Tesis - 1110 Museos Etnología
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Repositorio Institucional
http://naturalis.fcnym.unlp.edu.ar Facultad de Ciencias Naturales y Museo
Acceso en:
http://naturalis.fcnym.unlp.edu.ar/id/20120126001082
LA RE-PRESENTACIÓN DE LA ETNOGRAFÍA
EN MUSEOS
TESIS DE DOCTORADO
Facultad de Ciencias Naturales y Museo
Universidad Nacional de La Plata
2
A Quique
y a nuestros hijos
Lucio, Guillermina y Amparo
3
Agradecimientos:
Agradezco a mi Director, el Dr. Héctor Lahitte de quien aprendí, durante tantos años
compartidos, que la antropología es una reflexión constante acerca de los otros pero
siempre, desde quienes somos, como clave ineludible de nuestro existir.
A la memoria del Prof. Juan Magarinos de Morentín, co-director de esta tesis, con quien
construí la arquitectura lógica desde donde otorgamos sentido a esa reflexión, como un
homenaje a nuestra facultad semiótica.
A la Dra. Silvia Ametrano, Directora del Museo de La Plata, de cuyos valores se nutre
la transformación trascendente de esta institución, y que tengo el privilegio de
acompañar desde hace diez años.
A Claudia Tambussi, Analía Martino, Marina Sardi, María Eugenia Martins, Rosana
Menna, Pablo Rodriguez y Marta Maffia por sus comentarios alentadores y afectuoso
acompañamiento, traducido en múltiples charlas e intercambios.
A mis hermanos, Pablo, Damián, María Teresa y Martín, con quienes comparto los
códigos familiares heredados de la racionalidad de Ricardo y la sensibilidad de Estela,
siempre presentes.
Con especial gratitud dedico esta tesis a Quique y a nuestros hijos, Lucio, Guillermina y
Amparo. Ellos me acompañaron con incondicionalidad y son mi fuente de inspiración
más valiosa.
4
INDICE
Introducción……………………………………………….........................…………... 9
5
Capítulo V: LOS VISITANTES Y EL CONTEXTO DE APROPIACIÓN
V.1. Antecedentes de los estudios de visitantes a museos. ………………………..…121
V.2. Cognición, habitus y capital cultural. ………………………………………….. 126
V.3. La aproximación cualitativa y los estudios de recepción. …………………..…. 134
V.4. Condiciones de análisis. ……………………………………………………..…. 138
V.5. La semiótica y el análisis de discurso. ……………………………………….… 140
V.6. Las operaciones analíticas. …………………………………………………….. 146
6
RESUMEN
7
ABSTRACT
8
LA RE-PRESENTACIÓN DE LA ETNOGRAFIA EN MUSEOS
Introducción:
En las últimas décadas, los cuestionamientos acerca del modo en que los
antropólogos construyen y re-presentan el conocimiento de otras culturas, junto a las
nuevas tendencias de las exhibiciones, vuelve necesario revisar las relaciones entre
ciencia y museos como divulgadores y herramientas de cambio social y, en particular, la
etnografía como matriz conceptual que fundamenta y mediatiza la presentación de
“otras culturas”. La nueva etnografía y la implementación de metodologías tendientes a
la comprensión de la “visión del nativo”, las perspectivas interpretativas en la relación
informante-antropólogo, las tendencias posmodernas y su cuestionamiento a la
“autenticidad” de los resultados en la producción del conocimiento, la reflexión ante un
mundo globalizado acompañado de lo efímero, así como la crisis del pensamiento
moderno junto a la pérdida de los grandes relatos, son algunas de las cuestiones a tratar
en el marco de un paradigma crítico que emerge de la mano del resurgimiento de las
identidades locales, los estudios de memoria, la conciencia de lo complejo, el valor de
las metodologías cualitativas, el paso de la certeza a la ambigüedad creativa.
La presente tesis tiene por objeto dar a conocer los procedimientos teórico-
metodológicos y los niveles de discurso que se generan en las salas de un museo, en
relación al patrimonio etnográfico y las formas de apropiación por parte de los visitantes
en el marco de una situación comunicativa concreta.
9
antropológico, otorga al objeto su valor de signo a través de un proceso analítico de
contextualización, desde que la colección ingresa al museo hasta su exhibición. Esta
trayectoria trae aparejada la reflexión acerca de los modos de re-presentación de “otras
identidades”, donde la “vitrina” es concebida como un nuevo contexto de
resignificación.
Por otro lado, la elaboración del guión conceptual de una exhibición supone la
adopción de un paradigma que exprese la misión de una sala y las ideas rectoras que
orientan, a posteriori cada una de las elecciones, incluso aquellas más minúsculas y en
apariencia insignificantes.
10
conocimiento de “los otros”. El segundo refiere al análisis de los “sujetos
observadores”, “perceptores” e “interpretantes”, cuya configuración se materializa en el
discurso producido por los visitantes luego de la visita a la exhibición.
El interés de tomar como referente de análisis de esta tesis la sala etnografía del
Museo de La Plata radica en las reflexiones teóricas que moviliza, al concebirla como
uno de los ámbitos de re-presentación del conocimiento antropológico, entendido, éste
último, en su sentido más amplio como las formas de construcción del “otro” y del sí
mismo, involucrando, en el primer dominio, al dato etnográfico y, en el segundo, al
imaginario social desde donde se configuran los “Espejos culturales”.
11
la vitrina? ¿Qué papel cumple la antropología como disciplina? ¿Bajo qué intenciones,
principios y paradigmas se construye el espacio de significación? Estas son algunas de
las preguntas que organizan la comprensión de esta problemática.
12
El siguiente esquema pone en relación ambos dominios:
REPRESENTACIÓN APROPIACIÓN
DEL DEL
CONOCIMIENTO CONOCIMIENTO
Evaluación
de la eficacia
comunicativa
13
la caracterización de los nuevos modelos expositivos, que emergen hacia una
perspectiva abierta e interactiva, desplazando su centro de atención desde el objeto
hacia los receptores/visitantes.
Los capítulos cinco y seis se relacionan directamente con los llamados estudios
de visitantes a museos para abordar el contexto de apropiación. A partir de una
aproximación cualitativa, se analizan los discursos producidos por los
visitantes/intérpretes como consecuencia de la visita a la sala de exhibición. La
semiótica simbólica y el análisis de discurso son el marco teórico de los aspectos
metodológicos. Los datos son procesados a través de herramientas informáticas
diseñadas para métodos cualitativos. Este análisis permite construir el conjunto de
categorías, atributos y relaciones que configuran los mundos semióticos posibles y, a
posteriori, evaluar la eficacia comunicativa de la sala motivo de este estudio.
Las consideraciones finales recuperan las nuevas propuestas para los museos y
las reflexiones teóricas de la antropología y los materiales etnográficos para reflexionar
en torno a una “ética de la re-presentación”.
14
Capítulo I
ANTROPOLOGÍA Y MUSEOS
15
Capítulo I: ANTROPOLOGÍA Y MUSEOS
1
La noción de campo ha sido planteada por Bourdieu para dar cuenta del conjunto de relaciones objetivas
en las que históricamente se encuentran ubicados los agentes y con la cual intenta sobrepasar las
arbitrarias oposiciones entre estructura e historia, entre conservación y transformación. El campo es un
espacio estructurado cuyas propiedades depende de las relaciones y posiciones de sus agentes. En él se
gestan relaciones de fuerza y autoridad, según la distribución del capital específico. Se trata de un sistema
regido por sus propias leyes.
2
… “toda activación comporta un discurso, más o menos explícito, más o menos consciente, más o
menos polisémico, pero absolutamente real. Este discurso se basa en unas reglas gramaticales sui generis
que son: la selección de los elementos integrantes de la activación, la ordenación de estos elementos
(como equivalentes a la construcción de las frases de un discurso) ; y la interpretación (o restricción de la
polisemia de cada elemento-palabra mediante recursos diversos, desde el texto a la iluminación, o la
ubicación) (…) El objetivo, con frecuencia implícito, de la negociación, es alcanzar el mayor grado de
consenso posible, de manera que el discurso subyacente en la activación aparezca legitimado y conforme
a la realidad socialmente percibida.” (Prats, 2005). Comparten esta perspectiva Deloche, B. (2002) y
Zunsunegui, S. (2003).
16
históricamente a los paradigmas epistemológicos, a los contextos sociopolíticos y a las
disciplinas desde donde se tipifican las colecciones.
El museo, tal como lo entendemos hoy, es una construcción moderna, es
producto de la Modernidad. Según Teruggi (1994), nació en Francia, en el Jardín Royal
des Herbes Mèdicinales, creado por Luis XIII en 1626. Luego, en 1793, durante la
Convención este sería transformado en el Museum National d´Historie Naturelle. Por
otra parte, el Museo Británico, dedicado fundamentalmente a la arqueología, la
etnografía y la historia, había sido inaugurado en 1759. Habría que esperar hasta 1881
para que de éste se inaugurase separadamente una rama especializada en las ciencias
naturales.
Sin embargo, no se mantuvo en Europa por mucho tiempo el modelo de un
museo único para todas las ciencias naturales. Luego de que el Museo Nacional de París
dividiera las secciones en cada reino de la naturaleza y a sus restos fósiles, el modelo
fue aceptado en todo el Viejo Mundo.
En el marco de esta expansión global de los museos, el mayor desarrollo en lo
que atañe a las ciencias naturales ocurrió en los Estados Unidos. En menos de treinta
años, tres grandes museos fueron inaugurados: el Museo Americano de Historia Natural
de Nueva York, fundado en 1869; el Museo Nacional de Historia Natural de
Washington en 1879 y el Museo de Historia Natural de Chicago que data de 1893. A
diferencia de la situación europea, en estos museos, además de mantenerse la unidad, se
incorporaron las ciencias del hombre: arqueología, etnografía y antropología. De este
modo, se ven diferenciados, ya, dos paradigmas diferentes; uno que apunta a la
ampliación del campo y a su unidad, el caso de los Estados Unidos, y otro que sostiene
una diferenciación entre las ciencias naturales y las de el hombre, el caso de Europa.
El origen de los museos hay que entroncarlo en dos hechos importantes: el
Coleccionismo y la Ilustración. El coleccionismo es considerado en tanto origen de
todos los museos, ya que estos han partido de las llamadas “cámaras de maravillas”,
“cámaras artísticas”, “gabinete de curiosidades”; colecciones privadas de aristócratas y
monarcas. Por otra parte, la Ilustración se entiende como el pensamiento que impulsó el
nacimiento de los grandes museos europeos.3 Con el traspaso del patrimonio cultural de
3
Si bien “el primer museo organizado como institución pública fue el Ashmolean Museum de
Oxford, creado en 1683, no es, sin embargo hasta 1793, fecha de inauguración del Louvre, cuando se
considera que han nacido los grandes museos europeos ya que aparece un nuevo concepto de propiedad
17
colecciones privadas de propiedad exclusiva a patrimonio nacional del Estado se
considera, en Europa, que han nacido los museos, para los cuales es el pueblo quien
debe ser el usufructuario del patrimonio cultural.
El Museo moderno surge, entonces, en un momento preciso de la historia, fines
del siglo XVIII, producto de una ruptura conceptual articulada en el paso del
coleccionismo privado al desarrollo de un proyecto pedagógico-informativo de carácter
público, generalizado en el siglo XIX. Fue esta una conquista de los sectores burgueses,
que se vio fuertemente impulsada en el contexto de la Revolución Francesa y que logró
su expansión global junto con el avance de la industrialización y de la educación
común.
La formación de los museos públicos se remite al modelado de nuevos espacios
de representación, propio del paso de la episteme renacentista a la episteme clásica y,
posteriormente decimonónica. Asociados al desarrollo de nuevas formas de gobierno, al
nacimiento de los Estados Modernos, una reorientación del saber que se remonta al
siglo XVI, se activan nuevos modos cognoscitivos que contribuyen a la producción de
nuevos campos de conocimiento y a la instalación de nuevas ciencias humanas. “El
museo se inserta de manera natural, como un sistema de representación más, en el
conjunto del imaginario social en tanto institución cultural propiciada y amparada por el
Estado-Nación: la formación de los modernos estados es acompañada por una serie de
acciones, en campos muy diversos, encaminadas a otorgar “señas de identidad
colectiva” unitarias a los grupos sociales embarcados en el nuevo proyecto de vida
común, a través de la idea de patrimonio colectivo artístico, a esta construcción
ideológica” (Zunzunegui, 2003:39).
Frente a la fascinación por lo raro o curioso, propio de una racionalidad
precientífica, infatigablemente volcada hacia una naturaleza variable, diversa y
analógica, y cuyas articulaciones de objetos responden a un saber enciclopédico, los
principios de la racionalidad científica orientan la atención hacia las recurrencias de las
que pueden dar cuenta las leyes científicas. La colección museística da prioridad así a
las series de cosas morfológicamente ordenadas (Pazos, 1998). Con el sustento del
paradigma científico positivista, el museo deja de ser el lugar de lo curioso, para ser el
lugar de un conocimiento ordenado en colecciones, exhibiciones permanentes,
respecto del patrimonio cultural del país, considerando al pueblo como usufructuario de dicho patrimonio
(Hernández, 1992).
18
respondiendo al criterio de la racionalidad. Abandonando la episteme renacentista, no
dominada por la ciencia, esos “gabinetes de curiosidades” 4 pasaron a constituirse como
los lugares privilegiados para legitimar los proyectos estatales de modernización, bajo
nuevos criterios de representatividad. Las colecciones depositadas en los museos
públicos, evocando a otros mundos, desdibujan la figura individual del coleccionista y
dan paso a la creación de una ficción de igualdad entre visitantes conformadores de una
nación. Como afirma Podgorny “esconderían de la vista de los espectadores las
desigualdades sociales y el mundo en el que están inmersos” (Podgorny, 2005:240).
“Un museo moderno implica, por un lado, una relación estable o permanente
entre la colección y el espacio público donde se exhibe; por otro, el pasaje del deleite y
la contemplación privada de los tesoros personales a una publicidad y un orden creados
por el mismo museo: por eso, como señala Forgan (1994), la continuidad entre aquellos
museos renacentistas y los museos del siglo XIX es solo aparente. Entre ellos media una
historia de emergencia y desaparición de las prácticas, ideas o hábitos asociados a estos
espacios que complican el trazado de una línea continua entre unos y otros. (…) Los
museos proliferaron en el siglo del progreso y, entre ciertos sectores medios del mudo
burgués, se soñaba con la posesión de un museo en algún cuarto de la casa, emulando el
estilo de los gabinetes del filósofo natural de los inicios de la modernidad. Por ello, la
definición de “un museo”, tan certera para los manuales contemporáneos, se vuelve un
poco más esquiva al acercarse al mundo de los aficionados a la historia natural, a los
coleccionistas y a los científicos de la época.” (Podgorny, 2005:236)
4
El gabinete de curiosidades del humanista renacentista, comúnmente aceptado como el prototipo del
museo moderno, emergió en forma contemporánea con la era del descubrimiento y la exploración, desde
el momento en que Cortés envió piezas desde México luego de la Conquista, las curiosidades tanto
artificiales como naturales provenientes del Nuevo Mundo y en Oriente tuvieron lugar en ellos.
(Sturtevant 1969, citado por Stoking, 1985).
19
rígidamente y aislar los objetos que tiene que proteger en tanto que testigos de lo
humano, el museo pasó a ser el motor de cambio, se transformó en lugar de culto, en
máquina de fabricar lo sagrado, hasta el punto de olvidar su misión elemental de
comunicación. (…) sacralizar es, pues, poner aparte, aislar la imagen del hombre, ese
instrumento de su identidad espiritual. (…) Esta aspiración oficial a la universalidad de
la cultura encubre, en realidad, fines muy poco universales que, en concreto, pretenden
mantener el sistema de valores de la cultura occidental, fines que, en esencia, consisten
en estereotipar un concepto del hombre como si fuera único y definitivo, lo que se
traduce, en primer lugar, por ese culto idólatra del arte que con tanto lirismo expresó
Malraux. (…) Esta es una de las figuras principales del imperialismo occidental:
imponer al mundo entero su sistema de valores, su ideología de persona.” (Deloche,
2003: 87).
5
“El Museo aparece, desde un principio, como un campo de ejercicios sintácticos que propone una
mediación entre los valores sociales fundamentales presentes en las obras de arte y los espectadores. Es,
pues, evidente que estamos ante el ejercicio de una estrategia institucional de comunicación que busca el
hacer (sentir, pensar, saber, querer) del público “usuario” del museo para educarle, instruirle y
emocionarle, poniendo a su alcance y permitiéndole participar de los valores encarnados en el patrimonio
artístico comunicativo.” (Zunzunegui, 2003:49-50).
20
atravesado por la “luz” de la razón, una luz helada de la razón y también, para ser
modificado profundamente por el nuevo arsenal técnico-científico. (…) Esta historia
ejemplar o autolegitimada de la razón del siglo XIX, tiene que ver también con esta
concepción que definimos como la ideología del progreso –una humanidad que marcha
inexorablemente hacia la construcción de un mundo cada vez más perfecto, amparado
en el despliegue de la razón, de la técnica y de la ciencia.” (Forster, 1991:149).
En Las palabras y las cosas, Michel Foucault analiza cómo las condiciones de
positividad, propia de la episteme clásica, cambia profundamente, desaparece la teoría
de la representación como fundamento general de todos los órdenes posibles; se
desvanece el lenguaje en cuanto tabla espontánea y cuadrícula primera de las cosas,
como enlace indispensable entre la representación y los seres. A cambio se instala un
principio de inteligibilidad y abandono del espacio de la representación, el hombre a su
vez entra en el campo del saber occidental. El conocimiento se vuelve objetivo en la
medida en que el dominio de la representación está limitado de antemano. La
representación “se duplica”: representaciones cuyo papel es designar las
representaciones, analizarlas, componerlas y descomponerlas para hacer surgir en ellas,
21
con el sistema de sus identidades y de sus diferencias, el principio general de un orden.
(Foucault, 1996).
Para Foucault los museos y las bibliotecas son heterotopías6 propias de la cultura
occidental del siglo XIX. Lugares localizables, donde se yuxtaponen distintos tiempos y
espacios y donde subyace la idea de acumular todo, de establecer una especie de archivo
general, la voluntad de constituir lugares de todos los tiempos que están en sí mismos
fuera del tiempo e inaccesibles a sus estragos, el proyecto de organizar de esta forma un
tipo de acumulación perpetua e indefinida en un lugar inmóvil, esta idea total pertenece
a nuestra modernidad.
6
A diferencia de la utopía, la heterotopías son lugares reales, localizables.
22
Los museos de etnografía han jugado un rol primario en el nacimiento y el
desarrollo de la disciplina. Sin embargo, el sustento didáctico, metodológico y
epistemológico que los museos han podido constituir, en la actualidad se ha debilitado e
incluso suplantado por centros y laboratorios que han roto todo lazo con la
aproximación museológica propiamente dicha (Jamin, 1998).
Los museos clasificados como etnográficos o aquellos que albergan entre sus
colecciones objetos pertenecientes a la cultura material de los pueblos etnográficos se
rigen bajo el ideario de la modernidad. La modernización del mundo significa que el
mundo es, sobre todo, la representación que nos hacemos de él.7
En el Museo Moderno Occidental la ilusión de una relación entre las cosas toma
el lugar de una relación social. El coleccionista descubre y adquiere objetos salvajes. El
mundo objetivo está dado, y de este modo se ocultan las relaciones históricas de poder
en los trabajos de adquisición. La producción de significado en la clasificación y
exposición de museo está mistificada como una representación adecuada. El tiempo y el
7
“La Modernidad es ese proceso de racionalización que esencialmente se va a dar en Europa Occidental y
en sus hijas dilectas que son las Américas. Proceso de racionalización como forma de comprender pero al
mismo tiempo de estructurar el mundo, la historia y el lugar del hombre en esa historia. Proceso de
racionalización que suple a ese viejo representar religioso, y que Weber va a llamar el “desencantamiento
del mundo.” (Casullo, 1999:17).
23
orden de la colección pasa por alto y borra la labor social concreta de su realización
(Clifford, 1985).
8
En tres de las tradiciones antropológicas, un escenario institucional más característico fue quizás la
Sociedad Etnológica fundada en París en 1839, en Nueva York en 1842, y en Londres en 1843. Mientras
que para ese momento los materiales etnográficos eran incluidos en las colecciones de museos de cada
uno de estos países, el establecimiento de sus principales museos antropológicos sólo comenzó con la
fundación del Museo Peabody de Arqueología y Etnología en 1855” (Stoking, 1985).
24
etnográfico, persigue el objetivo de observar, describir, registrar, colectar, interpretar y
representar su modo de vida. El problema de la representación adopta connotaciones
particulares, muchas de ellas de carácter ético, desde el momento que su objeto de
estudio es el sujeto. Alcanzar los parámetros científicos propios de las ciencias naturales
- objetividad, experimentación, manipulación, control de las condiciones de producción
del conocimiento, entre otros- será una aspiración particularmente problemática para la
antropología.
9
“En efecto, las comunidades que aspiran hoy a superar los antiguos usos del museo pueden estar
condenándose a repetir las operaciones esencialistas de los museos etnográficos tradicionales. Lejos de
cuestionar realmente la función representativa de la institución, se retoma su valor de imagen para la
reflexión narcisista o para el adoctrinamiento político y cultural. Se obvia, de esta manera, la
problemática que hace tan semejantes las trayectorias de los museos y de la antropología: si se puede
hablar de esta paralelismo es no sólo porque desde sus orígenes el museo etnográfico ha ilustrado y
conformado incluso las teorías etnológicas, sino porque en la actualidad las formas de representación
museística se enfrentan a los mismos dilemas que los conceptos teóricos.” (Pazos, 1998:34).
