El Fin Del Miedo
El Fin Del Miedo
El Fin Del Miedo
COL.LECCIÓ
SERVEI
Un manual para comprender, afrontar
¿Te aterra salir a la calle o entrar en lugares llenos de gente? ¿Tienes G I O Z A R A R R I (Vitoria, 1978) DISSENY Raquel
el
Sintiéndome mejor, amándome mejor
temores irracionales que no puedes explicar? Todos hemos sentido es el seudónimo de Sergio González
Ana Gómez
miedo alguna vez, y está bien que así sea. El problema ocurre cuando de Zárate Pérez de Arrilucea. Ingeniero EDICIÓ
informático y coach experto en el
Mañanas milagrosas el miedo se manifiesta continuamente en nuestra vida, interfiriendo en
trastorno de ansiedad, ha escrito distintos
Hal Elrod nuestras relaciones y condicionando nuestras decisiones; en resumen, CARACTERÍSTIQUES
libros impulsado por la necesidad de
limitando nuestra vida.
fin
compartir sus conocimientos y su IMPRESIÓ
Trauma, la epidemia invisible
experiencia frente a problemas como
Dr. Paul Conti En este libro, el coach y experto en ansiedad Gio Zararri nos ayuda a PAPER
la ansiedad, el desamor y otros
recuperar el control y comparte estrategias prácticas y muy útiles para trastornos emocionales.
Rayarse no es la solución PLASTIFICAT Mate
dirigir nuestra vida sin que el miedo nos condicione. Con su método en
Mari Zafra
cuatro fases comprenderemos la manera en que nuestro cerebro procesa
del
GIO ZARARRI
@elfindelaansiedad UVI Brillant
el miedo y averiguaremos cómo podemos gestionarlo de manera efec- @elfindelaansiedad
tiva. En estas páginas aprenderás que la clave reside en darle al miedo @Elfindelaansiedad RELLEU
su justo valor para así hacerle frente cuando sea necesario y, de este @elfindelaansiedad
modo, vivir con confianza y sin limitaciones. elfindelaansiedad.com SOTARRELLEU
miedo
STAMPING
FAIXA
INSTRUCCIONS ESPECIALS
el
fin
del
miedo
Las claves para una vida
libre de temores irracionales,
fobias y ansiedad
La lectura abre horizontes, iguala oportunidades y construye una sociedad mejor. La propiedad
intelectual es clave en la creación de contenidos culturales porque sostiene el ecosistema
de quienes escriben y de nuestras librerías. Al comprar este libro estarás contribuyendo a
mantener dicho ecosistema vivo y en crecimiento.
En Grupo Planeta agradecemos que nos ayudes a apoyar así la autonomía creativa de autoras
y autores para que puedan seguir desempeñando su labor. Dirígete a CEDRO (Centro Español
de Derechos Reprográficos) si necesitas fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
Puedes contactar con CEDRO a través de la web www.conlicencia.com o por teléfono en el
91 702 19 70 / 93 272 04 47.
INTRODUCCIÓN 15
Kilómetro cero 19
El método para combatir el miedo 22
La zona ansiosa 55
El mecanismo del miedo 58
Fase 1: La percepción del peligro 58
Fase 2: La respuesta fisiológica 59
Fase 3: La interpretación racional 60
DESPEDIDA 203
Primera
fase
Información
27
«Los peligros
desconocidos son
los que inspiran
más temor».
Alejandro Dumas
Como contaba en la introducción, la ansiedad volvió a mi vida de
la mano de miedos y temores y, aunque sabía que podría ponerle
fin, el camino no fue nada sencillo, ya que sufría un trastorno emo-
cional por el cual reaccionaba de una manera desproporcionada
y descontrolada ante situaciones que antes me eran indiferentes.
Me di cuenta de que, de tanto jugar con el miedo, finalmente este
se había apoderado de mí.
29
Me llevó unas semanas comprender que sufría una fobia, que ade-
más se fue generalizando a otras e incluso se acompañó de obse-
siones. Consciente de la gravedad de la situación, había llegado
el momento de ponerme manos a la obra para conseguir darle la
vuelta y recuperar el control de mi vida. La información sería una
de mis principales aliadas en esta fase.
La ansiedad era una vieja conocida para mí y sabía que podía vol-
ver a aparecer en mi vida en cualquier momento y de cualquier for-
ma. También sabía que el principal aliado del miedo es la falta de in-
formación y el dejarnos llevar por nuestros temores descontrolados.
Por eso, debía intentar crear momentos de calma que me permitieran
comprender con más detalle lo que me estaba ocurriendo. Fue así
como volví a estudiar muchos de mis apuntes para descubrir cuál era
el enemigo al que me enfrentaba. Debía comprender mejor el funcio-
namiento del miedo, entender cómo mi mala gestión me había lleva-
do a esa situación de miedo que tanto tiempo me haría sufrir.
También sabía que, por mucho que me empeñase en hacer las co-
sas bien, el descontrol, la hipocondría y el pánico rellenarían el ma-
yor número de horas de mis días, especialmente al inicio. Tuve que
hacerme a la idea de que iba a sufrir y de que me iba a costar mu-
cho tener la mente despejada para poder superar este problema.
30
Un control mental que me ayudó en los momentos lúcidos a reco-
nocer cómo se activaba en mí la ansiedad provocada por el meca-
nismo del miedo.
31
fres y quitarle algo de peso a ese miedo que estás sintiendo. Asi-
mismo, el hecho de tomar conciencia de que hay más personas que
sufren lo mismo que tú te ayudará en el proceso y hará que te sien-
tas acompañado. Un objetivo en el que espero ayudarte a lo largo
de las próximas páginas.
32
1
35
La naturaleza es sabia y, aunque por lo general no nos guste expe-
rimentar miedo, todos los temores tienen una función adaptativa:
existen para que nos adaptemos mejor a la realidad que vivimos y,
en definitiva, para que sigamos vivos.
Todas las emociones son útiles, al margen de que nos resulten pla-
centeras o dolorosas. Intenta recordar esto cuando el miedo te in-
vada y trata de reconfortarte con esta idea: a través de las emocio-
36
nes, tu cuerpo te envía mensajes que debes atender para preservar
tu bienestar. En lugar de resistirte a ellas, escúchalas y dales el es-
pacio que necesitan.
37
En el siguiente capítulo te explicaré todo esto con más detalle,
pues es donde radica la clave de mi grave problema. El mecanis-
mo cerebral de gestión del miedo tiene mucho sentido cuando el
enemigo es real, pero es una bomba de relojería sin sentido cuando
sufres un trastorno. Una bomba que me costó mucho desactivar,
pues registros emocionales muy negativos se habían instalado en
mi hipocampo y era necesario trabajar para cambiarlos.
38