Decalogo
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Decalogo
Reconocer que la naturaleza es un don de Dios para todos los seres humanos, y
como tal, debemos cuidarla y preservarla para las generaciones futuras.
2. Apreciar la naturaleza como una expresión del amor y la verdad de Dios, y
actuar en consecuencia con respeto y gratitud.
3. Entender que el ser humano tiene la responsabilidad de utilizar los recursos
naturales de manera responsable y sostenible, en equilibrio con la creación
misma.
4. Rechazar la visión de la naturaleza como un objeto a ser explotado sin
límites, y en su lugar, adoptar una perspectiva de cuidado y protección.
5. Valorar la importancia de la biodiversidad y la interconexión de todas las
formas de vida en la Tierra, incluyendo a los animales y las plantas.
6. Reconocer que el equilibrio ecológico es esencial para la supervivencia de
todas las especies, incluida la humana, y comprometerse a protegerlo.
7. Fomentar prácticas respetuosas con el medio ambiente en todas las áreas de
la vida, desde el consumo de alimentos hasta la gestión de residuos.
8. Promover la justicia y la solidaridad intergeneracional, garantizando que las
decisiones actuales no comprometan el bienestar de las futuras generaciones.
9. Integrar la dimensión ética y espiritual en nuestras acciones hacia la
naturaleza, reconociendo su valor intrínseco más allá de su utilidad para el ser
humano.
10. Cultivar una relación de armonía y cuidado con la Madre Tierra,
reconociendo que somos parte de la misma red de vida y que nuestro destino
está entrelazado con el de toda la creación.
1. Reconocer que el acceso equitativo a los recursos energéticos es un derecho
fundamental de todos los seres humanos, independientemente de su origen o
situación económica.
2. Promover la eficiencia energética y el uso responsable de los recursos
disponibles, tanto a nivel individual como a nivel comunitario y empresarial.
3. Fomentar la investigación y el desarrollo de fuentes de energía renovables y
sostenibles, con el fin de reducir la dependencia de los recursos no renovables
y mitigar el impacto ambiental.
4. Abogar por una distribución justa y equitativa de los recursos energéticos a
nivel global, promoviendo la solidaridad entre países desarrollados y en
desarrollo.
5. Apoyar medidas políticas y acuerdos internacionales que garanticen la
cooperación y el intercambio de tecnología y conocimiento en materia
energética.
6. Establecer mecanismos de regulación y control para evitar la explotación
desmedida de los recursos energéticos en beneficio de unos pocos, en
detrimento de las comunidades locales y del medio ambiente.
7. Sensibilizar a la población sobre la importancia de un consumo responsable
de energía y sus implicaciones en la sostenibilidad del planeta.
8. Involucrar a los jóvenes y a las generaciones futuras en la toma de decisiones
relacionadas con la gestión de los recursos energéticos, dándoles voz y
fomentando su participación activa.
9. Impulsar la colaboración entre sectores público, privado y la sociedad civil en
la búsqueda de soluciones innovadoras y sostenibles en el ámbito energético.
10. Priorizar la protección del medio ambiente y la equidad social en todas las
acciones y políticas relacionadas con la energía, con miras a construir un futuro
más justo y sostenible para todos.
1. **Gratitud y Reconocimiento:** Agradecer a Dios por el regalo de la creación y
reconocer la responsabilidad que tenemos de preservarla para las generaciones
futuras.
1. Reconocer que la Verdad y el Amor no son producidos por el ser humano, sino
que provienen de Dios, la fuente última de la Verdad y el Amor.
2. Comprender que la Verdad y el Amor no son meramente productos
humanos, sino dones divinos que deben ser acogidos.
3. Entender que la vocación al desarrollo de las personas y de los pueblos no se
basa únicamente en decisiones humanas, sino que está inscrita en un plano
superior que nos precede y que es un deber libremente aceptado.
4. Aceptar que el Amor y la Verdad, como realidades subsistentes, nos indican
el bien y la verdadera felicidad, señalando el camino hacia el auténtico
desarrollo.
Laudate Deum
10. Vivir en armonía con la naturaleza y con todos los seres vivos, practicando
la compasión, la humildad y el amor hacia toda la creación, con la convicción de
que el cuidado y la preservación del planeta es una responsabilidad compartida
y un deber moral para todos.
Laudeate Deum