25
reducida a la cultura material, se presentaba en la definición de un conocimiento
acabado, fijo y estandarizado. Los parámetros espacio-temporales constituyeron los ejes
organizativos de la diversidad, recortando bajo un sentido de “cultura pura” el lugar de
la identidad.
El sujeto que está detrás de los objetos exhibidos es caracterizado como portador
de una cultura simple y en extinción que, por un lado hay que rescatar o resguardar
acrecentando las colecciones de los museos y, por otro, hay que conquistar, civilizar.
Ese “Otro” cultural, será considerado por la etnografía no solo en cuanto a su cultura
material, que aparece como la poseedora del poder evocativo en los museos, sino
también en cuanto a su estructura física, sistemas de creencias, formas de organización
familiar, entre otros tópicos de la sistemática cultural.
Fueron dos los marcos teóricos explícitos de este período. El evolucionismo, que
construyó a ese “otro” cultural objeto de estudio desde la diferencia (el “otro” como
diferente a un nosotros) y el particularismo histórico en el que la “otredad cultural”,
atravesada por el principio de relativismo cultural y los estudios comparados, se
configuró como diversidad. 10
Las teorías evolucionistas de fines del siglo XIX, se trasladaron al análisis de las
culturas asociadas a una idea de linealidad y de progreso hacia la civilización. Así las
culturas no occidentales fueron organizadas en estadíos de lo más simple a lo más
complejo. Concebidas como “simples”, “primitivas”, “salvajes” o “bárbaras”, ocupaban
los primeros escalones de este ascenso a la civilización testimoniando los estadíos
primarios de la evolución de la humanidad.
10
Boivin define tres momentos constitutivos de la Antropología en Europa y Estados Unidos. Momentos
en los cuales se desarrollaron teorías que fueron dominante y que definieron y explicaron de manera
distinta el quehacer antropológico. “El primero de ellos surge a fines del siglo XIX en donde la
Antropología se constituyó como ciencia y la teoría que logró dominar el discurso antropológico fue el
evolucionismo. El segundo momento fue el que se desarrolló entre las dos guerras mundiales y se
caracterizó por la diversidad de teorías que tuvieron en común el intento de explicar la diversidad
cultural. Y el tercer momento, que comienza luego de la Segunda Guerra Mundial, en el cual las teorías
anteriores todavía siguen siendo dominantes pero aparecen las “otras”, las “no occidentales” que plantean
teorías alternativas sobre la otredad cultural.” (Boivin, 2007:7).
11
“Entre las dos guerras mundiales, en la antropología europea y norteamericana se producen dos hechos
importantes: la crisis del evolucionismo como paradigma único y la separación de la ciencia en escuelas
nacionales; aparecen así el estructuralismo y el funcionalismo inglés, el partiacularismo histórico en
Estados Unidos, la escuela histórico-cultural en Alemania y la escuela sociológica francesa. Cada una
26
observación de la cultura como totalidad, como un conjunto de partes indisolublemente
unidas, en la que cada una de ellas tiene relación con el todo. Así, se tornaba imposible
la operación de abstraer una parte de ese todo y encontrar los fundamentos del análisis
comparativo con sentido evolutivo. El análisis contextual de cada cultura desterró
definitivamente al etnocentrismo de la teoría antropológica e inauguró la mirada
relativista.
Las ideas teóricas y los mensajes ideológicos que se querían transmitir o que
parecen haber sido transmitidos mediante la disposición de los objetos materiales para ser
vistos por diversos públicos, fueron explícitamente declaradas por las agendas del general
Pitt Rivers y Franz Boas. Uno disponía los objetos linealmente, en términos de cualidades
formales o funcionales definidas externamente, para transmitir un mensaje etnocéntrico
de gradualismo evolutivo conservador. El otro los disponía contextualmente, buscando
preservar las múltiples funciones y significados internos de una forma dada, para
transmitir un mensaje de relativismo liberal (Carretero Pérez, 1996).
De acuerdo con Pazos (1998) el prototipo de museo de esta época sigue siendo
el de Pitt-Rivers. Descontextualizados de sus marcos culturales originales, los objetos,
eran sometidos a una ordenación de series evolutivas que van desde lo simple a lo
complejo, permitiendo así una visualización del ideario evolucionista.
elaboró teorías alternativas, muchas veces sin contacto entre ellas, pero todas tuvieron en común la crítica
al evolucionismo.” (Bovin, 2007:10).
27
Las representaciones de escenas, pretendían restituir las formas de vida, se
enmarcaban en las características propias del realismo espectacular: cuanto más
conseguido fuera el efecto de verosimilitud más reproducía al público su valor
pedagógico (Jackins, 1985).
28
siglo XX. “Las ambiciones generalistas de la antropología social y cultural fueron
redefinidas, dentro de la práctica de la etnografía de dos maneras. En primer lugar, se
atenuó la tendencia del siglo XIX a formular enunciados globales absolutos. Como
etnógrafo, el antropólogo centra sus esfuerzos en un holismo de una especie distinta: no
para formular enunciados universalmente válidos, sino para representar lo más plenamente
posible, un modo de vida particular. (…) La esencia de la representación holística en la
etnografía moderna no ha sido producir un catálogo o una enciclopedia (…) sino
contextualizar los elementos de una cultura y establecer entre ellos relaciones sistemáticas.
12
…“Muchos trabajos mencionaron la pérdida de visibilidad de los museos en las primeras décadas del
siglo XX frente a otras instituciones científicas y académicas, como los laboratorios y las universidades.
Asimismo, la crítica moderna y vanguardista a la cultura basada en el pasado colocó a los museos en un
lugar relativamente incómodo: traigamos a la memoria la idea, resonante hasta hace pocos años, de los
museos como meros basteones elitistas del conocimiento y del poder. Por ello, entre el esplendor del
presente y del siglo XIX media la sentencia de extinción de esas instituciones, carentes de razón de ser en
el mundo del futuro.”(Podgorni, 2005:258).
29
Compitiendo con la seducción de la inmediatez del trabajo de campo y la
ampliación del objeto de estudio hacia la sociedad compleja, el estudio de la cultura
material y los museos dejaron de ser espacios relevantes para la investigación. Las salas
de los museos quedaron reducidas a la condición de “anticuario” y, con ello, postergada
la reflexión en torno a las colecciones y su valor patrimonial.
Musée d´Ethnographie du
Trocadéro. 1928.
Fuente: Rev. Gradhiva, 1998.
31
I.5. El Museo de La Plata
Su modelo expositivo respondía a las formas propias de los museos de fines del
siglo XIX, principios del XX: vitrinas colmadas de piezas organizadas según clasificaciones
taxonómicas y donde se podían apreciar los valores patrimoniales de la Nación.13
13
“El visitante, luego del prólogo iconográfico del vestíbulo, iniciaba su recorrido en la sección
geológica y mineralógica, pasando después por los restos fósiles de sucesivas edades terrestres para
arribar, finalmente, en las salas dedicadas a la fauna actual de la República. En los patios interiores se
exponía un relato paralelo sobre la evolución del “hombre fósil y moral, trama que comenzaba a la
izquierda con una galería anatómica conteniendo cerca de mil cráneos y esqueletos de indígenas de
América Austral, desde el hombre de la época glacial hasta el indico últimamente vencido” y seguía en el
ala opuesta con los primeros pasos del hombre en la cultura ilustrados con piezas funerarias y de cultura
material pampeanas y patagónicas. En el primer piso, ese recorrido cultural continuaba con pequeñas
secciones dedicadas a las misiones jesuíticas y a la cerámica andina, a cuyos costados se encontraban,
finalmente, la sección de bellas artes y la biblioteca, punto de llegada y cúpula de la evolución argentina.”
(Fernández Bravo y otros, 2003).
32
Plata, creada en 1905. Es el momento en que Moreno deja la dirección y es reemplazado
por el Dr. Samuel A. Lafone Quevedo, quien se desempeña en este cargo hasta 1920,
momento en que es reemplazado por el Dr. Luis María Torres, hasta 1933. Este último,
publica en el año 1927 la Guía para visitar el Museo de La Plata, la cual contiene con
detalle la descripción de las colecciones, salas de exhibición y la departamentalización
de las distintas áreas científicas. En los párrafos seleccionados y seguidamente
transcriptos, referidos a las colecciones etnográficas, la disciplina y la sala, subyacen las
concepciones evolucionista y positivista.
“Así podrá observarse toda la serie de fenómenos vitales y aún los medios en
que se han desarrollado, pudiendo estudiarse desde origen tan remoto la marcha seguida
por nuestra civilización hasta sus grandes conquistas actuales.
La historia universal nos enseña que las necesidades de los pueblos del presente,
a cuyo impulso se realizan hazañas como la fundación de La Plata, concuerdan en el
orden social con las primeras emigraciones y las humildes agrupaciones de seres
inferiores, casi informes, en la infancia de la vida de nuestro globo; y es la historia de
estos precursores -de los extinguidos, de los que aún viven y la de los fenómenos que
los animan, -la de los medios en que actuaron o actúan, regido todo por las mismas
leyes generales, la que contarán al visitante las colecciones expuestas en las galerías del
Museo.” (Torres, 1927:6).
“Por otra parte, la evolución de los pueblos aborígenes no se presenta con los
mismos caracteres en todos los casos, habiéndose realizado en desigual duración de
tiempo; es decir, que unos han cumplido todo su proceso cultural y otros se han
detenido en alguno de los estados de evolución primitiva sin llegar a cierto grado de
perfeccionamiento.”(Torres, 1927:263).
33
“Para ese entonces arqueología y etnografía formaban un único departamento.
Los materiales arqueológicos estaban distribuidos en dos grandes salas: la primera de
arqueología extra argentina y la segunda que reúne a lo que podemos llamar arqueología
de nuestro territorio. (…) En la sala XXII se presenta todo el conjunto existente de valor
etnográfico de la Argentina y el resto de América.” (Torres, 1927:266).
“En la sala XXII se exhiben sólo una parte de las colecciones de etnografía
argentina y sudamericana. Los ejemplares que corresponden a los pueblos indígenas de
otras partes del mundo, se guardan, debidamente conservados, en los depósitos y
laboratorios del departamento. (…) en las grandes vitrinas, que son catorce, se distribuyen
los objetos según un orden geográfico y etnográfico, seleccionando los ejemplares que
pertenecen a la casi totalidad de los elementos del ajuar doméstico de los pueblos
indígenas protohistóricos y modernos que figuran en nuestra exhibición. (…) en las
recordadas grandes vitrinas como en las mesas y otras vitrinas laterales se distribuyen:
objetos, instrumentos y armas de los grupos étnicos del Chaco, Misiones, Pampa,
Patagonia, Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil, Ecuador, Perú, etc.” (Torres, 1927:292).
Según Teruggi (1994) hasta 1984 en la historia del Museo de La Plata han sido
reconocidas dos grandes épocas según el estilo expositivo. La primera abarca desde
1884 -1940 y la segunda hasta 1984.
34
Estas intervenciones aisladas modificaron parcialmente el guión global original
del museo. Si bien se alude en esta revisión descriptiva a las formas expositivas, las
innovaciones en esta área no aparecen expuestas en este análisis como el resultado de un
debate científico sino como la expresión de una necesidad de innovación atendiendo al
movimiento que se dio universalmente en los museos y a los requerimientos del público.
14
“El salón alto a la izquierda, situado sobre el que ocupa la antropología anatómica, contiene las
colecciones de comparación arqueológicas y etnográficas antiguas y modernas, (…); también una serie
etnográfica de Polinesia, y entre esta algunos objetos recogidos en Chile, indicando así antiguas
emigraciones, piezas que son de la más grande importancia. Además, series etnográficas del gran Chaco,
Patagonia y Tierra del Fuego, Bolivia, Paraguay y Brasil y una pequeña sección egipcia ocupan también
esa sala.” (Moreno, 1890:23).
35
Capítulo II
EL PROBLEMA DE LA RE-PRESENTACIÓN
36
Capítulo II: EL PROBLEMA DE LA RE-PRESENTACIÓN
37
profundamente las metodologías y formas de abordaje de los fenómenos sociales,
pasados y presentes, sin perder de vista la perspectiva propia de la disciplina,
“adueñada” del análisis de la diversidad de las manifestaciones culturales en tiempo y
lugar.15
15
El trabajo de campo etnográfico en la modalidad de observación participativa podría seguir siendo
durante un tiempo la característica principal de la investigación antropológica, pero las circunstancias
cambiantes de los otros que tradicionalmente han sido su sujeto objeto, y su cambiante relación con el
mundo europeo, ya han cambiado el carácter del trabajo de campo y reducido su importancia relativa
(Stoking, 1985). A lo cual debemos sumar la incorporación del estudio de la sociedad de pertenencia del
antropólogo.
38
2) la aparición de las comunidades como sujetos con intereses explícitos y decididos,
que chocan con los intereses y formas museísticas tradicionales (Pazos, 1998).
16
Ejemplos de renovaciones recientes de los museos de antropología de Canadá, Francia, EEUU.
39
como al exterior del museo, ofrece la posibilidad de entender mejor la vida social de los
objetos: los rituales de toma de posesión, las manipulaciones en las
recontextualizaciones culturales y las transformaciones de sentido. Por último, el
análisis del objeto en sus aspectos formales, su condición material, estética, social y
simbólica. Sin duda, se trata, para todos los casos, de aproximaciones complementarias
(Turgeon y Dibuc, 2002).
17
Otras versiones más moderadas vienen a ocupar los lugares de esta reflexión. La antropología
interpretativa (Geertz), la sobremodernidad y la inversión de la mirada hacia la sociedad compleja
(Auge), el constructivismo social (Berger y Lukmann, Bourdieu), el paradigma de complejidad (Morin),
el paradigma emergente (Miguelez).
40
amenaza homogeneizante de la globalización anticipada por los teóricos resultó en el
resurgimiento de las identidades locales, la visibilidad de las minorías y conjuntamente
la pluralidad de visiones del mundo, “dato” de la realidad que la antropología ya había
incorporado desde el relativismo cultural.
Junto con el fin del imperialismo y el colonialismo, otro gran factor ha venido a
resultar determinante para la disolución de la idea de historia y para el fin de la
modernidad: se trata del advenimiento de la sociedad de la comunicación. (…) Esta
explosión de los mass media viene acompañada de una pluralidad de miradas.” (…).
Realidad, para nosotros es, más bien el resultado del entrecruzarse, del
“contaminarse” de las múltiples imágenes, interpretaciones y reconstrucciones que
compiten entre sí, o que, de cualquier manera, sin coordinación central alguna
distribuyen los mass media.18
18
“Filósofos nihilistas como Nietzche y Heidegger (pero también pragmáticos como Dewey o
Wittgenstein), al mostrarnos que el ser no coincide necesariamente con lo que es estable, fijo y
permanente, sino que tiene que ver más bien con el evento, el consenso, el diálogo y la interpretación, se
esfuerzan por hacernos capaces de recibir esta experiencia de oscilación del mundo posmoderno como
chance de un nuevo modo de ser (quizás, al fin) humano.” (Vattimo, 1990:87).
41
Cuestionada la realidad, por definición queda cuestionada su representación.
19
“La crisis del pensamiento social, del pensamiento filosófico, del pensamiento científico de fines del
siglo XIX y principios del siglo XX pone en cuestión la posibilidad de construir sistemas explicativos y
omniabarcativos.” (Casullo, 2004:151).
42
exploradas estas cuestiones, en las teorías filosóficas y literarias de la interpretación; de
ahí la importancia que estas cobran ahora como fuente de inspiración de la reflexión
teórica y autocrítica en tantas disciplinas.” (Marcus y Fischer, 2002:30).
43
A pesar de las limitaciones que una exhibición tiene por naturaleza, ellas vienen
siendo reformuladas en el marco de un nuevo paradigma, en donde los museos no son
ya los depositarios de la “verdad” y donde cabe la incertidumbre y la multiplicidad de
miradas, de manera que el visitante encuentre la cuña por donde proyectar su propia
“visión del mundo”. Las exhibiciones etnográficas son sólo una forma posible de
recrear una porción fragmentada de la realidad bajo un conjunto de supuestos teóricos y
epistemológicos y en las cuales se filtran las intenciones hacia el visitante por parte de
los curadores. La explicitación de estos supuestos permite, en primer lugar, dar cuenta
del recorrido y las elecciones curatoriales. Por otro lado, sin el conocimiento de estos
supuestos no existe ninguna posibilidad de evaluación de su eficacia comunicativa y su
misión educativa. La crisis de la representación aludida por Marcus y Fischer demanda,
en este estado de cosas, la plena conciencia de la intervención de los diversos intérpretes
que están inmersos en los distintos contextos discursivos. El primero de ellos, el del
etnógrafo y el trabajo de campo; el segundo, el de los curadores y la sala de exhibición,
entendida como el contexto privilegiado y explícito de re-presentación del conocimiento
antropológico en el museo. Por último, un nuevo intérprete define el contexto de
apropiación, el visitante. El pasaje de un contexto discursivo a otro es el lugar donde se
define una ética de la representación, un lugar lleno de interferencias y ambigüedades
donde se gesta la posibilidad de abrir un espacio de reflexión acerca de la relación
“nosotros-otros”.
Cuando los objetos pasan a formar parte de las colecciones de un museo, salen
del circuito utilitario para ingresar en nuevos circuitos semióticos “Todo objeto visible
encuentra un valor que reside en su capacidad de servir a la producción de otra cosa
para la que ha sido consumido.” (Pomian, 1990:178).
20
Ciertas clases de objetos han sido cambiadas de un contexto a otro. Pero hablando en términos
generales, el museo etnográfico y el museo artístico han desarrollado modos fundamentales diferentes de
clasificación.
Pero en términos generales el museo etnográfico y el museo artístico han desarrollado modos
fundamentalmente diferentes de clasificación. En el primero, una escultura se expone junto con otros
objetos de similar función, o en proximidad a objetos pertenecientes al mismo grupo cultural, incluyendo
artefactos utilitarios (cucharas, cuencos, lanzas, etc.). Una máscara o estatua puede ser agrupada junto a
objetos formalmente disímiles, explicada como parte de un complejo ritual o institucional. Los nombres
de los escultores individuales son desconocidos, o suprimidos. En el museo de arte, una escultura es
identificada como la creación de un individuo. Su ubicación en las prácticas culturales cotidianas
(incluyendo el mercado) es irrelevante a su significado esencial. Mientras que en el museo etnográfico un
44
colecciones a una adjudicación mecánica de sentido, que busca la adecuación entre el
objeto y porciones de discurso etnográfico, dando como resultado un concepto
reduccionista y estático de cultura y, en consecuencia, las exhibiciones depositan en el
objeto en sí el poder evocativo acerca de la cultura, siempre con referencia al pasado.
Por otro lado, el observador encargado de la reconstrucción de dichos contextos queda
fuera de la secuencia analítica e implicado sólo en un proceso selectivo de “lo dicho”
por otros. En este nivel de análisis, necesario y válido para la organización de un museo,
la colección es pensada como un sistema cerrado, restringiendo las posibles
interpretaciones y, con ella, sus potencialidades expositivas. Los valores aparecen como
fijos y atrapados en la materia. Su interpretación adopta, entonces, un carácter
reconstructivo que evoca, a través de la cultura material, a un sujeto ausente.
“La abdicación empirista tiene en su favor todas las apariencias y todas las
aprobaciones porque, al ahorrarse la construcción, deja al mundo social tal cual es, al
orden establecido, las operaciones esenciales de la construcción científica, la elección
del problema, la elaboración del concepto y categorías de análisis, y cumple así, aunque
sea por omisión, una función básicamente conservadora, la de ratificar la doxa.”
(Bourdieu, 1995:182).
45
puede experimentarse en su modalidad más fuerte en las exhibiciones trans-culturales,
pero debería surgir en toda exhibición. Casi por definición el público no llega a las
exhibiciones con todo el bagaje de recursos culturales necesario para comprenderlas, de
otra manera, no tendría sentido exhibirlas. Los públicos tienen dos elecciones posibles:
o bien definen su experiencia de la exhibición de manera que encaje en las categorías de
conocimiento existentes, o bien reorganizan sus categorías para que ajusten mejor con
su experiencia. En forma ideal, es el shock del no reconocimiento lo que permite al
público elegir la última alternativa. El desafío para los creadores de exhibiciones es
proporcionar dentro de las mismas los contextos y recursos que permitan a la audiencia
elegir la reorganización de su conocimiento (Karp, 1991).
21
…lo que está en juego en las luchas por controlar objetos y modos de exhibirlos es la articulación de la
identidad. Las exhibiciones representan la identidad, sea directamente, a través de afirmaciones, o
indirectamente, por implicancia. Cuando hay “otros” culturales involucrados, las exhibiciones nos dicen
quiénes somos y, lo que quizás sea más significativo, quiénes no somos. Las exhibiciones son escenarios
privilegiados para presentar imágenes de uno mismo y del otro.
Desde este punto de vista los agentes más poderosos en la construcción de la identidad parecen ser no los
productores de los objetos ni el público, sino los mismos constructores de la exhibición, quienes tienen el
poder para mediar entre partes que no tendrán contacto directo (Kaine,2002).
46
El museo, en cuanto que es representación de prácticas y formas de vida, no
puede sino expresar la paradoja propia de toda teoría cultural (que es también de
naturaleza representacional o expositiva): el interés por describir y mostrar de la manera
más fidedigna y completa un modo de vida, en toda sus singularidad y complejidad,
solo experimentará frustración de unas formas de representación que, como tales,
simplifican, reducen o sesgan el carácter propio de las culturas. Es lo que revelan en
toda su complejidad las paradojas de la “nueva museología.” (Pazos, 1998:41).22
22
“La crítica cultural contemporánea es típicamente caracterizada como una competencia entre dos
tradiciones intelectuales: el gran canon del iluminismo europeo y sus expresiones modernistas, por un
lado, el cual al decir de muchos debería ser derrocado debido a su etnocentrismo, y las críticas del
posmodernismo, por el otro lado, las cuales son presentadas como los multidireccionales y liberadores
vientos de cambio.” (Pazos, 1998).
