Francia es un país soberano ubicado en Europa Occidental que también incluye territorios de ultramar. Ha sido habitado desde la prehistoria y ha sido influenciado por diversas culturas como la romana y la franca a lo largo de su historia.
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Francia es un país soberano ubicado en Europa Occidental que también incluye territorios de ultramar. Ha sido habitado desde la prehistoria y ha sido influenciado por diversas culturas como la romana y la franca a lo largo de su historia.
Francia es un país soberano ubicado en Europa Occidental que también incluye territorios de ultramar. Ha sido habitado desde la prehistoria y ha sido influenciado por diversas culturas como la romana y la franca a lo largo de su historia.
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Francia (en francés: Franceⓘ), oficialmente la República Francesa (République
françaiseⓘ),6 es un país soberano transcontinental que se extiende por Europa
Occidental y por regiones y territorios de ultramar en América y los océanos Atlántico, Pacífico e Índico. Es uno de los veintisiete Estados soberanos que integran la Unión Europea. Se constituye en república semipresidencialista unitaria con capital en París, la mayor ciudad del país y principal centro cultural y comercial; otras zonas urbanas importantes son Marsella, Lyon, Toulouse, Lille, Burdeos, Montpellier y Niza. La Francia metropolitana se extiende desde el río Rin hasta el océano Atlántico y desde el mar Mediterráneo hasta el canal de la Mancha y el mar del Norte; los territorios de ultramar incluyen la Guayana Francesa en América del Sur, San Pedro y Miquelón en el Atlántico Norte, las Antillas francesas y muchas islas en Oceanía y el océano Índico. Debido a sus diversos territorios costeros, Francia posee la mayor zona económica exclusiva del mundo. Sus dieciocho regiones integrales (cinco de las cuales son de ultramar) abarcan una superficie combinada de 643 801 km2 y más de 68 millones de personas.7 Culturalmente pertenece a la Europa latina. Francia limita con Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Suiza, Mónaco, Italia, Andorra y España en Europa, así como con los Países Bajos, Surinam y Brasil en América. Habitado desde el Paleolítico, el territorio de la Francia metropolitana fue colonizado por tribus celtas conocidas como galos durante la Edad de Hierro. Roma se anexionó la zona en el año 51 a. C., lo que dio lugar a una cultura galorromana diferenciada que sentó las bases de la lengua francesa. Los francos germánicos formaron el Reino de Francia, que se convirtió en el corazón del Imperio carolingio. El Tratado de Verdún de 843 dividió el imperio, y Francia Occidental se convirtió en el Reino de Francia en 987. En la Alta Edad Media, Francia era un reino feudal poderoso pero muy descentralizado. Felipe II reforzó con éxito el poder real y derrotó a sus rivales para duplicar el tamaño de las tierras de la corona; al final de su reinado, Francia se había convertido en el Estado más poderoso de Europa. Desde mediados del siglo XIV hasta mediados del siglo XV, Francia se vio inmersa en una serie de conflictos dinásticos con Inglaterra, conocidos colectivamente como la guerra de los Cien Años, y como resultado surgió una identidad francesa distinta. El Renacimiento francés fue testigo del florecimiento del arte y la cultura, del conflicto con la Casa de Habsburgo y del establecimiento de un imperio colonial global, que en el siglo XX se convertiría en el segundo más grande del mundo.8 La segunda mitad del siglo XVI estuvo dominada por guerras civiles religiosas entre católicos y hugonotes que debilitaron gravemente al país. Francia volvió a ser la potencia dominante de Europa en el siglo XVII, bajo el mando de Luis XIV, tras la guerra de los Treinta Años.9 Las políticas económicas inadecuadas, los impuestos no equitativos y las frecuentes guerras (especialmente la derrota en la guerra de los Siete Años y la costosa participación en la guerra de la Independencia de Estados Unidos), dejaron al reino en una situación económica precaria a finales del siglo XVIII. Esto precipitó la Revolución francesa de 1789, que derrocó el Antiguo Régimen y produjo la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que expresa los ideales de la nación hasta el día de hoy. Francia alcanzó su apogeo político y militar a principios