Tarea Vi (Infotecnologia)
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Tarea Vi (Infotecnologia)
ESCUELA:
ASIGNATURA:
PARTICIPANTE:
MATRICULA:
2020-05445
TEMA:
WORD
FECHA:
21-07-2020
Mi primer documento.
1
El asteroide 2024
Era el 2175. Muchas cosas habían cambiado en la Tierra. El esquí lunar era la nueva
moda, y una multitud de pequeños planetas desconocidos hasta entonces habían sido
descubiertos y habitados.
Pero a pesar de este progreso, algunas cosas no habían cambiado. Los niños que se
portaban mal eran castigados y obligados a hacer grandes cantidades de deberes
aburridos, siempre bajo la estricta vigilancia de sus padres y profesores.
Se preguntaba Cartapus en voz baja, cada vez que se asomaba a la ventana y veía
su solitario planeta… Entonces se quedaba imaginando cómo sería escuchar el
resonar de risas y juegos de niños de todas las edades, corriendo y divirtiéndose
por los jardines del asteroide en el que vivía.
Para que el Asteroide 2024 fuera un lugar que llamase la atención a los niños, Cartapus
debía saber lo que más les gustaba. El sabio instaló en su laboratorio una «pantalla de
control» que analizaba los sueños de los niños de la Tierra. Y esos sueños eran claros:
televisión, helados, pizzas, videojuegos, sin castigos, sin deberes, sin pescado hervido,
sólo jugar y divertirse.
Mi primer documento.
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Estaba decidido a eliminar los castigos, los fastidiosos deberes, las coles, las
espinacas y las lechugas, y también las frases «Porque te lo digo yo» y «Estás
castigado».
Para que Cartapus pudiera tener las risas y bromas infantiles merodeando por su
asteroide, tenía que convencer a los niños de que era un lugar mucho más
divertido que la Tierra, pero también, debía encargarse de que hubiera padres y
madres para cuidar a esos niños… ¡Qué petardez tener que hacerse cargo él de
todo!
Las madres robot eran muy similares a las humanas, pero mucho menos serias y
estrictas. No regañaban, no te tiraban de las orejas, no tenían que obligarte a hacer
los deberes, no gritaban, no castigaban, no privaban del postre, no prohibían la
televisión ni los videojuegos, dejaban comer helados y chocolate, incluso antes de
las comidas, y no revisaban si te habías bañado o lavado las manos. Siempre
sonreían, daban besos electrónicos y repetían con voz sintética:
Pocos días después, en todas las pantallas de la Tierra se pudo ver este anuncio:
¿Quieres comer chuches antes de cenar? ¿Jugar descalzo? ¿Estás harto de hacer
deberes?
Mi primer documento.
3
Un día, Enricus Hartus, un niño de siete años, muy desobediente, estaba harto,
HARTO de sus padres, HARTO de los deberes escolares, HARTO del pescado
cocido, HARTO de lavarse los dientes… Así que cuando vio el anuncio, no lo
dudó y marcó el código secreto e inmediatamente el sabio Cartapus apareció en
su habitación.
Enricus se tiró al sofá con sus sucias zapatillas de deporte, sin dar las gracias, y
soltó un estruendoso eructo. Mientras tanto, los padres habían ido a la cocina a
prepararle la cena: mousse de chocolate con helado de cinco sabores.
Todos los días, cuando volvía del colegio, la madre-robot le besaba, siempre los
mismos besos (uno en la frente, dos en las mejillas), encendía los tres televisores,
las dos consolas de juego, el ordenador, y se dirigía directamente a la cocina para
preparar el mousse de chocolate y las pizzas mientras el padre le abría una botella
Mi primer documento.
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de refresco burbujeante y aliñaba con chuches los aperitivos. Por más que Enricus
se portara mal, fuera maleducado o pusiera los pies sucios encima del sillón, no
había el más mínimo reproche por parte de sus padres cibernéticos.
Lo mismo pasaba con los profesores robots… Con el tiempo, los niños habían
olvidado sumar, restar y leer… Pero aún así, ellos estaban contentos con su
alumnado y les premiaban con chocolatinas y otros dulces.
Y otro día, cuando Enricus Hartus regresó más tarde de las nueve a casa, sin un
zapato y lleno de mugre… Su padre le recompensó con una doble ración de
patatas fritas.
Los niños, que se dieron cuenta de que todo era exactamente igual, dejaron de ir a
la escuela y de hacer cualquier cosa. Cuando la habitación estaba desordenada, lo
que siempre ocurría con frecuencia, solo tenían que seguir las instrucciones de
Cartapus: apretar el botón para iniciar el programa de «limpieza».