47
como un conjunto de prácticas y valores fijos en el tiempo.
48
Colección/tipología Colección
Recolección en el marco del colonialismo Construcción de diversos contextos de
expansionista. significación.
Apropiación conflictiva. La colección como un sistema abierto:
La colección como sistema cerrado: el objeto signo.
el objeto cosa.
El visitante El visitante
Pasivo. Incorporación lineal de un capital Activo, proyección de su capital cultural.
científico.
23
El Museo de las Civilizaciones de Quai Branly (París), inaugurado en el 2006, es un ejemplo de
redefinición de la vocación de la institución. Siguiendo el modelo generado por el Museo Canadiense de
la Civilización de Gatineau, desarrolló nuevas prácticas a fin de romper con el evolucionismo. Emmanel
Desveaux, director del proyecto, se propone desarrollar prácticas que rompan con el evolucionismo y
nuevas perspectivas para la clasificación y exhibición de los objetos. Afirma claramente su preocupación
por evitar las trampas de la ficción, así como a las del mercado, las cuestiones de las nuevas instituciones,
simplemente no se pueden ignorar.
49
conocimientos. Una teoría semiótica provee los elementos que permiten extraer del
objeto/cosa el mundo de significaciones del que puede ser motivo, tanto en sus aspectos
formales como en sus aspectos simbólicos. La teoría de la comunicación aporta el
análisis de los aspectos multifacéticos de la codificación y decodificación de los
mensajes, la retroalimentación, circuitos de transferencia, metas y eficacia
comunicativa. Las teorías sistémicas en su carácter de metateoría modelan los resortes
epistemológicos para una comprensión relacional del mundo.
24
También denominada museología de las interacciones (Galindo Castro, 2004).
25
Es interesante el llamado de atención que hace Lorenc Prat sobre los límites de la innovación y la
tendencia a la espectacularidad: “Esto ha provocado un efecto progresivo, una escalada, en la
espectacularización de muchas activaciones y restyling patrimoniales recientes, una confluencia con la
lógica del mercado del ocio, y por tanto de la trivialización, que las acerca a los parques temáticos, a
veces casi a los parques de atracciones, con una reducción extrema de la polisemia de los elementos, en
ocasiones casi con una total pérdida de significado, primando la sensación, el juego, la gratificación
inmediata y superficial por encima de la reflexión interactiva, apelando con frecuencia, paradójicamente,
a la interactividad, así como a una confusión, no sé si por necesidades justificativas, entre didáctica y
banalidad.”(Prat, 2005).
50
Así, los museos y particularmente las exposiciones se han constituido en
espacios de reflexión. Sus propuestas se han vuelto más pretenciosas respecto del tipo e
intensidad de impacto que pretenden provocar en el visitante, ampliando las formas de
percepción e incluyendo en su discurso tanto la certeza como la duda, provocando
intencionalmente una incertidumbre creativa.
26
Aunque sus características responden en gran parte a los museos del siglo XIX, preferimos el término
tradicional para evitar referencias temporales.
51
Museo tradicional Nueva museología
La exhibición como expresión del conocimiento La exhibición como una forma posible de
“verdadero”. exponer ideas probables.
52
programas audiovisuales explicativos, docentes que dirigen visitas guiadas, panfletos y
catálogos, programas educativos, y conferencias y representaciones. Otra forma de
contextualizarlos es por medio de otros objetos, a menudo en relación con una clasificación
o arreglo esquemático de algún tipo, basado en tipología de forma o relaciones históricas
propuestas y a veces incluso se extienden a las circunstancias de la excavación, colecta y
conservación. Hay tantos contextos para un objeto como estrategias interpretativas
(Kirshenblatt-Gimblett, 1991).
53
conocimiento personal de la exhibición y el proceso de ganancia del conocimiento es,
en sí, un acto constructivo. Es lo que se denomina museo constructivista (Hein, 1999).
54
reconocimiento de estas instituciones de la necesidad de conocer más a fondo a sus
visitantes, para desarrollar propuestas actualizadas acordes a sus expectativas.
El museo era el límite entre el espacio exterior del campo, donde se obtuvo el
conocimiento antropológico y el interior del museo, el sitio donde el conocimiento
etnográfico se re-presenta. Hoy los museos tienden a constituirse en instituciones
“foro”, es decir, lugares de encuentro, reflexión y debate, tendientes a generar un campo
de interacciones, aprendizajes mutuos y co-gestión.
Países como Estados Unidos, Canadá y Australia (Turgeon, 2002) son ejemplo del
desarrollo de una política de inclusión y diálogo, incorporando nuevos actores sociales
que encuentran en el museo un espacio propicio para preservar su memoria y activar
dispositivos de construcción de identidad. Las experiencias son diversas y se centran en
torno a temas como la restitución, particularmente de los restos humanos de ancestros y
objetos de carácter ritual y/o sagrado como el ajuar, y la participación en la elaboración de
los mensajes que, destinados al público general, dan cuenta de su historia y sus saberes.27
27
En Canadá se reunió un grupo de trabajo compuesto por miembros de la asamblea de Primeras
Naciones (una asociación indígena nacional) y la Asociación canadiense de Museos. Se gestó un informe
presentado en 1992 con medidas destinadas a incluir a los nativos en cada paso de la gestión de la
colección y construir un nuevo museo con la participación de las comunidades nativas.
En Estados Unidos, las medidas legales tomaron la forma de la Native American Graves Ley de
Protección y Repatriación (NAGPRA). Esta legislación dio a las comunidades indígenas el derecho a
recuperar los restos humanos y objetos asociados de los museos estatales (Turgeon, 2002).
28
Estos son: El Museo de Antropología de la Universidad de Columbia Británica, El Museo y Centro
Cultural Kwagiulth de la costa oriental de la isla Vancuver, El Museo Real de Columbia Británica y el
Centro Cultural U’mita de la isla Carmorant.
55
moral: un juego de tira y afloja, un conjunto de intercambios cargado de poder.”
(Clifford, 1999:238).
Esta zona de contacto conserva un núcleo estable y una frontera flexible, el espacio
de intercambio. “En la medida en que los museos entienden que interactúan con
comunidades específicas a través de tales fronteras y que no se limitan simplemente a
educar o edificar a un público, comienzan a intervenir, en forma consciente y a veces
autocrítica, en historias de contacto. Hemos visto algunas de las formas en que las prácticas
museológicas en cuanto a la recolección y exhibición adquieren otro aspecto, cuando se las
considera en una perspectiva de contacto. Los centros se convierten en fronteras, cruzadas
por los objetos y sus hacedores. Tales cruces nunca son libres y sin duda están bloqueados
rutinariamente por los presupuestos y el control curatorial, por las definiciones restrictivas
de arte y cultura, por la hostilidad y la incomprensión de la comunidad. Los ejemplos que
he elegido hasta ahora sugieren modos de negociar más democráticamente esas fronteras,
elección que refleja la orientación reformista de mi análisis.”
56
Capítulo III
ESPACIOS, OBJETOS E INTÉRPRETES
57
Capítulo III: ESPACIOS, OB JETOS E INTÉRPRETES
58
idea, según este razonamiento, es el producto emergente de actos de distinción que
ejecuta el observador en su entorno. Esa visión de la idea justifica, a posteriori la
consideración del vínculo observador-entorno” (Lahitte, 1995:31). Esto es válido para
cualquier experiencia cognitiva.30
La explicación de la significación tendrá que partir del modo en que el ser humano
expresa cómo ese fenómeno ha entrado en su mundo de experiencia. Lo expresa
enunciándolo y entra en su mundo interpretando los enunciados (pan-semióticos) de su
aprendizaje. El enunciado que él produce y los enunciados aprendidos constituye el
corpus necesario para fundamentar cualquier investigación que pretenda explicar el
significado atribuido a los fenómenos de su entorno (Magariños de Morentín, 2008).
Partimos de la idea de que cuando los objetos pasan a formar parte de las
colecciones de un museo, salen del circuito utilitario para ingresar en nuevos ámbitos
semióticos. Como expresa K. Pomian (1990) todo objeto visible encuentra un valor que
reside en su capacidad de servir a la producción de algún sentido diferente de aquel por
el cual ha sido construido o consumido. Es decir que, el conjunto de significaciones de
las que será embestido un objeto de colección depende de la entramada red de
relaciones semióticas (icónicas, simbólicas e indiciales) establecidas en algún contexto
particular, para cierto intérprete en el marco de una comunidad dada.
30
“La mente, en términos de Bateson (1981) no es un fenómeno interior al organismo-sujeto, los límites
del sistema ecomental para este autor sobrepasa los límites biológicos del organismo. (…) E l valor de la
obra de Bateson reside en sacar la mente de sus envolturas corpóreas, para corporizarla en los múltiples
canales de comunicación interorganísmicos. La mente constituye un sistema de comunicación cuyo
contexto está delimitado por su propio operar, por su funcionamiento, a través de vías y circuitos en los
cuales es posible generar información a partir de la experiencia.
Esa información emerge de la extracción de diferencias, de los actos de distinción del organismo sujeto
inmerso en el sistema ecomental. El sujeto de la acción corporiza la mente a través de sus productos, las
ideas que emergen de la relación como registros de la experiencia vivida (mensajes, datos, esquemas de
acción).” (Lahitte, 1995:55).
59
Desde aquí es posible asumir un concepto dinámico de patrimonio. Los valores
adjudicados a un bien patrimonial son recreados por diferentes intérpretes (en instancias
individuales y colectivas). “El patrimonio surge cuando una comunidad cultural le da
forma a esos lazos de conectividad y pertenencia, otorgándole calidad de representación a
los bienes tangibles e intangibles que elige valorar. Hace visibles esos lazos creando
constantemente significados que se plasman en danzas, cantos, esculturas o arquitecturas
y tantas otras formas creativas. Hay que reconocer, por tanto, que el patrimonio se halla
en constante redefinición y movimiento. Dicho de otra manera, lo que mantiene en vida el
patrimonio es que los individuos de la comunidad cultural recuerden y recreen su
significado en cada período histórico.” (Arizpe y Nalda, 2002:210).
En cada uno de ellos es necesario identificar los referentes, los intérpretes y las
relaciones de producción de sentido. Los preceptos de la epistemología relacional, la
semiótica y la teoría de la comunicación estarán referenciados en la experiencia del
observador-visitante en la sala de exhibición. La identificación de estos tres contextos
permitirá, luego, establecer las relaciones inter-textuales e indagar acerca de la
condición de re-presentación de las salas de exhibición.
60
Esta magnitud se articula con la macrosemiótica de las lenguas naturales y puede
ser entendida como el campo de ejercicio de variadas prácticas a través del recorte en
su interior de toda una serie de discursos.
61
Esa información emerge de la extracción de diferencias, de los actos de
distinción del organismo sujeto inmerso en el sistema ecomental. El sujeto de la acción
corporiza la mente a través de sus productos, las ideas que emergen de la relación como
registros de la experiencia vivida (mensajes, datos, esquemas de acción). Es imperioso,
que se hagan explícitas y se comprendan las bases epistemológicas que subyacen a
todas nuestras pautas de conducta, nuestras acciones, nuestras percepciones y nuestras
reflexiones y conceptualizaciones acerca de la experiencia (Lahitte, 1996).31
31
En cada sociedad los individuos co-construyen la idea de realidad en el propio compartir de las
experiencias personales. Esta idea nuevamente, explicita el consenso en cuanto al universo de
significación y, también, en cuanto a la responsabilidad de las acciones. (…) La palabra cognición
necesita ser explicitada (…) en sentido figurado significa aquello que es configurado, aquello que co-
contruimos. Los conocimientos se organizan y estructuran o, en términos de Denis (1984), se definen
funciones referenciales y funciones elaboradas que permiten la formación de las imágenes. (…) sin
embargo, debe quedar en claro que nosotros no somos conscientes del proceso por el cual estas imágenes
se forman. Sabemos que formamos imágenes, sabemos qué imágenes formamos, pero no sabemos cómo.
Las imágenes siempre son retrospectivas (Lahitte, 1996).
62
En consecuencia, el corpus de análisis estará constituido por el conjunto de
propuestas perceptuales (discursos verbales, imágenes visuales, comportamientos, etc.)
que le confieren calidad ontológica al fenómeno en estudio. Lo que podemos obtener
(en este análisis) son los modos de atribuirle existencia, siendo las formas de existencia
atribuidas las que constituyen su significación.
63
entender la configuración de las colecciones, su distribución en el espacio expositivo, la
disposición de los objetos al interior de la vitrina, su articulación con otros recursos que
acompañan su puesta en escena, tanto como las ideas vigentes sobre el otro cultural, la
intención de los curadores hacia los visitantes, la concepción acerca de los modos de
apropiación del conocimiento, el diseño de una política institucional, el momento
histórico en que se gesta, y las condiciones materiales de su producción.
“El significado resulta ser la compleja red de relaciones que pueden identificarse
entre los diversos (todos, en la medida en que puedan ser recuperados) sentidos
efectivamente vigentes en determinada comunidad; o sea, el conjunto de todas las
interpretaciones explícitas que recibe el fenómeno en estudio, que es a lo que también
puede denominarse el mundo semiótico posible construido acerca de tal fenómeno.”
64
(Magariños de Morentin, 2008:69).32
Para Peirce representar es “estar en lugar de otro, es decir, estar en tal relación
con otro que, para ciertos propósitos, se sea tratado por ciertas mentes como si se fuera
ese otro” (1986:43). En el signo recae la concreción de esta relación.
32
“…considero sentido a determinada y puntual interpretación explícita de un fenómeno, según resulta
construida a partir de determinada propuesta perceptual (texto, icono, exhibición, ritual) que a tal
fenómeno se refiera. Un mismo fenómeno adquirirá por tanto distintos sentidos, cada uno proveniente de
cada una de las semiosis sustituyentes que lo construyan. Una de las tareas analíticas de toda
investigación consistirá, por tanto, en identificar los diferentes sentidos vigentes en determinada
comunidad acerca de determinado fenómeno. … Al conjunto de los diferentes sentidos, relativos a un
mismo fenómeno y vigentes en un momento determinado de una comunidad determinada, lo incluyo en el
concepto de significado, que queda así constituido como el mundo semiótico posible de la totalidad de las
interpretaciones explícitas que recibe determinado fenómeno en estudio (el concepto de mundo semiótico
posible es próximo al de formación discursiva de Foucault, sólo que éste lo limita a una arquitectura
constituida exclusivamente por enunciados verbales, mientras que el MSP abarca todas las semiosis
posibles efectivamente utilizadas en determinada sociedad.” (Magariños de Morentín, 2008:69).
65
El representamen o representación de algo, es el signo como elemento inicial
de toda semiosis. Casi siempre es fruto del artificio o de la arbitrariedad de quienes lo
crean, como sucede con las lenguas. Se define siempre “por alguna relación”.
33
La incorporación del intérprete hace la diferencia con las propuestas estructuralistas que definen al
signo como una unidad de dos caras, de naturaleza psíquica, el significante y el significado. Los estudios
estructuralistas buscan describir la estructura interna del lenguaje (icónico, simbólico o indicial)
independientemente del contenido semántico del mensaje y de su eficacia comunicativa. El interés se
centra en el análisis del sistema de la lengua como conjunto inconsciente de reglas que permiten a
cualquier individuo ser un buen hablante de su lengua materna. Estos estudios formales dejan de lado la
circunstancia particular en la que se da la situación comunicativa, abandonando así el nivel de la
pragmática.
34
“A los fenómenos (…) los construimos, o sea, les conferimos existencia ontológica, en definitiva, los
construimos ontológicamente, al nombrarlos y al enunciarlos o representarlos. … o sea, sólo se conoce lo
enunciable (teniendo en cuenta que “lo enunciable” no equivale, sólo, a lo verbalizable, sino que abarca
toda forma de enunciación semiótica, sea ésta mediante iconos, índices o símbolos; de dónde surge el
texto pan-semiótico)” (Magariños de Morentín, 2008:75).
66
Según Peirce toda la realidad puede ser comprendida a partir de tres categorías
que permiten unificar aquello que es complejo y múltiple, a saber:
c) El tercer correlato (o terceridad): está formado por las leyes que rigen el
funcionamiento de los fenómenos, es una categoría general que da validez lógica
y ordena lo real. La terceridad realiza, el enlace lógico entre primeridad y
secundidad, o sea, establece las condiciones hipotéticas para que algo ocurra.
67
REPRESENTAMEN
[EN ALGUNA
RELACIÓN]
SIGNO
FUNDAMENTO INTERPRETANTE
[POR ALGO] [PARA ALGUIEN]
68
(intérprete), siempre será posible adjudicar significado a cualquier acontecer
(representamen) a través de la operación de sustitución (fundamento).35 Llamamos a
esta operación la facultad semiótica. El objeto de colección “en cuanto objeto
semiótico recibe la eficacia de todos los discursos (o los que conozca el intérprete) que
se han referido a él (en su particularidad o en su carácter general de comportamiento)
(Magariños de Morentín, 2008).
35
“Para que algo sea un Signo, debe “representar”, como solemos decir, a otra cosa, llamada su Objeto,
aunque la condición de que el signo debe ser distinto de su Objeto es, tal vez, arbitraria, porque, si
extremamos la insistencia en ella, podríamos hacer por lo menos una excepción en el caso de un Signo
que es parte de un Signo”. (Peirce, 1986:23)
36
… “tanto los objetos como los comportamientos pueden adoptar o ser considerados desde alguna de
esas dos perspectivas: o son objetos semióticos y entonces la tarea es establecer de qué textos pan-
semióticos han recibido la calidad con la que son percibidos; o son signos y entonces son textos indiciales
capaces de producir el significado de otra cosa diferente de ellos mismos.” (Magariños de Morentín,
2008:73).
37
En este trabajo se referencia al trabajo de campo como contexto de recolección, sin abordar el análisis
histórico-político de la circunstancia de la recolección.
69
reconocer un contexto de recolección pautado desde una situación de encuentro.
Promovido por diversos intereses, el trabajo de campo acompañaba la recolección de
objetos con un registro minucioso del “modo de vida” de los grupos estudiados. Es
decir, que una colección es calificada como etnográfica por una condición que hereda
desde el momento de su recolección: la presencia del sujeto creador o grupo cultural de
pertenencia.
Ahora bien, desde este punto de vista, necesario y válido para la organización de
un museo, la colección es pensada como un sistema cerrado, limitando las posibles
interpretaciones y con ello, sus potencialidades expositivas. Los valores aparecen como
fijos y atrapados en la materia, y su análisis adopta un carácter reconstructivo que
evoca, a través de la cultura material, a un sujeto ausente.
70
motivo la búsqueda de relación: intuición/regla, regla/propiedad sensible, propiedad
sensible/dimensión, dimensión/entendimiento, entendimiento/configuración, podemos
controlar nuestros propios determinismos.” (Lahitte, 1996:60).
71
confección, participantes, que reflejan una práctica social. Permite leer la
correspondencia entre la forma, la materia y la función específica que le es
culturalmente asignada al objeto.
Por último, el sistema simbólico que refiere al ámbito de los significados que
cada comunidad da al referente objeto.
Sabemos que antes de ser construido el objeto fue pensado, la técnica, antes de
ser utilizada, fue aprendida, la materia, antes de ser modelada, fue adquirida, fue
concebida como posibilidad. Su análisis devela aspectos multifacéticos y sus mensajes
podrán ser decodificados en la medida en que se los incluya en contextos significativos,
creando así un juego de correspondencias entre las diferenciaciones formales y sus
significados funcionales, estilísticos, simbólicos, económicos, sociológicos, étnicos,
entre otros (Bromberger, 1979).
LA DOBLE INTERPRETACIÓN
DEL NATIVO
Y EL ANTROPÓLOGO
[PARA ALGUIEN]
OBJETO
ETNOGRÁFICO
73
referencia a una suerte de idea, que a veces he llamado el fundamento del
representamen.” (Pierce, 1986: 22).
La elección de las distintas semiosis (icónica, simbólica e indicial) y su
combinación en la configuración de un espacio expositivo no responde a los requisitos
de modernización impuestos a este tipo de institución en las últimas décadas ante las
nuevas demandas del público. La incorporación de nuevas tecnologías no garantiza, por
sí sola, el cumplimiento de los objetivos. Su eficacia comunicativa reside en la
posibilidad de generar ciertas asociaciones cognitivas, las posibilidades de construcción
de sentido acotado según las intenciones de los curadores. No hay por definición un
recurso expositivo que dé cuenta de una idea de forma unívoca. No hay una disposición
espacial de los objetos de colección que pueda ser pensada como la forma obligada para
la mejor interpretación. Las posibilidades de combinación se nos presentan de forma
casi ilimitada, y cada concreción es el resultado del análisis explícito y la elección
consciente en función de un objetivo. Cada elección, cada contexto de interpretación y
cada disposición en el recorrido, responde a una intención desde la cual se verifica o no
cierta correspondencia entre la idea y su expresión. La explicitación de los criterios que
gobiernan dichas elecciones es el resultado de un proceso que tiende a reducir la
arbitrariedad propia de la construcción sentido. En este espacio intersemiótico, cada
signo adquiere su especificidad pero su interpretación no será posible sino en el
conjunto de las relaciones contextuales.
74
Lo que llamamos el mundo sensible se convierte así en el objeto, sin exclusión
de ninguna parcela, de la búsqueda de la significación; el mundo se revela en su
conjunto y en sus articulaciones más menudas, como una virtualidad de sentido o
condición que sea sometida a una forma por lo menos mínima. Por obra de esta forma,
la significación puede introducirse bajo todas las apariencias sensibles. Así, está detrás
de los sonidos, las imágenes, los olores y de los sabores, sin que por ello esté en ellos en
cuanto puros soportes informes de nuestra percepción formadora (Zunzunegui, 2003).