del siglo XIX con Napoleón Bonaparte, subyugando gran parte de la Europa continental y estableciendo el Primer Imperio francés. La Revolución francesa y las guerras napoleónicas marcaron el curso de la historia europea y mundial. El colapso del imperio inició un periodo de relativa decadencia, en el que Francia soportó una tumultuosa sucesión de gobiernos hasta la fundación de la Tercera República francesa durante la guerra franco-prusiana de 1870. En las décadas siguientes se produjo un periodo de optimismo, florecimiento cultural y científico, así como de prosperidad económica, conocido como la Belle Époque. Francia fue uno de los principales participantes en la Primera Guerra Mundial, de la que salió victoriosa con un gran coste humano y económico. Estuvo entre las potencias aliadas de la Segunda Guerra Mundial, pero pronto fue ocupada por el Eje en 1940. Tras la liberación en 1944, se instauró la efímera Cuarta República, que posteriormente se disolvió en el transcurso de la guerra de Argelia. La actual Quinta República fue creada en 1958 por Charles de Gaulle. Argelia y la mayoría de las colonias francesas se independizaron en la década de 1960, y la mayoría de ellas mantienen estrechos vínculos económicos y militares con Francia. Francia conserva su condición secular de centro mundial de arte, ciencia y filosofía. Alberga el quinto mayor número de sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO así como su sede y es el principal destino turístico del mundo, recibiendo más de 89 millones de visitantes extranjeros en 2018.10 Francia es un país desarrollado con la séptima economía del mundo por PIB nominal y la novena por PPA; en términos de riqueza agregada de los hogares, ocupa el cuarto lugar en el mundo.11 Francia obtiene buenos resultados en las clasificaciones internacionales de educación, sanidad, esperanza de vida y desarrollo humano.1213 Sigue siendo una gran potencia en los asuntos mundiales,14 ya que es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y es un Estado oficial poseedor de armas nucleares. Francia es uno de los miembros fundadores y principales de la Unión Europea y la eurozona,15 así como un miembro clave del G7, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Francofonía. Etimología[editar] Aplicado originalmente a todo el Imperio franco, el nombre de Francia proviene de su homónimo en latín Francia, o «reino de los francos».16 El nombre de los francos está relacionado con la palabra inglesa frank («libre»): esta última procede del francés antiguo franc («libre, noble, sincero»), en última instancia del latín medieval francus («libre, exento de servicio; hombre libre, franco»), una generalización del nombre tribal que surgió como préstamo del latín tardío del endónimo franco reconstruido Frank.1718 Se ha sugerido que el significado de «libre» se adoptó porque, tras la conquista de la Galia, solo los francos estaban libres de impuestos,19 o más generalmente porque tenían el estatus de hombres libres en contraste con los siervos o los esclavos.18 La etimología de Frank es incierta. Tradicionalmente se deriva de la palabra protogermánica *frankōn, que se traduce como «jabalina» o «lanza» (el hacha arrojadiza de los francos se conocía como francisca),20 aunque estas armas pueden haber recibido su nombre debido a su uso por parte de los francos, y no al revés.18 Historia[editar] Artículo principal: Historia de Francia
Prehistoria[editar]
Caballo representado en la cueva de Lascaux, pintado
hacia el 18 000 a. C. Existen importantes restos del Paleolítico inferior en el río Somme y los Pirineos tradicionales (hombre de Neandertal), así como en La Chapelle-aux- Saints, Le Moustier y La Ferrassie. Del Paleolítico superior hay abundantes vestigios de los hombres de Cro-Magnon y Chancelade, datados en unos 25 000 años de antigüedad, los cuales están ubicados en el valle de Dordoña.21 Entre las más famosas pinturas rupestres del mundo están las de Lascaux y de Font de Gaume, en los Pirineos franceses. En el Mesolítico algunas actividades agropecuarias fueron reemplazando en importancia a las cuevas, y en el Neolítico (desde el III milenio a. C.) surgió la cultura megalítica (que empleó menhires, dólmenes y enterramientos). Desde alrededor del 1500 a. C. se inicia la Edad del Bronce, desarrollándose rutas comerciales. Se ha encontrado utillaje de la industria