01 Muerte Morfosis Book
01 Muerte Morfosis Book
01 Muerte Morfosis Book
Mi regreso de la Muerte
y las experiencias con ella
Mi regreso de la Muerte
Mi regreso de la “muerte”.
Cuando traspasé el velo
Por un tiempo viví a orillas del mar, en el Océano Pacífico, con una
hermosa vista hacia las islas Coronado, las que interrumpían la línea del
horizonte azul frente a mí. El olor a mar y sus atardeceres, eran como un
manjar a mis sentidos.
En este lugar, un amigo nos introdujo a mi hermano, mis hijos, sobrinos y
primos, a la práctica de kayak en el mar, un deporte pasatiempo que nos
tomó tempestuosamente a disfrutarlo tanto como pudiesemos. Viviendo en
esa zona, nos era muy fácil cualquier día tomar el kayak y aventurarnos en
las olas de la playa. Hubo ocasiones en que enfrentamos un mar
enfurecido, atacábamos con la proa y dominamos sus grandes olas,
algunas mayores de cuatro o cinco metros. Adquirimos tanta habilidad que
nunca pensamos en la posibilidad de algún incidente. No fue fácil, pues
nos costó buen número de revolcadas, caídas y otras aventuras.
Cada año esperábamos a que llegase el periodo primavera a verano en
que el mar estaba más en sus mejores condiciones y con el clima más
agradable, y en cuanto veíamos un buen día, bajábamos a la playa a
practicar. Pasábamos horas disfrutando el agua, sobre todo cuando
teníamos la visita de esos seres tan especiales que eran los delfines.
Verlos pasar por debajo o cerca del kayak era un espectáculo como pocos.
Resulta muy impresionante cuando los ves nadar bajo tu kayak, son
mucho mas grandes de lo que uno piensa cuando los ve desde la orilla de
la playa. En ocasiones nos alegraron con sus actos de piruetas y brincos.
Desarrollé una habilidad para comunicarme con ellos, y en ocasiones les
chiflaba y aparecían de repente rondando muy cerca de nuestros kayaks.
Es decir que la luz no era una onda o una partícula, era ambas cosas.
Einstein estaba pensando lo impensable. En la física, las ondas y las
partículas son tan distintas que cada una obedece a sus propias reglas
matemáticas. La partícula es todo aquello que tú puedes cuantificar y que
en teoría puedes agarrar o tocar.
Thich Nhat Hanh nos dice: ‘La muerte es una ilusión’, y explica cómo él ve
la muerte. Esta es la transcripción de su respuesta a la pregunta ¿Qué
sucede cuando morimos?:
Parece que ciencia y budismo aún tienen un largo camino que recorrer. Y
no separados, sino juntos. Porque como afirma el maestro Thich Nhat
Hanh, la ciencia tiene mucho que abonar al budismo, y viceversa:
Dos años y medio de estar en el programa, inició una nueva etapa. Una
que me hubiese parecido increíble si no la hubiese vivido personalmente.
Quizá resulte presuntuoso exponerlo, y sé que pueda ser difícil de
entender o se pueda considerar como una invención mía, pero solo
mencionaré que una de las vivencias más fuertes en estos últimos años,
fue la de constatar mis experiencias de vidas anteriores. Una noción de
algo que pasó de ser una simple creencia cuando años antes leía los libros
de Brian Weiss, sobre todo el de “Muchas vidas, Muchos sabios”, a
integrar esta seguridad de conocimiento en mi Ser total. Como dice Kryon,
el conocimiento ha de pasar de ser leído o escuchado, a ser analizado,
digerido, entendido, asimilado y llegar a cementarlo en uno mismo. Hasta
llegar al punto donde se puede sentir y explicar con nuestras propias
palabras e ideas. Entonces se convierte en conocimiento propio, en
sabiduría interna.
Mis experiencias de vidas pasadas se empezaron a acumular, y tuve que
aprender a admitirlas como una nueva realidad. Ya no era un mero
concepto, ya no eran algo que solo había leído, ya era parte de mí que
estaba recordando, o más bien rescatando. Podía constatarlo y convivirlo
con mi esposa, en las memorias que rescatábamos, además de las que
ella obtenía durante los ejercicios de terapia que llevábamos a cabo.
Desde el momento en que la conocí, se empezaron a aparecer imágenes
de lugares, artículos y hechos que me intrigaban mucho donde los dos
éramos actores de ello. Fue hasta tiempo después que me atreví a ir
haciéndole preguntas indirectas que de alguna manera me constataran
que lo que veía era cierto. Hasta llegar el momento en que los dos
podíamos corroborar el hecho de haber sido compañeros en una vida en
San Francisco, CA.
Las cuestionaba constantemente, mi espíritu rebelde me obligaba, pues
me asaltaba la duda de si aquello era inventado por mi ego. Entonces les
hice preguntas sobre lo que había yo percibido, recuperado o visto, sobre
detalles específicos de esos pasajes, y lo maravilloso o sorprendente es
que se fueron corroborando muchas de las cosas que yo les cuestionaba.
Hechos de esas vidas donde coincidíamos. Ya con la confianza sobre el
tema, seguimos explorando y encontramos al menos cuatro ocasiones de
vidas pasadas donde coexistíamos juntos en diferentes papeles en nuestra
relación.
Después llegaron otras experiencias con otra gran mujer sanadora con la
cual tuve la fortuna de colaborar. Igualmente sucedió, que en cuanto la vi
yo sabía que la conocía. Nuestras memorias se remontaban a muchos
milenios atrás. En broma le decía después que solo fue un reconocimiento.
Con ellas dos pude recordar o recuperar vivencias muy claras de nuestras
vidas pasadas.
Pienso que podría ser que no estaba preparado para que me llegase este
saber en mis etapas anteriores. Debía de pasar por un proceso de crisis,
de desgracias personales para poder entender esta fase. Derrotarme ante
un Poder Superior, y en la humildad permitirme tener acceso a esas
memorias. Lo que algunos llaman los memorias o registros akashicos.
Empecé a encontrar seres que habían sido parte de algunas de mis vidas
pasadas.
Además, junto a mi esposa, meditábamos más frecuente y profundamente,
y gracias a su enseñanza, llegar a recibir información en estos estados
meditativos, a lo que otras personas llaman canalizar. Al principio dudaba
de lo que recibía, lo escribía y mi ego me decía que yo inventaba todo
esto. ¡Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando lo que había escrito unos
días, semanas o meses antes, empezaba a ocurrir! Cada vez con mayor
frecuencia, hasta que llegó a ser parte de mis vivencias diarias, y
aceptarlas como mi realidad. Como algo que era parte de mí.
Para algunos será inverosímil, pero de alguna forma pude tener contacto
con algunos de mis seres queridos que habían partido de este plano.
Sobre todo, con mi abuelo, y mi abuela con la que solo conocí en mis
primeros tres años de mi vida, y a otros personajes de mi vida actual. Me
dieron información sobre mi infancia que yo desconocía, y que después la
corroboré con mi madre y otros familiares.
Y dado que ya había traspasado el velo de la muerte y regresado de ella,
quizá eso me daba una perspectiva diferente al grueso de la población.
Por lo tanto, estos eran los hechos que me hacían dudar, los que mi mente
científico-lógica me hacía buscar explicaciones. En varias de mis lecturas
que había hecho, se hablaba sobre las propuestas de varios científicos
que hablaban sobre la existencia de diversas dimensiones, algunos de
ellos determinaron que existían trece diferentes dimensiones. Otras
investigaciones utilizando la física cuántica como base, proponen la
existencia de multiversos o universos paralelos. Algo que desde niño tuve
la seguridad de que existía. Recuerdo ahora que en mi niñez me hacía
muchos cuestionamientos y me proponía respuestas que en ese entonces
causarían risa platicarlas. Mi intuición me decía que los conceptos que
teníamos sobre el tiempo y espacio no eran completamente verdaderos.
