POEMAS

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se cierran

1. Decir, hacer - Octavio Las palabras se abren


Paz
Entre lo que veo y digo,
Entre lo que digo y callo,
Entre lo que callo y sueño, 2. En perseguirme
Entre lo que sueño y olvido 3. En Paz - Amado
La poesía. mundo, ¿qué
Se desliza entre el sí y el no:
Nervo
dice
lo que callo,
interesas? - Sor
calla
lo que digo, Juana Inés de la Cruz Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo,
Vida,
sueña
lo que olvido. porque nunca me diste ni esperanza
En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?
No es un decir: fallida,
es un hacer. ¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
Es un hacer poner bellezas en mi entendimiento
que es un decir.
y no mi entendimiento en las bellezas?
La poesía porque veo al final de mi rudo camino
se dice y se oye:
que yo fui el arquitecto de mi propio
es real. Yo no estimo tesoros ni riquezas;
Y apenas digo destino;
es real, y así, siempre me causa más contento
se disipa. poner riquezas en mi pensamiento
que si extraje las mieles o la hiel de las
¿Así es más real? que no mi pensamiento en las riquezas.
Idea palpable, cosas,
palabra fue porque en ellas puse hiel o mieles
impalpable: Y no estimo hermosura que, vencida, sabrosas:
la poesía es despojo civil de las edades,
va y viene cuando planté rosales, coseché siempre
entre lo que es ni riqueza me agrada fementida, rosas.
y lo que no es.
Teje reflejos
y los desteje.
teniendo por mejor, en mis verdades, Cierto, a mis lozanías va a seguir el
La poesía consumir vanidades de la vida invierno:
siembra ojos en las páginas que consumir la vida en vanidades ¡mas tú no me dijiste que mayo fuese
siembra palabras en los ojos.
Los ojos hablan eterno!
las palabras miran,
las miradas piensan.
Oír
Hallé sin duda largas las noches de mis
los pensamientos, penas;
ver mas no me prometiste tan sólo noches
lo que decimos
tocar
buenas;
el cuerpo y en cambio tuve algunas santamente
de la idea. serenas...
Los ojos
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en
paz!

6. Nocturno miedo -
5. Nostalgia - Rosario Xavier Villaurrutia 7. Ciudad maya
Castellanos comida por la selva -
Todo en la noche vive una duda secreta:
el silencio y el ruido, el tiempo y el lugar.
Ahora estoy de regreso.
Llevé lo que la ola, para romperse, lleva
Inmóviles dormidos o despiertos José Emilio Pacheco
sonámbulos
—sal, espuma y estruendo—, nada podemos contra la secreta ansiedad. De la gran ciudad maya sobreviven
y toqué con mis manos una criatura arcos
viva; Y no basta cerrar los ojos en la sombra desmanteladas construcciones
el silencio. ni hundirlos en el sueño para ya no mirar, vencidas
porque en la dura sombra y en la gruta del
por la ferocidad de la maleza
Heme aquí suspirando sueño
como el que ama y se acuerda y está la misma luz nocturna nos vuelve a desvelar.
En lo alto el cielo en que se ahogaron sus
lejos. dioses
Entonces, con el paso de un dormido
despierto, Las ruinas tienen
sin rumbo y sin objeto nos echamos a andar. el color de la arena
La noche vierte sobre nosotros su misterio, Parecen cuevas
y algo nos dice que morir es despertar. ahondadas en montañas
que ya no existen
¿Y quién entre las sombras de una calle
desierta,
en el muro, lívido espejo de soledad, De tanta vida que hubo aquí
no se ha visto pasar o venir a su encuentro de tanta
y no ha sentido miedo, angustia, duda grandeza derrumbada
mortal? sólo perduran
El miedo de no ser sino un cuerpo vacío las pasajeras flores que no cambian
que alguien, yo mismo o cualquier otro,
puede ocupar,
y la angustia de verse fuera de sí, viviendo,
y la duda de ser o no ser realidad.
Amo el canto del zenzontle ERES, AMOR...
Nezahualcóyotl (1402-1472) Efraín Huerta
(primer párrafo en náhuatl) DETENTE SOMBRA
Eres, amor, el brazo con heridas
Nehuatl nictlazotla in centzontototl Sor juana ines y la pisada en falso sobre un cielo.
icuicauh,
nehuatl nictlazotla in chalchihuitl Detente, sombra de mi bien esquivo, Eres el que se duerme, solitario,
en el pequeño bosque de mi pecho.
Itlapaliz imagen del hechizo que más quiero,
ihuan in ahuiacmeh xochimeh; bella ilusión por quien alegre muero,
Eres, amor, la flor del falso nombre.
zan oc cenca noicniuhtzin in tlacatl, dulce ficción por quien penosa vivo.
Nehuatl nictlazotla
Eres el viejo llanto y la tristeza,
Si al imán de tus gracias, atractivo, la soledad y el río de la virtud,
sirve mi pecho de obediente acero, el brutal aletazo del insomnio
Amo el canto del zenzontle, y el sacrificio de una noche ciega.
¿para qué me enamoras lisonjero
pájaro de cuatrocientas voces.
si has de burlarme luego fugitivo?
Amo el color del jade Eres, amor, la flor del falso nombre.
y el enervante perfume de las flores,
Mas blasonar no puedes, satisfecho,
pero más amo a mi hermano: el hombre. Eres un frágil nido, recinto de veneno,
de que triunfa de mí tu tiranía: despiadada piedad, ángel caído,
que aunque dejas burlado el lazo enlutado candor de adolescencia
estrecho que hubiese transcurrido como un sueño.

que tu forma fantástica ceñía, Eres, amor, la flor del falso nombre.
poco importa burlar brazos y pecho Eres lo que me mata, lo que ahoga
el pequeño ideal de ir viviendo.
si te labra prisión mi fantasía.
y para los condenados a vida
Eres desesperanza, triste estatua no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.
de polvo nada más, de envidia sorda.
Eres, amor, la flor del falso nombre.
María Baranda
Qué comienza y da fin
EDUARDI LIZALDE

NO SIRVE OTRO MODO Y habiendo estado tras las rejas


de las albas sometida, cavara
JAIME SABINES
No importa que sea falso: ahora entre tus carnes
LA LUNA cuando tú quieras verme unos minutos
las rodajas, el vértice mordaz
La luna se puede tomar a cucharadas vive conmigo para siempre.
o como una cápsula cada dos horas. arremangada, abriendo
Es buena como hipnótico y sedante Cuando simplemente quieras
y también alivia
el paraíso en tus partículas
hacer bien el amor
a los que se han intoxicado de filosofía. bajo la lluvia casta de las aguas.
entrégate a mi cuerpo
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo: como si fuera el tuyo Hembra de qué playa te buscara
sirve para encontrar a quien se ama, desde el principio.
para ser rico sin que lo sepa nadie
en tus navíos y en trenes
y para alejar a los médicos y las clínicas. De otro modo, no sirve: recorriera aquel fulgor
Se puede dar de postre a los niños sería como prostituirse
cuando no se han dormido, bajo la niebla, pesada
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
el uno con el otro;
ayudan a bien morir. haríamos de todo esto y conyugal sobre tu cuerpo
un gratuito burdel de dos personas. acariciando hambrienta
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada en la lujuria de este sol
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna que jubiloso
para cuando te ahogues, me hace recibir de pronto
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados. tanta gracia.
Para los condenados a muerte

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