Derecho Del Transporte. 2018. Francisco Losada
Derecho Del Transporte. 2018. Francisco Losada
Derecho Del Transporte. 2018. Francisco Losada
re-. A
FRANCISCO R. LOSADA
Derecho
del
transporte
Terreshe. Acuático. Aéreo. Espacial. Multimod al
Prólogo de
ROMUALDI
EMILIO
ASTREA
BUENOS AIRES - BOGOTA - PORTO ALEGRE
Losada, Francisco R.
Derecho del transporte / Francisco R . Losada
la ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Astrea, 2018.
796 p.;23x16 cm.
ISBN 978-987-706-2
14-4
O EDITORIAL
ASTREA
SRL
Lavalle 1208 - (C1048AAF) Ciudad de Buenos Aires
(54-11)4382-1880 - 0800-345-ASTREA (278732)
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Prólogo .................................................................................... IX
Palabras preliminares ..................................................... XIII
B) HISTOIUA
DEL TRANSPORTE Y DEL DERECHO
DEL TRANSPORTE
CAP~TULU
11
HECHO F~SICO
CAP~TULO
111
EL CONTRATO DE TRANSPORTE
Introducci6n ........................................................................ 73
El hecho jurídico: el contrato de transporte .................... 73
Concepto ........................................................................... 73
El contrato de transporte. los transportes modales y el
transporte multimodal ....................................................... 75
Naturaleza del contrato de transporte ............................. 78
Sobre su naturaleza juridica a partir del Código Civil y
Comercial de la Nación . Ahora de consumo .................. 82
Caracteres del contrato de transporte ............................. 87
Elementos del contrato de transporte .............................. 90
Los elementospersonales o subjetivos ............................. 90
El concepto de empresario del transporte y de otros
operadores de la actividad ................................................ 91
Derechos del transportista ............................................... 92
a) Percibir el pago de la prestaci6n del servicio ............. 93
b) Elección de la ruta ....................................................... 94
~NDICEGENERAL
DE LA RESPONSABILIDAD DERIVADA
DEL HECHO DEL TRANSPORTE
PARTE
SEGUNDA
LOS TRANSPORTES MODALES
V
CAPITULO
TRANSPORTE TERRESTRE
Introducci6n ....................................................................
La infraestructura. La vía pública. Su naturaleza
jurídica .............................................................................
Estaciones terminales de pasajeros y de carga ............
El automotor. Concepto y tipos de vehiculos aptos
para el transporte terrestre . Naturaleza jurídica ......
Registros para los vehiculos afectados al transporte
automotor ........................................................................
Personal de conducción: la licencia habilitante ...........
Facultades . Comparación con otros medios de
transporte ........................................................................
El marco normativo del transporte de pasajeros por
automotor. Tipos de servicios .....................................
a) Servicio publico .........................................................
b) Servicios de tráfico libre ...........................................
c ) Servicios de transporte para el turismo ..................
d) Servicio ejecutivo .......................................................
Marco regulatorio del transporte por automotor de
pasajeros en el Gran Buenos Aires . Principales ea-
racteristicas .....................................................................
~ N D I C EGENERAL xxv
3 105. Marcos regulatorios ........................................................ 283
5 106. Tipos de servicios ........................................................... 283
TRANSPORTE A C U ~ O
b) Canal ...........................................................................
c) Los lagos .....................................................................
d) El mar .........................................................................
1) La cuestión en el orden internacional ................
2) La legislación nacional .........................................
$ 120. Contarninación del medio marino .................................
a) La cuestión .................................................................
b) La contaminación marina en los convenios sobre
el derecho del mar .....................................................
$ 121. Los puertos ......................................................................
a) Tipos de puertos . Clasificación ..............................
b) Habilitación . Destino ..............................................
c) Transferencia del dominio, administración o ex-
plotación portuaria nacional a los Estados provin-
ciales, a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos
Aires o a la actividad privada ...................................
Su regulaci6n ...................................................................
Normas jurídicas aplicables ...........................................
Club náutico y guardería náutica ..................................
Responsabilidad del propietario. armador. capitán o
"skipper" ..........................................................................
El Registro Especial de Yates ........................................
Habilitaciones ..................................................................
Canoas. kayaks. botes a remo ........................................
Licencias habilitant es .....................................................
A) CA~ACTERIZACI~N
GENERAL
F) L A AERONAUTICA COMERCIAL
VI11
CAPÍTULO
TRANSPORTE ESPACIAL
Concepto ..........................................................................
Denominaci6n .................................................................
Contenido ........................................................................
El espacio exterior o ultraterrestre ...............................
Distinción entre espacio aéreo y espacio exterior .
Delimitación entre ambos espacios. Teorias .............
Condición jurídica . Teorías .........................................
Naturaleza jurídica .........................................................
Su régimen jurídico . El Tratado del Espacio de 1967
Infraestructura espacial ...............................................
El Plan Nacional Espacial ..............................................
Las naves espaciales .......................................................
Clasificación de los vehículos espaciales ......................
Naturaleza jurídica . Régimen jurídico .......................
Convenio sobre Registro de Objetos Lanzados al Es-
pacio Ultraterrestre, de 1975 .........................................
El hombre en el espacio. El cosmonauta y la condi-
ción jurídica del hombre en el espacio ..........................
Derechos y deberes .........................................................
a) Ante el Estado de registro ........................................
1) De derecho público ..............................................
2) De derecho privado ..............................................
b) Ante los otros Estados ..............................................
8 242. Derecho espacial comercial ...........................................
5 243. Contratos de transporte espacial. El contrato de
lanzamiento .....................................................................
5 244. Responsabilidad espacial ..............................................
a) Internacionalidad .......................................................
b) Objetividad .................................................................
e) Extracontractualidad ..............................................
d) Ilimitación ..................................................................
~NDIGE GENERAL XXXVII
PARTETERCERA
TRANSPORTE MULTIMODAL
IX
CAP~TULO
CARACTERIZACI~NGENERAL
CONTRATOS DE LOGISTICA
TRANSPORTE Y COMERCIO
INTERNACIONAL
CONCEPTO E INSTRUMENTOS
XII
CAPÍTULO
TRANSPORTE Y TURISMO
5 2. IMPORTANCIA
DEL TRANSPORTE DENTRO DE LAS ACTIVI-
DADES HUMANAS. LA E S E ~ ADE LA F U N C I ~ NCIRCULATORIA DEN-
TRO DE LA SOCIEDAD. - Quien fuera pionero en esta materia, Jos-
SERAND, en la introducción de su clásica obra Les transports5,
hace ya una centuria, nos decía acerca del transporte que es,
de todas las operaciones, la más necesaria y mhs polifacética, ya
que se trata de uno de nuestros actos, nuestros deseos, nuestros
contratos, y que se hace, en su preparacibn o en su desempeño,
basada en el hecho del desplazamiento de las personas, cosas,
pensamientos, constituyendo un factor de la vida misma, un mo-
tor inigualable para el desarrollo de la sociedad moderna.
Les tmnsports, p. l.
JOSSERAND,
La evolución tecnol6gica operada en esta materia, y en el
campo mayor, es decir de las comunicaciones, ha revolucionado
absolutamente todo lo que conocernos al respecto de modo tal
que es imposible concebir otro mundo sin transportes.
Es que el transporte es intercambio, es la vida misma de
los individuos y de los pueblos y bien se puede, sin temeridad,
como dice GAGGERO, adivinar, la prosperidad y adelanto de un
país dado, examinando el estado de su aparato circulatorio, su
sistema de transportes6.
Para este autor, sirve la analogía antropológica: "así como
el organismo humano se compone de diversos 6rganos (apa-
ratos) afectados al cumplimiento de funciones vitales individua-
les (circulatoria, alimenticia, etc .) la sociedad también estructura
aparatos capaces de desenvolver las funciones sociales siendo
la circulatoria esencial".
5 3. IMPORTANCIA
SOCIAL Y ECON~MICADEL T M S P O R T E Y LA
ESTADO
I N T E R V ~ C I ~DEL
N EN LA ACTIVIDAD. - Para los estudiosos
de los fenómenos económicos, el transporte suele ser considera-
do como una industria, una de las principales fuentes de riqueza
mundial, junto con las de los hidrocarburos y el turismo. Por
eso es una cuestión que presupone la intervencibn del Estado,
para asegurar la circulación de la producci6n y el desarrollo de
la economía en general, construyendo nuevas vías de transporte
y asegurando las existentes7.
Para AGUIRRE RAM~REZ y FRESNEDO DE AGUIRRE, el transporte es
un núcleo esencial en la compraventa internacional de mercade-
rías, sin el cual ella no podría funcionar. Asi, el transporte cum-
ple muchas funciones importantes en nuestras sociedades, has-
ta el punto de que se puede afirmar que no podrian existir
como tales sin esa actividad, y que en la compraventa interna-
cional de mercaderías reside la piedra angular del comercio
internacional. Y el transporte es una actividad sin la cual la com-
praventa a distancia no podría llevarse a cabo, en el mundo co-
mercial real8.
RAM~REZ
BID - INTAL, DP 446/92, no 403, nov. 1992; AGUIRRE - FRESNEDO
DE Curso Parte general, p. 19.
AGUIRRE,
lo GAGGERO,Derecho de los transportes, p. 27.
5 6. E s ~ ~ c r UTILIZABLES
os PARA EL DESPLAZAMIENTO. - E S ~ S
condicionantes planetarias determinan su aptitud para el des-
plazamiento y explican cómo el transporte se inicia en el
agua. Luego, la evolucibn del hecho técnico fue permitiendo
extender la navegación al espacio aéreo y posteriormente a un
cuarto ámbito, que no figuraba en la geografía tradicional: el es-
pacio extraatmosférico, exterior o ultraterrestre1l.
lino. La gente de las civilizaciones primitivas tenía gran estima por el ámbar,
porque creía que poseia poderes mágicos.
24 LEE- LAMBERT, El maravitloso mundo del transporte, p. 18.
tros; los caminos imperiales de los incas, que recorrían más de
3.200 kilómetros, y las grandes carreteras de los chinos, que fa-
cilitaban el comercio con los persas en el tráfico de la seda.
Muchas de esas carreteras se encontraban adoquinadas; es
decir, no eran un simple camino de tierra o huella. Por ejem-
plo, los persas las habían dotado de un sistema de postas de re-
emplazo de animales (caballos y camellos), que permitía que los
mensajes avanzaran rápidamente. Este sistema también fue
aplicado por los romanos y, en nuestro continente, por los incas,
los mayas y los aztecas.
Según CÁRCANO, "cuenta Herodoto que los antiguos persas
escalonaban en los caminos de distancia en distancia, y por cada
jornada de marcha, repuestos de hombres y caballos, alojados en
estaciones especiales fundadas a este efecto. La nieve, el calor,
la oscuridad, nada impedía a los mensajeros cumplir su come-
tido y hacerlo con la mayor rapidez. El que recorría la prime-
ra sección del camino, pasaba sus despachos al segundo, este al
tercero, y así sucesivamente hasta que el parte llegaba a su des-
tino. Un sistema semejante se observ6 en los vastos imperios
de Moctezuma y Atahualpa, antes de que la barbarie de la con-
quista realizada por Hernán Cortés y Francisco Pizarro asentara
sobre los escombros de la civilización aborigen el predominio de
la fuerza creadora y progresiva de la civilización moderna. Era
costumbre en México tener en los caminos agentes encargados
de recibir y trasmitir noticias. Especialmente se adiestraban
hombres con ese objeto, acostumbr~ndolosa correr a gran ce-
leridad. Existían estaciones comunes y fijas, donde vivían co-
rredores muy ligeros, ejercitados y conocedores de las veredas
y caminos más cortos. Corrían sin descanso hasta el paradero
próximo, comunicaban su mensaje a uno de sus sucesores, que
estaba siempre listo, y partía inmediatamente a otra estación, y
así es como, de posta en posta, volaba la noticia sin que fuese
interrumpida un solo momento hasta llegar a la ciudad de Mé-
xico''. Respecto de los incas, agregaba "que elevaron el servi-
cio de correo al rango de institución pública organizada, regla-
mentada y vigilada por el gobierno [...] Se ejercitaban hombres
desde niños en correr, enseñándoles los caminos de la comar-
ca y acostumbrándoles en una distancia fija, a subir montañas y
cruzar llanuras sin fatigarse. En toda la extensión de los cami-
22 TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
nos, que Humboldt clasifica entre las obras mas útiles y estupen-
das que en cualquier época haya producido el esfuerzo huma-
no, se levantaban dos o más casillas colocadas en cada topo, a
una legua y media de trayecto, donde estaban siempre prontos
a desempeñar su oficio genialmente cuatro personas, que cada
mes renovaba el valle o provincia en cuya jurisdicción s e r ~ í a n ' ~ ~ .
La evolución se dio junto a los animales, a los que el hom-
bre les fue paulatinamente acoplando instrumentos que permi-
tían incrementar su rendimiento, tales como carros, carretas,
barriles, sacones, canastos y, m6s tarde, coches y diligencias,
todo ello en función de asegurar el comercio y, en algunos casos,
de asegurar la eficacia militar. Hubo lugares con importante
trhfico comercial, en los cuales el transporte durante siglos se
realizó de manera casi exclusiva con animales, como en los paí-
ses asentados sobre el Sahara, cuyas frhgiles arenas impedían la
construcción de rutas firmes, siendo el vehiculo mas apropiado
el camello, que posibilitó durante centurias el comercio de oro,
marfil, cobre, caucho y perfumes, entre otras mercancías.
Mientras tanto, el medio acuático también seguía su proce-
so de evolución. Los egipcios construyeron balsas con haces de
cañas y en América muchos pueblos construyeron ernbarcacio-
nes a partir de ahuecar troncos para hacer piraguas y canoas,
o de revestir con cueros finas estructuras realizadas con made-
ras. Así surgieron el coracle, la piragua y la balsa de cañas, que
fueron las primeras embarcaciones del hombre.
Dicen LEE y LAMBERT que en la Edad de la Piedra los hom-
bres cruzaban lagos y ríos para comerciar; luego, las grandes ci-
vilizaciones construyeron embarcaciones que iban variando sus
formas según los materiales empleados para construirlas. El
hombre de los bosques construy6 piraguas, con troncos de hr-
bol ahuecados con hachas y fuego, mientras que en las llanuras
sin árboles fueron a menudo las pieles de los animales los úni-
cos medios para flotar sobre los ríos. Se combinaron los cue-
ros de los animales con las plantas que crecían junto a los ríos
para construir coracles, ligeros y a modo de conchas. A lo largo
del Nilo, en Egipto, donde crecían las cañas del papiro, se cons-
28 LEE- LAMBERT,
El muravilloso mundo del transporte, p. 38 a 40.
el siglo xvrr el transporte comience a mejorar. El floreciente co-
mercio de Europa provoc6 que las aldeas se convirtieran en pue-
blos y los pueblos en ciudades.
El hombre comenzó a comprender que no solo le bastaba e1
hecho de confiar en la fuerza muscular de las bestias, o en el em-
puje del viento y del agua (los cuales se veían seriamente com-
prometidos ante una sequía o un día de calma). Sumado al
crecimiento constante del comercio y de la industria, ello hizo
que se construyeran saltos artificiales de agua para mover sus
ruedas y máquinas para elevarla a niveles mas altos, con más y
mejores medios de transporte terrestre que circularan sin impe-
dimentos antes las inclemencias del tiempo.
Fue así que lleg6 entonces el invento que revolucionaría al
mundo, la mAquina de vapor, producto del agua cargada con la
energía del calor. A mediados del siglo xvrr se comenzó a ex-
perimentar con el vapor en su intento de elevar agua. "Uno
de los primitivos inventores, Thomas Savery, construyó varias
máquinas. En una de ellas forzaba el vapor dentro de un reci-
piente cerrado, luego lo enfriaba, convirtiendo el vapor de nuevo
en agua. Esta agua ocupaba menos espacio que el vapor ori-
ginal. En el recipiente se producía, en parte, el vacío. Este
vacío de Savery podía absorber agua de un pozo de mina hacia
la superficie. Thomas Newcomen (1663-1729) construyó una
máquina de especie distinta. El vapor impulsaba un pistón en
el interior de un cilindro. Unas bielas conectadas al piston ser-
vían para bombear el agua, Entonces James Watt (1736-1819)
hizo una máquina en la que el vapor impulsaba un pistón tan-
to en un sentido como en otro. También unas bielas unían el
pistón a unas ruedas y las hacían girar. Las máquinas de Watt
daban energía a los aserraderos. Si el vapor podía hacer girar
unas ruedas en las serrerías, &porqué no podía hacer girar las
ruedas de un vehiculo? La respuesta la dio en 1769 el francés
Cugnot, quien utilizando el vapor, construyó el primer carruaje
de propulsión propia"29.
Anos después, en Inglaterra, Richard Trevethick constru-
y6, en 1804, la primera locomotora de vapor capaz de remolcar
LEE- LAMBERT,
El muravilloso mundo del transporte, p. 25 a 28.
algo más de 3.000 kilómetros de vías férreas y, dos años mas tar-
de, esta longitud se había duplicado. Se extendían numerosas
líneas en todo el mundo y el ferrocarril comenzó a transformar
el campo, tendiendo puentes y viaductos a través de valles pas-
t oriles, excavando trincheras, dando nacimiento a nuevas ciuda-
des y trasladando de un sitio a otro poblaciones enteras alrede-
dor de todo el mundo.
La tecnología del vapor también lleg6 a los transportes por
agua, logrando lo que el hombre siempre había soñado; construir
una embarcación que pudiera moverse independientemente del
viento, de las corrientes o de la energía muscular.
Un monje que vivió hace setecientos años sabía que algún
día se construiría tal embarcación. Este monje, Roger Bacon,
había dicho que "barcos muy grandes, con un solo hombre que
los condujera, se moverían a velocidad mayor que si estuviesen
llenos de marineros. En 1690, el científico francés Denis Pa-
pin sugiri6 que la fuerza del vapor podria mover un barco. En
1778, el marqués Claude de Jouffroy d'Abbans trató de hacer que
el vapor moviese una embarcacibn propulsada por ruedas de pa-
letas palmípedas. En 1783, su Pyroscaphe ('buque de fuego')
avanz6, en efecto, contra la corriente de un río. En 1803, Ro-
bert Fulton -que más tarde abriría el camino al buque de vapor
en los Estados Unidos [de América]- botó su primera embarca-
ci6n de vapor con éxito en el rlo Sena, en Francia. Los vapores
para navegación fluvial pronto introdujeron a los buques que po-
dian cruzar el 0céano"l.
Sin embargo, el vapor no fue muy útil al desarrollo de los
vehiculos por carretera, dado que se adaptaba mejor a vehicu-
los grandes que se movieran sobre rieles. Es así que el vehículo
diseñado por Cugnot, casi cuarenta años antes que la primera
locomotora, no tuvo éxito, debido a que la caldera era demasiado
pequeña para producir suficiente vapor y debía detenerse repeti-
damente para reabastecerse de agua.
En 1882, Gottlieb Daimler utiliza petróleo vaporizado para
impulsar el pist6n de Lenoir, logrando así el desarrollo del pri-
mer motor de combustión interna. En 1885 acopló ese motor a
82 LEE- LAMBERT,
El mravilloso mundo del transporte, p. 61.
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
LEE- LAMBERT,
El muravilloso mundo del transporte, p. 54.
periodistas y ciudadanos parisinos. El 23 de octubre de 1906
voló cerca de 60 metros a una altura de 2 a 3 metros del sue-
lo con su 14-bis, en el campo de Bagatelle en Paris. En menos
de un mes repitió la hazaña delante de una multitud de testigos,
recorriendo 220 metros a una altura de 6 metros. El vuelo del
14-bis fue el primero verificado por el Aeroclub de Francia de un
aparato m& pesado que el aire en Europa y posiblemente la pri-
mera demostracibn pública de un vehiculo levantando vuelo por
sus propios medios, sin ser impulsado. El 14-bis tuvo un despe-
gue autoimpulsado, razón por la cual Santos Dumont es conside-
rado, por parte de la comunidad científica y aeronáutica, como
el padre de la aviación, principalmente en nuestro hermano país
de Brasil.
En 1914 solamente había una clase de aeroplano en el
aire. En 1918, la guerra había engendrado aviones especializa-
dos de muchas clases: aviones de observación, de entrenamien-
to, de transporte de tropas, hidroaviones, ligeros de combate y
pesados de bombardeo.
Los primeros aviones militares fueron simples explorado-
res. Volaban sobre las líneas enemigas para espiar los movi-
mientos de las tropas o para hacer la observacidn de tiro en el
bombardeo de objetivos invisibles desde los puestos artilleros te-
rrestres. Algunas veces el piloto llevaba una pistola consigo y
cambiaba unos disparos en el aire con los observadores enemigos.
Y entonces Fokker, un holandés, invento una ametralladora
fija, sincronizada de modo tal que disparara a través del propul-
sor o hélice en giro. Montada en la parte anterior de la cabina,
la disparaba el piloto, que dirigía tanto su avión como su arma
contra el blanco. Convirtió al avión en un arma letal y determi-
n6 el comienzo de la guerra en el aire.
Por aquellos años, los grandes globos dirigibles o zepelines
eran los grandes dueños del aire, que incluso intentaban compe-
tir con las grandes navieras, no solo en cuanto a velocidad sino
también en cuanto a capacidad. Sin embargo la tragedia del
Hindenburg, sobre Nueva York, pronto hizo que este tipo de ve-
hículo fuera quedando en el recuerdo.
Desde fines de la Primera Guerra Mundial hasta comien-
zos de la Segunda, pocos fueron los avances en materia de avia-
34 TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
35 LEE- LAMBERT,
El maravilloso mundo del transporte, p. 63.
ROMUALDI,
Contrato de transporte,p. 26.
36 TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
40 PENAGUZMAN- ARGUELLO,
Derecho romano,p. 366.
4' PERAGUZMAN y ARG~ELLO agregan que "para que fueran de aplicaci6n
las disposiciones de la ley era preciso la concurrencia de diversos requisi-
tos. Asi, debia provenir de un grave peligro derivado de fuerza mayor. Tam-
bién se requería que los propietarios de las cosas arrojadas o deterioradas hu-
bieran sufrido un perjuicio real y que la echazOn se verificara con el prop6sito
de salvar el buque y el cargamento. Además era necesario que se hubiera
Con la caída de Roma, en la baja Edad Media el tráfico te-
rrestre que garantiza la pax romana desaparece y con ello len-
tamente se va entorpeciendo el comercio, y otro tanto sucede
con el mare nostrum, invadido por pueblos venidos de distintos
lugares y con leyes diversas; se establecen normas de derecho
marítimo internacional tales como las Leyes Pseudo Rodias com-
piladas entre los siglos vrr y xr, las Tablas de Amalfi del siglo x;
los Roles de Oleron del siglo XII y las reglas del Consulado del
Mar de Barcelona, de los siglos XIII y xrv. La Liga HanseAtica
(1250-1450) adquirid privilegios comerciales en el exterior y es-
tableci6 normas de arbitraje para las ciudades que la integraban.
Marco Polo lleg6 hasta la China en busca de nuevos mer-
cados para Venecia, potencia naviera del mar Adriático del Me-
dioevo y parte de la Edad Moderna. La necesidad de establecer
rutas al Oriente por la caída de Constantinopla indujo al hombre
a una de sus gestas más trascendentes e inesperadas: el descu-
brimiento de América. Francisco de Vitoria, con su zus pere-
g ~ i n a n d iy, Hugo Grocio, con su Mare Liberum,dieron un vi-
goroso alegato en favor de la libertad de comerciar. En el siglo
xvrr aparece en Francia el Guidon de la Mer, antecedente de las
ordenanzas de C ~ l b e r t ; ~ ~ .
5 las fuen-
Y CLASIFICACI~N.- Según GAGGERO,
17. CONCEPTO
tes del derecho del transporte pueden clasificarse en legislat2vas,
a las que subdivide en nacionales y extranjeras, y no Zegzsla-
tivas, en las cuales coloca a los usos y costumbres, la jurispru-
dencia y la doctrina4! A su vez, BARROILHET ACEVEDO y D ~ ADZ~ A Z
47 BARROILHET - D ~ AD
ACEVEDO Z ~ A zDerecho
, del tmnsporte, t. 1, p. 14.
4 " - BRIGNARDELLO,
~ ~ Diett0
~ dei~ ~ T U S P~ O T p. ,~ MOSGATT,
~ ~ 15; ~ D2ritt0
dei trasporti,p. 62.
ponden a la Corte Suprema de Justicia y a los tribunales inferio-
res de la Nación (art. 116)'49.
Enseña también que la misma Constitución nos brinda otra
fuente, aparte de "las leyes de La Nación que e n su conse-
cuencia se dicten por el Congreso", en su art. 31: los tratados
con las potencias extranjeras, los que deben ser previamente ra-
tificados por el Poder Legislativo nacional para que entren en vi-
gor (art. 75, incs. 22 y 24).
Nuestra Constitución nacional, basada en una organizacibn
federal del gobierno, contiene las llamadas facultades exclusivas
de la Nación, las facultades exclusivas de las provincias y las de-
nominadas facuItades concurrentes.
El segundo conjunto de normas correspondería a las de
orden federal o nacional. Aquí encontramos el C6digo Civil y
Comercial de la Nación, el cual en el Libro Tercero ("Derechos
personales"), Título IV ("Contratos en particular"), Capitulo 7,
regula el contrato de transporte en tres secciones; la primera es
de disposiciones comunes, la segunda es del contrato de trans-
porte de pasajeros y la tercera es del contrato de transporte de
cosas.
En el orden nacional, en materia de transporte terrestre,
tenemos la llamada ley de ferrocarriles 2873 (LGF), sanciona-
da en 1891. Es una norma que regula la actividad de explota-
ción de los ferrocarriles. Se encuentra reglamentada por el
decr. 90.325/36 (RGF) . A dichas normas cabe adicionar la ley
26.352, por la cual se crean las sociedades de AdministraciCin de
Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado y Operadora
Ferroviaria Sociedad del Estado, y su decr. regl. 752108. En
abril de 2015, como hemos expresado al desarrollar la historia
del derecho del transporte en la Argentina, se sanciona por el
Congreso de la Nación la ley 27.132, mediante la cual se crea una
nueva sociedad de transporte ferroviario, Ferrocarriles Argenti-
nos SE, y se establece la posibilidad de reestatizar todos los ser-
vicios.
En cuanto al transporte automotor, este se reguló en forma
general por la ley 12.346, la cual prácticamente ha quedado de-
52 G O N Z ~ LLEBRERO,
EZ Manual de derecho de la navegación, p. 9.
53 Increíblemente, esta ley no ha sido colocada dentro del Digesto Jurí-
dico Argentino como norma vigente.
54 ROMERO Derecho madtimo,p. 92.
BASALD~A,
48 TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
5 W ~ ~ espacial
Derecho ~ ~ comercial,
~ ~ p., 14.
57 Este mecanismo surge una vez que el COPUOS, en 1961, pudo comen-
zar a funcionar cuando, tras "arduas negociaciones entre la Unidn Sovietica
y los Estados Unidos, el número de representantes fue incrementado de 18
a 28, incorporando varios países de la esfera socialista. Los Estados Unidos
de América sostenían que las decisiones en el COPUOS deberían ser tomadas
por mayoría y luego ser enviadas a la Asamblea General para su aprobación,
procedimiento al que la Unidn Sovietica se opuso por el simple hecho de que
los Estados Unidos, junto con sus aliados, contaban con mayoría de miembros
(16). Surgió así el procedimiento del consenso para la adopción de decisio-
nes, impulsado por el entonces presidente de COPUOS,Manfred Lachs. El
consenso es la búsqueda del terreno común de los participantes del debate
mediante la discusi6n científica del problema tratado hasta agotarlo y lograr
acuerdo. El consentimiento significa la aceptación de la opción debatida en
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
todos sus alcances, lo que implica un sentimiento común por parte de quienes
la eligen" (HERMIDA,Derecho espacial comercial, p. 14).
