FACULTAD DE HUMANIDADES

DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN
ÁREA DE EDUCACIÓN MEDIA

Universidad Pedagógica Experimental

Izarra, D. (2013). Identidad docente: definición y aproximación al estado del

conocimiento. En D. Izarra & R. Ramírez (Comps.), Docente,
enseñanza y escuela (pp. 63-84).San Cristóbal-Táchira: Universidad
Pedagógica Experimental libertador.

Construcción de la Identidad Profesional Docente

Profesor Richard Bravo Piñones
 Douglas A. Izarra Vielma

IDENTIDAD DOCENTE: DEFINICIÓN Y

APROXIMACIÓN AL ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Douglas A. Izarra Vielma

Introducción

Las personas desarrollan procesos de identiicación conforme

los diversos roles que ejercen en su vida, cada uno puede tener
una imagen de sí en cuanto miembro de una familia, creyente,
fanático de un equipo deportivo. También se produce identii-
cación en función de la actividad laboral que se desarrolla. Este
texto trata de presentar cuestiones básicas en relación con la iden-
tidad que construyen las personas en cuanto a su condición de
docentes.

La Identidad Docente como temática de estudio se inscribe en

la investigación relacionada con el desarrollo profesional docente
y la formación docente, áreas que dada la importancia de los maes-
tros y maestras para el progreso de la sociedad despiertan atención
por parte de investigadores, políticos, universidades. Por ejemplo,
en los discursos de los organismos internacionales relacionados
con la educación se reconoce la importancia del trabajo del docen-
te y la necesidad de su adecuada formación. La Organización de
Estados Iberoamericanos para la Educación la Ciencia y la Cultura
en la Declaración de Tarija (2003) realizó un llamado a elaborar
y ejecutar planes de largo plazo con el in de fortalecer políticas
de valoración, formación permanente y desarrollo profesional del
docente.

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 Identidad docente: deinición y aproximación al estado del conocimiento

Es reconocida la importancia de los docentes y de su debida

formación; sin embargo, es conveniente preguntar ¿qué se entiende
por formación docente? Contestar esta pregunta no resulta sencillo;
de hecho, a lo largo del tiempo se ha tratado trata de dar respues-
ta a través de la organización de sistemas o modelos de formación
que normalmente ponen el acento en lo técnico y dejan de lado los
aspectos personales de los sujetos que participan en esa actividad.

Por lo anteriormente expuesto, considero adecuada la deinición

propuesta por Pérez Esclarín (1994. 84) quien comprende la forma-
ción docente como un:

Proceso de auto-socio-formación que implica, necesariamente, una

profunda transformación personal y colectiva. En esta perspectiva,
formación y transformación se identiican. Una supuesta formación
que no suponga un profundo cambio personal y de la práctica no tie-
ne mucho sentido... Formarse sería entonces construirse, planiicarse,
inventarse, llegar a ser esa persona que uno está llamado a conver-
tirse.

La formación docente así conceptuada es compleja porque no

está limitada por la adquisición de conocimientos, sino que lleva im-
plícita la idea de una transformación producto de la cual se llega a
ser mejor persona, y por ende, mejor profesional. Para lograr el refe-
rido cambio es necesario participar en un conjunto de experiencias,
adquirir conocimientos e integrarlos en la propia estructura de la
persona con el propósito de establecer una identiicación adecuada
con la profesión docente.

Este trabajo centra su atención en la Identidad Docente porque

se consideró que este constructo puede dar cuenta de las represen-
taciones que tienen los maestros de sí mismos como agentes de la
práctica educativa (Viscaíno, 2006). Es decir, se le atribuye un am-
plio poder explicativo. Esta idea se apoya en la opinión de Prieto
(2004) para quien la formación inicial constituye la más importante

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 Douglas A. Izarra Vielma

instancia institucionalizada en la que se realiza la génesis conscien-

te del proceso de construcción de la Identidad Docente. De hecho,
ese autor airma que “la construcción de la identidad del docente se
constituye como una de las tareas especíicas y críticas de los proce-
sos de formación inicial de los profesores” (Prieto. 2004. 33).

En el texto que se presenta a continuación se exponen deinicio-

nes de Identidad Docente, posteriormente se explica su proceso de
formación y los elementos que la constituyen. A partir de estas pre-
cisiones se hace un análisis sobre las investigaciones desarrolladas
en el campo de la Identidad Docente y se resalta la necesidad de pro-
mover en los programas de formación docente inicial, experiencias
que aseguren una identiicación del sujeto con su rol profesional.

