CAPERUCITA

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CAPERUCITA ROJA

"...Había una vez...

...una niñita muy bonita que vivía cerca de un gran bosque.


Al otro lado del bosque vivía su abuelita, que sabía coser muy bien y un día le regalo
a su nietita una preciosa caperucita roja, y la niña la usaba tanto tanto que todos la
conocían como caperucita roja.

Una mañana de verano, estaba caperucita jugando en el patio de su casa, cuando


escucha que su mama la llama….
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Madre: Caperucita hoy hace un día estupendo!!!! ¡¡Its Sunny!!


Le he preparado a la abuelita una canasta con la comida Típica de la primavera…
queres darte un paseo y se la llevas?

Caperucita: ¡Claro que sí!! ¡Tengo muchas ganas de verla!!

Madre: Muy bien, pero tene mucho cuidado por el bosque y no pares a charlar con
nadie….y cuando llegues me das un toque al celu…jejeje

Caperucita: No te preocupes ma, que ya tengo cuatro años y soy grande, además,
seguro que la brujita Tapita me protege.
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Así, caperucita roja, llevando su canastita, fue por el bosque a visitar a su abuelita.
En el camino la observó el lobo feroz, desde detrás de algunos árboles. Tuvo
curiosidad por saber que llevaba la niña en la canasta, pero no se atrevió a
quitársela, pues su mama lo había castigado una vez por quitarle la merienda a otro
niño, además escuchó muy cerca a los leñadores trabajando en el bosque. El lobo,
con su voz más amistosa, preguntó:
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Lobo: hola caperucita, a dónde vas???

Caperucita: Voy an`ca` de la abuela, que mi mama le preparo una tortita y una
fuente de ensalada, y se la voy a llevar….

Lobo: Mmmmm!!! Estupendo!! Si queres yo también voy…¿Dónde vive tu abuelita???

Caperucita: Buuufff!!! Vive muy lejos… (En el quinto pino) …hay que caminar una
banda….en lo alto de la colina, en una casita de piedra….
Lobo: si queres, para hacer el paseo más divertido, vos vas por este camino que es
más corto y yo por el más largo…. ¡Y a ver quién llega antes!!

Caperucita: Dale!!!!

Caperucita roja se entretuvo en el camino juntando flores silvestres y cantando sin


darse cuenta que estaba perdiendo mucho tiempo. Mientras tanto el hambriento lobo
feroz corrió muy rápido para llegar pronto a la casa donde vivía la abuelita. El lobo
estaba muy impaciente porque esa mañana no quiso el desayuno que le había
preparado su mamá y tenía mucha hambre, así que no pensaba en otra cosa más que
en hincarle el diente a esa deliciosa torta y no quería compartirla con nadie, así que
se le ocurrió hacerse pasar por la abuelita…

Lobo: Toc, Toc, Toc!!!!

Abuela: ¿Quien llama?

Lobo: (con voz de nena) Soy tu nieta caperucita….

Abuelita: Ay Hija!! Me vas a hacer levantar de la cama con lo que me duelen las
piernas!!! ….

La abuelita abrió la puerta pensando que era caperucita y vaya sorpresa cuando se
encontró al lobo feroz!!!!, fue tal el susto, que la abuelita se olvidó de su dolor de
piernas y salió corriendo para esconderse dentro del armario que había en la salita.
El lobo (que por cierto no tenía intención de asustar tanto a la abuelita) aprovecho
que esta se había marchado para ponerse el gorro de dormir y meterse en su cama.
Ya casi estaba por quedarse dormido cuando escucha abrirse la puerta….

Caperucita: Hay que ver abuela, cualquier día te van a dar un susto groso por dejar la
puerta abierta!!! Peroooo…te veo un toque rara… ¡Que orejas más grandes tenes!

Lobo: son para oírte mejoooorr!!

Caperucita: si, y que ojos más grandes tenes

Lobo: para verte mejooorrr!!

Caperucita: ¡y que brazos más grandes tenes!!!!

Lobo: son para abrazarte mejooorrr!!!


Caperucita: ¡y… que boca más grande tenes!!!!

Lobo: ¡Bue, tanto vas a criticar! ¡Son para comer mejooorrr!!!

Caperucita: AaaahhhhAaaahhhh!!!!!

Y diciendo esto, el lobo, se tiro sobre caperucita para quitarle la canasta,


pero caperucita no iba a dejar que ese lobo malo se comiera ni la torta ni la
ensalada, así que grito con todas sus fuerzas y comenzó a correr por toda la casa….
Un leñador que estaba comiendo un sanguchito cerca, escucho los gritos y corrió a
ver qué pasaba… al ver al lobo corriendo detrás de caperucita agarro una escoba y le
dio al lobo en la cabeza para espantarlo, el pobre lobo pensó que a lo mejor, si
hubiera sido más educado y le hubiera pedido a caperucita un poquito de torta, no se
habría armado tanto lio, así que pidió perdón a caperucita y a la abuelita y prometió
que no lo volvería a hacer…

Y colorín colorado esta historia se ha acabado…."

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