GÉNESIS

La creación
1 En el principio, Dios creó los cielos y la tierra. La tierra estaba desordenada y
vacía, en vuelto de agua y muy oscura, y el Espíritu de Dios se movía.
El primer día, Dios dijo: Sea la luz; y fue la luz en el universo y vio que era bueno. El
segundo día, Dios creo la atmosfera (cielo) dejando agua abajo y agua vaporizada
arriba. El Tercer día, Dios creo mar y tierra seca; la tierra produjo hierbas y arboles con
semilla y fruto.
El Cuarto día, Dios creo el sol para el día, la luna y las estrellas para la noche. El
Quinto día, Dios creo peces pequeños y monstruos, y aves y que se reproduzcan cada
especie. Y Dios bendijo para que llenen los mares y la tierra.
El Sexto día, Dios creo a los animales de la tierra. y dijo Dios: Hagamos al hombre a
nuestra imagen y semejanza; y creo hombre y mujer. Y bendijo: Multiplicaos, llenad la
tierra y gobernad a todos los animales. Os doy de comer: verduras, semillas y frutas; y
los animales comerán hierba. Y vio Dios todo lo que había hecho, era bueno en gran
manera.
2 Fueron acabados los cielos y la tierra. Séptimo día, Dios bendijo a todo lo que hizo
y lo santificó al séptimo día y reposó.
El hombre en el huerto del Edén
En el principio Dios creo los cielos y de la tierra. No había plantas ni hierbas, porque
aún no llovía, ni había hombre que labrara; subía de la tierra un vapor, que regaba. Y el
Señor, formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz y comenzó a vivir.
Y Dios plantó un huerto en Edén, hizo árboles deliciosos a la vista para comer; y
puso allí al hombre. Pero aun no llovía, sino de la tierra subía un vapor, que regaba la
tierra. Y salía de Edén un río para regar el huerto y se repartía en cuatro ríos: Pisón,
Gihón, Hidekel y Éufrates; en Pisón hay oro fino, bedelio y ónice.
Dios puso al hombre en el huerto para que lo labrara y lo guardara, diciendo: De todo
árbol podrás comer; más el árbol de vida y el árbol del mal no comerás; porque el día
que de él comieres, ciertamente morirás. Dios trajo a Adán a todos los animales para
que pusiese nombre.
Pero Adán no tenía ayuda idónea. Y dijo Dios: No es bueno que el hombre esté solo;
le haré ayuda idónea. E hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras dormía, tomó
una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. De la costilla, hizo una mujer, y la trajo
al hombre. Y Adán dijo: Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne, lo llamaré
mujer. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer. Y
ambos estaban desnudos, y no sentían vergüenza.
Desobediencia del hombre

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 3 La serpiente era astuta y dijo a la mujer: Dios os ha dicho: ¿No comáis el fruto de
todo árbol? la mujer dijo: el fruto de todo árbol podemos comer; pero del árbol del
medio, dijo Dios: No comeréis, ni le tocaréis, para que no muráis.
La serpiente dijo: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis, seréis
como Dios. Y la mujer vio que el fruto era hermoso y agradable para comer y tomó del
fruto y comió; y dio a su marido, él también comió. Entonces se dieron cuenta que
estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse. Y oyendo la voz
de Dios se escondieron entre los árboles.
Y Dios llamó al hombre: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz y tuve miedo y
me escondí, porque estaba desnudo. Y Dios le dijo: ¿Quién te ha dicho que estás
desnudo? ¿Acaso comiste del fruto que te prohibí? Adán respondió: La mujer que me
disté, me dio del árbol, y yo comí.
Entonces Dios dijo a la mujer: ¿Qué has hecho? Ella dijo: La serpiente me engañó.
Y Dios dijo a la serpiente: maldita serás, más que todos los animales; sobre tu pecho
andarás y polvo comerás. Tú semiente herirá en el calcañar y la semiente de ella
aplastará tu cabeza.
A la mujer dijo: con gran dolor darás a tus los hijos; tu deseo te llevará a tu marido y
él tendrá autoridad sobre ti. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu
mujer, maldita será la tierra por tu causa; espinos y cardos producirán, con mucho
trabajo comerás, hasta que vuelvas a la tierra, de donde fuiste tomado. Adán llamó a su
mujer, Eva. Y Dios hizo túnicas de pieles para ambos.
Y dijo Dios: El hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; no sea
que coma del árbol de la vida, y viva para siempre; por eso, echó fuera del huerto y puso
ángeles para guardar del árbol.
Caín y Abel
4 Adán y Eva tuvieron hijos; Caín, fue labrador de la tierra y Abel fue pastor de
ovejas. Un día Caín trajo del fruto una ofrenda al Señor; y Abel trajo de lo mejor de sus
ovejas. Y Jehová miró con agrado la ofrenda de Abel, pero no de Caín; y Caín se enojó
mucho.
Dios dijo a Caín: ¿Por qué estás enojado? Si haces bien, siempre te aceptaré, pero
si haces mal, el pecado está a la puerta; pero depende de ti, tu puedes dominar a él.
Pero un día Caín mató a su hermano en el campo. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde
está Abel? y él dijo: No sé. ¿Acaso soy su guarda? Y Dios le dijo: La sangre de tu
hermano me pide justicia. Ahora pues, maldito seas tú, con esto la tierra ya no será
fértil, errante y extranjero vivirás en la ella.
Y Caín dijo a Jehová: Grande es mi castigo para soportar; me esconderé de tu
presencia, y cualquiera que me halle me matará. Y Jehová puso señal en Caín y dijo:
cualquiera que matase a Caín, siete veces será castigado. Y Caín se fue al oriente y
habitó en tierra de Nod. Años después Caín conoció a su mujer y tuvo hijo, a Enoc; y
edificó una ciudad y llamó Enoc.

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 Descendientes de Enoc fue: Irad, Mehujael, Metusael y Lamec. Lamec tuvo dos
mujeres; Ada, y Zila. Con Ada tuvo hijos Jabal y Jubal. Jabal, fue el primero de los que
habitan en tiendas y crían ganados. Jubal, fue maestro de los que tocan arpa y flauta. Y
con Zila tuvo a Tubal-caín y a su hermana Naama; Tubal-caín, fue artífice en hacer
herramientas de bronce y hierro;
Lamec dijo a sus mujeres: un varón mataré por mi herida, y un joven por mi golpe. Si
a Caín vengaran siete veces, a Lamec, setenta veces siete vengar n.
Y Adán tuvo otro hijo y llamó Set. Y dijo: Dios me ha sustituido otro hijo en lugar de
Abel. Set tuvo a Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre del
Señor.
Libro de Los descendientes de Adán
5 Dios creó al hombre semejante a Él y los bendijo. Y la descendencia de Adán fue
así: Adán tenía 130 años y nació Set y Adán tuvo hijos e hijas y murió de 930 años. Set
de 105 años tuvo a Enós y tuvo muchos hijos e hijas y murió de 912 años. Enós de 90
años tuvo a Cainán y a muchos hijos e hijas y murió de 905 años.
Cainán de 70 años tuvo a Mahalaleel y muchos hijos e hijas y murió de 910 años.
Mahalaleel de 65 años tuvo a Jared y muchos hijos e hijas y murió de 895 años. Jared
de 62 años tuvo a Enoc y muchos hijos e hijas y murió de 962 años.
Enoc de 65 años tuvo a Matusalén y muchos hijos e hijas y murió de 365 años.
Matusalén de 187 años tuvo a Lamec y muchos hijos e hijas y murió de 969 años.
Lamec de 182 años tuvo a Noé y muchos hijos e hijas y murió de 777 años. Noé de
500 años tuvo a: Sem, Cam y Jafet.
La maldad de los hombres
6 Cuando los hombres se multiplicaron. Los hijos de Dios se casaron con las hijas
de los hombres porque eran hermosas, y sus hijos eran valientes y de renombre. Para
aquellos días ya habían muchos gigantes. Y Dios dijo: No dejaré que el hombre viva
para siempre; sino, sólo ciento veinte años.
Y Dios vio que la maldad de los hombres era mucha, y solo pensaban en hacer lo
malo. Se arrepintió Dios de haber hecho al hombre, y con dolor en su corazón dijo: voy
a borrar al hombre de la tierra y a todos los animales.
Noé construye el arca
Pero Noé halló gracia ante los ojos del Señor, porque era justo y perfecto y caminó
con Dios. Noé tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
Vio Dios que toda la gente se corrompió, y estaban llena de maldad y violencia. Dios
dijo a Noé: por la maldad de los hombres destruiré la tierra y todos morirán; Hazte un
arca de madera de gofer, de ciento treintaicinco metros de largo, veintitrés metros de
ancho y catorce metros de alto. Y calafatearás con brea por dentro y por fuera. Harás de
tres pisos con una puerta a un lado y ventana a 50 cm del techo.

