El documento analiza las diferentes interpretaciones sobre José Batlle y Ordóñez y el batllismo. Algunas fuentes lo consideran un movimiento reformista gradualista que buscaba lograr una justa distribución social a través de la democracia y sin violencia. Otras fuentes son más críticas y ven al batllismo como responsable de la situación económica difícil que enfrentaba el país décadas después.
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El documento analiza las diferentes interpretaciones sobre José Batlle y Ordóñez y el batllismo. Algunas fuentes lo consideran un movimiento reformista gradualista que buscaba lograr una justa distribución social a través de la democracia y sin violencia. Otras fuentes son más críticas y ven al batllismo como responsable de la situación económica difícil que enfrentaba el país décadas después.
El documento analiza las diferentes interpretaciones sobre José Batlle y Ordóñez y el batllismo. Algunas fuentes lo consideran un movimiento reformista gradualista que buscaba lograr una justa distribución social a través de la democracia y sin violencia. Otras fuentes son más críticas y ven al batllismo como responsable de la situación económica difícil que enfrentaba el país décadas después.
El documento analiza las diferentes interpretaciones sobre José Batlle y Ordóñez y el batllismo. Algunas fuentes lo consideran un movimiento reformista gradualista que buscaba lograr una justa distribución social a través de la democracia y sin violencia. Otras fuentes son más críticas y ven al batllismo como responsable de la situación económica difícil que enfrentaba el país décadas después.
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Las repercusiones del batllismo – Prof.
Estefany Jorcin 6to
“Pensar seriamente en la necesidad de oponerse
“¿Hasta dónde llegan las ideas comunistas del batllismo? ¿Es un partido al avance de las fuerzas proletarias, es el deber socialista? ¿Es un grupo de bolshevikis? Nos parecería útil saberlo porque primordial del momento. Quien sea elemento del ello interesa grandemente a todos. ¡Hasta podrían invocarse razones orden y del trabajo no puede hallar exagerado supremas de tranquilidad social! No vaya a ocurrir con eso de Lenin, esto que decimos. (…) Negar que el capital está Trotsky y Cía., como ocurrió con el colegiado (…). Hay ya gentes que sueñan en peligro y que debe intentarse una acción para con cosas horribles y hasta dormidas tiemblan de miedo ante multitudes contrabalancear los esfuerzos demoledores del enfurecidas que piden el reparto general. Nosotros –queremos que conste- proletariado que intentan subvertir el actual hacemos la pregunta consultando única y exclusivamente al interés régimen social, es entregarse a una acción nacional y la paz de los miedosos, porque personalmente no nos afecta un suicida. Se impone la reacción. Y mucho más en reparto del que oímos hablar sonriendo, pensando con buen juicio que con nuestro país donde la protección al obrero viene algo que tenemos, y con algo que nos toque, viviremos felices y francamente de las esferas oficiales y de ellas contentos.” emanan también las leyes que castigan al La Mañana, Montevideo, 106 de abril de 1919, pág. 1 capital.” “La Defensa Comercial”, Montevideo, 6 de abril de 1919, pág. 1 (“Las exigencias obreras”
Analicen: Motivos de crítica, sectores de donde provienen
“Éramos una familia ordenada y discreta. Montaban guardia en al puerta las
viejas costumbres criollas, que son honra y prez del tronco español. Vivíamos dichosos de nuestra austera medianía. El patrón era el mejor amigo de los obreros. El cariño al trabajo los unía. Los hijos del antiguo peón crecían junto a los hijos del estanciero, diciéndose de “tú”; y así sería por siempre en todas las escalas de la vida. Los pobres eran menos pobres que hoy, aunque había menos apariencia. Algunas interpretaciones sobre José Batlle Creíamos en el orden y en la feliz abundancia, sin sobresaltos en el corazón y y Ordóñez – Historiografía sin fiebres en el cuerpo. Pero vinieron los reformadores y, después de reírse mucho de aquella “(…) el batllismo es considerado por los espíritus tolerantes, composturacomo una , según ellos, signo de atraso y de imbecibilidad, patriarcal taza de café estimulante o tónico, siempre que se leempezaron ponga azúcar. De loy deshacer. La emprendieron con el patrimonio sagrado; a hacer z y por contrario, resulta inaceptable. El edulcorante que lopusieron hace pasable, y portodos los grandes recuerdos; despilfarraron el bendito a la venta smo es nuestra parte diremos hasta excelente, es el riverismo haber; y entraron demás fuerzas a hacha en las costumbres; rompieron con sus extravagancias, die sea equilibrantes.” la organización social; pusieron bandera de remate en el viejo mobiliario, por n algo, CAVIGLIA, L., Estudios sobre la realidad nacional, 1926, usado t III, Montevideo, y por viejo; en una palabra, entraron a “redimirnos”. de diez Urta y Curbelo, Después1952, pág. años de veinte 23 de locura, ahí esta a la vista el fruto de esa temeridad. al fin y ilibrio? Nunca ha conocido el país una situación económica más grave que la actual. comen Nunca fue más precaria nuestra condición. Nunca pareció más oscuro el día s que siguiente. Rompieron el pasado, amargaron el presente, hipotecaron el lo han porvenir…¿para eso? (…) erente Ruinas morales, ruinas políticas, ruinas económicas. En tanto, avanza