Escultura Prehistórica

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Escultura prehistórica[editar]

Vista frontal y lateral de la dama de Brassempouy


en marfil.
El arte prehistórico se remonta al Paleolítico inferior, cuando el hombre cortaba el
sílex golpeando el mismo contra otra piedra. De esta manera se conseguía
el bifaz, una herramienta con punta y corte que utilizaban para defenderse y para
descuartizar y aprovechar la carne de los animales, hacia el año 1800 aparece la
primera representación de un bifaz, en una publicación inglesa de la mano
de John Frere.13 La mayoría de estatuillas de la edad de piedra fueron hechas
de marfil o piedra blanda, sin embargo, han sido encontradas figuras de masa con
forma humana y animal. Posteriormente usaron el grabado, el relieve en piedra y
en huesos de animales. Aparecen representadas las primeras figuras humanas
femeninas de piedra, que muestran una gran exuberancia en una exaltación a la
fertilidad; hay ejemplos de entre 27.000 y 32.000 años de antigüedad.14 Estas
figuras se conocen con el nombre genérico de «Venus», y entre todas las que nos
han llegado cabe destacar la Venus de Willendorf (24.000-22.000 a. C.) de la zona
de Willendorf, la de Brassempouy y la de Lespugue.14

Durante la cultura Magdaleniense se utilizaron bastones


perforados y propulsores.n. 1 Durante el Paleolítico superior, los ejemplos más
abundantes son tallas u objetos grabados. Evolucionaron desde una fase más
primitiva, con decoraciones esquemáticas, hasta llegar a la representación de
figuras de animales que se adaptaban a la estructura del hueso.15 En el análisis de
este tipo de piezas realizado por Serguei A. Semenov se apreciaron incisiones
realizadas con cuchillos de sílex y con alguna especie de buril que permitía hacer
muescas, realizar determinados detalles y eliminar el material sobrante.16

La arcilla también fue un material utilizado ya en la prehistoria. Se cree que el


descubrimiento del proceso de cocción y endurecimiento del barro fue casual,
probablemente durante el uso de algún utensilio de barro en contacto con el fuego.
Las primeras piezas escultóricas que se conocen proceden de Egipto, China, India
y Oriente Medio, lugares donde hacia el 4000 a. C. ya existían hornos para
fabricar objetos de barro.17 Más o menos por estas fechas se descubrió
la fundición de los metales. Uno de los avances más importantes en la historia de
la escultura fue el poder trabajar el metal —primero el bronce y después el hierro
—, que sirvió para fabricar herramientas más eficientes y, además, obtener un
nuevo material para realizar obras escultóricas. Las herramientas de metal
permitieron mejorar la precisión y reducir el tiempo en el proceso de elaboración
de las tallas, tanto de madera como de piedra. El trabajo realizado primero en
arcilla y luego mediante vaciado en bronce ya se conocía en las antiguas
civilizaciones griegas y romanas, y es el sistema que actualmente, en el siglo XXI,
todavía se utiliza.1 (Para más detalles véase el Fundición a la cera perdida).

A partir del siglo V a. C., en el último período de la Edad del Hierro,


los celtas desarrollaron la cultura de La Tène, propagándose por toda Europa; la
misma representó una evolución del arte conseguido durante la cultura de
Hallstatt. En la decoración de todos sus objetos, espadas, escudos, broches y
diademas, representaron motivos de animales, plantas y figuras humanas. A partir
del siglo III a. C. acuñan las primeras monedas siguiendo los modelos helénicos,
así como obras figurativas como el «Dios de Bouray», realizado en chapa de
cobre repujada.18

Edad Antigua[editar]