achelense del Homo erectus de hace 900 000 a 1 000 000 años en la gruta Le Vallonnet, en el sur de Francia. La Edad del Hierro y las culturas celtas se ubican dentro del I milenio a. C. Antigüedad[editar] Hacia el siglo VI a. C., los griegos jónicos llegaron a Galia y fundaron la colonia de Massalia (la actual ciudad de Marsella), cerca de la desembocadura del Ródano, lo cual la convierte en la ciudad más antigua de Francia.2223 Al mismo tiempo tribus gálicas comenzaron a penetrar el este y el norte de Francia, extendiéndose así gradualmente al resto del país entre los siglos V y III a. C.24 El concepto de Galia emergió durante este período, el cual corresponde a los territorios de asentamiento célticos ubicados entre el río Rin, el océano Atlántico, los Pirineos y el Mediterráneo. Las fronteras de la Francia moderna son aproximadamente iguales que las de la Antigua Galia, el cual fue un próspero territorio, territorio del cual, en la parte más al sur estaba sujeto a grandes influencias romanas y griegas. Alrededor del 390 a. C. el jefe tribal Breno y sus tropas pasaron a Italia a través de los Alpes, derrotando a los romanos en la batalla del Alia, procediendo así a asediar y exigirle el pago de un rescate a la ciudad de Roma.25 La invasión gala dejó a Roma debilitada, y los galos siguieron hostigando la región hasta el año 345 a. C. cuando entraron en un tratado formal con la ciudad.26 Pero los romanos y los galos siguieron siendo rivales por los siguientes siglos, siendo así los galos una amenaza para Italia.
Vercingétorix se rinde ante César después de la batalla de
Alesia. La derrota de los galos aseguró el dominio romano en el territorio. Alrededor del año 125 a. C. el sur de Galia fue conquistada por los romanos, quienes llamaron a su nuevo territorio Provincia Nostra (Nuestra Provincia), que con el tiempo evolucionó al nombre del moderno territorio francés de Provenza.27 Julio César conquistó el resto de Galia y venció la resistencia dirigida por el líder galo Vercingétorix en el 52 a. C.28 Según Plutarco y Brendan Woods, las guerras gálicas resultó en la conquista de 800 ciudades, 300 tribus subyugadas, un millón de personas convertidas en esclavos y otros 3 millones muertos en batalla. Galia fue dividida por Augusto en provincias romanas. Muchas ciudades fueron fundadas en ese período, como Lugdunum (Lyon hoy en día), la capital de la Galia romana.29 Estas ciudades fueron construidas en el estilo romano, con un foro, un teatro, un circo, un anfiteatro y baños termales.29 Los galos se mezclaron con los colonos romanos y finalmente adoptaron la cultura y el lenguaje romanos (latín, del cual evolucionó el francés). El politeísmo romano se mezcló con el politeísmo celta en un proceso de sincretismo. La Maison Carrée fue un templo de la ciudad galorromana de Nemausus (actual Nimes) y es uno de los vestigios mejor conservados del Imperio romano. Del año 250 al 280 d. C., la Galia romana sufrió de numerosas crisis con los limes siendo atacados en numerosas ocasiones por pueblos bárbaros.30 Aun así, la situación en la primera mitad del siglo IV fue un período de prosperidad y renacimiento en Galia.31 En el 312, el emperador Constantino I se convirtió al cristianismo, el cual se enraizó en los siglos II y III, y se estableció firmemente durante los siglos V y VI; en aquella época, San Jerónimo escribió que la Galia era la única región «libre de herejía».32 Pero al comenzar el siglo V las invasiones bárbaras empezaron nuevamente.33 Las tribus teutónicas invadieron la región desde lo que hoy es Alemania, los visigodos se asentaron en el suroeste, los borgoñones a lo largo del valle del Río Rin y los francos (de los cuales Francia toma su nombre) en el norte.34 En la Francia de ultramar había pueblos cazadores recolectores en la Guayana, en San Pedro y Miquelón se asentaban pueblos paleoesquimales,35 en las Antillas francesas empezó el período precolombino; Guadalupe por grupos de nativos americanos precerámicos;36 Nueva Caledonia, Wallis y Futuna recibieron sus primeros habitantes hacia el año 3000 a. C. y su primera cultura lapita, la cual se desarrolló en el I milenio a. C. El resto de los territorios de ultramar al parecer estaban desocupados durante este período. Reino de los francos (siglos V-IX)[editar] Artículos principales: Francia en la Edad Media y Reino de los francos en la época merovingia.
