LEUCEMIA1

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LEUCEMIA

→ Pocher.
→ Blajot.
→ Monier
B/B → Diagnóstico fetal
→ Murray T – 2
→ Schinz
Leucemia (Pocher)
La mayoría de los niños con leucemia tienen lesiones óseas y tienden a ser más frecuentes cuando
el proceso comienza hacia el periodo final.
La característica radiológica más frecuente es la desmineralización inespecífica difusa o de las
metáfisis. Un signo más específico es la existencia de una zona radiotransparente transversal, de 1 –
5 mm de ancho, situada en la metáfisis ósea. Esta zona puede observarse en niños normales y si los
huesos han sido inmovilizados. En otros casos es signo de leucemia. Las células leucémicas pueden
originar una formación osteolítica, sobre todo en las metáfisis de los huesos de rápido crecimiento.
La neoformación ósea perióstica, debida generalmente a la elevación del periostio por células
leucémicas, tal vez sea la única alteración ósea discernible, pero en algunos casos se observa la
oteoesclerosis, especialmente durante el periodo de restauración.
En el cráneo se aprecia aumento de presión intracraneal y osteolisis del parietal.
Las osteopatías leucémicas pueden persistir incluso cuando el paciente se halla en un periodo de
remisión hemática.
Las lesiones leucémicas se localizan en pulmones, Ganglios Linfáticos del Mediastino, Timo, Hígado,
bazo y tejidos blandos de las extremidades.
Una considerable infiltración de células leucémicas, es una cusa de sombras en la radiografía.
Menos común que una infección inter recurrente.
En los riñones, se produce, hipertrofia con compresión de los cálices debido a la infiltración difusa. A
veces este infiltrado forma un Tumor renal localizado. Las estructuras de las vías urinarias pueden
quedar obstruidas o desplazadas, por los ganglios linfáticos retroperitoneales.
A veces la afectación intestinal ocasiona invaginación o tumoración y la mucosa se ulcera.
El aspecto linfográfico de los ganglios linfáticos es indistinguible del linfoma.
En el adulto leucémico son menos frecuentes las alteraciones óseas. Hay destrucción ósea en la
zona de mayor actividad de la médula ósea: Raquis, Pelvis, Costillas, Cráneo y Esternón.
Las lesiones osteolíticas no se observan en las metáfisis con tanta frecuencia como en la leucemia
infantil. La oteoesclerosis raramente se manifiesta.
Las lesiones torácicas se ven con más frecuencia en la leucemia adulto, comprenden, micosis,
derrame pleural o pericárdico, infarto pulmonar e infiltración por células leucémicas.
En la leucemia monocítica, muy poco frecuente, se observa pequeños nódulos milliares en los
campos pulmonares.

Leucosis = Leucemia.

Concepto → Es una afección neoplásica que se origina de la médula ósea y se caracteriza por la
proliferación de varios tipos de leucocitos.

Anatomopatología → Se caracteriza por un crecimiento invasivo, no destructivo. Por ello solo


aparecen alteraciones esqueléticas, cuando el tejido invasor somete a presión al hueso circundante
impidiendo su regeneración. Esto hace que los trastornos, por su cuantía, sean mucho más
ostensibles y evidentes en los jóvenes que en los adultos, por lo que en aquellos se encuentran

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alteraciones leucémicas con alguna frecuencia, mientras estas son raros en personas de edad más
avanzada.

Grupos → Mielógena → Su origen se relaciona con mieloblastos primitivos de la médula.


→ Linfática → Su origen está en tejido linfoide.

Subcategorías → Mielocítica
→ Linfocítica
→ Linfoblástica
→ Monocítica

C/C
Agudo: Mortal a muy corto plazo.
Crónico: Sobre todo la variedad linfática. Tiene evolución larga y lenta, con largos o varios años de
supervivencia.

Rx
I- Lesiones óseas.
II- Lesiones extraóseas.

Lesiones extraóseas. Pulmón, Riñón, intestino.

Pulmón, puede afectar, mediastino, pulmón y pleura, más frecuente afecta ganglios del mediastino,
en Leucosis linfoide. Pero el pulmón y pleura participan con alguna frecuencia; afectación Pulmón y
pleura (20 – 25 %).
Por el C/C la afección es menor de3 - 5 % (más frecuente alteraciones Rx que clínicas.

Cuadro Rx → Pude ser de 3 tipos


1- Mediastínico: habituales en Leucosis linfoides y raro en mieloide, con adenopatías de gran
tamaño.

