Nuestros Valores S+

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 13

NUESTROS VALORES

Objetivo
Reflexionar cuál es la escala de valores en la vida personal y de
matrimonio, e identificar y querer los valores trascendentes que
deberían guiarlos.
NUESTROS VALORES
Preguntas iniciales
1. ¿Qué son para ti los valores?

2. Menciona los tres valores más importantes para ti.

3. ¿Para qué crees tú que nos sirve a los seres humanos tener valores?

www.sirviendomas.org
NUESTROS VALORES
Introducción
El florecimiento de los valores y virtudes depende en gran medida de lo que se
cree, de lo que se piensa de uno mismo y de la vida; entonces, si tuviéramos la
convicción de que esta vida es un peregrinar transitorio hacia otra vida, la de
dimensión eterna en la plenitud de Dios, nuestras expectativas cambiarían.

Si el fin de nuestra existencia se ubica en esta vida, ¿para qué privarnos de los placeres
y de todos y cada uno de los caprichos y antojos egoístas? Bastaría con ser sagaces,
más listos que los demás y decentes. Lo cual sería suficiente y eso simplemente para no
meternos en líos que impidieran nuestra relativa felicidad temporal.

“¿Para qué sirve vivir bien, si no es posible vivir siempre?”


San Agustín.

Eternidad es una palabra muerta que hemos dejado morir, como se deja morir a un niño
abandonado que ya nadie amamanta. El más allá se ha vuelto una broma, una exigencia
tan incierta que no sólo nadie ya la respeta, sino que tampoco la proyecta. Y esto es
debido a la secularización o temporalismo, que significa olvidar y poner entre paréntesis
el destino eterno del hombre, aferrándose exclusivamente al tiempo presente y a este
mundo. Y todos estamos de alguna manera amenazados por esta secularización, y, aún
los que luchamos contra ella, muchas veces somos sus cómplices o víctimas. Nos hemos
mundanizado, hemos perdido el sentido, el gusto y la familiaridad de lo eterno. El
materialismo y el consumismo han hecho parecer extraño e inconveniente que aún se
hable de eternidad entre personas cultas y modernas, sin embargo Jesús, en el Evangelio
nos habla con concordancia de ella.

“Os he escrito estas cosas a quienes creéis en el nombre del Hijo de Dios para
que os deis cuenta de que tenéis vida eterna” (1 Jn 5,13).

“Todo el que vive y cree en mí no morirá jamás” (Jn 11,26).

“Comamos, bebamos, mañana moriremos” (1 Co 15,32). El deseo natural de


“vivir para siempre” deformado, se vuelve deseo o frenesí de “vivir bien”, es
decir, placenteramente. La cualidad se resuelve en la cantidad. Ha disminuido la
capacidad de afrontar con coraje el sufrimiento. Todo nos parece demasiado
pesado, excesivo. Aquí se ve cómo obra la medida de la eternidad, cuando está
presente y operante; y de lo que es capaz de hacer. Pero nosotros, que hemos
perdido de vista la eternidad, ya encontramos excesivo, por ejemplo, que se nos
pida cerrar los ojos ante un espectáculo inconveniente.

www.sirviendomas.org
“¿Qué debo hacer para tener la vida eterna?” (Lc 18,18). La eternidad se vuelve
la gran tarea de la vida, la razón por la que uno debe comprometerse día y
noche. Es por eso que de aquí se desprende esa motivación, ese deseo del luchar
por cultivar los valores, pero los valores espirituales y morales, no solamente los
materiales. Al fin y al cabo tendremos una recompensa y valdrán entonces la
pena todos esos sacrificios que tuviéramos que hacer para lograrlo, pues los
valores implican eso: esfuerzo y sacrificio.

¿Qué son los valores?


Los valores son cualidades inmateriales que jerarquizan a cuanto existe, tanto en
el mundo material como en el inmaterial.
Los valores no son cosa en sí, sino que califican o cualifican a las cosas, las jerarquizan
dándoles mayor o menor estima por parte del hombre. Pero ¡cuidado!, los valores
trascendentes y espirituales no dependen del grado de estima que el hombre les atribuya
porque valen en sí mismos. Ejemplo: “La traición del amigo no altera el valor de la
Amistad”.

Hay que saber distinguir las cosas que tienen un valor en sí y los que tienen un valor en
función a otras.
 La vida humana tiene valor en sí, aun cuando ella misma esté
supeditada a otros valores superiores.
 El alimento tiene un valor en función de la nutrición que procura y no
en sí mismo.
 El dinero tiene valor sólo en cuanto es un medio para comprar otros
medios como el alimento o la cobija, que a su vez tienen valor en
cuanto sirven a algo más valioso: la salud, la vida y el bienestar
humano.
Entonces, podemos decir que los valores no tienen tamaño ni color, ni
característica material alguna que permitan captarlos con los sentidos del cuerpo,
sólo pueden ser percibidos por los sentidos del alma, por lo tanto, siendo
indefinibles en forma perfecta, son más objeto de la voluntad que de la
inteligencia.

