Regis Jolivet Curso de Filosofia
Regis Jolivet Curso de Filosofia
Regis Jolivet Curso de Filosofia
CURSO
DE
F I LOSOF I A
TERCERA EDICIÓN
A d o t
BUENOS AIRES
L Ó G I C A F O R M A L
LA APREHENSIÓN Y EL TÉRMINO
A r t . I. D E F IN IC IO N E S
3. El término e s la e xp r e si ó n v e r b al d e la id e a. — Desde' el
punto de vista lógico, debemos distinguir el término de la
palabra. E l término puede, en efecto, comprender varias pala
bras (por ejemplo, el buen Dios, algunos hombres, una acción
brillante), que no obstante sólo forman una idea lógica.
A r t . II. C O M P R E H E N S IÓ N Y E X T E N S IÓ N
H Podemos considerar una idea y por consiguiente un tér
mino. desde el punto de vista de la comprehensión y desde el
punto de vista de la extensión. Esta distinción es de capital
importancia para toda la lógica formal.
2. La extensión es el c o n j un t o d e s u j e t o s a l o s c u al e s c o n
vi e n e la id e a. Así, la idea de hombre conviene a los canadien-
24 LOGICA PORMAL LA APREHENSIO N Y EL TE R M IN O 25
ses. a los vascos, a los blancos, a los negros, a Pedro, a C ar de ser (lo que es) es simple: la idea de hombre (animal ra
los, Eduardo, etc. cional) es compuesta.
b) E n c n a n t o a la e x t e n si ó n , hay qtte distinguir:
3. Relación de la comprehensión y de la extensión. L a id e a si n g u la r : es aquella que no se puede aplicar sino a
a) La c o m p r e h e n si ó n d e a n a id e a e s t á e n r e la c i ó n i n v e r sa un individuo: Carlos, este árbol, este libro.
d e s u e x t e n si ó n . La idea de ser, que es la menos rica de todas, La id e a pa r t i c u la r : es aquella que se aplica de manera inde
es por lo mismo la más universal: la idea de hombre, que terminada sólo a una parte de una especie o de una clase
encierra mayor número de elementos, no se aplica sino a una determinada: alg un o s pa t o s.
parte de los seres; la idea de vasco, que añade a la idea de L a id e a un iv e r sal : e s aquella que conviene a todos los indi
hombre nuevos elementos, es todavfa más restringida; y en viduos de un género o de una especie dada: el hombre, el
fin, la Idea de tal individuo. Carlos, Eduardo, cuya compre círculo, la mesa. etc.
hensión es la más rica, es por lo mismo la más limitada en La idea singular equivale n una idea universal, porque si
cuanto a la extensión. bien está limitada a un solo individuo, agota toda su extensión.
b ) E l g é n e r o y la e sp e c i e . También es posible ordenar las
ideas, y por consiguiente los seres por ellas representados, se 3. Punto de vista de sus relaciones m utuas.— Las ideas
gún una jerarquía fundada en su extensión. La idea superior pueden ser entre si:
en extensión se llama g é n e r o con relación a la idea inferior, a) C o n t r adi c t o r ias, cuando la una excluye a la otra, sin
y ésta se dice e sp e c i e con relación a la primera. En princi que haya término medio posible entre ambas. Por ejemplo:
pio, se llama g é n e r o a toda idea que contiene debajo de si ser y no ser: estar en la luna y no estar en la luna; avaro y
otras Ideas generales (animal con relación a hombre, pájaro» no avaro.
per, etc.), y e sp e c i e a toda idea que no contiene sino indi b ) C o n t r a r ias, cuando expresan las notas más opuestas en
viduos. un género dado, de tal modo que exista un término medio
entre ellas: blanco y negro: avaro y pródigo: estar en Pam
A r t . II!. C L A SIF IC A C IÓ N D E LAS ID E A S plona y es*ar en Bilbao.
Y D E L O S T É R M IN O S
A r t . IV . R EG LA F O R M A L D E LA S ID E A S
12 Para clasificar las ideas puédense 'tomar distintos puntos
de vista. Y DE L O S T É R M IN O S
3. Aplicaciones.
a ) L a un iv e r sal a f i r m a t iva (A ) se convierte en una pa r t i
c u la r a f i r m a t iva. Asi en la proposición: "Todo hombre es
mortal", h o m b r e es universal, y m o r t al es particular (17).
Tendremos, pues, que "algún mortal es hombre".
CAPITULO II!
Esta proposición, al no convertirse simplemente, no es r e c i
p r o c a. Hay que hace excepción, cuando la un iv e r sal a f i r
EL RACIOCINIO Y EL ARGUMENTO
ma t iva es una d e f i n i c i ó n . En tal caso, se convierte simple-
mente: "E l hombre es un animal racional", "el animal radO'
nal es el hombre".
b ) L a un iv e r sal n e ga t iva (E ) se c o n vi e r t e sim pl e m e n t e .
porque los dos términos tómanse en ella universalmente ( 17) ; A r t. i. d e f i n ic io n e s
"Ningún hombre es espíritu puro", "ningún espíritu puro
es hombre". Esta proposición es, pues, r e c ip r o c a. 20 1. El raciocinio cu general es la o p e r a c i ó n p o r la q u e
c) L a pa r t i c u la r a f i r m a t iva ( I ) se convierte también sim e t e spí r it u , d e d o s o más r e la c i o n e s c o n o c idas, c o n c l u y e a o t r a
pl e m e n t e . es decir que es r e c ip r o c a, porque los dos términos r e la c i ó n q u e d e e f las se d e r iva l ó gi c am e n t e . Como por otra
son tomados en ella particularmente: "Algún hombre es sa parte las relaciones son expresadas por los juicios, el racio
bio", "algún sabio es hombre". cinio puede también ser definido como la operación que con
d) L a pa r t i c u la r n e ga t iva (O ) n o p u e d e s e r c o n v e r t ida or siste en deducir de dos o más juicios otro juicio contenido
dinariamente. Sea la proposición: "Algún hombre no e9 mé lógicamente en los primeros.
dico"; no es posible hacer del sujeto h o m b r e un atributo, por El raciocinio es. pues, un pasaje de lo conocido a lo des
que entonces tendría una extensión universal en la proposi conocido.
ción negativa: "Algún médico no es hombre."
Pero se puede convertir esta proposición por c o n t r ap o si 2. El argumento es la e xp r e si ó n v e r b al del raciocinio.
c i ó n , es decir, añadiendo la partícula negativa a los términos
convertidos: "Algún hombre no es médico”, "algún médico no 3. El lógico encadenamiento de las proposiciones que com
es no hombre"; es decir: "Algún no médico es hombre." ponen el argumento se llama la f o r m a o c o n s e c u e n c ia del ar
gumento.
Las mismas p r o p o si c i o n e s forman la ma t e r ia del argumento.
La proposición a la que conduce el argumento se llama
c o n c l u si ó n o c o n sig u i e n t e ; y las proposiciones de las que se
deduce la conclusión llámanse colectivamente el antecedente:
El hombre es mortal. Es así que Pedro es hombre (a n t e
c e d e n t e ).
Luego Pedro es mortal ( c o n c l u si ó n ).
(
Consiguiente bueno.
Pedro es hombre. 22 1 • Naturaleza del silogismo. — E l silogismo es un a r g u
Consecuencia mala.
Luego Pedro es falible. m e n t o p o r e l c u al, d e un a n t e c e d e n t e q u e un e d o s t é r mi n o s
5. La inferencia. — El término i n f e r e n c ia es tomado a me a un t e r c e r o , s e d e d u c e un c o n sig u i e n t e q u e un e e s t o s d o s t é r
nudo como sinónimo de r az o n am i e n t o . En realidad, posee mi n o s e n t r e si.
un sentido muy general y se aplica no solamente a cualquier a ) C o m p o si c i ó n d e l sil o gism o . Todo silogismo regular se
razonamiento (deducción, inducción), sino también, aunque compone, pues, de t r e s p r o p o si c i o n e s, en las cuales t r e s t é r
menos propiamente, a las diferentes operaciones de conver mi n o s son comparados dos a dos. Estos términos son:
sión (19). En este último caso, empléase el término de i n f e E l t é r m i n o m ay o r ( T ) , asi llamado por ser el que tiene
r e n c ia i n m e dia t a. mayor extensión.
E l t é r mi n o m e n o r ( t ) , asi llamado porque es el que tiene
menor extensión.
A r t . II. D IV ISIÓ N El t é r m i n o m e di o ( M ) , asi llamado por ser e l i n t e r m e -
' dia r i o entre el mayor y el menor.
21 Consistiendo el razonamiento en servirse de lo conocido Las dos primeras proposiciones que componen colectiva
para encontrar lo que se ignora, puédense presentar dos ca mente el antecedente se llaman p r e m isas, y la tercera c o n
sos, según que lo que ya se conoce sea una v e r d ad un iv e r sal c l u si ó n . La premisa que contiene el término mayor se llama
(razonamiento deductivo) o bien uno o varios c as o s si n g u m ay o r . La que contiene el término menor se llama m e n o r .
la r e s (razonamiento inductivo). b ) F o r m a d e l sil o gism o . Para comprender la naturaleza
del silogismo, tal como lo hemos definido, supongamos que
1. El razonamiento deductivo. — E l razonamiento deduc buscamos la relación que existe entre la caridad y la amabi
tivo es un m o vimi e n t o d e l p e n sam i e n t o q u e va d e un a v e r lidad, a fin de establecer esta relación, no empíricamente,
dad un iv e r sal a o t r a v e r d ad m e n o s un iv e r sal (o singular). sino lógicamente, es decir, s o b r e p r i n c ipi o s necesarios. Para
Por ejemplo: conocer esta relación y su razón de ser, vamos a comparar
Todo lo que es espiritual es incorruptible. sucesivamente la caridad con la virtud y la amabilidad con
Es asi que el alma humana es espiritual. la misma virtud, pues sabemos que la caridad es una virtud
Luego el alma humana es incorruptible. y que la virtud es amable. De esta comparación podemos
concluir que la caridad, por ser una virtud, es necesariamente
“ E l alm a h u ma n a es incorruptible", es una verdad menos amable. E s decir que de la identidad (lógica) de la amabili
general que la que enuncia que “ t o d o l o e spi r i t u al es inco dad y de la caridad con la virtud, deducimos la identidad de
rruptible. la amabilidad y de la caridad. La idea de virtud nos ha ser
La expresión principal de este razonamiento es el sil o vido, pues, de término medio. De ahí el siguiente silogismo:
gism o . ,
M T
2 . El razonamiento inductivo. — E l razonamiento induc La virtud es amable.
tivo es un m o vimi e n t o del p e n sam i e n t o q u e va d e un a o va t M
r ias v e r dad e s si n g u la r e s a un a v e r dad un iv e r sal. Su forma E s asi que la caridad es una virtud,
general es la siguiente:
t T
E l calor dilata el hierro, el cobre, el bronce y el acero.
Luego la caridad es amable.
Luego el calor dilata todos los metales.
36 LOGICA F O R M AL
E I . R ACIO CIN IO Y F.L A R GU M EN TO »7
De la forma del silogismo, según se desprende de lo que c a d o s) diferentes, lo que equivale a introducir un cuarto
acabamos de decir, podemos inmediatamente deducir que e l término en el silogismo. En el ejemplo siguiente:
t é r mi n o m e di o se d e b e e n c o n t r a r e n las d o s p r e m isas, en rela
ción. en la una (la mayor), con el término mayor, en la otra El p e rr o ladra.
(en la menor), con el término menor; y que nun c a s e ha d e Es asi que el p e rr o es una constelación.
e n c o n t r a r e n la c o n c l u si ó n . Luego una constelación ladra.
E l término medio p e rr o tómase en un sentido en la mayor
23 2. Principios del silogismo. — Estos principios derivan de y en otro en la menor. Hay pues cuatro términos.
la naturaleza del silogismo. El primero está tomado desde el b ) Pécase también contra esta regla tomando dos veces
punto de vista de la comprensión, es decir de la considera el término medio pa r t i c u la r m e n t e :
ción del contenido de las ideas incluidas en el silogismo. El
Algunos h o m b r e s son santos.
segundo, desde el punto de vista de la extensión, es decir, de
Es asi que los criminales son h o m b r e s.
la consideración de las clases o de los individuos a que se Luego los criminales son santos.
aplican las ideas presentes en el silogismo. Estos dos pun
tos de vista son correlativos (10). Siendo el término medio h o m b r e s particular en las dos pre
a) P r i n c ipi o d e la c o m p r e h e n si ó n . Dos cosas idénticas a misas, en una se lo toma en una parte de su extensión, y en
una tercera son idénticas entre sí. la otra en otra parte de esa misma extensión. Lo cual da
Dos cosas, una de las cuales es idéntica y la otra no es cuatro términos.
idéntica a una tercera, no son idénticas entre s!. c) Pécase. en fin. contra la misma regla dando al término
b) P r i n c ipi o d e la e x t e n si ó n . Todo lo que universalmente menor o al término mayor, una extensión mayor en la con
se afirma de un sujeto es afirmado en todo lo que está con clusión que en las premisas. Sea el silogismo:
tenido en este sujeto. Si se afirma universalmente que la Los Etiopes son negros.
virtud es amable, afirmase por lo mismo que cada una de las E s asi que todos los Etiopes son h o m b r e s.
virtudes es amable. Luego todos los h o m b r e s son negros.
Todo lo que se niega universalmente de un sujeto es ne
gado de todo lo que está contenido bajo ese sujeto. Si se Este silogismo tiene cuatro términos, porque se toma h o m
niega universalmente que el hombre es inmortal, niégase b r e particularmente en la menor, y universalmente en la
Igualmente de cada uno de los hombres. conclusión (17) . Para que el silogismo fuera correcto, debe
rta concluir:
“Luego alg un o s h o m b r e s son negros."
2. R egl as del srLOGisMo
2. Segunda regla. — De d o s p r e m isas n e ga t ivas, n ada s e
34 Las reglas del silogismo no son otra cosa que apli c a c i o n e s p u e d e c o n c l u i r . Si, en efecto, ni el término menor, ni el tér
de los principios que acabamos de enunciar. mino mayor son idénticos al medio, no hay relación entre
Los lógicos enumeran o c h o r e glas del silogismo, cuatro de ellos, y ninguna conclusión es posible. Por eso nada se sigue
las cuales conciernen a los términos y otras cuatro a las de las siguientes premisas:
proposiciones. Mas estas ocho reglas pueden reducirse a t r e s
p r i n c ipal e s, a saber: El hombre no es un espíritu puro.
Es así que un espíritu puro no es mortal.
I .liego...
1. Regla primera. — E l sil o gism o n o ha d e t e n e r si n o t r e s
té r min o s. 3. Torcera regla. — D e d o s p r e m isas pa r t i c u la r e s n ada
a) Muy a menudo se peca contra esta regla dando al tér s e p u e d e c o n c l u i r . En efecto, en ese caso son posible tres
mino medio d o s e x t e n si o n e s (y por consiguiente d o s sig n i f i- hipótesis:
EL R A CIO CIN IO Y EL AR GUM EN TO 39
38 LOG ICA F O R M AL
4. Cuarta figura. — E l t é r mi n o m e di o e s p r e d i c ad o e n la
a) Las dos premisas son afirmativas. E l término medio m ay o r y s u j e t o e n la m e n o r :
es en tal caso tomando dos veces particularmente (ya que en Pedro ( T ) es h o m b r e ( M ) .
las particulares afirmativas, el sujeto y el predicado son E s asi que todo h o m b r e (M ) es mortal ( t ) .
particulares), y el silogismo tiene cuatro términos. Luego algún mortal (t) es Pedro ( T ) .
b ) Las dos premisas son negativas. Pécase entonces con En realidad esta figura (llamada f ig u r a g al é n i c a) no es
tra la scguuda regla.
una figura distinta. No es sino una f o r m a i n di r e c t a de la
c) Una premisa es afirmativa y la otra negativa. E l tér
primera figura.
mino medio debe ser en tal caso atributo de la qegativa que
es el único término universal de las premisas (17). M as
como la conclusión será particular negativa (*), el término 4. M odos del s i l o g is m o
5. E s p e c i e s d e s i l o g is m o b) R e d u cc i ó n d e l si t o gism o c o n j un t iv o :
Si Pedro pasea, no lee.
27 Distínguese dos clases de silogismos: el silogismo c a t e g ó Es as! que pasea,
r i c o y el silogismo hip o t é t i c o . Luego no lee.
A. Definiciones. 3. Reglas. — Son cuatro.
a) A f i r m a r ta c o n di c i ó n e s a f i r m a r e l c o n di c i o n ad o : Si
1. B silogismo categórico es aquel c u ija mayor a f i r m a o Pedro trabaja, existe. E s asi que trabaja. Luego existe.
n i e ga p u r a y simple m e n t e . De él hemos tratado hasta ahora. b) A f i r m a r e l c o n di c i o n ad o n o e s a f i r m a r ta c o n di c i ó n : Si
Pedro trabaja, existe. Es asi que existe. Luego trabaja. (C on
2. B silogismo hipotético plantea en la m ay o r una al t e r clusión ilegitima, pues puede existir sin trabajar.)
n a t iva, y en ta m e n o r a f i r m a o n i e ga un a d e las pa r t e s d e c) N e g a r e l c o n di c i o n ad o e s n e ga r la c o n di c i ó n : Si Pedro
la al t e r n a t iva. trabaja, existe. Es asi que no existe. Luego no trabaja.
d) N e g a r la c o n di c i ó n n o e s n e ga r e l c o n di c i o n ad o : Si Pe
B. B silogismo hipotético. dro trabaja, existe. Es asi que no trabaja. Luego no existe.
1. División. T r e s s o n las e sp e c i e s de silogismo hipotético: (Conclusión ilegitima, pues puede existir sin trabajar.)
a) E l sil o gism o c o n di c i o n al : aquel cuya m ay o r es una pro 6. Los SILOGISMOS INCOMPLETOS Y COMPUESTOS
posición c o n di c i o n al :
Los más corrientes son el e n t im e ma, el s o r i t e s y el di t e ma.
Si Pedro trabaja, aprobará.
E s así que trabaja, 1. B entimema. — E s un silogismo en que se sobrentien
Luego aprobará. de una de las premisas:
Todo cuerpo es material.
b ) Sil o gism o disy un t iv o : aquel cuya m ay o r es una propo Luego el alma no es un cuerpo.
sición disy un t iva : Este argumento da por supuesta la menor siguiente: E s
O Pedro trabaja o es perezoso. asi que el alma no es material.
E s as! que trabaja, 2. B Borites. — E s un a s e r i e d e p r o p o si c i o n e s e n c ad e n a
Luego no es perezoso. d a s d e m o d o q u e e l a t r i b u t o d e la p r im e r a s e a s u j e t o d e ta
s e g un da, el atributo de la segunda sujeto de la tercera, hasta
c) E l si t o gism o c o n j un t iv o : aquel cuya m ay o r es una pro la última proposición en la que van juntos el primer sujeto y
posición c o n j un t iva : el último atributo:
Pedro no lee y pasea al mismo tiempo. Pedro es un niño bueno.
E s asi que pasea, El niño bueno es amado de todos.
Luego no lee. Quien es amado de todos es feliz.
Luego Pedro es feliz.
2. Reducción. — E l silogismo disyuntivo y el silogismo 3. B dilema. — E s un argumento en el que se pone al
conjuntivo se reducen a sil o gism o s c o n di c i o n al e s : adversario ante una al t e r n a t iva, c u yas d o s pa r t e s conducen
a) R e d u cc i ó n d e l sil o gism o disy un t iv o : a la misma c o n c l u si ó n :
Estabas en tu puesto o no estabas.
Si Pedro es trabajador, no es perezoso. Si estabas, has faltado a tu deber.
Es asi que es trabajador, Si no estabas, es que has hufdo cobardemente.
Luego no es perezoso. Luego en ambos c,asos mereces el castigo.
42 LOGICA F O R M AL EL R A C IO C IN IO Y EL AR GUM EN TO 43
sarfo que el Hombre exista (pues Dios lo creó libremente): El metal conduce la electricidad.
pero si e xis t e , e l h o m b r e e s n e c e sa r iam e n t e un a n im al r a c i o - Deducción Es asi que el hierro es un metal.
n al. Del mismo modo, no es necesario que el circulo exista; Luego el hierro conduce la electricidad.
pero si ejcfste, e s n e c e sa r i o q u e s e a r e d o n d o . Por consiguiente,
El hierro, el cobre, el z i n c. . . conducen la elec
que el hombre sea un ser Inteligente o que el circulo sea re
Inducción tricidad.
dondo. esto no es una simple comprobación empírica que no
tuviera otro valor que el haberse observado que cada hombre E s asi que el hierro, el cobre, el zinc son metales.
Luego el metal conduce la electricidad.
individual es un ser Inteligente, y cada circulo es redondo,
sino que se trata de v e r dad e s n e c e sa r ias, e n r az ó n d e l o q u e
s o n , p o r s u misma e s e n c ia, la n a t u r al e za h u ma n a y e l c i r c u l o . 2. Principio de la inducción. — Puédese enunciar asi: L o
Asi se comprende que e l sil o gism o , p o r f u n da r s e e n la e s e n q u e e s v e r dad o f a ls o d e m u c h o s individuos suficientemente
c ia, es decir, en lo necesario, d a a u t é n t i c am e n t e un a e x p li c a enunmerados de una especie dada, o d e m u c has pa r t e s sufi
c i ó n o un a r az ó n d e s e r , y no un simple hecho. cientemente enumeradas de un todo dado, e s v e r dad o e s
f a ls o d e e s t a e sp e c i e y d e e s t e t o d o .
b ) E l sil o gism o s e r e f i e r e a l o un iv e r sal. En efecto, l o q u e
e s n e c e sa r i o e s. p o r e l mism o h e c h o , un iv e r sal. Esto se hq de E l p r o c e dim i e n t o del razonamiento inductivo, tal como lo
entender desde el doble punto de vista de la comprehensión practican las ciencias experimentales, será estudiado en la
lógica material.
y de la extensión. Porque toda naturaleza encierra siempre
en si los atributos que le convienen esencialmente, y forman En cuanto a la cuestión del fundamento de la inducción o
el campo de lo necesario. (Dondequiera que exista la natu d e l val o r del razonamiento inductivo, la volveremos a encon
raleza humana, hay animalidad y racionalidad.) De la mis trar en la Lógica mayor (inducción científica) y en la Psi
cología (abstracción).
ma manera, todo lo que se dice de un universal convendrá
necesariamente a todos los sujetos singulares de los que se
dice este universal. (Todo lo que se dice del hombre, como
tal. conviene a todos los hombres, tomados individualmente.)
A r t . IV . LA IN D U C C IÓ N
29 L Nociones generales.
a) D e f i n i c i ó n . La inducción es un r az o n am i e n t o p o r e l
q u e e l e spí r it u , d e da t o s si n g u la r e s s u f i c i e n t e s, i n f i e r e un a
v e r dad un iv e r sal :
El hierro, el cobre y el zinc, conducen la electricidad.
E s as! que el hierro, el cobre y el zinc son metales.
Luego el metal conduce la electricidad.
b ) N a t u r al e za d e la in d u cc i ó n . La definición que precede
permítenos comprender que la i n d u cc i ó n d i f i e r e e s e n c ialm e n t e
d e la d e d u cc i ó n . En efecto, en el razonamiento deductivo. la
conclusión está contenida en las premisas como ln parte en
el todo, mientras que en el razonamiento inductivo, la con
clusión está en las premisas en la relación del todo a las par
tes. Lo que es fácil de ver comparando los ejemplos siguientes:
SEG U N D A PA RTE
LA V I D A I N T E L E C T U A L
I
!
CAPITULO I
EL CONOCIMIENTO INTELECTUAL
A r t . I. LA A T E N C IÓ N
1. N a t u r a l e z a d e l a a t e n c ió n
2. F o r m a s d e a t e n c ió n
Juntaría, metódica y continua, prestada a los principios del una especie dada) es un acto de pensamiento. Lo mismo se
deber y a las altas ideas morales, es posible llegar a crear en ha de decir de! j u i c i o que enuncia que la suma de los ángulos
si mismo una s e n si b ilidad dis c ipli n ada y r e c t a, de manera que de un triángulo es igual a dos rectos, igual que del r az o n a
la préctica del bien venga a ser fácil y agradable. mi e n t o por el que se establece esta aserción. Del mismo modo
también determinar la causa de un fenómeno, es formular
A r t . II. E L P E N S A M IE N T O E N G E N E R A L una r e la c i ó n que sólo es accesible a la inteligencia.
Podríase decir, de una manera más general, que p e n sa r e s
1 . N o cio n es g e n e r a l es c o m p r e n d e r , es decir comprender las cosas, ya en sí mismas,
137 1. Im agen e idea. — Cuando analizamos los conocimientos ya en sus razones de ser.
que hemos adquirido, no podemos menos de distinguir d o s
categorías bien dis t i n t as. U n as s e r e f i e r e n a las r e alidad e s 2. Idea, juicio, raciocinio. — Por ahí se ve que el pensa
c o n c r e t as y si n g u la r e s, que tienen una definida posición en miento comprende tres operaciones distintas:
el espacio y en el tiempo, por ejemplo esta mesa donde escribo, a) L a c o n c e p c i ó n d e las id e as, que consiste en captar l o
esta casa que habito, el sentimiento que experimento en este q u e e s la c o sa (el triángulo como figura que tiene tres lados).
instante. Las o t r as, en cambio, s o n g e n e r al e s y ap li c a b l e s a S e la expresa en la idea o concepto, que expresa una e s e n c ia
un nú m e r o i n d e f i n id o d e o b j e t o s : una casa, una mesa, un (o el sustituto de una esencia).
triángulo, un sentimiento. Las primeras son im ág e n e s, y las b) E l j u i c i o , que consiste en afirmar (o negar) una r e la
segundas, id e as o c o n c e p t o s. c i ó n d e c o n v e n i e n c ia entre varias ideas (el círculo es redondo,
el tiempo es hermoso, el hombre es racional).
