Ensayo 1 - Evolución
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respecto.
LICENCIATURA EN TEOLOGÍA
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Penna, Romano. Ambiente Histó rico-Cultural dé los Orígenes del Cristianismo. Textos
Creació n, Williams B. Eerdmans Publishing Company Co., 255Jefferson Ave. S.E., Grand
Evangelios Sinó pticos, Casa Bautista de Publicaciones, Primera Edició n de CBC, 1970
EL CUMPLIMIENTO PROFÉ TICO DE LA SALVACIÓ N DE LOS GENTILES
INTRODUCCIÓ N
I. Antecedentes bíblicos
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓ N
tradició n judía, los gentiles eran aquellos que no pertenecían al pueblo elegido de
Israel y, en muchas ocasiones, eran vistos como externos al plan de salvació n divino.
La palabra "gentil" deriva del latín "gentilis", que significa "perteneciente a una tribu o
familia".
cumplimiento de las promesas hechas por Dios en las Escrituras, donde se habla de la
bendició n de todas las naciones a través del pacto con Abraham, relato que
sus discípulos a predicar el evangelio "a todas las naciones". Este enfoque inclusivo y
misió n apostó lica, terminando con la gran comisió n. Al hacerlo, esperamos obtener
culturales, étnicas y religiosas para abrazar a todos los seres humanos en su amor
redentor.
I. Antecedentes Bíblicos
después de la caída del hombre en pecado, había prometido que nacería de mujer un
Promesa que paso a la simiente de Set, fue preservada en la vida de Noé en el arca,
pasa a su hijo Sem y finalmente llega a Abraham que es sacado de Ur de los Caldeos ,
escogido por Dios para que en su simiente fueran benditas todas las naciones (Genesis
6: 1-3).
Desde los tiempos de Abraham, Dios hizo promesas de bendició n a todas las
a todas las personas. A lo largo del Antiguo Testamento, Israel fue designado como un
pueblo escogido por Dios para ser una luz para las naciones (Isaías 49:6). Aunque
Israel a menudo falló en esta tarea, el propó sito divino de bendecir a todas las
naciones a través de ellos seguía siendo una parte integral del plan de Dios.
Una profecía del Antiguo Testamento que nos da luces sobre la inclusió n de los
profeta Isaías presenta la voz de Dios hablando al Siervo del Señ or, que es una
figura mesiá nica. Dios declara que no es suficiente que el Siervo restaure a las
tribus de
1Luis Bonnet y Schroeder, Comentario del Nuevo Testamento, Vol. 1, Los evangelios
Sinópticos, Casa Bautista de Publicaciones, Primera Edición de CBC, 1970, 328.
Jacob o a los hijos de Israel, sino que lo pondrá como "luz para las naciones", para
extensió n del mensaje redentor má s allá de Israel, sino también hacia a todas las
nos habla de la salvació n de los gentiles, en el Antiguo Testamento, Isaías profetizó que
el Mesías sería "luz de las naciones" (Isaías 42:6) y que "verá n todas las naciones tu
salvació n" (Isaías 52:10). Las palabras de Jesú s Á lvarez nos lleva a la reflexió n en el
siguiente pá rrafo.
La vida y el ministerio de Jesú s estuvieron marcados por llamado hacia todas las
personas, incluidos los gentiles. A lo largo de su vida terrenal, Jesú s interactuó con
anticipando así el cumplimiento de las promesas divinas de salvació n para todas las
su libro Cultura bíblica del Nueva Testamento nos hace el siguiente comentario.
1. Jesú s Á lvarez, Historia de la Iglesia: Edad Media. Vol. I. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 2001,
28.
Entonces se inició una persecució n contra los cristianos helenistas que tuvieron
que abandonar Jerusalén, y se dispersaron por Judea y Samaría. Los cristianos
hebreos y los Doce prosiguieron su vida en Jerusalén sin ningú n contratiempo. Con
la dispersió n de los cristianos helenistas dio comienzo la primera expansió n del
cristianismo fuera de Jerusalén; pues de ese grupo surgieron algunos misioneros
que llevaron el anuncio del evangelio en primer lugar a Samaria, regió n que ya
estaba bien dispuesta por la evangelizació n del propio Jesú s; en Sicar había tenido
lugar su encuentro con la samaritana, la cual habló de Jesú s a sus paisanos y
«muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por las palabras de la
mujer» (Jn 4,39); Jesú s «se quedó allí dos días y fueron muchos má s los que
creyeron por sus palabras» (Jn 4,41).2
sus pueblos y culturas tenían creencias religiosas propias, aunque hasta ese momento
Ruth la Maoabita Ruth (1:16). Podemos ver como el centurió n expresa su fe, a través
Antigua:
El centurió n, quien sabe que los judíos raramente entraban en casas de gentiles,
reconoce la misió n especial de Jesú s a Israel (cf.15:27). Al mismo tiempo, expresa
una gran fe, porque entre todas las historias (tanto verídicas como espú reas) de
milagros de sanidad en la antigü edad, las sanidades a distancia eran poco
frecuentes y se consideraban especialmente extraordinarias. 8:9. La respuesta del
centurió n demuestra que él (con el respaldo de la autoridad de Roma) entiende el
principio de autoridad que ejerce Jesú s. Los soldados romanos eran muy
disciplinados y (excepto en casos de motín) obedecían cuidadosamente las
ó rdenes recibidas; eran el ejemplo má ximo de disciplina y obediencia dentro del
imperio romano. 8:10 Los gentiles eran generalmente paganos, y no tenían fe en el
Dios de Israel. 8:11 Este versículo refleja la clá sica imagen judía del futuro
banquete en el reino de Dios. Aunque la Biblia declaraba que era para todos los
pueblos (Isa. 25:6; cf. 56:3-8) la fe y el bautismo en sí mismos introducían al ser
humano, fuese judío o griego, en la sociedad del Mesías.3
gracia de Dios.
