Semana Santa - La Resureccion

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

Institución Educativa Particular Parroquial “Mundo Mejor”.

ALUMNO (A) Rojas Almendras Valery Sadith


:.......................................................................... 5V28
CÓDIGO:....................................................
GRADO : Quinto SECCIONES: “A – C – N – R – V”
DOCENTE : Hno. Ever Cieza Tello 25/04/24
Fecha:………………………………………………………

Asume la experiencia del encuentro personal y comunitario con Dios en su proyecto de vida en coherencia con su
creencia religiosa.

SEMANA SANTA: JESÚS MUERTO Y RESUCITADO


VER

¿Que celebramos? Hace muchos años que nuestros jóvenes


perdieron la fe, no creen en la Semana Santa cristiana que
conmemora la crucifixión y resurrección de Jesús. ¡La Semana
Santa que todos conocemos de reflexión y conmemoración de
la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús (que comienza el
Domingo de Ramos y termina el Domingo de Resurrección), va
perdiendo fuerza con la tecnología y la modernidad y desde
hace muchos años a cambiada por la Semana Tranca!
Hoy son pocos los católicos que recorren las 7 iglesias, que es
una de las más comunes tradiciones que se practica durante
la Semana Santa y cuya explicación se debe a los siete
recorridos que hizo el Señor Jesús desde el Jueves Santo
hasta el Calvario. Hoy las iglesias lucen casi vacías… no obstante todos, los locales de fastfoof, discotecas,
bares, cantinas, hostales, hoteles, moteles y playas-fornican hasta el cansancio, etc. repletos de gente
comiendo lo que supuestamente no se debe de comer, y disfrutando de los placeres de la carne con
escenas con descaro sin medida, “chupando” sin parar para resucitar el domingo y, lo vemos en los
noticieros y en los principales periódicos, se celebró la Semana Santa ¿celebrar qué?… ¿La muerte de
Cristo? O ¿La pérdida de nuestra fe?

¿Cómo se celebra normalmente la Semana Santa?


Con misas, procesiones religiosas donde la gente es participa y alaba las acciones que Jesús hizo en la tierra.
¿Qué opinión le genera la fotografía?
Un desinterés de las personas, pensando que la semana Santa son para vacaciones lo cual está mal.
¿Cómo celebra o vive su Semana Santa?
La vivo en familia teniendo en conciencia lo que hizo Jesús por nosotros.

JUZGAR
Lee y analiza el texto de Lc 24, 1 – 12:
- ¿Qué signos brinda la lectura que Jesús ha resucitado?
La piedra removida del sepulcro, el sepulcro vacío, la aparición de los dos hombres con vestiduras resplandecientes,
anunciando la resurrección.
- ¿Cómo reconocen las mujeres que Jesús ha resucitado?
Reconocen que Jesús ha resucitado a través de los signos que presencian en el sepulcro: la ausencia de su cuerpo y
el mensaje de los hombres vestidos de blanco.
- ¿Por qué crees que el mensaje de las mujeres no fue creído?
Porque en esos tiempos no se tomaba tanto en cuenta a las mujeres, por eso el mensaje de las mujeres no fue creído
debido a la incredulidad natural ante una afirmación tan extraordinaria como la resurrección de alguien.

Lee y analiza Jn 21, 1 – 8; 20, 11 – 18; Lc 24, 36 – 43.


- ¿Cómo reconocen sus seguidores que Jesús es el mismo?
Los seguidores de Jesús lo reconocen como el mismo resucitado a través de experiencias personales
significativas: cuando él dirige un milagro de pesca, llama a María Magdalena por su nombre, y comparte una
comida con los discípulos, mostrándoles sus manos y pies heridos. Estas experiencias confirman su presencia
viva entre ellos.

I. CAUSAS DE LA MUERTE DE JESÚS DESDE ALGUNAS CITAS LA BÍBLICAS (selecciona 6 citas)


Lee las citas bíblicas, luego diga cuales son causas de la muerte de Jesús: Jn 5, 18; 17, 1 – 2.21.25; 6, 46; Jn 2, 13
– 22; 11, 43 – 44; 5, 1 – 18; Mc 2, 15 – 16; 5, 21 – 43; Mt 12, 1 – 8; 9, 1 – 3; 6, 5 – 14; 11, 18-19; Lc 14, 1 – 6; 13,
10 – 17; 19, 1 – 10; 5, 12 – 16.