Identidad Docente

El tema de la identidad es tratado desde la perspectiva del Inte-

raccionismo Simbólico. Se comparte lo propuesto por Lopes (2007.
3) quien menciona que este es la “metateoría más inluyente en los
estudios actuales de la identidad”. Cárdenas (2003) relaciona la
identidad con la capacidad de relexión, la entiende como una or-
ganización o estructura del conocimiento sobre sí mismo, además
de esta dimensión individual (interna) también es necesario seña-
lar que en su deinición existe un componente social, puesto que
se desarrolla en lo que Guadarrama y Torres (2005) deinen como
espacios de interacción.

La identidad se forma en la cotidianidad, a través del desempe-

ño de roles y en los procesos de comunicación, en lo que Dubar [re-
ferido en los trabajos de Guadarrama y Torres (2005); Bolívar, Fer-
nández y Molina (2004); Veiravé, Ojeda, Núñez, y Delgado (2006)
y Bairral (2003), entre otros], deine como una doble transacción:
en primer lugar del sujeto consigo mismo (identidad real subjeti-
va, transacciones biográicas) y, en segundo lugar del sujeto con

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 Identidad docente: deinición y aproximación al estado del conocimiento

los otros (identidad virtual objetiva, transacciones de relación). Por

tanto, tiene un carácter relacional que se construye a lo largo de la
vida y puede adquirir múltiples formas, es decir, las personas tie-
nen diversas identidades, tantas como roles desempeñan en su vida
(familiar, social, laboral) y aún a pesar de esta multiplicidad se con-
sidera que son características de la identidad su unidad, totalidad y
continuidad.

Las características señaladas pueden resultar contradictorias.

Por ejemplo, se mencionó que la identidad puede adquirir múltiples
formas y sin embargo es única, esto se explica al aceptar lo expuesto
por Bolívar, Fernández y Molina (2004) quienes señalan que la iden-
tidad tiene un núcleo central que es relativamente estable, alrededor
del cual se organizan conjuntos periféricos; dentro de los cuales apa-
rece la identidad profesional.

La identidad se deine en este trabajo como la construcción que

hace una persona de sí misma a partir de la transacción consigo mis-
mo y con los otros. Tal decisión se justiica porque se considera que
de esta manera se evita caer en una visión en la que se enfaticen sim-
plemente los aspectos biográicos obviando los sociales o, una vi-
sión en la que prime el elemento social por encima de lo biográico.

La identidad profesional se puede deinir como la experiencia

común en el seno de la división del trabajo, reconocimiento común
con otros (que pertenecen al mismo gremio o ejercen la misma labor)
y ser reconocido como tal por otros diferentes (se observa ainidad
entre la deinición de identidad y la de identidad profesional). Así
entonces, las personas que se dedican a la tarea de formar elaboran
también una identidad en relación con esa actividad.

De acuerdo con Vaillant (2007) la identidad docente es una cons-

trucción dinámica y continua que es a su vez social e individual,
que resulta de distintos procesos de socialización, está vinculada a
diversos contextos y reiere una identidad común. También se pue-

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 Douglas A. Izarra Vielma

de deinir según Chevrier (citado por Bolívar, Fernández y Molina,

2004) como la representación que elabora una persona de sí misma
en cuanto enseñante y que se sitúa en el punto de intersección de
la dinámica interrelacional entre las representaciones que tiene de
sí (como persona) y las que tiene de los profesores y de la propia
profesión docente. Prieto (2004. 31) con apoyo en Gysling deine la
identidad como un “mecanismo mediante el cual los profesores se
reconocen a sí mismos y son reconocidos por otros como miembros
de una determinada categoría social, la categoría de los profeso-
res”. Según Izarra (2010) la identidad docente es la representa-
ción que hace una persona de sí misma en relación con su actuación
como maestro; es un constructo complejo que se forma a lo largo del
tiempo, incluye la recepción de una tradición (la imagen que se tiene
socialmente de lo que signiica ser docente) que es resigniicada en
función de nuevas realidades y contextos.

