Franny Morillo 4

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Universidad Federico Henríquez y Carvajal…..Campus las Matas Farfán.

Sustentante:

Franny Morillo Montero

Matricula:

00676

Facilitador/a:

Chabeli Encarnación Encarnación

Materia:

Psicoterapia Cognitiva

Tema:

Unidad lV: Modalidades Terapéuticas


Introducción

La terapia cognitiva pretende reducir el malestar emocional y las conductas


contraproducentes de los pacientes mediante la identificación y modificación de
las cogniciones disfuncionales de las que aquéllas dependen.

Aarón T. Beck fue el creador de la terapia cognitiva. Estos factores influyeron en


su surgimiento:

 Factores psicoanalíticos específicos de la depresión (hostilidad hacia uno


mismo expresada como necesidad de sufrimiento), que proporcionaron
resultados contrarios a los predichos.

 Delimitar la configuración psicológica propia de la depresión, que


destacaron la importancia de las cogniciones distorsionadas sobre uno
mismo, el mundo y el futuro.

 La contribución de la terapia conductual con su énfasis en el método


científico, la investigación empírica y los factores actuales que mantienen el
problema.
Terapia Gestalt

La terapia Gestalt es una terapia psicológica que parte de una concepción del ser
humano y sus necesidades desde un pensamiento humanista. Descubre los
principios y las reglas.

La terapia Gestalt está dentro de la psicología humanista y su objetivo principal


es desarrollar el potencial humano y el crecimiento personal. Su origen se sitúa en
el año 1951, cuando se publica el libro Gestalt Therapy: Excitement and Growth in
the Human Personality, que establece las bases fundamentales de la terapia.
En determinadas ocasiones, la terapia Gestalt también se denomina “terapia de
darse cuenta”, “terapia del aquí y ahora” o “terapia de contacto”. El motivo es que
busca ayudar a las personas a tomar conciencia sobre cómo evitan una parte de
la realidad. El terapeuta ayuda a ver y sentir las cosas tal y como son, y a
enfrentar los aspectos desagradables de la realidad.
La terapia Gestalt se utiliza con numerosos trastornos psicológicos y emocionales,
en los que se debe potenciar la toma de conciencia, el desarrollo personal y la
autoestima. Al poner el foco en el aquí y ahora, el paciente puede fijar su atención
en el presente y ser consciente de cómo ha llegado al punto donde se encuentra.
Hablamos de una terapia que no se limita al terreno clásico de la consulta
psicológica, sino que está muy vinculada al desarrollo personal. En los últimos
años, su presencia se ha extendido a numerosos ámbitos sociales, humanos y
laborales.

Reglas y principios de la terapia Gestalt

Para saber en qué consiste la terapia Gestalt es necesario conocer sus reglas y
principios fundamentales:

 Aquí y ahora

La idea del aquí y ahora, del momento inmediato, es uno de los principios más
importantes. Se trata de un ejercicio que no siempre resulta sencillo, ya que las
personas no suelen estar acostumbradas y presentan fuertes resistencias. Para
conseguir tomar conciencia del momento actual, el terapeuta puede formular
preguntas como las siguientes: ¿qué está pasando ahora? o ¿qué estás sintiendo
en este momento?
Este principio se basa en la idea de que, si se trabaja en cómo pensamos en el
presente, se interviene en la manera de plantearnos el futuro y también de revisar
el pasado.

 Toma de conciencia
Para conseguir vivir en el aquí y ahora es muy importante ser conscientes de lo
que nos ocurre. La toma de conciencia va a permitir que se puedan concretar las
fórmulas que nos acerquen a la autorrealización.
Al revisar nuestras experiencias y pensamientos, conocemos la forma en la que
los experimentamos y esto nos permite desarrollar nuestra inteligencia emocional.

 Responsabilidad

Aceptar los sentimientos también supone hacerse responsable de ellos. La


responsabilidad permite tomar las riendas de nuestra vida, no culpar a los
demás de lo que nos ocurre y potenciar los recursos que tenemos para afrontar
las dificultades.
La terapia Gestalt considera que la irresponsabilidad es una negación del
presente y un rechazo a tomar conciencia. La responsabilidad, por su parte, es la
forma de vivir más libres y dar un significado a nuestra vida.

 La aceptación

Es importante ser capaces de aceptar nuestras emociones, pensamientos y


conductas. La aceptación es el paso que nos permite sentirnos mejor con nosotros
mismos y fortalece la autoestima.