Entonces cuando llegan a mí las ideas de la física cuántica me resultaron
fascinantes. Me daban una herramienta para entender muchos fenómenos
que la física clásica no me resolvía.
Nikola Tesla, debo decir uno de mis científicos favoritos, quizá el científico
más grande y aun incomprendido en su totalidad. Sin el cual la
comunicación inalámbrica, la electricidad como la utilizamos, e
innumerables invenciones no existirían, y sin ellas nos resultaría difícil vivir
tal como lo hacemos hoy en dia. Estudió los libros sagrados del hinduismo,
y aplicó mucho de la terminología y conocimiento en sus descubrimientos y
propuestas. Incluso utilizó muchos conceptos en sánscrito. Tesla dijo lo
siguiente:
“Lo que estoy tratando de demostrar es revolucionario. Es lo que hay que hacer
en el Universo para que cada ser nazca como Cristo, Buda o Zaratustra”
Soy parte de una familia muy numerosa, tuve la suerte de tener y convivir
con más de 55 primos, alrededor de 34 tíos y tías, mis abuelos y cinco tíos
abuelos. Aunque en realidad son muchos más, pero es complicado y largo
explicar las características y extensión de mi familia, pero este era el
“núcleo cercano”. Por ello, crecí en el seno de una familia muy numerosa.
En una etapa de mi vida, casi cada fin de semana en mi casa, siendo mi
madre el centro de la familia, llegaban a convivir con nosotros mínimo
veinticinco familiares. Entre mi núcleo de casa, la de mis tíos y primos que
vivían en la casa de enseguida, familiares de la misma ciudad y otros que
venían de California. Las reuniones giraban alrededor de la comida y las
charlas familiares. Y en algunas ocasiones terminaban en baile casero.
Otros fines de semana nos reuníamos en el rancho de mi Tío Alejandro.
Un lugar donde dábamos rienda a la aventura, primos y primas. Ahí
recorríamos el monte, o montábamos a caballo en uno que mi tío nos
preparaba, íbamos al establo a ver las vacas parir y experimentar observar
a los becerros recién nacidos en sus primeros pasos. Nos subíamos a los
árboles de chabacanos, duraznos, o simplemente corríamos entre la milpa
de maíz. Éramos como una parvada de codornices, todos juntos en
sintonía. Si es que has tenido la oportunidad de ver en cierta época del
ano, creo que la primavera, correr frente a ti a una parvada de codornices,
sabrás de lo que hablo. Como un pequeño ejército de pajaritos siguiendo a
uno más grande, corriendo para esconderse de los humanos. Así
andábamos, más que primos éramos como hermanos, unidos por la
sangre, pero más por la aventura conjunta que compartíamos.
Nuestra familia tenía la particularidad de educarnos como tribu o clan.
Todos los adultos participaban en nuestra formación. Si alguien de
nosotros hacia algo indebido, y un adulto nos veía, venia inmediatamente
un “estate quieto”, pero siempre desde la autoridad que les daba la edad,
nunca desde la violencia. Nadie se molestaba, ningún adulto se iba contra
otro si se reprendía a uno de sus hijos o hija. Desafortunadamente, se ha
perdido esa costumbre, algo que añoro, algo que nos protegía de hacer
travesuras peligrosas. No sé qué nos pasó, pero ahora creamos una
generación de niños de porcelana y padres sobreprotectores.
Dentro de todo el espectro familiar, todos mis primos para mi eran como
mis hermanos. Y en diversas etapas de mi vida fui teniendo una relación
más íntima con alguno o alguna en especial, dependiendo de la edad y las
actividades que yo hacía.
Voy a saltarme una larga etapa para situarme a una en la cual me fui a Los
Ángeles, California. Ahí viví unos meses con mi primo mayor Javier.
Después de conseguir un trabajo junto con mi tía Cuki, me invitó a ir a vivir
con ellos. En esta casa que era la mi prima Rosalinda, también convivía
principalmente con ellos.
En Los Ángeles vivía una gran parte de la familia, y una prima muy en
especial, mi prima Dora. Ella era un año menor que yo, y como lo dije
antes, desde niños éramos bastante unidos. Ella era madre soltera, y su
niña Jessica era y sigue siendo un ser muy especial para mí. Cuando no
podía con la niña, Dora siempre me pedía que hablara con ella.
Los Ángeles es una ciudad con mucha vida diurna y nocturna, sobre todo
teniendo Hollywood, Disneyland, Beverly Hills, los estudios de cine, Santa
Mónica, museos, parques e innumerables atracciones. Esto nos daba
muchas opciones para divertirnos. Como estábamos alrededor de los 25
años, cada fin de semana tomábamos su carro y nos íbamos a pasear al
famoso Sunset Boulevard y a Hollywood Boulevard, y de ahí a las
discoteques o clubs del área.
En ocasiones comprábamos una botella de sangría y la tomábamos en
nuestro recorrido, riendo de todo, cantando y haciendo apuestas entre
nosotros de lo que se nos ocurriera con respecto a lo que veíamos en las
calles. Después de pasear por las calles, terminábamos en un centro
nocturno bailando, con música fabulosa. Hubo un tiempo en que mi gran
amigo Juan se nos unió en esta experiencia, y los tres nos divertíamos
como niños. Nos convertimos en más que primos, más que hermanos.
Éramos como unos súper amigos, como cómplices de nuestras andanzas
y aventuras compartidas.
Un día le dije a Dora, que me regresaría a México, pues mi necesidad de
estar en esa ciudad había finalizado. Fue muy triste para los dos, pero
como ya sabíamos, la historia y tradición familiar nos recordaba que nos
veríamos seguido.
Y así fue, Jessica fue creciendo y ya era una persona adulta con una
madurez impresionante. De la nada un día, años después Dora fue
diagnosticada con cáncer. Esa enfermedad que se ha llevado a muchos de
mis familiares.
Dora empezó un tratamiento intenso, agotador y desgastante.
Desafortunadamente ocurrió que la última empresa en la que laboró, le
retiro su cobertura médica. Esto complicó su estado de salud aún más.
Fue desmejorando muy rápido, su gran alegría y risa simbólica se fueron
desvaneciendo. Su energía de vida se consumía rápidamente.
La fui a visitar y la vi muy grave, como le sucede a algunos pacientes con
cáncer, existen momentos donde parece que se ven mejorías. Una especie
de esperanza que nos invade deseando mantener a nuestro ser querido
más tiempo alrededor. Durante nuestra pláticas le hice un comentario que
ahora veo que fue egoísta de mi parte, ella me decía que creía que no le
quedaba mucho tiempo. Yo sabiendo que debía regresar a Tijuana ese
mismo día, le dije que no se podía ir sin yo estar a su lado. ¿En serio Lali?,
me pregunto ella. Y yo le respondí que sí. Nunca pensé ni me imagine la
trascendencia de ese pedido.
Uno o dos meses después, en el día de mi cumpleaños, ya en la tarde
recibí a llamada de Jessica que su mama ya estaba muy mal. Dado que
comparto el día de cumpleaños con otra prima muy querida, Celia. Nos
pusimos de acuerdo para ir en la mañana siguiente, lo más temprano
posible. Fue un viaje de más o menos dos horas y media.