58 HERMIDAseñala que "las Naciones Unidas lograron -en un par de déca-
das de trabajo dedicado a la creación del derecho espacial- resultados sustan-
ciales, proporcionando un marco general regulatorio de las actividades en el es-
pacio exterior. Gracias a esta labor, el Corpus Iuris Spatialis es hoy un vasto
y coherente conjunto de normas que abarca gran parte de las relaciones jurídi-
cas vinculadas con la actividad espacial" (Derecho espacial comercial,p. 15).
Derecho del transporte, p. 109.
59 CALLEJA,
de una comunidad social, con la convicción de que responde a
una necesidad jurídicae0.
El citado autor sostiene que en el transporte marítimo la
costumbre tiene una fuerza jurígena superior que en los trans-
portes realizados en otros ámbitos espaciales y con otros ve-
hículos. Piensese que la navegacidn, hasta el descubrimiento
del vapor como fuente de energía, y del hierro y el acero como
materiales de construcción (siglo xvrrr), solo era realizable con
la conjunci6n de madera, velamen y viento. Tal inmutabilidad
del hecho técnico generó que el derecho surgido para regular las
cuestiones que involucraran a las naves y al arte de navegar ten-
ga el mismo caracter consuetudinario y tradicional que la activi-
dad marinera"'.
Asf, cabe señalar que la ley de navegaci6n dispone: "Todas
las relaciones jurídicas originadas en la navegacidn por agua se
rigen por las normas de esta ley, por las leyes y reglamentos
complementarios y por los usos costumbres" (art. lo).
Por su parte, el Código Aeronáutico se expresa en sentido
similar, al establecer: "Si una cuestió.12n o estuviese prevista
e n este Cddigo, se resolverá por los princzpios generales del
derecho aerondutico y por Los usos y costumbres d e la uctz-
vidad aérea; y si aún la solución fuese dudosa, por Las Leyes
análogas o por los principios generales del derecho común,
teniendo e n consideríx;cion las circunstanczas del caso" (ar t.
2"), aunque -dado el caracter dinámico de este derivado produc-
to de sus enormes avances tecnol6gicos- se relativiza el alcance
que se le atribuye a la costumbre en la norma6=.
El transporte terrestre admite el reconocimiento de usos
y costumbres también forjados en el tiempo y en las conductas
uniformes realizadas con la convicci6n de que se responde a una
exigencia jurfdica.
En cuanto a la jurisprudencia, diremos que "es la fuente del
derecho que resulta de la fuerza de convicción que emana de
las decisiones judiciales concordantes sobre un mismo punto.
' F E R N ~ D-E Z
GÓMEZ LEO,Tratado teórico-pructzco, t. 111-B, p. 359.
VARANOOT,Tratado de trunsportes, p. 5.
VARANG~T sostenía la traslaci6n incorpórea o inmaterial, punto sobre
el que volveremos al tratar el tema de la naturaleza jurídica del derecho del
transporte (Tratado de t~unsportes,p. 6).
HECHO FfSICO
8 23. FORMAS
DE LA TRASLACI~N.- Cabe ahora entonces
clasificar las formas de la traslación según el medio utilizado, la
naturaleza de la causa que lo provoca, la ubicación de la causa,
su dirección y, por último, según la materialidad o no de lo tras-
ladado.
Según el medio utilizado, el desplazamiento se efectúa por tie-
rra, por agua, aire o por el espacio extraterrestre, o sea, por
cualquiera de los elementos que componen nuestro planeta, y
puede agregarse el espacio ultratrerrestre como otro medio más.
En función de la naturaleza de la causa que lo provoca, pue-
de ser a sangre (tanto se utilice la fuerza humana como la ani-
1 1
Derecho Derecho
de l a s telecomunicaciones del transporte
Tiene por objeto de estudio Tiene por objeto de estudio
las traslaciones inmateriales las traslaciones materiales
que producen efectos jurídicos que producen efectos jurídicos
y que tienen una consecuencia
sobre lo trasladado, sin importar
qué medio se utilice
8 27. ELEMENTOS
DEL TRANSPORTE. - De
la definición dada
vemos tres de los elementos que componen el transporte, que
son la conducción, el objeto transportado y el espacio recorrido,
faltando el elemento propio de la traslación, que es la causa del
traslado. Al respecto nos remitimos a 10 expuesto al tratar el
fenómeno fisico de la traslación.
a) La conducción es el hecho de que el móvil sobre el que
se trasladan las cosas es conducido por personas en forma di-
recta o indirectamente, tal el caso de algunos sistemas de trans-
porte masivo de pasajeros elevados o subterráneos controlados por
computadoras a distancia o los novedosos vehículos akreos no
tripulados (VAN) o drones como popularmente se los conoce.
b) El objeto transportado puede ser cosas o personas, ya
sea en forma indistinta o conjunta.
c) El espacio recorrido es la unión de un punto con otro.
distantes entre ellos en el espacio.
l7 AGUIRRE - FRESNEDO
RAM~REZ Curso. Parte general, p. 19.
DE AGUIRRE,
HECHO FfSICO
Derecho del
transporte
terrestre
TRANSPORTE
5 30. NATURALEZA
DEL DERECHO DEL TRANSPORTE. - Hemos
sostenido que no solo se debe estudiar la traslación en el senti-
do fisico o corpóreo, sino también la traslacióln inmaterial. Lo
expuesto responde a que no solo cabe preguntarse por lo que se
traslada como hecho material, sino tratar de entender por que
alguien se traslada (en el caso de las personas que realizan un
hecho humano voluntario) o algo es trasladado (en el caso de las
cosas). Algo es trasladado o alguien se traslada por una nece-
sidad. Esa necesidad viene dada -como hemos expresado- por
la naturaleza social del hombre. Es solo en la medida en que
intercambia con sus conggneres que se puede ver lo que otros
tienen o lo que otros piensan. Ello derivado de la comunica-
cibn, que no es otra cosa que la manifestacibn de una conciencia
individual coincidente con la pertenencia a una comunidad, de
modo tal que cada miembro de ella posee una fuerza que lo lleva
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
8 32. INTRODUCCI~N.
- Hemos visto las dos fases de la acti-
vidad del transporte. Por una parte, la faz privada contenida en
el contrato y, por otra, la faz ptíblica.
Finalmente, nos queda ver el comienzo y finalización del
contrató, el cual podrá variar según se trate o no de un servicio
público, para analizar en el capítulo siguiente la extensión de la
responsabilidad frente al incumplimiento del transportista.
9 1 segundo parrafo del art. 13 de esta ley dispone: "Dejase sin efecto
la ley 12.346 para el transporte de carga por carretera y deróguense los decrs.
1494192 y 1495/94 y todas las disposiciones que se opongan a la presente ley".
El art. 1678 de dicho ordenamiento dispone: "Noxiona. Col contratto
di trasporto il vettore si obbliga, verso corrispettívo, a trasferire persone o
cose da un luogo a un altro".
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
5 36. NATURALEZA
DEL CONTRATO DE TRANSPORTE. - A par-
tir de la idea de que la obligación esencial o principal del con-
trato de transporte es que el empresario se obliga a trasladar al
viajero sano y salvo o a la cosa en el mismo estado en que se le
entregd al destino convenido, constituye en sí un deber de se-
guridad, que se traduce en la indemnidad o incolumidad del pa-
sajero y de la carga. De este modo, el compromiso asumido se
ubica dentro de las obligaciones de resultado, con las consecuen-
cias que esta calificaci6n conlleva en cuanto al factor de atribu-
ción de la responsabilidad civil. En este sentido, la doctrina y
jurisprudencia mayoritaria se han pronunciado sobre el carhc-
ter contractual y objetivo de la responsabilidad civil emergente del
contrato de transporte fundado en el deber de seguridad.
La naturaleza jurídica del contrato de transporte es algo dis-
cutido en doctrina y jurisprudencia. Así, VARANGOT enseñaba
37. SOBRE
NATURALEZA JUR~DICAA PARTIR DEL C~DIGO
SU
DE LA NACI~N.
CIVILY COMERCIAL AHORADE CONSUMO. - Corno
consecuencia de su naturaleza (deber de seguridad) en el derecho
22 LOS caracteres varían según el autor y punto de vista que cada uno
le asigna en función del modo sobre el cual exponen; así, VARANGOT, Trata-
do de transportes, p. 39; GARRONE,Manual de derecho comercial, t. 1,
p. 243; SOLERALEU, Transporte terrestre, p. 13; FERNANDEZ- GÓMEZLEO, Tra-
tado teórico-pructico, t. 111-E, p. 379; ROMERO,Manual de derecho comer-
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
27 FERNÁNDEZ - G ~ M ELEO,
Z Tratado teórico-práctico, t. 111-B, p. 379.
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
5 39. ELEMENTOS
DEL CONTRATO DE TRANSPORTE.- Siguien-
do a VARANGOT, cabe aclarar que no se deben confundir los ele-
mentos del transporte, que en si mismos constituyen un acto o
hecho, con los elementos del contrato de transporte, que es un
acuerdo o convenio29.
Los elementos esenciales del contrato de transporte son los
comunes a cualquier otro contrato; es decir, los sujetos y su ca-
pacidad para contratar, el consentimiento, la causa, el objeto y la
forma. Sin embargo, el contrato de transporte se encuentra inte-
grado por otros tipos de elementos propios y característicos, que
son los relativos a la existencia de la convención, llamados perso-
nales o subjetivos; los objetivos, que son las mercancías o per-
sonas -según el tipo de contrato- y el precio o tarifa y, por último,
los elementos dimensionales, que son la distancia y el tiempo.
ROMERO,
Manual de derecho comercial, p. 328.
Tratado d e transportes, p. 47.
VARANGOT,
EL CONTRATO DE TRANSPORTE
42. DERECHOS
DEL TRANSPORTISTA. - Son 10s siguientes.
y 313, LN; art. 1316, Cód. Civil y Comercial; art. 48, LTM). En
cuanto a la facultad de retener y vender la mercadería transpor-
tada, la normativa no es uniforme (art. 309, LN; art. :5 inc. c,
111, anexo 11, res. 1532/98).
b) Eleccidn de la ruta. En general, y salvo que se trate de
servicios publicas o exista una cliiusula en contrario, cuyos re-
corridos, sea del modo que fuere (con la obvia excepcidn de los
llamados sistemas fijos -v.gr., trolebús, tranvía, ferrocarril-), se
encuentran preestablecidos por la Administración, el transportis-
ta tiene derecho a escoger la ruta que considere mas adecuada3?
c) I n t m p c i ó n o desvio justificado del viaje. Tiene
la facultad de interrumpir el viaje por causa de caso fortuito o
fuerza mayor. Asimismo puede efectuar, por iguales causas,
un desvío de ruta y efectuar la entrega de los efectos en un lu-
gar distinto del convenido o llevar a los pasajeros a destino por
una ruta distinta (arts. 285 a 287, LN; art. 6 O , b, anexo 11, res.
1532/98). Ciertamente, esta facultad está vinculada con los
acontecimientos que puedan ocurrir durante el transcurso del
acarreo de la mercadería o el traslado de los pasajeros.
d) Otros derechos espec.if2cos del transporte de pasajeros.
El transportista tiene el derecho de no efectuar o interrumpir
el viaje o la facultad de negar justificadamente el embarque del
pasajero o su equipaje cuando no acompañe la documentaci6n
exigible por las disposiciones reglamentarias vigentes (art. 7 O ,
anexo 1, y art. BO,anexos 1y 11, res. 1532/98;art . 1290, inc. b, Cód.
Civil y Comercial), no haya pagado el precio del servicio (art. 142,
RGF), cuando su conducta cause trastornos o malestar en otros
pasajeros o afecte la seguridad del viaje (art. 1290, inc. a, Cód.
Civil y Comercial; art, 35, LGF; art 172, RGF; art. 11, anexo 1,
$O,
37 ROMUALDI,
Contrato de transporte, p. 128.
38 NO interesa el buque, sino el cumplimiento del contrato y evitar el re-
tardo (conf. MONTIEL,Curso de derecho de Ea navegación, p. 265).
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
318, LN; art. 132, RGF; art. 3O, anexo 1, res. 1532/98). Debe fi-
nalmente garantizar la operatividad técnica y administrativa del
medio utilizado (LGF, ley 12.346, RAPI). Debe permitirse el
embarque de las personas discapacitadas, de conformidad con lo
dispuesto por le ley 22.43144.
b) Obl.igaciones que surgm del contrato de transporte de
mercancias. Recibir la mercadería o efectos a transportar y
trasladarlos en el mismo estado en que los recibió hasta el lugar
de destino (art. 113, CA; art. 318, LN; art. 132, decr. 90.325/36;
art. 3 O , anexo 1, res. 1532/98), quedando comprendida en este
lapso la custodia de la mercancia recibida45. La entrega debe
ser efectuada en el plazo convenido, usando el itinerario pacta-
do y en el lugar convenido (art. 1284, Cód. Civil y Comercial; art.
48, LGF; arts. 253 y 264, RGF; arts. 253, 261, 264 y 286, LN;
art. 121, CA; art. 6O, inc. b, 11, anexo 11, res. 1532/98; arts. so,
52 Valga señalar que, entre otras, las leyes 20.881 y 22.431 (estos son
casos de transporte gratuito, no benévolo o de favor, dado que existe plena-
mente un vinculo contractual en el que la eximición del pago es impuesta por
voluntad de un tercero que es el Estado) crean exenciones para personas con
movilidad reducida o discapacitados habilitados con un pase otorgado por el
Estado o por la concesionaria, según el caso. No obstante, los derechos y
obligaciones de las partes se rigen por los del contrato de transporte, pues el
art. 1282 expresa que el transporte gratuito efectuado por un transportista
que ofrece sus servicios al público queda comprendido en las disposiciones
del Capítulo 7. Igual situación corresponde a los menores que estén eximi-
dos del pago del pasaje (art. 131, RGF).
53 'LExpedidor. La persona que celebra un contrato de transporte
multirnodal de mercaderías con el operador de transporte multimodal, enco-
EL CONTRATO DE TRANSPORTE
5 53. ELEMENTOS
OBJETIVOS DEL CONTRATO. - Como hemos
dicho, ellos son las cosas o las personas, según cuál sea el objeto
del transporte, y el precio o tarifa.
a) Las cosm o mercancids. El objeto, en terminos gene-
ricos, es toda cosa mueble o sernoviente; es decir que pueda ser
trasladada desde un lugar hacia otro, ya sea que se pueda mo-
ver por sus propios medios o necesite de una fuerza externa, tal
como lo preceptúa el art. 227 del Cód. Civil y Comercial.
En ninguno de los modos la carga puede exceder el limite
máximo del vehículo en donde se va a realizar el transporte, li-
mites que están fijados por la autoridad administrativa en fun-
ci6n de las características con las que se va a producir el despla-
zamiento61.
En principio, el transportista está obligado a recibir todo
tipo de carga que se le ofrezca. Este principio tiene mayor ri-
gurosidad en la medida en que se trate de servicios públicos,
porque -por principio general- estos son de carácter universal,
restringiéndose la capacidad de negación del transportista; tal el
caso del transporte ferroviario (art. 1283, Cód. Civil y Comer-
cial; arts. 35 y 45, ley 2973; arts. 114 y 214, RGF).
La doctrina no es unánime al tratar el objeto del contrato de
transporte. En efecto, cierto sector excluye la posibilidad de con-
siderar como objeto de transporte la transmisidn de noticias (tele-
grafo, télex, teléfono, Internet, etc .); de fluidos eléctricos (trans-
porte de electricidad), gaseosos o líquidos (por medio de ductos
o cañerías especificas para transporte de gas, petróleo, agua), et-
cétera. Consideramos que tal diferencia no es correcta, dado
que como expresaba correctamente -a nuestro juicio- VARANGOT,
"no hay razones de mérito para negar el carácter de mercantil a
'' S O ~ALEU,
R Transporte terrestre,p. 10.
EL CONTRATO DE TRANSPORTE
B " - GÓMEZ
~ LEO,~Tratado~teórico-prbctico,
~ ~ t. 111-B,~p. 388. ~ ~
EL CONTRATO DE TRANSPORTE
DROMI,
69 Derecho administrativo, p. 619.
"Estudio preliminar': en ARIÑOORTIZ,La
70 Al respecto, ver CASSAGNE,
reguEacion económica, p. 32.
EL CONTRATO DE TRANSPORTE
CARACTERES
57. DE LOS SERVICIOS P~BLICOS.- Tampoco
son unánimes en la doctrina, puesto que varían en función de los
78 CASSAGNE
dice que, "en principio, la huelga se encuentra limitada por
las leyes que reglamentan el ejercicio de los derechos al igual que los paros
patronales. En este sentido, tanto el ordenamiento positivo de Argentina
como el de otros paises ha instituido el arbitraje obligatorio como un modo de
solucionar los conflictos colectivos que puedan ocasionar la suspensi6n, para-
lización y negacidn de los servicios públicos esenciales" (Derecho adminis-
tratzvo, t. 11, p. 434).
79 GRECCO expresa que la "regulación de la quiebra de personas que ex-
plotan servicios públicos ha sido desde antaño contemplada en la legislación
especifica [...] en prescripciones sustancialmente análogas, que cuando se tra-
tara de la quiebra de sociedades que tuvieran por objeto la explotación de fe-
rrocarriles, provisi6n de aguas, alumbrado, canales de riego o navegaci6n u
otros objetos análogos, de interés común nacional, provincial o municipal, su
funcionamiento o explotación no podia suspenderse. El espíritu que informa
dicho criterio -como indica F. GARC~A MART~NEZ- es el de impedir la paraliza-
cí6n de los servicios públicos en virtud de los trastornos y perjuicios deriva-
dos de la interrupción" ("Aproximación al regimen jurídico de los bienes afec-
tados al servicio público", en GRECCO- MUNOZ,Fragmentos y testimonios del
derecho administratzvo, p. 420).
80 Según GRECCO,lbescriterio general la inembargabilidad de bienes afecta-
dos a un servicio ptiblico, pues la posibilidad de una afectación real de garantía
es inhibida sobre la base de una afectaci6n previa al cumplimiento de un fin
público de interés general, incompatible con afectaciones posteriores" ("Apro-
ximación al régimen jurídico de los bienes afectados al servicio público", en
GREW - M ~ ~ QFmpnentos
Z, y testzmnios del derecho admznzstmtzvo, p. 417).
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
limitaciones al i u s d i s p m e n d i B 1 una
, protección penal en mu-
chos casos, entre otras82.
b) Regularidad. Significa que debe ser prestado confor-
me a reglas preestablecidas o a normas determinadas o, lo que
es lo mismo, todo servicio público debe ser, en cuanto a su fun-
cionamiento, nurmado por disposiciones que lo rijana3.
e) Generalidad. Importa que el servicio pueda ser exigi-
do y usado por todos los habitantes, ya que ha sido establecido
o regulado por el Estado para satisfacer una necesidad general o
colectivaa4.
d) Obliguto.ruiedad. Resulta inherente al servicio, por su
propia naturaleza. La obligatoriedad de la prestación, y su exi-
gibilidad por parte de los usuarios, es la contracara de la genera-
lidads5.
e) Uniformidad. Implica la igualdad de trato en la pres-
tación. Significa el derecho a exigir y recibir el servicio en
81 El art. 243 del C6d. Civil y Comercial establece: "S$se trata de los
bienes de Los particulares afectados d5rectamente a la prestacidn de un
servicio público, el poder de agresidn de los acreedores n o puede perjzc-
dicar la prestaci6n del sewicio". Esto es una consecuencia ldgica de la no-
cidn de servicio público, dado que, si bien los bienes del concesionario de un
servicio público son propios -es decir, los bienes afectados no constituyen do-
minio público-, se encuentran sometidos a un régimen jurídico diferenciado y
especial, mientras dura la concesihn, que tiene por objeto rodear los bienes de
garantias, a los efectos de impedir su exclusión del servicio público.
8z El Código Penal establece una protecci6n especial para determinados
servicios públicos en los arts. 190 a 196.
83 "Es de advertir que la regularidad no es la continuidad. El servicio
público puede ser continuo y al mismo tiempo funcionar irregularmente. Un
ejemplo de ello lo tenemos en el denominado 'trabajo a reglamento', medio
empleado por los agentes para obtener mejoras sociales" (ALTAMIRA, Curso de
derecho admWitrativo, p. 342).
s4 DROMI, Derecho administrativo,p. 625.
DROMI agrega: "Por su parte, el usuario no está, en principio, obligado
a usar el servicio, excepto en algunos casos en que por el fin que el Estado
persigue, el servicio es instrumento idóneo para alcanzar aquel fin,por ejem-
plo la instrucción primaria, que tiende al fin de la educación; la provisión de
agua potable y las conexiones cloacales, que persiguen fundamentos de segu-
ridad e higiene" (Derecho administrativo, p. 625).
EL CONTRATO DE TRANSPORTE
MARIENHOFF expresa que "la igualdad de trato que debe dárseles a los
habitantes en la utilización de un servicio público, es un corolario del princi-
pio fundamental de igualdad ante la ley. En Francia, el Consejo de Estado
declar6 que la 'igualdad' de 10s administrados y usuarios frente a los servicios
públicos, constituye un 'principio general de derecho: temperamento que sir-
vió de base para resolver controversias llevadas a consideración del Tribunal"
(Tratado de derecho adminidrativo, t. 11, p. 77).
87 URRUTIGOITY, "Retribución en los servicios públicos", en SARMIENTO GAR-
CÍAy otros, Los servicios públicos, p. 68.
econ6mico. Nada tan equivoco como eso. Una funci6n natural del Estado,
es la planificacibn estrategica, que no es otra cosa que la elaboraci6n y eje-
cuci6n de planes y proyectos [...] que el Estado propugna el crecimiento de
lo econ6mico a traves de la libre competencia. Pero se debe tener en cuen-
ta que hay que propiciar la utilizacidn racional de los bienes escasos y evitar
generar condiciones que faigan aparejadas consecuencias de inequidad so-
cial y ambiental. Es asi que el Estado controla y vigila la economia y corrige
las distorsiones que provoca el mercado en el transporte, asigna las rutas,
fija las tarifas, la cantidad de unidades y la cantidad de frecuencias. El ingre-
so a este mercado está dado en función ex ante, cualquiera participa en el con-
curso o licitación, la restricción es ex post, ya que solo intervienen los adjudi-
catario~de la licitación o concurso. Por eso es un cuasi monopolio u oligopo-
lio legal [...] Regulación no es protección a la ineficiencia de los prestadores,
sino que debe ser entendida como una proteccidn al usuario en primer lugar
y en segundo, una protección a los planes trazados y delineados por la Admi-
nistración; de ahi que el Estado tiene el. deber de sancionar al ineficiente que
no cumpla con las pautas de calidad y eficiencia que el medio social exige. Si
la sociedad, por medio de impuestos, invierte en infraestructura y obra pública,
gastos de los recursos públicos, debe cuidarlos, no despilfarrarlos, solventan-
do o esperando que el mercado corrija al ineficiente que contamina, rompe ca-
lles o hace uso inadecuado de puertos, aeropuertos, o cualquiera otra infraes-
tructura del transporte. Esa es la funcibn del Estado, mas que la de prestar
el servicio, regla que deberá ser apreciada con flexibilidad, ya que sabemos
que en algunos casos el Estado ha demostrado más eficiencia en la prestación
de estos servicios que los mismos particulares".
94 CANOSA, Régimen administrativo del transporte terrestre, p. 119.
EL CONTRATO DE TRANSPORTE 117
95 Serviciospúblicos,p. 44.
CICERO,
9 % s ~ ~ T~ T~ U, ~ i~n~t eQm de contratos ~ministmtivos,t. 11, p. 15.
97 CICERO,
Servicios públicos, p. 46.
98 ESCOLA,
Trutado zategral de contratos administrativos,t. 11, p. 15.
EL CONTRATO DE TRANSPORTE
''' COMADIRA dice que estos 6rganos reguladores se basan en las comi-
siones o entes reguladores autónomos de los Estados Unidos de America, con
pretensiones de independencia respecto del poder político y con neutralidad
respecto de los intereses en juego. La naturaleza de estos órganos importa,
de alguna manera, una modalización del esquema clásico de la división tripar-
tita de los poderes en su interpretación más estricta, ya que disminuyen las
facultades de Poder Ejecutivo, por un lado, y por el otro implican la asunción,
por parte de un órgano administrativo, de facultades legislativas y jurisdiccio-
nales (Elementos de derecho adm.insitratzvo, p. 727).
'O2 GORDILLO,Tratado de derecho administrativo, t. 1, XV-3.
'O3 SALOMONI expresa que debemos recordar que la nueva noción de regu-
laci6n nace con las privatizaciones; ya en la situación de empresas estatales,
estas se enmarcaban en una política de Estado previamente determinada en
las esferas del Ejecutivo, por lo que es innegable que la operación estatal de
los servicios públicos se hallaba regulada desde sus inicios (Teorza general
de los servicios públicos, p. 18).
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
los BUSTELO dice que con solo otorgar "autarquía" a tales entes no se
cumpliria con el art. 42 de la Const. nacional, dado que, por mAs que un orga-
nismo revista la forma de ente autárquico, si no está garantizada la actuación
verdaderamente "independiente" de sus autoridades, dicha entidad no pasará
de ser una secretaria o ministerio más de la Administraci6n central, con la
consecuente ausencia de control. Por ello se deben transparentar de manera
absoluta los mecanismos de designación y remoci6n de los miembros del di-
rectorio de los entes, los que no pueden quedar librados a la sola discrecibn
del Poder Ejecutivo, y limitar o eliminar las facultades del Poder Ejecutivo
para intervenir estos entes, así como tambien descartar la posibilidad de que
lleve a cabo el control de tutela de sus actos por via de recurso de alzada, tal
como lo ha sostenido nuestra Corte Suprema (El Estado retorna la presta-
ción de los servicios pziblicos,RAP,no 361,p. 375 a 394).
'O9 UBIR~A,Reparación de daños derivados del transporte benévolo,
p. 114, quien -siguiendo a DE V~RTIZ-enumera los casos mas frecuentes de
transporte benevolo; a saber: 1) el de los niños, más o menos vecinos, que son
recogidos por el padre o madre de alguno de ellos para ser llevados hacia el
colegio o desde este hacia sus hogares; 2) los escolares que se encuentran a
la vera de los caminos y son llevados por conductores de automóviles, ómni-
bus, camiones, etc.; 3) en general, los peatones en los caminos; 4) los amigos
o conocidos circunstanciales en centros de veraneo; 5 ) el que se verifica a la
salida de espectáculos deportivos u otros; 6 ) en ocasión de huelgas o escasez
de transporte; 7) a la salida del trabajo, y 8) por simpIe gentileza o espíritu de
colaboración, entre otros.
EL CONTRATO DE TRANSPORTE
lZ4 MONTIEL,
Curso de derecho de la navegación, p. 299.
lZ5 CCivCom SFe, Sala 11, 7/8/02, "Zilli, Jos4 M. C. c/Jugos Santa Fe
y/u otros"; CNCom, Sala A, 30/5/86, LL, 1987-A-146; CNCivComFed, Sala 11,
7/6/91, LL, 1991-D-450.
"ES posible determinar la existencia de1 contrato de transporte aun
sin que exista carta de porte" (CNCom, Sala E, 18/12/86, JA, 1987-IV-50).
