Leyendas de Guatemala

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 La Llorona

Artículo principal: Llorona

La Llorona

Cuentan las historias, sobre una mujer vestida de blanco que deambula por las noches cerca de los lugares oscuros en
donde hay agua que corre o los ríos. Doña María de los Remedios es una desdichada mujer que, por amor prohibido,
ahogó a su hijo recién nacido en las aguas de un río. Desde ese momento se encuentra condenada a vagar por las calles,
campos y ríos de las ciudades en busca de la tumba de su hijo.

Con gritos suplicantes, largos y agudos asusta a las personas, cuando llora
lejos significa que está cerca y cuando lo hace de cerca significa lo contrario.
Cuentan las historias que quienes la han escuchado ya no pueden caminar, su
paso se hace más pesado y lento y sienten un aire tan frío, con la presencia
de este ser sobrenatural, que casi les paraliza el corazón.

 La Siguanaba

Artículo principal: Siguanaba

La Siguanaba es uno de los personajes míticos más famosos en Guatemala, quien es protagonista de varias historias de
terror en boca de chapines que forman parte del folclor.

Esta criatura de la mitología guatemalteca se presenta a los hombres infieles como una mujer de hermoso cuerpo y
cabello largo. Pero cuando la observan de cerca, tiene rostro de caballo.

Según la leyenda, la Siguanaba se aparece frecuentemente en áreas solitarias, especialmente en barrancos. Esto se debe
a que es ahí a donde atrae a los hombres para luego arrojarlos, haciendo que pierdan la vida y el alma a favor de ella.

En otra de las versiones se afirma que La Siguanaba era una mujer joven que fue obligada a casarse con un hombre
cuarenta años mayor que ella. Dicho hombre la hechizó, convirtiéndola en una mujer fea y vieja.

Otra adaptación de la leyenda dice que aparece en lugares cercanos al agua, ya que se suele bañar al mismo tiempo que
peina su cabello con un peine de oro. Los hombres que la observan en esta situación quedan embrujados por la hermosa
mujer. Es entonces cuando ella los llama.

En el momento en que ya se los ha ganado, muestra su rostro con apariencia de caballo. Sus víctimas ven sus ojos rojos y
la piel arrugada, sus uñas crecen al momento en que desata una risa aterradora.

Se desconoce su origen exacto, pero Adrián Recinos le atribuyó dos posibles raíces. Una de ellas proviene de un idioma
maya no identificado, donde la palabra significa mujer desnuda. El otro tiene su origen en el náhuatl ciuanauac o
ciguanauac, que se traduce como amante.

Otros ligan el vocablo a la palabra k’iche’ tziguán, que quiere decir barranco o
precipicio.

Se dice que para no perder su alma, los hombres que son atraídos por La
Siguanaba deben morder una cruz o una medalla. Hay quienes aseguran que La
Siguanaba no es un solo ser sino que existen varias. Según algunos ancianos, en
algún momento atraparon a una Siguanaba y la hicieron prisionera.2

La siguanaba se les aparece a las personas borrachas o malas, normalmente por


las noches, en la madrugada.
 El Sombrerón

De acuerdo con los relatos el Sombrerón es un personaje de una estatura pequeña, del tamaño de un dedo de la mano y
puede caber escondido bajo una almohada. Viste de negro con un cinturón muy brillante, usa un sombrero grande y
unas botas con tacones que hacen ruido al caminar.

También es conocido como “tzitzimite” y según las historias le gusta subirse a los
caballos y hacerles nudos en la cola y las crines, nudos minuciosos y cuesta mucho
deshacerlos, los caballos quedan muy ariscos después de ser montados por el
Sombrerón y es muy difícil que una persona pueda acercárseles.

También, al Sombrerón le agrada perseguir a las mujeres de cabello largo y ojos


grandes, las persigue por todas partes y les baila y canta con su guitarra de cajeta, no
las deja comer ni dormir. Es un espíritu doméstico y solo les causa daño a las personas
para defenderse.

 La Tatuana

Es una mujer bella y joven que aparece por los pueblos, ciudades y barrios con grandes ojos celestes y conocedora de
todas las cosas de amor. Coloca en un pequeño cuarto una venta de hechizos de
amor con los que liga a hombres y mujeres. Al causar tanto alboroto en el pueblo,
es capturada y llevada a la cárcel del pueblo donde se instala con su venta.
Cuando está en la cárcel saca un pedacito de tiza o un carbón, pinta un barquito
en la pared, se sube a él y sale volando por los barrotes de la prisión y se aparece
haciendo favores de amor en otro pueblo o aldea.

Según las leyendas de Guatemala, la historia de La Tatuana cuenta acerca de una


mujer acusada de brujería, motivo por el que fue encarcelada y sometida a las
leyes de la Santa Inquisición. Se dice que por haber sido acusada de brujería y
encarcelada, la mujer se volvió loca e hizo un pacto con el diablo. Este ser la
liberó de la cárcel. Además, la condenó a vagar eternamente sobre un barco en
los días de lluvia.

 La leyenda Xocomil

En tiempos ancestrales, en el territorio de la actual Guatemala se hablaba el idioma “kaqchikel”. Traducido a este
peculiar lenguaje, Xocomil viene a decirnos que el “pescado de las orillas del lago Atitlán es recogido por el viento”.

Según la leyenda, antes de que existiera el Lago de Atitlán, había 3 caudalosos ríos que se unían entre sí justo en el
centro de “Los Tres Gigantes”. Un idílico lugar de gran belleza para la suerte de los aldeanos que habitaban en el lugar.
Cada mañana, la hija del cacique de la región venía hasta este punto para darse un baño en el río, mientras disfrutaba
del maravilloso paisaje. Su nombre era Citlatzin que traducido a nuestro idioma significa Estrellita. Citlatzin era conocida
en toda la región por su gran belleza y por su dulce voz al cantar. Tan bonita era su voz que los ríos estaban locamente
enamorados de ella. Todos días, los ríos esperaban ansiosos poder escucharla

A Citlatzin no le faltaban pretendientes y estaba prometida con el hijo de otro cacique importante. Sin embargo, el amor
lo encontró en un plebeyo, Tzilmiztli. Era un amor imposible ya que en aquella época los nobles y los plebeyos tenían
totalmente prohibido tener algún tipo de relación. Aun así, el amor de ambos estaba por encima de todo.

Cada día, los dos amantes se daban un baño en las cristalinas aguas de los ríos. Con el tiempo, Citlatzin dejó de cantar.
Los ríos, muy preocupados, preguntaron al viento cuál era el motivo del repentino silencio de Citlatzin. Este le contó
sobre su relación con Tzilmiztli y los vientos se llenaron de furia.

Sus celos hicieron que los ríos acordaran con el viento que cuando Tzilmiztli se introdujera en el agua, el viento lo
empujara hacia lo más profundo de las aguas hasta que el joven se ahogara. Querían deshacerse de él. Cuando la joven
noble vio lo que estaba sucediendo no se lo pensó y entró a las aguas para morir junto a su amado. Cuando los ríos se
dieron cuenta de lo ocurrido se enfurecieron aún más y formaron unas corrientes por toda la región que dieron lugar al
lago de Atitlán. El viento que hoy en día sigue soplando de forma habitual es símbolo de que ambos nunca olvidarán el
pecado de Citlatzin.

Aunque la leyenda del Xocomil es una bonita historia de amor que explica el origen del viento del Xocomil. Lo cierto es
que es un fenómeno natural resultado de la combinación de los vientos fríos y los vientos cálidos. Estos cambios de
presión se desplazan muy rápido generando fuertes turbulencias sobre el lago. Al estar rodeado por montañas, el efecto
es más fuerte. Esto ocurre por la tarde.

¡Ya sabes! Si tienes pensado visitarlo y quieres adentrarte en el lago, ten en cuenta el oleaje antes de aventurarte ya que
puede resultar peligroso.

Aunque lo cierto es que el verdadero origen del Xocomil y el lago


Atitlán nada tiene que ver con la historia que cuenta la leyenda, es un
placer viajar y conocer historias tan enriquecedoras como la de la
leyenda del Xocomil.

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