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 Estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las
mujeres de tus hijos; toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y
servirá para ti y para los animales. Y Noé hizo tal como Dios le mandó.
El diluvio
7 Dios dijo a Noé: Entra tú y tu familia en el arca. De todo animal limpio introducirás
siete parejas, macho y hembra y de los animales no limpios una pareja. A los siete días,
haré llover cuarenta días y cuarenta noches; y todo ser viviente morirá. Los animales
vinieron macho y hembra, como Dios mandó. Y el Señor cerró la puerta.
El día séptimo del año seiscientos de la vida de Noé, a los diecisiete días, del mes
segundo; comenzó llover cuarenta días y cuarenta noches. Aquel día fueron rotas las
fuentes del abismo, y las cataratas de los cielos. Las aguas crecieron y el arca se elevó.
Y las aguas crecieron ocho metros, más que los montes más altos. Y murieron todos
los animales y los hombres; solo quedó Noé y los que con él estaban en el arca.
La inundación siguió por ciento cincuenta días.
8 Luego, Dios cerro las fuentes de las aguas de la tierra y de los cielos e hizo pasar
un viento y las aguas decrecieron durante ciento cincuenta días; y el mes décimo reposó
el arca sobre los montes de Ararat
Y luego de cuarenta días abrió Noé la ventana del arca y envió un cuervo, y luego
envió una paloma, y la paloma no halló donde sentarse y volvió al arca. A los siete días
volvió a enviar una paloma; y la paloma volvió por la tarde, trayendo una hoja de olivo en
el pico; y Noé entendió que las aguas se han retirado. Y a otros siete días, envió otra
paloma, la cual ya no volvió.
El día veintisiete del segundo mes, del año seiscientos uno de Noé, Dios dijo a Noé:
Sal del arca tú y todos los que están en el arca y vayan por la tierra y fructifiquen y
multiplíquense. Entonces Noé quitó la cubierta del arca y todos salieron del arca.
Y Noé edificó un altar y ofreció holocausto al Señor, uno de cada ave y animal limpio.
Y Dios satisfecho dijo: No volveré a maldecir la tierra por causa del hombre; mientras la
tierra permanezca, abra condiciones para que no cese la siembra y la cosecha.
Pacto de Dios con Noé
9 Dios bendijo a Noé y a sus hijos, y les dijo: procread y llenad la tierra. Yo voy a
establecer mi pacto con ustedes, con sus descendientes y con todos los animales de la
tierra:
- Todos los animales tendrán miedo de ustedes.
- Pueden comer de todos los animales y verduras,
- Carne con su sangre no comeréis.
- Si alguien mata a un hombre, otro hombre lo matará a él, porque Dios creo al
hombre a su imagen y semejanza.
- He puesto mi arco iris en las nubes, para señal del pacto entre mí y la tierra.
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 - No habrá más diluvio para destruir la tierra. Y este pacto es para siempre.
De los hijos de Noé se llenó de habitantes la tierra. Noé plantó una viña y se
embriagó con el vino y se durmió desnudo en medio de su tienda. Cam vio y contó a
sus hermanos; Sem y Jafet llevaron ropa poniendo sobre sus hombros y andando hacia
atrás para no ver la desnudez de su padre y lo cubrieron.
Y cuando Noé despertó, supo de su hijo Cam, y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de
siervos será; y Dios bendigo a Sem y a Jafet. Y murió Noé de novecientos cincuenta
años.
Los descendientes de los hijos de Noé
10 Los hijos de Noé son: Sem, Cam y Jafet. Los hijos de Jafet: Gomer, Magog,
Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras. Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma. Los
hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim. Ellos poblaron las costas.
Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán. Los hijos de Cus: Seba, Havila,
Sabta, Raama y Sabteca; de Raama: Seba y Dedán. Cus engendró a Nimrod, el primer
poderoso; sus reinos fueron Babel, Erec, Acad y Calne, en Sinar; y Nínive, Rehobot,
Cala, y Resén.
Los hijos de Mizraim: Ludim, Anamim, Lehabim, Naftuhim, Patrusim, Casluhim de
donde salieron los filisteos, y Caftorim. Canaán engendró a Sidón, Het, jebuseo,
amorreo, gergeseo, heveo, araceo, sineo, al arvadeo, zemareo y hamateo; Y su territorio
Sidón, Gerar, Gaza, Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboim y Lasa.
Los hijos de Sem: Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. Los hijos de Aram: Uz, Hul,
Geter y Mas. Hijo de Arfaxad Sala y de Sala, Heber. Los hijos de Heber: Peleg, y
Joctán. Desde eses días fue repartida la tierra entre sus hermanos. Cada uno tenía
muchos descendientes; y habitaron en las montañas del oriente; cada uno con sus
clanes e idiomas formando naciones; y después se esparcieron por todo el mundo.
La torre de Babel
11 Toda la tierra hablaba un solo idioma. Del oriente llegaron al valle de Sinar; y se
dijeron: hagamos ladrillo y edifiquémonos una ciudad y una torre que llegue al cielo; y
nos haremos famosos, para que no seamos esparcidos.
Y el Señor dijo: el pueblo tiene un solo idioma y no dejaran de construir. Vamos y
confundamos su lengua, para que se entiendan; y así esparció Dios por toda la tierra. Y
dejaron de construir; por eso fue llamado Babel, que significa confusión.
Los descendientes de Sem hasta Abram (Repite en 1 Cr. 1.24-27)
Sem de cien años tuvo su hijo Arfaxad, a dos años después de diluvio y vivió
quinientos años más y tuvo muchos hijos e hijas. Arfaxad de treintaicinco años tuvo a
Sala y vivió cuatrocientos tres años más y tuvo muchos hijos e hijas. Sala de treinta
años tuvo a Heber y vivió cuatrocientos treinta años más y tuvo muchos hijos e hijas.
Heber de treintaicuatro años tuvo a Peleg y vivió cuatrocientos trinta años y tuvo
hijos e hijas. Peleg de treinta años tuvo a Reu y vivió doscientos nueve años y tuvo hijos

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e hijas. Reu de treintaidos años tuvo a Serug y vivió doscientos siete años y tuvo hijos e
hijas.
Serug de treinta años tuvo a Nacor y vivió doscientos años más y tuvo muchos hijos
e hijas. Nacor de veintinueve años tuvo a Taré y vivió ciento diecinueve años más y tuvo
muchos hijos e hijas. Taré de setenta años tuvo a Abram, Nacor y Harán. Harán
engendró a Lot y murió antes que su padre; y Abram se casó con Sarai y Nacor con
Milca hija de Harán.
Taré salió de Ur de los caldeos, para ir a Canaán; con Abram, Sarai y Lot hijo de
Harán, y llegaron hasta Harán, y allí murió Taré de doscientos cinco años.
Dios llama a Abram
12 Un día Dios dijo a Abram: Vete de la tierra de tu padre, a la tierra que te mostraré.
Haré de ti una nación grande y te bendeciré. En ti serán benditas las familias de la tierra.
Bendeciré a los que te bendigan y a los que te maldicen, maldeciré.
Abram, de setenta y cinco años, salió de Harán con su mujer, Lot, sus bienes y sus
siervos, y llegaron a Canaán. Y el Señor dijo a Abram: A tu descendencia daré ésta
tierra y él edificó allí altar e invocó el nombre del Señor y luego siguió hacia el Neguev.
Luego hubo sequía en Canaán y Abram se fue a Egipto. Y dijo Abraham a su mujer:
tú eres muy hermosa, los egipcios te tomarán y a mí me matarán; mejor di que eres mi
hermana. Los egipcios al ver que la mujer era muy hermosa llevaron a Faraón. Y faraón
regaló a Abram muchos animales. Pero Dios castigo a Faraón y a su casa con grandes
plagas, por causa de la mujer.
Entonces Faraón dijo a Abram, ¿Por qué dijiste: es mi hermana? ¡Imagínate si la
hubiera tomado por esposa! Aquí está tu mujer y vete. Y Faraón dio orden a su gente
para que vaya
Abram y Lot se separan
13 Abram volvió a Neguev e invocó allí el nombre de Dios. Abram era rico en ganado
y oro. También Lot, tenía muchas ovejas y vacas. Y los pastores tenían contienda por
los pastos. Abram dijo a Lot: para que no haya altercado entre nuestros pastores; yo te
ruego que te apartes de mí, a cualquier lado. Y Lot escogió la llanura del Jordán, que
era de riego, y se fue por la llanura hasta Sodoma. Pero los hombres de Sodoma eran
muy malos.
Y el Señor dijo: Toda la tierra que ves daré a tu descendencia; y tu descendencia
será como los granitos de la arena que nadie puede contar. Abram, puso su tienda, en
Hebrón, y edificó allí altar al Señor.
Abram liberta a Lot
14 Cuatro reyes: Amrafel de Sinar, Arioc de Elasar, Quedorlaomer de Elam, y Tidal
de Goim; se rebelaron y derrotaron a los: refaítas, zuzitas, emitas, horeos, amalecitas y
amorreo; porque ellos sirvieron doce años a Quedorlaomer.