EL CONTRATO DE TRANSPORTE 131
'31 "La traslación del pasajero sin frustración alguna hace a la esencia
del contrato, y ese pasajero haya adquirido o no su boleto tiene derecho a ser
trasladado con toda seguridad al lugar de su destino. Y no se trata de un
derecho de excepción sino la consecuencia normal de una obligacibn de resul-
tado asumida por el transportista, vale decir conducir al pasajero sano y salvo
a destino" (CCivCom San Juan, Sala J, 29/3/11, "Olmedo Cardozo, Pelagia c/
DOTA SA Transporte Automotor y otro sidaños y perjuicios", MJ-JU-M-64372-AR).
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
t i ~ t a l ~De
~ . igual modo, deberá este responder frente al expedi-
dor o el consignatario de la mercadería, sin perjuicio de las ac-
ciones que pudieran existir entre transportista e intermediario.
El transporte de mercancías finaliza con la entrega de la
mercadería. Así, el C6digo Civil y Comercial preceptúa que
la recepci6n por el destinatario de las cosas transportadas y el
pago de lo debido al transportista extinguen las acciones deri-
vadas del contrato (art. 1315). La LN dispone que el contrato
finaliza con la entrega de las cosas, momento en el que cesa toda
responsabilidad del transportador respecto de la carga (arts. 264
a 266). El CA establece que el transportador es responsable en
el periodo durante el cual los equipajes o mercancías se encuen-
tran al cuidado del transportador (art. 140), por 10 que la custo-
dia finaliza con la entrega de los efectos al consignatario. En el
transporte multimodal el contrato de transporte finaliza una vez
verificada la entrega a las personas habilitadas por el art. 14 de
la ley 24.921 a su recepción (art. 15, LTM).
Hay que establecer una diferencia en el movimiento de la
mercadería, dado que la descarga del vehículo puede o no coin-
cidir con la entrega del cargamento140. La descarga es un hecho
material, en tanto que la entrega es un acto jurídico, en los ter-
minos del art. 259 del Cód. Civil y Comercial, que pone fin a la
custodia de las cosas transportadas.
En general diremos que, si no existe cláusula convencional
que obligue al destinatario a recibirlas en cualquier momento, el
transportista es responsable de la custodia de las cosas hasta su
efectiva entrega.
La jurisprudencia sostiene la responsabilidad del transpor-
tista aun cuando haya negativa del destinatario a recibir la car-
ga, por haber llegado el camión con posterioridad al horario de
cierre del establecimiento141,salvo que la haya consignado judi-
cialmente o que la haya constituido a la consignataria14?
Q 65. LA R E S P O N ~ ~ ~ DEN
AD EL C ~ D I WCML Y EN EL Cd-
DIGO DE COMERCIO. RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL Y EXTRA-
CONTRACTUAL. OBJETIVA Y SUBJETIVA. - La responsabilidad con-
tractual -tal como su nombre 10 indica- es aquella que nace del
contrato, del pacta sunt servanda, ese principio del derecho
romano recogido en nuestro viejo Código Civil en su art. 1197,
al disponer que las convenciones hechas en los contratos forman
para las partes una regla a la cual deben someterse como a la ley
misma.
ZUNINO,
Responsabilidad por daños,p. 13.
ARRIZABALAOA,Responsabilidad civil en el transporte terrestre de
pusq'eros, p. 60.
ZUWINO, Respomabilzdud por duños, p. 14.
ARRIZABALAGA,Responsabilidad civil en el transporte terrestre de
pasqjeros, p. 60.
DE LA RESPONSABILIDAD D E W A D A DEL HECHO DEL TRAPJSPORTE
l6 ~ i c ~ s sLa
o , unificacidla de l a responsabilmdad civil, "Revista de De-
recho Privado", año l, n" 3, p. 77.
l7 Ver ROMUALDI, Contrato de transporte, p. 206.
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
es "la contrariedad del acto positivo o negativo, con las normas de un sistema
dado de derecho, entrañando una relación entre el hombre y la ley''.
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
9 67. A N A L I DE
~ LOS DIFERENTES SISTEMAS LIMITA TI VOS
S E G I ~ NLOS MEDIOS Y MODOS EN CADA MARCO REGULATURIO. EL
PROBLEMA DE LA RESPONSABILIDAD INTEGRAL ??ERSUSSU MMITACI~N.-
Abordaremos el problema de la responsabilidad emergente de la
actividad del transporte, tal vez el punto más álgido y difícil de
entender, si se parte de la idea de que una misma actividad pue-
da gozar de diversos amparos, en razón del medio en que se la
practica, aun cuando esa actividad se desarrolle dentro de los 1í-
mites de un mismo Estado.
El tema constituye la base o piedra angular de nuestra pos-
tura, pues tiene por objeto establecer que por sus similitudes el
transporte es posible que sea regulado por un sistema con un
factor de imputabilidad común, con relaciones causales y de ex-
tensi6n del resarcimiento del daño comunes basadas en un pre-
supuesto de antijuricidad, también común a todos los modos de
ejecuci6n del contrato de transporte.
27 ACEVEDO- D ~ AD~Az,
BARROILHET Z Derecho del transporte, p. 626.
LUONGO,Tratado de daños y perjuicios en el transporte aéreo,
p. 292.
ROMERO Manual de derecho rnaritimo, p. 406.
BASALD~JA,
DE LA RESPONSABILIDAD DEWADA DEL HECHO DEL TRAPJSPORTE
ACEVEDO- D ~ AD~Az,
BARROILHET Z Derecho del ttransporte,p. 627.
ACEVEDO
BARROILHET - D ~ A D~Az,
Z Derecho del transporte, p. 627.
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
32 ROMERO B A S A L DManual
~, de derecho mar2t.im0, p. 406; LUONGO,
T ~ a t u d ode daños y pelfjuicios en el transporte adreo, p. 292.
33 BARROILHET ACEVEDO- D ~ AD~Az,
Z Derecho del ttransporte, p. 628.
" BARROJIST ACEVEDO - D ~ ADÍAz,
Z Derecho del tmnsporte, p. 629 a 631 ;
LUONGO, Tmtado d e daños y pe~juiciosen el transporte a h o , p. 292.
DE LA RESPONSABILIDAD DEWADA DEL HECHO DEL TRAPJSPORTE
5 70. LA E X T E ~ C S I ~DEL
N DANO Y SUS MMITACIONES. - El ~ r i -
terio para evaluar la extensión del daño es judicial.
Las partes convencionalmente pueden aumentar el valor o,
en su caso, eliminar los limites resarcitorios (art. 1294 y 1313,
C6d. Civil y Comercial; arts. 275, 276 y 285, decr. 90.325/36;
arts. 278, 281 y 331, LN; arts. 145 y 146, CA; art. 24, LTM), pero
no pueden modificar el mktodo de valuacibn del daño.
El hecho de que existan topes indemnizatorios no significa
que la valuación tenga esta caracteristica, toda vez que el tope
es el límite cuántico que tiene la avaluación legal de los daños
indemnizables, conforme a las disposiciones específicas que
establecen también limitaciones causales, pues los daños re-
conocidos siempre dependen de la valoración del juez y de las
pruebas producidas en el proceso como una lógica consecuencia
de la máxima iudex peritus peritorum (art. 1737, Cód. Civil
y Comercial; arts. 275 y 276, decr. 90.325/36; art. 277, LN, y art.
23, LTM).
Ahora bien, el problema radica en el tema de las limitacio-
nes legales de la responsabilidad, con lo que de manera previa
debemos analizar los conceptos de integralidad y limitacibn
cuantitativa de la responsabilidad y el recurrente conflicto que
se suele plantear doctrinalmente entre ambos conceptos.
En los sistemas de responsabilidad con limitación cuánti-
ca, como en los transportes por agua, aire o multimodal, exis-
te una doble limitaci6n. Primero, porque el juez deberh valorar
las consecuencias causales reconocidas como daños indernniza-
bles. Segundo, si esta avaluación supera el monto cuántico es-
tablecido legalmente, aparece la doble limitación, dado que la in-
demnización no podrá superar ese límite44.
5 71. TRANSPORTE
RE PASAJEROS EQUIPAJIF.-En
x SU el
transporte terrestre, respecto del pasajero, la regla es que el trans-
portista responde plenamente, dado que la obligación princi-
pal que queda a cargo del transportista resulta ser la de velar
a menos que este pruebe la culpa del transportista. De manera que estamos
en presencia de una responsabilidad (en principio) objetiva para el equipaje y
otra subjetiva para el equipaje de mano o efectos personales que el pasajero
lleve con él. El equipaje que no sea de mano se le aplican las normas sobre
responsabilidad por la pérdida o avería de las cosas transportadas. Se esta-
blece que el transportista no responde por las cosas de valor extraordinario
que el pasajero lleve consigo y no haya declarado antes del viaje o al comienzo
de este. A ello se le debe agregar que, ademas de declararlo, deberá deter-
minarse si es equipaje o equipaje de mano, ya que en un caso será objetivo y
en el otro subjetivo el factor de atribución" (El contrato de irunsporte, "Re-
vista de Derecho de Daños", 2012-2-354).
55 CNCivComFed, Sala 11, "G. C., M. 1. c/Los Cipreses SA sldaños y per-
juicios", Rubinzalonlzne, RC J 16798í10.
DE LA RESPONSABILIDAD D E W A D A DEL HECHO DEL TRAPJSPORTE
" CNCivComFed, Sala 1, 4/3/99, "Landoni, Maria T., y otro c/LAN Chi-
le S R .
61CNCivComFed, Sala II,4/5/99, "GonzBlez, Patricio c/American Airlines".
" CCNCivComFed, 26/6/01, "Asúa, Maria, y otro clIberia SA",RAT, 31-96.
CNCivComFed, Sala 1, 26/6/01, LL, 2001-E-762; CFed C6rdoba,
4/8/14, "A. C. clAerolineas Argentinas SA s/daños y perjuicios", MJ-JU-M-
87964-AR.
" CCSJN, 10/10/02, "Alvarez, Hilda N. c/British Airways", RAT, 33-100.
CNCivComFed, Sala 1, 26/6/01, JA, 2001-IV-362;id., Sala 11, 26/11/02,
"Basilico, Hugo R. c/Federal Express Corp.", RAT 33-102; id., íd., 10/3/98,
"Castello de Flores, Elsa A., y otro cllberia Líneas Aéreas de España";
íd., Sala 111, 18/11/16, "Lorenzi, Maria de los A,, y otros clAndes Líneas Ak-
reas SA s/pérdida - daño de equipaje", MJ-JU-M-102680-AR I MJJ102680
I MJJ102680.
DE LA RESPONSABILIDAD DEWADA DEL HECHO DEL TRAPJSPORTE
73 C H A M IResponsabilidad
, e n el transporte de rnercaderzas por
agua, "Revista de Derecho de Daños", 2012-2-338.
DE LA RESPONSABILIDAD DEWADA DEL HECHO DEL TRAPJSPORTE
76. OBLJGACI~N
DE RESULTADO Y DEBER DE -SEGURIDAD.
Efectuada esta comparacion, prima facze podemos decir que
existen diferencias en la normativa que regula hoy los distintos
modos de ejecución del contrato. Analizaremos los diferentes
supuestos de deber de seguridad y obligación de resultado, para
ver hasta dónde llegan esas diferencias, y luego abordaremos el
tema de las cargas probatorias.
En términos genéricos podemos afirmar que la doctrina
reconoce que en todos los modos de ejecución del contrato el
112 CNCiv, Sala H, 21/7/08, "R. J. C., y otro c/DOTA SA y otro s/daños
y perjuicios", MJ-JU-M-38488-AR; CCivCom LdeZamora, 18/11/04, "Miera de
Vázquez, Delia M. c/Expreso Granate - Línea 293 y otros sldaños y perjuicios",
MJ-JU-E-13157-AR.
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
lL3 ROMUALDI,
Contrato de trunspoee, p. 181.
114 ORTIZDE GUINEA,Cr$tzca al S ~ Q U ~Cddigo
~ O Aemnáutico argenti-
no, p. 47.
""ONTIEL, Curso de derecho de la navegacibn, p. 283; VIDELAESCALA-
DA, Manual de derecho aerondutzco, p. 546.
Manual de derecho aermáutico, p. 547.
'16 VIDELA ESCALADA,
'17 CNCivComFed, Sala 1, 24/4/13, "La Meridional Cia. Argentina de Se-
guros SA cflransporte Tmsguazú slfaltante ylo averia de carga transporte
terrestre", MJ-JU-M-79674-AR; CCivCom Rosario, Sala 1, 10/3/11, "Ovejero,
Ram6n c/9 de Julio SRL y/o Lfnea Transporte 35/9 s/dailos y perjuicios", MJ-
JU-M-64642-AR, y LLLitoral, 2011-694; CApel Trelew, Sala A, 25/8/08,"S.J.
D.c/A. C. W.,y otros s/daños y perjuicios", MJ-JU-M-38744-AR.
DE LA RESPONSABILIDAD D E W A D A DEL HECHO DEL TRAPJSPORTE
'18 CNCiv, Sala A, 14/10/14, "V. L. G., y otros clR. C. A. s/dafios y perjui-
cios", MJ-JU-M-89750-AR; C4'CivCom Mendoza, 7/5/13, "Danieli, Carlos D. c/
Autotransportes El Trapiche SRL s/daños y perjuicios", MJ-JU-M-78623-AR.
'19 ROMUALDI, Contrato de transporte, p. 185; el. termino o expresión
"buen transportador" lo acuñb MANUELMALBRAN.
12* ROMUALDI, Contrato de transporte, p. 186; CNCivComFed, Sala 1,
30/12/98, "P. de V., S. del V., y otro c/E. F. A-, S. E., y otro sldaños y perjui-
cios", MJ-JU-E-11352-AR.
12' CSJN, 15/5/98, "Sosa, Tomás c/Empresa Ferrocarriles Argentinos y
otros sldaños y perjuicios", ED, 182-175; CNCivComFed, Sala 11, 28/6/00, LA,
2001-A-89.
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
CNCiv, Sala 1, 30112198, "P. de V., S. del V., y otro c/E. F. A., S. E
y otro sldaños y perjuicios", MJ-JU-E-11352-AR; CNCivComFed, Sala 11,
26/12/80, "SA Assuncom y otra clbuque Lago Argentino Río Quinto y otro S/
cobro de pesos", RAT, 1-24.
CNCiv, Sala 11, 14/10/14, "V. L. G., y otros c/R. C. A. $/daños y per-
juicios", MJ-JU-M-89750-AR; CCCivCom Mendoza, 7/5/13, "Danieli, Carlos D.
c/Autotransportes El Trapiche SRL sldaños y perjuicios", MJ-JU-M-78623-
AR. En otro sentido, CNCiv, Sala B, 5/11/96, JA, 1997-IV-667. "El juzgamien-
to y la prueba de las causales de eximicion del transportador frente a su trans-
portada, no tienen por que dulcificarse o perder el rigor y la estrictez que le
impone tal contrato. De modo tal que alegada la culpa de un tercero, solo se
ha de excluir la del transportador cuando fuera exclusiva (es decir que medie
culpa de este y el hecho de aquel tenga los caracteres de lo imprevisible e
inevitable), pues la culpa concurrente de ese tercero no excluye ni aminora la
responsabilidad de los daños sufridos por el pasajero" (CCivCorn La Plata, 24/
3/98, "Flores, Dora c/Angelani, Carlos, y otros sldaños y perjuicios" RC J 65-98).
ROMUALDI, Contrato de transporte, p. 189.
TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
133 "NO se discute en autos que Garcia viajaba como poliz6n en un vagón
portacontenedor, tipo 'Espina' o 'Cocodrilo', que no tiene piso plano l...] sin
conocimiento y consentimiento del personal a cargo del convoy de carga del
que, como anteúltimo elemento, formaba parte. Es decir, se trata de un tipi-
co supuesto de transporte clandestino. En esta especie, claro está, no existe
ninguna relacidn contractual entre la empresa y el transportado clandestina-
mente, motivo por el cual no rige la presunción contenida en el art. 184 del
Cód. de Comercio, norma esta que alude a los daños sufridos por el 'viajero',
que debe entenderse como 'pasajero', que comprende a todos aquellos trasla-
dados a título oneroso y a título gratuito, pero con pase libren (CNCiv, Sala B,
17/10/03, "Sueldo, Eva G., y otros clEmpresa Ferrocarril Gral. Belgrano SA y
otros s/daños y perjuicios", MJ-JU-M-2399-AR) .
134 SAGARNA,Responsabilidad civil por el transporte terrestre de per-
sonas, p. 243.
194 TEOR~AGENERAL DEL DERECHO DEL TRANSPORTE
79. INCONSTITUCIONALIDAD
DE LOS LIMITES "LEGAUS "A
LA RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DEL TRANSPORTE SEGÚN LOS
MODOS. - En los últimos años se ha ido desarrollando un nuevo
modelo conceptual, partiendo del criterio de sistemas de trans-
porte de personas y de mercancías, se ve reflejado en un nuevo
enfoque sobre su planificación. Los transportes deben ser con-
siderados como sistemas integrados y ya no como islas divididas
por modalidades (aéreas, marítimas, terrestres), en donde cada
segmento es intercambiable en dicha cadena, La acción planifi-
cadora se centra en las oportunidades de cada modo de manera
concatenada.
De ahí que, cuando se habla de sistema de transportes, se
remite a los conceptos de conjuntos unitarios, articulados en su
interior como conjuntos de unidades elementales, constituidos
por formas de actuación a las cuales se les confia la realizaci6n
de intereses jurídicos concretos. Cada modalidad representa
un sector y los intereses individuales mediante las normas que
los representan. Estos, a su vez, forman una unidad comple-
139 RAVINA,
"La autonomia del transporte multimodai", en Zucca~- RAVI-
NA - AGUIRRE - FRESNEDO
RAM~REZ DE AGUIRRE,Transporte multimodal,p. 34.
140 ROMUALDI, Contrato de transporte, p. 195.
14' RAVINA, "La autonomia del transporte multimodal", en ZUCCHI- RAVI-
NA - AGUIRRERAM~REZ - FRESNEDODE AGUIRRE, Transporte multimodal, p. 36, con
cita de ZAPA'ITINI,
autor que sostiene que la unificación de normas de transpor-
te es posible, recordando la opinión de ROMERO BASALD~A, en cuanto a que el
derecho de la navegación tiene dos partes: "una es el transporte y la otra es
todo lo demás".
DE LA RESPONSABILIDAD DEWADA DEL HECHO DEL TRAPJSPORTE
153 "Adelanto que el límite cuantitativo del art. 163 del CA debe ser des-
plazado, aplicando las normas del derecho común en razón de que la norma
especial, no supera el test de lo que BIDART CAMPOSdenomina 'razonabilidad
axiológica', resultando violatoria de los derechos constitucionales de la actora
[...] El derecho a la reparación integral del daño injustamente causado tie-
ne jerarquía constitucional consolidada en numerosos pronunciamientos de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación" (CCivCom MdelPlata, Sala 11, 1/3/12,
"Caparrós, Mirta G. c/Blanchod, Marcelo, y otro sldaños y perjuicios", MJ-JU-
M-71247-AR).
TRANSPORTE TERRESTRE
9 80. INTRODUCCI~N.
- Partimos de la base de que no exis-
te uniformidad en el tratamiento, por parte del legislador, en la
regulación del transporte terrestre, y ello obedece básicamente
a dos causas,una de orden histdrico y otra de orden juridico.
La primera se debe al desenvolvimiento histórico diferen-
te que han tenido los diversos modos del transporte. Sabemos
que el ferrocarril alcanzó un auge extraordinario casi cincuenta
años antes de que comenzaran a circular los primeros vehfculos
automotores, no ya de uso experimental, sino de fabricación ma-
siva. Es por ello, y habida cuenta de la escasa reguladon que el
C6digo de Comercio contenía al respecto, que fueron evolucio-
nando los diversos marcos regulatorios de la actividad del trans-
porte terrestre, siguiéndose la evolución tecnolbgica en la ma-
teria.
La segunda causa deriva de la organización constitucional
argentina, que escogió un sistema federal, con tres niveles de
gobierno (el federal, el provincial y el municipal). De allí que,
dentro de sus competencias, cada uno de esos niveles de gobier-
no ha procedido a dictar normas que regulan la actividad, va-
riando su intensidad y amplitud.
A lo largo de este capítulo abordaremos dicha problemática,
partiendo para ello de las cuestiones suscitadas desde nuestro
orden constitucional.
LOS TRANSPORTES MODALES
dad, entre las que podemos citar los arts. 10, 11, 14, 17, 19, 28,
41, 42, 75, incs. 12, 13, 18 y 30, así como los arts. 125 y 129.
Así, el art. 19 estatuye el principio de legalidad al consa-
grar: "Ningún habitante de la Nación serú obligado a hacer
lo que n o manda la leg, a2 privado de lo que ella n o prohi-
be", otorgando entonces la mayor libertad de acción a sus habi-
tantes, en cuanto al pleno ejercicio de sus derechos, los cuales
solo pueden ser limitados por ley en sentido formal.
Los arts. 10 y 11 establecen la libertad de tránsito de las
mercaderías de produccibn nacional o extranjeras ingresadas
por la Aduana nacional, quedando los vehículos afectados a di-
chos transportes exentos de cualquier tributo que implique un
derecho de tránsito.
En ese orden, y concordanternente con el ideario de nuestra
carta magna, el art. 14 -en 10 que al transporte hace- dispone:
"Todos los habitantes d e la Nación gozan de los siguientes
derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio;
a saber: d e trabajar y ejercer toda zndustria licita, de nave-
gar y comerciar [...] de [...] permanecer, transitar g salir del
territorio".
Del anáIisis de este artículo vemos, entonces, que el trans-
porte se encuentra protegido como un derecho desde que cons-
tituye una industria lfcita, en tanto es realizado conforme a las
normas que reglan su ejercicio. Tales normas -conforme al art.
28- no pueden alterar ni desnaturalizar dichos derechos.
Se desprende de su redacción que la actividad comercial
(que, como hemos dicho, requiere como complemento el trans-
porte, el cual a su vez, y conforme a las disposiciones conteni-
das en el art. 83 inc. 5", C6d. de Comercio -facultad exclusiva
del Congreso de dictar este Cddigo, conforme lo establecido en
el art. 75, inc. 12, Const. nacional-), desde una concepción obje-
tiva, constituye una de las formas de los actos de comercio.
El constituyente en este artículo, al establecer las liber-
tades de tránsito, no 10 hizo de manera aislada, sino que ellas
se encuentran vinculadas al transporte, máxime en la actuali-
dad, dado que, sin la posibilidad de asegurar medios de trans-
porte, los derechos enunciados se convertirían en una mera
quimera.
LOS TRANSPORTES MODALES
5 84. I ~ ~ ~ o ~ v c c-rE1
d transporte
n. por ferrocarril puede
definirse como aquel en el que los vehículos circulan por un ca-
mino de rodadura fijo, que les sirve tanto de sustentaci6n como
de guía.
La concepción de la red ferroviaria en la República Argen-
tina se materializó durante la segunda parte del siglo xrx; su ob-
jeto primordial fue transportar la producci6n agrícola-ganadera
del interior del país hacia el puerto de Buenos Aires. Actual-
mente este objetivo central puede observarse con claridad en el
diseño radial de la red, que -con epicentro en la Capital Fede-
ral- converge hacia la sede del principal puerto exportador de la
época15.
El desarrollo intenso de la red se realizo en las primeras dé-
cadas del siglo xx y alcanzii una extensión de 45.600 kilómetros
de vías, de los cuales 12.600 kil6metros eran propiedad del Go-
bierno nacional o provincial, centrándose en Buenos Aires, San-
ta Fe y Córdoba los principales nodos de interconexión. A me-
diados de la década de 1950 comenzaron a observarse algunos
cambios en el sistema de transporte de carga, que se tradujeron
en un aumento importante de la competencia entre los distintos
modos de transporte, un aumento significativo en el desarrollo
ma ferroviario argentino, con vistas a conceder, por una parte, los servicios
de pasajeros que quedarían reducidos al Gran Buenos Aires y, por otra par-
te, la concesión de los servicios de carga y la consecuente eliminación de los
servicios de transporte de pasajeros en el resto del país. Se dicta el decr.
532192, por el cual se invita a los gobiernos provinciales a hacerse cargo de los
ferrocarriles de pasajeros o ramales que se encuentren en desuso dentro de
sus territorios. Los servicios de pasajeros en el interior se fueron suprimien-
do paulatinamente, conforme a las directivas impuestas por medio del decr.
1168192 (art. lo - "Suprímense los servicios de pasajeros interurbanos, pres-
tados por la empresa Ferrocarriles Argentinos a partir del 31 de julio de 1992,
con exclusión del corredor Plaza Constitución-Mar del Plata-Miramar"). Este
decreto, de manera gradual, disminuía los subsidios del Estado nacional, has-
ta eliminarlos en 1993.
TRANSPORTETERRESTRE
ria, que podrfi llevar a cabo por si, por intermedio de terceros o asociada a
terceros, asi como la explotacidn de los bienes de titularidad del Estado na-
cional que formen parte de la infraestructura ferroviaria cuya gestión se le
encomiende o transfiera, así como de las explotaciones colaterales, conexas
o subsidiarias al objeto. Los alcances del objeto se determinan de conformi-
dad a la ley 26.352, asi como sus normas reglamentarias, la cual forma parte
integrante del presente".
230 LOS TRANSPORTESMODALES
5 86. ESTACIONES
FERROVIARIAS. - Las estaciones de ferro-
carril están constituidas por una serie de vías por las que pue-
den llegar y desde la que se pueden expedir trenes. Se com-
pone -según su complejidad- de una o varias vías, con desvíos
entre ellas, delimitadas por señales de entrada y salida. Cons-
tituyen un punto de acceso al ferrocarril de pasajeros y mercan-
cías, aunque no es una condición indispensable para ser una es-
tación. Generalmente están compuestas de andenes junto a las
vías y un edificio de viajeros, con servicios como venta de bille-
tes y sala de espera, así como tambien comercios de servicios.
Las estaciones ferroviarias adquirieron progresivamente
una importancia histbrica, sociológica y estética que sobrepasa
88. REGISTRO
DE MATERIAL materia de
FERROVIARIO. - En
transporte ferroviario, además de la CNRT, que entre sus funcio-
nes tiene la de llevar un control de las concesiones y los bienes
otorgados para la explotación (sobre el cual ya hemos expresa-
do que poco y nada se hizo), se encuentra también la Sociedad
Administradora de Infraestructura Ferroviaria a la que ya nos
hemos referido, creada por ley 26.352. Este ente, entre otras
funciones, específicamente respecto del tema, tiene a su cargo
la confección de un registro unificado y actualizado del material
rodante ferroviario (art. 3 O , inc. h).
'' Dispone, además, que los trenes mixtos llevarán los coches de pasa-
jeros colocados detrás de los vagones de carga. En los trenes de pasajeros
y mixtos podrán remolcarse locomotoras diese1 o eléctricas, como simples
vehículos, cuando su freno pueda ser accionado desde la locomotora titular,
debiendo la o las locomotoras remolcadas integrar la formación del tren inme-
diatamente después de la locomotora titular.
27 Además establece como excepción la posibilidad de transportar car-
gas cuando no entorpezca con sus operaciones de carga y descarga el tiempo
de marcha del tren.
234 LOS TRANSPORTESMODALES
90. PERSONAL
DE CONDUCGI~NFERROVIARIA. - A diferen-
cia del modo maritimo o el aeronautico, los conductores carecen
de facultades especiales, estando librada su conducta solo a la
buena conducción de manera id6nea del vehículo o formación a
su cargo, debiendo ceñirse estrictamente a las órdenes impues-
tas por la empresa o la autoridad de aplicaci6n.
El personal de conducción ferroviaria debe ajustar su con-
ducta a las órdenes y señales que habilitan la circulación ferro-
viaria. En lo específico deben cumplir con las disposiciones
para obtener la licencia habilitante respectiva dispuesta en la
res. CNRT 75914.