el ntes de invierno y sopla el frío de afuera para adentro y de adentro para afuera (…) ¡los aron la reformadores! o y del Fragmento de un artículo de Luis A. de Herrera: “Cómo nos arruinaron. Veinte iguales años después”, en La Democracia, Montevideo, 13 de agosto de 1921 ez, en I- La mirada apologética anciero -Roberto Guidice y Efraín González Conzi “Batlle y el batllismo” Ed. Medina, 2ª Edición. Montevideo, 1959, oliza el égimen págs.402-403 ue una pital, y “El batllismo, después de señalar la existencia de una graduación infinita de posiciones económicas entre la me en burguesía y el proletariado, apoya su acción más en el sentido de moral de los hombres que en su posición eón la enderá patrón. ahorro azador económica. Y no hace _ni podría hacer_ un llamado excluyente a determinada clase social: convoca a los hombres que amen la libertad y la justicia _hállense dónde se hallen_ para establecer un régimen de justa distribución social. Así integrado, el batllismo utiliza la democracia como medio de acción. ‘Los procedimientos revolucionarios están buenos para los gobiernos absolutos que niegan toda libertad. En las repúblicas, el obrero tiene el voto que es la fuerza que fácilmente puede realizar sin una gota de sangre y sin una lágrima, las más justas aspiraciones del proletariado…’ El batllismo es, pues, una tendencia netamente reformista: una primera reforma prepara la segunda, y ésta a su vez una tercera, y cada una apoyándose en la anterior y derivando de ella; no brusco o repentino cambio, sino gradual transición. De esta manera, todo se alcanza sin perturbar el equilibrio social, paulatinamente, es un movimiento progresivo rítmico. Las conquistas se irán sucediendo, una tras otra, hasta la última. Sin violencia ni sacudidas. Armoniosamente. El batllismo persigue como solución final el desplazamiento hacia la sociedad de los medios de riqueza. Este desplazamiento de manos de particulares a manos de la colectividad, se hará gradualmente. Se hará respetando la libertad del trabajo y el derecho de propiedad privada producto del trabajo… Y así el batllismo alanzará la finalidad última. Habrá establecido entonces totalmente la libertad del trabajo, que no existe hoy en los servicios que no pueden presentarse sin autorizaciones especiales (aguas, electricidad, ferrocarriles, tranvías, telégrafos, teléfonos); y que no existe tampoco en los otros servicios cuando han sido monopolizados por particulares. Y que no existe desde muchos puntos de vista para el asalariado, cuando impera el régimen patronal. Y habrá respetado la propiedad privada producto del derecho y la justicia. Cuando todas las industrias y demás agentes de producción hayan sido monopolizadas por el Estado, habrá el momento de atribuir científicamente a cada uno lo que le corresponde. Las dificultades de hallar la fórmula absolutamente justa son enormes. El batllismo, estudiando la realidad de ese momento histórico, establecerá la fórmula de acurdo con la nueva realidad.”
II- La mirada marxista
-Julio Luis “Batlle y Ordóñez: Apogeo y muerte de la democracia burguesa”. Natura Libros, Montevideo, 1969, págs. 183-186 y 189-190.
“Carácter radical, progresista y zigzagueante del batllismo.
El batllismo mantiene el carácter burgués del Estado ampliando su estructura democrático-burguesa y la apropiación privada de los medios de producción y de cambio… El punto principal del batllismo ideológicamente consiste en valorar la democracia y la ley, como factores supremos, estables y condicionantes de los demás… La burguesía industrial inteligentemente dirigida por Batlle y Ordoñez propagandea, posibilitada por la situación económica, la democracia, consistente de que es la forma más sutil de enfrentar la política revolucionaria del proletariado. Un proletariado, por otra parte, sumamente débil social, política e ideológicamente. Favorecida por estas circunstancias, la burguesía permite que dentro del batllismo se hable de conquistar una auténtica libertad y justicia a través de la colectivización, se manifiestan propósitos antiimperialista y hasta socializantes… Tan liberal es que por boca de ese batllista [Domingo Arena], se denuncia duramente a la sociedad capitalista ‘esta sociedad capitalista, para poder seguir marchando como marcha, para poder seguir utilizando como utiliza al pobre rebaño humano , necesita forzadamente mantenerlo es un estado de abyección, de embrutecimiento, de abandono en que vive hoy’. Pero en el fondo, la burguesía industrial se siente expresada y segura por el batllismo, a pesar de los pujos radicales de la pequeña burguesía, expresado sobre todo a través de Arena. Y eso en la medida que el batllismo descarga todos sus dados contra la lucha de clases, verdadero motor de donde el proletariado extrae en la práctica su ideología revolucionaria, socialista y comunista. Ataca, primero sutilmente, la lucha de clases, propagandeando la conciliación; y siempre, muchas veces ya no sutilmente, blandiendo el garrote o la pluma contra las ideas revolucionarias. De esta forma, hábilmente, el batllismo actúa como antídoto contra la revolución proletaria… Su progresismo de los años de apogeo económico poco a poco se va apagando, a medida que la burguesía industrial retrocede y, junto a él, en primera fila, retrocede el partido en su conjunto… Batlle y Ordoñez es imagen y reflejo de una época, de un país: de un Uruguay que quiso y no pudo ser.”
