Vestimenta Clasico

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VESTIMENTA CLASICO

Traje sastre

El traje sastre es una prenda muy importante para la mujer, sobre todo en el ámbito profesional,
ya que indica formalidad, personalidad, carácter y buen gusto al vestir. Debe ser traje sastre (saco
y falda o pantalón) completo o combinado, blusa de manga larga. También puede usarse una
combinación de saco y vestido.

El color
Los colores deben ser oscuros, pues dan mayor formalidad y seriedad, sugiriendo: azul marino, gris
oscuro, negro y café oscuro. Es preferible no usar estampados, pero si se elige uno, deberá ser
discreto.

Falda

Se sugiere usar la falda o vestido justo a la altura de la rodilla, ya que esta medida es la indicada
para portar en el ámbito de los negocios. Fuera de este marco, también es aceptado que el largo
pueda ser hasta la mitad de la pantorrilla. La falda preferentemente debe usarse con medias, las
cuales tendrán que ser lisas y sin fi guras.
Blusa

Su corte debe ser tipo clásico, es decir, blusa camisera con botones en todo su largo, manga larga
o tres cuartos. La blusa de manga corta no es apropiada en los negocios. También será válido
utilizar blusas cerradas con cuello alto, redondo o en “V”. En ambos casos se debe evitar el escote.
Los colores que se recomiendan son claros, en tonos pastel. El blanco siempre resulta una buena
opción y le da mayor formalidad a la vestimenta. Pueden usarse lisas, con rayas delgadas o
estampados discretos.

Zapatos

Los zapatos son el refl ejo de la higiene y el cuidado personal. Es la prenda que define el grado de
formalidad al vestir. En este sentido siempre se usarán zapatillas (cerradas). Son recomendables
los zapatos de color negro, azul marino o café, de acuerdo con el color del traje sastre o que
combinen con el mismo. La suela será de cuero, no de goma. Se sugiere tacón de 5 cm. En caso de
usar botas, deberán ser de los colores mencionados y la falda o vestido siempre tendrá que cubrir
la parte superior de las mismas.
Joyería

Los accesorios forman parte total de la personalidad de una mujer, por ello se recomienda usar lo
siguiente: La joyería clásica como un hilo de perlas, una cadena de oro, de plata o imitación, aretes
pequeños metálicos o de perlas, prendedores, esclavas de oro, etc. Todas las mujeres pueden usar
este tipo de joyería, ya que es la más adecuada para el trabajo, por lo que nunca se estará fuera de
lugar. Estos accesorios deben ser discretos y se sugiere no usar más de tres.

Cinturón

El cinturón debe ser del mismo color que los zapatos, usando preferentemente colores oscuros o
que combinen con el traje.
Maquillaje

El maquillaje es parte importante para proyectar una imagen profesional, por lo que debe ser
discreto y natural.

Cabello

El cabello es uno de los puntos de atención más relevante en las mujeres, por lo que se deberá
mantener en constante cuidado y arreglo. En caso de teñir el cabello se recomiendan tonos
discretos que vayan de acuerdo con la tez, evitando las mechas llamativas.

Manos
El cuidado de las manos también es un aspecto fundamental para la imagen de la mujer. Es
recomendable decorar las uñas con colores discretos, evitando llevarlas demasiado largas, así
como portar exceso de anillos.

VESTIMENTA FORMAL:

EL ESMOQUIN Se utiliza en acontecimientos sociales que transcurren de noche y no precisan el


uso del frac. Su origen parece remontarse a un traje de corte militar que se adaptó a la vestimenta
civil y se difundió en los clubes de fumadores de Inglaterra del siglo XIX donde se exigía este tipo
de etiqueta, (smoke = fumar y de ahí el nombre de la vestimenta).

De qué se compone:

La tela es de alpaca o granito.

La chaqueta es cruzada con una o dos filas de

Botones. Las solapas y el forro son de seda. De color negro preferentemente, salvo en verano que
puede ser beige o blanca y que se usan éstas últimas en actos preferentemente al aire libre. Si la
chaqueta es cruzada no se debe vestir fajín. Solo se abrocha el botón superior.