91. EL SISTEMA LEGAL DE LOS FERROCARRILES EN LA AR-
GENTINA. - La ley general de ferrocarriles 2873 y su decr. regl.
32 La CABA recibe los servicios de subte mediante la ley 4472, los declara
servicios públicos (art. 3 O ) , designa a SBASE como autoridad de aplicación
) y tiene a su cargo el desarrollo y la administración del sistema de
(art. 4
'
infraestructura del subte, su mantenimiento y la gesti6n de los sistemas
de control de la operación del servicio (art. 5 O ) , prorrogando por dos años el
contrato de concesión que Metrovias SA tenia otorgado por la Nación (art. 9").
240 LOS TRANSPORTESMODALES
ces definir la tarifa diciendo que es el precio medio del transporte de cada
unidad de peso, la tonelada, por unidad de distancia, el kil6metron-
TRANSPORTETERRESTRE
5 96. INTRODUCCI~N.
-El transporte por automotor es el
modo en que se exterioriza la prestación del transporte terrestre
por carretera o vía pública hacia el usuario.
El marco regulatorio de las actividades del transporte te-
rrestre por carretera se encuentra regulado en servicios de ca-
rhcter interjurisdiccional o servicios que se prestan en el Ambito
federal; es decir, uniendo uno o más puntos de varias provincias
entre sí o de un punto de alguna o algunas de ellas con la capital
de la Republica.
En la Argentina, como en casi todos los demás países de la
región, el transporte por automotor o transporte de carretera ha
sido, en general, sometido a un estricto régimen de regulaciiin
por parte del Estado. Ello tanto en cuanto a dictar normativas
aplicables a este modo, como al control de su prestación y desen-
volvimiento de la actividad.
Luego del proceso de reforma del Estado, al que ya hemos
hecho alusión con el dictado de la ley 23.696, y la introducción
de esquemas más liberales, este intervencionismo se ha ido mo-
rigerando o, mejor dicho, tomando un matiz menos intervencio-
nista, sobre todo en el transporte de cargas por automotor. Es-
tos hechos fueron la consecuencia de una serie de decretos y
leyes que ser5n motivo de estudio en los próximos parágrafos.
Analizaremos, en primer lugar, las cuestiones que son co-
munes a ambos tipos de transporte automotor (de pasajeros y de
LOS TRANSPORTES MODALES
sario probar la identidad de las personas [...] sin que pueda ser suplido por
ningún otro documento de identidad, cualquiera fuere su naturaleza y origen"
(ley 17.671, art. 13), siendo su función acreditar la idoneidad que supone su
obtención, que viene precedida por el cumplimiento de una serie de requisitos
médicos, teoricos y prácticos que habilitan a su titular para conducir determi-
nada clase de vehículo, sea dicho vehículo propiedad o no de quien lo conduz-
ca y cualquiera que sea la jurisdicción de su patentamiento. Esto explica el
carácter intransferible de la licencia.
62 ROSATTI, - ROSAT-
"LOS factores del tránsito en la nueva ley", en TABASSO
TI,Licencia de conductor por puntos, p.228.
TRANSPORTETERRESTRE 265
Debe contener un número (coincidente con el de la matrícu-
la individual del titular); apellido y nombre, fecha de nacimien-
to, domicilio, fotografía y firma del titular; prótesis que debe
usar o condiciones impuestas al titular para conducir, grupo y
factor sanguíneo del titular de la licencia y, a solicitud de él, la
constancia de su voluntad de ser donante de órganos en caso
de muerte; clase de licencia, especificando tipo de vehículo que
habilita; fechas de otorgamiento y vencimiento de la licencia, e
identificacion del funcionario y organismo expedidor.
Se expiden por el plazo de cinco años. Sin embargo, "con
buen criterio, el art. 19 de la ley 24.449, no reformado por la ley
26.363, establece que 'la autoridad jurisdiccional expedidora
debe suspender la licencia de conductor cuando ha comproba-
do la inadecuacióln de la condición psicofísica actual del titular
con la que debería tener reglamentariamente' El extitular, dice
el último párrafo del citado artículo de la ley 24.449, 'puede so-
licitar la renovación de la licencia, debiendo aprobar los nuevos
exámenes requeridos'. La ley 26.363 incorpora una nueva mo-
dalidad de caducidad anticipada de la licencia imputable al con-
ductor, ahora no por su condición psicofísica sobreviniente sino
por su conducta vial. Se trata del agotamiento de los puntos
otorgados en ocasión de la obtención o renovacidn de la licencia
(art. 84, ley 24.449, modificado por el art. 34, ley 26.363), por las
'quitas' aplicadas por la autoridad competente como sanción por
la comisión de infrac~iones'"~.
En el art. 16 establece las categorías de las licencias, sien-
do las de los profesionales las que nos interesan, clasificadas
como clase C, D y E. Concordantemente, el art. SO (conductor
profesional) dispone: "Los titulares de licencia de conductor de
las clases C, D y E, tendrán el carácter de conductores profesio-
nales. Pero para que le sean expedidas deberán haber obteni-
do la de clase B, al menos un año antes. Los cursos reguIares
para conductor profesional autorizados y regulados por el Poder
Ejecutivo, facultan a quienes los hayan aprobado, a obtener la
habilitación correspondiente, desde los veinte años, sin perjui-
cio de lo dispuesto en el párrafo precedente. Durante el lapso
63 ROSATTI, - ROSAT-
"LOS factores del tránsito en la nueva ley", en TABASSO
TI, Licencia de conductor por puntos, p.231.
LOS TRANSPORTES MODALES
Régzmen
" CANOSA, admznistrativo del t r u q o r t e terrestre, p. 558.
LOS TRANSPORTES MODALES
78 El art. lo de dicha resolución expresa que se deja "sin efecto por el tér-
mino de noventa días corridos, la suspensión dispuesta en el art. lo de la res.
127 de fecha 19 de diciembre de 2001 del registro de la Secretaría de Trans-
porte del ex Ministerio de Infraestructura y Vivienda, sustituido por la res.
283 de fecha 19 de abril de 2006 del Registro de la Secretaria de Transporte
del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios,
periodo en el cual podrán recibirse sdicitudes de inscripcidn y modificación
de inscripciones vigentes, correspondientes a los servicios de transporte
por automotor para el turismo, en el Registro Nacional del Transporte de
Pasajeros por Automotor, creado por decr. 958 de fecha 16 de junio de 1992"
282 LOS TRANSPORTESMODALES
5 105. MARCOSREGULATORIOS. - El
transporte de perso-
nas dentro del AMBA carece de un marco regulatorio uniforme,
aspecto negativo que debe trasladarse tarnbien al transporte te-
rrestre en general. Respecto de la normativa vigente en lo que
hace a los servicios denominados de jurisdiccibn nacional (son
aquellos que unen partidos del conurbano con la Ciudad Aut6no-
ma de Buenos Aires), advertimos que el transporte automotor se
halla regido por el decr. 656194 (modif. por decr. 427/17), el cual
en principio resulta reglamentario de la antigua ley 12.346 que
regula en general al transporte automotor por carretera.
Los servicios de transporte ferroviario se encuentran regu-
lados por la LGF y el conjunto de normas reglamentarias que se
dictaron con motivo del proceso de concesión de los servicios de
transporte ferroviario de cargas y pasajeros, principalmente el
decr. 1143/91 y las nuevas leyes y decretos señalados al hablar
del transporte por ferrocarril en el AMBA.
A ello se le deben sumar las normas existentes que ema-
nan de las autoridades de la provincia de Buenos Aires, de la
ciudad de Buenos Aires y de los distintos municipios, tendientes
a regular los servicios que se prestan dentro de sus respectivas
jurisdicciones.
A los fines de este estudio nos centraremos en el llamado
transporte automotor del Gran Buenos Aires, regulado -tal como
lo hemos expresado supra- mediante el decr. 656194.
Los arts. lo y 2" del decr. 385115 disponen la obligatoriedad del SUBE
para los servicios de transporte público automotor, ferroviario -tanto de su-
perficie como subterráneo- y fluvial regular de pasajeros.
LOS TRANSPORTES MODALES
0 107. INTRODUCCI~N.
LEY24.653 Y DECRETO 1035/02. -
La antigua ley de transporte automotor 12.346 regulaba el ser-
vicio de transporte de cargas por automotor. Al respecto esta-
blecia en su art. 2' que los transportes de mercaderias interju-
risdiccionales revestían el carácter de servicio público, y a tales
efectos determinaba una serie de condiciones para su inscrip-
ción, ademAs de establecer un cuadro de tarifas y obligaciones
especiales. Con la sanción del decr. 958/92 se liberaliza o des-
regula esta actividad y deja de ser considerada como servicio
público.
Poco después, por la ley 24.653 se reglamenta esta activi-
dad, siempre dentro del marco de liberalización, con el objeto de
obtener un sistema de transporte automotor de cargas que pro-
porcione un servicio eficiente, seguro y económico, con la capa-
cidad necesaria para satisfacer la demanda y que opere con pre-
cios libres. El sector dispone de condiciones y reglas similares
a las del resto de la economía, con plena libertad de contratación
y tráfico, a cuyo efecto cualquier persona puede prestar servi-
cios de transporte de carga (art. lo,LTCIa3. Esta norma fue re-
glamentada originariamente por el decr. 105198, derogado luego
por el decr. 1035/02.
j) El transporte multimodal.
k ) La preservación del medio ambiente.
1) La capacitación del personal de conducción (art. 8", ane-
xo 1, RTC).
5 110. ELREGISTRO.
-La ley crea el RUTA, en el que debe
inscribirse, de manera simple, todo el que realice transporte o
servicios de transporte (como actividad exclusiva o no) y sus
vehículos, como requisito indispensable para ejercer la activi-
dad. Proporcionará la informacibn que se le requiera reglamen-
tariamente, la que no debe comprometer la sana competencia
comercial. Esta inscripción implica su matriculación, que lo ha-
bilita para operar en el transporte. Ella se conserva por la con-
tinuación de la actividad, pero puede ser cancelada como con-
secuencia de una sanción administrativa (art. 11, inc. G, LTC)
o cuando transcurran dos años sin que haya realizado ninguna
revisión técnica obligatoria periódica. En este caso puede re-
inscribirse (ar t. 6").
Las funciones del RUTA son (art. 13, anexo 1, RTC): a)
inscribir a toda persona física o de existencia ideal que realice
servicio de transporte por automotor de cargas y que cumpla
con los requisitos que establezca la autoridad de aplicación, de
acuerdo con lo estipulado en la ley 24.653; b) otorgar el certi-
ficado que acredite la inscripción; e) llevar el registro de altas,
bajas y modificaciones, ordenado e informatizado; d) procesar la
información registrada para su elaboración estadística; e) brin-
dar la información pública a todo aquel que lo requiera, según
las normas y recaudos que se establezcan, y difundir las estadís-
ticas elaboradas propendiendo a la mejor calidad de los servicios
de transporte y a la transparencia del mercado, y f l implementar
un sistema informhtico para la elaboración estadística del trans-
porte internacional.
Con relación a la primera de las inscripciones, debe reali-
zarse ante la autoridad correspondiente, quien -previa constata-
ci6n de los requisitos que la norma exige para el tr6mite- proce-
derá a la referida inscripción y emitir&un documento en el que
se deja constancia de ella (art. 7*, anexo 1, RTC). La inscrip-
ci6n en el RUTA constituye una habilitación para operar en este
segmento del transporte (art. 6; anexo 1, RTC) .
LOS TRANSPORTES MODALES
3 112. DERECHOS
DEL PRESTADOR. - Como bien expresa CA-
NOSA, si bien no se trata de una relacion contractual, se entiende
que el prestador goza de ciertos derechos -que surgen del propio
sistema- para hacer valer frente a la Administración, los que se
inferirhn de la apreciación del delineamiento del régimen regula-
torio de la actividadsB.
Tiene derecho a que la autoridad competente conforme de-
bidamente el denominado RUTA, a los efectos de evitarse prácti-
cas indebidas y competencia desleal en la actividad.
Del mismo modo se deben extraer de las distintas normas
de la LC un conjunto de mandatos que el legislador le impone a
la Administración, para el cumplimiento de la tarea regulatoria
para el sector, lo que en definitiva puede exigir el operador -o el
conjunto de ellos debidamente agrupados- como una manera de
equilibrar las cargas que, a su vez, el propio legislador impone a
quien presta los servicios.
Los más importantes que se pueden destacar, entre otros,
son: u) impedir acciones oligop6licas, concertadas o acuerdos
entre operadores o usuarios del transporte, que tiendan a inter-
ferir el libre funcionamiento del sector (art. 2; inc. a, LTC); b)
garantizar el libre ingreso de prestadores a la actividad (art. ZO,
inc. b); c) fijar las políticas del transporte automotor de cargas,
asi como tambign procesar y difundir todas las estadisticas que
hagan al interés de la actividad (art. So, incs. c y d); 6 ) garanti-
zar la seguridad en la prestación de los servicios (art. So, inc. e),
y e) evitar la interferencia de normas provinciales o municipales
para los servicios regidos por la normativa nacional (art. So, inc.f
).
5 113. INTRODUCC~~N.
- Analizadas las cuestiones inter-
nas de la regulación del transporte terrestre, corresponde ver o
analizar los plexos normativos de orden supranacional, dado que
el transporte internacional de mercaderías y personas constitu-
ye, por definicidn, un fen6meno que involucra económica y jurí-
3 115. ACUERDO
DE TRANSPORTE TERRES-
INTERNACIONAL
TRE. - Inscripto como acuerdo de alcance parcial en el marco
de la ALADI, el Acuerdo de Transporte Internacional Terrestre
(ATIT) entró en vigor en nuestro país por res. SST 263190.
El acuerdo fue suscripto oportunamente, según surge de su
consid. lo, por ministros plenipotenciarios ante la ALADI de
la República Argentina, de la República de Bolivia, de la Repúbli-
ca Federativa del Brasil, de la República de Chile, de la República
del Paraguay, de la República del Perú y de la República Orien-
tal del Uruguay, que convinieron en adoptar como acuerdo de al-
cance parcial, suscripto por el representante argentino el 7 de
septiembre de 1990, conforme al mecanismo fijado en el art. 7"
del Tratado de Montevideo de 1990, en el marco de la menciona-
da Asociación, el Convenio de Transporte Internacional Terres-
tre, firmado en Santiago de Chile en septiembre de 198gg1.
rá, en cuanto fueren aplicables, por las normas del Tratado de Montevideo de
1980 y la res. 2 del Consejo de Ministros. Que el tratado constitutivo de la
Asociaci6n Latinoamericana de Integracion autoriza la concertacidn de acuer-
dos parciales, esto es, acuerdos en cuya celebraci6n no participa la totalidad
de los paises miembros y que propenden a crear condiciones para profundi-
zar el proceso de integración regional. Que es trascendente destacar que el
Acuerdo de Recife es estrictamente un tratado internacional en los términos
del art. 2O, inc. 1, apdo. a, de la Convencidn de Viena sobre Derecho de los
Tratados. En ese acuerdo de alcance parcial el consentimiento del Estado
argentino se ha manifestado en forma simplificada, es decir, sin la interven-
cí6n del Congreso en el acto complejo federal que culmina con la aprobaci6n y
ratificacidn de un tratado (art. 75, inc. 22; art. 99, inc. 11, Const. nacional) [. ..]
Que dilucidar si los compromisos asumidos en el marco del Tratado de Monte-
video de 1980 tienen un alcance pleno, esto es, si crean verdaderos derechos
y obligaciones para los Estados, cuyo incumplimiento acarrearia responsabili-
dad internacional, reviste una particular importancia. Precisamente por ello
es necesario reconocer la imperatividad de los compromisos asumidos por el
país, de modo que admitir la excepción opuesta, argumentando que el Estado
argentino no tiene jurisdicción, por ser dicho tratado nulo, no constituye la
decisión que mejor concuerda con las normas del derecho internacional vigente".
Entre los antecedentes se cuentan el Convenio sobre Transporte Te-
rrestre Internacional suscripto en el año 1966 por Argentina, Brasil, Chile, Pa-
raguay y Uruguay y el Convenio de Transporte Internacional Terrestre (Mar
del Plata, 19771, del que formaron parte Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Pa-
raguay, Perú y Uruguay, que en nuestro país se aprobó por la ley 22.111, el que
fuera sustituido por el Acuerdo de Transporte Internacional Terrestre, para
el transporte que se realice entre los paises signatarios que lo hubiesen rati-
TRANSPORTETERRESTRE
ficado. No obstante ello, mantienen plena vigencia los acuerdos de las Reu-
niones de Ministros de Obras Públicas y de Transporte y de los Organismos
Nacionales Competentes de los paises del Cono Sur, que fueran adoptados en
el marco del convenio sustituido, en tanto no fuesen incompatibles con lo es-
tablecida en el nuevo acuerdo (art. 64)-
LOS TRANSPORTES MODALES
5 117. CONWNCI~N
INTERAMERICAM
SOBRE CON~TRA~Y)
DE
TRANSPORTE INTERNACION~~
RE MERCADER~APOR CARRETE-
RA. - Esta Convención fue elaborada en Montevideo, en 1989, en
la IV Conferencia Especializada Interamericana sobre Derecho
Internacional Privado (CIDIP IV). Contiene una adecuada re-
gulaci6n sobre puntos fundamentales, como la limitaci6n de res-
ponsabilidad al valor de la carga en el tiempo y lugar de entrega,
eliminación de los límites por culpa grave, y prohibicidn de la
autonomía de la voluntad en materia de elección de jurisdiccidn
(por tratarse de una materia en la que los contratos son siempre
de adhesión e impuestos por el transportista), entre otros. Su
texto da una solución equilibrada y justa de los conflictos entre
los diversos intereses en juego en materia de transporte carrete-
ro. Se trata de una Convención que no prevé límite de respon-
sabilidad taxativo y prefijado -mejor que otros proyectos-; como
todo limite a la responsabilidad por el hecho del transporte, no
resulta coherente con nuestro pensamiento respecto de tales li-
mitaciones. A la fecha la Convención no cuenta con ninguna
ratificación.
TRANSPORTE ACUATICO
5 118. ENUNCIADO^ Y
CARACTERES DEL DERECHO MAR~TI-
MO. FUNDAMENTALES. - En una primera aproxima-
NOCIONES
cibn, y desde nuestro punto de vista, entendemos que el trans-
porte acuAtico implica un conjunto de normas que regulan la
navegacidn por agua y las actividades vinculadas a ella.
Según la definici6n de RAY,es tielconjunto de normas, prin-
cipios y relaciones jurídicas que se refieren a la navegación y a
los problemas conexos. El objeto central de la materia no es
solo la navegación y el comercio marítimo, como señalaba la doc-
trina tradicional, sino la navegaci6n en general, cualesquiera
[que] sean sus fines o las aguas en que se realicen1.
El mismo autor entiende que por "navegación debe enten-
derse la simple traslación en el agua de personas o cosas, sea
con fines de lucro o no, de sport, dragado, colocación de ca-
bles submarinos, pesca, etcétera". Y agrega que "el transporte,
como negocio jurídico, se caracteriza por el opus que se compro-
5 119. INFRAESTRUCTURA.
LAS AGUAS NAVEGABLES. - Des-
de nuestro punto de vista, como hemos dicho, quedan incluidos
todos los tipos de navegación, ya sea fluvial, lacustre o estricta-
mente marítima.
Sin perjuicio del análisis que se deba realizar al momento
del desarrollo del transporte por agua, hablaremos de las distin-
tas aguas por las cuales se desenvuelve la navegación.
a) R h . Un río es una corriente natural de agua que fluye
con continuidad. Posee un caudal determinado, rara vez cons-
tante a lo largo del año, y desemboca en el mar, en un lago o en
otro río, caso en que se denomina afluente.
El Código Civil y Comercial establece que integran el domi-
nio público del Estado, sin distinguir si ellos son o no navega-
bles, al disponer que se entiende por "río" el agua, las playas
y el lecho por donde corre, delimitado por la línea de ribera que
fija el promedio de las maximas crecidas ordinarias (art. 235,
inc. c).
Además, y como hemos dicho al exponer la dominialidad
pública, al desarrollar el transporte terrestre, estos bienes son
inenajenables, inembargables e impr escriptibles. Las personas
tienen su uso y goce, sujeto a las disposiciones generales y loca-
les (art. 237, phrr. l*,C6d. Civil y Comercial).
b) Canal. Se denominan canales a aquellas vías acuhti-
cas de comunicación que unen dos ríos, un río con un mar o dos
mares. Al igual que el caso anterior, también constituyen parte
del dominio público del Estado (art. 235, inc. J Cód. Civil y Co-
mercial).
e) Los lagos. Son aquellos cuerpos de agua, generalmen-
te dulce, de una extensi611 considerable, que se encuentran se-
parados del mar. El aporte de agua a todos los lagos viene
de los ríos, de aguas freáticas y precipitación sobre el espejo de
agua. Suelen formarse en depresiones topográficas creadas por
una variedad de procesos geol6gicos, como movimientos tect6-
nicos, movimientos de masa, vulcanismo, formación de barras,
314 LOS TRANSPORTESMODALES
5 120. CONTAMINAC~~N
DEL MEDIO contami-
MARTNO. - La
nación marina es una variedad dentro de la agresi6n al medio
ambiente que puede ser provocada por o derivada de los buques
o bien de fuentes terrestres; es decir que proviene de hechos an-
tr6picos de tierra firme.
a) La cuestión. El público en general retiene el recuerdo
impactante de las mareas negras y suele asociar la idea de la con-
taminación marina a la del vertido de hidrocarburos de los bu-
ques, ya por descarga voluntaria, ya por accidentes, tales como
el abordaje de dos o más buques -en particular, de buques cis-
ternas- y las encalladuras. Sin pretender restar importancia a
la contaminación marina por hidrocarburos, hay que resaltar la
importancia considerable que la opinión pública le atribuye, mu-
chas veces sin una relación con el impacto real sobre el medio
marino.
LOS TRANSPORTES MODALES
cho marítimo privado, con todas las salvedades que estas aclara-
ciones hoy presentan.
En el orden internacional se han debido establecer, urgen-
temente, regulaciones que prevengan la contaminación de los
mares, de otras vías navegables, de los fondos marinos y oceáni-
cos. Se trata de normas internacionales especificas, asi como la
inclusión de una enérgica regulación contenida en los convenios
generales del llamado "derecho del mar", instrumentos interna-
cionales tanto de carácter multilateral como regional14.
b) La contaminacidn madna en los convenios sobre el
derecho del mar. Los convenios sobre el mar territorial y la
zona contigua y la plataforma continental, adoptados en Gine-
bra en 1958, reflejaron tímidamente el interés por esta materia,
al destacarse el sometimiento de los buques extranjeros que
utilicen el derecho de paso inocente por el mar territorial a la
normativa vigente del Estado ribereño (art. 17) y la proteccidn
por este de los recursos vivos del mar por agentes nocivos, en
las zonas de seguridad de su plataforma continental (art. 5",
apdo. 7).
En el Convenio sobre Alta Mar, aprobado en la misma fecha,
se establecio la obligación de los Estados de dictar disposiciones
para evitar la contaminaci6n de las aguas por los hidrocarburos
vertidos de los buques, desprendidos de las tuberías submari-
nas o producidos por la explotación y exploración del suelo y del
subsuelo marino, de conformidad con los convenios vigentes al
respecto (art. 24). Se agregala obligaciónde los Estados de to-
mar medidas para evitar la contaminaci6n del mar debida a la
inmersión de desperdicios radiactivos, de colaborar con los or-
ganismos internacionales en la adopción de medidas para evitar
esa contaminación resultante de cualesquiera actividades rea-
lizadas con sustancias radiactivas o con otros agentes nocivos
(art. 25).
En el Convenio de las Naciones Unidas sobre el Derecho
del Mar de Montego Bay, del 10 de diciembre de 1982, el medio
marino ha recibido una atención esmerada en la Parte XII, en la
para explotar toda esa captura, debe dar acceso a otros Estados
al excedente, teniendo en cuenta factores de diversa naturaleza,
básicamente para que los recursos no sean explotados en dema-
sia (arts. 56, apdo. 1, b, 22i, 61 y 62, Convenio de Montego Bay).
El Estado ribereño ejerce derechos de soberanía sobre la
plataforma continental a los efectos de la explotaci6n de los re-
cursos naturales, pero no puede impedir el tendido en ella de
cables y tuberías submarinos y su conservación, si bien se reser-
va el derecho a tomar medidas razonables para la prevención, re-
ducción y control de la contaminación causada por dichas tube-
rias (arts. 77, apdo. 1, y 79, apdos. 1 y 2, Convenio de Montego Bay) .
El Convenio contiene el principio de la libertad de la alta
mar, y todos los Estados tienen el deber de adoptar las medidas
necesarias para la conservación de los recursos vivos de la alta
mar, o de cooperar con otros Estados en su adopción. La zona,
constituida por los fondos marinos y oceAnicos y su subsuelo
fuera de los límites de la jurisdicción nacional, debe quedar suje-
ta a las regulaciones que sean adoptadas para prevenir, reducir
y controlar la contaminación del medio marino, incluyendo las
costas, y la perturbación del equilibrio ecologico de ese medio,
y para proteger y conservar los recursos naturales de la zona y
prevenir daños a la flora y fauna marinas (arts. lo, apdo. 1, 117,
145 y 187, Convenio de Montego Bay).
Contiene tambien una obligación general de los Estados de
proteger y preservar el medio marino, dentro de la cual, y con
arreglo a su política de medio ambiente, dichos Estados tienen
el derecho soberano de explotar sus recursos naturales. Los
Estados deben tomar, individual o conjuntamente, todas las me-
didas que sean necesarias para prevenir, reducir y controlar la
contaminación marina, cualquiera que sea la fuente de esa con-
taminaci611, pero evitando la transferencia de daños o peligros
de un área a otra, o la trasformaci6n de un tipo de contamina-
ci6n en otro. La vigilancia y evaluación de los riesgos de con-
t aminaci6n marina deben ser hechas rnediant e métodos científi-
cos reconocidos, divulgandose los informes correspondientes de
forma periódica. El Convenio considera la contaminación del
medio marino procedente de varias fuentes: terrestres, de acti-
vidades relativas a los fondos marinos en la zona, vertimiento,
buques, atm6sfera. Para prevenir, reducir y controlar la con-
328 LOS TRANSPORTESMODALES
5 123. ARTEFACTOS
NAVALES. -También la LN define el
artefacto naval como "cualquiera otra construcción flotante au-
xiliar de la navegación pero no destinada a ella, aunque pueda
desplazarse sobre el agua en cortos trechos para el curnplimien-
to de sus fines específicos" (art. 2*, parte 2").
Suele a veces discutirse -expresa CHAMI-la calidad de bu-
que del remolcador, del submarino y del hidroavibn. Para acla-
rar el tema debemos distinguir entre el destino inmediato y me-
diato del buque. El remolcador es buque y no artefacto naval,
porque su destino mediato es navegar y solo de manera mediata
su objeto es prestar su fuerza motriz a otro buque para la manio-
bra o para el transporte. El remolcador, así, es tan buque como
lo es el buque pesquero, que inmediatamente está destinado a
navegar y solo mediatamente a la pesca. El submarino es una
construcción flotante, aun cuando no necesariamente flote por
la superficie del agua, sino que va sumergido. Finalmente, el
hidroavión es tan buque, como una aeronave que carretea por la
pista terrestre es un
5 124. NATURALEZA
JUR~DICADEL LN dispone
BUQUE. - La
que los "buques son bienes registrables y se encuentran someti-
dos al &gimen jurídico que esta ley consagra" (art. 155).