Cuadro 2
EL CURADOR
[PARA ALGUIEN]
OBJETO
MUSEOLOGICO
LA PERTENENCIA CONTEXTO
UN CONTEXTO DE DISCURSIVO
RECOLECCIÓN (O DE ENUNCIACIÓN)
ESPECÍFICO [EN ALGUNA
[POR ALGO] RELACIÓN]
Todo signo es a su vez una parte de otro signo, de manera que la definición de
estos niveles es el resultado del interés analítico que lo justifica. En cada uno de ellos se
pueden reconocer múltiples contextos de significación según el modo en que un objeto
semiótico sea interpretado dentro del sistema. A partir de la relación entre estos tres
75
componentes es que el objeto semiótico adquiere un valor. Desde allí se explicitan los
caminos argumentales y cognitivos para la construcción de sentido.
Las intenciones del primer interpretante, ese sujeto colectivo que busca
materializar las ideas en la textualidad de la sala, propone, al segundo interpretante,
también conformado por ese sujeto colectivo y anónimo que es el visitante, un espacio
reglado, un espacio significante e intersemiótico en cuya sintaxis combina los diferentes
recursos expositivos, es decir, las semiosis sustituyentes. Las elecciones en cuanto a las
distintas semiosis, su acomodación y distribución, los contextos significantes, son el
resultado de una acción intencional por parte de los curadores. La sala resulta ser un
espacio reglado, configurado bajo ciertos preceptos, en un marco ideológico particular
que busca intencionalmente provocar en el visitante cierto recorrido, actitudes; es un
espacio reglado que ejerce un efecto estructurante de la visita, condición que algunos
autores como Zunzunegui han denominado con el término manipulación. Así, se
reconoce en la misma disposición espacial, por un lado, el ejercicio de una competencia
destinadora que predetermina las performances de los sujetos receptores individuales o
colectivos y, por otro, la construcción de un enunciatario implícito en tanto que usuario
76
modelo de ese espacio formalizado que lleva a cabo una serie de acciones
predeterminadas. Para esto es necesario reconocer la existencia de, al menos
parcialmente, una organización del espacio y una distribución de los objetos que constriñe
a los actantes a recorridos estereotipados de reconocimiento (Zunzunegui, 2003).
Existe mayor afinidad entre aquellas imágenes que veo y otras imágenes con las
que estoy familiarizado, que percibí históricamente. “En mi estructura conceptual se
asocian conceptos semánticos, percepciones visuales y (sin agotar componentes)
experiencias kinésicas, que me permiten construir, con las percepciones que pude
asimilar en esta situación, un referente proyectado que interpreto como para permitirme
decir de él (...) sé lo que veo porque lo sitúo como objeto actual de otras
representaciones. (…) queda así caracterizado como objeto semiótico.” (Magariños de
Morentín, 2008:79).
38
(…) “la atribución es una de las operaciones básicas de la semiótica y, en ese lugar defino esa
operación como “aquella mediante la cual se pone en relación una forma con un valor, o sea, se le
atribuye una valor a una forma, habiendo establecido previamente a que, siendo forma la existencia
posible del resultado de una percepción sensorial, corresponde entender por valor la relación entre (al
menos) dos formas, estableciéndose, así la relación contextual mínima como la condición necesaria que
77
Por el momento nos limitaremos a reconocer, siguiendo el esquema pierciano
planteado más arriba, los elementos que configuran un nuevo contexto de significación,
denominado de apropiación, ya que el conjunto de interacciones comunicativas
producidas en la sala de exhibición será tratado en el capítulo cinco.
Cuadro 3
EL VISITANTE
[PARA ALGUIEN]
OBJETO
MUSEOGRÁFICO
LA CAPACIDAD DE LA DISPOSICIÓN
REPRESENTACIÓN ESPACIAL Y CO-TEXTUAL
[POR ALGO] [EN ALGUNA RELACIÓN]
se actualice una calidad semántica mínima: semántica intrasemiótica que constituye una sintaxis.”
(Magariños de Morentín, 2003:363).
78
III.7. Inter-relaciones y re-presentación
39
Lahitte, H. 1996.
40
Morin, E. 2007.
41
“…los actos abductivos son “creativos”, ya que se apoyan sobre hipótesis de “intuición y adivinación”
como la forma más común que tiene el ser humano de indagar su entorno. En los procesos de semiosis, la
abducción abre las puertas a la invención por su afinidad con la adivinación cognitiva, pero no como si
79
Relaciones entre contextos
Cuadro 4
EN ALGUNA
POR ALGO PARA ALGUIEN
RELACION
fuese un conocimiento al azar sino con base de argumentos de alguna manera previstos y razonables.”
(Zecchetto, 1999:66).
80
Capítulo IV
ESPEJOS CULTURALES
LA SALA ETNOGRAFÍA DEL MUSEO
DE LA PLATA
81
IV.1. Espejos culturales: alcances de la innovación
42
A su vez, este proceso constructivo se entrecruza con las distintas áreas de trabajo propias de la
estructura organizativa de la institución museo. Esta instancia agrega más elementos a la complejidad
aludida pero no será tratada en este trabajo.
82
En el marco restrictivo de condicionantes materiales, espaciales, históricas,
económicos y políticas, se trata del ejercicio creativo de producir un resultado, sin
perder de vista los objetivos planteados, el marco institucional, la naturaleza de los
contenidos de la exposición y, por sobre todo, el tipo de experiencia que se pretende
promover en los visitantes.
Comunicación y análisis son, pues, las dos funciones principales que le han
tocado en suerte al museo, junto con la de la colección. No solo la presentación de lo
sensible y el análisis sistemático de lo que se presenta están lejos de ser incompatibles,
sino que una y otro se ejercen gracias a la expografía. Se ha hablado del museo como un
lugar; más valdría, sin duda, entenderlo como un espacio experimental de
presentación.” (Deloche, 2002:85).
83
Debemos recordar que cada exhibición es una de las formas posible de dar
cuenta de un conjunto de ideas. La apertura hacia la multiplicidad de miradas impregna
todos los niveles de acción museológica. Lo definitivamente observable, perceptible e
interpretable no refleja la complejidad y dinámica de esta labor.
Refiriéndose a la obra de arte en general Eco comenta “Estas nuevas formas (…)
consisten, en cambio, no en un mensaje concluso y definido, no en una forma
organizada unívocamente, sino en una posibilidad de varias organizaciones confiadas a
la iniciativa del intérprete, y se presentan, por consiguiente, no como obras terminadas
que piden ser revividas y comprendidas en una dirección estructural dada, sino como
obras “abiertas” que son llevadas a su término por el intérprete en el mismo momento
en que las goza estéticamente. (…) una obra de arte es un objeto producido por un autor
que organiza una trama de efectos comunicativos de modo que, cada posible usuario
pueda comprender (a través del juego de respuestas a la configuración de efectos sentida
como estímulo por la sensibilidad y por la inteligencia) la obra misma, la forma
originaria imaginada por el autor. En tal sentido, el autor produce una forma conclusa
en sí misma con el deseo de que tal forma sea comprendida y disfrutada como él la ha
producido; no obstante, en el acto de reacción a la trama de los estímulos y de
comprensión de su relación, cada usuario tiene una concreta situación existencial, una
sensibilidad particularmente condicionada, determinada cultura, gustos, propensiones,
prejuicios personales, de modo que la comprensión de la forma originaria se lleva a
cabo según determinada perspectiva individual.” En la obra abierta, el artista “en vez de
sufrir la “apertura” como dato de hecho inevitable, la elige como programa productivo e
84
incluso ofrece su obra para promover la máxima apertura posible.” (Eco, 1992:73).
En este capítulo se presenta una descripción lo más detallada posible de las ideas
principales, los recursos y las intenciones hacia el visitante en la concreción de la sala,
la que será, en los siguientes capítulos motivo de un estudio cualitativo de público.43
43
Las dificultades de traducir en palabras el espacio tridimensional son salvadas con la incorporación de
un breve video que dará al lector una perspectiva del conjunto más completa.
44
El reconocimiento de este doble requisito implica, por un lado, la ineludible inclusión del sujeto
(contexto de las ideas), por otro, el cuestionamiento a las posturas para las cuales la actualización de una
sala de exhibición se reduce a una nueva acomodación de objetos al interior de una vitrina o la
incorporación de novedades tecnológica.
85
espacios y sectores y los recursos utilizados. Este “cartografiado” toma como referencia
los tópicos de información y las distinciones que dan cuenta de los elementos
diferenciales que materializan el conjunto de ideas o principios explicativos.
86
La organización espacial de la exposición es axial y simétrica. La primera está
dada por un eje central delimitado por un conjunto de canoas de tamaño considerable y
la simetría se debe a la disposición, a ambos lados de la sala, de vitrinas verticales. Esta
organización espacial tiene como consecuencia un recorrido dirigido.
El contexto de un objeto en una exhibición estará constituido por cada uno y por
su despliegue de las entidades icónicas, indiciales y simbólicas perceptibles simultánea
o secuencialmente con la percepción del propio objeto.
“En todos los casos se requiere que las disposiciones que aquí se mencionan
sean propuestas por alguien o por algunos (como productores de las Semiosis
Sustituyente) y sean percibidas por muchos o por algunos o, en caso extremo, por uno
(cómo intérprete que construye la Semiosis Sustituida). (…) no existe eficacia semiótica
si no es en una situación de comunicación (o sea, no existe eficacia semiótica si no se
construye un interpretante en la mente de algún, al menos uno, intérprete)”. (Magariños
de Morentín, 2008:370).
87
El primer criterio de organización (ver anexo, plano nº 1) responde a un
criterio geográfico. Las dimensiones del espacio expositivo y su forma rectangular,
imponen al visitante un recorrido lineal que se inicia temáticamente en Tierra del Fuego
y continúa por las distintas regiones de Argentina y países limítrofes hasta el noroeste
argentino y la región andina.
45
La presentación completa del guión museográfico escapa a los intereses específicos de este análisis. El
criterio fundamental para definir estos contextos fue el de la etnografía tradicional (descriptiva),
atendiendo especialmente a aquellos autores/coleccionistas que describen el específico contexto de
recolección del patrimonio aludido.
88
En el interior de las vitrinas, la disposición de los objetos de colección responde
a las siguientes relaciones:
46
Magariños de Morentín propone el término “contexto” para designar el ámbito en el que existen y
adquieren o reproducen su significación los fenómenos simbólicos. Propone “configuración” para
designar el ámbito en el que existen y adquieren o reproducen su significación los fenómenos
icónicos. Y “disposición” para designar el ámbito en el que existen y adquieren o reproducen su
significación los fenómenos indiciales (Magariños de Morentín, 2008:368).
89
IV. 3. Acerca de los conceptos rectores
Los ejes conceptuales que manifiestan las intenciones de superación respecto del
estado anterior de la sala pueden ser enunciados de esta manera:
90
DESPLAZAMIENTO EJEMPLOS DE UNIDADES
CONCEPTUAL TEMÁTICAS
-inicios de la antropología/etnografía
-concepto de cultura
Del pasado al presente
-alusión a las primeras recolecciones
-la situación actual de los grupos
-la dimensión subjetiva de la cultura
-contextos de significación
Del objeto al sujeto
-aspectos intangibles (mitos, ritos de
pasaje, etc.)
-concepto de relativismo cultural
Del etnocentrismo a la diversidad
- visión del mundo
cultural
-diversidad y prejuicio
-concepto de etnía (criterio lingüístico y
territorial)
De la tierra al territorio -el valor de la tierra
-situación actual de los grupos
de Argentina
-concepto de identidad
De lo local a lo global
-la etnografía hoy
De lo lejano (ajenidad) a lo próximo -la pertenencia, los intercambios
Si bien durante el proceso de llevar “la idea al montaje” fueron muchos los
momentos en que pudimos detectar cierto “exceso de racionalización”, creemos que fue
absolutamente necesario para lograr una coherencia con la totalidad. Las tensiones entre
idea y objeto/recurso ajustan y restringen las pretensiones y las modalidades
comunicativas adoptadas, pero sin dejar de lado la idea central que una vez aceptada
debe ser cuidada de modo que no se genere contradicción.
91
o muy lejana a la idea principal. Cada elección material y práctica (altura, color,
distancia) tenderá, en distinta medida a reforzar el mensaje ya que el espacio expositivo
es a la vez simple y complejo. Simple en el sentido de encontrar una canalización
concreta y accesible de los mensajes para un público diverso, y complejo por la
superposición e interconexión entre los diferentes niveles del entramado conceptual.
92
IV.4. Los recursos expositivos
Podemos reconocer en la exhibición los siguientes niveles de texto (ver ej. en anexo):
47
La “traducción” del lenguaje científico a un lenguaje de divulgación conlleva un conjunto de técnicas y
requisitos. No nos referiremos en este trabajo a la estructura del texto sino a la intención de su
producción. De allí que su jerarquización se referirá a los niveles de abstracción y ambigüedad en relación
al objeto de colección como referente.
93
Esta suerte de clasificación presenta límites difusos. Las categorías no son
necesariamente excluyentes sino que deben verse como tendencias en las modalidades
de los distintos discursos. Pero, es de mayor importancia reconocer las relaciones con el
objeto de colección y las intenciones de cierta provocación hacia el visitante, expresada
en términos de “invitación”. Podríamos decir que progresivamente cada categoría se
aleja de una estructura referencial denotada hacia la incorporación de elementos de
mayor connotación.48
Resulta pertinente para dar cuenta de este recurso la distinción que hace Umberto
Eco entre proposiciones de función referencial y de función sugestiva. “Sabemos que un
mensaje lingüístico puede aspirar a diferentes funciones: referencial, emotiva, conativa (o
imperativa), fática (o de contacto), estética o metalingüística. Sin embargo, una
distribución de este género presupone una conciencia articulada de la estructura del
lenguaje y (como se ve) presupone que se sepa qué distingue la función estética de las
demás. (…) preferimos referirnos a una dicotomía puesta de moda hace unos cuantos
decenios por los estudiosos de la semántica: la distinción entre mensajes de función
referencial (el mensaje indica algo unívocamente definido y, en caso necesario,
verificable) y mensajes de función emotiva (el mensaje mira de suscitar reacciones en el
receptor, de estimular asociaciones, de promover comportamientos de respuesta que
vayan más allá del simple reconocimiento de la cosa indicada).” (Eco, 1992:111).
“Cada uno, pues, frente a una expresión rigurosamente referencial que exige un
esquema de comprensión bastante uniforme, complica no obstante su comprensión con
referencias conceptuales o emotivas que personalizan el esquema y le confieren un color
48
“Un signo denota una posición en el sistema semántico. El acto de denotación es la referencia a una
unidad semántica correspondiente, sobre la base de las reglas de correspondencia fijadas por el código. La
denotación es la referencia que se produce en unas circunstancias y en un contexto determinado, aquella
posición en el sistema semántico en el que desde el comienzo y de manera potencial, el código hacía que
el significado fuera referido.”
El significado connotado “refiriéndose a una unidad semántica del sistema, el significante se refiere
también a otras unidades de las que la primera es un significante (o un interpretante), aunque sea parcial y
generalizado, y que a su vez son significantes de otras unidades. (…) la connotación del sentido
lingüístico se define, por lo tanto como la referencia en cadena de unidad cultural en unidad cultural.”
(Eco, 1994:182).
94
particular. Sin embargo, es un hecho que, por muchos resultados “pragmáticos” que
estas distintas comprensiones den, quien quiera reducir la comprensión de varios
oyentes a un Pattern unitario con el fin de controlarla, puede hacerlo fácilmente.” (Eco,
1992:113). Por otro lado, la función sugestiva es más difusa y “la reacción imprecisa del
oyente no es accidental respecto de su comunicación; constituye, por el contrario, el
efecto deseado. (…) Quien comunica siguiendo esta intención sabe asimismo que el
halo connotativo de un oyente no será igual al de otros eventualmente presentes, pero,
escogiéndolos en idénticas condiciones psicológicas y culturales, pretende precisamente
organizar una comunicación de efecto indefinido –y, además, delimitado- según lo que
podemos llamar un “campo de sugerencia.” (Eco, 1992:116).
95
Mantienen un formato estandarizado de manera de favorecer su identificación y
refuerzo.
IV.4.3. Fotografías
Las fotografías constituyen otro de los recursos utilizados para pasar del objeto
al sujeto. Fueron seleccionadas con la intención de mostrar a los sujetos realizando
actividades en su ambiente natural.
En este caso se editó un video que tiene como objetivo fortalecer un concepto
dinámico de cultura. Se centra en la presencia de individuos de diversos grupos en su
ambiente natural, siendo posible establecer relaciones con objetos exhibidos en las
vitrinas. No tiene carácter instructivo, es decir, no está organizado en una secuencia fija
que imponga al visitante la atención constante, sino que lo acompaña en el recorrido. El
visitante puede apreciar la propuesta en cualquier momento del desarrollo del guión.
49
En Argentina, con la reforma de 1994, se introdujeron en la Constitución Nacional modificaciones que
atienden las aspiraciones reivindicativas y reclamos formulados en diversos foros.
Art. 75. Inc. 17:“Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos.
Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la
personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que
tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano;
ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su
participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las
provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.”
96
figuras emblemáticas (foto de Maradona). Con esta combinación se busca superar la
interpretación de lo regional y lejano para que el visitante pueda establecer relaciones
con su mundo cotidiano. A su vez, estos mensajes tienen como refuerzo un fragmento
del escritor Eduardo Galeano que alude a la identidad y los museos.50
IV.4.6. Interactivos
Los objetos emblemáticos son aquellos que ostentan un valor agregado por su
historia dentro de la institución y, a su vez por ocupar un lugar particular como
significante de otras temáticas asociadas.
50
Cada promesa es una amenaza; de cada pérdida, un encuentro. De los miedos nacen los corajes; y de las
dudas, las certezas. Los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios, otra razón. Al fin y al cabo,
somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la
vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día. … Eduardo
Galeano, El libro de los abrazos.
97
IV.5. Relaciones de producción
Dado que para la semántica hemos trabajado con una reconstrucción abstracta
muy útil de la realidad, a saber, con el concepto de “mundos posibles”, también aquí
queremos introducir una abstracción para el término “situación comunicativa”, el
concepto contexto. Así pues, la pragmática se ocupa de las condiciones y reglas para la
idoneidad de enunciados (o actos de habla) para un contexto determinado; resumiendo: la
pragmática estudia las relaciones entre texto y contexto. Es decir, se ocupa, de la relación
entre la estructura textual y los elementos de la situación comunicativa sistemáticamente
ligados a ella: todos estos elementos juntos forman el contexto (van Dijk, 1983).
98
“Hay una serie de relaciones entre la oración (texto) y el contexto que aún se
adscriben al campo de la semántica, la semántica contextual, a saber, las expresiones
indiciales. Se trata de expresiones que remiten a componentes del contexto
comunicativo (a él le deben su interpretación), por ejemplo: hablante, oyente, momento
de la manifestación, lugar, etc. Esto significa que estas expresiones tienen cada vez un
referente distinto según el contexto (cambiante).” (van Dijk, 1983:93).
La visita a una sala de exhibición es una experiencia situada, acotada en tiempo
y espacio. Una experiencia de la que resulta en poco tiempo una acabada síntesis
cognitiva por parte del visitante.
El presente cuadro pretende sistematizar en algunos ejemplos el cambio
conceptual de las principales ideas de la nueva propuesta en relación a los recursos
museográficos utilizados y la reflexión asociada propuesta al visitante.
- la sala de
- la sala de exhibición como
- la pregunta ¿qué cosas
exhibición como una forma La presentación
pondría en una vitrina de su
una totalidad posible de fragmentada de la
mundo cotidiano que nos
representativa de exponer un cultura
cuenten sobre usted?
los “Otros” fragmento de la
cultura
99
- La materialidad -el contexto
del objeto como como - relaciones temáticas entre Sobre la relación
representación construcción de objetos hombre – naturaleza.
cultural significados.
- recursos fotográficos
La visión ancestral de
- ausencia de - presencia de - música, voces.
la tierra. Los derechos
sujetos sujetos - transcripción de la ley
sobre la tierra.
productores productores sobre la preexistencia de
Procesos históricos.
los pueblos originarios.
100
Anexos
1. Planos.
2. Fotos de la sala Etnografía
3. Ejemplos de textos según jerarquización.
101
102
103
104
2. Fotos de la Sala Etnografía
105
Vistas generales antes de la remodelación
106
Sala remodelada: ESPEJOS CULTURALES
108
Foto Nº 5 – Sector Gran Chaco y Noreste
109
Foto Nº 7 – Sector Gran
Chaco /Vitrina Textiles
110
Foto Nº 9 -Sector Máscaras / Chaco salteño
111
Foto Nº 11 -Sector mapas
112
Foto Nº 13 – Sector Instrumentos musicales
Foto Nº 14 -Cierre
/Sector escenario
113
3. Ejemplos de textos según jerarquización
1. Descriptivo diferencial:
El joven aspirante a chamán pasaba varios años de aprendiz bajo la tutela de uno de ellos hasta
que, a través de un sueño un chamán fallecido, generalmente un pariente, le otorgaba su
wáiuwin o poder.
La alfarería es una tradición que se ha mantenido hasta nuestros días y está a cargo de la
mujer chiriguana.
Para confeccionar las vasijas se prepara una masa con arcilla y agua. Se amasan tiras
formando anillos que se superponen y unen ejerciendo presión con los dedos, luego se alisa con
una piedra o caña y se deja secar al aire libre. Las piezas se decoran con pigmentos de origen
mineral y vegetal, -rojo, negro o pardo-.
