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RESUMEN TEMA 1: EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS (1918 – 1939)
1. De los “felices años 20” a la depresión de los 30
El esfuerzo de reconstrucción de Europa tras la I Guerra Mundial provocó una época de crecimiento económico y de optimismo. Se llamó a este período los felices años 20*. Pero las bases reales de ese crecimiento eran más débiles de lo que parecían: era una economía muy endeudada e inestable (inflación, desempleo…), con una demanda más débil de lo que parecía. El exceso de optimismo favoreció el endeudamiento y la especulación en bolsa. La crisis de 1929* Durante la Primera Guerra Mundial, las empresas estadounidenses habían aumentado mucho sus beneficios. Pero, al finalizar la guerra, muchos productos se quedaron sin vender y las empresas empezaron a tener pérdidas. Sin embargo, las acciones de las empresas tenían un alto valor debido a la compra masiva de acciones de los años 20. En octubre de 1929 se produce el crack de la bolsa de Nueva York. La situación de las empresas generó un clima de desconfianza y la subida del precio de las acciones se redujo. La bajada del precio de las acciones provocó la venta masiva de éstas, sin que hubiese nadie para comprarlas. Entre los días 24 y 29 de octubre (los llamados jueves negro, lunes negro y martes negro) el precio de las acciones en la Bolsa de nueva York se hundió. Particulares, bancos y empresas se quedaron sin dinero para hacer frente a sus deudas. Se sucedieron así las quiebras de bancos y empresas. La crisis se extendió de EEUU al resto de los países. Como no supieron frenarla, se convirtió en una larga depresión* que duró toda la década de los 30, conocida como la Gran Depresión, una de las mayores crisis económica de la historia. Las respuestas planteadas por los gobiernos para superar la depresión de los años 30 fueron variables: Liberalismo económico: política económica que defiende la intervención mínima del Estado en la economía, supuso la reducción del gasto público y bajadas de salarios que crearon más paro y estancamiento. Proteccionismo*: política económica que consiste en proteger la producción local limitando las importaciones o poniéndoles impuestos (llamados aranceles), esta medida redujo el comercio internacional. Intervencionismo*: política económica que supone una fuerte intervención del Estado en la economía. Este tipo de política acabó siendo decisiva para la superación de la crisis. Las trágicas consecuencias sociales de la depresión (desempleo y aumento de la pobreza) crearon el ambiente ideal para el triunfo de los totalitarismos. 2. La democracia: entre el florecimiento y la amenaza Durante el período de entreguerras se produjo el avance de la democracia en países como Alemania y España. Además, la democracia se abrió a la mujer, ya que en los países más desarrollados comenzó a extenderse el sufragio femenino tras décadas de lucha sufragista. Sin embargo, este florecimiento de la democracia fue breve. Pronto la democracia se vio amenazada por la expansión de regímenes autoritarios, entre ellos dictaduras militares, y por los totalitarismos de derecha y de izquierda. Estos ataques se hicieron más peligrosos a partir de la crisis del 29.
3. El ascenso de los tatalitarismos
La amenaza más radical a las democracias vino del auge de los totalitarismos. Un régimen totalitario* es un tipo de sistema político, surgido en el siglo XX, que defiende el total sometimiento de los individuos al Estado, controlado por un partido único cuyo líder concentra todos los poderes y es venerado como un ser sobrehumano. Este tipo de régimen intenta controlar todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos, a los que exigen no solo obediencia sino total adhesión. Los principales regímenes totalitarios del período son el comunismo soviético, de extrema izquierda, y los fascismos, de extrema derecha.
3.1. La Revolución Soviética y el nacimiento de la URSS *
La revolución de octubre de 1917 fue una revolución socialista dirigida por el sector más radical del marxismo ruso, los bolcheviques*. El triunfo de la revolución hizo que el Imperio Ruso fuera sustituido por el primer estado comunista de la Historia: la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Era una federación de repúblicas con un sistema económico socialista, cuya base de poder eran los sóviets (asambleas de obreros, campesinos y soldados). Estos, sin embargo, quedaron controlados por el Partido Comunista, que se convirtió en el partido único. Hasta 1924 Lenin dirigió la URSS y adoptó una Nueva Política Económica (NEP) que combinaba elementos comunistas y capitalistas. Gracias a ello, la economía soviética se recuperó. Tras la muerte de Lenin, Josef Stalin tomó el poder, que eliminó a todos sus adversarios y convirtió la URSS en una dictadura totalitaria en la que se rendía culto a su personalidad. Stalin colectivizó la producción y sometió la economía a una estrecha planificación estatal, diseñada en sus planes quinquenales. Aunque la planificación tuvo efectos muy negativos en muchos ámbitos, logró convertir a la URSS en una potencia económica y militar de primer orden. Mediante la III Internacional (o Internacional Comunista) la URSS dirigió a la mayoría de los partidos comunistas del resto del mundo. La influencia de la URSS radicalizó a una parte del movimiento obrero. A cambio, el temor a ella radicalizó a la derecha, llevándola hacia posturas autoritarias o totalitarias.
3.2. Los fascismos *
Llamamos fascismos* a una serie de movimientos políticos surgidos en el período de entreguerras que combinan los ideales de la extrema derecha con tácticas propias de la extrema izquierda y un estilo innovador. Características: Son anti-liberales y anti-socialistas. Defienden un nacionalismo muy agresivo y el sometimiento de los individuos al Estado. Consideran el uso de la violencia y la desigualdad como valores positivos, lo que se traduce en xenofobia y racismo. Se apoyan en movimientos de masas y crean símbolos y rituales muy atrayentes. Concentran todo el poder en un partido único, organizado como si fuera un ejército y dirigido por un líder carismático. Defienden una economía dirigida por el Estado, cuyo objetivo es conseguir la autarquía*, es decir, la autosuficiencia económica del país. Los movimientos fascistas más influyentes fueron el fascismo italiano y el nacionalsocialismo (o nazismo) alemán. El fascismo italiano * Su líder fue Benito Mussolini, quien creó el Partido Nacional Fascista. Se desarrolló gracias al descontento de la población por la inestabilidad política y los conflictos sociales. En 1922, Mussolini organizó la marcha sobre Roma, en la que miles de fascistas desfilaron por la capital exigiendo el poder. El rey de Italia aceptó y entregó el gobierno a Mussolini.´ Una vez en el poder, Mussolini fue designado duce y creó un régimen totalitario prohibiendo el resto de partidos y anulando los derechos y libertades fundamentales. El nacionalsocialismo alemán * Su líder fue Adolf Hitler, quien creó el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (partido nazi). Se desarrolló gracias al descontento de la población por la humillación sufrida en el Tratado de Versalles, la hiperinflación y la Gran Depresión. En 1933, Hitler toma el poder e implantó un sistema totalitario, el III Reich. El régimen nazi se caracterizó por su extremo racismo. La comunidad judía fue especialmente perseguida, anunciando el horror del holocausto, que sucedería ya durante la II Guerra Mundial. La política exterior agresiva de Italia y sobre todo Alemania condujo al estallido de la II Guerra Mundial.