La Revolución Francesa

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La Revolución Francesa

Se conoce con el nombre de revolución francesa al movimiento político, social, económico y


militar, que surgió en Francia en 1789; el mismo que trajo como consecuencia el derrumbe de la
monarquía absolutista, que hasta entonces había regido en Francia, a la vez que originó el
establecimiento de un gobierno republicano democrático y asimismo, la iniciación de una nueva
época llamada como La época contemporánea. La revolución francesa difundió por el mundo
los ideales de libertad y fraternidad, así como el de la soberanía popular; y divulgó,
primordialmente el conocimiento de los derechos fundamentales del hombre y del ciudadano.

Causas de la Revolución Francesa


1. Las causas fundamentales que originaron la revolución francesa fueron:
El absolutismo monárquico, que se caracterizó por el ilimitado poder del soberano, cuya
autoridad no estaba sujeta a control alguno.
2. La desigualdad social política y económica.
3. La falta de libertades y derechos. A estas causas hay que añadir un importante factor: la
poderosa influencia de las nuevas ideas.

Antecedentes: El antiguo régimen


Se denomina antiguo régimen al estado político, social y económico por el que atravesó Francia
antes de la revolución. Dicho estado se caracterizó por el predominio del absolutismo real, así como
de las injusticias, las desigualdades y los privilegios, que constituyeron, como ya dijimos, las causas
verdaderas de la revolución francesa.

EN LO POLÍTICO
Francia se hallaba regida por una monarquía absoluta que gobernó con un poder ilimitado. El rey,
que se creía designado por Dios para gobernar, procedía en forma arbitraria, pues no daba cuenta
de sus actos a nadie; gastaba como y cuando quería las rentas del Estado; nombraba los
funcionarios; declaraba la guerra y firmaba la paz; dictaba leyes; creaba impuestos y hasta podía
disponer de los bienes de sus súbditos cuando así lo estimaba convenientemente. No había libertad
individual, pues el soberano podía ordenar la detención de cualquier ciudadano sin causa
justificada; tampoco existía libertad de conciencia y ningún libro ni periódico podía publicarse sino
bajo el control de censura. Por otra parte, las leyes, que eran diversas, no se aplicaban por igual ni
con el mismo rigor: así tenemos que por un mismo delito la pena no era la misma tratándose de un
noble y de un labriego.

EN LO SOCIAL
La organización social de Francia estaba basada en la desigualdad y los privilegios. Se distinguían
pues tres clases sociales, a saber: Clero, Nobleza Y Estado Llano siendo las dos primeras
privilegiadas.
El clero: Era la primera clase social debido a su gran prestigio e influencia como a sus cuantiosas
riquezas. Sus extensas propiedades abarcaban precisamente la cuarta parte de la superficie total
de Francia, y, por otra parte, dicho patrimonio económico fue creciendo considerablemente gracias
a los diezmos que aportaban los fieles como a la exoneración del pago de impuestos fijos de que
disfrutaban. Se dividía en Alto y Bajo Clero. La mayor parte de las riquezas beneficiaban solo al Alto
Clero formado por obispos y abades, quienes eran mayormente de origen noble y vivían en
Versalles en la corte del Rey. El bajo Clero, formado por curas y vicarios, ejercía su misión en
provincias, eran de modesta condición económica y procedían del Estado Llano, debido a ello,
simpatizaron con la Revolución.
La nobleza: Los nobles formaban la segunda clase privilegiada de Francia; poseían grandes
extensiones de tierra, y, asimismo, percibían de los campesinos que laboraban en ellas, los
llamados derechos feudales; pagaban impuestos solo en determinados casos. Ocupaban los
principales cargos en el gobierno y en la iglesia, así como en las fuerzas armadas. La nobleza se
dividían en Gran Nobleza, que llevaba una vida de lujo, pompa y riquezas en el palacio de Versalles
junto al rey, y la pequeña nobleza o nobleza de provincias. Esta última era de medianos recursos y
residía en sus posesiones en contacto con el pueblo cuyas necesidades conocía y con cuyos
ideales igualmente simpatizaba.
El Estado Llano: Estaba constituido por la población más numerosa de Francia, pero, a su vez, por
la que menos privilegios y riquezas poseía. A la cabeza de esta clase social se hallaba la
burguesía, formada por industriales, comerciantes y profesionales; quienes con el correr de los
años, habían logrado conquistar una sólida situación económica y una vasta preparación cultural,
que hizo de ellos, precisamente, los promotores de la revolución.
En grado inferior se hallaban los artesanos y los labriegos o campesinos, que llevaban una vida
verdaderamente miserable, pues tenían que soportar pesadas cargas económicas impuestas por el
gobierno, la iglesia y los nobles, tales como el pago de los diezmos al clero, el del censo y de otros
tributos a los señores y al estado, quedándose con solo un 20 por ciento de la totalidad de sus
ingresos. La burguesía fue la clase social que hizo la revolución. Se calcula que de la población de
Francia (1789), estimaba en 23 millones de habitantes, solo 300 mil pertenecían a las clases
privilegiadas (Clero y Nobleza).