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 El año catorce salieron los cinco reyes: el rey de Sodoma, rey de Gomorra, rey de
Adma, rey de Zeboim y rey de Bela o Zoar; en contra Quedorlaomer rey de Elam, Tidal
rey de Goim, Amrafel rey de Sinar y Arioc rey de Elasar. El rey de Sodoma y Gomorra,
huyeron al monte y muchos cayeron a los pozos. Los invasores saquearon todo de
Sodoma y Gomorra, y se llevaron a Lot y sus bienes.
Uno huyó y avisó a Abram; y él armó a sus trescientos dieciocho criados y siguió
hasta Dan y atacó de noche y recobró a Lot y todos los bienes.
Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer, Melquisedec, rey de Salem y
sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino, y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram
del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; Y Abram dio los diezmos de todo el
botín.
Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los
bienes; y Abram dijo al rey de Sodoma, no tomaré nada tuyo, excepto lo que comieron
mis criados: para que no digas: Yo enriquecí a Abram.
Dios promete a Abram un hijo
15 Después de esto Dios habló a Abram y dijo: No temas, yo soy tu escudo y tu
galardón será grande. Y Abram dijo: Señor ¿de qué me sirve galardón si no tengo hijo?
he aquí ¿mi esclavo Eliezer de Damasco será mi heredero? El Señor llevó fuera y le
dijo: Mira las estrellas, si puedes contar; Así será tu descendencia y Abram creyó. Dios
dijo: Yo te saqué de Ur de los caldeos, para darte ésta tierra.
Y él dijo: Señor, ¿en qué conoceré que la he de heredar? Y le dijo: Tráeme una
becerra, una cabra y un carnero de tres años cada uno; una tórtola, y un palomino. Todo
lo partió por la mitad; las aves no partió. Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos
muertos y Abram las ahuyentaba. A la caída del sol le dio sueño y le rodeo oscuridad y
sintió temor.
El Señor le dijo: tus descendientes vivirán esclavos y maltratados en un país
extranjero durante cuatrocientos años. Tú morirás en paz, en buena vejez. Y yo
castigaré a aquella nación y volveré a traer tu descendencia; porque la maldad de los
amorreos aun no llegó a su colmo para expulsar.
Al oscurecer apareció un horno humeando, y una antorcha que pasaba por entre los
animales. Aquel día el Señor hizo un pacto con Abram, y dijo: A tu descendencia daré
esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río Éufrates.
Agar e Ismael
16 Después de vivir diez años en Canaán, Sarai dio su sierva egipcia, Agar a Abram
y dijo: llégate a mi sierva; y tendré hijos de ella. Y Abram durmió con ella y ella quedo
embarazada.
Sarai dijo a Abram: Tu tienes la culpa; yo te di mi sierva por mujer, y ella viéndose
encinta, me mira con desprecio; Juzgue Dios entre tú y yo. Y Abram dijo: es tu sierva,
has con ella lo que bien te parezca. Y Sarai la afligía, pero ella huyó al desierto.

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 Un ángel hallo, camino de Shur y dijo: Agar ¿De dónde vienes, y a dónde vas? Y ella
respondió: Huyo de mi señora; el ángel dijo: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa. Dios
multiplicará tu descendencia; y llamarás Ismael a tu hijo, porque el Señor ha oído tu
aflicción. Y él será fuerte; luchará contra todos, y todos contra él.
Entonces dijo: Tú eres Dios que ve; Y Llamó Pozo Dios-que-ve. Abram era de
ochenta y seis años cuando Ismael nació y Agar lo llamó “Ismael”
La circuncisión, señal del pacto
17 Abram tenia noventa y nueve años. Y el Señor dijo: Yo soy tu Dios; sé perfecto
delante de mí; Abram se postró. Y Dios dijo: Hare un pacto contigo, ya no te llamarás
Abram, sino Abraham, porque hare de ti muchas naciones y reyes. Tu descendencia
heredara la tierra de Canaán y yo seré Dios de ellos. Tú y tu descendencia seréis
circuncidados como señal del pacto. A la edad de ocho días será circuncidado todo
varón y también el comprado y el extranjero. El que no cumple, morirá.
Y tu mujer ya no se llamará Sarai, sino Sara. Te daré un hijo por medio de ella el año
que viene y llamarás Isaac. Ella será madre de naciones y reyes. Él se rio en su
corazón, porque ya tenía cien años y su mujer noventa años.
A Ismael también bendeciré, doce príncipes engendrará y haré de él una gran
nación. Pero mi pacto es con Isaac, y Dios se subió. En el mismo día fueron
circuncidados Abraham e Ismael y todos los varones de su casa, Ismael ya tenía trece
años.
Promesa del nacimiento de Isaac
18 El Señor le apareció en el encinar de Mamre. Vio venir tres varones; se postró, y
dijo: te ruego que no pases de tu siervo, traeré agua para laven vuestros pies y
descansen debajo del árbol, y traeré algo para comer; Y ellos dijeron: Haz como has
dicho. Entonces Abraham preparo panes, un becerro tierno, mantequilla y leche; y
comieron debajo del árbol.
Ellos dijeron: Sara tu mujer tendrá un hijo. Sara escuchó detrás de la tienda y se
reyó, porque a ella su regla ya no bajaba; y el Señor dijo: ¿Por qué te has reído? ¿Hay
alguna cosa difícil para Dios? Al año volveré a ti y tendrá un hijo. Pero Sara negó,
diciendo: No me reí; porque tuvo miedo.
Y los varones se fueron hacia Sodoma; Y el Señor dijo: debo decir a Abraham lo
que voy a hacer. Y le dijo: el pecado de Sodoma y Gomorra llegó al extremo, iré y lo
sabré; los varones se fueron hacia Sodoma; pero, Abraham dijo: ¿Destruirás al justo con
el impío? si hay cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también?
Dios le dijo: no, no morirá el justo por el impío, Si hallare en Sodoma cincuenta
justos, perdonaré por amor a ellos. Y Abraham insistió: si solo hallara cuarenta, treinta o
solo diez; Jehová dijo: si se hallarán diez justos. No la destruiré, por amor a los diez, y
los varones se fueron.
Destrucción de Sodoma y Gomorra

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 19 Los dos ángeles llegaron a Sodoma; y Lot se inclinó y dijo: vengan a mi casa a
hospedarse y mañana seguiréis vuestro viaje. Y ellos dijeron: No, en la calle nos
quedaremos. Pero él insistió, y entraron en su casa y comieron.
Pero los varones de Sodoma rodearon la casa. Y dijeron a Lot: Saca a los varones
que vinieron para que nos acostemos. Lot dijo: Les ruego, que no hagáis tal maldad;
tengo dos hijas vírgenes, les daré a ellas; pero no hagáis nada a estos varones.
Pero ellos dijeron: Este extranjero ¿quiere ser juez? Y trataron con gran violencia a
Lot; Entonces los varones metieron a Lot en su casa; y a los hombres hirieron con
ceguera, ellos buscaron la puerta no hallaron hasta que se cansaron.
Y los visitantes dijeron a Lot: Sácalo tu familia; porque vamos a destruir esta ciudad,
porque el pecado de ellos es mucho. Lot habló a los novios de sus hijas, porque Dios va
destruir esta ciudad, pero ellos no creyeron. Al amanecer, los ángeles diciendo a Lot:
salgan fuera de la ciudad, escapen, no mires atrás, ni paren hasta llegar al monte o
perecerán. Tomaron de la mano de ellos y lo sacaron.
Lot dijo: ya me has hecho muchos favores, pero les pido uno más, el monte queda
lejos, dejadme escapar a la ciudad Zoar, es pequeña; Y ellos aceptaron. Cuando salía el
sol, Lot llegó a Zoar. Entonces el Señor hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y
fuego desde los cielos; y destruyó toda la llanura. Mientras huían, la mujer de Lot miró
atrás y se volvió estatua de sal.
Al día siguiente, Abraham miró hacia Sodoma y Gomorra y vio humo. Así, Dios
destruyó las ciudades, y sacó a Lot de la destrucción. Lot se fue de Zoar al monte y
habitó en una cueva con sus dos hijas. Después la mayor dijo: nuestro padre ya es viejo
y no hay varón para nosotras; demos a beber vino, y durmamos con él, y
conservaremos descendencia.
Y le embriagaron a su padre y la mayor durmió con él esa noche; El día siguiente, la
menor, hizo lo mismo, pero Lot no sintió nada de lo que pasó. La mayor tuvo un hijo y
llamó Moab, que llego ser padre de los moabitas. La menor tuvo hijo y llamó Ben-ammi,
y llego ser padre de los amonitas.
Abraham y Abimelec
20 Abraham se fue a Neguev, y habitó en Gerar. Abraham dijo de su mujer: Es mi
hermana. Y Abimelec rey de Gerar, tomó a Sara para su esposa. Antes que dormido con
ella, Dios dijo a Abimelec en sueños: Eres muerto a causa de Sara, porque ella es
casada. Abimelec dijo: Señor, ¿matarás al inocente? él me dijo que era su hermana. Y
Dios dijo: sé tu integridad; por eso te detuve de pecar,
Devuelve la mujer a su marido; él es profeta orará por ti, si no, de cierto morirás tú,
los tuyos. Abimelec llamó a sus siervos y dijo todo esto. Y dijo a Abraham: ¿Por qué me
has mentido? has atraído sobre mi reino este pecado? Y Abraham dijo: pensé que aquí
no temía a Dios. Ella es mi hermana, hija de mi padre, pero no de mi madre. Por eso dije
que en todos los lugares que ella diga es mi hermano.