2. El conocimiento abstracto. — E l c o n o c im i e n t o i n t e l e c c) E l r a c i o c i n i o , que consiste en establecer un n e x o l ó gi c o
t u al es el que p r o c e d e p o r id e as g e n e r al e s y a b s t r a c t as. Esto e n t r e va r i o s j u i c io s.
no quiere decir que no tenga relación con el conocimiento Estas operaciones han sido ya estudiadas e.n la Lógica for
sensible. Al contrario, apóyase siempre en él y de él extrae mal. Es importante, no obstante, notar que la Psicología las
sus materiales, mediante un procedimiento que llamamos contempla desde otro punto de vista que la Lógica. La Psico
a b s t r a cc i ó n que estudiaremos más adelante. logía. en efecto, tiene por fin determinar, no, como la Lógica,
3. Los dos aspectos de la vida intelectual. — La inteligen las l e y e s id e al e s del pensamiento correcto (6 ) , sino la n a tu
r al e za d e l p e n sam i e n t o , las c o n di c i o n e s d e h e c h o y t as l e y e s
cia encierra una d o b l e s e r i e d e f un c i o n e s. Unas ( c o n c e p c i ó n
e xp e r im e n t al e s de su ejercicio.
d e las id e as, d e l j u i c i o y d e l r a c i o c i n i o ) tienen por objeto la
elaboración de los materiales (o imágenes) que nos dan los
3. Naturaleza de la inteligencia. — El pensamiento difiere
sentidos externos o internos: estas fundones forman lo que
esencialmente del conocimiento sensible. Este se realiza por
llamamos e l p e n sam i e n t o . Las otras tienen por objeto la con
los órganos corporales, mientras que la inteligencia es una
servación de los materiales del conocimiento, imágenes e
f a c u l t ad i n o r gá n i c a p o r la q u e e l alm a c o n o c e las c o sas d e
ideas, y la asociación espontánea y activa, de estos materiales:
un a ma n e r a in ma te r ial.
estas funciones son la m e m o r ia y la as o c ia c i ó n d e id e as.
La inteligencia tiene, sin duda, c o n di c i o n e s orgánicas, que
son los nervios y el cerebro: pero condiciones no son causas.
2. El pe n s a m ie n t o
(Para tocar el violin, el artista emplea el arco, pero el arco
A. Noción. no es causa de la melodia, sino condición.) Por eso se ha de
decir con Aristóteles que "pensamos sin órgano" (8 3 ).
138 1. ¿Qué c°*u 68 pwwort — Pensar, en general consiste en
c o n o c e r q u é s o n tas c o sas y q u é r e la c i o n e s g u a r da n e n t r e si.
4. Formas del pensamiento.
V er el triángulo inscrito en la pizarra es una percepción sen
sible. Definir el triángulo por una n o c i ó n aplicable a todos a) D is c u r s o e in t u ic ió n . Hay que distinguir: el p e n sam i e n
los triángulos universalmente (o a todos los triángulos de t o dis c u r siv o (o discurso), que consiste en operaciones múl-
178 LA VIDA I N TELE C T U AL EL C O N O C IM IEN TO I N TELE C T U AL 179
2. Abstracción total y abstracción formal. — Distínguese un cambio"; d e f i n . o de "el para qué una cosa es hecha*'. Ló
la a b s t r a cc i ó n t o t al (o e x t e n siva), que consiste en considerar mismo que la idea de ser. estas nociones dan lugar a ciertos
el g é n e r o apa r t e d e la e sp e c i e o la e sp e c i e ap a r t e d e l i n divid u o principios universales: p r i n c ipi o s d e c a tt sa t idad, d e s u s t a n c ia,
(por ejemplo, el animal aparte del hombre o de toda otra d e f i n alidad.
especie animal; al hombre aparte de Pedro, Juan, etc.); y la La cuestión del valor de estas nociones y principios la tra
a b s t r a cc i ó n f o r m al (o i n t e n siva), que consiste en considerar la taremos en la Critica del conocimiento.
e s e n c ia (o la f o r m a ) apa r t e d e l s u j e t o e n e l q u e e s t á r e alizada
(por ejemplo, la humanidad, la blancura, aparte de los sujetos 142 3- Problema de los universales. — Este problema, que es
en los que existe, o la justicia aparte de los actos de justicia). un problema crítico, tiene también un aspecto psicológico, y
La abstracción Formal tiene a su vez diversos niveles o grados. por eso vamos a hablar aquí de él.
¿ Q u é val o r t i e n e n las id e as g e n e r al e s, o los universales (an
3. Grados de la abstracción formal. — Aristóteles distin
tiguo plural de universal)? La razón de plantear esta cuestión,
guió t r e s g r ad o s p r o g r e siv o s d e a b s t r a cc i ó n f o r m al, que dan
es que parece que nada correspondiera a los universales en la
tres niveles de inteligibilidad creciente. En efecto, en un ob
realidad, en la que no existe la mesa en general, sino mesas
jeto material, la inteligencia puede abstraer primero las c u a
determinadas, ni el hombre en general, sino tales hombres
lidad e s s e n si b t e s, considerándolas aparte de sus notas singu
singulares.
lares: es el grado de abstracción propio de las ciencias de la
a) El n o mi n alism o . Unos (los n o mi n alis t as) pretenden
naturaleza, que tienen como objeto por ejemplo el calor, la
q u e l o s un iv e r sal e s n o e xis t e n n i e n la r e alidad ni e n e l e spí r it u
pesadez, la fuerza, la velocidad, la vida, etc.; luego la c a n t idad
y que son meras palabras (nomina). Esta opinión choca evi
c o m o tal. considerándola aparte de las cualidades sensibles
dentemente con la evidencia que tenemos de pensar realmente
que le afectan; es el grado de abstracción propio de las ma
algo mediante las ideas generales.
temáticas, que tienen por objeto el número y las figuras; y en
• b) El c o n c e p t u alism o . Otros (los c o n c e p t u alis t as) decla
fin, e l s e r mismo, considerado aparte de toda materia, única
ran que a la id e a g e n e r al c o rr e sp o n d e sin d u da un a r e alidad
mente como ser. Este tercer grado de abstracción es el grado
e n e l e spí r i t u , p e r o n o f u e r a d e é l. A esta operación llamaba
propio de la metafísica.
Aristóteles la "inducción".
Síguese de ahi que los c o n c e p t o s e s t á n c ad a v e ¿ m e n o s d e
c) R e alism o m o d e r ad o . La opinión conceptualista no se
t e r mi n ad o s a m e dida q u e n o s e l e vam o s e n la a b s t r a cc i ó n . La
puede admitir en su forma absoluta, porque vemos muy claro
idea de ser es la menos determinada de todas, puesto que
que a t o s un iv e r sal e s c o rr e sp o n d e alg o e n la r e alidad : hay algo
conviene a todo lo que es o puede ser. A l contrario, el indi
en la realidad que responde a la idea de hombre, de virtud,
viduo (Pedro, este caballo, este cuadro) es la realidad más
de bien, etc. Sólo que eso que corresponde a la idea general
determinada.
no existe en la realidad de la misma manera que en el espíritu,
4. Los primeros principios. — L a id e a d e s e r , que resulta es decir en forma de universal (como erróneamente creyeron
de la primera mirada de la inteligencia sobre las cosas, da los R e a t is t as o Reales), sino b a j o f o r m a si n g u la r i n divid u a t.
i n m e dia t am e n t e l u ga r a c i e r t o s j u i c i o s q u e s e llama n p r im e Por eso se dice que los universales son abstraídos de los sin
r o s p r i n c ipi o s, que expresan las leyes del ser. intuitivamente gulares. Esta postrera opinión es a menudo llamada r e alism o
aprehendidas en el ser. Tales son: e l p r i n c ipi o d e id e n t idad m o d e r ad o .