EN LO ECONÓMICO
Desde el punto de vista económico, la situación de Francia presentaba las características
siguientes:
 Monopolio de las riquezas, sobre todo de la tierra, en beneficio solamente del Clero y la
Nobleza.
 Pago de impuestos, como de otros gravámenes fiscales, exclusivamente por el tercer
estado o estado llano.
 Decadencia del comercio e industria, debido a la falta de medios de producción como a la
existencia de trabas aduaneras internas que dificultaban el intercambio comercial. Se unían
a tales causas: los reducidos salarios, como la falta de libertad para la agricultura, la
industria y el comercio.
 Excesivo derroche del dinero fiscal en el sostenimiento, principalmente, de la corte de
Versalles.

El inicio de la Revolución
Más de un siglo antes de que Luis XVI ascendiera al trono en 1774, el Estado francés había sufrido
periódicas crisis económicas motivadas por las largas guerras emprendidas durante el reinado de
Luis XV, la mala administración de los asuntos nacionales en este reinado y el aumento de la deuda
generado por los préstamos a las colonias británicas de Norteamérica durante la Guerra de la
Independencia de las Trece Colonias (1775-1783). Pero la situación económica existente en 1789
superó las precedentes por suma y acumulación, y colocó a la monarquía francesa en una situación
desesperada y al Estado francés en franca bancarrota. El Rey ante esta situación, para sanear las
finanzas necesitaba aumentar los impuestos existentes y fijar nuevos, pero tanto el clero como la
nobleza, amparados en sus privilegios se negaban a contribuir con los gastos del Estado.
Para solucionar los problemas económicos, Luis XVI convocó a los Estados Generales del Reino a
una asamblea consultiva. Esta convocatoria fue exigida por los "privilegiados" (clero y nobleza)
quienes se negaban a pagar los tributos indispensables para conjurar la crisis económica.
Los burgueses se aprovecharon de estas circunstancias y, ante la amenaza de la nobleza armada
que pretendió mantener sus privilegios, movilizaron a toda la nación. El 14 de julio de 1789, el
pueblo tomó; las calles de París, apoderándose de la vieja fortaleza - prisión de La Bastilla, la cual
constituía un símbolo del Absolutismo francés.
En esta jornada, una muchedumbre de artesanos, obreros, tenderos, estudiantes y funcionarios se
impusieron a las tropas reales. Durante el transcurso de los diez años siguientes a estos
acontecimientos, los ideales revolucionarios demostraron su fuerza. Se obtuvo la libertad política,
dictándose una Constitución que dividía los poderes del Estado, garantizándose: la libertad
individual, la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y la expresión de la soberanía popular
mediante el sufragio.

A fin de defender sus conquistas ante la reacción de la nobleza que se alió con los monarcas
extranjeros, los burgueses revolucionarios exaltaron el principio de la nacionalidad identificando a la
Nación con el Estado.

ETAPAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA


Distinguimos las siguientes etapas en el desarrollo de la revolución francesa.

Etapas de la Revolución Francesa

Etapa Monárquica (1789 – 1792)


Comprende desde el estallido de la revolución (Junio de 1789) hasta el 21 de septiembre de 1792,
fecha en que quedó abolida la monarquía.

