BACTERIOFAGOS
BACTERIOFAGOS
BACTERIOFAGOS
Actividad 1:
La historia del descubrimiento de los bacteriófagos ha sido objeto de muchos
debates, los cuales incluyen una controversia sobre quién fue su descubridor. En
1913, el bacteriólogo británico Frederick Twort descubrió un agente bacteriolítico
que infectaba y mataba a las bacterias, pero, no fue capaz de saber qué era
exactamente dicho agente, señalando en una de sus hipótesis que, entre otras
posibilidades, podría tratarse de un virus. No fue sino hasta 1917, cuando el
microbiólogo canadiense Félix d'Herelle anunció el descubrimiento de "un invisible
antagonista microbiano del bacilo de la disentería", al cual afirmó que se trataba de
un virus al cual llamó bacteriófago. Los trabajos de d'Herelle iniciaron desde 1910 y
en contraste con Twort y algunos otros científicos que habían reportado fenómenos
similares, tuvo pocas dudas sobre la naturaleza del fenómeno que estaba
observando y afirmó que se trataba de un virus que parasitaba a la bacteria. El
nombre bacteriófago lo formó de la palabra "bacteria" y "phagein" (comer o devorar,
en griego), implicando que los fagos "comen" o "devoran" a las bacterias.
Los bacteriófagos también llamados fagos al igual que los virus que infectan células
eucariotas, los fagos están constituidos por una cubierta proteica o cápside en cuyo
interior está contenido su material genético, que puede ser ADN, de 5000 a 500 000
pares de bases. El tamaño de los fagos oscila entre 20 y 200 nm aproximadamente
griego payintov alimento agresivo Se pueden dividir en bacteriófagos de "cola" y sin
"cola".
La diferencia entre ambos es que los bacteriófagos de cola poseen unas pinzas que
permiten inyectar el material genético dentro la bacteria huésped y no dependen del
ingreso dentro la célula huésped. En contraste los bacteriófagos sin cola son
similares a los virus eucariotas porque dependen ingresar dentro la célula huésped
para su replicación. Entre los bacteriófagos sin cola se pueden hallar los
bacteriófagos filamentosos clasificados en el reino Loebvirae y bacteriófagos
icosaedros o esféricos. Los bacteriófagos de cola comprenden más del 80 % de los
fagos y se clasifican en la clase Caudoviricetes. Los bacteriófagos sin cola
icosaedros o esféricos se clasifican en diversos taxones virales.
Zacarías Eusebio tuluxan ceto sección 91
Actividad 2:
Actividad 3
ejemplo
Zacarías Eusebio tuluxan ceto sección 91
Actividad 4
Roles en la naturaleza:
.
Las bacterias mantienen una relación estrecha con las plantas, las cuales son beneficiadas
por dos mecanismos: directos, aquellos que promueven su crecimiento; e indirectos,
aquellos que dañan a microorganismos Fito patógenos. En el cual las bacterias facilitan la
adquisición de moléculas benéficas que están en el suelo, pero son poco disponibles para
las plantas, esto mediante la fijación de nitrógeno, la solubilización de fosfatos y el
secuestro de hierro mediante pequeñas moléculas bacterianas llamadas sideróforos.
También, modulan los niveles de compuestos vegetales muy importantes denominados
hormonas vegetales o fitohormonas (como auxinas, citosinas, giberelinas, etileno), las
cuales juegan un rol muy significativo en el desarrollo y crecimiento de las plantas,
interfiriendo con la división, diferenciación y extensión celular, desarrollo de las raíces,
germinación de semillas, fotosíntesis, formación de pigmento, floración, madurez de las
hojas o frutas y resistencia ante condiciones estresantes
Actividad 5
Los bacteriófagos o fagos son virus que infectan exclusivamente bacterias, son sus
depredadores naturales y, por tanto, son inofensivos para los animales y vegetales. Los
fagos son las entidades más abundantes del planeta y se encuentran en todos los ambientes
que habitan las bacterias.
Zacarías Eusebio tuluxan ceto sección 91
Actividad 6:
Aplicaciones en Medicina
el tratamiento con bacteriófagos es una tecnología prometedora para el tratamiento de
infecciones bacterianas. Actualmente, solo se usan para casos graves de infecciones con
bacterias resistentes a antibióticos como un último esfuerzo para curar al paciente. Sin
embargo, su poca aplicación se debe más que nada al limitado desarrollo que tiene este
método. Como toda tecnología novel, tiene sus retos y dificultades pero que, si se logran
superar, potencialmente se puede volver un tratamiento.
La principal ventaja contra los antibióticos es que estos microorganismos evaden la
resistencia antibiótica que puedan presentar las bacterias en segundo lugar, es
prácticamente imposible que ataquen a las células de nuestro propio cuerpo y además
debido a la alta selectividad de los fagos contra las especies que atacan, no hay ningún
riesgo que infecten a las bacterias benéficas que habitan en nosotros. Cosa que los
antibióticos no pueden hacer pues no discriminan entre bacterias patógenas y benéficas
por lo que terminan exterminando parte de nuestra flora intestinal, lo que puede generar
efectos secundarios. Finalmente, es mucho más fácil desarrollar un tratamiento nuevo con
fagos que un nuevo antibiótico tratamiento común en vez de una alternativa.
Como todo tiene también tienen sus claras desventaja al ser una alternativa que se está
explorando todavía no se obtiene una efectividad tan alta como la de un tratamiento con
antibióticos (siempre y cuando la bacteria no sea resistente). Esto se debe principalmente
a que la producción de los fagos es algo complicado. Pues para esto se debe hacer un cultivo
de bacterias e infectarlas con los virus, dejar que se multipliquen y exterminen a las células,
y después recuperar solamente a los fagos. Este último paso es el que ha demostrado ser
particularmente complicado ya que los virus son extremadamente pequeños y son difíciles
de separar de los restos de las bacterias muertas, además que es muy importante que no
se cuelen los restos de células pues si se inyectan pueden producir una respuesta inmune
agresiva y causarle una sepsis al paciente