Las vasijas pequeñas son utilizadas con fines domésticos, mientras que las de mayor
tamaño sirven para la preparación y conservación de chicha y agua.
La cestería es una tarea que está a cargo de las mujeres. Con fibras vegetales y variadas técnicas
confeccionan cestos para uso doméstico, sombreros, palmas, cedazos y estuches para plumas y
flechas. También se fabrican canastos para transportar agua y redes de carga para cerámica, que
son llevadas sobre la espalda y sujetadas a la cabeza por medio de un listón o tira.
El procedimiento para elaborar la fibra incluye una serie de pasos. La mujer saca la planta con
raíces, separa hoja por hoja y hace atados para facilitar el traslado. Luego pela manualmente
cada hoja, las limpia, macera y raspa. Con el secado al sol obtienen un color blanquecino. La
artesana, con sus dedos impregnados en ceniza, las soba sobre su mulso hasta lograr un hilado
de fuerte textura. El hilo producido va enmadejado para su posterior teñido con pigmentos de
origen vegetal.
114
2. Particularista e histórico
Chocorí hizo famoso su nombre por su resistencia valiente de las huestes rosistas en las
confrontaciones de la Expedición a los llanos.
La acumulación de riqueza en la cuenca del Collón Curá y el control del camino hacia el
paso del Mamuil Malal consolidadon el territorio que era conocido desde fines del siglo XVIII
como el “País de las Manzanas” del cual Chocorí fue gobernador. Este territorio se extendía
desde La Ventana y Bahía Blanca, pasando por Las Manzanas en Neuquén, y llegando hasta el
Deseado en Santa Cruz.
La campaña se inició en febrero de 1833 y Chocorí fue el principal enemigo que debió
enfrentar Rosas.
A pesar que su toldería estaba usualmente sobre el río Colorado y en la isla Choele-
Choel, Chocorí viajaba constantemente por todo el territorio. Durante un tiempo fueron
seguidos sus rastros hasta que finalmente fue sorprendido por el Teniente Coronel Francisco
Sosa, apodado Pancho el Ñato Ante la desigualdad de fuerzas, el cacique y unos pocos de los
suyos huyeron, abandonando su coraza.
Pancho recogió la coraza regalándosela como valioso trofeo a su jefe supremo Juan
Manuel de Rosas, quien la guardaba como valioso botín de guerra. Años más tarde, estando en
poder de familiares, fue obsequiada a Francisco P. Moreno, para ser incorporada a las
colecciones del museo.
Chocorí murió en 1856 por causas naturales y sobrenaturales, una explicación habitual
cuando un jefe importante moría sin violencia. Junto a su nombre figuran otros tantos caciques
principales como Saihueque, su hijo, Calfucurá, Chingoleo Cheuqueta, Llanquetruz, Catriel
entre otros muchos.
115
El traje armadura, de uso común entre los jefes y capitanes araucanos, realizada con 7
cueros de guanaco, superpuestos, curtidos y sin pelos. Las mangas se forman con 3 cueros
superpuestos. El peso total es de 12kg.
Según el relato de varios cronistas estas armaduras eran resistentes a las puntas de
flecha y se cree también a las balas de armas de fuego.
Según la teoría más aceptada, el hombre americano habría ingresado por el estrecho de
Bering desde Asia, hace 30.000 años.
Los registros arqueológicos evidencian que hace más de 12.000 años el actual
territorio argentino se encontraba habitado por los primeros pobladores. Con el paso del tiempo
se fueron perfilando los diversos modos de vida originarios, que pueden agruparse en grandes
regiones geográfico- culturales: Tierra del Fuego, Pampa y Patagonia, Gran Chaco, Litoral
Mesopotámico, Sierras Centrales, Cuyo y Noroeste Argentino.
Con la llegada de los españoles, comienza el período de conquista y resistencia, proceso que
culminó con una gran disminución de la población originaria. En consecuencia, entre los siglos
XVI y XVII el panorama étnico cambió por completo.
Hacia el siglo XIX las expediciones militares para la conquista de los territorios
indígenas y las campañas colonizadoras llevaron este proceso hasta el genocidio. A pesar de
los distintos focos de resistencia, la “Conquista del Desierto” encabezada por Julio A. Roca,
provocó la desaparición de los grandes cacicazgos y con ello la desintegración de las
comunidades, el confinamiento en colonias y reservas y la incorporación forzada de nuevos
hábitos y formas de vida.
En Tierra del Fuego convivieron cuatro grupos aborígenes: los Selknam, que ocuparon
la mayor parte de Isla Grande, los Haus, habitantes de la Península Mitre, los Yámanas ubicados
en ambas márgenes del Canal de Beagle hasta el Cabo de Hornos y los Alakaluf que se
116
encontraban en la zona del Estrecho de Magallanes hasta el Golfo de Penas (fiordos e islas)
actual territorio chileno.
El término más conocido para denominar a los Selknam y los Haus fue “Ona”, que
significa “gente del norte” y fueron los Yámanas quienes la utilizaron para referirse a sus
vecinos. La tierra que estos grupos habitaban debe su nombre a que los primeros europeos que
navegaron sus costas al ver numerosas fogatas la denominaron “Tierra del Fuego”.
Se cree que los Yámanas y los Alakaluf compartían la lengua yagan mientras que los
Selknam y Haus pertenecían a la familia lingüística Chon. Había entre ellos algunas diferencias
dialectales y de forma de vida, pero estos límites estaban desdibujados por otra cantidad de
características en común.
Los Yámanas y los Selknam constituían pequeños grupos nómades. Para los primeros,
conocidos también como “nómades del mar”, la canoa de corteza de haya fue un elemento
alrededor del cual organizaron su modo de vida en la búsqueda de recursos marinos, base de su
subsistencia. Mientras que para los Selknam, conocidos también como “nómades de la tierra”,
el guanaco era un animal de importancia vital siendo el arco y la flecha la principal arma de
caza, actividad realizada por los hombres. Las mujeres tenían a su cargo la recolección de bayas,
semillas, hongos, huevos de aves, mariscos.
Entre los Yámanas los hombres se dedicaban a las actividades de caza de animales
marinos como lobos, nutrias, ballenas para la cual utilizaban arpones; mientras las mujeres
realizaban recolección de mariscos y al igual que las Selknam, tejían canastas, cosían pieles y
cueros y contribuían a la construcción de las viviendas, el cuidado del fuego, la preparación de
alimentos y el abastecimiento de agua dulce.
Ambos grupos protegían su cuerpo con grasa de lobo marino para soportar las bajas
temperaturas, cubriéndose con pieles para protegerse del viento. Su vestimenta consistía en el
uso de cueros de lobo marino para los yámanas y cuero de guanaco para los selknam. Las
mujeres completaban su vestimenta con collares de huesos o caracoles y pulseras de cuero.
117
Entre los ya manas, el Ciegas incluía ambos sexos; no obstante realizaban una ceremonia
secreta entre los hombres denominada Kina que entre los Selknam recibía el nombre de Han.
Situación Actual
Luego del contacto con los europeos, ya sea por la propagación de enfermedades o la
reducción de su territorio por la creciente actividad lanera, estos grupos se redujeron
considerablemente.
De los Yamena, quedan hoy unas pocas personas que se auto reconocen como tales,
radicadas en Puerto Williams (isla Navarijo Chile). En 1995, la población Yamena alcanzaba un
total aproximado de 74 personas.
Las personas que se auto reconocen como Selknam viven en Río Grande y conforman la
comunidad Rafaela Aston. En enero de 1999, el gobierno fueguino les reconoció las tierras que
históricamente han reclamado: 36.000 hectáreas en Tolueno, Tierra del Fuego.
3. Sistemático-cultural
Las máscaras constituyen una de las producciones escultóricas más difundidas entre los
pueblos. Además de una expresión artística, son portadoras de significados y poseen un fuerte
poder para invocar y provocar la asistencia de los antepasados.
Danzas, cantos y música son los medios de expresión predilectos del hombre andino.
Este lenguaje particular sirve para celebrar y para llorar, sembrar y conjurar los fenómenos de
la naturaleza, amar y honrar a los muertos-
118
A pesar de las grandes distancias entre un valle y otro, encuentros rituales, ferias y fiestas
fortalecen los lazos sociales, estableciendo canales de intercambio multiétnico donde la gran
diversidad de pueblos de la región se une bajo el abrazo de la Madre Tierra o Pachamama,
dadora de vida.
Uno de los medios más importantes del que se vale la humanidad para abastecerse es la
tierra. Ella ha sido y es el origen y causa de cruentas luchas y movimientos sociales por su
reparto y tenencia. Pero para los pueblos originarios la tierra es más que una ambición o una
posibilidad de subsistencia. Su cosmovisión ligada profundamente a la Madre Tierra, el
universo y la naturaleza promueve un fuerte sentimiento de pertenencia y le otorga condición
sagrada.
En muchos lugares del mundo las voces indígenas comienzan a oírse. Los reclamos se
unen y canalizan a través de diferentes organizaciones nacionales e internacionales para
demandar el reconocimiento de derechos que tienen sus raíces en una fuerte herencias ancestral:
la tierra que históricamente han ocupado y los restos de sus antepasados, para reafirmar una
identidad y seguramente completar un ritual inconcluso.
4. Teórico disciplinar
Este maniquí presenta las características propias de las formas de exhibición de fines del
siglo XIX y principios del XX. Representaciones de carácter realista en cuyos rasgos se ponen
en evidencia la mirada occidental sobre las diferencias culturales.
Ninguna cultura se extingue de pronto y del todo, su presencia transita nuevas formas y
se adhiere y se contagia y persiste. La destrucción física e histórica de una cultura, una
identidad o una idea, tiene al olvido como su peor amenaza.
Aunque el mundo parece homogeneizarse, con solo mirar a nuestro alrededor, habrá
siempre lugar para una reflexión sobre la diversidad.
119
4.c. Lo propio en lo diverso
120
Capítulo V
LOS VISITANTES Y EL CONTEXTO
DE APROPIACIÓN
121
Capítulo V: LOS VISITANTES Y EL CONTEXTO DE APROPIACIÓN
Los primeros estudios de público se llevaran a cabo con motivo de las grandes
exposiciones universales de finales del siglo XIX. Entre los años 1950 a 1970, la
posguerra marca el punto más bajo en lo que a la investigación sistemática de estudios
de público se refiere y hacia los años sesenta se reactivan, coincidiendo con el aporte de
las ciencias sociales. Dos grandes instituciones serán centros activos en esta área: el
Milwaukee Public Museum y la Smithsonian Institution. Durante los años 60 la
evaluación comienza a centrarse en los aspectos educativos, con énfasis en las
motivaciones de la visita.
122
investigación educativa a la evaluación de exposiciones y proponen un enfoque de la
evaluación centrado en objetivos de aprendizaje. Comienzan los trabajos desde el punto
de vista cognitivo.51 (Pérez Santos, 2000). Dentro de esta línea se destacan los trabajos
de Mikel Asensio (1985).
Las propuestas hacia los visitantes se han vuelto más pretenciosas respecto del
tipo e intensidad de la experiencia que pretende promover en la visita.
Las funciones de los museos exceden su rol como gestores y custodios del
patrimonio cultural y sus usos e interpretaciones tiene que ver con una transformación
que implica un cambio de los axiomas que dan legitimidad a la producción del
conocimiento. El patrimonio cultural es concebido como un repertorio de connotaciones,
51
“A finales de los ochenta se pusieron en marcha varios programas de evaluación, basados en los
estudios ingleses y norteamericanos, como el programa REMUS (1990). De estos programas surgió la
creación en 1990 en los museos franceses, del Observatoire Permanent des Publics. (OPP) Con
metodología de encuesta, el OPP investiga las variables más relevantes relacionadas con el público
visitante antecedentes, y características de la visita (motivos, compañía, etc.) valoración de la misma
(satisfacción general y sobre distintos aspectos), utilización de servicios, disposición a volver. En 1991 se
crea en Estados Unidos la asociación profesional de Visitor Studies Association” (Pérez Santos, 2000:34).
123
de signos, que cobran existencia en un espacio dinámico de construcción de mensajes
donde se ejercen los derechos y elecciones según cada sociedad y época particular.
124
determinación de las expectativas y los niveles de satisfacción logrados, de manera de
redefinir o reformular la propuesta expositiva o una parte de ella. Estas aproximaciones
son compatibles entre sí, se utilizan simultáneamente y en forma complementaria.
Muchas veces se emplean según las etapas y el momento del desarrollo del programa
museístico. Pueden ser previas a su realización, durante el proceso de producción o una
vez culminada la exposición, y constituyen en todos los casos una herramienta para la
toma de decisiones.
52
Ver “Consumidores y ciudadanos” (1996) y “La investigación sobre público: base de la educación en
museos”. (1985)
125
en los diversos objetos y recursos expositivos y desde el conjunto de ideas, nociones,
conceptos y experiencias que cada visitante trae consigo, según sus hábitos cognitivos. 53
A partir de los años setenta los estudios sobre el aprendizaje en los museos se
vieron influenciados por la psicología cognitiva experimental y las teorías de la
educación formal (Gibson, 1969, Ausubel, Novak y Hanesian, 1978), llevándose a cabo
gran cantidad de investigaciones basadas en los modelos constructivistas de adquisición
del conocimiento. (Borun, 1977, 1990, 1991; Koran, Longino y Shafer, 1983, Koran y
53
Para profundizar en la diversidad de enfoques y antecedentes de estudios de visitantes se sugiere
consultar el trabajo de Tesis Doctoral de Sandra Murriello (2006) y el trabajo de Eloísa Pérez Santos
(2000).
126
Ellis, 1991) que consideran que la cognición y el aprendizaje son el resultado de la
coordinación y la resolución de conflictos cognitivos entre los individuos.
54
El aprendizaje no formal requiere de un acercamiento radicalmente distinto al del aprendizaje formal
por ejemplo de la escuela: ocurre voluntariamente (nadie te obliga a aprender en un museo), no se
establece secuencia ni currícula, puede ocurrir en una gran variedad de contextos (jardines zoológicos,
museos, centros de ciencia, etc.), es ubicuo (porque ocurre en muchos lugares, a cualquier hora del día y
en cualquier momento de la vida) (Pérez Santos, 2000).
127
propuesto por la exhibición. A su vez, percibe, distingue, selecciona e interpreta los
diversos contextos temáticos materializados en los distintos recursos expositivos.
Existe mayor afinidad entre aquellas imágenes que veo y otras imágenes con las
que estoy familiarizado, que percibí históricamente. Cuando aquello que percibo ingresa
en esta estructura de sentido decimos que se conoce algo. Conocer es aprehender un
dato de una cierta función, bajo cierta relación, en tanto significa algo, dentro de una
determinada estructura (Miguelez, 1995).
Cada visitante realiza una síntesis cognitiva frente a la propuesta del museo,
selecciona una de las múltiples estrategias posibles de recorrido, evoca de lo ya visto, de
lo ya escuchado, una secuencia de signos de acuerdo a "una disposición de su mente" y
a partir de ello, se identifica, considera ajeno, se sorprende, ignora o rechaza aquello
que ha seleccionado como campo de significación del despliegue expositivo. Por otro
lado, la visita al museo está atravesada por la experiencia estética y emocional que
alimenta la apertura hacia las interpretaciones.
- Estética, en la medida en que el visitante puede llegar a una esthesis en su relación con
la propuesta museográfica. (Zunzunegui, 2003).
128
La interacción entre estos ámbitos resulta en una construcción única por parte
del visitante, creando la experiencia de la visita. De esta forma, la atención prestada, por
ejemplo, a una exposición está filtrada por el contexto personal, mediatizada por el
contexto social e inmersa en el contexto físico. Aunque cada uno de estos contextos
puede considerarse de forma separada, funcionan en la realidad como un todo integrado.
55
En relación a los museos Bourdieu analizó la apropiación del arte como elemento distintivo de clase.
56
“De modo muy general, la ciencia social, en antropología como en sociología o en historia, oscila entre
dos puntos de vista aparentemente incompatibles: el objetivismo y el subjetivismo, o, si se prefiere, el
fisicalismo y el psicologismo (que puede tomar distintos matices, fenomenológico, semiológico, etcétera).
Por un lado puede “tratar los hechos sociales como cosas”, según la vieja máxima durkheimiana, y dejar
así de lado todo lo que deben al hecho de que son objetos de conocimiento –o de desconocimiento- en la
existencia social. Por otro lado, puede reducir el mundo social a las representaciones que de él se hacen
129
… “las representaciones de los agentes varían según su posición (y los intereses
asociados) y según su habitus (…) El habitus es a la vez un sistema de esquemas de
producción de prácticas, un sistema de esquemas de percepción y de apreciación de las
prácticas. Y, en los dos casos, sus operaciones expresan la posición social en la cual se
ha construido. En consecuencia, el habitus produce prácticas y representaciones que
están disponibles para la clasificación, que están objetivamente diferenciadas; pero no
son inmediatamente percibidas como tales más que por los agentes que poseen el
código, los esquemas clasificatorios necesarios para comprender su sentido social.”
(Boudieru, 1996:134).
“Los objetos del mundo social, (…) pueden ser percibidos y expresados de
diversas maneras, porque siempre comportan una parte de indeterminación y de
imprecisión y, al mismo tiempo un cierto grado de elasticidad semántica: en efecto, aun
las combinaciones de propiedades más constantes están siempre fundadas sobre
conexiones estadísticas entre rasgos intercambiables; y, además, están sometidas a
variaciones en el tiempo de suerte que su sentido, en la medida en que depende del
futuro está también a la espera y relativamente indeterminado. Este elemento objetivo
de incertidumbre -que es a menudo reforzado por el efecto de categorización, pudiendo
la misma palabra cubrir prácticas diferentes- provee una base a la pluralidad de visiones
del mundo, ella misma ligada a la pluralidad de puntos de vista y, al mismo tiempo, una
base para las luchas simbólicas por el poder de producir y de imponer la visión del
mundo legítima.” (Bourdieu, 1996:136).
los agentes, consistiendo entonces la tarea de la ciencia social en producir un “informe de los informes”
producidos por los sujetos sociales.”(Boudieu, 1996:128).
130
visitante. “Un resultado común en las evaluaciones de exposiciones empieza a ser la
comprobación de que el aprendizaje de los visitantes no es tan importante como cabría
suponer desde una perspectiva puramente educativa (…) siguiendo a Uzzell existen
varias posibles explicaciones para justificar este hecho: primero, la gente no aprende
cuando queremos que lo hagan o aprenden otras cosas que no evaluamos. Segundo,
muestras técnicas de evaluación no son lo suficientemente sensitivas para evaluar el
cambio que ocurre en el sujeto como resultado de la asistencia a una exposición.
Tercero, utilizamos diferentes definiciones de aprendizaje, por lo que el proceso de
aprender en mayor o menor medida depende de cómo y qué entendemos por
aprendizaje. (…) Es posible que algunas de estas suposiciones sean ciertas… el cambio
cognitivo producido como consecuencia de la visita no puede reducirse a la adquisición
de conceptos o al recuerdo de un tipo determinado de información. Por el contrario, en
la experiencia global de la visita intervienen procesos complejos e interrelacionados que
hacen que la adquisición de conocimientos interactúe con aspectos emocionales,
perceptivos, motivacionales, actitudinales, motrices, etc. En la medida que seamos
capaces de desentrañar estas relaciones, la evaluación del aprendizaje estará más o
menos al alcance. (Pérez Santos, 2000:121).
57
Ausubel distingue el aprendizaje significativo del aprendizaje por repetición. Ambos han sido
erróneamente equiparados al aprendizaje por descubrimiento y al aprendizaje por recepción
respectivamente. Sus consideraciones toman como referencia la circunstancia particular de la enseñanza
en el aula y son trasladables, sin perder de vista la particular experiencia del visitante, al aprendizaje en el
museo. En tal sentido, para Ausubel hay aprendizaje significativo… “si la tarea de aprendizaje puede
relacionarse, de modo no arbitrario y sustancial (no al pie de la letra), con lo que el alumno ya sabe y si
este adopta la actitud de aprendizaje correspondiente para hacerlo así. El aprendizaje por repetición, por
otra parte, se da cuando la tarea de aprendizaje consta de puras asociaciones arbitrarias, como la de pares
asociados, la caja de trucos, el laberinto o el aprendizaje de series; si el alumno carece de conocimientos
previos relevantes y necesarios para hacer que la tarea de aprendizaje sea potencialmente significativa, y
también (independientemente de la cantidad de significado potencial que la tarea tenga) si el alumno
adopta la actitud simple de internalizarla de modo arbitrario y al pie de la letra (es decir, como una serie
arbitraria de palabras.” (Ausubel, 1983:37).
131
cotidiano. En la experiencia de la visita al museo, no se trata necesariamente de
asociaciones “correctas” en el sentido instructivo del término, sino de experimentar
situaciones reflexivas que minimicen la distancia entre la propuesta expositiva y el
mundo del visitante. De allí que la exposición generalmente está tan cargada de azar e
incertidumbre como de certezas y confirmaciones. De allí que se constituya en un
espacio abierto, dinámico, que admite variadas lecturas.
132
posteriori dentro de este esquema, y no una instancia a priori como lo es en la
justificación platónica.” (Lahitte, 1996:31).
133
irrepetible, sino que se vincula a los criterios básico aceptados en la producción de las
argumentaciones. “El cambio de perspectiva es notorio ya que el científico deja de
tomar al “método” como una receta rígida y homogeneizante, a la cual todos deben
adherir. El método depende ahora de la flexibilidad de los criterios en juego dentro del
marco teórico de referencia del investigador, siempre inmerso en los “hechos de
experiencia” de los cuales participa. (…) La explicación científica que proponemos aquí
pretende reformular el fenómeno “a explicar” en su conjunto, en su total integridad,
tomando la relación como punto de partida y a las ideas que emergen del fenómeno
como instancia argumental. Las ideas son el producto de la experiencia vivida, y el
productor de nuevas experiencias en un bucle recursivo morfogenético. Este es nuestro
ser en el mundo.”(Lahitte, 1996:36).