Llegamos a casa de ellas y nos sentamos en la sala. Mi primo Tito estaba
en el cuarto con Dora, por lo que esperé a que el saliera para entrar con
ella. Después de alrededor de unos 10 minutos, Tito salió del cuarto, nos
saludamos y abrazamos.
Pase al cuarto y vi a Dora en su cama de hospital, con muy poca energía
de vida, me senté a su lado. Me puse a platicar con ella, diciéndole que yo
sabía que ella me escuchaba, pero que no podía contestarme. No puedo
definir exactamente qué fue lo que le dije en ese momento, ni cuánto
tiempo pase ahí a su lado. Me despedí de ella y salí del cuarto.
Me encontré en la sala con el resto de los que ahí estaban, algo triste,
Después de comentar algunas cosas entre nosotros, Jessica entró al
cuarto. Salió inmediatamente y nos dijo que su mama había partido.
Dora me había esperado justo como le había pedido, fue una noticia que
me brindó emociones encontradas. Por un lado el descanso de saber que
ella ya no sufría más, que ya el dolor había pasado. Que su espíritu
trascendía aun plano mayor de existencia. Por otra parte, me sentía un
poco culpable de haberla retenido ese tiempo sufriendo, esperándome a
que le visitase.
Como en ocasiones digo cosas de manera inconsciente, que traen sus
consecuencias sin darme cuenta de lo que en el momento decreto en
palabras.
No sé hasta qué punto también afectaron mis palabras cuando años antes
había visitado a mi Tía Cuki, casualmente mamá de Dora, cuando también
en el hospital padecía de cáncer y se encontraba en fase muy avanzada
de él.
Tenía poco de haber leído el libro de Elisabeth Kubler-Ross, “La Rueda de
la Vida”, y me había impresionado mucho la forma en que describe las
fases que atravesamos ante la muerte: negación, ira, negociación,
depresión y aceptación. Su trabajo ayudó a revolucionar el cuidado de los
enfermos terminales y ayudó a cambiar las actitudes hacia el control del
dolor y la muerte misma.
Con la gran confianza y cariño que le tenía a mi tía, pude platicar muchas
cosas trascendentales con ella, y en la plática misma le pregunte si ya
estaba lista, si ya había llegado a la última etapa de aceptación, lo que le
llevaría a un estado de paz interior. Ella me dijo muy en calma que sí, que
ya estaba lista, ya estaba en paz. Eso me dio mucho gusto y me dio la
tranquilidad de que ella estaba bien. A los pocos días, ella tomo la decisión
de irse, de trascender. Debo agregar aquí que esta experiencia me ayudó
a después poder llevar acabo esta misma platica con otros dos de mis tíos.
Dora fue una gran maestra hasta su ultimo momento en este plano.
¡Gracias Dora!
Resurrección
¿Resurrección, Rencarnación?
Quizás sea este el caso de la resurrección. Hace ya varios años leí el libro
“Muchas vidas, muchos maestros” de Brian Weiss. El Dr. Weiss es un
psicoterapeuta muy reconocido, autor de varios libros, en este libro cuenta
la historia de una paciente de nombre Catherine. Ella padecía de
desórdenes emocionales, y era atendida previamente por el Dr. Edward
Poole, quien a su vez le sugirió que visitara al Dr. Weiss.
Después de unos meses de terapia con Weiss, aceptó tomar hipnoterapia
y eso la llevó al descubrimiento de información de sus vidas pasadas.
Mediante el tratamiento de hipnosis descubrió que Catherine le tenía
miedo a la oscuridad, al agua y a morir asfixiada. A los tres años, su padre
abusaba de ella por las noches. A los cinco, la empujaron a una piscina,
donde casi muere ahogada, y así se fueron encontrando otros eventos
traumáticos de su vida. Dado que su estado no mejoraba, en una sesión el
doctor le pidió a Catherine que retrocediera en el tiempo al momento en
que empezaron sus síntomas.
Entonces, se quedó atónito con lo que escuchó. Se había convertido en
una joven de 18 años llamada Aronda, y vivía en el año 1863 A.C. Delante
de ella vio un mercado, cargaba con cestas que podía llevar sobre los
hombros. Además, pudo describir el paisaje como un valle sin agua. La
zona era calurosa, árida y arenosa, y solo contaba con un pozo.
Siguiendo las instrucciones del terapeuta, llegó a la edad de 25 años. A
esa edad, encontró que tenía una hija llamada Cleastra, quien a su vez era
Rachel, sobrina de Catherine en la vida real; siempre habían sido muy
unidas. Hacía mucho calor. A continuación, el terapeuta le pidió que se
trasladara al momento de su muerte, lo que sucedio cuando al parecer una
inundación azotó su pueblo. Entonces, la mujer hizo una pausa, como si la
narración de su vida hubiera terminado.
Con el paso de unas pocas sesiones de esta naturaleza, la condición de
Catherine había mejorado considerablemente. Durante la hipnosis de la
semana siguiente, volvió a la vida de Aronda y reveló que, después de que
mueren, las personas se quedan flotando. Se percató de que estaba
flotando por encima de su cuerpo y podía ver el panorama que había
debajo. Flotó hacia las nubes, confusa. A continuación, fue arrastrada a un
espacio "diminuto y cálido", lo cual indicaba que pronto renacería.
Eso llevo a Weiss a muchos cuestionamientos, por los que continuó con la
hipnosis de Catherine, descubrió que también recordaba otras dos vidas.
En una de ellas, era una española llamada Luisa, prostituta que vivía en el
año 1756. Ahí en esa existencia, se produjo una pandemia y murieron
muchas personas.
Como su mente científica le indicaba, debía mantenerse abierto a todas las
posibilidades.
Durante otra sesión de hipnosis, Catherine recordó una vida pasada
diferente; se llamaba Elizabeth y vivía en un condado llamado Brennington.
Con la ayuda del Dr. Weiss, Elizabeth también se trasladó al momento de
su muerte. Murió en paz, rodeada de su familia. Después de morir, salió
flotando de su cuerpo. No obstante, a diferencia de otras ocasiones, esta
vez no se sintió desorientada. Percibió una luz brillante de la que podía
extraer energía. Se encontraba en un "estado intermedio" entre dos vidas.
Basándose en la experiencia de Catherine durante las sesiones de
hipnosis, el autor descubrió que, en el momento de su muerte, la parte
consciente de su cuerpo abandonaba el cuerpo, flotaba hacia un lugar
arriba de la superficie, y era absorbida por una luz brillante que le
proporcionaba energía.
En donde existía la posibilidad de hacerlo, investigó y buscó formas que lo
llevasen a encontrar información que confirmara lo que Elizabeth
transmitía en sus sesiones. En hechos anteriores a la terapia, ella estuvo
en el Museo de Egipto, durante el recorrido, el guía dio la información
correspondiente al objeto que mostraba, pero ella lo interrumpió
aclarándole que estaba equivocado. Y dio la versión que ella consideraba
correcta, sorprendidos los encargados del museo hicieron la búsqueda y
vieron que ella estaba en lo correcto. Ella no sabía cómo tenía acceso a
esa información, pues nunca había estudiado algo al respecto. Sucedió
que en una de las sesiones, ella recordó una vida que había tenido en el
antiguo Egipto. Al igual en otra de las vidas, habló en un idioma
desconocido, e igualmente a lo ocurrido en el museo, se corroboró también
que dicho idioma había existido.