Formación de la Identidad Docente

Se asume una posición en relación con la identidad docente que

se aparta intencionalmente de las nociones psicologista y sociolo-
gicista y se acepta, tal como proponen Veiravé, Ojeda, Núñez, y
Delgado (2006), una línea socio-cultural según la cual los profeso-
res forman su identidad al compartir espacios, tiempo, situaciones,
roles, ideas, sentimientos y valores acerca de su profesión, además
del ejercicio docente; por tal razón, se puede airmar que en la expe-
riencia comunicativa se puede recuperar la expresión de la propia
identidad.

Bairral (2003) airma que la identidad docente se construye a tra-

vés de los signiicados que cada profesor como actor y autor (es de-
cir en relación con otros) coniere a su actividad profesional cotidia-
na a partir de su cosmovisión. La complejidad de este tema queda en
evidencia cuando se acepta que la identidad de alguna manera está
condicionada por múltiples interrelaciones y contextos. Por citar

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 Identidad docente: deinición y aproximación al estado del conocimiento

un ejemplo, Núñez (2004) señala la existencia de “identidades” que

asumen los docentes a lo largo de la historia, desde el surgimiento
de los sistemas nacionales de enseñanza. De esta manera una prime-
ra identidad consistía en identiicar la docencia como apostolado; en
segundo lugar, la docencia como función pública; en tercer lugar, la
docencia como rol técnico y inalmente la docencia como profesión.
Según el autor, estas diversas manifestaciones de la identidad no
desaparecen sino que se acumulan.

Trabajo de características similares al referido de Núñez es el

de Böhm (2006) quien pretende identiicar a través la historia los
puntos referenciales de la esencia y operatividad de lo que signiica
ser maestro. Menciona este autor la existencia de diversas imágenes
sobre el docente a lo largo de la historia: (a) el maestro como auxiliar
de la naturaleza; (b) el maestro como agente de la sociedad; y (c) el
maestro como representante de la humanidad realizada.

La formación de la identidad es un proceso relacional que se

elabora a partir de las interacciones y las experiencias y en la forma-
ción docente inicial se conforman grupos de personas con el mismo
propósito (prepararse como profesores) en un contexto educativo en
el cual se desarrollan prácticas sobre la enseñanza; de esa manera es
lógico suponer que se den múltiples interacciones. Bolívar, Fernán-
dez y Molina (2004) mencionan como elementos de construcción de
la identidad profesional: (a) Trayectoria de vida; (b) Historia profe-
sional; (c) Formación recibida; y (d) Crisis de identidad. En la forma-
ción de la identidad existen momentos o experiencias que pueden
resultar especialmente signiicativas [lo que Spinosa (2003) denomi-
na hitos], dentro de los cuales se pueden señalar: vivencias familia-
res; relación con los primeros maestros, desarrollo de la formación
profesional (con especial énfasis en la práctica), primeras experien-
cias de trabajo en la docencia y las relaciones que se establecen en el
ambiente laboral.

Veiravé, Ojeda, Núñez y Delgado (2006), tienen una opinión

afín con la anterior. Estos autores proponen tramas de signiicación

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 Douglas A. Izarra Vielma

a partir de las cuales se forma la identidad: (a) Motivos por los que
se elige la carrera; (b) Personas signiicativas en su formación “otros
signiicantes”; (c) Elecciones laborales; (d) Experiencias de forma-
ción inicial (práctica de la enseñanza); (e) Experiencias de formación
en el trabajo docente; (f) Contexto socio-histórico de la formación
inicial y (g) Cambios en el sistema educativo. Por su parte, Izarra
(2011) señala que la identidad se desarrolla a partir de lo que de-
nomina “principios generadores” deinidos como mecanismos com-
plejos en los cuales intervienen múltiples factores que permiten la
conformación de una imagen de sí mismo en cuanto docente. En
la literatura aparecen identiicados también como núcleo igurativo
(Lacolla, 2005; Moscovici, 1979; Moñivas, 1994 y Lara, 2004). Así, en
este trabajo se formulan como principios generadores de la identi-
dad de los docentes (a) los otros; (b) las relaciones y (c) la formación.

Los otros

Para la elaboración de la identidad docente es necesario que se

reconozca el propio docente como diferente de los otros. Ese proceso
de identiicación pasa por la reairmación de las características que
se consideran propias (puestas en comparación con otras personas)
y, por la atribución de características negativas. En el primer caso la
relación toma la forma: “yo soy (tengo), los otros no”, en el segundo
“los otros son (tienen), yo no”. Se asume que los Otros contribuyen
con la formación de la identidad docente desde dos perspectivas: (a)
como airmación de las propias características frente a ellos y (b) a
través de la atribución de características.

Las relaciones

Según Montero (2002. 48) “por relación se entiende la conexión,

correspondencia o asociación que existe entre personas o entre per-
sonas y cosas, de tal modo que las unas no pueden ser sin las otras”.

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 Identidad docente: deinición y aproximación al estado del conocimiento

Esta importancia de la relación es reconocida desde la ilosofía clási-

ca, ya Aristóteles airmaba en la Ética a Nicómaco, que para prescin-
dir de los otros hay que ser un animal salvaje o un dios. De acuerdo
con Mamzer (2006. 131) “todas las dimensiones de la identidad son
socialmente construidas”, de igual manera en la deinición de iden-
tidad profesional del docente que fue presentada, se reconoce que
ésta es el resultado de un proceso social. Especíicamente se acepta
la importancia de la conexión, correspondencia o asociación con: (a)
compañeros de estudio; (b) alumnos; (c) familia y (d) otros docentes.
Cada uno de ellos inluye de manera particular en la formación de
la identidad docente.

La formación

La inluencia de los programas de formación docente en la con-

formación de la identidad no es universalmente reconocida (Har-
greaves, 1998 y Romero y Luis, 2007).Sin embargo se reconoce lo
planteado por Prieto (2004) en relación con el necesario impacto de
la formación inicial en la identidad, especíicamente al considerar
cuatro elementos fundamentales: (a) profesores, (b) práctica profe-
sional, (c) formación pedagógica y (d) formación humana.

Los tres principios generadores de la identidad docente (Otros,

Relaciones y Formación) actúan de manera simultánea en una per-
sona e inluyen directamente en la formación de la identidad, de
allí que es imposible determinar un principio que tenga más impor-
tancia o resulte más útil a los ines de explicar la formación de la
identidad, pues en ellos se originan los distintos rasgos identitarios
que caracterizan a los docentes. El conocimiento de estas cuestiones
debe resultar útil a los ines de desarrollar programas de formación
docente en los que se pueda fortalecer la identidad y dotarla de ele-
mentos para asegurar que el trabajo de los maestros y maestras lo-
gre el desarrollo integral de sus estudiantes.

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 Douglas A. Izarra Vielma

Elementos de la Identidad Docente

De acuerdo con Bolívar, Fernández y Molina (2004) la identidad

docente se compone de los siguientes elementos: (a) autoimagen; (b)
reconocimiento social; (c) relaciones sociales; (d) competencias pro-
fesionales; (e) actitud ante el cambio; (f) grado de satisfacción y (g)
expectativas de futuro en la profesión. Los tres primeros componen-
tes revisten especial importancia, como se conirma en el trabajo de
De la Puente (2007) quien identiica como el primer rasgo de la iden-
tidad docente ala autopercepción como profesores. Además incluye
el signiicado que le dan a su tarea, relevancia que le atribuyen a los
procesos de formación y la identiicación con la institución donde
laboran y el modelo educativo.

De acuerdo con Izarra (2010) la identidad docente tiene como ca-

racterísticas centrales, las siguientes: (a) ser estructurada a partir de
la identidad personal, es decir, se organiza a partir de las vivencias y
particularidades de cada individuo y su imagen personal; (b) reie-
re como principal actividad a la enseñanza, independientemente de
reconocer otros elementos como la planiicación y la evaluación, el
elemento indispensable es el trabajo en aula; y (c) se elabora a partir
de la relación con los estudiantes, es decir por el establecimiento de
vínculos.

En estos planteamientos se incluye tanto lo relacionado con el

desempeño laboral (elecciones de trabajo) como lo vinculado con
la formación docente (motivación, prácticas de formación). De tal
manera se puede apreciar que la identidad docente es un construc-
to complejo puesto que incluye múltiples elementos que deben ser
considerados en las investigaciones que al respecto se realizan.

La Investigación en Relación con la Identidad

La identidad docente es objeto de múltiples investigaciones en

diferentes contextos (Izarra, 2012), especialmente en los últimos cin-

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 Identidad docente: deinición y aproximación al estado del conocimiento

co años cuando prácticamente en cualquier publicación especiali-

zada se encuentran artículos en relación con esta temática. Como
muestra de lo anterior se presentan a continuación trabajos que per-
miten determinar el estado de la investigación sobre el tema.

