la


abstinencia la presentó por primera vez Nassau W. Senior en la
década del 1830, y de que los economistas anteriores habían dado
generalmente por supuesto un motivo independiente para la
acumulación. Así Ricardo escribió una vez a Malthus: “Considero
ilimitados las necesidades y los gastos de la humanidad. Todos
queremos aumentar nuestros goces o nuestro poder. El consumo
aumenta nuestros goces, la acumulación nuestro poder, y ambos
promueven igualmente la demanda”. Como de costumbre, Ricardo
universaliza un rasgo de la producción capitalista, aplicándolo a “la
humanidad” en general, pero no hay aquí ningún vestigio del punto
de vista de la abstinencia. ¿Cómo podemos explicarnos este súbito
cambio de frente de los economistas? La respuesta parece estar en el
hecho de que la teoría de la abstinencia, así como las teorías de la
espera y de la relación en el tiempo, después de ella, operaban como
defensa de la plusvalía y, por lo tanto, del statu quo. Antes de 1830,
más o menos –Marx indica que la revolución de julio en Francia
señala el viraje- el capitalismo, hablando en general, había sido una
fuerza agresiva que atacaba muchos, aunque ciertamente no todos,
de los aspectos del statu quo. Lograda la victoria, sin embargo, fue
necesario pasar del ataque a la defensa. Muchas de las diferencias
entre las doctrinas de los economistas clásicos y las de sus
sucesores, pueden ser comprendidas tan sólo recordando este hecho;

291
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

no fue la menor de tales diferencias la señalada por la aparición de la


teoría de la abstinencia.

3. La acumulación y el valor de la fuerza de trabajo: planteamiento del


problema.

Se podría presentar en este punto un plan de reproducción,


que Marx llama Reproducción Ampliada en contraste con la
Reproducción Simple, mostrando la interrelación de las ofertas y las
demandas cuando la acumulación es tomada en cuenta, es decir,
cuando los capitalistas no consumen ya totalmente la plusvalía, sino
que ésta se divide en tres partes, una que consumen los capitalistas,
otra que se agrega al capital constante y una tercera que se suma al
capital variable. En este capítulo nos interesa investigar los efectos
de la cantidad acrecentada del capital variable, o lo que viene a ser lo
mismo, la demanda acrecentada de fuerza de trabajo, que va
implícita en el proceso de acumulación. Para este fin podemos tomar
simplemente las relaciones cuantitativas de oferta y demanda que
son necesarias para mantener el equilibrio de la Reproducción
Ampliada, sin entrar en la estructura formal del plan.

Partimos, pues, del hecho indudable de que la acumulación


implica un aumento en la demanda de fuerza de trabajo. Ahora bien,
cuando aumenta la demanda de una mercancía cualquiera, su
precio sube asimismo; y esto lleva consigo una desviación del precio
respecto del valor. Sabemos que en el caso de una mercancía
ordinaria, digamos telas de algodón, esto pondrá ciertas fuerzas en
movimiento para poner nuevamente el precio de acuerdo con el valor:
los manufactureros de telas de algodón obtendrán ganancias
anormalmente altas, otros capitalistas serán inducidos a entrar en
esa industria, crecerá la oferta de telas de algodón y el precio bajará
hasta que sea nuevamente igual al valor, y las ganancias, normales.
Habiendo sentado en esta forma el principio general, nos impresiona
en seguida un hecho notable: la fuerza de trabajo no es una
mercancía ordinaria. No hay capitalista que pueda dedicarse a
producir fuerza de trabajo en una empresa en caso de que suba el
precio de ésta; en realidad, no hay ninguna “industria de fuerza de
trabajo” en el sentido en que hay una industria de telas de algodón.

292
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

Sólo en una sociedad esclavista, como el sur de Norteamérica antes


de la Guerra Civil, donde se practicaba la cría de esclavos para
obtener ganancias, se puede hablar propiamente de una industria de
fuerza de trabajo.

Mientras estuvimos ocupándonos de la Reproducción Simple,


fue posible suponer que la fuerza de trabajo se vendía en su valor.
No había contradicción ninguna en tal suposición, ya que no hay
fuerzas actuando para producir una desviación entre el precio de la
fuerza de trabajo y su valor. Tan pronto se toma en cuenta la
acumulación se eleva la demanda de fuerza de trabajo y no es ya
lícito suponer la igualdad entre los salarios y el valor de la fuerza de
trabajo. Además, como acabamos de ver, el mecanismo en que puede
confiarse para el restablecimiento de esta identidad en el caso de
todas las mercancías que se producen para obtener ganancias, es
ineficaz en el caso de la fuerza de trabajo. Parece que hay ciertas
dificultades para la aplicación de la ley del valor a la mercancía
fuerza de trabajo.*

Esto implica algo más que una sutileza de lenguaje. No es en


verdad una exageración decir que queda a discusión la validez de
toda la estructura teórica de Marx. Para advertir el porqué de esto
sólo es necesario recordar que la plusvalía, que es esencial para la

* Los marxistas, generalmente, han pasado por alto la dificultad lógica que envuelve el
aplicar la ley del valor a la mercancía fuerza de trabajo. Y es curioso que los críticos
de Marx, casi con la misma unanimidad, hayan olvidado este punto tan importante.
Bortkiewcz, en este y otros respectos, es un caso especial. Él vio claramente la
dificultad, como lo muestra el pasaje siguiente: “Someter los salarios a la ley del
valor, como lo hace Marx, es inadmisible, ya que esta ley, hasta donde puede
suponerse, para tener validez descansa en la competencia entre productores, la cual
está totalmente excluida en el caso de la mercancía fuerza de trabajo”.
Wertrechnung und Preisrechnung im Marxschen System”. Archiv für
Sozialwissenschaft und Sozialpolitik, septiembre de 1907, p. 483. Bortkiewcz, sin
embargo, creía que era posible evitar la dificultad abandonando la idea de que la
fuerza de trabajo es una mercancía como otras y suponiendo simplemente que el
salario real es fijo. Al parecer no se le ocurrió nunca que tal suposición no se
justifica ya desde el momento en que se introduce la acumulación.
Oskar Lange, recientemente, ha puesto énfasis en la dificultad que envuelve el
aplicar la ley del valor a la mercancía fuerza de trabajo y ha hecho notar, por
primera vez hasta donde yo estoy enterado, las implicaciones del problema con
respecto a la estructura teórica de Marx. “Marxian Economics and Modern
Economic Theory”, Review of Economic Studies, junio de 1935.

293
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

existencia del capitalismo, depende de la diferencia que existe entre


el valor de la fuerza de trabajo y el valor de la mercancía que el
trabajador produce. Si no hay fuerzas en acción que conserven los
salarios iguales al valor de la fuerza de trabajo, ¿qué razón hay para
suponer la existencia de esta brecha esencial entre los salarios y el
valor del producto? ¿No podríamos con igual razón suponer que los
salarios suben bajo el estímulo de la acumulación hasta eliminar
toda la brecha? Antes de examinar la respuesta de Marx a estas
preguntas será necesario analizar brevemente la solución ricardiana
del problema de la relación entre los salarios y el valor de la fuerza
de trabajo, ya que en ésta, como en otras cuestiones de teoría
económica, se puede entender mejor a Marx mediante una
comparación con Ricardo.

La teoría cuantitativa del valor y la ganancia, de Ricardo, es


muy semejante, excepto en materia de terminología, a la de Marx.
Este paralelismo parece extenderse a la teoría de los salarios. “El
trabajo –dice Ricardo- como todas las demás cosas que se compran y
se venden, y que pueden aumentar o disminuir en cantidad, tienen
su precio natural y su precio de mercado. El precio natural del
trabajo es el precio necesario para que los trabajadores, uno con
otro, puedan subsistir y perpetuar su raza, sin aumento ni
disminución”.*

Por mucho que el precio de mercado del trabajo pueda


desviarse de su precio natural, tiene, como las mercancías,
una tendencia a ajustarse a él.

Es cuando el precio de mercado del trabajo excede su


precio natural cuando la condición del trabajador es más
próspera y feliz, cuando tiene la posibilidad de disponer de
una porción más grande de artículos necesarios y goces de la
vida… Sin embargo, cuando por el estímulo que los salarios
altos dan al crecimiento de la población, el número de

* Principles of Political Economy, p. 71. Lo que Ricardo llama el “precio natural del
trabajo” equivale al concepto marxista del “valor de la fuerza de trabajo”. Los
clásicos, y Marx en una de sus primeras obras de economía. Wage, Labor and
Capital (1847), no distinguían entre el trabajo y la fuerza de trabajo; más bien
utilizaba la palabra trabajo en ambos sentidos. La confusión era frecuente como
resultado del uso doble de la palabra trabajo.

294
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

trabajadores aumenta, los salarios bajan de nuevo hasta su


precio natural, y a la verdad, como reacción, caen a veces por
debajo de él.

Para Ricardo, en pocas palabras, el mecanismo necesario


para asegurar que los salarios permanezcan más o menos al nivel
convencional de subsistencia, reside en una teoría de la población.

Además, la teoría demográfica en que pensaba era


evidentemente un caso especial de la famosa teoría maltusiana, que
tan en boga estuvo en Inglaterra durante la primera mitad del siglo
XIX. Así, en el plan clásico la oferta de todas las mercancías
ordinarias es regulada por la competencia entre capitalistas, en tal
forma que se iguala el precio al valor; en el caso de la oferta de
trabajo precisamente la misma función es desempeñada por la teoría
de población. Es en este sentido como la teoría de la población es
parte integrante de la estructura teórica de la economía política
clásica.

Marx no escribió mucho acerca de los factores que


determinan el volumen de la población, pero es evidente, por lo
menos, que no tenía nada que hacer con la teoría maltusiana o
cualquiera de sus variantes. A la teoría de la población la llamaba “el
dogma de los economistas”, y casi no la mencionaba, a no ser para
menospreciarla. Al Essay on Population, de Malthus, lo llamó un
“libelo sobre la raza humana”, y a su doctrina, “la fantasía
maltusiana de la población”. La gran sensación causada por el
Ensayo no se debió de ningún modo a originalidad o interés científico
(pues ambos faltaban en él totalmente) sino “tan sólo a interés de
partido”. Sería probablemente imposible encontrar en todos los
escritos de Marx una referencia favorable a la doctrina clásica de la
población. Evidentemente no estaba dispuesto a adoptar este método
de ajustar la teoría del valor al carácter único de la mercancía fuerza
de trabajo.

4. La solución de Marx: el ejército de reserva del trabajo.

295
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

Marx estaba, por supuesto, bien enterado de la tendencia de


los salarios a subir bajo el impacto de la acumulación de capital.

Las exigencias del capital que se acumula pueden


exceder el aumento de la fuerza de trabajo o del número de
trabajadores; la demanda de trabajadores puede exceder la
oferta y, por consiguiente, los salarios pueden subir. A la
verdad, esto debe ser así finalmente si las condiciones
supuestas antes persisten. Puesto que, si cada año se emplean
más trabajadores que en el anterior, tarde o temprano se
llegará a un punto en que las exigencias de la acumulación
empiecen a sobrepasar la oferta de trabajo acostumbrada y,
por lo tanto, tenga lugar una elevación de salarios.

Estaba completamente seguro, sin embargo, de que tal


elevación de salarios “no puede nunca alcanzar el punto en que
amenazase al sistema mismo”. Tenía que preguntarse, por lo tanto:
¿qué es lo que detiene los salarios, de tal modo que la plusvalía y la
acumulación puedan seguir siendo los rasgos característicos y
esenciales de la producción capitalista? Esta cuestión es el anverso
de la planteada antes - ¿qué es lo que mantiene los salarios iguales
al valor de la fuerza de trabajo? - y, por consiguiente, responder a
una es al mismo tiempo responder a la otra.

La solución de Marx a este problema gira alrededor de su


famoso concepto del “ejército de reserva del trabajo”, o como también
lo llamó, la “población excedente relativa”. El ejército de reserva
consiste de obreros desocupados que, mediante su competencia
activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante, hacia
abajo, en el nivel del salario.

El ejército industrial de reserva durante los períodos de


estancamiento y de prosperidad media, gravita sobre el
ejército activo de trabajo; durante los períodos de
sobreproducción y paroxismo, pone freno a sus pretensiones.
La población excedente relativa es, por lo tanto, el pivote sobre
el cual opera la ley de la demanda y oferta de trabajo. Ella
confina el campo de acción de esta ley dentro de los límites
absolutamente adecuados a la actividad explotadora y a la
dominación del capital.

296
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

El ejército de reserva se recluta principalmente entre aquellos


que han sido desplazados por la maquinaria, “sin que esto tome la
forma más ostensible del despido de trabajadores empleados ya, o la
forma menos evidente pero no menos real de la más difícil absorción
de la población trabajadora adicional por los cauces usuales”. Que
Marx consideraba la introducción de maquinaria para economizar
trabajo como una respuesta más o menos directa de los capitalistas
a la tendencia ascendente de los salarios, se ve con claridad en el
pasaje siguiente:

Entre 1849 y 1859, tuvo lugar una elevación de


salarios en los distintos distritos agrícolas ingleses… Éste fue
el resultado de un éxodo inusitado de la población agrícola
excedente, ocasionado por las necesidades de la guerra y el
desarrollo enorme de los ferrocarriles, las fábricas, las minas,
etc. En todas partes los agricultores se lamentaban y el London
Economist, refiriéndose a aquellos salarios de hambre,
parloteaba muy seriamente sobre “un progreso general y
sustancial”. Ahora bien, ¿qué hicieron los agricultores?
¿Esperaron hasta que, como resultado de esa brillante
remuneración, los trabajadores agrícolas se hubieran
multiplicado y aumentado a tal punto que sus salarios
debieran bajar de nuevo, según lo prescribía el talento
económico dogmático? Introdujeron más maquinaria y al
instante hubo otra vez trabajadores excedentes, en una
proporción satisfactoria aun para los agricultores. Había
ahora “más capital” que antes empleado en la agricultura, y
en una forma más productiva. Con ello la demanda de trabajo
cayó, no sólo relativa sino absolutamente.

En lo que concierne a los capitalistas individuales, cada cual


da por supuesto el nivel de los salarios y procura obtener las
mayores ventajas posibles. Al introducir maquinaria, por lo tanto, no
hace más que tratar de reducir su nómina de pagos. El efecto neto
de esta conducta general de los capitalistas, sin embargo, es el de
provocar el desempleo, que a su vez actúa sobre el nivel del salario
mismo. De aquí se sigue que mientras más fuerte sea la tendencia de
los salarios a subir, más fuerte será también la presión del ejército
de reserva para contrarrestarla, y viceversa.

297
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

En términos del movimiento del capital social total, la


mecanización significa un alza en la composición orgánica del
capital, es decir, un aumento en los gastos de los capitalistas en
maquinaria y materiales, a expensas del trabajo. Puede significar un
descenso absoluto en la demanda de trabajo, o puede significar
simplemente que la demanda de trabajo se retrasa con respecto al
aumento del capital total. En este último caso, si la población crece –
no importa por qué razones- la ampliación continua del ejército de
reserva, digamos como una proporción más o menos constante de la
fuerza trabajadora total, es una posibilidad perfectamente lógica.
Marx parece haber tenido habitualmente algo de este género en
consideración; las suposiciones subyacentes en este caso eran, en
verdad, las que se le habrían ocurrido de un modo natural a
cualquiera que escribiese a mediados del siglo XIX. Pero el principio
del ejército de reserva es independiente de cualquier suposición
particular sobre la población; opera igualmente bien con una
población estacionaria y aún con una población declinante. En este
hecho tenemos una de las diferencias decisivas entre Marx y sus
predecesores de la escuela clásica.

En relación con esto, conviene advertir que Marx no fue el


primero en descubrir la posibilidad del desplazamiento del trabajo
por la maquinaria, ni aún el primero en exponer la falsedad de la
teoría de la compensación, que era entonces, como es ahora, tan
popular entre los economistas y publicistas ortodoxos. Un trabajo
teórico en extremo importante había sido realizado ya por Ricardo
(entre otros) en el famoso capítulo “Sobre la maquinaria” que
apareció por la primera vez en la tercera edición de los Principios. Allí
Ricardo establecía con argumentos un poco desmañados, pero
lógicamente inatacables, que la maquinaria que ahorra trabajo
“libera” obreros sin liberar el capital variable necesario para su
empleo en otras partes, y, por lo tanto, su reempleo depende
principalmente de la acumulación adicional. Aunque Ricardo no lo
dijo, es consecuente con su razonamiento el suponer que la tasa de
desplazamiento excede la tasa de reabsorción como resultado de la
nueva acumulación. El gran éxito de Marx fue la integración de este
principio en la teoría general de la acumulación del capital, de tal
modo que libera a esta última de la forma fatal dependencia del
dogma maltusiano de la población.

298
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

Sería erróneo, por supuesto, suponer que la tasa de la


acumulación o bien la introducción de maquinaria para ahorrar
trabajo marche a un paso igual, como para mantener un delicado
equilibrio de los salarios con la plusvalía. Por el contrario, “con la
acumulación y el desarrollo de la productividad del trabajo que la
acompaña, crece también el poder de expansión rápida del capital”.
Un estallido súbito de acumulación de capital puede ser el resultado
de la apertura de un nuevo mercado o de una nueva industria. En
tales casos el ejército de reserva se vacía y desaparece el obstáculo
que frena el alza de los salarios; la plusvalía puede, a la verdad,
disminuir seriamente. “Pero tan pronto esta disminución toca el
punto en que el trabajo excedente que nutre al capital no es
suministrado ya en el volumen normal, se produce una reacción: se
capitaliza una parte menor del ingreso, la acumulación se retrasa y
el movimiento de alza de los salarios se detiene”. Marx describe aquí
una de las causas fundamentales de las crisis. Junto a la
eliminación del trabajo por la maquinaria, las crisis y las depresiones
toman su lugar como mecanismo capitalista específico para
reconstruir el ejército de reserva cada vez que éste se ha reducido a
proporciones peligrosamente pequeñas. Aquí sólo necesitamos tomar
nota de que a través de su relación con el ejército de reserva, el
problema de las crisis ocupa una posición central en el sistema
teórico de Marx. En tanto que para los teóricos clásicos el problema
consistía no tanto en explicar las crisis como en explicar su
desaparición, para Marx el capitalismo sin crisis sería, en último
análisis, inconcebible.*

Se puede esclarecer la teoría del ejército de reserva con un


sencillo diagrama. La figura 1 es una representación del proceso
industrial. Arriba está la gran masa de trabajadores en Empleo
Industrial. Esta es alimentada de una parte por la corriente de
nuevos trabajadores que consiguen puestos por la primera vez en la
industria capitalista (A), y de la otra, por los desocupados del Ejército
de Reserva que se incorporan a la industria (D). Abandonan el
Empleo Industrial, primero, los trabajadores retirados que han
concluido su carrera productiva (F), y segundo, aquellos que son

* En el caso del fascismo, este principio sufre una modificación considerable. Véase,
adelante, cap. XVIII, secs. 5 y 6.

299
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

desplazados de la industria (C) y, por lo tanto, pasan al Ejército de


Reserva. Para completar el diagrama, se incluyen dos corrientes más,
a saber, los nuevos trabajadores que, no logrando encontrar empleo,
se incorporan inmediatamente al Ejército de Reserva (B); y aquellos
que, después de un período de desocupación, abandonan la busca de
puestos de trabajo y se agregan a la corriente de trabajadores
retirados (E).

En la fase de prosperidad del ciclo económico el empleo


industrial crece mientras el ejército de reserva disminuye.

Una representación diagramático similar de la noción clásica


del proceso industrial sólo necesitaría mostrar el Empleo Industrial
con la corriente de nuevos trabajadores que ingresan y el flujo de
trabajadores que se retiran. El nivel de los salarios, en este cuadro,
depende principalmente de la magnitud de la corriente de nuevos
trabajadores, la que a su vez es una función del crecimiento de la
población. En esta forma, si consideramos el sistema de producción
como coextenso del campo de Empleo Industrial, la noción clásica
era en el sentido de que los salarios estaban en fin de cuentas
regulados por factores exteriores al sistema (población).

300
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

En la teoría de Marx, sin embargo, el sistema de producción


incluye tanto el Empleo Industrial como el Ejército de Reserva. Sea
cual fuera la suposición que hagamos con respecto a factores
exteriores al sistema (población) queda en pie el hecho de que éste
contiene en sí un mecanismo para regular el nivel de los salarios y,
por lo tanto, para mantener el de las ganancias.*

Más aún, puesto que todas las corrientes de la figura 1 están


concebidas como flujos permanentes, no hay lugar a una crítica
basada en el argumento de que el desempleo tecnológico es
meramente un fenómeno transitorio y, por lo tanto, no puede ser
parte integrante de una teoría del sistema de producción.

5. La naturaleza del proceso capitalista.

La economía política clásica, que tan firmemente se apoya en


la teoría maltusiana de la población, se inclinó siempre a predecir el
fin inminente del progreso económico. El razonamiento era elevado y
convincente en su simplicidad. La acumulación estimula
indirectamente el desarrollo de la población; el aumento del número
de habitantes obliga a recurrir a tierras inferiores; las cosas
necesarias para la vida sólo pueden producirse, por consiguiente, a
un costo sin cesar creciente en términos de horas-hombre. Esto
implica un alza en el valor de la fuerza de trabajo y, en consecuencia,
de los salarios como una proporción del producto total;* y, por lo
mismo, también, un descenso de la ganancia como una proporción
del producto total. Eventualmente parecía seguro que inclusive la
cantidad absoluta de la ganancia comenzaría a descender.
Finalmente, la acumulación por los capitalistas –la fuerza motriz de
todo el proceso- “cesará del todo cuando sus ganancias sean tan
bajas que no representen para ellos una compensación adecuada por
las molestias y los riesgos que necesariamente afrontan empleando
su capital en forma productiva”. Este curso inexorable de la
evolución podría ser detenido temporalmente por descubrimientos

* Con esto no se niega la importancia práctica y teórica de la tasa de crecimiento de la


población. El problema adquiere gran importancia en un nivel de abstracción un
poco más bajo. Véase, adelante, cap. XII, sec. 3, No. 3.
* Ello no implica, por supuesto, ninguna elevación de la tasa del salario real.

301
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

técnicos y científicos que hicieran menos costosa la producción de


artículos necesarios. Pero eventualmente debe efectuarse y alcanzar
su conclusión lógica, el estado estacionario. El progreso económico
debe ser finalmente detenido por dos leyes naturales preponderantes
e inmutables: la ley de la población y la ley de los rendimientos
decrecientes. John Stuart Mill, a este respecto, habla en serio de la
“imposibilidad de evitar en último término el estado estacionario –
esta irresistible necesidad de que la corriente de la actividad humana
desemboque al fin en un mar al parecer estancado”.

Ésta es una teoría de la evolución económica que se deduce


con precisión lógica de algunas premisas iniciales claramente
enunciadas. Como palabra final de la economía política clásica sobre
la tendencia esencial del sistema capitalista, posee una intrepidez
intelectual que, ciertamente, no debe negarse. Pero hacia el final del
siglo XIX, los hechos, minando como termitas los cimientos de la
soberbia mansión, hicieron que todo el edificio se derrumbara con
estrépito. La teoría maltusiana de la población no pudo sobrevivir al
notable descenso en la curva de las tasas de natalidad que comenzó
durante la década del 1870, en los países occidentales más
avanzados. Los economistas, gradualmente y de mala gana, se vieron
obligados a abandonar la teoría de la población y con ella toda la
teoría clásica de la evolución económica.

En aquellas circunstancias, esto era inevitable. Pero los


economistas abandonaron mucho más de lo que era necesario. En
vez de buscar una teoría satisfactoria de la evolución económica para
sustituir la teoría clásica desacreditada, procedieron a excluir las
cuestiones de los procesos evolutivos del campo de la elaboración
teórica sistemática. Desde el punto de vista de la “estática y
dinámica” a las que los teóricos dedicaban ahora su atención,
inclusive el ciclo económico aparecía como un asunto meteorológico
o, en el mejor de los casos, como un producto secundario de la
incapacidad congénita de la mente legislativa para entender los
verdaderos principios del dinero y de la banca.

Tales fueron las tristes consecuencias del colapso de la teoría


clásica.

302
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

El desarrollo de la teoría económica de Marx, sin embargo, no


podía conducir a tales resultados. Rechazando desde el principio
todo tráfico con el malthusianismo, Marx se protegió contra los
perniciosos efectos de su colapso. Más aún, incluyendo en su
estructura teórica el principio del ejército de reserva en vez de la ley
de la población, no sólo rompió categóricamente con la tradición
clásica, sino que puso también la base para un nuevo y
asombrosamente poderoso ataque a los problemas de la evolución
económica.

En tanto que en la teoría clásica los cambios en los métodos


de producción son considerados como dependientes de invenciones y
descubrimientos esencialmente fortuitos, en la teoría de Marx se
convierten en condiciones necesarias para prolongar la existencia de
la producción capitalista. Pues es principalmente por medio de las
innovaciones tecnológicas para economizar trabajo, como se recluta
el ejército de reserva, y sólo por la existencia continua del ejército de
reserva pueden sobrevivir la plusvalía y la clase que ella sostiene.
Pero esto no agota la cuestión. No es ni siquiera necesario aceptar la
teoría del materialismo histórico de Marx para convenir en la tesis de
que los cambios en la técnica de la producción ejercen una profunda
influencia en la estructura institucional e ideológica de la sociedad.
En el Manifiesto Comunista, dijo Marx: “La burguesía no puede
existir sin revolucionar constantemente los instrumentos de
producción y, por este medio, las relaciones de producción y, con
ellas, todas las relaciones de la sociedad”. En El Capital, Marx plantó
esta penetrante visión en el suelo de la teoría económica. De este
modo descubrió una de las más importantes “leyes del movimiento”
del capitalismo, cuya exploración era el propósito expreso de El
Capital

No hemos explicado aún, por supuesto, la teoría de la


evolución económica de Marx en todas sus ramificaciones; lo que
hemos hecho es proveer la base de tal teoría, la noción fundamental
del proceso capitalista como aquel que, en principio, implica la
acumulación incesante acompañada de cambios en los métodos de
producción. Es desde luego claro que esta noción del proceso
capitalista difiere radicalmente de la que está en la base de la teoría
clásica de la evolución económica. Esta última, en principio, no toma

303
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

en cuenta los cambios en los métodos de producción; el desarrollo


económico es considerado exclusivamente en términos de cambios
cuantitativos (graduales) en la población, el capital, los salarios, las
ganancias y la renta. Las relaciones sociales no son afectadas; el
resultado final es simplemente un estado de cosas en el que todas
estas tasas de cambio son iguales a cero. Puesto que la noticia
marxista subraya principalmente los cambios que ocurren en los
métodos de producción, implica el cambio cualitativo en la
organización social y en las relaciones sociales, a la vez que el
cambio cuantitativo en las variables económicas como tales. Así se
abre el camino para considerar el “resultado final” como una
reconstrucción revolucionaria de la sociedad, más bien que como un
mero estado de reposo.*

* Es necesario anotar una excepción importante a la por otra parte válida generalización de que
los economistas modernos no hacen ningún intento de incluir los procesos evolutivos en su
teorización sistemática. Esa excepción es J. A. Schumpeter, cuya Teoría del desenvolvimiento
económico (1ª. ed. alemana, 1912; trad. inglesa, 1936; trad. esp. De Fondo de Cultura
Económica, 1944) representa, a este respecto, una bien definida desviación de lo normal.
La teoría de Schumpeter tiene ciertas notables semejanzas con la de Marx. Comienza con una
demostración de que la ganancia y el interés estarían ausentes de la “Corriente Circular”, un
concepto que corresponde a la Reproducción Simple de Marx. Parece probable que Schumpeter
llegaría hasta mantener que, aún faltando la acumulación, hay fuerzas que actúan para
eliminar el excedente del ingreso sobre el costo del cual se derivan la ganancia del empresario y
el interés. En otras palabras, en ausencia del cambio, el ingreso se atribuirá totalmente a los
factores originales de la producción, las máquinas repondrán exactamente su costo, no dejando
excedente para sus propietarios.
Los empresarios, no obstante, procuran eludir el destino de pobres que les espera en un estado
estacionario de la sociedad, reduciendo los costos descubriendo nuevos mercados, inventando o
popularizando nuevos productos y en general, introduciendo “innovaciones”. Los que tienen
éxito disfrutan de una suerte de posición de monopolio temporal que es la fuente de la ganancia
del empresario. Puesto que el capital en dinero provee los medios para arrancar los recursos de
sus cauces acostumbrados de uso y desviarlos por nuevos cauces –y ésta es la esencia de la
innovación- los empresarios están dispuestos a pagar interés para obtener su control. Una vez
que ha aparecido el interés en algún punto del sistema, siendo exclusivamente un fenómeno
monetario, se extiende a todo el sistema. Cualquier fuente particular de ganancia está destinada
a ser temporal –suponiendo la falta de barreras permanentes a la competencia- pero como las
innovaciones se suceden unas a otras, la ganancia y el interés como tales nunca desaparecen
del todo. Sin duda que la introducción de innovaciones no tiene lugar lenta y continuamente,
sino más bien en grupos o enjambres. Esta discontinuidad en el proceso de la innovación está
en la base del fenómeno conocido por ciclo económico.
El breve esbozo de la teoría de Schumpeter basta a indicar que para él, como para Marx, los
cambios en los métodos de producción son un rasgo básico del capitalismo y no simples
epifenómenos que tocan de manera más o menos azarosa el proceso económico.
A pesar de ciertas semejanzas obvias entre esta noción y la noción marxista –que Schumpeter
mismo reconoce abiertamente- quedan discrepancias teóricos fundamentales. Por ejemplo, no
hay en Schumpeter nada análogo al Ejército de Reserva, y su forma de considerar la relación
capital-trabajo es por completo diferente de la de Marx. Además, Schumpeter niega
expresamente toda intención de pasar de los cambios en los métodos de reproducción a las

304
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

“alteraciones de la organización económica, sus costumbres”, etc. (p. 99 n). Por lo tanto, admite
que “mi estructura cubre sólo una pequeña parte de su campo” [de Marx] (p. 100 n).
Vale la pena advertir que en los círculos ortodoxos la teoría del desenvolvimiento económico, de
Schumpeter, no ha disfrutado nunca de la atención que merece y ha sido muy mal entendida y
muy tergiversada. Sólo ha logrado aceptación, en la medida en que la ha logrado, como teoría
del ciclo económico más bien que como la base de una teoría de la evolución capitalista. En
último análisis, por consiguiente, el ejemplo de Schumpeter sirve sólo para subrayar la falta de
interés del economista ortodoxo moderno en lo que Marx llamó las “leyes del movimiento” del
capitalismo.

305
CAPÍTULO XV

EL CICLO Y LA ROTACIÓN DEL CAPITAL*

1. EL CICLO DEL CAPITAL INDUSTRIAL Y SUS TRES FASES.

El propósito y el motivo que rige la producción capitalista es


la obtención de plusvalía.

La plusvalía se crea en la producción. Pero las premisas


necesarias para crearla se encuentran en la circulación, ya que sólo
en ella puede el capitalista conseguir los medios de producción y la
mano de obra que necesita. Es también en la circulación donde el
capitalista vende las mercancías fabricadas por los obreros a fin de
reanudar, con el dinero recaudado, el proceso de elaboración de
plusvalía.

Quiere decirse que este proceso tiene un íntimo vínculo con la


circulación y representa la unidad de dos procesos: el de producción
y el de circulación.

Para crear la plusvalía, el capital tiene que ir de la órbita de la


circulación a la de la producción, y viceversa, pues el capital es
movimiento y no se le debe interpretar como algo inerte.

En su movimiento, el capital atraviesa varias fases y adquiere


formas distintas, ejecutando determinadas funciones en cada una de
ellas.

Es objeto de este tema analizar el capital en su dinámica,


examinar los factores que influyen en la rapidez del movimiento del
capital y mostrar la influencia que ejerce dicha rapidez en la
plusvalía. Nos vamos a referir a la dinámica del capital industrial, es
decir, del capital cuya función consiste en crear la plusvalía.

* Tomado del libro “Curso Superior de Economía Política”, Spiridonova, Atlas y otros,
Editorial Grijalbo, México, 1975.
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Al decir “capital industrial” nos referimos a todas las ramas


de la producción que se rigen al modo capitalista.

El capital atraviesa tres fases.

Comienza su movimiento en la forma de dinero. Para iniciar


sus actividades encaminadas a obtener plusvalía, todo capitalista
debe desembolsar una determinada suma de dinero invirtiéndola en
adquirir los factores indispensables de la producción: medios de
producción y fuerza de trabajo.

En virtud de ello, el capital-dinero se convierte en los


elementos del capital productivo, o sea del capital ocupado en la
esfera de la producción. Esta primera fase del movimiento del capital
puede ser expresada en la fórmula:

En virtud de ello, el capital-dinero se convierte en los


elementos del capital productivo, o sea del capital ocupado en la
esfera de la producción. Esta primera fase del movimiento del capital
puede ser expresada en la fórmula:

En la primera fase, el movimiento del capital se verifica en la


esfera de la circulación. Lo peculiar de esta fase es la adquisición de
la mercancía fuerza de trabajo. Precisamente esta adquisición, al
unificar la fuerza de trabajo con los medios de producción, es la que
permite que se convierta el valor desembolsado como dinero en
capital, auténtico, en valor que produce plusvalía.

En el acto D - T van implícitas determinadas relaciones de


clase entre el capitalista y el obrero, las cuales se manifiestan
primeramente en la esfera de la circulación, y más tarde en la de la
producción, siendo de notar que, en la circulación, la esencia de las
relaciones entre el capitalista y el obrero va oculta, enmascarada,
puesto que uno y otro actúan aparentemente como dos vendedores
iguales de mercancías, aunque ya aquí el obrero tiene que

230
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

enfrentarse con un capitalista que posee el monopolio de los medios


de producción.

Por tanto, el dinero se convierte en capital no por ser dinero,


sino porque en el mercado se enfrenta con la mercancía fuerza de
trabajo, porque se transforma en expresión de determinadas
relaciones de clase y crea la plusvalía.

La primera fase hace necesario el proceso de producción, ya


que el capital, convertido en elementos de producción, adopta una
forma natural con la cual no puede permanecer en la órbita de la
circulación y debe pasar a la de la producción.

El capitalista consume productivamente las mercancías


adquiridas; los obreros producen nuevas mercancías; y como
resultado de este proceso, el capitalista recibe mercancías cuyo valor
sobrepasa al de los medios de producción y de la fuerza de trabajo
invertidos en dicho proceso. El capitalista recibe mercancías que
encierran plusvalía. En esta fase, el capital productivo se transforma
en capital mercantil, en capital materializado en mercancías. La
segunda fase de la dinámica del capital se expresa en la fórmula:

Los puntos indican que el proceso de circulación es


interrumpido por el de producción. El signo M 1 nos dice que M1 es
superior a M en la magnitud de la plusvalía, que la nueva mercancía
creada se destina a la venta.

La segunda fase de la dinámica del capital es la fase


industrial o de producción. Durante ella, el capital tiene la forma de
capital productivo, que es el que, ocupado en la producción, crea la
plusvalía.

Por sí mismos, los medios de producción y la fuerza de


trabajo no constituyen un capital, sino solamente factores
indispensables de la producción. Adquieren la forma de capital

231
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

productivo tan sólo en determinado momento del desarrollo de la


producción mercantil, cuando la fuerza de trabajo se convierte en
mercancía como resultado de la disociación entre el productor
directo y los medios de producción y crea la plusvalía.

Es función del capital productivo la creación de la plusvalía.


El capital es productivo tan sólo cuando crea plusvalía. Desde el
punto de vista de la creación de la plusvalía, es sabido que sólo el
capital variable es productivo. Sin embargo, la circunstancia de que
la fuerza de trabajo sea tan sólo una parte del capital productivo
transforma las relaciones capitalistas en un fetiche. La plusvalía
aparece como una creación o fruto de todo el capital, con lo cual se
enmascara la esencia de la explotación capitalista.

En el proceso de producción se crean mercancías, y el capital


productivo pasa a ser capital-mercancías. La segunda fase prepara y
hace inevitable la tercera fase: la conversión de la mercancía en
dinero. De la órbita de la producción, el capitalista se reintegra al
mercado como vendedor de la mercancía producida, la realiza allí y
la convierte en dinero, con lo cual el capital-mercancía pasa a ser
capital-dinero.

Esta fase del movimiento del capital se expresa en la fórmula:

M1 - D1

La tercera es la fase de circulación. Las mercancías


producidas en las empresas capitalistas contienen el fruto de la
explotación capitalista: la plusvalía. Por eso, la función del capital-
mercancía consiste en realizar el valor acrecentado del capital, la
primera conversión de la plusvalía en dinero y el reintegro del capital
desembolsado a su forma dinero inicial. Sin realización es imposible
reanudar el proceso de producción y obtener plusvalía. Sin embargo,
la transformación del capital-mercancías en dinero tropieza con
dificultades originadas por el bajo poder adquisitivo de la clase
obrera así como por los efectos de la ley de la competencia y por la
anarquía de la producción. De ahí que esta fase desempeñe un papel
muy importante en el proceso del movimiento del capital.

232
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Así, pues, el capital industrial, en su movimiento, atraviesa


una vez la fase de producción y dos veces la de circulación. La
dinámica del capital industrial puede expresarse en la fórmula
siguiente:

Hemos examinado las tres fases de la dinámica del capital


industrial, que en cada una de ellas adopta una forma especial:
capital-dinero, capital productivo y capital-mercancías.

La transformación consecutiva del capital de una fase en otra


y su paso por las tres fases llevan el nombre de ciclo de circulación
del capital, y representa la unidad del proceso de producción y del
proceso de circulación.

Como el fin de la producción capitalista consiste en crear


plusvalía, el capitalista no se limita a un solo ciclo del capital; por el
contrario, reanuda sin cesar la producción de plusvalía.

Ello significa que el capital industrial se encuentra en


perenne movimiento, y la fórmula de su ciclo asume la forma de una
espiral infinita:

Para que el proceso de producción no se interrumpa, el


capital debe hallarse, en todo momento, en sus tres formas: capital-
dinero, capital-productivo y capital-mercancías.

Al capitalista le es necesario disponer de dinero en metálico,


es decir, capital-dinero, que es susceptible de ser invertido en la

233
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

adquisición de los elementos de la producción y que constantemente


se reintegra a su forma anterior en virtud de la venta de las
mercancías. Durante el proceso de la producción, el capital
productivo no se consume todo a la vez. Además, siempre conviene
disponer de algunas reservas de materias primas, de combustible y
de materiales auxiliares. Lo mismo cabe decir del capital-mercancías.
Aunque las mercancías se venden a diario, sus reservas van
nutriéndose regularmente mediante la fabricación de nuevos
contingentes.

Condición indispensable para el ciclo ininterrumpido del


capital industrial es no sólo el movimiento simultáneo de aquél en
sus tres formas (capital-dinero, capital-productivo y capital-
mercancías), sino también la existencia de una cierta
proporcionalidad entre estas formas aisladas del capital industrial.

Vemos, pues, que el capital industrial representa la unidad de


las tres formas del capital.

El hecho de que el capital industrial aparezca en tres


variedades determina la existencia de tres formas en su ciclo: ciclo
del capital-dinero, ciclo del capital productivo y ciclo del capital-
mercancías. Examinemos las tres formas.

Indicaremos ya que cada una de las formas cíclicas del


capital pone de relieve determinados rasgos característicos del
capital industrial.

Ciclo del capital-dinero.

La fórmula del ciclo del capital-dinero coincide con la del


capital industrial. En el ciclo del capital-dinero se revela el fin
específico de la producción capitalista: la creación de plusvalía.

234
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Sin embargo, el proceso de producción en el ciclo del capital-


dinero no es sino un eslabón entre dos fases de la circulación. La
forma productiva del capital es pasajera, efímera. Con esto, la fuente
de la plusvalía se encubre, y el capital-dinero aparece como “dinero
que engendra dinero”, y se da la impresión de que la plusvalía surge
en el proceso de la circulación.

Ciclo del capital productivo.

En el ciclo del capital productivo, el movimiento arranca de la


órbita de la producción, y en ella termina. El proceso de circulación
constituye un eslabón intermedio, y el dinero sirve tan sólo de forma
pasajera del capital. El fin de la producción capitalista se difumina y
enmascara, creándose la falsa impresión de que la producción en sí
representa el objetivo del capitalismo. En virtud de ello, la
producción capitalista aparece como una especie de “producción por
la producción”.

Ciclo del capital-mercancías.

En el ciclo del capital-mercancías, la circulación es el punto


inicial. Con ello se crea la apariencia de que el fin de la producción
capitalista consiste en satisfacer las necesidades sociales. El
capitalista convierte la mercancía en dinero; quiere decirse que el
ciclo del capital-mercancías presupone consumo, con lo cual
adquiere mayor relieve el nexo interno de la producción con el
consumo.

Por consiguiente, las diversas formas del ciclo del capital


industrial exponen los rasgos característicos de este capital.

235
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

El ciclo del capital-dinero revela el crecimiento del valor del


capital como fin y motivo de la producción.

El ciclo del capital productivo promueve a primer plano el


propio proceso de revalorización del capital, el proceso de la creación
de plusvalía.

El ciclo del capital-mercancías revela las condiciones en que


se realiza la revalorización del capital, subrayando el nexo de la
producción con el consumo.

Como cada una de las formas del ciclo del capital industrial le
caracteriza de manera unilateral y al mismo tiempo descubre los
defectos de las otras formas, el capital industrial sólo muestra
su auténtica fisonomía en la unidad de las tres formas del ciclo.

Cada ciclo hace resaltar un rasgo determinado, y solamente


en su unidad reflejan todos ellos el propósito y el motivo de la
producción capitalista. Analizar el capital industrial basándose en
una sola forma de su ciclo induciría inevitablemente a una
interpretación errónea de la realidad capitalista, velando los
antagonismos de clase existentes en la sociedad.

El capital-dinero, el capital productivo y el capital-mercancías


cumplen funciones diferentes en la dinámica del capital industrial.
Al llegar el capitalismo a un cierto grado de desarrollo, sobre la base
de las formas peculiares que adopta el capital industrial en su
dinámica, tiene lugar la formación de tipos diferentes de capital,
aislados unos de otros, y de los correspondientes grupos capitalistas.
Sobre la base del capital-dinero surge el capital de préstamo y los
capitalistas dedicados a estas actividades; sobre la base del capital-
mercancías surge el capital mercantil y los capitalistas mercantiles, y
sobre la base de la forma productiva surgen el capital industrial y los
capitalistas industriales, los empresarios.

En su movimiento, el capital atraviesa una vez la fase


productiva y dos veces la circulante. La revalorización del capital se
verifica en la órbita de la producción, cuando se encuentra en la
forma de capital productivo. Por eso decía Marx que el

236
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

funcionamiento del capital productivo constituía una genuina


metamorfosis del capital. Es en la producción donde se lleva a efecto
la metamorfosis real; en cambio, en la órbita, mientras que su valor
no sufre alteraciones, o sea que se realiza una metamorfosis formal
del capital.

Por tanto, la producción y la circulación desempeñan papeles


distintos en el proceso de revalorización del capital, en el proceso de
la creación de la plusvalía. No conviene, pues, identificar la
producción con la circulación.

La economía burguesa, en aquellos casos en que las


identifica, considera la circulación y su forma especializada –el
comercio- como una de las ramas de la producción, con lo cual se
encubre el papel especialísimo de la producción en el proceso de
creación de plusvalía.

Otro intento de ocultar el papel de la producción en la obra de


crear la plusvalía es la llamada concepción cambista, cuyos adeptos
separan la circulación de la producción, enfocando ésta tan sólo
como una relación entre el hombre y la naturaleza y reduciendo las
relaciones de producción a relaciones de cambio. Los partidarios de
la “concepción cambista” sostienen que, en una economía capitalista
mercantil, las relaciones sociales representan relaciones de cambio;
que, fuera del mercado, en el proceso de la producción, los
poseedores de mercancías se las entienden tan sólo con la naturaleza
y no están ligados entre sí por ningún vínculo. Por tanto, dicen ellos,
el valor no se crea en la producción, sino en la circulación. Partiendo
de esta tesis, los voceros de la concepción cambista reducen también
las relaciones entre los capitalistas y los obreros a simples relaciones
de intercambio, asegurando que en la producción no existen entre
ellos otros vínculos que los puramente técnicos: los capitalistas son
organizadores y dirigentes de la producción, y los obreros sus
ejecutores. Pero como en las relaciones de mercado entre los
capitalistas y los obreros existe una igualdad formal, los portavoces
de la “concepción cambista” niegan la explotación de los obreros por
los capitalistas y predican la armonía de los intereses de las clases.

Cuando Marx demostró la unidad de la producción y la


circulación, poniendo de relieve el diferente papel de ambas en el

237
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

proceso de creación de la plusvalía, desenmascaró el contenido


burgués de la concepción cambista y puso al desnudo sus raíces de
clase.

2. LA ROTACIÓN DEL CAPITAL. CAPITAL FIJO Y CAPITAL


CIRCULANTE.

Como la producción capitalista tiene por objeto extraer


plusvalía, el capital realiza ciclos ininterrumpidos, repitiéndolos sin
cesar.

El ciclo del capital, considerado no como un fenómeno


aislado, sino como un proceso que se reitera y se reanuda
periódicamente, se denomina rotación del capital.

El tiempo que todo el capital necesita para pasar por la


producción y la circulación es el tiempo de rotación del capital.

Dicho de otro modo, el tiempo de rotación es el intervalo entre


el momento de desembolsar un capital en determinada forma y el
momento en que dicho capital retorna a manos del capitalista en la
misma forma, pero acrecentado en una magnitud igual a la de la
plusvalía.

El tiempo de rotación de capitales individuales es distinto, y


depende de las diversas condiciones de producción y de circulación.
Por eso surge la necesidad de una unidad general para calcular y
comparar la rapidez de rotación de distintos capitales individuales.
Esta unidad general de medida del tiempo de la rotación del capital
permite comprobar la celeridad de la circulación de cualquier capital
por el mismo procedimiento, comparar la rapidez con que se efectúa
la rotación de un capital con la de otro.

Como unidad natural para medir las rotaciones del capital en


funcionamiento se ha tomado el año, ya que en la zona templada,
cuna de la producción capitalista, los principales artículos agrícolas
son productos anuales.

238
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

El capital puede circular una vez, dos, tres veces al año. Si


para señalar el año como unidad de tiempo de la rotación nos
valemos del signo O, y expresamos el tiempo de rotación de un
capital dado con el signo o, se determinará de acuerdo con la fórmula
siguiente:

n=O
o

Ejemplos:

1. o = 3 meses. Así, n = 12 = 4. Cuatro rotaciones al año.


3

2. o = 12 meses. Así, n = 12 = 1. Una rotación al año.