El pantalón es liso y negro con un vivo negro en el lateral que cubre las costuras. No lleva vuelta en
el bajo.
La camisa suele ser de hilo o popelín blanco, plisada o lisa, lleva una solapa
de cubrebotones, aunque si éstos fueran a la vista por regla general serían de
perlas. El cuello puede ser de puntas matadas (tipo pajarita) o más
raramente normal. Los puños de las mangas serán dobles o de tipo francés para facilitar el
uso de gemelos.
No se utiliza cinturón.Puede utilizarse chaleco de la misma tela que la chaque ta o de
seda , (aun que existen tenden cias modernas de origen anglosajón que van incluyen
do fan tasías en el diseño de la tela) o un fajín de seda negra o de tonos sobrios haciendo
juego con la pajarita. Si el chaleco se usa no debe ponerse el fajin.
Se utiliza corbata de pajarita negra que se coloca por encima de los cuellos o
puntas matadas. La cinta de la pajarita se coloca por debajo del cuello de la camisa.
Los zapatos serán lisos, de cordones, negros y de charol. En algunas fuentes bibliográficas se
admite el uso de zapatos de hebilla menos formales. Los calcetines de color negro serán finos, de
hilo o seda y altos. Se complementa con un gabán negro y bufanda de seda blanca y guantes
blancos, de color hueso o grises confeccionados de gamuza o piel. Si queremos llevar un
pañuelo, este habrá de ser blanco, en hilo o algodón, aunque también se ven otras
combinaciones de color. Condecoraciones: en España no se admite llevar condecoraciones en el
esmoquin, y es utilizado en bailes, fiestas y espectáculos, principalmente.
EL CHAQUÉ

La palabra chaqué proviene del francés jaquette. Este tipo de


prenda comenzó a ser
utilizada a mediados del siglo XIX y era utilizado, en un principio,
como indumentaria para
montar a caballo en la Corte Británica. Adquiere el nombre de
jaquette en Francia. En Gran
Bretaña y Estados Unidos se denomina Morning Coat.
Dependiendo de la estación del año se realizará en tela de vigoña para
el invierno y de
alpaca en verano. El color será negro o gris marengo.
Se utiliza exclusivamente en aquellos actos que tengan lugar entre las
nueve de la mañana
y aproximadamente las siete de la tarde. Son actos sociales
relevantes, bodas o funerales de
etiqueta. Coloquialmente se dice que "van vestidos de pingüino". Se
compone de:
La chaqueta tiene forma de levita larga que comienza su disminución por delante
terminando en una especie de faldón por detrás, dando lugar a dos colas que
terminan en semicírculo. Es de color negro (el más usado en España) o gris oscuro, gris
marengo muy elegante usado fundamentalmente en Inglaterra. Su confección es
de vigoña. El pantalón será de pinzas, de corte clásico, de rayas verticales grises y negras
salvo que el chaqué sea gris, en cuyo caso el pantalón también será gris. El bajo sin vuelta.
Confeccionado generalmente de cheviot.
La camisa blanca de hilo o popelín puede almidonarse para dar más rigidez. El cuello es
normal, tipo inglés o italiano, sin botones. Las mangas con puños dobles para
el uso de gemelos.
El chaleco se confecciona de la misma tela que la chaqueta, con una fila de botones o
cruzado. Lleva un vivo que puede ser claro en las bodas y actos oficiales que transcurran por la
mañana. Si se trata de un funeral el chaleco será negro y sin ribetes. Al igual que en
el esmoquin se están introduciendo tendencias americanas en las que el chaleco cambia su
cásico color gris por otras tonalidades e incluso estampados diversos.
No se utiliza cinturón. En caso de ser imprescindible se llevan tirantes.
Corbata: es de color gris uniforme o a rayas de dos tonalidades grises inclinadas, con
nudo pero de tamaño más pequeño de lo normal, aunque existen bibliografías en las
que se describe el uso del nudo windsor. Se denominan corbatas de plastón y se
abrochan por detrás. En caso de tratarse de un funeral será de color negro. Puede ir
adornada por un alfiler de corbata con una cabecita de perla.
Los zapatos por norma general son lisos, de cordón v negros, aunque se admiten también
cerrados de pala lisa o con hebilla, incluso los botines de media caña.
Los calcetines serán negros, altos y de hilo.
Condecoraciones: sólo de admiten en miniatura en el ojal.
Sombrero. Aunque ya no es frecuente su utilización, el sombrero será de copa, negro o gris, en
pelo o seda brillante.
Guantes. De vestir, de ante u otra piel similar, de color gris. Son poco utilizados.
Otros complementos muy poco usados hoy en día: el bastón, apenas utilizado; pañuelo, de
hilo, de color blanco y liso, o con iniciales grabadas y flor en el ojal (al gusto del usuario o
tendencia de moda y en las bodas). Puede complementarse con un gabán negro y bufanda
de seda blanca.

El chaqué no admite condecoraciones (puede lucirse alguna


miniatura de las mismas). En las
bodas, es aconsejable diferenciar el color del chaqué del novio
del de los testigos.
Los chaqués han evolucionado sobre su "formato clásico" al
extenderse su utilización, sobre
todo en las bodas que se consideran de cierto "postín". La
parte que más novedades ha
incorporado es el chaleco, dándole un toque de "color" a este
tipo de vestimenta. Podemos
verlos en una amplia gama de tonos pastel.
Por ejemplo, se ha "importado" en cierta medida, la
costumbre de utilizar un chaqué de color gris, que es muy
utilizado en Francia y Reino Unido, para las bodas y
las carreras de caballos (véase Ascott, por ejemplo).
No obstante, todos ellos son válidos, siempre que se
respeten los principales componentes del atuendo, y se vista en su horario (aunque esto
tampoco suele ser muy respetado, sobre todo en España en el que se ha extendido su uso a las
bodas por la noche).
EL FRAC

Es el atuendo de gran gala. Podemos


decir que es la indumentaria masculina
de máxima etiqueta. Se utiliza
solamente en aquellas ocasiones en que
se exige máxima
etiqueta. Son actos que se realizan por la
noche y en lugares cerrados. Sólo se
utilizará
De día en ocasiones muy concretas como
actos académicos. Presentación de
credenciales al Rey canonizaciones…
Se compone de:
La chaqueta se caracteriza porque es
corta por delante acabada en dos picos
hacia los laterales y termina en dos colas
por detrás. Se confecciona en tela de granito
de color negro o azul noche. El forro es de seda negra. al igual que el cuello y las solapas.
La botonadura es sencilla.
El pantalón, sin vuelta en el bajo, se confecciona de la misma tela que la chaqueta. Las
costuras laterales se tapan con un vivo de unos dos centímetros de ancho doble de seda.
La camisa será de seda o popelín con botones planos o perlas. La pechera va almidonada
al igual que los puños, que son dobles para facilitar el uso de gemelos o botones de perlas. El
cuello es de puntas matadas. La abotonadura puede ser de perlas o pequeños brillantes, en
algunos casos.
El chaleco es ajustado, cruzado o recto de una fila de botones que suelen ser de perlas. Está
confeccionado en piqué, moaré, o seda de color blanco. Sobresale de la chaqueta por la parte
inferior delantera en medio centímetro. Sólo se utilizará el chaleco negro cuando sea una visita
al Papa o si se trata de actos académicos.
No se utiliza cinturón.
La corbata será de pajarita en piqué blanco. Al igual que el chaleco,
será negra sólo en las situaciones descritas anteriormente,
ceremonias fúnebres, y para los maîtres de hostelería.
Los zapatos serán negros, de charol y con cordones.
Actualmente se utilizan también en piel.

Los calcetines, como en toda ceremonia de etiqueta. Serán negros, de


hilo y altos.
Los complementos que admite el frac varían desde un pañuelo blanco
de hilo, sombrero ch iste ra en seda mate , guante s de piel
blancos, capa española hasta una flor en la solapa sólo en
ceremonias de boda, gabán y bufanda en seda blanca.
Condeco raci ones: es la única prenda de etiqueta que admite co
ndeco raci ones. Se co loca n en el lado izquierdo, a la
altura del co razón y en su tamaño original. Si se viste banda,
habrá de hace rse por enci ma del ch aleco , si el acto lo preside un Jefe de
Estado es obligato rio.
Si el ti empo lo requiere, co n las prendas de eti queta podemos vesti r
enci ma un abrigo recto , largo, de corte cl ásico , negro o azul marino, de
lana o de ca chemir, o bien la muy nuestr a ca pa española.
EL FRAC COLONIAL O SPENCER

El spence r es un ti po de frac, ta mbién co noci do co mo "f rac colonial", que apenas


