N8 Hoy Es Historia Febrero Marzo 1985

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Perla Raicher

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EVOCACION DE
É ` EDUARDO VICTOR HAEDO
"amm Ugarte y su Héctor Payssé Reyes
prédica americanista

Alfonsø Fernández Cabrelli


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95 AÑOS AL SERVICIO DE LA CULTURA

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MADRID

TEXTOS URUGUAYOS DE AUTOBE URUGUAYOS


Distribuye HOY ES HISTORIA en Literarias

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EDITORIAL - LIBRERIA
IMPRENTA- PAPELERIA
ARTICULOS E3GOI.AHE$

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Mi AÑO ii - N* 8 - Febrero-Marzo - 1985
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Carlos Manini
EDITORIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Antonio Oddone, Rodol- La "Admirable Alarma" de Asencio, por Manuel Santos Pírez
b àflez. israel Wonsever. Juan Evocación de Eduardo Víctor Haedo, por Héctor Payssé
kim Una Ilelián. Mateo J. Ma- Reyes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _
@-ine de Mello. Ella Rodriguez
b Arlnclo. Bianca Paris de Oddone, Resultados del concurso ._
llana Cmessa, Mario Daniel Lamas. Los sucesos del 28 de febrero de 1811 en la Villa de
Shia Rodriguez Viilamil, Graciela
¬n~.gr-rw\-1f _ SUI-iza. Esther Ruiz de Brunini. Ro- Mercedes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _.
¡I saAlonso Eloy. Alclón Cheronl. Nei- El imperio informal británico, por Nelson Martínez Díaz
eou Nicoiieiio. Germán D'Eila. Ana Judíos Sefaraditas en el Uruguay, por Rosa Perla Raicher . .
2 llkia Rodriguez. Dante Turcati, Car-
los Zibiiiaga. Gerardo Caetano. Jo-
se Pedro Rliia, Ana Frega. Mónica
La isla Gorriti en la mira de John Bull, por Alfredo R. Cas-
tellanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Mamnna. Ivette Trochón. Maria Documentos para la enseñ anza de la Historia Nacional y
Emilia Pérez Santarcieri. 'Eduardo
Jaurena. Tomás Brena, Roger Mirza, Americana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Anibal Aizaga. Eduardo Pedoia Rlet, Mi amigo Haedo, por Carlos Mendive . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Juan Manuel Casal, Ervln Alvarez. Manuel Ugarte: un apóstol de la unidad latinoamericana . ..
Liliana Di Lorenzo, Haydee Rodri-
guez de Beiiere. Ramón Osmen. Ja- Ficha biográfica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
vier Bonilla. Carlos Terzaghi. Ma- Manual Ugarte en Montevideo ...........
nuel Ciaps. Daniel Corbo, oaé Par- “Monstruos como Nerón y Caligula" . . . . . . . . . . . . . . . .
do. Cecilia Pérez. Adolfo Aguirre
González. No podrán . . . . . . . . . . . . ..
4-.wag-_›.-¬›.V1-av: En el Interior
Apuros con la ley
¡También en Costa Rica! .
'E Homero P. Macedo. Manuel Santos
Pires. Marcos Cencio, Arturo Ariel
Bentancur.
Antecedentes Históricos . . 2 1: 1 1: :;k::\%:<¿¿i¿iš.¿ï¿;1:›s§¡gg
La Asamblea del Ayuí .'. . . . . . . . . . . . . . . . . _ . Q. B5
"La dictadura militar"
1:»-m En el Exterior
Una bandera de la “Patria \"'{§«i\$'§'P`$..Ó¿5 Kiâggfl 5'
Héctor Gros Espiell. Nelson Mar- Vida y Trabajo en el Viejo Uruguay, or
tinez Diez. Teodoro Klein. Miguel .H \. . A
Unamuno, Rosa Perla Raicher. Car- LosP'nc'p'o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. C...* oo
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los D. Mesa Glsbert. Efeméiliadslf ........................ .fïçffi-,\,ï›`ï:
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Temas Especiales
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T Filologia: Vicente 0. Clccaiesse.
X Numismática: Ramón Ricardo Pam- SUSCRIPCIONES PARA CAPITAL E INTERIOR:
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pin. Filatelia: Teioe. Inmigración:
Teresa Porzecanski. Arquitectura: La suscripción a la Revista es una de las tantas formas de co
Mariano Arana. Ramiro Bascans,
Carlos Gaicerán. Teatro: Rufino La- laborar con nosotros; al efecto bastará solicitar información por
rraud, Jorge Pignataro Calero. Li- carta o telefónicamente al Secretario de Administración: MAR
J teratura: Wilfredo Penco, Enrique
Estrázuias. Carlos Mendlve. Espec-
táculos: Rubén Castiliq. Historia del
COS CENCIO. 18 de Julio 1233. Ap. 701, teléfono 90 2983.

Arte: Juan Carlos Leg do. Los pagos de suscripciones del interior deberán realizarse me
.¬. . diante giro postal dirigido a nombre de Marcos Cencio, 18 de
Fotos: Julio 1233, Apto. 701.
A Hugo Videckis.
ACLARACIÓN
Las noticias y opiniones contenidas en la Revista son de la par
ticuiar responsabilidad de los firmantes. La Dirección sólo tiene

en cuenta el valor científico de cada publicación.
PARA EL Exrzmon
In-:preso en A. Monteverde y Cia. El precio de la suscripción para el Exterior. incluido el costo de remi
sión por via aérea ea:

A S. A. - Treinta y Tres 1475 - Mon-


eevideo - U ruguay.
Comisión del Papel. Ed. amparada
en el art. 79 - ley 13.349.
Depósito Legal Na 205.958/85
Para España y Amé ica: por tree entregas USS 9.-, por seis entregas
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Para el resto del mundo: por tres entregas USS 21.-. por seis entregas
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PUBLICACIONES RECIBIDAS

“Cuadernos Hispanoamericanos", Nos. 410411. publicación mensual del instituto de


Cooperación iberoamericana. Avda. de los Reyes Católicos. 4. Ciudad Universitaria Ma-
drid-3. Corresponden a los meses de agosto y setiembre de 1984.
"Cuadernos" del Centro Latinoamericano de Economia Humana. Cuareim 1220. Mon-
tevideo, Uruguay. Corresponde ~al año 1984.
Suplemento histórico N@ 6¡1de irupé, periódico e imprenta). Dolores. Soriano. Direc- /
ción: María del Rosario López de Alayón y América López de Hiilmann. Plausibie esfuerzo
digno de aliento y apoyo.

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DEL NUMERO NUEVE QUE APARECERA EN ABRIL PROXIMO

Progresismo y batllismo. por Haydée Rodríguez de Bañera.


T Una etapa de transformación de la Universidad: el rechorado de Mario A. Casinoni,
por Israel Wonsewer.
Un caso de desertización a orillas del San José. por Arturo Arbi Bentancur.
1
"Condenados a la coexistencia". Las relaciones ruso-nortzemnericarm y sus repercu-
siones en Iberoamérica, por Anibal Alzaga.
A veinticuatro años de Playa Girón. por Alfonso Fernández Cabreili.

DE PROXIMA APARiCiON¦

Consideraciones sobre la esclavitud en iberomaérica en el periodo colonial, por José


Pardo.
San Ambrosio; una concepción democrática en el siglo X, por Vicente O. Cicalese.
La primera Conferencia Panamericana (18891-vista por la prensa británica de Monte~
video, por Ana María Rodríguez Aycaguer.
Estado y economía, por Oscar H. Bruschera.
1873-La Sociedad de Amigos de la Educación Popular de Mercedes. por Alfonso
Fernández Cabreili y Marcos Cencio.
Simón Bolivar: El proyecto inconcluso. por Nelson Martinez Díaz.
Una experiencia de colonización agraria iudía. La colonia "19 de Abril" de Paysandú,
por Ramón Oxman.
Perón: el largo camino de su exilio, por Miguel Unamuno.
El- imperio británico y nuestra América. Papel del capital financiero en el siglo. XX. "
por Ervln Alvarez.
Juan Raymundo Guerra: Un "Don nadie" en la colonia, por Arturo Ariel Bentancur. I
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UNA NUEVA ETAPA


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Con este número de HOY ES HISTORIA inicamos lo que bien puede


llamarse la segunda etapa de esta empresa de difusión de la cultura histó-
rica que iniciamos el último mes del año 1983.
Amigos muy entrañables y nuevos amigos coinciden en afirmar que
el sólo hecho de haber superado el año de vida útil constituía, en nuestro
medio y por múltiples razones, algo así como un milagro. En primer tér-
mino porque la tarea fue comenzada en un tiempo todavía oscuro y ame-
nazante, tanto en lo. político como en lo económico; además: por la evidente
falta de remunerabilidad del precio a que ofrecíamos la publicación y por
el ciertísímo pluralismo reflejado en el equipo de colaboradores y en los
temas abordados en sus páginas, circunstancias estas que, según muchos
opinaron, constituía serias dificultades para su permanencia.
Sin embargo, la realidad se encargó de dar razón a nuestras esperan-
zas, superándolas. Tanto en la aceptación del público, como en los aspectos
sustanciales y formales HOY ES HISTORIA se fue superando en cada
entrega. Ello se comprueba por la necesidad de sucesivos aumentos del
tiraje (los tres primeros números se han agotado), por el creciente aporte
de colaboraciones y de nuevos colaboradores y por el constante apoyo de
la opinión y la crítica especializada.
Tales logros, obtenidos en una atmósfera interna de constancia y
modestia, sólo fueron posibles gracias al aporte del calificado núcleo de
quienes han aportado generosamente el resultado de sus trabajos de in-
vestigación y de revisión histórica; a los iïiestimables consejos y ayuda
proporcionados desde el tiempo de los proyectos por los libreros amigos
Adolfo Linardi Montero y Juan Ignacio Risso; al permanente interés que,
a partir del día de nuestra presentación, nos prestaron los medios de di-
fusión; a la confianza que nos brindan nuestros suscriptores, cuyo aporte
hizo posible la aparición y continuidad de la revista; _a la cálida acogida
que nos han dispensado los primeros mil doscientos adquirentes, que hoy
superan los mil seiscientos, y, finalmente, a la. buena voluntad y tolerancia
de todos los integrantes del fraterno equipo de C.B.A., los talleres donde,
del primero al séptimo número, se procesó eímprimió HOY ES HISTORIA.

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i Consolidadas así, con tan amplio respaldo las bases de la empresa,
resultaba imprescindible dar un nuevo paso de avance.
Para ello hemos recurrido a la buena disposición de la importante
l
firma A. Monteverde y Cía. S. A., cuyos talleres gráficos y librería, -tra-
dicionales y reconocidos por su capacidad y solvencia-, se ocupan a partir
de la presente entrega de la impresión, y distribución en las librerías de
1 Montevideo, de HOY ES HISTORIA.
le
A todos los amigos y colaboradores, a los lectores permanentes y a
1 los nuevos lectores, nuestro agradecimiento y, con él, el rmovado compro-
miso de continuar en la misma línea›y forma de trabajo mantenidas hasta
í el presente.
4
1 LA Dmnoaórr

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i.

1.
LOS CONCURSOS DE HOY ES HISTORIA
I

En otro lugar de esta edición publicamos el acta final de nuestro


primer concurso para autores inéditos, redactada por los miembros
del jurado que integraron los profesores: Alfredo Truøersoni, Ger-
mán D'Elia y C. Enrique Mena Segarra.
En un sencillo acto realizado en el local de Librería de A. Mon-
teverde y Cia. S. A. se procedió a la entrega de los premios a. los
vencedores del certamen, aprovechando tal ocasión para realizar una
conferencia de prensa en la que, fi al la presentación
de HOY ES HISTORIA en su nueva etapa, se mumció el llamado a
dos nuevos concursos, también para autores inéätoc, cuyas condi-
ciones publicaremos en el próximo número 9, corresponäeste a los
meses de abril-'mayo próximos.

De cualquier modo y como adelanto de esa iaƒormación decimos


que el tema de uno de ellos será de libre elección dentro del ámbito
de la investigación de los aspectos políticos, económicos y sociales
del pasado nacional. En la otra competencia el tema, también de libre
elección, deberá circunscribirse a la historia de las ideas y de las
manifestaciones artistióas en nuestra patria.

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La “Admìrable Alarma”
de Asencio
Nuestro articulo no es original, ni pretendió serlo, a pesar
de lo cual creimos conveniente darlo a conocer, ya que el
documento citado --Informe de Justo Correa sobre el Grito
1
de Asencio- no ha llegado a gran parte de la población, a
la que queremos llegar hoy con este trabajo.
l

uando los americanos de Buenos mento dificultades inesperadas que pu-


C Ayres proclamaron sus derechos, dieran arredrar los ánimos más empe-
los de la Banda Oriental, anima- ñados.
\
dos de iguales sentimientos, por un en- Sin embargo, el fuego patriótico elec-
cadenamiento de circunstancias desgra- trizaba los corazones, y nada era bas-
ciadas, no sólo no pudieron reclamarlos, tante a detener su rápido cmso; los
pero hubieron de sufrir un yugo más elementos que debían cimentar nuestra
pesado que jamás. La mano que los existencia política se hallaban esparci-
oprimía, a proporción de la resistencia dos entre las mismas cadenas y sólo
que debía hallar si una vez se debilita- faltaba ordenarlos para que operasen.
ban sus resortes, oponía mayores es- Yo fui testigo, así de la bárbara opre-
v
fuerzos y cercaba todos los pasos. Pa- sión bajo que gemía toda la Banda
4
recía que un genio maligno, presidiendo Oriental, como de la constancia y virtu-
nuestra suerte, presentaba a cada mo- podía des de sus hijos, conocí los efectos que
producir, y tuve la satisfacción
i I de ofrecer al gobierno de Buenos Ayres
que llevaría el estandarte de la libertad
hasta los muros de Montevideo siempre
que se concediese a estos ciudadanos
auxilios de municiones y dinero.
Cuando el tamaño de mi proposición
4
pQdría,,acaso calificarla de gigantesca
para 'aquellos que sólo la conocían bajo
mi palabra, yo esperaba todo de un go-
bierno popular que haría su mayor glo-
ria en contribuir _a la felicidad de sus
hermanos, si la justicia, conveniencia e
importancia del asunto pedía de otra
parte el riesgo de un pequeño sacrificio
La Capilla Nueva, fundada en 1788 por el Pbro.
Manuel Antonio de Castro 1/ Gareaga, tal como que podría ser compensado con exceso.
debia verse al tiempo de los sucesos de febrero No me engañaron mis esperanzas, y el
de 1811. (-De un cuadro publicado en el NP 18 suceso fue prevenido por uno de aque=
de la Revista Histórica de Soriano). llos acontecimientos extraordinarios,

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4-

La admirable alarma de Asencio

que rara vez favorecen los cálculos ajus- uno de sus protagonistas, lo ocurrido en
tados. _ los albores de nuestra Revolución. In-
“Un puñado de patriotas orientales, forme publicado en el Tomo Cuarto del
cansado ya de humillaciones, había de- “Archivo Artigas”, que no por conoci-
cretado su libertad en la villa de Mer- do deja de ser una de las fuentes más
cedes; llena la medida del sufrimiento importantes para destacar el importante
por unos procedimientos los más escan- papel desempeñado por el paisanaje de 1
dalosos del déspota que les oprimía, ha- nuestra campaña, espíritu y brazo eje-
zíï=|_†¿=_1.»s›-_
bían librado sólo a sus brazos el triunfo cutor de aquella gloriosa jornada. Para
de la justicia; y tal vez hasta entonces ello, destacaremos los sucesos más im-
no era ofrecido al templo del patriotis-, portantes, síguiendo la relación crono-
l
mo un voto ni más puro, ni más glorio- lógica del Informe.
so, ni más arriesgado: en él se tocaba
sin remedio aquella terrible alternativa ediados de de 1810. -
1
|
1
de vencer o morir libres, y para huir M E1 Oficial de Blandengues de
1 este extremo, era preciso que los puña- Montevideo, Justo Correa, se ha-
l les de paisanos pasasen por encima de llaba en Mercedes “pe” sus enfermeda-
las bayonetas veteranas. Así se verificó des”, cuando llegó la noticia que un
prodigiosamente, y la primera voz de ejército partidario de la Junta Revolu-
r los vecinos orientales que llegó a Bue- cionarìa de Buenos Aires, al mando de
'in nos Ayres fue acompañada de la victo- Martín Rodrigueg se hacia el
ria del 28 de febrero de 1811; día me- pueblo, lo que causó alarma entre los
morable que había señalado la Provi- españoles, ante Lo cual “dispusieron cin-
dencia para sellar los primeros pasos co pzas. de Artiliei-'m que tenían”, para
de la libertad en este territorio, y día enfrentarlo, al tiempo que recogieron
que no podrá recordarse sin emoción, “todos los botes y camas del Río reu-
cualquiera que sea_nuestra suerte”. niéndolaís al lado del Pueblo, y ponién-
doles de Noche um pequeña guardia de
emos querido comenzar nuestro quatro hombres y un Cavo.” Precaucio-
H artículo sobre el Grito de Asencio nes que observó Correa, ante lo cual us»-
transcribiendo la opinión que le convocó con sigílo a varios “desertores
mereciera a Artigas este acontecimien- de su Cuerpo” y algunos “Paisanos de
to magno de nuestra historia, “esta ad- su confiann”, el fín de sorprender
mirable alarma -según su expresión- una noche la eiàda guardia, cuando se
con la que simpatizó la campaña toda tuviese noticia cierta de que Martín Ro-
y que hará su mayor y eterna gloria". dríguez se acercaba al Paso de Merce-
Opinión que se halla inserta en la carta desy“pasartodoslosBotesyCanoas
dirigida por el Jefe de los Orientales a al otro lado”, con la finalidad de facili-
la Junta Gubernativa del Paraguay, fe- tarle el pasaje. Los españoles, que ya
chada en el Daymán, el 7 de diciembre estaban enteradw de los movimientos
de 1811, donde da cuenta de los acon- de Conea, supieron que dicho oficial
tecimientos de la insurrección oriental. tenía partidarios a favor de Buenos
Nada mejor que el “Breve extracto Aires en el pueblo y “se armó una No-
de lo acaecido en la Capilla Nueva de che un incomparable Alvoroto, diciendo
Mercedes” desde mediados de diciembre q.° DJ* Justo Correa tenía sesenta hom-
de 1810 hasta el 10 de marzo de 1811, bres en el monte, y q.° esa Noche iba
escrito por el alférez de Blandengues hâ abanzar el Pueblo y pasar adeguello
Justo Correa, para conocer, por boca de á todo Europeo." Salieron, entonces, dos
1

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l La admirable alarma de Asencio


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1
r partidas por la calle "de quarenta hom- Esto puso muy contento a Correa, que
bres cada una, y otra pequeña se ocultó le manifestó los obstáculos que se pre-
junto a la casa del sindicado Correa, sentaban, ya que Viera “todo lo daba
con el fin de observarle sus movimien- llano, y fácil.” Dice el Informe “que
tos.” .En aquella oportunidad “uno de la Correa se resolvió ha decirle, q.° conta-
Partida oculta disque quiso tirarle, se- se con el, pero que sus enfermedades no
1 gún ellos mismos lo contaron en el Ca- le permitían el apersonarse, que lo hicie-
fé.” Como consecuencia de lo relatado ra el, y qu.e con mucho cilencio fuese
los españoles comunicaron las noveda- convocando toda la gente que pudiese,
des al Comandante de Colonia, que pasó que quando fuese tpo. el le avisaria, con
la información a Montevideo, resolvién- cuia razon se retiró Biera, advertido que
dose “mandar preso aquel Individuo”. quando bajase há hablarle á Correa fue-
¡. ._._
Pero, agrega el Informe, “nada pudieron se de dia, y no de Noche, p.' los expec-
sacar en limpio”. tadores, que tenia desde q.° oscurecia.”
Por esta época un “Patricio” de Buenos
Aires, llamado Enrique Reyes, comuni-
1
I có a Correa que Martín Rodríguez esta-
ba “en el Paraná”.
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ediados de En. -- “En mediados
M de Enero volvió Biera á Casa de
Correa á decirle q.° ya tenía mas
de cinquenta hombres, que quando era
el dia, y le respondio, que aun no era
tpo., que continuase acopiando mas gen-
te.” Y nos agrega el Informe: “Cor-rea,
que vió el empeño y tezon del referido
Biera dijo en si, es preciso llevar ade-
lante esta obra.” Mandó llamar, enton-
ces, al Comisionado de Cololó, Félix Ro-
dríguez, exhortándolo a reunir los pa-
triotas del lugar, y que “quando le avise
Biera corra con su gente á la reunion.”
A continuación Correa mandó llamar a
Francisco Bìcudo, Sebastián Cornejo y
\2
› Basilio Cabral, para que “cada uno de
p.r si, como cavezas de Division, convo-
Pedro José Viera. (Oleo atribuido a Juan casen -toda la gente q.° pudiesen en el
Manuel Blanes). Partido de Coquinbo y Sarandi, p.°

I rincipìos de En. de 1811. _ Al ha- quando Biera les avisase, con lo q.° se
P cerse pública la noticia de que el retiraron mui entusiasmados, y deseo-
Oficial de Blandengues “quería sos de abaxar la cerviz y orgullo de los
abanzar el Pueblo de Merzedes”, a prin- Españoles de quienes habian merecido
cipios de enero de 1811 “se le presentó tantas injurias”.
á dho. Correa un Portuguez llamado rincipìos de Feb. -- Tercera visita
Pedro Biera vez.° de Biscocho, dicién- P de Viera a la casa de Correa,
dole que “tenía veinte y ocho ó treinta “con la noticia q.° ya tenia mas de
hombres de su confianza p.<= ayudarlo.” ochenta hombres, y mui ganosos de rea-
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La admirable alarma de Asencio


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lizar quanto antes la toma del Pueblo, 0 22 ó 23 de Feb. - “Cinco ó seis dias
á lo que Correa contextó, que aun no antes de tomar el Pueblo andando Bie-
era tpo. q.° continuase reuniendo gente, ra citando los Cavezas de Division, en-
y quando fuese ocasion, q.° pasará aviso contró a Bemancio Benavides, y pregun-
á. DJ* Feliz Rodriguez, á Fran.=° Vicudo, tandole á donde iba, respondió Benavi-
á Sevastian Cornejo, y á Basilio Cavral, des, que ã la Capilla, y entonces Biera
que estaban encargados en reunir la le dijo con la satisfaccion, q.° eran Ami-
gente q.° pudiesen del Cololó, Coquimbo gos, q.° no fame, pues iba atacar el Pue-
y Sarandi." En todo este tieïnpo, Enri- blo, y q.° si queria lo llevaria de su se-
que Reyes, traia noticias de los movi- gundo, cuio partido admitió Benavides,
mientos del ejército de Martín Rodrí- y suspendiendo su viaje siguió â Biera”.
guez. 0 -24 de Feb. - “El veinte y quatro de
M ediados de Feb. - Cuarta visita Feb.° hâ horas de misa maior publica-
de Viera a Correa, diciéndole “que ron (en Mercedes) la (declaración de)
la gente se manifestaba descon- Guerra de Montevideo con BJ A.= y die-

tenta, pƒ lo que se retardaba el Abanze, ron los Españoles muchos vivas á Mon-
á lo q.° respondió Correa q.° les dijera tevideo, tirando los sombreros al aire, y
l, gritando muera la Iniqua y monstruosa
de su parte, q.° se contubieran un poco
Ii, mas”, “q.° el fin era asegurar una obra Junta de BJ A: y todos sus Aliados.
I de tanto Bulto”, aguardando noticias Con lo q.° la gente del Paiz se lleno de
del Gualeguay. Viera se retiró con estas mas calor”.
0
novedades. (Recordemos que el 12 de 0 25 de Feb. - Correa recibió una car-
febrero el Virrey Elio, desde Montevi- ta de Viera., fechada el dia anterior, que
deo, había declarado la guerra al Go- decía: “Mi Aifaes Correa: ya no me
bierno Revolucionario de Buenos Aires es posible de ningun modo contener la
y que pocos días después, el día 15, Ar- gente, y afin de evitar algun desorden,
tigas, desde Colonia, abandonaba las fi- q.° cause muchos nn@ o daños, hé de-
las españolistas y se trasladaba a la terminado aproximarme esta Noche, á
ciudad porteña, a ofrecer sus servicios ese Pueblo, y ataarlo mañana lo q.°
a la causa de la Revolución. En su reco- aviso a Vm, q.° asi lo haga entender á
rrido había atravesado los campos del todos los Parlídarios m-os. que Vm. ten-
|
actual departamento de Soriano, donde ga en esa; y no ofreciendose otra cosa.
Í debe haberse puesto en contacto con los Ruego á Dios gue su vida m.= as Co-
1 patriotas que preparaban la insurrec- quimbo y Feh.° 24 de 1811. De Vm. su
ción de la campaña. Todo hacia pensar Serv.°* Pedm Viera".
que momentos trascendentales se acer-
caban). En ese mismo tiempo Correa 0 26 de Feb. _- “El Veinte y seis de
encargó al Sargento de milicias de la Feb.° reunidos mas de tres cientos hom-
Colonia y vecino de Mercedes, Martin bres se ocultar-on de noche, tres leguas
Brocal, “q.° entusiasmase quanta gente del Pueblo en el monte llamado de Asen-
pudiese p.<= lo q.° se intentaba”. cio, Costa del Rio Negro”.
1
0 21 de Feb. _ Los españoles, sospe- 0 27 de Feb. - “El veinte y siet.° antes
chando un levantamiento, se alarmaron de amanecer mandó Biera, q.° se aporta-
y “hecharon sus Patruyas, colocaron en ran veinte hombres afuerita del monte,
las boca calles cinco Pzas. de Artillería, con la orn. q.° si se dirijia á ellos aIg.°
con lo q.° ya no fue posible tomarlos gente, q.° huyeran campo afuera.. Los
de sorpresa. espias de los Españoles, q.° eran mas

