Curriculum Oculto
Curriculum Oculto
Curriculum Oculto
intentos de instrucción, bien sean los que lleva a cabo la propia familia
u otros miembros o grupos de la sociedad que no tienen una intención
expresa de educar, bien la que se desenvuelve en el marco de la institu-
ción escolar. Esta acción se etiqueta como violenta puesto que se ejerce
en una relación de comunicación donde las interrelaciones son de tipo
desigual; existe una clase o un grupo social que tienen mayor poder y
que lo utilizan para realizar una selección arbitraria de cultura e imponer-
la a los más desfavorecidos. Es importante recalcar que se trata de una
selección arbitraria que va a necesitar recurrir a una mayor o menor coac-
ción en la medida en que los significados que ella impone no respondan
a principios universales o a leyes físicas o biológicas.
Dado que estamos ante una situación definida como de imposición
es preciso, por tanto, tratar de disimularla. Entre las estrategias válidas
para llevar a cabo el trabajo de ocultación está el echar mano del con-
cepto «autoridad». Si la acción pedagógica quiere tener éxito en su dis-
tribución del capital cultural necesita recurrir a la autoridad pedagógica
(2). El reconocimiento de la legitimidad de la inculcación va a condicio-
nar la recepción de la información en sus destinatarios, la posibilidad de
transformar esa información en formación. En virtud de esta autoridad
pedagógica cualquier agente o institución pedagógica aparece automá-
ticamente como digna de transmitir lo que transmite y, por tanto, queda
autorizada para imponer su recepción y para controlar su inculcación me-
diante un sistema de recompensas y sanciones que goza de la aproba-
ción de esa colectividad. Pero también es preciso recordar en todo
momento, que esta autoridad pedagógica es fruto de una delegación de
autoridad; dispone de aquélla en calidad de mandataria de las clases o
grupos sociales cuya arbitrariedad cultural impone.
Ya que se trata de una labor de inculcación, la acción pedagógica im-
plica asimismo un trabajo pedagógico (3), con una duración temporal su-
ficiente para producir en los destinatarios una formación capaz de dejar
huellas persistentes.
Este proceso de socialización va a crear en cada persona un habitus,
siguiendo la terminología de P. BOURDIEU y J.-C. PASSERON. Éste viene a
ser el producto de una interiorización de los principios de la cultura do-
minante, de sus categorías de percepción y de apreciación de la realidad,
y va a tener efectos reproductores. Mediante las prácticas que de él se
derivan se perpetúa la arbitrariedad cultural de la que es fruto, y el mode-
lo social del que depende la acción pedagógica.
Este habitus que se construye a través de un proceso educativo, y
que viene a significar la garantía de la supervivencia de una cultura, «es
e
' equivalente, en el ámbito de la cultura, a la transmisión del capital ge-
nético en el ámbito de la biología» (BOURDIEU, P. y PASSERON, J.-C, 1977,
P-73).
El mayor o menor grado de eficacia del trabajo pedagógico, o lo que
fi
s lo mismo, de esa aceptación como legítima de una arbitrariedad cultu-
ral, se mide, a,su vez, por el grado en que el habitus que produce es trans-
94 El curriculum oculto