se uti liza en Es paña. En algunos países anglosajones es nombrado co mo
"b lack or white jack et".
De caracte rísti ca s muy similares al frac; una de las mayores diferenci as es la ch
aqueta, que apenas ti ene un poco de falda, y en el ce ntro del ta lle, aca ba en
una ligera punta .
Al igual que su "h ermano" el frac, es una prenda para uti lizar únicamente por la
noch e, y en oca siones de gran gala.
La s prendas básicas que co mponen este vestuario son:
El tejido del spencer puede ser en cualquier género en el que se confeccione el frac,
(tejido de granito, o granito pólvora, generalmente), e incluso de hilo, con la diferencia
que no lleva vistas de seda, como el frac. Los colores siempre oscuros, negro, o azul
noche.
El chaleco, blanco, cruzado o sin cruzar, de piqué o moaré de seda.
Los pantalones, iguales que los del esmoquín, con una banda lateral muy estrechita.
La camisa con cuello de pajarita, de hilo o lino fino, con puños dobles para los gemelos.
El lazo negro. La corbata negra, y chaleco negro, son para actos religiosos, académicos y altas
ceremonias de los tribunales. La corbata blanca y el chaleco blanco, se utiliza en recepciones,
cenas y celebraciones en general de gran gala. En la cintura faja de seda de color blanco o
negro, dependiendo de la ocasión. Si utilizamos abrigo con él, largo, de corte clásico, en negro o
azul noche, de lana o tejido similar.
En lo que respecta al resto de complementos de esta indumentaria, zapatos (de charol
negro, lisos y de cordones), sombrero (apenas utilizado), guantes, calcetines (finos, negros,
de hilo o seda), etc. los mismos requisitos que hemos indicado para las distintas prendas del
frac. El pañuelo, si se lleva, de hilo o algodón blanco.
Se utiliza en lugares cerrados, bailes, recepciones, teatro, ópera, etc. Es una prenda muy poco
utilizada en casi todos los países. Al igual que el frac, se admiten todas las condecoraciones. Al
igual que el frac, el chaleco y la corbata, marcan el tipo de ceremonia-acto al que acudimos.
LOS UNIFORMES CIVILES
Están constituidos estos uniformes por la vestimenta a la que
tienen dere cho y, a
veces, obligación de utilizar las personas que pertenecen a
deter minados Cuerpos o
Corporaciones del Estado. También los funcionarios de
otras Administraciones
públicas ajenas al Estado tienen asignados unifor mes
para uso en determinadas
ocasiones.
Nuestra historia administrativa constituye una buena muestra de cómo el
legislador español dedicó especial atención a regular los uniformes de los funcio nari os
civiles. El famo so Re al Decreto de Br avo Muril lo de 18 52 , que ordenó por primera
vez la función pública, se ocupó de la totalidad de los funcionarios , a los que había
dividido en cinco categorías. El uni forme era símbolo de categoría administrativa y
las dos últimas cate gorías de funcionarios no tenían derecho a su uso.

Muy pocas fueron las disposiciones posteriores que


reglamentaron la materia de
manera general, que iba a quedar reservada para los
distintos reglamentos de los
cuerpos de funcionarios, que empezaron a proliferar.
En tre tales disposiciones
merecen destacarse dos: un Decreto de 1942, por el
que se crearon el uniforme,
emblemas y distintivos para los funcionarios del Ministerio de
Hacienda: y una Orden de
1939, sobre el uniforme de los Gobernadores civiles, que fueron utilizados durante
bastantes años.
Los uniformes civiles son muy diversos, conservando algunos de ellos formas muy
tradicionales , y sobre ellos se llevan los emblemas o distinti vos propios de cada
Cuerpo o Corporación. Dado que pueden utilizarse en distintas ocasiones, suele haber
establecidas dos clases de uniformes, uno para diario y otro para vestir de etiqueta
o de gala. En contra de lo que acontece respecto de los uniformes militares, los
uniformes civiles son de uso cada vez menos frecuente. Y casi siempre potestativo.
Hoy día se han convertido en indumentaria que tie nen derecho a utilizar los
funcionarios civiles en actos sociales de cierta etiqueta o relieve , pero que en
contadas ocasiones se les exige para actos de servicio.
Puede decirse que casi todos los Cuerpos superiores al servicio de los tres
poderes han dispuesto de uniforme que han tenido el derecho de utilizar, aunque ese
derecho sólo se hubiera ejercido en contadísi mos actos de etiqueta y de carácter
privado. En la época recientemente pasada, en que eran frecuentes las recepciones
oficiales, los miembros de aquellos Cuerpos tenían más ocasiones para poder
utilizar los uniformes propios de la Corporación a que pertenecían, pero, aun en esos
casos, cada vez eran más proclives a ir prefiriendo el uso de la etiqueta civil.
Ello no impedía, ni impide, que a los actos oficiales puedan acudir de uniforme
quienes tienen derecho a ellos, cosa que ocurre cuando el acto es de gran relevancia.
Pero queda constatada la tendencia que va conduciendo a la desaparición del uso de los
uniformes civiles.
Lo expuesto, que dicho así, con carácter general, no deja de ser cierto, registra algunas
excepciones. En primer lugar, el uso de las insignias y medallas que, sin ser
condecoraciones, decoran parte del atuendo de quienes integran un Cuerpo o una
Corporación pública sigue siendo una realidad. Y ese fenómeno se produce no sólo en lo
que se refiere a los miembros de los Altos Cuerpos del Estado, sino también por lo que
respecta a las Enti dades públicas territoriales infraestatales y Corporaciones de derecho
pú blico.
Constituyen una segunda excep ción algunos miembros de carreras, cuya función
exige la asistencia a determinados actos , que deben celebrarse con un ceremon al
preestablecido y del que la normativa o costumbre no permiten prescindir. Es el
caso de los miembr os de la
carrera diplomática, que se ven obligados a actuar debidamente uniformados
cuando ejercen ciertas funciones (presentación de cartas credenciales. por ejemplo).
Otra excepción que podría aportarse aquí es la de los miembros de las carreras judicial y
fiscal y secretarios judiciales, que, diariamente, actúan en las salas de las Audiencias españolas
haciendo uso del traje de ceremonia, consistente en la toga, medalla y placa reglamentarias. Lo
mismo puede decirse de los miembros de los Colegios de Abogados y Procuradores de los
Tribunales, que acuden a estrados con el traje de toga que determina la ley.
Y no puede olvidarse que los miembros del Cuerpo Nacional de Poli cía, instituto armado
de naturaleza civil, tienen el derecho y la obligación del uso del uniforme y de las divisas
identificativas establecidos. Uniforme que puede ser el de gala o el de trabajo: el primero para
actos oficiales y públicos que lo exijan y actos sociales de significación: y el segundo, que se
utilizará u no, en función del destino que ocupen o del servicio que desempeñen. El color del
uniforme es azul marino.
Para terminar, diremos que cuando Diputaciones provinciales y Ayuntamientos asisten en
corporación a algún acto, sus miembros llevan la medalla corporativa y el Presidente el bastón
de mando. Cuando asiste en comisión un número determinado de diputados o concejales,
éstos llevan el botón miniatura de la medalla.
Los funcionarios que llevan armas y que dependen de una Comunidad Autónoma o de las
Corporaciones Locales (Diputaciones y Ayuntamientos) usan también uniforme en actos de
servicio, al uso de los militares.
LOS UNIFORMES MILITARES

Son los que


reglamentariamente utilizan
los miembros de las Fuerzas
Armadas, pues, según
las Reales Ordenanzas, los
militares tienen derecho a
vestir el uniforme, y su
uso será
obligatorio en todo acto de
servicio, a no ser que la
autoridad militar ordene lo
contrario o
dispense de su utilización.
Los uniformes militares son objeto de una escrupulosa regulación, que se produce con todo
lujo de detalles y cuya descripción completa es extensísima. Cada uno de los tres Ejércitos
cuenta con uniforme propio, existiendo otro para los llamados cuerpos comunes.
También cuenta con uniforme Militar el cuerpo de la Guardia Civil.
En los diferentes uniformes de los Ejércitos y de sus Cuerpos comunes pueden distinguirse los
de diario, de gala, de etiqueta, de gran etiqueta, de trabajo, de instrucción o campaña y
especiales. A los efectos de protocolo, sólo nos interesan los cuatro primeros, cuyo uso es el
siguiente: El de diario, para las actividades normales del servicio, así como para
comisiones, presentaciones y despedidas, y actos militares y sociales en que no se
preceptúe concretamente otro uniforme.
El de gala, para los actos en los días señalados de gala en festividades de las Fuerzas
Armadas, en actos oficiales y actividades militares de marcada significación, salvo que se
ordene otro en los que asista Su Majestad el Rey. Los de etiqueta y gran etiqueta se
utilizarán en actos oficiales o sociales no militares en que al personal civil se pida
etiqueta, o cuando se autoricen u ordenen expresamente.
En el extranjero se llevará el uniforme equivalente al que lleven los militares del país, a
menos que éstos no asistan o que el anfitrión pertenezca a las Fuerzas Armadas españolas. En
cualquier caso, el Agregado de Defensa de nuestra Embajada podrá adoptar esta norma a
las circunstancias locales.
Cuando se trata de eventos sociales es una norma especificar el código de
vestimenta de los invitados que no es más que el tipo de ropa que se adecua a
la reunión o celebración a la que asistirás. Muchas veces estas informaciones
pueden resultarnos confusas por eso en unComo.com te aclaramos qué es un
código de vestimenta formal y qué piezas lo componen.

Instrucciones:
 El código de vestimenta formal aplica para eventos más serios y elegantes como por ejemplo
un matrimonio, el aniversario de una empresa o una pareja etc., o cualquier reunión en la que
sus organizadores consideren que los invitados deben ir muy bien vestidos

 En el caso de las chicas está permitido el uso de vestidos por encima de la rodilla, a media
pierna o largos siempre en materiales y acabados de muy buena calidad. Los vestidos
demasiado cortos no son tan propicios para este código de vestimenta adaptándose mejor al
de cóctel o semi formal
 En el caso de los zapatos la norma son los tacones ya sea en sandalias o zapatos cerrados
elegantes. Las zapatillas planas o las sandalias de uso diario no están acorde con este tipo de
vestuario, de igual forma los accesorios, peinado y maquillaje deben estar acorde con el look
sin embargo se permite el uso de cabello suelto de forma sencilla

 Para los hombres la norma es trajes oscuros y elegantes con corbata y zapatos acordes para la
ocasión, nunca del tipo deportivo. Se deben evitar también los trajes de uso diario, recurrir a
prendas más finas y con mejores acabados
Muchas personas confunden el código de vestimenta formal con el de etiqueta, pero se trata de
dos tipos diferentes. El formal permite mayor flexibilidad tanto en el caso de los hombres como de
las mujeres, mientras que el de etiqueta debe adecuarse a una norma un poco más rígida

VESTIMENTA FORMAL/TRABAJO

Las reglas de etiqueta no solo son válidas para un acto formal, sino para la vida diaria y del trabajo. Saber
cómo vestirse para cada ocasión es muy importante, porque la presentación personal es determinante

para el éxito de muchas actividades y para la imagen institucional, por tanto debemos vestirnos de modo
que mostremos respeto por nuestra persona, profesión u oficio, nuestro puesto y nuestra institución o
empresa.

El vestuario para ir al trabajo puede ser clásico o moderno, pero a su vez debe ser discreto, sobrio,

elegante y cómodo. Vestir de forma elegante no quiere decir vestir ropa cara, se trata más bien de hacerlo
acorde al estilo personal de cada uno, pero eso sí, adaptado al lugar, momento y circunstancia.

Pero no solo el vestuario tiene que ver con la imagen de una persona, el aspecto general debe ser correcto
y aseado: cabello limpio, bien cortado y peinado, manos y uñas bien cuidadas, maquillaje discreto, etc.

Asimismo, los gestos, la forma de actuar y de moverse también son una parte importante de la imagen de

una persona bien vestida.


Considere que también en el ambiente laboral hay actividades especiales las cuales requieren un

vestuario adecuado, aun cuando el tipo de trabajo requiera la utilización de ropa informal, para estas

actividades se debería usar una vestimenta especial que le permita hacer el trabajo y acorde con la
ocasión.

En el caso de la vestimenta femenina para actividades formales de trabajo se puede utilizar el vestido

corto o traje cóctel cuyo largo suele ir hasta la rodilla o un poco por debajo de esta y hasta media pierna.

Si la ocasión es muy formal se puede acompañar con accesorios, pedrería y joyas.

También se puede recurrir al traje clásico, un conjunto de saco y enagua a media pierna o pantalón. Los
posibles colores son: el azul marino, el vino, el café, el gris o el clásico negro.

Para la vestimenta diaria y casual, se pueden utilizar, blusas lisas y estampadas con enagua corta (no

minifaldas) o pantalones de tela y vestidos casuales cortos pero discretos y adecuados para un lugar de

trabajo.
Para el vestuario masculino, si es formal, puede ser un traje sastre clásico: camisa de manga larga de

colores claros, corbata, pantalón, saco negro, gris, azul, café o beige. Los mejores tejidos para los trajes

de caballero son la lana, la franela, el lino, casimir o algodón.


Con respecto de la vestimenta diaria o casual, se puede utilizar camisa de manga corta y larga, camisetas
tipo polo o estilo guayabera, pantalón de tela suave y casual.

Considere algunas sugerencias al respecto de la etiqueta en el vestir:

Femenina:

 Un saco sastre, bléiser, jersey o suéter y un cárdigan pueden ser un complemento elegante y una buena

solución para un conjunto un poco atrevido.


 Los pantalones que no sean demasiado informales, sin partes rotas ni excesivamente ajustados.
 Las faldas levemente entalladas hasta la rodilla sientan mejor que las plisadas o rectas. Los colores

oscuros y monocromáticos tienden a estilizar la figura.

 Un vestido negro, de líneas sencillas, puede ser considerado "un básico" para asistir a diversas reuniones.

 No utilice escotes pronunciados o la espalda al descubierto para ir a trabajar, es mejor reservarlo para los

vestidos de fiesta y ocasiones especiales.


 Para las actividades de trabajo solemnes, académicas o culturales (como congresos, aniversarios,

graduaciones, etc.) se debe vestir formal y elegante pero esto no quiere decir ir vestida de fiesta.

 Los zapatos, la cartera y el cinturón, combinarán en color, tamaño y diseño con el resto de la indumentaria,

aunque la moda dicta lo contrario actualmente.


 El calzado resulta un accesorio fundamental del conjunto, deben ser clásico y cerrados, preferiblemente.