 El diálogo

En la terapia Gestalt, el diálogo es muy importante y la relación entre el terapeuta


y el paciente es clave para su éxito. El diálogo es la vía que tiene el psicólogo para
ayudar a la persona en su camino hacia el autoconocimiento.

Terapia centrada en el cliente


La terapia centrada en el cliente es un enfoque humanista que se ocupa de las
formas en que las personas se perciben a sí mismas conscientemente en lugar de
como un terapeuta puede interpretar sus pensamientos o ideas inconscientes.

Creada en 1950 por el psicólogo estadounidense, Carl Rogers (1902 –1987), el


enfoque centrado en la persona, en última instancia afirma que los seres humanos
que tienen una tendencia innata a desarrollarse hacia su máximo potencial. Sin
embargo, esta capacidad puede ser bloqueada o distorsionada por nuestras
experiencias de vida, en particular las que afectan a nuestro sentido de valor.

El terapeuta tiene que valorar positivamente el cliente como persona en todos los
aspectos de su humanidad mostrándose abierto y genuino. Esto es vital para
ayudar a un individuo a que se sienta aceptado y entender mejor sus propios
sentimientos, esencialmente para ayudarles a volver a conectar con sus valores
internos y el sentido de la propia valía. Esta reconexión con sus recursos internos
les permite encontrar su propio camino para seguir adelante.

El propósito central de este enfoque es facilitar la tendencia hacia la auto-


realización del cliente, la auto-realización es la creencia de que todos los seres
humanos persiguen lo que es mejor para ellos. Este tipo de terapia facilita el
crecimiento personal y las relaciones de un individuo, por lo que les permite
explorar y utilizar sus propias fortalezas y la identidad personal.

Un terapeuta centrado en la persona va a ayudar a este proceso y proporcionar un


apoyo vital. Este enfoque se ha encontrado particularmente útil para ayudar a las
personas a superar problemas específicos, tales como depresión, ansiedad,
trastornos de la personalidad, trastornos de la alimentación y de la adicción al
alcohol.

Estos problemas pueden tener un impacto significativo en la autoestima, la


autonomía y la conciencia de sí mismo, pero la Terapia Centrada en el Cliente
puede ayudar a los individuos para volver a conectar con su ser interior con el fin
de superar cualquier limitación. El asesoramiento centrado en el cliente puede
ayudar a las personas de todas las edades con una serie de cuestiones
personales. Para muchas personas es un tipo atractivo de la terapia, ya que les
permite mantener el control sobre el contenido y el ritmo de las sesiones, y no
tienen que preocuparse de que su terapeuta les esté evaluando o juzgando de
ninguna manera.
Terapia racional emotiva

La terapia racional emotiva conductual o TREC es una forma de psicoterapia de


corte breve que se propone revisar las ideas irracionales y patrones de
pensamiento asociados a un malestar emocional, para poder remplazarlas por
creencias más productivas; lo cual permite al paciente lidiar mejor con sus
problemas y aumentar sus habilidades para relacionarse y vivir de manera más
saludable.

Esta terapia se basa en el supuesto de que culpamos erróneamente a los eventos


externos por el malestar que sufrimos o incluso por la infelicidad en nuestras
vidas. No son los eventos en sí mismos sino nuestras interpretaciones o lo que
creemos de éstos lo que realmente ocasiona nuestro malestar emocional.

Todos queremos ser felices y encontrar bienestar: tener relaciones satisfactorias,


tener una buena educación, encontrar un buen trabajo, disfrutar de la vida en
general, sin embargo esto no siempre es posible. Es normal encontrarnos con
obstáculos o limitaciones que nos impiden obtener lo que deseamos.

Cuando nos enfrentamos a estos obstáculos, podemos responder de una manera


sana y favorable, pero también de formas inconvenientes y que realmente no nos
favorecen. Para el enfoque Racional emotivo conductual, nuestras reacciones a
estos obstáculos (o incluso posibles limitaciones) están determinados por nuestras
creencias, y no por los eventos mismos.
¿Cómo puede ayudarme la terapia racional emotiva conductual?

El enfoque TREC puede ayudar a manejar adecuadamente emociones negativas


como ansiedad, depresión, culpa y la ira extrema. Este enfoque es utilizado
también para cambiar conductas estresantes y las llamada de “auto-boicot”, como
la agresión, hábitos alimenticios dañinos y procrastinarían que interfieren con la
calidad de vida y la capacidad de alcanzar metas deseadas.