59
La riqueza de los mensajes propuestos reside justamente en la multiplicidad de lecturas que se
atraviesan generando un campo de análisis complejo. Asimismo, la metodología propia de la etnografía es
la aproximación más adecuada para este análisis. Si bien todo estudio de visitante a museo aporta
elementos sustanciales para “pilotear” la institución para el mejor desarrollo de su política cultural, es
necesario distinguir la evaluación del visitante en el marco de un estudio de mercado entendido como
evaluación del control de calidad de la oferta y el trabajo que se quiere realizar desde un punto de vista
cognitivo y semiótico con la intención de contrastar y evaluar qué y de qué modo los conceptos que guían
el guión museográfico son apropiados por el visitante, de allí la importancia de pasar de una
aproximación cuantitativa al terreno cualitativo.
134
Como vimos, cada visitante trae consigo su universo cultural, expectativas,
necesidades, experiencias que dan fundamento a las distintas prácticas y
representaciones, de modo que la relación que establece con la propuesta expositiva
(mensajes, recursos, interacciones, etc.) involucra la proyección de un conjunto de ideas
que interactúan retroalimentándose con la propuesta comunicativa en la sala de
exhibición.
136
probabilísticamente aprehensible”), y se centra la atención en la comunicación sujeto -
objeto, se propiciará un mayor interés por la utilización de métodos y técnicas
cualitativos.
“Del primero se dice que asume la existencia de una sola realidad objetiva
averiguable a través de los cinco sentidos, sujeta a las leyes universales de la ciencia, y
manipulable mediante procesos lógicos. El paradigma opuesto, en cambio, asumiría la
existencia de realidades múltiples, con diferencias entre ellas que no pueden resolverse
a través de procesos racionales o aumentando los tamaños muestrales.” (Valle,
1999:53).
137
V.4. Condiciones del análisis
Este relevamiento contempló una primera parte que apunta a conocer el perfil
del visitante y que incluye las variables de sexo, edad, procedencia, nivel de instrucción,
ocupación, grupo con quien realiza la visita.
138
El conjunto de las entrevistas permitió distinguir los lugares/espacios de sala
que surgen son mayor frecuencia, así como las categorías descriptivas/interpretativas
vinculadas a cada uno de los espacios/sectores/temas, así como los objetos más
nombrados.
La misma nos dio la posibilidad de conocer cuáles son los puntos más
destacados de la exhibición, ya sea porque han atraído más fuertemente su atención o
por que han sido omitidos. En general los sectores más nombrados están asociados a
cambios en la disposición conductual del visitante y recursos utilizados, generando
rupturas en el recorrido.
El corpus de análisis está constituido por 150 entrevistas. Todas fueron realizadas
al salir de la sala durante los fines de semana. Todas fueron sometidas al análisis de
discurso aplicando la metodología propuesta por la semiótica de enunciados o simbólica,
consistente en la aplicación de una serie de operaciones (normalización, segmentación,
definición) que permiten recuperar la dispersión del conjunto de significados producidos
por una comunidad dada a partir de una experiencia comunicativa específica. Lo
efectivamente dicho en el discurso es la materia prima del análisis. 60
60
El análisis de discurso se diferencia del análisis de contenido al no admitir conocimiento a priori de
ninguna clase, en cuanto al contenido semántico del lenguaje, sino que se propone explicar, respecto de
cada término, de qué modo construye tal contenido o significación en función de su uso en el contexto
material y positivo en el que aparece.
139
En relación al perfil socio demográfico se realizaron pruebas estadísticas a fin de
conocer si la muestra es homogénea; es decir, si los individuos están igualmente
distribuidos según los distintos criterios de clasificación. Se calcularon los valores de
chi-cuadrado (χ2) y su probabilidad con el programa Systat 10.2, para determinar la
igualdad de la distribución de frecuencias según las distintas variables (Blalock, 1986).
Como criterio para rechazar las hipótesis nulas de igualdad de las frecuencias se tomó
un nivel de significación de 0,05. Esto indica que todo valor de χ2 con probabilidad
mayor a 0,05 indica que las hipótesis nulas no pueden ser rechazadas y que las
frecuencias no difieren significativamente (Blalock, 1986).
Las únicas comparaciones que indican que no hay igualdad en las frecuencias y
en las que las hipótesis nulas fueron rechazadas son: ocupación vs sexo y grupo etáreo
vs nivel de instrucción. En la primera de ellas, la heterogeneidad de las frecuencias se
produce principalmente porque la categoría “amas de casa” tiene alta frecuencia en el
sexo femenino (n=14) y ningún miembro del sexo masculino. En la segunda
comparación, los individuos se reparten en gran número de grupos etáreos. Además, el
máximo nivel de instrucción alcanzado varía mucho de acuerdo a las edades. En el
grupo de 16 a 25 años, la gran mayoría de los individuos presenta el nivel universitario
incompleto; en el grupo de 26 a 35 años son frecuentes los individuos de nivel
universitario o secundario completo, así como los de universitario incompleto; en tanto
que los grupos etáreos mayores hay pocos individuos representando de modo bastante
uniforme casi todos los niveles de instrucción.
140
interdisciplinario, que ha surgido a partir de algunas disciplinas de las humanidades y de
las ciencias sociales como la lingüística, los estudios literarios, la antropología, la
semiótica, la sociología y la comunicación oral. La semiótica primera se ha
desarrollado, diversificándose en un conjunto de metodologías orientadas al estudio de
la producción, circulación e interpretación del sentido en contextos enunciativos
determinados, pasando del análisis de los códigos a la semiótica de los procesos de inter
subjetividad e intertextualidad. (Valles, 1999).
Desde esta perspectiva se pretende dar cuenta del proceso socio cognitivo de
producción de la significación vigente de determinado fenómeno social. En nuestro
caso, la significación producida a partir de la visita a la sala.
141
entidades ni de configuraciones entre tales entidades, sino que éstas son el producto
construido por el propio visitante y materializado en la enunciación (o en el discurso).
142
La operación se inicia en la identificación, a partir de una base sintáctica, las
relaciones posibles entre las entidades físicas enunciadas, (de manera icónica, indicial o
simbólica) en nuestro caso simbólica, las cuales no preexisten al discurso sino que éste
le otorga carácter óntico. A partir de allí, mediante las operaciones de contextualización
aparece el proceso de producción (atribución), las condiciones de interpretación
(sustitución) y las posibilidades de transformación (superación).61
Asumir este modelo de análisis para el caso que nos ocupa tiene implicancias
teórico metodológicas que pueden ser enunciadas como los siguientes principios:
61
Este procedimiento proporciona la explicación acerca de la semiosis disponibles en una sociedad. Las
operaciones semióticas fundamentales son: “las de atribución (de un valor a una forma; identificación de
un objeto semiótico por las relaciones sintácticas o contextuales), sustitución (o interacción entre una
semiosis sustituyente y otra semiosisi sustutuida); semantización de un objeto semiótico por parte de su
contraste diferencial) y superación (de las contradicciones evidenciales por la aplicación de las
precedentes semiosis sustitiuyete y sustituida, con la posible emergencia de un nuevo lenguaje;
historicidad del objeto semiótico en función de la pragmática de su enunciación.” (Magariños de
Morentín, 2008:157).
143
los textos, y los recursos expositivos y su configuración particular en la sala de
exhibición motivo de este estudio;
- para, finalmente dar cuenta de los distintos conjuntos temáticos aludidos durante el
recorrido y su organización por inclusión y contraste.
144
forman. Sabemos que formamos imágenes, sabemos qué imágenes formamos, pero no
sabemos cómo. Las imágenes siempre son retrospectivas.
62
En el sentido pierceano textos simbólicos designan predominantemente el habla.
145
discurso recuperado es concebido como “la representación de la configuración
diferencial de dicho universo de valores y conceptos tal como aparece efectivamente
enunciado en determinado corpus de discursos, es el objetivo específico al que aporta
sus operaciones analíticas esta metodología semiótica” (Magariños de Morentín,
2008:179).
A partir de aquí, será posible identificar las partes de un texto que se consideran
básicas o elementales, es decir unidades semánticas, con sentido que serán
analíticamente diferenciadas en segmentos y que contiene el conjunto de relaciones
necesarias pero no suficientes para la construcción de significado. El criterio de base es
sintáctico. Luego, podrán recuperarse las definiciones contextuales, es decir, establecer
las características de la construcción semántica de determinados nombres en función de
los contextos en que los ha utilizado su productor.
146
De no surgir nuevas diferencias, el análisis se valida por saturación. En realidad
la producción discursiva no tiene jamás un límite, siempre será posible la aparición de
una nueva formación, sin embargo, para nuestro objetivo, el grado de saturación es un
indicador importante.
Encuesta Nº 5
E: Si, la primera impresión me llamó la limpieza, el piso, todo eso, que deja una
impresión...
MM: De nuevo.
E: Sí, sí, sí, de nuevo parecía. Sí. No, bien, bien. Fue una de las que más le prestamos
atención. Por ahí porque es más cercana a nosotros, no sé. Más de esta época, no tan
lejana.
E: Y nos llamaba la atención lo último, que no dice, pero bueno, me imagino que es
como viven una persona afuera o de estas últimas épocas.
E: Porque tenía hasta el celular con la tarjeta, todo. Un detalle muy, muy bueno. El
póster de Maradona. Me gustó eso.
MM: Claro ¿Sentiste en algún momento que tiene que ver con nosotros?
E: De Buenos Aires.
147
E: Está piola, está piola. No sabía que miraban. Veía a todos que miraban pero no me
daba cuenta que era, hasta que miré que me estaban espiando. (Risas)
MM: ¿Te deja algún mensaje la sala? si tuvieras que decir algo que te inspire, así... esto
es anónimo, vos podés decir lo que quieras, si te ...
E: No, si. Como mensaje, no, pero, qué sé yo, como para recomendar “andá arriba”, que
sé yo, a alguien que venga o venir en otra oportunidad, o “vení, porque hay una sala así
y así que me gustó”...
E: no. Los botes, nos llamó la atención. Cómo estaba trabajado eso.
Normalización
(+a mí) (=la sala) como mensaje no (=me dejó) [nada] pero (+para mí) (=la sala) [ es]
como para recomendar “andá arriba” a alguien que venga (+para mí) )(=la sala) es para
venir en otra oportunidad, (+a mí) (=la sala) me gustó (+a mí) (=me gustó) (=en
particular) Los botes (=de la sala) (+a nosotros) nos llamó la atención como estaba
trabajado (=los botes) (=de la sala) (+a nosotros) (=nos pareció impresionante (=como
estaba trabajado)(=los botes) (=de la sala).
Segmentación
149
14. (+para mí) (=los textos) (=de la sala) (=me resultaron) bien
15. (+a mí) (=los textos) (=de la sala) Es entendible
16. (+para mí) (=es entendible) (=de la sala) todo
17. (+para mí) (=el sector de las máscaras) (=de la sala) Está piola
18. (+yo) (=en el sector de las máscaras) (=de la sala) No sabía que miraban
19. (+yo) (=en el sector de las máscaras) (=de la sala) Veía a todos que miraban pero
no me daba cuenta que era
20. (+yo) (=no me daba cuenta que era) hasta que miré que me estaban espiando (=en
el sector de las máscaras) (=de la sala)
21. (+a mí) (=la sala) como mensaje no (=me dejó) [nada] pero
22. (+para mí) (=la sala) [ es] como para recomendar “andá arriba” a alguien que
venga
23. (+para mí) )(=la sala) es para venir en otra oportunidad
24. (+a mí) (=la sala) me gustó
25. (+a mí) (=me gustó) (=en particular) Los botes (=de la sala)
26. (+a nosotros) nos llamó la atención como estaba trabajado (=los botes) (=de la
sala)
27. (+a nosotros) (=nos pareció impresionante (=como estaba trabajado)(=los botes)
(=de la sala).
Definiciones contextuales:
150
8. [el escenario] (=de la sala) es aquel del que (+yo) me imagino que es como vive
una persona afuera
9. [el escenario] (=de la sala) es aquel del que (+yo) (=me imagino que es como
vive una persona ) de estas últimas épocas
10. [el escenario] (=de la sala) es aquel del que (+yo) (=me imagino) (=de estas
últimas épocas) Porque tenía hasta el celular con la tarjeta
11. [el escenario] (=de la sala) es aquel que (+yo) (=me imagino) (=de estas últimas
épocas) (=porque tenía) todo
12. a- El póster de Maradona es aquel que (+para mí) es un detalle muy, muy bueno
[del escenario] (=de la sala)
b- [el escenario] (=de la sala) es aquel en el que el póster de Maradona es aquel
que (+para mí) es un detalle muy, muy bueno
13. a- (=el poster de Maradona) es eso que (+a mí) Me gustó [del escenario] (=de la
sala)
b- [el escenario] (=de la sala) es aquel en el que (+a mí) me gusto el poster de
Maradona
14. (=los textos) (=de la sala) son aquellos que (+a mí) (=me resultaron) bien
15. (=los textos) (=de la sala) son aquellos que (+para mí) Es entendible
16. (= la sala) es aquella que (+para mí) (=es entendible) todo
17. (=el sector de las máscaras) (=de la sala) es aquel que (+para mí) Está piola
18. (= el sector de las máscaras) (=de la sala) es aquel del que (+yo) No sabía que
miraban
19. (=el sector de las máscaras) (=de la sala) es aquel en el que (+yo) Veía a todos
que miraban pero no me daba cuenta que era
20. (= el sector de las máscaras) (=de la sala) es aquel en el que (+yo) (=no me daba
cuenta que era) hasta que miré que me estaban espiando
21. (=la sala) es aquella que (+a mi) como mensaje no (=me dejó) [nada]
22. (=la sala) es aquella que (+para mí) [ es] como para recomendar “andá arriba” a
alguien que venga
23. (=la sala) es aquella que (+para mí) ) es para venir en otra oportunidad
24. (=la sala) es aquella que (+a mí) me gustó
25. (=la sala) es aquella de la que (+a mí) (=me gustó) (=en particular) Los botes
151
26. a- (=la sala) es aquella de la que (+a nosotros) nos llamó la atención como
estaban trabajados (=los botes)
b- (=los botes) (=de la sala) son aquellos de los que (+a nosotros) nos llamó la
atención como estaban trabajados
27. a- (=la sala) es aquella de la que (+a nosotros) (=nos pareció impresionante
(=como estaban trabajados)(=los botes)
b- (=los botes) (=de la sala) son aquellos de los que (+a nosotros) (=nos pareció
impresionante) (=como estaban trabajados)
Entrevista Nº 12
Normalización:
(+a mí) Me gustó mucho el Museo (+a mí) (=me gustó) (=del museo) todo en general
(+yo) [estoy] Muy sorprendido (=del museo) (+yo) hace tanto que no venía (=al museo)
(+yo) veo(=al museo) muy interesante (+yo) (=veo) (=al museo) muy remozado (+para
mí) (=esta sala) es como un pedazo de la tierra donde nosotros vivimos (+a mí) (=de
esta sala) Me fascinaron las canoas (+a mi) (=de esta sala) (=me fascinaron) cómo
vivían los antepasados (+a mí) (=de esta sala) (=me fascinó) la situación de pensar
desde los colonizadores. Yo toco la guitarra y me fui a ver (=en la sala) la guitarra que
habían traído de Europa. (+yo) También vi (=en la sala) el violonchelo (+yo) vi (=del
152
violonchelo) cómo lo habían cortado (+a mi) (=el violonchelo) Me pareció hermoso (+a
mi) (=la sala) (=me pareció) muy interesante. La verdad que a mí (=la sala) me gustó
mucho.
Segmentación:
Definiciones contextuales:
1. el museo es aquel que (+a mí) Me gustó mucho
2. (=el museo) es aquel que (+a mí) (=me gustó) todo en general
3. (=el museo) es aquel del cual (+yo) {estoy} Muy sorprendido
4. (=el museo) es aquel al que (+yo) hace tanto que no venía
5. (=el museo) es aquel al que (+yo) veo muy interesante
6. (=el museo) es aquel al que (+yo) (=veo) muy remozado
7. (=esta sala) es aquella que (+para mí) es como un pedazo de la tierra donde
nosotros vivimos
153
8. (=la sala) es aquella de la que (+a mí) Me fascinaron las canoas
9. (=la sala) es aquella de la que (+a mí) (=me fascinaron) cómo vivían los
antepasados
10. (=la sala) es aquella de la que (+a mí) (= me fascinó) la situación de pensar
desde los colonizadores
11. (=la sala) es aquella en la que me fui a ver la guitarra que habían traído de
Europa [*porque*] Yo toco la guitarra
12. (=la sala) es aquella en la que (+yo) También vi el violonchelo
13. (=el violonchelo) es aquel del que (+yo) vi cómo lo habían cortado
14. (=el violonchelo) es aquel que (+a mí) Me pareció hermoso
15. (=la sala) es aquella que (+a mí) (=me pareció) muy interesante
16. (=la sala) es aquella que a mí me gustó mucho
154
Capítulo VI
LAS DEFINICIONES CONTEXTUALES
Y LOS MUNDOS SEMIÓTICOS POSIBLES
155
Capítulo VI: Las definiciones contextuales y los mundos semióticos posibles
En este capítulo se hará referencia a los procedimientos que dan cuenta del
recorrido analítico aplicado al conjunto de definiciones contextuales. Organizadas según
un conjunto de nodos, la dispersión de las categorías referenciadas en un mismo objeto,
recurso o tema, darán lugar a la configuración de los mundos semióticos posibles,
producto de la experiencia concreta de la visita a la sala de exhibición. Una vez
aplicadas las operaciones analíticas (normalización, segmentación y definición), el
corpus queda conformado por el conjunto total de definiciones contextuales, es decir,
las estructuras textuales mínimas sintáctica y semánticamente completas y cuya
agrupación dará lugar a las redes contrastantes o mundos semióticos posibles.
156
método comparativo constante. A diferencia de la inducción analítica, este método se
caracteriza, en primer lugar, en que no se ocupa de testar provisionalmente sino de
generar categorías conceptuales, sus propiedades (aspectos significativos de las
categorías) y las hipótesis (o relaciones entre ellas). En segundo lugar, las propiedades
no son únicamente causales, como en la inducción analítica, sino condiciones,
consecuencias, dimensiones, tipos, procesos, etc. Asimismo, no hay un intento de
verificar la universalidad ni la prueba de causas sugerida u otras propiedades. Y al no
haber prueba, este procedimiento -a diferencia de la inducción analítica- requiere de la
“saturación” de la información. El objetivo no es tanto la verificación como la
generación de la teoría. Por último, se lo considera más aplicable a cualquier tipo de
información cualitativa (observaciones, entrevistas, documentos, etc.) dentro de un
mismo estudio (Valles, 1999).
63
El Copy Right de la empresa QSR (Qualitative Solutions and Research).
64
“El desarrollo de programas generales y especializados útiles para el análisis cualitativo presenta las
siguientes ventajas: haber sido diseñados, específicamente, para imitar y superar los procedimientos
manuales; ayudar al investigador a marcar fragmentos de texto, codificarlos y recodificarlos durante el
desarrollo de un índice o sistema organizados; la asignación de uno o varios códigos a un fragmento
textual se hace fácilmente y el programa adjunta a cada fragmento extractado el documento original, la
identificación correspondiente; la búsqueda y recuperación en pantalla o impresora de todos los
fragmentos codificados de igual modo para proceder a su inspección conjunta; el apoyo a la elaboración
conceptual y teórica, mediante utilidades de formulación y comprobación de hipótesis; algunos paquetes
sobresalen por la ayuda que prestan en la elaboración teórica, mediante la confección de redes
conceptuales; permiten recuperar una gran cantidad de información y modelizarla para una mejor
visualización de las relaciones.” (Valles, 1999:395).
157
VI.2. Organización de la enunciación: variables, nodos y redes
La distinción de clase más abarcativa es la que alude a la definición de museo.
Esta surge con espontaneidad ya que la entrevista no incluye una pregunta sobre el
tema, pues escapa a los intereses específicos de la misma, focalizada en la sala. Uno de
las variables que configura esta categoría se relaciona con la frecuencia de la visita. Los
entrevistados tienen una fuerte vinculación con el museo asociada a la infancia/niñez,
siendo el museo un lugar al que no han vuelto desde entonces. La motivación para
regresar se encuentra en los chicos, (hijos, sobrinos, amigos). Aquí toma fuerza la
autoreferencialidad, la experiencia personal y el recuerdo.
Por otro lado, la definición referencial del museo y por la cual el visitante le
otorga identidad, encierra una comparación según distintas variables tales como:
- el estado de conservación y puesta museográfica: las salas nuevas/ las salas viejas.
158
Se adjunta un cuadro con la síntesis numérica de la cantidad de definiciones
contextuales incluidas en cada uno de ellos. Esta referencia no debe ser interpretada más
que como una tendencia a su aparición espontánea en el discurso.
Apreciaciones Apreciaciones
Frecuencia Actitudes e
generales generales
de la visita intereses
positivas negativas.
Cantidad de
36 52 34 19
DF
Una vez definidos los nodos según sean de primer orden, segundo y tercer orden,
se identifican el conjunto de enunciaciones que refieren a dicho nodo y que, por
diferencia, darán lugar, según las relaciones posibles, a las redes contrastantes o mundo
semióticos posibles para un corpus dado en determinado momento y lugar.
I. PRIMER
ORDEN:
ELEMENTOS
159
De segundo orden son aquellos nodos que toman como referencia a un conjunto
de elementos que corresponden a instalaciones que, a su vez, son aludidos como
sectores espaciales. Estos son: sector video, sector máscaras y sector escenario.
II.
