Redes Sociodigitales y Desinformación
Redes Sociodigitales y Desinformación
Redes Sociodigitales y Desinformación
Revisión…
Luego de haber visto la forma en que se construyen las noticias en los medios gráficos tradicionales;
conoceremos algunas de las principales transformaciones que se produjeron en los últimos años, en relación al
acceso de las personas a la información y a las noticias; y cómo eso afecta al fenómeno de la desinformación.
Mientras que durante el siglo pasado, la prensa gráfica (diarios y revistas), la radio y la televisión fueron los
principales medios informativos de la población, la incorporación masiva de Internet y de los medios digitales en la
vida social provocó un profundo cambio en los hábitos de la mayoría de las personas.
En la actualidad, Internet y las redes sociodigitales han pasado a ocupar un lugar predominante en las elecciones
de las personas a la hora de informarse.
Una encuesta, realizada por la consultora Taquion, revela que el 32,8% de las personas argentinas encuestadas
dice informarse a través de redes sociales, seguido por la televisión, los portales de Internet y la radio. Es decir, las
redes sociodigitales se presentan como el principal medio de información para la población argentina.
Por otro lado, este desplazamiento de los medios tradicionales hacia las plataformas digitales a la hora del acceso
a las noticias, se ve acompañado por una disminución del interés general por las noticias en Argentina.
Esta disminución en el interés de las personas en las noticias puede darse por una serie de factores, y dependerán
del contexto de cada país. Sin embargo, el agotamiento ante la desorbitante cantidad de información que circula, y
la poca confiabilidad que despiertan ciertas noticias en las personas, son dos de las razones más comunes.
La investigación titulada “La difusión online de noticias falsas y verdaderas”, publicada por la revista Science,
detecta que las informaciones falsas en Twitter se difunden mucho más lejos, rápido y ampliamente que las noticias
verdaderas, recibiendo un 70% más de “retuits”.
El artículo sostiene, además, que el campo de la política es el que da más lugar a la propagación de la falsedad, y
que aquellos usuarios que difunden noticias falsas por lo general tienen cuentas poco activas, con pocos seguidores y
pocas personas seguidas. Estos datos dan cuenta de que la circulación de noticias falsas en redes sociales puede
darse a gran velocidad y con amplio alcance, generando lo que llamamos “viralización”.
Además de las redes sociales, los canales de mensajería instantánea (como WhatsApp o Telegram) también son
proclives a convertirse en espacios de viralización de noticias falsas. Según un estudio realizado por un grupo de
investigación de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), junto con
Mutual Conexión, el 18,2% de las personas encuestadas reconoce alguna vez haber compartido información por
WhatsApp dudando sobre su veracidad. Por otro lado, el 58,7% aseguró haber detectado falsedad en noticias o
informaciones recibidas por WhatsApp.
Actividad…
1. Pensá y escribí acciones que podemos realizar para erradicar las “fake news” o al menos no “caer en la
trampa” de la desinformación.
2. Elaborá una opinión personal (breve texto, mínimo 15 líneas) acerca del fenómeno de las noticias falsas en
redes sociales. Para ello, utilizarán palabras como: verdad – comunicación – posverdad – verificación –
información – sentido común – miedo – pánico – fake news – datos objetivos - etc. Podés citar algún caso
de actualidad para ejemplificar. Busquen en el diccionario o en Google aquellas palabras que desconozcan.
Elaboren sus textos sin copiar textualmente lo que otros escribieron, pues lo más
importante será su toma de postura frente al tema. Si van a tomar las palabras de otro, deberán
nombrarlos o citarlos.
LENGUAJES MEDIATICOS I Y II
DOCENTE: PABLO RODRIGUEZ
Respuestas:
1. Algunas acciones que podemos realizar para erradicar las fake news o al menos no caer en la trampa de la
desinformación son:
Tener precaución con los títulos: Los titulares llamativos suelen venir de sitios de noticias falsas que buscan
captar nuestra atención y provocar una reacción emocional.
Investigar la fuente: Antes de compartir, se debe verificar el sitio web que publica la noticia. Es decir, si es
oficial, si tiene autor, si tiene contacto, si tiene reputación, si tiene otros contenidos similares, etc. También
se puede consultar otras fuentes confiables que corroboren la información.
Verificar las fechas: A veces se reciclan noticias viejas o se manipulan los contextos para generar confusión o
desinformación. Fijarse en la fecha de publicación y en la actualidad de los hechos que se narran.
Revisar el contenido: Prestar atención al lenguaje, la ortografía, las imágenes y los datos que se presentan
en la noticia. Si hay errores, contradicciones, exageraciones, insultos o faltan pruebas, sospecha. También,
actualmente, se puede usar herramientas de verificación como Google Reverse Image Search o Snopes para
comprobar la autenticidad de las imágenes o los datos.
Educar y denunciar: Si se detecta una fake news, no la compartas ni la comentes. En su lugar, informa a tus
contactos sobre su falsedad y denuncia el contenido ante la plataforma donde lo hayas visto. Así contribuirás
a frenar su difusión y a crear una cultura digital responsable.
2. Las noticias falsas o fake news son un problema grave que afecta a la comunicación, la información y la verdad en
nuestra sociedad. Las redes sociales son el principal canal de difusión de estas noticias, que se aprovechan de la
rapidez, la facilidad y la viralidad que ofrecen estas plataformas. Muchas veces, las fake news buscan generar miedo,
pánico, odio o confusión entre los usuarios, manipulando sus emociones y sus opiniones. También pueden tener
fines políticos, económicos o ideológicos, tratando de influir en las decisiones o las acciones de las personas.
Para evitar caer en la trampa de las fake news, es necesario desarrollar un pensamiento crítico y un sentido común
que nos permita cuestionar lo que leemos y verificar su veracidad. No podemos creer todo lo que vemos en las redes
sociales, sino que debemos contrastar las fuentes, revisar los datos objetivos, consultar los medios de comunicación
serios y confiables y denunciar los contenidos falsos o engañosos. Así podremos defender nuestro derecho a una
información veraz y de calidad, que respete los principios éticos y democráticos de la comunicación.
Un ejemplo de fake news en redes sociales es el que se produjo durante la pandemia del coronavirus. Se difundieron
numerosas noticias falsas sobre el origen, la transmisión, la prevención y el tratamiento del virus, que generaron
alarma, desinformación y desconfianza entre la población. Algunas de estas noticias eran que el virus se había
creado en un laboratorio chino, que se podía curar con remedios caseros o que las vacunas tenían efectos
secundarios graves. Estas noticias pusieron en riesgo la salud pública y dificultaron la gestión de la crisis sanitaria.
Por eso, es importante estar alerta y no dejarse engañar por las fake news.