 Estados Generales (1789)


Los Estados Generales fueron convocados por Luis XVI, rey de Francia. Se reunieron en Versalles
el 5 de abril de 1789. Los Estados Generales eran una especie de asamblea (parlamento) integrada
por 1200 diputados (300 por el clero, 300 por la nobleza y 600 por el Tercer Estado o Estado
Llano).
La crisis económica obligo al soberano francés a reunirlos, para que adoptaran así las
medidas más convenientes. El Tercer Estado quiso aprovechar de dicha asamblea para presentar
peticiones favorables al pueblo; el rey y la nobleza no tomaron en cuenta estas reformas. La
petición que no tomaron en cuenta fue el derecho del voto por cabeza, que les era favorable ya que
eran mayoría, pues querían que subsistiera el voto por orden (que favorecía a las clases
privilegiadas: el clero y la nobleza). Entonces el Tercer Estado desacato la orden de Luis XVI y se
reunió separadamente.

 Asamblea Nacional (1789)


La Asamblea Nacional se creó el 17 de junio de 1789, es la que marco el estallido de la revolución.
El rey clausuro la sala de sesiones a la Asamblea Nacional la cual ocupo la sala del juego de la
pelota en la que los diputados juraron no separarse hasta haber dado una constitución a Francia.

 Asamblea Constituyente (1789 – 1791)


El soberano francés cedió ante los acontecimientos de la Asamblea Nacional, invitando a que
sesionaran las tres clases sociales. Así surgió la Asamblea Constituyente. El rey había perdido su
autoridad y la Monarquía absoluta llegaba a su fin. Los principales acontecimientos fueron:
La Toma de la Bastilla, el 14 de julio de 1789 el pueblo de París atacó la fortaleza de la Bastilla y
la ocupó. La Bastilla era el símbolo del despotismo.
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, fue promulgada por la Asamblea,
el 26 de agosto de 1789. Antes habían sido abolidos los derechos feudales, el 4 de agosto de 1789.
La declaración de los derechos del hombre y del ciudadano consta de 17 artículos. Se refieren
principalmente a que todos los hombres son iguales; que la soberanía reside en la nación; que los
derechos naturales, como la libertad, la igualdad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la
opresión no deben ser violados, como tampoco la libertad de pensamiento y creencia.
Se Promulgó la Constitución de 1791, de tendencia monárquica que sanciono la declaración de
los derechos del hombre y del ciudadano, como también la existencia de tres poderes: Legislativo,
Ejecutivo y Judicial.
Se promulgó la Constitución Civil del Clero, por la que los bienes de la Iglesia pasaban a poder
del Estado y el nombramiento de las autoridades eclesiásticas se harían en adelante por la elección
del pueblo, provocando así la ruptura con la Iglesia de Roma.
Huida del Rey, traicionando a la revolución, Luis XVI pretendió huir al extranjero para unirse a los
ejércitos extranjeros (de monarquías absolutistas) coaligados contra Francia, pero fue descubierto
cerca de la frontera y luego detenido y encerrado en el Palacio de las Tullerias.

 La Asamblea Legislativa (1791 – 1792)


Esta asamblea se mostró más hostil a la monarquía los principales acontecimientos que surgieron
durante ellas fueron:
Declaró la guerra a Austria, y luego de algunas acciones favorables a los austriacos y los
prusianos, los ejércitos revolucionarios, al mando de Dumouriez, obtuvieron grandes victorias en
Valmy y Jemapes en (1792).
El Asalto a las Tullerias y la prisión definitiva de Luis XVI. El rey desde su prisión en Las Tullerías
conspiraba secretamente contra Francia revolucionaria. El 10 de agosto de 1792, la Asamblea
decretó la suspensión de Luis XVI, quedando privado de su autoridad.

Aparición de Partidos Políticos, La prisión del rey y la guerra contra la reacción interna y externa
fueron decantando las posiciones políticas de la burguesía francesa dentro de la Asamblea. Así
quedaron conformadas tres facciones bien delimitadas, los Fuldenses, partidarios de un arreglo con
el rey y sus partidarios, la Montaña, o Jacobinos, que planteaban la ruptura total y la instauración
del "terror revolucionario" y los girondinos, más moderados que estos últimos, quienes se harían
finalmenete con el control político de la Asamblea.