Si son varios los niños que aciertan en escoger los objetos que
pertenecieron al Dalai Lama, no se podrá decidir quien será la
reencarnación con este paso, por lo se pondrán los nombres de estos
niños en un cuenco, y de ahí se saca el nombre de la siguiente
reencarnación.
Espiritualidad Alternativa
ESPIRTUALIDAD ALTERNATIVA
Aristóteles
EL SER UNO
Esto quizá resulte ser aún más controversial para quien lea estos
siguientes párrafos. Dado que he platicado sobre experiencias propias,
creo importante mencionar aquí mis experiencias propias de “recibir
información”. Estas las empecé a llevar a cabo bajo la guía de mi esposa
Patricia, en nuestros primeros encuentros y meditaciones en sitios muy
especiales, ella me pidió que llevase un cuaderno y un lápiz para escribir lo
que percibía (si es que lo hacía) durante mis meditaciones. Me sorprendí
mucho cuando empecé a escribir en mi cuaderno una gran cantidad de
información, inicialmente pensé que todo esto era una invención de mi
cerebro, de mi lógica o de mi ego. No le di mucha atención, tampoco al
hecho de las imágenes que se empezaron a presentar. Pero de verdad no
creía mucho en lo que escribía.
Después fue mayor la sorpresa cuando varias de las cosas que escribí en
esas meditaciones se volvieron hechos de la realidad. ¡No podía creerlo!
Mis escritos derivados de las meditaciones fueron cada vez más
frecuentes, así como la confirmación de lo escrito. Hubo ocasiones en que
al no tener un cuaderno, teníamos que escribir en cualquier pedazo de
papel al que tuviésemos acceso, guardamos con especial cariño esas
papeletas. Ello a su vez me llevó a experimentar realidades que de no
haberlas vivido personalmente, no le hubiese creído a alguien que me las
contase.
creo que los seres humanos hemos boqueado esa facultad de
conectarnos con los accesos a universos de información al alcance de
todos. Lo que si descubrí también es que, si todos tenemos esa facultad y
podemos desarrollarla, también en muchas ocasiones es llevada a cabo
por el ego. He conocido a gran cantidad de personas que emprenden
fervorosamente una vida espiritual y búsqueda de crecimiento, y se ve en
su comportamiento diario, pero por otra parte, lo que también he
observado, es el fenómeno que hemos llamado “Marías Magdalenas” por
el hecho de darse más en mujeres, pero no limitado al género femenino.
En donde su Ego se convierte en Súper Ego y pierden la humildad,
creyéndose que están en niveles superiores de conocimiento que el resto
de sus congéneres. Inclusive he conocido a famosísimos autores y “Guías
Espirituales” con fama internacional que caen bajo esta trampa del ego.
Debido a la situación de que ese conocimiento no se encuentra al acceso
de todos, es que reproduzco un poco de lo que he considerado adecuado.
El Ser Uno es una serie de libros que merecen la oportunidad de ser
difundidos, para presentar alternativas de información para el crecimiento
espiritual, siempre con la recomendación de utilizar el discernimiento
personal.
KRYON
De nuevo solicito que esta información se tome con una mente bastante
abierta, aun cuando sé que nos encontramos en una era tan especial en que
la humanidad experimenta una profunda transformación espiritual, también
estoy consciente de que a muchos les resultará difícil aceptar esta nueva
información. Hemos sido formateados por muchos siglos bajo preceptos
religiosos muy estrictos y en casos tergiversados, se nos ha programado a
creer bajo lineamientos e intereses de grupos o individuos que han decidido
cuál es la filosofía particular que deben seguir los pueblos. Durante siglos
también se han prohibido o eliminado las creencias de grupos étnicos que han
sido dominados o conquistados, para imponer la creencia del conquistador.
Ahora tenemos acceso a esas formas de pensamiento o creencias que se
consideraban desaparecidas o paganas, además de otras que
desconocíamos y que se han ido descubriendo por las nuevas
investigaciones.
Esta información viene de Kryon, una entidad amorosa que ha sido canalizada
por Lee Carroll de San Diego CA, el canal original de Kryon. La percepción
que se da desde Kryon, es una en la cual los humanos podrían nunca
considerar. De acuerdo a Kryon, lo que llamamos Experiencias Cercanas a la
Muerte (ECM) son muy diferentes a lo que pensamos. Les invito a leer todo lo
que Kryon tiene que decir, no pares de leer si encuentras algo que se opone
fuertemente a lo que tú piensas.
Por lo tanto, una ECM es una oportunidad manifiesta de cambio. Algo que te
diste tú mismo. No se trata acerca de morir. Todo tiene que ver con el
potencial de cambio. Aquellos que regresan habiendo tenido una gran
experiencia han tomado la opción de saber más acerca de ellos mismos, y lo
hacen. Aquellos que regresan asustados han tomado la opción de no buscar
más. Y, necesito decir, no hay juicio de ninguno de los dos. En cada caso, la
energía humana les ha guiado hacia la experiencia que tuvieron.
Su Tierra es llamada “El único planeta de libre albedrio”. Lo es. Oh, ¿Existen
otros planetas con vida? Claro. Les hemos dicho esto antes. Pero, ustedes
son los únicos, que están pasando a través de esta prueba específica. Por una
razón específica, y el único poblado por lo que llamamos “Piezas de Dios”. Los
hemos escondido a todos ustedes en un brazo de su galaxia donde ni siquiera
tienen los dos soles que la mayoría de los planetas con vida tienen. Les
hemos indicado esto anteriormente. No está dentro de su entendimiento saber
porque normalmente toma dos soles para crear vida, pero algún día, cuando
encuentren a los otros, ellos mayormente tendrán dos soles. Les hemos
explicado como llego la vida a la tierra. El “libre albedrio” es la opción para
escoger su ascensión. Así que muchos de ustedes se mantuvieron en-línea
(metafóricamente) con otros ángeles, esperando a volver aquí en esta era.
Dijeron, “¡Me cuesta el volver!” Y aun así sabiendo su potencial futuro.
Estaban en un tren de Armagedón, y ¡aun así quisieron volver! ¿Por qué? Tal
es la mente de Dios cuando estás en el otro lado del velo”.
Albert Einstein
CHICO XAVIER
Algo similar ocurrió con otro tema que fue muy controversial en su época,
fue cuando por siglos se estableció la idea de que el universo era
geocéntrico, esto es de que la tierra era el centro del universo. Desde la
cultura babilónica, la musulmana, pasando por la griega donde Ptolomeo
estableció el modelo geocéntrico como el modelo dominante en el
conocimiento humano, y eso quedo como verdad inobjetable por siglos, en
una buena parte porque obedecía a la conveniencia de la teocracia
existente.
Tuvieron que pasar muchos siglos para que en 1534 Copérnico escribiera
“De revolutionibus orbium coelestium” para establecer al Sol como centro
de nuestro sistema planetario. Así es como debieron de pasar más de
3,000 años para cambiar una creencia que era tomada como verdad
absoluta. Aun contra la enorme presión de una iglesia dominante, el
cambio de paradigma se estableció. Aun con publicación de dicho tratado,
tuvieron que transcurrir décadas para que este nuevo paradigma fuera
aceptado en su generalidad por el “establishment” de la época. Pero el
cambio de paradigma se dio gracias a la labor y apertura de mente de
miles de personas hacia un nuevo concepto.
Mahesh Prasad Varma, más conocido como Maharishi Mahesh Yogi fue un
gurú religioso de la India, fundador de la meditación trascendental. Alcanzó
fama mundial mediante su relación con miembros de la contracultura de
los años sesenta y muy especialmente del grupo de rock británico The
Beatles y el grupo californiano The Beach Boys.