Nuestra LN se apartó del criterio seguido originariamente
por el Cddigo de Comercio, que disponía en su art. 857 que lo
definía como una cosa mueble28.
El buque no es simplemente cosa, porque no comprende solo
su aspecto material como tal, sino que en el concepto "buque"
también se incluyen, ademAs de esa parte material susceptible
de tener valor, aspectos inmateriales susceptibles de tener valoF9.
30 CHAMI dice que como "ejemplos de ello podemos citar los buques de
las ya liquidadas Empresa Líneas Marítimas Argentinas (ELMA) y Flota Flu-
vial del Estado argentino y actualmente los buques mercantes del Comando
de Transportes Navales de la Armada nacional. Este dispone para desa-
rrollar tareas comerciales del buque tanque 'Ingeniero Julio Krause', y de los
buques de carga general, 'Canal de Beagle' y 'Cabo de Hornos'. Se trata de
ejemplos típicos de buques privados del Estado" (Manual de derecho de la
navegación, p. 109).
LOS TRANSPORTES MODALES
y, mucho menos, que esa cosa (buque) pueda ejercer los dere-
chos-deberes atinentes al ciudadano".
Este autor, siguiendo a SCERNI, explica que "la nacionalidad
de un buque no es, como para las personas físicas y juridicas,
una relacibn, una correspondencia intermitente entre dos suje-
tos, Estado y persona", sino "entre el Estado y las personas que
se encuentran en determinadas condiciones en relación con el
buque (propietario, armador, capitán, tripulación, titulares de
derechos reales, etcktera)". De tal modo, estimase que de la
ciudadania de una persona surge su relación jurídica con el Es-
tado mediante los mutuos deberes y derechos, en tanto que de
la nacionalidad del buque solo se exterioriza su sometimiento
a la soberanía del Estado por la dependencia debida. Esa de-
pendencia al Estado del pabellón que enarbola, por la naciona-
lidad, como recurso técnico-jurídico aceptado por el uso inter-
nacional, somete al buque (rectius: a su propietario, armador,
tripulantes, pasajeros, cargadores, titulares de derecho, etc .) a
su jurisdiccidn y ley aplicable mientras navegue en alta mar y,
en determinados supuestos, cuando lo haga en aguas jurisdic-
cionales extranjeras; además, los somete también a su normativa
sobre las condiciones y requisitos para la matriculación y clasifi-
cación del buque, tenencia de libros y documentos a bordo, com-
posici6n de la tripulación, publicidad de derechos, etcétei-a"39.
La matriculacion importa, entonces, atribuirle la naciona-
lidad del país donde se formalice y el derecho de arbolar el
pabellón de ese Estado, condicionado al cumplimiento de los re-
quisitos de la nacionalidad o del domicilio por parte de los titu-
lares de su dominio.
En definitiva, "la nacionalidad de un buque resulta una hi-
pérbole o ficción que la comodidad y el uso no-critico de la idea,
posibilitan su continuidad. El buque, como cosa, no puede ser
a la vez, sujeto y objeto de derecho. La nacionalidad resulta un
derecho personalísimo del hombre que no puede reconocerse
para las cosas. La atribución o reconocimiento de nacionalidad
a un buque solo sirve como recurso técnico-jurídico para ex-
presar la sujeción de su organización náutica y de sus derechos
5 129. PUBLICIDAD
NAVAL. REGISTRO
DE BUQUES. - La
pu-
blicidad en materia naval es necesaria para que los terceros es-
ten oficialmente enterados de la constitución o transferencia
de derechos reaIes que puedan transmitir o limitar el derecho de
propiedad y de los contratos susceptibles de producir esos efec-
tos. La publicidad actúa en doble sentido (negativo y positivo).
Negativo, porque impide que se pueda oponer a terceros todo
aquello que no ha sido debidamente publicitado. Positivo, porque
genera una presuncidn de conocimiento por parte de terceros,
respecto de los hechos o actos que han sido dados a publicidad.
La publicidad naval se encuentra estructurada por medio
del Registro Nacional de Buques creado por la ley 19.170 (LRNB)
y es un organismo que depende de la Prefectura Naval Argentina.
a) Funciones. Sus principales funciones son las siguien-
tes (art. lo,LRNB).
1 ) Llevar el Registro de la Matrícula Nacional, que com-
prenderá el de la Matrícula Mercante Nacional y el Registro Es-
pecial de Yates, donde se inscribirán obligatoriamente los bu-
ques, embarcaciones o artefactos navales de propiedad estatal o
privada que determine la reglamentación.
2) Tomar razón de todo documento por el que se constitu-
yan, transmitan, declaren, modifiquen o extingan derechos rea-
les sobre buques, embarcaciones o artefactos navales que perte-
nezcan a la matrícula nacional.
3) En su caso se efectúa una anotación provisoria, por el
plazo que fije la reglamentación, de aquellos documentos en los
que no constare la clave o código de identificación de las partes
intervinientes, otorgada por la Administración Federal de Ingre-
TRANSPORTE ACUATICO
5 130. CR&DITO
NAVAL. PRIVILEGIOS
MARI TIMOS. HHIPOTECA
Y PRENDA MAR^TIMA. EMBARGO E INTERDICCI~NDE BUQUES. - La
actividad desarrollada mediante buques requiere de grandes
capitales, sea para su construcción, como para su compra, equi-
p amiento y puesta en condiciones de navegabilid ad . También
requiere de un importante soporte financiero para el desarro-
llo de su actividad (combustibles, lubricantes, salarios, seguros,
otros servicios como el practicaje o el remolque y los derechos
de puerto, peajes y todo aquello necesario para la navegación).
El crédito naval posee dos instrumentos juridicos para ob-
tener dichos fondos: 10s privilegios y la hipoteca. Los primeros
son un instrumento legal y el segundo un instrumento voluntario.
a) fivilegios mam'timos. El privilegio, conforme al Có-
digo Civil y Comercial, es "la calidad que corresponde a un
TRANSPORTE ACUATICO
47 ES el caso previsto en el art. 213, que dispone que el capitán esta fa-
cultado a contraer deudas, vender o gravar la carga, si ello es necesario para
obtener fondos y poder continuar el viaje.
4 " ~ ~ Manual
~ ~ , de derecho de la navegación, p. 151.
TRANSPORTE ACUATICO
C) LOSAGENTES DE LA RELACI~NNAVAL
5 " ~ ~ ~Manual
~ , de derecho de la navegación> p. 161.
57 CHAMI,Manual de derecho de la navegación,p. 162.
58 Como un antecedente del armador moderno, se pude citar en el de-
recho romano la figura del exercitor, responsable de la navegación del bu-
que, aunque su propietario fuese otra persona. Durante la Edad Media y
la Edad Moderna no existe nada que tenga similitud con el armador, pues la
propiedad individual de buques era virtualmente desconocida y todo se en-
caraba de manera colectiva, ya se tratase de la construcción del navío o de
su explotacibn. Con el descubrimiento de America hubo una gran expansión
comercial y aparecieron empresas de comercio y navegación protegidas por
el Estado. En esa época comenzó a usarse el término "armar", en algunos
documentos, pero en rigor de verdad no se refería al terreno comercial, sino
al terreno bélico, pues el término se relacionaba con los navíos "armados en
corso" durante las guerras. Durante los siglos XVIII y XIX la Revolución Indus-
trial provocó grandes cambios en la navegación; por un Iado, porque el desa-
LOS TRANSPORTES MODALES
3 137. TRIPULACI~N.
- La LN dispone que se denomina tri-
pulación al conjunto de personas embarcadas conforme a las
respectivas libretas de embarco, destinadas a atender todos los
servicios del buque (art. 131, LN).
Este personal -enseña ROMEROB A S A L D ~ Ase~ ~divide
- en di-
versos grupos: a) cubierta; b) máquinas; c) comunicaciones; d )
administración; e ) sanidad; f) practicaje (art. 109, LN). Y se
reconocen categorías básicas de ese personal conforme a su je-
rarquía: a) capitán; b) oficiales; c) habilitados con título no su-
perior; d) maestranza; e ) marinería, con diversos niveles de ca-
pacidad dentro de cada una de ellas (art. 140, LN).
75 ROMERO
BASALD~A,
Derecho mafitzmo, t. 1, p. 592.
76 ROMERO Derecho marz'timo, t. 1, p. 593.
BASALD~A,
77 ROMERO Dwecho rnaritzmo, t. 1, p. 694.
BASAW~A,
LOS TRANSPORTES MODALES
5 139. BAQUEANO
FLUVIAL. -Este desempeña en este Am-
bit0 de navegación las tareas de piloto de ruta de los buques
en los que navegan y, si el buque es extranjero, sus funciones
son las mismas que las de los prácticos (asesores del capitan en
cuanto a ruta y maniobra y delegados de la autoridad pública a
bordo). Si el buque es argentino, esta última función la ejer-
TRANSPORTE ACUATICO
Q 140. PERSONAL
TERRESTRE. -El personal terrestre de la
navegacidn es el dedicado a la profesión, oficio u ocupación en
jurisdicción portuaria o en la actividad marítima, fluvial, lacus-
tre o portuaria. Al igual que el personal embarcado, el perso-
nal terrestre requiere inscripción y habilitación. Para ser ha-
bilitado por la autoridad maritima, el personal terrestre debe
acreditar, al igual que el personal embarcado, condiciones mo-
rales, y -en los casos en que sea necesario- debe acreditar con-
diciones físicas compatibles con la actividad a desarrollar (arts.
104,111 y 115, LN).
AdemAs establece algunas condiciones especiales según la
categoría de personal terrestre de que se trate (armador, agente
maritimo, perito naval, ingenieros y tecnicos de la construccion
naval) 78.
SIMONE,
s4 C o m p e n d i o de derecho d e la navegación, p. 605.
SIMONE,C o m p e n d i o de derecho d e la navegación, p. 605.
GONZALEZLEBRERO nos enseña que durante el siglo X V I I el mercantilis-
mo se consolidó como esquema económico en Europa, en coincidencia con
TRANSPORTE ACUATICO
8 145. LA PREFECTURA
NAVALARGENTJNA.
- La Corona es-
pañola transfirió a sus colonias la misma estructura administra-
tiva que regfa en la Peninsula. Las atribuciones y responsabi-
lidades obraban inicialmente en la Recopilaci6n de Leyes de los
Reinos de Indias, promulgada en 1680 por Carlos 11 y, más pre-
cisamente, en las Ordenanzas Generales de 1793, dictadas por
el rey Carlos IV, cuyo título 7 reglamentaba la "policía general
de los puertos y otros cualesquiera fondeaderos a cargo de los
capitanes de puertos y las demas obligaciones de estos", con fun-
ciones como la habilitacidn de pr6cticos, inspeccidn de las con-
diciones de seguridad de los buques, actuaciones sumariales por
acaecirnientos de la navegación, delitos y contravenciones, des-
pacho de buques, control de navegantes y pasajeros, prohibición
de arrojar basuras y escombros a las aguas, funcionamiento de la
junta de sanidad, etc., que actualmente continua cumpliendo
la Prefectura.
El incremento de la navegación y el comercio en el puerto
de Buenos Aires motivó que las autoridades espanolas estable-
cieran la Capitanía de Puerto en 1756, como la institucion encar-
gada de cubrir de manera específica la policía de seguridad de la
navegacibn y de los puertos.
El 29 de octubre de 1896 fue promulgada la ley 3445, mar-
co legal que, por su data, atestigua la antigüedad de la institu-
ción. Tanto en el trámite parlamentario previo como en su ar-
ticulado, se explica que nada nuevo se viene a crear con la ley y
que la Prefectura es la misma organización española denomina-
da "Capitanía de Puerto" y que cumple sus mismas funciones,
siendo a partir de entonces indudable continuadora de las anti-
guas capitanías.
TRANSPORTE ACUATICO
LEBRERO,
GOWZALEZ Manual de derecho de la navegacidn, p. 90.
'' Gomhuz LEBRERO,Manual de derecho de la navegación, p. 90.
LOS TRANSPORTES MODALES
LEBRERO,
GONZALEZ Manual de dsrecho ds la navegación, p. 336.
TRANSPORTE ACUATICO
5 149. CONTRATOS
DE REMOLQUES. CONCEPTO. CLASIFICA-
c 1 6 ~ .NATURALEZA
JUR~DICA.- LOS buques de gran tonelaje, para
entrar o salir de los puertos, o para navegar en estrechos, ca-
nales o lugares acuáticos restringidos, requieren ser remolcados
430 LOS TRANSPORTESMODALES
5 150. I i v ~ ~ o ~ u c -c iGracias
O ~ ~ a su propia naturaleza, el
hombre cuenta con la capacidad intelectual y manual de mo-
dificar y organizar los ambientes que lo rodean y tiene, sobre
todo, conciencia de que esa capacidad es progresiva y constituye
una condición del desarrollo social. Las máquinas, pensadas y
construidas por el hombre, son instrumentos de extraordinaria
potencia, mediante los cuales dicha capacidad se actualiza, dan-
do así forma concreta a las modificaciones del marco existencia1
de la sociedad humana. La tecnología proyecta hacia el futuro
sus previsiones a nivel mundial; es una fuerza muy grande, casi
incontrolable, y de alguna manera temida, a pesar de ser una
de las características de aquella la del estudio previsional de los
procesos de cambio capaces de influenciar, directa o indirecta-
mente, el estado psíquico del hombre y su comportamiento psi-
cosocial.
Los adelantos tecnológicos aplicados a la navegación maríti-
ma han reducido riesgos y han creado otros. Los buques esthn
mejor construidos que hace varias décadas, pero su manteni-
miento no siempre es el adecuado; el cumplimiento por parte de
algunos propietarios o armadores de las disposiciones y exigen-
cias de los convenios internacionales en materia de seguridad de
la vida humana en el mar, de líneas de carga, de contaminación
marina, etc., es imperfecto o inexistente; la capacitacion de los
miembros de las dotaciones de los buques ha mejorado alcan-
zando niveles altos en algunos países, pero los errores humanos
continúan repitiéndose. El hombre debe sobrevivir, se halle so-
bre la superficie terrestre, sobre el mar o en el espacio aéreo, y
debe llevar a cabo su vida personal y profesional dentro de un
marco de seguridad, de igual manera que debe actuar responsa-
blemente y ajustar su conducta a las pertinentes normas de se-
guridad, en beneficio propio y de la sociedad humana de la que
participa; debe desarrollar y aplicar un estricto sentido de soli-
daridad social.
LOS TRANSPORTES MODALES
'O0 GONZALEZLEBRERO,
Manual de derecho de la navegucidn, p. 513.
'O' Manual d e derecho de la navegación, p. 382.
CHAMI,
TRANSPORTE ACUATICO
nal alguno, no obstante 10 cual cabe señalar que los Estados que
adopten el nuevo capítulo IX del Convenio Internacional para la
Seguridad de la Vida Humana en el Mar (SOLAS o SEVIMAR),
aprobado en 1994, deberán introducir en sus respectivas legisla-
ciones nacionales el Código ISM, dado que ha sido incorporado
a él. Según dicho C6dig0, su objetivo es proveer estándares in-
ternacionales para la dirección y operación segura de los buques
y para la prevenci6n de la contaminacibn, de manera de asegu-
rar la seguridad en el mar, la prevenci6n de lesiones personales o
de pérdidas de vida y evitar daños al medio ambiente. Esto nos
revela que el Código ISM, más que tratar de las condiciones téc-
nicas de los buques, se refiere a los procedimientos mediante los
cuales un buque es dirigido, tanto desde el buque mismo como
desde tierralo6.
Cada persona o sociedad que sea propietaria de un buque
o que lo opere de alguna manera debe ajustarse a los objetivos
de seguridad establecidos en el Código ISM, comenzando por es-
tudiar, implementar y llevar a cabo un Sistema de Dirección de
Seguridad (SMS), concretado en un verdadero manual. Este
manual SMS debe incluir una serie de disposiciones sobre temas
concretos; entre otros, los siguientes: a) la definicidn de los ni-
veles de autoridad en tierra y a bordo de los buques, los canales
de comunicación entre el buque y las oficinas en tierra, la misión
y las funciones de todo el personal involucrado en asuntos de se-
guridad o medioambientales, con la designaci6n concreta de una
persona o personas en tierra responsables de los contactos con
el buque, y que tengan fácil y rápido acceso a los más altos nive-
les de mando en la sociedad; b) la definición de la responsabili-
dad y autoridad del capitán del buque en asuntos de seguridad y
medioambientales, la verificacibn de la capacitacidn y entrena-
miento de ese capitán y de los demhs tripulantes del buque; c)
el estudio, la implantación y la difusión de planes de emergencia
y el control regular de sus contenidos y de su conocimiento por
parte de las personas involucradas en los asuntos de seguridad
y medioambientales, planes que deben ser preventivos -es decir,
tendientes a garantizar la operaci6n segura del buque- y que de-
5 151. ASISTENCIA
Y SALVAMENTO. ABORDAJE.
- Suele ha-
blarse de abordaje para hacer referencia al asalto de un buque
por tripulantes de otro buque. Así, por ejemplo, como acto de
guerra, se habla de él para hacer referencia al modo de llevar a
cabo la captura de un buque por tripulantes de otro; como acto
de piratería, se refiere al asalto de un buque a efectos de proce-
der al robo y al pillaje. En la actualidad, el concepto jurídico de
abordaje que estudiamos en esta parte del derecho del transpor-
te hace referencia al choque entre dos o más buqueslos.
5 152. CONCEPTO
Y ELEMENTOS. - Profundizando el concepto
antes dado, como colisidn entre dos o mas buques, diremos que
se llama abordaje al choque o colisión entre dos o m8s buques
independientes, del cual resulte daño. De esta definición pode-
mos sustraer los siguientes elementos: a) debe haber colisión o
choque; b) debe ser entre dos o más buques independientes, y c)
a causa de la colisi6n se debe producir un daño.
a) Colisi6n o choque. Etimológicarnente, abordar signifi-
ca tocar por la borda, lo cual implica un choque material o con-
tacto físico efectivo entre los buques intervinienteslog. Diversas
normas, tanto nacionales como internacionales, al igual que la
doctrina y la jurisprudencia, suelen extender la aplicabilidad de
las normas sobre abordaje a casos en los que se produce daño
sin que haya existido contacto físico.
Así lo hacen nuestra LN (art. 369), el Código de la Nave-
gaci6n de Italia, la Convención de Bruselas relativa a Ciertas
'" SIMONE,
Compendio de derecho de la nuvegucidn, p. 484.
'12 MONTIEL,CUTSOde derecho de la nawegaci6n, p. 398.
LOS TRANSPORTES MODALES
5 156. ENTREGA
DE LOS OBJETOS REFLOTADOS. -La LN dis-
pone que, dentro de los diez días de la llegada a puerto de un
buque, artefacto naval o aeronave reflotados, extraidos o re-
movidos, deben ser entregados a su propietario. El reflotador
puede exigir, como condición previa a la entrega, el pago de los
gastos y de la remuneración que le corresponda, el otorgamiento
de fianza pertinente o, en su defecto, solicitar el embargo del bu-
que, artefacto naval o aeronave (art. 391).
En cuanto a los restos náufragos recuperados, deben ser en-
tregados a la autoridad aduanera por intermedio de la autoridad
marítima, en los casos en que esta intervenga y, a falta de ella,
por medio de la autoridad local. Del mismo modo debe proce-
der el reflotador del buque, artefacto naval o aeronave en el caso
del art. 391. La falta de entrega del buque, artefacto naval o ae-
ronave reflotada a su dueño o a la Aduana, según los casos, o de
los restos náufragos a la Aduana, hace perder al reflotador o al
recuperador su derecho al reembolso de los gastos y a la remu-
neracidn, sin perjuicio de las responsabilidades civil y penal en
que pueda incurrir por retención indebida (art. 392, LN).
En síntesis, respecto de buques, artefactos navales y ae-
ronaves, si el reflotamiento fue privadamente encargado por el
TRANSPORTE ACUATICO 455
""ONTIEL sostiene que esta institucidn es una de las más antiguas del
derecho marítimo (Curso de derecho de la navegación, p. 428). La prime-
ra manifestacibn de ella fue en la lex Rodhia iactu (475-479 a.c.) y de allí se
volc6 al Digesto y las Instztutas de JUSTINIANO.En esas épocas, las formas
de avería que se contemplaban eran la echaz6n de la carga al mar y el cor-
te de mástiles, con el objeto de mantener la estabilidad de la embarca-
ción. Durante la Edad Media, la institución es tratada en los Roles de Ole-
r6n, en las leyes de Wisby y en el Libro del Consulado del Mar. En la Edad
Moderna la encontramos tratada en el Guidon de la Mer. Posteriormente, la
Ordenanza francesa de 1681 aporta un concepto de avería similar al actual,
que se proyecta a legislaciones posteriores; tal el caso de las ordenanzas de
Bilbao de 1737 y el Código de Comercio francés de 1807. En la act;ualidad, la
m8s importante regulaci6n de las averias está contenida en las denominadas
Reglas de York-Amberes.
'l7 GONZALEZ LEBRERO, Manual d e derecho de la navegación, p. 579.
TRANSPORTE ACUATICO 459
8 160. INTRODUCCI~N.
LAS PRINCIPALES VfAS DE NAVE-
tener en cuenta que los principales ríos
G A C I ~ NFLUVIAL. - Cabe
constituyen las más antiguas vías de transporte interior, por lo
que no sorprende que las más activas "rutas fluviales", jalona-
das por gran cantidad de puertos, se encuentren atravesando
o uniendo las más importantes regiones económicas del mun-
do. La vía fluvial tiene, sobre la férrea, el privilegio y la carga
de su antigüedad. Las redes navegables son heterogeneas por
las desigualdades de agua, incluso en una misma región, y asi-
mismo por la desigual antigüedad de los trabajos de acondicio-
namiento con gálibos muy distintosHg.
Los principales ríos navegables están en la región de los Es-
tados Unidos de América, de gran desarrollo económico. Ha-
llamos las tres formas de transporte interior (fluvial, terrestre
y cabotaje). La navegación fluvial se realiza mediante un vas-
to sistema de ríos y canales. Se destaca la correspondiente
5 163. ACUERDO
DE TRANSPORTE
FLUVIAL
POR HIDROV~A LA
PARAGUAY-PARANA (PUERTO DE CACERES - PUERTO DE NUEVAPAL-
MIRA). - Este Acuerdo fue suscripto en 1992, en el Valle de las
Leñas, Malargüe, Mendoza, y fue ratificado por la República Ar-
gentina mediante la ley 24.385.
El Acuerdo dispone que su objeto es facilitar la navegación
y transporte comercial en la hidrovía. El medio para alcanzar
tal objetivo es establecer un marco normativo que favorezca el
desarrollo, la modernización y eficiencia de la actividad navega-
toria y que permita el acceso a los mercados exteriores en condi-
ciones competitivas (art. l)123.
lZ3 "Se fijó como meta facilitar la navegación diurna y nocturna todo el
año (trenes de barcazas con 6000 toneladas de mercadería, el dragado de no-
TRANSPORTE ACUATICO
'21 LEBRERO,
GONZALEZ Manual de derecho de la navegación, p. 703.
LOS TRANSPORTES MODALES
9 168. EL REGISTRO
ESPECIAL
DE YATES.
-El RNB, regu-
lado por la ley 19.170, lleva el registro de la matricula nacional,
compuesto por la Matrícula Mercante Nacional y el REY (art.
1 En este registro deben inscribirse obligatoriamente tanto
los buques como los artefactos navales de la matrícula nacional.
Las embarcaciones deportivas serán inscriptas en el REY
del RNB, 10 que les conferir&la nacionalidad argentina y el de-
5 169. HABILITACIONES.
- La conducción de las embarca-
ciones deportivas debe estar a cargo exclusivamente de perso-
nas habilitadas según las siguientes categorías (arts. 402.0401,
402.0403 a 402.0407, REGINAVE).
a) Piloto de yate, con atribución de realizar cualquier clase
de navegación en embarcaciones deportivas, siendo requisito po-
seer certificado de patrón de yate.
b) Patrón de yate, quien debe poseer certificado de timo-
nel de yate, pudiendo llevar a cabo navegación lacustre, fluvial y
marítima costera hasta doce millas de la costa.
LOS TRANSPORTES MODALES
lZ9 Quien esté a cargo del bote debe conocer la técnica de propulsión a
remo, las reglas mínimas de navegación, distribuir adecuadamente el peso de
personas y carga de acuerdo con la capacidad del bote y los valores del fabri-
cante. A bordo deben tener chalecos salvavidas u otro dispositivo de ayuda a
la flotación debidamente aprobado por la Prefectura Naval Argentina, pala de
repuesto, balde achicador, linterna o farol todo horizonte -cuando navegue
de noche- y, optativamente, una boza de cabo resistente igual a la eslora del
bote y casco y ropa térmica, cuando navegue en aguas de temperatura prome-
dio de 15°C. Los botes a remo, kayaks y canoas deben navegar pr6ximos a la
costa, lejos de rompientes de playas, rocas y arrecifes, cascos hundidos, fuera
de la navegación de otros buques. Cuando el ancho del río no supere los cien
metros, se deberá navegar lo más cerca posible a su costa de estribor. Se
prohibe la navegación nocturna por canales, radas y puertos. El cruce se
efectuará lejos de recodos que impidan ver el tráfico del río (CHAMI, Manual
de derecho de la navegación, p. 1194).
5 172. INTROPUCCI~N.
-Desde nuestro punto de vista, y en
una primera aproximación, podemos definir esta parte del dere-
cho del transporte como el conjunto de normas que regulan la
actividad aérea y todas aquellas otras vinculadas a su fin.
Al respecto, VIDELAESCALADA definió el derecho aeronáutica
como "el conjunto de principios y normas de derecho público y
privado, de orden interno e internacional, que rigen las institu-
ciones y relaciones jurídicas nacidas de la actividad aeronáutica
o modificadas por ella"'.
En tanto, LENAPAZ10 define como "el conjunto de principios
y normas de derecho público y privado, de orden interno e in-
ternacional, específicamente destinados a regular la navegacidn
aérea y los hechos y actos juridicos vinculados con su ejercicio
debiendo entenderse por navegación aérea la circulación realiza-
da en el espacio atmosférico mediante vehículos que necesitan
del aire como elemento de sustentación y propulsibn'".
Por su parte, FOLCHI, ajustando la definici6n que diera VIDE-
LA ESCALADA, entiende esa disciplina como "el conjunto de prin-
cipios y normas, de derecho público y privado, de orden interno
e internacional, que rigen las instituciones y relaciones jurídicas
ESCALADA,
VIDELA Manual de derecho aerortdutico, p. 7.
LENAPAZ,
Compendio de derecho aerondutico, p. 10.
LOS TRANSPORTES MODALES
FOLCHI,
Tratado de derecho aeronáutico, p. 12.
Las discusiones doctrinales en torno a su nombre han estado ligadas
no solo en cuanto al desarrollo de la actividad, sino también fuertemente aso-
ciadas con las discusiones generadas a partir de la obra de SCIALOJA,en Italia,
y su escuela del derecho de la navegación, que ha sabido extenderse con pro-
fundas raíces en parte de la doctrina argentina. Al respecto, en la doctrina
nacional, ver FOGLIA - MERCADO, Derecho aeronúutico, p. 7; LENAPAZ,Com-
pendio de derecho aeronáutzco, p. 7; RODR~GUEZ JURADO, Teoria y prúctica
del derecho aeronúutico, t. 1, p. 21; VIDELAESCALADA, Manual de derecho
aerondutico, p. 7; FOLCHI,Tratado de derecho aeronáutico, t. 1, p. 11.