II. LA MUERTE DE JESÚS.


1
1. Causas políticas y religiosas
Jesús de Nazaret es Dios pero también es hombre, " vivió como hombre semejante en todo a nosotros, menos en
el pecado" y, como hombre estuvo inmerso en una sociedad con costumbres, tradiciones y leyes. Jesús era muy
diferente a lo que sus contemporáneos esperaban de un salvador y mucho menos de un rey. Por ser diferente, su
manera de vivir, de ser y de estar con sus contemporáneos débiles a Jesús se le hizo un juicio doble: el religioso y
el civil, en cada uno se dio una razón distinta de la condena. En el juicio religioso se le acusó de blasfemia al
declarar que él era el Mesías (Mc 14, 61ss), pero el fondo del problema era otro, al decir estas palabras Jesús
estaba afirmando que Dios estaba de su parte, le daba la razón a él y se la quitaba a ellos; se le acusó de falso
profeta e incluso de hechicería. Respecto al juicio político, a juzgar por el letrero de la cruz, sabemos que a Jesús
lo condenaron oficialmente por haberse proclamado rey de los judíos (Mt 27,38), aunque en realidad el
procurador romano dio la sentencia de muerte porque los dirigentes religiosos lo amenazaron de denunciarlo al
emperador por proteger a un "sedicioso" (Jn 19,12). Humanamente, estas son las causas de la muerte de Jesús:
su vida siempre de acuerdo a la voluntad del Padre, de parte de los pobres, oprimidos y desprotegidos, esto desde
luego, amenaza el "bienestar" de los poderosos. Pero, al mismo tiempo, quien se pronuncia a favor de la justicia,
rescata al hombre de la más cruel de las realidades: el pecado. La misión del Hijo de Dios no es sólo quitar los
males, sino arrancar de raíz lo que los origina, es decir, el pecado.

2. ¿Por qué murió?

Conflicto peligroso.
Jesús murió violentamente en plena madurez. Lo ejecutaron en las afueras de Jerusalén unos soldados a las
órdenes de Pilato, máxima autoridad romana en Judea. Era probablemente el 7 de abril del año 30. Su final se
había ido gestando día a día desde que comenzó a anunciar el proyecto del reino de Dios. En diversos sectores del
poder iba despertando alarma. Su programa del reino de Dios y su justicia era un desafío al sistema. Jesús se
convertía en peligroso para los que detentaban los poderes religiosos, políticos y económicos.

Jesús entró pronto en conflictos con sectores fariseos, porque eran quienes más trataban de influir en la vida de
la gente. Los evangelios lo presentan siempre en conflicto con ellos, como se ve en Mt. 23. Jesús sobre todo entró
en contacto con ellos en Jerusalén y sus cercanías. Jesús no entiende ni vive la ley como ellos. “Lo decisivo para
Jesús no es observar la ley, sino escuchar la llamada de Dios a ‘entrar’ en su reino”. Les irrita su libertad y la cogida
a los pecadores en nombre de Dios.

Hubo oposición a las autoridades religiosas, porque la actuación de Jesús suponía un desafío al templo como
fuente exclusiva de salvación para el pueblo. Jesús curaba y perdonaba al margen de la autoridad del templo, que
controlaba todos los diezmos y limosnas. “Los sumos sacerdotes no podían tolerar semejante agresión”. Parece
que la parábola de los viñadores homicidas (Mc. 12, 1-8) va contra ellos.

También el poder romano recela del mensaje y la persona de Jesús. Jesús anuncia la implantación inminente del
reino de Dios, su solidaridad con los excluidos y su libertad para criticar la situación, constituían un potencial
peligro de subversión. El que Jesús usase el simbolismo del reino-imperio, aunque fuera de Dios, no era muy
tranquilizante para las autoridades. Jesús no pretendía una sublevación contra Roma, pero su actuación es
peligrosa: da esperanza a los más humildes, los pobres, los excluidos. Y todo apoyado en su fuerza en el Dios de
Israel. Además, tiene una postura ambigua ante el tributo: den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de
Dios.