El tacón más favorecedor para la postura, es el de cinco centímetros porque aporta altura y equilibrio.

 Para una reunión de trabajo, evitar los estampados llamativos, los tejidos gruesos y las telas satinadas,
imitaciones de piel tipo Animal print.

 Las piernas son más elegantes y se estilizan más cuando se usan medias.
 Los accesorios (carteras, pañoletas, anteojos, joyas), deben ser discretos y sutiles, complementando con

distinción pero sin recargar.


 Los bolsos pueden ser más grandes que los habituales para llevar objetos necesarios como el celular, la
agenda, una tableta, etc.

 Evitar las combinaciones de cuadros con rayas, de estampados muy similares en dos prendas.
 Los colores claros o un poco atrevidos, se pueden utilizar, sin abusar, en el vestuario femenino para ir a

trabajar.
 Las transparencias, los encajes, las pahsminas, chales, los brillos, etc. no suelen ser demasiado
adecuados para ir a trabajar. Es mejor evitarlos o, al menos, que sean una parte mínima de todo el

conjunto.

Masculina:
 El saco o chaqueta deberá ajustar perfectamente en los hombros, y la caída debería cubrir los bolsillos
del pantalón, aproximadamente.
 Las mangas, con los brazos rectos, deberán llegar hasta las muñecas, y con los brazos doblados, tendrían

que dejar ver los puños de la camisa.


 El pantalón deberá quedar a la altura del tacón del zapato. Ni quedará corto, viéndose los calcetines, ni

arrastrará por el suelo.


 El saco recto se viste abrochando solo el botón superior, o los dos superiores, dependiendo del número

de botones.
 Respecto de las camisas los tejidos más utilizados son algodón y seda (aunque las mezclas con sintéticos
son muy utilizadas).

 Los calcetines deberán combinar con los zapatos y/o los pantalones.

 El cinturón deberá combinar con los zapatos. Aunque vista de sport, no desabroche más de un botón de
su camisa. No es nada estético ver su pecho, por muy esbelto que sea usted.

 Evite combinar cuadros con rayas, y no mezcle más de tres colores a la vez. Lo mismo ocurre con las

corbatas, evite combinar corbatas estampadas con camisas estampadas, o rayas en la corbata y en la
camisa.
VESTIMENTA SEGÚN SU PROFECIÓN
Dependiendo de sus funciones, puede que considere que un traje informal sea el más
adecuado para lucir en la oficina. Pero, ¿se ha puesto a pensar en la imagen que puede
llegar a proyectar a sus clientes?

Mientras algunas profesiones suelen ser mucho más formales, hay otras que parece
que tienen una mayor flexibilidad en cuanto a la presentación personal. Es por eso
que pueden haber diferencias y, cuando no se tiene un código de vestuario
específico, puede haber confusión entre las personas.

Y es que, aunque no parezca, la forma de vestir puede llegar a afectar la


productividad de una persona, por un lado, por la comodidad que sienta con la
ropa pero, por otro, al cumplir el protocolo que exige la empresa.

Y es que hoy en día los paradigmas han cambiado, porque mientras en algunos
cargos en los que la persona tiene que relacionarse con clientes o personal, se exige
una formalidad; en otros, hay una mayor libertad a la hora de escoger una prenda
del clóset.

Las pautas

Al respecto, Finanzas Personales consultó a Yolanda Sepúlveda, asesora de


imagen personal y profesional, quien explicó que “el vestuario para un profesional
es muy importante, ya que maneja su reputación: Su profesionalismo, lealtad a la
marca que lidera, la comunicación asertiva con su grupo, su influencia dentro de la
organización y su autoestima”.

Así, es como la experta sugiere que se debe tener en cuenta qué posición se
ocupa en la empresa. Por ejemplo, si la persona es la dueña de la empresa,
siempre va a ser el referente de sus empleados de cómo vestir y es así como se
convierte en el encargado de decidir cómo quiere que sus empleados vistan si
informales o formales.

“Los empleados espejean a sus jefes y muchos lideran su forma de vestir”, señaló
Sepúlveda. Siempre se debe tratar que la ropa informal sea fina para evitar, que
después de su primera lavada, se vea demasiado informal, convirtiendo estas
prendas en algo para estar en la casa.