12

¿De qué depende el tiempo de rotación de un capital


individual determinado? En su velocidad influyen diversas
circunstancias, la principal de las cuales es la composición del
capital productivo.

Según sabemos ya, el capital productivo comprende el valor


de los medios de producción y el de la fuerza de trabajo.

El valor del capital invertido en adquirir estos factores de la


producción se transfiere, en el transcurso de ésta, al valor del
producto fabricado, y lo hace por diversos procedimientos. Según el
modo como se verifica la transferencia del valor de las diversas
partes integrantes del capital productivo al valor del producto, el
capital productivo se divide en capital fijo y capital circulante.

Una parte de los medios de producción son medios de


trabajo: edificios, maquinaria y aparatos que, comprados por el
capitalista, funcionan durante un período más o menos prolongado,
manteniendo su independencia respecto del producto. Para adquirir
los medios de trabajo hay que desembolsar un capital
inmediatamente. Pero este capital interviene en la circulación

239
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

solamente por partes, en la medida en que se van desgastando los


medios de trabajo, y su valor se reintegra al capitalista en forma de
dinero también por partes, sin abandonar materialmente la órbita de
la producción.

La suma que compensa el desgaste de los medios de trabajo


se destina anualmente a la amortización. La amortización representa,
pues, una restitución paulatina, en forma de dinero, del valor de los
medios de trabajo, a través de asignaciones periódicas que
corresponden a su desgaste.

Supongamos que una máquina valorada en 10.000 dólares y


calculada para trabajar un período de diez años transfiere
anualmente al producto el 10 por 100 de su valor, o sea 1.000
dólares. A medida que la producción vaya vendiéndose, este valor
retornará a manos del capitalista, que lo acumulará como fondo de
amortización.

La parte del capital que el capitalista invierte en construir


locales y en comprar maquinaria e instrumentos que transfiere por
partes su valor al producto fabricado lleva el nombre de capital fijo.

Por consiguiente, el capital fijo es la parte del capital


productivo que, participando plenamente en la producción, transfiere
su propio valor al producto no de una vez, sino por partes, a medida
que se desgasta.

A diferencia del capital fijo, el capital circulante es la parte del


capital productivo cuyo valor se transfiere totalmente a la mercancía
en el transcurso de una rotación para retornar luego a manos del
capitalista en forma de dinero y en toda su plenitud, al ser vendido el
producto. Forma parte del capital circulante la parte del capital
invertida en la adquisición de materias primas, combustible y
materiales auxiliares, y también los recursos que se invierten en la
adquisición de fuerza de trabajo.

Esta se diferencia radicalmente de los restantes elementos del


capital circulante. Al ser utilizada en la producción, la fuerza de
trabajo no transfiere su valor al producto, sino que crea un nuevo
valor que contiene plusvalía. Pero el modo de circulación del valor de

240
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

la fuerza de trabajo resulta ser el mismo que el del valor de las


materias primas, del combustible y de los materiales auxiliares. Por
esa razón, el capital variable es parte del capital circulante. La
división del capital en fijo y circulante queda restringida al capital
productivo. El capital-dinero y el capital-mercancías son capitales en
circulación y no se dividen en fijo y circulante.

Conviene establecer una diferencia nítida entre la división en


capital fijo y circulante, de una parte, y la división en capital
constante y variable, de otra.

Estas dos divisiones del capital pudieran expresarse con el


siguiente esquema:

La división del capital en constante y variable está


determinada por su diferente papel en la producción de valor y de
plusvalía. Semejante división descubre la esencia de la explotación
capitalista; por eso no la reconoce la Economía política burguesa.

En cuanto a la división del capital en fijo y circulante, son las


diferencias de las rotaciones de las partes integrantes del capital las
que la determinan. Esta división oculta que el capital se divide en
constante y variable; el capital variable, única fuente de la plusvalía,
aparece tan sólo como una de las partes del capital circulante. Se
encubre la fuente de la plusvalía, se escamotean las relaciones de
explotación capitalista, y por eso la Economía burguesa sólo
reconoce la división del capital en fijo y circulante.

De lo dicho se desprende que las diversas partes integrantes


del capital productivo circulan de manera distinta.

Con el desarrollo del capitalismo crecen el volumen y la


duración del capital fijo, lo cual influye sobre la rapidez de la

241
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

rotación del capital en su conjunto. La rotación se amortigua y


prolonga, y su amortiguamiento, originado por el crecimiento del
capital fijo, agudiza las contradicciones del capitalismo.

Ello es debido a que el capital fijo se desgasta no sólo


físicamente. Conforme progresa el capitalismo, se verifica un proceso
de desgaste moral del capital fijo particularmente de la maquinaria y
de los instrumentos. Mientras las máquinas funcionan la sociedad
realiza nuevos descubrimientos técnicos e inventos cuya utilización
eleva la productividad del trabajo y abarata los elementos del capital
fijo: la maquinaria y el instrumental, produciendo una
desvalorización del capital fijo. El proceso de desvalorización de las
máquinas en virtud el progreso técnico lleva el nombre de “desgaste
moral” del capital fijo.

El desgaste moral provoca la pérdida del capital invertido; por


tal motivo, los capitalistas se manifiestan, en ciertos casos, contra la
aplicación del proceso técnico. El aumento del capital fijo y el
amortiguamiento de la rotación del capital agravan la amenaza de
desgaste moral del capital fijo. Los capitalistas se esfuerzan por
prevenirse contra dicho peligro. Los medios para evitarlo son la
prolongación de la jornada de trabajo y el aceleramiento
desenfrenado de la intensidad de la labor que realizan los obreros. La
utilización de estos medios agudiza las contradicciones entre las
capitalistas y los obreros.

Por otra parte, los patronos procuran compensar la mayor


lentitud de la circulación del capital elevando la cuota de
amortización. Como resultado de todo ello se encarecen los
productos, surgen dificultades en su venta, se agravan la
competencia y el antagonismo de la propia clase capitalista. Además,
al crecer el volumen del capital fijo, el capital industrial pierde, en
buena medida, su facultad de cambiar rápidamente la producción de
un artículo por la de otro. Esto dificulta la competencia y agrava las
contradicciones entre los capitalistas, las cuales, en última
instancia, siempre se resuelven a costa de la clase obrera.

Hemos visto, pues, que al desarrollarse el capitalismo


aumenta el capital fijo, se amortigua la rotación del capital y, en
virtud de todo ello, se agravan las contradicciones del capitalismo.

242
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Hay otro factor que influye en el ritmo de la rotación del


capital: la duración del tiempo de producción y del tiempo de
circulación.

El tiempo de producción es el período en que el capital se


encuentra en la esfera de la producción. La parte principal del
tiempo de producción la constituye el período de trabajo, durante el
cual el objeto a elaborar es sometido a la acción directa del
productor. El período de trabajo es el número de jornadas,
necesarias en una rama para obtener un producto completamente
fabricado. La productividad de este período depende de la índole de
la rama en cuestión, de las condiciones técnicas y de las propiedades
específicas del producto elaborado.

Por ejemplo, en una fábrica de hilados, cada operario


convierte parte del algodón en hilatura y cierta porción del producto
manufacturado se pone a la venta diariamente, mientras que en
unos astilleros la construcción de cada barco requiere decenas y
hasta cientos de jornadas de muchos obreros.

La magnitud del capital invertido y la duración de sus


rotaciones dependen directamente de la duración del período de
trabajo. Habitualmente, el tiempo de producción es más largo que el
período de trabajo, ya que, además de éste, incluye el tiempo de la
acción independiente de las fuerzas de la naturaleza sobre el objeto
del trabajo y también el tiempo en que el capital actúa como reserva
de producción.

El tiempo de acción independiente de las fuerzas naturales


sobre el objeto del trabajo es el período durante el cual aquél es
sometido a procesos naturales, interrumpiéndose prácticamente el
del trabajo. Esta porción de tiempo es particularmente grande en
ramas económicas como la agricultura, la vinicultura o la industria
de la madera.

La tercera parte integrante del tiempo de producción es el


período en que el capital se encuentra en su forma de reserva de
producción. Para que el proceso de producción se realice
ininterrumpidamente, es indispensable poseer siempre alguna
reserva de materias primas, de combustible, de instrumentos, etc.

243
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Por supuesto, cuanto más se prolonga el período en que un


objeto es sometido a la acción directa del trabajo, o a la acción
independiente de las fuerzas naturales, o se encuentra en la forma
de reserva industrial, tanto más lentamente circula el capital
desembolsado. Dicho de otro modo, el ritmo de la rotación de este
capital depende del tiempo de producción y de sus partes
integrantes.

¿De qué modo pueden ser reducidos el tiempo de producción


y sus partes integrantes?

La reducción del período de trabajo se alcanza por los


siguientes procedimientos:

1. Prolongación de la jornada de trabajo.


2. Intensificación de éste.
3. Aumento del número de operarios.
4. Aumento de los turnos.
5. Ampliación de la división social del trabajo y de la
especialización de la producción.
6. Incremento de la productividad del trabajo, que es el
procedimiento decisivo para reducir el período de trabajo.

La reducción del tiempo de la acción independiente de las


fuerzas naturales sobre el objeto en elaboración se obtiene
acelerando los procesos naturales mediante los adelantos de la
ciencia y de la técnica y perfeccionando los métodos de producción:
empleo de catalizadores en la industria química, selección y
mejoramiento de las semillas en la agricultura, selección artificial y
cruce en la ganadería, etcétera.

Para reducir el período en que el capital se encuentra


convertido en reserva industrial hay que reducir las propias reservas.

“La magnitud de esta reserva de producción depende de la


mayor o menor dificultad de su renovación, del mayor o menor
alejamiento de los mercados en que es posible abastecer de esos

244
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

elementos, del desarrollo de los medios de transporte y


comunicación, etc.”1

Hemos examinado el tiempo de producción y los


procedimientos para reducirlos.

Veamos ahora el tiempo de circulación.

El tiempo de circulación es el período durante el cual el


capital, hallándose en la circulación, pasa de la forma dinero a la
productiva y de la forma mercantil a la forma dinero.

El tiempo de circulación depende de las condiciones de


compra de los medios de producción y de venta de las mercancías
fabricadas, de la proximidad y del volumen del mercado, del nivel de
desarrollo de los medios de transporte y de las comunicaciones. A
medida que avanza el capitalismo, el tiempo de circulación sufre una
influencia doble: de una parte, el progreso de los transportes y
comunicaciones lo reduce; de otra, la competencia capitalista, la
lucha por lo menos mercados y las crecientes dificultades para la
venta de las mercancías, originadas por el crecimiento de la miseria
de las masas trabajadoras, contribuyen a prolongar el tiempo de
circulación.

Puede preguntarse a qué se debe el interés de los capitalistas


por acelerar el ritmo de las rotaciones del capital.

Los factores que determinan su rapidez ejercen también


influencia sobre la creación de plusvalía. De por sí, la velocidad del
ritmo de la rotación del capital no crea plusvalía, pero permite
obtener la misma cantidad de plusvalía con menos capital o mayor
cantidad con el mismo capital. Por ejemplo, la reducción del tiempo
de circulación limita el capital-mercancías y el capital-dinero, y
permite, en virtud de ello, incrementar el capital productivo, es decir,
proporciona a los capitalistas la posibilidad de contratar mayor
número de obreros sin aumentar el capital.

1 C. Marx, El Capital, ed. Cit., tomo II, págs. 118-119.

245
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Por otra parte, el aceleramiento de la rotación de la totalidad


del capital desembolsado implica un aceleramiento de la rotación del
capital variable. De la rapidez con que éste circule dependen la masa
anual de plusvalía y también la cuota de plusvalía.

Examinemos un ejemplo:

Dos capitalistas disponen de capitales idénticos con igual


composición orgánica, que se diferencian tan sólo por el número de
ciclos que efectúan al año (n).

K1 = 2.000 1.500 c + 500 v m’ = 100% n = 1.


K2 = 2.000 1.500 c + 500 v m’ = 100% n = 12.

El primer capitalista obtendrá en un año m = 500.

El segundo obtendrá en un año m = 500 X 12 = 6.000.

Por consiguiente, los dos capitalistas obtendrán en un año


una masa diversa de plusvalía, y la cuota anual de plusvalía será
distinta en cada uno de ellos.

La cuota anual de plusvalía (M1) es la proporción existente


entre toda la masa de plusvalía producida en un año y el capital
variable desembolsado.

En nuestro ejemplo M1 = 500 = 100 por 100.


500

M2 = 6.000 = 1.200 por 100.


500

De tal modo, la masa y la cuota anual de plusvalía se


modifican de manera directamente proporcional al número de
rotaciones del capital variable desembolsado.

Lo dicho más arriba permite comprender por qué, bajo el


capitalismo, la industrialización comienza por el incremento de las

246
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

ramas de la industria ligera. En ella se verifica más rápidamente la


rotación del capital, lo que hace que la cuota anual de plusvalía sea
superior.

Concluyendo, hemos estudiado el capital como un


movimiento que cosiste en una metamorfosis ininterrumpida. En las
tres formas del capital, las relaciones de clase están adulteradas y
encubiertas: el aumento del capital aparece como un resultado de su
dinámico, del cambio de sus formas. Se crea la impresión de que la
plusvalía surge no sólo en la producción, sino también en la
circulación. Y esta falsa creencia se fortalece gracias al hecho de que
cuanto más rápidamente se mueve el capital, con tanta mayor
celeridad crece.

Carlos Marx demostró que la plusvalía se crea solamente en


la producción, que el aceleramiento de la circulación del capital no
crea, de por sí, ni un átomo de nuevo valor, y sólo permite a los
capitalistas, con el mismo capital, explotar a un mayor número de
obreros o a los mismos en más ocasiones, cuyo trabajo crea en el
transcurso del año una mayor masa de plusvalía.

247
Sexta Unidad

“Ciclo y rotación del capital”

Guatemala, octubre de 2022


EL CICLO DEL CAPITAL INDUSTRIAL
Y SUS TRES FASES
El capital es un valor que
se incrementa, siguiendo En su movimiento, el
un proceso especial capital pasa por tres
donde se produce la
fases, adquiere formas
plusvalía.
distintas y ejecuta
La obtención de plusvalía determinadas
es el propósito y finalidad funciones en cada
de la producción fase.
capitalista.
Ciclo del capital

Fase de Circulación de Fase de la Producción Fase de Circulación de


mercancías mercancías

El capital dinero se convierte El capital productivo se El capital mercancía se


en los elementos del capital convierte en capital convierte en capital dinero
productivo mercantil
Aquí, el capitalista consume Se realizan el valor y la
Acto preparatorio para productivamente las plusvalía creada en la
el autoincremento del mercancías adquiridas: los producción.
capital. obreros producen nuevas
mercancías.
T T
D-M M P M¹ M¹ D¹
Mp Mp
Así es como el capital industrial
en su movimiento atraviesa una
El ciclo del capital es el vez la fase de producción y dos
proceso ininterrumpido veces la de circulación.
del capital que pasa
por tres fases en las que La dinámica del capital industrial
el capital de su forma puede expresarse en la fórmula
siguiente:
dinero se transforma en
capital productivo, de
éste en capital mercantil, T
y de éste en capital
dinero.
D-M P M¹ D¹
Mp
Primera fase del ciclo del capital:

El capital dinero se ● El dinero se convierte en capital no por ser dinero,


sino porque en el mercado compra la mercancía
convierte en los fuerza de trabajo, la que crea la plusvalía al unificarla
elementos del capital con los medios de producción.
productivo (capital ● Ese acto de compra lleva implícitas relaciones de
usado en la clase entre capitalista y obrero, las que se expresan
en la circulación y luego en la producción.
producción).
● Estas relaciones de clase en el ámbito de la
circulación, se encuentran ocultas al reflejar una
Este movimiento del relación de compra venta entre iguales.
capital se verifica en la
● Entonces, el dinero se convierte en capital no por ser
esfera de la circulación. dinero, sino porque expresa determinadas relaciones
de clase y crea la plusvalía.
Segunda fase del ciclo del capital:

Las mercancías ● Resultado: el capitalista recibe mercancías


cuyo valor sobrepasa al de los medios de
compradas por el producción y de la fuerza de trabajo
capitalista se convierten invertidos en el proceso.
en mercancías.
● Es función del capital productivo la creación
de la plusvalía (desde el punto de vista de la
El capitalista consume creación de plusvalía, solo el capital variable
productivamente las es productivo).
mercancías adquiridas, ● El hecho de que la fuerza de trabajo sea tan
cuando los obreros solo una parte del capital productivo,
producen nuevas transforma las relaciones capitalistas en un
fetiche (se percibe que la plusvalía es fruto de
mercancías. todo el capital).
Tercera fase del ciclo del capital:
En esta fase el ● La función del capital mercancía es convertir
el valor acrecentado del capital (más
capitalista se reintegra dinero).
al mercado como
vendedor de las ● De esa manera se convierte la plusvalía en
dinero y se reintegra el capital invertido
mercancías producidas inicialmente como dinero.
y las convierte en
dinero. ● Así es como el capital industrial atraviesa
una vez la fase de producción y dos veces la
de circulación.
De su forma capital
mercancías, el capital ● La transformación del capital mercancías en
capital dinero tropieza con dificultades:
se convierte en capital poca capacidad de compra del obrero, la
dinero. competencia y la anarquía de la producción.
El capital industrial representa la
Su transformación de una fase en unidad de las tres formas del capital.
otra y su paso por las tres fases
forma el ciclo de circulación del
capital, y representa la unidad del Las tres formas en que aparece el
proceso de producción y del
capital industrial, determina la
proceso de circulación.
existencia de tres formas en su
ciclo:
El proceso de producción no debe
interrumpirse.
● Ciclo del capital-dinero.

Capital Capital Capital


● Ciclo del capital productivo.
dinero productivo mercancías
● Ciclo del capital-mercancías.
Capital Capital
Hoy

dinero productivo

Capital
dinero
Cada forma cíclicas del capital resalta
característicos del capital industrial

Ciclo del capital dinero Ciclo del capital Ciclo del capital
productivo mercancías
• Revela el fin específico de la
producción capitalista: crear • La circulación aparece • Aparenta que la finalidad
plusvalía. como un eslabón de la producción
intermedio y el dinero capitalismo es la
• La producción aparece como forma pasajera de satisfacción de necesidades
como eslabón pasajero capital. sociales.
entre las dos fases de
circulación. • La finalidad de la
producción se desvanece y • El capitalista convierte las
encubre. Crea la falsa idea mercancías en dinero, lo
• Aparenta que el dinero que presupone el
engendra dinero. de que producir es la
finalidad del capitalismo. consumo.

T T T

D --- M … P … M1 --- D1 P … M1 --- D1 - M …… P M1 --- D1 - M …… P … M1

Mp Mp Mp
● El ciclo del capital dinero revela
● Analizar el capital
el crecimiento del valor del industrial en base a una
capital como finalidad de la sola forma (forma
producción. unilateral) de su ciclo,
induciría a interpretar
● El ciclo del capital productivo erróneamente la realidad
resalta el proceso de capitalista.
revalorización del capital.
● El capital industrial
● El ciclo del capital mercancías muestra su verdadera
evidencia las condiciones en que identidad en la unidad
ocurre la revalorización del de las tres formas del
capital (en el mercado). ciclo.
El capital-dinero, el
capital-mercancías y el
capital productivo
cumplen funciones FORMA DE CAPITAL EMPRESARIO
diferentes en la dinámica
del capital industrial. Sobre el capital
dinero
Se forma el capital
préstamo
Prestamista

Sobre el capital Se forma el capital


Por el desarrollo del mercantil mercancía
Comerciante

capitalismo, sobre la base Sobre el capital Se forma el capital


Industrial
de las formas que adopta productivo industrial

el capital industrial en su
dinámica, se forman tipos
diferentes de capital,
aislados unos de otros.
Formas de encubrir cómo se produce
la plusvalía:
Mientras que en la
producción se ● Considerar el comercio como una
realiza una de las ramas de la producción.
metamorfosis real ● Concepción cambista: Las
del capital, en la relaciones sociales son solo
circulación no sufre relaciones de cambio (el valor se
crea en la circulación; entre
alteraciones, su capitalista y obrero existen solo
metamorfosis es relaciones de intercambio; los
formal. capitalistas organizan la
producción, los obreros la
ejecutan).
LA ROTACIÓN DEL CAPITAL
● El tiempo de rotación del
Es el ciclo del capital capital comprende desde el
desembolso inicial hasta que
tomado no como un regresa acrecentado el dinero.
acto aislado, sino
como un proceso ● El tiempo que todo el capital
que se repite necesita para pasar por la
periódicamente. producción y la circulación es
el tiempo de rotación del
capital.

Como la producción capitalista busca extraer plusvalía, el capital realiza ciclos


ininterrumpidos, repitiéndolos sin cesar.
Porque los tiempos de rotación de
los capitales individuales son Que factores determinan el tiempo
distintos, surge la necesidad de de rotación de un capital
calcular la rapidez de rotación individual?
de capitales individuales en un
año.
● El tiempo de producción.
Fórmula: cantidad de meses del
año / tiempo de rotación (meses). ● El tiempo de circulación.
Resultado: cantidad de rotaciones.
● La composición del capital
n=0/o productivo (capital fijo y capital
circulante).
0 = 12 meses del año
o = Tiempo de rotación de capital.
La composición del capital productivo

Los medios de
El capital, tomando en cuenta su papel en la
producción de valor y plusvalía:
trabajo, los objetos
de trabajo y la
fuerza de trabajo Capital constante Capital variable

son los elementos Medios de


trabajo
Objetos de
trabajo
Fuerza de
trabajo
fundamentales o
básicos del capital Capital fijo Capital circulante

productivo.
El capital tomando en cuenta la forma como
ocurre la transferencia de valor al producto
Clasificación del capital tomando en cuenta la forma como
ocurre la transferencia de su valor al producto

El capital fijo: El capital circulante:

Es la parte del capital que Es la parte del capital que


transfiere su valor a las transfiere su valor de
mercancías, por partes, manera íntegra, a las
conforme se desgasta. mercancías.

Esta clasificación encubre la fuente de plusvalía.


La rotación del Rotación del capital fijo:
capital circulante es ● Los medios de trabajo compensan el desgaste
inmediata anual en calidad de amortización,
representando en dinero su valor. En esa
comparada con el calidad retorna el valor invertido conforme se
vende.
tiempo en que rota
● En paralelo al proceso de amortización, se
el capital fijo. crean medios de trabajo más eficientes por
progreso técnico desvalorizando las máquinas
Ejemplo: y herramientas (desgaste moral del capital fijo).

Cómo se desgastaba el USO en ● Es así como el desarrollo del capitalismo


el ejemplo de la fabricación de incrementa volumen y duración de capital fijo,
hilado de algodón? influyendo en la rotación del capital en
general y agudizando las contradicciones
capitalistas.
Ante la
desvalorización ● Prolonga la jornada laboral
por desgaste e intensidad del trabajo.
moral y
amortiguamiento ● Eleva la cuota de
de la rotación del amortización, elevando los
capital, el precios, lo que dificulta la
capitalista venta y la competencia.
adopta medidas:
El tiempo de producción:
Es el período en que el
capital se encuentra en la Tiempo de producción
esfera de la producción,
y su parte principal es el
período de trabajo. Período de
Período de El tiempo de capital en
Período de trabajo: trabajo acción de la reserva en
Cantidad de jornadas naturaleza producción
necesarias para obtener
un producto
completamente
fabricado.
La magnitud del capital invertido y
la duración de sus rotaciones
dependen directamente de la La tercera parte
duración del período de trabajo. integrante del
tiempo de
El tiempo de acción independiente producción es el
de las fuerzas naturales sobre el período en que el
objeto del trabajo es el período capital se
durante el cual aquél es sometido a encuentra en su
procesos naturales, forma de reserva
interrumpiéndose prácticamente el de producción.
del trabajo.
El tiempo de producción
es más largo que el
período de trabajo, pues
el primero incluye el
tiempo de la acción de
las fuerzas de la
naturaleza sobre el
objeto de trabajo y
tiempo del capital como
reserva.
Cómo reduce el tiempo de producción el
capitalista?

− Alargue de jornada de trabajo, aumento de obreros,


intensificación del trabajo, etc.

− Se pueden acelerar los procesos de acción dependiente de


las fuerzas naturales: Uso de la ciencia.

− Entre otros.
El tiempo de circulación:
Período durante el cual, estando
en circulación, el capital pasa de
la forma dinero a la productiva,
y de la forma mercantil a la Capital mercantil Capital dinero

forma dinero.

Depende de las condiciones de Capital productivo


compra de los medios de
producción y de venta de las
mercancías fabricadas, Ciclo del capital
proximidad y volumen del
mercado, nivel de desarrollo de
los medios de transporte y de
las comunicaciones.
A qué se debe el interés de los capitalistas por
acelerar el ritmo de las rotaciones del capital.

− Esta rapidez influye en la creación de plusvalía: igual


plusvalía con menos capital o mayor cantidad con el mismo
capital.

− El aceleramiento de la rotación de todo el capital


desembolsado acelera la rotación del capital variable.

− De esta rapidez depende la masa anual y cuota de plusvalía.


CAPÍTULO XVI

LA GANANCIA MEDIA Y EL PRECIO DE PRODUCCIÓN

1. EL PRECIO DE COSTE Y LAS GANANCIAS CAPITALISTAS.

La doctrina de Carlos Marx sobre la ganancia y el precio de


producción representa una continuación de la teoría del valor y de la
plusvalía. El primer tomo de El Capital contiene un análisis científico
del proceso de la creación de la plusvalía. El segundo está dedicado a
revelar el proceso de la circulación del capital. En el tercero se nos
ofrece un análisis de la producción capitalista en general como
proceso de producción y de circulación. Aquí pone Marx de
manifiesto la esencia de las formas concretas del movimiento del
capital y de la plusvalía en que aquél y ésta salen directamente a la
superficie, la influencia mutua de los capitales en el proceso de la
competencia. Durante el movimiento del capital se verifica la
realización y la distribución de la plusvalía entre diversos grupos de
capitalistas. En concordancia con ello, la plusvalía adopta las
siguientes formas: la de ganancia industrial, la de ganancia
comercial, la de interés y la de renta de la tierra.

¿Qué es la ganancia? Es una forma modificada de la


plusvalía. ¿Y cuáles son las circunstancias determinantes de que la
plusvalía adquiera la forma de ganancia? El análisis de este
problema ha de iniciarse aclarando la diferencia entre el valor de la
mercancía y el costo capitalista de producción.

El valor de toda mercancía se determina por el conjunto de


trabajo socialmente necesario invertido en su producción, es decir,
por la cantidad de trabajo vivo y materializado que se ha consumido.
Como en el caso presente se trata de una mercancía producida bajo
el capitalismo, podemos expresar su valor en la siguiente fórmula:

c + v + m, donde c representa los gastos de capital constante y v + m


el nuevo valor creado por el trabajo de los obreros asalariados.


Tomado del libro “Curso Superior de Economía Política”, Spiridonova, Atlas y otros,
Editorial Grijalbo, México, 1975.
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

Pero una cosa es el valor verdadero de una mercancía y otra


cosa el valor de la mercancía para el capitalista. Son dos magnitudes
totalmente distintas, pues el capitalista no paga todo el valor creado
por el obrero (v + m), sino sólo una parte de él, igual al precio de la
fuerza de trabajo consumida. Aquella parte del valor de la mercancía
en que va contenida la plusvalía no le cuesta nada al capitalista, ya
que no se le ha pagado al obrero.

Supongamos que para fabricar un par de zapatos se han


invertido nueve dólares en medios de producción (máquinas,
materias primas y combustible) y que como salario se les ha pagado
a los obreros un dólar. Supongamos, también, que la cuota de
plusvalía equivale a 300 por 100. En tal caso, la plusvalía será igual
a tres dólares.

En el ejemplo aducido, el valor de un par de zapatos será de


trece dólares. Pero los gastos del capitalista se determinan por la
magnitud de los capitales constante y variable utilizados y, por
consiguiente, ascienden a diez dólares, ya que la parte del valor que
el capitalista se ha embolsado como plusvalía equivalente a tres
dólares. Los diez dólares en cuestión representan los gastos del
capitalista para producir un par de zapatos.

“Esta parte del valor de la mercancía, que repone el precio de


los medios de producción consumidos y de la fuerza de trabajo
empleada, no hace más que reponer lo que la mercancía ha costado
al capitalista y representa, por tanto, para él, el precio de costo de la
mercancía”.1

El precio de coste capitalista se calcula por la magnitud del


capital empleado para producir una mercancía; los verdaderos
precios de coste, es decir, el valor de la mercancía, se determinan por
el consumo de trabajo socialmente necesario. Por consiguiente, el
precio de coste capitalista no constituye sino una parte del valor de
la mercancía.

Si expresamos este valor con la fórmula c + v + m, el precio de


coste capitalista será c + v. El precio de coste capitalista es inferior al

1 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 46.

250
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

valor de la mercancía en la magnitud de la plusvalía. La diferencia


entre la magnitud del valor de la mercancía y el precio de coste
constituye la ganancia del capitalista.

Esta es una ganancia que el capitalista obtiene sobre el


capital desembolsado. La peculiaridad de la categoría “precio de
coste” consiste en que en ella desparece la diferencia entre las
inversiones en instrumentos de trabajo, materias primas y
combustible, de una parte, y las inversiones de fuerza de trabajo, de
otra; es decir, que desaparece la diferencia entre el capital constante
y el variable. El dueño de una empresa industrial anticipa un capital
para adquirir los diversos elementos del capital constante y fuerza de
trabajo (la parte variable del capital). Todas estas inversiones forman
parte del precio de coste y deben ser reintegradas al capitalista.

En la categoría “precio coste” se pone de manifiesto la


diferencia entre aquella parte del capital que se invierte en materias
primas, combustible, reparaciones y salarios, parte que se transfiere
totalmente al valor de la mercancía en un ciclo y aquella otra parte
del capital cuyo valor se transfiere al valor de la mercancía
paulatinamente, por partes, a lo largo de una serie de ciclos (el valor
de los edificios y de la maquinaria), es decir, la diferencia entre los
capitales circulante y fijo.

Como en los precios de coste desaparece la diferencia entre


los capitales constante y variable, ocultan la diferencia entre el
proceso de transferencia del valor y el de creación de un valor nuevo.
Los gastos de trabajo en la producción de una mercancía son
encubiertos por los gastos de capital, creándose la falsa idea de que
el capital es el creador del valor, cuando, en realidad, es el trabajo
del obrero asalariado el que lo crea.

El precio de coste constituye una categoría real de la


economía burguesa, determinada por el propio régimen capitalista de
producción. La recuperación de los gastos es una premisa
indispensable de la actividad económica del capitalista, ya que sin
ella no puede reanudar el proceso de producción. De la magnitud del
precio de coste depende la rentabilidad o la irrentabilidad de una
empresa. Si el precio de la mercancía cae por debajo de los gastos
realizados para producirla o si se iguala a los mismos, la producción

251
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

deja de ser ventajosa para el capitalista, por cuanto su interés


estriba en que la recaudación procedente de la venta de las
mercancías sobrepase lo que ha costado producirlas. El precio de
coste permite descubrir e interpretar las leyes de la competencia bajo
el capitalismo. Dentro de los límites del valor de una mercancía
caben diversas fluctuaciones de su precio. Supongamos que el valor
del artículo es trece dólares, y el precio de coste equivale a diez. El
precio del artículo en cuestión podrá ser de once y de doce dólares, y
en ambos casos el capitalista obtendrá beneficio, puesto que el
precio de venta de la mercancía rebasa el precio de coste. Estas
fluctuaciones pueden ser aprovechadas por el capitalista para
arruinar a sus competidores.

Como en el precio de coste desaparece la diferencia entre los


capitales constante y variable, quedando tan sólo la diferencia entre
los capitales fijo y circulante, aquel precio encubre la explotación
capitalista y oculta la verdadera procedencia de los ingresos de los
empresarios.

Y como en el precio de coste no hay diferencia entre los


capitales constante y variable, el aumento del valor, que ser verifica
en el proceso de la producción y en virtud del trabajo que los obreros
asalariados realizan durante el tiempo de trabajo excedente, aparece
como un fruto del capital en general.

Según sabemos ya, la plusvalía constituye la diferencia entre


el valor creado por el trabajo del obrero y el valor de la fuerza de
trabajo de éste. El patrono la percibe cuando las mercancías
fabricadas por la labor de los obreros asalariados van a ser
realizadas, y el dinero procedente de su venta rebasará los gastos
ocasionados por la producción de dichas mercancías. Por
consiguiente, el capitalista percibe su ganancia después de efectuado
el ciclo del capital.

La masa absoluta de esta ganancia dependerá no sólo de las


condiciones de producción, sino también de las condiciones de la
venta de las mercancías, o sea del nivel de los precios en que
aquéllas se realicen. Según estas últimas condiciones, el precio de
venta de la mercancía puede superar al precio de coste en diversas
proporciones. La ganancia del capitalista aparece como la diferencia

252
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

entre el precio de venta de la mercancía y la suma del capital


invertido en su producción, como un fruto del capital.

Teniendo en cuenta que en la producción de un artículo


interviene todo el capital desembolsado, aunque sólo una parte de él
se invierta en la producción de la mercancía, la plusvalía aparece no
sólo como una adición de valor al capital gastado, sino a todo el
capital invertido en la producción, a todo el capital desembolsado.

“Así representada, como vástago del capital global


desembolsado, la plusvalía reviste la forma transfigurada de la
ganancia”.2

Consecuentemente, la ganancia es la forma en que la


plusvalía se manifiesta en la superficie de la sociedad capitalista. Se
presenta no como el resultado de la explotación del los obreros, sino
como un fruto del funcionamiento de todo el capital desembolsado,
como un retoño de éste. En la categoría “ganancia” desaparece el
trabajo no retribuido de los obreros, que es la auténtica fuente de la
plusvalía. Si la plusvalía expresa las relaciones de clase de la
sociedad capitalista, la ganancia las enmascara, convirtiéndolas en
un fetiche. La ganancia aparece como una cualidad y una relación de
las cosas entre sí.

Así, pues, la ganancia es una forma alterada de la plusvalía.


Aunque la ganancia obtenida por algunos capitalistas y la magnitud
de la plusvalía creada por la explotación de los obreros asalariados
pueden no coincidir cualitativamente, en la escala de toda la
sociedad capitalista sí coinciden. La conversión de la plusvalía en
ganancia representa un desarrollo de la fetichización de las
relaciones capitalistas, un desarrollo de la engañosa forma exterior
que crea una falsa impresión sobre la realidad capitalista.

Esa es la razón que aconseja distinguir el contenido de los


procesos económicos y la forma de su manifestación, los procesos
económicos de profundidad y los fenómenos superficiales. Los
científicos burgueses, paladines del capitalismo, pretenden hacer
pasar los fenómenos superficiales por la esencia de las cosas,

2 C. Marx, El Capital, tomo III, pág. 53.

253
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

velando de este modo el antagonismo social que caracteriza las


relaciones de las clases en la sociedad burguesa.

La ganancia es el motivo que impulsa la producción


capitalista. El desarrollo de ésta no tiene como incentivo el de
mejorar la situación económica de los trabajadores, sino el de
garantizar el mayor lucro a costa de la explotación de las masas
laboriosas. No hay delito que los capitalistas no cometan con tal de
obtener el máximo beneficio. Así lo confirma la historia del
capitalismo.

Empeñados en encubrir la auténtica naturaleza del


capitalismo como régimen social asentado sobre la explotación del
trabajo, los economistas burgueses tratan de encontrar las más
diversas explicaciones a la procedencia de la ganancia. Unos afirman
que proviene de la circulación y que es el resultado del ahorro del
capitalista; otros dicen que es engendrada por el propio capital.

Por ejemplo, el economista norteamericano J. B. Clark, en su


libro La distribución de la riqueza, se esfuerza por demostrar que la
ganancia es fruto del capital y que los trabajadores no toman parte
alguno en su creación.

Valiéndose de los más rebuscados artificios, Clark pretende


“demostrar” que el trabajo y el capital son factores iguales en
derecho dentro de la producción y que la riqueza social es producto
del esfuerzo conjunto de estos dos factores. El trabajo crea un
ingreso en forma de salario y el capital crea otro en forma de
ganancia.

Clark sostiene que, bajo el capitalismo, los trabajadores


perciben todo cuanto crean y que, por consiguiente, no existe
injusticia alguna en la distribución de la riqueza. De esta tesis extrae
la conclusión que él mismo desea: la de que, como los trabajadores
crean una suma de riquezas reducida y la perciben en su totalidad,
no tienen por qué ansiar la revolución social.

Todo el sentido de estas especulaciones de Clark y de otros


economistas burgueses se reduce al deseo de demostrar que el

254
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

régimen de producción capitalista garantiza una distribución ideal y


justa de la riqueza.

2. LA CUOTA DE GANANCIA Y LOS FACTORES QUE LA


DETERMINAN.

Al capitalista le interesa no sólo la magnitud absoluta de la


plusvalía obtenida, sino también la proporción existente entre ella y
todo el capital invertido.

Marx daba el nombre de cuota de ganancia a la proporción


entre la plusvalía y todo el capital invertido, en tanto por ciento, y
expresaba la ganancia con la letra p y la cuota de ganancias con p1.
Si expresamos todo el capital invertido con la letra k, podremos
expresar la cuota de ganancia mediante la fórmula siguiente:

p’ = p ; o p’ = k .
k’ c+v

La cuota de ganancia es una categoría real del sistema


capitalista de producción y, para el patrono, representa el índice de
rentabilidad de su empresa, el grado de incremento de su capital.

También es un modo específico de medir la plusvalía en


comparación con todo el capital invertido. La cuota de ganancia
solidifica la idea de la ganancia como “un fruto” de todo el capital
invertido. En ella no aparece ningún vínculo entre la ganancia y el
trabajo: dicha cuota encubre no sólo la explotación del trabajo
asalariado por el capital, sino también su magnitud real.

Tomemos un ejemplo. Supongamos que el capital invertido


asciende a 1.000 unidades monetarias, 800 de las cuales componen
el capital constante y 200 el variable. Supongamos también que la
masa de la plusvalía equivale a 200 unidades. En tal caso, la cuota
de plusvalía, como exponente del grado de explotación, equivale a
100 por 100. La cuota de ganancia será igual a:

255
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

p1 = 200 m , o 200 m = 20 por 100.


1.000 k’ 800c + 200v

La discrepancia cuantitativa entre las cuotas de ganancia y


de plusvalía expresa la diferencia cualitativa existente entre ambas,
diferencia que cosiste en que, si la cuota de plusvalía caracteriza el
grado de explotación del trabajo por el capital, la de ganancia
muestra el grado de rentabilidad del capital. Es una forma
transfigurada de la cuota de plusvalía.

“La cuota de ganancia es el resorte propulsor de la


producción capitalista, que sólo produce lo que puede producirse con
ganancia y en la medida en que ésta puede obtenerse”.3

El capitalista está siempre interesado en que su capital le


proporcione un beneficio mayor, la más alta cuota de ganancia.
Impulsado por este móvil, el capital se dirige a aquellas esferas
donde su aplicación garantiza al propietario la más alta ganancia, ya
que cuanto más alta es la cuota, tanto mayor es la magnitud de la
ganancia (en igualdad de circunstancias).

¿Qué factores influyen en la cuota de ganancia?

El principal de todos es la magnitud de la cuota de plusvalía.

A mayor grado de explotación, mayor masa de plusvalía, y


tanto más alta cuota de ganancia, siempre en igualdad de
circunstancias.

Ilustremos este aserto con un ejemplo:

p1 = 200 m = 200 m = 20 por 100.


800c + 200v 1.000 k

Si el grado de explotación se eleva hasta 200 por 100, la masa


de plusvalía aumentará hasta 400 unidades monetarias y, en virtud
de ello, la cuota de ganancia equivaldrá a:

3 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 256.

256
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

p1 = 400 m = 400 m = 40 por 100.


800c + 200v 1.000 k

Cuanto mayor sea la cuota de plusvalía, tanto mayor será la


de ganancia, si las condiciones restantes permanecen inalterables.

Así se explica que los patronos, deseosos de aumentar la


cuota de ganancia, aprovechen todos los métodos para incrementar
el grado de explotación de los obreros: prolongación de la jornada,
aumento de la intensidad y de la productividad del trabajo, rebaja de
los salarios hasta un nivel inferior al valor de la fuerza de trabajo.

El nivel de la cuota de ganancia también depende de la


economía de capital constante. Esta economía de medios de
producción está determinada por los siguientes factores:

1. El aumento del número de obreros ocupados, la prolongación de


la jornada y el incremento de la intensidad del trabajo no
requieren un aumento proporcional de la parte fija del capital
constante, y ello permite al capitalista producir mayor cantidad
de mercancías y apropiarse más plusvalía con el mismo capital
fijo.

2. La ampliación del volumen de la producción o producción a


escala. La gran producción contribuye a un empleo más completo
y racional de los instrumentos y de las condiciones de trabajo
(disminución de los gastos de local, de combustible, de luz, etc.),
y permite utilizar los residuos de la industria reelaborándolos
como subproductos.

3. La utilización de las materias primas sintéticas, más baratas, y


de diversos sucedáneos, así como la falsificación de los productos
elaborados.

4. El progreso técnico y el incremento de la productividad. Esta


rebaja el valor de los elementos del capital constante; el progreso
de la técnica, que permite utilizar máquinas más perfectas y más
baratas, proporciona al capitalista la posibilidad de explotar

257
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

mayor número de obreros, reducir los gastos de producción y


aumentar la masa y la cuota de plusvalía.

Otro elemento que influye en el nivel de la cuota de ganancia


es la rapidez de la circulación del capital. Si el período necesario para
una rotación del capital se reduce, por ejemplo, de doce meses a seis,
el capital variable hará dos rotaciones en vez de una durante el año.
Esto permite al capitalista explotar con el mismo capital el doble de
obreros y obtener, en el transcurso del año, el doble de plusvalía,
como resultado de lo cual la cuota anual de ganancia del capital se
duplicará también.

La economía de capital constante se realiza, principalmente,


mediante el empeoramiento de las condiciones de trabajo de los
obreros. En un local habilitado para 20 máquinas, el patrono instala
40; donde hay que colocar una valla de seguridad junto a las
máquinas, no la coloca, y donde hay que poner ventilación no la
pone. El resultado es que empeoran las condiciones de trabajo de los
obreros, y esto trae consigo enfermedades, accidentes y otras
desgracias.

En 1938 hubo en la industria de los Estados Unidos


1.376.000 accidentes de trabajo; en 1949 hubo 1.870.000, y en 1960
ocurrieron ya 1.960.000. Según rezan las estadísticas oficiales, en
los doce años que van de 1949 a 1960 inclusive sufrieron lesiones a
causa de accidentes en la producción más de 19 millones de obreros
americanos y perdieron la vida mas de 150.000.

El “ahorro” de recursos en la seguridad del trabajo, que el


capitalista considera un gasto improductivo, da lugar a un
despilfarro de mano de obra, a la pérdida de vidas obreras, pero
aumenta la cuota de ganancia. Esa es la naturaleza rapaz del
capitalismo: crece el lucro a costa de la salud y de la vida de los
obreros.

El nivel de la cuota de ganancia depende también de la


composición orgánica del capital. A causa de la propiedad privada de
los medios de producción, y también en virtud de la anarquía de la
misma, la técnica se desarrolla de manera desigual en la sociedad
capitalista. Unas ramas avanzan más que otras, y esto halla su

258
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

expresión en la diferencia de la composición orgánica del capital en


diversas ramas de la producción. En la diversidad de esta
composición influyen también las peculiaridades del proceso
tecnológico de la producción en las distintas ramas. Cuanto mayor
es la parte correspondiente al capital constante, tanto menor es la
parte que corresponde al capital variable y, por consiguiente, tanto
más alta es la composición orgánica del capital.

Las modificaciones en la técnica de la producción llevan


aparejado un aumento de la composición orgánica del capital. Según
cálculos de S. Vigodski, la composición orgánica del capital en la
industria de la transformación de los Estados Unidos ha variado del
modo siguiente:

1989 ………………… 4,5 : 1


1939 ………………… 6 : 1
1955 ………………… 8 : 1.4

¿Cómo repercute la diversidad de la composición orgánica del


capital en la cuota de ganancia? Cuanto más alta es la composición
del capital, tanto más baja es la cuota de ganancia, y viceversa,
contando siempre con que las restantes condiciones permanecen
inalterables.

Explicaremos esta tesis con el ejemplo siguiente:

Primer caso: p1 = 200 m = 200 m = 20 por 100.


800c + 200v 1.000 k

Segundo caso: p1 = 100 m = 100 m = 10 por 100.


900c + 100v 1.000 k

Examinemos este ejemplo con más detenimiento. La cantidad


de la plusvalía creada se determina por la masa de trabajo no
retribuido de que se apropia, el capitalista. Cuanto más trabajo vivo

4 S. Vigodski, La teoría marxista de la ganancia media y el precio de la producción a la


luz de los datos contemporáneos, pág. 50. Gospolitizdat, Moscú, 1956.

259
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

se emplea con una misma suma de capital, tanto mayor serán la


masa y la cuota de plusvalía (siempre en igualdad de circunstancias).

Pero la cantidad de trabajo vivo empleado con una cierta


suma de capital depende de cómo se distribuya este capital en
constante y en variable. Dicho de otro modo, depende de la
composición orgánica del capital.

La cuota de ganancia en el segundo caso será inferior a la del


primero no porque se explote menos a los obreros, sino porque se
empleará relativamente menos trabajo en comparación con el capital
empleado.

Tomemos varias ramas de la producción capitalista.


Supongamos que todas las condiciones de la actividad de capitales
iguales por su volumen serán también iguales (una cuota idéntica de
plusvalía, por ejemplo, el 100 por 100, y también una rapidez
idéntica de la circulación del capital), excepto una condición: la
composición orgánica del capital. En tal caso obtendremos el cuadro
que damos a continuación:

CUADRO 1

Composición Cuota de Cuota de


Masa de
Sectores Capitales orgánica del plusvalía, ganancia, por
plusvalía
capital por 100 100
I 60c + 40v 1,5 : 1 100 40 40
II 75c + 25v 3 : 1 100 25 25
III 80c + 20v 4 : 1 100 20 20
IV 90c + 10v 9 : 1 100 10 10
V 95c + 5v 19 : 1 100 5 5

Con una cuota idéntica de plusvalía, igual a 100 por 100, la


masa de plusvalía es distinta en diversas ramas de la producción.
¿Por qué? La plusvalía es creada por a parte variable del capital. De
ahí que, con un grado idéntico de explotación, sea mayor donde es
mayor la magnitud del capital variable, y menor donde el capital
variable es menor. Por consiguiente, también será distinta la cuota
de ganancia. Cuanto más alta es la composición orgánica del capital,
tanto más baja es la cuota de ganancia y, al contrario, cuanto más

260
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

baja es la composición orgánica del capital, tanto más alta es la


cuota de ganancia. Vemos, pues, que la magnitud de ésta se halla en
razón inversa a la composición orgánica del capital.
Los factores anteriormente descritos influyen de manera
distinta en la cuota de ganancia. En la aurora del capitalismo, en
diversos sectores de la producción predominaban cuotas desiguales
de ganancia. En cambio, en la época del capitalismo desarrollado, de
la libre competencia y de la libre trasplantación del capital, no es ya
posible la existencia de diversas cuotas durante largo tiempo.

