3 Sistema Esqueletico

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 46

CÉLULAS RESPONSABLES DE LA DEPOSICIÓN ÓSEA Y LA

REABSORCIÓN :

 El hueso se desarrolla a partir de los osteoblastos que, a su vez, se


desarrollan a partir de células óseas no diferenciadas llamadas
osteoprogenitoras. Entre más tensión exista sobre el hueso, mayor
será la deposición ósea. Por ello es importante la actividad física
para huesos sanos y fuertes. Las células óseas llamadas
osteoclastos, presentes en casi todas las cavidades del hueso, que
se derivan de células del sistema inmunológico, son las
responsables de la reabsorción ósea.
 Dos hormonas regulan la cantidad almacenada
de calcio en el hueso y sangre, y la cantidad
eliminada, por sistema digestivo y riñones. La
parathormona cumple la primer tarea y la
calcitonina origina su liberación en el torrente
sanguíneo.

MANTENIMIENTO DEL HUESO.


GENERALIDADES Y FUNCIONES
 Se divide en axial (huesos del eje longitudinal del cuerpo) y
apendicular (huesos de los miembros y las cinturas). También incluye
articulaciones, cartílagos y ligamentos, que unen los huesos a las
articulaciones.
Funciones:
 Soporte y protección: los huesos de piernas soportan el peso
corporal, los del tórax alojan, protegen y soportan los órganos
internos, los del cráneo el SN y las vértebras a la medula.
 Movimiento: prestando inserción a los músculos y tendones.
 Almacenamiento: en sus cabides internas aloja grasa y minerales
como fósforo y calcio (su forma iónica (Ca2+) debe ser constante
en sangre para que el SN transmita mensajes, se contraigan los
músculos y se coagule la sangre). Las hormonas controlan la falta o
exceso de calcio en sangre.
 Formación de células sanguíneas o hematopoyesis: se produce
dentro de las cavidades del tuétano de determinados huesos
CLASIFICACIÓN DE LOS HUESOS
Tenemos 206 huesos. El tejido óseo puede ser compacto, que es denso
y tiene un aspecto más suave y homogéneo; o esponjoso, con
pequeñas partes de hueso con forma de alfiler y muchos espacios
abiertos.
Se clasifican en cinco grupos según su forma:
 Largos: por su eje con una cabeza en cada extremo, la mayoría son
compactos. Ej. en los miembros;
 Cortos: suelen tener forma de cubo e incluyen fundamentalmente
huesos esponjosos como los de muñeca y tobillos;
 Sesamoideos: son pequeños y redondos, delimitados por tendones y
tejido facial que se encuentra adyacente a las articulaciones.
Ayudan en el funcionamiento de los músculos. Ej.: rotula, algunos de
la muñeca y el tobillo
 Planos: finos y normalmente curvados, con dos capas de hueso
compacto y una de tejido esponjoso entre ambas. Ej. cráneo,
costillas y esternón;
 Irregulares: los que no encajan en las clasificaciones anteriores, son
las vértebras y huesos de la cadera
ESTRUCTURA DE LOS HUESOS LARGOS:
 Se distinguen: una diáfisis formada por hueso compacto, abarca la
mayor longitud del hueso, está cubierta por el periostio (membrana
de tejido conectivo fibroso).Las epífisis son los extremos de los huesos,
separados de la diáfisis por la línea epifisiaria (remanente de la placa
de crecimiento que provoca crecimiento longitudinal de los huesos
hasta el final de la pubertad, cuando es inhibida por las hormonas),
formadas de una capa de hueso compacto que aloja hueso
esponjoso en su interior, en lugar de periostio se distingue un cartílago
articular liso de hialina, que proporciona una superficie suave y
resbaladiza para reducir la fricción en la articulación con otro hueso.
 En los adultos, la cavidad medular de la diáfisis (tuétano) es zona
amarilla de almacenamiento de tejido adiposo; en el tejido esponjoso
de huesos planos y largos se encuentra la zona roja, productora de
células sanguíneas (en los bebés está en la cavidad medular). Los
huesos, también suelen presentar zonas rugosas, con bultos, agujeros y
crestas para dar inserción a músculos, tendones y ligamentos, permitir
el pasaje de vasos sanguíneos y nervios. Existen dos categorías de
marcas óseas: (a) proyecciones (o apófisis), que crecen fuera de la
superficie ósea y (b) depresiones (o cavidades), que son escotaduras
en el hueso.
ANATOMÍA MICROSCÓPICA:
Las células óseas maduras, osteocitos, se encuentran dentro de la matriz
en diminutas cavidades denominadas lagunas, estas se organizan en
círculos concéntricos denominados laminillas en torno a los canales
centrales (de Havers). Cada complejo, que consta de anillos de canal
central y de matriz, se denomina osteón (o sistema de Havers), sus
canales centrales recorren la matriz ósea longitudinalmente, guiando a
los vasos sanguíneos (para nutrir y eliminar desechos) y nervios hacia