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 Abimelec dio ovejas, vacas, siervos y monedas de plata a Abraham, y dijo: hay tierra
vacante en mi reino habita donde quiera. Y Abraham oró y Dios sanó a Abimelec y a su
mujer, y a sus siervas y tuvieron hijos.
Nacimiento de Isaac
21 Abraham de cien años y Sara de noventa años tuvieron un hijo, y llamaron Isaac y
circuncidó a los ocho días. Y dijo Sara: Dios me hizo reír, porque amamante hijos en mi
vejez.
Y Abraham hizo banquete para destetar. Y Sara notó que el hijo de Agar, se burlaba
de Isaac. Y dijo a Abraham: echa a la sierva y a su hijo, Esto le pareció mal a Abraham,
pero Dios le dijo: has lo que dijo Sara, porque de Ismael haré una nación. Entonces
Abraham, dio pan y agua y despidió. Y Agar anduvo por el desierto de Beerseba.
El muchacho lloraba fuerte por agua y ella echó debajo de un arbusto, y se fue al
frente para no ver morir. Y el ángel le dijo: Agar No temas; Dios oído al muchacho, yo
haré de él una nación grande; y le mostro una fuente de agua. Ismael creció y habitó en
el desierto de Parán y Dios estaba con él. Él fue tirador de arco y su madre le dio mujer
egipcia.
Abimelec y Ficol dijeron a Abraham: Dios está contigo en todo; júrame por Dios,
que no harás daño a mi hijo ni a mi nieto, porque te hemos tratado bien. Y Abraham dijo:
Yo juraré. Pero los siervos de Abimelec me quitado mi pozo. Y él dijo: No sé quién haya
hecho, ni tampoco tú me hasta hoy.
Abraham y Abimelec; acordaron un pacto. Abraham dio siete corderas como prueba
que cavé el pozo. Y Abraham plantó un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó el
nombre de Dios eterno.
Dios ordena a Abraham que sacrifique a Isaac
22 Después Dios dijo a Abraham: Ofrécelo en holocausto a tu hijo Isaac en monte
Moriah. Y Abraham tomó su asno, leña, dos siervos e Isaac y al tercer día llegó al lugar.
Y dijo a sus siervos: esperad aquí, yo y el muchacho adoraremos y volveremos. Isaac
dijo a su padre, llevamos fuego y leña, pero no hay cordero. Abraham dijo: Dios
proveerá de cordero.
Edificó altar y ató a Isaac, y puso sobre la leña; y tomó el cuchillo para degollar, pero
el ángel clamó Abraham, Abraham, no hagas daño, ya conozco que temes a Dios,
porque no me rehusaste tu único hijo.
Y vio un carnero en un zarzal; tomó y ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Y
hablo el ángel por segunda vez, y dijo: he jurado, dice el Señor, por cuanto has
obedecido; te bendeciré, tu descendencia será como las estrellas del cielo. Y Abraham
habitó en Beerseba. Y supo que su hermano Nacor tuvo 8 hijos, uno de ellos era Betuel
padre de Rebeca.
Muerte y sepultura de Sara
23 Y Sara murió en Hebrón de 127 años; y Abraham hizo duelo. Dijo a los hijos de
Het, soy forastero, véndenme terreno para sepultura; y interceded por mí con Efrón para
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que me venda la cueva de Macpela. Y Efrón dijo: te doy la heredad con su cueva y
árboles de su contorno; sepulta tu muerta. Abraham pago cuatrocientos siclos de plata,
en presencia de los hijos de Het; y enterró a Sara en la cueva.
Abraham busca esposa para Isaac
24 Abraham dijo a Eliazar: Jura por Dios, que no traerás mujer cananea para mi hijo;
sino de mis parientes. El criado dijo: si la mujer no quiere venir. ¿Llevaré tu hijo allá? Él
dijo: no, Dios me dio ésta tierra; él enviará su ángel para ayudarte, si la mujer no quiere
venir, no será tu culpa; y el criado le juró.
El criado viajó a Mesopotamia con diez camellos y regalos y en la ciudad de Nacor
descansó junto a un pozo. Y orar a Dios y dijo, dame señal: a la doncella a quien pida
agua, ella me diga bebe y también daré a tus camellos. Y antes que acabe de hablar,
vino Rebeca hija de Nacor; la joven era muy hermosa. Y sucedió tal como había orado.
Eliazar dio una pendiente de oro y dos brazaletes y dijo: ¿Quién es tu padre? y ella
dijo: Soy hija de Milca y Nacor. El hombre se inclinó y bendijo y adoró a Dios. Y la joven
corrió y aviso a su madre. Y su hermano Labán hizo entrar en casa. El siervo dijo: No
comeré hasta decir mi mensaje. Yo soy criado de Abraham, Dios ha bendecido con
muchas cosas y tuvo un hijo en su vejez. Y me hizo jurar, para venir aquí y lleve una
joven. Y relató lo que oró.
Si hacéis misericordia con mi señor, declarádmelo; y si no, me iré otra familia. Ellos
dijeron: De Dios ha salido esto. Aquí esta Rebeca, sea mujer del hijo de tu señor. Y el
criado adoro a Dios; y regaló alhajas de plata, de oro y vestidos a Rebeca; también
regaló a su hermano y a su madre.
Y comieron y bebieron en día siguiente dijo: tengo que volver a mi señor y ellos
dijeron: que se quede unos diez días; pero él les dijo: No, Dios ha bendecido mi camino;
déjenme regresar. Entonces preguntaron a Rebeca: ¿Quieres ir con este varón? Y ella
dijo: Sí, iré. Entonces dejaron ir a Rebeca con su nodriza. Y le dijeron: sé madre de
millares.
Rebeca con sus doncellas siguieron al hombre en camellos. Cuando llegaron a
Canaán, Isaac vio venir camellos. También Rebeca vio a Isaac y preguntado al criado: él
dijo: este es mi señor. Entonces ella cubrió su rostro con velo. Luego el criado contó
todo a Isaac. Isaac se casó de 40 años con Rebeca y la amó mucho.
Los descendientes de Abraham y Cetura
25 Abraham tomó a Cetura por esposa y tuvo hijos: Zimram, Jocsán, Medán, Madián,
Isbac y Súa. A ellos dio regalos y envió lejos, al oriente. Y a Isaac dio todo lo que tenía.
Y Murió Abraham de ciento setenta y cinco años; e Isaac e Ismael sepultaron a lado de
su esposa en la cueva de Macpela,
Los descendientes de Ismael (1 Cr. 1.28-31)
Los hijos de Ismael eran: Nebaiot, Cedar, Adbeel, Mibsam, Misma, Duma, Massa,
Hadar, Tema, Jetur, Nafis y Cedema. Son doce príncipes en sus villas. Habitaron en