La ampliación territorial de los francos entre 481 y 814.
En el año 451, Atila, el líder de los hunos, invadió la Galia con ayuda de los pueblos francos y visigodos,37 logrando establecerse en la parte principal de la Galia. En el siglo IV, la frontera a lo largo del Rin fue cruzada por pueblos germánicos, principalmente los francos, ubicados en los territorios de los actuales Bélgica, Países Bajos y el este de Alemania. Este grupo en particular sería el origen del nombre Francia. El pueblo franco fue finalmente unificado por Clodoveo I (Clovis, el origen de los nombres Louis o Luis), quien reinó como rey de los francos salios desde el 481 y conquistó gran parte del territorio galo entre el 486 —caída del Reino de Soissons, último remanente romano en la región— y 507 —Batalla de Vouillé y establecimiento de París como capital—.3839 También destacó por ser el primer conquistador germánico en convertirse al cristianismo ortodoxo (por oposición a la herejía arriana), siendo bautizado en Reims hacia el 496,40 de forma que obtuvo el apoyo de las élites galorromanas y estableció un importante lazo histórico entre la corona francesa y la Iglesia católica.38 Clodoveo suele ser considerado como el fundador del primer Estado francés,41 aunque en un sentido estricto dicho reino no fue establecido hasta el 843, cuando se delimitaron los límites de la Francia Occidentalis.42 Los sucesores de Clodoveo —llamados merovingios en referencia a su abuelo, Meroveo— acostumbraron a dividir la tierra entre sus hijos, por lo que raramente existió un solo rey de los francos durante este periodo. Los últimos gobernantes merovingios, apodados como «reyes holgazanes», fueron finalmente opacados por la figura del Mayordomo de palacio. Uno de los más destacables mayordomos fue Carlos Martel, quien derrotó a las fuerzas árabes del Califato Omeya en la batalla de Poitiers (732), deteniendo así el avance musulmán hacia Roma por el oeste de Europa. En el 751, su hijo Pipino el Breve derrocó a los merovingios y fundó la dinastía carolingia, la cual debe su nombre a Carlomagno, el hijo de Pipino. Tras su ascenso en el 768, el reino franco se expandió rápidamente hasta abarcar gran parte de Alemania e Italia. En la Navidad del año 800, Carlomagno fue coronado emperador de los romanos por el papa León III, estableciendo el llamado Imperio carolingio. Carlomagno intentó revivir el Imperio romano de Occidente y su grandeza cultural. Su hijo, Luis I el Piadoso (Ludovico Pío), mantuvo unido el imperio, pero este no sobrevivió a su muerte. En el 843, el imperio se dividió en tres partes: Francia Occidental —futura Francia, entregada a Carlos II el Calvo—, Francia Media — entregada a Lotario I— y Francia Oriental —futura Alemania, entregada a Luis II de Germania—. Reino de Francia (843-1792)[editar] Artículo principal: Reino de Francia Juana de Arco, una de las protagonistas de la guerra de los Cien Años. La existencia de Francia como entidad separada comenzó con el ya mencionado Tratado de Verdún. Francia Occidental comprendía aproximadamente el área ocupada por la Francia moderna, de la que fue precursora, y mantuvo la mayoría de territorios originales del reino de Clodoveo.43 Los carolingios reinaron hasta la súbita muerte de Luis V en mayo del 987. En su reemplazo fue elegido Hugo Capeto, quien dio inicio a la longeva dinastía de los Capetos. Esta dinastía tenía poco poder real, controlaban como dominio real (las tierras del rey) solo las tierras que rodeaban París, conocidas como «Ile- de France». Estaban, en cuanto a lo que título real refiere por encima de los duques de Normandía, Bretaña, Burgundia y Aquitania, pero en los hechos eran más débiles y solo constituían los denominados «primus inter pares».44 Sus reyes continuaron usando el título de «Rey de los francos» hasta el gobierno de Felipe II el Augusto, que usó por primera vez el título de «Rey de Francia» en un documento diplomático datado de 1204. El término «Reino de Francia» aparece al año siguiente.45 Este monarca concibió que no poseía efectivo poder real y que a no ser que el poder de la familia Plantagenet fuera derrotado, quienes al fin