Mórtola (2006) en su trabajo de investigación Una aproximación

narrativa a la construcción de la identidad laboral docente se propuso
como objetivo explorar la construcción y el cambio de la identidad
laboral docente, haciendo énfasis en los aspectos identitarios que,
según los docentes que participaron en su trabajo, resultaban fun-
dacionales de su identidad laboral, especialmente aquellos que se
ubicaban antes del ingreso al programa de formación docente ini-
cial. Este autor caracterizó su estudio como de carácter cualitativo
– narrativo: “propuesta metodológica que privilegió la voz de los
maestros en la reconstrucción de su sí mismo laboral en el transcur-
so de su carrera” (Op. Cit. 90). Para ello realizó entrevistas (semies-
tructuradas y en profundidad) a 8 maestras y 4 maestros de la ciu-
dad de Buenos Aires (Argentina), con más de 20 años de experiencia
en la docencia. El análisis fue de tipo transversal porque cruzó los
testimonios individuales para deinir núcleos temáticos.

En esa investigación se obtuvo como resultado la identiicación

de las experiencias biográicas como referentes de la visión que te-
nían estas personas como docentes, señalando tres cuestiones: (a)
experiencias de la niñez y personas signiicativas en esa etapa; (b)
los docentes como modelos; (c) experiencias previas de enseñanza.
A partir de lo anterior, Mórtola (2006) formuló como conclusión
que al ingresar a la formación inicial las personas ya portaban una
identidad que contaba con diversos elementos vinculados al traba-
jo escolar.

De este trabajo interesa destacar el contexto. El autor utilizó

como informantes solo a profesores de educación primaria; así como
también el hecho de enfatizar los aspectos identitarios de carácter
biográico de los docentes (obviando otras cuestiones como la socia-

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 Douglas A. Izarra Vielma

lización profesional). Se considera relevante el método utilizado al

dar importancia al relato de los docentes (ubicarse en la perspectiva
narrativa), el uso de entrevistas y la forma de análisis transversal.

Veiravé, Ojeda, Núñez y Delgado (2006), realizaron una inves-

tigación en la Universidad Nacional del Nordeste (Argentina) para
determinar cómo se realiza la construcción de la identidad de los
profesores de enseñanza media. Para ello utilizaron también el mé-
todo biográico narrativo, con entrevistas en profundidad, en las
que solicitaban a los participantes de la investigación que contaran
su propia biografía especialmente los hechos relacionados con su
actividad laboral. En este trabajo no se presenta una deinición de
identidad docente o identidad profesional, se asumió simplemente
que la identidad se conigura “a partir de procesos individuales y
colectivos en una línea socio-histórica particular” (Op. Cit. 5). Un
aspecto relevante fue la identiicación de lo que denominan tramas
de signiicación en las que conluyen al mismo tiempo los planos in-
dividual y colectivo. El trabajo de estos autores concluye al destacar
la importancia y utilidad del método biográico:

La reconstrucción biográica permite signiicar y dar sentido a las

ideas, acciones y decisiones de un sujeto… Los relatos biográi-
cos focalizan en hechos donde es posible advertir, en las histo-
rias de los sujetos, planos individuales y colectivos, personales y
profesionales, públicos y privados que, en su conjunción, aportan
elementos valiosos para construir su identidad y encontrar pun-
tos comunes entre ellas. Personas, grupos, espacios (comunidad e
institución), contextos (sociales, económicos, políticos) y tiempos
(históricos y personales) coniguran su identidad social. A través
de ellos se va construyendo, en ese ida y vuelta que devuelve la
imagen de sí que tienen los otros, y la recepción, que hace el pro-
fesor, sobre esas miradas y la suya (p. 11)

Lopes, Pereira, Carolino, Sousa y Tormenta (2007) realizaron

una investigación en Portugal para determinar la relación entre los
curricula de formación inicial y las identidades profesionales de

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 Identidad docente: deinición y aproximación al estado del conocimiento

base. Se caracterizan y relacionan los curricula de formación de 4 pe-

ríodos de los últimos 30 años (a través del análisis de documentos)
que conforman las identidades profesionales de base con las trayec-
torias profesionales y las identidades actuales de los profesores for-
mados (a través de la realización de biografías). Ese trabajo concluye
que cada currículum produce diferentes identidades profesionales
de base (especialmente a partir de 1974). Sin embargo, a través de
la vía biográica se determinó que en la trayectoria profesional ocu-
rre un proceso de recomposición que da como resultado una nueva
identidad más homogénea “moldeada por la realidad del ejercicio
profesional, es verdaderamente pobre, estereotipada y defensiva”
(Op. Cit. 153)