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á lo que Correa contextó, que aun no
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antes de tomar el Pueblo andando Bie-
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era tpo. q.° continuase reuniendo gente, ra citando los Cavezas de Division, en-
y quando fuese ocasion, q.° pasará aviso contró a Benancio Benavides, y pregun-
H, á DP Feliz Rodriguez, á Fran.°° Vicudo, tandole á donde iba, respondió Benavi-
á Sevastian Cornejo, y á Basilio Cavral, des, que â la Capilla, y entonces Biera
I que estaban encargados en reunir la
gente q.° pudiesen del Cololó, Coquimbo
le dijo con la satisfaccion, q.° eran Ami-
gos, q.° no fuese, pues iba atacar el Pue-
la
y Sarandi." En todo este tiempo, Enri- blo, y q.° si quería lo llevaria de su se-
que Reyes, traía noticias de los movi- gundo, _cuío partido admitió Benavides,
l mientos del ejército de Martín Rodrí- y suspendiendo su viaje siguió á Biera".
l guez. 0 '24 de Feb. - “E1 veinte y quatro de
ediados de Feb. - Cuarta visita Feb.° hâ horas de misa maior publica-
M de Viera a Correa, diciéndole “que ron (en Mercedes) la (declaración de)
la gente se manifestaba descon- Guerra de Montevideo con B.' A.° y die-
tenta, p.' lo que se retardaba el Abanze, ron los Española muchos vivas á Mon-
á lo q.° respondió Correa q.° les dijera tevideo, tirando los sombreros al aire, y
de su parte, q.° se contubieran un poco gritando muera la Iniqua y monstruosa
mas”, “q.° el fin era asegurar una obra Junta de B.= A3 y todos sus Aliados.
de tanto Bulto”, aguardando noticias Con lo q.° la gente del Paiz se lleno de
del Gualeguay. Viera se retiró con estas mas calor”.
novedades. (Recordemos que el 12 de 0 25 de Feb. - Corr@ recibió una car-
febrero el Virrey Elio, desde Montevi- ta de Viera., fechada el día anterior, que
deo, había declarado la guerra al Go- decía: “Mi Alferes Correa: ya no me
bierno Revolucionario de Buenos Aires es posible de ningun modo contener la
y que pocos días después, el día 15, Ar- gente, y afin de evitar algun desorden,
tigas, desde Colonia, abandonaba las fi- q.° cause muchos mala o daños, hé de-
las españolistas y se trasladaba a la terminado e esta Noche, á T*-ír

I
|
ciudad porteña, a ofrecer sus servicios ese Pueblo, y atacarlo mañana lo q.°
a la causa de la Revolución. En su reco- aviso a Vm, q.° asì lo haga entender á
l rrido habia atravesado los campos del
actual departamento de Soriano, donde
todos los Partidarios nros. que Vm. ten-
ga en sa; y no ofreciendose otra cosa.
1| debe haberse puesto en contacto con los
patriotas que preparaban la insurrec-
Ruego á Dios gue su vida mx* a.= Co-
quimbo y Feb.° 24 de 1811. De Vm. su
ción de la campaña. Todo hacía pensar Serv.°f Pedro Viera”.
que momentos trascendentales se acer-
caban). En ese mismo tiempo Correa 0 26 de Feb. - “El Veinte y seis de
encargó al Sargento de milicias de la Feb.° reunidos mas de tres cientos hom-
Colonia y vecino de Mercedes, Martín bres se ocultaron de noche, tres leguas
II Brocal, “q.° entusiasmase quanta gente del Pueblo en el monte llamado de Asen-
pudiese p.° lo q.° se intentaba”. cio, Costa del Río Negro”.
0 21 de Feb. - Los españoles, sospe- 0 27 de Feb. - “El veinte y siet.° antes
chando un levantamiento, se alarmaron de amanecer mandó Biera, q.° se aporta-

fl y “hecharon sus Patruyas, colocaron en


las boca calles cinco Pzas. de Artillería,
con lo q.° ya no fue posible tomarlos
de sorpresa.
ran veinte hombre: afuerita del monte,
con la orn. q.° si se dirijia á ellos alg.°
gente, q.° huyeran campo afuera. Los
espias de los Españoles, q.° eran mas

li 8
\
1
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/
La admirable alarma de Asencio
ã __.-
ll

partidarios nros. q.° de ellos, fueron con adelante los Blandenglfi y al Oficial q.°
el aviso, q.° no eran mas q.° unos veinte habia tomado prisionero, y mandó un
o treinta hombres y p.f consig.*° q.° no Parlamentario q.° lo fue Enrrique Re-
todos tenian armas, con cuia noticia D."
Ramon Femandez, a1f.= de Blandenguez 1'"
de Montevideo, q.° casualm.*° se hallaba
ayi, se resolvió antes de medio dia á. sa-
N l lir con veinte y cinco Blandeng.= q.° te-
nía, unido con treinta Españoles de los
mas guapitos, creido q.° tenia seguro la
l
carnada, q.° se les habia puesto, y lue-
J
go q.° se aproximaron al monte donde
estaba la Lechiguana, salieron huyendo
los veinte q.° estaban de Gaucho. Los
Españoles y Blandengfi q.° vieron á es-
tos huir cobardem.*° arremetieron sobre
ellos con grande intrepidez, p.° al poco
trecho, reparan há retaguardia el Car-
dumen de Abispas, y dicen q.° los Gau-
chos son tontos con lo q.° el valor sé les
volvió pasmo, pero no p.° ganar un mon-
te espeso, creiendo q.° ayi serian salvos,
p.° nra. gente como galgos cayeron tras
de ellos, y los agarraron moribundos sin
que se escapase mas q.° un Ten.*° de
Montevideo llamado D.fl Jose Maldona- El Monumento, obra del escultor Zorrilla de
do, p.r haverse arrojado con caballo y San Martin, con el que hoy Mercedes honra 11
todo á un Arroyo llamado de la Cale- recuerda a los héroes de Asencio. Al fondo la
Catedral que ocupa el predio donde se levanta-
ra. Dos Españoles, q.° quisieron hacerse rd la primera Capilla que diera nombre a la
fuertes, los hirieron bastante; p.° los histórica villa. (Gentileza del autor de este
demas q.° imitaron al Alferez D.” Ra- trabajo).
mon Fernandez incandose de rodillas, y
poniendo las manos, no se les hizo mas yes, quien desempeño su comision con
que atarlos. Esa misma noche del vein- el desembarazo de un completo militar,
te y siete se aproximó nra. gente á las y dando su embajada, fue preguntado
margenes del Pueblo, y los Españoles p.' el Comandanfs q.° gente era la q.°
toda la noche y luminaron con fogones venia, y respondió Reyes, q.° de B.= A.=
las bocas Calles, y se parapetaron arri- y del"'_Continente, lo q.° acredito el
ba de las Azoteas', alrededor de la Plaza, Com.” y Españoles respecto ã q.° con el
y en las quatro Esquinas, con cinco pzas. ante ojo descubrian Tropa en Colubna
de Artilleria, que tenian, y de media y quedandose un rato mudo el Com.*° y
hora, en media hora tiraban un cañona- el Alcalde, dijo Reyes, ya se cumplen
zo al viento, p.<= meter miedo á los Gau- los tres minutos, q.° traigo de plazo, y
chos, y p.° eso se ponian mas bravos”. Vms. no responden nada, con permiso
de Vms. me voy, y entonces detenien-
0 28 de Feb. de 1811. - “El veinte y dole el Com.” contextó, q.° entregaba el
ocho al ser de dia formó Biera su co- Pueblo á la disposicion del Gov.° de B.”
1-* lumna á la vista del Pueblo poniendo As, libre de vidas y haziendas, cuia
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La admirable alarma de Asencio


É -

contextación lo q.° la recivió Biera se hizo Biera con la satisfaccion q.° Correa
la pasó al Alf.= d.“ Ramon Fern.= p.“ q.° quedaba a la mira de sus operaciones.
la leyese, y quando Biera oió decir, q.° El sig.*° dia q.° fue el primero de marzo,
entregaba el Pueblo, ya dió buelta a dis- tomaron S” Domingo. . .".
poner como havia de dentrar la gente Estos fueron los orígenes de la Revo-

Í, sin recojer primero la respuesta del Par-


lam.¢° de manos de D.” Ramon".
e esta manera Mercedes” cayó en
lución Oriental de 1811 en el relato de
uno de sus P1'0t88'0nistas, que vio apa-
recer “un ejército nuevo”, al decir de
Artigu, “cuya sola divisa era la liber-
D poder de los patriotas, que tenían tad.” ¿Quiénes integraban aquel “ejér-
muchos partidarios en el pueblo, cito nuevo” nacido en Asencio? Escu- 'F
los que estaban prevenidos para “q.° chemos al propio Artigas decirnoslo:
cada uno tubiera un pañuelo blanco en “no eran los paisanos sueltos, ni aque-
el bolsico, p.° lo q.° atacasen los nros. llos que debían su existencia á su jornal
se lo pusiesen en la copa del Sombrero, ó sueldo, los solos que se movían; veci-
y de esa suerte serian conocidos p.' Par- nos establecido@ poseedores de buena
tidarios de la Patria”. Dice el Informe suerte y de todas las comodidades que
que aquellos patriotas, antes de tiempo, ofrece este suelo, los que abandonaban
se pusieron el pañuelo, lo que hizo des- sus intereses, sus casas, sus familias; 1
1
--_~_- ~a;š-_=." ."`
confiar a los españoles, a tal extremo los que iban, amso por primera vez á
que “si el Com.” no entriega tan pronto presentar su vida á los riesgos de una 1

el Pueblo los primeros q.° hubieran pe- guerra, los que dejaban acompañadas
recido eran los de la vincha”. de un triste llanto á sus mujeres é hi-
l, “Luego q.° arriaron la bandera en el jos, en fin, los que sordos â la voz de
Pueblo, se dirijio Correa p.° la Plaza en la naturaleza, oían sólo la de la Patria.
donde se encontró con Biera, quien de- Este era el primer paso para su liber- 1P
lante de toda la gente le dijo: Mi Alf.” tad: y cualquiera que scan los sacrifi- 4
Correa, ahora es q.° preciso de Vm. mas cios que ella exija, V. S. conocerá bien ` l

qf* nunca, es necesario q.° extienda un el desprendimiento universal y la ele-


Oficio p.° el primer Gefe mas inmedia- vación de sentimientos poco común que
to, á. efecto q.° nos auxilie con alg.<= gen- se necesita para tamañas empresas, y
te con armas, p.r si somos atacados de que merece sin duda ocupar un lugar
Montevideo, y entre tanto Biera atendió distinguido en la historia de nuestra
al encierro de los Españoles, Correa fue revolución." (En carta a la Junta del
. a su Casa, extendió el Oficio, y lo man- Paraguay, del 7 de Dic. de 1811).
›\ dó don Enrrique Reyes, p.° q.° Biera lo Cuando miramos el calendario de
firmase, pero D.“ Ramon Fern.= q.° en nuestras fiestas patrias y vemos que el
el Camino se encontró con Reyes, aper- 28 de febrero no está incluido, recorda-
sonándose firmó dho. Oficio, y lo entre- mos siempre las expresiones de Artigas,
gó a los Chasqueros, q.° estaban prontos, al referirse al hecho, cuando decía: “día
sin q.° Biera hiciese alto de las vivezas memorable que había señalado la Pro-
de su prisionero". videncia para sellar los primeros pasos
ii sa misma tarde del 28, se dirijió de la libertad en este territorio, y día
I.. E p.° S.'° Domingo (Soriano) Biera que no podrá recordarse sin emoción,
y Benavides con ciento y tantos cualquiera que sea nuestra suerte”.
hombres quedando de Guarnicion en ¿Cuándo se cumplirá?
Merzedes mas de dos cientos, y de
Com.*° D.” Ramon Fern.= cuia eleccion MANUEL SANTOS Pínnz
¡F 10

_?.-"'
¡ I

Evocacnon de CI

Eduardo Victor Haedo


por Héctor Payssé Reyes

NOTA DE LA DIRECCIÓN. La conferencia que publicamos fue pro-


nunciada el 15 de noviembre de 1972 ante la Junta Departa-
mental de Soriano, reunida en sesión solemne con presencia de
personalidades politicas y diplomáticas. Se reproduce aqui con
especial autorización del Dr. Payssé Reyes.

S e cumplen hoy dos años del falle-


cimiento de don Eduardo Victor
Haedo, hijo de este solar, en cuya
tierra, por expresa voluntad suya, re-
posan sus restos.
Pienso que bien ha hecho esta Junta
Departamental en poner una pausa en
su ritmo normal, para concentrar la
atención pública por encima de razones
políticas, junto a la memoria de esta
singular figura del panorama nacional.
Debo agradecer a la Junta la honrosa
distinción que me ha conferido al en-
comendarme la evocación de Haedo. Ya
me correspondió hacerlo hace dos años
cuando su cuerpo aún estaba tibio. Lue-
go, en oportunidad en la cual el Direc-
torio del Partido Nacional dispuso la
colocación de su retrato en la Galería
de los Próceres Partidarios, hablé. Co-
mo ninguna circunstancia posterior ha
quitado vigencia a lo dicho y poco nue-
vo podría agregar, permitidme que me
remita, en parte, a los juicios emitidos.
Quizá -dije- en lo que ha corrido Haedo en 1938 (Biol. Nacional, Sec. Materiales
del siglo, ningún uruguayo ha sido más Especiales).
discutido, controvertido, adulado y mal-
tratado. Siempre en su torno la polémi- se me insulte, sí, -decía- pero que no
ca. El la provocaba. Sólo lo aterraba el se' me ignore. Si se habla mal de mí es
silencio, la soledad. No temía los ata- porque existo, porque pienso, porque in-
ques; le asustaba la indiferencia. “Que comodo, porque no soy acomodaticio”,

11
,[51

Evocacìón de Eduardo Víctor Haedo

E no se cansaba de repetir. Lo compren-


día todo antes que ninguno; intuia todo
aunque en muchos rubros no supiera
sus sentidos físicos eran tentaculares.
Todo le entraba por los ojos, los oídos,
i
el gusto, el tacto y el olfato. Lo tocaba,
mucho. Su imaginación, su fantasía, olía, sentía, gustaba y oía absolutamen-
`1,
corrían más veloces que su voluntad y te todo Y en todo, la flor, la mujer, el
su razonamiento. Se creía en la polé- cuadro, el concierto, el viento, el frío y
mica; era encantador en el diálogo, ilu- el calor, el movimiento y el reposo, lo
l minado por una memoria prodigiosa.
Lo agitaban todas las pasiones, pero no
supo ser malo conscientemente. Recha-
bello y lo feo, lo grande y lo chico, lo
bueno y lo malo, él hallaba un excitan-
te premioso a sus reacciones vitales. La
1
zó la crueldad. El motor de su vida fue vida, el vivir plena y desaforadamente
1
la política, el arte del gobierno, la gra- en todos los aspectos, dormido o des-
I
cia de la convivencia. No practicó los pierto; en todas las formas, de todos
1
subterfugios del disimulo ; toreó con sus los modos, en los más inimaginables
desplantes mentales .y sus modos de matices, era para él lo esencial.
señor, enlazados siempre y confundidos Fue un agitador político y social,
-Tai con reacciones comunes. Llevó con igual mental y físico, porque él era un agi-
›i
naturalidad el sombrero de copa, la go- tado físico, mental, social y político.
rra vasca, el zapato de charol y la al-
pargata desflecada. Conversador con Era arrogante, batallador, audaz, va-
seducción, chispeante, desconcertante y liente, agresivo y conquistador, recio y
a veces estrafalario, dominaba los círcu- suave, temible y seductor, insaciable,
los más diversos: de historiadores, de dúctil, con plasticidad espiritual, sin or-
políticos, de creyentes, de incrédulos, de todoxia, annque dogmatizaba algunas de
artistas y escritores, de campesinos y sus ideas senciales: cristianismo y re-
w de ciudadanos. Sus diálogos teológicos ligiosidad, nacionalismo, blanquismo,
H con clérigos; sus conceptos pictóricos americanismo, populismo, ansias de bie-
l,
in con maestros del color; sus doctrinas nestar universal.
históricas frente a investigadores; sus
planificaciones políticas y sociales, en
:_:-,.¿.¡-'
controversia con gobernantes de cinco
Continentes; sus balances sobre los he-
chos más dispares, contrapuestos a los
analistas más meticulosos y pacientes;
IÍ todo, todo lo abarcaba con igual arro-
gancia y desenvoltura.

i stos perfiles van definiendo algo

a~ E de lo que quiero decir de este muer-


to a quien la muerte no logró ma-
tar. Lo importante en don Eduardo Víc-
tor Haedo era el hombre; como ninguno
de carne, huesos, nervios, linfa, cerebro,
células, reacciones y vibraciones vitales.
En mi largo _andar por la vida no he I/uds Alberto de Herrera en 1922; ya en esa
conocido a un ser humano con más “sen- época Haedo habíase vinculado a su partido y
a su persona. acompaña al líder su hija y
tidos” que Haedo. Alguna vez le dije que amigos.
l
12
_¬_†,_ _ _, _ _7, ___-__ _ .._,,v,_ __

Evocación de Eduardo Víctor Haedo


à ,

frÍ n Herera tuvo su inspirador, pero


E hasta con Herrera polemizó. No
tea” se dieron cita. Y entre retratos y
recuerdos y libros y cruces y armas
I
1 podía estar sosegado. Cuando su- antiguas e instrumentos de música y
frió un serio contraste político, se re- curiosidades, alli él, Haedo, se movió en
fugió en un campo desconocido para él, un mundo propio, acercando a la gen-
en la lucha de los colores, de la compo- te, perdonando a los enemigos, vencien-
sición pictórica, de las técnicas que tra- do a quienes lo negaron y oyendo pala-
tó de dominar en el instante de cono- bras cordiales o zalameras de labios que
cerlas, como lo pretendía hacer con los lo habían insultado, afirmando siempre
seres humanos. Por ahí dio escape a su valor Hombre.
un desencanto que me consta cuánto lo
hizo sufrir; pero entonces, en vez de echazaba la mediocridad; no supo
ser un derrotado gustando amarguras, R jamás *pasar desapercibido; todo
se sintió un vencedor en un plano que para él necesitaba gran escenario y
lo atraía: la plástica. Y libró su batalla espectacularidad. Hasta lo más íntimo
de pintor como nadie lo había hecho; de su vida humana cobraba dimensión
pintó por placer, por necesidad vital, pública. Se complacía contraviniendo los
por promoción personal, por conquista juicios convencionales. Tenía algo de
de escenario y notoriedad y halagos inconformista. Antes que otros y en
críticos o para desafío de juicios adver- otros planos, en este país y en los nive-
sos. Y así, en tres años vertiginosos les más altos, con desenfado que des-
llegó a las galerías, a los periódicos, a concertó, pero con orgulloso coraje, él
las polémicas, y vivió y pintó; y pintó y puso al desnudo y como estímulo para
vivió, vivió pintando; pintó con ruido! la afirmación de otras vidas que podían
sufrir en silencio angustia de trauma,
Imaginó y realizó y amplió y modi- todos los recuerdos de su infancia y de
ficó y magnifìcó su “La Azotea”, no su origen; y evocó con devoción conmo-
como resguardo de apacible reposo, pa- vedora la figura de su madre, presen-
ra acumular fuerzas para sus combates. cia permanente en su vida. En 1957
“La Azotea" fue su arena, fue su es- trazó en “El Debate", una visión de la
cenario inimitado e inimitable; casa ciudad de Mercedes a comienzo del si-
solariega, taller de pintor, capilla pri- glo, rebosante de gracia y de emotiva
vada, pinacoteca, residencia de la cor-
dialidad, teatro y museo al aire libre, intimidad.
tradiciones y flechas al mañana, árbo- Vale la pena leer algunas referencias
les y flores y molinos y campanas y a lo dicho en esa nota: “A trescientos
mñones y carretas y palomares y ave- metros de la plaza y a doscientos del

l
nidas con nombres ilustres, mesas de río, em una casa antigua, a la que los
largo mantel, fuego cálido para noches años patinaban de color ceniza, en la
invernales de coloquios profundos y se- esquina de las calles Ituzaingó y Soria-
ductoras frivolidades. no, vivía mi bisabuela, doña Segunda
Mendoza, de las fundadoras de Merce-
Allí hizo Haedo, sólo Haedo en esta des, que había cumplido más de cien
sociedad uruguaya, un centro interna- años de edad, -murió en 1911 `a los
cional que giró en su torno y cuyos ecos 108 años en esta ciudad- mantenién-
¡A-fi-pi
_.
corren por el mundo. Todo lo más sig- dose lúcida, y viendo cómo se le habia
¡ificativo de la política, el pensamiento, ido de entre las manos, sin apartarse
la sociabilidad, las artes, las letras y de su sillón y de su patio, el patrimonio
las pacias del Continente, en “La Azo- heredado de sus padres. Vivía de re-

13

r dl
11

Evocación de Eduardo Víctor Haedo

cuerdos. Era colorada. Y nada contaba instinto familiar tan certero que les
que no se refiriera a su trato con el Ge- permitía juntas transformar en leve el
neral Fructuoso Rivera, de quien había infortunio y en llevadera toda contra-
sido amiga, y al odio que sentía contra riedad. Fui yo el único varón de la casa.
los blancos. Habia en su juventud con- Fácil, a pesar de que mi nacimiento
vivido con don Gregorio Haedo, hombre postró a mi madre, es deducir con qué
de linaje y acaudalado, con quien tuvo ternura, bisabuela, abuela y madre, me
dos hijos, reconocidos más tarde: Ge-
naro y Gregorio. Este últimopconoció Iv .

en su campo de Coladeras en el depar- - .._-, :X

tamento de Río Negro, a una mujer


del pueblo, joven, sencilla y linda, Mar-
tina Romero, blanca, puesto que era hija
de Diego Romero, uno de los defenso-
res de Paysandú. De esta unión nació
mmm-wwwmnm-eng

-0 '

..J¿_"
.ay-à-f

En lahern-osacosta¢eiñoFe;ro,eaela¡tlo
pedreyoso, que depues se ooaooefla como El
Palo Alto, se reunía: ¶a 0 naüadoc del siglo
pasado las lamadem: n.a1:ed¢r¡a.:. La madre
de Haedoƒ:e:aadeel¬.'¢s¶depeqseåo, el dt-
rigente blanco, *cruzaba es pata las calles del
pueblo repartiendo lz::¢-:teta de ropa bien lim-
,.... pmypmnchcdf. (ariacíoctabacscontarlo el
vwzfiø wrvfimmâftøl-
Una vista de Mercedes a mediados del siglo
pasado. En una modesta casa como la que se convirtieron en lujo de su pobreza, re-
aprecia a la derecha paso Haedo los primeros
años de su vida. ` _ galo desuternnrayobjetodesus es-
peranzas. Con dignidad y recato fui
María, que después de dilatados amores inscripto en el Regish-o Civil, como hi-
con el agrimensor José Eleuterio Rou- jo María Haalo y de padre desco-
bin, había de ser mi madre. Larga ca- noci 0”.
dena de amores, de pasiones, de infor- usto esagregaralodíchopor Hae-
tunio, en que, como era frecuente en la Jdo, que en 19%, ¡ma sentencia dic-
época, las mujeres soportaban casi con tada por el J letrado de Soriano
alegría el peso de sus errores y sus sa- don Gerardo Gonzãlm Monrigãn, con
crificios. En aquella vieja casa, Segun- especial condazación en costas y costos
da Mendoza, Martina Romero y María a la sucesión demandada, declaró a
Haedo, solas, encontraban en las tareas Eduardo Víctor Haedo hijo de José
de costura_y en la asistencia de enfer- Eleuterio Rouhin y de María Haedo.
mos, consuelo a sus tristezas, sin la me- En 1928 el Tribunal de Apelaciones, in-
nor queja, rodeadas de parientes, todos tegrado por los Ministros Cihils, La-
pobres y trabajadores, dueñas de un rravide, Piñeyro y Furriol, confirmó la
gïaiu n- 7;”

14

l
|i
l _ |
4
Evocación do Eduardo Víctor Haedo

sentencia de primera instancia, con es- revolución en usos y costumbres, nece-


pecial condonación en costas y costos a sario es enaltecer este tipo de grandes
la sucesión demandada. mujeres y austeras señoras, pilares de
En los últimos meses del invierno una sociedad amenazada de resquebra-
previo a su muerte, quizás sacudido por jamientos por ímpetus igualitarios y
algún presentimiento, allá en las noches reivindicaciones de libertades sexuales.
silenciosas de “La Azotea”, escribió pá- Dice Haedo en estas últimas páginas:
ginas íntimas que nos leyó. De ellas ex- “En el Liceo y en los ensayos teatrales
traigo, sin infidencias, estas definicio- conocí a Rosita Garramón, alumna del
nes personalísimas: “No me siento tipo curso anterior al mío. Fuimos novios
para que mi vida sirva de ejemplo. Son durante 14 años. Seguramente porque
muchos más mis errores que mis acier- nos conocíamos bien, es que hemos con-
tos. Reconozco, eso sí, que todo lo que vivido por décadas unidos por lazos
viví entre los cinco y los quince años, que nada ni nadie ha podido mellar y
lo que admiré o repelí, lo que gusté y mucho menos destruir. Fue así mi pri-
lo que desprecié, aquello de que parti- mera y única novia envuelta en el aura
cipé con desbordante entusiasmo, y lo del romanticismo, que sirvió para no
que soñé sin poden lograrlo, fijo quedó magullar la imposición de lo real y -po-
para siempre en mi ser. Son sin duda sitivo que la vida fue generando. Con
mis defectos y mis virtudes, que el pró- ella me casé en 1926. Si tuviera que ha-
jimo juzgará. En ese tiempo se gesta- cerlo después de las experiencias vivi-
ron en mí, con forma vaga, pero con das, con ella me casaría. De firme ca-
fuerza de persistencia: política, patrio- rácter y orgullosa dignidad, no poco le
tismo, nacionalismo, cristianismo, afi- costó comprender a un hombre nacido
ción a la historia y a las artes plásticas, para gozar de los dones de la libertad
_a los deportes, a la política y a la con- y sobrellevar sin amargura las decep-
vivencia amistosa y cordial, al periodis- ciones que crea su uso. Además, propen-
mo, a la intrepìdez no exenta de desen- so muchas veces a no ver con claridad
fado, a la flexibilidad en el juicio sobre lo indebido, e intentar más de lo conve-
los hechos y los hombres, la pasión por niente, vivir para sí mismo, sin medir
los viajes, por la libertad y la justicia, los daños que ocasiona este modo de
y el gusto por la mujer”. transitar por el mundo. El balance de
lo vivido como lo he vivido, me permite
E n su vida, junto a la presencial de, afirmar que si tuviera que volverlo a
la madre, otras dos mujeres ejer- vivir, así lo viviría. Las mayores disen-
cieron decisiva influencia, no como siones han ocurrido por mi modo per- ›
lastres, pero sí como señales del rum- sonakde encarar ideas, principios, fines, r
l
bo cierto cuando soplaban las borras- gustos, sin que jamás nada superara
cas. Con referencia a ellas escribió la lo normal de los matrimonios realiza-
última página de sus memorias incon- dos durante el primer cuarto de siglo.
clusas. En homenaje al protagonista El tema de las libertades porlparte mía,
del retrato humano que trazamos, me que reconozco como valederas por ser
permitiré leer el propio original, y al
mismo tiempo, así hago justicia a las humanas, lo he desarrollado en un libro
virtudes de ésa excepcional mujer que que he dispuesto se publique post-mor-
supo ser la 'esposa ejemplar de este tem mía, de ella y de mi hija Beatriz.
hombre tan dificil para la convivencia Esta última no me ha perdonado que
íntima. Y hoy, en horas de profunda las tuviera; menos habría de permitir
15 4
\

1.
Evocación de Eduardo Víctor Haedo
¦

que las contara. No así los nietos, a Años después, ahora, d jsnfla Hernán
quienes les tocará vivir un mundo nue- Benítez, amigo entrañable, me umsoló,
vo, desprejuiciado y podrán ver cómo admitiendo que no san los de la carne
el abuelo fue, en el sentido dionisíaco los pecados graves ni mortales, sino
W Rwsawmscwwmseiflyw*
,p N,
w*fšf""' ll aquellos del espíritu: avarida, difama-
I ción, calumnia, odio, sohabia, dolo,
“E-z-.^.;
traición, concupiseencia y maldad. Si
esto es así, no dudo que puzr no sentirme
; culpable de ellos, fi-airgzí creo te-
ner los portones del deio”.

I
qui termina mi rándn dd hom-
Abre, a quiem mmzhm quisimos eo-
mo era, consusfirtndmysus
defectos, pero con iznpazmziie fuerza
humana.
¿Y el político? A Q msrefaiinosal
colocarse su retrato az la galería de
próceres del Partido Kadzmal, que no
la forman ni artistas.” ni umiafims'
' ni
escritores, sino hombres que entregaron
lo mejor desusvidasyssafanes, al
arte, la pasión y la län pccrlcs ideales
políticos. Y en ste andar también Hae-
do es diferente a todos. ãi x galería
están los juristas, las lmzcercs, los re-
volucionarios, los ejemplzra, los téc-
nicos, los sobrios, las . los
mártires, los rectilíneos y los purfiados.
En La Azotea, su refugio renacentista de Punta Este nuevo académico paräazrio, dije,
del Este. en esta galeria de däims, a à impre-
sionismo, el surralíszno, me animo a
de la existencia un precursor refinado decir,_ el no figurativista, d disonante.
de lo que ellos tendrán por común e Pero en esagaleríapazrtidmñnnapodía
intrascendente. Hay algo en la historia, faltar y no configura su presencia la
que la historia para serla de verdad, no nota de escándalo.
admite, esto es: juzgar lo que hubiera Herrera en 1958, 11%) de haberlo
sucedido de no haber sucedido 'lo que excomulgado, lo mandó llamar. Lo ne-
sucedió. Fui y soy muchas cosas: bue- cesitó y lo az el pannrama
nas, regulares y malas. Desde que tuve partidario como valm' sanzial, cuando
uso de razón, he dado a mis ideas, sen- hubo de libran su gran batalla politica,
la última y la victoria.
tido nacional y popular. Lo que no he ¿Por qué Herrera, que bien lo cono-
sido y no seré es de las vastas familias cía, no pudo pzacìndir de ste “jefe
que no se tratan con la vecindad. He divisionario” de las luchas civiles, y lo
gozado de la vida hasta la imprudencia, hizo Consejero Nacional? Porque
y he defendido mi modo de vivirla, has- Eduardo Víctor Haedo era en lo polí-
ta la arbitrariedad. He pecado mucho. tico como en lo humano, un valor fue-

16
Evocación de Eduardo Víctor Haedo
! _

ra de serie. Y era un hombre para los después, de nuevo, y ante el asombro


tiempos nuevos, sacudidos ya por vien- general, dio las bases y estructuras pa-
tos de fronda, de agudas transformacio- ra el segundo gobierno del Partido Na-
nes y profundas contradicciones. Haedo cional. Para él no existían vallas ni
en lo político, como en algunas aristas obstáculos. Su intrepidez, no tenía fre-
de lo humano, no fue mi héroe ni mi nos. Su coraje para jugarse por solu-
atracción. Pero~ por eso mismo tengo el ciones, fue deslumbrante. Como nadie
juicio libre y abierto para señalar en sabía olvidar agravios recibidos y an-
él capacidades de excepción. Su plasti- tecedentes incómodos.
cidad, la seguridad personal, la intre-
pidez, la imaginación, el desenfado de e adelantaba a tender la mano a
las actitudes configuraban en él, un po- S sus adversarios. Su inquietud era
litico típico en el arte de las soluciones sin reposo. Pero siempre afirmado
y las combinaciones. en su fuerza personal, en su confianza
Sobre la victoria de su Partido en en sí mismo. Yo declaro que sus osadías
1958 y las dificultades políticas surgi- políticas me desconcertaban. Fue el más
das entre las fuerzas vencedoras bajo resuelto defensor de Franco, cuando
el lema histórico, Haedo con Pedro Be- las masas populares levantábamos el
rro lograron el pacto que hizo posible puño crispado en solidaridad con la des-
un gobierno amenazado por desconcer- falleciente República española. Abomi-
tantes incertidumbres. Cuatro años naba de los dictadores, pero fue Mi-
nistro de una dictadura doméstica y se
adelantó a saludar a más de una afir-
_J.f`.¢ mación personalista en el panorama de
América. Pero todo lo hacía con arro-
gancia y si-n un gesto de servilismo. Se
jugaba y se acercaba al pueblo en las
agitaciones populares y a veces con im-
prudencia las estimulaba, sin disimular
jamás ni disculpar sus actitudes ante-
riores. Hasta se jactaba de-ellas. Junto
a Herrera, en esto, había aprendido el
gesto y la prestancia. Gozaba desafian-
do y a veces desafinando.
Agrego ahora, que de vivir, estaría
vibrando en la gran aventura histórica
que se juega la hermana nación argen-
tina.""Y sin duda, habria «integrado la
«-
colorida delegación que ha ido a ten-
derle puente a Perón.
La corriente del “revisionismo his-
tórico” estimulada por Herrera en el
Uruguay, contó con el aporte inquieto
AP
y batallador de Haedo. Las aún discu-
tidas y discutibles epopeyas de Rosas
Así vio el caricaturšsta Mariño (Revista Lunes) y de López, merecieron de su parte
la entrega de la šcmda de Presidente del (Ton-
reio por parte de ardone a don Eduardo Victor adhesión apasionada, como era todo lo
Haedo. suyo. Estudió y enseñó historia sin la

17
1
Evoçación de Eduardo Víctor Haedo
4

frialdad del testigo, sino con el calor sionista-, que los argentinos convivan.
del militante. Fue un parlamentario bri- Buscaba todos los extremos argentinos
llante, con actuaciones de resonancia. para tratar de reconstruirlos, como si
Los temas de política internacional, las fuera un rompecabezas. No creía que
1
nuevas estructuras de organización con- América Latina tuviera destino, si no
1 tinental o mundial, la defensa de la so- lo tiene la Argentina. 1
l
A
beranía nacional, mantuvieron alerta su Y así también, en nuestra política,
atención y daban elocuencia `af su voz fue obrero de la convivencia, hasta la 1
i
y brío a su pluma. imprudencia. La muerte lo sorprendió
bajo la bandera del Partido Nacional,
ue gobernante con espiritu abierto" en cuyas tiendas siempre vivió. Pero fi- A

F para escuchar y con ánimo para nalmente, con una tremenda inquietud,
soluciones de volumen. En el Con- tanteando soluciones que evitaran un
sejo Nacional de Gobierno, actualizó las gran encontronazo nacional que nos
exigencias de remodelación de la bahía precipitara en honduras de infranquea-
y puerto de Montevideo, apoyó con én- bles disidencias. Como era un político,
fasis los proyectos de puentes interna- sabía dialogar. No era mandón, pero
cionales, los planes de obras públicas sentía el goce del poder gobernar. Du-
L...-._ siempre lo tuvieron presente; las exi- rante el último año de su vida mantuve
gencias de la cultura popular, del desa- con él diálogos y contactos permanen-
rrollo y del turismo, en él tenían un tes. Manoteaba soluciones. Fue el pri-
actor. Quienes estamos empeñados en mero que mencionó el nombre del Ge-
la construcción del puente Fray Ben- neral Aguerrondo como útil candidato

É
tos-Puerto Unzué, con la tremenda sa- presidencial. Creyó que la solución sal-
tisfacción patriótica e integracionista vadora estaba en una reforma consti-
de ver el sueño materializado ya en he- tucional que permitiera la elección de A

chos, no podemos olvidar que COMPAU una fórmula presidencial fuera de los

¡A
fue realización de Haedo. Yo integro lemas. Pensó en una unidad electoral
este organismo por designación suya. nacional con dos figuras de los partidos
Siempre con gestos amplios, rindió ho- tradicionales. Sintió que estos estaban
menaje a los valores de los adversarios, en grave riesgo si no se flexibilizaban.
y actuó con flexibilidad mental. Profe- Condenaba la subversión, pero conside-
só firmes convicciones americanistas. raba inadecuado enfrentarla sin conce-
Se hizo conocer en el Continente. De siones, y llegó a creer que había térmi-
A1
él se habló y se habla en tierras de nos hábiles para una solución pacifica-
América, como de pocos uruguayos. En dora. En su último mes de mayo, fijó
Paraguay, en Bolivia, en Argentina, su sus ideas políticas en un Programa que
nombre luce en el nomenclator de ca- juntos trazamos, luchando para atenuar
lles. Su figura era internacionalmente y suavizar las divisiones partidarias y
popular. En Buenos Aires, hombres de los personalismos y las amenazas de dis-
todasflas militancias políticas, se han gregaciones en la República. A mi re-
unido y encontrado para rendir home- dactado, le agregó el lema “ni con nadie
. -._-._-
naje a su memoria. De él se dijo en la ni contra nadie; por el pueblo y el Par-
ocasión, que le sobraba tiempo, imagi- tido”. Este fue su último pensamiento “Lt-;4,_:n¢, ,
nación y pasión para escaparse por los político, cargado de preocupaciones, pe-
i poros de la frontera uruguaya, para ro seguro en su afán de soluciones. Por
1
buscar -grande ilusionado y total ilu- tanto, así como nació y vivió en el ám-
csuss-esul»
riunsu
n- n-a -o n-un
18

L\.
l
Evocación de Eduardo Víctor Haedo

I. bito partidario, en él murió, pero sin- Y termino señores, esta evocación,


tiendo como Herrera, que solamente los -evocación del hombre y del político-,
que no fueron a las guerras civiles, pue- recordando que en Haedo este departa-
den hablar de que sean ellas posibles mento y esta ciudad de Mercedes, tuvie-
y mucho menos necesarias. Y cerró su ron un hijo útil y agradecido. Soriano
ensayo sobre Herrera, con el mismo ha dado a la República, muchos valores
pensamiento que preocupó sus últimos humanos. Pero quizás pocos o ninguno,
días: “Para que no sobrevenga la gue- desde acción pública, mantuvo como
rra civil, hay que proceder como justos Haedo tan marcado, inalterable y per-
y saber ser libres”. Y por ello, sin va- manente lazo emocional con su terruño.
cilar en su blanquismo, aspiraba a un Su gestión está vinculada a muchas
gobierno de unidad nacional. obras y hechos que afectan al progreso
| y desarrollo departamental. En este
si murió, hace dos anos, este ser- ambiente municipal, hace dos años, es-
A vidor de su partido y de su país,
l en horas cargadas de incertidum-
cuché una estupenda evocación del se-
ñor edil Viera, que memorizó esa labor
bre, con su espíritu inquieto abierto al de Haedo. Pero a ello hay que agregar
gran diálogo. Yo lo he definido como el fondo humano, como todo lo que era
1 “el político de las soluciones”. Porque en él, de la relación Mercedes-Haedo.
en verdad, quien no es capaz de hallar
l la solución, una solución para cada pro- a señalado está, que la niñez y la
blema y cada situación, podrá ser un juventud vividas en el ambiente
sabio, pero no será “el político”. natal, se le incrustaron en el alma,
Necesitaba un gran escenario para su
acción; por ello nunca fue “hombre de
comité" ni de grupo. Así pienso que de
haber vivido en la gran marejada de la
Revolución Francesa, hubiera represen-
tado el papel de Mirabeau o de Talley-
rand, de Dantón o de Fouché. No, de
Fouché no, porque éste fue cruel. Hu-
_.-_-_. ,biera sido, sí, un Mirabeau, pronuncian-
do grandes frases, lanzando rotundos
desafíos, desconcertando con diabólicas
soluciones, tentando salvar la persona
del Rey en el derrumbe de la Monar-
quía, poniendo en riesgo su propio pres-
tigio en imprudencias comprometedo-
ras. Y sin duda su cabeza hubiera co- `

rrido la suerte de aquella tan arrogante Una vista de Mercedes tomada desde la costa
del Departamento de Río Negro en los años
de Dantón, pagando su osada indepen- setenta del siglo pasado.
A! dencia, y en el momento supremo, como
41
aquél, también le hubiera dicho al ver- en el sentimiento, en la emoción, en la
dugo con heroica jactancia: “. . .la mos- formación de sus ideas, sus gustos y su
trarás al pueblo; ella bien vale la pe- modalidad. Todos, como es natural, he-
na". Y entonces se hubiera producido un mos nacido en un lugar y crecido en un
gran silencio! medio. Pero no es común que nuestras

19

l
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Evocación de Eduardo Víctor Haedo


¿-

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vidas queden prendidas e iluminadas justificar inocente mi vida en la plaza,


con ese espacio natal, de.manera tan distante tres cuadras de casa, mantenía
definida. En Haedo todas sus actitudes, frecuentes discusiones con Eduardo Pi-
en el hombre y en el político, tienen su ttamiglio Bouquet, Jorge Sifredi, Luis l
l fi
raíz mercedaria. Si tiempo hubiera, sin Alberto Viera y Eduardo Fernández. De
abuso de vuestra atención, placer sería todas ellas, una discusión, quizás por
poder leer páginas inéditas que obran eso la recuerdo, fue a causa de don Na-
en mis manos, en las cuales Haedo, con talio Rigos, un viejo propietario de una
innegable sabor, traza la evocación de estancia criolla, a la que había puesto
sus primeros andares de niño, de ado- el nombre “La por si se hace", quien
lescente y de hombre, a través de las tenía el cabello crecido hasta la mitad
calles y plazas de esta ciudad, en las de la espalda y la frente cubierta de
aulas escolares, en las canchas de fút- rizos que no dejaban verle los ojos. Su
bol, en la plaza de toros, en los arcos diversión favorita, puede ser que única,
y junto a los altares de su iglesia, en era andar en el corso durante el carna-
las márgenes de su río, en las asambleas val, en un coche de caballos, a pesar de
partidarias, en las festividades cívicas, su edad mayor, tirando serpentinas y
en las emociones colectivas. Todo lo proponiendo cambio de flores con las
aquí vivido, se grabó en su vida. Expli- jovencitas que invariablemente rehusa-
ca quizá toda su vida, en el desfile de ban responder sus ruegos respetuosos
l afectos, reconocimientos, impresiones y
devociones. Y si no fuera demasiado
tarde, señor Presidente, de este merce-
y tiernos, propios de gaucho bueno. Se
sabía que estaba fundido, no tenía fa-

l i1 milia ni otras aficiones que esperar los


dario leería algunas de sus páginas, que carnavales. Mis compañeros se reían de
si la hija me permite, yo las recogería don Natalio, y celebraban que la estan-
algún día y las publicaria bajo el rótulo cia había pasado a ¡mos vascos-france-
“Semillas”, porque en cada uno de es- ses recién llegados. Sentí como un des-

l r
tos episodios que relata, que recuerda,
Haedo repite el sustantivo "semilla".
El lo dice: "Ahí, ahi está la semilla
de mi nacionalismo, de mi catolicismo,
pojo sublevante lo que se había hecho
con Rigos, y en'el colmo de mi indigna-
ción, al pasar el coche en que iba, me
trepé y con él di vuelta varias veces
4 de mi preocupación por la justicia so- por el corso, feliz de pasar entre mis
cial; la semilla de mi gusto por el de- camaradas y de responder a sus risas
porte, semilla de mi vinculación con los con la expresión de “gringos”, que mi
toros, semilla de la atracción que las madre usaba a menudo, sobre todo cuan-
mujeres provocaron en mi espíritu, se- do creía que cobraban de más en los
milla de mis amores". Son páginas es- almacenes y tiendas de los que estaban
critas con fresca soltura, sin corrección adueñados ya muchos extranjeros. En-
ni afeites, que anoche me envió doña terados en casa de lo que había hecho,
Rosa Garramón y que hoy las he leído lo recibieron con cariño. Si ya los crio-
con una profunda emoción, que es la llos vienen siendo despojados, a los del
que trasmito a ustedes, cerrando el ho- campo no les queda otro camino que ve-
-A-vu; menaje evocativo a los dos años de su nirse a las orillas del pueblo. No sé si
muerte. esta fue la semilla de. un nacionalismo,
“No había cumplido nueve años y que en mí ha tenido siempre un carác-
É muy afecto a mantener amistades para

20
ter simple y primitivo.”

E\.l uu-
Evocación de Eduardo Víctor Haedo
R11 -iii 3--1 =

E n el año siguiente, vi entrar por dante, cuando en ella repara la muche-


la calle Paysandú, al Regimiento dumbre indiferente. Siempre la he vis-
N° 9 que comandaba Gervasio to esbelta, como para que nadie la mire
Galarza y Valentín Arismendi, detrás sin tener una pura sensación de belleza;
de una columna de la guardia nacional y señorial, como para que todos sepan
reclutada mediante la leva, al frente de que allí permanece invisible un género
la cual venía el doctor Federico Fleur- de autoridad que se ejerce sin violencia
quin, a quien cincuenta años después, y con amor; y fuerte, como para que
como Consejero Nacional, yo habría de nadie pueda abatirla, porque su poder
entregarle el bastón de General. Regre- no está en las piedras que la componen,
saban victoriosos. de un intento de gue- sino en lo que ellas dicen al oído olvida-
rra civil, acaudillada por el jefe blanco dizo de la gente. No tenía torres; las vi
Basilio Muñoz, al lado de quien, cerca levantar. La he visitado siendo hombre,
de medio siglo después, debí de sentar- muchas veces. Un mediodía, en ceremo-
me en el Senado de la República. Estaba nia oficial, la observé junto a Arturo
parado en la esquina, cuando, al pasar Frondizi, primer Presidente argentino
frente a mí la columna heterogénea, en que haya visitado una ciudad del inte-
gran parte alcoholizada, gritando “Viva rior del país. Su pórtico se abre en ade-
el Partido Colorado!!!”, instintivamen- mán de no cerrarse jamás. Devotos o no,
te respondí: “Mueral Mueral", sin que a ella atados estamos en un recuerdo,
nadie reparase en el gesto infantil. Juan en una evocación y en una esperan-za.
Haedo, un primo de mi madre, cuyo ¿De ahí no serán mis semillas de 'reli-
hermano Gregorio había sido incorpo- g1Iosidad?”.
rado al ejército gubernista contra su
voluntad, mientras trabajaba de peón e he puesto “Semilla de oratoria"
en una chacra, quiso llevarme hasta la L a este otro párrafo: “En esa época
plaza, a lo que me negué, corriendo a el Padre Rey- (tienen un sabor
casa y vociferando enardecido, “¡Vivan muy especial estas páginas de Haedo,
los blancos 1”. porque están todas iluminadas en el re-
Mi madre festejaba estos gestos, y a cuerdo afectuoso de amigos de la época,
su dedicación debía el ser a esa edad un de amigos de ustedes, de gente que, en
experto en recitar los versos de Carlos el desarrollo social de esta ciudad han
Roxlo: “Te quiero mucho divisa blan- dejado grabada su imagen)- por esa
ca, porque eres buena, porque eres fran- misma época el Padre Rey me preparó
ca", y aquel otro: “Gloria al viril gue- para que dijera un discurso de bienveni-
I rrillero, al de la sonora risa, al de la da en el atrio, al primer Obispo que visi-
blanca divisa puesta en el blanco som- taba=Mercedes, Monseñor Pío Cayetano
brero”. Quizá estas fueron, semillas de Stella. Lo hice. Seguramente con éxito,
mi blanquismo”. porque unido al recitado frecuente de
1
4 “En ese mismo tiempo ayudaba mi- los versos de Roxlo, sirvió para que en-
sa todos los días, en la Parroquia, y lo trase a ser un conocido de las concen-
1 traciones religiosas y políticas, que eran
hacía con piadosa devoción. Pasados los frecuentes. No había perdido segura-
años, nunca he podido resistir verla sin mente el miedo porque recuerdo que sa-
emoción. La Iglesia preside la ciudad, lí huyendo de un mitin que realizaba
-^-*ur
es De las Mercedes, vive dando, distri- Teodomiro Varela' de Andrade, a quien
buyendo gracia y bondad con el mérito llamaban “anarquista” y denunciaron
l heroico de hacerlo en forma más abun- como animado del propósito de poner

l 21
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'll== _- , ___ --- - 7--W _ == ' í ,.._ _', ,,,_____._¿.,,_ - "___ _

l
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\ Evocaciån de Eduardo Víctor Haedo


\
1
l
l

una bomba en la Iglesia y hacerla volar era la figura típica de la ciudad. Joven
.É ese día. Treinta años después, siendo de familia acomodada, se desparramaba
ll
| Ministro de Industrias, me anunciaron en bares, boliches y lenocinios, expedi-
i que quería verme Varela de Andrade, ciones de caza y de pesca, animoso, be-
__;-.-
Inspector de Trabajo, que deseaba una bedor, lleno de entusiasmo contagioso y

1
licencia por encontrarse enfermo. No viril. Era. nuestro caudillo. Para las
lo había visto nunca más, pero recorda- protestas, los entreveros, las asonadas,
ba que le_ faltaba un brazo. Alïrecono- las serenatas, las agresiones verbales,
cerlo le dí la licencia sin más trámite, era el caudillo. Era definido en todo, y
y un especial abrazo. Era el primer a pesar de que aún usábamos pantalo-
miedo auténtico de que tenía memoria'ï.', tes cortos, nos obligaba a imitarlo. Sal-
o en fútbol, -él era partidario de
l Bristol y yo de Sandú Chico- en lo
\
N
› demás yo me consideraba un súbdito
suyo. Blanco exaltado, se defendía de
l HI
1
\-f\. los ataques con lenguaje macho, mati-
zado de las más malas palabras que re-
cuerdo haber escuchado. Rebelde, a él
quizá le debemos los muchachos de Mer-
l `" *'¬ëD cedes, el que no se nos conformara fácil-
l A i mente en nada. Los domingo, después
uf
de los toros y del fútbol, invariablemen-
l te dormíamos de noche en la comisaría.”
emillas tau-róƒílas": Revive Haedo
iI
S el recuerdo de la Plaza de Toros

I"
1,, de Mercedes, con nombres, con
cuadrillas españolas, con lidias famosas.
“Un núcleo de muchachos, sin medir
las consecuencias de algún encontrona-
zo con el bruto chaguanés y el abarci-
nado chúcaro, formaron ima cuadrilla

fá Haedo visto por el caricaturista cubano David.

emilla. de Bohemia, le he puesto a


estable de aficionados, bajo el experto
comando de “El Niño". Eduardo Mac
Entyre, Isidro Alvarado y Angel Nova-
les, eran los líderes. El “Don Tancre-
S esta otra página. do" lo hizo Edelmiro Chelle, quien se
r
“Cuando se vendió la casa tradi- mantuvo tieso y sin pestañear ante la
cional, a la muerte de la tatarabuela, arremetida, vestido de blanco y subido

F
pasamos a vivir en la calle Paysandú, a un cajón de análogo color, en el mismo
haciendo esquina con el sitio donde se centro de la plaza, mientras era suspen-
conservaban restos de la Plaza de To- sa la respiración de familiares y ami-
ros, y a una cuadra de la plaza Mateo gos. Con Edelmiro Chelle comenzamos
Fúnez, convertida en la más importante a escribir, años después, estos recuer-
de las canchas de fútbol. De ambos la- dos de Mercedes. Murió cuando revivía-
dos me llevaron preso más de una vez, mos todo esto y nos dábamos cita para
l Alfredo Rovira y Julio Palacios, comi- continuar. Fue gran periodista y escri-
sarios de la sección. Angel Roverano tor malogrado por los vaivenes de. la

22

,_ _. ._., m 13-. =¬. -


Evocación de Eduardo Víctor Haedo
I
M f 4

politica, que mantuvo un apasionado socialistas y comunistas de la localidad.


culto de lo sentimental 'y de lo erótico. Konkle se destacaba en la tribuna y ha-
cnlfikiu-.__¬5¦F%_-;'»=-Iø_. -_¢.¬
Los toros de Mercedes tuvieron enton- cía a la vez periodismo, colaborando en
ces, como era de orden, sus críticos. Don periódicos locales, cuando no en prensa
Eduardo Ferrería (Tío Lagarto), cas- propia. El doctor Salvador J. Burghì,
tizo escritor, quien a veces cedía la pla- que había tenido saliente actuación en
za del comentario al odontólogo Emilio centros bonaerenses y en alguna ocasión
Crespo, aficionado españolazo cien por fue candidato a la diputación socialista
ciento, quien comentaba las tenidas con por Soriano, los acompañó hasta la gue-
s colorido y justeza bajo el seudónimo rra del 14. Fui después, de hombre, ami-
1 “Revistero”, que publicaba en “El Día”,
“El Diario” y “El Progreso". El 31 de
go muy cordial del doctor Burghi. Mé-
dico de niños, humanista, amador de
enero de 1909 debutó la cuadrilla de Francia, generoso, experto en comer y
aficionados compuesta por Eduardo beber, viajero, conversador atrayente,
Mac Entyre (Badìlla), -la figura más maestro en el relato de anécdotas, ejer-
capaz-, José Gianarelli (Pepete), Isi- ció la profesión en Montevideo y figuró
dro Alvarado (Chiquito de Bilbao), entre los grandes médicos del Uru-
Edelmiro Chelle (Finito), Carlos Wa- guay.”
rren (Pequeño), Pablo Méndez (Mende- Hace luego ìm relato de los movimien-
cito), Angel Roverano (Granero) y Jo- tos sociales en esta ciudad, de su comer-
sé Alvarado (Pepexillo). Yo, "Infalta- cio y su industria incipientes, de las
ble", hacía los mandados. La* afición a afirmaciones logradas antes que la le-
los toros me dominó así en los años mo- gilación social en el Uruguay tuviera
zos. El Canciller de España, Martín el andamiento y el desarrollo ej emplari-
Artajo, que me invitara a una “corri- zantes que luego tuvo. (Lee) : “~De es-
.Q-ífli da” en Madrid, enterado de tan viejos tos movimientos gremialistas en el me-
antecedentes de taurófilo, me obsequió dio, en mi espíritu quedaron las preo-
con la cabeza embalsamada de “El Te- cupaciones por las reivindicaciones so-
jero”, lìdiado en esa plaza. La cabeza ciales.”
del noble animal, luce desde entonces
en la sala principal de “La Azotea”. Es ecuerdos escolares”. “A partir de
la única en esas condiciones que existe R los 10 años -escribe Haedo-,
en el Uruguay.” mis evocaciones son del Colegio
San Miguel, atendido por los -padres
Salesianos. Era su director un santo
emílla de reivindicaciones socia- gaucho con sotana, el Padre Dámaso
les". Moreira, y profesores los sacerdotes
fl
Por aquellos tiempos, cuatro jó- Rufino Rodríguez, Antonio Lacabanne,
venes llenos de sano entusiasmo y anhe- Juan Rivero, Arnoldo Bernasconi. Alli
i-ju-IÚ los reivindicatorios, pertenecientes a ho- comenzó una amistad muy noble con
gares obreros de arraigo y muy estima- Mario Ramón Segredo, que después ha-
dos en Mercedes, Ricardo Vivas, Justo bría de ser Concejal, Diputado, inte-
Testagrossa, Carlos Taruselli y Damián grante de entes autónomos, nacionalista
i Konkle, tomaron en sus manos la ban- y blanco, uno de los hombres mejor do-
dera del socialismo internacional y a tados para las funciones públicas que
su alrededor reunieron algunas decenas he conocido, escritor y periodista, redac-
l de elementos proletarìos, que constitu- tor de “El Progreso" en Mercedes, y
dv
yeron las bases de los actuales núcleos “El País” en Montevideo.

23
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é
Evocación de Eduardo Víctor Haedo

|<
l
1 Me asocio a esta evocación, porque en sor de Historia Nacional. Muy modera-
Mario Segredo también yo tuve un ami- do,-sólo le irritaban Rosas y Oribe. Con
go inolvidable. cierta ironía, Zanzi, que dictaba Física,
“Esta amistad --agrega Haedo-, ha Bruno que daba Geografía y Dufour
lt de durar hasta su muerte, con una inte- que daba Castellano, cuando me interro-
rrupción en el año 33, donde tomamos gaban solían agregar: "Sí, algo de eso
campos opuestos. Con él en modo prin- tenía noticias que hubiera ocurrido en
cipal, fuimos figuras del elencgfteatral la tiranía”. Adquirí rápida nombradía
del Centro Artigas, organizado en el y los dirigentes nacionalistas me procu-
Colegio para representación de peque-_ raban y me dispensaban simpatía. Co-
iias, inocentes y divertidas comedias. encé a ir al Bar Sportman, frente a la
Ahí me hice prematuramente, caudillo glaza, del que eran propietarios Juan y
y caudillesco.” Pedro Vidal, y al que concurrían entre-
teniéndose en jugar billar, dominó y
F emillas políticas". “El pasaje del
S Colegio San Miguel al Liceo, no
cambió mis modalidades. Por el
cartas, Dionisio Viera, jefe militar blan-
co de Soriano, Luis Köster, Arturo y

l contrario, las desarrolló y amplió. To-


das las tardes esperaba la llegada de los
Manuel González Viera, Atilio Cassino-
ni, padre de quien habría de ser Rector
de la Universidad, el malogrado amigo
diarios de Montevideo y de “La Na- Mario Cassinoni, que entonces de pan-
šzì3%-
==ïål-=íä
ción" y “La Prensa” de Buenos Aires, talones cortos, recitaba versos de Roxlo
en la agencia de la cigarrería “El To- en el club blanco “Guillermo Garcia”. Y
lll ro” de Magín Rivas, situado en la es- con ellos, Raúl y Juan Carlos Barbat,
quina contigua a la Parroquia, frente a Alejandro y Mariano Berro, Pastor y
la plaza. Era empleado Manuel Haedo, Felipe Santellán y Tomás Troche. “El
primo de mi madre, criado en casa des- Casino”, del que era propietario quien
pués de la muerte de la suya, doña Do- habría de ser, años después, mi suegro,
I
I
u. lores Páez de Haedo, hermana de Jose- don Miguel Garramón, era frecuentado
I ll fa, esposa del caudillo colorado Máximo por los colorados Gervasio Galarza, je-

l
1
.
I
Pérez. Yo leía con avidez las crónicas fe militar, Antonio Rubio, Bruno, Zan-
del Parlamento, y aquellas relacionadas zi, Gareta Pintos, Dufour, Eduardo Fer-
i l con la política en “E1 Siglo” y “El Día". nández, los hermanos Maglia, Salvador
r
i Tenía para mi, carácter ritual esta lec- Fuentes, Avelino González Viera y tan-
tura. Fácil es advertir las discusiones tos '.
ip. que al día siguiente provocaba en los re- Relata luego su primera actuación en
creos y a veces en las clases. Antagonis- tribuna partidaria, que fue el 11 de ene-
tas míos eran: Alfredo Alambarrì, Luis ro de 1915, en una asamblea nacionalis-
1 Sampedro, socialista, Zoilo Chelle y Jor- ta rural, en “La Azotea" de Cuestas, e
ge Sifredi, colorados. Me había conver- imperecedero el recuerdo de esta pre-
tido en el mejor informado, gracias a sentación, cuando tuvo una casa propia
E mis lecturas y a mi curiosidad y la
atracción que el periodismo sobre mi
siempre tuvo. Blanco, nacionalista y ca-
le puso “La Azotea". En la crónica del
diario de la época “El Progreso", diri-
gido por Raúl Viera, al final de la cró-
tólico, era yo. Todos los profesores eran nica elogiando a los oradores, se con-
\ colorados, y el batllismo comenzaba a signa: “Y por fin el jovencito Eduardo
f fomentar adhesiones juveniles apasio- Victor Haedo hizo su bautismo de ora-
nadas. Juan Manuel Alzaga era profe- torio con éxito”.

24

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Evocación de Eduardo Víctor Haedo
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emilia de ambiciones”. el progreso de Soriano. Ambos eran


S “Estuve un periodo enfermo, en queridos y respetados. Blanes Viale era
casa de unos parientes, en lo de pulcro y recatado. Pintaba el Río Negro
Gregorio Haedo, casado con Teresa tomando como detalle para la variación
Méndez. Teresa era muy ocurrente. del color y la prolijidad del dibujo, el
-.-1-¿-¡ Cuando evocaba a mi madre, que es- vapor “A.B.C.” que hacía el viaje hasta
taría pensando en mí, decía: “María el “Yaguarí" en la desembocadura del
lo que quiere es verte Presidente de la Río Uruguay. No nos animamos a pre-
República”. Esa enfermedad ,me dio la guntar nada. Nos limitamos a observar.
primera preocupación por la salud. Fue Hors quien nos dispuso en abanico


Creo que estuve asustado; el cariño y la detrás de Blanes Viale, una tarde, de
ternura de Gregorio y Teresa y los de modo que mientras pintaba podía expli-
ellos, me sacaron del pozo y volví a la carnos su técnica, y lo que es más- im-
ciudad, ya con la idea de que Mercedes portante, la trascendencia del arte,
me quedaba chico. ¡Comenzó a dominar aconsejando la virtud de la paciencia, el
en mi espíritu y en mi voluntad, la am- sentido de la visión y la limpieza de los
bición! Todavía no se vislumbraba la trazos. Predicaba la huida de las copias
crisis de la ciudadanía relajando los re- y aconsejaba la exaltación de la natura-
sortes del Estado. Luego marché a Mon- leza. Yo era rubio entonces. Me hizo pa-
tevideo. Nada quedó de lo que podía vi- sar al frente, me instaló como modelo
virse entre los 8 y los 15 años que yo y distribuyó hojas de papel para que me
no lo viviese. Conocí todo. Hice quizás dibujasen. Reconoció que el más ajusta-
en ese período mis vicios, y fortalecí do era el hecho por María Emilia Laba-
mis virtudes. Todo. No recuerdo haber- díe. Nunca supe lo que fue de este cua-
me embriagado jamás, pero si haber dro del cual fui modelo. ¡Quizás esa fue
bebido. Todo. Bueno y malo. Quizá más la primera y única vez que se me ha to-
de lo bueno.” mado como modelo. . . !”.
De la vida del Liceo trae una evoca- Tiene un recuerdo para otro héroe de
ción muy especial, de una figura que a esta ciudad, de este departamento: Ri-
todos nos toca, Ernesto Herrera, profe- cardo Detomasi.
sor de Literatura, “Herrerita”. Pero se “De los hechos ocurridos en ese perío-
hace muy largo la lectura de todo esto. do, del que guardo recuerdo más preci-
De su vida de Liceo, le rinde homenaje so, es de. la muerte y entierro de Ricar-
a su Director, Zanzi, a Rogelio Dufour, do Detomasi, vecino y compañero, que
Isabel Rubio, Francisco Bruno, Fernan'- en Buenos Aires se habia hecho avia-
do Beltramo, Luis C. Tour, Wittaker, dor. Fue la primera víctima de la avia-
T Carlos Gastelumendi, José Luis Roglia.
“Todos fueron mis amigos", dice. Y lue-
go recuerda: “En una de las visitas
ción"`i1ruguaya._ Cayó con su avión rea-
lizando una exhibición de sus proezas
en la ciudad de San José. Sus restos
guiadas por nuestros profesores del Li- llegaron a medianoche. Al día siguien-
ceo, fuimos hasta el Puerto, frente a la te, con honores militares y práctica-
Isla, a ver pintar a Pedro Blanes Viale. mente con toda la población rodeándolo,
Estaba con botas y traje de caza. Con- fueron conducidos sus restos al cemen-
versaba con Pedro Hors, artista, fotó- terio, donde quedaron depositados en un
grafo, dueño de la empresa telefónica, bellísimo panteón propiedad de la seño-
y uno de los hombres que junto con Jo-
l sé Segú trabajó con mayor ahínco por
ra Rosa A. de Richardson, que había
ejecutado el escultor Juan M. Ferrari,

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Evocación de Eduardo Víctor Haedo
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autor del monumento a San Martín en Consejo Nacional de Gobierno, batllis-


los Andes, ubicado en el Cerro de la ta de alma, médico filántropo y' ciruja-
Gloria, Mendoza, República Argentina. no notable. Bueno como el pan. Capita-
y el monumento a Lavalleja, levantado neaba el Bristol. Le jugábamos un par-
en la plaza de Minas. Con emoción in- tido memorable con “El Estribo”, un
| contenible, oí los discursos de Boiso cuadro que improvisé. Chelle jugó de
\
Lanza, aviador militar caído más tarde golquiper; yo de delantero. Le hice un
|| en Francia, del general Rup,reht,\ de gol. Vencimos. Hasta pocos dias antes
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Casto Martínez Laguardia y de Roge- de morir, casi 50 años después, nos sa-
l l lio Dufour. De todos repetí algún pá- ludábamos cariñosamente con el recuer-
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1
rrafo de memoria durante mucho tiem=l do de ese partido y de ese gol. En ese
po n
(tiempo estuvo Piendibene con Peñarol.
»El maestro nos deslumbró. Desde esa li
1
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|
= emillas del deporte”. “Tanto los época fui fiel a ambos.” .
S salesianos como Zanzi, nos esti- Quizá no habrá mejor manera de ce-
Á mulaban al culto del deporte, rrar esta evocación, que con el silencio
4
gimnasia y fútbol. El segundo, junto que a veces es más elocuente que todas
con Tomás Bruce habría de introducir las palabras. Respondiendo a la invita-
este juego en Mercedes. Nunca fui afec- ción honrosa de la Junta, por encima
to a otra gimnasia que no fuera la de de toda preocupación política, como si
la pluma, el pensamiento y la oratoria. yo fuera un pintor improvisado, si-
1
Pero sí, fui aficionado al fútbol. Mi guiendo la preocupación de Haedo, en
amigo entrañable era en ese tiempo, brochazos gruesos, sólo he intentado
Zoilo Chelle. Fue político, integró el hacer un retrato de un hombre.
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A la casa paterna ha retomado el Mio que se


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“El sueño de Haedo”, así tituló el excelente


Jess (Peloduro) su última caricatura del con-
troversial político mercedaria.

'Gon Herrera 11 Carmelo Cabrera en Oardona


1980.
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28
RESULTADOS DEL CONCURSO
En Montevideo. el día 13 de enero de 1985. se reunió el Jurado del
1
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Concurso para autores inéditos convocados por la revista “Hoy es Histo-
ria", que integran los profesores Alfredo Traversoni, Germán D'Elia y En-
rique Mena Segarra, quienes procedieron a una evaluación final de los
siete trabajos presentados al mencionado concurso, cuya enumeración es
la siguiente:
“El Club Progreso. Mercedes, 1878". Autor: "Progresista".
“Los orígenes de la colonización vaidense". Autor: “Helvética".
mn “La ópera dentro de una perspectiva histórica nacional".
r
Autor: "Contrapunto".
un “La batalla de Sauce, su pais, su tiempo. Los caminos que llevaron al 25
de diciembre de 1870. Intento de aproximación".
Autor: “Bernardo el Huérfano".
"Creación y desarrollo de los Internatos Normales". Autor: "Democracia".
“Antecedentes de la enseñanza normal en el Uruguay".
Autor: “Licenciado Quasimodo".
“Los Consejos de Salarios en una alternativa de desarrollo". Autor: "G._,2".
Luego del correspondiente análisis, el Jurado por unanimidad resolvió
adjudicar los siguientes premios, instituidos por el artículo 6 de las bases
del concurso: '
-Primer Premio al trabajo “La batalla de Sauce".
¬Segundo Premio al trabajo “Los Consejos de Salarios en una alternativa
de desarrollo".
Menciones de publicación a los trabajos:
“Antecedentes de la enseñanza normal en el Uruguay".
“Los orígenes de la colonización vaidense".
"Creación y desarrollo de los Internatos Normales".
Abiertos los sobres que contenían la identificación de los autores pre-
miados. resultaron pertenecer los respectivos seudónimos a las personas
que se indican a continuación:
“Bernardo el Huérfano", al Sr. Jorge López Gitar.
“G. 2". al Sr. José Maria Labrada y a la Srta. Milka lvankovic.
“Licenciado Quasimodo", al Sr. Emilio Marenales.
“Helvética". a la Srta. Bárbara Díaz Kayel.
"Democracia". a la Srta. Gladys Figueredo.
Para constancia, se firma la presente acta en lugar y fecha antedichos.
ALFREDO TRAVERSONI GERMAN D'ELIA ENRIQUE MENA SEGARRA

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Los sueesos del


28 de Febrero de 1811
en la Villa de Mercedes P
Extractos de un documento inédito [1]

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Mapa de la antigua estancia del Barón de Mauá, realizado en 1862. En él se puede


apreciar la ubicación de los campos de Asencio (no Ascencio como equivocadamente
se establece en el mapa) con respecto a la Villa de Mercedes o Capilla Nueva.
Los sucesos del 28 de Febrero de 1811 en la Ville de Mercedes

n el editorial del segundo número el pueblo amenazado de ladrones o in-


E de HOY ES HISTORIA (febrero- surgentes” mandó retirar los cinco ca-
marzo de 1984) transcribimos ex- ñones que estaban en la plaza, “de aquí l.
presiones de don Agustín de la Rosa, es la premeditación de Rosa de entregar
quien fuera comandante militar de la el pueblo, pues cuando el comandante
Villa de Mercedes al tiempo de los su- de Santo Domingo avisó de que iban a
cesos protagonizados por los patriotas avanzar los (insurgentes) de su juris- \
de Asencio el 28 de febrero de 1811. En dicción puso Rosa la tropa de milicias
ellas aquel militar liberal reconocía la y blandengues en las azoteas al cargo
magnanimidad con que, tanto él como el de Ramón Fernández, hallándose igual-
comandante de Soriano Benito López, mente el vecindario en esos sitios y en
habían sido tratados por los vencedores. la plaza. De aquí es que fue aparente
Tales juiciós fueron emitidos en un semejante disposición de Rosa, pues con
expediente tramitado ante un Tribunal los cinco cañones, las tropas y todo el
Militar de la época, la Junta de Guerra vecindario podía haber contrarrestado
y Marina, con sede en Montevideo, ante con buen éxito a quienes le iban a aco-
el cual de la Rosa h`abía concurrido re- meter” (fs. 31); 3) “habiéndosele he-
clamando la devolución de algunos escla- cho presente por don Pedro José Gui-
vos suyos de que se había apoderado maraes, el Alcalde y el Estanquero una
don Vicente Berros Villarica. Este per- carta dirigida por un tal Gomensoro en
sonaje, en una operación de corso lle- que se le decía (a Guimaraes) que res-
vada a cabo bajo pabellón español en el pecto de ser justa la causa de Buenos
Río Paraná o Paranasito, había apresa- Ayres se agregase a su partido pues ha-
do en 1811 la goleta Carmen, del gobier- bían otros que cerciorados de ella la
no revolucionario bonaerense. Berros seguían, nombrando entre otros a Ma-
pretendía que los esclavos le correspon- riano Chaves, Ipólito Garrido y a Fon-
dían en propiedad por ser “buena pre- rredona, asegurándosele que los que
sa", y para justificar este extremo acusó acometían la Villa no eran ladrones;
al ex comandante de Capilla Nueva de contestó la Rosa que no era de su cuen-
ser “mal español”, adicto a las ideas de ta, que si lo fueran se defendería y si
la Junta de Buenos Aires y “uno de sus eran de Buenos Ayres vencería el que
corifeos” y de haber “vendido o entre- tuviese más fuerza. Semejante descuido
gado al pueblo” a los insurgentes `(fs. prueba la intención e inteligencia de
30). En su alegato sostenía que sus afir- Rosa para la entrega de la Villa ,y mu-
maciones al respecto quedaban proba- cho más .se afianza, que para la salida
das por lo dicho por sus testigos, ya que de los vecinos a reconocer. . . solamente l

según el resumen que él hace de sus de- los proveyó de cuatro tiros a los trece
claraciones, días antes del Grito de vecinos que fueron con los Blandengues,
Asencio, de la Rosa “impidió” la segun- quienes los desampararon y se agrega-
da noche la continuación de la primera ron a los enemigos. Aun sube de punto
en la diversión que (los españolistas el convencimiento cuando hallándose los
mercedarios) habían comenzado en cele- Milicianos y los Blandengues en las azo-
bridad de la Jura de las Cortes, de salir teas se advirtió por los vecinos que mu-
_con dosel y con el retrato de Fernando chos de aquellas tropas y otros particu-
Séptimo “por consiguiente este solo ac- lares tenían la divisa de un pañuelo
to- lo clasifica de un traidor” (fs. 30 blanco y otros de color atados a la copa
vto.); 2) porque “enterado que estaba del sombrero, y que Rosa preguntó al 11
31
É _ - _. ,,.¬»¡,.
“ =-+.-~- -- -

Los sucesos del 28 de Febrero de 1811 en la Villa de Mercedes

V1 Sargento de la Colonia, Hernández, si los insurgentes como lo son Cortinas,


sabía el significado de la divisa, quien Chaves, Fonrredona y otros con quienes
le contestó que si. Siendo este hecho andaban en Juntas. . .” (fs. 32).
anterior a la salida de la tropa y veci- n el expediente declaran numerosos
nos al reconocimiento, claro está que E testigos presentados por ambas
no habiéndose tomado ninguna precau- partes. Todos ellos estaban preséïi;
ción por Rosa para examinar el signi- tes en Mercedes al tiempo en que se
ficado de la divisa, él estaba tan im- desarrollaron los sucesos que culmina-
puesto de ella como el Sargento, de que ron con el Grito de Asencio y la toma
era para manifestar su adhesión. Así de la Villa.
es que a dicho Sargento luego que en- Todos ellos aportan datos muy inte-
tregaron la Villa lo hicieron oficial y resantes acerca de aquellos históricos
Mayor de la Plaza” (fs. 31 y 31 vto.) ; acontecimientos, en su mayoría coinci-
1 4) acusa también a De la Rosa de la dentes con el contenido del conocido re-
Í “frecuente comunicación que tenía Rosa lato del Alférez de Blandengues Justo
con aquellos individuos del pueblo que Correa que tanta actuación tuvo en los
hoy tienen declarado su partido entre preparativos de la insurrección (Archi-
vo Artigas, T. IV, págs. 255 y sgtes.),
revelan significativos detalles y los
¡_.___ nombres de algunos patriotas hasta aho-
® .._¿É ai; .»........›v›., ra no conocidos que participaron tanto
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en los trabajos previos como en la ocu-
l pación misma de la villa.
La casi totalidad del documento que

i i se examina es inédito. Apenas fueron

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ri utilizadas en mi libro “Los Or`entales”,


T. I, De Asencio al Ayuí (lëdiciones
Grito de Asencio, 1973) partes mínimas
de las deposiciones de algunos testigos
de cargo, y, en el Editorial que se alu-
dió, dos frues del comandante Rosa.
|
1
Considero que es un aporte útil y de
lá oportunidad, al conmemorarse este mes
1 Plano de parte de la primitiva planta de Capi-
lla Nueva de Mercedes (1802). Tomado de la de febrero de 19_85 el centésimo sep-
Revista del I. Hist. 1/ Geog. de Soriano (N0 18) tuagésimo cuarto aniversario del tras-
en que ilustra el trabajo de W. Lockhart “Pro- cendente evento de Asencio, dar a co-
ceso Fundacional de Mercedes". Hemos agrega- nocer aquellas partes del citado expe-
do las manzanas situadas al norte de la plaza
11 señalamos las posibles ubicaciones (en 1811) diente que, refiriéndose al histórico
de las propiedades ocupadas por algunos decla- acontecimiento, constituyen noticias

2 rantes cn el juicio del que hemos extractado


los materiales que ofrecemos en este trabajo.
Referencias que interesan al lector: M) Terre-
no que Jose Maldonado habla agregado en 1802
originales que contribuirán a su mejor
conocimiento.
Antes de entrar a la materia especí-
a sus propiedades, cerrando la calle lo que dio fica de este trabajo importa decir que
motivo a una reclamación de sus vecinos; 4) don Agustín de la Rosa era hijo de
u Iglesia; 5) Plaza; 6) Pulperíá 1; casa-habitación
5 il.« 1
de Manuel Martinez; 7) Casa de Angel Crespo; Agustín de la Rosa Queipo del Llano,
I*
S) Habitación del estanquero José Rodriguez. segundo gobernador militar de Monte-
2

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32

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Los sucesos del 28 de Febrero de 1811 en la Villa de Mercedes
¡

video (1764- 1771) y protagonista del circunstancial adversario, el señor Be-


primer grave intento de avasallamiento rros.
de la autoridad civil y de los habitan- Una segunda, importantísima consi-
tes de la ciudad perpetrado en nuestra
patria por el elemento castrense. Según deración previa surge del examen de
Francisco Bauzá, este espadón, formado este expediente: me refiero a la forma
bajo el sistema absolutista que regia en ejemplar con que procedió aquel Tribu-
España antes de Carlos III, “sobrepa- nal Militar o Junta \de Marina que,
saba en arbitrariedad a aquellos pri- -en plena guerra civil (el trámite se
meros comandantes de Montevideo y se cumplió entre los años 1811 - 1813) en
valió de medios reprensibles para adqui- los momentos más calientes de la lucha,
rir riquezas". Fue así que a principios cuando los españolistas y las propias
de 1771, al fracasar en su intento de im- autoridades militares de Montevideo
poner sus propios candidatos en la elec- (que habían logrado la evacuación del
ción del Cabildo, decretó que “quedara territorio ocupado por los patriotas)
toda la ciudad arrestada” y amenazó sólo pensaban en venganzas y casti-
con prisión a todo el Cuerpo Capitular gos-, fue capaz de decidir con celeri-
“que siempre se había distinguido y se dad, ponderación y pleno sentido de
siguió distinguiendo por su amor a la justicia (virtudes indispensables a todo
libertad”; y cumplió su promesa, aun- cuerpo encargado de administrar el de-
que al_ fin perdió la partida, como siem- recho) aquel pleito en que se acusaba
pre ocurre en casos similares, en que la a un propio miembro de la milicia de
fuerza b`ruta cree poder prevalecer para "traidor, rebelde, mal español y corifeo
siempre sobre el derecho y la justicia. de los rebeldes”. Y resolverlo con una
En efecto, su superior Vertìz, no sólo lo sentencia absolutoria para el imputado.
obligó a poner en libertad a los dignos
cabildantes, sino que lo destituyó desig- El Grito de Asencio y la toma de
nando en su lugar al liberal Joaquín de Mercedes
Viana, quien de esa manera ocupó por
segunda vez el cargo de Gobernador de
la plaza. 1.-Algunos hechos y personajes
según lo dicho por los testigos
entalidad y usos distintos distin- de cargo (2)
M guieron a su hijo, formado en ia
milicia en un tiempo en que la 1 expediente que examinamos está
siembra de los “nuevos principios”, de E incompleto, le faltan las diecinueve
la “filosofía liberal" había penetrado primeras fojas. A fojas 20, que es la
aun en los rincones más oscuros de la primera de lo que de él se conserva, es-
sociedad hispana. “Criado en Améri- tán declarando los testigos presentados
ca”, imbuido en los principios liberales, por Berros; son todos emigrados de
casi con seguridad francomason si te- Mercedes y todos confirman hechos que
nemos en cuenta los serios indicios que Rosa en general? negará, sino que
se poseen, actuó de manera muy dife- explicará a su mo o: la suspensión de
rente a su progenitor; precisamente su los festejos en celebración del juramen-
forma civilizada de proceder antes y al to de las Cortes de España, el retiro de
tiempo de los acontecimientos de Asen- los cañones de la plaza, las medidas de
cio, dieron pie a las graves acusaciones defensa adoptadas al enterarse del
de que lo hizo víctima su interesado y avance de los patriotas, el desastre fi-

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1

1
Los sucesos del 28 de Febrero de 1811 en la Villa de Mercedes
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video (1764- 1771) y protagonista del circunstancial adversario, el señor Be-


primer grave intento de avasallamiento rros.
de la autoridad civil y de los habitan- Una segunda, importantísima consi-
tes de la ciudad perpetrado en nuestra deración previa surge del examen de
patria por el elemento castrense. Según este expediente: me refiero a la forma
Francisco Bauzá, este espadón, formado ejemplar con que procedió aquel Tribu-
bajo el sistema absolutista que regia en nal Militar o Junta de Marina que,
España antes de Carlos III, “sobrepa- -en plena guerra civil (el trámite se
saba en arbitrariedad a aquellos pri- cumplió entre los años 1811 - 1813) en
meros comandantes de Montevideo y se los momentos más calientes de la lucha,
valió de medios reprensibles para adqui- cuando los españolistas y las propias
rir riquezas”. Fue así que a principios autoridades militares de Montevideo
de 1771, al fracasar en su intento de im- (que habían logrado la evacuación del
poner sus propios candidatos en la elec- territorio ocupado por los patriotas)
ción del Cabildo, decretó que “quedara sólo pensaban en venganzas y casti-
toda la ciudad arrestada” y amenazó gos-, fue capaz de decidir con celeri-
con prisión a todo el Cuerpo Capitular dad, ponderación y pleno sentido de
“que siempre se habia distinguido y se justicia (virtudes indispensables a todo ,J
siguió distinguiendo por su amor a la cuerpo encargado de administrar el de-
libertad”; y cumplió su promesa, aun- recho) aquel pleito en que se acusaba
que al fin perdió la partida, como siem- a un propio miembro de la milicia de
pre ocurre en casos similares, en que la "traidor, rebelde, mal español y corifeo
fuerza bruta cree poder prevalecer para de los rebeldes”. Y resolverlo con una
siempre sobre el derecho y la justicia. sentencia absolutoria para el imputado. | \
En efecto, su superior Vertìz, no sólo lo
obligó a poner en libertad a los dignos
cabildantes, sino que lo destituyó desig- El Grito de Asencio y la toma de
nando en su lugar al liberal Joaquín de Mercedes
Viana, quien de esa manera ocupó por
segunda vez el cargo de Gobernador de
la plaza. 1.-Algunfiechos y personajes
según lo dicho por los testigos
entalidad y usos distintos distin- de cargo (2)
M guieron a su hijo, formado en la
milicia en un tiempo en que la l expediente que examinamos está
siembra de los “nuevos principios", de E incompleto, le faltan las diecinueve
la “filosofía liberal” había penetrado primeras fojas. A fojas 20, que es la
aun en los rincones más oscuros de la primefa de lo que de él se conserva, es-
sociedad hispana. “Criado en Améri- tán declarando los testigos presentados
ca”, imbuido en los principios liberales, por Berros; son todos emigrados de
casi con seguridad francomason si te- Mercedes y todos confirman hechos que
nemos en cuenta los serios indicios que Rosa en general no negará, sino que F1
se poseen, actuó de manera muy dife- explicará a su modo: la suspensión de
rente a su progenitor; precisamente su los festejos en celebración del juramen-
forma civilizada de proceder antes y al to de las Cortes de España, el retiro de
tiempo de los acontecimientos de Asen- los cañones de la plaza, las medidas de
cio, dieron pie a las graves acusaciones defensa adoptadas al enterarse del
de que lo hizo víctima su interesado y avance de los patriotas, el desastre fi-

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¿ go Dtà/eofiø-ø 9€/›-<,J¢,/74 |›<¿_` bajo las órdenes del oficial Fernández
¢.¢»-na-«Iciar-sv. 1,@ ,,,¿'¿,M_._ ¢A,,4_ _ cuando se corrió la noticia de que esta-
øøwøu-¢'›o øzšac-1 rn-ø 9%@-,,,., ¿AI ba un tumulto de gente en las inmedia-
7-na/r ørzšzef.-Ár/2 ø'=¢.»-›¿~à›-Qìø/c¢'¢=e¢2ø É.”
ciones de dicha Villa y que iban a avan-
1 h «¬-.vw Á «=-/›¢»¢'lq, ¿y›<ef.-¢3v».(,?;ç_
zarla al tiempo de la Misa; notó y ad-
åf/«eu-øšøåƒuafie 2€uÄ¿/¿aÁv~¢wv¢ øø or-ya-_(1'
virtió el declarante que muchos de los
9¢¢4 -sp. ¿f 7'a¢¢¬¿-M. ly-
0¢,;,, ,.,.<,,1›ø-»T-1--›4l`6I--/Fe '
( blandengues y de los milicianos y otros
particulares de aquel vecindario tenían
1 /4-¢.ø2¢ì1-›¢z¿;¢J,-;¿,,.>f¢ ¢¢y¢z.¢-¢.a¢4¢›¢'›wf' ø¢.,`Ce¢/fx X.
un pañuelo atado en la copa de los som-
1. @ fu;';¢ ¿inf VI-< ad'-v -.21 breros, blanco y algunos de color de lo
Á.-ve«2a2«øn ¢-4-ye 9e .end/':¢›¢.=¢›¢¢~¿¢¢`êø,71¢_-_ que tenía desconfianza el declarante y
¿M ,,;,¢¢./Q,7¿-Q»-<›'
7 7 x4^fj<=e que justamente porque de antemano
Ã'-¢':'ø›-fQ»››¢Á, Ze-,¢'D¢_,,7e'/,91¢›¢e¢a¢..,§~¢ «rex Qe, había observado varias juntas de los

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' que después se declararon cabezas 'de
las gentes que entraron en la Villa. Que
este mismo día (27 de febrero) como a
las dos de la tarde salió una partida de
1 ¡R ¿ía/›«2' Blandengues y entre ellos el declarante
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con diez o doce compañeros más con el
fin de ver que gente era la que se decía
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venía a avanzar y habiendo descubierto


|\ ¿Í «J/ia'-1/.¢Ãr¬11p(ìí-t :um 7-cm-Ta
que era mucha, se retiraron al monte
cuasi dispersos y los blandengues siem-
ll cn effes anar? Q-"':É,¢»øI-vvcv/`v~¦0 $544-*"'U¢§°
.l7;,¿¬ú__/Í ¿Ita/¿x¿.,`.¿, (f, ¿, ¿ ç¡1¿;¬r/J@/4'|; es-az; /› rr: ¢
pre más unidos se separaron a un lado,
quienes se entreveraron en aquella mul-
/øøøêšä ya ÉÍVÍ 3/;_¢¢-›2"r-Í-1 fzfifav 1'”
l
. . - titud de gente y en cuya retirada fue
/1*-wfir-v 71-1-. ...ic |.›¢-xac, Ã;¢e/>-vr?//1-ara--.._ alcanzado el declarante y herido por
algunos de los tumultuarios, advirtien-
Reproqucción ƒacstmflar de la pdgma 54 del em- do el exponente que por el Comandante
l. pediente que extractgmos. Finaliza am la de- don Agustín de la Rosa se le repartió
claración de Joaquin de la Sagra 11 Periz.
l `
muy pocas municiones en este día pues
1 nal que estos testigos achacan a mala al declarante le dieron cuatro cartu-
fe, incompetencia o descuido del co- chos y a este tenor los demás compañe-
I. mandante.
A fs. 20 vto. declara Manuel Cardo
ros del declarante pöco más o menos”.
Más adelante (fs. 21 vto. y 22) afirma:
natural de Galicia quien a fs. 21 y 21 “que don Agustín de la Rosa comunica-
vto. proporciona estos detalles que im- ba con frecuencia con aquellos indivi-
1 portan: “. . .habiendo notado el pueblo duos del pueblo que posteriormente se
.I que el alférez de blandengues don Ra-
l món Fernández habia salido (segura- declararon partidarios de aquellas gen-
1

mente el 26 de febrero) a deshora de tes, como lo fueron un tal Cortinas, Fon-


l», rredona, Chaves y otros,.a quienes ob-
s la noche sin que los vecinos lo supieran,
con su partida, de lo que se conmovie- servó que siempre andaban de juntas
3 ron los vecinos diciendo que quedaban en casa de Cortinas. . .”.

34 I
_.a-. _. -
7
1

Los sucesos del 28 de Febrero de 1811 en la Villa de Mencedes


ïang -1"- , ¿_ __

A fs. 22 vto. comienzan las declara- llo que quería hacer y le contestaron
ciones de Pedro José de Guimarans (o que era para defender la justa causa de
Guìamaraes) ; son muy extensos, finali- Buenos Ayres, y no pareciéndole bien
za a fs._24. El testigo afirma ser “de esto el exponente se fue a verse con el 1

Nación portuguesa, vecino establecido Alcalde don Juan Salinas, quien que-
en la villa de Mercedes y actualmente dando como sorprendido, fueron los dos
residente en esta plaza como emigrado juntos a casa del estanquero don José
de aquella”. Comienza afirmando “Que Rodríguez, y los tres se fueron a casa
a resultas de haber recibido una carta del Comandante don Agustín de la Ro-
de un tal Gomensoro, hijo de don Do- sa y haciéndole de palabra referencia
mingo, en la que le decía que mediante de esta noticia y de que no eran ladro-
a ser justa la causa que defendía Bue- nes los que se decían, les contestó que 1
nos Ayres se agregase a, su partido no era de su cuenta, que si fuesen ladro- l

pues había otros que cerciorados de ello nes se defenderían y si era de Buenos I

lo seguían, nombrándose varios de ellos Ayres que vencería el que tuviese más
como don Mariano Chaves, don Ipólito fuerzas, dándoles a entender que él co-
Garrido y Fonrredona”. Aquí nos de- rrespondía por todo y que a ellos no les 1
i|
tenemos porque es preciso señalar que importaba."
el citado don Domingo Gomensoro era De fs. 24 a fs. 26 declara don Ansel-
el padre de don Tomás Francisco Xa- mo Crespo, natural de la Coruña, Ad-
vier Gomensoro, párroco de Santo Do- ministrador de Correos en Mercedes al |
mingo Soriano, exilado en Buenos Ai- tiempo de los sucesos, “actualmente en 'l|
res al tiempo de estos acontecimientos esta ciudad como emigrado”.
l

(HOY ES HISTORIA, N° 6, octubre- Aquí cabe' otra disgresìón aclaratoria:


noviembre de 1984; El Presbítero To-
más Xavier de Gomensoro, etc.; Manuel
Santos Pires).
Es posible que el redactor de la mi-
siva haya sido el segundo hijo de don
este testigo estaba casado con doña Ra-
faela Maldonado, hermana de don José
Maldonado bajo cuya dirección puso
Rosa la partida de “doce o trece” es-
L
pañolistas que el 27 de febrero salieron
Domingo, Bernardo José Gomensoro, de la villa con objeto de sorprender a
casado con Francisca Xaviera Albin, hi- los patriotas reunidos en Asencio. En
ja del potentado españolista don Fran- 1814 doña Rafaela, ya viuda, inició jui-
cisco Albin (Conforme: Apolant, Gé- cio contra su hermano al que acusó de
nesis de la familia uruguaya, T. I, pá- que, aprovechando la confusión que sub-
gina 349), quien por entonces estaba
radicado en Colonia desde donde, de siguió a la ocupación de la Capilla Nue-
acuerdo a lo que surge de este y otros va por los artiguistas, se había apode-
documentos, se irradiaba intensa activi- radô' de los bienes que habían quedado
dad conspirativa relacionada con los en la casa abandonada por ella y su es-
preparativos sorianenses; actividad que, poso, el Administrador de Correos,-don
sin lugar a dudas, debió estar dirigida Anselmo Crespo. En ese expediente
por don José Artigas, allí estacionado (Archivo Artigas, T. IV, págs. 272 y
con su destacamento de blandengues. sgtes.) se pueden encontrar sabrosos
eguimos con la deposición de Gui- episodios relacionados con la forma y
S maraens: “. . .y en vista de esta las consecuencias que tuvo la “distribu-
carta fue el declarante a verse con ción” de los bienes de doña Rafaela, rea-
estos y les preguntó que qué era aque- lizada al parecer por aprovechados in-

35
5;- -- .._,_ T I

Los sucesos del 28 de Febrero de 1811 en la Ville de Illereedee


2 - 1

dìviduos, algunos de los cuales quedan 2.-Im que revelan las declaraciones
allí individualizados. Ese mismo José deAgustíndelaRosaydesus
Maldonado, hijo del militar español Ra- testigos
fael Maldonado, vive ya en Mercedes n un extenso libelo que luce de fs.
en 1802 y sostiene entonces un pleito E 40 a 48, el ex-Comandante, “Te-
con los vecinos con motivo de una abu- niente Coronel graduado, Capitán
siva ocupación suya del terreno lindero de Infantería" al solicitar el diligencia-
a su propiedad y que estaba destinado miento de su prueba, explica las causas
a calle del pueblo. (Conf. Apolant. Gé- que motivaron las resoluciones que han
nesis y Revista Histórica de Soriano, sido objeto de crítica y acusación por
N° 18). parte de su oponente. Refiriéndose a
la prohibición de continuar los festejos
Crespo también hace su aporte origi- iniciados por los españolistas dice:
nal al panorama de lo entonces ocurri- “que no habría adoptado esa decisión
do en Mercedes; a fs. 25 vto. se queja “si ellos (los empecinados) no hubiesen
de la actitud de de la Rosa porque: “si abusado de la diversión, si con sus in-
hubiese dado otras disposiciones, ha- sultos y oprobios contra los españoles-
biendo siete buques en el puerto de la 'Americanos no hubiera causado turbu-
Villa, y todos vacíos, se hubieran liber- lencias y escándalo la noche anterior
tado en aquel trance apurado”; más hasta poner a estos últimos en la nece-
adelante afirma que “el declarante se sidad de juntarse y venir a. quejârsemc
emigró de la Villa de Mercedes estando para que pusiera remedio y contuviera
el Parlamento (de' los patriotas) a la
estos excesos tan perjudiciales en un
pueblo y mucho más en las circunstan-
puerta del declarante como que su casa cias en que estábamos. . ., ni hubiera
era el depósito de las armas y en cuya llenado las instrucciones del actual se-
sazón se hallaban en ella el Comandan- ñor General Vigodet, Gobernador en-
te y el Alcalde, con la mayor parte del tonces de esta Plaza, que estrechamente
vecindario". me previno apurase todos los recursos

›-1.
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-1 _ . _

Los históricos campos de Asencio. Foto tomada a principios de este siglo.

36
I1

Los sucesos del 28 de Febrero de 1811 en le Villa de Mercedes


, E77- ,,

a fin de conciliar los ánimos y procurar insurgentes usaran de misericordia y


extinguir toda rivalidad entre españo- benignidad con un hombre anciano, po-
les-Americanos y Españoles Europeos, bre y cargado de hijos?. . . ¿no ha sido F\

ni hubiera cumplido con el ejercicio de igual con todos la conducta que han ob-
mi ministerio si encargado del mando servado los insurgentes? En la acción
l de aquel pueblo hubiera permitido se de las Piedras hallaremos un compro- l
J
repitiese una escena, que siendo su fin bante de esta verdad. Todos los oficia- 1
más laudable y satisfactorio, lo habían les que cayeron prisioneros defendían
convertido sus vecinos en el más peli- una misma causa y bajo el mismo sis-
groso, reprensible y expuesto a un tu- tema de ardor y patriotismo; por con- \
multo que traté de evitar prohibiendo siguiente todos eran enemigos abierta- l
se repitiera. . .”. mente de los insurgentes; sin embargo
I Defendiéndose de la acusación de que no se puede dudar que según el menor
no había sido tratado como prisionero o mayor- odio que les profesaban, así
t
1 sino como aliado, por los patriotas, ex- también fue el trato que les dieron. A I
pone: “Veinticuatro años, Señor Co- unos inmediatamente los despacharon
mandante, que gobierno la campaña. Me para Buenos Ayres bajo las mayores
he envejecido mandando aquellas gen- seguridades, y a otros los dejaron en
tes con la felicidad de haber sido siem- esta campaña en algunas estancias. Don
pre mirado como su padre o bienhechor, Antonio Gavito, Don Francisco Alba,
-g-a4.4-
afapfll?. sin que jamás persona alguna de ningu- Don José (no se establece el apellido) y '~1 I
na clase se haya quejado de mis provi- otros oficiales de infantería y de caba-
dencias; y no era extraño que habiendo llería quedaron en esta Banda. . .”.
caído en manos de ellos prisionero, tu-
viesen alguna compasión y me dieran a Los testigos de De la Rosa -
elegir el lugar donde debía residir bajo
mi palabra de honor. Y en este caso odos los testigos presentados por de

A

¿no era muy natural que yo adoptase T la Rosfhabían estado en Mercedes


y señalase la Estancia de los Haedos al tiempo de los sucesos de Asencio.
con quienes me había criado como her- Dos de ellos, don Jqaquín de la Sagra
mano y de quienes esperaba me soco- y Periz, comerciante, alférez de Milicias ll
'rriesen y proporcionasen todo lo nece- de Soriano, después figura importante
sario para sostener y alimentar una en el lapso cisplatino, y luego en el tiem- l,
dilatada familia como la que manten- po de lainstitucionalización del país in- `~›ål'|
gonzn'
dependiente, y Francisco Bernardo For-
Prosiguiendo con ese tema y, al re- tes, ldeclaran en Montevideo el 23 de
ferirse al distinto trato dado al Coman- abri de 1812. El cuestionario propues-
dante de Soriano don Benito López, ex- to se reduce a destruir la afirmación de
presa que aunque remitido antes que él los testigos de Berros en el sentido de
a Buenos Aires: “Yo fuí testigo de co- que de la Rosa tuviera permanentes y
mo lo.condujeron montado en su caba- estrechos tratos con quienes luego apa- ¬-I.. >¢~.¿.¿-.

llo y acompañado de un criado” y de recieron. como cabezas del movimiento . .A

cómo “dormía y descansaba en casa de en la Capilla Nueva. De la Sagra res-


don Francisco Aedo". Al explicar ese ponde: “en todo el tiempo que estuvo de
distinto, pero siempre humano, trato Comandante don Agustín de la Rosa,
dado por los patriotas a los enemigos concurria el declarante a su casa cuasi
prisioneros dice: “¿ Qué extraño que los todas las noches en compañía de don

37
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Los sucesos del 28 de Febrero de 1811 en la Villa de Mercedes
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A principios del primer decenio del siglo una delegación de autoridades y vecinos de
Mercedes visitó, como lo docu/menta la ƒoto, la zona de Asencio donde, desde el 27 de
febrero se preparaban los patriotas sorianenses (gauchos, indios, milicianos) para el
trascendente evento que protagonizarian al dia siguiente. El jefe politico Jean H. Sou-
mostre, el juez letrado doctor Eduardo Brito del Pino (h.), Miguel González Sampayo,
otros vecinos 11 el pintor Pedro Blanes Viale integraban la excursión encargada de
elegir el sitio donde se proponian erigir un monumento conmemorativo.

Juan Salinas, su hermano don Fernan- encarga de tramitar la “carta de justi-


do, don Francisco Fortes, Don Bentura cia” que le remite desde Montevideo el
Carbonell y don Mariano Fonrredona, Comandante de Marina de Ia Sierra. El
Europeos todos. . . lo que se mantuvo primero en responder al cuestionario de
l
hasta que la asaltaron las tropas de los de la Rosa es el ya repuesto Comandan-
te de Soriano don Benito López de los
insurgentes. ...una u otra vez solían Ríos quien al referirse al tratamiento
concurrir otros vecinos, no eran los de dado a su persona por los patriotas con-
la más estrechez o amistad del citado firma que “desde esta villa (Soriano)
don Agustin sino los arriba expresa-
dos. . .”. hasta la Capilla de Mercedes y desde
allí hasta la de Gualeguaychú no fui
En el mismo sentido se pronuncia amarrado y que me dìstinguieron de
Fortes. los demás en dejarme dormir una noche
En el “pueblo de Mercedes” es el Co- en casa de don Francisco Martínez de
mandante militar españolista don Pe- Haedo en donde estaba don Agustín de
dro Manuel García quien el 12 de junio la Rosa con su familia. . .”. Eso en la
i de 1812 (todo el territorio inferior del Banda Oriental porque “también es
Río Negro había sido reocupado por las cierto que desde Gualeguaychú hasta
autoridades españolas luego del armis- la bajada de Santa Fe fui con los de-
ticio de setiembre del año anterior), se más y sin distinción de clase. . .”.

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El pintor Blanes Viale tomando apuntes del paisaje de los campos de Asencio sobre
el arroyo que ies da su nombre.
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El mismo día declara el Alcalde Juan
Salinas (su hermano Fernando no lo Í? - -
hace por hallarse en Río de Janeiro) A4 . Q@//)¡¡/fiá/IÄ1 Ácjfiïltlzl.
quien respecto a las tertulias y tertulia-
nos de de la Rosa responde: “Que es __ \ w

verdad todo lo que contiene la pregunta si - ' r


(lo declarado por de la Sagra y For- `;›:..'v:1â ^ -tj Á!
¢(â,.¬!'ll_ ¶/¡,á2'p.u/ná åizllfzg and-4
tes), sólo que los dos catalanes; que ' r_\Í_fcm A n/:Ã n:/¿fé ./<_. fnfnívfiãìziirç ft/: ¢-.wffåi-/HQ
conoce a Fonrredona que al otro no co- , ff/¡¿')¿¡h§¿-Áf, Á; .\- Âê/›
J c¬
al ' maz/ [4
_ 0 ¿7 - '
noce; que generalmente asistían don zmaÁz.›r,ì.vu/nu›É'./ j, ¿eri al Â/ m/Âv 7../L-/JNIUÍI/f*V'
2;/,rfiìršfïìøoƒ /Fr/1/;_,,@fu:~./. con tí
Mariano Chavesr y don Ramón Fernán- ¿3,¿-17›iÍɧ|ï1.n_vr-,fo u¢ÁzmÃ/'_)<.<./.›;[¿:}{M1i' ft I 1. ¿ :mw:
dez y estos algunas veces se quedaban [(›mÍÃ1um`T"` mu .¬ nïuí. Ã; zšluzzz/.v` en r/.(¬nͬ .$111/M, 01 -ìj' _

después que nosotros nos marchábamos í'í””"¿$L*§,i'ä,!äfç%¿*17?!ï?=4*f”¿!<¿±/5¿7~f<5- É/fm


25;.¡Í J ƒffgu Jiêm ¢.¬r/¡Jr/Ívïlà
._ .y también se me dió parte por don ¿Q
'L~=«.~..¿.«r.›« ¿¬,¿t9
Manuel Roca que a deshoras de la .no-
che, por entre los cercos se venia don è;¢§i;_¿f¿¿ .ZP-.å`):'f'f:r¿Í:.f-¿mz
u1<.J.zz n1¡l:wI:Í?¡á.:%-/:(_Ã/ ;,L.š š;
Mariano Chaves a casa de de la Rosa y ,;- ¿¡__¿,,<./-Ä¢}5«_-¿F_.`¡}.
,-,,§},`-,›,,5 A
que se estaba mucho tiempo adentro en s-Q .;:.,.,-¡tdt §;.¬,;;z,,¿t¿
consultas. . .”. qa* “'14-¿":*' dúfh' ' N- ìv ~'çIzr¿.›l)-b//¿:?Á.'g.,

occ más creo se puede rescatar de J ./r«Á¿ É¡¿¿-1,

Peste inédito documento; de cualquier %~¢¢»~“"-'ɧ,,.¢f`. i/1a/f/s, Qã


manera hemos podido enterarnos C*2¢,,,<¢¢,9, ¿r J.. z¢.¢«~'›-w- /-«e v›7w=v»-vt
cansan.- _
por su intermedio de algunos hechos, Í ev
circunstancias y personajes conocidos r/-fflr '
(rd MT /l ¡J
ã .lau-'ff'
participantes de aquellos eventos de :fe-
Reproducción ƒacsimilar de la pagina en que ii
brero de 1811 culminados en aquel “28, gura _eI dltimo escrito presentado por D. Agus
(en que), ciudadanos heroicos haciendo tin de la Rosa en el expediente que comentamos.

39

Q' Í › f- -~ «sa
. 1`
1i
in
. III
i lu Los sucesos del 28 de Febrero de 1811 en la Villa de Mercado;

:E14
,_ pedazos las cadenas y revistiendo el ca- podrá recordarse sin emoción cualquie-
_ ._ `_ :-¡_
racter que les concedió la naturaleza y ra que sea nuestra suerte” como dijera
que nadie estuvo autorizado para arran- don José Artigas en su oficio del 7 de
carles. . . día memorable que la provi-. diciembre de 1811 a la Junta Guberna-
dencia concedió para sellar los pasos de tiva del Paraguay.

1 ,_..
1
la libertad en este territorio y que no

ir" \

1) El expediente judicial del que he extríìido los relatos que anteceden per-
A. F. C.

tenece al importante acervo documental que~~cor(ser1›a la Libreria Linardi y

lo Risso. A la gentileza de sus propietarios debemog reconocimiento por habér-


noslo hecho conocer 1; permitirnos estudiarlo 11 ƒotocopiarlo.
2) Por tratarse de un trabajo de divulgación, se ha procedido a actualizar la
ortografia g a ajustar los apellidos de las personas citadas a la exactitud que
i1 emana de documentos más perfectos.
l
1 Q
4
1

RESTABLECER`LA FRATERNIDAD

“. . .me fue remitido (José Ignacio Aguirre) a este Cuartel General


por el Comandante de Curuzú-Cuat-id. . . él debió ser remitido a la dis-
posición de las autoridades constituidas en esa ciudad (Corrientes) . . . la
correspondencia de Aguirre, que me fue remitida casi al mismo tiempo
que su persona, nada tiene que pueda abrir opinión alguna contra él y
\,_, desde luego creo un deber mio recomendarle a V.S. para que no permita
P O se parta con ligereza 1/ precipitación sobre el concepto que se formó de
"' él V.S. sabe que este es el tiempo de las venganzas personales, pero tam-
J bién lo es en que los magistrados echando el resto a su prudencia se
desvelen por restablecer la ƒraternidad para trasmitirla a la masa entera.
La armonia particular y general ha de presentar al mundo como en-
teramente soƒocados aquellos motivos que hubiesen impulsado las animo-
sidades respectivas, decidiéndose ahora la comunidad entera 1/ cada uno
de sus miembros a un orden nuevo que en si mismo garantice el naci-
miento de la opinión igual. . . V.S. pues, tenga la dignación de cortar las
desazones p hacer que todos esperen de la ley la garantía indestructible
de su prosperidad. . .”.

l ARTIGAS al Cabildo de Corrientes, abril 7 de 1814

40

Fi?
EL IMPERIO INFORMAL
BRITANICO
por Nelson Martinez Díaz

HACE TIEMPO
Y A L0 LEJOS
tos ingleses con el fin de socorrer las
urgencias actuales del erario y fomen-
tar las provincias".
W
urante el siglo XIX la politica bri- Cuando llega el año 1830 existían ya
I
1
D tánica hacia Iberoamérica estuvo en Buenos Aires unos 3.500 británicos, |
IK
destinada a convertir en realidad gran parte de ellos con casa comercial

Y
las palabras de lord Canning luego de instalada. Tal vez, uno de los persona-
la batalla de Ayacucho: “Ia América jes mås lucidos de la primera etapa de
española es libre; si no administramos penetración económica de Gran Breta-
desacertadamente nuestros negocios, ña fue el cónsul sir Woodbine Parish.
ella será inglesa". Las relaciones de los En su libro Buenos Aires y las Provin-
países del continente con el Imperio cias del Río de la Plata, editado en Lon-
Británico fueron muy tempranas, e ini- dres en 1839, sostenía: “Con razón debe
ciadas antes del acto mismo de la inde- el Rio de la Plata considerarse como el
pendencia polítíca, ya que los intercam- más importante y rico de los merca-
bios comerciales existieron pese a la dos. . . si consideramos no sólo la can-
cautela desplegada por los funcionarios tidad de nuestras manufacturas y efec-
españoles. En el Río de la Plata, por tos que aquel país (sic.) consume, sino
ejemplo, la rigidez de las normas hubo las grandes cantidades de materias pri-
de ceder ante la coyuntura creada por mas y productos naturales con que los
las guerras que cancelaban --a veces retorna, proveyendo de esta suerte a
por largo tiempo- las conexiones con ¢
nuestros manufacturados”... ' Tambien
› i
la Península. š
ha resultado singularmente ventajoso
Una élite ilustrada, proliberal, cuyo para nuestros buques marítimos en ra- f
poder económico -ya no político- ha- zón de no tener los hijos del país buques
bía crecido al amparo del tráfico legal,
pero también aprovechando las oportu- mercantes”. No se podía exigir una de-
nidades ofrecidas por el contrabando, claración más explícita del esquema *a
fortalece las filas criollas en ambas que sería sometida la región del Plata.
márgenes del Plata. Buena muestra de Las colocaciones de capital proceden-
ello fue la representación de los labra- tes de Gran Bretaña siguieron dos vér-
ìf dores y hacendados que algunos atribu- tices luego de las guerras napoleónicas:
yen a Mariano Moreno y otros afirman una, los préstamos alos gobiernos; la
que procede del pensamiento de Manuel otra, el destino a una serie de empresas
Belgrano. Lo cierto es que en este do- más o menos fantásticas lanzadas a la
cumento se pide a las autoridades vi- Bolsa de Londres por avisados espeeu- j
rreinales: “admitir a comercio los efec- ladores. La visión mítica que de Amérì- j

41

19'-¿._¢.-¬.*=¬. -qm
= ~4 _ ,F

El imperio informal británico


_-.- ke nìfì % É
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-¬ :-_¬Í-= -=

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ca Latina existía durante el descubri- Famatina, la Imperial Brasileña, la Río


l miento no se habia extinguido aún en
el siglo XIX.
de la Plata y muchas más, se crearon
entonces, entre 1824 y 1825 fueron lan-
zadas 46 compañías destinadas a la ex-
\
plotación de reales o imaginarias, con
a
I 1
Ii\"-`\'- -1- -I . -`/
(I /,'.-- ., ." .Z un total de 35 millones de libras; los
3,. ./os-¿gy
'à-í 0 `¬`., I ` *U
préstamos a los gobiernos ascendieron
1 `\\ff¿ìI.'n; ¡1~.E'3!¬-I' a 17 millones. Uno de ellos fue el ges-
'Gl>írty=clgI›tb lìlnmml h(c¿:o1't~1” tionado por el gobierno de Bernardino
OF THF. COUNCH. Rivadavia ante la casa bancaria Baring
OP TIIH
-'Brothers. La suma total ascendía a un
ínillón de libras esterlinas, pero los in- I
1 CORPORATION OF FOREIGN termediarios y los comisionistas redu-
jeron esa cifra. Fue, no obstante, uno
BONDHOLDERS. de los primeros lazos que vincularon a
los países de la región con los banque- \
l
Ellutllillfd mnlør Sfnñ-I Iƒtnmr ng/ lll: ¡Inn! 0/ Tnnlf,
Aqgml, ¡$13- ros británicos.
I 1 Iwarƒvmird I; A!! ly l'mI1'au¡mI,_/uly, I S95.
|
._.._¢_-.._.
LA INTERVENCION ARMADA
f UNA FORMULA A1.TmNA'r1vA
FOR THE YEAR 1911.

....í.í.í_...~ in duda, el fracaso de la interven-


Pi-lao 21:. 611. Sción inglesa de 1806-1807 en el Río
de la Plata impidió ulteriores in-
tentos con el mismo propósito, pero es- ±|
IONDCN
COUNCIL HOUSF No. 1 N0Ol{G¡\1l STRYF1'
ta afirmación debe ser matizada. En
principio, porque, ›como advierte con
É agudeza el historiador Peter Winn, no
se dirimían allí intereses estratégicos
para la corona británica, y una realidad
El Oozmcíl oƒ the Gorporaflon of Foreign Bond-
holders constituyó una entidad supranacional
política siempre cambiante como la que
existía en la zona, hacía poco atractiva l
U
l que reunía a empresas y bancos británicos para una dominación colonial. No obstante,
determinar la política que debia ser aplicada en la primera mitad del siglo XIX va-
con los paises en moratoria. rios hechos demostraron que, ocasional-
mente, podía ocurrir todo lo contrario.
l País de Cucaña, o El Dorado, ce- En 1833 se materializa un primer epi-
E dieron paso a una nueva versión, sodio: el apoderamiento de las islas
que veía en cualquier región del con- Malvinas por la marina británica. Aqui
tinente posibilidades de obtener rápidos debemos anotar que un análisis del pro-
beneficios económicos. Pronto dio cuen- blema generado por la soberanía sobre
! ta de esa visión una presencia masiva las islas obligaría a consumir más es-
(
H
de valores sudamericana en las pizarras pacio del que podemos ahora disponer.
del Stock Exchange, en Londres. La ri- Lo cierto es que la serie de islas que
queza minera fue una de las más atrac- componen el conjunto ha conocido la
tivas. Compañías como la Real del visita, desde el siglo XVI, de navíos de
Monte en México, la Anglo-Peruana, la casi todas las naciones que poseían flo-

42
El imperio informal británico
m 1 I,

3 la, y se instalaron, al abrigo de sus tida a los tribunales ordinarios. La pro-


calas, balleneros, cazadores de focas, testa del cónsul norteamericano en Ar-
etc. La presencia de la marina inglesa gentina fue, obviamente, desestimada
puede retrotraerse a la época de gran por el gobierno.
conflictividad con España y obedece, Pero el acto siguiente fue protagoni-
lógicamente, a sus intenciones de esta- zado por el navío “Lexing'ton", de los
blecer bases para vulnerar el mercado Estados Unido, que puso rumbo a las

l!
colonial hispano-americano. Esta fue la Malvinas y desembarcó en Isla Soledad;
G
función de su asentamiento en las islas Silas Duncan, ordenó clavar los caño-
desde 1765 y la causa de la expedición nes de la defensa, arrestó a las autori-
punitiva de la marina española para de- dades y permitió a sus hombres destro-
salojar de allí a los ingleses en 1770; zar casas y sembrados. Después de esto,
No obstante ello, poco después las islas el gobierno norteamericano reclamó in-
estaban nuevamente en poder británi- demnización por “actos de piratería” l
co. Así las cosas, sobrevino la indepen- cometidos por Vernet contra los buques
dencia. En el interín, las Malvinas ha- y exigió el reconocimiento de los dere-
bían sido literalmente abandonadas por chos de su país para pescar en la zona.
los ingleses, aunque nunca faltaron en Finalizado este incidente, Buenos Aires ¿T
_
ellas pescadores, balleneros y foqueros envió una flotilla a las Malvinas. Pero
de esa nacionalidad; norteamericanos, y el nuevo ministro de Su Majestad Bri-
del norte de Europa. tánica en Argentina, Henry Fox, recla-
En 1820, el gobierno argentino deci- maría en nombre de su gobierno y en
dió enviar un barco a la zona; sus tri- 1833 la fragata inglesa “Clío” llegó a 1
pulantes izaron el pabellón nacional y las islas, doblegó a la guarnición local y
se proclamó la soberanía sobre las islas. dejó establecida una base permanente.
El acto no despertó, por entonces, nin- Nadie dudó entonces que detrás de es-
gún eco, y en 1823 se envió a las Malvi- tas acciones se encontraba el respaldo
nas un gobernador que hizo concesiones diplomático de los Estados Unidos. Co-
de tierras y ganados, así como para de- mo podemos advertir, los mismos pro-
rechos de pesca. Pero en 1829 el cargo tagonistas estuvieron aliados en el ori- x,
de gobernador recayó en uno de los con- gen de los problemas recientes. Un se- I
cesionarios, Louis Vernet, quien llevó gundo episodio tuvo lugar en el estuario
adelante un proyecto de colonización del Plata; éste fue el bloqueo impuesto
con personas de diversas nacionalidades. a Buenos Aires por la flota franco-in-
A Woodbine Parish correspondió rea- glesa durante el período conocido en la
lizar una reclamación británica por la historia local como la Guerra Grande.
ocupación de una isla que su país con- La política expansionista de Luis Felipe M

I sideraba bajo su jurisdicción; la admi- de Orleans y la urgencia por lograr


nistración de Rosas se recibió de ella, nuevos mercados para la industria bri-
pero no adoptó resolución. En 1831 tánica se aliaron en esa oportunidad.
Louis Vernet decidió aplicar una serie Una flota integrada por buques de gue-
Ñ de disposiciones contra la captura ilegal rra y mercantes de ambas naciones in-
de ganado y la pesca no autorizada. Los tentó remontar el río Paraná y estable-
primeros en incurrir en infracción fue- cer una corriente comercial en el litoral.
ron tres navíos norteamericanos y uno En la “Vuelta de Obligado” los confede-
de esos buques fue apresado, la tripula- rados ofrecieron una fuerte resistencia,
ción trasladada a Buenos Aires y some- incluso bloqueando el curso del río con ›
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cadenas, pese a lo cual el paso forzado. locales y que conocían las perspectivas
Sin embargo, las potencias europeas no de la región.
1 lograron, en esa instancia, sus desig-
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Sin embargo, la actitud reticente de
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nios de penetración comercial. los financieros británicos no varió has-
IH ta que se produjeron una serie de cam-
1 LAS RAICES DEL IMPERIO bios. Uno de estos fructificó en la polí-
INFORMAL BRITANICO tica local, cuando los gobiernos alcan-
V zaron una mayor estabilidad y demos-
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esde el momento mismo en que los traron cierto poder oentralizador; otro
D países del Plata conquistaron su.. fue el ajuste de la deuda generada con
1 independencia política comenzó Baring Brother en 1824, y cuya fórmu-
1
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una lucha por imponer diferentes pro- la de cancelación quedó concertada en
, o yectos de organización nacional. Estos, 1857 con el gobierno argentino. Tam-
elaborados por una burguesía vinculada bién estaba cambiando la política de in-
L1 a la tierra y al comercio, culminaron
en un modelo agro-exportador. La re-
versiones de Gran Bretaña. Durante
casi toda la mitad del siglo XIX estuvo
dirigida a Canadá, la India y Estados
gión del Plata se convirtió en proveedo-
ra de alimentos y productos primarios Unidos y ahora buscaba nuevos hori-
para Gran Bretaña, en tanto que ésta zontes.
v
enviaba las mercaderías de la industria En los años sesenta, entonces, el in-
si

.
de Manchester, Liverpool o Glasgow. terés británico se dirige hacia los prin-
Richard Cobden, el conductor del li- cipales sectores de la estructura econó-
beralismo británico, había soñado con mica rioplatense: comercios, finanzas,
una “Inglaterra” taller del mundo y ferrocarriles, puertos, servicios públi-
una Sudamérica convertida en su gran- cos y la tierra. Sin duda los ferrocarri-
i jera”. les, dada la peculiaridad de la economía
1
La idea comenzaba a materializarse. local, era una pieza clave del conjunto.
Una empresa de ferrocarriles y un esta- Además, se trataba de un tipo de em-
blecimiento bancario fueron los prime- presa que acentuaba la dependencia,
ros signos de que el capital británico puesto que de la metrópoli habrían de
estaba decidido a intervenir en la re- llegar, más tarde, las locomotoras, los
gión del Río de la Plata. Estos fueron coches de pasajeros, rieles, repuestos
el ferrocarril Grand Sud de Buenos Ai- de todo tipo, técnicos para su conduc-
1 res y el Banco de Londres y Río de la ción, y hasta el carbón de Cardiff para
Plata. Sin duda, la existencia de súbdi- las máquinas de vapor. Todo un pro-
tos británicos propietarios de haciendas grama de expansión para la industria
ganaderas y ocupando un importante británica. Por lo demás, y de acuerdo
«
lugar de comercio de exportación de al modelo que habia escogido, la bur-
r, ambas márgenes del Plata fue un ele- guesía agro-exportadora siguió la fór-
i
mento de peso. Estos hombres contri- mula de utilizar el estado en beneficio
~ buian al desarrollo de ciertas ideas pa- de sus propios intereses.
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ra la inversión de capital; muchos de Un estado liberal a la hora del comer-
ellos estaban interesados en la construc- cio, pero protector cuando se trató de
`1
u ción de ferrocarriles y en las mejoras construir la infraestructura que recla-
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, sustanciales para la exportación de su maban los terratenientes. No es extra-
producción. Se trataba, por otra parte, ño, entonces, que cuando se lanzó la
i de personas vinculadas a los gobiernos suscripción de acciones para empresas
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El imperio informal británico
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bre el comercio exterior. Ello, sin con-
HW/ tar con el endeudamiento casi endémico
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,__ «.¬'_ - K! ¦¬ de los gobiernos por préstamos conce- xv-
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didos a las diferentes administraciones
y por garantías ofrecidas sobre el capi-
tal de las empresas británicas instala-
das en el país. No faltaron elogios al
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2; Ferro-cunl ¡Santa Ron c- 's.§ dominio financiero británico. El discur-
so pronunciado por el presidente Sar-
Las empresas británicas no siempre cumplieron miento, en la inauguración del monu- ›
los contratos de construcción en el plazo esti- mento a Belgrano, es buena muestra de
pulado. El humor grafico en “Gafas 11 Caretas”
da cuenta de la lentitud en el tendido de la H- ello: 1
l

nea desde Salto a Santa Rosa del Cuareim. “. . .la poderosa Albión, la enérgica
raza inglesa, cuya misión es someter al
ferroviarias el capital local estuviera mundo bárbaro de Asia, Africa y nue-
ausente. La burguesía rioplatense orien- vos continentes e islas, al influjo del
tó su dinero hacia los únicos sectores comercio e improvisar naciones que
que eran familiares: tierras y bienes trasplantan el “habeas corpus”, la li-
inmuebles; en países donde el interés ,_' __,____ _;_Í_` __' K Í-†-Í ÍÍ`~§
alcanzaba cotas elevadísimas, nadie in- sr. KRÄC Dr.- BARING
vertía en colocaciones a largo plazo. En
consecuencia, el estado debió ofrecer ;_ ji. Q- ""`_“' 1 «sì
una garantía sobre el capital extranjero -` ._~ 1.. \' I V
1- «_.; ¿`. « _
empleado en las empresas necesarias
para el desarrollo de cada país, hecho
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que, como fue denunciado en 1874 en 'M j at .íl"-`“*«`ìt;
la Cámara de Representantes del Uru-
guay, hipotecaba generaciones enteras
en favor de algunos sectores económi- ~ _ _ _ Laf. P* firf _
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os gobiernos nacionales “fuertes” W ' 4


L merecieron la aprobación inglesa y L i
entre 1870 y 1890 se produjo la in-
terrupción del capital extranjero en la
economía del Plata. Se consolidó, así, el
dominio sobre las vías férreas, puertos,
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telégrafos, seguros, suministro de gas -«=;-5",gi ¬_ï›<~1` 5,;.à “"
y aguas corrientes, plantas de procesa-
miento de materias primas como Lie-
big's, y el River Plate Fresh Meat. Ade-
más, el Banco de Londres y Río de la
Plata, con el Banco Inglés del Río de la La crisis de Baring Brothers en 1890. Carica-
Plata, ejercían un control casi total so- tura de Schüte, en "Caras 1/ Oaretas". \

45
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4
El imperio informal británico
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bertad sin tumulto, la máquina, la in- consistía “en contraer empréstitos en


dustria, bienvenida fue siempre y bien lugar de emitir papel moneda”. I
empleados sus capitales en las grandes Entre 1885 y 1890 se respiraba un I
1
empresas que completan nuestra exis- ambiente de fácil prosperidad en ambas
tencia como la nación civilizada.” márgenes del Plata, producto de un in-
El grupo social más interesado en ga- cremento de créditos e inversiones vol-
rantizar el mercado interior para los cado en la región por las casas de Lon-
dres y un considerable aumento de las
productos británicos fue, en Argentina exportaciones que permitió cierta acu-
y Uruguay, el ganadero. mulación de excedentes. Incluso los in-
Las asociaciones rurales de ambos gleses demostraron su optimismo en' un
países mostraron escaso interés en un homenaje prodigado en Londres al pre-
desarrollo industrial que podía molestar sidente argentino Roca el año 1887. Al
a sus compradores y acuñaron el lema: acto asistieron miembros de Baring
“comprar a quien nos compra”. Ambos Brother, Murrieta & Co., el Banco de
países se encontraron, por tanto, atados Londres y Río de la Plata, y varias em-
al mercado de Gran Bretaña por los in- presas ferroviarias, de tranvías y ser-
tereses de los terratenientes y por las vicios públicos, radicadas en Argentina.
necesidades financieras de los gobier- Razones tenían los financieros para de-
mostrar su agradecimiento, atento a la
nos. El economista Carlos Quijano marcha de sus negocios. El total inver-
apuntaba que la originalidad de las ad- tido en los dos países del Plata era en
ministraciones uruguayas del siglo XIX libras esterlinas:

Año Argentina Uruguay Total


1880 . . . . . . . . . . . . . . . . _ . 20.338.709 7.644.105 27.982.914
1890 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156.978.788 27.713.280 184.692.068

ientras el capital vertido en Ar- por esta insólita euforia, y sobre todo
M gentina se multiplicaba en 10 años por los informes que provenían de sus
casi por ocho, en Uruguay lo hacía agentes locales, comenzó la reticencia
por cuatro; dentro de estas cifras, las para con los proyectos de inversión en
inversiones en ferrocarriles alcanzaba la zona. Como la corriente de especu-
el 40 por 100 del total. Esta situación lación estaba apoyada en préstamos o
aparentemente próspera desencadenó títulos sobre Londres, pagaderos en oro,
una de las mayores crisis financieras al declinar la tendencia inversora los
conocidas en el Río de la Plata, -pues pagos se hicieron imposibles. Entonces,
incitó a la “manía” por la especulación. la casa Baring Brothers, que había co-
Decenas de sociedades por acciones co- locado sumas considerables en el Río de
menzaron a invadir las Bolsas de Mon- la Plata, se encontró con una cesación
tevideo y Buenos Aires, muchas veces de pagos que la colocó al borde de la
impulsadas por los mismos sindicatos y quiebra y hubo de ser respaldada por el
con frecuencia desprovistas de solidez Banco de Inglaterra. Consumidas sus
económica. Cuando los medios financie- reservas en esos años locos, en cons-
ros de la City comenzaron-a inquietarse trucciones acordes con la ilusión del mo-
46
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El imperio informal británico
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mento, los gobiernos de Argentina y quía terrateniente local, la estructura l


Uruguay tuvieron que acudir al consejo económica existente. La emigración del ~ ¦`l
de Tenedores de Bonos, en Londres, pa- último tercio de siglo encontró su espa- 1
ra refinanciar sus deudas. Las obliga-
ciones contraídas se arrastraron hasta
cio en las tierras ganadas en Argentina
por la “campaña de desierto” del gene-
É
1

los comienzos del siglo actual. En un


periódico de Buenos Aires aparecieron,
por aquella época, los siguientes versos:
ral Roca: el ferrocarril acercó la pro-
ducción ganadera a los puertos sobre
todo a los de Buenos Aires y Montevi-
deo, y abrió nuevas zonas a la agricul-
.~ 'É
Calle Esparta su virtud tura desarrollada por la mano de obra
sus hazañas calle Roma barata del inmigrante. Pero desalentó
¡Silencio que al mundo asoma aquellas regiones que no eran rentables
la gran deudora del sud! para las empresas, condenándolas al
aislamiento; gobernó con sus tarifas, el
Con ironía, señalaba su autor la re- tipo de producción que convenía a la
lación de dependencia ante las finan- metrópoli, y encadenó la economía re-
zas del imperio informal británico. gional a las bodegas inglesas. Porque
el ferrocarril era eje interno, que trans-
portaba los productos primarios a los
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puertos, mientras la navegación, en po-
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etc.-, era el 'eje que la ligaba a la me-
trópoli compradora. La valorización del
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tación de carne enfriada y carne con- ›
~~. _', 'ari-} '¿2J§\ '“ \?"\-» .›-`~_,.ï..`¡_, gelada con la aparición de la industria
- c ¬frigorífica hizo aún más acentuado el
problema de la dependencia, puesto que
el comercio sufría el monopolio inglés
Al comenzar el nuevo slølo, Estados Unidos se y los países del Plata no podían ejercer
presenta como la potencia que desplazará, en
Iberoamérica, la hegemonía económica de los influ_ç,ncia en los predios internaciona-
países europeos. les. El peso de la hegemoniá económica
extranjera consolidó el modelo de te-
LOS BRITANICOS DEFIENDEN nencia de la tierra en ambas márgenes
SU HEGEMONIA del Plata, e impidió todo ensayo de
transformación social en el medio rural.
i el capital de Gran Bretaña había Interesó a la oligarquía ganadera en
S contribuido al progreso y la trans- una intervención cada vez más directa
formación de la sociedad rioplaten- en los asuntos de gobierno, que se hizo I

se, también había inmovilizado, porque visible con el cambio de siglo. También
así convenía a los intereses de la oligar- fue lesiva, esta situación, para todo es-
47
El imperio informal británico
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fuerzo por desarrollar una industria ca Morgan confiaba a éste. Los merca-
nacional. dos de capital a corto y largo plazo es-
taban radicados en Londres durante la
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vigencia del padrón oro, y banqueros
` como Baring Brothers, Nathan Mayer
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los sindicatos financieros que se forma-
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ti ikx_. ban en esa plaza, dominaban extensas
_ regiones del globo. Por mucho tiempo,
además, la realidad económica de las
Hum T › ~* ' “ 1 ¡ is empresas británicas constituyó un enig-
:iia para los ministerios de Hacienda del
I. si "l f5\›Í`
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Río de la Plata. Las contabilidades eran
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-f«¬..r'i 1-_ _-_, llevadas en Londres y de allí procedían
los auditores. El costo de los materiales
En 1901, la creciente expansión norteamericana era difícilmente verificable porque se
en America Latina sugiere caricaturas como
ésta.
tejía una espesa trama entre bancos,
fabricantes de locomotoras y maquina-
ria industrial, proveedores de material
La dependencia fue total, hasta que y empresas radicadas en Argentina o
Estados Unidos desplazó a Gran Breta- Uruguay, qué por lo general contaban
ña en la dominación del 'mercado ibero- con uno o más miembros en los distintos
americano, luego de la década de los directorios. También entre los accionis-
años treinta del siglo actual. Aún en- tas de las florecíentes compañías britá-
tonces, las inversiones del Reino Unido nicas era frecuente encontrar a miem-
bros del parlamento inglés, ministros,
poseían tal volumen que permitió a sus militares, etc. El Council of The Corpo-
banqueros mantener cierto predominio. ration of Foreign Bondhoders los reu-
En realidad, poco era lo que podían ha- nía en una especie de entidad supra-
cer los países del Plata durante el siglo nacional, que defendía sus intereses con
XIX para eludir la dependencia de Gran energía, decidiendo las medidas finan-
Bretaña. Esta financiaba no solamente cieras a tomar contra los gobiernos mo-
el comercio del Río de la Plata, sino que rosos o que oponían dificultades a las
lo hacía con el que realizaba con-Esta- empresas. El Imperio Informal había
dos Unidos, o el norte de Europa. En encontrado la fórmula para sustituir
cierta medida, el sistema de pagos exis- una política de las cañoneras que no
tente el siglo pasado para el mercado siempre brindaba buenos resultados, y
internacional giraba alrededor de un la puso en práctica hasta que su hege-
centro que era' Londres. No significaba monía comenzó a declinar con el avance
esto desestimar la importancia de París, de los Estados Unidos.
o Berlín, sino que Gran Bretaña había
desarrollado un medio eficiente para el NOTA: Este trabajo fue publicado en la Re-
vista Nuevo Indice. Año I, N° 7, Madrid, se-
comercio con ultramar, e incluso la ban- tiembre de 1982.