Las capacidades o facultades del alma a las que les podríamos llamar “sentidos
del alma” son:

Inteligencia, para conocer y saber a través de:

 Entendimiento, que capta intuitivo la realidad.


 La razón, que descubre (discurre), por demostración la verdad.

www.sirviendomas.org
Voluntad, para apetecer, desear y alcanzar a través de:

 La sensibilidad (apetencia o afectividad).


 Libre elección (decisión razonada del bien).
 Libre acción (potencia, fuerza para ejecutar lo elegido).
 Por lo tanto:
 El entendimiento nos permite captar la existencia de valores.
 El razonamiento nos permite jerarquizarlos y “valorarlos” en su
justa medida.
 La voluntad nos permite estimarlos, decidir su búsqueda y
consecución y actuar en consecuencia.

La pedagogía de los valores (para enseñar y transmitir a nuestros hijos).


El aprendizaje de los valores implica una enseñanza mucho más profunda que la
que pueda requerirse para aprender Ciencias Naturales o idiomas, pues para esto
basta con la atención, la reflexión y la memoria. Para “enseñar” valores es
indispensable el sentimiento, la voluntad y la vivencia.

Es por eso que la formación de valores y virtudes es por completo ineficaz cuando
se reduce a métodos intelectuales, pues en el mejor de los casos se lograría un
conocimiento racional de sus conceptos y esquemas. Y el verdadero y eficaz
aprendizaje implica, cuando menos, cuatro niveles indispensables:
1. Conocimiento aprendido.
2. Conocimiento razonado.
3. Conocimiento sentido.
4. Conocimiento vivido.
El conocimiento aprendido se da a través de la enseñanza y ejemplo de los
padres. Pero para que este aprendizaje pueda dar fruto y permanezca, es
necesario que nuestros hijos interioricen lo aprendido entendiéndolo,
convirtiéndolo en un conocimiento razonado; seguidamente, es indispensable que
sientan la bondad y eficacia de esos conceptos sentidos, y que los pongan en
práctica y observen y vivan ellos mismos la satisfacción que producen, o,
inclusive, que puedan comprobar el resultado nefasto que ocasionaría violar esos
principios, para que conviertan la vivencia en experiencia y puedan llegar así al
conocimiento vivido de los valores.

Ejemplo: Un niño puede ser que recite de memoria los Diez Mandamientos
y que se le haya explicado que esto es el fundamento de la vida cristiana,
todo estaría grabado en su cerebro en calidad de “conceptos aprendidos”,
pero esto no implicaría que él los entendiera y los comprendiera
racionalmente y que esté personalmente convencido de su bondad y
veracidad.

www.sirviendomas.org
Es importante aclarar que ninguno de estos cuatro niveles por sí sólo resulta
eficaz sin la aprehensión de los otros tres.
Los valores se acrecientan y las virtudes pueden florecer y solidificarse únicamente
cuando en el proceso de formación se atienden los cuatro aspectos. Aunque también hay
que considerar que este método de los cuatro niveles no es único e infalible, pues existe
libertad individual, sólo que si en la formación de valores y virtudes atendemos a esta
dimensión cuádruple, estamos ampliando la posibilidad de que nuestros hijos ejerzan una
plena libertad interior.

Ahora bien, en la formación de valores y virtudes no es importante lo que los


padres prediquen, sino lo que hagan con sus hijos o frente a ellos.

No hay que olvidar que la escuela puede proporcionarnos magníficos profesores


de Matemáticas o Ciencias Naturales, pero los maestros insustituibles para
transmitir valores y virtudes están en el hogar. Los maestros natos de valores y
virtudes somos nosotros, los padres de familia.

La mayoría de los papás saben y entienden esto, pero dudan respecto a los
valores que deban propiciar en sus hijos, pues piensan que si los forman en el
Amor, la Verdad, la Honestidad, la Justicia, Generosidad, etc., esto les estorbaría
en la sociedad actual.

Hay que quitar ese pesimismo, hay que tener el valor de enfrentarnos al mundo
actual, pues no somos simples espectadores y víctimas, sino elementos activos
que podemos luchar por mejorar el mundo en que vivimos.

Si nos preocupáramos menos POR EL MUNDO QUE HEMOS DE HEREDAR A


NUESTROS HIJOS y nos preocupáramos más POR LOS HIJOS QUE VAMOS A
HEREDAR AL MUNDO, las dudas se disiparían, las cosas cambiarían.

