Primo de Rivera
Primo de Rivera
Primo de Rivera
Las dos primeras décadas del siglo no fueron fáciles. La ocupación del norte de Marruecos
tras la Conferencia de Algeciras se convirtió pronto en un problema. En 1909, una protesta
contra el envío de reservistas a África en el puerto de Barcelona se convirtió pronto en una
insurrección generalizada (la Semana Trágica, 1909). Aún así, el turno se mantenía, pero
cada vez los gobiernos eran más inestables y los líderes más contestados, sobre todo por el
crecimiento de unas capas urbanas menos dóciles y el desarrollo del movimiento obrero.
En 1917, el deterioro del sistema se va a manifestar en una crisis que tendrá una triple
manifestación: militar, con la creación de las Juntas de Defensa; política, con la
convocatoria de la Asamblea de Parlamentarios; y social (se convocó una huelga general
que fracasó pero que tuvo un saldo de varios muertos y centenares de heridos y detenidos).
Durante el periodo 1919-1921, los problemas sociales se recrudecen, sobre todo en
Barcelona. A las huelgas obreras y los atentados anarquistas responden los patronos con la
creación de grupos dedicados a ejercer la violencia contra los líderes sindicales, y el
gobierno con la aplicación de la “ley de fugas”.
Hemos querido, con esta introducción, explicar brevemente las dificultades de todo tipo que
tuvo que afrontar España en las dos primeras décadas del siglo XX, y que explican de
alguna manera las razones profundas de la salida militar que se adoptó en 1923.