Jesús es coherente hasta el final. El mensaje de Jesús de justicia y compasión para los excluidos y rechazados
provocaba “la persecución de aquellos a los que no interesaba cambio alguno ni en el Imperio ni en el templo.” El
destino que espera al profeta es la incomprensión, el rechazo y la persecución. “Si acepta la persecución y el
martirio será por fidelidad al proyecto del Padre.” “No huye ante las amenazas; tampoco modifica su mensaje; no
lo adapta ni suaviza… Continuó su camino. Prefería morir antes que traicionar la misión para la que había sido
escogido”. Incluso sube a Jerusalén y predica su mensaje en el entorno del templo. Morirá fiel al Dios en el que ha
confiado siempre. Con su muerte sellará para siempre su mensaje de un Dios defensor de todos los pobres y
oprimidos. Al parecer, Jesús vio su muerte “como consecuencia lógica de su entrega incondicional al proyecto de
Dios”. “Jesús no la entendió como un sacrificio de expiación ofrecido al Padre”. “Jesús entiende su muerte como
ha entendido su vida: un servicio al reino de Dios a favor de todos… Su muerte fue el servicio último y supremo al
proyecto de Dios, su máxima contribución a la salvación de todos”. Lc 22, 28

Peregrinación arriesgada a Jerusalén. Desde Galilea se necesitaban tres o cuatro días de camino. Jerusalén se
convertía en las fiestas de Pascua en una ciudad mundial por la cantidad de peregrinos venidos de todas partes.
En esas fiestas celebran “su liberación de la esclavitud del faraón”. Ahora son esclavos del imperio romano en su
propia tierra. Jesús entra en Jerusalén montado sobre un asno como humilde peregrino. La gente comienza a
aclamarlo, expresando su fe en el reino de Dios y su agradecimiento a Jesús. El grito de la gente debió ser:
‘¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!’. El gesto de Jesús era seguramente intencionado: es una
entrada humilde en confrontación con las entradas triunfales romanas. “Este acto público de Jesús anunciando un
2
antirreino no violento habría bastado para decretar su ejecución.”

Jesús echa a los mercaderes del templo. (Mc. 11,15-19) Es un gesto muy peligroso. Con ello provoca su detención
y rápida ejecución. “Atacar al templo era atacar el corazón del pueblo judío, símbolo alrededor del cual gira todo
lo demás, el centro de la vida religiosa, social y política.” Es el lugar santo y puro, signo de la presencia de Dios.
Pero se había convertido en almacén de los diezmos y primicias de los campesinos, beneficiando a los intereses
de la aristocracia sacerdotal, que quizá se preocupa más de sus intereses que de servir al pueblo. El templo se
había convertido en fuente de poder y riqueza. Jesús realiza un gesto simbólico en medio de peregrinos de todo
el mundo. Con él Jesús bloquea las actividades religiosas del templo como el cambio de moneda o la venta de
palomas. Su acción apunta “hacia la desaparición de la propia institución.” Aquel sistema económico, político y
religioso no puede agradar a Dios. “El templo se ha convertido en símbolo de todo lo que oprime al pueblo”. Desde
ahí nadie defiende a los pobres. “El gesto de Jesús es una ‘destrucción’ simbólica”. La actuación de Jesús ha ido
demasiado lejos, y ha sido vigilado por los guardianes del templo y los soldados de la torre Antonia. Este hombre
debe ser eliminado.

Jesús es apresado y entregado por las autoridades del templo. Lo apresan los soldados del templo, con la
colaboración de Judas. Al ser detenido, los discípulos huyen a Galilea. Jesús fue conducido a casa de Caifás,
presidente del Sanedrín, la máxima autoridad judía, y de las familias más ricas y poderosas de la ciudad. Después
lo entregan a Pilato. Según los datos históricos, parece que no hubo reunión del Sanedrín para condenar
oficialmente a Jesús; todo ha sido reconstrucción de la primitiva comunidad para mostrar la fe en Jesús como
Mesías, Hijo de Dios e Hijo del hombre y que ha sido condenado por blasfemo. Sí lo ven “como un falso profeta
que se está convirtiendo en un peligro para todos”. “El ataque al templo es, sin duda, la causa principal de la
hostilidad de las autoridades judías contra Jesús y la razón decisiva de su entrega a Pilato”.