Él decía que "si el 10% de la población mundial meditase, se lograría que
el restante 90% de los habitantes del planeta cambiaran su forma de
pensar".
Con fundamentos más científicos y sin dejar a un lado el lado espiritual,
reproduzco un texto de Rosemary Charlotte Appleton sobre la labor que
realiza el Instituto HeartMath, en el cual obtuve mi capacitación y
certificación.
El Instituto HeartMath, con su base en Boulder Creek, California, ha
llevado a cabo avances significativos en la exploración del poder de la
oración y meditación colectiva, frecuentemente llamado como el “Efecto de
Congregación”. Sus investigaciones han otorgado la evidencia empírica
que apoya aquello que las comunidades religiosas han sabido por siglos.
Los resultados del Instituto HeartMath han sido publicados en revistas de
revisión científica y nos dan un conocimiento hacia la conexión entre la
conciencia humana y el campo magnético de la Tierra.
La investigación del Insituto HeartMath, basada en métodos científicos
rigurosos, resalta la forma en que la meditación y oración grupal
influencian los campos electromagnéticos tanto individuales como
colectivos.
Es por esto que a medida que se pueda dar este cambio de paradigma,
creo que el cambio está en desviar tanto la atención al cerebro y enfocarla
en el corazón, pero en el Corazón como la residencia y el centro de eso
que llamamos Amor, esa emoción y poder que mueve montañas. Que con
el estamos dispuestos a dar nuestra propia vida, de enfrentar al más
grande de los monstruos, y cambiar nuestras actitudes y creencias. Sobre
todo a perdonar, y a aprender a funcionar desde ese poder, desde el amor.
En cada acto, en cada pensamiento.
En la Biblia dice:
El amor es sufrido, es benigno;
el amor no tiene envidia,
el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido, no busca lo suyo,
no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia,
mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Alejandro Jorodowsky
Viaje de Vacaciones
Viaje de vacaciones
Alejandro Filio
Ceremonia de Vida
Ceremonia de Vida
Inicie escribiendo estas líneas a solo unos días de haber llevado a cabo
una hermosa celebración de vida o una ceremonia fúnebre increíblemente
gozosa para mi madre Minerva (Nevita, de cariño), que había fallecido dos
semanas antes. Una celebración donde participamos la mayoría de la
familia junto con amigos que nos brindaron su compañía y cariño.
La idea surgió después de que varias de las personas que llamaban o me
visitaban me daban su pésame y me decía el clásico “te acompaño en tu
dolor”. A la mayor parte de ellos les contestaba que no tenía dolor, que no
era el sufrimiento el que me embargaba, que sorprendentemente era una
sensación de gozo. Una sensación tan extrañamente hermosa, que me
sorprendía.
El acompañar a mi madre en sus últimos tiempos de vida, y sobre todo en
el último mes en compañía de mis hermanos y esposa fue maravilloso. En
su última hospitalización nos dijeron que ya no había remedio para su
enfermedad, que teníamos dos opciones, la primera era ponerla en una
casa hospicio y la segunda darle el servicio llamado “Home Hospice”
(Servicio de Hospicio en Casa) con la atención medica paliativa en nuestra
casa, dado que se encontraba cerca de los servicios médicos de
emergencia en caso de que se requiriese, y la cercanía a la central de
estos servicios.
Fue una etapa de hermosa armonía familiar, donde hermanos, hermanas,
tías, primos, nietos, nietas y sobrinos formamos un amoroso equipo para
darle todo nuestro cariño y el mejor trato posible en casa. Algo que mi
madre se lo tenía muy bien ganado, pues ella era esa fuente de amor y de
unión en nuestra familia.
Es una experiencia que deseo muchas personas pudiesen experimentar.
La oportunidad de pasar nuestros últimos momentos de este plano de
existencia junto a nuestra familia y seres queridos, es una costumbre que
es necesario recuperar. Cuando fui niño era una costumbre común, y era
una tradición más de unión familiar. Esto quizá también haya sido el
resultado de las prácticas y tecnología médica de ese entonces.
Las tareas de cuidar a mi madre eran de verdad gratamente aceptadas por
el equipo que formábamos mi esposa, hermano, hermanas y tía, que hubo
ocasiones que estábamos más de lo necesario. Y casi “peleábamos” (en
buen sentido) por estar con mi madre. Era una acción sumamente
amorosa, y hay que decir un poco pesada físicamente. Pero aquí es donde
reconocemos que es muy cierto que el amor todo lo puede.
Su dolor se tornó muy avanzado y nos aconsejaron sedarla medicamente
para evitarle el sufrimiento. Tomamos la decisión como familia y así lo
hicimos. Su rostro se transformó y desapareció el gesto de rictus que el
dolor le imponía.
Voy a buscar
Un rinconcito en el cielo
Para llevar a mi amor
Voy a buscar
Un rinconcito en el cielo
Para escondernos tú y yo
Un rinconcito en el cielo
Juntos unido tú y yo
Y la Nevita este día
Esta junto a Dios
Fue en ese parque, con el cielo como techo y los árboles y flores como
paredes. Hijos, nietos y nietas tomamos el micrófono y hablamos de ella,
sobre su alegría y el amor que a todos daba, y lo digo sin exageración. Y
llego el momento donde les dimos la sorpresa a muchos que no sabían.
Repartimos papeles con la letra de la canción modificada y alrededor de
ocho nietos, sobrinos e hijos además de una guitarra y tarola (tamborcillo)
empezamos a cantar. Fue maravilloso cuando todos los presentes se
unieron a cantar esa canción tan especial para ella. ¡Fue un gran gozo
liberador el hacerlo! Nos llenó de alegría el momento.
Dado que el parque fue seleccionado específicamente porque mi madre
había escogido la playa adyacente a él, una vez finalizada la ceremonia en
el parque, invitamos a quien pudiese y deseara, bajar a la playa a retirar
sus cenizas y ofrecerlas al mar.
La gran mayoría de los presentes tomamos rumbo a la playa. Una vez ahí,
se bajaron dos kayaks con la intención de ir en ellos y desparramar las
cenizas y flores detrás de la zona de rompientes de las olas.
Pareciera que mi madre les jugó una broma a quienes iban en los kayaks,
pues el mar se embraveció y tumbó a los frustrados remeros. Además, la
corriente era muy fuerte ese día, y terminaron a unos 200 metros del sitio
de entrada. Por ello se decidió cambiar de estrategia y desparramar las
cenizas por el mismo grupo que las llevaba, entrar caminando hasta
donde pudiesen estar parados entre las olas y hacerlo como grupo en ese
lugar. Mientras tanto, se dividieron las cenizas y una parte se dejó para
quienes estábamos a la orilla de la playa en la arena.
Invitamos a la familia para quien así lo desease, a que tomaran un puño de
cenizas y las desparramasen en la orilla, diciéndole a Nevita lo que cada
quien sintiera en su corazón en ese momento. Eran conversaciones
privadas entre Nevita y cada uno de sus familiares y amistades, una de
celebración y amor. Hubo quienes llevaban flores, ellos las repartieron y
también se lanzaron rosas y girasoles (su flor favorita) a las olas. El mar se
volvió un coctel de flores y cenizas con agua salada, aderezándose con el
espíritu de mi madre.