Estatua de veneración a un perro, proveniente de la torre


sudeste de la Apadana, de Persépolis. La obra se caracteriza por tener un acabado y detalle
excelso, remarcando cada aspecto del ser en un cuerpo escultórico.
La escultura sumeria, pionera de la Edad antigua, evita el desnudo, ya que se rige
por convencionalismo social de no representar los individuos de manera uniforme,
por las vestimentas se podía conocer el rango del personaje como también la
jerarquía a la que pertenecía. En los grandes relieves se observa el uso del
desnudo, pero solo para representar a los vencidos. Se han encontrado una gran
variedad de esculturas —algunas del propio rey— de la época de Gudea, del 2144
a. C. al 2124 a. C. Sin llegar a considerarse dentro de la técnica del retrato, todas
presentan unos rasgos comunes y muestran el nivel social mediante el turbante
que les cubre la cabeza.19 Debido a la escasez de canteras, la escultura
de Mesopotamia se realizó fundamentalmente con arcilla, tal y como apuntan las
excavaciones de Ur (4000 a. C.); en donde se han encontrado numerosas
pequeñas estatuas hechas con este material. Los sumerios desarrollaron y
difundieron a otras civilizaciones el uso del ladrillo grabado con un relieve y
posteriormente esmaltado. Algunos ejemplos bien representativos son los relieves
que adornan los palacios, las superficies sepulcrales persas del palacio de
Persépolis y el Friso de los arqueros, así como una obra en ladrillo esmaltado que
se encuentra en el Palacio Real de Susa (404-359 a. C.).20
La obra conocida como Victoria alada de Samotracia,
se cree que fue mandada esculpir por Demetrio Poliorcetes para conmemorar su triunfo
naval en Salamina sobre la flota de Ptolomeo Sóter en el año 306 a. C., las ropas agitadas
por el viento configuran el dramatismo, esta vez gozoso, tan característico de la escuela
escultórica rodia, una de las más barrocas del helenismo; y fiel característica de un avance
hacia el clasicismo de la escultórica griega.
En el Antiguo Egipto se emplearon materiales duraderos como la piedra. A esta
civilización la caracteriza la jerarquía social establecida y una fuerte creencia
religiosa en la otra vida. Como resultado, organizaron de una manera muy
profesional la explotación de canteras y llegaron a realizar unas esculturas
altamente perfeccionadas que permanecieron inalteradas durante muchos siglos.
La escultura tallada dependía mucho del bloque cúbico del que podían disponer.21
En sus obras, en general, representaron las divinidades mitológicas, los faraones y
de otros personajes importantes, también realizaron, sin embargo, pequeñas
piezas de figuras en las que quedaban reflejados los trabajos domésticos. Muchas
de estas obras se colocaban en las cámaras sepulcrales. Las estatuas que
representaban a los faraones se realizaban siempre de pie, con los brazos
pegados al cuerpo o apoyados en las rodillas si estaban sentados. Cuando la
representación era con la familia, los dos esposos solían estar cogidos de las
manos. Otros personajes muy representados eran los «escribas» que, en la
mayoría de los casos, aparecían sentados en el suelo con las piernas cruzadas y
con los brazos un poco separados del cuerpo, mostrando en su composición una
perfecta simetría.22 A pesar de ello, algunas obras se caracterizaron por poseer
ciertos grados de flojedad y redondez que hacía parecer una «signatura»; claro
ejemplo de influencia asiria, pero también de originalidad, puesto que en la
escultura egipcia tardía, las mayoría de las obras pertenecientes a esta época
reflejaron el predominio de la actitud general del cuerpo como un modo de
expresión, la desnudez del busto, los anchos collares extendidos sobre el cuerpo,
la disposición de los cuadros del hombre, el talle y la forma de acomodar el cuerpo
de manera vertical y sin despegar las manos de las cinturas.