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Havila, Shur, frente a Egipto camino a Asiria. E Ismael murió de ciento treinta y siete
años.
Isaac oró a Dios, porque su mujer era estéril; y Dios escuchó. Pero los mellizos
peleaban en el vientre y dijo: Si es así, ¿Para qué vivo yo? y oró y Dios le dijo: Dos
naciones hay en tu seno, uno será más fuerte que el otro.
Isaac tenía sesenta años. El primer hijo nació rubio y velludo y llamaron Esaú; el
segundo nació agarrado del calcañar y llamaron Jacob. Esaú fue diestro en la caza; y a
Jacob le gustaba los quedarse en casa. Isaac amó a Esaú y Rebeca amaba a Jacob.
Un día Esaú llego del campo cansado y dijo a Jacob, dame ese guiso rojo que tienes.
Y Jacob dijo: Véndeme tu primogenitura. Esaú dijo: ¿para qué me servirá la
primogenitura? Y dijo Jacob: Júramelo en este día; y él le juró. Entonces Jacob dio a
Esaú pan y guisado de lentejas; y él comió y bebió. Así menospreció Esaú la
primogenitura.
Isaac en Gerar
26 Hubo hambre en la tierra, y Isaac se fue a Abimelec rey de los filisteos. Y Dios le
dijo: No desciendas a Egipto. Isaac dijo: a los hombre del lugar, que su mujer era su
hermana, pensando que lo mataría por causa de ella
Después de unos días, Abimelec, vio a Isaac acariciar a Rebeca. Y dijo: ¿Porque
dijiste es mi hermana? Alguien hubiera dormido con ella y hubieras traído este pecado
sobre nosotros. Abimelec mandó a todos que no toquen a él y a su mujer, o morirá.
Isaac se enriqueció mucho; y los filisteos tenían envidia y taparon los pozos de
Abraham. Abimelec dijo a Isaac: Apártate de nosotros, porque eres más poderoso que
nosotros. E Isaac se fue de allí, y habitó en el valle de Gerar. E hizo cavar pozo, pero los
filisteos taparon cada vez que hallaban. Y cavó más lejos y ya no taparon.
En Beerseba Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham; no temas, porque yo estoy
contigo. Él edificó un altar allí, e invocó el nombre del Señor, y plantó allí su tienda; y
abrieron pozos.
Abimelec y Ahuzat, y capitán de su ejército vinieron. Isaac le dijo: ¿Por qué vienes si
me has echado? Ellos dijeron: Dios está contigo; haya juramento entre nosotros, que no
nos hagas mal, como nosotros. Entonces él les hizo banquete. A aquel lugar llamó Seba
y después llamó Beerseba. Esaú de cuarenta años, se casó con Judit y Basemat,
heteas. y eran amargura de espíritu para Isaac y Rebeca.
Jacob obtiene la bendición de Isaac
27 Isaac quedo sin vista y dijo a Esaú, vaya a cazar y prepare guisado que me gusta
para que te bendiga. Rebeca escucho y dijo a Jacob tráeme dos cabritos para hacer
guisados, para que te bendiga tu padre antes de morir.
Su madre vistió con ropa de Esaú y cubrió sus manos con pieles; y fue a su padre y
dijo: Yo soy Esaú: come para que me bendigas. E Isaac dijo te palparé, si eres mi hijo
Esaú o no, y palpó y dijo: La voz es de Jacob, pero las manos, es de Esaú. Volvió a
decir: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y Jacob dijo: Yo soy.
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 Jacob se la acercó comió, le besó, olió sus vestidos, y dijo: Dios, te dé del rocío del
cielo, y la abundancia de la tierra; y naciones se inclinen a ti; Sé señor de tus hermanos,
Malditos los que te maldijeren, y benditos los que te bendijeren. Apenas salió Jacob,
Esaú llego y dijo a su padre levántese, y coma de la caza de su hijo, para que me
bendiga. Y su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él le dijo: Yo soy tu hijo, Esaú.
Y se estremeció Isaac, y dijo: ¿Quién es el que vino? Yo ya comí y ya bendije. Pero
Esaú lloro y dijo: Bendíceme también a mí. Y dijo: Jacob me ha suplantado dos veces: y
ahora ha tomado mi bendición. Isaac dijo a Esaú: yo he puesto por señor tuyo, y le he
dado por siervos a sus hermanos; ¿Qué haré por hijo mío?
Y Esaú dijo a su padre: ¿Tienes una sola bendición? Bendíceme y volvió a llorar.
Entonces Isaac dijo: Vivirás lejos de las tierras fértiles y te defenderás con tu espada y
serás siervo de tu hermano; pero cuando te hagas fuerte te librarás de él.”
Jacob huye de Esaú
Y aborreció Esaú a Jacob porque había quitado la bendición, y amenazó de matar
después de la muerte de su padre y Rebeca se enteró y llamó a Jacob y le dijo: Esaú tu
hermano tiene plan de matarte; huye a Harán a la casa de mi hermano Labán, hasta que
el enojo de tu hermano se calme; yo te enviaré y te traeré. Y Rebeca dijo a Isaac: ya no
soporto a las hijas de Het. Si Jacob se casa con las heteas, como éstas, ¿Para qué
quiero la vida?
28 Entonces Isaac dijo a Jacob: No te cases con Cananeas, vaya a Padan-aram,
cásate con las hijas de mi tío Labán. Y bendijo diciendo: Dios te haga fructificar para que
heredes esta tierra. Y vio Esaú cómo Isaac había bendecido a Jacob, y dio consejo de
casarse con sus parientes. y fue Esaú a Ismael, se casó con Mahalat, hija de Ismael,
aunque ya tenía otras mujeres.
Dios se aparece a Jacob en Bet-el
Salió Jacob de Beerseba, a Harán. Y en un cierto lugar durmió, puso piedras en su
cabecera. Y vio una escalera desde la tierra hasta el cielo; y ángeles subían y bajaban.
El Señor le dijo: Yo soy el Dios de Abraham y de Isaac; la tierra en que estás acostado
te la daré a ti y a tu descendencia. Te guardaré por donde vayas, Despertó y dijo: Dios
está en este lugar y tuvo miedo, y dijo: Este lugar es casa de Dios y puerta del cielo.
Por la mañana, derramó aceite sobre la piedra. Y llamó aquel lugar Bet-el. E hizo voto:
Si Dios me guardare en este viaje y volviere a casa de mi padre, él será mi Dios; el
diezmo apartaré para ti.
Jacob sirve a Labán por Raquel y Lea
29 Jacob llegó a un pozo y pregunto a los pastores de ovejas: ¿Conocen a Labán
hijo de Nacor? Y ellos dijeron: Sí, Mientras hablaban, Raquel llegó con el rebaño. Y
Jacob saco agua del pozo para las ovejas y besó a Raquel y lloró. Y dijo que él era
hermano de su padre, hijo de Rebeca; y ella corrió, y aviso a su padre Labán.
Y Labán recibió, abrazó y besó; Labán le dijo: eres hueso mío y carne mía. Un mes
después Labán dijo a Jacob: Dime cuál será tu salario. Labán tenía dos hijas: Lea y

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Raquel, Raquel era más hermosa. Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete
años por Raquel y Labán acepto.
Jacob sirvió siete años por Raquel; y le pareció pocos días, porque la amaba. A los
siete años, Labán hizo banquete. Y en la noche cambio a Raquel con Lea, y Jacob
durmió y por la mañana se dio cuenta que no era Raquel. Dijo a Labán: ¿Por qué me
has engañado?
Él dijo: en nuestro lugar no se casa la menor antes de la mayor. Cumple la semana
de ésta, y se te dará también la otra, por otros siete años. Jacob aceptó y se le dio a
Raquel. Y amó a Raquel más que a Lea; Y dio Labán sus siervas, zilpha a Lea y Bilha a
Raquel, para que sirvan.
Los hijos de Jacob
Y vio el Señor que Lea no era amada y le dio hijos; pero Raquel era estéril. Y Lea,
llamó a su primer hijo Rubén, que significa, “Dios ha visto mi tristeza”; ahora mi marido
me amará. Al segundo llamó Simeón, que significa, “Dios oye”.
Al tercero llamo Leví, que significa, Unión. mi marido se unirá conmigo. Y al cuarto
llamo Judá, que significa, Alabanza. Y dejó de dar a luz.
30 Raquel tuvo envidia de su hermana, y dijo a Jacob: Dame hijos, o si no, me
muero. Y Jacob se enojó y dijo: ¿Soy yo Dios para darte hijos? Entonces ella dijo: tenga
hijos con mi sierva Bilha y serán hijos míos.
Y Bilha, tuvo un hijo para Jacob. Dijo Raquel: llamó Dan, que significa, Justicia. Al
segundo llamo Neftalí, que significa, Lucha. Y dijo Raquel: Con luchas he vencido a mi
hermana.
Viendo, Lea, que había dejado de dar a luz; también dio su sierva Zilpa, a Jacob por
mujer y al primer hijo llamó Gad, que significa, “Buena Suerte”. Y al segundo llamó,
Aser, que significa, Dicha. Y dijo Lea: las mujeres me dirán dichosa.
Un día Rubén trajo mandrágoras a su madre. Raquel a Lea: Te ruego que me des las
mandrágoras de tu hijo. Y ella dijo: ¿Me quitaste mi marido, y también quieres las
mandrágoras? Raquel dijo: Esta noche duerma contigo por las mandrágoras y ella
aceptó.
y Dios oyó a Lea y tuvo el quinto hijo y llamó Isacar, que significa, Premio. Y dijo:
Dios me regaló, porque di mi sierva a mi marido. Y tuvo sexto hijo y llamo Zabulón, que
significa, Regalo. y dijo: Dios me dio buena dote; ahora mi marido morará conmigo.
Después tuvo una hija y llamó Dina.
Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y tuvo su primer hijo y llamo José, que
significa, “Dios me dé otro” y dijo: Dios ha quitado mi vergüenza, ojalá me de otro hijo.
Tretas de Jacob y de Labán
Después Jacob dijo a Labán: déjame ir a mis padres, ¿Cuándo trabajaré para mi
propia casa? Y Labán dijo: Dios me ha bendecido por tu causa; quédate, yo pagaré tu

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salario. Y Jacob dijo: No me de salario, apartaré las ovejas y cabras manchadas y
oscuras y eso será mi salario; y Labán aceptó.
Jacob, llevó sus ovejas a tres días de camino y dejó bajo cuidado de sus hijos; y él
apacentaba las ovejas de Labán. Y tomó varas verdes de álamo, y descascaró rayas
blanco. Y puso las varas en las aguas donde bebían las ovejas, se cruzaban las ovejas
delante de las varas y parían borregos, pintados y salpicados. Y apartaba para su
rebaño. Pero cuando venían las ovejas débiles no las ponía, así las débiles eran para
Labán y las fuertes para Jacob.
31 Jacob oyó que sus cuñados hablaban mal de él y también su suegro tenia mal
semblante. Jacob, dijo a Raquel y a Lea: vuestro padre ya no me trata como era antes.
Ustedes saben que yo serví bien y él me ha cambiado el salario varias veces. Pero Dios
quitó el ganado de vuestro padre y me lo dio a mí. Aquella vez el ángel de Dios me dijo
en sueños: mira, todos los machos cubren a las hembras pintados y oscuras; porque vi
lo que Labán te ha hecho. El Señor me dijo: Vuélvete a la tierra de tus padres, yo estaré
contigo.
Raquel y Lea dijeron: nuestro padre nos vendió, y se comió nuestro precio y nos trata
como a extraños; haz lo que Dios te ha dicho. Entonces Jacob preparó a sus hijos y a
sus mujeres para regresar a Canaán. Y Labán fue a un lugar a trasquilar sus ovejas.
Mientras Jacob huyó con todo lo que tenía y Raquel hurtó los ídolos de su padre. Al
tercer día Labán supo. Enseguida tomó a sus parientes, y fue tras Jacob, a los siete
días, alcanzó en el monte de Galaad.
Pero Dios dijo a Labán en sueños: no hablaras a Jacob con dureza. Labán dijo a
Jacob: ¿Por qué has traído a mis hijas como prisioneras de guerra? yo te hubiera
despedido con cantares. ¿Por qué me hurtaste mis dioses? Jacob dijo: Tuve miedo,
pensé que me quitarías tus hijas. Pero si hallas tus dioses en poder de alguien, sea
muerto. Jacob no sabía que Raquel hurtó.
Entró Labán en las tiendas y no halló. Raquel se sentó sobre los ídolos y dijo a su
padre: no puedo levantar estoy con la costumbre de las mujeres. Cuando no halló;
Jacob se enojó y dijo: veinte años te he servido; todo el daño me cóbrate y yo pagaba.
En calor y en frio he cuidado tus ovejas sin dormir y has cambiado varias veces mi
salario.
Si Dios no estuviera conmigo, me enviarías con manos vacías; pero Dios vio mi
aflicción y te reprendió anoche. Y Labán dijo: Las hijas, los nietos y las ovejas son míos,
¿Qué puedo hacer? Hagamos pacto tú y yo. Jacob hizo montón de piedras por señal. Y
comieron sobre aquel monton.
Y Labán llamó en arameo “Jegar Sahaduta” y Jacob llamó en hebreo, Galaad. Labán
dijo: si afliges a mis hijas, o tomas otras mujeres, Dios es testigo entre nosotros. Este
montón de piedras será señal entre tú y yo, yo no pasaré contra ti, ni tú pasarás para
mal. Comieron y durmieron. Y de mañana, Labán besó a sus hijas y nietos, los bendijo y
se regresó.
Jacob se prepara para el encuentro con Esaú