FERRER, Derecho espacial, p. 86.
continente, en tanto que aire es el contenido. Cuando habla-
mos del espacio aéreo como concepto jurídico, hacemos refe-
rencia a un ámbito susceptible de apropiacion, que puede ser de-
limitado y sobre el cual el hombre y los Estados pueden ejercer
derechos, Si bien no integra el concepto de "cosa'', entra -en
cambio- en el concepto más amplio de bien (art. 16, Cód. Civil y
Comercial). El espacio aéreo, así como lo hemos conceptuado,
es el ámbito en el cual se desarrolla principalmente la actividad
aeronáutica; decimos "principalmente" porque -como veremos
oportunamente- hay aspectos de esta actividad que se cumplen
en tierra.
En la medida en que sobre la superficie terrestre y acuati-
ca de cada Estado se proyecta tridimensionalmente un espacio
aéreo sobre el que pretende ejercer soberanía plena, fácil es ad-
vertir que la aeronavegación está íntimamente ligada al régimen
regulatorio de ese ámbito.
La situación adquiere una mayor complejidad cuando, ade-
más, concurre el derecho de apropiación y utilización por parte
de los dueños de la tierra del espacio aéreo que se proyecta so-
bre sus propiedades. De todas maneras, parece notoria la dife-
rencia existente entre el imperium, que es la prerrogativa in-
herente al ejercicio de la soberanía, y el derecho de dominio que
tiene el propietario de un fundo6.
a) Espacio a&eo y dominio. A partir del individualismo
acérrimo del siglo XIX, que impregnó casi todas las codificacio-
nes civiles y comerciales del mundo -por ende, la nuestra-, ello
importaba que la propiedad constitufa el m8s amplio derecho de
señorío que podía tenerse sobre una cosa, cuya proyección se
traslada al subsuelo y al espacio aéreo sin límite.
Para FERRER, en "la primacía de este derecho sobre la cir-
culación aérea se buscaron, desde el derecho romano hasta las
normas entonces imperantes del derecho civil, los argumentos
' FERRER,
Derecho espaczal, p. 87.
ferirse a construcciones y plantaciones- está indicando con toda
claridad que son esas facultades de plantar y edificar las que,
esencialmente, han sido tenidas en cuenta y que con el espacio
necesario para asegurarlas queda cumplida la finalidad buscada,
sin que sea, de ninguna manera, necesario extender hasta los
cielos su derecho. En cuanto a la limitación cualitativa, es alli
precisamente donde encuentra aplicación la doctrina del abuso
del derecho, pues esa limitación se refiere a los móviles que im-
pulsan al propietario en su conducta; el ejercicio de un derecho
no puede tener lugar con intención de perjudicar, puesto que o
ese ejercicio es legítimo o resulta malicioso, y en tal caso deja de
ser tal8.
En nuestro país -obviamente, antes de la sanción del C6-
digo Civil y Comercial- ALDOCOCCA,refiriéndose al régimen del
art. 2518 de nuestro Código Civil dice: " 'por ello puede afirmar-
se, sin temor a equivocarse, que nuestro codificador no contem-
p16 otro problema jurídico y, por tanto, que no atribuy6 al propie-
tario de un inmueble derecho de dominio sobre el espacio aereo
que el que sea necesario a aquel para hacer sus plantaciones o
elevar sus edificios hasta una altura tal cuanto lo permitiese
la técnica de la construcci6n y lo hiciese posible la capacidad
de resistencia de los materiales empleados'. Y más adelante, al
hablar de las restricciones al dominio privado, impuestas por el
interés publico (art. 2611, C6d. Civil argentino), equipara la avia-
ción civil, comercial, militar, etc., la que, afirma, constituye un
intergs públic~"~.
Esta cuestión de la limitación del dominio trajo aparejadas
varias teorfas que son, siguiendo a Fo~car,las siguienteslo.
1) Teoria de la facultad legal (NAQUET). Consagrada en
el Código Civil de Napoleón, se refiere a las cosas de índole ma-
terial, dentro de lo cual no queda comprendido el espacio aéreo,
dado que el dominio solo puede ser ejercido sobre cosas. Por
tanto, el dueño del suelo no tiene un derecho de propiedad sobre
el espacio, sino una facultad legal de apropiación.
FOGLIA
l2 - MERCADO,Derecho aeronáutieo, p. 32; FORD - CUA-
- ORTEQA
DRA,Intmduccidn al derecho aerondutico, p. 47; LENAPAZ,Compendio de
derecho aeronúutico, p. 63; RODR~GUEZ
JURADO, TeoTZu pructica del dere-
cho aeronautico, p. 64; VIDELAESCALADA,
Manual de derecho aeronúutico,
p. 61.
LOS TRANSPORTES MODALES
lS FOOLIA
- MERCADO,Dwecho aeronúutico, p. 33; LENAPAZ,Compendzo
JURADO, T e ~ r i ay prúctica del de-
de derecho aeronúutico,p. 64;RODR~QUEZ
m h o aeomáutico, p. 66; VIDELA Manual de derecho aeronúutico,
ESCALADA,
p. 63.
l4 - MERCADO,
FOGLIA Derecho aeronáutica, p. 33.
Sin perjuicio de ello, también impone dos importantes lirni-
taciones que morigeran dicho principio de soberanía. La pri-
mera es admitir en tiempos de paz la libertad de paso inofensivo
sobre el territorio de cualquier Estado contratante y establece
la igualdad de tratamiento de todas las aeronaves de los Esta-
dos contratantes: "Cada Estado contratante se compromete a
conceder en tiempo de paz a las aeronaves de los otros Esta-
dos contratantes la libertad de paso inofensivo por encima de
su territorio, siempre que las condiciones establecidas por el
presente convenio sean observadas. Las reglas establecidas
por un Estado contratante para la admisión, sobre su territorio
de las aeronaves procedentes de los otros Estados contratantes,
deben ser aplicadas sin distinciiin de nacionalidad. La idea se
ve completada por el art. 15, al disponer que los Estados sobre
cuyo territorio sobrevuela una máquina poseen el derecho de
reglamentar el vuelo y las rutas a seguir, sea en vuelo ocasional
o por rutas internacionales (art. So). La segunda es la prohibi-
ciOn de acordar regímenes de favor a aeronaves de Estados no
contratantes15.
Poco antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, Estados
Unidos de América se erguía como potencia mundial indiscuti-
ble, frente a los Estados europeos extremadamente dañados en
su economía y en su capacidad industrial. Dicho Estado convo-
có a las naciones a los efectos de revisar y actualizar el Convenio
de París de 1919, pero ahora conforme a sus nuevos intereses,
sobre todo comerciales e industriales.
De esta manera, el lo de noviembre de 1944 se reunió en
Chicago una conferencia internacional para reformular el esta-
tuto internacional de la aeronavegaci6n vigente. Ello se mate-
rializó en el Convenio sobre Aviación Civil Internacional de Chi-
cago de 1944. Respecto del espacio aéreo, en este Convenio se
reafirmó el principio de soberanía limitada, contemplando en el
Acuerdo sobre Transporte Aéreo Internacional las llamadas "li-
bertades del aire".
- MERCADO,
l5 FOGLIA Derecho aeronúutico, p. 33; LENAPAZ,Compendzo
de derecho aerondutico, p. 66; RODR~GUEZ
JURADO, Teoda y prdctica del de-
recho aeomdutico, p. 66.
LOS TRANSPORTES MODALES
0 178. LA J U R T S D ~ C C I ~EN
N LAS CONVENCIONES INTERNACIO-
NALES. TEMAS PARTICULARES. - La Convención de Varsovia de
1929 establece la jurisdicción en casos de responsabilidad del
transportador, y son aplicables las soluciones expuestas en el pa-
rágrafo anterior. Cabe agregar que el procedimiento se rige por
la ley del tribunal, al igual que los plazos para computar el ejer-
cicio de la acci6n reparadora (arts. 28 y 29).
La Convenci6n de Roma de 1952, sobre daños causados por
aeronaves extranjeras a terceros en la superficie, establece que
las acciones emergentes de sus normas deberán ejercerse ante
los tribunales del Estado contratante en cuyo territorio ocurrió
el daño; las partes pueden acordar, sin embargo, someter la cau-
sa a los tribunales o a arbitraje en cualquier otro Estado contra-
tante (art. 20, inc. lo).
La Convención de Tokio de 1963, ratificada por ley 18.730,
sobre infracciones y ciertos casos cometidos a bordo de las ae-
ronaves, establece la jurisdicción del Estado de matrícula de la
aeronave para conocer de las infracciones y actos cometidos a
bordo, sin excluir ninguna jurisdicción penal ejercida de acuerdo
con las leyes nacionales (art . 3'). El art . 4' dispone que el Es-
tado contratante que no sea el de matricula no podrh perturbar
el vuelo de una aeronave a fin de ejercer su jurisdicción penal
sobre una infracción cometida a bordo, mas que cuando: a) la
infracción produce efectos en el territorio de tal Estado; b ) la in-
fracción ha sido cometida por o contra un nacional de tal Estado
o una persona que tenga su residencia permanente en él; c) la
infracción afecta a la seguridad de tal Estado; d) la infracción
constituye una violación de los reglamentos sobre vuelo o ma-
niobra de las aeronaves, vigentes en tal Estado, y e) sea necesa-
rio ejercer la jurisdicción para cumplir las obligaciones de tal Es-
tado de conformidad con un acuerdo internacional multilateral.
El Convenio de La Haya de 1970, ratificado por ley 18.730,
sobre represi6n del apoderamiento ilícito de aeronaves, establece
la jurisdicción del Estado contratante que se encuentre en las si-
guientes hipótesis.
a) Si el delito se comete a bordo de una aeronave matricu-
lada en él.
b) Si la aeronave aterriza en su territorio con el presunto
delincuente todavía a bordo.
c) Si el delito se comete a bordo de una aeronave dada en
arrendamiento sin tripulación a una persona que en tal Estado
tenga su oficina principal o, de no tener tal oficina, tenga su re-
sidencia permanente (art. 4O).
El Convenio de Montreal de 1971, sobre represión de actos
ilicitos contra la seguridad de la aviación civil, establece la juris-
dicción del Estado cuando tiene lugar alguna de las siguientes
situaciones.
a) El delito se comete en su territorio.
LOS TRANSPORTES MODALES
23 BALIAN,
Código Aerondutzco, p. 459.
les, la ley aplicable y la jurisdicción están regidos por las leyes de
la Nación Argentina y serán juzgados por sus tribunales. En los
casos de aeronaves privadas argentinas que sobrevuelan otros
Estados, corresponde aplicar la ley argentina, cuando los actos
realizados o delitos cometidos hubiesen lesionado un interés le-
gítimo del Estado argentino o de personas domiciliadas en él o si
se hubiese realizado en la República el primer aterrizaje poste-
rior al hecho, acto o delito (art. 199).
Ahora bien, en los hechos ocurridos, los actos realizados
y los delitos cometidos en una aeronave privada extranjera en
vuelo sobre territorio argentino o sus aguas jurisdiccionales, co-
rresponde aplicar la ley del pabellón, con la excepción de que la
jurisdicción corresponde a los tribunales argentinos y se aplican
las leyes de la Nación solo en los casos en los que se infrinjan le-
yes de seguridad pública militares o fiscales, que se infrinjan leyes
o reglamentos de circulación agrea, o bien que comprometan la
seguridad o el orden público o afecten el interés del Estado o
de las personas domiciliadas en él o se hubiese realizado en la
República el primer aterrizaje posterior al hecho, acto o delito,
si no mediase -en este último caso- pedido de extradicidn (art.
200, CA).
24 RODRIGUEZ
JURADO,Teol-la y pluictica del derecho aemnáutico, p. 13.
25 FOGLIA Derecho aeronúutico, p. 61.
- MERCADO,
LOS TRANSPORTES MODALES
9 181. A E R ~ D R OCONCEPTY).
~. CLASIFICAC~~~V
Y RBGIMEN
LEGAL. - En términos muy genéricos, LE GOFF definía al aeródro-
mo como el lugar de donde las aeronaves deben partir y en don-
de deben aterrizar. En otras palabras, en principio, aeródromo
0 182. CLASIFICAGI~N.
PRINCIPALES
PROBLEMAS JUR~DICOS.
Diversas han sido las clasificaciones ensayadas con respecto a
los aeródromos.
a) Desde un punto de vista técnico, se los ha clasificado en
terrestres e hzdropuertos, distinguiéndose por la diferencia físi-
FOGLIA
- MERCADO,Derecho aeronáutlico, p. 62.
ESCALADA,
VIDELA Manual de derecho aeronáutica, p. 83.
82 FOLCHI,
Tratado de derecho aerondutico, t. 1, p. 195.
ca entre sus respectivas superficies, pero sin que ello de lugar a
diferencias de carácter jurídico.
b) Otra clasificación frecuente es la que los distingue en ci-
viles y milzt ares. Esta distinción si genera implicancias juridi-
cas, dado que ambos tipos de aeródromos están sujetos a orde-
namiento~diferentes.
e) Desde un punto de vista estrictamente jurídico, la cla-
sificaci6n mAs relevante es la que distingue entre aeródromos
públicos y privados. Esta clasificación es aceptada masiva-
mente; sin embargo, las opiniones divergen acerca del criterio
de distincidn entre unay otra clase. Así, hay quienes fundanla
distinci6n en el aspecto personal, en tanto otros la fundan en el
aspecto funcional.
Para quienes toman en cuenta el aspecto personal, el crite-
rio clasificatorio depende de quien sea propietario, explotador o
administrador del aeródromo. Así, la ley francesa de 1914 lla-
maba ae~ddromospublicos a los creados por el Estado nacio-
nal, los departamentos (provincias) o las comunas (municipios),
en tanto que eran privados los creados por particulares, ya se
tratase de personas físicas o jurídicas.
Para los sostenedores del criterio funcional, en cambio,
la diferencia reside en que el aeródromo esté destinado al uso
público o meramente privado, sin importar quién los haya crea-
do, instalado o los explote. Nuestro Código Aeronáutica adopta
el criterio funcional, al expresar que los aeródromos son públi-
cos o privados. Son aeródromos públicos los que están desti-
nados al uso público; los demás son privados. La condici6n del
propietario del inmueble no califica un aeródromo como público
o privado (ar t. 25, CA) .
Si bien tanto los aeródromos públicos como los privados re-
quieren habilitacion estatal para funcionar (art . 27, CA) , tratan-
dose de los privados, la intervención del Estado es mínima, limi-
tándose a ejercer sobre ellos su poder de policía, para prevenir
actividades contrabandísticas, y a verificar que se cumplan las
medidas sobre seguridad de vuelo. En cambio, tratándose de
aeródrornos públicos -aunque sean de propiedad de particulares
o estén explotados o administrados por ellos-, la injerencia esta-
tal es mayor, pues en ellos el Estado esta interesado en proteger
LOS TRANSPORTES MODALES
35 FOLCHI,
Tratado de derecho aerondutico, t. 1, p. 196.
BALIAN,
Cddigo Aerondutico, p. 88.
'' FOGJJA
- MERCADO,Derecha aerondutico, p. 64.
LOS TRANSPORTES MODALES
5 187. LA ADMINISTRACI~N
NACIONAL
DE AWACI~N
CIVIL.
-
Es el organismo que administra en la Argentina Ios servicios de
navegación aérea, optimizando niveles de seguridad operacional,
en el espacio aereo, aeropuertos y aeródromos de todo el país,
reglamentando, fiscalizando, controlando y administrando la ac-
tividad aeronáutica. Fue creado en 2009 para pasar a la órbita
civil las funciones que venía cumpliendo gran parte del Coman-
do de Regiones Aéreas de la Fuerza Aérea Argentina y la Subse-
cretaría de Transporte Aerocomercial dependiente hasta el 2012
del Ministerio de Planificación Federal, pasando a partir de ese
año a la 6rbita del Ministerio del Interior y Transporte (actual-
mente, Ministerio de Transporte) 44.
De este modo, el Comando de Regiones Aéreas, pertene-
ciente a la Fuerza Aerea Argentina, encargado de la totalidad
del control del tráfico aéreo, fue disuelto y sus funciones, aero-
puertos, direcciones, Centro de Instrucción, Perfeccionamiento
y Experimentación, y las cuatro regiones aéreas (RACE, RANO,
RANE, RASU) pasaron a manos civiles, para funcionar en un
nuevo organismo, denominado Administración Nacional de Avia-
ción Civil (ANAC), en la la órbita de la Secretaría de Transporte
de la Nación dependiente de la Secretaría de Transporte del Mi-
nist erio de Planificacidn Federal, Inversi6n Pública y Servicios
(hoy, Ministerio de Transporte).
La función del Comando de Regiones Aéreas era consensua-
da y fiscalizada por la OACI y por la IATA, en tanto que, a partir
de este cambio jurídico de política aeronáutica, los mismos or-
ganismos internacionales llevan la mencionada coordinacibn con
la ANAC.
La ANAC se ocupa de las rutas aéreas y del control sobre
la totalidad de las aeronaves que surcan el espacio aéreo na-
cional. En tanto que la vigilancia y custodia del espacio &reo
soberano, ante la invasión de aeronaves extranjeras u objetos no
identificados en los radares, es función meramente militar, que
queda a cargo de la Fuerza Aérea.
En la actualidad, las direcciones regionales controlan la na-
vegaci6n y las rutas aéreas y las cuatro direcciones regionales
dependen de la Direccibn Nacional de Navegación Aérea.
También en la ANAC se crearon la Dirección Nacional de
Navegación Aérea y Aeródromos, la Dirección de Transporte Aé-
reo, la Dirección Nacional de Seguridad Operacional, y también
se creó la DirecciOn General de Infraestructura y Servicios Aero-
portuarios.
Actualmente muchos aeródromos y aeropuertos bajo la ju-
risdicción de la ANAC comparten el predio de las diferentes
bases aéreas militares y brigadas aéreas. Tal es el caso de El
Palomar, Múrdn, Mariano Moreno, Paraná, Tandil, Comodoro Ri-
vadavia, Río Gallegos, Mar del Plata, Mendoza, Villa Reynolds y
Reconquista.
En el caso del aeropuerto de Bahía Blanca, comparte insta-
laciones con otra base militar, pero de la Armada Argentina (la
Base Aeronaval Tomás Espora) y el aeropuerto de Trelew com-
parte instalaciones con la Base Aeronaval Almirante Zar, ambas
dependientes del Comando de Aviación Naval (COAN).
En noviembre de 2011, tras un conflicto sindical, median-
te el decr. 1840/11 se transfirieron las funciones del control del
tránsito aéreo nuevamente a la Fuerza Aérea Argentina, militari-
zando nuevamente al personal con dichas funciones. La ANAC
continuará ejerciendo la regulación, supervisión y fiscalización de
las tareas transferidas, conforme las recomendaciones de la OACI.
5 188. RESTRICCIONES
Y QMITES AL DOMINIO EN BENEFICIO
DE Lsl CIRCULACI~NA ~ R E A :DESPEJE DE OBSTACULOS;SE~ALAMIEN-
TO E IL UMINACI~NDE OBSTACULOS. CONVENCIONES INTERNACIO-
NALES RELATIVAS AL TEMA. - El COdigo Aeronautico regula las
limitaciones al dominio, las cuales fueron tomadas prActicamen-
te de manera textual del anexo 14 a la Convencidn de Ckicago
de 1944.
a) Despeje de obstdculos. El Código Aeronáutico denomi-
na "superficie de despeje de obst8culos" a las Areas imaginarias,
oblicuas y horizontales, que se extienden sobre cada aeródromo
y sus inmediaciones, tendientes a limitar la altura de los obstácu-
los a la circulación aérea (art. 30).
LOS TRANSPORTES MODALES
45 BALIAN,
Código Aerondutico, p. 104.
4"ALI~~, Código Aemndutico, p. 105.
47 BAJJAN,
C6dzgo Aermdutico, p. 106.
propietario por su supresibn; podría ocurrir que, alegando utiIidad
pública, se procediese a la expropiación del fundo. Si las planta-
ciones o edificaciones fuesen posteriores a la instalación o am-
pliación del aeródromo, no corresponde indemnizar ni expropiar,
pues en tal caso el propietario habrá actuado contra la pro-
hibición de plantar o edificar, por 10 que el propietario del aer6-
dromo intimará al infractor a la eliminación del obstáculo
y, en su caso, requerir&judicialmente su indemnización. Los
gastos que demande la supresión del obstáculo serAn a cargo de
quien lo hubiese creado. Si el propietario no requiriese la de-
molición o supresi6n del obstáculo dentro del término de treinta
dias, la autoridad aeronáutica intimara su cumplimiento; en su
defecto, podrá proceder por sí, conforme a lo previsto anteriormente
(art. 34).
b) Seña2amiento e .Llurn.inacio'n de obstáculos. El Códi-
go AeronAutico dispone que es obligatorio en todo el territorio
de la República el señalamiento de los obstaculos que constitu-
yan peligro para la circulación aérea, estando a cargo del propie-
tario los gastos de instalación y funcionamiento de las marcas,
señales o luces que corresponda. El señalamiento se hará de
acuerdo con la reglamentación respectiva (art, 35).
Esta obligación consiste en señalar, con marcas visibles de
día y con luces de noche, los obstáculos que, de acuerdo con la
reglamentación que fije la autoridad aeronáutica, constituyan pe-
ligro para la circulación aérea. La reglamentacidn internacio-
nal actual, seguida por nuestro país, impone para las señales los
colores rojo y blanco a cuadros, y para las luces el color rojo.
191. RBGIMEN
LEGAL - D e regreso a nuestra
ARGENTINO.
legislación local, la proteccion al vuelo está prevista en el Capi-
tulo 11 del Título 11de nuestro Código Aeronáutica Sin embar-
go, sus disposiciones son de carácter general y de política aero-
náutica, dado que se limitan a establecer que la prestación de
estos servicios está a cargo del Estado nacional, y delega a la au-
toridad aeronáutica todo lo relativo a planificación, habilitación,
control y ejecución de estos servicios, al establecer que los servi-
cios de protección al vuelo serán prestados de manera exclusiva
por el Estado nacional. La planificación, habilitación, control
y ejecución de los servicios estarán a cargo exclusivo de la au-
toridad aeronhutica. Sin embargo, esta podrá, por razones de
utilidad pública, efectuar convenios con empresas privadas para
la realizaci6n de aspectos parciales de aquellos. Los servicios
estarán sujetos al pago de tasas que abonarhn los usuarios. El
Poder Ejecutivo determinara estos servicios y los importes a
satisfacer por su prestación, quedando también facultado para
coordinar con otros paises la prestación de estos servicios (arts.
13 y 14, CA).
Vemos, entonces, que esta materia está reservada al Estado
nacional, con exclusión de las autoridades provinciales, por tra-
tarse de cuestiones que la Constitución nacional le atribuye al
Estado nacional, como lo son las relativas a la regulación del trá-
5 193. REGULACIÓN
INTERNACIONAL. LA CONVENCI~N
DE
DE 1944 Y LOS
CHICAGO LLAMADOS ''DERECHOS AEROCOMERCIALES"
O LIBERTA DE^ DEL AIRE". LA DOCTRINA FERREIRA.CONCEPTO
E IMPORTANCIA. EL DOCUMENTO 9626 DE LA OACI. -Admitida
universalmente la soberania de los Estados sobre sus respec-
tivos espacios aéreos en la Convenci6n de Chicago de 1944, al
establecer que los Estados contratantes tienen soberanía plena
y exclusiva en el espacio aéreo situado sobre su territorio (art.
56 BALIAN,
Código Aerondutico, p. 61.
BALIAN,
Código Aerondutzco, p. 61.
LOS TRANSPORTES MODALES
59 A los fines mencionados, en el art. 3" dispone que "se entiende por:
a) Servicio de transito aéreo: Expresión genérica que se aplica, según
el caso, a los servicios de información de vuelo, alerta, asesoramiento de trán-
sito aereo y control de transito aéreo (servicios de control de área, control de
aproximación o control de aeródromo).
b) Servicio de control de tránsito adreo: Servicio suministrado con el
fin de prevenir colisiones entre aeronaves; y en el área de maniobras, entre
aeronaves y obstáculos, y acelerar y mantener ordenadamente el movimiento
del tránsito aéreo.
c) Servzcio de control de &ea: Servicio de control de tránsito aéreo
para los vuelos controlados en las áreas de control.
d ) Servicio de control de aproximación: Servicio de control del trán-
sito aéreo para la llegada y salida de vuelos controlados.
e) Servicio de control de aeródromo: Servicio de control de tránsito
aéreo para el tránsito del aerbdromo.
fl Servicio de informacidn de vuelo: Servicio cuya finalidad es acon-
sejar y facilitar información útil para la realización segura y eficaz de vuelos.
g ) Servicio de alerta: Servicio suministrado para notificar a los orga-
nismos pertinentes respecto a las aeronaves que necesitan ayuda de búsqueda
y salvamento, y auxiliar a dichos organismos según convenga.
h) Servicio de usesorumiento de trúnsito aéreo: Servicio que se su-
ministra en el espacio aereo con asesoramiento para que, dentro de lo posible,
se mantenga la debida separación entre las aeronaves que operan según pla-
nes de vuelos IFR.
i ) Seniicio de infomuc.ibn ueronduticu (AIS): Servicio establecido
dentro del Area de cobertura definida encargada de proporcionar la informa-
ci6n y los datos aeronhuticos necesarios para la seguridad operacional, regu-
laridad y eficiencia de la navegación aerea.
j ) ARO: Oficina, de notificación de los servicios de tránsito aéreo.
LOS TRANSPORTES MODALES
5 198. CONCEPTO.
- La importancia del concepto de "ae-
ronave" determinó que la doctrina debatiera sobre los distintos
criterios posibles para lograrlo. La primera cuestidn radica en
la conveniencia de optar por precisar el objeto a definir o, sim-
plemente, enumerar aquellos que queremos dejar sometidos a
determinadas normas especiales.
Al tratar de buscar un concepto de aeronave, observamos
que existen distintos tipos de definiciones (amplias, intermedias
y restringidas).
Las definiciones amplias son aquellas que, como elernento
fundamental, toman en cuenta la sustentaci6n en el aire; es un
concepto estáticoe2.
82 FUSARO,
Aermaves y personal aermáutico, p. 21.
LOS TRANSPORTES MODALES
BALIAN,
65 Aeronaves y personal
Código Aeronautico, p. 112; FUSARO,
aeronuutico, p. 23.
VIDELA Manual d e derecho aeronáutica, p. 103.
ESCALADA,
''
FUSARO, Aeronaves y personal aeronúutico, p. 24.
LOS TRANSPORTES MODALES
5 199. CLASIFICACI~N
DE LAS AERONAVES. - Ellas
pueden
ser clasificadas desde un punto de vista técnico o desde un pun-
to de vista juridicom.
a) Tdmica. Desde este punto de vista es posible hacer
muchas subclasificaciones, sea por su modo de sustentacidn, de
propulsión, por su tamaño, etcétera.
Como hemos ya expuesto en otro trabajoBg,en una primera
clasificación encontrarnos los aeróstatos y los aerodznos. Los
primeros son aquellas aeronaves más ligeras que el aire, carac-
terizadas por contener un fluido de menor densidad que el aire
(v.gr., hidrdgeno, helio). En este grupo se incluyen los dirigi-
bles y los globos aerostátic~s~~.
Los globos aerostáticos son aquellos artefactos compuestos
por una bolsa que contiene un gas más ligero que el aire que en
su parte inferior disponen de una estructura, denominada "bar-
quilla", para el transporte de pasajeros. No disponen de ningún
tipo de propulsión, de modo que se dejan llevar por las corrien-
tes de aire y suelen disponer de dispositivos para controlar la
elevaci6n71.
dos especies, los tripulados y los no tripulados. A los últimos, que no se en-
cuentran regulados por la OACI, el autor los define, siguiendo el Proyecto de
Reglamento sobre Régimen de Utilización de Aeronaves Excluidas sobre
el Rdgimen General de Registro, Obtención de Certificado de Aeronavegabili-
dad y Título Aeronáutica para su Pilotaje, de España, como "aquellos aerós-
tatos no susceptibles de ser tripulados ni controlados utilizados para fines de
investigación o científicos en general".