3. FORMACIÓN DE LA CUOTA MEDIA (GENERAL) DE GANANCIA.

Los ejemplos aducidos indican que capitales idénticos


reportan diferentes cuotas de ganancias. Si las mercancías
fabricadas en diversos sectores de la producción se vendiesen por su
valor, en el primer sector, la cuota de ganancia del capital se elevaría
al 40 por 100, mientras que en el quinto sector sólo llegaría al 5 por
100. ¡Desigual provecho para un capital idéntico! Pero es sabido que
cada capitalista tiende a extraer a su dinero el beneficio máximo.

La desigualdad de ganancias con capitales idénticos


contradice al principio capitalista de la “igualdad”, consistente en
que cada capitalista procura obtener con su capital un resultado no
inferior al que obtiene otro capitalista, sea cual fuere la esfera de la
producción en que está invertido su capital.

Si, verdaderamente, los capitalistas no obtuviesen una


ganancia igual con capitales idénticos, no invertirían sus recursos en
sectores de alta composición orgánica del capital como, por ejemplo,
la metalurgia o la fabricación de maquinaria. Pero en virtud de la
división social del trabajo, la sociedad capitalista no podría existir ni
desarrollarse sin los sectores que producen instrumentos de
producción.

Para resolver este problema (el de cómo los capitalistas de


diversos sectores de la industria obtienen beneficios iguales con
capitales idénticos) es indispensable examinar los dos aspectos de la
competencia que existen bajo el capitalismo. La competencia dentro
de un mismo sector es una rivalidad entre capitalistas que fabrican

261
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

mercancías homogéneas. La competencia entre diversos sectores


representa una rivalidad entre capitalistas que producen mercancías
heterogéneas. La lucha entablada entre ellos tiene como objetivo una
cuota más alta de ganancias y una posición más conveniente para la
inversión del capital y la venta de los productos. Una encarnizada
competencia reina en toda la economía capitalista. Las leyes
económicas del capitalismo, leyes que rigen la producción capitalista,
actúan por medio de la competencia.

En cada sector, diversas empresas funcionan en condiciones


desiguales, y se diferencian entre sí por su volumen, por el nivel de
la productividad de su trabajo y por la magnitud de los precios de
costo.

A consecuencia de ello, la magnitud del valor individual de las


mercancías fabricadas en distintas empresas es diferente. Pero el
valor de las mercancías se determina por el tiempo de trabajo
socialmente necesario para fabricarlas en condiciones normales de la
producción social. Este tiempo de trabajo socialmente necesario es el
que determinará el valor social o comercial de las mercancías de un
sector concreto. El precio de la mercancía se basa en el valor social o
comercial no en el valor individual.

La competencia dentro del mismo sector reduce los valores


individuales de las mercancías a su valor social (comercial), que se
determina, según decía Marx, por el valor individual de las
mercancías que se producen en las condiciones medias de su esfera
y que constituyen la gran masa de los productores de la misma.5

Las empresas en que el valor individual de las mercancías es


inferior al social reciben, por encima del beneficio ordinario del
sector en cuestión, una ganancia excedente hasta el momento en que
el valor social descienda y el valor individual de las mercancías de
dicho sector se equipare al valor social. Existen también grupos de
empresas en las que el valor individual sobrepasa al social. Parte de
los propietarios de estas empresas percibirán un beneficio irrisorio, y
los restantes sólo conseguirán compensar su precio de coste. Ello
incita a los dueños de las empresas en cuestión a reducir el valor

5 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 183.

262
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

individual. La reducción del valor de una mercancía se logra


perfeccionando los instrumentos de producción y elevando la
productividad. Para consolidar sus posiciones en el terreno de la
competencia, los capitalistas refuerzan la explotación de la clase
obrera. Aquellos patronos que no consiguen reducir los gastos de
producción de sus mercancías terminan arruinándose.

Por tanto, como resultado de una encarnizada competencia


dentro de un sector, salen triunfantes los dueños de aquellas
empresas en que la técnica y la productividad del trabajo están por
encima del nivel medio del sector en cuestión, y los propietarios de
las empresas modestas, rezagadas del nivel medio, acaban
forzosamente en la ruina.

Este proceso de depauperación de las empresas pequeñas y


medianas se ha acelerado en la época actual, en que las empresas
gigantes, las alianzas monopolistas del capitalismo, desempeñan el
papel decisivo en la vida económica. El escritor americano Stein, en
su libro El mundo del dólar, decía que en el período de 1947 a 1950
se hundieron en diversas ramas de la economía de los Estados
Unidos 1.414.300 empresas pequeñas. Analizando las estadísticas,
Stein llega a la conclusión de que “tres de cada diez pequeñas
empresas subsisten menos de un año; dos de cada diez no existen
más de dos años, y una o dos de cada diez consiguen vivir más de
cuatro años. Tan sólo una cuarta parte de ellas se las ingenia para
mantenerse seis años o más… Esta enorme mortandad, que no cesa
ni siquiera en los períodos de auge, depende directamente de la
existencia de las corporaciones gigantescas”.

Un sociólogo americano, Kart Mayer, en un informe


presentado en 1956 al Congreso Internacional de Sociólogos que se
celebró en Ámsterdam, anotaba la constante disminución del peso de
los patronos independientes en su país. Según los datos que citó, los
llamados “patronos independientes”, junto con sus familiares aptos
para el trabajo, constituían en 1870 el 40,4 por 100 de la población
trabajadora de los Estados Unidos; en 1910, el 27,1; en 1950, el 14,4
y en 1954, el 13,3 por 100.

A consecuencia de la rivalidad dentro del mismo sector,


aumenta en él la composición del capital. El progreso técnico

263
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

contribuye a reducir el tiempo de trabajo socialmente necesario para


producir un determinado tipo de mercancía. Bajo el influjo de la
competencia dentro de un sector, y a través de constantes
fluctuaciones, se llega a la nivelación de la cuota de ganancia en los
límites de una misma órbita de la producción.

Marx indica que las diversas cuotas de ganancia pueden


igualarse –primeramente en los límites de una misma esfera de la
producción, y después en diversas esferas- tan sólo a través de
constantes fluctuaciones. Para esclarecer cómo se verifica la
nivelación de las cuotas de ganancia entre los diferentes sectores de
la producción, observemos el proceso de la competencia entre
distintos sectores, es decir, la competencia entre los capitalistas de
diversas esferas de la producción.

Si observamos el cuadro 1, descubriremos que los que


disfrutan de una situación más favorable son los capitalistas del
primer sector, que obtienen una cuota de ganancia sobre el capital
equivalente al 40 por 100, y los que se hallan en situación peor son
los del quinto sector, donde la cuota es igual al 5 por 100.

Pero el estímulo de la producción capitalista se encierra en la


ganancia, y es perfectamente comprensible que el capital emigre a
aquellos sectores de la producción donde la cuota de ganancia es
alta y huya de aquellos en que es baja.

En suma, la diferencia de la cuota de ganancia en distintos


sectores de la producción determina que el capital de los sectores
donde la ganancia es baja emigre a los sectores donde es alta.

Supongamos que la cuota de ganancia de un capital invertido


en la industria textil resulta más baja que en la del calzado durante
un período considerable. La producción en la industria textil no se
ampliará. Los capitales disponibles serán invertidos en otras ramas.
Y los recursos acumulados por los propietarios de las empresas
textiles se invertirán en la industria del calzado, por ser más
rentable. Los capitales disponibles siempre tenderán a colocarse en
aquellas esferas de la producción donde la cuota de ganancia es alta.

264
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

La emigración de capitales traerá consigo una redistribución


espontánea de los medios de producción y de la mano de obra entre
las diversas ramas de la producción. Los bancos desempeñan un
importantísimo papel en la redistribución de los capitales disponibles
entre los distintos sectores.

¿Cuáles son las consecuencias de esta emigración espontánea


de los capitales?

En aquellas ramas a las que el capital acude se ampliará la


reducción y, a la postre, la oferta de mercancías terminará
superando a la demanda.

Y en aquellas ramas de donde los capitales se han retirado


decrecerá la producción y acabará por crearse una situación en la
que la oferta será superada por la demanda.

Ello repercutirá en los precios. En el primero de los dos casos,


descenderán los precios de las mercancías, y disminuirá la
ganancia; y, por el contrario, en el segundo caso subirán los precios
y la ganancia aumentará. En determinados sectores de la
producción, los artículos habrán de venderse a precios inferiores a
su valor, mientras que en otras los precios de venta superarán al
valor.

El tránsito del capital de un sector a otro, el afán del capital


por escapar de aquellos sectores de la industria donde la cuota de
ganancia es baja y de acudir a colocarse en aquellos donde existe
una alta cuota, trae como consecuencia que las diferentes cuotas de
ganancia terminen equilibrándose y estableciendo una cuota general,
es decir, formando la denominada cuota media de ganancia. La
nivelación de las diversas cuotas de ganancia para constituir una
cuota media (general) transcurre de manera espontánea, a lo largo
del proceso de la competencia entre los capitalistas.

“Estas distintas cuotas de ganancia son compensadas entre sí


por medio de la concurrencia para formar una cuota general de
ganancia, que representa la media de todas aquellas cuotas de
ganancia distinta. La ganancia que, con arreglo a esta cuota general,

265
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

corresponde a un capital de determinada magnitud, cualquiera que


sea su composición orgánica, recibe el nombre de ganancia
media”.6

A la vista de esta definición, volvamos a nuestro ejemplo y


prosigamos su examen en el cuadro II.

Del cuadro expuesto se infiere que si el capital se distribuyera


equitativamente entre todas las ramas de la producción, la
composición orgánica media del capital sería de 4 : 1, y la cuota
media de ganancia equivaldría al 20 por 100.

La cuota media de ganancia corresponde a la cuota de


ganancia en los sectores de composición orgánica media o en las que
caracterizan la composición orgánica del capital social.

La cuota media de ganancia es igual a la relación existente


entre la masa general de plusvalía creada por los obreros asalariados
en toda la sociedad capitalistas y el conjunto del capital social.

CUADRO II

Cuota de Cuota
Cuota de
Masa de ganancia, media de
Sectores Capitales c:v plusvalía,
plusvalía por sector, ganancia,
por 100
por 100 por 100
I 60c + 40v 1,5 :1 100 40 40
II 75c + 25v 3 :1 100 25 25
III 80c + 20v 4 :1 100 20 20 20
IV 90c + 10v 9 :1 100 10 10
V 95c + 5v 19 :1 100 5 5
Todo el
capital 400c + 100v 100 100
social
Condiciones
sociales 80c + 20v 4:1 100 20 20
medias

6 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 164.

266
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

La masa general de plusvalía creada en toda la sociedad


capitalista depende no sólo de la altura a que se halle la cuota de
plusvalía, sino de cómo todo el capital social se distribuye entre los
diversos sectores de la producción. Cuanto más capital se invierta en
un sector de composición orgánica baja, tanto mayor será la masa
general de plusvalía y, por el contrario, cuanto más capital se
invierta en sectores de composición orgánica alta, tanto menor será
la masa general de plusvalía.

Es un proceso muy complejo el de la formación de la cuota


media de ganancia. Sería desacertado pensar que en la vida real, en
el proceso de movimiento del capital, la cuota media (general) es ese
promedio ideal que aparece en nuestros cálculos; que en todas las
ramas de la producción existe absolutamente la misma cuota de
ganancia. La cuota media es el promedio de las diversas cuotas de
ganancia. En su afán de alcanzar una cuota más alta, e impulsados
por la competencia, los capitales se retiran de aquellas esferas donde
durante largo tiempo se mantiene un beneficio inferior al nivel
medio, trasplantándose paulatinamente a aquellas esferas en que la
ganancia supera el nivel medio.

Lo mismo pudiera decirse respecto a la plusvalía capitalizada:


acude a aquellos sectores donde la cuota de ganancia está por
encima del nivel medio. Por consiguiente, la cuota media de ganancia
existe siempre –según señala Marx- tan sólo como una tendencia,
como un movimiento tendente a nivelar las diversas cuotas de
ganancia.

Esta nivelación de las diversas cuotas de ganancia para


formar una cuota media es tanto más rápida cuanto más móvil es el
capital, es decir, cuanto más diligente se muestra para trasladarse
de una esfera de la producción a otra; y, además, es tanto más
rápida cuanto más rápidamente puede ser transferida la mano de
obra de una esfera a otra, de un centro local de producción a otro. La
agilidad del capital necesaria para crear la cuota media de ganancia
presupone un amplio sistema de crédito y completa libertad de
comercio en el interior de la sociedad, es decir, aquellas condiciones
que garantizan a cualquier capital igual posibilidad de acceso a no
importa qué rama de la producción.

267
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

En tales condiciones, las diversas cuotas de ganancia pueden


nivelarse al principio dentro de los límites de una esfera industrial, y
luego en el ámbito de las diversas esferas, pero sólo mediante
fluctuaciones permanentes. No hay que olvidar que las leyes
económicas del capitalismo actúan espontáneamente. En el régimen
capitalista, la ley general sólo se impone, como decía Marx, “como
una tendencia predominante de un modo muy complicado y
aproximativo, como una media jamás susceptible de ser fijada entre
perpetuas fluctuaciones”.7

Cada capitalista tiende a extraer el mayor beneficio a su


capital. El ansia de lucro, de obtener la máxima cuota de ganancia,
impulsa a los capitalistas a transferir sus capitales. Esta
trasplantación, que se verifica en medio de una encarnizada
competencia, acompañada de fluctuaciones espontáneas de los
precios y de las cuotas de ganancia, al margen de la voluntad o de
los deseos subjetivos de los capitalistas aislados, conduce a la
nivelación de las diversas cuotas de ganancia para formar una cuota
medio (general). Ese es el resultado objetivo del proceso de
movimiento de los capitales.

En virtud de la formación de la cuota media de ganancia, se


verifica una redistribución de toda la plusvalía creada en la sociedad
capitalista entre los capitalistas según la magnitud de sus capitales.
Por un capital igual, sea cual fuere el sector en que está invertido y
su composición orgánica, los capitalistas perciben un beneficio igual.
Sin embargo, no está descartado que ciertos capitalistas puedan
percibir una ganancia superior o inferior al promedio.

Con la formación de la cuota media de ganancia aparece una


diferencia cuantitativa ente la plusvalía producida en tal o cual
sector de la industria y la ganancia percibida en él por los
capitalistas. Sólo de manera casual la plusvalía coincide con la
ganancia obtenida por cualquier capital igual en cualquier rama de
la producción. La discrepancia entre la plusvalía y la ganancia media
encubre y oculta la fuente y la naturaleza de la ganancia. Esta
aparece como un fruto de todo el capital.

7 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 167.

268
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

En su teoría de la ganancia media, Carlos Marx descubrió el


mecanismo de la distribución de la plusvalía entre los capitalistas
proporcionalmente a la magnitud de su capital e independientemente
de la órbita de la producción en que funcionan estos capitales y de
su composición orgánica.

En las actuales condiciones de desarrollo del capitalismo, en


toda una serie de sectores industriales, la automatización de las
operaciones ha traído consigo una gran disminución de la parte
correspondiente al trabajo vivo en cada unidad o fracción del capital
invertido. Se observa no sólo una disminución relativa, sino una
disminución absoluta de la parte del capital variable en el total del
capital en funcionamiento.

Los propietarios de las empresas intensamente automatizadas


perciben una enorme masa de beneficios. Sería incorrecto suponer
que toda ganancia colosal es plusvalía creada por los obreros de esas
empresas, de la productividad y de la intensidad del trabajo que en
ellas se realiza.

El manantial de donde procede esta enorme ganancia no es


sólo la creciente masa de plusvalía creada por los obreros que
trabajan en estas empresas, ni tampoco la plusvalía excedente
elaborada por ellos, sino también la plusvalía que se ha creado en
otras empresas, en otras ramas de la industria y en distintos
países y que ha sido obtenida por los propietarios de las
empresas automatizadas como consecuencia de su redistribución
entre los capitalistas a lo largo de un proceso de encarnizada
competencia.

En las condiciones creadas por el capital monopolista, se


hace más complejo el proceso de la formación de la cuota media de
ganancia. El predominio de las alianzas monopolistas dificulta la
transferencia de capitales y debilita la tendencia a la nivelación de
las diversas cuotas.

Este predominio permite conseguir, en una serie de sectores


de la economía capitalista, un beneficio altísimo, de monopolio.

269
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

Pero como el capital monopolista es incapaz de eliminar la


competencia, propia del capitalismo, sino que, por el contrario, hace
la competencia más compleja y más aguda, no puede tampoco
eliminar el proceso de trasplantación espontánea de capitales ni la
tendencia a la nivelación de las diversas cuotas de ganancia
originada por aquel proceso. Lo único que hace es complicar y
agudizar dicho proceso.

4. FORMACIÓN DEL PRECIO DE PRODUCCIÓN. EL PRECIO DE


PRODUCCIÓN Y EL VALOR.

El proceso de formación de la cuota media de ganancia


influye en los precios de las mercancías de la producción capitalista.
Si las mercancías elaboradas en distintas ramas se vendiesen por
precios correspondientes a su valor, capitales iguales producirían
beneficios distintos.

En el proceso real del movimiento de los capitales, los precios


de las mercancías se establecen según un nivel que garantiza la
obtención de una ganancia media. Este nivel es el precio de
producción, el cual incluye el precio de coste y la ganancia media.

Forman parte del precio de coste todas las inversiones en


mano de obra (capital variable) y parte de las inversiones en capital
constante: la parte o magnitud en que dicho capital ha sido
consumido en el proceso de la producción de los artículos. Aquella
parte del capital constante que se invierte en materias primas y
combustible forma parte, en toda su integridad, del precio de coste,
pero aquella que se ha invertido en maquinaria o en locales de
explotación forma parte del mismo tan sólo parcialmente, en la
medida en que se desgastan estos elementos del capital.

Si tomamos los datos de los cuadros expuestos anteriormente


y partimos del supuesto de que sólo el 50 por 100 del capital
constante se incorpora al precio de coste (“desgaste de c”), los precios
de producción serán los siguientes:

270
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

CUADRO III

Bajo el influjo de la competencia, las mercancías no se


venderán por su valor, sino por los precios de producción, los cuales,
en la inmensa mayoría de los casos, no corresponden al valor de la
mercancía, según muestran los datos del cuadro III; en algunos
sectores de la industria, los artículos se venderán a precios
superiores al valor, y en otros sectores, a precios inferiores al mismo.

En aquellas esferas de la industria donde la composición


orgánica del capital es alta, los precios de producción serán
superiores al valor de las mercancías, y allí donde la composición
orgánica del capital sea baja, los precios de producción quedarán por
debajo del valor de las mercancías. El precio de producción se
diferencia del valor tanto por su forma como por su magnitud.

La fórmula del valor de la mercancía es c + v + m. La fórmula


del precio de producción es c + v + ganancia media. El valor de la
mercancía encierra la plusvalía además de c + v. El precio de
producción incluye, aparte el precio de coste, la ganancia media, que
cualitativamente no coincide con la plusvalía. ¿Cuál es la relación
entre el valor y el precio de producción?

En primer lugar, estas dos fórmulas contienen un mismo


elemento: el precio de coste. Y se diferencian en los elementos
últimos. La ganancia media es la plusvalía obtenida en escala de

271
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

toda la producción capitalista y redistribuida entre los capitalistas


según la magnitud del capital.

Y si la ganancia media y la plusvalía creada en una rama


concreta no coinciden, en la escala de toda la sociedad capitalista, la
ganancia media obtenida será igual al total de la plusvalía creada.

En segundo lugar, aunque en determinados sectores de la


industria, y bajo el peso de la competencia, las mercancías no se
vendan por su valor, sino por el precio de producción, que difiere del
valor, en la escala de toda la sociedad, estas desviaciones de los
precios de producción de las mercancías respecto de su valor se
compensan mutuamente. Si examinamos todos los sectores de la
economía social como un conjunto único, el total de los precios de
producción de las mercancías equivale a su valor. Lo demuestran sin
lugar a dudas las cifras que hemos aducido.

En tercer lugar, el precio de coste es parte integrante del


precio de producción; y es también parte del valor. Su magnitud, que
es aquella parte del valor que expresa el consumo del trabajo
materializado y el consumo de una porción de trabajo vivo
(retribuido), depende del nivel de la productividad del trabajo. Toda
modificación del valor repercute en la magnitud de los precios de
producción. La disminución del trabajo socialmente necesario
invertido en la producción de tal o cual mercancía se refleja en la
magnitud del valor y, por consiguiente, en el precio de producción.

“Como el valor total de las mercancías –escribía Marx- regula


la plusvalía total y ésta, a su vez, la magnitud de la ganancia media
y, por tanto, la cuota general de ganancia –como ley general, es decir,
como ley que tiende a sobreponerse a todas las fluctuaciones-,
llegamos a la conclusión de que es la ley del valor la que regula los
precios de producción”.8

Por consiguiente, en las condiciones que crea un régimen


capitalista desarrollado, la ley del valor actúa como ley de los precios
de la producción. El precio de producción representa una forma

8 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 184.

272
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

transfigurada del valor y sólo puede ser explicado científicamente


basándose en los efectos de las leyes del valor y de la plusvalía.

La formación del precio de producción, la transformación del


valor en precio de producción, constituye un nuevo
enmascaramiento de la esencia de las relaciones capitalistas de
producción, ya que en el precio de producción, formado en virtud de
la competencia, se escamotea el hecho innegable de que su base es el
valor. En la teoría de la ganancia media y del precio de producción,
Marx descubrió el vínculo interno existente entre la ganancia media
y la plusvalía, entre el precio de producción y el valor.

Cuando apareció el tercer tomo de El Capital, en el que Marx


presentaba su análisis de la ganancia media y del precio de
producción, economistas burgueses como Boehm Bawerk, Loria y
otros trataron de “refutar” el marxismo levantando un gran alboroto
sobre las supuestas contradicciones entre el primer tomo de El
Capital y el tercero. Veían una “contradicción” en el hecho de que, en
el primer tomo de El Capital, Marx afirmaba que las mercancías se
vendían por su valor, mientras que en el tercero demostraba que se
vendían por el precio de producción, el cual no coincidía con el valor.

Partiendo de aquí, aseguraban que en el tercer tomo había


llegado Marx a conclusiones que rebatían todo lo dicho
anteriormente por él, o sea que derrotaban su teoría del valor y de la
plusvalía. Estas tentativas de encontrar “contradicciones” en El
Capital se veían inspiradas por el afán de rechazar la doctrina
revolucionaria de Marx, que demostraba científicamente la
inevitabilidad del hundimiento del régimen capitalista.

El análisis científico de las leyes económicas del desarrollo del


modo capitalista de producción, realizado por Marx en los tres tomos
de El Capital, pone de manifiesto que la “contradicción” entre el
primero y el tercero es un simple infundio de los economistas
burgueses. No hay contradicción alguna entre el valor y el precio de
producción ni entre las leyes correspondientes. La formación de los
precios de producción sólo puede explicarse a base de la ley del
valor.

273
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

A este respecto, Lenin nos ofrece una admirable característica


en su artículo “Carlos Marx”:

“Por consiguiente, el notorio e incontrovertible hecho de que


los precios se apartan del valor y de que existe una igualdad de
ganancia ha sido explicado perfectamente por Marx sobre la base de
la ley del valor, pues el total de los valores de todas las mercancías
coincide con el total de los precios. Pero la equiparación del valor
(social) a los precios (individuales) no se verifica por un camino
sencillo y directo, sino de una manera muy compleja: es
completamente natural que en una sociedad de productores de
mercancías dispersos, sin otra relación que el mercado, la ley no
pueda manifestarse de otro modo que como una ley media, social,
masiva, compensándose mutuamente las fluctuaciones individuales
en tal o cual dirección”.9

La ley del valor es una ley de la producción mercantil. En las


circunstancias que concurrían bajo la producción mercantil simple,
cuando la fabricación de las mercancías corría a cargo del mismo
propietario de los medios de producción y alcanzaba proporciones
limitadas y, por otra parte, el intercambio de los artículos se llevaba
a cabo con el fin de obtener el equivalente del trabajo propio, con un
mercado limitado, las fluctuaciones de los precios de las mercancías
respecto del valor no podían ser considerables ni duraderas. Las
mercancías vendíanse por su valor o por un precio aproximado a su
valor.

Una cosa muy distinta es la producción mercantil capitalista:


las mercancías son producidas por obreros asalariados; y el
propietario de las mercancías, el capitalista, organiza la producción y
la venta de las mismas con el propósito de extraer ganancias de su
capital.

En la sociedad capitalista desarrollada, la venta de las


mercancías, que son productos del capital, se lleva a cabo en medio
de un trasiego espontáneo del capital, en medio de una competencia
encarnizada. Esa es la razón de que, en la sociedad capitalista

9 V. I. Lenin. Obras, tomo 21, pág. 50.

274
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

desarrollada, la ley del valor se manifieste en una forma compleja, en


la forma de precio de producción.

La teoría de la ganancia media y del precio de producción


muestra cómo va haciéndose más complejo y acentuado el carácter
espontáneo de la ley del valor en la sociedad capitalista, donde “las
mercancías no se cambian simplemente como mercancías, sino como
productos capitales que reclaman una participación proporcionada a
su magnitud en la masa total de la plusvalía, o participación igual si
su magnitud es igual”.10

El proceso de desarrollo y de compilación de la ley del valor,


proceso que se expresa en la transformación del valor de la
mercancía en precio de producción, constituye un resultado del
hecho histórico de la conversión de la producción mercantil simple
en producción mercantil capitalista. Es sabido que la producción
mercantil basada en la propiedad privada de los medios de
producción precedió a la producción capitalista.

Por eso, según decía Marx, era “absolutamente correcto


considerar los valores de las mercancías no sólo teóricamente, sino
históricamente, como el prius de los precios de producicón”.11 El
proceso histórico de formación de la ganancia medida y de la
conversión del valor en precio de producción es también tratado por
F. Engels en su obra La ley del valor y la cuota de ganancia.

5. IMPORTANCIA DE LA TEORÍA DE LA GANANCIA MEDIA PARA


LA LUCHA DEL PROLETARIADO.

En virtud de la competencia y de la emigración del capital,


tiene lugar una nivelación de las diversas cuotas de ganancia,
formando la cuota media. El proceso de su formación es al mismo
tiempo el de la redistribución de la plusvalía en la sociedad
capitalista.

10 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 180.


11 Ibídem, pág. 182.

275
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

De este hecho incontrovertible se deducen conclusiones


importantes:

Primera. El beneficio obtenido por los capitalistas de diversas


ramas de la producción representa una parte del conjunto de la
plusvalía creada por toda la clase de los obreros asalariados.

Segunda. La magnitud de este beneficio depende del grado de


explotación a que está sometida toda la clase obrera, de la magnitud
de la masa general de plusvalía.

Tercera. Cada capitalista está interesado no sólo en acentuar


la explotación de aquellos obreros que trabajan en su empresa, sino
la de toda la clase obrera, puesto que cuanto más alto sea el grado
de explotación, tanto mayor será la masa general de la plusvalía
obtenida por toda la clase capitalista y, por consiguiente, tanto
mayor será la cuota media de ganancia.

La ganancia media expresa no sólo las contradicciones entre


los capitalistas en su pugna por obtener la mayor parte posible de la
plusvalía, sino también el antagonismo entre la clase de los obreros
asalariados, como conjunto, y la clase capitalista.

“De lo dicho se desprende que cada capitalista de por sí, al


igual que la totalidad de los capitalistas de cada esfera especial de
producción, se hallan interesados, no sólo por simpatía general de
clase, sino directamente, por motivos económicos, en la explotación
de la clase obrera en su conjunto por el capital en bloque y en el
grado de esta explotación… La cuota de ganancia media depende del
grado de explotación del trabajo total por el capital total”. 12

Si, por ejemplo, la cuota de plusvalía se elevase de 100 a 200


por 100, permaneciendo inalterables las restantes condiciones, la
cuota media de ganancia aumentaría del 20 al 40 por 100.

La plusvalía producida mediante la explotación de los obreros


asalariados se la apropia cada capitalista por separado y toda la
clase capitalista en su conjunto. Cada capitalista procura extraer lo

12 Ibídem, pág. 199.

276
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

más posible del fondo general de plusvalía. La redistribución de ésta


tiene lugar entre una fuerte competencia de los capitalistas. Pero,
pese a las contradicciones que les separan, les une un interés
común, consistente en la aspiración de que el fondo general de
plusvalía sea lo más cuantioso posible y se vea incrementado sin
cesar.

Por ello, pese a que los capitalistas luchan encarnizadamente


entre sí y a que, en la batalla por las ganancias, serían capaces de
hundirse los unos a los otros, tienen un interés común: extraer a los
obreros el máximo posible de plusvalía, aumentar la suma de sus
ganancias.

“Tenemos, pues, aquí la prueba matemáticamente exacta de


por qué los capitalistas, a pesar de las rencillas que les separan en el
campo de la concurrencia, constituyen una verdadera masonería
cuando se enfrentan en conjunto con la colectividad de la clase
obrera”.13

En el párrafo transcrito encontramos una explicación del


frente único capitalista contra la clase obrera. La lucha de los
trabajadores por más salario y una jornada más corta amenaza con
reducir la masa de plusvalía, lo cual representaría un golpe no sólo
contra el capitalista que tiene contratados a unos obreros, sino
contra toda la clase capitalista. Así se explica que toda esta clase
tenga un interés vital en oponerse a la clase obrera. No obstante la
reñida pugna que sostienen los burgueses entre sí, cuando se trata
de enfrentarse a la clase obrera encuentra siempre un lenguaje
común determinado por el interés económico común.

De donde se sigue que un frente único proletario debe crearse


para contrarrestar la acción del frente único capitalista. La teoría de
la ganancia media contiene una fundamentación científica de la
necesidad de constituir un frente único proletario para combatir a la
clase capitalista en general. Por supuesto, hay una diferencia radical
entre la unidad de la clase capitalista y la unidad de la clase
proletaria. La unidad de la clase capitalista se basa en el común
interés por reforzar la explotación de los trabajadores y por perpetuar

13 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 200.

277
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

el sistema capitalista de producción, que condena a los proletarios a


una situación de esclavos asalariados. Al mismo tiempo, esta
“unidad” lleva aparejada la agudización de la lucha entre los
capitalistas por apoderarse de una parte mayor de las ganancias.

La unidad de intereses de la clase proletaria, determinada por


el puesto que ésta ocupa en la producción social, se consolida en la
batalla contra la burguesía, pues tiene como fin destruir la
explotación del hombre por el hombre y edificar la sociedad
comunista.

La más importante tarea de los partidos progresistas de los


países capitalistas consiste en robustecer la unidad, a cuyo fin sus
afiliados deben luchar junto a las masas, actuar siempre donde ellas
están, fortalecer sus vínculos con las masas para llevarlas tras de sí
en la lucha por sus intereses vitales, por la independencia nacional,
por la democracia real y la paz.

6. LA TENDENCIA AL DESCENSO DE LA CUOTA DE GANANCIA Y


LA AGUDIZACIÓN DE LAS CONTRADICCIONES DEL
CAPITALISMO.

Una de las leyes económicas del capitalismo, descubierta y


fundamentada por Marx, es la tendencia al descenso de la cuota de
ganancia. He aquí las circunstancias que la determinan:

A medida que progresa la acumulación del capital se eleva su


composición orgánica, la cual se expresa en un crecimiento de la
parte constante del capital más rápido que el de la parte variable. Y
como la plusvalía es creada por el capital variable, al elevarse la
composición orgánica del capital ha de reducirse la cuota de
ganancia. En la misma dirección actúa el amortiguamiento de la
circulación del capital. La tendencia de la cuota de ganancia al
descenso representa una ley general del capitalismo.

Disminución de la cuota de ganancia no significa mengua de


la masa de beneficio, ya que la reducción relativa de la masa del
capital variable en comparación con el constante va acompañada de
un aumento absoluto del volumen del capital variable y ello quiere

278
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

decir que crece el ejército de los obreros asalariados, explotados por


el capital, y que se incrementa la masa de plusvalía creada por ellos.

Según cálculos del profesor S. S. Vigodski, la masa de


plusvalía (ganancia) obtenida de 1889 a 1955 en la industria
transformativa norteamericana se elevó en 23 veces. Si tenemos en
cuenta que, en el mismo período, la cuota de plusvalía aumentó en
2,7 veces, el incremento de la plusvalía en nueve veces fue logrado a
expensas del aumento del ejército de obreros explotados.

De cómo crece realmente la masa de la ganancia podemos


juzgar por los siguientes datos:

AUMENTO DE LAS GANANCIAS DE LOS MONOPOLIOS EN LOS


ESTADOS UNIDOS E INGLATERRA

Estados Unidos (en Inglaterra (en miles


Año miles de millones de millones de
de dólares) libras)
1938 3,8 1,0
1954 34,1 3,7
1959 47,0 4,8

La cuota de ganancia es la fuerza motriz de la producción


capitalista. En el capitalismo se produce todo lo que sea para obtener
ganancias. El descenso de la cuota media de ganancia presupone un
menor grado de rentabilidad del capital. De ahí que los capitalistas
aprovechen todos los recursos a su alcance para evitar tal descenso y
para elevar la rentabilidad del capital en funciones. Los recursos en
cuestión se encierran en la propia naturaleza del sistema capitalista
de producción, en la índole del proceso de acumulación de capital,
proceso que, aunque determina la disminución de la cuota de
ganancia, engendra y fortalece los factores que contrarrestan la caída
de la cuota de ganancia y que dan a esta ley general el carácter de
tendencia.

Entre los factores que frenan el descenso de la cuota de


ganancia observamos los siguientes:

279
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

Ante todo, el mayor grado de explotación del trabajo


asalariado. El desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad
capitalista se verifica a base de un aumento de la composición
orgánica del capital. De una parte, el progreso de las fuerzas
productivas y la utilización de las nueva técnica determinan un alza
de la composición orgánica del capital y un descenso de la cuota de
ganancia, y al mismo tiempo, el progreso técnico permite elevar el
grado de explotación mediante el incremento de la productividad, la
intensificación del trabajo, la prolongación de la jornada, etc. Así se
garantiza la elevación de la cuota y el aumento de la masa de
plusvalía, lo que contribuye a frenar el descenso de la cuota de
ganancia.

Según cálculos de expertos economistas, la cuota de plusvalía


aumentó en los Estados Unidos de 122 por 100 en 1889 hasta 289
por 100 en 1959; en Inglaterra, desde 200 por 100 en 1937 hasta
300 en 1959, y en Alemania occidental, desde 350 en 1936 hasta
390 en 1955.

La elevación del grado de explotación constituye un factor


decisivo entre los que contrarrestan la disminución de la cuota de
ganancia. “Este factor –indicaba Marx- no anula la ley general. Pero
sí hace que esta ley actúe más bien como tendencia, es decir, como
una ley cuya vigencia absoluta se ve contenida, entorpecida y
atenuada por causas que la contrarrestan”.14

Otro de los factores que se oponen al descenso de la cuota de


ganancia es la disminución de los salarios hasta un nivel inferior al
valor de la fuerza del trabajo. Con el desarrollo del modo capitalista
de producción, de la acumulación del capital y de su composición
orgánica, se constituye y crece el ejército de reserva de mano de
obra. Quiere decirse que lo característico del régimen capitalista es
que la oferta de mano de obra sobrepase a la demanda, con su
consecuencia inmediata de la disminución de los salarios hasta un
nivel inferior al valor de la fuerza de trabajo.

14 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 234.

280
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

En esta disminución actúan como factores de importancia la


discriminación salarial producto de la distinción de sexo, de
nacionalidad y de color.

El descenso del salario por debajo del valor de la mano de


obra permite:

En primer lugar, disminuir los gastos de capital variable.

En segundo lugar, contratar un mayor número de obreros


con el volumen de capital variable anterior, es decir, poner en
movimiento una mayor masa de trabajo vivo, incrementando con ello
la masa general de plusvalía.

Y en tercero, modificar la relación entre las partes retribuida y


no retribuida del trabajo, aumentando esta segunda, o sea
acrecentando la masa de plusvalía y, con ello, frenando la
disminución de la cuota de ganancia.

Otro factor que contrarresta el descenso de la cuota de


ganancia es la superpoblación relativa.

La superpoblación relativa es un resultado de la acumulación


del capital, del alza de su composición orgánica. El alza de la
composición orgánica del capital determina la disminución de la
cuota de ganancia. Pero, al mismo tiempo, al crear una
superpoblación relativa, determina no sólo la disminución del salario
por debajo del valor de la fuerza de trabajo, sino que, en algunos
casos, y en virtud de la existencia de mano de obra barata, debilita la
tendencia al progreso técnico, posibilita la existencia de una serie de
ramas de la producción que se basan en el empleo de esta mano de
obra barata y que, por consiguiente, funcionan con un capital de
composición orgánica baja. Ello amortigua el alza de la composición
orgánica de todo el capital social, frenando, de este modo, el
descenso de la cuota media (general) de ganancia.

La caída de la cuota de ganancia es también contenida por el


abaratamiento de los elementos del capital constante (máquinas,
mecanismos, materias primas). Con la acumulación del capital y con
el ascenso de su composición orgánica mejora el equipamiento

281
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

técnico del trabajo y crece su productividad. El aumento de ésta en


los sectores que fabrican medios de producción abarata estos
medios, y su abaratamiento implica una disminución del valor del
capital constante en funciones.

Al mismo tiempo, la disminución del valor de los medios de


producción permite a los capitalistas adquirir y emplear, con la
misma suma anterior de capital constante, una masa mayor de
medios de producción, organizar una producción mayor con más
obreros y, por consiguiente, extraer más plusvalía y elevar la cuota
de ganancia.

Entre los factores que contienen el descenso de esta cuota


representa un papel importante el comercio exterior.

El comercio exterior de los países capitalistas industrialmente


adelantados con los países agrarios, económicamente atrasados, y en
particular con aquellos que se encuentran en una situación de
dependencia colonial o semicolonial, permite a las potencias
imperialistas realizar en gran escala un intercambio no equivalencial,
es decir, vender artículos industriales a precios altos, superiores a su
valor, y comprar productos de los países subdesarrollados a precios
inferiores al suyo.

La exportación de capitales a las colonias y países


dependientes, atrasados desde el punto de vista económico,
garantiza también una alta cuota de ganancia. Las pérdidas
generales de los países subdesarrollados, originadas por un
intercambio no equivalencial en el comercio exterior, alcanza
actualmente de 14 a 16.000 millones de dólares al año. Además, los
monopolios de los países imperialistas arrancan a las naciones
subdesarrolladas una suma de 5.000 millones de dólares anuales en
forma de beneficios de los capitales invertidos en ellas. Por
consiguiente, el total de ingresos que perciben los capitalistas
mediante la explotación de los países subdesarrollados equivale
aproximadamente a 20.000 millones de dólares al año.

En la cuota de ganancia ejercen, asimismo, poderosa


influencia la creación y el desarrollo de las compañías anónimas.

282
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

De tal modo, en el propio proceso de la acumulación del


capital aparecen y actúan simultánea y objetivamente factores que
determinan el descenso de la cuota de ganancia y otros factores que
la contrarrestan.

Los factores que se oponen al descenso de la cuota de


ganancia no pueden evitarlo por completo: pueden, tan sólo, frenarlo
o amortiguarlo.

“Por donde resulta –decía Marx-, en general, que las misma


causas que producen la baja de la cuota general de ganancia
provocan efectos contrarios que entorpecen, amortiguan y en parte
paralizan aquella acción. No anulan la ley, pero sí atenúan sus
efectos… Por eso esta ley sólo actúa como una tendencia cuyos
efectos sólo se manifiestan palmariamente en determinadas
circunstancias y en el transcurso de largos períodos”. 15

En la época del capitalismo monopolista, los factores que


contrarrestan la disminución de la cuota de ganancia actúan con
vigor redoblado. El reforzamiento de la acción de estos factores trae
como consecuencia que la cuota de ganancia en algunos países y a lo
largo de un período bastante prolongado, no sólo no descienda, sino
que aumente, lo cual suscita una mayor agudización de las
contradicciones del capitalismo.

El fin y el propósito de la producción capitalista consiste en


incrementar el valor invertido, en aumentar ininterrumpidamente el
capital. Todo capital se pone en movimiento con el único objeto de
que, en el proceso de dicho movimiento, crezca y reporte beneficio.

El afán del capital por garantizar la máxima ganancia


engendra la tendencia a ampliar la producción ilimitadamente.
Conforme se acumula el capital, va concentrándose más y más la
producción, se acentúa el progreso científico y técnico y, en virtud de
ello, aumenta la especialización de las diversas ramas de la
producción, se incrementa la productividad del trabajo y se crea más
valor por medio del trabajo altamente calificado.

15 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 238.

283
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

Sin embargo, en última instancia todos los actos de los


capitalistas individuales terminan por conducir, en última instancia
y en una escala que abarca a toda la sociedad, al descenso de la
cuota media (general) de ganancia. Al descenso de esta cuota, según
las proporciones de los capitales, unos capitalistas responden
perfeccionando los instrumentos de trabajo a fin de lograr una
plusvalía extraordinaria; otros responden reduciendo la acumulación
del capital, cerrando sus empresas y limitando la producción. Por
consiguiente, en las condiciones creadas por el capitalismo, la
producción material se lleva a cabo con el único propósito de
incrementar el capital, pero al mismo tiempo, el capital pone ciertas
trabas a la ampliación de la producción.

Así, pues, de una parte, es propio del capitalismo monopolista


de la actualidad la tendencia al altísimo desarrollo absoluto de las
fuerzas productivas especialmente por medio de las aplicaciones de
los progresos de la ciencia y la tecnología a los procesos productivos
y de servicios, y, de otra, el mismo capital pone límite a este
desarrollo, lo que no es más que una manifestación de que no existe
correspondencia de las relaciones sociales de producción con el
carácter y grado de desarrollo de las fuerzas productivas, abriéndose
las posibilidades para una nueva época económica.

284
07/11/2022

SÉPTIMA UNIDAD

“La ganancia media y el precio de


producción”

EL PRECIO DE COSTE Y LAS


GANANCIAS CAPITALISTAS
Valor de la mercancía
Q 1.00
C
Q 1.00 Q 1.00

C m
Q 1.00

m
Q 1.00 Q 1.00

V m
Q 1.00

c+v+m

1
07/11/2022

Valor de la mercancía
Q 1.00 ● Valor de la mercancía: Q 7.00
C
Q 1.00 Q 1.00

C
Q 1.00
m
● Precio de coste de la mercancía: Q 3.00
m
Q 1.00 Q 1.00

V
Q 1.00
m
● Precio de la mercancía: Q 7.00
m

c+v+m ● Ganancia: Q 4.00

Qué es precio del coste de la mercancía?


Cuáles son las
circunstancias
Qué es la ganancia

Es el capital empleado para producir una


determinantes de La ganancia es una forma modificada de
que la plusvalía
mercancía, por lo que es una parte del adquiera la forma de la plusvalía.
valor de la mercancía. ganancia?

Precio del coste de la mercancía


Esta parte del valor de ● El precio de coste capitalista constituye una parte del
valor de la mercancía.
la mercancía, repone el
precio de los medios
● Su formula es la siguiente: c + v. Pero con facilidad
de producción pone de manifiesto la diferencia entre capital fijo y
consumidos y de la capital circulante.
fuerza de trabajo
empleada. ● Oculta la diferencia entre capitales constante y
variable, así como el proceso de transferencia del
Para el capitalista valor y el de creación de valor nuevo.

representa lo que le ha
● Refleja gasto de capital (el gasto de trabajo queda
costado la mercancía. encubierto) creándose la falsa idea de que todo el
capital es el creador del valor.

2
07/11/2022

Q 1.00 Precio
de
C
Como en el precio de coste no hay diferencia
coste
Q 1.00 Q 1.00 Precio
de m
C
Q 1.00
m coste entre los capitales constante y variable, el
m
m aumento del valor, que se da en el proceso
Q 1.00 Q 1.00 Precio
de m
de la producción por el trabajo que los
V
Q 1.00
m coste obreros realizan en el tiempo de trabajo
m
m
excedente, aparece como fruto del capital.

Precio de costo Valor de la Precio de venta Ganancia por


de la mercancía mercancía de la mercancía mercancía ● Permite descubrir e interpretar las leyes de la
competencia bajo el capitalismo: El valor es uno,
Q 7.00 Q 4.00 los precios pueden fluctuar.

Q 6.00 Q 3.00 ● Vendiendo por debajo de su valor, el capitalista


gana
Q 5.00 Q 2.00
Q 3.00 Q 7.00
Q 4.00 Q 1.00 ● Esas fluctuaciones pueden ser aprovechadas para
arruinar a sus competidores.
Q 3.00 Q 0.00
La masa de ganancia dependerá de las condiciones
Q 2.00 de producción y de las condiciones de la venta de las
mercancías.

La ganancia
La ganancia del − Representada como vástago del capital global
desembolsado, la plusvalía reviste la forma transfigurada
capitalista aparece
de la ganancia.
como la diferencia
entre el precio de venta − Pero, la ganancia es la forma en que la plusvalía se
de la mercancía y la manifiesta en la superficie de la sociedad capitalista. Se
suma del capital presenta como un fruto del funcionamiento de todo el
capital desembolsado.
invertido en su
producción. Como un − Si la plusvalía expresa las relaciones de clase de la sociedad
fruto del capital. capitalista, la ganancia las enmascara, convirtiéndolas en
un fetiche.
La ganancia es una − Aunque la ganancia obtenida y la plusvalía, en algunos
forma modificada de la capitales específicos, no coincida, en la escala de toda la
plusvalía. sociedad capitalista sí coinciden.

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07/11/2022

Argumentos usados que buscan encubrir que la ganancia capitalista proviene


de la plusvalía:

● La ganancia proviene de la circulación y es el resultado del ahorro del capitalista.

● La ganancia es engendrada por el propio capital.

● La ganancia es fruto del capital, y los trabajadores no toman parte alguno en su


creación.

● La riqueza social es producto del esfuerzo conjunto del trabajo y el capital.

● El trabajo crea un ingreso en forma de salario y el capital crea otro en forma de


ganancia.

● Los trabajadores perciben todo cuanto crean y que, por consiguiente, no existe
injusticia alguna en la distribución de la riqueza.