Ocurrieron momentos fabulosos, todos en un gozo maravilloso, y los que
iban en grupo se unieron como un solo ser. Sucedió que entonces se pudo
agregar mi primo que tenía una pierna lastimada y lo apoyaron y cargaron
para que pudiese estar con ellos en la zona de oleaje. Se abrazaron
haciendo un círculo, como si fuese un ritual de una tribu milenaria, y
soltaron las cenizas. Todo esto sin ninguna preparación previa, todo guiado
por una mano divina, todo en prefecta fluidez con el Universo.
El día estaba nublado, y como evento misterioso, en ese momento
especifico se abrió un espacio en el cielo en lo que semejaba ser un gran
ojo que nos decía “por aquí los estoy viendo”, “lo están haciendo
maravilloso, así quiero verles”.
Era una verdadera ceremonia en gozo, en amor. Los rostros de todos
brillaban de alegría, de una sensación de gozo y quizá de saber que mi
madre estaba en plenitud en el lugar que sea que se encontrase.
Regresamos al parque ya a obscuras, y había una sensación en el
ambiente de no querer acabar con la reunión. Como si todos deseábamos
extender el momento. Pero se había llevado a cabo algo maravilloso y el
día finalizaba, así que cada quien tomó rumbo a casa.
Vuelvo a repetir, esta celebración tal como se dio, quizá no hubiese sido
tan maravillosa sin antes haber pasado por un evento quince años antes
que nos preparó para ello: la partida de mi prima-hermana Dora. Ello nos
mostró que la muerte no necesariamente debe ser dolorosa, ni estar en
una perspectiva de perdida.
Sería como ir de viaje de vacaciones y regresar llorando por el sentimiento
de que se acabó el viaje, en contra de una actitud de gratitud por la
oportunidad de haber vivido y experimentado la vacación, las compañías y
los sitios visitados.
Entonces creo que es una decisión personal la de cómo afrontar la partida
de un ser amado. La perspectiva es muy personal, la decisión es propia.
Yo decido que es el Amor el que me mueva en cada acto de mi vida diaria.
EL amor como fuente de todo y como destino final.
Gracias Madre.
Gracias Creador.
Dolor
Dolor
“Cuando la puerta de la felicidad se Cierra, otra se abre, pero algunas veces miramos
tanto tiempo aquella puerta que se cerró, que no vemos la que se ha abierto ante
nosotros”
Madre Teresa
Como ahí nos dice hay tiempo para todo, y claramente menciona un
tiempo para nacer y un tiempo para morir, entonces ¿Porque no
entendemos ni aceptamos esto? Un tiempo para llorar y un tiempo para
reír, claro que nos duele y queremos llorar, lo importante es no quedarnos
atorados en el llanto, llorar lo necesario para luego dar paso al tiempo para
reír, para bailar, para la paz, principalmente la paz interior.
En mi proceso dentro de los 12 Pasos tuve la suerte de poder ver mis
monstruos, y un día acepté y decidí que tenía que enfrentarlos. Aunque
esto es figurativo, dado que no es un solo el día lo que se requiere. Es un
proceso que requiere trabajar cuanto sea necesario, enfrentar nuestros
miedos, nuestros dolores, donde cada quien determinamos cuanto tiempo
nos lleva ello. Lo hermoso de ese proceso, es que una vez que
atravesamos el miedo y/o el dolor, nos damos cuenta de que lo que
veíamos como un dinosaurio resulta ser nada menos que la sombra de un
ratón proyectada en nuestra pantalla emocional. Todo está en una
comunión entre nuestra mente y corazón.
Mas es muy necesario llevar a cabo un proceso de aceptación para poder
seguir adelante. Aceptar que nos duele, aceptar que no estamos bien física
ni emocionalmente. Solo así podremos dar el paso siguiente, que será el
de buscar ayuda. El quedarnos en el dolor nos encierra en una prisión
cuyas paredes se van haciendo más estrechas cada vez. El carcelero que
es nuestra mente y ego, no quieren darnos la libertad. Entonces y solo
entonces cuando pasamos por la aceptación podemos tomar conciencia
de donde estamos. Hay un paso que es muy fuerte, y que en lo particular
me costó muchísimo, quizá haya sido mi más grande victoria y fue el
derrotarme. Toda mi vida fui educado y programado a ser fuerte, a no
mostrar señales de derrota, y eso me llevo a la situación en la cual llegue a
mi mas bajo estado emocional. Fue necesario derrotarme ante un poder
mayor que yo, algo que nombramos un Poder Superior, sin
necesariamente tener que ser algo religioso. Ahí nos damos cuenta de que
estamos en un punto de nuestras vidas por las decisiones que hemos
tomado, por las actitudes y hechos llevados a cabo. Entonces al
derrotarme acepto que necesito ayuda, que solo no puedo resolver la
situación en la que estoy.
Eckhart Tolle
Siendo parte de una muy numerosa familia, entre abuelos, tíos, hermanos,
primos, sobrinos he tenido en un mismo momento mucho más de cien
familiares. Hemos llevado a cabo reuniones familiares donde nos
juntamos más de ese número para solo celebrar y vivir momentos juntos.
Por ello he vivido en repetidas ocasiones eventos de fallecimiento de
familia muy cercana. A mis tres años falleció mi abuela, y de ahí en
adelante los fallecimientos en la familia han estado de manera constante,
como un ingrediente del coctel mismo de vida-muerte. Ha sido parte del
crecimiento y del diario convivir en familia, en mi gran tribu. Me siento muy
afortunado de pertenecer a una familia en la que nos hemos mantenido
unidos gracias a las enseñanzas de los “viejos”. La risas, la comida,
música y también la enfermedad, y las crisis han sido nuestras
acompañantes constantes, y así agregaría esta otra que es la muerte. En
los momentos que ella nos visita de nuevo, si por diversas razones no está
toda la familia, normalmente se reúne una gran parte de ella.
La nueva costumbre de vivir en ciudades y países distantes ha cobrado su
precio en nuestras reuniones. Y porque no mencionarlo, también las
diferencias han hecho mella, el juego del ego se presenta en nosotros
como en otros grupos.
Todo esto lo pongo solo como referencia de lo que el dolor y duelo ha sido
en mi formación. He perdido familia como todo mundo por enfermedad,
además en accidentes, pero también he perdido familia por suicidio y
sobredosis, y muertes repentinas de amigos muy cercanos por asesinato.
He perdido familia donde no tenemos la mínima idea que pasó ni en qué
lugar quedó su cuerpo, y este tipo de dolor e incertidumbre ha sido
transformador.
Veo familiares y amigos vivir con el dolor constante de la pérdida de su
madre, padre, esposo. Veo gente a mi derredor en un duelo permanente
de años. Tengo gente muy cercana que se aferra a las cenizas de la
incineración, como si fuese una extensión del cuerpo de su ser amado,
como dicen algunos, sin querer soltar y dejar descansar a su difunto.
Cargando al fallecido en los hombros, la cabeza y el corazon. Un tema
muy amplio para discernir.
He aprendido que se dan diferentes niveles de dolor por la muerte. Hay un
proceso de “preparación” cuando tenemos a un familiar, pareja o amigo
cercano con una enfermedad que lo va acabando lentamente. En el
subconsciente y en ocasiones conscientemente sabemos que la muerte
será inevitable. Como si fuese un curso de preparación ante el evento que
viene.
Hay otro nivel de dolor cuando perdemos a alguien repentinamente por
accidente o alguna situación inesperada, ante la cual no teníamos la
mínima preparación. Algo que resultaría inimaginable un tiempo antes del
evento. Esa muerte repentina nos lleva a niveles de dolor más elevados.