2- Pulmonares:
A. Primitivos: → No son frecuentes, son infiltración perivascular, peribronquial, e interalveolar
(reticulonodular). Espesa trama reticular que desde hilio se dirige ala periferia y finos nódulos
diseminados. Los nódulos pueden ser de gran tamaño. Por tanto hay que hacer diagnóstico
diferencial con meta de cáncer.
B. Secundarios: → Se consideran como complicaciones más frecuentes.
a)- Neumonía: Es frecuente en la Leucosis aguda y además es una complicación del estadío final
de Leucosis subaguda y crónica (30% de los casos). Diagnóstico diferencial, difícil entre lesión
primitiva leucocítica y complicación bacteriana secundaria que es más frecuente. Generalmente
es multifocal (Bronconeumonía).
b)- Micosis: Forma nodular diseminada.
c)- Tuberculosis (Tb).
d)- Pulmón de éstasis.
En el periodo terminal se puede afectar corazón, pericardio y aparecer además cardiomegalia,
alteraciones pulmonares congestivas y de éstasis con características de pulmón de éstasis.
C. Pleurales: → Derrame pleural y más raro cavitación de lesiones pulmonares.
Nota: El tratamiento con Mylerón puede dar lugar a una fibrosis intersticial difusa.

3- Lesiones Renales: En los niños que padecen leucemia se ven con más frecuencia las
lesiones renales durante la forma aguda de esta enfermedad; mientras que en los adultos
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dichas lesiones aparecen en el periodo final de la leucemia crónica. Las lesiones renales son
debidas a infiltraciones leucémicas o bien edema y hemorragia.

Aspectos Radiológicos:
Rx simple → Agrandamiento renal bilateral y casi siempre simétrico de los riñones.

Urograma descendente:
 Agrandamiento de la sombra renal sin evidencia de dilatación y obstrucción.
 Alargamiento de los cálices e infundíbulo.
 Irregularidad del contorno renal.
 Imagen con nefrograma mantenido con muy pobre eliminación del contraste.

Linfografía → Ganglios muy aumentados de tamaño con patrón muy sugestivo de leucosis.
Además se produce en los riñones hipertrofia con compresión de los cálices por la infiltración difusa.
A veces este infiltrado forma una “T” renal localizada, las estructuras de las vías urinarias pueden
quedar obstruidas o desplazadas por los ganglios linfáticos retroperitoneales.

4- Lesiones Digestivas: Invaginación o “T” (a veces) y la mucosa se ulcera.


Linfografía = Linfoma.

Leucemia Gástrica → Las infiltraciones parietales conducen a engrosamiento de los pliegues, se


limita a sectores más pequeños que el linfosarcoma difuso.
Leucosis en intestino delgado: defectos de repleción en forma de nódulo.

5- Lesiones Óseas: Desde el punto de vista Rx la diferencia entre los cambios esqueléticos
producidos en la infancia y en el adulto puede considerarse por separado.
Leucemia en la Infancia → Es casi siempre agudo y en general linfoblástica, resultando
radiológicamente afectado el esqueleto en la mitad de los casos aproximadamente, pero la
verdadera incidencia a la autopsia, al igual que en el linfoma y en la enfermedad metastásica, puede
ser considerablemente mayor.

Clínicamente: los síntomas y signos de la leucosis aguda en la infancia son a veces muy parecidos
a los de la fiebre reumática aguda, con dolor, hinchazón, sensibilidad equivalentes en zonas de
afectación ósea. Como resultan afectados con preferencia las metáfisis de los huesos largos, el dolor
articular es una queja frecuente.
Otras características clínicas de la leucemia aguda, son la fiebre y una elevada velocidad de
eritrosedimentación. Generalmente el niño se halla en estado tóxico y tiene aspecto de estar
gravemente enfermo, casi desde el comienzo mismo de la enfermedad. Bazo, Hígado y Ganglios
Linfáticos suelen estar aumentados de tamaño.
El diagnóstico se establece mediante el estudio de la médula ósea, que casi siempre muestra las
características de la leucemia cuando esta existe. Las extensiones de sangre periférica son
diagnósticas, aunque no son infrecuentes las formas aleucémicas especialmente en niños.

Alteraciones Radiológicas del Esqueleto:


1. Dismeniralización difusa → sobre todo en la CV, debida en parte, a la verdadera infiltración
leucémica que a menudo da lugar a cuerpos vertebrales bicóncavos, parcialmente
colapsados. A este respecto conviene recalcar que toda la esponjosa del RN es
hematopoyéticamente activa y que durante los años de crecimiento tiene lugar la lenta
regresión de esta función, hasta que durante la vida adulta dicha actividad queda limitada al
esqueleto axial y a los extremos proximales de los húmeros y fémures.