y al cabo no solo eran los reyes de Inglaterra sino que también eran gobernantes de los territorios franceses de Normandía, Maine, Anjou y Aquitania. Por lo cual, entabló una batalla contra ellos y los despojó de sus territorios de Normandía, Maine, Anjou y la Turena, generando así cuatro veces más de ingresos para la monarquía francesa y aumentando su poder e influencia.46 Sus descendientes —la Casa de Valois y la Casa de Borbón— se mantuvieron en el poder de forma continua hasta agosto de 1792, cuando se proclamó la Primera República. Sin embargo, el último rey capeto, Luis Felipe de Orleans, no abdicaría hasta febrero de 1848, cuando se proclamó la Segunda República. La Casa de Borbón, descendiente de los Capeto, aún se mantiene en el poder en España y Luxemburgo. Desde 1066 en adelante, el reino de Francia se encontró en constante conflicto con el reino de Inglaterra. Esta rivalidad inició con la conquista normanda de Inglaterra, ya que el Ducado de Normandía —fundado tras sucesivas invasiones vikingas— era todavía vasallo del rey de Francia. Así, Guillermo el Conquistador era vasallo (como duque de Normandía) e igual (como rey de Inglaterra) al rey de Francia, creando tensiones recurrentes. Carlos IV el Hermoso murió sin heredero en 1328. Según las reglas de la ley sálica, la corona de Francia no podía pasar a una rama de origen femenino. Felipe VI de Valois fue elegido como nuevo rey en oposición a Eduardo III de Inglaterra, quien reclamó su derecho al trono francés al ser hijo de Isabel de Francia y nieto de Felipe IV. Las tensiones entre ambos reyes finalmente estallaron en la guerra de los Cien Años (1337-1453),47 la cual duró —si bien con ciertas interrupciones— un total de 116 años. Los límites exactos cambiaron mucho con el tiempo, pero las propiedades de los reyes ingleses dentro de Francia siguieron siendo extensas durante décadas. Con líderes carismáticos como Juana de Arco y Étienne de Vignolles (La Hire), los franceses fueron capaces de recuperar la mayoría de sus territorios. El inicio de la guerra también coincidió con la Peste negra, la cual acabó con la mitad de los 17 millones de habitantes de Francia.4849
Luis XIV, el rey Sol, por Hyacinthe Rigaud (1701).
A partir del siglo XVI, durante los reinados de Francisco I y Enrique II, la monarquía francesa empezó convertirse en una monarquía absoluta.50 La Ordenanza de Villers-Cotterêts de 1539 decretó, entre otras reformas, la imposición del idioma francés como lengua oficial del reino. En 1598, como resultado de las guerras de religión, el Edicto de Nantes permitió la (parcial) libertad de culto en Francia, dando fin a un periodo de inestabilidad iniciado en 1562. El Reino de Francia vivió su mayor esplendor en el siglo XVII, durante el prolongado reinado de Luis XIV, «el Rey Sol» (1643-1715), uno de los más longevos de la historia (aunque no reinó realmente hasta 1651, cuando cumplió 13 años). Francia empezó a conseguir varias posesiones de ultramar en América, África y Asia y parte de Europa, creando su propio Imperio colonial francés. Este es también un periodo de grandes cambios desde un punto de vista cultural, en el que la cultura francesa predomina en toda Europa y contribuye en diversos aspectos artísticos como la literatura (Molière) o el teatro (Pierre Corneille). Además de esto hubo un gran desarrollo de las ciencias y la filosofía (Pierre de Fermat, Blaise Pascal, René Descartes) que hicieron de Francia el centro cultural e intelectual de Europa por varias décadas.51 Gran parte de la Ilustración se produjo en los círculos intelectuales franceses, y los científicos franceses lograron importantes avances e invenciones científicas, como el descubrimiento del oxígeno (1778) y la creación del primer globo aerostático (1783). Exploradores franceses, como Louis Antoine de Bougainville y Jean-François de La Pérouse, participaron en los viajes de exploración científica a través de expediciones marítimas alrededor del mundo. La filosofía de la Ilustración, en la que se defiende la razón como la principal fuente de legitimidad, socavó el poder y el apoyo a la monarquía de los reyes franceses.51