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 32 Luego en camino salieron ángeles de Dios. Y Jacob dijo: Campamento de Dios
esta aquí y llamó Mahanaim. Jacob envió mensajeros a Esaú, al campo de Edom,
diciendo: Con Labán he morado; y tengo vacas, ovejas y siervos, pero los mensajeros
volvieron, diciendo: tu hermano Esaú, viene con cuatrocientos hombres. Jacob tuvo gran
temor y se angustió; hizo dos campamentos. Y dijo: Si destruye uno el otro escapará.
Y Jacob oró: Dios de mi padre Abraham, e Isaac, que me dijiste que vuelva a tu tierra
de mis padres y ahora estoy con dos campamentos; líbrame de mi hermano Esaú. Tomó
doscientas cabras y veinte chivos, doscientas ovejas y veinte carneros, treinta camellas
paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos. Y lo
entregó a sus siervos.
Diciendo: Si mi hermano te preguntare dirás: Es un presente de tu siervo Jacob, que
envía a mi señor Esaú; y también él viene tras nosotros. Mandó al segundo y al tercero.
pensó Apaciguar su ira con el presente. envió el presente; y él durmió en el
campamento.
Y aquella noche tomó sus mujeres, siervas, e hijos, y pasó el vado de Jaboc y se
quedó él solo; y luchó con él un varón hasta el amanecer. El varón tocó en su muslo y
se descoyuntó mientras luchaba. Y dijo: Déjame; y Jacob dijo: No te dejaré, si no me
bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él dijo: Jacob. Y el varón le dijo: ya
no te llamarás Jacob, sino Israel.
Jacob dijo: cómo te llamas. El varón dijo: ¿Para qué preguntas mi nombre? Y lo
bendijo allí. Y Jacob llamó aquel lugar, Peniel, porque dijo: Vi a Dios cara a cara. Jacob
cojeaba de su cadera; por esto no comen los hijos de Israel, del tendón del muslo.
Reconciliación entre Jacob y Esaú
33 Jacob vio los cuatrocientos hombres de Esaú; entonces puso las siervas y sus
niños adelante, luego a Lea y sus niños, y a Raquel y a José al último. Y él pasó delante
y se inclinó a tierra siete veces. Pero Esaú corrió y le abrazó le besó y lloraron.
Y vio a las mujeres y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que
Dios ha dado a tu siervo. Luego vinieron y saludaron todos. Y Esaú dijo: ¿Qué te
propones con estos grupos? Y Jacob dijo: Es para ti acepta mi presente porque he visto
tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios. Y dijo Esaú: no tengo yo suficiente;
insistió con él, y Esaú lo tomó.
Y Esaú dijo: Vamos; y iré delante de ti. Y Jacob le dijo: no se moleste, yo me iré poco
a poco, hasta llegar. Esaú se volvió a Seir. Y Jacob fue a Sucot, y edificó allí su casa.
Después llegó a la ciudad de Siquem, y acampó delante de la ciudad. Y compró una
parte del campo, donde plantó su tienda, de mano de los hijos de Hamor padre de
Siquem, por cien monedas. Y construyó un altar, y lo llamó “Dios de Israel”.
La deshonra de Dina vengada
34 Dina fue a una fiesta del lugar. Y Siquem hijo del príncipe Hamor heveo, se
enamoró, forzó y se acostó con ella y quiso casarse con ella. Cuando Jacob supo que
su hija había sido deshonrada sus hijos se enojaron mucho;

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 Y Hamor fue a Jacob, para pedir la mano de su hija. Y dijo: mi hijo se enamoró de
vuestra hija; les ruego que se la deis por mujer y yo daré lo que me pidan. Pero los hijos
de Jacob mintieron y dijeron: Aceptaremos si se circuncidan todos los varones de
vosotros. Hamor y Siquem aceptaron y dijeron a la ciudad: nosotros nos casaremos con
sus hijas, y ellos con nuestras hijas. Creyeron y todos de la ciudad se circuncidaron.
Al tercer día, Simeón y Leví, mataron a todo varón y rescataron a Dina; y saquearon
ovejas, vacas, asnos de la ciudad y del campo, y llevaron cautivos a sus niños y sus
mujeres. Jacob dijo: ¿Qué desgracia me han traído? ahora me odiarán y se juntarán
para atacarme y yo tengo pocos hombres.
Dios bendice a Jacob en Bet-el
35 Dijo Dios a Jacob: vete a vivir a Betel, y haz allí un altar al Dios que te apareció
cuando huías de tu hermano. Entonces Jacob dijo a su familia: Quitad los dioses ajenos
que tenéis, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos. Y subamos a Bet-el. Y dieron a Jacob
todos los dioses ajenos que había en sus joyas y Jacob los escondió debajo de un árbol.
Y el terror de Dios estuvo sobre las ciudades en sus alrededores, y no persiguieron a los
hijos de Jacob.
Y llegó Jacob a Luz, y edificó un altar, allí murió Débora, ama de Rebeca, y fue
sepultada. Allí fue donde Dios apareció cuando cambio su nombre de Jacob a Israel; y
dijo: La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia. Y
Jacob hizo una señal en el lugar, y llamó a aquel lugar, Bet-el.
Después partieron de allí y antes de llegar a Efrata, Raquel dio a luz, la partera le
dijo: no temas, tendrás este hijo, pero ella se murió después de poner nombre Benoni;
pero su padre cambio a Benjamín. Y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es
Belén; y Jacob levantó un pilar sobre su sepultura. Un día Rubén se durmió con Bilha la
concubina de su padre; y su padre al saber se enojo mucho.
Los hijos de Jacob = 1 Cr. 2.1-2
Los hijos de Israel fueron doce. Con Lea: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar y
Zabulón; con Raquel: José y Benjamín; con Bilha: Dan y Neftalí; con Zilpa: Gad y Aser.
Vino Jacob a su padre Isaac que vivía en Mamre. Isaac se murió de ciento ochenta
años y lo sepultaron Esaú y Jacob.
Los descendientes de Esaú
36 Esaú, se casó con tres mujeres. Con Ada, hetea: a Elifaz y Basemat. Con
Aholibama, hevea: a Jeús, Jaalam y Coré. Con Basemat, hija de Ismael: Reuel. Y Esaú
habitó en el monte de Seir, conocido como Edom.
Los hijos de Esaú son: Elifaz, Reuel, Jeús, Jaalam, Coré. Los jefes de Edom: Lotán,
Sobal, Sibón, Aná, Disón, Éser, Disán. Los hijos de Disán son: Uz, Arán. Aná descubrió
manantiales en el desierto mientras cuidaba los burros.
De Esaú, surgieron varios reyes que gobernaba hasta la muerte. Algunos son:
Timná, Alvá, Jetet, Oholibamá, Elá, Pinón, Quenaz, Temán, Mibsar, Magdiel, Iram.
José es vendido por sus hermanos
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 37 José de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; e avisaba a su
padre la mala conducta de ellos. Israel amaba a José y se le hizo túnica de colores; pero
sus hermanos le aborrecían.
Un día José se soñó y dijo: atábamos manojos en el campo, y mi manojo se
levantaba y de vuestros manojos se inclinaban al mío. Sus hermanos le dijeron:
¿Piensas reinar sobre nosotros? y odiaban más.
Otra vez se soñó y dijo: el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. y su
padre le reprendió: ¿Qué sueño es este? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus
hermanos a postrarnos ante ti? Desde Hebrón envió Israel a José y dijo: Vaya a Siquem
y hazme saber cómo están tus hermanos.
Ellos se habían mudado a Dotán. Cuando vieron, conspiraron para matarle. Rubén
dijo: No matemos echadlo en esta cisterna. Le quitaron a José su túnica y le echaron en
la cisterna vacía. Unos ismaelitas pasaban a Egipto y sacando a José le vendieron por
veinte piezas de plata y se lo llevaron a José a Egipto.
Degollaron un cabrito y tiñeron la túnica de colores con la sangre y trajeron a su
padre, diciendo, esto hallamos, parece de tu hijo.
Y él dijo: Es la túnica de mi hijo; alguna bestia lo devoró. Jacob rasgó sus vestidos, y
lloró muchos días. Sus hijos intentaron consolar, pero él no quiso. Los madianitas
vendieron a José en Egipto a Potifar, oficial de Faraón.
Judá y Tamar
38 Judá se fue a otro lugar y se casó con Súa y tuvo hijos a: Er, Onán y Sela. Er, se
casó con Tamar, pero fue malo y el Señor lo mato. Juda dijo a Onán: cásate con tu
cuñada. Onán sabiendo que el primer hijo no sería suya, cuando se llegaba a su mujer,
vertía en tierra. Y Dios le quitó la vida. Y Judá dijo a Tamar: Quédate viuda, hasta que
crezca mi hijo Sela. Tamar se fue a la casa de su padre. Y luego se murió la mujer de
Judá.
Un día Tamar, se enteró que su suegro venía a Timnat. Espero junto al camino; y
Judá, pensó que era ramera, propuso acostarse con ella; ella dijo: ¿Qué me darás si me
acuesto? Él dijo: te enviaré un cabrito; ella dijo: hasta mientras, déjame tú sello y tu vara.
Él dio y se acostó, pero ella se embarazó.
Judá envió el cabrito y no la halló. Y preguntó por una ramera y ellos le dijeron: No
ha aquí ramera. A unos tres meses dijeron a Judá, que Tamar estaba encinta. Y Judá
dijo: Sacadla y sea quemada. Pero ella, envió a decir del varón cuyas son estas cosas,
estoy encinta. Entonces Judá los reconoció, y dijo: Más justa es ella que yo, por cuanto
no la he dado a mi hijo Sela. A su tiempo nacieron gemelos. Al primero llamo Fares y al
segundo Zara.
José y la esposa de Potifar
39 pero el Señor estaba con José en Egipto. Y vio Potifar que Jehová estaba con él,
y todo lo que él hacia Dios lo prosperaba, por eso hizo mayordomo de toda su casa y