III- Una mirada de carácter económico
-Henry Finch “Historia económica del Uruguay contemporáneo”. E.B.O. Montevideo, 1980, pág. 16-21. “En la historiografía uruguaya ha existido una tendencia a considerar las dos presidencias de José Batlle y Ordoñez (1903-1907 y 1911-1915) y la sostenida influencia que ejerció hasta su muerte en 1929, como un cambio radical en la vida del país. En realidad, no pueden existir dudas acerca de la importancia de esos años decisivos para la posterior evolución del Uruguay. El último conflicto armado entre blancos y colorados terminó en 1904, a partir de entonces, se consolidaron las formas democráticas de gobierno y los partidos políticos adquirieron definitivamente carácter civil… El valor de las exportaciones se duplicó entre 1900 y el estallido de la primera guerra mundial a raíz de la iniciación del comercio de carnes congeladas. La actividad industrial aumentó y se realizaron importantes mejoras en la infraestructura, tanto a nivel urbano como nacional. La sola enumeración de estos cambios llevaría a pensar que… sería más acertado decir que Batlle fue la creación de su tiempo que sostener… que fue el creador de los mismos. En realidad, los logros de Batlle pueden ser considerados como respuestas a dos procesos que eran ya evidentes a fines de siglo pasado: la inestabilidad social del sector ganadero y el rápido crecimiento de la economía urbana. El fenómeno batllista significó una transacción _de carácter liberal, humanitario, muy de clase media_ entre las tensiones sociales y políticas resultantes de estos procesos encontrados… la intención subyacente del batllismo era de esencia conservadora; se trataba de extender las funciones del Estado a los efectos de asegurar el equilibrio de fuerzas entre las distintas clases sociales y realzar el papel del sistema político (…) La conducta financiera del gobierno de Batlle fue _a pesar de los costos de la guerra_ inobjetable. Más importante aún fue la concluyente demostración de que el poder de una autoridad central resultaba_ largo plazo _ una garantía mucho más efectiva de la paz y de la estabilidad interna que cualquier acuerdo interpartidario…La época de los acuerdos, de las tradicionales formas de coparticipación a través de las cuales los partidos habían mantenido una paz inestable desde 1872, había llegado a su fin. Los propietarios rurales tuvieron claro, a partir de 1904, que el Partido Colorado no planeaba atacar el principio de la propiedad privada de la tierra ni rescatar tierras fiscales que los propietarios habían ocupado… Un pacto implícito se estableció entonces entre ambos sectores. Sin embargo, la paradoja de la vulnerabilidad política de clase alta rural _ el hecho de que un grupo económicamente dominante no pudiese controlar el sistema político _ fue reconocida en 1916 cuando los propietarios rurales se unieron para formar la Federación Rural como un grupo de presión que actuase en el seno de ambos partidos tradicionales en defensa de los intereses del campo. A pesar de todas las ideas peligrosas que se proclamaban en Montevideo, los intereses rurales tenían poco que temer. La política económica de Batlle no logró ningún cambio importante en la estructura económica del país. Se concedieron beneficios impositivos a las nuevas empresas industriales que se sumaron a la protección arancelaria ya existente. Pero al falta de una política fiscal progresista, el mercado se mantuvo sin desarrollarse y tuvo que ser el socialista Emilio Frugoni quien señalase el carácter regresivo del proteccionismo aplicado a los artículos de primera necesidad. El crecimiento del sector público _otro rasgo del batllismo_ lejos de perjudicarlo, favoreció indudablemente al capital nacional. El monopolio por parte del Estado en algunos tipos de seguros se realizó a expensas de empresas extranjeras, no de las uruguayas. Por otra parte, la hostilidad de Batlle hacia el capital extranjero, si bien era sincera, distaba mucho de ser una actitud de enfrentamiento a la intromisión imperial… Las organizaciones obreras se fortalecieron a partir de 1895 y el descontento laboral se intensificó durante la década de rápido crecimiento que precedió a la Primera Guerra Mundial provocando alarma entre los sectores empresarios más poderosos. Los partidos políticos tradicionales… se sintieron igualmente amenazados por la militancia de los obreros. La respuesta de Batlle fue elevar al Estado _ y con al sistema político_... Posteriores actos legislativos fueron anticipando los reclamos laborales y, de esa manera, los viejos partidos políticos se fortalecieron a expensas del movimiento sindical… Mientras los clubes políticos cumplían el papel de agentes para la integración de los inmigrantes montevideanos… la legislación era el precio que debían pagar los pequeños industriales en ascenso por la estabilidad política y social. La ideología batllista fue, fundamentalmente una ideología de clase media. Aunque ningún sector social fue excluido de la alianza batllista, los mejores representados fueron el de la pequeña industria y el de los empleados públicos y privados…”