48

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Judía; Seìaraditas `
en el Uruguay
Notas para una evaluación histórica
Rosa Perla Raicher
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equeño fue el núcleo fundador de Sabido es que los judíos sefaraditas
P la comunidad sefaradìta que hoy que quisieron preservar su identidad du-
vive en el Uruguay (1). Sus perfi- rante la época colonial debieron hacerlo
les contemporáneos han venido desarro- secretamente, pues sobre ellos pesó el
llfándose durante alrededor de cuatro rigor de los tribunales de la Inquisi-
generaciones. Conforman un grupo ét- ción (5). Con el tiempo se borraron sus
nico-cultural (2) que quiere conservar peculiaridades _- las de la religión, la
vivo su legado espiritual, particularida- cultura, el recuerdo de su procedencia.
des del rito, su idioma. Y es a algunos En el correr del siglo XIX vinieron al
aspectos del devenir histórico y raigam- Uruguay desde Francia e Inglaterra fa-
bre de esta comunidad que vamos a milias de origen sefaradita que no con-
dirigir nuestra atención (3). solidaron núcleos comunitarios y tam-
La bibliografía que es dable consul- bién fueron perdiendo caracteres de su
tar referida al pasado de la comunidad entidad. 4,A__

sefaradita uruguaya vierte información os inmigrantes sefaraditas que fue-


parcial. Parcial es también la localiza- L ron llegando al Uruguay desde prin-
ción de fuentes históricas vinculadas al cipios de siglo y durante los años
tema. Ultimamente se viene cumpliendo veinte vinieron directamente --o des-
la loable tarea de rescatar documenta- pués de haber probado suerte en Argen-
ción histórica y testimonios orales,.todo tina o Brasil- desde Turquía, Siria,
lo cual estimula a la búsqueda y al aná- Líbano; también de Egipto y de la cuen-
lisis (4). _, ca mediterránea sud-europea: Grecia,
En 'cuanto a los criterios de periodi- Italia, Balkanes, Chipre, Malta, Rodas.
zación que nos guían anotemos lo si- Era-inmigración voluntaria, impulsada
guiente: al referirnos a los núcleos se- a buscar del otro lado del océano alter-
faraditas del siglo XIX y principios del nativas a pobreza e inestabilidad social;
*XX en calidad de fundadores de la co- las agudas oposiciones étnicas y religio-
munidad contemporánea, lo hacemos ba- sas que amenazaron a las comunidades
sándonos en el hecho de que fue desde armenias, francesas, inglesas, viviendo
entonces que empezaron a desarrollarse en regiones bajo influencia otomana, se
hicieron amenazantes también para los
los fundamentos de su vida comunitaria judíos sefaraditas. A similitud de las
en forma continua y pública, a diferen- otras minorías que llegaron al país, en-
cia de lo que sucedió en épocas anterio- contraron Ios inmigrantes judíos condi-
res. ciones de recepción favorables. La apli-

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Judím øeíuaditas en el Uruguay


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cación de las leyes vigentes evitaba dis- La gran mayoría de quienes hoy forman
criminaciones; la industrialización en parte de las comunidades mencionadas
proceso de desarrollo brindaba perspec- han nacido en el país.
tivas de trabajo en el mercado de ocu-
pación urbano (°). a vida comunitaria sefaradita fue
Los judíos que ya estaban viviendo en L cimentando sus bases en el Uru-
el Uruguay durante la época de la Pri- guay a medida en que grupos de in-
mera Guerra Mundial inte raron los migrantes de este entronque fueron ra-
sectores de ocupación obreråfgy de clase dicándose en el país. Su integración a
media. De los 1.700 judios formando la la sociedad uruguaya se dio simultánea-
pequeña comunidad en 1918 (7), alrede- mente ligada a la formación de institu-
1 dor de 500 eran ashkenazitas (de Rusia ciones -de pocos miembros al princi-
la mayoría, también de Rumania y al- pio- que satisfarían las necesidades
sacianos), y alrededor de 1.200 sefara- colectivas; estas fueron características
VII

,,I .
ditas, solteros en su mayoría, siendo comunes a la generación fundadora de
. más de 200 mujeres y alrededor de cien sefaraditas y ashkenazitas. El proceso
I
los niños. Pocos gozaban de prosperi- fue respaldado por el pluralismo liberal
dad; y sus ocupaciones: empleados de de la sociedad receptora.
pequeño comercio, artesanos, vendedo- Los sefaraditas fueron organizando
res ambulantes (B), dos dentistas judíos paulatinamente sus lugares de oración,
I | y estudiantes universitarios y de la Es- de encuentro, sus asociaciones de bene-
cuela Nacional de Comercio. La mayoría ficencia, su cementerio.
vivía en Montevideo y había pequeñas
comunidades sefaraditas y ashkenazi- De los primeros grupos que por prin-
tas en Paysandú y Salto (9). cipio de siglo se reunían para observar
sobre todo el Día del Perdón -Iom Ki-
El aporte inmigratorio judío numéri- pur- y la entrada del Año Nuevo j udío
camente más importante fue el que vino -Rosh Hasahnah- se formó la prime-
al país durante los años veinte y prin- ra sinagoga sefaradita de la que tene-
` I cipios de los años treinta. Desde esa mos conocimiento, en 1910 (11) . Por
época fueron bajando los números de su fines de los años diez y aún durante los
admisión debido a una política inmigra- veinte funcionaron otras sinagogas en
toria de selección que determinó cam- la Ciudad Vieja, prefiriendo rezar entre
bios sustantivos en las condiciones de sí los sefaraditas de habla judeo-espa-
la inmigración; durante la época de la ñol, los -que hablaban árabe. “Cuando
crisis se centraron las exigencias del llegué a Montevideo -escribe el Sr.
nuevo régimen en la reunión de fami-
lias -hasta los prolegómenos del con- Elías Seroussi en sus Memorias- fun-
ll flicto mundial-, ocupaciones, garantías cionaban dos templos, o mejor dicho,
financieras, salud. Las leyes y decretos dos piezas destinadas al efecto: una de
aprobados restringiendo la entrada de ellas denominada “Kehila Shaloín”. . .
li | extranjeros (1°) frenaron el crecimien-
to por inmigración de las comunidades
sefaradita y ashkenazita. Grupos meno-
ubicada en la calle Buenos Aires 282;
la otra en la calle Reconquista 227. . .”.
“A la “Kehila Shalom” concurrían unos
fl
res entraron durante la guerra. Refu- cuantos ancianos de habla árabe y otros
if giados con familiares en el Uruguay vi-
nieron después de finalizado el conflicto
que hablaban el turco, quienes siempre
rivalizaban, queriendo imponer sus
mundial y durante los años cincuenta.
Il acentos y costumbres” (12).

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Judíos sefaraditas en el Uruguay _ I


1 ,--2' * ' ` , I

Los muertos se enterraban en el ce- los necesitados de “Ozer Dalim" (ayu-


menterio Británico. Pero con la afluen- da a los pobres, en hebreo), la enseñan-
cia de inmigrantes, asumieron los de la za de la religión y cultura para los chi-
pequeña comunidad la responsabilidad cos. Esta última iniciativa no logró
por el entierro de sus deudos, cumplien- estabilidad hasta pasados los años vein-
do así con uno de los preceptos básicos te; se trataba de complementar el ciclo
de la religión judía. Desde 1916 fue escolar oficial con la enseñanza judía
“Jesed Shel Emet” la institución que tradicional básica (13). En 1914 funcio-
tomó a su cargo el cementerio por el
sector sefaradita, “Jevrah Kadishah” naba una escuela pequeña, “Talmud To-
por el sector ashkenazita. Otras necesi- rah Sefaradith”; en 1918 se formó la
dades comunitarias también fueron escuela “Teodoro Herzl”, en 1928 (c.)
siendo previstas: el encuentro del nuevo una nueva “Talmud Torah” (14), en
en el pais con sus pares, la asistencia a 1933 la “Eliezer ben Iehudah".

-11%
^*

L
I 1

:--_-'1_-; i

p-n
4;-;.-.

El presidente de Ia República, Dr. Juan Oampisteguy (40 desde la derecha), recibe en


1927 a los representantes de la Comunidad Seƒaradt del Uruguay Sr. Víctor Benaderet.
Sr. Simón Halƒón 1/ Sra. Dora Seroussi (presidenta de la Comisión de Damas), en
ocasión de la visita del Gran Rabino de Yugoslavia Shabetay Dyaen. (La foto es
gentileza de la ƒlia. Seroussi, Tel Aviv). `

51

...ll
,._- 1 , _ í

Judíos sefaraditas en el Uruguay


= 5 m
l

stas instituciones, desempeñando di- cation Society of America.. Debido al hecho


de que no hay censo, deben ser considera.-
E ferentes funciones y cuya continui- das las cifras sólo aproximadamente, sin
podernos referir a cada uno de los sectores
dad no siempre- habia podido man- de la comunidad Judla viviendo en el pais.
tenerse, según vimos, se reunieron en Sefaradita -en hebreo sefa.rad!_ prove-
Comunidad en 1932: el aumento en el niente de Sefarad, España. Indica. a los
1 descendientes de judios que vivieron en Es-
1
1 número de sefaraditas, su afincamiento paña y Portugal antes de la expulsión en
1492. El uso del término se ha extendido
en el lugar, permitieron institucionali- oonnotando a otros grupos que `no son de
zar tendencias que se veníamafirmando ascendencia ashkenazita. Los ashkenazitas
descienden de las comunidades Judías que
desde años antes, que se centraban en en los siglos XV y XVI emigraron del nor-
te de Francia y Alemania s. zonas orienta-
el servicio comunitario voluntario y _1a les del continente Bohemia., Moravio., Polo-
representatividad frente a autoridades, nia, Lituania. Los judios efnraditasy los
ashkenazitas mantuvieron ,. su entronque
n e instancias públicas. Del acta levanta- ` cultural, su lengua ladlno, idish (judeo-es-
paflol, judeo-aleman, con fuertes vestigios
V i da durante la primera reunión de la de los idiomas respectivos hablados en los
fl siglos de aquellas dlsperslones).
,
i .¡1
I
institución cuando estaba en formación
I E lll extractamos: "Nosotros, los abajo nom- En relación al deseo de mantener vivas las
ll observanclas sefaraditas -y las dificulta-
'I brados, constituidos en comisión volun- des-- escrlblan los jovenes de los años
cincuenta: .. ."importante es el dialogo en-
,. taria... formaremos una entidad que tablado entre la generación anterior y la
llevará por nombre “Comunidad Israe- actual. Y este dialogo recién comienza a
producir sus resultados. Hs. debido sortear-
lita Sefaradí del Uruguay” la cual ten- se en primer lugar el inconveniente de no
fl! drá un consejo directivo con plenos po- poseer una base idlomatica comun, lo cual

.1 deres para administrar las sociedades y


es natural, por tratarse de dos epocas y de
dos mentalidades. . ." “Ams.necez”'.- Organo
de la comunidad sefaradl del Uruguay, 20
1. representar a la colectividad en todas
sus actividades sociales, culturales y re-
69000». año 1', NO 8, 1956. octubre 6. Direc-
tor, Nelson Pilosof.
En cuanto al relaclonamiento mutuo entre
ligiosas” (15). La delimitación de ámbi- sefaraditas y ashkenazitas uruguayos, la

if
tendencia', es subrayar las similitudes y
tos de preocupación y responsabilidades conservar los rasgos peculiares de las as-
así planteadas expresaron actitudes de cendenclas respectivas.
la generación fundadora que se mantu- Las comunidades sefaraditas y ashkenazi-
tas de los paises vecinos han sido más am-
vieron también posteriormente. pliamente estudiadas que las del Uruguay.
El interés que el tema tiene ha promovido
Los sefaraditas imnigrados y sus hi- desde hace un tiempo la localización de
jos agrupados en organismo comunita- fuentes historicas, y su estudio por parte
del Instituto del Judaismo Contemporaneo
rio propio afianzaron sus marcos insti- de la Universidad Hebreo,-Jerusalem. y del
Centro de Estudios Judaicos en Montevideo.
1
tucionales, pues, alcanzando un grado Conocemos referencias e Judíos en Uruguay
de funcionamiento que permitió a la vez colonial gracias e. investigaciones que fue-
regir sus necesidades internas y vías de ron realizadas durante otra epoca de per-
secución antijudie Justamente le de le 8e-
convivencia en el seno de la sociedad gunda Guerra Mundial. Cf.: Lewln, Boles-
lao: “El Judfo en la Epoca-Colonial", pró-
uruguaya en cuanto colectividad; era a logo del Dr. Eugenio Petit Muñoz, Bs. As.
principios de los años treinta, en los Colegio Libre de Estudios Sugeriores, 1989.
Cap. V y también Monin, Jos z “Los Judios
umbrales de una época de enfrentamien- en la América Española",_Bs. As. Biblioteca.
Yavne, 1939. Cap. VII.
tos graves: ala crisis de estructuras en
Respecto de la inmigracion al pais hasta
el país, al ascenso del nazismo preñado los años treinta., Cf.: Oddone, Juan ¡Anto-
de amenazas, al comiemo de persecu- nlo: “La Formación del Uruguay Moderno".
Bs. As., Eudebn, 1966, pgs. 55-64.
ciones antijudías masivas. American Jewish Yeax-book 1917-1918. The
Jewish Publication Society of America..
o En la venta ambulante trabajaron también
l 1) Información demográfica conjetural para inmigrantes no Judios, procedentes de pai-
1984: Población total: 2.927.000. Comunidad ses del Oriente Medio.
judía: 30.000. Como surge de la información de biogra-
V. O. Schmelz y Sergio della Pergola: fias de Vainshenker, I.: "Boiers un Mit-
“World Jewish Population 1982". American bolers fun Idlshn Ishuv ln Uruguay". Mon-
Jewish Yearbook 1984. The Jewish Publi- tevideo, Ed. Zriah, 1957. .

52

V 1
i
1

I ; ¢
|
Judios sefaraditas en el Urufuey
'
*_

Cf.: Segui González, Luis: “La Inmigración ras familias sefaraditas radicadas. en el §,
¡,
y su contribución al desarrollo", Caracas, Uruguay. Sus padres vinieron en 1913. Su'
Monte Avila Ed., 1969. Cap. V y también .padre. Jacobo Hazan, fue oficiante en la
Qddone, J. A., ya -citado, DE- 60. Hacemos sinagoga sefaradita Y docente de religión.
referencia, principalmente, a las' leyes E1 Dr. J. Hazan fue el representante de ls. i
Ni 8.868 de julio 1932, Nv 8.882 de agosto agencia judía en el pais en la época de la X
de 1932, y Nv 9.604 de octubre de 1936. declaración de formación del Estado de
Uno de sus miembros fundadores fue el Sr. Sfaè .
Baruj Isaac, que vino al Uruguay en 1907. E1 Sr. Seroussi cuenta en sus Memorias. ya
Cf. Vainshenker. I ya citado citadas, pgs. 6 y 7: "No sin muchas dificul-
Seroussi, Elias: "Memorias de mi Comuni- tades y en buena bora, finalmente abrimos
dad". Comunidad Israelita. Sefarad! del el “Talmud Torah”. Al principio venian
Uruguay. Montevideo, 1979, pz. 12. muy pocos alumnos, pero después se empe-
El Sr. Seroussi vino con su familia al Uru- zaron a entusiasmar, s tal punto que tuvi- :E:
guay desde Egipto en 1926; desempeñó car- mos que contratar más pr0fesores...". i,
gos comunitarios centrales. Falleció en Tel Acta firmada en Montevideo el 25 de junio Y
Aviv en 1983. de 1932. Firman; Victor Benaderet, Jacques Í:
De la información biografica del Dr. Jaco- Margounato, Alegre Sassón, Abraham D.
bo Hazan que aparece en Vainshenker, I, Yacoel, Jacobo Mizraji, Alejandro Hazân,
ya citado, sabemos que adema de recibir Marcos Algaze, Haixn Henriquez Sarano,
su instrucción en los institutos de enseñan- Elias Seroussi. Publicada en "Amanecer", 1%,.
revista mensual de la Comunidad Israelita
sa del Estado, completaba, siendo adoles- Sefarad! del Uruguay. Año 1, N? 2, junio de
cente, estudios de religión y cultura judíos. 1942. Montevideo, pág. 51. Directora: Les.
El Dr. I-Iazan es hijo de una de las prime- Sestieri de Scazzocchio:

La Asociación o el Club Radical, ve en el ejercicio de la soberanía del pueblo el .Vi


único medio legitimo de realizar sus aspiraciones politicas, y condena. toda traba o

limitación del sufragio, ora provenga de las leyes, ora. de los actos gubernativos, ¡i
.i
ora de la actitud de los partidos".

La Asociación o el Club Radical quiere la libertad y condena todos los hechos


del pasado que hayan inflijido ese principio 0 violado sus garantías tutelar-es, protes-
tando asi contra el amordazamiento de la prensa, contra la prohibición de las reu-
niones paciiicas, contra. los destierros, contra. las prisiones arbitrarias, y contra las
ejecuciones. . .

Quiere la fraternidad, y condena todos los hechos del pasado, que contrarien _,. _¿.¢,-._,
ese- noble principio o hagan ilusorio su reinado, protestando asi contra la. intoleran-
cia., contra. el fanatismo y contra. la perpetuación de los odios. Sea cual sea el hom-
bre 0 el partido que se haya hecho culpable de cualquiera de esos actos.

1,
De las Bases Provlsorias del Club Radical, fundado por Carlos María Ra-
mírez, Emilio Romero, Jacobo A. Varela, Gregorio Pérez Gomar, Carlos
Ma. Pena y otros ciudadanos independientes en 1871.


1

53
~_.. fv V, ,Í (amm a_.- ._

ä -_'”_ï__ mí

La Isla Gorriti
le
4
11
en la mira de John Bull
ll Y

11
l 26 de marzo de 1860, el Encargado El infrascripto sugeriría que .en caso
|< E de Negocios de S. M. Británica, D. de que tal aviso no se comunicase, el
| 11
¦. W. G. Lettson, dirigíase a nuestra arrendamiento se considerase subsis-
, › Cancillería en los términos de la si- tente por el término de 14 años más, y
|I
guiente nota: que este convenio se mantuviese como
“Habiendo el comandante en gefe de válido hasta que cualquiera de las par-
las fuerzas navales de S. M. en la costa tes notificase su deseo de que terminase
Sud-Este de América hecho presente al en la manera espresada.
l
infrascripto el deseo de conseguir el uso “Si el gobierno de esta República
de una localidad saludable, aparente pa- accediese (como no puede menos de es-
2 ra formar un depósito de municiones perarlo el infrascripto), el arrenda-
1 navales y para llevar a efecto las ope- miento de la referida parte de la isla,
raciones necesarias de los buques de su cuya situación verdadera tendrá el in-
¡., mando, el infrascripto tiene el honor de frascripto la satisfacción de designar en
rogar a S.E. el Sr. Acevedo, ministro de detalle a S.E., sería necesario que en
Relaciones Exteriores de la República el contrato se permitiese el uso de los ,.
Oriental del Uruguay, le haga el obse- materiales que existiesen en la Isla pa-
quio de comunicarle cuales sean las ra la construcción de talleres, galpones
vistas del gobierno con relación a la con- y almacenes, comprometiéndose formal-
veniencia de arrendar una parte de la mente el infrascripto, en nombre del go-
isla Gorriti al gobierno de S.M. para bierno de S.M., a que ninguna parte de
los objetos arriba mencionados. esos edificios tenga el carácter de obras
I “La parte de la isla que el gobierno defensivas o fortificaciones, siendo las
de S.M. desea arrendar tiene cerca de construcciones únicamente tales cuales
15 acres de tierra, con una margen de se requieren para el reparo de buques
l
cerca de 300 yardas, y por esta locali- y para el depósito de municiones nava- 1

dad el infrascripto ofrece pagar en les.


nombre del comandante en gefe, pero “Y si, lo que no espera el infrascripto
de conformidad a la sanción del gobier- que suceda, la parte de tierra que se
no de S.M. (que ya ha solicitado) una propone arrendar pudiese ser requerida

Á renta de 500 libras anuales por el tér-


mino de 14 años, debiendo terminar el
arriendo por parte del gobierno de S.M.
por el Gobierno del país, como punto de
defensa nacional, en consecuencia de
perturbación esterior, durante el plazo
Í
vi

I o por la de esta República, desde que del arrendamiento, el infrascripto pro-
1 cualquiera de ellas dé aviso con antici- pondría se estipulase que la parte arren-
pación de un año a la otra de que a la dada volviera a manos del Gobierno del
espiración del plazo mencionado no ha- Uruguay, desde que hiciese una requi-
I 4-
brá de renovarse el arrendamiento. sición a ese efecto, en un corto término

54
La ms Goma en 1. mas as ¡sim han
~l'š-I-%In¦7†1

bre el número de la fuerza militar que


'V .gane mb Cnmude y .Pumv dz Muldmmø mu»-»wm (wanna, ¡ml nm -zh.-wl
, oo .nluqiu caylzunïcfmseh ut- Amlvlvm-ac. ¡wi ouuw ¿wm \
habría de acudir al proyectado depósito
.
_ -fas»-.›
....-.»...
_
naval.
--_ - gg).-s u.,\¿u›.-› Tras las consultas del señor Lettson a
los jefes de las fuerzas navales británi- ¿F
n _
.\...a¬..
.
' I
cas de estación en el Río de la Plata, L,
Y
quedó aclarado que la susodicha bande-
L.
"\ . .
'X . ,Í
,› ra seria la de la “Union Jack" (nombre
.s ›
popular del pabellón del Imperio britá-
- \
\.
' . nico, en el cual están combinadas las
,›' `-._ '._~.' . _ cruces de San Jorge, San Andrés y San
.' "
¢2_.¡..l|.¡¡-¢_.n..›-¬-
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`\ '.
*. ~
.-I'.
.. Z -_.
'--
...
Patricio, patronos de Inglaterra, Esco-
` ~' »ui
cia e Irlanda, respectivamente) o cual-
quier otra de señal para indicar la posi-
ción del depósito; “y que no se desem-
Plano de la bahía barcaría fuerza militar alguna, sino al-
gunos celadores, si fuesen necesarios,
para la seguridad de las municiones” (2)
prudencial; debiendo, en ese caso, pa- El 8 de mayo nuestro Gobierno con-
garse por el Gobierno de esta República testó al señor Lettson que estaba dis-
los edificios construidos por el Gobierno puesto a negociar el arrendamiento soli-
de S.M. según su valor estimado, o el citado sobre la base de las propuestas
que se acuerde por árbitros. de aquél, en forma de contrato, redu-
“La construcción de talleres y alma- ciéndolas a escritura pública.
cenes que se desea llevar a cabo, dará
lugar a que se espendan fuertes sumas En la prensa
de dinero en una localidad en que tales
desembolsos no podrán menos de ser arios órganos de prensa se ocupa-
bien recibidos por la población nativa. V- ron del asunto, en especial “La Re-
“Sin hacer referencia más particular- pública”, diario dirigido por D.
mente a los beneficios que reportaria el Francisco X. de Acha, que se expresaba
puerto de Maldonado de semejantes gas- en los siguientes términos:
tos, y de los constantes desembolsos que “Este asunto que, a primera vista pa- l
1

requieren los mismos edificios, el infras- rece tan. sencillo, tiene a nuestro modo
cripto se permite sin embargo someter de ver mucha más gravedad que la que
el asunto en cuestión a la decisión del puede deducirse de las notas cambiadas
Gobierno de Montevideo en la convic- entre el ajente Británico y el ministerio
ción de que la propuesta será atendida de*'Relaciones Exteriores, y exij e sin
por el Gabinete del cual S.E. es tan duda una previa y bien detenida consi-
distinguido miembro, con la considera- deración, antes de ser llevado a la cate-
ción que merece de su caracter franco goría de hecho consumado.
y recto- (1) “En primer lugar, nos asalta la duda
Nuestro Canciller, Dr. Eduardo Ace- de si está en las atribuciones del P. Eje-
vedo, en entrevista concedida pocos días cutivo negociar el arriendo de una par- 1

más tarde al señor Lettson, le planteó te de nuestro territorio, por más peque-
la cuestión acerca de la bandera que se ña que ella sea, a una nación estranjera,
izaría en la parte de la isla que el go- o si tan grave negociación solo puede
bierno británico deseaba arrendar, y so- hacerla el Cuerpo Legislativo.
55
- - -- W-fi= '~-- ¦ jp-fifi ~ -

La lala Gorriti eri la mira de John Bull

“Pero dejando por el momento la “Tacuarí”, hecho que nos da la medida


cuestión de competencia en cuanto a la de cómo entiende la Inglaterra el dere-
Â! n atribución, nos concretaremos a hacer cho de gentes, cuando trata con los pue-
ll
algunas breves refl`esìones sobre el blos pequeños.
ll
arriendo propuesto. “Los ejemplos de la historia no deben
“. . .Quiere, pues decir que elevado el pues despreciarse, y cuando menos sir-
arriendo de la' Isla Gorriti a escritura ven para prevenirnos a tiempo de lo que
pública, que en este caso vale ,9omo_ un hoy se presenta bajo el aspecto de un
Tratado internacional, la bandera ingle- simple arriendo, puede tornarse maña-
ãš5 sa sería la que flamearía en esa parte na, cuando la bandera inglesa esté izada
I
del territorio Oriental. ' en Gorriti, en una complicación que no
.E ¿Consentirá en este hecho el Gobier- solo nos arrebate esa fracción importan-
.I no? te de nuestro territorio, sino que nos
I
II
¿Lo consentirá igualmente la Repre- presente el tristísimo espectáculo que
›| l sentación Nacional? para España representa el célebre pe-
*l l
|]`
|
“Sin embargo de ser patentes las dis-
posiciones del Gobierno para acceder a
ñón de Gibraltar.
“¿ Pecaremos en estas breves reflec-
la propuesta del Agente Británico, cués- ciones de demasiado asustadizos? No lo
E71:4n¿“'_' tanos mucho creer que se lleve a cabo sabemos; pero nos atenemos a la histo-
,1
h
ese contrato que puede ser de funestas na.

| consecuencias para el porvenir. “Es pues, de nuestra parte un deber
|l_
“La tradición nos enseña que el poder de conciencia, aconsejar al Gobiemo que
maritimo de la Inglaterra tiene una de- medite y medite mucho sobre este par-
cidida pasión por las islas, allí do quiera ticular; y acaso no estaría de más, y
l
que cruza su comercio y sus naves de por el contrario convendría mucho, que
guerra. La misma tradición nos revela el cuerpo Legislativo interpusiese su ac-
con ejemplos elocuentísimos, que más ción en esta cuestión que, como lo he-
|
\
\
de una isla estrangera donde la Ingla- mos dicho, parece de simplísima resolu-
terra ha izado su bandera, ha tenido que ción, y que sin embargo puede ocultar
soportar su dominio por un tiempo mu- serias dificultades y conflictos para el
cho más crecido que el del ajuste, cuan- país en el porvenir." (”)
`Í1 do ne ha sido a vida. No está tan dis- En el mismo periódico escribía “Un
1 1 tante el ejemplo de la isla de Madera. _ Guardia Nacional":
E I “Conocemos perfectamente que la “_ . .Pues es preciso no olvidar el mo-
misma estensìón del poder marítimo de do con que el Gobierno inglés hace siem-
la Inglaterra, reclama que ella cuente pre ilusorios todos sus contratos, cada
en todas partes con esos depósitos na- vez que así le conviene, y el despojo
vales; pero también conocemos históri- ejercido con casi todas las naciones del
camente, y de un modo indudable, que Globo para llevar adelante sus miras
1 esa gran nación necesita bien poca cosa ambiciosas.
› para sublevar una complicación; y ya “Ahi está Gibraltar, la preciosa joya
« es sabido como podríamos nosotros salir y primer baluarte de España; las Islas
- .-_.¿ .¡†¿. un día tratando de potencia a potencia Jónicas retenidas con la simulación de
con la Inglaterra. un protectorado, contra la voluntad de
“Tal vez no está demás aquí recordar sus habitantes; Malta arrebatada por
el hecho reciente acaecido en la rada de medio de su fe púnìca; las costas y
Buenos Aires con el vapor paraguayo puertos de Nicaragua, absorbidos vio-
ss`
-1
~
_1.