To
ma de la Bastilla
Etapa Republicana (1792 – 1804)
Etapa que comprende desde el 21 de septiembre de 1792 hasta el 9 de noviembre de 1799, en que
Napoleón Bonaparte da el golpe de estado, llamado el 18 de Brumario y establece el consulado en
provecho suyo. El gobierno del consulado, con Napoleón como dueño absoluto de Francia, fue,
propiamente, una etapa de transición de la república al imperio y se prolongó hasta 1804.

 La Convención (1792-1795)
Disuelta la Asamblea Legislativa, se formó la Convención Nacional. Los principales actos de dicha
Convención fueron:
– Decretó la abolición de la monarquía y proclamo la república.
– Sancionó el sufragio universal (derecho a voto para todo ciudadano).
– Procesó y condenó a muerte a Luis XVI, ejecución que se realizó en enero de 1793.
Obra Cultural de la Convención

- Estableció la enseñanza primaria, obligatoria y gratuita.


- Fundó la Escuela Normal (maestros), la Escuela Politécnica (ingeniero), la Salud (médicos),
la de artes y oficios, la Biblioteca Nacional y el Museo de Louvre.
- Implantó el sistema Métrico Decimal.

Surge el régimen del terror.


En ésta época se formó un gobierno revolucionario que, bajo la dirección de Robespierre, implanto
la época del terror y envió al patíbulo a millares de detenidos y sospechosos de insurrección.
Robespierre impuso una sangrienta represión para impedir el fracaso de la Revolución, no dudando
en aprobar leyes que recortaban las libertades y simplificaban los trámites procesales en favor de
una «justicia» revolucionaria tan expeditiva como arbitraria. Reinó la violencia y la crueldad, pues
hasta los propios caudillos como Marat, Dantón, etc., sucumbieron violentamente, como también
María Antonieta, el sabio Lavoisier y finalmente el propio Robespierre, fue también ejecutado por
sus enemigos de la convención. El gobierno del terror estuvo conformado por tres comités: El de la
salvación publica, el de seguridad general y el tribunal revolucionario.

 El Directorio (1795 – 1799)


La Convención Nacional promulgo la constitución del Año III, que establecía el Directorio, gobierno
republicano moderado que tuvo la siguiente organización:
El Poder Ejecutivo, a cargo del directorio, integrado por 5 miembros o directores.
El Poder Legislativo, formado por dos consejos: el de los 500 y el de los ancianos. El directorio
tuvo que hacer frente a los ejércitos extranjeros; es entonces cuando comienza a destacarse la
figura de Napoleón. El 9 de noviembre de 1799 (golpe de estado del 18 brumario), el gran corso se
apodera del gobierno y establece el consulado, gobierno de transición al imperio.

 El Consulado (1799 – 1804)


Por el golpe de estado del 18 de Brumario (9 de noviembre de 1799) Napoleón abolió el
Directorio y estableció el consulado, de apariencia republicana, pero de tendencia monárquica
propiamente. El establecimiento del Consulado fue sancionado por la Constitución del Año III. El
Consulado constaba de dos poderes:
El Poder Ejecutivo, formado por tres cónsules, siendo la figura principal el primer Cónsul
(Napoleón) dueño del gobierno.
El Poder Legislativo, que constaba de un Consejo de Estado, del Tribunado y un Cuerpo
Legislativo (300 representantes y de un senado).

Etapa Imperial (1804 – 1815)