Deberíamos estar convencidos y decir:


“El Siglo XXI va a ser mejor que el Siglo XX porque va a estar allí tu hijo para HACERLO
MEJOR”.
P. Alejandro García D.

Estableciendo un orden lógico y jerárquico de los valores


Como ya se ha dicho, no todos los VALORES “valen” lo mismo. Son superiores
los que valen en sí respecto de los que valen en función de otro fin, en cuanto a
medios. Porque hay que tomar en cuenta que si un valor menor se exagera o
absolutiza, puede convertirse en ANTIVALOR. De aquí la necesidad de establecer
un orden lógico y jerárquico de los valores.

www.sirviendomas.org
Con frecuencia, podemos equivocarnos al exigir con igual intensidad el respeto a
distintos valores de diferentes jerarquías, o también podemos ser muy exigentes
en inculcar hábitos secundarios en lugar de virtudes fundamentales.

Los valores son siempre para el hombre. Y al serlo así debemos preguntarnos
cuáles son las actividades más específicamente humanas, es decir, las actividades
que hacen al ser humano ser más persona humana, que sería lo que nos
diferencia más del resto de la Creación. Las actividades serían: Arte, Ciencia,
Moral, Religión y Técnica.

Estos son los conceptos que sirven de guía universal para establecer una
adecuada JERARQUÍA DE VALORES HUMANOS.
Colocándolos en el orden de su mayor nobleza y jerarquía quedarían de esta forma:
RELIGIÓN MORAL CIENCIA ARTE TÉCNICA
En cuanto a fin trascendente, fin último y más noble, los valores materiales del
quinto nivel (técnica) son los MENOS IMPORTANTES, pero en cuanto a medios
son los más inmediatos y cercanos a la existencia humana, por lo que no pueden
ser menospreciados, sino apreciados en su justo valor, pero siempre EN CUANTO
A MEDIOS y no en cuanto a fines.

Hay que insistir entonces que los valores inferiores en cuanto a FINES, se
subordinan a los valores de más arriba.

Ejemplo: Una película puede contener y promover valores ESTÉTICOS que


corresponden al nivel IV (ARTE), pero puede al mismo tiempo contener
ANTIVALORES MORALES (ridiculizar o destruir la capacidad para asumir una
vida MORAL).

Por lo tanto, una actitud razonable y prudente evitaría que la voluntad humana se
embelesara en la contemplación de los valores estéticos, ignorando y
despreciando los valores morales.

Con estas consideraciones podríamos enriquecer el cuadro original de los cinco


niveles de valores agregándoles una columna correlativa como sigue:

I. RELIGIÓN Bien Supremo ACTUAR


II. MORAL Bien en sí DECIDIR
III. CIENCIA Verdad y bien útil PENSAR
IV. ARTE Bien deleitable SENTIR
V. TÉCNICA Bien en cuanto a medio PODER

www.sirviendomas.org
También podemos considerar en cuanto a la jerarquización y estima de los
valores un orden según el tipo de bien a que corresponde:

I. TRASCENDENTES
II. SOCIALES
III. FAMILIARES
IV. PERSONALES
V. VITALES O MATERIALES

Es obvio que sólo es bien y valor de suyo, todo aquello que cumple una finalidad
benéfica en cada nivel, sin perjudicar algo relativo al nivel superior.
Así, algo que pudiera tener “valor” para el individuo humano en el nivel IV
(PERSONAL), pero que fuera un disvalor perjudicial para la comunidad, ya sea en
el nivel III (FAMILIAR) o II (SOCIAL), sería más tarde perjudicial aún en el propio
nivel individual. Lo que yo creo que es bueno para mí, no lo es en realidad si no
es bueno simultáneamente para mi familia, mi sociedad y mi relación (RELIGIÓN)
personal con Dios.
A continuación exponemos un cuadro que nos podría ayudar a analizar y
reflexionar sobre la obtención de conclusiones personales y definición de METAS,
DECISIONES Y ESTRATEGIAS concretas, tendientes a fomentar en nuestras
familias una sana y completa jerarquía de valores humanos, tomando en cuenta
las características particulares de la propia familia y de las edades y
peculiaridades de cada uno de sus miembros.

Conclusión
Los valores no son realidades que tiendan a la perfección o que la hayan
alcanzado ya. Tampoco son nubosidades espirituales que puedan ser definidas
por filósofos o académicos de la lengua. Los valores sólo hay que captarlos,
sentirlos, encarnarlos, estimarlos, motivarnos con ellos, enamorarnos de ellos,
vivirlos, para poder contagiarlos, más que transmitirlos a nuestros hijos... y ésta,
es una PRECIOSA Y TRASCENDENTE RESPONSABILIDAD de los padres, que de no
ser afrontada, dificultará mucho el camino de ascenso de nuestros hijos hacia la
verdadera plenitud y felicidad trascendente.