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2. Bandas horizontales radiolúcidas en las metáfisis de los huesos largos, fundamentalmente
alrededor de las rodillas, aunque estas líneas radiotransparentes se ven con no poca
frecuencia encuadrando los cuerpos vertebrales y los bordes de las crestas iliacas.
3. Múltiples defectos radiolucentes pequeños, claramente definidos, generalmente esferoidales e
incluso ovoides o lineales, que se encuentran con frecuencia en las estructuras esqueléticas,
aunque no tan a menudo como las bandas metafisarias translúcida y la dismeniralización
difusa. Los defectos líticos pueden adoptar forma de “gota de agua” como en el mieloma,
enfermedad de Letterer – Siwe o metas de neuroblastoma. Cuando se localizan en la bóveda
craneana, estos defectos pueden producir confusión con la citada enfermedad. Estos
depósitos leucémicos pueden invadir la cortical, siendo un lugar especialmente propicio para
ello la apófisis interna del extremo proximal del húmero.
4. Reacción perióstica de los huesos largos que refleja la penetración de la cortical por el tejido
leucémico.
En las fases tumorales puede observarse lesiones masivamente destructivas de los huesos largos,
que recuerdan a otras lesiones parecidas con las metástasis del neuroblastoma, en tales casos son
frecuentes las fracturas patológicas. Puede presentarse un cierto grado de escoliosis reactiva,
aunque esto es muy poco frecuente. Dicha característica se observa a veces en el curso del
tratamiento. Los casos discretos con osteoesclerosis claramente generalizada pueden constituir
ejemplos de leucemias transformadas en ostepetrosis (Albers – Schömberg).

Diagnóstico Diferencial:
→ Mieloma.
→ Meta de un Neuroblastoma.
→ Enfermedad de Letterer – Siwe.
→ Anemia Hemolítica Congénita.
→ Neoplasias poco frecuentes de la primera infancia susceptibles a metastizar.
→ Multitud de causas de reacción perióstica que incluyen: Traumatismos, Sífilis Congénita,
Raquitismo, Escorbuto.

Diagnóstico Positivo
Histología y Hematología por punción esternal.
Las manifestaciones esqueléticas pueden preceder a los cambios hematológicos característicos,
constituyendo formas aleucémicas de la enfermedad.

Cuadro anatomopatológico en el esqueleto durante:


Leucemia aguda en la infancia.
 Infiltración de la esponjosa y de la cortical por capas leucémicas de células que destruyen las
trabéculas en grandes cantidades.
 Las bandas metafisarias horizontales, descritas en huesos largos, CV y pelvis se deben a una
osteogénesis imperfecta y a la presión de resorción del tejido leucémico, sobre las trabéculas
óseas.
 La invasión de la cortical y esponjosa por el tejido leucémico puede producirse relativamente
tarde en el curso de la enfermedad.
 La neoformación osteogénica reactiva, no es habitual, aunque se ve algunas veces, incluso en
casos sin osteopetrosis precedente (Albers – Schömberg), afección que frecuentemente
acaba en leucemia.

Leucemia del adulto


La leucemia mielógena y linfática son con mucho amplio margen las formas que más predominan en
el adulto, aunque también se da un tipo monocítico al que se considera relacionado con la forma

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mielógena. En este grupo de edad la leucemia mielógena es la más frecuente de las 2 formas
principales.
En la leucemia aguda del adulto, la muerte suele sobrevenir antes que las alteraciones esqueléticas
sean radiológicamente visibles, aunque se describen lesiones líticas y oteoesclerosis.

Anatomía Patológica
Varían con arreglo al tipo de leucemia, dependiendo de la célula predominante. Mielógena, linfocítica
o monocítica. En la leucemia crónica el enfermo presenta clínicamente los signos y síntomas
generalizados y característicos que suelen asociarse con esta enfermedad y que comprenden:
debilidad, perdida de peso, esplenomegalias, aumento del tamaño de los ganglios linfáticos, anemia
y cuadro hemático característico. El dolor óseo no es una queja frecuente, ni siquiera en presencia
de osteoporosis grave, que por regla general solo se presenta cuando hay lesiones destructivas.
Aunque las fracturas de los cuerpos vertebrales por compresión pueden ocasionar déficit
neurológica, la obstrucción del conducto vertebral es poco frecuente.

En la leucemia linfática y mielógena aguda


 Las alteraciones radiológicas del esqueleto se descubren con una frecuencia relativamente
escasa.
 Los segmentos del esqueleto más afectados son los que contienen médula.
 Durante la vida no se observan alteraciones esqueléticas en más del 15 – 20 % de los casos,
pero al igual que en linfoma óseo, la verdadera frecuencia de lesiones destructivas a la
autopsia es mayor.
 La médula es muy permeable a las células leucémicas, debiendo esperarse, como mínimo
cierto grado de osteoporosis en casi todos los casos.
 Las alteraciones óseas visibles son algo más frecuente en la leucemia mielógena crónica
que en la variedad linfática crónica. Las lesiones de ambas formas no se diferencian entre si.
 La dismeniralización generalizada es con creses la anomalía ósea más frecuente en la
leucemia crónica, pudiendo observarse lesiones destructivas mal delimitadas. Por lo general
son discretas, pero en fases avanzadas, pueden hacerse confluentes. En las etapas finales
se observa a veces un moteado difuso, permeable, radiolúcido. La CV es probablemente el
lugar de elección de las lesiones destructivas que a menudo pueden provocar aplastamiento
de un cuerpo vertebral afectado.
 La reacción perióstica de los huesos largos, tan corriente en los niños, es rara en los adultos,
a menos que exista una fractura patológica ocasionada por una lesión destructiva. Rara vez
se observan zonas radiolúcidas horizontales en las anteriores metáfisis.
 La presencia de oteoesclerosis difusa debe alertar al radiólogo sobre la posibilidad de una
metaplasia mieloide o una osteopetrosis anterior. La reacción osteoesclerótica, como
consecuencia directa de la afección leucémica es extremadamente frecuente.
 Cuando el único hallazgo es la dismeniralización el D/D Rx abarca todas las afecciones
susceptibles de provocar osteoporosis u osteomalacia. La presencia de lesiones destructivas
hace necesaria la exclusión de cualquiera de las afecciones malignas que pueden afectar al
hueso. Linfoma, Metástasis ósea, sobre todo múltiples.

Diagnóstico Positivo: Estudios hematológicos y de la médula ósea.

LEUCEMIA LINFOIDE CRÓNICA

Los infartos ganglionares constituyen aquí uno de los síntomas más precoces. Contrariamente a los
llamados linfomas malignos, dispone de clínica en la Leucemia Linfoide Crónica como índice
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importante del cuadro hemático y de los frotis de médula ósea. Le informan sobre el curso , el
pronóstico y la terapeútica a seguir.

Por ello el valor de la linfografía es limitado. No obstante, puede proporcionarnos datos sobre la
extensión y curso del proceso ganglionar linfático bajo los efectos del tratamiento. Además existen
casos en los que los ganglios linfáticos no se desarrollan conforme al cuadro hemático. Así mismo
pueden producirse infartos en los ganglios linfáticos retroperitoneales, aun cuando no estén
afectados los grupos ganglionares externos, clínicamente apreciables. Entonces la linfografía puede
darnos datos muy valiosos sobre el éxito del tratamiento y su pronóstico.

Histológicamente destaca en primer término, por lo general, la hiperplasia de los elementos linfáticos.
La arquitectura del ganglio puede permanecer intacta durante largo tiempo y solo más tarde
producirse la invasión por linfocitos y linfoblastos. Se observan transiciones fluidas hacia el
linfosarcoma.

Los datos que ofrece la linfografía concuerdan con la clínica, los estadíos precoces se caracterizan
por una hipertrofia de todos los ganglios de un grupo, generalmente varios, con escasa disgregación
de la estructura de almacenamiento. En los casos más avanzados pueden verse ganglios tumefactos
con estructura reticular especialmente delicada, laxa, finamente punteada, en la que predominan a
veces delicadas líneas circulares y transversales.

El contraste se diluye con bastante regularidad y a veces es muy débil. Son raros los grumos toscos
y no existen formaciones lacunares destacadas. Durante largo tiempo se conservan los senos
marginales y los ganglios linfáticos pueden delimitarse como tales. En los casos avanzados con
pronunciados infartos ganglionares, desaparecen los elementos acumuladores de contraste.

Por lo general no existe un obstáculo importante al flujo de la linfa, excepto en los estadíos
terminales. De ahí que en la gran mayoría de los casos no se observan signos de bloqueo linfático.

Los edemas que se originan son generalmente una consecuencia de la hipopreteinemia,


determinada por el esprue sintomático.

Las más de las veces no son necesarias consideraciones diagnósticas y diagnóstico diferencial, ya
que este se establece sin la linfografía, tampoco es posible una diferenciación segura con los
linfomas malignos, haciendo sospechar una leucemia, la delicada estructura reticular con fino
punteado de la fase de almacenamiento y su constancia regular.

Exámes Complementarios:

1.Hemograma.Anemia normocítica,normocrómica y arregenerativa.


2. Leucograma.Leucocitosis:75% de los pacientes.Leucopenia:del 15 al 20 % de los pacientes.
3. Conteo de plaquetas.Disminuye.
4. Medulograma.Celularidad aumentada e infiltración por linfoblastos.
5.Trastornos bioquímicos.Hiperuricemia,hipocalcemia,hiperfosfatemia,hiperpotasemia e incremento
de la actividad sérica de la láctico-deshidrogenasa.
Para el diagnóstico se requiere la presencia de más del 30% de linfoblastos en la médula ósea.

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LEUCOSIS (Blajot)

Las leucosis pueden afectar mediastino, pulmón y pleura.


La más frecuente es naturalmente la afección de los ganglios linfáticos mediastínicos, sobre todo en
la leucosis linfoide. Pero el pulmón y la pleura también participa con alguna frecuencia en el proceso
leucótico.
La afectación pleuro – pulmonar se halla en el 20 – 25 % de las leucosis, desde el punto de vista
anatomopatológico, pero clínicamente es inferior (3 – 5 %). Pero son más frecuentes las alteraciones
radiológicas que las clínicas.

Rx:
Las manifestaciones radiológicas de las leucosis pueden ser mediastínicos, pulmonares y pleurales.

Mediastino: estas lesiones son habituales en la leucosis linfoide y no son excepcionales en la


mieloides. Son adenopatías que pueden ser de gran tamaño. Aunque las adenopatías no son
frecuentes en esta enfermedad, si son una manifestación accesoria de la patología general. En la
leucosis linfoide se hallan adenopatías mediastínicas con mayor frecuencia que en otras leucemias.
Son rarísimas en la mieloides y leucosis aguda.

Pulmonares: pueden ser primitivas o secundarias.


Primitivas: no son frecuentes, son infiltrados perivasculares, peribronquiales e interalveolares, que
radiológicamente se manifiestan, por una diseminación retículo – nodular. Una espesa trama reticular
que desde el hilio se dirige a la periferia y fina nodular diseminada. Los nódulos pueden,
excepcionalmente, ser de gran tamaño y simular una metástasis.
Secundarias: pueden considerarse como complicaciones y son más frecuentes que las primarias.
Neumonías, micosis, Tb, pulmón de éstasis.
La neumonía es frecuente en la leucosis aguda y es además una complicación del estadío terminal
de las leucosis subaguda y crónica. Radiológicamente se observan en el 30% de los casos. En
ocasiones es difícil saber si se trata de una lesión primitiva leucótica o si es una complicación
bacteriana secundaria. Esta última eventualidad es la más frecuente. La forma Rx de las neumonías
en la leucosis es casi siempre multifocal, bronconeumónica.

Aunque sea excepcional no debemos olvidar los casos de leucosis en los que las lesiones
pulmonares son complicaciones micóticas o Tb, casi siempre en forma nodular diseminada.

En los periodos terminales de las leucosis pueden afectarse, corazón, pericardio y aparecen,
además, de una cardiomegalia, alteraciones pulmonares congestivas y de éstasis, con las
características Rx de pulmón de éstasis.

Por último en el curso de la leucosis se pueden observar derrames pleurales y muy


excepcionalmente, cavitación de las lesiones pulmonares.
El tratamiento de las leucosis con Myleran puede dar lugar a fibrosis intersticial difusa.

Lesiones óseas de las leucosis en el niño.


Las lesiones óseas de la leucosis crónica son excepcionales.
A veces las lesiones óseas son latentes, pueden manifestarse por dolores espontáneos o
provocados por la presión de los huesos, por tumefacciones locales o por dolores poliarticulares.
Estos dolores pueden constituir únicos signos de la enfermedad.
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Signos Rx: se encuentran más o menos asociadas:
→ Osteoporosis constante.
→ Bandas claras metafisarias, frecuentes sobre todo en las inmediaciones de las rodillas y muñecas.
→ Imágenes de osteolisis que toma el aspecto de una metáfisis lítica.
→ Aposiciones subperiósticas, manifestaciones de una infiltración leucémica.
→ Es muy rara una oteoesclerosis.

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