SEGUNDO
ORDEN:
SECTORES
Por último, un tercer nivel está dado por la organización según unidades
temáticas denominadas como alusión al tiempo, cultura/identidad y autoreferencialidad.
Las definiciones contextuales que incluye el primer y segundo orden son identificables
por el nivel de referencialidad con el que aparecen enunciadas. En relación a los nodos
de tercer orden, los enunciados no siempre son explícitos y muchas veces su inclusión
en el nodo se deduce del contenido total de la definición contextual.
III. TERCER
ORDEN:
TEMAS
65
En el Anexo III se presentan ejemplos de definiciones contextuales para cada uno de los nodos y
subnodos, en los tres órdenes.
160
negativas. Dentro de las apreciaciones positivas se desprende un subnodo que agrupa
aquellas relacionadas con aspectos actitudinales. Las referencias temáticas tales como lo
nuestro, lo aborigen, la diversidad, las culturas autóctonas, entre otras serán recuperadas
en el nodo de tercer orden cultura/identidad.
-------------- Respetar
3. 2. Los textos
De las categorías de primer orden la más nombrada son los textos. La lectura de
los mismos en una sala de exhibición demanda para el visitante una atención particular,
lo intimida a interiorizarse y comprender el tema tratado, que requiere, en algún caso, de
conocimientos previos. La experiencia de la lectura por parte del visitante es mucho
más diferencial que otras experiencias perceptivas al alcance de todos.
161
Si bien la adecuación de los textos resulta la “traducción/transformación” de los
lenguajes técnicos/científicos al lenguaje de divulgación, la fidelidad disciplinar impone
un límite a este proceso.
3.3. Objetos
Dentro de esta categoría el análisis consiste en la evaluación de aquellos objetos
que han sido nombrados espontáneamente con mayor frecuencia, para recuperar, a
posteriori, las relaciones dadas en el discurso entre éstos y los otros nodos analizados.
Entre los objetos más nombrados se encuentran las canoas y las vestimentas. Se
presentan en la enunciación con diversas denominaciones tales como embarcaciones,
botes, barquitos en el primer caso y para el segundo caso ropas, textiles, indumentaria.
Un segundo grupo de objetos está conformado por los instrumentos musicales y las
máscaras. Por último también aparecen en el discurso los juegos, armas, collares y anclas.
162
Instrumentos
Canoas Vestimenta Máscaras Armas
musicales
Cantidad de
50 40 17 11 10
D.C.
En general el contexto de enunciación tiene que ver con aquello que más gustó o
llamó la atención pero es importante recalcar que con frecuencia los visitantes
establecen relaciones con experiencias personales, lo que podrá recuperarse luego en el
nodo designado como autoreferencia.
En algunos casos, la apreciación del valor del objeto se vincula a los sujetos
productores, el trabajo y el ingenio o habilidad. También vinculado a su originalidad y
autenticidad, generalmente asociado a los materiales y técnicas de confección.
163
Es el principal disparador de alusiones históricas y el objeto emblemático que delimita
el ingreso a la sala e invita a su visita.
El sector de las máscaras es uno de los que surge con alto grado de asociación
espontánea y del cual se ha incorporado la pregunta en caso de percibir una buena
disposición por parte de los visitantes para prolongar la entrevista. Este sector se centra
en la presentación de las máscaras de procedencia chané (Chaco salteño),
contextualizado a dos niveles, el carnaval y la experiencia de enmascaramiento.
Enfrentado espacialmente se encuentran cuatro máscaras de diversa procedencia y
contextos de uso. A su vez incluye una propuesta interactiva que consiste en “asomarse
enmascarándose” (Ver recursos expositivos en el capítulo IV). Este componente lúdico
es uno de los mayores atractivos ya que el visitante ve reflejada su mirada en un espejo,
incorporándolo visualmente en una escena del carnaval. Esta experiencia es muy
apreciada para los chicos, resulta divertida, diferente a lo que se espera en una sala de
museo y genera sentimientos de sorpresa, es por eso que la referencia de los visitantes
alude a actitudes y sentimientos. Los nodos distinguidos se agrupan en apreciaciones
generales positivas, apreciaciones generales negativas, actitudes y concepto.
164
El cuadro que sigue presenta algunos ejemplos de esta organización. Es
importante destacar la asociación a los rituales y la diversidad cultural, concepto que
aparece con frecuencia.
Apreciaciones Apreciaciones
generales generales Actitudes Concepto
positivas negativas
diversidad de
lindo no me gustó es un juego máscaras
165
interpretación. En su interior puede leerse un fragmento del escritor Eduardo Galeano
que alude a la identidad y los museos.
Del análisis de este nodo surgen las siguientes categorías que han sido agrupadas
como:
166
Apreciaciones generales
Positivas Negativas
me gustó no entendí
bárbaro no lo vi
bueno/buenísimo lo pasé por alto
excelente no le di importancia
lindo no me gustó
interesante está de más
real
divino
espectacular
Categorías referenciales
rancho el mate
casa el termo
puestito la pava
la radio
la frase de Galeano
167
Categorías conceptuales
Las categorías conceptuales pueden ser agrupadas según aludan al tiempo, a la
condición social o a la identidad, del cual se desprende un subnodo referido a
diversidad. Estos apartados tendrán su correlato en el análisis de los nodos de tercer
orden.
Categorías actitudinales
El escenario de la sala …
me hace pensar (que es general)
168
mi impresión fue (de entrar a una casa muy pobre)
me hizo pensar (que yo vivo bien y hay gente que no vive como yo)
me hizo un ruido (porque no buscaba ver la camiseta de Maradona)
me imagino que (es como vive una persona afuera)
supongo que (debe ser donde está el sereno)
supongo que (no pertenece a la sala, es de otra época)
supongo que (debe ser de algún peón porque nada que ver con las cosas de la sala)
invita a reflexionar (no es habitual esperarlo en un museo)
te mueve un poquito
te mueve un poquito la estantería (que uno venía dispuesto a encontrar)
me tuvo 5 minutos pensando
nos reíamos (de lo que había)
Las reflexiones que promueve el escenario pueden ser agrupadas según sean de
inclusión o exclusión, en relación a un nosotros/ otros/ellos. Estas serán recuperadas en
el análisis de las categorías de tercer orden.
169
5.1. Tiempo
La alusión al tiempo está referenciada en el discurso de los visitantes a partir de
distintos recursos expositivos. Conceptualmente se distinguen tres subnodos, aquel que
toma como referencia el pasado, el que toma como referencia el presente y el que
agrupa las definiciones contextuales donde el tiempo, a veces de forma implícita, está
aludido como cambio o historia.
lo ancestral lo moderno
170
5. 2. Cultura/identidad
Las enunciaciones agrupadas en el nodo denominado cultura/identidad
atraviesan todos los sectores seleccionados para el análisis como referente de segundo
orden. Estos son: máscaras, escenario y video.
En esta instancia el análisis deja transitoriamente de lado el sector disparador de
lo enunciado, relación que será recuperada a posteriori en el cruce de las categorías.
Para su análisis hemos considerado la enunciación a partir de la presencia o no
en el discurso de un “otro”, a su vez calificado o clasificado como lo argentino, lo
indígena, el aborigen, etc. y que se opone claramente a un “nosotros”, organizada en dos
categorías denominadas de exclusión e inclusión respectivamente. A su vez, es posible
reconocer una tercera categoría que vincula ambos apartados y que da cuenta de la
relación nosotros/otros (ellos).
Cantidad de D.C.
60 83 72 125
Total de 357
171
Será de inclusión aquella definición contextual en la que el visitante habla en
primera persona plural o singular, por ej.: lo nuestro, los aborígenes, lo argentino.
172
de las distintas tribus
esa época nuestra identidad llegamos a jorobar a ellos
que estaban muy felices
como vive una persona lo que nos identifica
afuera
con lo poco que se cosas nuestras como el
arreglaban mate
los que viven así en
chaco, misiones…
los que viven con esa
mezcla
lo que queda
en el norte quedan más
lo que había antes de la
conquista
el indígena en la
actualidad
los que han ido
evolucionando a nivel
psíquico
viven en la actualidad
Diversidad
Diferencia
Mezcla
Evolución
Cambio
Identidad
Tecnología
Convivencia
173
5.3. Autorreferencia
Cantidad de D.C. 18 70 44
VI.6. Resultados
Cuadro de síntesis
Una vez identificados los apartados en los tres niveles de referencia, se cruzó la
información estableciendo relaciones entre nodos de distinto orden, entre nodos y
subnodos y con datos relevados en el perfil socio demográfico. El anexo III presenta las
174
matrices de relaciones y sus valores.
- entre los subnodos del apartado de identidad con datos del perfil tales
como sexo, instrucción, procedencia y edad,
175
interés temático a lo que se le acopla la importancia de conocer: “la sala es aquella en
la que uno puede ver aquello que uno ignora”. Otro elemento que surgió como valor
agregado de la sala en general tiene que ver con el hecho de tratar temas del presente.
Las actitudes respecto de los textos son divergentes, se leen solo aquellos
vinculados a los temas de interés, y aquellos que jerarquizados gráficamente dan cuenta
de la orientación general de la sala. Algo a destacar es el impacto producido por las
palabras de E. Galeano, tanto por su forma poética como por la asociación al autor.
Como referencias conceptuales se observa una cantidad significativa de alusiones a la
comprensión del tema global tratado en la sala, la diversidad cultural.
Objetos emblemáticos como el traje de los siete cueros del cacique Chocorí,
propuesto como disparador de contenidos históricos, sin duda la confluencia de su
ubicación espacial (ingreso), la presencia imponente, y la referencia a la pertenencia a
176
un individuo del que se conoce su identidad, son elementos que fortalecen su valor
patrimonial y autenticidad.
177
la adjudicación de la escena a un presente así como en un sentido evolutivo,
referenciando el progreso en el celular. También aparece el intercambio, “se ve bien
reflejado como también tomamos algunos elementos de las culturas anteriores”. Estas
interpretaciones son producto de expresiones de inclusión y/o exclusión respecto de
“otro” representado. Se encuentran bien diferenciados tres matices diferentes, la
negación: “esto no debiera formar parte de una exhibición”, la distancia: “hay gente
que vive así”, y finalmente de inclusión: “lo argentino, la mezcla que somos, nuestras
contradicciones”.
Por último, dentro de los apartados de segundo orden se incluye el sector del
video editado especialmente para la sala y que pone “en contexto dinámico” la cultura
cristalizada en las vitrinas. Este recorrido por las distintas regiones otorga presencia a
los sujetos productores y actualidad a la cultura. Asimismo, la propuesta comparativa de
los mapas es significativa en cuanto a la profundidad en el tiempo de la existencia de los
pueblos originarios. La transcripción del artículo 75. Inciso 17 de la Constitución
Nacional no deja dudas al respecto.
178
La referencia impersonal alude a un concepto de identidad que está asociado a
categorías tales como la diversidad, la diferencia, la mezcla, la evolución, el cambio, la
tecnología, entre otros. Por otro lado, cuando el sujeto de la enunciación es explícito, los
visitantes ejercen una práctica discursiva de inclusión, de exclusión y ajenidad y
finalmente, relacional. En general este conjunto de oposiciones no forma parte del
discurso de un mismo informante, el cual se posiciona claramente dentro, fuera o
formando parte de esta construcción. Por otro lado, cada una de estas categorías es
susceptible de juicios de valor, pero no necesariamente la exclusión está acompañada de
prejuicio, sino, simplemente de no pertenencia. La ajenidad aparece como diferencia,
como diversidad y su relación se establece con más fuerza cuando no se ha podido sacar
a los grupos referenciados del pasado. A esto se contrapone la consideración de la
identidad del nativo, el otro, atravesada por una apreciación según su condición social.
Allí la diferencia asume el presente y la distancia con el otro se asocia a su
marginalidad, pobreza, postergación. Es en este último punto donde la identidad se
relaciona además de la diferencia, con la desigualdad. La instancia relacional del
discurso está ligada a un proceso histórico: “ver como empezamos y como terminamos”,
o de inclusión directa: “está re bueno meter más de esas cosas de todos”.
179
cuando el tratamiento ingresa en el nivel de los subnodos. La lectura numérica no
expresa en esta instancia la cantidad de definiciones contextuales que tratan el tema
sino, el cruce conceptual de los temas, sectores y referentes. Es decir, establece la mayor
tendencia en las asociaciones promovidas en la visita dentro de los nodos ya
constituidos como categorías y, recordemos, siempre surgidos de lo dicho por los
visitantes.
La relación de la categoría de tercer orden con las de segundo orden destaca que
la noción de tiempo surge fuertemente asociada al escenario, disminuyendo fuertemente
en el video y está ausente en relación al sector de las máscaras (cuadro 4). Igual relación
aparece asociada al sector final o escenario, si bien era de esperar que el video fuera un
buen disparador de este concepto (cuadros 5). Para el apartado de la autoreferencia se
mantiene esta relación pero para este caso los valores nulos corresponden al video
(cuadro 6). Los subnodos que se desprenden del apartado alusión al tiempo -pasado,
presente y cambio- conservan la fuerza referencial en el escenario, disminuyendo
fuertemente en relación al pasado (cuadro 7).
180
procedencia, siempre los valores más altos se encuentran relacionados con la exclusión
(cuadro 10). Finalmente, la edad en la que el tema surgió con mayor frecuencia se
concentra ente los 26 a 35 años y luego, la siguiente, entre 36 y 45 años (cuadro 11).
Igualmente, para el nodo autorreferencia, se registra en las mismas franjas etáreas
(cuadro 12). Para este mismo nodo la variación por sexo no resulta significativa (cuadro
13). Por último, con el objeto de evaluar el grado de aceptación del escenario final,
fueron evaluadas las apreciaciones generales positivas y negativas acerca del escenario
en la sala según edad y nivel de instrucción, pero esta relación no arrojó diferencias
significativas.
181
Anexos
1. Composición de la muestra.
2. Definiciones contextuales: ejemplos según
apartados y nodos.
3. Matrices de relaciones entre nodos y
subnodos.
182
1. Composición de la muestra
Frecuencias (n) y porcentajes (%) de los individuos analizados, según el sexo y el nivel de instrucción.
Frecuencias (n) y porcentajes (%) de los individuos analizados, según el grupo etáreo y el máximo nivel de instrucción.
Edad 16 - 25 26 - 35 36 - 45 46 - 55 56 - 65 66 - 75 76 - 85 Total
Instrucción n % n % n % n % n % n % n % n %
Primario completo 0 0 3 2.03 2 1.35 3 2.03 2 1.35 0 0 0 0 10 6.76
Secundario completo 2 1.35 15 10.14 6 4.05 4 2.71 2 1.35 1 0.68 1 0.68 31 20.95
Secundario incompleto 3 2.03 3 2.03 2 1.35 0 0 1 0.68 0 0 0 0 9 6.08
Terciario completo 2 1.35 6 4.05 12 8.11 1 0.68 2 1.35 1 0.67 0 0 24 16.22
Terciario incompleto 3 2.03 3 2.03 2 1.35 0 0 0 0 0 0 0 0 8 5.41
Universitario completo 2 1.35 10 6.76 16 10.81 7 4.7 2 1.35 2 1.35 0 0 39 26.35
Universitario
incompleto 14 9.46 9 6.08 2 1.35 1 0.68 0 0 1 0.68 0 0 27 18.24
Total 26 17.57 49 33.11 42 28.38 16 10.81 9 6.08 5 3.38 1 0.68 148 100
184
Frecuencias (n) y porcentajes (%) de los individuos analizados, según la nacionalidad y el máximo nivel de instrucción.
Frecuencias (n) y porcentajes (%) de los individuos analizados, según el sexo y el tipo de ocupación.
185
Frecuencias (n) y porcentajes (%) de los individuos analizados, según el sexo y el tipo de visita.
Frecuencias (n) y porcentajes (%) de los individuos analizados, según el máximo nivel de instrucción y el tipo de visita.
186
2. Definiciones contextuales: ejemplos según apartados y nodos.
NODO MUSEO
Frecuencia de la visita
Document 'N 101', 1 passages, 66 characters.
Section 0, Paragraph 4, 66 characters.
[el museo] es aquel que Nosotros es la primera vez que estamos acá
Document 'N 107', 1 passages, 65 characters.
Section 0, Paragraph 4, 65 characters.
(=el museo) es aquel que (+yo) es la primera vez que vengo igual
Actitudes/ intereses
Document 'N 101', 1 passages, 52 characters.
Section 0, Paragraph 3, 52 characters.
[el museo]es aquel de la que a mi todo me interesa
188
(=el museo) es aquel en el que (+A mi) (=me interesa) tratar de encontrar algún origen
de cosas que uno hace cotidianamente
189
Document 'N 143', 1 passages, 187 characters.
Section 0, Paragraph 8, 187 characters.
(=la sala) es aquella en la que es (+para mi) (=los chicos) por más que tengan la
computadora y todo eso igual no es lo mismo que traerlos y que lo ven acá donde pueden
aprender distinto
190
Document 'N 2', 1 passages, 78 characters.
Section 0, Paragraph 34, 63 characters.
(=los textos) son aquellos que (+para mi) Son muy interesantes
Referencias actitudinales
191
(=los textos) (=de la sala) son aquellos que (+nosotros) No leímos mucho
Referencias conceptuales
192
(=los textos) son aquellos que (+a mi) me parece muy bueno porque es una reflexión que
recoge la totalidad de lo que uno alcanza a ver
193
las canoas (=de la sala) son aquellas que (+a mi) (=me gustaron) porque son de distintas
partes del mundo.
Apreciaciones negativas
Document 'N 130', 1 passages, 110 characters.
Section 0, Paragraph 10, 110 characters.
194
(=la sala) es aquella de la que (+yo) No entendí mucho que tenía que ver con el resto (=la
máscara de samurái)
Apreciaciones positivas
Document 'N 46', 1 passages, 71 characters.
195
Document 'N 124', 2 passages, 219 characters.
Section 0, Paragraph 4, 118 characters.
(=la sala) es aquella de la que (+a nosotros) (= lo que más nos gustó fue) La pared que tiene
para verte del otro lado
Conceptos
196
Document 'N 118', 1 passages, 91 characters.
Section 0, Paragraph 6, 91 characters.
(= la sala) es aquella de la que (+a mi) (=me llamó más la atención) lo que es las máscaras
(=las máscaras de acá)son aquellas en las que (+para mi) la simbolización está metida en
otra red de significados
197
Section 0, Paragraph 19, 87 characters.
[el escenario] es aquel que yo creo que tiene mucho que ver (=con el resto de la sala)
Section 0, Paragraph 21, 70 characters.
[el escenario] es aquel que (+para mi) no podría no estar (=en la sala)
198
Document 'N 44', 1 passages, 95 characters.
Section 0, Paragraph 21, 95 characters.
(=el escenario) es aquel en el que (+yo) vi la camiseta de Maradona y me desconecté de la
sala
Categorías conceptuales
Document 'N 100', 3 passages, 271 characters.
Section 0, Paragraph 6, 114 characters.
[=el escenario] (=de la sala) es aquel que (+a nosotros) (=nos impactó) cómo están ahora
viviendo [los aborígenes]
Section 0, Paragraph 12, 51 characters.
[el escenario] es aquel que lo ves acá en la villa
199
Section 0, Paragraph 15, 72 characters.
las cosas [del escenario] son aquellas que (+para mi) Son todas típicas
Section 0, Paragraph 18, 148 characters.
[el escenario] (=de la sala) es aquel en el que (+para mi) se ve bien reflejado como también
tomamos algunos elementos de las culturas anteriores
Categorías actitudinales
Document 'N 3', 2 passages, 193 characters.
Section 0, Paragraph 19, 83 characters.
(=la sala) es aquella que (+ a mi) [*me pareció*] realmente interesante el remate
Section 0, Paragraph 25, 110 characters.
(=la frase de Galeano) es aquella que (+a mi) (=me hace pensar en) El reflejo de las
contradicciones nuestras
200
Document 'N 123', 1 passages, 111 characters.
Section 0, Paragraph 10, 111 characters.
(=la sala) es aquella que (+para mi) Vos le mostrás (=a los chicos) y ellos están que quieren
ver el televisor
Presente
Document 'N 100', 3 passages, 294 characters.
Section 0, Paragraph 6, 114 characters.
[=el escenario] (=de la sala) es aquel que (+a nosotros) (=nos impactó) cómo están ahora
viviendo [los aborígenes]
201
Document 'N 4', 13 passages, 1369 characters.
Section 0, Paragraph 27, 181 characters.
(=la sala) es aquella en la que Hay una imagen de una chica con un telar, [*que*] (+para
mi) [*es*] ver cómo están haciendo ahora y como están viviendo también ahora (=los
nativos)
Section 0, Paragraph 53, 118 characters.
(=la sala) es aquella en la que (+para mi) (=está muy bueno) tratar de ver que quedo de
eso (=las herramientas) hoy
Pasado
Document 'N 102', 2 passages, 208 characters.
Section 0, Paragraph 12, 90 characters.
(=la sala) es aquella de la que (+para mi) (=es interesante) lo que fue y de dónde venimos
202
(=la sala) es aquella en la que (+para mi)(=aprendes mucho) sobre cómo se fue formando
Argentina
Cambio/historia
Identidad/ nosotros:
203
(=la sala) es aquella que (+para mi) (=como todo esto) queda lo nuestro también ahora, en
esta época
Identidad/Otros:
204
Document 'N 100', 2 passages, 232 characters.
Section 0, Paragraph 9, 172 characters.
[el escenario] es aquel del cual (=Nos impactó) toda esa mezcla, con esos techos de paja,
donde están las vinchucas y por eso [los aborígenes] se siguen muriendo de Chagas
Section 0, Paragraph 13, 60 characters.