La especialista en imagen personal y profesional se inclina por el “Poder del


Color” como una de las herramientas en el vestuario para liderar una imagen dentro
de la organización. Los colores indican qué tipo de actitud quiere usted transmitir en
la organización y por esta razón se sugieren usarse así:

 Rojo, si quiere convencer y ser el líder del negocio. Para los hombres, se
aconseja una corbata roja; mientras que para las mujeres, pueden usar una
cartera roja, blusa o chaqueta roja, uñas de color rojo, etc.
 Azul, si quiere ser empático y manejar una comunicación asertiva. Tanto
para hombres como para mujeres, se puede usar en cualquier prenda.
 Blanco, cuando quiere demostrar honestidad, lealtad y confianza ante los
demás.
 Negro, es de mucha autoridad, se recomienda que las organizaciones
comerciales eviten este color, por ejemplo. Lo pueden remplazar por el gris
oscuro o azul oscuro.
 Gris: un color para que esté presente en aquellos colaboradores que quiere
ser reconocidos como accesibles, respetuosos y amables.
 Amarillo: denota alegría, entusiasmo, liderazgo. Los hombres, lo pueden
llevar en una corbata (tono pastel) y las mujeres, en una cartera, blusa,
correa, libreta de apuntes, entre otros.
 Rosado, este color lo han olvidado las mujeres dentro de la organización,
pero hay que recordar que inspira delicadeza, ternura y glamour. Además “te
quita 10 años de encima. Para los hombres es poderoso, una corbata o
camisa en tonos rosa los acerca a las mujeres y hoy en día las
organizaciones están compuestas en un 60% de este influyente género”,
explica Sepúlveda.

En cuanto a profesiones

Aunque no es la regla, en algunas profesiones como las finanzas, economía,


derecho, medicina, política; lo que se quiere transmitir es seguridad, confianza,
solidez, firmeza y compromiso, así, el traje debería ser formal, pues son
profesiones conservadoras. Por esta razón es recomendable usar trajes de colores
grises y oscuros.
Para el caso de los hombres el uso de corbatas debe ser de colores conservadores,
zapatos de cuero y llevar siempre medias, no sobra decir que una buena loción y el
aseo personal son parte fundamental para una excelente presentación personal.

En cuanto a las mujeres, hay algunas de las reglas de etiqueta de hombre que
también aplican: trajes clásicamente a la medida, faldas a la rodilla o la pantorrilla,
blusas planchadas con escotes muy conservadores y clásicos. Los zapatos deben
ser oscuros, de un tacón bajo y muy bien lustrados.

Es recomendable usar medio pantalón y en cuanto a accesorios, deben ser


pequeños. Este tipo de vestuario también aplica para profesiones
como asistentes o secretarias que siempre deben causar una imagen de seriedad
de la empresa en la que trabajan.

Al contrario de estas profesiones que son un poco más formales y “de oficina”, hay
otras que son más creativas y con labores que requieren un constante movimiento.
Es por eso que se puede permitir un vestuario un poco más informal y, no por ello,
dejar la elegancia de lado.

Por ejemplo, existen dos casos muy famosos en el mundo de los negocios de cómo
vestir informal y ser excelente empresario: Steve Jobs y Bill Gates, quienes no
usan trajes formales y han sido un referente en el mundo de negocios de tecnología
de usar ropa casual estandarizando esta tendencia.

Profesiones como los maestros, artistas, cineastas, fotógrafos, periodistas y


algunos ingenieros, no exigen un código formal de vestimenta, por su misma
profesión. Ahora, esto no significa que no se vistan bien, sino que pueden hacer del
jean, los tenis y los sacos prendas que lucen elegantes pero también cómodas.
En el caso de las mujeres la vestimenta informal es más aceptada pues ellas tienen
la facilidad de con solo cambiarse los zapatos hacer de un look formal o informal
ejemplo cambiándose de botas a tenis.

En cuanto a este estilo, la norma básica es no llegar a la oficina en pantaloneta,


camiseta o sandalias porque, a pesar de ser una vestimenta muy cómoda, no hace
parte del “look casual” y es poco profesional.

Lo que está cambiando

En cuanto a la presentación personal, hoy muchas personas que en este momento


invaden el mercado laboral son la generación de los milennials, nacidos entre el
año 1984 y 1995, con edades entre 18 y 34 años, a quienes les preocupa más la
productividad y los negocios que la ropa que llevan puesta: piensan que la
apariencia, forma de vestir o el estar “muy producidas”, en el caso de las mujeres,
no es muy importante, para desempeñarse en una labor o profesión.

Esta nueva generación también ha influenciado a los reclutadores de personal en


la manera en la que escogen a la gente que van a contratar, pues saben que detrás
de un joven que vista casual, existe un universo de ideas frescas y productivas que
son beneficiosas para los cargos que buscan.

Así, si usted ya logró identificarse con su perfil, es hora de arriesgarse y lucir lo que
le gusta, pues dependiendo de cómo luzca, puede llegar a tener repercusiones en
el desarrollo de su profesión

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