Unido a ello, sentimos que no tuvimos tiempo para despedirnos, para
decirle tantas cosas que no nos atrevimos a decir en el diario vivir. Llega el
arrepentimiento de esa falta de comunicación, de no haber hecho las
cosas que tantas veces quisimos hacer junto a esa persona y no las
llevamos a cabo. Junto con todo esto, sentimos un hueco material, un
hueco en nuestro existir, que repentinamente se formó en nosotros y no
tenemos la menor idea como llenar.
Tengo la experiencia de dos hermanos, que al fallecer uno de ellos
repentinamente, al que quedo en este plano le llegaron las culpas,
remordimientos y una serie de cargas emocionales de haberle hecho
reclamos a su hermano. Su culpa era tan grande que le llevo a una
situación con otra persona por la cual habían discutido y se habían
separado. Este desequilibrio emocional – espiritual, llevo a la muerte de
esta tercera persona. Una experiencia dramática que se pudo haber
evitado con abrir el corazón, con haber mantenido una relación en amor,
despegada del ego.
"Hay una gran diferencia entre las personas que ya vivieron la muerte de
un ser querido, y las que todavía no lo han experimentado. Es una especie
de ingenuidad. Cuando se te muere alguien que amas se te resetea toda la
vida, es abrir los ojos a una nueva realidad. Sientes que el mundo debería
llorar contigo pero no, el mundo sigue, el luto solo lo vives tú, te duele ver
cómo la vida sigue para todos pero de forma distinta para ti. El proceso de
duelo te refuerza la idea de que ya estás en otro nivel de consciencia,
además de que te entiendes mucho más con personas que ya tuvieron una
perdida, hay algo que te protege, te ablanda y puedes identificar quienes
ya y quienes aún no. Siempre escuchas “todo tiene solución menos la
muerte" y lo entiendes realmente cuando te das cuenta que en efecto, todo
tiene solución menos la muerte”.
Pobre de mí.
(Ay corazón)
Pobre de mi
(No sufras más)
Dolerá la siguiente frase, pero el sufrimiento es una cuestión del ego, una
acción donde pensamos solo en nosotros mismos. Solo pensamos en lo
que nos ocurre y no en lo que ocurre a los demás. Solo es pensar en
nosotros, en establecer que somos el Cáliz Sagrado del dolor.
Una noche que me tocó coordinar la sesión. Tomé el libro de citas diarias,
lo cual hice de acuerdo a las fechas que el libro establecía. Y como ya he
aprendido a aceptar el hecho de las sincronicidades de la existencia la leí
sin saber lo que venía. La cita de ese día era la Oración de San Francisco.
Nunca la había escuchado, me fue difícil leerla, pues a medida que
avanzaba en la lectura, el llanto me embargaba, me salían lágrimas y cada
frase retumbaba en mi corazón. Me desgarraba el corazón, me hizo ver en
mi interior cara a cara con mi egoísmo.
Porque es:
Dando , que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.
Amen
La dejo sin comentario, libre para que la interprete y asimile cada quien a
su manera.
Con mi afinidad por los cuentos, quiero cerrar este tema con otro cuento,
en este caso uno del Psicólogo, autor y conferencista Jorge Bucay:
EL BUSCADOR
Tú decides.
Sufrimiento
Sufrimiento
2. Reír. ¿Cómo reír encontrándonos en una etapa tan difícil? Claro que
resulta contradictorio el pensar que es posible reír en momentos de
dolor. Pero en la cultura mexicana donde nos reímos de todo, todo es
posible. Nos reímos en las alegrías y también nos reímos en los
infortunios, y la muerte no se escapa de nuestro humor. Hasta una
de nuestras figuras icónicas del día de los muertos, La Catrina, quien
es una dama en esqueleto vestida galantemente es el resultado de
una ironía de su creador José Posadas. Es común que en los
funerales una parte de los asistentes se reúnan y la pasen riendo.
Aunque no es muy aceptable en estos momentos, es algo muy
dentro de nuestra idiosincrasia, reírnos en y de la muerte. Y una
forma es conectándonos con la parte cómica, alegre y risible de
nuestro ser querido y sus ocurrencias. En la vida de todos nosotros
existen muchos momentos alegres o cómicos que compartimos con
familia y amigos. Pues tomemos esos momentos y riamos de ellos,
retomar esas experiencias tan bonitas en que compartimos un
momento de risas con tu ser querido. Reúnete con la familia, con los
amigos y hagan una catarsis de risa, de humor en amor.
Muchas veces buscamos las estrategias mas fáciles o que nos cuesten un
menor esfuerzo. Nos creamos toda una serie de pretextos para tomar la
decisión “más fácil”, solo que lo fácil no siempre es lo mejor, y estas nos
llevan a ahondar el problema que deseamos resolver.
Aunque algunas de estas estrategias pueden aminorar el dolor inicial
temporalmente, son muy dañinas a largo plazo. No considero necesario
exponer cada una de ellas, solo señalaré algunas de las que se deben
evitar:
a. Alcohol o drogas
b. Fumar
c. Altares (mantener un altar permanente)
d. Escapar
e. Comer y dormir de más.
f. Pensar en el suicidio
g. Refugiarse en el trabajo.
h. Aislamiento
Concédeme la Sabiduría
Concédeme la Sabiduría…
Puedo afirmar con todo mi corazón -mi nuevo y mi viejo corazón-, que no
tengo ninguna razón para temer a la muerte. Todo lo contrario, estando
ahí, no deseaba regresar, la sensación es tan bella, tan esplendida que mi
ser quería permanecer. Quiero insistir a quien desee escuchar, que a
donde pasamos en esa fase, es un lugar mas bello que el que dejamos. Y
si la tierra es un lugar tan hermoso, ¡imaginen que tan hermoso es ese
lugar!
Se que es necesario cambiar la idea de que la muerte es la etapa final, de
que duele y de que es desagradable. Necesitamos cambiar ese paradigma
heredado por siglos, por el bien de nuestros seres queridos y por el
nuestro. El momento en que cambiamos el enfoque. La imagen de la
realidad cambia.
Queda entendido que nuestro paso en este planeta es uno donde cada
uno de nosotros somos alumnos y maestros. Alumnos en diferentes
niveles de aprendizaje, algunos en kínder, otros en universidad y solo
algunos pocos en doctorado. Quienes así lo decidan, navegaran por esto
que llamamos vida aprendiendo a ser mejores seres. Y así como
aprendemos, a la vez nos convertimos en maestros, y no es con clases o
palabras como impartimos la sabiduría, sino con los pequeños actos de la
vida diaria, con nuestros ejemplos.
Hay algo que ha llegado con esta nueva oportunidad, y es descubrir que
no hay nadie, ni nada absoluto. No hay verdad absoluta, perdemos tanto
tiempo queriendo imponer nuestra “verdad”, alimentando nuestro ego.
Todo es evolutivo, la ciencia, las costumbres, los valores, y por otra parte
lo espiritual, las grandes tradiciones, cada una tienen una perspectiva de
una realidad propia. Ahora la misma ciencia nos habla de la existencia de
once o doce dimensiones, nos habla de que el concepto tiempo depende
de las variables tiempo-espacio-velocidad. Que envejecemos menos
mientras mas veloz viajemos. ¿Puedes creer eso? Que dos partículas que
se encuentran a grandes distancias pueden interactuar y compartir los
efectos de lo que lo que se la haga a una llegue a afectar a la otra. ¿No
suena esto medio místico? Que la realidad de un evento depende de la
existencia o no de un observador. Entonces, ¿mi realidad depende de lo
que observo o no observo? ¿Esto significa la posibilidad de diferentes
realidades para cada uno de nosotros?