Jesús es condenado a muerte por Roma. Todas las fuentes coinciden en que Pilato dictó la sentencia de muerte
y mandó crucificar a Jesús, instigado por Caifás, las autoridades del templo y miembros de poderosas familias de
la capital. Y Jesús es ejecutado por soldados a las órdenes de Pilato. Parece que “hubo un proceso en el que el
prefecto romano condena a Jesús a ser ejecutado en una cruz.” Jesús comparece maniatado ante Pilato. Pilato
pregunta “¿Eres tú el rey de los judíos?” Desde la perspectiva del Imperio es una pregunta decisiva. Jesús no va
armado ni predica un levantamiento. Pero predica un cambio radical que llama reino de Dios. Jesús no es
inofensivo y ha desafiado públicamente el sistema del templo. Está en peligro el orden público, Jesús es ejecutado
por peligroso. Su ejecución servirá de escarmiento. “Jesús es crucificado porque su actuación y su mensaje
sacuden de raíz ese sistema organizado al servicio de los más poderosos del Imperio romano y de la religión del
templo”.

III. LA RESURRECCIÓN DE JESÚS


Los textos nos muestran que a los mismos discípulos les fue difícil creer en la resurrección de Jesús. En un comienzo
hubo incredulidad y obstinación (Mc 16,14), dudas (Mt 28,17), burlas (Lc 24,11) y resignación a la muerte del
Maestro (Lc 24,17-24). Sin embargo, una vez superadas las dificultades, se muestran dispuestos a morir por la fe
en el Resucitado. No pasará mucho tiempo para que la Iglesia Primitiva tenga sus primeros mártires (Esteban,
Santiago).

1. LA RESURRECCIÓN
Como una primera aproximación al concepto de resurrección, podemos decir, siguiendo a san Pablo, que es el
paso de una condición marcada por el dominio del pecado, la limitación y la muerte, a una de plenitud y victoria.
Y ello por una intervención de Dios Padre a través del Espíritu (Rm 6,1-11). Los primeros cristianos para
comprender la resurrección: Dios «ha exaltado» a Jesús, «lo ha elevado a su gloria», lo «ha sentado a la derecha
de su trono» y lo «ha constituido como Señor». Entonces «Resucitar» es ya ser exaltado, es decir, ser introducido
en la vida del mismo Dios. «Ser exaltado» es resucitar, ser arrancado del poder de la muerte.

La resurrección es la superación de la muerte y del paso a una vida plena. Es decir, podemos comprender la
resurrección como un paso de la muerte a la vida, pero a una nueva que no puede entenderse a partir de la actual.
La resurrección es algo que le ha sucedido a Jesús. Algo que se ha producido en el crucificado, no en la imaginación
de sus seguidores. Esta es la convicción de todos. La resurrección de Jesús es un hecho real, no producto de su
fantasía ni resultado de su reflexión. La resurrección es la entrada a la dimensión de Dios, que es irrepresentable
e impensable por nuestras categorías. Esta resurrección no es un retorno a su vida anterior en la tierra. Jesús no
regresa a esta vida biológica que conocemos para morir un día de manera irreversible. Nunca sugieren las fuentes
algo así. La resurrección no es la reanimación de un cadáver. Es mucho más. Jesús no vuelve a esta vida, sino que
entra definitivamente en la «Vida» de Dios. Una vida liberada donde ya la muerte no tiene ningún poder sobre él.
La resurrección de Jesús es una actuación de Dios que, con su fuerza creadora, lo rescata de la muerte para
introducirlo en la plenitud de su propia vida.

Jesús resucita al tercer día. En realidad, en el lenguaje bíblico, el «tercer día» significa el C. Después de días de
sufrimiento y tribulación, el «tercer día» trae la salvación. Dios siempre salva y libera «al tercer día»: él tiene la
3
última palabra; el «tercer día» le pertenece a él. La resurrección sucede en nuestra historia (en el siglo I de nuestra
era) pero la supera, ya que el Resucitado entra en una dimensión nueva que no es la de este tiempo y espacio, por
eso no asciende localmente, no existen los días para Él, etc.