todas las zonas del hueso. Los canales diminutos, canalículos, se irradian
hacia fuera desde los canales centrales hasta todas las lagunas. Los
canalículos forman un sistema de transporte que conecta todas las
células óseas al suministro de nutrientes a través de la matriz ósea dura.
Debido a esta elaborada red de canales, las células óseas están bien
alimentadas a pesar de la dureza de la matriz, y las lesiones óseas se
curan bien y con rapidez. Las sales cálcicas depositadas en la matriz
proporcionan al hueso su dureza, que resiste la compresión. Las partes
orgánicas (especialmente las fibras de colágeno) proporcionan
flexibilidad ósea y una gran resistencia a la tensión.
ESQUELETO AXIAL:
Puede dividirse en tres partes: el cráneo, la columna vertebral y el tórax óseo.
HUESOS DEL CRANEO: junto a los faciales, constituyen los huesos de la cabeza. Tienen
forma de caja, que rodean y protegen el tejido cerebral. Consta de ocho grandes
huesos planos, exceptuando el parietal y el temporal que son pares, todos los demás
son individuales:
1.Hueso frontal que forma la frente y parte superior de la órbita de cada ojo. 2.Huesos
parietales que forman la mayor parte de las paredes superior y laterales del cráneo.
3.Huesos temporales, por debajo de los anteriores, contienen marcas óseas
importantes como el meato acústico externo (vía de entrada del sonido al oído); la
apófisis estiloides, en la que se insertan varios músculos del cuello; la apófisis
cigomática que une el pómulo (hueso cigomático) por su parte anterior; la apófisis
mastoidea, que está llena de cavidades de aire (senos mastoideos), y da inserción a
algunos músculos del cuello; los senos mastoideos; el agujero yugular que permite el
paso de la vena yugular, la mayor vena de la cabeza; el meato acústico interno que
transmite los nervios craneales VII y VIII; el canal carotídeo por el que pasa la arteria
carótida interna, que riega con sangre la mayor parte del cerebro. 4.Hueso occipital,
en la parte posterior del cráneo, con el agujero magno que conecta medula espinal
con cerebro, a cada lado de este se encuentran los cóndilos occipitales con forma
de riñón que descansan sobre la primera vértebra de la columna vertebral. 5.Hueso
esfenoides, con forma de mariposa, abarca el ancho de la cabeza y forma parte del
suelo de la cavidad craneal. En medio esta la silla turca, alojamiento de la glándula
pituitaria. También el foramen oval, pasaje del nervio craneal V. 6. Hueso etmoides,
forma el tejado de la cavidad nasal y parte de las paredes centrales de las órbitas,
presenta la crista galli, a sus lados hay muchos agujeros para las fibras nerviosas de los
receptores olfativos.
ESQUELETO AXIAL:
HUESOS FACIALES: permiten que los músculos faciales expresen nuestros sentimientos. Todos se
unen entre sí por suturas, excepto la mandíbula que lo hace con una articulación móvil. La cara se
compone de catorce huesos. Doce son pareados; únicamente la mandíbula y el vómer son
individuales.
1.Maxilares: llevan los dientes superiores y ambos se fusionan para forman la quijada superior. Todos
los huesos faciales se unen a estos, excepto la mandíbula, presentan apófisis palatinas que forman
la parte anterior del paladar y los senos paranasales, que drenan las vías nasales y amplían los
sonidos que producimos al hablar.
2.Palatinos: están ubicados en la parte posterior de la apófisis palatina de los maxilares y forman la
parte posterior del paladar duro.
3.Cigomáticos: Los huesos cigomáticos suelen denominarse pómulos, forman una parte de las
orbitas de los ojos.
4.Lacrimales: con tamaño de una uña, forman parte de las paredes medias de cada órbita, tienen
una ranura como vía para las lágrimas.
5. Nasales: son rectangulares y forman el puente de la nariz.
6. Vómer: forma la mayor parte del septum nasal.
Conchas nasales inferiores: huesos finos y curvados que se proyectan en la parte central desde las
paredes laterales de la cavidad nasal.
7.Mandíbula o quijada inferior: es el más grande y fuerte de la cara. Se articula a los temporales a
cada lado de la cara. Su parte horizontal forma la barbilla. Los dientes inferiores descansan en el
borde superior del cuerpo mandibular.
Hueso Hioides: no forma parte de la cabeza, pero está relacionado con los temporales y
mandíbula, único del cuerpo que no se articula con otro hueso, sino que está suspendido en la
zona media del cuello, está fijado mediante ligamentos a las apófisis estiloides de los huesos
temporales. Sirve de base móvil a la lengua y punto de unión de músculos del cuello que
ascienden y descienden por la laringe cuando tragamos o hablamos.
ESQUELETO AXIAL:

COLUMNA VERTEBRAL: abarca desde el cráneo, al


que apoya, hasta la pelvis, donde transmite el peso
corporal a los miembros inferiores, además forma
una cavidad central por la que corre la medula
espinal. Formada por 26 huesos irregulares
conectados y reforzados por ligamentos dando una
estructura curva flexible. Antes del nacimiento, los 9
huesos del sacro y coxis están separados, pero
luego se fusionan en dos. Las primeras 7 vértebras
son las cervicales, las 12 siguientes torácicas y las
cinco restantes lumbares. Una vértebra de otra, está
separada por una almohadilla de fibrocartílago
flexible (disco intervertebral) que amortigua y
absorbe los golpes a la vez que aportan flexibilidad
a la columna. En jóvenes tienen un 90% de agua
siendo comprimibles y con la edad pierden esta
propiedad. La forma de S de la columna la hace
flexible. La curvatura cervical aparece cuando un
bebé empieza a levantar la cabeza, y la curvatura
lumbar se desarrolla cuando empieza a caminar.
ESQUELETO AXIAL:
Las vértebras tienen como características comunes: un cuerpo
o centro (con forma de disco que soporta el peso y se ubica
anterior a la vertebra), un arco vertebral (formado a partir de
la unión de todas las extensiones posteriores, las láminas y los
pedículos del cuerpo vertebral), un agujero vertebral (por el
que pasa la médula), dos apófisis transversas (proyecciones
laterales del arco vertebral), una apófisis espinosa (proyección
que surge del punto posterior del arco vertebral), apófisis
articulares superiores e inferiores (par de proyecciones
laterales al agujero vertebral, que articulan una vértebra con
otra).
Según región también se destacan características específicas:
las cervicales: C1-C7, forman la región del cuello, la C1 o atlas
carece de cuerpo; sus apófisis transversas, en la parte
superior, tienen depresiones para los cóndilos occipitales del
cráneo, permitiéndonos asentir con la cabeza. El axis (C2),
cuenta con una gran apófisis vertical, el odontoides, que sirve
de punto pivotante para la rotación del atlas y la cabeza en
conjunto. C3 – C7 son las vértebras más pequeñas y más
ligeras, sus apófisis espinosas son cortas y suelen dividirse en
dos ramas; las transversas contienen agujeros para las arterias
vertebrales en su paso hacia el cerebro.
ESQUELETO AXIAL:
 Vértebras torácicas: Las T1-T12, son mayores que las cervicales, son las únicas que se articulan
con las costillas. El cuerpo tiene forma similar a un corazón y posee dos facetas costales
(superficies articuladoras) a cada lado, donde descansan las cabezas de las costillas. Las dos
apófisis transversas de cada vértebra se articulan con los tubérculos con forma de
protuberancia ubicados cerca de las costillas. La apófisis espinosa es larga y se pronuncia hacia
abajo, dando forma de cabeza de jirafa vista de lado.
 Vértebras lumbares: Las L1 – L5 poseen cuerpos enormes como bloques. Sus cortas apófisis
espinosas con forma de hacha le dan el aspecto de cabeza de alce vista de lado. Son las más
fuertes por recibir la mayor tensión de la columna vertebral.
 Sacro: formado por la fusión de cinco vértebras, arriba articula con L5 y abajo con el coxis. Las
alas se articulan lateralmente con los huesos de la cadera, de modo que forman las
articulaciones sacroilíacas. El sacro forma la pared posterior de la pelvis. Su superficie posterior
presenta la cresta sacra, fusión de las apófisis espinosas. Se encuentra flanqueada a ambos
lados por los agujeros sacros posteriores.
 Coxis: se forma de la fusión de tres a cinco diminutas vértebras irregulares.
ESQUELETO AXIAL:

 CAJA TORÁCICA: El esternón, las costillas y vértebras torácicas forman el tórax o


caja torácica:
 Esternón: hueso plano resultado de la fusión de tres huesos, el manubrio, el
cuerpo y la apófisis xifoides. Está unido a los primeros siete pares de costillas. El
esternón cuenta con tres marcas óseas importantes, la escotadura yugular
(borde cóncavo superior del manubrio), el ángulo esternal y la articulación
xifisternal.
 Costillas: constituyen las paredes del tórax, están formadas por 12 pares, que
articulan con la columna vertebral y se curvan hacia abajo y adelante del
cuerpo. Los primeros 7 pares son costillas verdaderas por unirse directamente al
esternón mediante los cartílagos costales. Los 5 pares inferiores se conocen
como falsas: 3 se unen indirectamente a un cartílago costal y a través de éste, al
esternón, y los últimos dos pares son flotantes, sin unión anterior. Los espacios
intercostales (espacios entre las costillas) están rellenos de músculos
intercostales que facilitan la respiración.
ESQUELETO APENDICULAR:

Comprende 126 huesos de las extremidades y de las cinturas escapulares y


pélvicas
Huesos de la cintura escapular: Cada cintura escapular consta de una
clavícula y una escápula. La clavícula es un hueso fino con forma de S itálica.
Se une al manubrio del esternón por su parte medial y al acromion por su
parte lateral, actuando como una abrazadera que sujeta el brazo. Las
escápulas, son triangulares y suelen denominarse “alas” por sus
movimientos al mover los hombros. En ella se distingue un cuerpo alisado y
dos apófisis: el acromion, que se continua de la espina de la escápula, y la
coracoides, en la parte superior, que presta inserción a varios músculos y
presenta la escotadura supraescapular, que actúa como una pasarela de
nervios. La escápula se une al esqueleto axial, solo por la articulación
acromioclavicular e indirectamente a través de músculos del tronco, lo que
le da gran movilidad al desplazar la cavidad glenoidea. Posee tres bordes: el
superior, el medial (vertebral) y el lateral (axilar), con tres ángulos: superior,
inferior y lateral. Presenta la cavidad glenoide que aloja la cabeza del
humero.
ESQUELETO APENDICULAR:

Huesos de los miembros superiores


Cada miembro superior está formada por 30 huesos.
Brazo: formado por el húmero, que presenta en su extremo proximal, la
cabeza humeral; por debajo, el cuello anatómico; lateral a la cabeza, las
dos proyecciones: troquín y troquiter que dan inserción a músculos,
separadas por el surco intertubercular. Otras referencias de interés son: el
cuello quirúrgico, en el punto medio del eje, la tuberosidad deltoidea, donde se inserta el
músculo deltoides, cerca de ésta, la ranura radial que recorre el nervio radial. En el extremo
distal del húmero: la tróclea medial (por delante la fosa coracoidea y por detrás la
fosa del olécranon), el cóndilo lateral con forma de pelota, para articularse
con el cubito y el radio; y los epicóndilos medial y lateral.
Antebrazo. formado por el radio (del lado del pulgar) y el cúbito. Ambos Se
articulan con pequeñas articulaciones, en las partes proximal y distal,
además de conectarse en toda su extensión con la membrana interósea.
Ambos poseen una apófisis estiloide en su extremo distal. La cabeza con
forma de disco del radio también articula con el cóndilo del húmero, y por
debajo de ésta, la tuberosidad radial, donde se une el tendón del bíceps. El
cúbito presenta en su extremo proximal, la apófisis coronoidea anterior y la
apófisis del olécranon, separadas por la escotadura troclear.
ESQUELETO APENDICULAR:

MIEMBROS SUPERIORES: Mano: El esqueleto de la mano consta del


carpo, metacarpo y las falanges. Los ocho huesos carpianos, organizados
en dos filas irregulares de cuatro huesos cada una, forman la muñeca,
están unidos por ligamentos que limitan los movimientos entre sí. Son:
trapecio, trapezoide, grande, ganchoso en la segunda línea y escafoides,
semilunar, piramidal y pisiforme en la primera línea. La palma de la
mano está formada por los metacarpianos 1 a 5 desde el pulgar al
meñique. Las falanges son 14 huesos que forman los dedos. Hay tres en
cada dedo (proximal, media y distal), excepto en el pulgar, donde sólo
hay dos (proximal y distal).
ESQUELETO APENDICULAR:

CINTURA PELVIANA: Formada por dos huesos coxales, que suelen llamarse huesos de la
cadera. Junto con el sacro y el coxis, pasan a llamarse pelvis ósea. Los huesos de la cintura
pélvica son grandes y pesados, y están firmemente unidos al esqueleto axial. Las cavidades
cotiloideas, donde se apoyan las cabezas de los fémures, son profundas y están fuertemente
reforzados por los ligamentos. Su función más importante es el soporte de peso. Cada
cadera está formada por la fusión de tres huesos: el ilion, isquion y pubis. El ilion, que se
conecta en su parte posterior al sacro en la articulación sacroilíaca, es un hueso grande,
presenta la cresta iliaca que termina en su parte anterior en la espina ilíaca anterosuperior y
por detrás en la espina ilíaca posterosuperior. Las pequeñas espinas inferiores se encuentran
por debajo de éstas. El isquion es el “hueso de sentarse”, forma la mayor parte inferior del
hueso coxal, presenta la tuberosidad isquiática que es una zona rugosa donde descansa el
peso corporal al sentarnos, por arriba esta la espina isquiática, también la escotadura ciática
mayor, que permite el paso de los vasos sanguíneos y el nervio ciático. El pubis es la parte
más anterior del hueso coxal. La fusión de las ramas del pubis en su parte anterior forma
una articulación cartilaginosa, la sínfisis púbica; y la fusión del isquion en su parte posterior
forma el agujero obturador, por donde pasan vasos sanguíneos y los nervios a la parte
anterior del muslo. El ilion, el isquion y el pubis se fusionan en la profunda cuenca
denominada acetábulo, donde se apoya la cabeza del fémur. La pelvis de la mujer es más
ancha, con mayor entrada y más circular.
ESQUELETO APENDICULAR:

MIEMBROS INFERIORES: son más gruesos y fuertes que los de los miembros superiores.
Muslo: El fémur, en el extremo proximal encontramos la cabeza con forma de pelota
(articula con el acetábulo de la cadera), un cuello y unos trocánteres mayor y menor
(separados en su parte anterior por la línea intertrocantérea y en su parte posterior por la
cresta Inter trocantérica). Estas marcas y la tuberosidad glútea, ubicada en el eje, sirven de
puntos de unión de músculos. El cuello del fémur suele ser lugar de fracturas, y más en la
vejez. El fémur se hace oblicuo en su parte medial hacia abajo, y en su parte distal presenta
los cóndilos lateral y medial, que se articulan con la tibia, en su parte posterior están
separados por la profunda fosa intercondílea. En la parte anterior, una suave superficie
rotuliana, que forma una articulación con la rótula.
Pierna: La forman tibia y peroné, conectados en toda su longitud por la membrana
interósea. La tibia (hueso de la canilla) es mayor y más medial. En el extremo proximal, los
cóndilos medial y lateral (separados por la eminencia intercondílea) se articulan con el
extremo distal del fémur para formar la articulación de la rodilla. El ligamento rotuliano (de
la rótula) se une a la tuberosidad tibial, una zona rugosa de la superficie tibial anterior. En su
parte distal, una apófisis llamada maléolo medial forma la protuberancia interna del tobillo.
La superficie anterior de la tibia es un puente afilado, el borde anterior, es fácilmente
palpable. El peroné recorre la tibia y forma articulaciones con ella en sus partes proximal y
distal; es fino y con forma de palo. No participa en la formación de la articulación de la
rodilla. Su extremo distal, el maléolo lateral, forma la parte externa del tobillo.
ESQUELETO APENDICULAR:

Pie: Compuesto por el tarso, metatarso y falanges, soporta el peso


corporal y actúa como palanca impulsando el cuerpo hacia adelante
al caminar o correr. El tarso, que forma la mitad posterior del pie,
está formado por siete huesos tarsianos (calcáneo, astrágalo,
cuboides, navicular, y los 3 cuneiformes: medial, intermedio y
lateral). Cinco metatarsianos forman la planta del pie, y 14 falanges
forman los dedos, cada uno con tres falanges, excepto el gordo que
posee dos. Los huesos del pie forman tres fuertes arcos: dos
longitudinales (medial y lateral) y uno transverso. Los ligamentos,
que mantienen unidos los huesos del pie, y los tendones de los
músculos del pie facilitan la firme sujeción de los huesos en posición
arqueada, pero también aportan algo de elasticidad.
ARTICULACIONES :
ARTICULACIONES:
Mantienen los huesos juntos y proporcionan movilidad. Se clasifican de dos formas:
-Funcional: por cantidad de movimiento que permiten: sinartrosis (o articulaciones rígidas);
anfiartrosis (o articulaciones ligeramente móviles) y diartrosis (o articulaciones totalmente
móviles). Las ultimas predominan en los miembros. Las rígidas y ligeramente móviles están
en el esqueleto axial, donde la fijación firme y la protección de los órganos internos son las
prioridades.
-Estructuralmente: hay articulaciones fibrosas, cartilaginosas y sinoviales. Generalmente las
fibrosas son inmóviles, y las articulaciones sinoviales pueden moverse libremente. Aunque
las articulaciones cartilaginosas poseen ejemplos inmóviles y ligeramente móviles, la
mayoría son anfiartrosis.
Articulaciones fibrosas: los huesos están unidos por tejido fibroso, ej.: suturas del cráneo
(Figura 5.28a). En las suturas, los bordes irregulares de los huesos se Inter bloquean y están
firmemente unidos por fibras de tejido conectivo, lo que no permite casi ningún
movimiento. En la sindesmosis, las fibras conectoras son más largas que las de las suturas;
así, la articulación posee más “elasticidad”. Ej.: terminaciones distales de la tibia y el peroné
(Fig. 5.28b).
Articulaciones cartilaginosas: Aquí, las terminaciones óseas están unidas por cartílagos,
siendo ligeramente móviles (anfiartrosis). Ej.: sínfisis púbica (Figura 5.28e) y articulaciones
intervertebrales (Figura 5.28d), donde los huesos están unidos por almohadillas (discos) de
fibrocartílago. Las placas epifisarias de cartílago de hialina de los huesos largos en
crecimiento y las articulaciones cartilaginosas entre las primeras costillas y el esternón son
inmóviles (sinartrosis) (Figura 5.28c).
 Articulaciones sinoviales: las encontramos en los miembros, las articulaciones
están separadas por una cavidad que contiene líquido sinovial (véase la Figura
5.28f–h). Tienen las siguientes características (Figura 5.29):
 1. Cartílago articular (hialina) que cubre las terminaciones óseas que forman la
articulación.
 2. Cápsula articular fibrosa, capa de tejido conectivo fibroso que rodea las
articulaciones, y la cápsula está rodeada a su vez de una suave membrana
sinovial (por lo que se las llama sinoviales.
 3. Cavidad articular: La cápsula rodea una cavidad, denominada cavidad
articular, que contiene líquido sinovial lubricante.
 4. Ligamentos de refuerzo. La cápsula fibrosa suele estar reforzada por
ligamentos.
 Las bolsas sinoviales y las vainas de los tendones no forman parte de las
articulaciones sinoviales, pero a menudo se encuentran asociadas con ellas en
gran medida (véase la Figura 5.29). Las bolsas sinoviales (“bolsas”) son sacos
fibrosos planos rodeados de membrana sinovial y que contienen una película
fina de líquido sinovial, actúan como cojinetes, reduciendo la fricción entre
estructuras (ligamentos, músculos, piel, tendones o huesos). Una vaina de
tendón, que también aparece en la Figura 5.29, es esencialmente una bolsa
alargada que envuelve por completo a un tendón que puede sufrir fricción
.
Tipos de articulaciones sinoviales según la forma:
Las formas de las superficies óseas articulares determinan los movimientos, así tenemos:
articulaciones planas, en bisagra, en pivote, condiloideas, en silla de montar y enartrósicas (Figura
5.30).
Art. plana (Figura 5.30a) superficies articulares planas que sólo permiten movimientos de
corrimiento o deslizamiento, no axiales; es decir, que el deslizamiento no implica rotación en
torno a ningún eje. Ej.: articulaciones intercarpianas de la muñeca.
Art. en bisagra (Figura 5.30b), la terminación cilíndrica de un hueso se ajusta a una superficie con
forma de depresión de otro hueso, dando movimientos angulares en un plano (uniaxiales). Ej.: art.
codo, tobillo y entre las falanges de los dedos. Figura 5.30b.
Art. en pivote (Figura 5.30c), la terminación redondeada de un hueso se ajusta a un manguito o
anillo óseo. Puesto que el hueso sólo puede girar en torno a su eje largo, también son uniaxiales
Fig. 5.30c). Ej.: radio cubital proximal y entre el atlas y el odontoides del axis.
Art. Condiloidea: la superficie articular con forma de huevo de un hueso se ajusta a una
concavidad ovalada de otro (Figura 5.30d), permiten que el hueso de desplace de lado a lado y de
delante hacia atrás, pero el hueso no puede girar en torno a su eje largo. Son biaxiales como en
nudillos (metacarpofalángicas).
Art. en silla de montar: cada superficie articular tiene un área cóncava y otra convexa, como una
silla de montar (Figura 5.30e). Son biaxiales, permiten prácticamente los mismos movimientos
que las condiloideas. Ej.: carpometacarpianas del pulgar
Art. Enartrósica: (Figura 5.30f), la cabeza esférica de un hueso se ajusta a una cuenca redonda de
otro. Son sinoviales, multiaxiales, permiten movimiento en todos los ejes. Figura 5.30f Ej.: hombro
y la cadera.

También podría gustarte