El terapeuta especializado en TREC trabajará contigo para identificar las creencias


y los patrones rígidos de pensamiento que de algún modo te aprisionan e
obstaculizan tu camino para obtener y lograr tus metas de la vida. El psicólogo
racional emotivo te ayudará a ver que tan irracionales son estos pensamientos y
en qué sentido son perjudiciales para ti.

A través de una serie de ejercicios mentales y conductuales, aprenderás a cómo


reducir los pensamientos y reacciones negativas, y a remplazarlos con
pensamientos constructivos y auto-afirmativos. El TREC hace uso de una serie de
herramientas que incluye la visualización positiva, el reencuadre de pensamiento y
el uso de libros de autoayuda y guías audio-visuales, como también tareas
asignadas para realizar en casa para reforzar lo adquirido en las sesiones.
La Terapia Cognitiva de Aarón Beck

En el marco de proveer a paciente de una mejor calidad de vida, surge la


psicoterapia. Es decir, la utilización de la psicología como herramienta para lograr
cambios positivos en el paciente. La terapia cognitiva se encuentra dentro de
dicha intervención psicológica y se basa en generar cambios en los pensamientos
y en el comportamiento del paciente, con la finalidad de que este logre desarrollar
esquemas mentales que le resulten funcionales y le permitan interactuar con el
entorno y con la realidad que lo rodean, de una forma efectiva, fluida y pacífica.

En otras palabras, la terapia cognitiva se basa en trabajar el esquema de


pensamientos para que este accione el mecanismo necesario que derive en la
modificación de la conducta, lo cual nos permite interactuar con la realidad de una
forma que nos resulte satisfactoria.

Beck es mundialmente conocido por haber desarrollado la Terapia Cognitiva,


inicialmente para la Depresión y aplicada a otros muchos problemas psicológicos,
demostrando una gran eficiencia terapéutica.
Según esta teoría, existe una clara relación entre los pensamientos de la persona
(lo que se dice a sí misma sobre las situaciones que vive, sobre los demás, sobre
la vida, sobre sí misma y sobre los problemas que presenta), y las emociones y los
sentimientos que experimenta. Asimismo, esta reacción emocional influirá en la
reacción comportamental de la persona ante esa situación, ante la conducta de
otro, o ante los síntomas que experimenta, dependiendo del caso.

Cuando las emociones son muy negativas e intensas, nuestro comportamiento se


ve entorpecido o se vuelve desadaptativa, de modo que los problemas se
mantienen o empeoran.

Esto implica que, muchas veces, al no poder ser objetivos en una situación,
podemos distorsionar la información de la que disponemos en un determinado
momento, o sacar conclusiones negativas sin información suficiente o incluso
ignorando otra información disponible más realista y constructiva. Cuando esto
ocurre, cometemos errores en la interpretación o errores de razonamiento.
Psicologías de los contratos

El contrato psicológico hace referencia a todos los compromisos que adquieren el


trabajador y el empresario al comenzar una relación laboral, más allá de lo que
figura en el propio contrato laboral. Se trata de un acuerdo tácito, que engloba las
expectativas que el individuo tiene acerca de la organización en la que comienza a
trabajar, pero también al revés, ya que igualmente incluye lo que la propia
empresa espera del nuevo integrante del equipo en su puesto de trabajo, y sus
aportaciones a la compañía.

El contrato psicológico es, por lo tanto, un acuerdo de intercambio recíproco entre


el empleado y el empleador, que puede ser más o menos explícito. En las
primeras definiciones del concepto, el peso se ponía en las expectativas del
trabajador, pero en revisiones posteriores se amplió dicha definición para incluir
también la visión de la empresa, pues se trata de un concepto bidireccional y por
lo tanto es imprescindible contemplar ambos puntos de vista.