LA CUOTA DE GANANCIA Y LOS


FACTORES QUE LA DETERMINAN
La cuota de ganancia
Es la proporción de la plusvalía respecto a todo Valor de la mercancía
el capital invertido, expresada en porcentaje.
Este cálculo le interesa al capitalista. Precio
de
coste
Precio
de m
Es una categoría del sistema capitalista que coste

expresa o representa el índice de rentabilidad


m

Precio

de la empresa o grado de incremento del


de m
coste

capital. m

p´= p / c + v * 100 o p´= p / k * 100


8

4
07/11/2022

Consolida la idea de la Es el resorte propulsor de la


ganancia como fruto de todo producción capitalista, que sólo
el capital invertido. Es distinta produce lo que puede
a la cuota de plusvalía. producirse con ganancia.

La diferencia cuantitativa entre Como la cuota de ganancia es


la cuota de ganancia y la de el impulsor de la producción
plusvalía expresa la diferencia capitalista, el capital se dirige a
cualitativa ente ambas aquellas esferas donde su
(expresan cosas distintas): aplicación garantiza mayor
Rentabilidad y grado de magnitud de ganancia en
explotación, respectivamente. igualdad de circunstancias.

Factores que influyen en la cuota de ganancia:


● La magnitud de la cuota de plusvalía, si las
otras condiciones permanecen iguales. ● Rapidez de la circulación del capital.
● Sin embargo, la economía de capital
● Esto motiva al capitalista para variar la
constante empeora las condiciones
productividad, la intensidad y/o la jornada
de los obreros.
de trabajo.
● Composición orgánica del capital
● La economía de capital constante:
(composición alta = más baja la cuota
− Disminución de parte fija de capital de ganancia).
constante con más trabajadores, cambios en
jornada de trabajo, más intensidad y
productividad.
− Producción a escala (mayor productividad
abarata costos de producción).
− Materias primas sintéticas (abarata costos de
producción).

10

5
07/11/2022

FORMACIÓN DE LA CUOTA MEDIA


GENERAL DE GANANCIA
La desigual ganancia con capitales iguales contradice el
principio capitalista de igualdad: “el capitalista busca resultados
no menores al que logra otro capitalista”.

Capital Cuota de plusvalía Masa de Plusvalía Cuota de ganancia

50 c – 50 v 100% 50 50%
75 c – 25 v 100% 25 25 %
95 c – 05 v 100% 05 05 %

11

Cómo los capitalistas obtienen beneficios iguales con


capitales idénticos?
La competencia: Buscan más alta cuota de ganancia con mejores condiciones
de venta.
Competencia dentro del mismo sector ● Los capitales buscan ser más productivos tratando de
(productos homogéneos): producir mercancías con menos valor que el social,
obteniendo mayor beneficio.
● Las empresas funcionan en condiciones ● En la nivelación del valor social, buscan reducir gastos
desiguales: Volumen, nivel de productividad de producción, incremento de la explotación.
(distinto valor en las misma mercancías), y
precio de costo. ● Por la competencia aumenta la composición del capital
dentro del sector, nivelándose la cuota de ganancia.
● El valor social o comercial de las mercancías
prevalece frente a los valores individuales. ● Las diversas cuotas de ganancia se nivel al interior del
sector, y luego entre sectores.

12

6
07/11/2022

Competencia entre distintos sectores ● La emigración de capitales incide en el


(Distintos productos): comportamiento de la oferta y la
demanda (de donde sale el capital y a
● Buscando mejoras en las ganancias, donde llega), lo que repercute en el
algunos capitales emigran a sectores precio y en la ganancia.
donde al cuota de ganancia es alta. ● Las cuotas de ganancia se terminan
equilibrando, estableciendo una cuota
● Esto trae una redistribución general, de manera espontánea: cuota
espontánea de los medios de media (general) de ganancia.
producción y mano de obra entre ● Así es como en capitales específicos se
ramas distintas de la producción. forma una ganancia media acorde a esa
cuota general, y que se aproxima a la
cuota de ganancia de sectores de
composición orgánica media.

13

● La cuota media de ganancia es ● Cuanto más capital se invierta en un sector de


igual a la relación entre la masa composición orgánica baja, mayor será la masa
general de plusvalía creada por los general de plusvalía; y cuanto más inversión en
obreros asalariados en toda la sectores de composición alta, menos será la
sociedad capitalista y el conjunto masa de plusvalía.
del capital social.
Cuota
Cuota de Masa de Cuota de media
● En esas tendencias, el capitalista Capital
plusvalía Plusvalía ganancia general de
siempre propicia la migración de ganancia
sus capitales buscando mejorar su
ganancia. 50 c – 50 v 100% 50 50% 25%

● Con la cuota media de ganancia, se 75 c – 25 v 100% 25 25 % 25%

redistribuye toda la plusvalía creada


en la sociedad capitalista entre los 95 c – 05 v 100% 05 05 % 25%

capitales, según sus magnitudes.

14

7
07/11/2022

FORMACIÓN DEL PRECIO DE


PRODUCCIÓN
Capital variable

Precio de coste

Precio de Capital constante


producción

Ganancia media

Por la competencia, las mercancías se


venden por los precios de producción, los
Precio de producción: c + v + ganancia media
que son distintos al valor de las
mercancías.
Valor de la mercancía: c + v + p
15

● Si la composición
orgánica del capital es
Porque se busca compensar las tasas de
alta: Los precios de ganancia
producción son altos
respecto al valor de las
mercancías. Cuota
Cuota de Masa de Cuota de media
Capital
plusvalía Plusvalía ganancia general de
ganancia
● Si la composición
orgánica del capital es 50 c – 50 v 100% 50 50% 25%
baja: Los precios de
producción son bajos 75 c – 25 v 100% 25 25 % 25%

respecto al valor de las


95 c – 05 v 100% 05 05 % 25%
mercancías.

16

8
07/11/2022

Cuál es la relación entre el valor y el precio de la


producción?

● La ganancia media es la plusvalía obtenida en toda la


producción capitalista y redistribuida entre todos los
capitalistas. Viendo capitales
específicos: Unos
venden por su valor,
● Las desviaciones de los precios de producción de las otros por encima de
mercancías respecto a su valor se compensan su valor y otros por
mutuamente: total de precios de producción equivale debajo de su valor.
a su valor, vistos los sectores como conjunto único.

● El precio de coste es parte del precio de producción y


parte del valor.
17

Para Marx, la ley del valor regula los precios de producción (valor de
las mercancías regula la plusvalía total y ésta la magnitud de
ganancia media y la cuota general de ganancia): El precio de
producción representa una forma transfigurada del valor.

Capitales Valor de Precio de Desviación La formación del precio


producción producción de producción, la
transformación del valor
A Q 1,000.00 Q 1,200.00 + Q 200.00
en precio de producción,
B Q 1,500.00 Q 1,500.00 Q 00.00 constituye un nuevo
enmascaramiento de la
C Q 1,250.00 Q 1050.00 - Q 200.00
esencia de las relaciones
Total Q 3,750.00 Q 3,750.00 00 capitalistas de
producción.

9
07/11/2022

IMPORTANCIA DE LA TEORÍA DE LA
GANANCIA MEDIA PARA LA LUCHA
DEL PROLETARIADO

Los capitalistas se enfrentan entre sí, buscan


incrementar su ganancia (elevan niveles de
explotación, y los obreros reclaman mejores salarios).

19

El beneficio obtenido por los


capitales representa una
parte del conjunto de la
plusvalía creada por toda la
Por lo tanto, a cada capitalista le
clase de los obreros. interesa que sus obreros y los de
los otros capitalistas sean
explotados en magnitudes
La magnitud de este elevadas.
beneficio depende del grado
de explotación de todos los
obreros (de la masa total de
plusvalía).

20

10
07/11/2022

La ganancia media expresa no sólo las contradicciones entre los capitalistas


en su pugna por obtener la mayor parte posible de la plusvalía, sino también
el antagonismo de la clase de los obreros asalariados, como conjunto, y la
clase capitalista.

TENDENCIA DESCENDENTE DE LA
CUOTA DE GANANCIA: SE AGRAVAN
LAS CONTRADICCIONES
CAPITALISTAS

La tendencia de la cuota A medida que progresa la acumulación del


capital se eleva su composición orgánica, la cual
de ganancia al descenso se expresa en un crecimiento de la parte
representa una ley general constante del capital más rápido que el de la
del capitalismo. parte variable.

22

11
07/11/2022

Circunstancias que determinan la tendencia de descenso


de la cuota de ganancia:
La reducción relativa de la Los capitalistas buscan los medios para evitar
masa del capital variable en el descenso de la cuota de ganancia:
comparación con el constante − Mayor grado de explotación mediante incremento de
productividad., intensidad y jornada de trabajo.
va acompañada de un
− Disminución de salarios a niveles inferiores al valor de la fuerza de
aumento absoluto del volumen trabajo.
del capital variable y ello quiere − Superpoblación relativa: Mano de obra barata.
decir que crece el ejército de los − Abaratamiento de elementos de capital constante.
obreros asalariados (más − El comercio exterior: venta a precios altos en el exterior y compra
plusvalía). en países poco desarrollados a bajo precio; y exportación de
capitales a países dependientes y atrasados económicamente.
− La tendencia de cuota de ganancia al descenso como ley general
Los beneficios no se reducen. del capitalismo, no desaparece, sino se amortigua.

23

12
CAPÍTULO XVII

LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA*

1. La reproducción simple.

Es útil y aún necesario, para fines teóricos, imaginar un


sistema capitalista que marche año tras año por los mismos cauces y
sin cambio ninguno. Esto nos permite abarcar la estructura de las
relaciones que prevalecen en el sistema como un todo, en su forma
más clara y simple. Seguir este procedimiento no implica, sin
embargo, pensar que alguna vez haya habido o pudiera haber un
sistema capitalista real que permaneciese inmutable año tras año.
Ciertamente, cuando examinemos el caso en que se supone que no
existe el cambio, se verá que algunos de los elementos más
esenciales del capitalismo, como existe en realidad, han sido
deliberadamente ignorados.

Quesnay, el líder de los Fisiócratas, fue el primer economista


que intentó hacer una presentación sistemática de la estructura de
las relaciones existentes en la producción capitalista. Su famoso
Tableau économique (1758) fue por esta sola razón una piedra
miliaria en el desarrollo del pensamiento económico, y Marx lo llamó
“indiscutiblemente la idea más brillante de que la economía política
había sido culpable hasta entonces”. Marx fue grandemente influido
por Quesnay y consideraba su propio plan para el análisis de la
estructura del capitalismo, que en su forma más elemental llama
“Reproducción Simple”, como una versión mejorada del Tableau.*

La Reproducción Simple se refiere a un sistema capitalista


que conserva indefinidamente las mismas dimensiones y las mismas

* Tomado de la Acumulación y el Ejército de Reserva, Capítulo V. Sweezy, Paúl.


* Una carta de Marx a Engels, fechada el 6 de julio de 1863, comienza como sigue: “Si
te resulta posible con este calor, mira el adjunto Tableau économique, con el que
sustituyo la Tabla de Quesnay, y dime qué objeciones tienes que hacerle. Abarca
todo el proceso de la reproducción”. Correspondencia selecta, p. 153. En El Capital
Marx abandonó la forma diagramático del plan que acompañaba a esta carta, pero
las ideas están allí, con la exposición muy ampliada. Véase particularmente el
volumen I, capítulo XXIII, y el volumen II, capítulo XX. Para un examen de la
relación entre el Tableau de Quesnay y los planes de la reproducción de Marx, véase
el apéndice A.
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

proporciones entre sus diversas partes. Para que se cumplan estas


condiciones es necesario que los capitalistas repongan cada año el
capital gastado o usado y empleen toda su plusvalía en el consumo;
y que los obreros gasten todo su salario en el consumo. Si no se
llenaran estos requisitos tendría lugar una acumulación o bien un
agotamiento de la existencia de medios de producción, y esto está
excluido por hipótesis. Podemos ver más fácilmente la razón de estas
afirmaciones si representamos la Reproducción Simple en el lenguaje
de notación introducido en el capítulo anterior.

Supongamos que toda la industria está dividida en dos


grandes ramas: en la I se producen medios de producción y en la II
se producen artículos de consumo en una productora de artículos de
consumo para obreros (wage goods), y otra productora de artículos
de lujo.* Aunque será deseable trabajar con un plan de dos ramas es
más sencillo y enteramente adecuado a nuestros propósitos actuales.

Hagamos que c1 y c2 sean el capital constante empleado,


respectivamente, en I y II; en forma similar, hagamos que v1 y v2
sean el capital variable, p1 y p2 la plusvalía, y w1 y w2 el producto,
medido en valor, de las dos ramas, respectivamente.

Tendremos entonces la tabla siguiente, que representa la


producción total:

I c1 + v1 + p1 = w1

II c2 + v2 + p2 = w2

Para que se cumplan las condiciones de la Reproducción


Simple, el capital constante usado debe ser igual a la producción
total de la rama de bienes de producción, y el consumo combinado
de capitalistas y obreros debe ser igual a la producción total de la
rama de artículos de consumo. Esto significa que:

* La distinción, como la hace Marx, es entre “artículos necesarios para la vida” y


“artículos de lujo”. El Capital II, capítulo XX, sec. 4.

284
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

c1 + c 2 = c 1 + v 1 + p 1

v1 + p 1 + v 2 + p 2 = c 2 + v2 + p2

Eliminando c1 de ambos términos de la primera ecuación y v2


+ p2 de ambos términos de la segunda ecuación, se verá que las dos
se reducen a la siguiente ecuación única:

c2 = v 1 + p 1

Esta puede llamarse, entonces, la condición básica de la


Reproducción Simple. Quiere decir sencillamente que el valor del
capital constante usado en la rama de artículos de consumo debe ser
igual al valor de las mercancías consumidas por los obreros y
capitalistas dedicados a producir medios de producción. Si se
satisface esta condición, la escala de la producción no cambia de un
año al siguiente.

Antes de seguir adelante, examinemos el plan de


reproducción un poco más en detalle. Quizá su mayor importancia
reside en el hecho de que ofrece un armazón unificado para analizar
las interconexiones de la producción total y del ingreso, un problema
que no fue nunca sistemática o adecuadamente tratado por los
economistas clásicos. La producción se divide en dos amplias
categorías: producción total de medios de producción y producción
total de artículos de consumo. Ambas, tomadas en su conjunto,
constituyen la suma de la oferta social de mercancías. El ingreso, por
otra parte, podemos decir que se divide en tres categorías: el ingreso
del capitalista que éste debe gastar en medios de producción si ha de
mantener su posición como capitalista, el ingreso del capitalista que
éste es libre de gastar en el consumo (plusvalía) y el ingreso del
trabajador (salario). Sin embargo, puesto que hay capitalistas y
obreros en las dos grandes ramas de la producción, quizá sea mejor
decir que el ingreso se divide en seis categorías, tres por cada rama.
Tomadas en su conjunto, éstas constituyen la demanda total de
mercancías. Ahora, es obvio que en situación de equilibrio la suma

285
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

de la oferta y la suma de la demanda deben balancear, pero lo que


no es tan obvio es la interrelación entre los diversos elementos de las
dos sumas que serán exactamente suficientes para crear tal
equilibrio. Es una de las funciones más importantes del plan de
reproducción la de arrojar luz sobre este problema. Cumpliendo esta
función –debe observarse de paso- el plan de reproducción pone los
cimientos para un análisis de las discrepancias entre la suma de la
oferta y la suma de la demanda, que, por supuesto, se manifiestan
en trastornos generales del proceso productivo.

Cada una de las partidas del plan de reproducción tiene un


carácter doble en el sentido de que representa un elemento de
demanda y a la vez un elemento de oferta. Considérese c1; constituye
una parte del valor de la producción total de los medios de
producción y constituye también una parte de los ingresos de los
capitalistas de la sección I derivados de la venta de medios de
producción y normalmente destinados a gastarse en nuevos medios
de producción. Así c1 representa a la vez la oferta y la demanda de
medios de producción. Los cambios requeridos tienen siempre lugar
entre los capitalistas de la sección I; el valor por la cantidad c1
realiza, por así decirlo, un recorrido circular, partiendo de un
extremo de la rama de medios de producción y dando la vuelta para
volver a entrar a la misma rama al comienzo del período de
producción siguiente. La partida que sigue es v1, que representa
aquella parte del valor de la producción total de medios de
producción que reembolsa los salarios; es, de este modo, oferta de
medios de producción. Por otra parte, v1 representa, asimismo, los
salarios de los obreros empelados en producir medios de producción,
y en este sentido, evidentemente, constituye demanda de medios de
consumo. No se equiparan aquí los elementos de la oferta y la
demanda. Lo que es válido para v1, bajo la suposición de la
reproducción simple, lo es también para p1, salvo que aquí se trata
de la plusvalía de los capitalistas de la sección I. Completamos el
análisis de la sección I con una oferta de medios de producción
iguales a v1 + p1, no vendidos, y con una demanda de medios de
consumo de la misma magnitud, no satisfecha. Pasemos ahora a la
sección II, o sea la producción de medios de consumo. Una parte de
la producción total de artículos de consumo igual a c2, que
representa el valor de los medios de producción usados en producir

286
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

artículos de consumo, corresponde a la demanda de nuevos medios


de producción por los capitalistas de la sección II. Aquí tampoco hay
equiparación directa entre oferta y demanda. Es diferente lo que
pasa con v2 y p2; éstos representan oferta y demanda de artículos de
consumo. Como en el caso de c1, los cambios necesarios pueden
tener lugar totalmente dentro de una sección, esta vez la sección II.
La sección II queda así con una oferta “no vendida” de artículos de
consumo iguales a c2 y una demanda no satisfecha de medios de
producción de la misma magnitud.

Refiriéndose ahora a las relaciones entre las dos ramas


advertimos que la I tiene una oferta de medios de producción y una
demanda de medios de consumo iguales a v1 + p1, y la II tiene una
demanda de medios de producción y una oferta de medios de
consumo iguales a c2. Es claro que las dos ramas pueden, por así
decirlo, negociar entre ellas, y siempre que v1 + p1 sea exactamente
igual a c2, su intercambio desembarazará el mercado de medios de
producción y de medios de consumo y establecerá el equilibrio entre
la suma de la oferta y la suma de la demanda.

Este razonamiento nos lleva de nuevo a la condición del


equilibrio de la Reproducción Simple por un método que tiene la
ventaja de poner al desnudo la lógica inherente al plan de
reproducción. El plan de reproducción es en esencia un expediente
para mostrar la estructura de las ofertas y demandas en la economía
capitalista, en términos de las clases de mercancías producidas y de
las funciones de quienes perciben los ingresos. Debe agregarse, sin
embargo, que del plan como tal no es posible hacer ningunas
deducciones causales; el plan provee un armazón, no un sustituto,
para la investigación ulterior.

2. Las raíces de la acumulación.

El lector puede haber discurrido que el capitalista que vive en


el mundo imaginario de la Reproducción Simple no muestra las
características de un capitalista que considera que “los valores de
uso no deben nunca considerarse como el fin real del capitalista”, y,
sin embargo, hemos construido ahora un sistema en el cual los

287
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

capitalistas reciben el mismo ingreso año tras año y lo consumen


siempre hasta el último dólar. Evidentemente, en tales
circunstancias, los valores de uso tendrían que ser considerados
como el fin que persigue el capitalista.

Es inevitable la conclusión de que la Reproducción Simple


implica la abstracción de lo más esencial en el capitalista, a saber,
su interés en ampliar su capital. Realiza esto convirtiendo una parte
–a menudo la mayor- de su plusvalía en capital adicional. Su capital
acrecentado le permite entonces aprovecharse aún más plusvalía,
que a su vez convierte en capital adicional, y así sucesivamente. Este
es el proceso conocido como acumulación del capital; constituye la
fuera motriz del desarrollo capitalista.

El capitalista, como lo observaba Marx, comparte con el avaro


la pasión de la riqueza como tal. Pero lo que en el avaro es una
simple idiosincrasia, en el capitalista es el efecto del mecanismo
social del que él es tan sólo una de las ruedas”. Es de la mayor
importancia comprender este punto. La forma de circulación D-M-D’,
en la que el capitalista ocupa la posición clave, es, objetivamente, un
proceso de expansión del valor. Este hecho se refleja en el fin
subjetivo del capitalista. No es de ningún modo una cuestión de
propensiones o instintos humanos innatos; el deseo del capitalista de
aumentar el valor que controla (de acumular capital) proviene de su
posición especial en una forma particular de organización de la
producción social. Un instante de reflexión mostrará que no podría
ser de otro modo. El capitalista es un capitalista y una figura
importante en la sociedad sólo por ser el propietario y representante
del capital. Privado de su capital, no sería nada. Pero el capital tiene
una sola cualidad, la de poseer magnitud, y de aquí se sigue que un
capitalista puede distinguirse de otro solamente por la magnitud del
capital que representa. El propietario de una gran cantidad de
capital que representa. El propietario de una gran cantidad de
capital ocupa un puesto más alto en la escala social que el
propietario de una cantidad pequeña; posición, prestigio y poder se
reducen a la vara de medir cuantitativa de pesos y centavos. El éxito
en la sociedad capitalista, por lo tanto, consiste en aumentar el
capital propio. “Acumular –como lo expresaba Marx- es conquistar el
mundo de la riqueza social, acrecentar la masa de seres humanos

288
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

explotados por él, y de este modo extender el predominio directo e


indirecto del capitalista”.

Dado el apremio de acumular, un factor adicional apenas


menos importante viene a reforzar los motivos del capitalista. La
mayor cantidad de plusvalía y también, por lo mismo, el mayor poder
de acumulación corresponde al capitalista que emplea los métodos
técnicos más avanzados y eficientes; en consecuencia, el afán de
perfeccionamiento es general. Pero los nuevos y mejores métodos de
producción exigen mayores desembolsos de capital y vuelven
anticuados y, por lo tanto, sin valor los medios de producción
existentes. Con las palabras de Marx,

…el desarrollo de la producción capitalista hace


necesario aumentar constantemente la cantidad de capital
desembolsado en una empresa industrial dada, y la
competencia hace que cada capitalista individual sienta las
leyes inmanentes de la producción capitalista como leyes
extensas coercitivas. Lo obliga a acrecentar constantemente su
capital a fin de conservarlo, pero no puede acrecentarlo si no
es por medio de la acumulación progresiva.

Vemos que el análisis marxista relaciona la acumulación de


capital con la forma histórica específica de la producción capitalista.
El camino del éxito y de la elevación social pasa a través de la
acumulación, y quien se rehúsa a participar en la competencia, está
en peligro de pederlo todo.

Conforme a este análisis de la acumulación, Marx trazó el


esbozo de una teoría del consumo de los capitalistas:

En el amanecer histórico de la producción capitalista


–y todo capitalista advenedizo debe pasar personalmente por
esta etapa histórica-- la avaricia y el deseo de hacerse rico son
las pasiones dominantes. Pero el progreso de la producción
capitalista no sólo crea un mundo de deleites; abre en la
especulación y el sistema de crédito mil posibilidades de
enriquecimiento súbito. Cuando se ha alcanzado cierta etapa
de desarrollo, un grado convencional de prodigalidad que es
también una exhibición de riqueza y, por lo mismo, una fuente
de crédito, se convierte en una necesidad de los negocios para

289
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

el “infortunado” capitalista. El lujo entra en los gastos de


representación del capital… Aunque, por consiguiente, la
prodigalidad del capitalista no tiene nunca el carácter bona
fide de la prodigalidad del señor feudal dadivoso, sino que, por
el contrario, tienen siempre acechando tras ella la más
sórdida avaricia y el cálculo más ansioso, y, sin embargo, sus
gastos crecen con su acumulación, sin que la una restrinja
necesariamente la otra. Pero junto con este crecimiento se
desarrolla a la vez en su pecho un conflicto fáustico entre la
pasión de acumulación y el deseo de disfrute.*

De este modo, aunque la urgencia de acumular sigue


predominando, no excluye un deseo paralelo, y aun en parte
derivado, de aumentar el consumo.

Es interesante comparar las ideas de Marx sobre los motivos


de la acumulación y el consumo de los capitalistas con las teorías
contemporáneas ortodoxas que ponen el acento en la “abstinencia” y
la “espera”. Según la teoría de la abstinencia, es penoso para el
capitalista “abstenerse” de consumir a efecto de acumular, y, por lo
tanto, el interés del capital debe considerarse como el necesario
galardón de tal abstinencia. Contra esto Marx sustenta la opinión de
que acumular capital, es decir, acrecentar la riqueza propia, es un
fin positivo y lleva consigo, tanto como el consumo, ciertos
“placeres”. Sería exactamente tan lógico –indica- ver en el consumo
una abstinencia de la acumulación, como lo contrario:

Nunca le ha ocurrido al economista vulgar hacerse la


sencilla reflexión de que toda acción humana debe
considerarse como “abstinencia” de su contraria. Comer es
abstinencia de ayunar, caminar, abstinencia de estarse quieto,
trabajar, abstinencia de estar ocioso, estar ocioso, abstinencia
de trabajar, etc. Estos caballeros harían bien en reflexionar
sobre la sentencia de Spinoza: Determinatio est negatio.

* El Capital, I, pp. 650-51. La idea de que “el lujo entra en los gastos de
representación del capital” contiene una interesante prefiguración de la doctrina del
“consumo conspicuo”, de Thorstein Veblen, como la expone en su Teoría de la clase
ociosa, cap. IV (ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1944).

290
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

En pocas palabras, los capitalistas quieren a la vez acumular


y consumir; cuando hacen lo uno ello puede considerarse como
abstinencia de lo otro; pero el ver la cuestión de esta manera no
explica nada.

Si pasamos a la teoría de la “espera” –Alfred Marshall fue el


principal exponente de esta doctrina-, las cosas no pueden sino
empeorar. La idea aquí es que, finalmente, los capitalistas desean
consumir todo lo que poseen. No lo hacen desde luego porque
esperan podrán consumirlo con interés en el futuro. Ésta es la
reductio at absurdum de una adhesión consecuente con la suposición
de que todo proceder económico está encaminado a satisfacer
necesidades de consumo. En tanto que la teoría de la abstinencia
simplemente deja de lado la urgencia del capitalista de acumular
riqueza, la teoría de la espera la niega del todo.

No debe pasarse por alto el hecho de que la teoría de la


abstinencia la presentó por primera vez Nassau W. Senior en la
década del 1830, y de que los economistas anteriores habían dado
generalmente por supuesto un motivo independiente para la
acumulación. Así Ricardo escribió una vez a Malthus: “Considero
ilimitados las necesidades y los gastos de la humanidad. Todos
queremos aumentar nuestros goces o nuestro poder. El consumo
aumenta nuestros goces, la acumulación nuestro poder, y ambos
promueven igualmente la demanda”. Como de costumbre, Ricardo
universaliza un rasgo de la producción capitalista, aplicándolo a “la
humanidad” en general, pero no hay aquí ningún vestigio del punto
de vista de la abstinencia. ¿Cómo podemos explicarnos este súbito
cambio de frente de los economistas? La respuesta parece estar en el
hecho de que la teoría de la abstinencia, así como las teorías de la
espera y de la relación en el tiempo, después de ella, operaban como
defensa de la plusvalía y, por lo tanto, del statu quo. Antes de 1830,
más o menos –Marx indica que la revolución de julio en Francia
señala el viraje- el capitalismo, hablando en general, había sido una
fuerza agresiva que atacaba muchos, aunque ciertamente no todos,
de los aspectos del statu quo. Lograda la victoria, sin embargo, fue
necesario pasar del ataque a la defensa. Muchas de las diferencias
entre las doctrinas de los economistas clásicos y las de sus
sucesores, pueden ser comprendidas tan sólo recordando este hecho;

291
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

no fue la menor de tales diferencias la señalada por la aparición de la


teoría de la abstinencia.

3. La acumulación y el valor de la fuerza de trabajo: planteamiento del


problema.

Se podría presentar en este punto un plan de reproducción,


que Marx llama Reproducción Ampliada en contraste con la
Reproducción Simple, mostrando la interrelación de las ofertas y las
demandas cuando la acumulación es tomada en cuenta, es decir,
cuando los capitalistas no consumen ya totalmente la plusvalía, sino
que ésta se divide en tres partes, una que consumen los capitalistas,
otra que se agrega al capital constante y una tercera que se suma al
capital variable. En este capítulo nos interesa investigar los efectos
de la cantidad acrecentada del capital variable, o lo que viene a ser lo
mismo, la demanda acrecentada de fuerza de trabajo, que va
implícita en el proceso de acumulación. Para este fin podemos tomar
simplemente las relaciones cuantitativas de oferta y demanda que
son necesarias para mantener el equilibrio de la Reproducción
Ampliada, sin entrar en la estructura formal del plan.

Partimos, pues, del hecho indudable de que la acumulación


implica un aumento en la demanda de fuerza de trabajo. Ahora bien,
cuando aumenta la demanda de una mercancía cualquiera, su
precio sube asimismo; y esto lleva consigo una desviación del precio
respecto del valor. Sabemos que en el caso de una mercancía
ordinaria, digamos telas de algodón, esto pondrá ciertas fuerzas en
movimiento para poner nuevamente el precio de acuerdo con el valor:
los manufactureros de telas de algodón obtendrán ganancias
anormalmente altas, otros capitalistas serán inducidos a entrar en
esa industria, crecerá la oferta de telas de algodón y el precio bajará
hasta que sea nuevamente igual al valor, y las ganancias, normales.
Habiendo sentado en esta forma el principio general, nos impresiona
en seguida un hecho notable: la fuerza de trabajo no es una
mercancía ordinaria. No hay capitalista que pueda dedicarse a
producir fuerza de trabajo en una empresa en caso de que suba el
precio de ésta; en realidad, no hay ninguna “industria de fuerza de
trabajo” en el sentido en que hay una industria de telas de algodón.

292
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

Sólo en una sociedad esclavista, como el sur de Norteamérica antes


de la Guerra Civil, donde se practicaba la cría de esclavos para
obtener ganancias, se puede hablar propiamente de una industria de
fuerza de trabajo.

Mientras estuvimos ocupándonos de la Reproducción Simple,


fue posible suponer que la fuerza de trabajo se vendía en su valor.
No había contradicción ninguna en tal suposición, ya que no hay
fuerzas actuando para producir una desviación entre el precio de la
fuerza de trabajo y su valor. Tan pronto se toma en cuenta la
acumulación se eleva la demanda de fuerza de trabajo y no es ya
lícito suponer la igualdad entre los salarios y el valor de la fuerza de
trabajo. Además, como acabamos de ver, el mecanismo en que puede
confiarse para el restablecimiento de esta identidad en el caso de
todas las mercancías que se producen para obtener ganancias, es
ineficaz en el caso de la fuerza de trabajo. Parece que hay ciertas
dificultades para la aplicación de la ley del valor a la mercancía
fuerza de trabajo.*

Esto implica algo más que una sutileza de lenguaje. No es en


verdad una exageración decir que queda a discusión la validez de
toda la estructura teórica de Marx. Para advertir el porqué de esto
sólo es necesario recordar que la plusvalía, que es esencial para la

* Los marxistas, generalmente, han pasado por alto la dificultad lógica que envuelve el
aplicar la ley del valor a la mercancía fuerza de trabajo. Y es curioso que los críticos
de Marx, casi con la misma unanimidad, hayan olvidado este punto tan importante.
Bortkiewcz, en este y otros respectos, es un caso especial. Él vio claramente la
dificultad, como lo muestra el pasaje siguiente: “Someter los salarios a la ley del
valor, como lo hace Marx, es inadmisible, ya que esta ley, hasta donde puede
suponerse, para tener validez descansa en la competencia entre productores, la cual
está totalmente excluida en el caso de la mercancía fuerza de trabajo”.
Wertrechnung und Preisrechnung im Marxschen System”. Archiv für
Sozialwissenschaft und Sozialpolitik, septiembre de 1907, p. 483. Bortkiewcz, sin
embargo, creía que era posible evitar la dificultad abandonando la idea de que la
fuerza de trabajo es una mercancía como otras y suponiendo simplemente que el
salario real es fijo. Al parecer no se le ocurrió nunca que tal suposición no se
justifica ya desde el momento en que se introduce la acumulación.
Oskar Lange, recientemente, ha puesto énfasis en la dificultad que envuelve el
aplicar la ley del valor a la mercancía fuerza de trabajo y ha hecho notar, por
primera vez hasta donde yo estoy enterado, las implicaciones del problema con
respecto a la estructura teórica de Marx. “Marxian Economics and Modern
Economic Theory”, Review of Economic Studies, junio de 1935.

293
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

existencia del capitalismo, depende de la diferencia que existe entre


el valor de la fuerza de trabajo y el valor de la mercancía que el
trabajador produce. Si no hay fuerzas en acción que conserven los
salarios iguales al valor de la fuerza de trabajo, ¿qué razón hay para
suponer la existencia de esta brecha esencial entre los salarios y el
valor del producto? ¿No podríamos con igual razón suponer que los
salarios suben bajo el estímulo de la acumulación hasta eliminar
toda la brecha? Antes de examinar la respuesta de Marx a estas
preguntas será necesario analizar brevemente la solución ricardiana
del problema de la relación entre los salarios y el valor de la fuerza
de trabajo, ya que en ésta, como en otras cuestiones de teoría
económica, se puede entender mejor a Marx mediante una
comparación con Ricardo.

La teoría cuantitativa del valor y la ganancia, de Ricardo, es


muy semejante, excepto en materia de terminología, a la de Marx.
Este paralelismo parece extenderse a la teoría de los salarios. “El
trabajo –dice Ricardo- como todas las demás cosas que se compran y
se venden, y que pueden aumentar o disminuir en cantidad, tienen
su precio natural y su precio de mercado. El precio natural del
trabajo es el precio necesario para que los trabajadores, uno con
otro, puedan subsistir y perpetuar su raza, sin aumento ni
disminución”.*

Por mucho que el precio de mercado del trabajo pueda


desviarse de su precio natural, tiene, como las mercancías,
una tendencia a ajustarse a él.

Es cuando el precio de mercado del trabajo excede su


precio natural cuando la condición del trabajador es más
próspera y feliz, cuando tiene la posibilidad de disponer de
una porción más grande de artículos necesarios y goces de la
vida… Sin embargo, cuando por el estímulo que los salarios
altos dan al crecimiento de la población, el número de

* Principles of Political Economy, p. 71. Lo que Ricardo llama el “precio natural del
trabajo” equivale al concepto marxista del “valor de la fuerza de trabajo”. Los
clásicos, y Marx en una de sus primeras obras de economía. Wage, Labor and
Capital (1847), no distinguían entre el trabajo y la fuerza de trabajo; más bien
utilizaba la palabra trabajo en ambos sentidos. La confusión era frecuente como
resultado del uso doble de la palabra trabajo.

294
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

trabajadores aumenta, los salarios bajan de nuevo hasta su


precio natural, y a la verdad, como reacción, caen a veces por
debajo de él.

Para Ricardo, en pocas palabras, el mecanismo necesario


para asegurar que los salarios permanezcan más o menos al nivel
convencional de subsistencia, reside en una teoría de la población.

Además, la teoría demográfica en que pensaba era


evidentemente un caso especial de la famosa teoría maltusiana, que
tan en boga estuvo en Inglaterra durante la primera mitad del siglo
XIX. Así, en el plan clásico la oferta de todas las mercancías
ordinarias es regulada por la competencia entre capitalistas, en tal
forma que se iguala el precio al valor; en el caso de la oferta de
trabajo precisamente la misma función es desempeñada por la teoría
de población. Es en este sentido como la teoría de la población es
parte integrante de la estructura teórica de la economía política
clásica.

Marx no escribió mucho acerca de los factores que


determinan el volumen de la población, pero es evidente, por lo
menos, que no tenía nada que hacer con la teoría maltusiana o
cualquiera de sus variantes. A la teoría de la población la llamaba “el
dogma de los economistas”, y casi no la mencionaba, a no ser para
menospreciarla. Al Essay on Population, de Malthus, lo llamó un
“libelo sobre la raza humana”, y a su doctrina, “la fantasía
maltusiana de la población”. La gran sensación causada por el
Ensayo no se debió de ningún modo a originalidad o interés científico
(pues ambos faltaban en él totalmente) sino “tan sólo a interés de
partido”. Sería probablemente imposible encontrar en todos los
escritos de Marx una referencia favorable a la doctrina clásica de la
población. Evidentemente no estaba dispuesto a adoptar este método
de ajustar la teoría del valor al carácter único de la mercancía fuerza
de trabajo.

4. La solución de Marx: el ejército de reserva del trabajo.

295
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

Marx estaba, por supuesto, bien enterado de la tendencia de


los salarios a subir bajo el impacto de la acumulación de capital.

Las exigencias del capital que se acumula pueden


exceder el aumento de la fuerza de trabajo o del número de
trabajadores; la demanda de trabajadores puede exceder la
oferta y, por consiguiente, los salarios pueden subir. A la
verdad, esto debe ser así finalmente si las condiciones
supuestas antes persisten. Puesto que, si cada año se emplean
más trabajadores que en el anterior, tarde o temprano se
llegará a un punto en que las exigencias de la acumulación
empiecen a sobrepasar la oferta de trabajo acostumbrada y,
por lo tanto, tenga lugar una elevación de salarios.

Estaba completamente seguro, sin embargo, de que tal


elevación de salarios “no puede nunca alcanzar el punto en que
amenazase al sistema mismo”. Tenía que preguntarse, por lo tanto:
¿qué es lo que detiene los salarios, de tal modo que la plusvalía y la
acumulación puedan seguir siendo los rasgos característicos y
esenciales de la producción capitalista? Esta cuestión es el anverso
de la planteada antes - ¿qué es lo que mantiene los salarios iguales
al valor de la fuerza de trabajo? - y, por consiguiente, responder a
una es al mismo tiempo responder a la otra.

La solución de Marx a este problema gira alrededor de su


famoso concepto del “ejército de reserva del trabajo”, o como también
lo llamó, la “población excedente relativa”. El ejército de reserva
consiste de obreros desocupados que, mediante su competencia
activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante, hacia
abajo, en el nivel del salario.

El ejército industrial de reserva durante los períodos de


estancamiento y de prosperidad media, gravita sobre el
ejército activo de trabajo; durante los períodos de
sobreproducción y paroxismo, pone freno a sus pretensiones.
La población excedente relativa es, por lo tanto, el pivote sobre
el cual opera la ley de la demanda y oferta de trabajo. Ella
confina el campo de acción de esta ley dentro de los límites
absolutamente adecuados a la actividad explotadora y a la
dominación del capital.

296
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

El ejército de reserva se recluta principalmente entre aquellos


que han sido desplazados por la maquinaria, “sin que esto tome la
forma más ostensible del despido de trabajadores empleados ya, o la
forma menos evidente pero no menos real de la más difícil absorción
de la población trabajadora adicional por los cauces usuales”. Que
Marx consideraba la introducción de maquinaria para economizar
trabajo como una respuesta más o menos directa de los capitalistas
a la tendencia ascendente de los salarios, se ve con claridad en el
pasaje siguiente:

Entre 1849 y 1859, tuvo lugar una elevación de


salarios en los distintos distritos agrícolas ingleses… Éste fue
el resultado de un éxodo inusitado de la población agrícola
excedente, ocasionado por las necesidades de la guerra y el
desarrollo enorme de los ferrocarriles, las fábricas, las minas,
etc. En todas partes los agricultores se lamentaban y el London
Economist, refiriéndose a aquellos salarios de hambre,
parloteaba muy seriamente sobre “un progreso general y
sustancial”. Ahora bien, ¿qué hicieron los agricultores?
¿Esperaron hasta que, como resultado de esa brillante
remuneración, los trabajadores agrícolas se hubieran
multiplicado y aumentado a tal punto que sus salarios
debieran bajar de nuevo, según lo prescribía el talento
económico dogmático? Introdujeron más maquinaria y al
instante hubo otra vez trabajadores excedentes, en una
proporción satisfactoria aun para los agricultores. Había
ahora “más capital” que antes empleado en la agricultura, y
en una forma más productiva. Con ello la demanda de trabajo
cayó, no sólo relativa sino absolutamente.

En lo que concierne a los capitalistas individuales, cada cual


da por supuesto el nivel de los salarios y procura obtener las
mayores ventajas posibles. Al introducir maquinaria, por lo tanto, no
hace más que tratar de reducir su nómina de pagos. El efecto neto
de esta conducta general de los capitalistas, sin embargo, es el de
provocar el desempleo, que a su vez actúa sobre el nivel del salario
mismo. De aquí se sigue que mientras más fuerte sea la tendencia de
los salarios a subir, más fuerte será también la presión del ejército
de reserva para contrarrestarla, y viceversa.

297
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

En términos del movimiento del capital social total, la


mecanización significa un alza en la composición orgánica del
capital, es decir, un aumento en los gastos de los capitalistas en
maquinaria y materiales, a expensas del trabajo. Puede significar un
descenso absoluto en la demanda de trabajo, o puede significar
simplemente que la demanda de trabajo se retrasa con respecto al
aumento del capital total. En este último caso, si la población crece –
no importa por qué razones- la ampliación continua del ejército de
reserva, digamos como una proporción más o menos constante de la
fuerza trabajadora total, es una posibilidad perfectamente lógica.
Marx parece haber tenido habitualmente algo de este género en
consideración; las suposiciones subyacentes en este caso eran, en
verdad, las que se le habrían ocurrido de un modo natural a
cualquiera que escribiese a mediados del siglo XIX. Pero el principio
del ejército de reserva es independiente de cualquier suposición
particular sobre la población; opera igualmente bien con una
población estacionaria y aún con una población declinante. En este
hecho tenemos una de las diferencias decisivas entre Marx y sus
predecesores de la escuela clásica.

En relación con esto, conviene advertir que Marx no fue el


primero en descubrir la posibilidad del desplazamiento del trabajo
por la maquinaria, ni aún el primero en exponer la falsedad de la
teoría de la compensación, que era entonces, como es ahora, tan
popular entre los economistas y publicistas ortodoxos. Un trabajo
teórico en extremo importante había sido realizado ya por Ricardo
(entre otros) en el famoso capítulo “Sobre la maquinaria” que
apareció por la primera vez en la tercera edición de los Principios. Allí
Ricardo establecía con argumentos un poco desmañados, pero
lógicamente inatacables, que la maquinaria que ahorra trabajo
“libera” obreros sin liberar el capital variable necesario para su
empleo en otras partes, y, por lo tanto, su reempleo depende
principalmente de la acumulación adicional. Aunque Ricardo no lo
dijo, es consecuente con su razonamiento el suponer que la tasa de
desplazamiento excede la tasa de reabsorción como resultado de la
nueva acumulación. El gran éxito de Marx fue la integración de este
principio en la teoría general de la acumulación del capital, de tal
modo que libera a esta última de la forma fatal dependencia del
dogma maltusiano de la población.

298
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

Sería erróneo, por supuesto, suponer que la tasa de la


acumulación o bien la introducción de maquinaria para ahorrar
trabajo marche a un paso igual, como para mantener un delicado
equilibrio de los salarios con la plusvalía. Por el contrario, “con la
acumulación y el desarrollo de la productividad del trabajo que la
acompaña, crece también el poder de expansión rápida del capital”.
Un estallido súbito de acumulación de capital puede ser el resultado
de la apertura de un nuevo mercado o de una nueva industria. En
tales casos el ejército de reserva se vacía y desaparece el obstáculo
que frena el alza de los salarios; la plusvalía puede, a la verdad,
disminuir seriamente. “Pero tan pronto esta disminución toca el
punto en que el trabajo excedente que nutre al capital no es
suministrado ya en el volumen normal, se produce una reacción: se
capitaliza una parte menor del ingreso, la acumulación se retrasa y
el movimiento de alza de los salarios se detiene”. Marx describe aquí
una de las causas fundamentales de las crisis. Junto a la
eliminación del trabajo por la maquinaria, las crisis y las depresiones
toman su lugar como mecanismo capitalista específico para
reconstruir el ejército de reserva cada vez que éste se ha reducido a
proporciones peligrosamente pequeñas. Aquí sólo necesitamos tomar
nota de que a través de su relación con el ejército de reserva, el
problema de las crisis ocupa una posición central en el sistema
teórico de Marx. En tanto que para los teóricos clásicos el problema
consistía no tanto en explicar las crisis como en explicar su
desaparición, para Marx el capitalismo sin crisis sería, en último
análisis, inconcebible.*

Se puede esclarecer la teoría del ejército de reserva con un


sencillo diagrama. La figura 1 es una representación del proceso
industrial. Arriba está la gran masa de trabajadores en Empleo
Industrial. Esta es alimentada de una parte por la corriente de
nuevos trabajadores que consiguen puestos por la primera vez en la
industria capitalista (A), y de la otra, por los desocupados del Ejército
de Reserva que se incorporan a la industria (D). Abandonan el
Empleo Industrial, primero, los trabajadores retirados que han
concluido su carrera productiva (F), y segundo, aquellos que son

* En el caso del fascismo, este principio sufre una modificación considerable. Véase,
adelante, cap. XVIII, secs. 5 y 6.

299
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

desplazados de la industria (C) y, por lo tanto, pasan al Ejército de


Reserva. Para completar el diagrama, se incluyen dos corrientes más,
a saber, los nuevos trabajadores que, no logrando encontrar empleo,
se incorporan inmediatamente al Ejército de Reserva (B); y aquellos
que, después de un período de desocupación, abandonan la busca de
puestos de trabajo y se agregan a la corriente de trabajadores
retirados (E).

En la fase de prosperidad del ciclo económico el empleo


industrial crece mientras el ejército de reserva disminuye.

Una representación diagramático similar de la noción clásica


del proceso industrial sólo necesitaría mostrar el Empleo Industrial
con la corriente de nuevos trabajadores que ingresan y el flujo de
trabajadores que se retiran. El nivel de los salarios, en este cuadro,
depende principalmente de la magnitud de la corriente de nuevos
trabajadores, la que a su vez es una función del crecimiento de la
población. En esta forma, si consideramos el sistema de producción
como coextenso del campo de Empleo Industrial, la noción clásica
era en el sentido de que los salarios estaban en fin de cuentas
regulados por factores exteriores al sistema (población).

300
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

En la teoría de Marx, sin embargo, el sistema de producción


incluye tanto el Empleo Industrial como el Ejército de Reserva. Sea
cual fuera la suposición que hagamos con respecto a factores
exteriores al sistema (población) queda en pie el hecho de que éste
contiene en sí un mecanismo para regular el nivel de los salarios y,
por lo tanto, para mantener el de las ganancias.*

Más aún, puesto que todas las corrientes de la figura 1 están


concebidas como flujos permanentes, no hay lugar a una crítica
basada en el argumento de que el desempleo tecnológico es
meramente un fenómeno transitorio y, por lo tanto, no puede ser
parte integrante de una teoría del sistema de producción.