Este punto marco un momento crucial en la historia del cristianismo que hasta
ese momento solo eran judíos. Dos hombres jugaron roles significativos en la inclusió n
de los gentiles, el apó stol Pedro fue el primero en predicar a Cornelio en su casa
(Hechos 10:34-35) y el Apó stol Pablo después de su encuentro con Cristo camino a
Damasco (Hechos 9:3) fue comisionado para predicar el evangelio a los gentiles.
rito de Moisés y la circuncisió n, debido a este dilema que se estaba suscitando se crea
el primer Concilio de Jerusalén alrededor de los añ os 50 d.C., (Hechos 15), los lideres
de la iglesia discutieron, si los gentiles convertidos al cristianismo debían obedecer la
la conclusió n de que los gentiles no estaban obligados a seguir la ley ceremonial judía,
siguiente:
marcado por debates teoló gicos, la obra misionera de líderes como Pedro y Pablo, y la
enseñ anza sobre la igualdad y el llamamiento de los gentiles, vemos cumplido lo dicho
Saulo de Tarso, má s conocido como el apó stol Pablo, nació en Tarso, de la tribu
de Benjamín, era un fariseo devoto, conocía la lengua y cultura helenista, estudió bajo
la tutela del famoso rabino Gamaliel en Jerusalén. Era conocido por ser celoso de las
4 Michael Green, La Evangelización en la Iglesia Primitiva, Editorial Nueva Creació n, Editorial Grand
Rapis, Michigan 49503, EEUU. 1997, 196
Su vida cambió dramá ticamente en el camino a Damasco, donde experimentó una
visió n sobrenatural, comprendió que era Jesú s quien hablaba con él (Hechos 9:1-19).
Este evento marcó el comienzo de su misió n como apó stol de los gentiles; comenzó a
alguna comunidad cristiana relacionada con los esenios, pues en sus cartas aparecen
Concilio de Jerusalén, todos eran uno en Cristo (Efesios 2: 13-22). Sus viajes recorrió
llevar el evangelio hasta lo ú ltimo de la tierra. Pero esta misió n no sería fá cil, pues
tenían que lidiar todavía con un pueblo que había crucificado a Jesú s, que tenía
tradiciones judaicas milenarias y que el cristianismo era algo nuevo para ellos,
sabiendo esto les revistió de poder en el aposento alto Hechos 2: 1-4. Se cumple lo
18, Estas ú ltimas palabras son la sanció n divina de la orden que Jesú s acaba de dar
a sus discípulos y a la iglesia; lo ú nico que hace posible su cumplimiento, es esta
solemne promesa que le hace de estar con ellos todos los días, asistiéndoles con su
presencia divina, obrando en ellos y por ellos, ¡por la potencia de su Espíritu. Esta
preciosa promesa, que es en sí misma una nueva prueba de su eterna divinidad, ha
sido visiblemente cumplida por diez y nueve siglos y lo será hasta la consumació n
de la edad. Esta expresió n designa el fin de la economía presente, en que Cristo
volverá en su gloria, reunirá sus redimidos, y elevará su reino a la perfecció n. —
Esta ú ltima escena del evangelio de Mateo corona dignamente todo su libro, cuyo
objeto era probar al pueblo de Israel la dignidad mesiá nica, la realeza eterna de
Jesú s, Desde de la primera palabra hasta la ú ltima, todos los actos y todos los
discursos del Salvador referidos en este libro suministran esa prueba en una
grande y viva unidad.8
No cabe duda que ese poder llego a nosotros por medio de la fe en Jesucristo y el
llamado tan latente en nuestras vidas, es parte de nuestro credo, el cual debemos
cumplir sin ninguna objeció n. Ya que otros en la antigü edad lo dieron todo, incluso
fidelidad Dios para cumplir sus promesas, vemos a lo largo de las Escrituras que Dios
prometió en el Antiguo Testamento que todas las naciones serían bendecidas a través
Cristo fue el centro de ese cumplimiento profético cuando le habla por ejemplo
a la Mujer Samaritana y le dice todo lo que ha hecho en su vida, pero la cumbre fue
cuando murió y resucitó al tercer día, se cumple todo lo dicho por los profetas en el
Antiguo Testamento. Los apó stoles fueron parte fundamental de su ministerio, ya que
por medio de sus escritos podemos hoy entender por medio de las escrituras su plan
Nosotros somos parte de ese pueblo gentil que les llevo la salvació n y también
discipulado.
que predica la palabra de verdad, que a través de la fe que viene por el oír, puedo uno