Esta imagen mental sobre lo que uno y otro esperan mutuamente de la relación
laboral incluye, respecto al trabajador, ideas acerca de las retribuciones y
compensaciones, crecimiento laboral, reconocimiento de logros, una buena
relación con los nuevos compañeros y los superiores, etc. Por parte de la
empresa, lo lógico es esperar que el nuevo integrante del equipo se adapte rápido
a su puesto, aporte un valor a la compañía, sea eficiente en la realización de las
tareas y cordial con el resto de personas.
Hay que tener en cuenta que, al igual que ocurre en los contratos escritos, un
contrato psicológico puede contener algunas cláusulas abusivas. Por ejemplo, un
empresario puede esperar que el empleado trabaje más horas de las que indica su
jornada laboral, sin que reciba retribución por las horas extras realizadas. En

sentido contrario, un empleado podría esperar tomarse varios y largos descansos


cada día, dentro de sus horas de trabajo. Ambos supuestos conformarían
cláusulas abusivas y a la larga supondrían un conflicto.

Tipos de contratos psicológicos

Aunque un contrato psicológico engloba en sí mismo una variedad de “cláusulas”,


estas pueden ser de naturaleza muy diferente, dependiendo de a qué hagan
referencia. Por ello es conveniente distinguir los diferentes tipos que podemos
encontrarnos.

1. Equilibrio

Lo primero que las dos partes esperarán al comenzar su relación contractual, es


que la contrapartida esté en equilibrio a lo ofertado. El trabajador esperará que se
le exija en función de su posición, su cualificación y su retribución. Por el otro
lado, la compañía esperará que la aportación de trabajo del nuevo empleado sea
acorde a todo lo que la propia organización está ofreciéndole en esta nueva etapa.

2. Transacción

Evidentemente, una relación laboral es un intercambio, en el que una parte aporta


su trabajo y la otra un salario, que puede ser solo dinerario, o dinerario y en
especie. Las expectativas del contrato psicológico hacen que el empleado espere
una retribución justa por su trabajo, y la organización, a su vez, esperará que el
trabajador cumpla con las funciones que se le han asignado en los plazos que se
le han dado para ello. Si ambas partes cumplen, la transacción será satisfactoria.

3. Relación

No solo se necesita una retribución justa, sino que las personas desean sentirse
valoradas y tener perspectivas de crecimiento dentro de la empresa y mantener
unas buenas relaciones con el resto de integrantes del equipo. La compañía
también espera que el empleado sepa aprovechar las oportunidades de promoción
disponibles y pueda aportar cada vez más al desarrollo de la organización,
convirtiéndose progresivamente en un componente de más y más valor.

4. Cambio

Cuando se llega a un nuevo trabajo, también tenemos unas expectativas de


mejora respecto a nuestra etapa anterior, ya fuera porque fue accidentada, no nos
satisfacía, o sencillamente buscamos crecer e ir a mejor. Por supuesto, los
responsables de equipo también esperan del nuevo miembro que sea igual o
mejor que el anterior trabajador que ocupaba ese puesto, o bien que se ajuste a
las expectativas, si este es de nueva creación y no hay un estándar con el que
realizar la comparación.
Conclusión

En conclusión, la idea básica de la Terapia Cognitiva es que las personas sufren


por la interpretación que realizan de los sucesos y no por éstos en sí mismos. Por
tanto, Beck, interesado por el tratamiento de la depresión, desarrolló un modelo
para el tratamiento de esta patología que posteriormente extendió a otros
trastornos.

El modelo de Beck, y asimismo el de Ellis, son una parte importante de las


estrategias que se emplean dentro de la terapia cognitivo-conductual ya que, a
través de la reestructuración cognitiva, una persona es capaz de cambiar la forma
de interpretación y valoración subjetiva de los hechos y de las situaciones que
vive, y de esta manera se estimula a éste para que modifique los esquemas de
pensamiento desordenados y se vea a sí mismo y al mundo de forma más realista
y adaptativa.

Son terapias de entrenamiento de habilidades para afrontar y manejar situaciones


o las terapias de resolución de problemas.
Bibliografía

Böhrt, R., Solares, L., Romero, C. (2014). Evolución del contrato psicológico y el
compromiso organizacional con la edad y la antigüedad. Ajayu Órgano de Difusión
Científica del Departamento de Psicología UCBSP.

Gracia, F.J., Silla, I., Peiró, J.M., Fortes-Ferreira, L. (2006). El estado del contrato
psicológico y su relación con la salud psicológica de los empleados. Psicothema.

Tena, G.T. (2002). El contrato psicológico: relación laboral empresa-trabajador.


Acciones e investigaciones sociales.

Vesga Rodríguez, J.J. (2011). Los tipos de contratación laboral y sus


implicaciones en el contrato psicológico. Pensamiento psicológico.

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