Delincuencia Infanto-Juvenil - Criminologia
Delincuencia Infanto-Juvenil - Criminologia
Delincuencia Infanto-Juvenil - Criminologia
La delincuencia juvenil comprende los delitos que cometen los menores de edad. En nuestro
país se consideran delincuentes juveniles aquellos adolescentes entre los 14 y los 18 años que
cometen delitos. Este fenómeno se ha estudiado durante años para comprender cómo se
puede llegar hasta ese punto.
Sin lugar a dudas, la delincuencia juvenil es uno de los hechos sociales más importantes
presente en las sociedades.
CAUSAS
Los factores ecológicos y ambientales tales como vivienda inadecuada, bajo ingreso,
niveles de desempleo, casas deterioradas, escuelas inapropiadas, familias
desintegradas y densidad humana, además del hacinamiento, producen
desorganización social y por lo tanto predicen una incidencia alta de delincuencia.
Desequilibrio mental.
Pérdida de valores.
Trastorno infanto- juvenil
PANDILLAS
Las pandillas se suelen nutrir de personas que necesitan establecer vínculos afectivos
que no tienen en otros ámbitos como el escolar, familiar, etc. Son jóvenes con
carencias afectivas que no asumen responsabilidades y no acuden regularmente al
centro educativo, por lo que pasan mucho tiempo en la calle. Con mucha frecuencia
pertenecen a familias desestructuradas y con padres que pasan mucho tiempo fuera
de casa. Sus escalas de valores no son socialmente aceptadas, buscan compañeros con
los que sentirse identificados y refuerzan estos valores y hábitos para sentirse
diferentes al resto.
Al tener normalmente carencias afectivas a nivel familiar son más vulnerables, pues
necesitan referentes y sentirse vinculados a un grupo.
La pandilla ofrece al individuo protección ante cualquier amenaza, sea cual sea. Estos
jóvenes suelen manifestar conductas que dificultan la convivencia en el colegio,
cuestionan y rechazan todo tipo de autoridad, no aceptan ningún tipo de normas,
vengan de donde vengan, pero sí aceptan las normas impuestas por los líderes de la
banda, llegando a hacer cosas que a veces son contrarias a su voluntad, aceptando
órdenes ciegamente, pues solo así conseguirán promocionar dentro de la organización
y obtendrán ciertos privilegios, que serán sobre todo empezar a tener capacidad de
mando sobre otras personas.
Las presiones económicas obligan a ampliar los horarios de trabajo y a eliminar los
momentos dedicados a la integración familiar, la afectividad y la recreación entre
padres e hijos, elementos importantes en su formación.Este este estado de abandono
familiar y moral en diferentes grados y formas, algunos de ellos violentos y
traumáticos, contribuyen a que los jóvenes padres y adolescentes que proceden de
estos hogares sean fácilmente captados por la pandillas, en las que encuentran el
apoyo, la afectividad, identificación y referencia grupal que no encuentran en su
propio entorno familiar.
La desocupación y el desempleo:
Si para el común de los jóvenes es difícil conseguir un empleo, para quienes están
involucrados en pandillas, esas resultan mucho más complicado, pues están en
desventaja frente a los demás, debido a su menor nivel educativo y menores
capacidades y habilidades; esto sin considerar la carencia de recomendaciones
«imagen personal» y los prejuicios y desconfianza que generan en sus potenciales
empleadores. Por otro lado, debido a su aislamiento social, no tienen acceso a
participar en programas de empleo juvenil, Esta situación es percibida por los jóvenes
integrantes de pandillas cuya demanda principal es la necesidad de un empleo. Cuando
se les pregunta a ellos, a sus familiares o a la gente de su barrio por que realizan actos
violentos, la respuesta más común atribuye a la «ociosidad» como la motivación
principal.
La violencia social en nuestro país, han crecido en una sociedad que ha convivido con
la muerte y destrucción, y principalmente, con la pérdida del respeto a la vida; el
desprecio a la autoridad y las leyes; al derecho de los demás, ideas y actitudes que
promovieron tanto los grupos subversivos como la guerra sucia desde el estado.
En los barrios .las pandillas y los delincuentes más avezados han copiado, también,
estos métodos violentos. Así, muchos ven a estos elementos como ejemplos a seguir y
creen que la única autoridad y respeto debe ser impuesto por la fuerza y la violencia.
La mayoría de las pandillas registradas por la policía proceden de hogares que carecen
de condiciones mínimas de vivienda y en un alto porcentaje han abandonado sus
estudios por la falta de recursos económicos o la desintegración familiar.
Esta población pertenece a los grupos socio-económicos Además los padres de familia,
en un buen porcentaje tienen un bajísimo nivel educativo.
BANDAS
La Lopna(2000) es una ley que garantiza a todos los niños, niñas y adolescentes, que se
encuentren en el territorio nacional, el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y
garantías que a través de la Protección Integral el Estado, la familia y la Sociedad
deben brindarle desde el momento de su concepción.