De esta investigación interesa resaltar que se utilizaron dos me-

dios para acercarse al tema de la identidad, por una parte lo bio-
gráico – narrativo (igual que en investigaciones anteriores) y la
revisión de documentos con una perspectiva histórica. Este hecho
se considera particularmente relevante porque permite un acerca-
miento más completo a la identidad. Finalmente otorgan especial
importancia a la forma como descompone la identidad del docente
en enseñanza y relación.

Un trabajo con características similares realizó Navarrete (2008),

quien en su investigación analizó el proceso de construcción iden-
titaria del pedagogo universitario en México. Para ello asumió dos
instituciones universitarias: Universidad Nacional Autónoma de
México y Universidad Veracruzana y comparó la conformación de
la identidad profesional de los pedagogos egresados de estas uni-
versidades en las décadas de 1950, 1970 y 1990, momentos que con-
sidera claves en el desarrollo de la Pedagogía en la Universidad. En
relación con el método, se adscribe a la investigación cualitativa des-
de la perspectiva del Análisis Político del Discurso, asumida como
una caja de herramientas híbrida y heterogénea en la cual se utilizan dos
técnicas de recuperación de la información: (a) análisis histórico-
documental, a través de la revisión de los planes de estudio y la lite-

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 Douglas A. Izarra Vielma

ratura en relación con el tema; y (b) entrevistas, realizadas a cuatro

sujetos por cada una de las décadas en estudio. La autora elabora
una concepción de la identidad del pedagogo como “relacional, his-
tórica e híbrida” (p. 522) que se desarrolla en un proceso continuo de
construcción, deconstrucción y reconstrucción a partir del conjunto
de experiencias vitales que experimenta en su formación y en el ejer-
cicio de su profesión. Estas precisiones teóricas en relación con la
identidad resultan muy aines con los planteamientos presentados
en este capítulo y conirman la visión dinámica de la identidad.

La formación inicial del profesorado de secundaria y su iden-

tidad profesional es el título del trabajo de investigación elaborado
por Bolívar (2007), el cual se desarrolló a través de un proceso de
revisión documental en el que da cuenta de cómo se realiza la for-
mación de los profesores de secundaria en Europa. El autor esta-
bleció que se da entre dos polos: lo disciplinar y el metodológico o
pedagógico, este último desvalorizado frente al primero; razón por
la cual la identidad profesional característica de los docentes es la
del especialista en una disciplina particular.

En virtud de ese proceso de formación centrado en lo discipli-

nar Bolívar (2007) describe “el choque” que viven los profesores de
educación secundaria, entre las expectativas que tienen del ejercicio
profesional y la realidad que encuentran cuando llegan a las insti-
tuciones educativas. Propone como solución de esta problemática
el cambio en la formación inicial y señala que es una fortaleza en
ese sentido el proceso de convergencia en el Espacio Europeo de
Educación Superior porque establece un título especíico de nivel
universitario para la formación pedagógica del profesor de educa-
ción secundaria.

Ojeda (2008) se propuso como objetivo describir algunas ca-

racterísticas de la identidad del docente de enseñanza media en el
proceso a través del cual adquiere la condición de profesor. La in-
vestigación se desarrolló a través de entrevistas en profundidad con

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 Identidad docente: deinición y aproximación al estado del conocimiento

cuatro profesores que debían cumplir con los siguientes requisitos:

(a) pertenecer a disciplinas diferentes, (b) tener una carga horaria
signiicativa de trabajo en la institución (escenario de la investiga-
ción) y (c) una antigüedad en la docencia mayor de diez años. A
estas personas se les solicitó que narraran episodios de su vida pro-
fesional.

Los participantes de la investigación recibieron formación ini-

cial en instituciones propias de formación docente, a través de su
relato, se establecieron las siguientes características: (a) existe un nú-
cleo personal involucrado en la conformación del profesional que el
docente deine como suyo, esta airmación conirma lo establecido
por Gelván (2006), es decir, la imbricación entre ambas identidades;
(b) el papel desempeñado por los otros signiicativos, que acercan,
inician y posicionan al docente en su rol; (c) la importancia de los
espacios sociales de formación.