5. La naturaleza del proceso capitalista.

La economía política clásica, que tan firmemente se apoya en


la teoría maltusiana de la población, se inclinó siempre a predecir el
fin inminente del progreso económico. El razonamiento era elevado y
convincente en su simplicidad. La acumulación estimula
indirectamente el desarrollo de la población; el aumento del número
de habitantes obliga a recurrir a tierras inferiores; las cosas
necesarias para la vida sólo pueden producirse, por consiguiente, a
un costo sin cesar creciente en términos de horas-hombre. Esto
implica un alza en el valor de la fuerza de trabajo y, en consecuencia,
de los salarios como una proporción del producto total;* y, por lo
mismo, también, un descenso de la ganancia como una proporción
del producto total. Eventualmente parecía seguro que inclusive la
cantidad absoluta de la ganancia comenzaría a descender.
Finalmente, la acumulación por los capitalistas –la fuerza motriz de
todo el proceso- “cesará del todo cuando sus ganancias sean tan
bajas que no representen para ellos una compensación adecuada por
las molestias y los riesgos que necesariamente afrontan empleando
su capital en forma productiva”. Este curso inexorable de la
evolución podría ser detenido temporalmente por descubrimientos

* Con esto no se niega la importancia práctica y teórica de la tasa de crecimiento de la


población. El problema adquiere gran importancia en un nivel de abstracción un
poco más bajo. Véase, adelante, cap. XII, sec. 3, No. 3.
* Ello no implica, por supuesto, ninguna elevación de la tasa del salario real.

301
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

técnicos y científicos que hicieran menos costosa la producción de


artículos necesarios. Pero eventualmente debe efectuarse y alcanzar
su conclusión lógica, el estado estacionario. El progreso económico
debe ser finalmente detenido por dos leyes naturales preponderantes
e inmutables: la ley de la población y la ley de los rendimientos
decrecientes. John Stuart Mill, a este respecto, habla en serio de la
“imposibilidad de evitar en último término el estado estacionario –
esta irresistible necesidad de que la corriente de la actividad humana
desemboque al fin en un mar al parecer estancado”.

Ésta es una teoría de la evolución económica que se deduce


con precisión lógica de algunas premisas iniciales claramente
enunciadas. Como palabra final de la economía política clásica sobre
la tendencia esencial del sistema capitalista, posee una intrepidez
intelectual que, ciertamente, no debe negarse. Pero hacia el final del
siglo XIX, los hechos, minando como termitas los cimientos de la
soberbia mansión, hicieron que todo el edificio se derrumbara con
estrépito. La teoría maltusiana de la población no pudo sobrevivir al
notable descenso en la curva de las tasas de natalidad que comenzó
durante la década del 1870, en los países occidentales más
avanzados. Los economistas, gradualmente y de mala gana, se vieron
obligados a abandonar la teoría de la población y con ella toda la
teoría clásica de la evolución económica.

En aquellas circunstancias, esto era inevitable. Pero los


economistas abandonaron mucho más de lo que era necesario. En
vez de buscar una teoría satisfactoria de la evolución económica para
sustituir la teoría clásica desacreditada, procedieron a excluir las
cuestiones de los procesos evolutivos del campo de la elaboración
teórica sistemática. Desde el punto de vista de la “estática y
dinámica” a las que los teóricos dedicaban ahora su atención,
inclusive el ciclo económico aparecía como un asunto meteorológico
o, en el mejor de los casos, como un producto secundario de la
incapacidad congénita de la mente legislativa para entender los
verdaderos principios del dinero y de la banca.

Tales fueron las tristes consecuencias del colapso de la teoría


clásica.

302
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

El desarrollo de la teoría económica de Marx, sin embargo, no


podía conducir a tales resultados. Rechazando desde el principio
todo tráfico con el malthusianismo, Marx se protegió contra los
perniciosos efectos de su colapso. Más aún, incluyendo en su
estructura teórica el principio del ejército de reserva en vez de la ley
de la población, no sólo rompió categóricamente con la tradición
clásica, sino que puso también la base para un nuevo y
asombrosamente poderoso ataque a los problemas de la evolución
económica.

En tanto que en la teoría clásica los cambios en los métodos


de producción son considerados como dependientes de invenciones y
descubrimientos esencialmente fortuitos, en la teoría de Marx se
convierten en condiciones necesarias para prolongar la existencia de
la producción capitalista. Pues es principalmente por medio de las
innovaciones tecnológicas para economizar trabajo, como se recluta
el ejército de reserva, y sólo por la existencia continua del ejército de
reserva pueden sobrevivir la plusvalía y la clase que ella sostiene.
Pero esto no agota la cuestión. No es ni siquiera necesario aceptar la
teoría del materialismo histórico de Marx para convenir en la tesis de
que los cambios en la técnica de la producción ejercen una profunda
influencia en la estructura institucional e ideológica de la sociedad.
En el Manifiesto Comunista, dijo Marx: “La burguesía no puede
existir sin revolucionar constantemente los instrumentos de
producción y, por este medio, las relaciones de producción y, con
ellas, todas las relaciones de la sociedad”. En El Capital, Marx plantó
esta penetrante visión en el suelo de la teoría económica. De este
modo descubrió una de las más importantes “leyes del movimiento”
del capitalismo, cuya exploración era el propósito expreso de El
Capital

No hemos explicado aún, por supuesto, la teoría de la


evolución económica de Marx en todas sus ramificaciones; lo que
hemos hecho es proveer la base de tal teoría, la noción fundamental
del proceso capitalista como aquel que, en principio, implica la
acumulación incesante acompañada de cambios en los métodos de
producción. Es desde luego claro que esta noción del proceso
capitalista difiere radicalmente de la que está en la base de la teoría
clásica de la evolución económica. Esta última, en principio, no toma

303
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

en cuenta los cambios en los métodos de producción; el desarrollo


económico es considerado exclusivamente en términos de cambios
cuantitativos (graduales) en la población, el capital, los salarios, las
ganancias y la renta. Las relaciones sociales no son afectadas; el
resultado final es simplemente un estado de cosas en el que todas
estas tasas de cambio son iguales a cero. Puesto que la noticia
marxista subraya principalmente los cambios que ocurren en los
métodos de producción, implica el cambio cualitativo en la
organización social y en las relaciones sociales, a la vez que el
cambio cuantitativo en las variables económicas como tales. Así se
abre el camino para considerar el “resultado final” como una
reconstrucción revolucionaria de la sociedad, más bien que como un
mero estado de reposo.*

* Es necesario anotar una excepción importante a la por otra parte válida generalización de que
los economistas modernos no hacen ningún intento de incluir los procesos evolutivos en su
teorización sistemática. Esa excepción es J. A. Schumpeter, cuya Teoría del desenvolvimiento
económico (1ª. ed. alemana, 1912; trad. inglesa, 1936; trad. esp. De Fondo de Cultura
Económica, 1944) representa, a este respecto, una bien definida desviación de lo normal.
La teoría de Schumpeter tiene ciertas notables semejanzas con la de Marx. Comienza con una
demostración de que la ganancia y el interés estarían ausentes de la “Corriente Circular”, un
concepto que corresponde a la Reproducción Simple de Marx. Parece probable que Schumpeter
llegaría hasta mantener que, aún faltando la acumulación, hay fuerzas que actúan para
eliminar el excedente del ingreso sobre el costo del cual se derivan la ganancia del empresario y
el interés. En otras palabras, en ausencia del cambio, el ingreso se atribuirá totalmente a los
factores originales de la producción, las máquinas repondrán exactamente su costo, no dejando
excedente para sus propietarios.
Los empresarios, no obstante, procuran eludir el destino de pobres que les espera en un estado
estacionario de la sociedad, reduciendo los costos descubriendo nuevos mercados, inventando o
popularizando nuevos productos y en general, introduciendo “innovaciones”. Los que tienen
éxito disfrutan de una suerte de posición de monopolio temporal que es la fuente de la ganancia
del empresario. Puesto que el capital en dinero provee los medios para arrancar los recursos de
sus cauces acostumbrados de uso y desviarlos por nuevos cauces –y ésta es la esencia de la
innovación- los empresarios están dispuestos a pagar interés para obtener su control. Una vez
que ha aparecido el interés en algún punto del sistema, siendo exclusivamente un fenómeno
monetario, se extiende a todo el sistema. Cualquier fuente particular de ganancia está destinada
a ser temporal –suponiendo la falta de barreras permanentes a la competencia- pero como las
innovaciones se suceden unas a otras, la ganancia y el interés como tales nunca desaparecen
del todo. Sin duda que la introducción de innovaciones no tiene lugar lenta y continuamente,
sino más bien en grupos o enjambres. Esta discontinuidad en el proceso de la innovación está
en la base del fenómeno conocido por ciclo económico.
El breve esbozo de la teoría de Schumpeter basta a indicar que para él, como para Marx, los
cambios en los métodos de producción son un rasgo básico del capitalismo y no simples
epifenómenos que tocan de manera más o menos azarosa el proceso económico.
A pesar de ciertas semejanzas obvias entre esta noción y la noción marxista –que Schumpeter
mismo reconoce abiertamente- quedan discrepancias teóricos fundamentales. Por ejemplo, no
hay en Schumpeter nada análogo al Ejército de Reserva, y su forma de considerar la relación
capital-trabajo es por completo diferente de la de Marx. Además, Schumpeter niega
expresamente toda intención de pasar de los cambios en los métodos de reproducción a las

304
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

“alteraciones de la organización económica, sus costumbres”, etc. (p. 99 n). Por lo tanto, admite
que “mi estructura cubre sólo una pequeña parte de su campo” [de Marx] (p. 100 n).
Vale la pena advertir que en los círculos ortodoxos la teoría del desenvolvimiento económico, de
Schumpeter, no ha disfrutado nunca de la atención que merece y ha sido muy mal entendida y
muy tergiversada. Sólo ha logrado aceptación, en la medida en que la ha logrado, como teoría
del ciclo económico más bien que como la base de una teoría de la evolución capitalista. En
último análisis, por consiguiente, el ejemplo de Schumpeter sirve sólo para subrayar la falta de
interés del economista ortodoxo moderno en lo que Marx llamó las “leyes del movimiento” del
capitalismo.

305
07/11/2022

OCTAVA UNIDAD

“El proceso de acumulación


del capital”

LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE
RESERVA

La reproducción simple
La reproducción simple
representa una visión del En este esquema, los
Capitalismos donde los capitalistas no
capitalistas reponen cada año el
acumulan.
capital gastado y emplean toda su
plusvalía en el consumo, y los
obreros gastan todo su salario en
consumo.

1
07/11/2022

En ese modelo
teórico (útil para Reponiendo el capital constante y el
el análisis) el capital variable, y gastando toda la
sistema plusvalía y los salarios en consumo, la
capitalista escala de la producción no cambia de
conserva un año al siguiente.
indefinidamente
Reproducción simple
las mismas
Sector C P S Producción total
dimensiones y las MP

mismas BC

proporciones La suma de c1 y c2 = pt1


entre sus La suma de p + s = pt2
Condición básica
diversas partes.
Permite analizar las interconexiones de la producción total y del ingreso,
lo que no fue adecuadamente tratado por los economistas clásicos.

Las raíces de la acumulación


En la realidad, el éxito en la La mayor cantidad de plusvalía
sociedad capitalista consiste y también el mayor poder de
en aumentar el capital acumulación corresponde al
propio. capitalista que emplea los
métodos técnicos más
Acumular es conquistar el avanzados y eficientes; en
mundo de la riqueza social, consecuencia, el afán de
acrecentar la masa de seres perfeccionamiento es general.
humanos explotados por el
capitalista y extender su La forma de circulación D-M-D’, en la que el
capitalista ocupa la posición clave, es,

predominio directo e objetivamente, un proceso de expansión del valor.


Este hecho se refleja en el fin subjetivo del

indirecto. capitalista.

2
07/11/2022

Teorías contemporáneas:

Marx sustenta la ● Teoría de la abstinencia:


opinión de que
Es penoso para el capitalista
acumular capital, “abstenerse” de consumir a efecto de
es un fin positivo acumular, por lo que el interés del
del capitalista y capital debe considerarse como premio
por la abstinencia.
lleva consigo el
consumo. ● Teoría de la espera:
Los capitalistas desean consumir todo lo
que poseen. No lo hacen porque
esperan consumir en el futuro (Alfred
Marshall / Nassau Senior)

La acumulación y el valor de la fuerza de


trabajo: planteamiento del problema.

Reproducción ampliada
Idea básica:
Contrario a la producción
simple. La acumulación implica un
aumento en la demanda de
Cuáles son los efectos de la fuerza de trabajo.
cantidad acrecentada del
capital variable, o la demanda
Cuando los capitalistas no consumen totalmente la
acrecentada de fuerza de plusvalía, ésta se divide en tres partes, una que
trabajo, que va implícita en el consumen los capitalistas, otra que se agrega al
capital constante y una tercera que se suma al
proceso de acumulación. capital variable.

3
07/11/2022

La fuerza de trabajo no Para David Ricardo, como todas las


es una mercancía cosas que se compran y se
venden, y que pueden aumentar o
ordinaria.
disminuir en cantidad, tienen su
precio natural y su precio de
No hay ninguna mercado.
industria de fuerza de
trabajo. El precio natural del trabajo es el
precio necesario para que los
trabajadores puedan subsistir.
Es aplicable la teoría del
valor a la fuerza de Utiliza criterios basados en teorías
trabajo? de población.

La solución de Marx: el ejército de reserva


del trabajo.
Marx acuñó el término o categoría
del “El ejército de reserva del También llamada
trabajo”
población excedente
Parte de la idea que la acumulación relativa, el ejército de
de capital puede exigir mayor reserva consiste de obreros
cantidad de fuerza de trabajo y desocupados que ejercen
consecuentemente afectar los una presión constante,
salarios.
hacia abajo, en el nivel del
Consideró que no puede nunca salario.
amenazar al sistema mismo.

4
07/11/2022

El ejército de reserva se recluta


La población principalmente entre aquellos que
excedente relativa han sido desplazados por la
es, por lo tanto, el maquinaria.
pivote sobre el cual
opera la ley de la Marx consideraba la introducción
de maquinaria para economizar
demanda y oferta de trabajo como una respuesta más o
trabajo. menos directa de los capitalistas a la
tendencia ascendente de los salarios.

En términos del
movimiento del capital
Puede significar un
social total, la descenso absoluto en
mecanización significa un la demanda de
alza en la composición trabajo, o puede
significar
orgánica del capital.
simplemente que la
demanda de trabajo
Es decir, un aumento en los se retrasa con
gastos de los capitalistas en respecto al aumento
del capital total.
maquinaria y materiales, a
expensas del trabajo.

5
07/11/2022

La naturaleza del proceso capitalista

La economía política clásica se Este curso de la evolución podría ser


inclinó a predecir el fin detenido temporalmente por
inminente del progreso
económico.
descubrimientos técnicos y
científicos que hicieran menos
Consideró que la acumulación costosa la producción de artículos
estimula indirectamente el necesarios.
desarrollo de la población, lo
que repercute en alzas en el
valor de la fuerza de trabajo y, El progreso económico debe ser
en los salarios como una finalmente detenido por dos leyes
proporción del producto total; naturales preponderantes e
y también en un descenso de la
ganancia como una proporción
inmutables: la ley de la población y la
del producto total. ley de los rendimientos decrecientes.

En tanto que en la teoría


clásica los cambios en los
métodos de producción son
considerados como
dependientes de
invenciones y
descubrimientos
esencialmente fortuitos, en
la teoría de Marx se
convierten en condiciones
necesarias para prolongar la
existencia de la producción
capitalista.

6
CAPÍTULO XVII

LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA*

1. La reproducción simple.

Es útil y aún necesario, para fines teóricos, imaginar un


sistema capitalista que marche año tras año por los mismos cauces y
sin cambio ninguno. Esto nos permite abarcar la estructura de las
relaciones que prevalecen en el sistema como un todo, en su forma
más clara y simple. Seguir este procedimiento no implica, sin
embargo, pensar que alguna vez haya habido o pudiera haber un
sistema capitalista real que permaneciese inmutable año tras año.
Ciertamente, cuando examinemos el caso en que se supone que no
existe el cambio, se verá que algunos de los elementos más
esenciales del capitalismo, como existe en realidad, han sido
deliberadamente ignorados.

Quesnay, el líder de los Fisiócratas, fue el primer economista


que intentó hacer una presentación sistemática de la estructura de
las relaciones existentes en la producción capitalista. Su famoso
Tableau économique (1758) fue por esta sola razón una piedra
miliaria en el desarrollo del pensamiento económico, y Marx lo llamó
“indiscutiblemente la idea más brillante de que la economía política
había sido culpable hasta entonces”. Marx fue grandemente influido
por Quesnay y consideraba su propio plan para el análisis de la
estructura del capitalismo, que en su forma más elemental llama
“Reproducción Simple”, como una versión mejorada del Tableau.*

La Reproducción Simple se refiere a un sistema capitalista


que conserva indefinidamente las mismas dimensiones y las mismas

* Tomado de la Acumulación y el Ejército de Reserva, Capítulo V. Sweezy, Paúl.


* Una carta de Marx a Engels, fechada el 6 de julio de 1863, comienza como sigue: “Si
te resulta posible con este calor, mira el adjunto Tableau économique, con el que
sustituyo la Tabla de Quesnay, y dime qué objeciones tienes que hacerle. Abarca
todo el proceso de la reproducción”. Correspondencia selecta, p. 153. En El Capital
Marx abandonó la forma diagramático del plan que acompañaba a esta carta, pero
las ideas están allí, con la exposición muy ampliada. Véase particularmente el
volumen I, capítulo XXIII, y el volumen II, capítulo XX. Para un examen de la
relación entre el Tableau de Quesnay y los planes de la reproducción de Marx, véase
el apéndice A.
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

proporciones entre sus diversas partes. Para que se cumplan estas


condiciones es necesario que los capitalistas repongan cada año el
capital gastado o usado y empleen toda su plusvalía en el consumo;
y que los obreros gasten todo su salario en el consumo. Si no se
llenaran estos requisitos tendría lugar una acumulación o bien un
agotamiento de la existencia de medios de producción, y esto está
excluido por hipótesis. Podemos ver más fácilmente la razón de estas
afirmaciones si representamos la Reproducción Simple en el lenguaje
de notación introducido en el capítulo anterior.

Supongamos que toda la industria está dividida en dos


grandes ramas: en la I se producen medios de producción y en la II
se producen artículos de consumo en una productora de artículos de
consumo para obreros (wage goods), y otra productora de artículos
de lujo.* Aunque será deseable trabajar con un plan de dos ramas es
más sencillo y enteramente adecuado a nuestros propósitos actuales.

Hagamos que c1 y c2 sean el capital constante empleado,


respectivamente, en I y II; en forma similar, hagamos que v1 y v2
sean el capital variable, p1 y p2 la plusvalía, y w1 y w2 el producto,
medido en valor, de las dos ramas, respectivamente.

Tendremos entonces la tabla siguiente, que representa la


producción total:

I c1 + v1 + p1 = w1

II c2 + v2 + p2 = w2

Para que se cumplan las condiciones de la Reproducción


Simple, el capital constante usado debe ser igual a la producción
total de la rama de bienes de producción, y el consumo combinado
de capitalistas y obreros debe ser igual a la producción total de la
rama de artículos de consumo. Esto significa que:

* La distinción, como la hace Marx, es entre “artículos necesarios para la vida” y


“artículos de lujo”. El Capital II, capítulo XX, sec. 4.

284
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

c1 + c 2 = c 1 + v 1 + p 1

v1 + p 1 + v 2 + p 2 = c 2 + v2 + p2

Eliminando c1 de ambos términos de la primera ecuación y v2


+ p2 de ambos términos de la segunda ecuación, se verá que las dos
se reducen a la siguiente ecuación única:

c2 = v 1 + p 1

Esta puede llamarse, entonces, la condición básica de la


Reproducción Simple. Quiere decir sencillamente que el valor del
capital constante usado en la rama de artículos de consumo debe ser
igual al valor de las mercancías consumidas por los obreros y
capitalistas dedicados a producir medios de producción. Si se
satisface esta condición, la escala de la producción no cambia de un
año al siguiente.

Antes de seguir adelante, examinemos el plan de


reproducción un poco más en detalle. Quizá su mayor importancia
reside en el hecho de que ofrece un armazón unificado para analizar
las interconexiones de la producción total y del ingreso, un problema
que no fue nunca sistemática o adecuadamente tratado por los
economistas clásicos. La producción se divide en dos amplias
categorías: producción total de medios de producción y producción
total de artículos de consumo. Ambas, tomadas en su conjunto,
constituyen la suma de la oferta social de mercancías. El ingreso, por
otra parte, podemos decir que se divide en tres categorías: el ingreso
del capitalista que éste debe gastar en medios de producción si ha de
mantener su posición como capitalista, el ingreso del capitalista que
éste es libre de gastar en el consumo (plusvalía) y el ingreso del
trabajador (salario). Sin embargo, puesto que hay capitalistas y
obreros en las dos grandes ramas de la producción, quizá sea mejor
decir que el ingreso se divide en seis categorías, tres por cada rama.
Tomadas en su conjunto, éstas constituyen la demanda total de
mercancías. Ahora, es obvio que en situación de equilibrio la suma

285
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

de la oferta y la suma de la demanda deben balancear, pero lo que


no es tan obvio es la interrelación entre los diversos elementos de las
dos sumas que serán exactamente suficientes para crear tal
equilibrio. Es una de las funciones más importantes del plan de
reproducción la de arrojar luz sobre este problema. Cumpliendo esta
función –debe observarse de paso- el plan de reproducción pone los
cimientos para un análisis de las discrepancias entre la suma de la
oferta y la suma de la demanda, que, por supuesto, se manifiestan
en trastornos generales del proceso productivo.

Cada una de las partidas del plan de reproducción tiene un


carácter doble en el sentido de que representa un elemento de
demanda y a la vez un elemento de oferta. Considérese c1; constituye
una parte del valor de la producción total de los medios de
producción y constituye también una parte de los ingresos de los
capitalistas de la sección I derivados de la venta de medios de
producción y normalmente destinados a gastarse en nuevos medios
de producción. Así c1 representa a la vez la oferta y la demanda de
medios de producción. Los cambios requeridos tienen siempre lugar
entre los capitalistas de la sección I; el valor por la cantidad c1
realiza, por así decirlo, un recorrido circular, partiendo de un
extremo de la rama de medios de producción y dando la vuelta para
volver a entrar a la misma rama al comienzo del período de
producción siguiente. La partida que sigue es v1, que representa
aquella parte del valor de la producción total de medios de
producción que reembolsa los salarios; es, de este modo, oferta de
medios de producción. Por otra parte, v1 representa, asimismo, los
salarios de los obreros empelados en producir medios de producción,
y en este sentido, evidentemente, constituye demanda de medios de
consumo. No se equiparan aquí los elementos de la oferta y la
demanda. Lo que es válido para v1, bajo la suposición de la
reproducción simple, lo es también para p1, salvo que aquí se trata
de la plusvalía de los capitalistas de la sección I. Completamos el
análisis de la sección I con una oferta de medios de producción
iguales a v1 + p1, no vendidos, y con una demanda de medios de
consumo de la misma magnitud, no satisfecha. Pasemos ahora a la
sección II, o sea la producción de medios de consumo. Una parte de
la producción total de artículos de consumo igual a c2, que
representa el valor de los medios de producción usados en producir

286
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

artículos de consumo, corresponde a la demanda de nuevos medios


de producción por los capitalistas de la sección II. Aquí tampoco hay
equiparación directa entre oferta y demanda. Es diferente lo que
pasa con v2 y p2; éstos representan oferta y demanda de artículos de
consumo. Como en el caso de c1, los cambios necesarios pueden
tener lugar totalmente dentro de una sección, esta vez la sección II.
La sección II queda así con una oferta “no vendida” de artículos de
consumo iguales a c2 y una demanda no satisfecha de medios de
producción de la misma magnitud.

Refiriéndose ahora a las relaciones entre las dos ramas


advertimos que la I tiene una oferta de medios de producción y una
demanda de medios de consumo iguales a v1 + p1, y la II tiene una
demanda de medios de producción y una oferta de medios de
consumo iguales a c2. Es claro que las dos ramas pueden, por así
decirlo, negociar entre ellas, y siempre que v1 + p1 sea exactamente
igual a c2, su intercambio desembarazará el mercado de medios de
producción y de medios de consumo y establecerá el equilibrio entre
la suma de la oferta y la suma de la demanda.

Este razonamiento nos lleva de nuevo a la condición del


equilibrio de la Reproducción Simple por un método que tiene la
ventaja de poner al desnudo la lógica inherente al plan de
reproducción. El plan de reproducción es en esencia un expediente
para mostrar la estructura de las ofertas y demandas en la economía
capitalista, en términos de las clases de mercancías producidas y de
las funciones de quienes perciben los ingresos. Debe agregarse, sin
embargo, que del plan como tal no es posible hacer ningunas
deducciones causales; el plan provee un armazón, no un sustituto,
para la investigación ulterior.

2. Las raíces de la acumulación.

El lector puede haber discurrido que el capitalista que vive en


el mundo imaginario de la Reproducción Simple no muestra las
características de un capitalista que considera que “los valores de
uso no deben nunca considerarse como el fin real del capitalista”, y,
sin embargo, hemos construido ahora un sistema en el cual los

287
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

capitalistas reciben el mismo ingreso año tras año y lo consumen


siempre hasta el último dólar. Evidentemente, en tales
circunstancias, los valores de uso tendrían que ser considerados
como el fin que persigue el capitalista.

Es inevitable la conclusión de que la Reproducción Simple


implica la abstracción de lo más esencial en el capitalista, a saber,
su interés en ampliar su capital. Realiza esto convirtiendo una parte
–a menudo la mayor- de su plusvalía en capital adicional. Su capital
acrecentado le permite entonces aprovecharse aún más plusvalía,
que a su vez convierte en capital adicional, y así sucesivamente. Este
es el proceso conocido como acumulación del capital; constituye la
fuera motriz del desarrollo capitalista.

El capitalista, como lo observaba Marx, comparte con el avaro


la pasión de la riqueza como tal. Pero lo que en el avaro es una
simple idiosincrasia, en el capitalista es el efecto del mecanismo
social del que él es tan sólo una de las ruedas”. Es de la mayor
importancia comprender este punto. La forma de circulación D-M-D’,
en la que el capitalista ocupa la posición clave, es, objetivamente, un
proceso de expansión del valor. Este hecho se refleja en el fin
subjetivo del capitalista. No es de ningún modo una cuestión de
propensiones o instintos humanos innatos; el deseo del capitalista de
aumentar el valor que controla (de acumular capital) proviene de su
posición especial en una forma particular de organización de la
producción social. Un instante de reflexión mostrará que no podría
ser de otro modo. El capitalista es un capitalista y una figura
importante en la sociedad sólo por ser el propietario y representante
del capital. Privado de su capital, no sería nada. Pero el capital tiene
una sola cualidad, la de poseer magnitud, y de aquí se sigue que un
capitalista puede distinguirse de otro solamente por la magnitud del
capital que representa. El propietario de una gran cantidad de
capital que representa. El propietario de una gran cantidad de
capital ocupa un puesto más alto en la escala social que el
propietario de una cantidad pequeña; posición, prestigio y poder se
reducen a la vara de medir cuantitativa de pesos y centavos. El éxito
en la sociedad capitalista, por lo tanto, consiste en aumentar el
capital propio. “Acumular –como lo expresaba Marx- es conquistar el
mundo de la riqueza social, acrecentar la masa de seres humanos

288
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

explotados por él, y de este modo extender el predominio directo e


indirecto del capitalista”.

Dado el apremio de acumular, un factor adicional apenas


menos importante viene a reforzar los motivos del capitalista. La
mayor cantidad de plusvalía y también, por lo mismo, el mayor poder
de acumulación corresponde al capitalista que emplea los métodos
técnicos más avanzados y eficientes; en consecuencia, el afán de
perfeccionamiento es general. Pero los nuevos y mejores métodos de
producción exigen mayores desembolsos de capital y vuelven
anticuados y, por lo tanto, sin valor los medios de producción
existentes. Con las palabras de Marx,

…el desarrollo de la producción capitalista hace


necesario aumentar constantemente la cantidad de capital
desembolsado en una empresa industrial dada, y la
competencia hace que cada capitalista individual sienta las
leyes inmanentes de la producción capitalista como leyes
extensas coercitivas. Lo obliga a acrecentar constantemente su
capital a fin de conservarlo, pero no puede acrecentarlo si no
es por medio de la acumulación progresiva.

Vemos que el análisis marxista relaciona la acumulación de


capital con la forma histórica específica de la producción capitalista.
El camino del éxito y de la elevación social pasa a través de la
acumulación, y quien se rehúsa a participar en la competencia, está
en peligro de pederlo todo.

Conforme a este análisis de la acumulación, Marx trazó el


esbozo de una teoría del consumo de los capitalistas:

En el amanecer histórico de la producción capitalista


–y todo capitalista advenedizo debe pasar personalmente por
esta etapa histórica-- la avaricia y el deseo de hacerse rico son
las pasiones dominantes. Pero el progreso de la producción
capitalista no sólo crea un mundo de deleites; abre en la
especulación y el sistema de crédito mil posibilidades de
enriquecimiento súbito. Cuando se ha alcanzado cierta etapa
de desarrollo, un grado convencional de prodigalidad que es
también una exhibición de riqueza y, por lo mismo, una fuente
de crédito, se convierte en una necesidad de los negocios para

289
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

el “infortunado” capitalista. El lujo entra en los gastos de


representación del capital… Aunque, por consiguiente, la
prodigalidad del capitalista no tiene nunca el carácter bona
fide de la prodigalidad del señor feudal dadivoso, sino que, por
el contrario, tienen siempre acechando tras ella la más
sórdida avaricia y el cálculo más ansioso, y, sin embargo, sus
gastos crecen con su acumulación, sin que la una restrinja
necesariamente la otra. Pero junto con este crecimiento se
desarrolla a la vez en su pecho un conflicto fáustico entre la
pasión de acumulación y el deseo de disfrute.*

De este modo, aunque la urgencia de acumular sigue


predominando, no excluye un deseo paralelo, y aun en parte
derivado, de aumentar el consumo.

Es interesante comparar las ideas de Marx sobre los motivos


de la acumulación y el consumo de los capitalistas con las teorías
contemporáneas ortodoxas que ponen el acento en la “abstinencia” y
la “espera”. Según la teoría de la abstinencia, es penoso para el
capitalista “abstenerse” de consumir a efecto de acumular, y, por lo
tanto, el interés del capital debe considerarse como el necesario
galardón de tal abstinencia. Contra esto Marx sustenta la opinión de
que acumular capital, es decir, acrecentar la riqueza propia, es un
fin positivo y lleva consigo, tanto como el consumo, ciertos
“placeres”. Sería exactamente tan lógico –indica- ver en el consumo
una abstinencia de la acumulación, como lo contrario:

Nunca le ha ocurrido al economista vulgar hacerse la


sencilla reflexión de que toda acción humana debe
considerarse como “abstinencia” de su contraria. Comer es
abstinencia de ayunar, caminar, abstinencia de estarse quieto,
trabajar, abstinencia de estar ocioso, estar ocioso, abstinencia
de trabajar, etc. Estos caballeros harían bien en reflexionar
sobre la sentencia de Spinoza: Determinatio est negatio.

* El Capital, I, pp. 650-51. La idea de que “el lujo entra en los gastos de
representación del capital” contiene una interesante prefiguración de la doctrina del
“consumo conspicuo”, de Thorstein Veblen, como la expone en su Teoría de la clase
ociosa, cap. IV (ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1944).

290
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

En pocas palabras, los capitalistas quieren a la vez acumular


y consumir; cuando hacen lo uno ello puede considerarse como
abstinencia de lo otro; pero el ver la cuestión de esta manera no
explica nada.

Si pasamos a la teoría de la “espera” –Alfred Marshall fue el


principal exponente de esta doctrina-, las cosas no pueden sino
empeorar. La idea aquí es que, finalmente, los capitalistas desean
consumir todo lo que poseen. No lo hacen desde luego porque
esperan podrán consumirlo con interés en el futuro. Ésta es la
reductio at absurdum de una adhesión consecuente con la suposición
de que todo proceder económico está encaminado a satisfacer
necesidades de consumo. En tanto que la teoría de la abstinencia
simplemente deja de lado la urgencia del capitalista de acumular
riqueza, la teoría de la espera la niega del todo.

No debe pasarse por alto el hecho de que la teoría de la


abstinencia la presentó por primera vez Nassau W. Senior en la
década del 1830, y de que los economistas anteriores habían dado
generalmente por supuesto un motivo independiente para la
acumulación. Así Ricardo escribió una vez a Malthus: “Considero
ilimitados las necesidades y los gastos de la humanidad. Todos
queremos aumentar nuestros goces o nuestro poder. El consumo
aumenta nuestros goces, la acumulación nuestro poder, y ambos
promueven igualmente la demanda”. Como de costumbre, Ricardo
universaliza un rasgo de la producción capitalista, aplicándolo a “la
humanidad” en general, pero no hay aquí ningún vestigio del punto
de vista de la abstinencia. ¿Cómo podemos explicarnos este súbito
cambio de frente de los economistas? La respuesta parece estar en el
hecho de que la teoría de la abstinencia, así como las teorías de la
espera y de la relación en el tiempo, después de ella, operaban como
defensa de la plusvalía y, por lo tanto, del statu quo. Antes de 1830,
más o menos –Marx indica que la revolución de julio en Francia
señala el viraje- el capitalismo, hablando en general, había sido una
fuerza agresiva que atacaba muchos, aunque ciertamente no todos,
de los aspectos del statu quo. Lograda la victoria, sin embargo, fue
necesario pasar del ataque a la defensa. Muchas de las diferencias
entre las doctrinas de los economistas clásicos y las de sus
sucesores, pueden ser comprendidas tan sólo recordando este hecho;

291
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

no fue la menor de tales diferencias la señalada por la aparición de la


teoría de la abstinencia.

3. La acumulación y el valor de la fuerza de trabajo: planteamiento del


problema.

Se podría presentar en este punto un plan de reproducción,


que Marx llama Reproducción Ampliada en contraste con la
Reproducción Simple, mostrando la interrelación de las ofertas y las
demandas cuando la acumulación es tomada en cuenta, es decir,
cuando los capitalistas no consumen ya totalmente la plusvalía, sino
que ésta se divide en tres partes, una que consumen los capitalistas,
otra que se agrega al capital constante y una tercera que se suma al
capital variable. En este capítulo nos interesa investigar los efectos
de la cantidad acrecentada del capital variable, o lo que viene a ser lo
mismo, la demanda acrecentada de fuerza de trabajo, que va
implícita en el proceso de acumulación. Para este fin podemos tomar
simplemente las relaciones cuantitativas de oferta y demanda que
son necesarias para mantener el equilibrio de la Reproducción
Ampliada, sin entrar en la estructura formal del plan.

Partimos, pues, del hecho indudable de que la acumulación


implica un aumento en la demanda de fuerza de trabajo. Ahora bien,
cuando aumenta la demanda de una mercancía cualquiera, su
precio sube asimismo; y esto lleva consigo una desviación del precio
respecto del valor. Sabemos que en el caso de una mercancía
ordinaria, digamos telas de algodón, esto pondrá ciertas fuerzas en
movimiento para poner nuevamente el precio de acuerdo con el valor:
los manufactureros de telas de algodón obtendrán ganancias
anormalmente altas, otros capitalistas serán inducidos a entrar en
esa industria, crecerá la oferta de telas de algodón y el precio bajará
hasta que sea nuevamente igual al valor, y las ganancias, normales.
Habiendo sentado en esta forma el principio general, nos impresiona
en seguida un hecho notable: la fuerza de trabajo no es una
mercancía ordinaria. No hay capitalista que pueda dedicarse a
producir fuerza de trabajo en una empresa en caso de que suba el
precio de ésta; en realidad, no hay ninguna “industria de fuerza de
trabajo” en el sentido en que hay una industria de telas de algodón.

292
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

Sólo en una sociedad esclavista, como el sur de Norteamérica antes


de la Guerra Civil, donde se practicaba la cría de esclavos para
obtener ganancias, se puede hablar propiamente de una industria de
fuerza de trabajo.

Mientras estuvimos ocupándonos de la Reproducción Simple,


fue posible suponer que la fuerza de trabajo se vendía en su valor.
No había contradicción ninguna en tal suposición, ya que no hay
fuerzas actuando para producir una desviación entre el precio de la
fuerza de trabajo y su valor. Tan pronto se toma en cuenta la
acumulación se eleva la demanda de fuerza de trabajo y no es ya
lícito suponer la igualdad entre los salarios y el valor de la fuerza de
trabajo. Además, como acabamos de ver, el mecanismo en que puede
confiarse para el restablecimiento de esta identidad en el caso de
todas las mercancías que se producen para obtener ganancias, es
ineficaz en el caso de la fuerza de trabajo. Parece que hay ciertas
dificultades para la aplicación de la ley del valor a la mercancía
fuerza de trabajo.*

Esto implica algo más que una sutileza de lenguaje. No es en


verdad una exageración decir que queda a discusión la validez de
toda la estructura teórica de Marx. Para advertir el porqué de esto
sólo es necesario recordar que la plusvalía, que es esencial para la

* Los marxistas, generalmente, han pasado por alto la dificultad lógica que envuelve el
aplicar la ley del valor a la mercancía fuerza de trabajo. Y es curioso que los críticos
de Marx, casi con la misma unanimidad, hayan olvidado este punto tan importante.
Bortkiewcz, en este y otros respectos, es un caso especial. Él vio claramente la
dificultad, como lo muestra el pasaje siguiente: “Someter los salarios a la ley del
valor, como lo hace Marx, es inadmisible, ya que esta ley, hasta donde puede
suponerse, para tener validez descansa en la competencia entre productores, la cual
está totalmente excluida en el caso de la mercancía fuerza de trabajo”.
Wertrechnung und Preisrechnung im Marxschen System”. Archiv für
Sozialwissenschaft und Sozialpolitik, septiembre de 1907, p. 483. Bortkiewcz, sin
embargo, creía que era posible evitar la dificultad abandonando la idea de que la
fuerza de trabajo es una mercancía como otras y suponiendo simplemente que el
salario real es fijo. Al parecer no se le ocurrió nunca que tal suposición no se
justifica ya desde el momento en que se introduce la acumulación.
Oskar Lange, recientemente, ha puesto énfasis en la dificultad que envuelve el
aplicar la ley del valor a la mercancía fuerza de trabajo y ha hecho notar, por
primera vez hasta donde yo estoy enterado, las implicaciones del problema con
respecto a la estructura teórica de Marx. “Marxian Economics and Modern
Economic Theory”, Review of Economic Studies, junio de 1935.

293
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

existencia del capitalismo, depende de la diferencia que existe entre


el valor de la fuerza de trabajo y el valor de la mercancía que el
trabajador produce. Si no hay fuerzas en acción que conserven los
salarios iguales al valor de la fuerza de trabajo, ¿qué razón hay para
suponer la existencia de esta brecha esencial entre los salarios y el
valor del producto? ¿No podríamos con igual razón suponer que los
salarios suben bajo el estímulo de la acumulación hasta eliminar
toda la brecha? Antes de examinar la respuesta de Marx a estas
preguntas será necesario analizar brevemente la solución ricardiana
del problema de la relación entre los salarios y el valor de la fuerza
de trabajo, ya que en ésta, como en otras cuestiones de teoría
económica, se puede entender mejor a Marx mediante una
comparación con Ricardo.

La teoría cuantitativa del valor y la ganancia, de Ricardo, es


muy semejante, excepto en materia de terminología, a la de Marx.
Este paralelismo parece extenderse a la teoría de los salarios. “El
trabajo –dice Ricardo- como todas las demás cosas que se compran y
se venden, y que pueden aumentar o disminuir en cantidad, tienen
su precio natural y su precio de mercado. El precio natural del
trabajo es el precio necesario para que los trabajadores, uno con
otro, puedan subsistir y perpetuar su raza, sin aumento ni
disminución”.*

Por mucho que el precio de mercado del trabajo pueda


desviarse de su precio natural, tiene, como las mercancías,
una tendencia a ajustarse a él.

Es cuando el precio de mercado del trabajo excede su


precio natural cuando la condición del trabajador es más
próspera y feliz, cuando tiene la posibilidad de disponer de
una porción más grande de artículos necesarios y goces de la
vida… Sin embargo, cuando por el estímulo que los salarios
altos dan al crecimiento de la población, el número de

* Principles of Political Economy, p. 71. Lo que Ricardo llama el “precio natural del
trabajo” equivale al concepto marxista del “valor de la fuerza de trabajo”. Los
clásicos, y Marx en una de sus primeras obras de economía. Wage, Labor and
Capital (1847), no distinguían entre el trabajo y la fuerza de trabajo; más bien
utilizaba la palabra trabajo en ambos sentidos. La confusión era frecuente como
resultado del uso doble de la palabra trabajo.

294
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

trabajadores aumenta, los salarios bajan de nuevo hasta su


precio natural, y a la verdad, como reacción, caen a veces por
debajo de él.

Para Ricardo, en pocas palabras, el mecanismo necesario


para asegurar que los salarios permanezcan más o menos al nivel
convencional de subsistencia, reside en una teoría de la población.

Además, la teoría demográfica en que pensaba era


evidentemente un caso especial de la famosa teoría maltusiana, que
tan en boga estuvo en Inglaterra durante la primera mitad del siglo
XIX. Así, en el plan clásico la oferta de todas las mercancías
ordinarias es regulada por la competencia entre capitalistas, en tal
forma que se iguala el precio al valor; en el caso de la oferta de
trabajo precisamente la misma función es desempeñada por la teoría
de población. Es en este sentido como la teoría de la población es
parte integrante de la estructura teórica de la economía política
clásica.

Marx no escribió mucho acerca de los factores que


determinan el volumen de la población, pero es evidente, por lo
menos, que no tenía nada que hacer con la teoría maltusiana o
cualquiera de sus variantes. A la teoría de la población la llamaba “el
dogma de los economistas”, y casi no la mencionaba, a no ser para
menospreciarla. Al Essay on Population, de Malthus, lo llamó un
“libelo sobre la raza humana”, y a su doctrina, “la fantasía
maltusiana de la población”. La gran sensación causada por el
Ensayo no se debió de ningún modo a originalidad o interés científico
(pues ambos faltaban en él totalmente) sino “tan sólo a interés de
partido”. Sería probablemente imposible encontrar en todos los
escritos de Marx una referencia favorable a la doctrina clásica de la
población. Evidentemente no estaba dispuesto a adoptar este método
de ajustar la teoría del valor al carácter único de la mercancía fuerza
de trabajo.

4. La solución de Marx: el ejército de reserva del trabajo.

295
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

Marx estaba, por supuesto, bien enterado de la tendencia de


los salarios a subir bajo el impacto de la acumulación de capital.

Las exigencias del capital que se acumula pueden


exceder el aumento de la fuerza de trabajo o del número de
trabajadores; la demanda de trabajadores puede exceder la
oferta y, por consiguiente, los salarios pueden subir. A la
verdad, esto debe ser así finalmente si las condiciones
supuestas antes persisten. Puesto que, si cada año se emplean
más trabajadores que en el anterior, tarde o temprano se
llegará a un punto en que las exigencias de la acumulación
empiecen a sobrepasar la oferta de trabajo acostumbrada y,
por lo tanto, tenga lugar una elevación de salarios.

Estaba completamente seguro, sin embargo, de que tal


elevación de salarios “no puede nunca alcanzar el punto en que
amenazase al sistema mismo”. Tenía que preguntarse, por lo tanto:
¿qué es lo que detiene los salarios, de tal modo que la plusvalía y la
acumulación puedan seguir siendo los rasgos característicos y
esenciales de la producción capitalista? Esta cuestión es el anverso
de la planteada antes - ¿qué es lo que mantiene los salarios iguales
al valor de la fuerza de trabajo? - y, por consiguiente, responder a
una es al mismo tiempo responder a la otra.

La solución de Marx a este problema gira alrededor de su


famoso concepto del “ejército de reserva del trabajo”, o como también
lo llamó, la “población excedente relativa”. El ejército de reserva
consiste de obreros desocupados que, mediante su competencia
activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante, hacia
abajo, en el nivel del salario.

El ejército industrial de reserva durante los períodos de


estancamiento y de prosperidad media, gravita sobre el
ejército activo de trabajo; durante los períodos de
sobreproducción y paroxismo, pone freno a sus pretensiones.
La población excedente relativa es, por lo tanto, el pivote sobre
el cual opera la ley de la demanda y oferta de trabajo. Ella
confina el campo de acción de esta ley dentro de los límites
absolutamente adecuados a la actividad explotadora y a la
dominación del capital.

296
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

El ejército de reserva se recluta principalmente entre aquellos


que han sido desplazados por la maquinaria, “sin que esto tome la
forma más ostensible del despido de trabajadores empleados ya, o la
forma menos evidente pero no menos real de la más difícil absorción
de la población trabajadora adicional por los cauces usuales”. Que
Marx consideraba la introducción de maquinaria para economizar
trabajo como una respuesta más o menos directa de los capitalistas
a la tendencia ascendente de los salarios, se ve con claridad en el
pasaje siguiente:

Entre 1849 y 1859, tuvo lugar una elevación de


salarios en los distintos distritos agrícolas ingleses… Éste fue
el resultado de un éxodo inusitado de la población agrícola
excedente, ocasionado por las necesidades de la guerra y el
desarrollo enorme de los ferrocarriles, las fábricas, las minas,
etc. En todas partes los agricultores se lamentaban y el London
Economist, refiriéndose a aquellos salarios de hambre,
parloteaba muy seriamente sobre “un progreso general y
sustancial”. Ahora bien, ¿qué hicieron los agricultores?
¿Esperaron hasta que, como resultado de esa brillante
remuneración, los trabajadores agrícolas se hubieran
multiplicado y aumentado a tal punto que sus salarios
debieran bajar de nuevo, según lo prescribía el talento
económico dogmático? Introdujeron más maquinaria y al
instante hubo otra vez trabajadores excedentes, en una
proporción satisfactoria aun para los agricultores. Había
ahora “más capital” que antes empleado en la agricultura, y
en una forma más productiva. Con ello la demanda de trabajo
cayó, no sólo relativa sino absolutamente.

En lo que concierne a los capitalistas individuales, cada cual


da por supuesto el nivel de los salarios y procura obtener las
mayores ventajas posibles. Al introducir maquinaria, por lo tanto, no
hace más que tratar de reducir su nómina de pagos. El efecto neto
de esta conducta general de los capitalistas, sin embargo, es el de
provocar el desempleo, que a su vez actúa sobre el nivel del salario
mismo. De aquí se sigue que mientras más fuerte sea la tendencia de
los salarios a subir, más fuerte será también la presión del ejército
de reserva para contrarrestarla, y viceversa.