Jesús ha sido resucitado por la «fuerza» de Dios, que es la que le hace vivir su nueva vida de resucitado. Dicha
acción la realiza el Padre por medio del Espíritu, que es la fuerza amorosa que une al Padre y al Hijo. Jesús ha sido
resucitado por la «gloria» de Dios, es decir, por esa fuerza creadora y salvadora en la que se revela lo grande que
es; por eso Jesús resucitado posee un «cuerpo glorioso, es decir, una personalidad rebosante de la fuerza gloriosa
del mismo Dios. Por eso su cuerpo resucitado es un «cuerpo espiritual», es decir, plenamente vivificado por el
aliento vital y creador de Dios. LAS APARICIONES DEL RESUCITADO EN LOS EVANGELIOS (iniciativa-
reconocimiento- misión)
Jesús después de la resurrección es el mismo, pero no es el de antes; se les presenta lleno de vida, pero no le
reconocen de inmediato; está en medio de los suyos, pero no lo pueden retener; es alguien real y concreto, pero
no pueden convivir con él como en Galilea. Sin duda es Jesús, pero con una existencia nueva.

Jesús es quien toma la iniciativa para vencer la duda de los discípulos, por lo tanto, se les muestra a Sí mismo, vivo,
con muchas evidencias, durante cuarenta días (Hechos 1, 3). Los discípulos habían abandonado a su Maestro; más
aún lo negaron, y se dispersaron volviéndose a sus casas, sintiéndose decepcionados. Pero a los privilegiados de
sus apariciones, Jesús se deja conocer en su identidad física tal como había quedado después de la crucifixión.
Jesucristo se presenta a las mujeres y a los discípulos. Se aparece en primer lugar a las mujeres, sus fieles
seguidoras, y ni siquiera a los mismos Apóstoles, a pesar de que los había elegido como portadores de su Evangelio
al mundo. Es a las mujeres a quienes por primera vez confía el misterio de su resurrección, haciéndolas las primeras
testigos de esta verdad.

Ante todo, hay una dificultad inicial en reconocer a Cristo por parte de aquellos a los que El sale al encuentro,
como se puede apreciar en el caso de la misma Magdalena (Jn 20, 14-16) y de los discípulos de Emaús (Lc 24, 16).
No falta un cierto sentimiento de temor ante El. Se le ama, se le busca, pero, en el momento en que se le
encuentra, se experimenta alguna vacilación... pero Jesús los lleva gradualmente al reconocimiento y a la fe. Hay
que subrayar una última característica de las apariciones de Cristo resucitado, Jesús realiza la definitiva entrega a
los Apóstoles (y a la Iglesia) de la misión de evangelizar el mundo para llevarle el mensaje de su Palabra y el don
de su gracia: “Como el Padre me envió, también yo les envío...” (Jn 20, 21); ¡y les da el poder de perdonar los
pecados!

IV. COMPRENDIENDO MEJOR LA RESURRECCIÓN HOY (Ronald Rolheiser)


Los cristianos creemos en la vida después de la muerte. Creemos que puede haber un rico contacto e intimidad
entre nosotros, en la tierra, y nuestros seres queridos fallecidos. ¿Cómo establece el cristiano este contacto, este
amor, esta comunicación, en una verdadera comunidad de vida con su o sus seres amados después que éstos han
muerto? ¿Cómo encontramos a nuestros seres amados después que la muerte nos ha separado de ellos? A través
de su palabra hecha carne. Dando una expresión concreta en nuestras vidas a aquellas virtudes y cualidades que
ellos encarnaron mejor. ¿Cómo funciona esto?