Otro trabajo es una investigación sobre identidad que fue rea-

lizada en Venezuela, especíicamente en la Universidad de Los
Andes, por las profesoras Sayago, Chacón y Rojas (2008) quienes
tuvieron como objetivo explorar las representaciones que poseen
los estudiantes de la Carrera de Educación Básica Integral sobre
la construcción de su identidad profesional, esto se complementa
con el análisis sobre la manera como los referentes de identidad
construidos durante la formación universitaria responden a las exi-
gencias educativas del contexto. El método utilizado, igual que en
varios de los trabajos mencionados anteriormente, fue el biográico
narrativo, aunque en este caso los participantes de la investigación
fueron estudiantes universitarios del primero al décimo semestre
(sin experiencia docente), quienes aportaron su información perso-
nal a través de los siguientes procedimientos: relatos autobiográi-
cos, biogramas (representación gráica de la trayectoria vital de una
persona) y entrevistas. Como resultado se estableció la necesidad de
promover en los futuros educadores la recuperación de sus expe-
riencias porque recordar da lugar para recuperar aspectos de su tra-

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 Douglas A. Izarra Vielma

yecto de vida escolar y esto les permite a su vez hacerse conscientes

de los retos e imperativos de la docencia.

Castañeda y Navia (2011) realizaron un trabajo titulado Identidad

Positiva y Conocimiento Profesional como Base de la Profesionalización
de Profesores de Educación Secundaria. En su investigación las auto-
ras estudiaron el proceso de profesionalización docente en México y
cómo éste se relaciona con la forma como los docentes reconstruyen
identiicaciones positivas o negativas con su trabajo. Las vías de ac-
ceso para la recolección de la información estuvieron representadas
por (a) Revisión de literatura académica; (b) Aplicación de entre-
vistas narrativas y (c) Cuestionario para el análisis de la trayectoria
profesional.

En su trabajo las autoras identiican elementos recurrentes que

airman el proceso de identiicación de los docentes, entre los cuales
se incluyen (a) Las experiencias de adecuarse a las pautas de socia-
lización de la cultura escolar; (b) Tensiones provocadas por las po-
siciones, tareas, tiempos y espacios institucionales y (c) Necesidad
de instrumentación de un currículum que anticipa conocimientos,
estrategias y sentidos del ejercicio profesional.

Estado del Conocimiento en Relación con la Identidad Docente

La presencia de trabajos sobre identidad docente en diversos

contextos (Cono Sur, Europa, América del Norte) revela el interés
que este tema despierta y su vigencia en el momento actual. De la
revisión realizada se pueden establecer algunas características en re-
lación con la investigación sobre esta temática:

1. La investigación sobre identidad docente, asume que ésta se

construye a partir de la propia experiencia vital del sujeto.

2. Como consecuencia de lo anterior en la mayor parte de los tra-

bajos la información se obtiene a través del método biográico

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 Identidad docente: deinición y aproximación al estado del conocimiento

narrativo. También aparece el uso del análisis de documentos y,

en menor medida, la aplicación de cuestionarios (aunque com-
plementado con entrevistas)

3. En los casos en los que se emplea el enfoque biográico – narra-

tivo se utilizan siempre entrevistas en profundidad para la reco-
lección de la información, por lo cual se pueden inscribir dentro
del enfoque cualitativo

4. El análisis de la identidad usualmente se realiza a través de tes-

timonios de docentes en servicio hecho que evidencia la impor-
tancia que se da al ejercicio para la formación de la identidad.

5. La homogeneidad de las personas entrevistadas es característica

en todos los trabajos, es decir, se seleccionan solo docentes que
cumplen con requisitos previamente establecidos y siempre de
un mismo nivel educativo.

6. La mayor parte de los trabajos se centran en personas que se

formaron originalmente para ser docentes.

7. Es frecuente el uso de las referencias teóricas relacionadas con el

Interaccionismo Simbólico y de la Teoría de las Representacio-
nes Sociales.

La revisión de trabajos en relación con la Identidad Docente evi-

dencia algunas temáticas suicientemente exploradas, por ejemplo,
los elementos que conforman la identidad e incluso los rasgos iden-
titarios de los profesores de educación primaria; sin embargo, en
relación con otras cuestiones se revelan vacíos de conocimiento que
pueden dar lugar a investigaciones vinculadas con esta temática.