A su vez, dentro de esta categoría MARTIN distingue los globos cautivos,
a los que define -siguiendo el. mismo Proyecto- como "aquellos no suscepti-
bles de ser tripulados que principalmente se mantienen en el aire en virtud
de su fuerza ascensional y que no se desplazan en la atm6sfera por cuanto
permanecen amarrados a tierra. Se consideran incluidos en esta definición
los aeróstatos de forma alargada con lóbulos estabilizadores conocidos como
globos cometa".
72 El anexo 7 de la OACI los define como el aeróstato propulsado por
motor. Este tipo de aeronaves, cuyos primeros experimentos se remontan a
mediados de1 siglo XIX, alcanzaron su época dorada en las primeras décadas
del siglo xx, siendo su gran impulsor el alemán von Zeppelin. Sus máxi-
mas expresiones fueron e1 Hindenburg y el Graf Zeppelin.
LOS TRANSPORTES MODALES
Q 200. LA C L A S ~ A C I ~DEL
N C ~ D I GAERONAUTICO.
O - Este
dispone que las aeronaves son públicas o privadas. Son aero-
naves públicas las destinadas al servicio del poder público. Las
demás aeronaves son privadas, aunque pertenezcan al Estado
(art. 37, CA).
5 202. NACIONALIDAD
DE us AERONAVES. CRITERIOS PARA
DETERMINARLA. -A1 igual que los buques, las aeronaves deben
ser individualizadas, dada la gran cantidad existente, su capaci-
dad traslativa, radio de acción y movilidad. Esta necesidad de
individualización lleva tarnbi6n a la de darle a la aeronave una
nacionalidad.
Para establecer la nacionalidad de una aeronave se elabo-
raron muchas teorías basadas en distintos criterios: a) el lugar
de construcci6n de la aeronave; b) el lugar donde tenga su ae-
ropuerto base; G) el de su matrícula, el de la nacionalidad de su
propietario, explotador o comandante, y d) el domicilio del ex-
plotador o de su propietarios2.
El sistema que establece que las aeronaves tendrán la na-
cionalidad del Estado donde est6n matriculadas o inscrip-
tas fue el adoptado en el Protocolo de 1933, modificatorio de
la Convención de París de 1919, y en la Convencidn de Chica-
go de 1944. Es también el sistema que sigue el Código Aero-
náutico.
El sistema de la matrícula, adoptado de manera universal,
tiene la enorme ventaja de dar uniformidad al sistema, distin-
guiendo claramente entre aeronaves nacionales y extranjeras, lo
que permite el control de la soberanfa del espacio aéreo consa-
grado en la Convención de Chicago de 1944, al ejercer el control
del paso inofensivo o restringirlo por razones de seguridad pú-
blica, y someter al control por las autoridades políticas y econo-
micas de las aeronaves sujetas a su matrícula; como contraparti-
da, est6 obligado a prestar asistencia y protección diplom6tica y
consular a dichas aeronaves en el extranjero.
83 FUSARO,
Amonaves y personal aeronáutica, p. 43.
República, provistas de certificados de aeronavegabilidad, y que
el distribuidor, agente representante o importador denuncie ante
la autoridad aeronhutica como demostradora, deberán obtener la
matrícula especial que permite su operación. Esta matrícula
tendrá vigencia por ciento veinte días días y solo será otorgada
a una aeronave por modelo y año calendario; en caso de hecho
fortuito o fuerza mayor que impida la aeronavegabilidad de la
aeronave, se descontar&dicho lapso de inactividad del plazo es-
tablecido precedentemente, hasta completarlo. El registro re-
servará las combinaciones LV-DMA a LV-DMZ para tal fin (arts.
13 y 15).
5 204. DOCUMENTACI~N
DE VUELO. - La Convención de Chica-
go de 1944 establece que toda aeronave de un Estado contratante
dedicada a la navegacidn internacional debe llevar los siguientes
documentos: a) certificado de matrícula; b) certificado de aero-
navegabilidad; c) licencias apropiadas para cada miembro de la
tripulación; d) diario de a bordo; e) si está provisto de aparatos
de radio, la licencia de la estaci6n de radio de la aeronave;f) si
lleva pasajeros, la lista de sus nombres, con indicación del lugar
de embarco y de destino, y g) si transporta carga, un manifiesto
y declaración detallada de la carga (art. 29).
El certificado de aeronavegabilidad de la aeronave, al igual
que los certificados de aptitud y licencias del piloto y demás
miembros de la tripulación, deben ser expedidos o convalidados
por el Estado en el cual la aeronave está matriculada.
Cada Estado contratante se reserva el derecho de no reco-
nocer validez -respecto de los vuelos sobre su territorio- a los
certificados de aptitud y licencias otorgados a sus súbditos por
otro Estado contratante.
El Código Aeronáutica también se refiere a los documentos
y establece que ninguna volará sin estar provista de certifica-
dos de matriculación, certificado de aeronavegabilidad y los li-
bros de a bordo que establezca la reglamentacibn respectiva
(art. 10, CA). En el caso de aeronaves extranjeras, para reali-
zar actividad aérea en territorio argentino deben estar provistas
de certificados de matriculación y aeronavegabilidad, libros de
LOS TRANSPORTES MODALES
5 205. DOMINIO
Y MODOS N LA PROPIEDAD
DE A D Q U I S ~ G I ~DE
DE LAS AERONAVES. - Nuestro Cóldigo Aeronautico dispone, como
ya hemos visto, que las aeronaves son cosas muebles registrables
solamente, por lo que la adquisición de su dominio queda regula-
da por el derecho común, sin perjuicio de los supuestos especia-
les que él contemplas4.
a) Compraventa. Es un modo común del derecho priva-
do, pero el Código Aeronautico exige, para ser propietario de
una aeronave argentina, los siguientes requisitos: 1) si se trata
de una persona física, debe tener su domicilio real en la Repúbli-
ca; 2) si se trata de varios copropietarios, la mayoría cuyos de-
rechos excedan de la mitad del valor de la aeronave deben man-
tener su domicilio real en la República, y 3) si se trata de una
sociedad de personas, de capitales o asociaciones, estar cónsti-
tuida conforme a las leyes argentinas y tener su domicilio legal
en la República (art. 48).
El Código Aeronáutico permite celebrar la compraventa con
pacto de reserva de dominio e inscribir provisoriarnente la aero-
nave a nombre del comprador (arts. 42 y 43, CA).
Las transferencias del dominio deben ser inscriptas en el
RNA dentro de los treinta días de celebrado el contrato. Ven-
cido ese plazo, el RNA suspende la vigencia de la matricula de la
aeronave hasta que se cumpla con la inscripción (art. 23, decr.
4907173).
84 BALIAN,
Código Aermúutico, p. 134; FOGLIA
- MERCADO,Llerecho amo-
náutico,p. 83; FOLCHI,Tratado de derecho aeronáutico, p. 309; FORD - OR-
Introduccidn al derecho aerondutico, p. 113; FUSARO,
TEGA - CUADRA, Aero-
naves 9 personal asronííutieo, p. 123; LENAPAZ,Cmnpendio de derecho
JURADO,
aeronuutico, p. 165; RODR~GUEZ Teorla 9 prhtica del derecho amo-
náutico,p. 96;VIDELAESCALADA,Manual de derecho aeronáutico, p. 130.
b) Otros modos de adquisición del dominio aparte de la
compraventa. Pueden ser la permuta, la donación y la cesión,
para los cuales se deben reunir los mismos requisitos que en el
caso de la compraventa para ser propietario.
e) Sucesión. Al fallecer el propietario de la aeronave, los
herederos declarados adquieren la propiedad de ella. La decla-
ratoria de herederos -en su caso, el testimonio judicial del tes-
tamento- se debe inscribir en el Registro Nacional de Aeronaves
(arts. 45, inc. 1, y 50, CA)85.
d) Apresamiento. Las aeronaves, al igual que los buques,
están sujetas al apresamiento en tiempo de guerra, adquiriendo
la propiedad y disponibilidad de la máquina el Estado beligeran-
te captoF6.
e) Com.iso. El Estado puede adquirir la propiedad de la
aeronave al incautarla, cuando ella hubiese sido utilizada para
la comisión de ciertos delitos, como puede ser el contraban-
do. Este supuesto esta contemplado en el C6digo Aduanero, al
expresar que, además de las penas previstas para ciertos delitos
aduaneros, se dispondrá el comiso del medio de transporte y de
los demás instrumentos empleados para la comisión del delito,
salvo que pertenecieren a una persona ajena al hecho y que las
circunstancias del caso determinaren que no podía conocer tal
empleo ilícito (art. 876, inc. b, CA)Y
f) Construcción. Es un modo de adquirir originariamen-
te la propiedad de la máquina. Si el constructor construyó la
aeronave para si o para la venta, utilizando materiales y personal
propios, ejerce sobre ella el derecho de propiedad en forma plena.
En caso de que el constructor actúe por encargo de otra
persona, hay que distinguir según que los materiales hayan sido
5 206. SISTEMAS
DE HIPOTECA.
GARANT~A. - La hipoteca
es un derecho real de garantía constituido en seguridad de un
credito en dinero y que pesa sobre una o mCls aeronaves, o sus
motores y accesorios, sobre flotas aéreas o aun como unidad de
una empresa aeronAutica, o sobre partes indivisas, en el caso en
que la propiedad recaiga sobre un condominiog1.
92 BALIAN,
Cddigo Aerondutico, p. 148.
93 BALIAN,
Código Aerondutzco, p. 150.
3 207. PRIVILEGIOS. -Como ya hemos expresado, los pri-
vilegios son la calidad que corresponde a un crédito de ser
pagado con preferencia a otro (art. 2573, Cód. Civil y Comer-
cial). Esta preferencia en el cobro importa, para quien tiene
un privilegio, la posibilidad de cobrar antes que los acreedores
comunes, quienes podrán cobrar a prorrata sobre el remanente
de los bienes.
Tanto los privilegios como el orden de su cobro son estable-
cidos por la ley. En este caso, el Código Aeronáutico prevé el
siguiente orden al disponer que sobre la aeronave tendrán pri-
vilegio: a) los crkditos por gastos causfdicos que beneficien al
acreedor hipotecario; b) los créditos por utilización de aeródro-
mos o de los servicios accesorios o complementarios de la nave-
gación, limitándose al período de un año anterior a la fecha del
reclamo del privilegio; c) los créditos provenientes de la búsque-
da, asistencia o salvamento de la aeronave; d) los créditos por
aprovisionamiento y reparaciones hechas fuera del punto de des-
tino, para continuar el viaje, y e) los emolumentos de la tripula-
ción por el último mes de trabajo (art. 60).
En estos privilegios se dan varias características que es ne-
cesario tener en cuenta: a) se trata de privilegios preferidos a
cualquier otro privilegio general o especial, y para ser oponibles
-es decir, para que surtan efecto- el acreedor debe haberlos ins-
cripto en el RNA dentro del plazo de tres meses a partir de la fe-
cha del término de las operaciones, actos o servicios que los han
originado (art. 58, CA); b) los créditos privilegiados del último
viaje tienen preferencia sobre los creditos de viajes anteriores y
los créditos originados en un mismo viaje son privilegiados en el
orden establecido (arts. 60 y 61); c ) cuando se trate de créditos
con igual categoría, estos se cobran a prorrata (art. 61); d) los
privilegios se ejercen solo sobre la aeronave y sus partes compo-
nentes. La carga y el flete se verán afectados solo en los casos
de búsqueda, asistencia y salvamento y cuando estos los hayan
beneficiado (art . 62).
Los privilegios se extinguen: a) por la extinción de la obli-
gación principal; b) por el vencimiento del plazo de un año des-
de su inscripción, si esta no es renovada, y c) por la venta
judicial de la aeronave, despues de satisfechos los créditos privi-
legiados de mejor grado, dentro del plazo de tres meses a partir
LOS TRANSPORTES MODALES
3 208. EMBARGOS.
- El Código Aeronáutico dispone la po-
sibilidad y la prohibición de embargos sobre todas las aeronaves
con excepción de las públicas (art. 71).
El embargo, conforme ya hemos visto, para tener validez
debe ser anotado en el RNA. Solo a partir de su anotación el
embargante goza de la preferencia a ser pagado antes que otros
acreedores, salvo los de mejor derecho (art. 72, CA) .
A pesar del embargo y de la anotación de este en el Regis-
tro, las mhquinas embargadas pueden volar sin inconvenientes,
salvo las excepciones expresamente previstas en el Código Aero-
nhtico, que son: a) cuando haya sido ordenado en virtud de una
ejecución de sentencia; b) cuando se trate de un crédito acor-
dado para la realizacidn del viaje y aun cuando la aeronave esté
lista para partir, y c) cuando se trate de un crédito del vendedor
de la aeronave por incumplimiento del contrato de compraventa,
incluso los contratos celebrados de conformidad con los arts. 42
y 43 (art. 73).
5 211. L o c ~ c r d-~El
. Código Civil y Comercial define en
el art. 1187 el contrato de locaci6n de cosas como aquel por el
cual una parte se obliga a otorgar a otra el uso y goce tempora-
rio de una cosa, a cambio del pago de un precio en dinero.
A su turno, LENAPAZdefine el contrato de 1ocació.n como
aquel en el que una de las partes (locador) se obliga a conceder
a la otra (locatario), mediante un precio en dinero (alquiler), y
por un tiempo determinado, el uso y goce de una aeronave espe-
cíficamente individualizada, con o sin tripulación, t ransfiriéndo-
le su tenenciagg.
Para FOLCHI, hay locación de aeronave cuando una parte se
obliga a transferir el derecho de uso y goce de una aeronave de-
terminada durante un cierto tiempo, por uno o más viajes o por
un kilometraje a recorrer, para ser utilizada en una actividad es-
pecificamente aeronAutica, y la otra parte se obliga a pagar un
preciolo0.
'O3 ESCALADA,
VIDELA Manual de derecho aeronaufico,t. 1, p. 297.
'O4 FOLCHI, Tratado de derecho aeronautico, t. 1, p. 430.
' O 5 LENAPAZ,Compendio de derecho aeronuutico, p. 205; VIDELA ESCA-
LADA, Manuat de derecho aeronautico, p. 299.
LOS TRANSPORTES MODALES
'O6 VIDELAESCALADA,
Manual de derecho aemndutico, p. 302.
'" Tmtado de derecho a,eronáutico, t. 1, p. 431.
FOLCHI,
vidad aeronáutica que indique el fletador. Esta clase de fleta-
mento se extingue normalmente al cabo del tiempo convenido
en el contrato y cabe agregar que podría ocurrir que el fletador
no exigiese actividad alguna a cumplir con la aeronave en parte
o en todo de dicho lapso, aunque dicho esto con un sentido teó-
rico, pues es poco probable que en la prActica un fletador com-
prometa un pago para no aprovecharlo en la actividad aérea para
la que celebr6 el convenio.
d) El "Charter"aeronuutico. En el derecho anglosajbn,
la expresion charter tiene un significado muy amplio. Bajo la
denominación genérica de charters quedan comprendidas to-
das aquellas figuras contractuales que antes hemos caracteri-
zado como contratos de utilizaci6n y, además, algunas especies
de transporte no regular. En definitiva, según la terminología
anglosajona, el charter comprende cualquier convención relativa
al uso de una aeronave por una o varias personas, y que no se
refiera a transportes regulares. En los paises de sistema con-
tinental se ha hecho una sistematización de las diversas figuras
contractuales y se las ha agrupado en una categoría denominada
contratos de ut.ilizacidn, que comprende la locación, el fleta-
mento y el intercambio de aeronaves. Pues bien, en este sistema
continental la denominacidn de charter está reservada a un tipo
de contratos de utilización; concretamente al contrato de fleta-
mento a tiempolos.
e) Intercambio de aeronaves. Dentro del grupo de los
contratos de utilización se suele decir que el intercambio es la
figura más compleja en razón de que sobre ella hay poca elabo-
ración doctrinal y de que no ha sido tenida en cuenta en la Con-
vención de Chicago de 1944.
A pesar de ello, en los dltimos años esta figura contrac-
tual incrementó su importancia, porque le permite a las ernpre-
sas aéreas solucionar problemas tales como el aumento del trá-
fico aéreo en determinadas épocas, casos de emergencia en los
que una empresa necesita máquinas y no cuenta con las nece-
sarias, etcétera. En definitiva, la figura permite a las empresas
contar con aeronaves, pero sin hacer gastos de inversión.
'lg BALIAN,
Cddigo Aeronáutico, p. 185.
12* BALIAN,
C6digo Aeronáutico, p. 185.
LOS TRANSPORTES MODALES
F) LA AERONAUTICA COMERCIAL
8 216. I N T R O D U ~ -En
CI~Nlas. últimas décadas, y en espe-
cial después de la Segunda Guerra Mundial, la aeronáutica co-
mercial alcanzó un desarrollo extraordinario, pasando a ser uno
de los temas más importantes del derecho aeronautico.
La importancia de la aeronáutica comercial ya ha sobrepa-
sado el interés privado y muchos aspectos de ella entran en el
9 217. RBGIMEN
LEGAL DE CONCESIONES, AAUTORTZACIONES Y
PERMISOS DE LOS SERVICIOS DE TRANSPORTE A ~ R E OA NIVEL NACIO-
NAL.-Nuestro C6digo Aeronáutico dispone que el concepto de
aeronáut2ca comercial comprende los servicios de transporte
aéreo y los de trabajo a6reo (art. 91).
En este mismo sentido, el Código Aeronáutico distingue en-
tre servicio de transporte aéreo, al que considera como toda
serie de actos destinados a trasladar en aeronave a personas o
cosas, de un aeródromo a otro, del trabajo aéreo, que es el que
comprende toda actividad comercial akrea, con excepcidn del
transporte (art. 92).
Sin perjuicio del desarrollo posterior que haremos del tema
referido al trabajo aéreo, nos parece importante destacar lo que
al respecto señala BALIAN.Esto es, que si bien las aeronaves
pueden llevar personas y cosas, también pueden realizar otras ac-
tividades cuyo objeto no consista en el traslado de aquellas; pue-
de sintetizarse con el verbo "llevar" a toda la actividad aeronáu-
tica cuyo principal objeto consista en ese traslado y todo aquel
objeto distinto del "llevar" debe ser considerado trabajo aereolz6.
En cuanto a lo específico de la explotacidn comercial aérea,
nuestro Código Aeronáutico establece que ella requiere conce-
si6n o autorizaci6n previa, conforme a las prescripciones que
este establece y su reglamentación (art. 95).
Ya nos hemos referido al alcance de los terminos concesión
y autorización en la parte general, por lo que nos remitimos
13' BALIAN,
Cddigo Aeronáutico, p. 239.
3 218. EL TRANSPORTE INTERNACIONAL EN EL C ~ D I GAE- O
~orvAu~rco.
- El Código Aeronáutico contiene escasas disposicio-
nes al respecto, las cuales se encuentran principalmente con-
tenidas en los tratados internacionales. Cabe recordar que él
distingue entre vuelos internos e internacionales, a los que ya
nos hemos referido.
En cuanto a estos, VIDELAESCALADA dice que tal distinción
domina todo el estudio del régimen jurídico de la aeronáutica
comercial. Por su parte, la importancia de tal distinción no es
menor, pues en el caso del transporte interno son de aplicación
las normas del Estado donde se prestan, en tanto que para el se-
gundo caso resultan aplicables otros preceptos, que surgen de la
internacionalidad como principio del derecho aeroná~ticol~~.
Asf, la Convención de Chicago de 1994 define al servicio a&-
reo internacional como aquel que pasa por el espacio aéreo so-
bre el territorio de mas de un Estado (art. 96). Por su parte,
el art. lo,inc. 2, del Convenio de Montreal de 1999 dispone que
la expresibn transporte internacional significa todo transpor-
te en el que, conforme a lo estipulado por las partes, el punto de
partida y el punto de destino, haya o no interrupcion en el trans-
porte o transbordo, están situados, bien en el territorio de dos
Estados parte, bien en el territorio de un solo Estado parte, si se
ha previsto una escala en el territorio de cualquier otro Estado,
aunque este no sea un Estado parte. El transporte entre dos
puntos dentro del territorio de un solo Estado parte, sin una
escala convenida en el territorio de otro Estado, no se considera-
rá transporte internacional, para los fines del Convenio.
Nuestro Código Aeronáutico aplica las mismas exigencias
para las empresas argentinas que efectúen servicios al exterior
del país que para la constitución y funcionamiento de empresas
dedicadas a la explotación de servicios de transporte aéreo in-
terno (art. 128).
Además, y en cumplimiento de la Convencibn de Chicago
de 1944, dispone que las empresas extranjeras podrán realizar
servicios de transporte aéreo internacional, de conformidad con
las convenciones o acuerdos internacionales en 10s que la Nación
sea parte, o mediante autorización previa del Poder Ejecutivo.
5 220. TRABAJO
A ~ R E O . CONCEPTO
Y R ~ G I M E N LEGAL EN
LA ARGENTINA. - Respecto de la aeronAutica civil, FOLGHI
sostie-
ne que tiene uno de sus sectores más dinhmicos en el conjunto
de actividades conocidas como trabajo aéreo o aviaci6n gene-
u En efecto, la numerosa cantidad de aeronaves y de perso-
nal aeronautico dedicados a ella, así como el valor comercial de
muchas de esas operaciones y, especialmente, su variedad, hace
que constituya uno de los aspectos con mayor evolución econo-
mica, en casi todos los paises134.
Ya hemos expresado que el C6digo Aeronáutico, al definir
la aeronáutica comercial, establece que ella comprende los ser-
vicios de transporte aéreo y los de trabajo aéreo, y define este
último por exclusión, al sostener que comprende toda actividad
comercial aérea, con excepción del transporte (arts. 91 y 92).
La amplitud de actividades que comprende el trabajo aéreo
justifica la definición del C6digo AeronAutico, dado que definirlo
de manera positiva resultaría muy difícil e inconveniente.
La actividad del trabajo aéreo abarca numerosas activida-
des, tales como: u) lucha contra incendios; b) actividades agríco-
las, entre las cuales pueden efectuarse tareas de espolvoreo de
campos, siembra, aplicaciones contra la erosión del suelo, etc.; c)
fotografía, filmación o publicidad aéreas; d) vuelos de emergen-
cia o sanitarios; e) rescate y salvamento, en lugares de dificil ac-
ceso por tierra, donde se requiere de la ayuda de helic6pteros;fl
vuelos de observación y patrullaje, y g) construcci6n, entre otros.
Por su parte, el Código Aeronáutico establece que para el
ejercicio de esta actividad se deben conjugar las siguientes con-
diciones: a) reunir los requisitos establecidos para ser propie-
tario de aeronave; b) poseer capacidad técnica y económica de
acuerdo con la especialidad de que se trate, y c) operar con ae-
ronaves de matrícula argentina (art. 131).
De modo excepcional, la autoridad aeronáutica puede exi-
mir del cumplimiento de la primera y de la última de esas condi-
5 224. SOGORRO
AEROIYAUTIGO. CONCEPTO Y CONTENIDO. -
Dado el riesgo que implica la actividad aeronáutica, la cual se
desempeña básicamente a partir de vencer las fuerzas gravita-
torias por parte de la aeronave, desde sus comienzos, las regula-
ciones aeronhuticas han buscado prever este tipo de situaciones.
Las circunstancias de accidente que cobran vidas y produ-
cen daños materiales, todos lamentables, han llevado a que, des-
de los albores de la aviación, los expertos se preocuparan por
establecer sistemas de ayuda que eviten accidentes o disminu-
yan los efectos de aquellos que se han producido. Es asi como
aparece este importante instituto de nuestra materia, originado
en el establecimiento de sistemas y técnicas de ayuda a las ae-
LOS TRANSPORTES MODALES
139 "El socorro surge como 16gica reacción del principio de solidaridad
humana ante el infortunio y en el caso concreto de este instituto, aparecen en
su análisis varios aspectos de interhs desde el enfoque jurídico, como ser todo
lo vinculado con la seguridad aeronáutica por un lado; por otro, el necesario
marco internacional que el tema posee y que ha dado origen a obligaciones
especiales para los Estados y para ciertos syletos de la actividad. Asimismo,
las características propias del hecho tkcnico y las formas en que pueden pro-
ducirse situaciones de peligro para las personas y bienes a bordo, da lugar a
que la realización de actividades especificas dirigidas a evitar la concreción
de un peligro cierto o a paliar un hecho grave, origine la formación de ciertas
relaciones publicas y privadas que motivan consecuencias económicas" (FOL-
GHI, Tratado de derecho aeronautico, t. 2, p. 191).
140 FOLCHI, Tratado de derecho aeronáutico,t. 2, p. 191.
14' VIDELA ESCALADA,Manual de derecho aeronúutico, p. 512.
En tanto FOLCHI entiende por tal la institución jurídica que
comprende el conjunto normativo, de orden interno e inter-
nacional, de las actividades y relaciones jurídicas originadas
por una situación de pérdida o de peligro de una aeronave o
para aminorar los efectos de un accidente o incidente aeronáu-
ti~o'~~.
El C6digo Aeronáutico regula la obligacibn de prestar cier-
tos auxilios, a cambio de determinadas retribuciones. Estos
modos de socorro sobre los que legisla nuestro Código AeronAu-
tico comprenden la búsqueda, la asistencia y el salvamento, que
-tratándose de personas- se presentan como obligatorios res-
pecto de los explotadores o comandantes de aeronaves.
5 225. BOSQUEDA,
ASISTE= Y SALVXMENTO. NOGI~NY DIS-
TINCIONES. R~GIMEN
JUR~DICOINTERNO E INTEWAGIONAL. - PO-
demos definir la búsqueda como el conjunto de operaciones
tendientes a investigar la situación y condiciones en las que se
encuentra una aeronave cuando se ha perdido el contacto con
ella'43.
Nuestro Cbdigo Aeronáutico dispone que los explotadores y
comandantes de aeronaves estan obligados, en la medida de sus
posibilidades, a prestar colaboración en la búsqueda de aerona-
ves, a requerimiento de la autoridad aeronautica (art. 175).
La asistencia es definida por VIDELAESCALADA como las ope-
raciones de socorro realizadas en beneficio de una aeronave
amenazada por un peligro inminente de perderse, a fin de pre-
venir ese riesgo, mediante una colaboraciiin prestada a la tripu-
laci6n de la mhquina. FOLCHI entiende que la asistencia es el
conjunto de actividades y operaciones que proporcionan auxilio
a una aeronave en inminente peligro o previenen este último144.
5 230. DISTINCI~N
ENTRE ESPACIO A ~ R E OY EL ESPACIO EXTE-
RIOR. DELTMITACI~N ENTRE AMBOS ESPACIOS. T E O ~ A-SEl. límite
inferior del espacio aéreo es la superficie terrestre (tierra o
agua). En cuanto a la fijación de un límite superior, careció de
importancia hasta el advenimiento de la actividad espacial. En
efecto, se estudiaba su concepto y se discutía acerca de su con-
dición jurídica, y mientras tanto se pensaba en el espacio aéreo
como algo infinito o, por lo menos, como algo cuyo límite supe-
rior carecía de significación jurídica.
FERRER (H.), Derecho espacial, p. 137; doc. A/4141 P. 111 no 9 del Corni-
té Ad Hoc del Año Geofísico Internacional.