(lo que es, es, o también: el ser es idéntico a si mismo), y
e l p r i n c ipi o d e c o n t r adi cc i ó n (una cosa no puede ser y no 4. Entendimiento agente y entendimiento paciente.
ser bajo el mismo aspecto).
También hay que citar, entre las nociones que nos da in a) Ex c l u si ó n d e t i nn a t ism o y d e t o n t o l o gism o . E l realismo
tuitiva, aunque confusamente, el primer contacto del espíritu moderado excluye a la vez el inn a t ism o . según el cual las
con las cosas, las n o c i o n e s d e c a u sa, o d e "lo que produce ideas existirían en la inteligencia, sea en acto, sea (según pen
algo"; d e s u s t a n c ia o de "lo que subsiste cuando se produce saba Descartes) virtualmente, antes de cualquier actividad
182 LA V ID A I N TELE C T U AL EL C O N O CIM IEN TO I N TELE C T U AL 183
el orden práctico, que concierne a las cosas singulares, impor a fin de llegar a reemplazar las creencias espontáneas e Irre
ta prestar atención a las diferencias de cosas y de personas y flexivas por otras fundadas en razones claras y fuertes. La
la más común fuente de error es tomar las realidades de la confianza nos es natural; y la disposición, tan fuerte en el
vida por esquemas que puede uno cambiar a discreción. niño, a creer en las afirmaciones ajenas o a adoptar pasiva
mente las maneras de pensar y de sentir de la sociedad en
3. El paitacismo. — Las palabras traducen las ideas, y. que vivimos, persiste en la mayor parte de los hombres a pesar
como acabamos de ver. les comunican rigidez y estabilidad. de las más graves desilusiones. La credulidad no es esencial,
La palabra es indispensable, pero tiene sus peligros: peligros por ser seres sociales. Pero puede encerrar sus peligros y de
de los que todos somos más o menos víctimas cuando habla be ser constantemente temperada por el espíritu crítico, que
mos sin pensar echando mano de fórmulas o frases hechas debemos formar o afinar.
cuyo sentido apenas entendemos, y palabras altisonantes. Li b) I n s t r u m e n t o s d e l e spí r it u c r i t i c o . A decir verdad, no
bertad, Justicia, Tolerancia, etc., que sirven para disimular la existe método especial para formar el espíritu critico. Todo
vacuedad de las ideas. Nunca desconfiaremos bastante de es debe, en la educación, contribuir a ello: e l e s t u di o d e la g r a
ta t e n d e n c ia a c o n t e n t a r n o s c o n pala b r as sin f ija r n o s e n las má t i c a y d e las l e n g u as, el de las l e t r as y las c i e n c ias, y ante
id e a i. También hay que tener cuidado de combatir la natural todo el e s t u di o , d e la f il o s o f ía. Todo nos debe servir para ad
propensión al psitacismo, procurando d e f i n i r e l s e n t id o d e las quirir el gusto de la prudencia en la afirmación, de la precisión
p ala b r as que empleamos, evitar servirnos de palabras cuyo en las ideas, de la modestia, de la fineza y de la penetración:
sentido ignoramos, y descartar los vocablos sonoros que disi cualidades todas que determinan la rectitud del juicio.
mulan la vaguedad de las ideas y son la mejor señal de un L a vida s o c ial debe contribuir también a lo mismo. Sí por
pensamiento pobre y sin contenido. un lado nos impone un conformismo peligroso para el espíritu
critico, implica por otra parte un a c o n s t a n t e c o n f r o n t a c i ó n
B. El luido. d e nu e s t r o s p e n sam i e n t o s y nu e s t r o s s e n t imi e n t o s c o n l o s d e
l o s d e m ás, y, por lo mismo, la necesidad de esforzarnos por
145 Formar el juicio: he ahi lo esencial en la educación inte apoyar nuestras aserciones y creencias en razones precisas y
lectual. claras, a fin de convencer a los demás y responder a sus difi
cultades. D e lo que se sigue, para los espíritus activos, una
1. ¿Hoy que cultivar el Juicio? — S e ha querido a veces constante rectificación de sus juicios espontáneos, un enri
negar esto, diciendo que “el buen sentido es la cosa mejor quecimiento y una profundización de sus creencias reflexivas.
repartida en el mundo“ (D escartes); y un moralista pretende
que “si todo el mundo se queja de su memoria, nadie se queja
de su juicio". Este postrer argumento carece evidentemente C. El razonamiento.
de valor, porque el amor propio bastaría disuadirnos de pro
clamar nuestra falta de juicio, y, por lo demás, los que más 146 1. Razonamiento y razón. — El razonamiento no es la ra>
faltos están de esa facultad son los que se creen mejor dota zón, y h ay m u c h o s r az o n am i e n t o s q u e s o n un i n s u l t o a la
dos de ella. r az ó n , sin dejar de encerrar en si mismos una lógica inata
La verdad es que l o s h o m b r e s e s t á n m u y d e sig u alm e n t e cable. Los locos, como todo el mundo sabe, son a menudo
d o t ad o s e n c u a n t o a l j u i c i o , y aun parecería que hay algunos grandes lógicos: lo malo es que las premisas de sus razona
con el juicio naturalmente torcido. Lo que nos indica que el mientos son absurdas.
cultivo del juicio es necesario. ¿Pero cómo proceder? Muchos hombres se les parecen no poco, razonando sin cesar
acerca de nociones incompletamente formadas, sin preocuparse
2. ¿Cómo cultivar el juicio? por comparar con la experiencia sus imprudentes deducciones.
Los utopistas a lo Rousseau entran en esa categoría, y muchos
a ) Espí r i t u d e dis c e r n im i e n t o . Formar el juicio equivale a espíritus revolucionarios no fueron, si así podemos decir, otra
formar el “espíritu de critica", o e spí r it u d e dis c e r n im i e n t o . cosa que maniáticos del razonamiento en el vacio y contra
188 LA VIDA I N TELE C T U AL
A r t . I. LA V O L U N T A D
1. N a t u r a l ez a de la vo l u n t a d
1. Patología de la deliberación. 4. E d u c a c ió n d e l a v o l u n t a d
n) A b u lias d e l o s imp u lsiv o s. Es el caso de aquellos en
quienes la voluntad no llega a hacer posible la deliberación: A. La educación de la voluntad.
sufren pasivamente sus impulsos, y puédese decir de ellos
que no actúan sino que son actuados. Lo que hace al hombre, lo que le da su más alto valor moral
b) A b u lia d e l o s i n t e l e c t u al e s. E s el caso de aquellos que y su verdadera dignidad, no es la importancia de sus conoci
deliberan indefinidamente, sin pasar jamás a la decisión; plan- mientos: la ciencia no vale sino por e! empleo que de ella se
téanse sin cesar los mismos problemas y no pueden resolverse hace; y un moralista ha dicho con mucha razón: "Ciencia sin
a terminar la discusión. Para estos tales nunca se cierra la conciencia no es sino la ruina del alm a"; y Bossuet escribe:
deliberación. "¡M aldita la ciencia que no sirve para amar!" Lo que hace
al hombre es la rectitud de su voluntad y su sumisión a los
2. Patología de la volición. — Algunos, por el contrario, principios del deber. Es decir que la formación de la volun
son capaces de concluir la deliberación y de formular un jui tad es uno de los fines esenciales de la educación.
cio práctico. M as el paso al acto de decisión les es imposible; Esta formación puede practicarse directa o indirectamente.
saben lo que deben hacer, pero no se deciden a quererlo hacer.