Lecturas recomendadas: “Construyendo sobre Roca Firme”, Thomas Williams,


Nueva Evangelización.

Tareas para la semana: Verificar durante una semana si la apreciación


hecha en la dinámica es real, y anotar los valores que no estamos trabajando con
nuestros hijos.

www.sirviendomas.org
Reflexión en Grupo

Objetivo: Hacer un análisis personal y de pareja de la jerarquía personal de


valores, ver si en la vida diaria se les dedica el tiempo de acuerdo a la
importancia o jerarquía, y conocer esto mismo del esposo/a. Reflexionar si es
necesario hacer ajustes en la vida personal, en cuanto a tiempo, y/o considerar
valores que se están dejando de lado.

Instrucciones

 Trabajo individual, 20 minutos.


 Comentario en pareja los siguientes, 15 minutos.
 Compartir con el grupo los resultados y conclusiones, 10 minutos.
 Comentarios a las “Tareas de la Semana” de la sesión anterior, 5 minutos.
 Llenar la evaluación.
 Acción de gracias.

Puntos de Reflexión

1. Trabajo personal en la Tabla 1 (Él y Ella):


a. Leer detenidamente los VALORES enlistados
b. Ordenar cómo se viven personal y realmente los valores, anotar primero el
que para la persona sea más importante, y así sucesivamente hasta llegar al
que menor importancia se le da. Esto se anota en la primera columna
“VALOR”.
c. Posteriormente anotar en la segunda columna “NIVEL”, el nivel al que
pertenece cada uno de los valores; éste se indica con número romano del
uno (I) al cinco (V).
d. En la tercera columna, “TIEMPO DEDICADO”, anota las horas a la semana
que dedicas a cada valor.
e. El % se tomará de la Tabla 2, localizar el número de horas y ver el % que le
corresponde; por ejemplo, a 16 horas corresponde 14%.

2. Trabajar en pareja en la Tabla 3:


a. Graficar los resultados de ambos cónyuges, considerando que la columna M es
para ella, y la columna H es para él. Se recomienda utilizar dos colores.
b. Comentar los resultados en pareja con espíritu abierto a los valores del
otro.
c. Comentar en el grupo aspectos relevantes encontrados.
d. Obtener conclusiones. El monitor deberá dar el cierre del tema.

www.sirviendomas.org
JERARQUÍA DE VALORES TABLA 1 - ÉL
TIEMPO DEDICADO
VALOR NIVEL
HRS. SEM. %

VALOR NIVEL
Estudio I. Trascendentes
Esposa(o) II. Sociales
Oración III. Familiares
Descanso IV. Personales
Amistades V. Vitales o materiales
Servicio
Deporte / ejercicio físico
Trabajo remunerado
Trabajo no remunerado
Alimentación
Actividades artísticas
Apostolado
Familia en general

www.sirviendomas.org
JERARQUÍA DE VALORES TABLA 1 - ELLA
TIEMPO DEDICADO
VALOR NIVEL
HRS. SEM. %

VALOR NIVEL
Estudio I. Trascendentes
Esposa(o) II. Sociales
Oración III. Familiares
Descanso IV. Personales
Amistades V. Vitales o materiales
Servicio
Deporte / ejercicio físico
Trabajo remunerado
Trabajo no remunerado
Alimentación
Actividades artísticas
Apostolado
Familia en general

www.sirviendomas.org
Tabla 2
PORCENTAJE PORCENTAJE
HORAS HORAS
% %
1 1 31 28
2 2 32 29
3 3 33 29
4 4 34 30
5 4 35 31
6 5 36 32
7 6 37 33
8 7 38 34
9 8 39 35
10 9 40 36
11 10 41 37
12 11 42 38
13 12 43 38
14 13 44 39
15 13 45 40
16 14 46 41
17 15 47 42
18 16 48 43
19 17 49 44
20 18 50 45
21 19 51 46
22 20 52 46
23 21 53 47
24 21 54 48
25 22 55 49
26 23 56 50
27 24 57 51
28 25 58 52
29 26 59 53
30 27 60 54
*Base 112 horas
semanales

www.sirviendomas.org
La búsqueda del sentido de la vida nace de una tensión interna y no de un equilibrio
interno.
De una tensión, entre lo que se ha logrado y lo que todavía no se ha conseguido.
… Esforzarse y luchar por la meta es lo que vale...

Tabla 3

100

90

80

70

60

50

40

30

20

10

% M H M H M H M H M H M H M H M H M H M H M H M H
Alimentación

Apostolado

Amistades
Artísticas

Descanso
Ejercicio

Esposos

Servicio
Oración

Trabajo

Estudio
Familia

www.sirviendomas.org

También podría gustarte