Del arte púnico y grecopúnico se conservan multitud de estatuas, en general


femeninas, y bustos de barro cocido, en conjunto con una diversidad de amuletos
de marfil y de metal que se descubrieron en las necrópolis de Ibiza y Formentera.
Se calcula que las más antiguas son obras del siglo VIII a. C., y que su fabricación
tuvo continuidad hasta muy avanzada la dominación romana. Los íberos fueron un
conjunto de pueblos que habitaron la costa oriental de la península ibérica como
mínimo desde el siglo VI a. C. La escultura íbera fue una de las mejores
manifestaciones artísticas de su cultura. Las obras encontradas, de piedra y
bronce, provienen de tres grandes áreas: de Andalucía, del centro de la península
ibérica y de la zona del Levante. En esta última se han descubierto las muestras
más sobresalientes de arte ibérico en piedra, que actualmente forman parte de la
colección de museos, como el famoso busto de la Dama de Elche, de inspiración
griega, encontrado en la población de su nombre y que se expone en el Museo
Arqueológico Nacional de España, ubicado en Madrid.23 La escultura antigua se
encargó de fijar los detalles arquitectónicos expandiendo el detalle de la escultura
a las temáticas de decoración para edificios, estableciéndose en este período las
órdenes arquitectónicas que redefinirían la concepción del templo y llevando
consigo una reforma de la dimensión monumental. Los materiales utilizados en
ese entonces fueron desde la terracota hasta el estuco, optando por colores vivos
a la hora de la decoración; tal y como las esfinges, sirenas, chacales, entre otros.24
Llegando a aplicarse soluciones similares en construcciones civiles.25

La estatuaria arcaica griega fue principalmente religiosa. Los templos se


decoraban con imágenes de los dioses, de sus hazañas y batallas, y las figuras se
alejan del realismo. Las korai o kuroi no son retratos de personas concretas; a los
rostros se les añadía una sonrisa «ficticia», un gesto facial conocido en el mundo
del arte como «sonrisa arcaica». El Jinete de Dipilón, una muestra simple de la
modelación geométrica arcaica, perteneció a una estatua colosal (solo él mide
0,44 metros), está realizado en mármol de Paros y data del siglo VI a. C. El Jinete
Rampin (c. 560 a. C.) es una obra de unos años posteriores, es de tamaño natural
y presenta un tratamiento mucho más cercano al naturalismo.26 Son diversos los
nombres registrados en la literatura antigua de los escultores del período arcaico.
Datando del siglo VI a. C., los citados son Butades, siendo el primero en usar
la terracota para forjar sus obras, un arte que sería perfeccionado por
los etruscos por Diopos y Eugramos. Reco y su hijo Teodoro de Samos fueron
acreditados por Pausanias como los inventores de la fundición del bronce,
contradiciendo las fuentes modernas; en las que consideran a Glauco como el que
mejoró e innovó la técnica de la soldadura27 y de ser Arquemo el primero en
representar a Victoria y Eros.28 En un pasaje del siglo VI y V a. C. se vuelve
importante la Escuela de Argos, con Agéladas como uno de sus exponentes,
renombrado por realizar estatuas de atletas y ser el maestro de escultores
como Fidias, Policleto y Mirón.29 En esta época también aparecen otros artistas de
renombre como Antenor, a quien se le atribuye Tiranicidas y una koré preservada
en Atenas.30
El estilo arcaico se expandió por todo el mediterráneo e inspiró a la formación de
un estilo natural para la propia cultura etrusca. China, Chipre y algunas regiones
de Asia Menor se adaptaron a las producciones artísticas y escultóricas
pertenecientes a la propia Grecia; creando un mercado rico que mejoraría su
economía. En la península de Ítaca, abundan creaciones artísticas con terracota,
usadas como decoraciones arquitectónicas.31 De hecho, Persia incorporó, hacia el
siglo IV a. C., innovaciones de estilo con trazos griegos.32 El helenismo, con
su historicismo y eclecticismo, dieron lugar a un resurgimiento de tradiciones
escultóricas antiguas, mismas que sirvieron para forman pequeñas escuelas de
escultura arcaica para un público selecto, que incluía coleccionistas romanos,
dentro de los que destaca mencionar al emperador Augusto.33

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