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Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José. Y Potifar de nada se preocupaba.
José era hermoso.
Un día la mujer de su amo se enamoró de José y dijo: Duerme conmigo. Y él dijo: mi
señor, todo ha puesto en mis manos. ¿Cómo pecaría contra Dios? Pero ella, cada día
insistía, hasta que un día no había nadie en la casa y ella sujeto y José huyó dejó su
ropa. Y ella se vengó y dijo: este hebreo me quiso violar, yo grite y él escapo dejando su
ropa. Entonces su amo se enojó, y lo puso en la cárcel a José, donde estaban los
presos del rey. Pero Dios estaba con José. Y se hizo amigo del jefe de la cárcel. El jefe
entregó a José el cuidado de los presos.
José interpreta dos sueños
40 El copero y el panadero delinquieron contra el rey y fueron llevados a la cárcel; y
el capitán encargó toda la cárcel a José. El copero y el panadero tuvieron un sueño; y
José dijo: cuénteme Dios nos dirá su significado.
El copero contó: yo vi tres sarmientos de uvas, que floreció y dio racimos y yo
exprimía y daba la copa a Faraón. José dijo: significa que al cabo de tres días Faraón te
restituirá, y servirás a Faraón como antes. Acuérdate de mí, hable a Faraón, para que
me saques de la cárcel. Fui hurtado de los hebreos; y aquí no hice nada malo para
merecer la cárcel.
El panadero también conto: yo vi tres canastillos con pan sobre mi cabeza y en el
canastillo de más arriba con pastelería para Faraón las aves las comían. José dijo:
significa en tres días; Faraón cortara tu cabeza y te colgara y las aves comerán tu carne.
Al tercer día, era cumpleaños de Faraón, y sucedió tal como había interpretado José.
Pero el jefe de coperos se olvidó de José.
José interpreta el sueño de Faraón
41 A dos años Faraón tuvo un sueño: Vio que del río subían siete vacas hermosas y
gorgas; y otras siete vacas flacas y feas subían del río. Las vacas feas devoraban a las
siete vacas hermosas y despertó. nuevamente vio siete espigas llenas y hermosas y
salían otras siete espigas secas y marchitadas; y las espigas marchitadas devoraban a
las siete espigas hermosas; y Faraón despertó asustado.
E hizo llamar a todos sus sabios; y les contó sus sueños, pero nadie podía
interpretar. Entonces el copero dijo a Faraón: cuando estuve en la cárcel tuvimos un
sueño, y allí había un joven hebreo que interpretó nuestros sueños y se cumplió todo.
Entonces Faraón hizo llamar a José y lo sacaron de la cárcel, afeitaron y vistieron y vino
a Faraón.
Y dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien interprete; he oído decir
de ti, que interpretas los sueños. José dijo: Eso no depende en mí; pero Dios dará
respuesta a Faraón. Faraón contó todo de su sueño. lo he dicho a los magos y nadie
puede interpretar.
José dijo: Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer. Las siete vacas gordas y las
espigas hermosas son siete años; Y las siete vacas flacas y las siete espigas secas son
siete años. El sueño es uno solo.
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 Vendrán siete años de gran abundancia en Egipto. Y seguirán siete años de hambre;
la abundancia se olvidará y el hambre consumirá gravemente. Faraón se sueño dos
veces, eso significa que se cumplirá de parte de Dios.
Por tanto, Faraón ponga un varón prudente que se haga cargo de esto. Haga esto,
ponga gobernadores para que recojan la quinta parte de las cosechas en los siete años
de abundancia. Junten y guarde para los siete años de hambre; y el país no perecerá.
José, gobernador de Egipto
La Propuesta le pareció bien a Faraón, y dijo: ¿Hallaremos a otro en quien esté el
espíritu de Dios? Y dijo a José: Dios te ha hecho saber todo esto; tú gobernarás mi
pueblo; solo yo seré mayor que tú. Y Faraón quitó su anillo y lo puso en la mano de
José, y lo hizo vestir de ropas finísimo; e hizo subir en su segundo carro, y pregonaron
sobre Egipto.
Y puso de nombre a José, Zafnat-panea; y dio por mujer a Asenat, hija de Potifera
sacerdote de On. José era de treinta años y recorrió por toda la tierra de Egipto. En los
siete años la tierra produjo a montones. Y guardó alimento en las ciudades. Y nacieron a
José dos hijos antes del hambre, y llamó José, Manasés; porque dijo: Dios me hizo
olvidar mi pasado. Al segundo llamó Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar.
Y llegó los siete años de hambre; El pueblo clamó a Faraón y él dijo: Vayan a José. Y
José abrió los graneros para vender a los egipcios. Y de todos lados venían a Egipto
para comprar pan a José.
Los hermanos de José vienen por alimentos
42 En Canaán hubo hambre y Jacob dijo a sus hijos: vayan a comprad alimento a
Egipto, supe que allá hay pan. Los diez hermanos fueron y a Benjamín no dejó ir.
Ellos llegaron, y se inclinaron a José; y José reconoció, pero ellos no conocieron.
Entonces José se acordó de los sueños; pero fingió y dijo: ¿De dónde son? Ellos
dijeron: de Canaán; y les dijo: ustedes son espías; Ellos dijeron: No señor, venimos a
comprar alimento; somos doce hermanos, el menor está con nuestro padre y otro no
aparece.
José dijo: Son espías, y los echo en la cárcel por tres días. Y al tercer día José dijo:
uno de ustedes se queda preso, hasta que traigan a su hermano menor. Ellos se decían:
hemos pecado contra José, vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba y no le
escuchamos; por eso nos vino ésta angustia.
Rubén dijo: y les dije que no pequéis, y no escuchasteis. Pero ellos no sabían que
José los entendía. José se apartó y lloró. A Simeón hizo preso a vista de ellos. Llenaron
sus sacos y se fueron de allí.
Estando lejos abriendo su saco y vieron su dinero en su costal. Entonces se
espantaron angustiados. Llegaron y contaron todo a su padre y Jacob dijo: Me han
privado de mis hijos; José no parece, ni Simeón y a Benjamín quieren llevar. Y Rubén
dijo: Haga morir a mis dos hijos, si no te devuelvo; yo me hago responsable. Y dijo
Israel: moriré con gran dolor, si algo malo pasa a Benjamín.