Todo esto nos lo explicó Jesús en su resurrección. El domingo de Pascua por la mañana María Magdalena fue a la
tumba de Jesús esperando poder ungir su cuerpo con especies. Se enfrentó, sin embargo, con una tumba vacía y
con un ángel que le dijo: ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?" (Lc 24,5). ¿Palabras curiosas? En
realidad, no. En efecto, el ángel le dijo que los cementerios no son el lugar donde uno normalmente encuentra a
la gente que ha salido de este mundo, pero están vivos de un modo nuevo. A los que han muerto no los
encontramos en sus tumbas, por más valioso que sea visitar las tumbas de las personas que amamos. Hay ángeles
invisibles que están sentados ahí, en las rumbas de nuestros seres queridos, y nos devuelven a la vida para
buscarlos en otros lugares. Del mismo modo como María Magdalena no encontró a Jesús en su tumba, nosotros
tampoco encontraremos allí a nuestros seres queridos. ¿Dónde los encontraremos? Encontraremos a aquellos
que ya no podemos tocar cuando nos ponemos en situaciones donde sus almas alguna vez florecieron. Nuestros
seres amados viven donde siempre vivieron y es allí donde los encontraremos. ¿Qué significa esto? Dicho de
manera sencilla, encontraremos a nuestros muertos amados entrando en la vida, en términos de amor y fe, de la
manera que para ellos era más característica. Establecemos contacto con ellos y nos relacionamos con ellos
cuando, en nuestras propias vidas, conformamos las riquezas infinitas de la vida y la compasión de Dios del mismo
modo como ellos lo hicieron, cuando entramos a la vida tal como ellos lo hicieron.

Permítaseme intentar ilustrar esto con un ejemplo. Mis padres murieron hace más de veinte años. A veces visito
sus tumbas. Es una buena experiencia. Al hacerlo encuentro un fundamento firme, unas raíces profundas que me
ayudan a encontrar mi propio centro. Pero éste no es mi contacto real con ellos. No. Los encuentros entre los
vivos. Los encuentros cuando, en mi propia vida, experimento aquellas cosas que eran más característicamente
distintivas de ellos en términos de su amor, su fe y su virtud. Así, por ejemplo, mi madre era una persona nada
egoísta, generosa hasta el exceso, que daba todo lo que tenía a otros. Cuando soy generoso y me entrego como
ella lo hizo, encuentro a mi madre. Se vuelve presente, está muy viva. En esos momentos no siento que está
4
muerta. Y lo mismo sucede con mi padre. Su gran cualidad era su integridad moral, un cierto empecinamiento en
la fe que era único, y una insistencia sin compromisos en que uno no debería ceder ni en el más pequeño de los
cuestionamientos morales. Cuando puedo ser hijo suyo en estas cosas, cuando puedo enfrentar las pequeñas y
las grandes tentaciones de mi vida, mi padre está presente, vivo, conectado conmigo, en una comunidad vital de
experiencia.

De manera mucho menos feliz también sucede que en aquellos momentos cuando soy egoísta, cuando no puedo
entregarme en sacrificio, mi madre está más ausente, más muerta para mí. Y lo mismo sucede con mi padre.
Cuando acepto algo moralmente dudoso, por más pequeño que sea, mi padre no está tan vivo para mí. Se retira,
como la marea. Entonces no me ayuda el visitar sus tumbas, porque en esos momentos yo mismo estoy viviendo
entre los muertos. Si los llamo en mi oración, la única respuesta que recibo proviene del ángel de la resurrección
que me dice, de manera suave, lo que le dijo a María Magdalena: "¿Por qué buscas entre los muertos a quienes
están vivos?"

Cada persona buena da forma a la vida infinita y a la compasión de Dios de una manera única. Cuando la
persona muere, debemos buscarla entre los vivos. De este modo, si querernos recuperar la presencia de un
ser amado, debemos buscar en aquello que era más característicamente suyo en términos de amor, fe y
actitud. Si tu madre tenía el don de la hospitalidad, la encontrarás siendo hospitalario, si un amigo tenía una
pasión por la justicia, lo encontrarás cuando te entregas a la búsqueda de la justicia; si una tía tenía un gran
amor por la vida, le gustaba reunirse con la familia, comer con ella y reír en su casa, la encontrarás cuando
tengas su mismo amor por la vida, la encontrarás con tu familia y en tu casa se escuchen risas.

V. SEMANA SANTA
La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. La Semana Santa está cargada del sentido cristiano
y según estos debe ser tiempo para reflexionar en Jesucristo, hijo de Dios que ofrendó su vida para que vivamos en paz.
Este “tiempo santo” muy bien podría ser utilizado para reflexionar en qué cosas podemos hacer para realizar cambios
positivos en nuestras vidas, trabajo, en el país y por qué no hasta en el mundo. Para los cristianos, la Semana Santa es
el tiempo litúrgico más importante, y es dedicado a la oración y reflexión de los misterios de la pasión, muerte y
resurrección de Jesucristo, hijo de Dios. Es bueno aclarar que todos los actos que se realizan desde el inicio de la Semana
Santa, tienen un significado cristiano, y con ello se busca recordar el sacrificio de Jesús en la cruz. Los cristianos
interpretan la Semana Santa, no como el recuerdo de un hecho histórico, o un momento de vacaciones sin sentido, para
ellos es tiempo de perdón y de reconciliación fraterna, expulsando de sus corazones el rencor, odio y la envidia. Esta
semana tiene una connotación espiritual que invita a la reflexión, al rescate de valores como la solidaridad, la
comprensión, la empatía, el respeto, la caridad y el amor.

