E4-A1-COM.S4-P.L.Lectura Al Maestro
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DATOS INFORMATIVOS:
Área
Criterios de Instrumento
Competencias y Desempeños
evaluación de evaluación
Capacidades
2.LEE DESEMPEÑOS 4° Menciona de qué Lista de
DIVERSOS 2.1. Identifica información explícita y relevante que trata el texto al cotejo
TIPOS DE se encuentra en distintas partes del texto. Distingue observar el título y
TEXTO EN esta información de otra semejante, en la que las imágenes.
SU LENGUA selecciona datos específicos, en diversos tipos de
MATERNA textos de estructura simple, con algunos elementos
Ubica información
Obtiene complejos, así como vocabulario variado, de
acuerdo a las temáticas abordadas. explícita e implícita
información
y explica el
del texto
2.3.Opina acerca del contenido del texto, explica el propósito e
escrito.
sentido de algunos recursos textuales (uso de intención del
Infiere e
interpreta negritas, mayúsculas, índice, tipografía, subrayado, escrito.
información etc.), a partir de su experiencia y contexto, y
del texto. justifica sus preferencias cuando elige o Explica con sus
Reflexiona y recomienda textos según sus necesidades, propias palabras la
evalúa la forma, intereses y su relación con otros textos, con el fin importancia de los
de reflexionar sobre los textos que lee.
el contenido y maestros.
contexto del
texto
Propósito Leeremos un texto por el día del maestro y explicarás la importancia de esta fecha cívica.
Evidencia Resuelve ficha de comprensión de texto.
PREPARACIÓN DE LA SESIÓN
¿Qué se debe hacer antes de la sesión? ¿Qué recursos o materiales utilizarán en la sesión?
Elaborar la sesión Plumones
Fichas de aprendizaje Lápiz, Borrador tajador
Imprimir imágenes Lectura
MOMENTOS DE LA SESIÓN
INICIO TIEMPO:
DESARROLLO: TIEMPO:
ANTES DE LA LECTURA
Presentamos el título y una imagen.
- ¿Qué tipo de texto será?
- ¿Para qué habrá sido escrito el texto?
- ¿De qué crees que trate el texto?
Registramos las respuestas en la pizarra.
DURANTE DE LA LECTURA
Organiza la participación de los estudiantes para que cada uno lea en voz alta cada
uno de los párrafos. (ANEXO 1) Luego, pregunta:
El mejor maestro del mundo
Ese día, en la escuela del pueblo de la pequeña Colina, comenzaba el año escolar y los niños esperaban
impacientes la llegada del nuevo profesor.
– Es el mejor maestro del mundo– repetían los mayores. Nadie quería perderse su primera clase por ver
qué aspecto tendría el mejor maestro del mundo, unos aseguraban que iba a ser alto, fuerte y guapo,
los demás se deleitaban imaginando las maravillas que estaban a punto de escuchar.
Todo el mundo estaba muy nervioso, y a la hora en punto, se oyó un chirrido y la puerta del aula se abrió.
El mejor maestro del mundo entró y resultó ser como nadie se lo había imaginado.
Todos los niños callaron y el maestro se detuvo y con una sonrisa les dijo:
– ¡Buenos días a todos! Ya podemos empezar.
Podían oírse los latidos de los corazones que repicaban ansiosos esperando la primera
lección; pero el tiempo iba pasando y el mejor maestro del mundo no decía nada.
– Sí que es raro – pensaban unos.
– Quizá se ha quedado mudo– reían los demás.
Al día siguiente, a la hora en punto, aún no habían llegado todos los niños.
– ¡Buenos días a todos! Ya podemos empezar –volvió a decir sonriendo el maestro. Pero de nuevo se hizo
el silencio y el profesor no volvió a hablar.
Nadie sabía qué responder cuando los padres y las madres les preguntaban qué era lo que el mejor
maestro del mundo les había enseñado.
Los días fueron pasando todo el mundo se fue marchando y sólo quedó un niño. Uno que no era ni más
alto ni más bajo, ni más listo ni más tonto que sus compañeros.
El reloj que colgaba sobre la pizarra estaba a punto de marcar la hora de salida cuando el pequeño se
atrevió a levantar el brazo.
– Dime – dijo el profesor. – ¿Puedo salir un poco antes? -preguntó el niño-. Es que viene
mi abuela a comer.
– ¡Claro! Puedes salir cuando quieras, y también puedes volver a entrar.
El niño obedeció y recogió los libros que no había utilizado. Atravesó la clase y justo
antes de cruzar la puerta se atrevió a preguntar.
– ¿Por qué no hablas? - No puedo.
– Pero eres el profesor. Debes contarnos cosas.
– De nada sirve que yo explique si otro no tiene ganas de aprender, y la única forma de aprender es
preguntar.
– Así... ¿puedo preguntar lo que quiera? -dijo el niño impaciente.
– Es la única manera en que podré enseñar. – Mmmm... – dijo mirando a su alrededor –. ¿Por qué vuela un
pájaro? – Porque sus piernas no están hechas para caminar.
– ¿Y por qué nada un pez? – Porque no tiene ni pies ni alas. Por fuerza tenía que aprender a nadar.
– Pero el gusano tampoco tiene, y se arrastra. – ¿Quién dice que no tiene? ¿Has oído hablar del ciempiés?
– No mucho –dijo avergonzado el niño.
Y entonces el profesor sonrió y comenzó a explicar cosas maravillosas sobre los gusanos y otros
animales.
Pero para cada respuesta el niño ya tenía una nueva pregunta, y tanto preguntó que se hizo de noche.
– ¿Puedo pasar? –dijo una niña que sacaba la cabeza por la puerta curiosa. –He visto la luz encendida.
– ¡Claro! – respondió el profesor–. Adelante.
La niña entró y poco a poco la siguieron otros niños que se acercaban curiosos y sorprendidos al ver al
maestro hablando. Cada pequeño que entraba inventaba una nueva pregunta y el profesor podía seguir
explicando.
Aquella noche, la escuela del pueblo de la pequeña Colina no cerró.
Él, que no era ni alto ni bajo, ni delgado ni gordo, ni guapo ni feo... sino precisamente como nadie se lo
había imaginado.
CIERRE TIEMPO: