Actividades Didácticas
Actividades Didácticas
Actividades Didácticas
Antes de entrar en detalle y ver algunos ejemplos, es necesario hacer hincapié en que se debe
tener en cuenta que cada grupo es un mundo. Es por ello que, antes de elegir una dinámica de
grupo, se debe saber cómo son las personas a las que va destinada la actividad y cual es el objetivo
que se pretende alcanzar con ella.
Por ejemplo, una misma dinámica puede varia su efectividad en función si se propone realizarla al
principio de curso, a mediados o al final. No tiene sentido realizar una dinámica de presentación
de los miembros de un grupo cuando se está a punto de acabar el curso. Tampoco tendría sentido
probar una dinámica para evaluar la confianza de los miembros del grupo si se sabe con
anterioridad que han habido conflictos y hay tensión.
Además, es importante aplicar las dinámicas de grupo para jóvenes desde un enfoque inclusivo. Si
una o más personas de las que se supone que deben participar se ven incapaces de hacerlo, podría
surgir un problema que antes no existía, debido al sentimiento de exclusión que esto produce.
Aquí veremos varias dinámicas de grupo pensadas para los más jóvenes, explicadas y con
ejemplos. Además, hay algunas indicaciones útiles tanto para padres y madres como para
profesores de escuela y monitores de ocio y tiempo libre.
1. Dinámicas de presentación
Estas dinámicas son especialmente recomendables para grupos de nueva formación, así
como para evitar que algunos jóvenes se sientan marginados o excluidos por los grupos
incipientes que están empezando a constituirse en un conjunto de adolescentes. Y es que muchas
dinámicas de grupo son una herramienta útil contra la soledad.
Se forman dos círculos con el mismo número de personas. El círculo interior mira hacia afuera y el
exterior hacia adentro.
Es muy importante que en ambos círculos haya la misma cantidad de personas, dado que se
formarán parejas. Las personas que estén cara a cara se deberán presentar, de acuerdo a lo que
haya propuesto el dinamizador de la actividad.
Cuando el dinamizador diga “gente a gente”, uno de los dos círculos deberá desplazarse un lugar
hacia la derecha. Así, se cambian las parejas y se presentan de nuevo acorde a las reglas
prestablecidas.
El principal objetivo de esta dinámica, ideal para cuando se ha empezado un curso escolar o de
una materia extraescolar, es la de que todos se conozcan, se sepan los nombres y sepan alguna
afición de sus compañeros.
Una recomendación es que, en caso de que los participantes sean impares, el propio facilitador de
la dinámica se incorpore como un participante más.
Esta dinámica, además de facilitar que los miembros se conozcan, permite poner a prueba la
memoria.
Se forma un círculo y empieza uno de los miembros diciendo en voz alta su nombre y lo que se
llevaría a una fiesta imaginaria. A continuación, el compañero de al lado se presenta y dice qué se
llevaría él a la fiesta, además de repetir el nombre y lo que ha dicho el anterior a él.
1.3. Rompehielos
Como indica su nombre, esta es una de las mejores dinámicas para adolescentes cuando el
objetivo es "romper el hielo" y que se conozcan a través de una conversación inicial.
Para ponerlo en práctica en una actividad escolar, en un campamento de jóvenes o unas fiestas
populares, divide a los adolescentes en parejas y dales unos cinco o diez minutos para hablar entre
ellos y conocerse, indicándoles que cada uno debe conversar durante la misma cantidad de
tiempo. Después, pide a cada pareja que comparta con el grupo una característica interesante o
llamativa sobre su compañero/a.
Estas dinámicas para jóvenes son ideales para crear un ambiente distendido en el que estrechar
lazos.
Se forman dos filas con la misma cantidad de miembros, que se miran los unos con los otros.
Todos ponen caras serias al principio, pero son libres de hacer cualquier gesto o mueca o incluso
contar algún chiste.
El objetivo de esta dinámica es conseguir que un miembro de la fila contraria se ría, generando
una situación informal y divertida.
Cada participante debe escribir en una hoja sobre sus miedos y esperanzas en relación a algo que
haya vivido. El facilitador en la dinámica invitará a los jóvenes a decir aquello que han apuntado en
sus papeles.
Lo esperable es que al principio casi nadie quiera. Es por esto que el dinamizador debe fijarse en
aquel miembro del grupo que sea el más asertivo, para proponerle que sea el primero en hablar.
Una vez hecho esto, es más probable que el resto quiera comentar lo que ha apuntado.
El facilitador en la dinámica irá apuntando lo que comenten los jóvenes en una pizarra. Una vez
han hablado, se marcarán aquellas emociones que hayan sido las más comentadas y se debatirá
sobre ellas.
Esta es una de esas dinámicas de grupo para jóvenes que funcionan mejor si sus participantes ya
se conocen aunque sea un poco, ya que se presta mucho a compartir comentarios constructivos y
observaciones de apoyo moral acerca de los demás. Además, es un poco parecida a la anterior.
Para ponerla en práctica, pide a los adolescentes que compartan un recuerdo importante y
significativo acerca de su pasado y que expliquen cómo les ha afectado en su manera de ser hoy
en día. Es decir, que deben plasmar en palabras una vivencia personal que ayuda a entender su
personalidad, sus valores o sus intereses y prioridades. Esto ayudará a construir conexiones
de empatía y comprensión entre los miembros del grupo.