O bien esperan a que las circunstancias decidan en vez de 1. Educación indirecta. — La naturaleza humana es una, y
ellos: es la a b u lia d e l o s v e l e id o s o s. todas sus actividades es!án relacionadas mutuamente: lo que
perfecciona a la una, por necesidad se refleja sobre las otras.
3. Patología de la ejecución. Por eso no hay por qué extrañarse de que la voluntad se be
neficie de la educación fisica y de la educación intelectual.
a) A b u lia d e l o s d é b il e s. Es el caso de aquellos que deci a ) L a e d u c a c i ó n f isi c a puede ser a veces una gran ayuda.
den, y aun a veces con energía, pero abandonan la ejecución; El sentido común lo reconoce cuando dice del hombre de vo
no cesan de volver a su decisión y lo hacen con tanta mayor luntad que tiene "nervio". E s que los ejercicio físicos exigen
energía cuanto que la ejecutan menos. Si comienzan a obrar, un despliegue de energía y contribuyen eficazmente a crear
a la primera dificultad ceden, y aun a veces provocan esta es'as cualidades de aguante, de fortaleza y de audacia que
dificultad que les dispensará de llegar al fin de su querer. son otras tantas manifestaciones de voluntad.
b) A b u lia d e l o s o b s e s o s. Es el caso de aquellos que están b ) L a e d u c a c i ó n i n t e l e c t u al, como a menudo lo hemos ido
sometidos a la acción de una idea fija. Cuando esta enferme demostrando, es de muy gran importancia para la formación
dad es en forma benigna, a los obsesos podemos tomarlos por de la voluntad. La decisión, que es el acto de voluntad por
voluntarios. Pero, muy al contrario, la voluntad está en ellos excelencia, exige claridad y prontitud en el pensamiento, y la
ausente, porque la voluntad consiste en ser dueflos de nuestras acción será siempre tanto más enérgicamente realizada, cuan
elecciones, es decir, en definitiva, dueños de nosotros mismos; to mejor preparada haya sido por una recta razón y un juicio
mas los obsesos son mandados y dirigidos por su idea fija. seguro. El hombre de voluntad es aquel que quiere, pero
c) L a t e r q u e dad. Este caso podemos considerarlo vecino también aquel que ve, el que mide con precisión el alcance
de la obsesión: los porfiados son aquellos a quienes nadie de sus actos y sus consecuencias.
puede hacerse apearse de sus ideas o de sus caprichos. E s Por otra parte, las convicciones intelectuales profundas ha
éste sin duda un caso de obsesión, y la t e r q u e d ad e s más b i e n cen normalmente las voluntades fuertes. Las ideas tienden
imp o t e n c ia d e v o l un t ad q u e v o l un t ad v e r dad e r a, pues provie por si mismas a realizarse, y la fe sincera y ardiente alimenta
ne, en efecto, de una enfermiza exaltación de los instintos de la acción con su llama, Al origen de todo lo que se hace de
afirmación de si y de contradicción de los demás: y estos ins grande y de hermoso aqui abajo, hay siempre una poderosa
tintos dominan la voluntad en vez de ser la voluntad la que pasión intelectual; y Pascal tiene razón de decir: "Nada
domine a tos instintos. grande se hace cuando falta la pasión."
194 LA VIDA I N TELE C T U AL LA A C T I V I D A D V O L UN TA R IA 195
2. Educación directa.— Esta educación la debemos acep tiene muy diversos grados; entre esos bienes de valor tan
tar y a ella debemos colaborar a todo lo largo de nuestra for desigual debemos elegir, y e l e gi r e s s e r li b r e s.
mación moral. Por eso hay que comprender bien aquí el papel
del educador. Se ha de guardar éste de dos excesos: de ceder 1. N a t u r a l ez a de l a l ib e r t a d
a los caprichos de aquel a quien quiere formar, y de exigir de La palabra li b e r t ad empléase en diversos sentidos que hay
él una obediencia pasiva. que saber distinguir.
a ) E l c ap r i c h o . E s un hecho de experiencia que nada per
judica tanto al niño como la debilidad de los padres y maes 1. Diversas libertades. — En general, ser libres significa:
tros ante sus caprichos. E l c ap r i c h o n o e s. e n e f e c t o , si n o un p o d e r ha c e r o d e ja r d e h a c e r una c o sa. En este sentido, uno
im p u ls o i n s t in t iv o al que el niño no sabe o no quiere oponerse. es libre cuando puede hacer lo que quiere, es decir cuando se
Si se cede siempre a sus fantasías, enséñasele a dejarse llevar puede obrar sin obligación y sin obstáculo. Desde este punto
pos ellas en vez de enseñarle a dominarlas; y además piérdese de vista, existen tantas libertades como formas de actividades.
toda autoridad sobre él. Y asi tenemos:
M as el capricho no es sólo privativo del niño. Existe en a) L a li b e r t ad f ísi c a, cuando nuestra actividad física puede
todas las edades y es señal de una voluntad débil. Un hombre ejercerse sin ser forzada ni impedida.
enérgico controla su natural impulsividad, porque sabe que b) L a li b e r t ad c ivil, cuando las leyes de la sociedad garan
la verdadera libertad se conquista así: puede uno. en efecto, tizan nuestra libertad de acción, en ciertas condiciones deter
bajo las apariencias de hombre libre, ser juguete del deter minadas por las necesidades del orden social.
ninismo interior de las imágenes. c) L a li b e r t ad p o lí t i c a, cuando estamos asociados al go
b ) L a o b e di e n c ia pasiva, por otra parte, está lejos de ser bierno del Estado.
un ideal ni para los otros, ni para si mismo, salvo en ciertos Estas diversas clases de libertades no son sino li b e r t ad e s
casos patológicos. La voluntad no se forma asi. porque re e x t e r n as. La libertad psicológica, de que tratamos aquí, es
clama siempre, como lo hemos visto, la razón. E s esencial otra cosa: no es la libertad de "poder hacer", como las prece
mente una actividad racional, y n o s e q u i e r e d e v e r d ad si n o dentes. sino la libertad de "querer", y se la designa a menudo
l o q u e s e c o n o c e o c o m p r e n d e b i e n . Hay que aprender a obe con el nombre de li b r e al b e d r í o .