297
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

En términos del movimiento del capital social total, la


mecanización significa un alza en la composición orgánica del
capital, es decir, un aumento en los gastos de los capitalistas en
maquinaria y materiales, a expensas del trabajo. Puede significar un
descenso absoluto en la demanda de trabajo, o puede significar
simplemente que la demanda de trabajo se retrasa con respecto al
aumento del capital total. En este último caso, si la población crece –
no importa por qué razones- la ampliación continua del ejército de
reserva, digamos como una proporción más o menos constante de la
fuerza trabajadora total, es una posibilidad perfectamente lógica.
Marx parece haber tenido habitualmente algo de este género en
consideración; las suposiciones subyacentes en este caso eran, en
verdad, las que se le habrían ocurrido de un modo natural a
cualquiera que escribiese a mediados del siglo XIX. Pero el principio
del ejército de reserva es independiente de cualquier suposición
particular sobre la población; opera igualmente bien con una
población estacionaria y aún con una población declinante. En este
hecho tenemos una de las diferencias decisivas entre Marx y sus
predecesores de la escuela clásica.

En relación con esto, conviene advertir que Marx no fue el


primero en descubrir la posibilidad del desplazamiento del trabajo
por la maquinaria, ni aún el primero en exponer la falsedad de la
teoría de la compensación, que era entonces, como es ahora, tan
popular entre los economistas y publicistas ortodoxos. Un trabajo
teórico en extremo importante había sido realizado ya por Ricardo
(entre otros) en el famoso capítulo “Sobre la maquinaria” que
apareció por la primera vez en la tercera edición de los Principios. Allí
Ricardo establecía con argumentos un poco desmañados, pero
lógicamente inatacables, que la maquinaria que ahorra trabajo
“libera” obreros sin liberar el capital variable necesario para su
empleo en otras partes, y, por lo tanto, su reempleo depende
principalmente de la acumulación adicional. Aunque Ricardo no lo
dijo, es consecuente con su razonamiento el suponer que la tasa de
desplazamiento excede la tasa de reabsorción como resultado de la
nueva acumulación. El gran éxito de Marx fue la integración de este
principio en la teoría general de la acumulación del capital, de tal
modo que libera a esta última de la forma fatal dependencia del
dogma maltusiano de la población.

298
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

Sería erróneo, por supuesto, suponer que la tasa de la


acumulación o bien la introducción de maquinaria para ahorrar
trabajo marche a un paso igual, como para mantener un delicado
equilibrio de los salarios con la plusvalía. Por el contrario, “con la
acumulación y el desarrollo de la productividad del trabajo que la
acompaña, crece también el poder de expansión rápida del capital”.
Un estallido súbito de acumulación de capital puede ser el resultado
de la apertura de un nuevo mercado o de una nueva industria. En
tales casos el ejército de reserva se vacía y desaparece el obstáculo
que frena el alza de los salarios; la plusvalía puede, a la verdad,
disminuir seriamente. “Pero tan pronto esta disminución toca el
punto en que el trabajo excedente que nutre al capital no es
suministrado ya en el volumen normal, se produce una reacción: se
capitaliza una parte menor del ingreso, la acumulación se retrasa y
el movimiento de alza de los salarios se detiene”. Marx describe aquí
una de las causas fundamentales de las crisis. Junto a la
eliminación del trabajo por la maquinaria, las crisis y las depresiones
toman su lugar como mecanismo capitalista específico para
reconstruir el ejército de reserva cada vez que éste se ha reducido a
proporciones peligrosamente pequeñas. Aquí sólo necesitamos tomar
nota de que a través de su relación con el ejército de reserva, el
problema de las crisis ocupa una posición central en el sistema
teórico de Marx. En tanto que para los teóricos clásicos el problema
consistía no tanto en explicar las crisis como en explicar su
desaparición, para Marx el capitalismo sin crisis sería, en último
análisis, inconcebible.*

Se puede esclarecer la teoría del ejército de reserva con un


sencillo diagrama. La figura 1 es una representación del proceso
industrial. Arriba está la gran masa de trabajadores en Empleo
Industrial. Esta es alimentada de una parte por la corriente de
nuevos trabajadores que consiguen puestos por la primera vez en la
industria capitalista (A), y de la otra, por los desocupados del Ejército
de Reserva que se incorporan a la industria (D). Abandonan el
Empleo Industrial, primero, los trabajadores retirados que han
concluido su carrera productiva (F), y segundo, aquellos que son

* En el caso del fascismo, este principio sufre una modificación considerable. Véase,
adelante, cap. XVIII, secs. 5 y 6.

299
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

desplazados de la industria (C) y, por lo tanto, pasan al Ejército de


Reserva. Para completar el diagrama, se incluyen dos corrientes más,
a saber, los nuevos trabajadores que, no logrando encontrar empleo,
se incorporan inmediatamente al Ejército de Reserva (B); y aquellos
que, después de un período de desocupación, abandonan la busca de
puestos de trabajo y se agregan a la corriente de trabajadores
retirados (E).

En la fase de prosperidad del ciclo económico el empleo


industrial crece mientras el ejército de reserva disminuye.

Una representación diagramático similar de la noción clásica


del proceso industrial sólo necesitaría mostrar el Empleo Industrial
con la corriente de nuevos trabajadores que ingresan y el flujo de
trabajadores que se retiran. El nivel de los salarios, en este cuadro,
depende principalmente de la magnitud de la corriente de nuevos
trabajadores, la que a su vez es una función del crecimiento de la
población. En esta forma, si consideramos el sistema de producción
como coextenso del campo de Empleo Industrial, la noción clásica
era en el sentido de que los salarios estaban en fin de cuentas
regulados por factores exteriores al sistema (población).

300
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

En la teoría de Marx, sin embargo, el sistema de producción


incluye tanto el Empleo Industrial como el Ejército de Reserva. Sea
cual fuera la suposición que hagamos con respecto a factores
exteriores al sistema (población) queda en pie el hecho de que éste
contiene en sí un mecanismo para regular el nivel de los salarios y,
por lo tanto, para mantener el de las ganancias.*

Más aún, puesto que todas las corrientes de la figura 1 están


concebidas como flujos permanentes, no hay lugar a una crítica
basada en el argumento de que el desempleo tecnológico es
meramente un fenómeno transitorio y, por lo tanto, no puede ser
parte integrante de una teoría del sistema de producción.

5. La naturaleza del proceso capitalista.

La economía política clásica, que tan firmemente se apoya en


la teoría maltusiana de la población, se inclinó siempre a predecir el
fin inminente del progreso económico. El razonamiento era elevado y
convincente en su simplicidad. La acumulación estimula
indirectamente el desarrollo de la población; el aumento del número
de habitantes obliga a recurrir a tierras inferiores; las cosas
necesarias para la vida sólo pueden producirse, por consiguiente, a
un costo sin cesar creciente en términos de horas-hombre. Esto
implica un alza en el valor de la fuerza de trabajo y, en consecuencia,
de los salarios como una proporción del producto total;* y, por lo
mismo, también, un descenso de la ganancia como una proporción
del producto total. Eventualmente parecía seguro que inclusive la
cantidad absoluta de la ganancia comenzaría a descender.
Finalmente, la acumulación por los capitalistas –la fuerza motriz de
todo el proceso- “cesará del todo cuando sus ganancias sean tan
bajas que no representen para ellos una compensación adecuada por
las molestias y los riesgos que necesariamente afrontan empleando
su capital en forma productiva”. Este curso inexorable de la
evolución podría ser detenido temporalmente por descubrimientos

* Con esto no se niega la importancia práctica y teórica de la tasa de crecimiento de la


población. El problema adquiere gran importancia en un nivel de abstracción un
poco más bajo. Véase, adelante, cap. XII, sec. 3, No. 3.
* Ello no implica, por supuesto, ninguna elevación de la tasa del salario real.

301
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

técnicos y científicos que hicieran menos costosa la producción de


artículos necesarios. Pero eventualmente debe efectuarse y alcanzar
su conclusión lógica, el estado estacionario. El progreso económico
debe ser finalmente detenido por dos leyes naturales preponderantes
e inmutables: la ley de la población y la ley de los rendimientos
decrecientes. John Stuart Mill, a este respecto, habla en serio de la
“imposibilidad de evitar en último término el estado estacionario –
esta irresistible necesidad de que la corriente de la actividad humana
desemboque al fin en un mar al parecer estancado”.

Ésta es una teoría de la evolución económica que se deduce


con precisión lógica de algunas premisas iniciales claramente
enunciadas. Como palabra final de la economía política clásica sobre
la tendencia esencial del sistema capitalista, posee una intrepidez
intelectual que, ciertamente, no debe negarse. Pero hacia el final del
siglo XIX, los hechos, minando como termitas los cimientos de la
soberbia mansión, hicieron que todo el edificio se derrumbara con
estrépito. La teoría maltusiana de la población no pudo sobrevivir al
notable descenso en la curva de las tasas de natalidad que comenzó
durante la década del 1870, en los países occidentales más
avanzados. Los economistas, gradualmente y de mala gana, se vieron
obligados a abandonar la teoría de la población y con ella toda la
teoría clásica de la evolución económica.

En aquellas circunstancias, esto era inevitable. Pero los


economistas abandonaron mucho más de lo que era necesario. En
vez de buscar una teoría satisfactoria de la evolución económica para
sustituir la teoría clásica desacreditada, procedieron a excluir las
cuestiones de los procesos evolutivos del campo de la elaboración
teórica sistemática. Desde el punto de vista de la “estática y
dinámica” a las que los teóricos dedicaban ahora su atención,
inclusive el ciclo económico aparecía como un asunto meteorológico
o, en el mejor de los casos, como un producto secundario de la
incapacidad congénita de la mente legislativa para entender los
verdaderos principios del dinero y de la banca.

Tales fueron las tristes consecuencias del colapso de la teoría


clásica.

302
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

El desarrollo de la teoría económica de Marx, sin embargo, no


podía conducir a tales resultados. Rechazando desde el principio
todo tráfico con el malthusianismo, Marx se protegió contra los
perniciosos efectos de su colapso. Más aún, incluyendo en su
estructura teórica el principio del ejército de reserva en vez de la ley
de la población, no sólo rompió categóricamente con la tradición
clásica, sino que puso también la base para un nuevo y
asombrosamente poderoso ataque a los problemas de la evolución
económica.

En tanto que en la teoría clásica los cambios en los métodos


de producción son considerados como dependientes de invenciones y
descubrimientos esencialmente fortuitos, en la teoría de Marx se
convierten en condiciones necesarias para prolongar la existencia de
la producción capitalista. Pues es principalmente por medio de las
innovaciones tecnológicas para economizar trabajo, como se recluta
el ejército de reserva, y sólo por la existencia continua del ejército de
reserva pueden sobrevivir la plusvalía y la clase que ella sostiene.
Pero esto no agota la cuestión. No es ni siquiera necesario aceptar la
teoría del materialismo histórico de Marx para convenir en la tesis de
que los cambios en la técnica de la producción ejercen una profunda
influencia en la estructura institucional e ideológica de la sociedad.
En el Manifiesto Comunista, dijo Marx: “La burguesía no puede
existir sin revolucionar constantemente los instrumentos de
producción y, por este medio, las relaciones de producción y, con
ellas, todas las relaciones de la sociedad”. En El Capital, Marx plantó
esta penetrante visión en el suelo de la teoría económica. De este
modo descubrió una de las más importantes “leyes del movimiento”
del capitalismo, cuya exploración era el propósito expreso de El
Capital

No hemos explicado aún, por supuesto, la teoría de la


evolución económica de Marx en todas sus ramificaciones; lo que
hemos hecho es proveer la base de tal teoría, la noción fundamental
del proceso capitalista como aquel que, en principio, implica la
acumulación incesante acompañada de cambios en los métodos de
producción. Es desde luego claro que esta noción del proceso
capitalista difiere radicalmente de la que está en la base de la teoría
clásica de la evolución económica. Esta última, en principio, no toma

303
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

en cuenta los cambios en los métodos de producción; el desarrollo


económico es considerado exclusivamente en términos de cambios
cuantitativos (graduales) en la población, el capital, los salarios, las
ganancias y la renta. Las relaciones sociales no son afectadas; el
resultado final es simplemente un estado de cosas en el que todas
estas tasas de cambio son iguales a cero. Puesto que la noticia
marxista subraya principalmente los cambios que ocurren en los
métodos de producción, implica el cambio cualitativo en la
organización social y en las relaciones sociales, a la vez que el
cambio cuantitativo en las variables económicas como tales. Así se
abre el camino para considerar el “resultado final” como una
reconstrucción revolucionaria de la sociedad, más bien que como un
mero estado de reposo.*

* Es necesario anotar una excepción importante a la por otra parte válida generalización de que
los economistas modernos no hacen ningún intento de incluir los procesos evolutivos en su
teorización sistemática. Esa excepción es J. A. Schumpeter, cuya Teoría del desenvolvimiento
económico (1ª. ed. alemana, 1912; trad. inglesa, 1936; trad. esp. De Fondo de Cultura
Económica, 1944) representa, a este respecto, una bien definida desviación de lo normal.
La teoría de Schumpeter tiene ciertas notables semejanzas con la de Marx. Comienza con una
demostración de que la ganancia y el interés estarían ausentes de la “Corriente Circular”, un
concepto que corresponde a la Reproducción Simple de Marx. Parece probable que Schumpeter
llegaría hasta mantener que, aún faltando la acumulación, hay fuerzas que actúan para
eliminar el excedente del ingreso sobre el costo del cual se derivan la ganancia del empresario y
el interés. En otras palabras, en ausencia del cambio, el ingreso se atribuirá totalmente a los
factores originales de la producción, las máquinas repondrán exactamente su costo, no dejando
excedente para sus propietarios.
Los empresarios, no obstante, procuran eludir el destino de pobres que les espera en un estado
estacionario de la sociedad, reduciendo los costos descubriendo nuevos mercados, inventando o
popularizando nuevos productos y en general, introduciendo “innovaciones”. Los que tienen
éxito disfrutan de una suerte de posición de monopolio temporal que es la fuente de la ganancia
del empresario. Puesto que el capital en dinero provee los medios para arrancar los recursos de
sus cauces acostumbrados de uso y desviarlos por nuevos cauces –y ésta es la esencia de la
innovación- los empresarios están dispuestos a pagar interés para obtener su control. Una vez
que ha aparecido el interés en algún punto del sistema, siendo exclusivamente un fenómeno
monetario, se extiende a todo el sistema. Cualquier fuente particular de ganancia está destinada
a ser temporal –suponiendo la falta de barreras permanentes a la competencia- pero como las
innovaciones se suceden unas a otras, la ganancia y el interés como tales nunca desaparecen
del todo. Sin duda que la introducción de innovaciones no tiene lugar lenta y continuamente,
sino más bien en grupos o enjambres. Esta discontinuidad en el proceso de la innovación está
en la base del fenómeno conocido por ciclo económico.
El breve esbozo de la teoría de Schumpeter basta a indicar que para él, como para Marx, los
cambios en los métodos de producción son un rasgo básico del capitalismo y no simples
epifenómenos que tocan de manera más o menos azarosa el proceso económico.
A pesar de ciertas semejanzas obvias entre esta noción y la noción marxista –que Schumpeter
mismo reconoce abiertamente- quedan discrepancias teóricos fundamentales. Por ejemplo, no
hay en Schumpeter nada análogo al Ejército de Reserva, y su forma de considerar la relación
capital-trabajo es por completo diferente de la de Marx. Además, Schumpeter niega
expresamente toda intención de pasar de los cambios en los métodos de reproducción a las

304
Capítulo XVII
La Acumulación y el Ejército de Reserva

“alteraciones de la organización económica, sus costumbres”, etc. (p. 99 n). Por lo tanto, admite
que “mi estructura cubre sólo una pequeña parte de su campo” [de Marx] (p. 100 n).
Vale la pena advertir que en los círculos ortodoxos la teoría del desenvolvimiento económico, de
Schumpeter, no ha disfrutado nunca de la atención que merece y ha sido muy mal entendida y
muy tergiversada. Sólo ha logrado aceptación, en la medida en que la ha logrado, como teoría
del ciclo económico más bien que como la base de una teoría de la evolución capitalista. En
último análisis, por consiguiente, el ejemplo de Schumpeter sirve sólo para subrayar la falta de
interés del economista ortodoxo moderno en lo que Marx llamó las “leyes del movimiento” del
capitalismo.

305
CAPÍTULO XVI

LA GANANCIA MEDIA Y EL PRECIO DE PRODUCCIÓN

1. EL PRECIO DE COSTE Y LAS GANANCIAS CAPITALISTAS.

La doctrina de Carlos Marx sobre la ganancia y el precio de


producción representa una continuación de la teoría del valor y de la
plusvalía. El primer tomo de El Capital contiene un análisis científico
del proceso de la creación de la plusvalía. El segundo está dedicado a
revelar el proceso de la circulación del capital. En el tercero se nos
ofrece un análisis de la producción capitalista en general como
proceso de producción y de circulación. Aquí pone Marx de
manifiesto la esencia de las formas concretas del movimiento del
capital y de la plusvalía en que aquél y ésta salen directamente a la
superficie, la influencia mutua de los capitales en el proceso de la
competencia. Durante el movimiento del capital se verifica la
realización y la distribución de la plusvalía entre diversos grupos de
capitalistas. En concordancia con ello, la plusvalía adopta las
siguientes formas: la de ganancia industrial, la de ganancia
comercial, la de interés y la de renta de la tierra.

¿Qué es la ganancia? Es una forma modificada de la


plusvalía. ¿Y cuáles son las circunstancias determinantes de que la
plusvalía adquiera la forma de ganancia? El análisis de este
problema ha de iniciarse aclarando la diferencia entre el valor de la
mercancía y el costo capitalista de producción.

El valor de toda mercancía se determina por el conjunto de


trabajo socialmente necesario invertido en su producción, es decir,
por la cantidad de trabajo vivo y materializado que se ha consumido.
Como en el caso presente se trata de una mercancía producida bajo
el capitalismo, podemos expresar su valor en la siguiente fórmula:

c + v + m, donde c representa los gastos de capital constante y v + m


el nuevo valor creado por el trabajo de los obreros asalariados.


Tomado del libro “Curso Superior de Economía Política”, Spiridonova, Atlas y otros,
Editorial Grijalbo, México, 1975.
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

Pero una cosa es el valor verdadero de una mercancía y otra


cosa el valor de la mercancía para el capitalista. Son dos magnitudes
totalmente distintas, pues el capitalista no paga todo el valor creado
por el obrero (v + m), sino sólo una parte de él, igual al precio de la
fuerza de trabajo consumida. Aquella parte del valor de la mercancía
en que va contenida la plusvalía no le cuesta nada al capitalista, ya
que no se le ha pagado al obrero.

Supongamos que para fabricar un par de zapatos se han


invertido nueve dólares en medios de producción (máquinas,
materias primas y combustible) y que como salario se les ha pagado
a los obreros un dólar. Supongamos, también, que la cuota de
plusvalía equivale a 300 por 100. En tal caso, la plusvalía será igual
a tres dólares.

En el ejemplo aducido, el valor de un par de zapatos será de


trece dólares. Pero los gastos del capitalista se determinan por la
magnitud de los capitales constante y variable utilizados y, por
consiguiente, ascienden a diez dólares, ya que la parte del valor que
el capitalista se ha embolsado como plusvalía equivalente a tres
dólares. Los diez dólares en cuestión representan los gastos del
capitalista para producir un par de zapatos.

“Esta parte del valor de la mercancía, que repone el precio de


los medios de producción consumidos y de la fuerza de trabajo
empleada, no hace más que reponer lo que la mercancía ha costado
al capitalista y representa, por tanto, para él, el precio de costo de la
mercancía”.1

El precio de coste capitalista se calcula por la magnitud del


capital empleado para producir una mercancía; los verdaderos
precios de coste, es decir, el valor de la mercancía, se determinan por
el consumo de trabajo socialmente necesario. Por consiguiente, el
precio de coste capitalista no constituye sino una parte del valor de
la mercancía.

Si expresamos este valor con la fórmula c + v + m, el precio de


coste capitalista será c + v. El precio de coste capitalista es inferior al

1 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 46.

250
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

valor de la mercancía en la magnitud de la plusvalía. La diferencia


entre la magnitud del valor de la mercancía y el precio de coste
constituye la ganancia del capitalista.

Esta es una ganancia que el capitalista obtiene sobre el


capital desembolsado. La peculiaridad de la categoría “precio de
coste” consiste en que en ella desparece la diferencia entre las
inversiones en instrumentos de trabajo, materias primas y
combustible, de una parte, y las inversiones de fuerza de trabajo, de
otra; es decir, que desaparece la diferencia entre el capital constante
y el variable. El dueño de una empresa industrial anticipa un capital
para adquirir los diversos elementos del capital constante y fuerza de
trabajo (la parte variable del capital). Todas estas inversiones forman
parte del precio de coste y deben ser reintegradas al capitalista.

En la categoría “precio coste” se pone de manifiesto la


diferencia entre aquella parte del capital que se invierte en materias
primas, combustible, reparaciones y salarios, parte que se transfiere
totalmente al valor de la mercancía en un ciclo y aquella otra parte
del capital cuyo valor se transfiere al valor de la mercancía
paulatinamente, por partes, a lo largo de una serie de ciclos (el valor
de los edificios y de la maquinaria), es decir, la diferencia entre los
capitales circulante y fijo.

Como en los precios de coste desaparece la diferencia entre


los capitales constante y variable, ocultan la diferencia entre el
proceso de transferencia del valor y el de creación de un valor nuevo.
Los gastos de trabajo en la producción de una mercancía son
encubiertos por los gastos de capital, creándose la falsa idea de que
el capital es el creador del valor, cuando, en realidad, es el trabajo
del obrero asalariado el que lo crea.

El precio de coste constituye una categoría real de la


economía burguesa, determinada por el propio régimen capitalista de
producción. La recuperación de los gastos es una premisa
indispensable de la actividad económica del capitalista, ya que sin
ella no puede reanudar el proceso de producción. De la magnitud del
precio de coste depende la rentabilidad o la irrentabilidad de una
empresa. Si el precio de la mercancía cae por debajo de los gastos
realizados para producirla o si se iguala a los mismos, la producción

251
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

deja de ser ventajosa para el capitalista, por cuanto su interés


estriba en que la recaudación procedente de la venta de las
mercancías sobrepase lo que ha costado producirlas. El precio de
coste permite descubrir e interpretar las leyes de la competencia bajo
el capitalismo. Dentro de los límites del valor de una mercancía
caben diversas fluctuaciones de su precio. Supongamos que el valor
del artículo es trece dólares, y el precio de coste equivale a diez. El
precio del artículo en cuestión podrá ser de once y de doce dólares, y
en ambos casos el capitalista obtendrá beneficio, puesto que el
precio de venta de la mercancía rebasa el precio de coste. Estas
fluctuaciones pueden ser aprovechadas por el capitalista para
arruinar a sus competidores.

Como en el precio de coste desaparece la diferencia entre los


capitales constante y variable, quedando tan sólo la diferencia entre
los capitales fijo y circulante, aquel precio encubre la explotación
capitalista y oculta la verdadera procedencia de los ingresos de los
empresarios.

Y como en el precio de coste no hay diferencia entre los


capitales constante y variable, el aumento del valor, que ser verifica
en el proceso de la producción y en virtud del trabajo que los obreros
asalariados realizan durante el tiempo de trabajo excedente, aparece
como un fruto del capital en general.

Según sabemos ya, la plusvalía constituye la diferencia entre


el valor creado por el trabajo del obrero y el valor de la fuerza de
trabajo de éste. El patrono la percibe cuando las mercancías
fabricadas por la labor de los obreros asalariados van a ser
realizadas, y el dinero procedente de su venta rebasará los gastos
ocasionados por la producción de dichas mercancías. Por
consiguiente, el capitalista percibe su ganancia después de efectuado
el ciclo del capital.

La masa absoluta de esta ganancia dependerá no sólo de las


condiciones de producción, sino también de las condiciones de la
venta de las mercancías, o sea del nivel de los precios en que
aquéllas se realicen. Según estas últimas condiciones, el precio de
venta de la mercancía puede superar al precio de coste en diversas
proporciones. La ganancia del capitalista aparece como la diferencia

252
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

entre el precio de venta de la mercancía y la suma del capital


invertido en su producción, como un fruto del capital.

Teniendo en cuenta que en la producción de un artículo


interviene todo el capital desembolsado, aunque sólo una parte de él
se invierta en la producción de la mercancía, la plusvalía aparece no
sólo como una adición de valor al capital gastado, sino a todo el
capital invertido en la producción, a todo el capital desembolsado.

“Así representada, como vástago del capital global


desembolsado, la plusvalía reviste la forma transfigurada de la
ganancia”.2

Consecuentemente, la ganancia es la forma en que la


plusvalía se manifiesta en la superficie de la sociedad capitalista. Se
presenta no como el resultado de la explotación del los obreros, sino
como un fruto del funcionamiento de todo el capital desembolsado,
como un retoño de éste. En la categoría “ganancia” desaparece el
trabajo no retribuido de los obreros, que es la auténtica fuente de la
plusvalía. Si la plusvalía expresa las relaciones de clase de la
sociedad capitalista, la ganancia las enmascara, convirtiéndolas en
un fetiche. La ganancia aparece como una cualidad y una relación de
las cosas entre sí.

Así, pues, la ganancia es una forma alterada de la plusvalía.


Aunque la ganancia obtenida por algunos capitalistas y la magnitud
de la plusvalía creada por la explotación de los obreros asalariados
pueden no coincidir cualitativamente, en la escala de toda la
sociedad capitalista sí coinciden. La conversión de la plusvalía en
ganancia representa un desarrollo de la fetichización de las
relaciones capitalistas, un desarrollo de la engañosa forma exterior
que crea una falsa impresión sobre la realidad capitalista.

Esa es la razón que aconseja distinguir el contenido de los


procesos económicos y la forma de su manifestación, los procesos
económicos de profundidad y los fenómenos superficiales. Los
científicos burgueses, paladines del capitalismo, pretenden hacer
pasar los fenómenos superficiales por la esencia de las cosas,

2 C. Marx, El Capital, tomo III, pág. 53.

253
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

velando de este modo el antagonismo social que caracteriza las


relaciones de las clases en la sociedad burguesa.

La ganancia es el motivo que impulsa la producción


capitalista. El desarrollo de ésta no tiene como incentivo el de
mejorar la situación económica de los trabajadores, sino el de
garantizar el mayor lucro a costa de la explotación de las masas
laboriosas. No hay delito que los capitalistas no cometan con tal de
obtener el máximo beneficio. Así lo confirma la historia del
capitalismo.

Empeñados en encubrir la auténtica naturaleza del


capitalismo como régimen social asentado sobre la explotación del
trabajo, los economistas burgueses tratan de encontrar las más
diversas explicaciones a la procedencia de la ganancia. Unos afirman
que proviene de la circulación y que es el resultado del ahorro del
capitalista; otros dicen que es engendrada por el propio capital.

Por ejemplo, el economista norteamericano J. B. Clark, en su


libro La distribución de la riqueza, se esfuerza por demostrar que la
ganancia es fruto del capital y que los trabajadores no toman parte
alguno en su creación.

Valiéndose de los más rebuscados artificios, Clark pretende


“demostrar” que el trabajo y el capital son factores iguales en
derecho dentro de la producción y que la riqueza social es producto
del esfuerzo conjunto de estos dos factores. El trabajo crea un
ingreso en forma de salario y el capital crea otro en forma de
ganancia.

Clark sostiene que, bajo el capitalismo, los trabajadores


perciben todo cuanto crean y que, por consiguiente, no existe
injusticia alguna en la distribución de la riqueza. De esta tesis extrae
la conclusión que él mismo desea: la de que, como los trabajadores
crean una suma de riquezas reducida y la perciben en su totalidad,
no tienen por qué ansiar la revolución social.

Todo el sentido de estas especulaciones de Clark y de otros


economistas burgueses se reduce al deseo de demostrar que el

254
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

régimen de producción capitalista garantiza una distribución ideal y


justa de la riqueza.

2. LA CUOTA DE GANANCIA Y LOS FACTORES QUE LA


DETERMINAN.

Al capitalista le interesa no sólo la magnitud absoluta de la


plusvalía obtenida, sino también la proporción existente entre ella y
todo el capital invertido.

Marx daba el nombre de cuota de ganancia a la proporción


entre la plusvalía y todo el capital invertido, en tanto por ciento, y
expresaba la ganancia con la letra p y la cuota de ganancias con p1.
Si expresamos todo el capital invertido con la letra k, podremos
expresar la cuota de ganancia mediante la fórmula siguiente:

p’ = p ; o p’ = k .
k’ c+v

La cuota de ganancia es una categoría real del sistema


capitalista de producción y, para el patrono, representa el índice de
rentabilidad de su empresa, el grado de incremento de su capital.

También es un modo específico de medir la plusvalía en


comparación con todo el capital invertido. La cuota de ganancia
solidifica la idea de la ganancia como “un fruto” de todo el capital
invertido. En ella no aparece ningún vínculo entre la ganancia y el
trabajo: dicha cuota encubre no sólo la explotación del trabajo
asalariado por el capital, sino también su magnitud real.

Tomemos un ejemplo. Supongamos que el capital invertido


asciende a 1.000 unidades monetarias, 800 de las cuales componen
el capital constante y 200 el variable. Supongamos también que la
masa de la plusvalía equivale a 200 unidades. En tal caso, la cuota
de plusvalía, como exponente del grado de explotación, equivale a
100 por 100. La cuota de ganancia será igual a:

255
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

p1 = 200 m , o 200 m = 20 por 100.


1.000 k’ 800c + 200v

La discrepancia cuantitativa entre las cuotas de ganancia y


de plusvalía expresa la diferencia cualitativa existente entre ambas,
diferencia que cosiste en que, si la cuota de plusvalía caracteriza el
grado de explotación del trabajo por el capital, la de ganancia
muestra el grado de rentabilidad del capital. Es una forma
transfigurada de la cuota de plusvalía.

“La cuota de ganancia es el resorte propulsor de la


producción capitalista, que sólo produce lo que puede producirse con
ganancia y en la medida en que ésta puede obtenerse”.3

El capitalista está siempre interesado en que su capital le


proporcione un beneficio mayor, la más alta cuota de ganancia.
Impulsado por este móvil, el capital se dirige a aquellas esferas
donde su aplicación garantiza al propietario la más alta ganancia, ya
que cuanto más alta es la cuota, tanto mayor es la magnitud de la
ganancia (en igualdad de circunstancias).

¿Qué factores influyen en la cuota de ganancia?

El principal de todos es la magnitud de la cuota de plusvalía.

A mayor grado de explotación, mayor masa de plusvalía, y


tanto más alta cuota de ganancia, siempre en igualdad de
circunstancias.

Ilustremos este aserto con un ejemplo:

p1 = 200 m = 200 m = 20 por 100.


800c + 200v 1.000 k

Si el grado de explotación se eleva hasta 200 por 100, la masa


de plusvalía aumentará hasta 400 unidades monetarias y, en virtud
de ello, la cuota de ganancia equivaldrá a:

3 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 256.

256
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

p1 = 400 m = 400 m = 40 por 100.


800c + 200v 1.000 k

Cuanto mayor sea la cuota de plusvalía, tanto mayor será la


de ganancia, si las condiciones restantes permanecen inalterables.

Así se explica que los patronos, deseosos de aumentar la


cuota de ganancia, aprovechen todos los métodos para incrementar
el grado de explotación de los obreros: prolongación de la jornada,
aumento de la intensidad y de la productividad del trabajo, rebaja de
los salarios hasta un nivel inferior al valor de la fuerza de trabajo.

El nivel de la cuota de ganancia también depende de la


economía de capital constante. Esta economía de medios de
producción está determinada por los siguientes factores:

1. El aumento del número de obreros ocupados, la prolongación de


la jornada y el incremento de la intensidad del trabajo no
requieren un aumento proporcional de la parte fija del capital
constante, y ello permite al capitalista producir mayor cantidad
de mercancías y apropiarse más plusvalía con el mismo capital
fijo.

2. La ampliación del volumen de la producción o producción a


escala. La gran producción contribuye a un empleo más completo
y racional de los instrumentos y de las condiciones de trabajo
(disminución de los gastos de local, de combustible, de luz, etc.),
y permite utilizar los residuos de la industria reelaborándolos
como subproductos.

3. La utilización de las materias primas sintéticas, más baratas, y


de diversos sucedáneos, así como la falsificación de los productos
elaborados.

4. El progreso técnico y el incremento de la productividad. Esta


rebaja el valor de los elementos del capital constante; el progreso
de la técnica, que permite utilizar máquinas más perfectas y más
baratas, proporciona al capitalista la posibilidad de explotar

257
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

mayor número de obreros, reducir los gastos de producción y


aumentar la masa y la cuota de plusvalía.

Otro elemento que influye en el nivel de la cuota de ganancia


es la rapidez de la circulación del capital. Si el período necesario para
una rotación del capital se reduce, por ejemplo, de doce meses a seis,
el capital variable hará dos rotaciones en vez de una durante el año.
Esto permite al capitalista explotar con el mismo capital el doble de
obreros y obtener, en el transcurso del año, el doble de plusvalía,
como resultado de lo cual la cuota anual de ganancia del capital se
duplicará también.

La economía de capital constante se realiza, principalmente,


mediante el empeoramiento de las condiciones de trabajo de los
obreros. En un local habilitado para 20 máquinas, el patrono instala
40; donde hay que colocar una valla de seguridad junto a las
máquinas, no la coloca, y donde hay que poner ventilación no la
pone. El resultado es que empeoran las condiciones de trabajo de los
obreros, y esto trae consigo enfermedades, accidentes y otras
desgracias.

En 1938 hubo en la industria de los Estados Unidos


1.376.000 accidentes de trabajo; en 1949 hubo 1.870.000, y en 1960
ocurrieron ya 1.960.000. Según rezan las estadísticas oficiales, en
los doce años que van de 1949 a 1960 inclusive sufrieron lesiones a
causa de accidentes en la producción más de 19 millones de obreros
americanos y perdieron la vida mas de 150.000.

El “ahorro” de recursos en la seguridad del trabajo, que el


capitalista considera un gasto improductivo, da lugar a un
despilfarro de mano de obra, a la pérdida de vidas obreras, pero
aumenta la cuota de ganancia. Esa es la naturaleza rapaz del
capitalismo: crece el lucro a costa de la salud y de la vida de los
obreros.

El nivel de la cuota de ganancia depende también de la


composición orgánica del capital. A causa de la propiedad privada de
los medios de producción, y también en virtud de la anarquía de la
misma, la técnica se desarrolla de manera desigual en la sociedad
capitalista. Unas ramas avanzan más que otras, y esto halla su

258
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

expresión en la diferencia de la composición orgánica del capital en


diversas ramas de la producción. En la diversidad de esta
composición influyen también las peculiaridades del proceso
tecnológico de la producción en las distintas ramas. Cuanto mayor
es la parte correspondiente al capital constante, tanto menor es la
parte que corresponde al capital variable y, por consiguiente, tanto
más alta es la composición orgánica del capital.

Las modificaciones en la técnica de la producción llevan


aparejado un aumento de la composición orgánica del capital. Según
cálculos de S. Vigodski, la composición orgánica del capital en la
industria de la transformación de los Estados Unidos ha variado del
modo siguiente:

1989 ………………… 4,5 : 1


1939 ………………… 6 : 1
1955 ………………… 8 : 1.4

¿Cómo repercute la diversidad de la composición orgánica del


capital en la cuota de ganancia? Cuanto más alta es la composición
del capital, tanto más baja es la cuota de ganancia, y viceversa,
contando siempre con que las restantes condiciones permanecen
inalterables.

Explicaremos esta tesis con el ejemplo siguiente:

Primer caso: p1 = 200 m = 200 m = 20 por 100.


800c + 200v 1.000 k

Segundo caso: p1 = 100 m = 100 m = 10 por 100.


900c + 100v 1.000 k

Examinemos este ejemplo con más detenimiento. La cantidad


de la plusvalía creada se determina por la masa de trabajo no
retribuido de que se apropia, el capitalista. Cuanto más trabajo vivo

4 S. Vigodski, La teoría marxista de la ganancia media y el precio de la producción a la


luz de los datos contemporáneos, pág. 50. Gospolitizdat, Moscú, 1956.

259
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

se emplea con una misma suma de capital, tanto mayor serán la


masa y la cuota de plusvalía (siempre en igualdad de circunstancias).

Pero la cantidad de trabajo vivo empleado con una cierta


suma de capital depende de cómo se distribuya este capital en
constante y en variable. Dicho de otro modo, depende de la
composición orgánica del capital.

La cuota de ganancia en el segundo caso será inferior a la del


primero no porque se explote menos a los obreros, sino porque se
empleará relativamente menos trabajo en comparación con el capital
empleado.

Tomemos varias ramas de la producción capitalista.


Supongamos que todas las condiciones de la actividad de capitales
iguales por su volumen serán también iguales (una cuota idéntica de
plusvalía, por ejemplo, el 100 por 100, y también una rapidez
idéntica de la circulación del capital), excepto una condición: la
composición orgánica del capital. En tal caso obtendremos el cuadro
que damos a continuación:

CUADRO 1

Composición Cuota de Cuota de


Masa de
Sectores Capitales orgánica del plusvalía, ganancia, por
plusvalía
capital por 100 100
I 60c + 40v 1,5 : 1 100 40 40
II 75c + 25v 3 : 1 100 25 25
III 80c + 20v 4 : 1 100 20 20
IV 90c + 10v 9 : 1 100 10 10
V 95c + 5v 19 : 1 100 5 5

Con una cuota idéntica de plusvalía, igual a 100 por 100, la


masa de plusvalía es distinta en diversas ramas de la producción.
¿Por qué? La plusvalía es creada por a parte variable del capital. De
ahí que, con un grado idéntico de explotación, sea mayor donde es
mayor la magnitud del capital variable, y menor donde el capital
variable es menor. Por consiguiente, también será distinta la cuota
de ganancia. Cuanto más alta es la composición orgánica del capital,
tanto más baja es la cuota de ganancia y, al contrario, cuanto más

260
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

baja es la composición orgánica del capital, tanto más alta es la


cuota de ganancia. Vemos, pues, que la magnitud de ésta se halla en
razón inversa a la composición orgánica del capital.
Los factores anteriormente descritos influyen de manera
distinta en la cuota de ganancia. En la aurora del capitalismo, en
diversos sectores de la producción predominaban cuotas desiguales
de ganancia. En cambio, en la época del capitalismo desarrollado, de
la libre competencia y de la libre trasplantación del capital, no es ya
posible la existencia de diversas cuotas durante largo tiempo.

3. FORMACIÓN DE LA CUOTA MEDIA (GENERAL) DE GANANCIA.

Los ejemplos aducidos indican que capitales idénticos


reportan diferentes cuotas de ganancias. Si las mercancías
fabricadas en diversos sectores de la producción se vendiesen por su
valor, en el primer sector, la cuota de ganancia del capital se elevaría
al 40 por 100, mientras que en el quinto sector sólo llegaría al 5 por
100. ¡Desigual provecho para un capital idéntico! Pero es sabido que
cada capitalista tiende a extraer a su dinero el beneficio máximo.

La desigualdad de ganancias con capitales idénticos


contradice al principio capitalista de la “igualdad”, consistente en
que cada capitalista procura obtener con su capital un resultado no
inferior al que obtiene otro capitalista, sea cual fuere la esfera de la
producción en que está invertido su capital.

Si, verdaderamente, los capitalistas no obtuviesen una


ganancia igual con capitales idénticos, no invertirían sus recursos en
sectores de alta composición orgánica del capital como, por ejemplo,
la metalurgia o la fabricación de maquinaria. Pero en virtud de la
división social del trabajo, la sociedad capitalista no podría existir ni
desarrollarse sin los sectores que producen instrumentos de
producción.

Para resolver este problema (el de cómo los capitalistas de


diversos sectores de la industria obtienen beneficios iguales con
capitales idénticos) es indispensable examinar los dos aspectos de la
competencia que existen bajo el capitalismo. La competencia dentro
de un mismo sector es una rivalidad entre capitalistas que fabrican

261
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

mercancías homogéneas. La competencia entre diversos sectores


representa una rivalidad entre capitalistas que producen mercancías
heterogéneas. La lucha entablada entre ellos tiene como objetivo una
cuota más alta de ganancias y una posición más conveniente para la
inversión del capital y la venta de los productos. Una encarnizada
competencia reina en toda la economía capitalista. Las leyes
económicas del capitalismo, leyes que rigen la producción capitalista,
actúan por medio de la competencia.

En cada sector, diversas empresas funcionan en condiciones


desiguales, y se diferencian entre sí por su volumen, por el nivel de
la productividad de su trabajo y por la magnitud de los precios de
costo.

A consecuencia de ello, la magnitud del valor individual de las


mercancías fabricadas en distintas empresas es diferente. Pero el
valor de las mercancías se determina por el tiempo de trabajo
socialmente necesario para fabricarlas en condiciones normales de la
producción social. Este tiempo de trabajo socialmente necesario es el
que determinará el valor social o comercial de las mercancías de un
sector concreto. El precio de la mercancía se basa en el valor social o
comercial no en el valor individual.

La competencia dentro del mismo sector reduce los valores


individuales de las mercancías a su valor social (comercial), que se
determina, según decía Marx, por el valor individual de las
mercancías que se producen en las condiciones medias de su esfera
y que constituyen la gran masa de los productores de la misma.5

Las empresas en que el valor individual de las mercancías es


inferior al social reciben, por encima del beneficio ordinario del
sector en cuestión, una ganancia excedente hasta el momento en que
el valor social descienda y el valor individual de las mercancías de
dicho sector se equipare al valor social. Existen también grupos de
empresas en las que el valor individual sobrepasa al social. Parte de
los propietarios de estas empresas percibirán un beneficio irrisorio, y
los restantes sólo conseguirán compensar su precio de coste. Ello
incita a los dueños de las empresas en cuestión a reducir el valor

5 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 183.

262
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

individual. La reducción del valor de una mercancía se logra


perfeccionando los instrumentos de producción y elevando la
productividad. Para consolidar sus posiciones en el terreno de la
competencia, los capitalistas refuerzan la explotación de la clase
obrera. Aquellos patronos que no consiguen reducir los gastos de
producción de sus mercancías terminan arruinándose.

Por tanto, como resultado de una encarnizada competencia


dentro de un sector, salen triunfantes los dueños de aquellas
empresas en que la técnica y la productividad del trabajo están por
encima del nivel medio del sector en cuestión, y los propietarios de
las empresas modestas, rezagadas del nivel medio, acaban
forzosamente en la ruina.

Este proceso de depauperación de las empresas pequeñas y


medianas se ha acelerado en la época actual, en que las empresas
gigantes, las alianzas monopolistas del capitalismo, desempeñan el
papel decisivo en la vida económica. El escritor americano Stein, en
su libro El mundo del dólar, decía que en el período de 1947 a 1950
se hundieron en diversas ramas de la economía de los Estados
Unidos 1.414.300 empresas pequeñas. Analizando las estadísticas,
Stein llega a la conclusión de que “tres de cada diez pequeñas
empresas subsisten menos de un año; dos de cada diez no existen
más de dos años, y una o dos de cada diez consiguen vivir más de
cuatro años. Tan sólo una cuarta parte de ellas se las ingenia para
mantenerse seis años o más… Esta enorme mortandad, que no cesa
ni siquiera en los períodos de auge, depende directamente de la
existencia de las corporaciones gigantescas”.

Un sociólogo americano, Kart Mayer, en un informe


presentado en 1956 al Congreso Internacional de Sociólogos que se
celebró en Ámsterdam, anotaba la constante disminución del peso de
los patronos independientes en su país. Según los datos que citó, los
llamados “patronos independientes”, junto con sus familiares aptos
para el trabajo, constituían en 1870 el 40,4 por 100 de la población
trabajadora de los Estados Unidos; en 1910, el 27,1; en 1950, el 14,4
y en 1954, el 13,3 por 100.

A consecuencia de la rivalidad dentro del mismo sector,


aumenta en él la composición del capital. El progreso técnico

263
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

contribuye a reducir el tiempo de trabajo socialmente necesario para


producir un determinado tipo de mercancía. Bajo el influjo de la
competencia dentro de un sector, y a través de constantes
fluctuaciones, se llega a la nivelación de la cuota de ganancia en los
límites de una misma órbita de la producción.

Marx indica que las diversas cuotas de ganancia pueden


igualarse –primeramente en los límites de una misma esfera de la
producción, y después en diversas esferas- tan sólo a través de
constantes fluctuaciones. Para esclarecer cómo se verifica la
nivelación de las cuotas de ganancia entre los diferentes sectores de
la producción, observemos el proceso de la competencia entre
distintos sectores, es decir, la competencia entre los capitalistas de
diversas esferas de la producción.

Si observamos el cuadro 1, descubriremos que los que


disfrutan de una situación más favorable son los capitalistas del
primer sector, que obtienen una cuota de ganancia sobre el capital
equivalente al 40 por 100, y los que se hallan en situación peor son
los del quinto sector, donde la cuota es igual al 5 por 100.

Pero el estímulo de la producción capitalista se encierra en la


ganancia, y es perfectamente comprensible que el capital emigre a
aquellos sectores de la producción donde la cuota de ganancia es
alta y huya de aquellos en que es baja.

En suma, la diferencia de la cuota de ganancia en distintos


sectores de la producción determina que el capital de los sectores
donde la ganancia es baja emigre a los sectores donde es alta.

Supongamos que la cuota de ganancia de un capital invertido


en la industria textil resulta más baja que en la del calzado durante
un período considerable. La producción en la industria textil no se
ampliará. Los capitales disponibles serán invertidos en otras ramas.
Y los recursos acumulados por los propietarios de las empresas
textiles se invertirán en la industria del calzado, por ser más
rentable. Los capitales disponibles siempre tenderán a colocarse en
aquellas esferas de la producción donde la cuota de ganancia es alta.

264
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

La emigración de capitales traerá consigo una redistribución


espontánea de los medios de producción y de la mano de obra entre
las diversas ramas de la producción. Los bancos desempeñan un
importantísimo papel en la redistribución de los capitales disponibles
entre los distintos sectores.

¿Cuáles son las consecuencias de esta emigración espontánea


de los capitales?

En aquellas ramas a las que el capital acude se ampliará la


reducción y, a la postre, la oferta de mercancías terminará
superando a la demanda.

Y en aquellas ramas de donde los capitales se han retirado


decrecerá la producción y acabará por crearse una situación en la
que la oferta será superada por la demanda.

Ello repercutirá en los precios. En el primero de los dos casos,


descenderán los precios de las mercancías, y disminuirá la
ganancia; y, por el contrario, en el segundo caso subirán los precios
y la ganancia aumentará. En determinados sectores de la
producción, los artículos habrán de venderse a precios inferiores a
su valor, mientras que en otras los precios de venta superarán al
valor.

El tránsito del capital de un sector a otro, el afán del capital


por escapar de aquellos sectores de la industria donde la cuota de
ganancia es baja y de acudir a colocarse en aquellos donde existe
una alta cuota, trae como consecuencia que las diferentes cuotas de
ganancia terminen equilibrándose y estableciendo una cuota general,
es decir, formando la denominada cuota media de ganancia. La
nivelación de las diversas cuotas de ganancia para constituir una
cuota media (general) transcurre de manera espontánea, a lo largo
del proceso de la competencia entre los capitalistas.

“Estas distintas cuotas de ganancia son compensadas entre sí


por medio de la concurrencia para formar una cuota general de
ganancia, que representa la media de todas aquellas cuotas de
ganancia distinta. La ganancia que, con arreglo a esta cuota general,

265
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

corresponde a un capital de determinada magnitud, cualquiera que


sea su composición orgánica, recibe el nombre de ganancia
media”.6

A la vista de esta definición, volvamos a nuestro ejemplo y


prosigamos su examen en el cuadro II.

Del cuadro expuesto se infiere que si el capital se distribuyera


equitativamente entre todas las ramas de la producción, la
composición orgánica media del capital sería de 4 : 1, y la cuota
media de ganancia equivaldría al 20 por 100.

La cuota media de ganancia corresponde a la cuota de


ganancia en los sectores de composición orgánica media o en las que
caracterizan la composición orgánica del capital social.

La cuota media de ganancia es igual a la relación existente


entre la masa general de plusvalía creada por los obreros asalariados
en toda la sociedad capitalistas y el conjunto del capital social.

CUADRO II

Cuota de Cuota
Cuota de
Masa de ganancia, media de
Sectores Capitales c:v plusvalía,
plusvalía por sector, ganancia,
por 100
por 100 por 100
I 60c + 40v 1,5 :1 100 40 40
II 75c + 25v 3 :1 100 25 25
III 80c + 20v 4 :1 100 20 20 20
IV 90c + 10v 9 :1 100 10 10
V 95c + 5v 19 :1 100 5 5
Todo el
capital 400c + 100v 100 100
social
Condiciones
sociales 80c + 20v 4:1 100 20 20
medias

6 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 164.

266
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

La masa general de plusvalía creada en toda la sociedad


capitalista depende no sólo de la altura a que se halle la cuota de
plusvalía, sino de cómo todo el capital social se distribuye entre los
diversos sectores de la producción. Cuanto más capital se invierta en
un sector de composición orgánica baja, tanto mayor será la masa
general de plusvalía y, por el contrario, cuanto más capital se
invierta en sectores de composición orgánica alta, tanto menor será
la masa general de plusvalía.

Es un proceso muy complejo el de la formación de la cuota


media de ganancia. Sería desacertado pensar que en la vida real, en
el proceso de movimiento del capital, la cuota media (general) es ese
promedio ideal que aparece en nuestros cálculos; que en todas las
ramas de la producción existe absolutamente la misma cuota de
ganancia. La cuota media es el promedio de las diversas cuotas de
ganancia. En su afán de alcanzar una cuota más alta, e impulsados
por la competencia, los capitales se retiran de aquellas esferas donde
durante largo tiempo se mantiene un beneficio inferior al nivel
medio, trasplantándose paulatinamente a aquellas esferas en que la
ganancia supera el nivel medio.

Lo mismo pudiera decirse respecto a la plusvalía capitalizada:


acude a aquellos sectores donde la cuota de ganancia está por
encima del nivel medio. Por consiguiente, la cuota media de ganancia
existe siempre –según señala Marx- tan sólo como una tendencia,
como un movimiento tendente a nivelar las diversas cuotas de
ganancia.

Esta nivelación de las diversas cuotas de ganancia para


formar una cuota media es tanto más rápida cuanto más móvil es el
capital, es decir, cuanto más diligente se muestra para trasladarse
de una esfera de la producción a otra; y, además, es tanto más
rápida cuanto más rápidamente puede ser transferida la mano de
obra de una esfera a otra, de un centro local de producción a otro. La
agilidad del capital necesaria para crear la cuota media de ganancia
presupone un amplio sistema de crédito y completa libertad de
comercio en el interior de la sociedad, es decir, aquellas condiciones
que garantizan a cualquier capital igual posibilidad de acceso a no
importa qué rama de la producción.

267
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

En tales condiciones, las diversas cuotas de ganancia pueden


nivelarse al principio dentro de los límites de una esfera industrial, y
luego en el ámbito de las diversas esferas, pero sólo mediante
fluctuaciones permanentes. No hay que olvidar que las leyes
económicas del capitalismo actúan espontáneamente. En el régimen
capitalista, la ley general sólo se impone, como decía Marx, “como
una tendencia predominante de un modo muy complicado y
aproximativo, como una media jamás susceptible de ser fijada entre
perpetuas fluctuaciones”.7

Cada capitalista tiende a extraer el mayor beneficio a su


capital. El ansia de lucro, de obtener la máxima cuota de ganancia,
impulsa a los capitalistas a transferir sus capitales. Esta
trasplantación, que se verifica en medio de una encarnizada
competencia, acompañada de fluctuaciones espontáneas de los
precios y de las cuotas de ganancia, al margen de la voluntad o de
los deseos subjetivos de los capitalistas aislados, conduce a la
nivelación de las diversas cuotas de ganancia para formar una cuota
medio (general). Ese es el resultado objetivo del proceso de
movimiento de los capitales.

En virtud de la formación de la cuota media de ganancia, se


verifica una redistribución de toda la plusvalía creada en la sociedad
capitalista entre los capitalistas según la magnitud de sus capitales.
Por un capital igual, sea cual fuere el sector en que está invertido y
su composición orgánica, los capitalistas perciben un beneficio igual.
Sin embargo, no está descartado que ciertos capitalistas puedan
percibir una ganancia superior o inferior al promedio.

Con la formación de la cuota media de ganancia aparece una


diferencia cuantitativa ente la plusvalía producida en tal o cual
sector de la industria y la ganancia percibida en él por los
capitalistas. Sólo de manera casual la plusvalía coincide con la
ganancia obtenida por cualquier capital igual en cualquier rama de
la producción. La discrepancia entre la plusvalía y la ganancia media
encubre y oculta la fuente y la naturaleza de la ganancia. Esta
aparece como un fruto de todo el capital.

7 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 167.

268
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

En su teoría de la ganancia media, Carlos Marx descubrió el


mecanismo de la distribución de la plusvalía entre los capitalistas
proporcionalmente a la magnitud de su capital e independientemente
de la órbita de la producción en que funcionan estos capitales y de
su composición orgánica.

En las actuales condiciones de desarrollo del capitalismo, en


toda una serie de sectores industriales, la automatización de las
operaciones ha traído consigo una gran disminución de la parte
correspondiente al trabajo vivo en cada unidad o fracción del capital
invertido. Se observa no sólo una disminución relativa, sino una
disminución absoluta de la parte del capital variable en el total del
capital en funcionamiento.

Los propietarios de las empresas intensamente automatizadas


perciben una enorme masa de beneficios. Sería incorrecto suponer
que toda ganancia colosal es plusvalía creada por los obreros de esas
empresas, de la productividad y de la intensidad del trabajo que en
ellas se realiza.

El manantial de donde procede esta enorme ganancia no es


sólo la creciente masa de plusvalía creada por los obreros que
trabajan en estas empresas, ni tampoco la plusvalía excedente
elaborada por ellos, sino también la plusvalía que se ha creado en
otras empresas, en otras ramas de la industria y en distintos
países y que ha sido obtenida por los propietarios de las
empresas automatizadas como consecuencia de su redistribución
entre los capitalistas a lo largo de un proceso de encarnizada
competencia.

En las condiciones creadas por el capital monopolista, se


hace más complejo el proceso de la formación de la cuota media de
ganancia. El predominio de las alianzas monopolistas dificulta la
transferencia de capitales y debilita la tendencia a la nivelación de
las diversas cuotas.

Este predominio permite conseguir, en una serie de sectores


de la economía capitalista, un beneficio altísimo, de monopolio.

269
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

Pero como el capital monopolista es incapaz de eliminar la


competencia, propia del capitalismo, sino que, por el contrario, hace
la competencia más compleja y más aguda, no puede tampoco
eliminar el proceso de trasplantación espontánea de capitales ni la
tendencia a la nivelación de las diversas cuotas de ganancia
originada por aquel proceso. Lo único que hace es complicar y
agudizar dicho proceso.

4. FORMACIÓN DEL PRECIO DE PRODUCCIÓN. EL PRECIO DE


PRODUCCIÓN Y EL VALOR.

El proceso de formación de la cuota media de ganancia


influye en los precios de las mercancías de la producción capitalista.
Si las mercancías elaboradas en distintas ramas se vendiesen por
precios correspondientes a su valor, capitales iguales producirían
beneficios distintos.

En el proceso real del movimiento de los capitales, los precios


de las mercancías se establecen según un nivel que garantiza la
obtención de una ganancia media. Este nivel es el precio de
producción, el cual incluye el precio de coste y la ganancia media.

Forman parte del precio de coste todas las inversiones en


mano de obra (capital variable) y parte de las inversiones en capital
constante: la parte o magnitud en que dicho capital ha sido
consumido en el proceso de la producción de los artículos. Aquella
parte del capital constante que se invierte en materias primas y
combustible forma parte, en toda su integridad, del precio de coste,
pero aquella que se ha invertido en maquinaria o en locales de
explotación forma parte del mismo tan sólo parcialmente, en la
medida en que se desgastan estos elementos del capital.

Si tomamos los datos de los cuadros expuestos anteriormente


y partimos del supuesto de que sólo el 50 por 100 del capital
constante se incorpora al precio de coste (“desgaste de c”), los precios
de producción serán los siguientes:

270
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

CUADRO III

Bajo el influjo de la competencia, las mercancías no se


venderán por su valor, sino por los precios de producción, los cuales,
en la inmensa mayoría de los casos, no corresponden al valor de la
mercancía, según muestran los datos del cuadro III; en algunos
sectores de la industria, los artículos se venderán a precios
superiores al valor, y en otros sectores, a precios inferiores al mismo.

En aquellas esferas de la industria donde la composición


orgánica del capital es alta, los precios de producción serán
superiores al valor de las mercancías, y allí donde la composición
orgánica del capital sea baja, los precios de producción quedarán por
debajo del valor de las mercancías. El precio de producción se
diferencia del valor tanto por su forma como por su magnitud.

La fórmula del valor de la mercancía es c + v + m. La fórmula


del precio de producción es c + v + ganancia media. El valor de la
mercancía encierra la plusvalía además de c + v. El precio de
producción incluye, aparte el precio de coste, la ganancia media, que
cualitativamente no coincide con la plusvalía. ¿Cuál es la relación
entre el valor y el precio de producción?

En primer lugar, estas dos fórmulas contienen un mismo


elemento: el precio de coste. Y se diferencian en los elementos
últimos. La ganancia media es la plusvalía obtenida en escala de

271
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

toda la producción capitalista y redistribuida entre los capitalistas


según la magnitud del capital.

Y si la ganancia media y la plusvalía creada en una rama


concreta no coinciden, en la escala de toda la sociedad capitalista, la
ganancia media obtenida será igual al total de la plusvalía creada.

En segundo lugar, aunque en determinados sectores de la


industria, y bajo el peso de la competencia, las mercancías no se
vendan por su valor, sino por el precio de producción, que difiere del
valor, en la escala de toda la sociedad, estas desviaciones de los
precios de producción de las mercancías respecto de su valor se
compensan mutuamente. Si examinamos todos los sectores de la
economía social como un conjunto único, el total de los precios de
producción de las mercancías equivale a su valor. Lo demuestran sin
lugar a dudas las cifras que hemos aducido.

En tercer lugar, el precio de coste es parte integrante del


precio de producción; y es también parte del valor. Su magnitud, que
es aquella parte del valor que expresa el consumo del trabajo
materializado y el consumo de una porción de trabajo vivo
(retribuido), depende del nivel de la productividad del trabajo. Toda
modificación del valor repercute en la magnitud de los precios de
producción. La disminución del trabajo socialmente necesario
invertido en la producción de tal o cual mercancía se refleja en la
magnitud del valor y, por consiguiente, en el precio de producción.

“Como el valor total de las mercancías –escribía Marx- regula


la plusvalía total y ésta, a su vez, la magnitud de la ganancia media
y, por tanto, la cuota general de ganancia –como ley general, es decir,
como ley que tiende a sobreponerse a todas las fluctuaciones-,
llegamos a la conclusión de que es la ley del valor la que regula los
precios de producción”.8

Por consiguiente, en las condiciones que crea un régimen


capitalista desarrollado, la ley del valor actúa como ley de los precios
de la producción. El precio de producción representa una forma

8 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 184.

272
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

transfigurada del valor y sólo puede ser explicado científicamente


basándose en los efectos de las leyes del valor y de la plusvalía.

La formación del precio de producción, la transformación del


valor en precio de producción, constituye un nuevo
enmascaramiento de la esencia de las relaciones capitalistas de
producción, ya que en el precio de producción, formado en virtud de
la competencia, se escamotea el hecho innegable de que su base es el
valor. En la teoría de la ganancia media y del precio de producción,
Marx descubrió el vínculo interno existente entre la ganancia media
y la plusvalía, entre el precio de producción y el valor.

Cuando apareció el tercer tomo de El Capital, en el que Marx


presentaba su análisis de la ganancia media y del precio de
producción, economistas burgueses como Boehm Bawerk, Loria y
otros trataron de “refutar” el marxismo levantando un gran alboroto
sobre las supuestas contradicciones entre el primer tomo de El
Capital y el tercero. Veían una “contradicción” en el hecho de que, en
el primer tomo de El Capital, Marx afirmaba que las mercancías se
vendían por su valor, mientras que en el tercero demostraba que se
vendían por el precio de producción, el cual no coincidía con el valor.

Partiendo de aquí, aseguraban que en el tercer tomo había


llegado Marx a conclusiones que rebatían todo lo dicho
anteriormente por él, o sea que derrotaban su teoría del valor y de la
plusvalía. Estas tentativas de encontrar “contradicciones” en El
Capital se veían inspiradas por el afán de rechazar la doctrina
revolucionaria de Marx, que demostraba científicamente la
inevitabilidad del hundimiento del régimen capitalista.

El análisis científico de las leyes económicas del desarrollo del


modo capitalista de producción, realizado por Marx en los tres tomos
de El Capital, pone de manifiesto que la “contradicción” entre el
primero y el tercero es un simple infundio de los economistas
burgueses. No hay contradicción alguna entre el valor y el precio de
producción ni entre las leyes correspondientes. La formación de los
precios de producción sólo puede explicarse a base de la ley del
valor.

273
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

A este respecto, Lenin nos ofrece una admirable característica


en su artículo “Carlos Marx”:

“Por consiguiente, el notorio e incontrovertible hecho de que


los precios se apartan del valor y de que existe una igualdad de
ganancia ha sido explicado perfectamente por Marx sobre la base de
la ley del valor, pues el total de los valores de todas las mercancías
coincide con el total de los precios. Pero la equiparación del valor
(social) a los precios (individuales) no se verifica por un camino
sencillo y directo, sino de una manera muy compleja: es
completamente natural que en una sociedad de productores de
mercancías dispersos, sin otra relación que el mercado, la ley no
pueda manifestarse de otro modo que como una ley media, social,
masiva, compensándose mutuamente las fluctuaciones individuales
en tal o cual dirección”.9

La ley del valor es una ley de la producción mercantil. En las


circunstancias que concurrían bajo la producción mercantil simple,
cuando la fabricación de las mercancías corría a cargo del mismo
propietario de los medios de producción y alcanzaba proporciones
limitadas y, por otra parte, el intercambio de los artículos se llevaba
a cabo con el fin de obtener el equivalente del trabajo propio, con un
mercado limitado, las fluctuaciones de los precios de las mercancías
respecto del valor no podían ser considerables ni duraderas. Las
mercancías vendíanse por su valor o por un precio aproximado a su
valor.

Una cosa muy distinta es la producción mercantil capitalista:


las mercancías son producidas por obreros asalariados; y el
propietario de las mercancías, el capitalista, organiza la producción y
la venta de las mismas con el propósito de extraer ganancias de su
capital.

En la sociedad capitalista desarrollada, la venta de las


mercancías, que son productos del capital, se lleva a cabo en medio
de un trasiego espontáneo del capital, en medio de una competencia
encarnizada. Esa es la razón de que, en la sociedad capitalista

9 V. I. Lenin. Obras, tomo 21, pág. 50.

274
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

desarrollada, la ley del valor se manifieste en una forma compleja, en


la forma de precio de producción.

La teoría de la ganancia media y del precio de producción


muestra cómo va haciéndose más complejo y acentuado el carácter
espontáneo de la ley del valor en la sociedad capitalista, donde “las
mercancías no se cambian simplemente como mercancías, sino como
productos capitales que reclaman una participación proporcionada a
su magnitud en la masa total de la plusvalía, o participación igual si
su magnitud es igual”.10

El proceso de desarrollo y de compilación de la ley del valor,


proceso que se expresa en la transformación del valor de la
mercancía en precio de producción, constituye un resultado del
hecho histórico de la conversión de la producción mercantil simple
en producción mercantil capitalista. Es sabido que la producción
mercantil basada en la propiedad privada de los medios de
producción precedió a la producción capitalista.

Por eso, según decía Marx, era “absolutamente correcto


considerar los valores de las mercancías no sólo teóricamente, sino
históricamente, como el prius de los precios de producicón”.11 El
proceso histórico de formación de la ganancia medida y de la
conversión del valor en precio de producción es también tratado por
F. Engels en su obra La ley del valor y la cuota de ganancia.

5. IMPORTANCIA DE LA TEORÍA DE LA GANANCIA MEDIA PARA


LA LUCHA DEL PROLETARIADO.

En virtud de la competencia y de la emigración del capital,


tiene lugar una nivelación de las diversas cuotas de ganancia,
formando la cuota media. El proceso de su formación es al mismo
tiempo el de la redistribución de la plusvalía en la sociedad
capitalista.

10 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 180.


11 Ibídem, pág. 182.

275
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

De este hecho incontrovertible se deducen conclusiones


importantes:

Primera. El beneficio obtenido por los capitalistas de diversas


ramas de la producción representa una parte del conjunto de la
plusvalía creada por toda la clase de los obreros asalariados.

Segunda. La magnitud de este beneficio depende del grado de


explotación a que está sometida toda la clase obrera, de la magnitud
de la masa general de plusvalía.

Tercera. Cada capitalista está interesado no sólo en acentuar


la explotación de aquellos obreros que trabajan en su empresa, sino
la de toda la clase obrera, puesto que cuanto más alto sea el grado
de explotación, tanto mayor será la masa general de la plusvalía
obtenida por toda la clase capitalista y, por consiguiente, tanto
mayor será la cuota media de ganancia.

La ganancia media expresa no sólo las contradicciones entre


los capitalistas en su pugna por obtener la mayor parte posible de la
plusvalía, sino también el antagonismo entre la clase de los obreros
asalariados, como conjunto, y la clase capitalista.

“De lo dicho se desprende que cada capitalista de por sí, al


igual que la totalidad de los capitalistas de cada esfera especial de
producción, se hallan interesados, no sólo por simpatía general de
clase, sino directamente, por motivos económicos, en la explotación
de la clase obrera en su conjunto por el capital en bloque y en el
grado de esta explotación… La cuota de ganancia media depende del
grado de explotación del trabajo total por el capital total”. 12

Si, por ejemplo, la cuota de plusvalía se elevase de 100 a 200


por 100, permaneciendo inalterables las restantes condiciones, la
cuota media de ganancia aumentaría del 20 al 40 por 100.

La plusvalía producida mediante la explotación de los obreros


asalariados se la apropia cada capitalista por separado y toda la
clase capitalista en su conjunto. Cada capitalista procura extraer lo

12 Ibídem, pág. 199.

276
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

más posible del fondo general de plusvalía. La redistribución de ésta


tiene lugar entre una fuerte competencia de los capitalistas. Pero,
pese a las contradicciones que les separan, les une un interés
común, consistente en la aspiración de que el fondo general de
plusvalía sea lo más cuantioso posible y se vea incrementado sin
cesar.

Por ello, pese a que los capitalistas luchan encarnizadamente


entre sí y a que, en la batalla por las ganancias, serían capaces de
hundirse los unos a los otros, tienen un interés común: extraer a los
obreros el máximo posible de plusvalía, aumentar la suma de sus
ganancias.

“Tenemos, pues, aquí la prueba matemáticamente exacta de


por qué los capitalistas, a pesar de las rencillas que les separan en el
campo de la concurrencia, constituyen una verdadera masonería
cuando se enfrentan en conjunto con la colectividad de la clase
obrera”.13

En el párrafo transcrito encontramos una explicación del


frente único capitalista contra la clase obrera. La lucha de los
trabajadores por más salario y una jornada más corta amenaza con
reducir la masa de plusvalía, lo cual representaría un golpe no sólo
contra el capitalista que tiene contratados a unos obreros, sino
contra toda la clase capitalista. Así se explica que toda esta clase
tenga un interés vital en oponerse a la clase obrera. No obstante la
reñida pugna que sostienen los burgueses entre sí, cuando se trata
de enfrentarse a la clase obrera encuentra siempre un lenguaje
común determinado por el interés económico común.

De donde se sigue que un frente único proletario debe crearse


para contrarrestar la acción del frente único capitalista. La teoría de
la ganancia media contiene una fundamentación científica de la
necesidad de constituir un frente único proletario para combatir a la
clase capitalista en general. Por supuesto, hay una diferencia radical
entre la unidad de la clase capitalista y la unidad de la clase
proletaria. La unidad de la clase capitalista se basa en el común
interés por reforzar la explotación de los trabajadores y por perpetuar

13 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 200.

277
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

el sistema capitalista de producción, que condena a los proletarios a


una situación de esclavos asalariados. Al mismo tiempo, esta
“unidad” lleva aparejada la agudización de la lucha entre los
capitalistas por apoderarse de una parte mayor de las ganancias.

La unidad de intereses de la clase proletaria, determinada por


el puesto que ésta ocupa en la producción social, se consolida en la
batalla contra la burguesía, pues tiene como fin destruir la
explotación del hombre por el hombre y edificar la sociedad
comunista.

La más importante tarea de los partidos progresistas de los


países capitalistas consiste en robustecer la unidad, a cuyo fin sus
afiliados deben luchar junto a las masas, actuar siempre donde ellas
están, fortalecer sus vínculos con las masas para llevarlas tras de sí
en la lucha por sus intereses vitales, por la independencia nacional,
por la democracia real y la paz.

6. LA TENDENCIA AL DESCENSO DE LA CUOTA DE GANANCIA Y


LA AGUDIZACIÓN DE LAS CONTRADICCIONES DEL
CAPITALISMO.

Una de las leyes económicas del capitalismo, descubierta y


fundamentada por Marx, es la tendencia al descenso de la cuota de
ganancia. He aquí las circunstancias que la determinan:

A medida que progresa la acumulación del capital se eleva su


composición orgánica, la cual se expresa en un crecimiento de la
parte constante del capital más rápido que el de la parte variable. Y
como la plusvalía es creada por el capital variable, al elevarse la
composición orgánica del capital ha de reducirse la cuota de
ganancia. En la misma dirección actúa el amortiguamiento de la
circulación del capital. La tendencia de la cuota de ganancia al
descenso representa una ley general del capitalismo.

Disminución de la cuota de ganancia no significa mengua de


la masa de beneficio, ya que la reducción relativa de la masa del
capital variable en comparación con el constante va acompañada de
un aumento absoluto del volumen del capital variable y ello quiere

278
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

decir que crece el ejército de los obreros asalariados, explotados por


el capital, y que se incrementa la masa de plusvalía creada por ellos.

Según cálculos del profesor S. S. Vigodski, la masa de


plusvalía (ganancia) obtenida de 1889 a 1955 en la industria
transformativa norteamericana se elevó en 23 veces. Si tenemos en
cuenta que, en el mismo período, la cuota de plusvalía aumentó en
2,7 veces, el incremento de la plusvalía en nueve veces fue logrado a
expensas del aumento del ejército de obreros explotados.

De cómo crece realmente la masa de la ganancia podemos


juzgar por los siguientes datos:

AUMENTO DE LAS GANANCIAS DE LOS MONOPOLIOS EN LOS


ESTADOS UNIDOS E INGLATERRA

Estados Unidos (en Inglaterra (en miles


Año miles de millones de millones de
de dólares) libras)
1938 3,8 1,0
1954 34,1 3,7
1959 47,0 4,8

La cuota de ganancia es la fuerza motriz de la producción


capitalista. En el capitalismo se produce todo lo que sea para obtener
ganancias. El descenso de la cuota media de ganancia presupone un
menor grado de rentabilidad del capital. De ahí que los capitalistas
aprovechen todos los recursos a su alcance para evitar tal descenso y
para elevar la rentabilidad del capital en funciones. Los recursos en
cuestión se encierran en la propia naturaleza del sistema capitalista
de producción, en la índole del proceso de acumulación de capital,
proceso que, aunque determina la disminución de la cuota de
ganancia, engendra y fortalece los factores que contrarrestan la caída
de la cuota de ganancia y que dan a esta ley general el carácter de
tendencia.

Entre los factores que frenan el descenso de la cuota de


ganancia observamos los siguientes:

279
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

Ante todo, el mayor grado de explotación del trabajo


asalariado. El desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad
capitalista se verifica a base de un aumento de la composición
orgánica del capital. De una parte, el progreso de las fuerzas
productivas y la utilización de las nueva técnica determinan un alza
de la composición orgánica del capital y un descenso de la cuota de
ganancia, y al mismo tiempo, el progreso técnico permite elevar el
grado de explotación mediante el incremento de la productividad, la
intensificación del trabajo, la prolongación de la jornada, etc. Así se
garantiza la elevación de la cuota y el aumento de la masa de
plusvalía, lo que contribuye a frenar el descenso de la cuota de
ganancia.

Según cálculos de expertos economistas, la cuota de plusvalía


aumentó en los Estados Unidos de 122 por 100 en 1889 hasta 289
por 100 en 1959; en Inglaterra, desde 200 por 100 en 1937 hasta
300 en 1959, y en Alemania occidental, desde 350 en 1936 hasta
390 en 1955.

La elevación del grado de explotación constituye un factor


decisivo entre los que contrarrestan la disminución de la cuota de
ganancia. “Este factor –indicaba Marx- no anula la ley general. Pero
sí hace que esta ley actúe más bien como tendencia, es decir, como
una ley cuya vigencia absoluta se ve contenida, entorpecida y
atenuada por causas que la contrarrestan”.14

Otro de los factores que se oponen al descenso de la cuota de


ganancia es la disminución de los salarios hasta un nivel inferior al
valor de la fuerza del trabajo. Con el desarrollo del modo capitalista
de producción, de la acumulación del capital y de su composición
orgánica, se constituye y crece el ejército de reserva de mano de
obra. Quiere decirse que lo característico del régimen capitalista es
que la oferta de mano de obra sobrepase a la demanda, con su
consecuencia inmediata de la disminución de los salarios hasta un
nivel inferior al valor de la fuerza de trabajo.

14 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 234.

280
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

En esta disminución actúan como factores de importancia la


discriminación salarial producto de la distinción de sexo, de
nacionalidad y de color.

El descenso del salario por debajo del valor de la mano de


obra permite:

En primer lugar, disminuir los gastos de capital variable.

En segundo lugar, contratar un mayor número de obreros


con el volumen de capital variable anterior, es decir, poner en
movimiento una mayor masa de trabajo vivo, incrementando con ello
la masa general de plusvalía.

Y en tercero, modificar la relación entre las partes retribuida y


no retribuida del trabajo, aumentando esta segunda, o sea
acrecentando la masa de plusvalía y, con ello, frenando la
disminución de la cuota de ganancia.

Otro factor que contrarresta el descenso de la cuota de


ganancia es la superpoblación relativa.

La superpoblación relativa es un resultado de la acumulación


del capital, del alza de su composición orgánica. El alza de la
composición orgánica del capital determina la disminución de la
cuota de ganancia. Pero, al mismo tiempo, al crear una
superpoblación relativa, determina no sólo la disminución del salario
por debajo del valor de la fuerza de trabajo, sino que, en algunos
casos, y en virtud de la existencia de mano de obra barata, debilita la
tendencia al progreso técnico, posibilita la existencia de una serie de
ramas de la producción que se basan en el empleo de esta mano de
obra barata y que, por consiguiente, funcionan con un capital de
composición orgánica baja. Ello amortigua el alza de la composición
orgánica de todo el capital social, frenando, de este modo, el
descenso de la cuota media (general) de ganancia.

La caída de la cuota de ganancia es también contenida por el


abaratamiento de los elementos del capital constante (máquinas,
mecanismos, materias primas). Con la acumulación del capital y con
el ascenso de su composición orgánica mejora el equipamiento

281
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

técnico del trabajo y crece su productividad. El aumento de ésta en


los sectores que fabrican medios de producción abarata estos
medios, y su abaratamiento implica una disminución del valor del
capital constante en funciones.

Al mismo tiempo, la disminución del valor de los medios de


producción permite a los capitalistas adquirir y emplear, con la
misma suma anterior de capital constante, una masa mayor de
medios de producción, organizar una producción mayor con más
obreros y, por consiguiente, extraer más plusvalía y elevar la cuota
de ganancia.

Entre los factores que contienen el descenso de esta cuota


representa un papel importante el comercio exterior.

El comercio exterior de los países capitalistas industrialmente


adelantados con los países agrarios, económicamente atrasados, y en
particular con aquellos que se encuentran en una situación de
dependencia colonial o semicolonial, permite a las potencias
imperialistas realizar en gran escala un intercambio no equivalencial,
es decir, vender artículos industriales a precios altos, superiores a su
valor, y comprar productos de los países subdesarrollados a precios
inferiores al suyo.

La exportación de capitales a las colonias y países


dependientes, atrasados desde el punto de vista económico,
garantiza también una alta cuota de ganancia. Las pérdidas
generales de los países subdesarrollados, originadas por un
intercambio no equivalencial en el comercio exterior, alcanza
actualmente de 14 a 16.000 millones de dólares al año. Además, los
monopolios de los países imperialistas arrancan a las naciones
subdesarrolladas una suma de 5.000 millones de dólares anuales en
forma de beneficios de los capitales invertidos en ellas. Por
consiguiente, el total de ingresos que perciben los capitalistas
mediante la explotación de los países subdesarrollados equivale
aproximadamente a 20.000 millones de dólares al año.

En la cuota de ganancia ejercen, asimismo, poderosa


influencia la creación y el desarrollo de las compañías anónimas.

282
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

De tal modo, en el propio proceso de la acumulación del


capital aparecen y actúan simultánea y objetivamente factores que
determinan el descenso de la cuota de ganancia y otros factores que
la contrarrestan.

Los factores que se oponen al descenso de la cuota de


ganancia no pueden evitarlo por completo: pueden, tan sólo, frenarlo
o amortiguarlo.

“Por donde resulta –decía Marx-, en general, que las misma


causas que producen la baja de la cuota general de ganancia
provocan efectos contrarios que entorpecen, amortiguan y en parte
paralizan aquella acción. No anulan la ley, pero sí atenúan sus
efectos… Por eso esta ley sólo actúa como una tendencia cuyos
efectos sólo se manifiestan palmariamente en determinadas
circunstancias y en el transcurso de largos períodos”. 15

En la época del capitalismo monopolista, los factores que


contrarrestan la disminución de la cuota de ganancia actúan con
vigor redoblado. El reforzamiento de la acción de estos factores trae
como consecuencia que la cuota de ganancia en algunos países y a lo
largo de un período bastante prolongado, no sólo no descienda, sino
que aumente, lo cual suscita una mayor agudización de las
contradicciones del capitalismo.

El fin y el propósito de la producción capitalista consiste en


incrementar el valor invertido, en aumentar ininterrumpidamente el
capital. Todo capital se pone en movimiento con el único objeto de
que, en el proceso de dicho movimiento, crezca y reporte beneficio.

El afán del capital por garantizar la máxima ganancia


engendra la tendencia a ampliar la producción ilimitadamente.
Conforme se acumula el capital, va concentrándose más y más la
producción, se acentúa el progreso científico y técnico y, en virtud de
ello, aumenta la especialización de las diversas ramas de la
producción, se incrementa la productividad del trabajo y se crea más
valor por medio del trabajo altamente calificado.

15 C. Marx, El Capital, ed. cit., tomo III, pág. 238.

283
Capítulo XVI
La Ganancia Media y el Precio de Producción

Sin embargo, en última instancia todos los actos de los


capitalistas individuales terminan por conducir, en última instancia
y en una escala que abarca a toda la sociedad, al descenso de la
cuota media (general) de ganancia. Al descenso de esta cuota, según
las proporciones de los capitales, unos capitalistas responden
perfeccionando los instrumentos de trabajo a fin de lograr una
plusvalía extraordinaria; otros responden reduciendo la acumulación
del capital, cerrando sus empresas y limitando la producción. Por
consiguiente, en las condiciones creadas por el capitalismo, la
producción material se lleva a cabo con el único propósito de
incrementar el capital, pero al mismo tiempo, el capital pone ciertas
trabas a la ampliación de la producción.

Así, pues, de una parte, es propio del capitalismo monopolista


de la actualidad la tendencia al altísimo desarrollo absoluto de las
fuerzas productivas especialmente por medio de las aplicaciones de
los progresos de la ciencia y la tecnología a los procesos productivos
y de servicios, y, de otra, el mismo capital pone límite a este
desarrollo, lo que no es más que una manifestación de que no existe
correspondencia de las relaciones sociales de producción con el
carácter y grado de desarrollo de las fuerzas productivas, abriéndose
las posibilidades para una nueva época económica.

284
CAPÍTULO XV

EL CICLO Y LA ROTACIÓN DEL CAPITAL*

1. EL CICLO DEL CAPITAL INDUSTRIAL Y SUS TRES FASES.

El propósito y el motivo que rige la producción capitalista es


la obtención de plusvalía.

La plusvalía se crea en la producción. Pero las premisas


necesarias para crearla se encuentran en la circulación, ya que sólo
en ella puede el capitalista conseguir los medios de producción y la
mano de obra que necesita. Es también en la circulación donde el
capitalista vende las mercancías fabricadas por los obreros a fin de
reanudar, con el dinero recaudado, el proceso de elaboración de
plusvalía.

Quiere decirse que este proceso tiene un íntimo vínculo con la


circulación y representa la unidad de dos procesos: el de producción
y el de circulación.

Para crear la plusvalía, el capital tiene que ir de la órbita de la


circulación a la de la producción, y viceversa, pues el capital es
movimiento y no se le debe interpretar como algo inerte.

En su movimiento, el capital atraviesa varias fases y adquiere


formas distintas, ejecutando determinadas funciones en cada una de
ellas.

Es objeto de este tema analizar el capital en su dinámica,


examinar los factores que influyen en la rapidez del movimiento del
capital y mostrar la influencia que ejerce dicha rapidez en la
plusvalía. Nos vamos a referir a la dinámica del capital industrial, es
decir, del capital cuya función consiste en crear la plusvalía.

* Tomado del libro “Curso Superior de Economía Política”, Spiridonova, Atlas y otros,
Editorial Grijalbo, México, 1975.
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Al decir “capital industrial” nos referimos a todas las ramas


de la producción que se rigen al modo capitalista.

El capital atraviesa tres fases.

Comienza su movimiento en la forma de dinero. Para iniciar


sus actividades encaminadas a obtener plusvalía, todo capitalista
debe desembolsar una determinada suma de dinero invirtiéndola en
adquirir los factores indispensables de la producción: medios de
producción y fuerza de trabajo.

En virtud de ello, el capital-dinero se convierte en los


elementos del capital productivo, o sea del capital ocupado en la
esfera de la producción. Esta primera fase del movimiento del capital
puede ser expresada en la fórmula:

En virtud de ello, el capital-dinero se convierte en los


elementos del capital productivo, o sea del capital ocupado en la
esfera de la producción. Esta primera fase del movimiento del capital
puede ser expresada en la fórmula:

En la primera fase, el movimiento del capital se verifica en la


esfera de la circulación. Lo peculiar de esta fase es la adquisición de
la mercancía fuerza de trabajo. Precisamente esta adquisición, al
unificar la fuerza de trabajo con los medios de producción, es la que
permite que se convierta el valor desembolsado como dinero en
capital, auténtico, en valor que produce plusvalía.

En el acto D - T van implícitas determinadas relaciones de


clase entre el capitalista y el obrero, las cuales se manifiestan
primeramente en la esfera de la circulación, y más tarde en la de la
producción, siendo de notar que, en la circulación, la esencia de las
relaciones entre el capitalista y el obrero va oculta, enmascarada,
puesto que uno y otro actúan aparentemente como dos vendedores
iguales de mercancías, aunque ya aquí el obrero tiene que

230
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

enfrentarse con un capitalista que posee el monopolio de los medios


de producción.

Por tanto, el dinero se convierte en capital no por ser dinero,


sino porque en el mercado se enfrenta con la mercancía fuerza de
trabajo, porque se transforma en expresión de determinadas
relaciones de clase y crea la plusvalía.

La primera fase hace necesario el proceso de producción, ya


que el capital, convertido en elementos de producción, adopta una
forma natural con la cual no puede permanecer en la órbita de la
circulación y debe pasar a la de la producción.

El capitalista consume productivamente las mercancías


adquiridas; los obreros producen nuevas mercancías; y como
resultado de este proceso, el capitalista recibe mercancías cuyo valor
sobrepasa al de los medios de producción y de la fuerza de trabajo
invertidos en dicho proceso. El capitalista recibe mercancías que
encierran plusvalía. En esta fase, el capital productivo se transforma
en capital mercantil, en capital materializado en mercancías. La
segunda fase de la dinámica del capital se expresa en la fórmula:

Los puntos indican que el proceso de circulación es


interrumpido por el de producción. El signo M 1 nos dice que M1 es
superior a M en la magnitud de la plusvalía, que la nueva mercancía
creada se destina a la venta.

La segunda fase de la dinámica del capital es la fase


industrial o de producción. Durante ella, el capital tiene la forma de
capital productivo, que es el que, ocupado en la producción, crea la
plusvalía.

Por sí mismos, los medios de producción y la fuerza de


trabajo no constituyen un capital, sino solamente factores
indispensables de la producción. Adquieren la forma de capital

231
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

productivo tan sólo en determinado momento del desarrollo de la


producción mercantil, cuando la fuerza de trabajo se convierte en
mercancía como resultado de la disociación entre el productor
directo y los medios de producción y crea la plusvalía.

Es función del capital productivo la creación de la plusvalía.


El capital es productivo tan sólo cuando crea plusvalía. Desde el
punto de vista de la creación de la plusvalía, es sabido que sólo el
capital variable es productivo. Sin embargo, la circunstancia de que
la fuerza de trabajo sea tan sólo una parte del capital productivo
transforma las relaciones capitalistas en un fetiche. La plusvalía
aparece como una creación o fruto de todo el capital, con lo cual se
enmascara la esencia de la explotación capitalista.

En el proceso de producción se crean mercancías, y el capital


productivo pasa a ser capital-mercancías. La segunda fase prepara y
hace inevitable la tercera fase: la conversión de la mercancía en
dinero. De la órbita de la producción, el capitalista se reintegra al
mercado como vendedor de la mercancía producida, la realiza allí y
la convierte en dinero, con lo cual el capital-mercancía pasa a ser
capital-dinero.

Esta fase del movimiento del capital se expresa en la fórmula:

M1 - D1

La tercera es la fase de circulación. Las mercancías


producidas en las empresas capitalistas contienen el fruto de la
explotación capitalista: la plusvalía. Por eso, la función del capital-
mercancía consiste en realizar el valor acrecentado del capital, la
primera conversión de la plusvalía en dinero y el reintegro del capital
desembolsado a su forma dinero inicial. Sin realización es imposible
reanudar el proceso de producción y obtener plusvalía. Sin embargo,
la transformación del capital-mercancías en dinero tropieza con
dificultades originadas por el bajo poder adquisitivo de la clase
obrera así como por los efectos de la ley de la competencia y por la
anarquía de la producción. De ahí que esta fase desempeñe un papel
muy importante en el proceso del movimiento del capital.

232
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Así, pues, el capital industrial, en su movimiento, atraviesa


una vez la fase de producción y dos veces la de circulación. La
dinámica del capital industrial puede expresarse en la fórmula
siguiente:

Hemos examinado las tres fases de la dinámica del capital


industrial, que en cada una de ellas adopta una forma especial:
capital-dinero, capital productivo y capital-mercancías.

La transformación consecutiva del capital de una fase en otra


y su paso por las tres fases llevan el nombre de ciclo de circulación
del capital, y representa la unidad del proceso de producción y del
proceso de circulación.

Como el fin de la producción capitalista consiste en crear


plusvalía, el capitalista no se limita a un solo ciclo del capital; por el
contrario, reanuda sin cesar la producción de plusvalía.

Ello significa que el capital industrial se encuentra en


perenne movimiento, y la fórmula de su ciclo asume la forma de una
espiral infinita:

Para que el proceso de producción no se interrumpa, el


capital debe hallarse, en todo momento, en sus tres formas: capital-
dinero, capital-productivo y capital-mercancías.

Al capitalista le es necesario disponer de dinero en metálico,


es decir, capital-dinero, que es susceptible de ser invertido en la

233
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

adquisición de los elementos de la producción y que constantemente


se reintegra a su forma anterior en virtud de la venta de las
mercancías. Durante el proceso de la producción, el capital
productivo no se consume todo a la vez. Además, siempre conviene
disponer de algunas reservas de materias primas, de combustible y
de materiales auxiliares. Lo mismo cabe decir del capital-mercancías.
Aunque las mercancías se venden a diario, sus reservas van
nutriéndose regularmente mediante la fabricación de nuevos
contingentes.

Condición indispensable para el ciclo ininterrumpido del


capital industrial es no sólo el movimiento simultáneo de aquél en
sus tres formas (capital-dinero, capital-productivo y capital-
mercancías), sino también la existencia de una cierta
proporcionalidad entre estas formas aisladas del capital industrial.

Vemos, pues, que el capital industrial representa la unidad de


las tres formas del capital.

El hecho de que el capital industrial aparezca en tres


variedades determina la existencia de tres formas en su ciclo: ciclo
del capital-dinero, ciclo del capital productivo y ciclo del capital-
mercancías. Examinemos las tres formas.

Indicaremos ya que cada una de las formas cíclicas del


capital pone de relieve determinados rasgos característicos del
capital industrial.

Ciclo del capital-dinero.

La fórmula del ciclo del capital-dinero coincide con la del


capital industrial. En el ciclo del capital-dinero se revela el fin
específico de la producción capitalista: la creación de plusvalía.

234
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Sin embargo, el proceso de producción en el ciclo del capital-


dinero no es sino un eslabón entre dos fases de la circulación. La
forma productiva del capital es pasajera, efímera. Con esto, la fuente
de la plusvalía se encubre, y el capital-dinero aparece como “dinero
que engendra dinero”, y se da la impresión de que la plusvalía surge
en el proceso de la circulación.

Ciclo del capital productivo.

En el ciclo del capital productivo, el movimiento arranca de la


órbita de la producción, y en ella termina. El proceso de circulación
constituye un eslabón intermedio, y el dinero sirve tan sólo de forma
pasajera del capital. El fin de la producción capitalista se difumina y
enmascara, creándose la falsa impresión de que la producción en sí
representa el objetivo del capitalismo. En virtud de ello, la
producción capitalista aparece como una especie de “producción por
la producción”.

Ciclo del capital-mercancías.

En el ciclo del capital-mercancías, la circulación es el punto


inicial. Con ello se crea la apariencia de que el fin de la producción
capitalista consiste en satisfacer las necesidades sociales. El
capitalista convierte la mercancía en dinero; quiere decirse que el
ciclo del capital-mercancías presupone consumo, con lo cual
adquiere mayor relieve el nexo interno de la producción con el
consumo.

Por consiguiente, las diversas formas del ciclo del capital


industrial exponen los rasgos característicos de este capital.

235
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

El ciclo del capital-dinero revela el crecimiento del valor del


capital como fin y motivo de la producción.

El ciclo del capital productivo promueve a primer plano el


propio proceso de revalorización del capital, el proceso de la creación
de plusvalía.

El ciclo del capital-mercancías revela las condiciones en que


se realiza la revalorización del capital, subrayando el nexo de la
producción con el consumo.

Como cada una de las formas del ciclo del capital industrial le
caracteriza de manera unilateral y al mismo tiempo descubre los
defectos de las otras formas, el capital industrial sólo muestra
su auténtica fisonomía en la unidad de las tres formas del ciclo.

Cada ciclo hace resaltar un rasgo determinado, y solamente


en su unidad reflejan todos ellos el propósito y el motivo de la
producción capitalista. Analizar el capital industrial basándose en
una sola forma de su ciclo induciría inevitablemente a una
interpretación errónea de la realidad capitalista, velando los
antagonismos de clase existentes en la sociedad.

El capital-dinero, el capital productivo y el capital-mercancías


cumplen funciones diferentes en la dinámica del capital industrial.
Al llegar el capitalismo a un cierto grado de desarrollo, sobre la base
de las formas peculiares que adopta el capital industrial en su
dinámica, tiene lugar la formación de tipos diferentes de capital,
aislados unos de otros, y de los correspondientes grupos capitalistas.
Sobre la base del capital-dinero surge el capital de préstamo y los
capitalistas dedicados a estas actividades; sobre la base del capital-
mercancías surge el capital mercantil y los capitalistas mercantiles, y
sobre la base de la forma productiva surgen el capital industrial y los
capitalistas industriales, los empresarios.

En su movimiento, el capital atraviesa una vez la fase


productiva y dos veces la circulante. La revalorización del capital se
verifica en la órbita de la producción, cuando se encuentra en la
forma de capital productivo. Por eso decía Marx que el

236
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

funcionamiento del capital productivo constituía una genuina


metamorfosis del capital. Es en la producción donde se lleva a efecto
la metamorfosis real; en cambio, en la órbita, mientras que su valor
no sufre alteraciones, o sea que se realiza una metamorfosis formal
del capital.

Por tanto, la producción y la circulación desempeñan papeles


distintos en el proceso de revalorización del capital, en el proceso de
la creación de la plusvalía. No conviene, pues, identificar la
producción con la circulación.

La economía burguesa, en aquellos casos en que las


identifica, considera la circulación y su forma especializada –el
comercio- como una de las ramas de la producción, con lo cual se
encubre el papel especialísimo de la producción en el proceso de
creación de plusvalía.