[el escenario] es aquel que lo ves en el norte con los tobas
205
(=los indios) son aquellos que (+para mi) lo que han ido evolucionando [*porque*] han
hecho más cosas
Section 0, Paragraph 33, 71 characters.
(=los indios) son aquellos que (+para mi) Perfecto si podían vivir así
Identidad Nosotros/Otros
Document 'N 100', 1 passages, 105 characters.
Section 0, Paragraph 8, 105 characters.
[el escenario] el escenario es aquel del cual (=nos impactó) Cómo los hemos confinado [a los
aborígenes]
Identidad/concepto:
Document 'N 100', 1 passages, 144 characters.
Section 0, Paragraph 10, 144 characters.
206
[del escenario] es aquel del cual (+a nosotros) (=Nos impactó toda esa mezcla) conviviendo
con dormir en el suelo, con un celular, con Maradona
207
Section 0, Paragraph 4, 99 characters.
(=la sala) es aquella que (+a mi) (me gustó=) [*porque*] está todo junto (=las distintas
culturas)
III.3. AUTOREFERENCIA
Cantiada de D.C. 18 70 44
Por procedencia:
Document 'N 119', 1 passages, 92 characters.
Section 0, Paragraph 13, 92 characters.
(+yo) Tengo mi abuela que es de La Pampa de una familia así indígena y me contó varias
cosas
208
Document 'N 18', 1 passages, 140 characters.
Section 0, Paragraph 9, 140 characters.
El tema de los telares es aquel del que yo tengo experiencia más que nada por los
tehuelches que el hombre tejía como una ofrenda de amor
209
Section 0, Paragraph 7, 122 characters.
(=el museo) es aquel en el que (+A mi)(=me interesa) tratar de encontrar algún origen de
cosas que uno hace cotidianamente
Section 0, Paragraph 34, 191 characters.
(=la sala) es aquella a la que (+para mi) (=uno) viene[*a*] entender cómo esta cámara que
tengo en la mano o lo que pienso o lo que creo son todos objetos que nos constituyen como
personas
210
3. Matrices de relaciones.
Se establecen relaciones entre las categorías de primer, segundo y tercer orden,
incluyendo subnodos y perfil sociodemográfico
Referencias
(3) (7)
Matrix Nodes /Objetos /Textos (8) /Generalidades de la Sala
(1) / Alusión al
tiempo 1 3 13
Coordenadas
(3) (7)
Matrix Nodes /Objetos /Textos (8) /Generalidades de la Sala
(1) / Alusión al
tiempo 1, 1 1, 2 1, 3
Referencias
Matrix Nodes (3) /Objetos (7) /Textos (8) /Generalidades de la Sala
(11) /cultura- identidad 6 4 48
Coordenadas
Matrix Nodes (3) /Objetos (7) /Textos (8) /Generalidades de la Sala
(11) /cultura- identidad 1, 1 1, 2 1, 3
211
3- Autorreferencia / objetos - textos - generalidades de la sala
Coordenadas
(2) /
Matrix Nodes Autorreferencia
(7) /Textos 1, 1
(3) /Objetos 2, 1
(8) /Generalidades de la Sala 3, 1
Documentos
(2) /
Matrix Nodes Autorreferencia
(7) /Textos 3
(3) /Objetos 8
(8) /Generalidades de la Sala 16
Referencias
(2) /
Matrix Nodes Autorreferencia
(7) /Textos 3
(3) /Objetos 8
(8) /Generalidades de la Sala 20
Referencias
(12)
Matrix Nodes (5) /Sector escenario (4) /Sector máscaras /video
(1) / Alusión al
tiempo 53 0 7
Coordenadas
(12)
Matrix Nodes (5) /Sector escenario (4) /Sector máscaras /video
(1) / Alusión al
tiempo 1, 1 1, 2 1, 3
212
5- Cultura / identidad por sectores escenario-máscaras-video
Documentos
(12)
Matrix Nodes (5) /Sector escenario (4) /Sector máscaras /video
(11) /cultura-
identidad 35 3 1
Referencias
(12)
Matrix Nodes (5) /Sector escenario (4) /Sector máscaras /video
(11) /cultura-
identidad 64 3 1
Coordenadas
(12)
Matrix Nodes (5) /Sector escenario (4) /Sector máscaras /video
(11) /cultura-
identidad 1, 1 1, 2 1, 3
Documentos
(5) /Sector
Matrix Nodes escenario (4) /Sector máscaras (12) /video
(2) /Autorreferencia 8 2 0
Referencias
(5) /Sector
Matrix Nodes escenario (4) /Sector máscaras (12) /video
(2) /Autorreferencia 13 2 0
Coordenadas
(5) /Sector
Matrix Nodes escenario (4) /Sector máscaras (12) /video
(2) /Autorreferencia 1, 1 1, 2 1, 3
213
7- Subnodos tiempo (pasado, presente, cambio) /
sectores (máscaras, escenario, video)
Coordenadas
(12) (5) /Sector (4) /Sector
Matrix Nodes
/video escenario máscaras
(1 1) /Alusión al
tiempo/Pasado 1, 1 1, 2 1, 3
(1 2) /Alusión al
tiempo/Presente 2, 1 2, 2 2, 3
(1 3) /Alusión al
tiempo/Cambio~historia 3, 1 3, 2 3, 3
Documentos
(12) (5) /Sector (4) /Sector
Matrix Nodes
/video escenario máscaras
(1 1) /Alusión al
tiempo/Pasado 2 3 0
(1 2) /Alusión al
tiempo/Presente 3 22 0
(1 3) /Alusión al
tiempo/Cambio~historia 1 20 0
Referencias
(12) (5) /Sector (4) /Sector
Matrix Nodes /video escenario máscaras
(1 1) /Alusión al
tiempo/Pasado 2 3 0
(1 2) /Alusión al
tiempo/Presente 5 29 0
(1 3) /Alusión al
tiempo/Cambio~historia 1 29 0
214
CATEGORÍAS DE TERCER ORDEN POR PERFIL
Referencias
(11 4 3) /cultura-
(11 4 2) /cultura- (11 4 1) /cultura- identidad/sujeto
identidad/sujeto identidad/sujeto explícito/nosotros-
Matrix Nodes explícito/nosotros explícito/otros otros
Sexo = femenino 26 58 36
Sexo = masculino 34 25 36
Coordenadas
(11 4 3) /cultura-
(11 4 2) /cultura- (11 4 1) /cultura- identidad/sujeto
identidad/sujeto identidad/sujeto explícito/nosotros-
Matrix Nodes explícito/nosotros explícito/otros otros
Sexo = femenino 1, 1 1, 2 1, 3
Sexo = masculino 2, 1 2, 2 2, 3
215
9- Identidad- sujeto explícito / instrucción
Documentos
(11 4 3) /cultura-
(11 4 2) /cultura- (11 4 1) /cultura- identidad/sujeto
identidad/sujeto identidad/sujeto explícito/nosotros-
Matrix Nodes explícito/nosotros explícito/otros otros
Instrucción = Not
Applicable 0 0 0
Instrucción = TI 1 2 1
Instrucción = UI 7 8 6
Instrucción = PC 1 1 1
Instrucción = SC 4 6 4
Instrucción = UC 8 13 12
Instrucción = TC 2 8 4
Instrucción = SI 2 5 3
Referencias
(11 4 3) /cultura-
(11 4 2) /cultura- (11 4 1) /cultura- identidad/sujeto
identidad/sujeto identidad/sujeto explícito/nosotros-
Matrix Nodes explícito/nosotros explícito/otros otros
Instrucción = Not
Applicable 0 0 0
Instrucción = TI 2 4 1
Instrucción = UI 23 15 16
Instrucción = PC 2 1 3
Instrucción = SC 10 9 9
Instrucción = UC 15 22 32
Instrucción = TC 6 19 7
Instrucción = SI 2 13 4
Coordenadas
(11 4 3) /cultura-
(11 4 2) /cultura- (11 4 1) /cultura- identidad/sujeto
identidad/sujeto identidad/sujeto explícito/nosotros-
Matrix Nodes explícito/nosotros explícito/otros otros
Instrucción = Not
Applicable 1, 1 1, 2 1, 3
Instrucción = TI 2, 1 2, 2 2, 3
Instrucción = UI 3, 1 3, 2 3, 3
Instrucción = PC 4, 1 4, 2 4, 3
Instrucción = SC 7, 1 7, 2 7, 3
Instrucción = UC 8, 1 8, 2 8, 3
Instrucción = TC 9, 1 9, 2 9, 3
Instrucción = SI 10, 1 10, 2 10, 3
216
10- Cultura identidad/sujeto explícito/ procedencia
Documentos
(11 4 1) (11 4 3) /cultura-
(11 4 2) /cultura- /cultura- identidad/
identidad identidad/ sujeto
/sujeto sujeto explícito/nosotros-
Matrix Nodes explícito/nosotros explícito/otros otros
Conurbano 12 18 10
Interior País 1 4 4
Exterior 3 4 3
Capital Federal 4 10 7
Interior A 4 7 7
Referencias
(11 4 1) (11 4 3) /cultura-
(11 4 2) /cultura- /cultura- identidad/
identidad/ identidad/ sujeto
sujeto sujeto explícito/nosotros-
Matrix Nodes explícito/nosotros explícito/otros otros
Conurbano 22 33 31
Interior País 4 12 5
Exterior 5 13 6
Unassigned 1 0 0
Capital Federal 22 12 20
Interior BA 6 13 10
Coordenadas
(11 4 1) (11 4 3) /cultura-
/cultura- identidad/
(11 4 2) /cultura- identidad/ sujeto
identidad/sujeto sujeto explícito/nosotros-
Matrix Nodes explícito/nosotros explícito/otros otros
Conurbano 1, 1 1, 2 1, 3
Interior País 2, 1 2, 2 2, 3
Exterior 3, 1 3, 2 3, 3
Capital Federal 5, 1 5, 2 5, 3
Interior BA 6, 1 6, 2 6, 3
217
11- Cultura identidad/ sujeto explícito /edad
Documentos
(11 4 3) /cultura-
(11 4 2) /cultura- (11 4 1) /cultura- identidad/sujeto
identidad/sujeto identidad/sujeto explícito/nosotros-
Matrix Nodes explícito/nosotros explícito/otros otros
GrupoEdad = Unassigned 0 0 0
GrupoEdad = de 16 a 25 3 6 4
GrupoEdad = Unknown 0 0 0
GrupoEdad = de 56 a 65 2 2 2
GrupoEdad = de 76 a 85 0 1 0
GrupoEdad = de 26 a 35 10 15 11
GrupoEdad = de 66 a 75 0 2 2
GrupoEdad = de 46 a 55 3 5 6
GrupoEdad = de 36 a 45 7 12 6
GrupoEdad = Not Applicable 0 0 0
Referencias
(11 4 3) /cultura-
(11 4 2) /cultura- (11 4 1) /cultura- identidad/sujeto
identidad/sujeto identidad/sujeto explícito/nosotros-
Matrix Nodes explícito/nosotros explícito/otros otros
GrupoEdad = Unassigned 0 0 0
GrupoEdad = de 16 a 25 5 17 7
GrupoEdad = Unknown 0 0 0
GrupoEdad = de 56 a 65 6 4 6
GrupoEdad = de 76 a 85 0 1 0
GrupoEdad = de 26 a 35 28 27 26
GrupoEdad = de 66 a 75 0 4 2
GrupoEdad = de 46 a 55 8 11 25
GrupoEdad = de 36 a 45 13 19 6
GrupoEdad = Not Applicable 0 0 0
Coordenadas
(11 4 3) /cultura-
(11 4 2) /cultura- (11 4 1) /cultura- identidad/sujeto
identidad/sujeto identidad/sujeto explícito/nosotros-
Matrix Nodes explícito/nosotros explícito/otros otros
GrupoEdad = Unassigned 1, 1 1, 2 1, 3
GrupoEdad = de 16 a 25 2, 1 2, 2 2, 3
GrupoEdad = Unknown 3, 1 3, 2 3, 3
GrupoEdad = de 56 a 65 4, 1 4, 2 4, 3
GrupoEdad = de 76 a 85 5, 1 5, 2 5, 3
GrupoEdad = de 26 a 35 6, 1 6, 2 6, 3
GrupoEdad = de 66 a 75 7, 1 7, 2 7, 3
GrupoEdad = de 46 a 55 8, 1 8, 2 8, 3
GrupoEdad = de 36 a 45 10, 1 10, 2 10, 3
GrupoEdad = Not Applicable 11, 1 11, 2 11, 3
218
RELACIONES CON SUBNODOS
12-Autorreferencia/edad
Documentos
Referencias
Matrix Nodes (2) /Autorerferencia
Grupo Edad = de 16 a 25 31
Grupo Edad = de 26 a 35 57
Grupo Edad = de 36 a 45 34
Grupo Edad = de 46 a 55 21
Grupo Edad = de 56 a 65 1
Grupo Edad = de 66 a 75 9
Grupo Edad = de 76 a 85 2
Coordenadas
Matrix Nodes (2) /Autorerferencia
Grupo Edad = de 16 a 25 5, 1
Grupo Edad = de 26 a 35 4, 1
Grupo Edad = de 36 a 45 7, 1
Grupo Edad = de 46 a 55 1, 1
Grupo Edad = de 56 a 65 6, 1
Grupo Edad = de 66 a 75 3, 1
Grupo Edad = de 76 a 85 2, 1
Referencias
Matrix Nodes (2) /Autorreferencia
Sexo = masculino 77
Sexo = femenino 78
Coordenadas
Matrix Nodes (2) /Autorreferencia
Sexo = masculino 1, 1
Sexo = femenino 2, 1
219
14- Apreciaciones generales del escenario por edad
Documentos
(5 1 1) /Sector (5 1 2) /Sector
escenario/apreciaciones escenario/apreciaciones
Matrix Nodes generales/positivas generales/negativas
Grupo Edad = de 16 a 25 4 6
Grupo Edad = de 26 a 35 13 6
Grupo Edad = de 36 a 45 7 10
Grupo Edad = de 46 a 55 6 1
Grupo Edad = de 56 a 65 1 2
Grupo Edad = de 66 a 75 2 0
Grupo Edad = de 76 a 85 0 0
Referencias
(5 1 1) /Sector (5 1 2) /Sector
escenario/apreciaciones escenario/apreciaciones
Matrix Nodes generales/positivas generales/negativas
Grupo Edad = de 16 a 25 6 8
Grupo Edad = de 26 a 35 24 10
Grupo Edad = de 36 a 45 20 23
Grupo Edad = de 46 a 55 8 1
Grupo Edad = de 56 a 65 2 5
Grupo Edad = de 66 a 75 2 0
Grupo Edad = de 76 a 85 0 0
Coordenadas
(5 1 1) /Sector (5 1 2) /Sector
escenario/apreciaciones escenario/apreciaciones
Matrix Nodes generales/positivas generales/negativas
Grupo Edad = de 16 a 25 8, 1 8, 2
Grupo Edad = de 26 a 35 2, 1 2, 2
Grupo Edad = de 36 a 45 4, 1 4, 2
Grupo Edad = de 46 a 55 6, 1 6, 2
Grupo Edad = de 56 a 65 1, 1 1, 2
Grupo Edad = de 66 a 75 7, 1 7, 2
Grupo Edad = de 76 a 85 3, 1 3, 2
220
15- Apreciaciones generales positivas y negativas del escenario/ instrucción
Documentos
(5 1 1) /Sector (5 1 2) /Sector
escenario/ (5 1 1) /Sector escenario/ escenario/
apreciaciones apreciaciones apreciaciones
Matrix Nodes generales/positivas generales/positivas generales/negativas
1 Instrucción = PC 3 3 0
2 Instrucción = SI 3 3 0
3 Instrucción = SC 7 7 5
4 Instrucción = TI 0 0 1
5 Instrucción = TC 6 6 5
6 Instrucción = UI 7 7 6
7 Instrucción = UC 7 7 8
Referencias
(5 1 1) /Sector (5 1 2) /Sector
escenario/ (5 1 1) /Sector escenario/ escenario/
apreciaciones apreciaciones apreciaciones
Matrix Nodes generales/positivas generales/positivas generales/negativas
1 Instrucción = PC 3 3 0
2 Instrucción = SI 7 7 0
3 Instrucción = SC 10 10 8
4 Instrucción = TI 0 0 1
5 Instrucción = TC 19 19 6
6 Instrucción = UI 16 16 9
7 Instrucción = UC 7 7 23
Coordenadas
(5 1 1) /Sector (5 1 2) /Sector
escenario/ (5 1 1) /Sector escenario/ escenario/
apreciaciones apreciaciones apreciaciones
Matrix Nodes generales/positivas generales/positivas generales/negativas
1 Instrucción = PC 5, 1 5, 1 5, 2
2 Instrucción = SI 2, 1 2, 1 2, 2
3 Instrucción = SC 6, 1 6, 1 6, 2
4 Instrucción = TI 3, 1 3, 1 3, 2
5 Instrucción = TC 4, 1 4, 1 4, 2
6 Instrucción = UI 7, 1 7, 1 7, 2
7 Instrucción = UC 1, 1 1, 1 1, 2
221
Capítulo VII
CONSIDERACIONES FINALES
222
Más de 400 piezas suspendidas en soportes de acrílico, protegidas de los daños
de la luz, acomodadas en lugares especiales buscando el contraste, la belleza, el
mensaje. Signos de memoria, códigos de encuentro, reconstrucciones fragmentadas. Un
recorrido lineal pero intenso, con saltos lúdicos, con sorpresa, admiración,
conocimiento.
Una institución de más de cien años que camina hacia la modernización de sus
formas expositivas, donde es posible experimentar un abanico de sensaciones e
interpretaciones. Donde se busca que el conocimiento especializado llegue a todos los
públicos posibles, para elevar su misión educativa.
¿Qué cosas pondría en una vitrina que nos cuente algo sobre Ud.?
M.M.R.
27 de marzo de 2007
Inauguración Sala Etnografía “Espejos culturales”.
Museo de La Plata.
223
Capítulo VII: consideraciones finales
Cuando un objeto sale de su contexto original e ingresa al museo, circula por una
serie de instancias de re-significación desde las cuales adquiere su valor de signo, es
decir, es susceptible de ser interpretado. En el conjunto de las semiosis sustituyentes, en
el contexto de la exhibición, éste forma parte de las estrategias discursivas de un espacio
tridimensional a través del cual se pretende promover en los visitantes una experiencia
cognitiva, emocional y lúdica.
224
de la interpretación en una situación dada, donde los datos predican sobre los hechos,
pero no los contiene. En esta tesis, una mirada analítica sobre el tema, permite ver que
uno de los tópicos a considerar es el de revisar esa etnografía realista de la primera
época para incorporar una mirada constructivista que, finalmente, impregna todas las
instancias de construcción de sentido, reconociendo, para cada una de ellas, sus objetos,
principios, estrategias de producción e intérpretes. En este caso, han sido identificados
tres contextos, denominados como de recolección, de re-presentación y de apropiación.
Las relaciones intercontextuales son de carácter dialógico, relacional y sistémico. El
primer contexto otorga al objeto la condición de etnográfico, para lo cual alude a las
prácticas de campo propias de la etnografía; el segundo, sus posibilidades de re-
presentación, es decir, la materialización intersemiótica de las intenciones de los
curadores fundamentadas en los supuestos antropológicos acerca de los “otros”; el
tercero, las formas en que los visitantes construyen un conocimiento acerca de los
“otros”, producto de la visita a la exhibición, como experiencia situada.
225
de un sistema de relaciones. Las estrategias museográficas buscan reconstruir escenas
con diverso grado de realismo. En ellas prevalece la variable descriptiva y disciplinar.
Otras experiencias se hacen eco de los actuales debates acerca de los derechos y
reclamos de los pueblos originarios. Se pone énfasis en la variable política e histórica,
se busca confrontar la historia oficial incorporando nuevas miradas y en algunos casos
la concreta participación de miembros de las comunidades en la definición de criterios
expositivos. El análisis exhaustivo de los resortes que sustentan cada forma expositiva
escapa a los objetivos de este trabajo pero sin duda es una de las líneas de investigación
que quedan abiertas para una profunda indagación, asumiendo siempre la complejidad
de la expografía. De todas maneras, se hace evidente que a través de las distintas
retóricas los museos tienden a ser cada vez más “transparentes”, en tanto buscan sacar a
la luz las claves teóricas, ideológicas y políticas que legitiman su accionar. Sin
embargo, en tanto y en cuanto la crítica se cierre en la reflexión intradisciplinar
estaremos lejos de aportar a una política institucional. Olvidar la función comunicativa
de las exhibiciones y la misión educativa del museo implica mutilar el ejercicio de uno
de sus objetivos primordiales. En este sentido, el estudio del modo en que los visitantes
perciben, recepcionan y procesan los mensajes propuestos a través de la exhibición
constituye la otra cara indisoluble del circuito comunicacional. En esta tesis, la
configuración de un modelo relacional entre el dominio de la re-presentación y el de la
apropiación, dado a partir del caso concreto de la exposición “Espejos Culturales”,
pretendió ofrecer un instrumento metodológico de evaluación de exhibiciones, de tipo
cualitativo bajo el precepto de concebir al visitante como un sujeto activo e histórico
que pone “en acción” su capital cultural. Conocer los “mundos semióticos posibles”
para una comunidad dada a partir de una experiencia situada permite indagar acerca del
umbral de ambigüedad que es posible maniobrar para asumir la diversidad, sin perder
de vista la búsqueda intencional de los objetivos que persigue una exposición.
226
rol de una propuesta diferencial durante el recorrido, generando rupturas perceptivas y
niveles conceptuales de diverso grado de inclusión.
Está claro que no existe una solución fácil para “el problema de la re-
presentación”. Ni la experiencia del público ni la autoridad curatorial son dueñas de un
derecho automático a la contextualización de las colecciones en las salas de exhibición.
227
BIBLIOGRAFÍA
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