Comprende desde el 18 de mayo de 1804, en que se establece el imperio, siendo proclamado
Napoleón emperador por el senado con el nombre de Napoleón I.
En adelante, fue anhelo del Gran Corzo establecer la monarquía universal. Inauguró un gobierno
personal, absoluto. Se rodeó de una brillante corte integrada por sus familiares y generales, a
quienes otorgó títulos nobiliarios.
Dio gran impulso a la actividad cultural, a la industria y comercio, dictó sabias leyes (Códigos). Soñó
con hacer de Francia la Primera Nación del Mundo.
Acciones Militares
Muchas grandes victorias militares le dieron fama y predominio. Fueron las siguientes:
 Batalla de Trafalgar (1805)
Fue una batalla naval en la que se enfrentaron Francia (con el apoyo de España) e
Inglaterra (formando una coalición con Austria, Rusia, Nápoles y Suecia). En su afán de
dominio de todo el territorio de Europa, había uno que se resistía a Napoleón Bonaparte,
Inglaterra. Por lo que Napoleón decide aliarse junto a España, ofreciéndole territorios a
cambio de que lo ayude a invadir a Inglaterra. En esta batalla los franceses son derrotados y
sus flotas destruidas.
El debilitamiento de la flota española contribuyó en gran medida a una débil
respuesta en América, donde se desarrollaba el proceso de independencia y que
finalizó con la salida de España de todas sus colonias continentales.
 Batalla de Austerlitz (1805)
Donde Napoleón derrotó completamente a los ejércitos austríaco-rusos considerablemente
superiores. Fue su batalla modelo por la formidable táctica empleada.
 Batalla de Jena (1806)
Batalla en que le permitió a Napoleón ocupar Berlín.
El Bloqueo continental
Napoleón pensó someter por hambre a Inglaterra, para ello decretó el bloqueo continental,
prohibiendo a las naciones europeas todo comercio con Inglaterra; los resultados le fueron
adversos.
Como el Papa Pío VII no se sumara a tal bloqueo, Napoleón lo encarceló y ocupó los Estados de la
iglesia. Portugal también fue invadido por los franceses, Juan VI huyó al Brasil.
Invasión a España
Comenzó en 1808 y duró la ocupación hasta 1813, año en que los invasores fueron expulsados del
país con la ayuda de los ingleses. La Traición de Godoy y la ineptitud y cobardía de Carlos IV y
Fernando VII, facilitaron el encumbramiento de José I, como rey de España. La lucha fue heroica.
Toda España se convirtió en un campo de batalla. Los franceses sufrieron derrotas en Bailén y,
finalmente, en la batalla de Vitoria.
Los invasores perdieron más de 300 mil hombres.
Campaña de Rusia
Se inició en 1812 y concluyó con la retirada francesa a fines del mismo año, más de 400 mil
soldados, al mando de Napoleón, invadieron Rusia y consiguieron ocupar Moscú. Pero los rusos
emplearon la táctica de «tierra arrasada», privando de todo medio, da todo recurso al enemigo;
además, el crudo invierno y la fiera resistencia y ataque de los cosacos, determinaron la desastrosa
retirada de Napoleón rumbo a Francia. Las batallas más importantes fueron: La de Moscowa, que
facilitó a Napoleón la ocupación de Moscú y, finalmente, la de Beresina, desfavorable a los
invasores.
Batalla de Leipzig
Un poderoso ejército coaligado (de ingleses, rusos, prusianos, austríacos, suecos, etc.) se enfrentó
a Napoleón en Leipzig (1813), derrotándolo. Luego ocuparon París, Napoleón abdicó la corona y se
le designó soberano de la isla de Elba. Se restableció la monarquía con Luis XVIII como rey de
Francia.
Batalla de Waterloo
Napoleón no se resignó a continuar como rey de la pequeña isla de Elba. La impopularidad de Luis
XVIII facilitó su retorno a Francia, en marzo de 1815. Permaneció en el gobierno CIEN DÍAS (Los
cien días de Napoleón). Las potencias europeas le declararon «fuera de la ley como enemigo y
perturbador de la paz del mundo». Un poderoso ejército de los coaligados se enfrentó a Napoleón
en Waterloo (Bélgica) y lo derrotó (1815). El gran Corzo abdicó la corona y luego fue apresada por
los ingleses. Conducido prisionero a la isla de Santa Elena, murió en 1821. El imperio y Napoleón
habían llegado a su fin.

Invasión napoleónica a España (1808)


La invasión napoleónica a España se inició mediante una estratagema de Napoleón
que a través del Tratado de Fontainebleau logró acceso al territorio español para
una invasión conjunta de Portugal, pero una vez en España las tropas napoleónicas
iniciaron la ocupación estratégica de España.
La invasión napoleónica a España, o invasión francesa a España durante la Guerra
de la península ibérica se inició sigilosamente en 1808 durante la entrada autorizada
de los ejércitos franceses al territorio español con motivo de la invasión a Portugal
que había sido concertada entre franceses y españoles.
Una vez que las fuerzas napoleónicas alcanzaron sus objetivos en Portugal se
volvieron contra sus aliados y ocuparon territorios en España, culminando con las
abdicaciones de Bayona y desatando el levantamiento de los españoles del 2 de
mayo, así como la llamada Guerra de la Independencia Española.