Una vez, Enricus llegó a casa a medianoche porque se quedó en casa de un amigo
jugando a juegos de ordenador.
– <<¿Ya estás ahí, mi amor? >> dijo mamá robot al verlo entrar… – <<Estoy
muy contento contigo. ¿Todavía quieres ver la tele o te vas a la cama?>> añadió
su padre robot.
Enricus frunció el ceño: ¿así que ni siquiera estaban preocupados por mi? Su
verdaderos padres habrían tenido una gran discusión con él y le habrían obligado
Mi primer documento.
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a prometer que no lo volvería a hacer. Se recostó pensativo en la cama, sintiendo
una ligera molestia en el pecho.
Pronto las cosas se tornaron peor… Enricus tuvo indigestión por las patatas fritas,
el helado, el chicle y la pizza. En un día en que tenía un gran dolor de estómago,
se fue a ver a Cartapus.
– Ya he tenido suficiente», dijo Enricus. – Me siento mal, ya no puedo tragarme
ni media cucharada de helado.
Esa misma noche, Enricus vio a sus padres robots dirigirse a la cocina y tomar los
ingredientes uno tras otro. Galletas, harina, trigo, chorizo, queso, yogures,
pimienta, sal, bandejas de azúcar, líquido del fregadero, servilletas…. Todo a un
rítmo frenético mientras repetían:
Cartapus hizo sonar la sirena especial para reunir a todas las madres y padres
robots en su taller… ¡Había que reajustar estas máquinas urgentemente!
Mi primer documento.
6
Poco a poco, todos los niños que habitaban el Asteroide 2024 comenzaron con
dolores de barriga… Luego vinieron los lloros y los «quiero irme a casa»…
Cartapus, un sabio interestelar… No alcanzaba a comprender qué pasaba. Con las
prisas, olvidó terminar de reprogramar los robots, así que los mandó a medio
ajustar a sus casas para que cuidaran de los niños…
Pero la cosa fue a peor. Los robots, cocinaban la ropa, cortaban las pantallas,
hacían batido de tierra y colocaban la cama en la bañera… ¡Todo un desastre!
Cartapus abrió su nave espacial tamaño familiar y fue recogiendo uno a uno a
todos los niños que habitaban el asteroide.
El planeta terminó explotando: ¡una gran llamarada! Justo unos minutos después
de que la nave de Carpatus con todos los niños dentro pusiera rumbo a la Tierra.
Al pisar suelo terrícola, los niños saltaron a los brazos de sus verdaderas madres y
padres, saboreando las caricias que en nada se parecían a las frías manos
robóticas, sus besos, que no eran necesariamente uno en la frente y dos en las
mejillas, sino también en el pelo o la nariz. Entonces se escuchó:
Todos los niños del asteroide 2024 pidieron reglas y felicitaciones sinceras,
algunos dulces pero no demasiados. Ya no era posible pasar los días comiendo
chocolate y pizzas, jugando a juegos de ordenador sin hacer nada más. Porque el
chocolate sabe aún mejor si se come después de la sopa y el pescado. Así es como
los papás y mamás robot desaparecieron para siempre y las verdaderas mamás y
papás volvieron a cuidar de sus hijos
Mi primer documento.
7
10 NOMBRES DE PERSONAS
Ana 19
Idalia Cristina 19
Carla Cristiel 19
Claribel María 19
Solanyi Altagracia 18
Anthony Paladiy 9
Osia Victoria 11
Margarita Orquídea 44
Ransel 20
Doris 18
Mi primer documento.
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Bibliografía
Cervantes Saavedra, M., 2005. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote De La Mancha. Madrid:
Testimonio.
Citas Cortas A quien se humilla, Dios le ensalza. Cervantes Saavedra, M., 2005. El
Ingenioso Hidalgo Don Quijote De
La Mancha. Madrid: Testimonio.
Citas Largas Don Quijote soy, y mi profesión la Cervantes Saavedra, M., 2005. El
de andante caballería. Son mis Ingenioso Hidalgo Don Quijote De
leyes, el deshacer entuertos,
La Mancha. Madrid: Testimonio.
prodigar el bien y evitar el mal.
Huyo de la vida regalada, de la
ambición y la hipocresía, y busco
para mi propia gloria la senda más
angosta y difícil. ¿Es eso, de tonto
y mentecato?
Citas de Citas
Tierra
Decía Schopenhauer: “No hay No encontré referencia.
ningún viento favorable para el que
no sabe a qué puerto se dirige”
Asteroide
Esquí Lunar
Mi primer documento.