La mayoría de los científicos al igual que los religiosos se han convertido
de repente en seres dogmáticos, no aceptan nada que no sea dentro de su
área de conocimiento, dentro de su marco de referencia. Afortunadamente
viene una nueva cepa de científicos, clérigos religiosos y lideres
espirituales con una actitud y corazón más abiertos a escuchar y
considerar conceptos diferentes. La ceremonia de nuestro matrimonio fue
oficiada por una persona maravillosa, un pastor cristiano. Lo que me
convenció de él principalmente, fueron su actitud y palabras. Me dijo,
“nuestra misión no debe consistir en construir iglesias más grandes,
nuestra iglesia debe de ser las calles, ahí donde mas se nos necesita. Y
debemos tener la humildad de aceptar las enseñanzas que otras filosofías
y religiones nos ofrecen para convertirnos en mejores seres humanos, no
importa cuales sean”.
Este es un gran ser, un hombre que con sus actos demuestra que las
enseñanzas en este caso de Jesús no están peleadas con las de Mahoma
o Buda. Como leí una ocasión, “Si en este mundo en vez de haber mas
cristianos y budistas, hubiera más Cristos y Budas, el mundo sería mucho
mejor”.
En lo personal creo que los dogmáticos de la ciencia y las religiones junto
a un gran grupo de intereses muy particulares han traído gran cantidad de
muertes y sufrimiento a este planeta. Y con todo mi corazón deseo que se
de el momento en que tanto la ciencia como la religión unan a los seres
humanos en un mundo donde sea la armonía, el amor, respeto y nuestras
cosas comunes las que nos lleven a dejar un mundo mejor a nuestros
descendientes. +
Las muertes de mi suegra y mi madre nos han enseñado y enfrentado a
cosas que jamás pensábamos. Fue una decisión muy grande la de cuando
se nos fue Adita, mi suegra. Aun contra nuestros conceptos apoyamos su
decisión, porque era ella y solo ella quien tenia el derecho a tomar lo que
ella consideraba más conveniente. Y después de haberlo hecho y
acompañarle hasta el último momento, agradecimos al Creador la
oportunidad de poder estar a su lado. Nuestro conocimiento sobre su bella
partida fue una vivencia que pocas personas en el mundo pueden tener.
Estar con mi madre igualmente, un hermoso acto de amor donde nos
permitieron estar con ella hasta el ultimo respiro, fue una enorme bendición
que se nos otorgó. Saber que ella partía en paz, en amor y a nuestro lado
no tiene precio. Fue un acto con tanto amor que me llena todo de solo
pensarlo. Agradezco muy seguido ese regalo tan enorme, además de
agradecer el haber tenido a esa madre amorosa y sobre todo alegre.
Como dije antes, siento un gozo enorme el saber que ella se graduó y que
ahora esta en un nivel muy superior. No me acompaña ni un gramo de
dolor, creo que fui preparado para ese momento, fue decidir agradecer y
no sufrir.
La segunda ley dice: “Lo que sucede es la única cosa que podía haber
sucedido” Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en
nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más
insignificante. No existe el: “si hubiera hecho tal cosa…hubiese sucedido
tal otra…”. No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo
que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante.
Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas
son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no
quieran aceptarlo.
Mevlana Jalal ad- Din Muhamad Rumi, fue un sabio espiritual conocido
de diferentes maneras: Mevlana, que significa erudito o gran maestro, y
Rumi, que es el nombre que él adoptó en Konya, Turquía.
Sus poemas son diariamente leídos en los países de habla persa como
Irán, Afganistán y Tayikistán y han sido ampliamente traducidos a varios
idiomas alrededor del mundo. Después de su muerte, sus seguidores
fundaron la orden sufí Mevleví, más conocidos como los "Derviches
Giróvagos", ya que realizan una meditación en movimiento llamada
"Semá" donde hombres, y ya actualmente mujeres, giran sobre sí mismos
acompañados por flautas y tambores, en un viaje místico a través de la
mente y el amor hacia la perfección.
Rumi, es la palabra del amor, la enseñanza sencilla y pura, sin
complicaciones. Como gran maestro espiritual, nos dejó el siguiente
poema sobre la muerte:
Cuando muera…
Cuando mi ataúd sea llevado,
no debes pensar jamás que extrañaré este mundo…
No derrames lágrimas, no lo lamentes o te sientas mal.
No estoy descendiendo a un monstruoso abismo.
Cuando veas, que mi cuerpo sea transportado… no llores mi partida.
Yo no parto, estoy llegando al Amor Eterno.
Cuando me dejes en la tumba, no digas adiós.
Recuerda que una tumba, es solo un telón antes del paraíso.
Solo me verás, descendiendo en una tumba.
Ahora, aguarda mi ascenso.
¿Cómo puede haber un final, cuando el sol se pone o la luna desciende?
Parece el final. Se parece a un atardecer, pero en realidad, es un
amanecer.
Cuando la tumba te encierre, es cuando tu alma se libera.
¿Has visto alguna vez, la caída de una semilla en la tierra,
y no crecer con una nueva vida?
¿Por qué dudaría del crecimiento de una semilla llamada humano?
¿Has visto alguna vez, bajar un cubo en un aljibe, y volver vacío?
¿Por qué lamentarse por un alma, cuando ésta puede regresar como José
desde el aljibe?
Cuando por última vez tu boca se cierre…
Tus palabras y tu alma pertenecerán al mundo sin lugar ni tiempo.
RUMI
Oracion de San Francisco
Oración de San Francisco de Asís
Amén.
Oración de Transición
ORACION DE TRANSICION
Dios mío
Ahora que me encuentro ante la entrada de este bello túnel de luz,
Ahora que dejare este mundo.
Dame la fortaleza para calmar mis temores.
Mi corazón se encuentra inquieto de dejar a esos que amo, Señor. Pero también se, que
con tu compañía se tranquilizará.
Sana Creador mi corazón, todo lo que tenga que sanar.
Sana y consuela también sus corazones, para que sepan que estamos unidos para siempre
a través de tu Poder y del Amor, los que son mucho más grandes que el poder de la
muerte.
Ahora ante el último saque en este partido de la vida, veo que ha sido un excelente juego.
Ahora paso a la Gran Final.
El último viaje llega sin avisarnos, sin prepararnos, sin decidirlo. A veces
no nos permite ni despedirnos y nos vamos sin un adiós, sin un abrazo, sin
un te amo, sin un perdóname. Mientras vivimos, realizamos tantos viajes y
hacemos tantos planes, pero nunca pensamos en ése… que llega cuando
menos lo esperamos y como un ladrón nos transporta a otro plano.
Todos los días quiero agradecer al gran espíritu por todo lo vivido, por todo
lo aprendido, por todas mis fallas y, sobre todo, porque he amado, porque
amar, es lo único que me ha llenado, ya que, para amar, fuimos creados.
Quiero saldar cuentas con la vida, quiero perdonar y pedir perdón por
todos mis errores, soltar y dejar ir todas mis ataduras y así, como Amado
Nervo, poder decir: «Vida, nada te debo, vida, estamos en paz».
Entonces estaré listo para tomar ese último viaje, sin miedo ni culpa.
Te invito a que hagas una pausa y pienses como deseas que sea tu último
viaje, analiza cómo ha sido tu vida hasta el día de hoy y cómo quieres que
sea de aquí en adelante. Pero lo más importante empieza a vivir
intensamente la vida a partir de hoy para que cuando sea tu último viaje no
le debas ni te deba nada la vida.