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 Los hermanos de José regresan con Benjamín
43 El hambre continuaba y se acabó el trigo, Israel dijo: Volved a comprar. Judá dijo:
no podemos ir, si Benjamín no va, porque ese varón nos ha amenazado. Él Dijo: no
llevareis a Benjamín. Judá dijo: yo me hare responsable o todos moriremos de hambre.
Entonces Israel dijo: vayan lleven regalos: bálsamo, miel, aromas y otras. Y llevad el
doble de dinero, que Dios tenga misericordia.
Y José vio a Benjamín con ellos, y dijo al mayordomo: Lleva a la casa a esos
hombres, y preparen comida. Ellos tuvieron gran temor, cuando fueron llevados a casa
de José, y explicaron al mayordomo del dinero que se volvió. Él dijo: no temáis; vuestro
Dios os dio el tesoro en sus costales. Y sacó a Simeón de la cárcel. Y se lavaron sus
pies.
Vino José y se inclinaron ante él hasta la tierra y entregaron el presente. José
preguntó de su padre, y vio a Benjamín, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor? Y dijo:
Dios tenga misericordia de ti, hijo mío. Entonces José se conmovió, y buscó dónde
llorar; y lloró en su cámara.
Para egipcios pusieron aparte, porque para egipcios es abominación comer con los
hebreos. Y se sentaron de mayor a menor; comieron de los mejor, pero estaban
atónitos. Y la comida de Benjamín era mejor que de todos.
La copa de José
44 Mandó José al mayordomo que ponga el dinero a su costal y la copa de plata en
el costal del menor y los hombres se fueron. Luego dijo a su mayordomo vaya y dile:
¿Por qué han robado la copa de plata? esa copa mi señor usa para adivinar. Han
pagado con mal, el bien.
Ellos dijeron: Nunca robamos. En el costal de quien hallen que muera, y aun
nosotros seremos siervos de mi señor. Y él dijo: aquel en quien hallare mi copa, ése
será mi siervo. Cada uno abrieron su costal y fue hallada en el de Benjamín. Ellos
rasgaron sus vestidos, y volvieron a la ciudad. y se postraron delante de José. Y José
dijo: ¿Por qué han robado? ¿No sabéis que yo se adivinar?
Judá dijo: ¿Qué podemos decir a mi señor? Dios ha hallado nuestra maldad; ahora
somos siervos de mi señor. José dijo: No, el varón en cuyo poder fue hallada la copa, él
será mi siervo; ustedes váyanse.
Judá intercede por Benjamín
Entonces Judá dijo: Ay, señor mío, te ruego que permitas que hable, no se enoje
contra tu siervo. Mi señor preguntó de nuestro padre y dijimos que vive nuestro padre
anciano y un hermano joven que ama mucho y un hermano suyo murió.
Mi padre no quiso que venga el joven; dijimos que no podemos ir sin él, no podremos
ver el rostro del varón, sin el hermano menor. Mi padre nos dijo: Solo él me queda. Si
vuelvo sin el joven, nuestro padre morirá; de dolor. Yo prometí ser culpable; te ruego,
que quede yo en lugar del joven, y el joven vaya con sus hermanos. ¿Cómo volveré yo a
mi padre sin el joven?

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 José se da a conocer a sus hermanos
45 José ya no podía contenerse, hizo salir a todos y se puso a llorar a gritos y dijo:
Yo soy José; ¿Vive aún mi padre? Y ellos no pudieron responder, estaban turbados.
José dijo: Yo soy José, el que vendisteis para Egipto. No se pongan tristes, para
preservar la vida me envió Dios.
Digan a mi padre: Así dice José: Dios me ha puesto por señor en Egipto; ven con
todas sus familias, porque aún quedan cinco años de hambre. Avisen toda mi gloria a mi
padre. Y se echó sobre el cuello de Benjamín y lloró y también Benjamín lloró. Y besó a
todos sus hermanos, y lloraron y hablaron con él.
Y se oyó la noticia en Egipto, a Faraón agradó la noticia y dijo a José: Tus hermanos
que llevad carros de Egipto y traed a vuestro padre. José dio: carros, víveres para el
camino. A cada uno dio vestidos, y a Benjamín dio trescientas piezas de plata y cinco
vestidos. Y a su padre envió: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto.
Llegando dijeron a su padre: José vive y es señor de Egipto, pero él no creía. Ellos
contaron de José, y al ver los carros de Egipto, su espíritu revivió. Y dijo: José mi hijo
vive; iré a ver antes que muera.
Jacob y su familia en Egipto
46 Salió Israel con todo lo que tenía y en Beerseba ofreció sacrificios a Dios. Y habló
Dios a Israel: Yo soy el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, yo estaré
contigo, allí haré de ti una gran nación y os haré volver y José estará en tu muerte.
Israel viajó a Egipto con todos sus hijos y nietos. En total sesenta y seis, sin contar
las esposas, y con José y sus hijos, fueron setenta. Y Judá se adelantó a dar aviso a
José. Y José vino a recibir a su padre en Gosén; y se echó sobre su cuello, y lloró
largamente.
47 José fue a Faraón con su padre y cinco hermanos y dijo: mi padre y mis
hermanos han venido están en Gosén; y los presentó. Faraón dijo: ¿Cuál es vuestro
oficio? Y ellos dijeron somos pastores de ovejas, hay mucha hambre en Canaán; te
rogamos que permitas que habiten tus siervos en Gosén.
Entonces Faraón dijo a José: en lo mejor de la tierra haz habitar a tu padre y a tus
hermanos; si tus hermanos entienden pon de capaces, del ganado mío. Israel bendijo a
Faraón; y él dijo: ¿Cuántos años tienes? Y él dijo: son ciento treinta años; pocos y
malos. Y Jacob bendijo a Faraón. Y alimentaba José a su padre y a sus hermanos, con
pan, según el número de los hijos. Porque el hambre era muy grave.
Y recogió José todo el dinero de Egipto y de Canaán, por los alimentos y metió José
el dinero en casa de Faraón. Cuando ya no había dinero, dijeron: Danos pan; ¿Por qué
moriremos? Y José dijo: Dad vuestros ganados y os daré alimento.
Año dijeron: ya no tenemos nada solo cuerpos y tierras. ¿Por qué moriremos delante
de tus ojos? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y seremos siervos de
Faraón. Y José compró toda la tierra de Egipto para Faraón. La tierra de los sacerdotes
no compró, porque ellos tenían ración de Faraón.

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 Pasado el hambre, José dijo: ustedes y sus tierras son de Faraón; os doy semilla y
sembraréis la tierra y del fruto daréis el quinto a Faraón, y las cuatro partes serán
vuestras y ellos aceptaron. Este trato quedó como ley hasta hoy.
Así habitó Israel en Gosén; y se aumentaron, en gran manera. Y murió Israel de
ciento cuarenta y siete años. Jacob, antes de morir llamó a José, y le dijo: Te ruego que
no me entierres en Egipto, llévame al sepulcro de mis padres en Canaán. E Israel dijo:
Júramelo. Y José le juró. Entonces Israel se inclinó sobre la cabecera de la cama.
Jacob bendice a Efraín y a Manasés
48 Israel se enfermó y José vino con sus dos hijos, Manasés y Efraín. Israel se
sentó, y dijo a José: Dios me dijo en Canaán, te multiplicaré, y te hare una nación
grande. Raquel se murió, a media legua de Efrata y allí sepulté.
Tus hijos Efraín y Manasés, son míos y los demás serán tuyos. Acércalos y los
bendeciré. Israel ya no veía bien, y } les besó y les abrazó y dijo: No pensaba ver tu
rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver también a tus hijos.
Y José puso a Manasés a su derecha, y Efraín a la izquierda. Pero Israel puso su
mano derecha a Efraín. Y bendijo: el Ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos
jóvenes. Pero José quiso cambiar su mano y dijo padre mío, el primogénito es Manasés;
mas su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, puso a Efraín antes de Manasés. Y dijo
Israel: yo muero; pero Dios estará con vosotros, y os hará volver a la tierra de vuestros
padres.
Profecía de Jacob acerca de sus hijos
49 Y Jacob hablo a sus hijos y dijo, os diré lo que va a acontecer: Rubén, tú eres
Impetuoso, no serás el principal, Porque te acostaste con una de mis mujeres. Simeón
y Leví, son armas de iniquidad, Porque en su furor mataron hombres;
Judá, te alabarán tus hermanos; dominaras a tus enemigos. Eres como el cachorro
de león; no será quitado el cetro para gobernar a Judá, hasta que venga el verdadero
rey y a él se congregarán los pueblos. Zabulón habitará; a la orilla del mar donde los
puertos para naves.
Isacar es asno fuerte, cuando vea que su tierra es buena, bajó su hombro para llevar
carga. Dan juzgará a su pueblo, como la serpiente junto al camino y ataca. Gad a ti te
atacara ejércitos; mas él ganara al fin. Aser tendrá pan abundante será deleites como
para rey. Neftalí es como cierva, que pronunciará dichos hermosos.
José es como una planta junto a las aguas; más su arco se mantuvo poderoso, el
Dios de tu padre, te ayudará, y te bendecirá. Las bendiciones de tu padre serán sobre la
cabeza de José. Benjamín es lobo feroz; a la mañana comerá la presa, y a la tarde
repartirá los restos.
Estos son las doce tribus, y su padre los bendijo a cada uno y les dijo: Yo voy a morir
Sepultadme en la cueva de Macpela, la cual compró Abraham y fue sepultado Sara,
Abraham, Isaac, Rebeca y Lea. Y Jacob se murió.

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 50 Y José lloró y besó; y embalsamaron en cuarenta días, y lloraron los egipcios
setenta días. Y José habló a Faraón, dijo: Mi padre me hizo jurar para que sepulte en
Canaán, te ruego que yo vaya y sepulte a mi padre y volveré. Y Faraón dijo: Ve y
sepulta a tu padre. Entonces José subió con un escuadrón de carros, con sus hermanos
y muchos acompañaron.
Los Hermanos de José pensaron que se vengaría dijeron: Tu padre nos dijo antes de
morir: Te ruego que perdones la maldad de tus hermanos, pero José lloraba mientras
hablaban y dijo: no tengáis miedo; Yo voy a morir; pero Dios os visitará, y os hará subir
a la tierra prometida. Jurad que cuando subáis, llevareis mis huesos. José murió de
ciento diez años; y lo embalsamaron y fue puesto en un ataúd en Egipto.
150.600 = 53.010

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