Varias actividades para trabajar las habilidades comunicativas y la gestión de mas emociones ante
el punto de vista de los demás.
En el suelo se marcarán dos líneas paralelas y separadas por poca distancia, pero la suficiente
como para que quepan los participantes en fila. Los miembros del grupo no podrán salirse de
estas dos líneas. El dinamizador de la tarea dirá en voz alta un criterio con el cual los participantes
deberán ponerse en orden, como por ejemplo fecha de nacimiento, altura, color de la ropa
formando un arcoiris…
3.2. El submarino
Aunque es una dinámica utilizada más para niños, lo cierto es que los adolescentes y jóvenes
adultos pueden encontrarlo divertido.
La idea es que, si el submarino se acerca a una mina submarina, la mina deberá decir “pi, pi, pi”
para evitar que se choque.
Es una dinámica bastante buena en caso de que haya habido un conflicto. El motivo de ello es
que, en caso de que haya habido un conflicto entre los miembros del grupo, tendrán que
interactuar entre ellos de todas formas para evitar chocarse y salir malheridos.
El dinamizador hace preguntas relacionadas con aspectos éticos y morales, como por ejemplo:
¿qué harías si ves una cartera con 500€? ¿Qué personaje histórico crees que sería el más
adecuado para nuestros tiempos? ¿Cómo actuarías si ves a alguien maltratando a otra persona en
la calle?
Los participantes, que pueden estar divididos en grupos o formando un gran círculo alrededor del
dinamizador, deberán reflexionar una respuesta a la pregunta planteada.
El objetivo es que fluya el debate, que sean los propios miembros del grupo que den sus opiniones
y las vayan matizando cada vez que surge una nueva reflexión, a la vez que gestionan sus
emociones ante las opiniones distintas a las suyas. Es muy importante que el dinamizador no dé su
opinión ni influya en lo que piensa el grupo.
Los participantes se colocarán en círculo. Empezará uno, dando tres características básicas de un
paisaje que está visualizando. El siguiente deberá hacer lo mismo, pero repitiendo lo que ha dicho
el primero, y así sucesivamente.
Esta actividad fomenta la creatividad y permite ser usada a cualquier edad, lo único que se debe
tener en cuenta es el nivel de dificultad.
Ofrece materiales de creación artística como por ejemplo acuarelas, lápices y/o rotuladores y pide
a los adolescentes que trabajen en colaborando y coordinándose entre sí para crear una obra de
arte que represente algún aspecto del grupo. Lo recomendable es que opten por metáforas, no
hace falta que creen una representación realista acerca de qué apariencia tiene el grupo que
forman (de ese modo evitaremos que se intente crear retratos muy realistas de cada uno de los
integrantes, algo clave teniendo en cuenta que muchos adolescentes tienen problemas de
autoestima con su propio cuerpo).
5. Dinámicas de cooperación
El dinamizador ha escondido un tesoro en algún lugar. Se forman equipos y estos deben tratar de
averiguar dónde se encuentra el botín.
Para hacerlo más interesante, se recomienda plantear esta dinámica en forma de
gincana, poniendo notas o pistas para activar la curiosidad y también dar datos para que los
grupos vayan reflexionando sobre dónde está lo que buscan.
El objetivo es que mediante el trabajo en equipo logren encontrar aquello que el dinamizador ha
escondido.
Se forman grupos con unos 5 o 6 miembros cada uno. Estos grupos deberán elaborar una lista de
unas 10 cosas que compartan sus miembros. Para evitar ir a lo fácil, queda terminantemente
prohibido mencionar partes del cuerpo, ropa o trabajo.
Cuando todos tengan sus listas hechas, deberán dictarlas en voz alta al dinamizador, quien las
apuntará en la pizarra. Así, se podrá ver con más claridad qué cosas tiene en común todo el grupo,
y a partir de aquí abordar futuras actividades encaminadas a los intereses compartidos.
Forma un círculo con los adolescentes y da a cada uno una cuerda. Pide que se agarren de la
cuerda con ambas manos y que, coordinándose entre sí, formen el contorno de diferentes
figuras juntos, como por ejemplo una flecha, una estrella o un corazón. Idealmente, hay una
persona que, estando en una posición cercana y elevada, hace una fotografía del resultado visto
desde arriba. Como dinamizador o dinamizadora de esta dinámica de grupo para jóvenes, debes
fomentar la coordinación, la comunicación y la cooperación para lograr cada figura.
Estas son las ventajas que las dinámicas de grupo aportan al desarrollo psicosocial de los
adolescentes.
Les ayuda a conectar emocionalmente con otros jóvenes yendo más allá de los prejuicios.
Potencian un sentimiento de pertenencia al grupo muy útil para que nadie se sienta
desplazado o solo, y se eviten problemas de autoestima.
Les ofrece un contexto guiado en el que expresar sus emociones de una manera honesta.
Son una experiencia divertida en la que gestionar las diferencias entre uno mismo y los
demás, algo clave para desarrollar habilidades sociales.
Les enseña que el aprendizaje no siempre es individual, sino que puede ser un fenómeno
colectivo.
Práctica de Soporte Técnico en Vivo
Actividad:
Hacer que los "clientes" presenten sus problemas y los "técnicos" intenten solucionarlos a través
de llamadas o chats simulados.
Ejemplo: Crear una guía paso a paso para reinstalar un sistema operativo, manual de configuración
de redes.