TRANSPORTE ESPACIAL
5 232. NATURALEZA
JUR~DICA.-ES este un aspecto que no
está aún totalmente claro. Sin embargo, se han dado diversas
opiniones al respecto.
a) En un primer momento, al negarse la soberanía de los
Estados sobre el espacio exterior, algunos entendieron que se
trataba de una res nullius; esto es inaceptable, porque el espa-
cio exterior no es susceptible de apropiación como lo son las res
nullzus y porque no era intenci6n de la comunidad internacional
dejarlo sin ordenamiento legal.
b) La tesis de la soberania limitada del espacio aéreo,
sostenida por JOHN C. COOPER,quien se preguntaba hasta qué
altura dentro del espacio se extiende la soberanía del Estado
y concluia que la frontera superior del dominio soberano esta-
tal debiera estar en un punto entre la frontera superior del es-
pacio aéreo y el límite máximo de la fuerza de atracción de la
Tierra. En alguna parte de esta inmensa región intermedia,
concluye COOPER,cesan 10s derechos del Estado subyacente con
respecto a otros Estados8.
e) La tesis de la libertad del espacio interplanetarzo,
de ALEXMEYER,se plantea el problema de si es conveniente sa-
ber si partes del espacio interplanetario pueden ser sometidas
a un poder estatal cualquiera o si debe considerarse en su to-
talidad como territorio libre. Agrega que la propiedad termina
con la zona aérea, porque solo el espacio lleno de aire esta en
relación estrecha con la vida en la Tierra; debe señalarse como
perteneciente a ella por naturaleza. Entre el territorio inter-
planetario vacío de aire y la superficie terrestre esta relación ju-
rídico-natural ya no existe y recuerda que para el ejercicio de
un poder estatal se requiere de un espacio con fronteras deter-
5 231, CUNDICI~N
JUR~DICA. - Desde que la sali-
TEORIAS.
da del hombre al espacio exterior fue previsible para un futuro
cercano, la mayoría de los estudiosos estuvieron de acuerdo en
que ese ámbito fuera libre; es decir, que los Estados no pudieran
alegar soberanía sobre él, ni por extensión vertical de su espa-
cio aéreo ni por reclamaci6n de soberanía sobre algún cuerpo
celeste.
Esto no implicaba convertir el espacio exterior en un vacio
legal, en un ambito que fuera tierra de nadie, donde no imperara
norma alguna, donde lo arbitrario y lo ilegal se lIevara a cabo im-
punemente. Por el contrario, era de desear que, lo mismo que
el alta mar, fuera sometido a un orden jurídico.
Eso fue lo que se busc6 con el Tratado del Espacio de 1967,
que -en primer lugar- convierte en derecho positivo la libertad
del espacio exterior, pues por el citado tratado los Estados ha-
cen renuncia de su soberanfa con relaci6n a ese ambito. Pero al
mismo tiempo impone limitaciones a la libertad del espacio exte-
rior, lo cual implica establecer un orden.
Dicho de otro modo, no rige la soberanía de los Estados,
pero tampoco la libertad absoluta, dado que ello podría dar lu-
gar a su apropiación por quienes tengan las posibilidades mate-
riales de alcanzar ese ámbito.
Debemos recordar que la libertad entendida jurídicamente
-esto es, como un derecho- se encuentra razonablemente limi-
TRANSPORTE ESPACIAL
C o c c ~ Consolidación
, del derecho espacial, p. 58.
O' C o c c ~Consolidación
, del derecho espacial, p. 59.
l 1 C o c c ~Consolidación
, del derecho espacial, p. 61.
LOS TRANSPORTES MODALES
l5 FOGLIA
- MERCADO, Conceptos sobre derecho aero~spacial,p. 32.
le Cocc~,Consolidación del derecho espacial, p. 14.
l7 FERRER(H.), Derecho espacial, p. 160.
LOS TRANSPORTES MODALES
8 234. INFRAESTRUCTURA
ESPACIAL. - Como todos los me-
dios de transporte, la utilización del espacio ultraterrestre re-
quiere una infraestructura altamente especializada, adecuada a
los riesgos que importa esta actividad, y consecuentemente a los
altos costos que ella importa.
Toda nave espacial requiere para su lanzamiento un lugar
físico adecuado y preparado para poder llevar a cabo esta acti-
vidad. Estos espacios constituyen plataformas o bases de lan-
zamiento que re6nen los requisitos necesarios para llevar a cabo
tales actividades, tales como sistemas de control, comunicacio-
nes y seguimiento.
Si pensamos en una noci6n de infraestructura espacial,
desde un punto descriptivo, sera el conjunto de instalaciones y
servicios que atiendan a las necesidades de la actividad ultraes-
pacial, tales como plataformas de despegue, comunicaciones, se-
ñales, medios de auxilio y socorro, y todo aquello que sirva de
apoyo a la actividad ultraespacial, en procura de su orden y se-
guridad.
En tierra, el más importante elemento de infraestructura
lo constituyen las bases o centros espaciaIes, donde se estudian,
proyectan, construyen y lanzan las misiones espaciales. En-
tre las más importantes se pueden mencionar la base espacial
de Houston, en Texas, centro de la actividad espacial de los Es-
tados Unidos de América, y el Centro Espacial de Baikonur, en
Kazajistán, construido por la antigua Unión de Repúblicas Socia-
listas Soviéticas, que luego de la disolución de aquella, la Fede-
ración Rusa alquilaba a la República de Kazajistan y que ha re-
emplazado por la recién construida base espacial de Vost úchny,
ubicada en la región de Amur en el extremo oriente del país.
Desde estas bases se establecen las comunicaciones con los
objetos lanzados, e incluso su control y guía, especialmente en
casos de naves sin tripulación.
l8 FOGLIA
- ~ R C A D O Conceptos
, sobre derecho espacial, p. 33.
TRANSPORTE ESPACIAL
l9 - MERCADO,
FOGLIA Conceptos sobre derecho espacial, p. 39.
(H.), Derecho espacial, p. 172.
FERRER
636 LOS TRANSPORTESMODALES
5 239. CONVENIO
SOBRE REGISTRO
DE OSJETOS
LANZADOS
AL ESPACIO ULTRATERRESTRE, DE 1975. -El art. 1 del Convenio
establece qué debe entenderse por objeto espacial, por Estado
de lanzamiento y por Estado de registro.
En tal sentido, el t6rmino objeto espacial denota las partes
componentes de espacial, así como el vehículo propulsor y sus
partes.
El Estado de lanzamiento es el Estado que lanza o pro-
mueve el lanzamiento de un objeto espacial, o el Estado desde
cuyo territorio o instalaciones se lanza un objeto espacial.
Cuando un Estado lance en 6rbita terrestre o m6s al15 un
objeto espacial, deberá registrarlo en un registro que llevará a
tal efecto. Se deberá notificar al secretario general de las Na-
ciones Unidas su creación. El contenido y las condiciones en
que se lo llevara serán determinados por el Estado de registro
interesado.
El secretario general de las Naciones Unidas llevará un re-
gistro y en él inscribirá la informacibn que le proporcionen los
Estados acerca del objeto espacial. Dicha información, confor-
me al art. 4, consistirá en: a) nombre del Estado o de los Esta-
dos de lanzamiento (cuando haya dos o más Estados de lanza-
miento con respecto a cualquier objeto espacial, dichos Estados
determinaran conjuntamente cuál de ellos inscribirá el objeto
espacial); b) una designación apropiada del objeto espacial o su
número de registro; c) fecha y territorio o lugar del lanzamiento:
25 FERRER
(H.), Dcecho espacial, p. 266.
TRANSPORTE ESPACIAL
26 FERRER
(H.), Derecho espacial, p. 296.
LOS TRANSPORTES MODALES
tas. En dicha forma se afianza aun m&, la obligacidn de prestar ayuda" (Fú-
GLIA - MERCADO,Conceptos de derecho espacial, p. 54).
34 HERMIDA,Derecho espacial comercial, aspectos inte-nacionales,
nacionales y contractuates, p. 17.
646 LOS TRANSPORTESMODALES
40 FORD - ORTEGA
- CUADRA,IntroducciOn al derecho aeronáutico, espa-
cial y de las telecomunicaciones, p. 331.
LOS TRANSPORTES MODALES
5 245. I ~ ~ ~ o ~ u c c-La
r d i vutilización
. de más de un modo
de transporte en el comercio entre los países existe desde la
más remota antigüedad. Ya hemos visto, en la evolución de los
medios de transporte, c6mo el hombre fue su primer medio de
transporte, haciendo uso de su propia capacidad de traslación y,
consecuentemente, de su propia capacidad de transportar, y al
ir adaptando y aprovechando medios y vehículos diferentes es-
taba haciendo uso de los recursos de la manera mas adecuada
que ha tenido, en funci6n de su desarrollo social, técnico y eco-
nómico.
Así, entre otras, la historia registra que el templo de Salo-
rnón fue construido en el siglo x a.c. con materiales transpor-
tados por los fenicios en sus barcos hasta Sidón y acarreados
desde allí a lomo de camello hasta Jerusalén; este es un ejemplo
típico del transporte multimodal internacional.
Sin embargo, la especie que aquí tratamos es de creacidn
más reciente. Importa la evolución de las técnicas de trasla-
ción de las últimas décadas. Así, finalizada la 11 Guerra Mun-
dial, la necesidad de reconstruir los países devastados y de reali-
zar máximos ahorros, como también de maximizar la eficiencia
en el transporte, llevó a imaginar novedosas soluciones en el
acarreo de las mercancías, introduciendo sistemas denominados
de unitarización (paletas y contenedores), que habrían de modi-
ficar sustancialmente todo el sistema del transporte t radicio-
nal. También surgen nuevos tipos de buques (portacontenedo-
res, rnultipropósitos, lash o portagabarras, roll-on roLL-ofx entre
TRANSPORTE MULTIMODAL
5 248. TRANSPORTE
YULTIMODAL. ESTRUCTURA
DEL MULTI-
MODALISYO. - En el desarrollo de las nuevas tecnologías referen-
ciadas en el parágrafo anterior, la relación contractual entre el
dueño de la carga y los distintos modos de transporte intervi-
nientes (p.ej., carretero, marítimo y ferroviario) tuvo, tradicio-
nalmente, la siguiente configuración, según RAVINA, a quien se-
guimos textualment e6:
253. A M B I T O D E A P U ~-Se
C I ~dispone
N ~ al respecto que
se aplica al transporte multimodal de mercaderías realizado en
el ámbito nacional y al transporte multimodal internacional de
mercaderías cuando el lugar de destino previsto contractual-
mente por las partes se encuentre situado en jurisdicción de la
República Argentina.
Puede afirmarse que la aclaraci6n de que la presente ley
"se aplica al transporte multimodal de mercaderías realizado en
el Ambito nacional y al transporte multimodal internacional de
TRANSPORTE MULTIMODAL
5 254. CONCEPTO.
-Podemos definir el transporte multi-
moda1 como aquel transporte, nacional o internacional, que se
realiza utilizando uno o más medios de porteos, mediando un
solo contrato, celebrado por un empresario u operador de trans-
porte multimodal, que asume el riesgo de las operaciones de
transporte con un cargador.
trato. Además, por imperio lógico, no pueden existir dos modos que no sean
diferentes. A ello se agrega la utilización del termino mercaderías tambien
empleado en la denominaci6n de la ley y en el art. 10, resabio del Convenio
de Ginebra de 1980". Ademhs y razonablemente critica la última parte, re-
ferida a la "inclusion de los servicios que 'fueran contratos en origen y des-
tino' entraña una amplitud tal que diluye el ámbito de aplicacidn material de
la ley. La 'consolidaci6n y desconsolidación de las mercaderias' son servicios
encuadrados en el Cbdigo Aduanero, su reglamentacidn y resoluciones especí-
ficas de la Dirección General de Aduanas (DGA), distintos de la actividad de
llenado y vaciado de contenedores, que se confunden por simplificación de la
publicidad comercial, motivo por el cual la asimilaci6n es inadecuada".
CHAMI entiende que la caracterización de la norma resulta imprescindi-
ble, más alla de que la fórmula empleada por la ley resulta criticable (Régi-
men juridico del transporte m u l t i m d a l , p. 107).
l2 El proyecto elaborado por la cátedra de Derecho de la Navegacidn de
la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba lo denomina
empresario de transporte multzmodal (ETM), lo que fuera aprobado en el
1 Encuentro del Cono Sur sobre Transporte Multimodal, organizado por Insti-
tuto de Derecho Aeronáutico, Espacial y de las Telecomunicaciones de C6rdo-
ba. Las actas de dicho encuentro han sido publicadas por Lerner, en 1990 y
una revisión a más de veinte años del proyecto ha sido realizada por JAVUREK,
De timones, alas y fletes, p. 297. En este proyecto se define el ETM como
"toda persona que celebra con un cargador un contrato de transporte mul-
timodal de mercancías, siendo en virtud de esta ley, el obligado directo a su
cumplimiento".
GENERAL
CARACTERIZACI~N
5 258. ~ ~ m a o m s c o ~ ~ ~ 1 ; ~ ~ 2 4 . 2
ley en análisis, contiene, además, una serie de definiciones que
en la mayoría de los casos resultan prescindibles, bien sea por-
que la casuística seguida no es aconsejable, bien sea porque no
existe discusión alguna respecto de la extensión de los t6rminos
que ella utiliza.
Así, define al depositario y al transportador o porteador
efectivo. El primero es la persona que recibe la mercaderia
para su almacenamiento en el curso de ejecución de un contrato
de transporte multimodal, en tanto que el segundo es toda per-
DE OPERADORES
$ 261. EL REGISTRO DE TRANSPORTE
MUL-
TIMODAL. -La LTM establece que para ejercer la actividad de
OTM se deberá inscribir en un registro de operadores de trans-
porte multimodal a cargo de la autoridad nacional competente
en el Area de transporte (art. 49).
Para ello debe cumplir con los siguientes requisitos (art.
50, LTM): a) establecer domicilio o representación legal en te-
rritorio nacional; b) acreditar y mantener un patrimonio mínimo
en bienes registrables equivalente a 100.000 pesos; c) estatuto
legalizado con constancia de su inscripcih ante la Inspeccibn
General de Justicia, en caso de tratarse de una sociedad o ma-
trícula de comerciante, si se trata de una persona física; d) estar
inscripto como agente de transporte aduanero y como operador
de contenedores; respecto de estos requisitos se podrá suplir la
inscripcibn por la presentacibn de un apoderado general ya ins-
cripto ante los organismos correspondientes; e) los operadores
de transporte multimodal deberán contar con una póliza de se-
guro que cubra su responsabilidad civil en relación con las mer-
caderías bajo su custodia (art. 51);f) la inscripción en el registro
mantendrá su vigencia siempre que no medie una comunicaci6n
oficial por escrito de la autoridad competente del 6rea de trans-
portes al operador de transporte multimodal respecto de la can-
celación o suspensión de su inscripción (art. 52, parr. lo);g) la
vigencia de la inscripcibn en registro de operador de transporte
multimodal será de cinco años, renovables por períodos iguales
(art. 52, párr. ZO), y h) la autoridad competente extenderA
el correspondiente certificado de registro o lo denegar& me-
diant e resolución fundada, dentro de un plazo que no excederá
de veinte días hábiles, contados a partir de la fecha en que se
GENERAL
CARACTERIZACI~N
l Bow~~so - Cmss
x AdminiStracidn y logistica en la cadena
- COOPER,
de suministros,p. 4.
CONTRATOS DE LOG~STICA
3 264. AUSENCIA
DE hemos ex-
DEFINICI~N LEGAL. - Como
presado, no existe una definición legal del tgrmino "logística", ni
de los contratos que pueden ser agrupados en dicha actividad,
en ninguno de los cuerpos normativos hasta aquí desarrollados.
Resulta un tanto complejo definir el concepto de "logistica"
desde un punto de vista juridico. Derivado del termino inglés
logistic, se lo puede definir como el conjunto de los medios y
métodos que permiten llevar a cabo la organización de una em-
presa o de un servicio. La logística empresarial implica un
cierto orden en los procesos que involucran la producción y la
comercialización de mercancías.
Según ROMUALDI, etimolbgicamente el término "logística"
procede del griego logistzkós (que sabe aplicar el cálculo), en
tanto para el Dzccionario de la lengua española deriva del la-
tín medieval logistzcus y este del término griego mencionado y,
en su tercera acepcion, se refiere a aquella parte de la organiza-
ción militar que atiende al movimiento y mantenimiento de las
tropas en campaña. Históricamente las tropas se abastecían de
los recursos de los lugares donde llegaban. De ahí la tecnica de
"tierra arrasada", que significaba retroceder y no dejarle ningún
recurso al enemigo que avanzaba2.
110 del transporte aéreo de los norteamericanos para establecer sus lineas de
suministro han sido decisivas en las políticas de transporte aéreo posteriores
a la guerra".
JUAN Y MATEUlo define como la "técnica de planificar, llevar a cabo y
controlar de una forma eficiente el flujo de materias primas, productos termi-
nados, servicios e informaci6n relacionada, desde el punto de origen al punto
de consumo, con el fin de satisfacer las necesidades del cliente" ["Los contra-
tos de logisticay',en MART~NEZ SANZ (dir.), Manuad de derecho del transporte,
p. 4621. ROMUALDI sostiene certeramente que "el término logistica integral se
refiere a los procesos que facilitan el flujo de bienes y servicios desde el origen
hasta el consumidor final, vinculando proveedores de materias y de insumos,
a fabricantes y a la cadena de distribución, de tal forma que se satisfagan los
requerimientos del cliente final en terminos de beneficios contra costo, me-
didos en tiempo, modo y calidad. Mediante una administracidn integral de
la logística, lo que se pretende es planificar, implementar y controlar el flujo
y almacenamiento de materias primas, productos semielaborados o termina-
dos. Esto permite manejar la información relacionada con ese proceso, des-
de el lugar de origen hasta el lugar de consumo, con el propdsito de satisfacer
en forma adecuada cada uno de los requerimientos de sus clientes" (Contrato
de transporte y logistica,MJ-DOC-4669-AR I MJD4669).
ROMUALDI, Contrato de transporte y logistica, MJ-DOC-4669-AR I
MJD4669.
CONTRATOS DE LOG~STICA
5 265. CONCEPTO,
N A T ~ E Z JUR~DICA
A Y CARACTERES. - LOS
contratos de operaciones logísticas pueden ser encuadrados den-
tro de los llamados "contratos innominados". El C6digo Civil y
Comercial, en su art. 970, toma este concepto del derecho roma-
no. En su acepción más moderna los podemos catalogar como
"atípicos"; es decir que no se tiene en cuenta el contenido jurídi-
co del contrato, como sucede con otras clasificaciones (onerosos
y gratuitos), ni su forma de perfeccionamiento (consensuales o
reales), sino la circunstancia de que un contrato sea denomina-
do o no por la ley o -interpretando el concepto- sea o no regulado
por esta.
Podemos definir este contrato como aquel en virtud del cual
una de las partes, llamada "operador logístico", se compromete a
llevar a cabo los servicios de contenido logfsticos a cambio de
una remuneraci6n que será pagada por el "usuario" de dichos
servicios5.
JUAN Y MATEU 10 define como "aquel contrato en virtud del cual un su-
jeto, llamado 'operador logistico', se compromete frente a otro, denominado
'usuario', a llevar a cabo la prestación de servicios de contenido logístico que
TRANSPORTE MULTIMODAL
son requeridos por este último, a cambio del pago de una contraprestación
econ6mica" ["Los contratos de logistica", en MART~NEZ SANZ(dir.], Manual de
derecho del transporte, p. 4631.
Para JUAN Y MATEU, "el contrato incluye habitualmente otras prestacio-
nes, que se suelen englobar bajo la denominación de 'servicios de valor añadi-
do' (value-added services) como, por ejemplo, la recepción de pedidos (cal1
center); la clasificación de productos en almacén según zonas de destino; la
preparación de pedidos (order picking o simplemente picking); el empaque-
tado, etiquetaje o codificaci6n (barcoding) de productos; la realización de
controles de cantidad y calidad; la adaptación de productos al cliente o mer-
cado al que vayan dirigidos (p.ej., añadiendo los manuales de instrucciones
correspondientes a cada país); el seguimiento de los productos durante las
diferentes fases de la cadena de suministro (truck-and tracing); el
retorno de productos rechazados por los destinatarios (logística inversa);
el desarrollo de los programas informáticos necesarios para la ejecución del
contrato, o el diseño de un portal de negocios en Internet para los proveedo-
res o consumidores (web design). Por otro lado, las actividades desarrolla-
das por los operadores logisticos estan en constante expansión, hasta el punto
de que hoy en día llegan a desempeñar funciones vinculadas con la misma
producción de bienes industriales, como el montaje final de las componentes
de dichos productos (assembling)" ["Los contratos de logística", en MART~NEZ
SANZ (dir.), Manual de derecho del transporte, p. 4641.
CONTRATOS DE LOG~STICA
ROMUALDI,
Contrato de transporte y logistica, MJ-DOC-4669-AR I
MJD4669.
TRANSPORTE MULTIMODAL
3 271. OBLIGAC~ONES
DE LAS PARTES. - Son las siguientes.
0
273. EL CONTRATO DE SUMINISTRO EN EA Cdmo CIVIL
Y COMERCIAL.- El contrato de suministro, previsto en los arts.
1176 a 1186 del C6d. Civil y Comercial, era -con anterioridad
a la entrada en vigor de dicho cuerpo 1egaI- un contrato atípi-
coZ6. Se lo ubicaba dentro de los denominados contratos comer-
26 ESBORRAS,
en LORENZE'ITI
(dir.), C6digo Civil y Comercial, t. VI,
p. 491.
27 ESBORRAS, en LORENZE'ITI (dir.), Códzgo Civil y Comercial, t. VI,
p. 491, quien destaca "que se trata de un tipo contractuai aut6nomo caracteri-
zado por la repetici6n o continuidad de la prestación a cargo del suministran-
te, la que no constituye un elemento accidental del. mismo sino que hace a su
esencia. De ahi que se pueda afirmar que la normativa del contrato de su-
ministro es una 'regulación marco', funcional al c a r h t e r de contrato de dura-
ción, que se integra además con las reglas aplicables a los contratos a los que
las prestaciones que constituyen su objeto inmediato correspondan, siempre
que sean compatibles (art. 1186)".
CONTRATOS DE LOG~STICA
to, a lo dispuesto por los arts. 1181 y 1186 del C6d. Civil y Co-
mercial.
Constituye también obligaciones colaterales, tales como la
de recibir el bien objeto mediato del contrato y, cuando son co-
sas dadas en uso, cuidar de ellas desde el momento de la trans-
misi6n del riesgo. Tiene además el deber de informar sobre
defectos de las cosas, que es el presupuesto del ejercicio de la
garantia por vicios ocultos correspondiente. Finalmente, el su-
ministrado debe notificar al suministrante de toda variacidn de
sus necesidades (arts. 1178 y 1179, Cód. Civil y Comercial),
de modo que le permita a este tomar las acciones necesarias
para una eficiente operaci6n31.
f) Precio. El art. 1181 dispone, respecto del precio, para
el caso de que no haya sido previsto en el contrato, que: 1) se
determina segun el precio de prestaciones similares que el su-
ministrante efectúe en el tiempo y lugar de cada entrega, si la
prestación es de aquellas que hacen a su giro ordinario de nego-
cios o modo de vida; 2) en su defecto, se determina por el valor
corriente de plaza en la fecha y lugar de cada entrega, y 3) debe
ser pagado dentro de los primeros diez días del mes calendario
siguiente a aquel en que ocurrió la entrega.
Como dijimos, la obligación principal del suministrado es
el pago del precio en el plazo y de acuerdo con las modalidades
convenidas, o en su defecto conforme al valor de plaza en la fe-
cha y lugar de entrega de cada envío o período, en el supuesto
del suministro continuado. A falta de acuerdo o uso en contra-
rio, el precio debe ser pagado dentro de los primeros diez días
de cada mes calendario siguiente a aquel en que ocurrió la en-
trega de la prestación, sea esta perisdica o continuada.
g) Pacto de preferencia. Dispone el art. 1182 del Cód. Ci-
vil y Comercial que el pacto mediante el cual una de las partes
se obliga a dar preferencia a la otra, en la celebracion de un con-
trato sucesivo relativo al mismo o similar objeto, es valido, siem-
pre que la duracion de la obligacion no exceda de tres años. Si
en LORENZETTI
ESBORRAS, (dir.), C6digo Civil y Comercial, t. VI,
p. 508.
ESBORRAS, en LORENZETTI(dir.), Código Civil y Comercial, t. VI,
p. 493, expresa que "la norma no precisa que el precio deba ser en dinero,
sin embargo no caben dudas acerca de que también en este contrato tenga
que reunirse este requisito, el cual debe ser interpretado de conformidad con
la noci6n de funci6n dineraria, la que incluye los instrumentos de pago que
cumplen esa finalidad, tales como el cheque, la factura de crhdito, la tarjeta
de crédito y de debito, etcgtera".
702 TRANSPORTE MULTIMODAL
' FRATALOCCHI,
Comercio exterior, p. 235.
ROMUALDI,
Contrato de tmnsporte g logistica, MJ-DOC-4669-AR I
MJD4669.
CONCEPTO E INSTRUMENTOS
FRATALOCCHI,
Comercio exterior, p. 236.
ROMUALDI,
Contrato de tmnsporte g logistica, MJ-DOC-4669-AR I
MJD4669.
TRANSPORTE Y COMERCIO INTERNACIONAL
El art. 29 del RAV establece que solo podran organizar viajes colecti-
vos cuando reúnan los siguientes requisitos: a) que los viajes y excursiones,
en la forma y oportunidad en que se realicen, tengan relaci6n directa con el
objeto principal de la entidad y con caracter de fomento; b) que estén inscrip-
tas en el Registro de Agentes de Viajes de la Dirección Nacional de Turismo;
TRANSPORTE Y COMERCIO INTERNACIONAL
Manual
l2 F E R N ~ D E Z, de derecho hotelm y turistico, t. 11, p. 79;
ECHEVESTI- SILVESTRE,Responsabilidad civil de las agencias de viaje,p. 49;
MEDIWA- LAJE,Contratos zntmacionales, p. 85.
TRANSPORTE Y TURISMO
le C H A MManual
I, de derecho de la navegación, p. 829.
l7 C H A MManual
I, de derecho de la navegaci6n, p 831.
740 TRANSPORTE Y COMERCIO INTERNACIONAL
5 284. EL "OVERBOO~NG'~
- Hemos decidido tratar el tema
de la sobreventa de plazas en este capítulo del libro, y no en el
respectivo al transporte aéreo, porque en sí mismo no constituye
solo un problema del derecho aeronAutico, sino también de otras
actividades y de otros modos de transportes, aunque justo es re-
conocer que han sido la doctrina aeronáutica primero, y luego la
abocada al tema del desarrollo de las actividades turfsticas, las
que han puesto un claro énfasis en el punto que ahora breve-
mente desarrollaremos.
El overbooking u overselling son términos del ingles uti-
lizados como expresi6n de sobreventa o sobrerreserva de pla-
zas. Este se usa cuando un establecimiento hotelero o bien una
empresa de transporte (por tierra, agua o aire) ha rebasado sus
limites de ocupaci6n o efectuado más reservas que plazas dis-
ponibles, por lo cual una parte del pasaje no va a recibir el ser-
vicio. La práctica se presenta como una estrategia de negocio
intencional, donde los vendedores esperan que algunos compra-
dores no consuman todos los recursos a los que tienen derecho
o que cancelen la reserva. La prhctica de la sobreventa asegura
que el 100 % de la oferta disponible se utilizará, dando como re-
sultado el mAxirno retorno de la inversión.
Por su parte, FOLCHIdice que se da "cuando el transportador
ha confirmado para un cierto vuelo mayor cantidad de pasajes o lu-
TRANSPORTE Y TURISMO
booking-derecho-comparado-europeo-y-re~urisprudencia-rela-
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