POEMAS
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6. Nocturno miedo -
5. Nostalgia - Rosario Xavier Villaurrutia 7. Ciudad maya
Castellanos comida por la selva -
Todo en la noche vive una duda secreta:
el silencio y el ruido, el tiempo y el lugar.
Ahora estoy de regreso.
Llevé lo que la ola, para romperse, lleva
Inmóviles dormidos o despiertos José Emilio Pacheco
sonámbulos
—sal, espuma y estruendo—, nada podemos contra la secreta ansiedad. De la gran ciudad maya sobreviven
y toqué con mis manos una criatura arcos
viva; Y no basta cerrar los ojos en la sombra desmanteladas construcciones
el silencio. ni hundirlos en el sueño para ya no mirar, vencidas
porque en la dura sombra y en la gruta del
por la ferocidad de la maleza
Heme aquí suspirando sueño
como el que ama y se acuerda y está la misma luz nocturna nos vuelve a desvelar.
En lo alto el cielo en que se ahogaron sus
lejos. dioses
Entonces, con el paso de un dormido
despierto, Las ruinas tienen
sin rumbo y sin objeto nos echamos a andar. el color de la arena
La noche vierte sobre nosotros su misterio, Parecen cuevas
y algo nos dice que morir es despertar. ahondadas en montañas
que ya no existen
¿Y quién entre las sombras de una calle
desierta,
en el muro, lívido espejo de soledad, De tanta vida que hubo aquí
no se ha visto pasar o venir a su encuentro de tanta
y no ha sentido miedo, angustia, duda grandeza derrumbada
mortal? sólo perduran
El miedo de no ser sino un cuerpo vacío las pasajeras flores que no cambian
que alguien, yo mismo o cualquier otro,
puede ocupar,
y la angustia de verse fuera de sí, viviendo,
y la duda de ser o no ser realidad.
Amo el canto del zenzontle ERES, AMOR...
Nezahualcóyotl (1402-1472) Efraín Huerta
(primer párrafo en náhuatl) DETENTE SOMBRA
Eres, amor, el brazo con heridas
Nehuatl nictlazotla in centzontototl Sor juana ines y la pisada en falso sobre un cielo.
icuicauh,
nehuatl nictlazotla in chalchihuitl Detente, sombra de mi bien esquivo, Eres el que se duerme, solitario,
en el pequeño bosque de mi pecho.
Itlapaliz imagen del hechizo que más quiero,
ihuan in ahuiacmeh xochimeh; bella ilusión por quien alegre muero,
Eres, amor, la flor del falso nombre.
zan oc cenca noicniuhtzin in tlacatl, dulce ficción por quien penosa vivo.
Nehuatl nictlazotla
Eres el viejo llanto y la tristeza,
Si al imán de tus gracias, atractivo, la soledad y el río de la virtud,
sirve mi pecho de obediente acero, el brutal aletazo del insomnio
Amo el canto del zenzontle, y el sacrificio de una noche ciega.
¿para qué me enamoras lisonjero
pájaro de cuatrocientas voces.
si has de burlarme luego fugitivo?
Amo el color del jade Eres, amor, la flor del falso nombre.
y el enervante perfume de las flores,
Mas blasonar no puedes, satisfecho,
pero más amo a mi hermano: el hombre. Eres un frágil nido, recinto de veneno,
de que triunfa de mí tu tiranía: despiadada piedad, ángel caído,
que aunque dejas burlado el lazo enlutado candor de adolescencia
estrecho que hubiese transcurrido como un sueño.
que tu forma fantástica ceñía, Eres, amor, la flor del falso nombre.
poco importa burlar brazos y pecho Eres lo que me mata, lo que ahoga
el pequeño ideal de ir viviendo.
si te labra prisión mi fantasía.
y para los condenados a vida
Eres desesperanza, triste estatua no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.
de polvo nada más, de envidia sorda.
Eres, amor, la flor del falso nombre.
María Baranda
Qué comienza y da fin
EDUARDI LIZALDE