Como la mayor parte de los estudios centra su atención en do-

centes de educación primaria, resulta pertinente realizar investiga-
ción con profesores de Bachillerato o de Universidad; de esta ma-
nera se puede obtener una visión más amplia en relación con los

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 Douglas A. Izarra Vielma

elementos comunes de la Identidad Docente, independientemente

del contexto en el que se desarrolle el trabajo profesional. También
se presenta como un área interesante para hacer estudios en relación
con el tema de la Identidad Docente la forma como esta es inlui-
da por la formación profesional que se recibe en las Universidades
y cuáles deben ser los cursos de acción que deben seguir quienes
diseñan los programas de formación para desarrollar la identidad
profesional.

Vincular la Identidad Docente con el desarrollo profesional de

los profesores también se presenta como un campo interesante para
desarrollar investigación, es decir, tratar de describir y explicar si los
rasgos identitarios permanecen relativamente estables en el tiempo
o se transforman y las causas de dicha transformación. De igual ma-
nera, resulta interesante estudiar el tema de la Identidad Docente
desde la perspectiva de conceptos como el Síndrome de Burnout.

Un área que se presenta muy interesante y prácticamente sin

investigaciones, es la forma como el uso de la tecnología de la infor-
mación y la comunicación inluye en la conformación de la Identi-
dad Docente y en los rasgos identitarios de los profesores. Lo ante-
rior es particularmente relevante si se estudia desde el desempeño
del profesor en entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje.

Conclusión

Se considera que la Identidad Docente es un constructo com-

plejo que tiene un alto poder explicativo para comprender el pensa-
miento y la actuación de los maestros y maestras, incluso se puede
relacionar con los estudios sobre los ciclos de vida profesional de
los profesores (Fernández Cruz, 2006) a los ines de ver cómo ésta se
transforma a lo largo de los años de ejercicio profesional.

También se reconoce que explorar los procesos de desarrollo y

crisis de la identidad personal, ocupacional, social y los imaginarios

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 Identidad docente: deinición y aproximación al estado del conocimiento

con los que se constituyen, es necesario para preparar estrategias

preventivas y de intervención psicosocial (Gelvan, 2006). En el caso
especíico de la Identidad Docente estas medidas deben impactar
todos los ámbitos de la formación y el ejercicio. De acuerdo con Es-
teve (2007. 19) “el desarrollo de medidas tendientes a reairmar la
identidad profesional de los docentes y a devolverles el orgullo de
serlo pasa necesariamente por una reforma en profundidad de los
enfoques de la formación inicial y continua”.

Se plantea así la pregunta ¿qué hacer en la formación docente?

¿Cómo debe impactar la investigación sobre la Identidad Docente
los procesos de formación? Es necesario implementar acciones que
permitan la vinculación entre la formación inicial y la formación
permanente, de esa manera quien se inicia en el ejercicio de la do-
cencia puede mantener los vínculos que estableció durante su paso
por la universidad con sus profesores y compañeros, dispondría de
un espacio para relexionar sobre la práctica en colectivo y reairma-
ría la importancia de lo aprendido en la teoría.

La selección de docentes para los programas de formación ini-

cial, debe considerar incorporar personas con sólida formación teó-
rica y experiencia en la práctica, de esta manera el tránsito por la
universidad se puede convertir en un espacio que ofrezca modelos
efectivos de trabajo docente y, se facilita un proceso de doble me-
diación. También es conveniente para favorecer el proceso de for-
mación de la identidad reconigurar la práctica profesional como
elemento central de los estudios de pregrado alrededor del cual se
articula el currículum.

Lograr una identiicación de los docentes con su profesión debe

redundar en una mejora de sus prácticas en el aula, con sus alumnos,
en la relación con sus compañeros de trabajo, pues estarían cons-
cientes de la responsabilidad que tienen en el desarrollo particular
de cada uno de sus estudiantes y en el desarrollo general de toda la
sociedad. Un docente identiicado como profesional evitaría caer en

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 Douglas A. Izarra Vielma

las prácticas rutinarias que lamentablemente son una realidad en

nuestras escuelas, de hecho, caer en la rutina es uno de los riesgos
ocupacionales de los maestros (Vasco, 1996)

De acuerdo con Prieto (2004) somos los mismos docentes los

principales llamados a responder a la difícil y necesaria tarea de re-
signiicar la importancia de nuestro trabajo para la sociedad y en ese
proceso reconstruir socialmente nuestra identidad.

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