Da inicio el Domingo de Ramos y finaliza con la celebración del Domingo de Resurrección. La fecha de la
celebración es variable (entre marzo y abril según el año) ya que depende del calendario lunar. La Semana Santa
va precedida por la Cuaresma, que finaliza en la Semana de Pasión donde se celebra la eucaristía en el Jueves
Santo, se conmemora la Crucifixión de Jesús el Viernes Santo y la Resurrección en la Vigilia Pascual durante la
noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección.

LOS DÍAS FESTIVOS DE LA SEMANA SANTA


1. Inicio de la Semana Santa: Domingo de Ramos
Este día se celebra la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Montado sobre un asno, ingresó al pueblo en medio
de una calle de honor mientras las personas lo alababan y lo proclamaban como rey, como el hijo de David. Algunos
cortaban ramas de árboles y las colocaban sobre el suelo por donde pasaría. Ello, debido a que creían en Él, en su
palabra, hechos y milagros. Por esto, se realiza la bendición de los ramos que los fieles llevan a la Iglesia para
recordar el camino que recorrieron Jesús y sus apóstoles desde el Monte de los Olivos hasta la puerta de Jerusalén.
La comunidad va en procesión hasta llegar al templo, que representa la ciudad a donde arribó Jesús, para celebrar
la eucaristía. En esta, los textos se orientan a revivir la pasión y muerte de Cristo.

2. Triduo pascual
2.1. Jueves Santo, lavatorio de pies e institución de la Eucaristía. En el Jueves Santo se celebran 3 grandes
misterios: la institución de la eucaristía, la creación del sacerdocio y el sacramento de la caridad. El día de
la pascua judía (festejo de la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto), Jesús compartió la
Última Cena con sus apóstoles. En medio de la fiesta, Jesús señaló nuevamente que uno de los 12 lo
traicionaría. Les lavó los pies, humillándose a sí mismo para inculcarles el mandamiento del amor al
prójimo. Luego, fundó la eucaristía al hacer la partición del pan (su cuerpo) y la repartición del vino (su
sangre), siendo esta la primera misa celebrada en la historia. Finalmente, se dirigió hacia el Huerto de
Getsemaní a orar, donde sería arrestado tiempo después. Es lo que se conoce como la agonía en el Monte
de los Olivos.
2.2. Viernes Santo, pasión y muerte de Jesús. Jesús fue arrestado en la madrugada y presentado ante varios
tribunales dirigidos por Anás, Caifás, Pilatos y Herodes. El único que lo encontró inocente fue Pilatos, pero
5
por la presión popular, decidió someterlo a la democracia y el pueblo decidió dejar libre a Barrabas, un
ladrón, y que a Jesús lo crucificaran. Paralelamente a estos acontecimientos, Pedro negó a su Maestro 3
veces y Judas, al oír la condena, se arrepintió. Luego de devolver las monedas, terminó con su vida
ahorcándose. Abstinencia y ayuno son la regla de este día. En la mañana, se hace el viacrucis para meditar
lo que tuvo que sufrir Jesús por el pecado de la humanidad y así acompañarlo en todos sus padecimientos.
A las 3 de la tarde, se lleva a cabo la acción litúrgica relacionada a la pasión y muerte del Señor junto con
la adoración a la Santa Cruz. Al finalizar el día, se efectúa el sermón de las 7 palabras, donde se analizan
las últimas palabras de Cristo antes de morir. La muerte de Cristo nos invita a morir también, no
físicamente, sino a luchar por alejar de nuestra alma la sensualidad, el egoísmo, la soberbia, la
avaricia... la muerte del pecado para estar debidamente dispuestos a la vida de la gracia.

2.3. Sábado Santo, vigilia pascual. Es el día más grande dentro de la Semana Santa. En la mañana suele
hacerse un homenaje a la Virgen María, la madre de Dios, con el fin de unirse en su dolor por la pérdida
de su Hijo. En la noche se ejecuta la vigilia pascual, en la que se espera la resurrección de Jesucristo. “Esta
es la noche, en que Cristo ha vencido la muerte, y del infierno retorna victorioso”, es un canto que se
escucha dentro de la ceremonia donde se recuerda el triunfo de Cristo. Se bendicen el fuego, el cirio
pascual (que simboliza a Jesús muerto y resucitado) y el agua. Adicionalmente, se canta el Gloria en señal
de gozo y júbilo.

3. Domingo de resurrección
Al ir a buscar el cuerpo de Jesús en el sepulcro, 3 mujeres encontraron que ya no estaba. Como lo había dicho,
Cristo volvió de la muerte y se apareció a sus seguidores. Y, luego de compartir con ellos, ascendió al cielo frente
a sus ojos. La celebración gira en torno a que Cristo sigue vivo. Incluso, la Iglesia amplía este ambiente festivo
durante toda una semana. Es lo que se conoce como la octava de Pascua, 8 días en los que se recuerdan las
experiencias que tuvieron los apóstoles con Jesucristo resucitado.
La Resurrección del Señor nos abre las puertas a la vida eterna, su triunfo sobre la muerte es la victoria definitiva
sobre el pecado. Este hecho hace del domingo de Resurrección la celebración más importante de todo el año
litúrgico. Resucitar en Cristo es volver de las tinieblas del pecado para vivir en la gracia divina. Ahí está el
sacramento de la penitencia, el camino para revivir y reconciliarnos con Dios. Es la dignidad de hijos de Dios que
Cristo alcanzó con la Resurrección.

ACTIVIDADES EXTENSIÓN:
• Idéntica en los siguientes textos las apariciones de Jesús: ¿De quién es la iniciativa? ¿Cómo reconocen los
apóstoles a Jesús? ¿Qué misión encarga Jesús?: Jn 20, 11-18; Lc 24, 13-35; Jn 21, 9-17
En estos pasajes, Jesús toma la iniciativa en los encuentros con sus seguidores, revelándose a ellos en
momentos significativos. Los seguidores reconocen a Jesús a través de acciones específicas, como cuando él
llama a María Magdalena por su nombre, o cuando parte el pan con los discípulos en Emaús. En cuanto a la
misión, Jesús encomienda a sus seguidores la tarea de difundir el evangelio, perdonar pecados y pastorear a
su pueblo, especialmente a Pedro en el relato de Juan 21.
• ¿Qué acontecimiento de la Sema Santa te llama la atención? ¿Por qué?
Vía Crucis, la costumbre es hacer un recorrido grupal que puede tener lugar dentro del templo o por las calles,
deteniéndose en cada estación y rezando una oración en cada una, una lectura de algún pasaje del evangelio
y una reflexión y jaculatorias.
• ¿Ilustra un acontecimiento de la Semana Santa?

6
METACOGNICION: ¿Qué aprendí del tema? ¿Qué dificultades he encontrado? ¿Qué estrategias he usado para
aprender? ¿Para qué me sirve lo que aprendí?
Aprendí más sobre el desarrollo de la vida de Jesús, no tuve ninguna dificultad, la estrategia que empleé fue solo leer el
módulo. Me sirve para servir, practicar.

N° 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
1 39 18 03 36 22 02 21 32 08 15
2 33 40 23 09 45 17 37 43 19 27
3 06 26 30 31 20 24 35 04 13 07
4 16 25 47 28 29 05 38 10 42 34
5 46 48 14 12 01 44 41 11

https://reflexionesbuenanueva.blogspot.com/2021/03/
https://noticiasdechiapas.net/columna.php?item=1829
https://miniondas.com/que-se-celebra-en-semana-santa/
https://www.semana.com/cultura/articulo/que-celebramos-en-semana-en-santa/561568/
https://www.servicioskoinonia.org/relat/125.htm
https://proyectojesus.es/pjesus_4/Jesus/Jesus-Pagola-RESUMEN.pdf

También podría gustarte