Bajo los términos del Tratado de Fontainebleau firmado secretamente entre Francia
y España en octubre de 1807, las tropas francesas bajo el mando del general Jean-
Andoche Junot tendrían acceso al territorio español para proceder con la invasión
conjunta de Portugal. El tratado también establecía la división del territorio
portugués en tres entidades: el norte sería entregado al antiguo rey de Etruria con el
nombre de «Reino de Lusitania Septentrional», el sur sería entregado al primer
ministro español con el nombre de «Principado de los Algarves» y el resto de los
territorios quedarían bajo control de los franceses.

Pero el cumplimiento del acuerdo no se encontraba en los planes de Napoleón. Los


franceses invadieron España primero sigilosamente durante el ataque conjunto
franco-español a Portugal. Las tropas napoleónicas aprovecharon el paso por el
territorio español para emprender una ocupación de facto.
El 17 de noviembre las tropas franco-españolas al mando de Junot entraron en
Portugal con destino a Lisboa sin encontrar resistencia. Pronto la presencia
persistente de las tropas francesas en España se volvió sospechosa, sumándose el
hecho que ocuparon ciudades que no se encontraban de camino a Portugal.

El 22 de diciembre otro ejército francés liderado por Dupont con 22.000 efectivos de
infantería y 3.500 de caballería entró en España sin anuencia de la Corte española;
y el 9 de enero, cruzó la frontera franco-española otro ejército al mando de Moncey
con 25.000 efectivos de infantería y 2.700 de caballería.
El 1 de febrero de 1808 el general Junot depuso a la dinastía Braganza en Portugal
así como al consejo de regencia, y en contravención con lo previamente pactado
con España en Fontainebleau procedió a proclamar el gobierno imperial de
Napoleón Bonaparte sobre todo el territorio portugués. Con el pretexto de reforzar el
ejército franco-español en Portugal, un número importante de tropas imperiales
francesas entraron en España donde fueron recibidas con entusiasmo por la
población, a pesar del creciente malestar diplomático.

Pero más tarde ese mes de febrero Napoleón se reveló contra sus aliados
españoles y ordenó a sus comandantes tomar las fortalezas españolas. Barcelona
fue tomada el 29 de febrero cuando una columna francesa disfrazada como un
convoy de soldados heridos lograron la entrada a la ciudad. Los 100.000 soldados
del ejército real español se encontraron paralizados y pobremente equipados ante la
estratagema francesa. Las tropas se encontraban confundidas ante los disturbios en
Madrid, se encontraban frecuentemente sin líderes y sus fuerzas dispersadas desde
Portugal hasta las Islas Baleares. Tropas profesionales de la división del norte
lideradas por el general español Pedro Caro y Sureda habían sido asignadas a
Napoleón en 1807 y permanecían todavía apostadas en Dinamarca bajo el
comando de los franceses.
Solo en las periferias de España hubo una respuesta efectiva contra los franceses.
El ejército de Galicia bajo el mando de Joaquín Blake y el ejército de Andalucía bajo
el mando de Francisco Javier Castaños lograron ambos contener la invasión
francesa. Los franceses no tuvieron éxito en tomar gran parte del noreste de España
pero tampoco pudieron los españoles repeler la invasión.

España napoleónica
España napoleónica es el término con que se describe al territorio español
ocupado por las autoridades napoleónicas durante la guerra de la Independencia
Española entre 1808 y 1813. Los territorios de España ocupados por los ejércitos
franceses se establecieron en un Estado satélite del Primer Imperio Francés
encabezado por el rey José I, hermano del emperador Napoleón.

Guerra de la Independencia Española


La invasión napoleónica de España, y más tarde los eventos ocurridos durante las
abdicaciones de Bayona, fueron detonantes en la Guerra de la Independencia
Española que siguió (o desde el punto de vista europeo: Guerra peninsular). Se
trató de un conflicto bélico ocurrido entre 1808 y 1814 en el marco de las guerras
napoleónicas por el control de la península ibérica.

Repercusiones
La invasión napoleónica a España y la consecuente Guerra de la Independencia
Española fueron hechos históricos detonantes de la Guerra de independencia
hispanoamericana, así como en el eventual proceso de descolonización de
América.

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