Otro intento de ocultar el papel de la producción en la obra de


crear la plusvalía es la llamada concepción cambista, cuyos adeptos
separan la circulación de la producción, enfocando ésta tan sólo
como una relación entre el hombre y la naturaleza y reduciendo las
relaciones de producción a relaciones de cambio. Los partidarios de
la “concepción cambista” sostienen que, en una economía capitalista
mercantil, las relaciones sociales representan relaciones de cambio;
que, fuera del mercado, en el proceso de la producción, los
poseedores de mercancías se las entienden tan sólo con la naturaleza
y no están ligados entre sí por ningún vínculo. Por tanto, dicen ellos,
el valor no se crea en la producción, sino en la circulación. Partiendo
de esta tesis, los voceros de la concepción cambista reducen también
las relaciones entre los capitalistas y los obreros a simples relaciones
de intercambio, asegurando que en la producción no existen entre
ellos otros vínculos que los puramente técnicos: los capitalistas son
organizadores y dirigentes de la producción, y los obreros sus
ejecutores. Pero como en las relaciones de mercado entre los
capitalistas y los obreros existe una igualdad formal, los portavoces
de la “concepción cambista” niegan la explotación de los obreros por
los capitalistas y predican la armonía de los intereses de las clases.

Cuando Marx demostró la unidad de la producción y la


circulación, poniendo de relieve el diferente papel de ambas en el

237
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

proceso de creación de la plusvalía, desenmascaró el contenido


burgués de la concepción cambista y puso al desnudo sus raíces de
clase.

2. LA ROTACIÓN DEL CAPITAL. CAPITAL FIJO Y CAPITAL


CIRCULANTE.

Como la producción capitalista tiene por objeto extraer


plusvalía, el capital realiza ciclos ininterrumpidos, repitiéndolos sin
cesar.

El ciclo del capital, considerado no como un fenómeno


aislado, sino como un proceso que se reitera y se reanuda
periódicamente, se denomina rotación del capital.

El tiempo que todo el capital necesita para pasar por la


producción y la circulación es el tiempo de rotación del capital.

Dicho de otro modo, el tiempo de rotación es el intervalo entre


el momento de desembolsar un capital en determinada forma y el
momento en que dicho capital retorna a manos del capitalista en la
misma forma, pero acrecentado en una magnitud igual a la de la
plusvalía.

El tiempo de rotación de capitales individuales es distinto, y


depende de las diversas condiciones de producción y de circulación.
Por eso surge la necesidad de una unidad general para calcular y
comparar la rapidez de rotación de distintos capitales individuales.
Esta unidad general de medida del tiempo de la rotación del capital
permite comprobar la celeridad de la circulación de cualquier capital
por el mismo procedimiento, comparar la rapidez con que se efectúa
la rotación de un capital con la de otro.

Como unidad natural para medir las rotaciones del capital en


funcionamiento se ha tomado el año, ya que en la zona templada,
cuna de la producción capitalista, los principales artículos agrícolas
son productos anuales.

238
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

El capital puede circular una vez, dos, tres veces al año. Si


para señalar el año como unidad de tiempo de la rotación nos
valemos del signo O, y expresamos el tiempo de rotación de un
capital dado con el signo o, se determinará de acuerdo con la fórmula
siguiente:

n=O
o

Ejemplos:

1. o = 3 meses. Así, n = 12 = 4. Cuatro rotaciones al año.


3

2. o = 12 meses. Así, n = 12 = 1. Una rotación al año.


12

¿De qué depende el tiempo de rotación de un capital


individual determinado? En su velocidad influyen diversas
circunstancias, la principal de las cuales es la composición del
capital productivo.

Según sabemos ya, el capital productivo comprende el valor


de los medios de producción y el de la fuerza de trabajo.

El valor del capital invertido en adquirir estos factores de la


producción se transfiere, en el transcurso de ésta, al valor del
producto fabricado, y lo hace por diversos procedimientos. Según el
modo como se verifica la transferencia del valor de las diversas
partes integrantes del capital productivo al valor del producto, el
capital productivo se divide en capital fijo y capital circulante.

Una parte de los medios de producción son medios de


trabajo: edificios, maquinaria y aparatos que, comprados por el
capitalista, funcionan durante un período más o menos prolongado,
manteniendo su independencia respecto del producto. Para adquirir
los medios de trabajo hay que desembolsar un capital
inmediatamente. Pero este capital interviene en la circulación

239
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

solamente por partes, en la medida en que se van desgastando los


medios de trabajo, y su valor se reintegra al capitalista en forma de
dinero también por partes, sin abandonar materialmente la órbita de
la producción.

La suma que compensa el desgaste de los medios de trabajo


se destina anualmente a la amortización. La amortización representa,
pues, una restitución paulatina, en forma de dinero, del valor de los
medios de trabajo, a través de asignaciones periódicas que
corresponden a su desgaste.

Supongamos que una máquina valorada en 10.000 dólares y


calculada para trabajar un período de diez años transfiere
anualmente al producto el 10 por 100 de su valor, o sea 1.000
dólares. A medida que la producción vaya vendiéndose, este valor
retornará a manos del capitalista, que lo acumulará como fondo de
amortización.

La parte del capital que el capitalista invierte en construir


locales y en comprar maquinaria e instrumentos que transfiere por
partes su valor al producto fabricado lleva el nombre de capital fijo.

Por consiguiente, el capital fijo es la parte del capital


productivo que, participando plenamente en la producción, transfiere
su propio valor al producto no de una vez, sino por partes, a medida
que se desgasta.

A diferencia del capital fijo, el capital circulante es la parte del


capital productivo cuyo valor se transfiere totalmente a la mercancía
en el transcurso de una rotación para retornar luego a manos del
capitalista en forma de dinero y en toda su plenitud, al ser vendido el
producto. Forma parte del capital circulante la parte del capital
invertida en la adquisición de materias primas, combustible y
materiales auxiliares, y también los recursos que se invierten en la
adquisición de fuerza de trabajo.

Esta se diferencia radicalmente de los restantes elementos del


capital circulante. Al ser utilizada en la producción, la fuerza de
trabajo no transfiere su valor al producto, sino que crea un nuevo
valor que contiene plusvalía. Pero el modo de circulación del valor de

240
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

la fuerza de trabajo resulta ser el mismo que el del valor de las


materias primas, del combustible y de los materiales auxiliares. Por
esa razón, el capital variable es parte del capital circulante. La
división del capital en fijo y circulante queda restringida al capital
productivo. El capital-dinero y el capital-mercancías son capitales en
circulación y no se dividen en fijo y circulante.

Conviene establecer una diferencia nítida entre la división en


capital fijo y circulante, de una parte, y la división en capital
constante y variable, de otra.

Estas dos divisiones del capital pudieran expresarse con el


siguiente esquema:

La división del capital en constante y variable está


determinada por su diferente papel en la producción de valor y de
plusvalía. Semejante división descubre la esencia de la explotación
capitalista; por eso no la reconoce la Economía política burguesa.

En cuanto a la división del capital en fijo y circulante, son las


diferencias de las rotaciones de las partes integrantes del capital las
que la determinan. Esta división oculta que el capital se divide en
constante y variable; el capital variable, única fuente de la plusvalía,
aparece tan sólo como una de las partes del capital circulante. Se
encubre la fuente de la plusvalía, se escamotean las relaciones de
explotación capitalista, y por eso la Economía burguesa sólo
reconoce la división del capital en fijo y circulante.

De lo dicho se desprende que las diversas partes integrantes


del capital productivo circulan de manera distinta.

Con el desarrollo del capitalismo crecen el volumen y la


duración del capital fijo, lo cual influye sobre la rapidez de la

241
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

rotación del capital en su conjunto. La rotación se amortigua y


prolonga, y su amortiguamiento, originado por el crecimiento del
capital fijo, agudiza las contradicciones del capitalismo.

Ello es debido a que el capital fijo se desgasta no sólo


físicamente. Conforme progresa el capitalismo, se verifica un proceso
de desgaste moral del capital fijo particularmente de la maquinaria y
de los instrumentos. Mientras las máquinas funcionan la sociedad
realiza nuevos descubrimientos técnicos e inventos cuya utilización
eleva la productividad del trabajo y abarata los elementos del capital
fijo: la maquinaria y el instrumental, produciendo una
desvalorización del capital fijo. El proceso de desvalorización de las
máquinas en virtud el progreso técnico lleva el nombre de “desgaste
moral” del capital fijo.

El desgaste moral provoca la pérdida del capital invertido; por


tal motivo, los capitalistas se manifiestan, en ciertos casos, contra la
aplicación del proceso técnico. El aumento del capital fijo y el
amortiguamiento de la rotación del capital agravan la amenaza de
desgaste moral del capital fijo. Los capitalistas se esfuerzan por
prevenirse contra dicho peligro. Los medios para evitarlo son la
prolongación de la jornada de trabajo y el aceleramiento
desenfrenado de la intensidad de la labor que realizan los obreros. La
utilización de estos medios agudiza las contradicciones entre las
capitalistas y los obreros.

Por otra parte, los patronos procuran compensar la mayor


lentitud de la circulación del capital elevando la cuota de
amortización. Como resultado de todo ello se encarecen los
productos, surgen dificultades en su venta, se agravan la
competencia y el antagonismo de la propia clase capitalista. Además,
al crecer el volumen del capital fijo, el capital industrial pierde, en
buena medida, su facultad de cambiar rápidamente la producción de
un artículo por la de otro. Esto dificulta la competencia y agrava las
contradicciones entre los capitalistas, las cuales, en última
instancia, siempre se resuelven a costa de la clase obrera.

Hemos visto, pues, que al desarrollarse el capitalismo


aumenta el capital fijo, se amortigua la rotación del capital y, en
virtud de todo ello, se agravan las contradicciones del capitalismo.

242
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Hay otro factor que influye en el ritmo de la rotación del


capital: la duración del tiempo de producción y del tiempo de
circulación.

El tiempo de producción es el período en que el capital se


encuentra en la esfera de la producción. La parte principal del
tiempo de producción la constituye el período de trabajo, durante el
cual el objeto a elaborar es sometido a la acción directa del
productor. El período de trabajo es el número de jornadas,
necesarias en una rama para obtener un producto completamente
fabricado. La productividad de este período depende de la índole de
la rama en cuestión, de las condiciones técnicas y de las propiedades
específicas del producto elaborado.

Por ejemplo, en una fábrica de hilados, cada operario


convierte parte del algodón en hilatura y cierta porción del producto
manufacturado se pone a la venta diariamente, mientras que en
unos astilleros la construcción de cada barco requiere decenas y
hasta cientos de jornadas de muchos obreros.

La magnitud del capital invertido y la duración de sus


rotaciones dependen directamente de la duración del período de
trabajo. Habitualmente, el tiempo de producción es más largo que el
período de trabajo, ya que, además de éste, incluye el tiempo de la
acción independiente de las fuerzas de la naturaleza sobre el objeto
del trabajo y también el tiempo en que el capital actúa como reserva
de producción.

El tiempo de acción independiente de las fuerzas naturales


sobre el objeto del trabajo es el período durante el cual aquél es
sometido a procesos naturales, interrumpiéndose prácticamente el
del trabajo. Esta porción de tiempo es particularmente grande en
ramas económicas como la agricultura, la vinicultura o la industria
de la madera.

La tercera parte integrante del tiempo de producción es el


período en que el capital se encuentra en su forma de reserva de
producción. Para que el proceso de producción se realice
ininterrumpidamente, es indispensable poseer siempre alguna
reserva de materias primas, de combustible, de instrumentos, etc.

243
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Por supuesto, cuanto más se prolonga el período en que un


objeto es sometido a la acción directa del trabajo, o a la acción
independiente de las fuerzas naturales, o se encuentra en la forma
de reserva industrial, tanto más lentamente circula el capital
desembolsado. Dicho de otro modo, el ritmo de la rotación de este
capital depende del tiempo de producción y de sus partes
integrantes.

¿De qué modo pueden ser reducidos el tiempo de producción


y sus partes integrantes?

La reducción del período de trabajo se alcanza por los


siguientes procedimientos:

1. Prolongación de la jornada de trabajo.


2. Intensificación de éste.
3. Aumento del número de operarios.
4. Aumento de los turnos.
5. Ampliación de la división social del trabajo y de la
especialización de la producción.
6. Incremento de la productividad del trabajo, que es el
procedimiento decisivo para reducir el período de trabajo.

La reducción del tiempo de la acción independiente de las


fuerzas naturales sobre el objeto en elaboración se obtiene
acelerando los procesos naturales mediante los adelantos de la
ciencia y de la técnica y perfeccionando los métodos de producción:
empleo de catalizadores en la industria química, selección y
mejoramiento de las semillas en la agricultura, selección artificial y
cruce en la ganadería, etcétera.

Para reducir el período en que el capital se encuentra


convertido en reserva industrial hay que reducir las propias reservas.

“La magnitud de esta reserva de producción depende de la


mayor o menor dificultad de su renovación, del mayor o menor
alejamiento de los mercados en que es posible abastecer de esos

244
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

elementos, del desarrollo de los medios de transporte y


comunicación, etc.”1

Hemos examinado el tiempo de producción y los


procedimientos para reducirlos.

Veamos ahora el tiempo de circulación.

El tiempo de circulación es el período durante el cual el


capital, hallándose en la circulación, pasa de la forma dinero a la
productiva y de la forma mercantil a la forma dinero.

El tiempo de circulación depende de las condiciones de


compra de los medios de producción y de venta de las mercancías
fabricadas, de la proximidad y del volumen del mercado, del nivel de
desarrollo de los medios de transporte y de las comunicaciones. A
medida que avanza el capitalismo, el tiempo de circulación sufre una
influencia doble: de una parte, el progreso de los transportes y
comunicaciones lo reduce; de otra, la competencia capitalista, la
lucha por lo menos mercados y las crecientes dificultades para la
venta de las mercancías, originadas por el crecimiento de la miseria
de las masas trabajadoras, contribuyen a prolongar el tiempo de
circulación.

Puede preguntarse a qué se debe el interés de los capitalistas


por acelerar el ritmo de las rotaciones del capital.

Los factores que determinan su rapidez ejercen también


influencia sobre la creación de plusvalía. De por sí, la velocidad del
ritmo de la rotación del capital no crea plusvalía, pero permite
obtener la misma cantidad de plusvalía con menos capital o mayor
cantidad con el mismo capital. Por ejemplo, la reducción del tiempo
de circulación limita el capital-mercancías y el capital-dinero, y
permite, en virtud de ello, incrementar el capital productivo, es decir,
proporciona a los capitalistas la posibilidad de contratar mayor
número de obreros sin aumentar el capital.

1 C. Marx, El Capital, ed. Cit., tomo II, págs. 118-119.

245
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

Por otra parte, el aceleramiento de la rotación de la totalidad


del capital desembolsado implica un aceleramiento de la rotación del
capital variable. De la rapidez con que éste circule dependen la masa
anual de plusvalía y también la cuota de plusvalía.

Examinemos un ejemplo:

Dos capitalistas disponen de capitales idénticos con igual


composición orgánica, que se diferencian tan sólo por el número de
ciclos que efectúan al año (n).

K1 = 2.000 1.500 c + 500 v m’ = 100% n = 1.


K2 = 2.000 1.500 c + 500 v m’ = 100% n = 12.

El primer capitalista obtendrá en un año m = 500.

El segundo obtendrá en un año m = 500 X 12 = 6.000.

Por consiguiente, los dos capitalistas obtendrán en un año


una masa diversa de plusvalía, y la cuota anual de plusvalía será
distinta en cada uno de ellos.

La cuota anual de plusvalía (M1) es la proporción existente


entre toda la masa de plusvalía producida en un año y el capital
variable desembolsado.

En nuestro ejemplo M1 = 500 = 100 por 100.


500

M2 = 6.000 = 1.200 por 100.


500

De tal modo, la masa y la cuota anual de plusvalía se


modifican de manera directamente proporcional al número de
rotaciones del capital variable desembolsado.

Lo dicho más arriba permite comprender por qué, bajo el


capitalismo, la industrialización comienza por el incremento de las

246
Capítulo XV
El Ciclo y la Rotación del Capital

ramas de la industria ligera. En ella se verifica más rápidamente la


rotación del capital, lo que hace que la cuota anual de plusvalía sea
superior.

Concluyendo, hemos estudiado el capital como un


movimiento que cosiste en una metamorfosis ininterrumpida. En las
tres formas del capital, las relaciones de clase están adulteradas y
encubiertas: el aumento del capital aparece como un resultado de su
dinámico, del cambio de sus formas. Se crea la impresión de que la
plusvalía surge no sólo en la producción, sino también en la
circulación. Y esta falsa creencia se fortalece gracias al hecho de que
cuanto más rápidamente se mueve el capital, con tanta mayor
celeridad crece.

Carlos Marx demostró que la plusvalía se crea solamente en


la producción, que el aceleramiento de la circulación del capital no
crea, de por sí, ni un átomo de nuevo valor, y sólo permite a los
capitalistas, con el mismo capital, explotar a un mayor número de
obreros o a los mismos en más ocasiones, cuyo trabajo crea en el
transcurso del año una mayor masa de plusvalía.

247
07/11/2022

OCTAVA UNIDAD

“El proceso de acumulación


del capital”

LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE
RESERVA

La reproducción simple
La reproducción simple
representa una visión del En este esquema, los
Capitalismos donde los capitalistas no
capitalistas reponen cada año el
acumulan.
capital gastado y emplean toda su
plusvalía en el consumo, y los
obreros gastan todo su salario en
consumo.

1
07/11/2022

En ese modelo
teórico (útil para Reponiendo el capital constante y el
el análisis) el capital variable, y gastando toda la
sistema plusvalía y los salarios en consumo, la
capitalista escala de la producción no cambia de
conserva un año al siguiente.
indefinidamente
Reproducción simple
las mismas
Sector C P S Producción total
dimensiones y las MP

mismas BC

proporciones La suma de c1 y c2 = pt1


entre sus La suma de p + s = pt2
Condición básica
diversas partes.
Permite analizar las interconexiones de la producción total y del ingreso,
lo que no fue adecuadamente tratado por los economistas clásicos.

Las raíces de la acumulación


En la realidad, el éxito en la La mayor cantidad de plusvalía
sociedad capitalista consiste y también el mayor poder de
en aumentar el capital acumulación corresponde al
propio. capitalista que emplea los
métodos técnicos más
Acumular es conquistar el avanzados y eficientes; en
mundo de la riqueza social, consecuencia, el afán de
acrecentar la masa de seres perfeccionamiento es general.
humanos explotados por el
capitalista y extender su La forma de circulación D-M-D’, en la que el
capitalista ocupa la posición clave, es,

predominio directo e objetivamente, un proceso de expansión del valor.


Este hecho se refleja en el fin subjetivo del

indirecto. capitalista.

2
07/11/2022

Teorías contemporáneas:

Marx sustenta la ● Teoría de la abstinencia:


opinión de que
Es penoso para el capitalista
acumular capital, “abstenerse” de consumir a efecto de
es un fin positivo acumular, por lo que el interés del
del capitalista y capital debe considerarse como premio
por la abstinencia.
lleva consigo el
consumo. ● Teoría de la espera:
Los capitalistas desean consumir todo lo
que poseen. No lo hacen porque
esperan consumir en el futuro (Alfred
Marshall / Nassau Senior)

La acumulación y el valor de la fuerza de


trabajo: planteamiento del problema.

Reproducción ampliada
Idea básica:
Contrario a la producción
simple. La acumulación implica un
aumento en la demanda de
Cuáles son los efectos de la fuerza de trabajo.
cantidad acrecentada del
capital variable, o la demanda
Cuando los capitalistas no consumen totalmente la
acrecentada de fuerza de plusvalía, ésta se divide en tres partes, una que
trabajo, que va implícita en el consumen los capitalistas, otra que se agrega al
capital constante y una tercera que se suma al
proceso de acumulación. capital variable.

3
07/11/2022

La fuerza de trabajo no Para David Ricardo, como todas las


es una mercancía cosas que se compran y se
venden, y que pueden aumentar o
ordinaria.
disminuir en cantidad, tienen su
precio natural y su precio de
No hay ninguna mercado.
industria de fuerza de
trabajo. El precio natural del trabajo es el
precio necesario para que los
trabajadores puedan subsistir.
Es aplicable la teoría del
valor a la fuerza de Utiliza criterios basados en teorías
trabajo? de población.

La solución de Marx: el ejército de reserva


del trabajo.
Marx acuñó el término o categoría
del “El ejército de reserva del También llamada
trabajo”
población excedente
Parte de la idea que la acumulación relativa, el ejército de
de capital puede exigir mayor reserva consiste de obreros
cantidad de fuerza de trabajo y desocupados que ejercen
consecuentemente afectar los una presión constante,
salarios.
hacia abajo, en el nivel del
Consideró que no puede nunca salario.
amenazar al sistema mismo.

4
07/11/2022

El ejército de reserva se recluta


La población principalmente entre aquellos que
excedente relativa han sido desplazados por la
es, por lo tanto, el maquinaria.
pivote sobre el cual
opera la ley de la Marx consideraba la introducción
de maquinaria para economizar
demanda y oferta de trabajo como una respuesta más o
trabajo. menos directa de los capitalistas a la
tendencia ascendente de los salarios.

En términos del
movimiento del capital
Puede significar un
social total, la descenso absoluto en
mecanización significa un la demanda de
alza en la composición trabajo, o puede
significar
orgánica del capital.
simplemente que la
demanda de trabajo
Es decir, un aumento en los se retrasa con
gastos de los capitalistas en respecto al aumento
del capital total.
maquinaria y materiales, a
expensas del trabajo.

5
07/11/2022

La naturaleza del proceso capitalista

La economía política clásica se Este curso de la evolución podría ser


inclinó a predecir el fin detenido temporalmente por
inminente del progreso
económico.
descubrimientos técnicos y
científicos que hicieran menos
Consideró que la acumulación costosa la producción de artículos
estimula indirectamente el necesarios.
desarrollo de la población, lo
que repercute en alzas en el
valor de la fuerza de trabajo y, El progreso económico debe ser
en los salarios como una finalmente detenido por dos leyes
proporción del producto total; naturales preponderantes e
y también en un descenso de la
ganancia como una proporción
inmutables: la ley de la población y la
del producto total. ley de los rendimientos decrecientes.

En tanto que en la teoría


clásica los cambios en los
métodos de producción son
considerados como
dependientes de
invenciones y
descubrimientos
esencialmente fortuitos, en
la teoría de Marx se
convierten en condiciones
necesarias para prolongar la
existencia de la producción
capitalista.

6
07/11/2022

SÉPTIMA UNIDAD

“La ganancia media y el precio de


producción”

EL PRECIO DE COSTE Y LAS


GANANCIAS CAPITALISTAS
Valor de la mercancía
Q 1.00
C
Q 1.00 Q 1.00

C m
Q 1.00

m
Q 1.00 Q 1.00

V m
Q 1.00

c+v+m

1
07/11/2022

Valor de la mercancía
Q 1.00 ● Valor de la mercancía: Q 7.00
C
Q 1.00 Q 1.00

C
Q 1.00
m
● Precio de coste de la mercancía: Q 3.00
m
Q 1.00 Q 1.00

V
Q 1.00
m
● Precio de la mercancía: Q 7.00
m

c+v+m ● Ganancia: Q 4.00

Qué es precio del coste de la mercancía?


Cuáles son las
circunstancias
Qué es la ganancia

Es el capital empleado para producir una


determinantes de La ganancia es una forma modificada de
que la plusvalía
mercancía, por lo que es una parte del adquiera la forma de la plusvalía.
valor de la mercancía. ganancia?

Precio del coste de la mercancía


Esta parte del valor de ● El precio de coste capitalista constituye una parte del
valor de la mercancía.
la mercancía, repone el
precio de los medios
● Su formula es la siguiente: c + v. Pero con facilidad
de producción pone de manifiesto la diferencia entre capital fijo y
consumidos y de la capital circulante.
fuerza de trabajo
empleada. ● Oculta la diferencia entre capitales constante y
variable, así como el proceso de transferencia del
Para el capitalista valor y el de creación de valor nuevo.

representa lo que le ha
● Refleja gasto de capital (el gasto de trabajo queda
costado la mercancía. encubierto) creándose la falsa idea de que todo el
capital es el creador del valor.

2
07/11/2022

Q 1.00 Precio
de
C
Como en el precio de coste no hay diferencia
coste
Q 1.00 Q 1.00 Precio
de m
C
Q 1.00
m coste entre los capitales constante y variable, el
m
m aumento del valor, que se da en el proceso
Q 1.00 Q 1.00 Precio
de m
de la producción por el trabajo que los
V
Q 1.00
m coste obreros realizan en el tiempo de trabajo
m
m
excedente, aparece como fruto del capital.

Precio de costo Valor de la Precio de venta Ganancia por


de la mercancía mercancía de la mercancía mercancía ● Permite descubrir e interpretar las leyes de la
competencia bajo el capitalismo: El valor es uno,
Q 7.00 Q 4.00 los precios pueden fluctuar.

Q 6.00 Q 3.00 ● Vendiendo por debajo de su valor, el capitalista


gana
Q 5.00 Q 2.00
Q 3.00 Q 7.00
Q 4.00 Q 1.00 ● Esas fluctuaciones pueden ser aprovechadas para
arruinar a sus competidores.
Q 3.00 Q 0.00
La masa de ganancia dependerá de las condiciones
Q 2.00 de producción y de las condiciones de la venta de las
mercancías.

La ganancia
La ganancia del − Representada como vástago del capital global
desembolsado, la plusvalía reviste la forma transfigurada
capitalista aparece
de la ganancia.
como la diferencia
entre el precio de venta − Pero, la ganancia es la forma en que la plusvalía se
de la mercancía y la manifiesta en la superficie de la sociedad capitalista. Se
suma del capital presenta como un fruto del funcionamiento de todo el
capital desembolsado.
invertido en su
producción. Como un − Si la plusvalía expresa las relaciones de clase de la sociedad
fruto del capital. capitalista, la ganancia las enmascara, convirtiéndolas en
un fetiche.
La ganancia es una − Aunque la ganancia obtenida y la plusvalía, en algunos
forma modificada de la capitales específicos, no coincida, en la escala de toda la
plusvalía. sociedad capitalista sí coinciden.

3
07/11/2022

Argumentos usados que buscan encubrir que la ganancia capitalista proviene


de la plusvalía:

● La ganancia proviene de la circulación y es el resultado del ahorro del capitalista.

● La ganancia es engendrada por el propio capital.

● La ganancia es fruto del capital, y los trabajadores no toman parte alguno en su


creación.

● La riqueza social es producto del esfuerzo conjunto del trabajo y el capital.

● El trabajo crea un ingreso en forma de salario y el capital crea otro en forma de


ganancia.

● Los trabajadores perciben todo cuanto crean y que, por consiguiente, no existe
injusticia alguna en la distribución de la riqueza.

LA CUOTA DE GANANCIA Y LOS


FACTORES QUE LA DETERMINAN
La cuota de ganancia
Es la proporción de la plusvalía respecto a todo Valor de la mercancía
el capital invertido, expresada en porcentaje.
Este cálculo le interesa al capitalista. Precio
de
coste
Precio
de m
Es una categoría del sistema capitalista que coste

expresa o representa el índice de rentabilidad


m

Precio

de la empresa o grado de incremento del


de m
coste

capital. m

p´= p / c + v * 100 o p´= p / k * 100


8

4
07/11/2022

Consolida la idea de la Es el resorte propulsor de la


ganancia como fruto de todo producción capitalista, que sólo
el capital invertido. Es distinta produce lo que puede
a la cuota de plusvalía. producirse con ganancia.

La diferencia cuantitativa entre Como la cuota de ganancia es


la cuota de ganancia y la de el impulsor de la producción
plusvalía expresa la diferencia capitalista, el capital se dirige a
cualitativa ente ambas aquellas esferas donde su
(expresan cosas distintas): aplicación garantiza mayor
Rentabilidad y grado de magnitud de ganancia en
explotación, respectivamente. igualdad de circunstancias.

Factores que influyen en la cuota de ganancia:


● La magnitud de la cuota de plusvalía, si las
otras condiciones permanecen iguales. ● Rapidez de la circulación del capital.
● Sin embargo, la economía de capital
● Esto motiva al capitalista para variar la
constante empeora las condiciones
productividad, la intensidad y/o la jornada
de los obreros.
de trabajo.
● Composición orgánica del capital
● La economía de capital constante:
(composición alta = más baja la cuota
− Disminución de parte fija de capital de ganancia).
constante con más trabajadores, cambios en
jornada de trabajo, más intensidad y
productividad.
− Producción a escala (mayor productividad
abarata costos de producción).
− Materias primas sintéticas (abarata costos de
producción).

10

5
07/11/2022

FORMACIÓN DE LA CUOTA MEDIA


GENERAL DE GANANCIA
La desigual ganancia con capitales iguales contradice el
principio capitalista de igualdad: “el capitalista busca resultados
no menores al que logra otro capitalista”.

Capital Cuota de plusvalía Masa de Plusvalía Cuota de ganancia

50 c – 50 v 100% 50 50%
75 c – 25 v 100% 25 25 %
95 c – 05 v 100% 05 05 %

11

Cómo los capitalistas obtienen beneficios iguales con


capitales idénticos?
La competencia: Buscan más alta cuota de ganancia con mejores condiciones
de venta.
Competencia dentro del mismo sector ● Los capitales buscan ser más productivos tratando de
(productos homogéneos): producir mercancías con menos valor que el social,
obteniendo mayor beneficio.
● Las empresas funcionan en condiciones ● En la nivelación del valor social, buscan reducir gastos
desiguales: Volumen, nivel de productividad de producción, incremento de la explotación.
(distinto valor en las misma mercancías), y
precio de costo. ● Por la competencia aumenta la composición del capital
dentro del sector, nivelándose la cuota de ganancia.
● El valor social o comercial de las mercancías
prevalece frente a los valores individuales. ● Las diversas cuotas de ganancia se nivel al interior del
sector, y luego entre sectores.

12

6
07/11/2022

Competencia entre distintos sectores ● La emigración de capitales incide en el


(Distintos productos): comportamiento de la oferta y la
demanda (de donde sale el capital y a
● Buscando mejoras en las ganancias, donde llega), lo que repercute en el
algunos capitales emigran a sectores precio y en la ganancia.
donde al cuota de ganancia es alta. ● Las cuotas de ganancia se terminan
equilibrando, estableciendo una cuota
● Esto trae una redistribución general, de manera espontánea: cuota
espontánea de los medios de media (general) de ganancia.
producción y mano de obra entre ● Así es como en capitales específicos se
ramas distintas de la producción. forma una ganancia media acorde a esa
cuota general, y que se aproxima a la
cuota de ganancia de sectores de
composición orgánica media.

13

● La cuota media de ganancia es ● Cuanto más capital se invierta en un sector de


igual a la relación entre la masa composición orgánica baja, mayor será la masa
general de plusvalía creada por los general de plusvalía; y cuanto más inversión en
obreros asalariados en toda la sectores de composición alta, menos será la
sociedad capitalista y el conjunto masa de plusvalía.
del capital social.
Cuota
Cuota de Masa de Cuota de media
● En esas tendencias, el capitalista Capital
plusvalía Plusvalía ganancia general de
siempre propicia la migración de ganancia
sus capitales buscando mejorar su
ganancia. 50 c – 50 v 100% 50 50% 25%

● Con la cuota media de ganancia, se 75 c – 25 v 100% 25 25 % 25%

redistribuye toda la plusvalía creada


en la sociedad capitalista entre los 95 c – 05 v 100% 05 05 % 25%

capitales, según sus magnitudes.

14

7
07/11/2022

FORMACIÓN DEL PRECIO DE


PRODUCCIÓN
Capital variable

Precio de coste

Precio de Capital constante


producción

Ganancia media

Por la competencia, las mercancías se


venden por los precios de producción, los
Precio de producción: c + v + ganancia media
que son distintos al valor de las
mercancías.
Valor de la mercancía: c + v + p
15

● Si la composición
orgánica del capital es
Porque se busca compensar las tasas de
alta: Los precios de ganancia
producción son altos
respecto al valor de las
mercancías. Cuota
Cuota de Masa de Cuota de media
Capital
plusvalía Plusvalía ganancia general de
ganancia
● Si la composición
orgánica del capital es 50 c – 50 v 100% 50 50% 25%
baja: Los precios de
producción son bajos 75 c – 25 v 100% 25 25 % 25%

respecto al valor de las


95 c – 05 v 100% 05 05 % 25%
mercancías.

16

8
07/11/2022

Cuál es la relación entre el valor y el precio de la


producción?

● La ganancia media es la plusvalía obtenida en toda la


producción capitalista y redistribuida entre todos los
capitalistas. Viendo capitales
específicos: Unos
venden por su valor,
● Las desviaciones de los precios de producción de las otros por encima de
mercancías respecto a su valor se compensan su valor y otros por
mutuamente: total de precios de producción equivale debajo de su valor.
a su valor, vistos los sectores como conjunto único.

● El precio de coste es parte del precio de producción y


parte del valor.
17

Para Marx, la ley del valor regula los precios de producción (valor de
las mercancías regula la plusvalía total y ésta la magnitud de
ganancia media y la cuota general de ganancia): El precio de
producción representa una forma transfigurada del valor.

Capitales Valor de Precio de Desviación La formación del precio


producción producción de producción, la
transformación del valor
A Q 1,000.00 Q 1,200.00 + Q 200.00
en precio de producción,
B Q 1,500.00 Q 1,500.00 Q 00.00 constituye un nuevo
enmascaramiento de la
C Q 1,250.00 Q 1050.00 - Q 200.00
esencia de las relaciones
Total Q 3,750.00 Q 3,750.00 00 capitalistas de
producción.

9
07/11/2022

IMPORTANCIA DE LA TEORÍA DE LA
GANANCIA MEDIA PARA LA LUCHA
DEL PROLETARIADO

Los capitalistas se enfrentan entre sí, buscan


incrementar su ganancia (elevan niveles de
explotación, y los obreros reclaman mejores salarios).

19

El beneficio obtenido por los


capitales representa una
parte del conjunto de la
plusvalía creada por toda la
Por lo tanto, a cada capitalista le
clase de los obreros. interesa que sus obreros y los de
los otros capitalistas sean
explotados en magnitudes
La magnitud de este elevadas.
beneficio depende del grado
de explotación de todos los
obreros (de la masa total de
plusvalía).

20

10
07/11/2022

La ganancia media expresa no sólo las contradicciones entre los capitalistas


en su pugna por obtener la mayor parte posible de la plusvalía, sino también
el antagonismo de la clase de los obreros asalariados, como conjunto, y la
clase capitalista.

TENDENCIA DESCENDENTE DE LA
CUOTA DE GANANCIA: SE AGRAVAN
LAS CONTRADICCIONES
CAPITALISTAS

La tendencia de la cuota A medida que progresa la acumulación del


capital se eleva su composición orgánica, la cual
de ganancia al descenso se expresa en un crecimiento de la parte
representa una ley general constante del capital más rápido que el de la
del capitalismo. parte variable.

22

11
07/11/2022

Circunstancias que determinan la tendencia de descenso


de la cuota de ganancia:
La reducción relativa de la Los capitalistas buscan los medios para evitar
masa del capital variable en el descenso de la cuota de ganancia:
comparación con el constante − Mayor grado de explotación mediante incremento de
productividad., intensidad y jornada de trabajo.
va acompañada de un
− Disminución de salarios a niveles inferiores al valor de la fuerza de
aumento absoluto del volumen trabajo.
del capital variable y ello quiere − Superpoblación relativa: Mano de obra barata.
decir que crece el ejército de los − Abaratamiento de elementos de capital constante.
obreros asalariados (más − El comercio exterior: venta a precios altos en el exterior y compra
plusvalía). en países poco desarrollados a bajo precio; y exportación de
capitales a países dependientes y atrasados económicamente.
− La tendencia de cuota de ganancia al descenso como ley general
Los beneficios no se reducen. del capitalismo, no desaparece, sino se amortigua.

23

12
Sexta Unidad

“Ciclo y rotación del capital”

Guatemala, octubre de 2022


EL CICLO DEL CAPITAL INDUSTRIAL
Y SUS TRES FASES
El capital es un valor que
se incrementa, siguiendo En su movimiento, el
un proceso especial capital pasa por tres
donde se produce la
fases, adquiere formas
plusvalía.
distintas y ejecuta
La obtención de plusvalía determinadas
es el propósito y finalidad funciones en cada
de la producción fase.
capitalista.
Ciclo del capital

Fase de Circulación de Fase de la Producción Fase de Circulación de


mercancías mercancías

El capital dinero se convierte El capital productivo se El capital mercancía se


en los elementos del capital convierte en capital convierte en capital dinero
productivo mercantil
Aquí, el capitalista consume Se realizan el valor y la
Acto preparatorio para productivamente las plusvalía creada en la
el autoincremento del mercancías adquiridas: los producción.
capital. obreros producen nuevas
mercancías.
T T
D-M M P M¹ M¹ D¹
Mp Mp
Así es como el capital industrial
en su movimiento atraviesa una
El ciclo del capital es el vez la fase de producción y dos
proceso ininterrumpido veces la de circulación.
del capital que pasa
por tres fases en las que La dinámica del capital industrial
el capital de su forma puede expresarse en la fórmula
siguiente:
dinero se transforma en
capital productivo, de
éste en capital mercantil, T
y de éste en capital
dinero.
D-M P M¹ D¹
Mp
Primera fase del ciclo del capital:

El capital dinero se ● El dinero se convierte en capital no por ser dinero,


sino porque en el mercado compra la mercancía
convierte en los fuerza de trabajo, la que crea la plusvalía al unificarla
elementos del capital con los medios de producción.
productivo (capital ● Ese acto de compra lleva implícitas relaciones de
usado en la clase entre capitalista y obrero, las que se expresan
en la circulación y luego en la producción.
producción).
● Estas relaciones de clase en el ámbito de la
circulación, se encuentran ocultas al reflejar una
Este movimiento del relación de compra venta entre iguales.
capital se verifica en la
● Entonces, el dinero se convierte en capital no por ser
esfera de la circulación. dinero, sino porque expresa determinadas relaciones
de clase y crea la plusvalía.
Segunda fase del ciclo del capital:

Las mercancías ● Resultado: el capitalista recibe mercancías


cuyo valor sobrepasa al de los medios de
compradas por el producción y de la fuerza de trabajo
capitalista se convierten invertidos en el proceso.
en mercancías.
● Es función del capital productivo la creación
de la plusvalía (desde el punto de vista de la
El capitalista consume creación de plusvalía, solo el capital variable
productivamente las es productivo).
mercancías adquiridas, ● El hecho de que la fuerza de trabajo sea tan
cuando los obreros solo una parte del capital productivo,
producen nuevas transforma las relaciones capitalistas en un
fetiche (se percibe que la plusvalía es fruto de
mercancías. todo el capital).
Tercera fase del ciclo del capital:
En esta fase el ● La función del capital mercancía es convertir
el valor acrecentado del capital (más
capitalista se reintegra dinero).
al mercado como
vendedor de las ● De esa manera se convierte la plusvalía en
dinero y se reintegra el capital invertido
mercancías producidas inicialmente como dinero.
y las convierte en
dinero. ● Así es como el capital industrial atraviesa
una vez la fase de producción y dos veces la
de circulación.
De su forma capital
mercancías, el capital ● La transformación del capital mercancías en
capital dinero tropieza con dificultades:
se convierte en capital poca capacidad de compra del obrero, la
dinero. competencia y la anarquía de la producción.
El capital industrial representa la
Su transformación de una fase en unidad de las tres formas del capital.
otra y su paso por las tres fases
forma el ciclo de circulación del
capital, y representa la unidad del Las tres formas en que aparece el
proceso de producción y del
capital industrial, determina la
proceso de circulación.
existencia de tres formas en su
ciclo:
El proceso de producción no debe
interrumpirse.
● Ciclo del capital-dinero.

Capital Capital Capital


● Ciclo del capital productivo.
dinero productivo mercancías
● Ciclo del capital-mercancías.
Capital Capital
Hoy

dinero productivo

Capital
dinero
Cada forma cíclicas del capital resalta
característicos del capital industrial

Ciclo del capital dinero Ciclo del capital Ciclo del capital
productivo mercancías
• Revela el fin específico de la
producción capitalista: crear • La circulación aparece • Aparenta que la finalidad
plusvalía. como un eslabón de la producción
intermedio y el dinero capitalismo es la
• La producción aparece como forma pasajera de satisfacción de necesidades
como eslabón pasajero capital. sociales.
entre las dos fases de
circulación. • La finalidad de la
producción se desvanece y • El capitalista convierte las
encubre. Crea la falsa idea mercancías en dinero, lo
• Aparenta que el dinero que presupone el
engendra dinero. de que producir es la
finalidad del capitalismo. consumo.

T T T

D --- M … P … M1 --- D1 P … M1 --- D1 - M …… P M1 --- D1 - M …… P … M1

Mp Mp Mp
● El ciclo del capital dinero revela
● Analizar el capital
el crecimiento del valor del industrial en base a una
capital como finalidad de la sola forma (forma
producción. unilateral) de su ciclo,
induciría a interpretar
● El ciclo del capital productivo erróneamente la realidad
resalta el proceso de capitalista.
revalorización del capital.
● El capital industrial
● El ciclo del capital mercancías muestra su verdadera
evidencia las condiciones en que identidad en la unidad
ocurre la revalorización del de las tres formas del
capital (en el mercado). ciclo.
El capital-dinero, el
capital-mercancías y el
capital productivo
cumplen funciones FORMA DE CAPITAL EMPRESARIO
diferentes en la dinámica
del capital industrial. Sobre el capital
dinero
Se forma el capital
préstamo
Prestamista

Sobre el capital Se forma el capital


Por el desarrollo del mercantil mercancía
Comerciante

capitalismo, sobre la base Sobre el capital Se forma el capital


Industrial
de las formas que adopta productivo industrial

el capital industrial en su
dinámica, se forman tipos
diferentes de capital,
aislados unos de otros.
Formas de encubrir cómo se produce
la plusvalía:
Mientras que en la
producción se ● Considerar el comercio como una
realiza una de las ramas de la producción.
metamorfosis real ● Concepción cambista: Las
del capital, en la relaciones sociales son solo
circulación no sufre relaciones de cambio (el valor se
crea en la circulación; entre
alteraciones, su capitalista y obrero existen solo
metamorfosis es relaciones de intercambio; los
formal. capitalistas organizan la
producción, los obreros la
ejecutan).
LA ROTACIÓN DEL CAPITAL
● El tiempo de rotación del
Es el ciclo del capital capital comprende desde el
desembolso inicial hasta que
tomado no como un regresa acrecentado el dinero.
acto aislado, sino
como un proceso ● El tiempo que todo el capital
que se repite necesita para pasar por la
periódicamente. producción y la circulación es
el tiempo de rotación del
capital.

Como la producción capitalista busca extraer plusvalía, el capital realiza ciclos


ininterrumpidos, repitiéndolos sin cesar.
Porque los tiempos de rotación de
los capitales individuales son Que factores determinan el tiempo
distintos, surge la necesidad de de rotación de un capital
calcular la rapidez de rotación individual?
de capitales individuales en un
año.
● El tiempo de producción.
Fórmula: cantidad de meses del
año / tiempo de rotación (meses). ● El tiempo de circulación.
Resultado: cantidad de rotaciones.
● La composición del capital
n=0/o productivo (capital fijo y capital
circulante).
0 = 12 meses del año
o = Tiempo de rotación de capital.
La composición del capital productivo

Los medios de
El capital, tomando en cuenta su papel en la
producción de valor y plusvalía:
trabajo, los objetos
de trabajo y la
fuerza de trabajo Capital constante Capital variable

son los elementos Medios de


trabajo
Objetos de
trabajo
Fuerza de
trabajo
fundamentales o
básicos del capital Capital fijo Capital circulante

productivo.
El capital tomando en cuenta la forma como
ocurre la transferencia de valor al producto
Clasificación del capital tomando en cuenta la forma como
ocurre la transferencia de su valor al producto

El capital fijo: El capital circulante:

Es la parte del capital que Es la parte del capital que


transfiere su valor a las transfiere su valor de
mercancías, por partes, manera íntegra, a las
conforme se desgasta. mercancías.

Esta clasificación encubre la fuente de plusvalía.


La rotación del Rotación del capital fijo:
capital circulante es ● Los medios de trabajo compensan el desgaste
inmediata anual en calidad de amortización,
representando en dinero su valor. En esa
comparada con el calidad retorna el valor invertido conforme se
vende.
tiempo en que rota
● En paralelo al proceso de amortización, se
el capital fijo. crean medios de trabajo más eficientes por
progreso técnico desvalorizando las máquinas
Ejemplo: y herramientas (desgaste moral del capital fijo).

Cómo se desgastaba el USO en ● Es así como el desarrollo del capitalismo


el ejemplo de la fabricación de incrementa volumen y duración de capital fijo,
hilado de algodón? influyendo en la rotación del capital en
general y agudizando las contradicciones
capitalistas.
Ante la
desvalorización ● Prolonga la jornada laboral
por desgaste e intensidad del trabajo.
moral y
amortiguamiento ● Eleva la cuota de
de la rotación del amortización, elevando los
capital, el precios, lo que dificulta la
capitalista venta y la competencia.
adopta medidas:
El tiempo de producción:
Es el período en que el
capital se encuentra en la Tiempo de producción
esfera de la producción,
y su parte principal es el
período de trabajo. Período de
Período de El tiempo de capital en
Período de trabajo: trabajo acción de la reserva en
Cantidad de jornadas naturaleza producción
necesarias para obtener
un producto
completamente
fabricado.
La magnitud del capital invertido y
la duración de sus rotaciones
dependen directamente de la La tercera parte
duración del período de trabajo. integrante del
tiempo de
El tiempo de acción independiente producción es el
de las fuerzas naturales sobre el período en que el
objeto del trabajo es el período capital se
durante el cual aquél es sometido a encuentra en su
procesos naturales, forma de reserva
interrumpiéndose prácticamente el de producción.
del trabajo.
El tiempo de producción
es más largo que el
período de trabajo, pues
el primero incluye el
tiempo de la acción de
las fuerzas de la
naturaleza sobre el
objeto de trabajo y
tiempo del capital como
reserva.
Cómo reduce el tiempo de producción el
capitalista?

− Alargue de jornada de trabajo, aumento de obreros,


intensificación del trabajo, etc.

− Se pueden acelerar los procesos de acción dependiente de


las fuerzas naturales: Uso de la ciencia.

− Entre otros.
El tiempo de circulación:
Período durante el cual, estando
en circulación, el capital pasa de
la forma dinero a la productiva,
y de la forma mercantil a la Capital mercantil Capital dinero

forma dinero.

Depende de las condiciones de Capital productivo


compra de los medios de
producción y de venta de las
mercancías fabricadas, Ciclo del capital
proximidad y volumen del
mercado, nivel de desarrollo de
los medios de transporte y de
las comunicaciones.
A qué se debe el interés de los capitalistas por
acelerar el ritmo de las rotaciones del capital.

− Esta rapidez influye en la creación de plusvalía: igual


plusvalía con menos capital o mayor cantidad con el mismo
capital.

− El aceleramiento de la rotación de todo el capital


desembolsado acelera la rotación del capital variable.

− De esta rapidez depende la masa anual y cuota de plusvalía.

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