decer, no tanto al que manda, sino a las razones de las que es 2. El libre albedrío. — E l libre albedrío no es una facul
intérprete. También conviene, en general, dedicarse a com tad distinta de la voluntad, sino un atributo de la voluntad.
prender los motivos de las órdenes que se reciben, a fin de Defíneselo: e l p o d e r q u e t i e n e la v o l un t ad d e d e t e r m i n a r s e
que la obediencia no sea simple manifestación de pasividad p o r sí misma a o b r a r o n o o b r a r , sin s e r o b ligada a e ll o p o r
(que es lo contrario de la voluntad), sino, por el contrario, n in g un a f u e r za, n i e x t e r n a n i in t e r n a.
un despliegue de actividad inteligente y personal. D e este
modo, la ejecución de la orden recibida conviértese en acto 2. P r ueba s de l a l ib e r t a d p s ic o l ó g ic a
propio de la voluntad del que obedece.
c) E l h á b i t o d e la v o l un t ad. Puede ser útil a veces impo 151 Que el hombre esté dotado de libre arbitrio o libertad psi
nerse a si mismo cierros a c t o s o t a r e as di f í c il e s, a fin de for cológica podemos demostrarlo recurriendo al testimonio de la
talecer la voluntad. Esta es susceptible de hábitos, como las conciencia (prueba directa); por la consideración de ciertos
demás facultades, y adquiere por el ejercicio facilidad y vigor. hechos morales y sociales (prueba indirecta); y en fin. por
un argumento metafísíco.
1. Prueba por la conciencia. — Esta prueba resulta del
A r t . II. LA L IB E R T A D análisis que hemos hecho del acto voluntario, en el que la
conciencia experimenta directamente la libertad del querer.
15 0 La voluntad, como queda dicho, quiere necesariamente el Volvamos a este análisis, colocándonos en el punto de vista
bien. Pero de hecho el bien que se nos ofrece es múltiple y de la libertad.
196 LA VIDA I N TELE C T U AL LA A C T I V I D A D V O L UN TA R IA 107
a) L a d e li b e r a c i ó n . Tenemos conciencia, antes de obrar, de de los motivos que lo solicitan, para pedirles sus títulos, fus«
no ser simples espectadores del conflicto interior de los móvi garlos y elegir, no el más fuerte, sino el mejor.
les y de los motivos que nos solicitan y de las tendencias
instintivas que nos empujan, ya que intervenimos para impo 3. Prueba moral. — El argumento fundado en la concien
cia moral, lo mismo que el fundado en la conciencia social,
nerles silencio. Asi tenemos conciencia de dominarlos, lo
es un argumento indirecto, en el sentido que concluye a la
mismo que de dirigir nuestra atención a voluntad sobre tal
exis'encia de la libertad apoyándose en ciertos datos morales,
alternativa con exclusión de las otras, de prolongar y de li a saber: la obligación y la responsabilidad.
mitar arbitrariamente nuestro examen. a) L a o b liga c i ó n . Todos nos sentimos obligados a cumplir
b ) L a d e c isi ó n . En el momento mismo en que tomamos la ciertos actos y a abstenernos de algunos otros. Ahora bien
decisión, nuestra conciencia atestigua que podríamos tomar el este sentimiento de obligación supone la libertad, pues de lo
partido contrario al elegido. Y en tal caso nos reconocemos contrario es completamente ininteligible. Si nos reconocemos
verdaderamente como causa única e independiente del partido obligados a practicar la Justicia, es que nos sentimos libres de
que tomamos. practicarla o no. En cambio, nunca nos sentiremos obligados
c) L a e j e c u c i ó n . Durante la ejecución, tengo conciencia de a digerir, porque en eso no somos libres.
poder a discreción volver atrés, anular la decisión tomada, b ) E l s e n t im i e n t o d e la r e sp o n sa b ilidad deriva del senti
repetir la deliberación, o bien abandonar pura y simplemente miento de la obligación moral. Nosotros no podemos tener
la ejecución. conciencia de ser responsables de nuestros actos, es decir de
Y este testimonio de la conciencia es tan claro y tan cate tener que responder de ellos, sino porque estos actos son obra
górico que nada nos permite dudar de él: en ese hecho capto de nuestra libertad, y en la medida en que lo son. Suprimid
directamente, en su misma realidad, el hecho de mi libertad la libertad y la responsabilidad desaparece.
interior.
4. Prueba por la conciencia social. — Las sa n c i o n e s em
2. Objeción socada de la ignorancia de las causas. — A l pleadas en la vida social (recompensa o castigo) no tienen
gunos filósofos que niegan el libre albedrío han querido negar sentido si la libertad no existe. Ellas suponen que los hom
el testimonio de la conciencia. bres se reconocen libres y responsables de sus actos. Por eso
a ) L a o b j e c i ó n . Formúlase asi: el testimonio de la concien mismo, no se castiga a los dementes que cometen actos pro
cia se basa en una ilusión, y nuestra conciencia de libertad hibidos: por falta de razón, y por ende de libertad, sus actos
sólo se debe a la ignorancia en que estamos, en el momento no les son Imputables.
Por. otra parte, el uso continuo de los c o n t r a t o s , por lo que
de obrar, de los motivos que nos determinan a ello. "La aguja
los hombres se obligan recíprocamente, implica igualmente la
imantada a la que la fuerza magnética vuelve hacia el norte,
creencia en el Ubre albedrío. Nadie puede, en efecto, compro
o la veleta empujada por el viento, si tuvieran conciencia de
meterse a realizar tales o cuales actos sino en la medida en
sus movimientos sin conocer la razón de ellos, se sentirían
que se cree en la libre determinación.
orgullosas atribuyéndose la Iniciativa" (B a y le).
b) R e sp u e s t a. Esta objeción carece de valor, porque sí, en 5. Prueba metafísica. — Esta prueba es la más sólida y
rigor, puede acaso aplicarse a la actividad de los impulsivos, profunda de todas, porque da la razón del libre albedrío, de
no tiene fundamento al querer explicar la acción refleja. Esta, mostrando ser una c o n s e c u e n c ia n e c e sa r ia (o una propiedad)
en efecto, implica, no la ignorancia de las causas que llevan a d e la r az ó n .
la acción, sino al contrario el conocimiento de esas causas, ya a) E l a r g u m e n t o . Silbemos ya que la voluntad es una fa
que la deliberación no es otra cosa que el examen metódico de cultad racional que tiene por objeto el bien, conocido por la
esas causas. U n o s e c o n o c e t a n t o más li b r e c u a n t o m e j o r c o razón en f o r m a un iv e r sal , es decir el bien en general, tanto
n o c e 1a c a u sa p o r la c u al o b r a, y el hombre de voluntad no se que no podemos desear o querer cosa alguna sino bajo ese
decidirá a obrar antes de haber adquirido plena conciencia nspecto de bien. Pues bien, como las cosas que de hecho po
198 LA VIDA I N TELE C T U AL