La Isla Gorriti en le mira de John Bull ¡I


† ' -'gg' ¦ ¦- li 5
'-H ¬E= 4--

lando contratos y jugando la farsa ini- que nuestros hombres de Estado habi-
cua en que apareció como actor el pro- liten aquel puerto, y fomenten el comer- l,
*
blemático rey delos Mosquitos; las Mal- `cio con la frontera vecina, que contri-
vinas arrancadas a la República Argen- buya a levantar aquel pueblo y su De- l
u
tina; las islas de Perim, ocupadas en la partamento del estado de postración en
embocadura del Mar Rojo, del cual es que se halla.” (4)
la llave, y tantos otros territorios e is- ,H
l
las en el archipiélago griego, en la In- En el Parlamento
dia, en la China, en el Pacífico, y en to-
das partes donde encuentran ventajas n sesión de mayo 9 de 1860 se dio
para sus miras, violando siempre trata- E lectura en la Cámara de Represen-
tantes al cambio de notas entre los

l:
dos y ejerciendo el derecho de la fuerza
como “suprema ratio". agentes británicos y nuestra Cancillería,
“_ . .No es preciso desconocer que a que se hace referencia al comienzo de
Maldonado y la isla de Gorriti, por con- este artículo.
siguiente, están llamados a ser una Por moción del diputado señor Erraz- \
gran figura, pues si por nuestras gue- quin,_ se resolvió citar al Ministro de l
l
rras no se ha podido dar hasta ahora a Relaciones Exteriores para el dia si-
aquel punto la importancia que real- guiente, a objeto de dar explicaciones
mente tiene, ya se mire militar o comer- sobre el particular. El día 10 el doctor
cialmenteD no está quizás lejos el día en Acevedo concurrió a la Cámara, y er
su exposición comenzó diciendo que la
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1.: »-1-me-aš;;a-ver-1." '1a_'_', ~----a; ~ .ga mr. -

-, =~ facultad de arrendar es una facultad


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en beneficio de la navegación) está en
Isla de Gorriti Río, como están aquí entre nosotros, en
I 57 I;

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1 l
_;¿. _.ï_.
La Isla Gorriti en Ia mira de John Bull
l


l Montevideo, los depósitos de carbón que
\| tienen los norteamericanos y brasileros,
sin que hasta ahora nadie se haya alar-
mado ni haya creído ver en eso un tra-
-fu tado que la República haya firmado.
WI
M “Lejos de eso, es un hecho notorio
que la isla de Gorriti aparece vendida a
u varios súbditos ingleses, entre ellos un
almirante inglés, señor Georgié Sarto-
H
ll rius Honihl (¿O'Neill ?) . De consiguien-
te los ingleses hubieran podido ocupar
la isla como lo han pretendido enten- C
.I diéndose con esos propietarios de los
l cuales uno hace parte, como he dicho, Eduardo Acevedo, Ministro de Gobierno 11 Re-
de la marina inglesa, y en todo caso a laciones Exteriores; Bernardo P. Berro, Presl-
nosotros nos hubiera quedado el reme- dente de la República; Diego Lamas, Ministro
» dio de las protestas, remedio bien esté- de Guerra.
ril cuando se trata de los débiles contra
-ll los fuertes. del territorio de la Nación, es un trata-
"Entonces, el Gobierno que veía este do ni de amistad, ni de paz, ni de comer-
peligro, creyó que el hecho de hacer las cio"; pero agrega: “aunque pudiera
'll propuestas el Encargado de Negocios pretenderse que conforme al articulo 17
de S.M.B. venía a reconocer el pleno do- de la Constitución que habla ya en tono
minio de la República, a reconocer su general, de cualquier tratado, tendría
jurisdicción, a declarar que no desem- que precisarse la ratificación de la
1 barcaría soldados en la Isla, y que no Asamblea General.” En cuyo caso, pro-
1
se izaría la bandera inglesa, porque to- sigue, “tendría mucho placer el P.E.
do eso ha sido materia de estipulacio- (tales son las instrucciones que tengo a
nes; he encontrado embarazos para con- ese respecto) en someter el negocio a la
sultar la susceptibilidad nacional hasta H. Asamblea General, porque en caso de
en un artículo por el cual no se izaría duda siempre quiere ponerse del lado
l la bandera inglesa sino la del yatch de que no le sea favorable, del lado que
la Unión (sic, por “Union Jack"), y he tienda a restringir sus atribuciones,
conseguido que solamente se pondrá mas bien que a ampliarlas.”
una bandera de señal.
Finalmente quedó nombrada una Co-
. . .¿Qué tiene ésto que ver con la fa- misión para que dictaminara si el Poder
cultad que se confiere a la Asamblea Ejecutivo estaba en sus atribuciones pa-
General sobre tratados celebrados con ra realizar ese contrato, a consecuencia
potencias estranjeras? de lo cual el señor Ministro prometió
Ii Invocando el art. 81 de la Constitu- abstenerse en la negociación del con-
i ción, dice que allí “no se habla, sino de trato ›hasta que la Cámara se expedie-
¡Í pedir el acuerdo del Senado para iniciar se. (5
|\
tratados de paz, de amistad y de nave-
gación; y yo creo que por muy alta que si concluyó aquella sesión en que
r
sea la interpretación que quiera hacerse A “la barra estuvo muy concurrida,
de este articulo, no se dirá que el acto por la excitación general que habia
de arrendar una pequeñísima porción promovido la publicación de los antece-
¡Í `58

.L
\

La Isla Gorriti en la mira de John Bull -¬_,._._ .-

dentes de este contrato, que tanto la costa Sud-Este de América, tener una
Cámara como el pueblo, teniendo pre- localidad saludable para el estableci-
sentes hechos análogos, consideraban miento de un Depósito naval, queria lr
atentatorio a la integridad territo- arrendar al Gobierno `de Montevideo,
rial". (°) por parte de S.M. una parte de la Isla
Los diarios “Prensa Oriental” y “La de Gorriti, sometiéndola, sin embargo,
Nación” recriminan a “La República” a la aprobación del Gobierno de S.M.,
el haber calificado de “atentatorio a la el infrascripto tiene ahora el honor de
integridad nacional” al referido contra- informar a S.E. que ha sabido por el
to, recordando que en momento alguno último paquete de Europa, que el Go-
los señores Representantes y el pueblo bierno de S.M. declina de arrendar la
asistente a la barra hubieran manifesta- localidad en cuestión”. (')
do desconfianza de que el Gobierno pre- Así concluyó aquella frustrada ges-
tendiese celebrar un acto de esta natu- tión diplomática en torno a la despobla-
raleza. da isla de la bahía de Maldonado, que
puso de manifiesto el espíritu de nues-
Epílogo tra soberanía nacional.
A los pocos días de celebrada esta se- ALE-meo R. CAs'rsLL¿Nos
sión, con fecha mayo 16 de 1860 el En-
cargado de Negocios de S.M. Británica,
señor Lettson se dirigió a nuestra Can-
cillería en los siguientes términos: (1› “Lc Republica'-, mayo 11/seo, pag». 1. em.
1-2
“Refiriéndose el infrascripto a la no- (2) “La República", pág. 1, cole. 2-3. J
ta que tuvo el honor de dirigir a Su (3) “La "República", pag. 2, cols. 4-5.
Excelencia el Sr. Dr. Eduardo Acevedo, (4) “La República", mayo 13/860, pág. 2, col. 8.
Ministro de Relaciones Exteriores de la (5) “Diario de sesiones de la. H. Camara de
Reë›å'e8s2entantes", Tomo Décimo, págs. 36-48
República Oriental del Uruguay, el 26 Y _

de Marzo último, en la cual comunicó a (6) EL: República", mayo 11/860. Das. 2, cole.
S.E. que deseando el Comandante en Je- (7) $31. 6República", mayo 21-22/860, Dai. 1,
fe de las fuerzas navales de S.M. en la

I
4l l

-vi
l
Como en las cuestiones religiosas, cuando las cuestiones politicas se
convierten en artículos de fe, toda discusión razonada se cierra.. para dar Í
fugar a la declamación y la diatriba. Al que pide justicia para su enemigo
- lapóstata”.
e llaman traidor. A1 que vitupera los desvaríos de su partido le llaman
i

Emilio Romero, La Bandera Radical, febrero de 1871

l
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59 11
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l ¡L
1 -- - 1

x ' E _ í ,H
l

F Documentos para la Enseñanza de la


Historia Nacional y Americana
1 ii
Hoy día se reconoce que el acercamiento a las fuentes documentales
resulta un recurso imprescindible para la adecuada comprensión de los
problemas históricos por parte de los estudiantes. Tiende a cumplir una
doble y muy importante fúiíción, Por una parte, despeja al aprendizaje
de la asignatura del carácter puramente memorístico que la mayoría de
los alumnos -y tal vez no pocos profesores- le atribuyen, convicción
,l
rutinaria que genera rechazo haciajun saber esencial para la formación
del educando como hombre ubicado en el mundo y miembro consciente de
1
íi la soberanía de su país.
» Concomitantemente, cuando el documento es utilizado en forma idó-
nea bajo la dirección del docente, acostumbra a la lectura crítica, a la
deducción de consecuencias y a la ubicación de lo leido en un contexto
lÍ más _amplio, con posibles proyecciones y paralelos hacia la época en que
l se vive.
4*;É:
Si se cumple el objetivo didáctico, el estudiante estará creando y ra-
zonando su conocimiento, superando las afirmaciones dogmáticas -que
l
son forzosas ¬n el libro de texto sintético que emplea- y obteniendo, co-
mo recompensa y satisfacción de su esfuerzo, el goce de comprender.
1 V En esta sección de “HOY ES HISTORIA” nos proponemos ofrecer
i5 a`
periódicamente a los colegas fragmentos seleccionados sea por su carác-
ter ineludible o por su utilidad como ejemplo, que irán acompasándose
--›
con el desarrollo de los programas de 1° y 2° año del ciclo básico. Por
? cierto que, en un nivel de mayor profundidad, graduado según la edad de
b
1 I É los alumnos, podrán servir también para los cursos de 6° año de Derecho
y Economía.
2
i
UI El trabajo sobre el documento -sea bajo la forma de análisis en
`¬ clase o de tarea domiciliaria- habrá de ser precedido indispensablemente
'-2 por su lectura colectiva, que asegure la captación de su sentido general,
l. 1 expresado la mayor parte de las veces con un vocabulario que no es el
habitual, ya porque contiene voces hoy en desuso, o por la simple cortedad
de léxico de nuestros adolescentes. Se obviarán así interpretaciones en
li que la buena voluntad no alcanza a disimular la extravagancia. (1)
li@ Las preguntas y sugerencias que acompañarán a cada fragmento no
lšš
F ›
pretenderán por supuesto agotar sus posibilidades, sino meramente insi-
1
nuar algunos rumbos de exploración. Al fin y al cabo, la calidad de la
docencia depende y seguirá dependiendo, pese a novedades --y novelerías-
l técnicas, en primer lugar de quien la ejerce. E M S
1
1
1
\
(1) El autor de estas líneas no olvida. la respuesta de una alumna de 4v año (exce-

i lente, por lo demas) que interrogada sobre el sentido de un término recogido en


el manual de clase -la burocracia--, dedujo que significaba "el gobierno de los

1 que trabajan" (laburo-cracia).

G5O
'1
.
l
“ Elf bl
1
É-- ` -u-

MI AMIGO I-IAEDO
por Carlos Mendlve

onocí a Eduardo Víctor Haedo lue- ámbito apenas se escuchaba el tintineo


C go de su estrepitoso fracaso elec- que producía una cuchara al tocar el
toral de 1966. cristal de las copas que contenían el sa-
A partir de esa fecha y, hasta el día bor de un gin~fizz inigualable.
de su muerte, nos vimos casi a diario. La incondicional adhesión a ese me-
No es el sentido ni la intención de dio, fue nuestra primera afinidad.
esta nota hacer un juicio de valor sobre En horas del mediodía y a partir de
la obra política de mi amigo Eduardo las siete de la tarde, Haedo llegaba al
Víctor. Solamente reseñar algunos as- Jauja.
pectos de su personalidad. Más de una vez lo vi ingresar al bar,
Antes que nada, decir que nuestra estando yo acodado al mostrador. Desde
amistad nació en una mesa del Jauja. ahí lo observaba. Su paso era seguro,
Sería reiterativo señalar que montevi- pretencioso y distante. Siempre se sen-
deanos de determinadas características, taba en la misma mesa. Una mesa que
sintieron por ese bar, que aún abre sus se pegaba al lambrice y que se ubicaba
puertas a la calle Bartolomé Mitre, una en medio del salón. Antes de hacerlo,
particular adhesión. colgaba su sombrero en uno de los ex-
Decir, sí, que tenía modalidades muy tremos de un perchero de estilo. Ya
atractivas. Era silencioso, oscuro y sus ubicado ordenaba un “gin-fizz estira-
mesas y sillas eran de madera. En ese do".
Habia en sus movimientos y actitudes
algo teatral. Se sabía observado. Se sa-
bía admirado o cuestionado.
El hecho de vernos casi a diario, .lle-
vó a que, más de una vez, intercambia-
ramos un salfido. Aunque yo aspiraba a
mucho más. 1 deseo era compartir su
mesa, conversar con él, preguntarle mil
y una cosas de su vida y del país.
a oportunidad se me dio una ma-
ñana. El, portando su copa en la
mano, se acercó al mostradorpara
F
hablar por teléfono. Recostado a ese le-
gendario bastión me encontraba yo. Di-
El viejo Jauƒa, célebre por sus incompara- ficultades en las líneas telefónicas hi-
bles gin-ƒizz, punto de reunión, en otros cieron que estuviera largo rato cerca
tiempos, de muchos personajes politicos de
primera linea, entre ellos don Edo. Victor. mío. Recuerdo que surgió un diálogo con
61
Mi amigo Haedo
§_¡ h=._.ì.4g., "-1,, L: "v -- = =-¡ Í
1
v
F
if Angelito, el dueño del bar, que fue pro- Que Haedo tuvo muchas, como, qui- l

picio para que un tercero pudiera opi- zas, tambien fueron sus debilidades.
nar. Fueron muchas porque fue un hom- 1
Así lo hice. bre talentoso. De una inteligencia ful-
A través de una voz titubeante e in- gurante que daba interés a todo lo que
=^-A A segura, hablé. No recuerdo lo que dije. narraba.
Si, que, en un momento, quedamos él y
yo conversando. ,,, abia una 'absoluta concordancia
A pesar de que el personaje nada te- H entre la palabra, la expresión y el
nía que ver con lo que estábamos ha- gesto. Era un ser pícaro y agudo.
blando le mencioné que, un mes atrás, El tono de su voz se acomodaba al in-
había conocido al “Nano” Pérez, el le- terlocutor. Era de bronce cuando quería
l
gendario caudillo blanco de Cerro Lar- ser solemne y adquiría un tono coloquial Í

I go. y fresco cuando sentía a un amigo cer- |

l Apenas escuchó ese nombre, levantó ca suyo. '1

su brazo derecho y dando solemnidad al Era un hombre muy seguro de sí il¡I


¬ gesto, exclamó: _ mismo. Un mediodía que almorzamos
L
¡Oh! ¡El Nano !... ¡Qué personaje!... juntos, le escuché decir una de las fra-
l
pensar que nunca quiso ser senador. . . 1
ses que más me impresionaron. Miran-
›1
porque como Juan Ramón iba a extra- dome a través de aquellos ojos que na-
s
ñar el sol de su pago. cieron recorriendo los barrios pobres
-¿ Como quién? - _se le escuchó pre- de la ciudad de Mercedes y que conocie-
\
guntar a Angelito. ron los oropeles del poder, me dijo:
-Como Juan Ramón Jiménez, que vi- -Mendive. . . escúcheme lo que le
vió añorando el sol de su España. voy a decir --y para poner más énfasis
Apenas calló, se encaminó hacia su en su verdad- me tomó del brazo para
mesa. A mitad de camino se detuvo, do- manifestarme :
bló la cabeza y mirándome, me dijo: --Amigo. . . le quiero decir que nun- _-;4-4¬A-en
-Venga, venga... siéntese conmigo... ca conocí un hombre superior a mí.
acompáñeme con una copa. Creo que entendí lo que me dijo aque-
Así lo hice. Y asi comenzó una muy par- lla mañana en- Morini. Haedo tuvo el
ticular y cálida amistad. privilegio de nunca sentirse disminuido 1
il Escribir o hablar sobre un amigo tie- ante nadie. De su afirmación surge una
ne un riesgo. Un atractivo y peligroso sana y positiva vanidad. Aquella que le
riesgo, ya que la amistad está basada dio fuerza y confianza para llegar a las
fundamentalmente en una complicidad. más altas magistraturas. Su fatuidad
r
|
|

Una complicidad o coincidencia que se careció de pús. Era travieso y alegre.


apoya más en nuestras carencias que en No se le enquistó entre sus huesos para
nuestras virtudes. convertirlo en un pretencioso o en un
Al tratar de descrìbirlo o hacer men- resentido.
ción a algunas de sus actitudes o anéc-
dotas, no escribe el historiador, que no o disfruté mucho su compañía. v

lo soy, ni menos aún el ensayista. Aquí Y Ad,emá,s\aprendí. No sé si historia I

hablará la madera de la mesa que nos o política. Tuve el privilegio que


!
escuchó conversar. Que conoció nues- uno de los protagonistas más lúcidos, me
tras limitaciones y hasta nuestras vir- hablara de treinta años de vida del pais.
tudes. Sin petulancia ni falsos pudores.
62
š
Mi amigo Haedo
liH.
No solamente lo escuché, sino que teléfono a mi despacho argumentando
dialogué con él y, más de una vez, dis- que tenía que hablar conmigo por asun-
cutimos ya que me exigía opinión frente tos de mi cartera. Nuestros encuentros
a cualquier tema que conversáramos. no se realizaban en su despacho presi-
dencial sino en su coche oficial a quien
hacía recorrer las partes más alejadas
de la ciudad. Es que él tenía necesidad
de dialogar con alguien. De ahí nuestros
frecuentes viajes a la Villa del Cerro.
Disfrutaba con el estilo arquitectónico
de las construcciones que allí se levan-
taban. Más de una vez hizo detener su
coche en la ladera que lleva a la forta-
leza con intención de observar la bahía. n
\|
H
En esos momentos nadie hablaba. Ni él, u

ni el chofer, ni yo. ||

r
,.,,,,¿¡,§___.r
.› `
wanna-wn
Aunque en un atardecer de verano,
en medio de ese silencio, le agradecí lo 1
Interior del Jauƒa, actualmente transforma- que había hecho por mí.
do en restaurant; ya -no está frente al lugar -¿ Por haberlo nombrado tan joven? 'I
que ocupa la tercera mesa gig la izquierda, 1:

la ƒoto de Haedo, tampoco son las mismas le pregunté. ll

sillas ni las mesas que hay amueblan el -No, no. . .† escúcheme. Producido el
local. golpe del año 33 siendo yo diputado,
una tarde el Dr. Luis Alberto de Herre-
Su interés trascendía el mero hecho ra me llama a la quinta. Allí me comu-
político, ya que, a Eduardo Víctor todo nica que Terra había pensado en mi II
le interesaba. para ocupar el Ministerio de Instrucción l
La historia, la política, el teatro, los Pública. Que cuanto antes le pidiera au- u

libros, los viajes, la mujer y el pueblo. diencia al presidente porque existía ur-
Y, de lo que hablamos durante ese gencia en designar al titular de la car-
tiempo, algo quiero contar. Lo haré de tera. Así lo hice. Apenas hube ingresado
una manera inorgánica. Sin ajustarme al despacho de Terra, éste me propuso |

a ningún plan. Es que el personaje así que al día siguiente me hiciera cargo del
lo exige._ No por su desorden, sino por Ministerio, ya que había muchas cosas
los imprevisibles fogonazos de su talen- pendientes a resolver. A pesar de la ur- F
to. gencia_,que mostraba el presidente, me
Recuerdo que una cierta mañana, le animé a solicitarle tres dias para hacer-
pregunté: me cargo del despacho ministerial. El ll
Dígame Haedo. . . ¿qué tal era Terra? motivo era llevarle unas flores a mi ma-
-Un hombre de estado - me contes- dre que se encuentra enterrada en el
tó casi de inmediato, para a continua- cementerio de la ciudad de Mercedes. l I
U
ción agregar: -que sufrió muchisimo El presidente aceptó mi propuesta. Así
la soledad que le provocó el golpe de es- fue como al otro día llegué en ferroca- *Í
tado. El mismo lo alejó de sus amigos rril a la capital de Soriano. Al arribar
y de la vida social. De ahí que, ocupan- el convoy a la estación, ví que el bata- H
1
do yo,el Ministerio de Instrucción Pú- llón estaba formado en el andén. Ape- 5.
blica, frecuentemente me llamaba por nas descendí del tren, se me acercó el

63
__ __ _._...____*___3

Mi amigo Haedo
- <
l
4

oficial que estaba al frente del destaca- Una historia que a partir de 1966 lo 1

mento, para decirme: dejó de lado. Pero él no se resignaba a 4

-¿ El señor Ministro Haedo? no ser uno de sus protagonistas. 1


-No. . ., bueno, sí, sí. . . soy Hae- -“Soy hombre de lucha” _- solía de-
do. . . pero aún no he jurado como mi- cirme.
nistro. No había nacido para ser un especta- 4

-Bien, Ministro, tenemos orden de la


dor. Menos aún de un Uruguay convul- u

1
sionado. De ahí que una vez me haya
Presidencia de la República' de acompa- preguntado: . . .¿Usted conoce a Jorge
ñarlo hasta el cementerio. - Batlle? Al contestarle afirmativamente,
sí fue que crucé a pie mi ciifdad me dijo: “. . .dígale que yo quiero ha-
A natal. Detrás mío se escuchaba e blar con él. .. quiero ver lo que pode-
redoblar de un tambor y el paso mos hacer, porque algo hay que hacer,
marcial y pueblerino de los soldados del acá va a correr mucha sangre”.
cuartel de Mercedes. Así llegamos al ce- Ese afán por la cosa pública lo conec-
menterio. Ingresé a él y portando un tó con ciudadanos que estaban perge-
ramo de flores, caminé hasta la tumba ñando la creación del Frente Amplio.
de mi madre. Frente a ella y en posición De ahí que se haya dicho que Haedo
de firmes formaban cuatro soldados y podía haber integrado sus cuadros polí-
ticos desde el mismo momento de su
un clarín. Cuando coloqué las flores, so- fundación.
nó el clarín... y ese clarín, Mendive, ¡U.*_ _

aún suena acá, acá. = . en mis oídos. . ., uizás ello pudo ser posible. Como
ese fue Terra para mí. . . lo demás, lo Q también que ocupara algún lugar
demás. _ _ lo demás, lo dirá. la historia. en alguna lista de su Partido Na- 4

cional.
El lo buscó. A pesar de estar distan-
ciado con el Dr. Martín Echegoyen, no
desechó la posibilidad de llegar a un
acuerdo con él.
Su primer encuentro, después de ha-
i
ber transcurrido unos pocos años, fue
en el Cementerio Central.
Ese día, un sábado en horas de la ma- ¿É--'--\_l=

ñana, el Partido Nacional homenajeaba


a uno de sus muertos ilustres. 1
El día anterior habíamos convenido
de encontrarnos en la puerta del referi- i
do cementerio. Cuando llegué, Haedo
conversaba con Mario Heber y Héctor l

Gutiérrez Ruiz. Caminando por el cami- -l|


. _ -»_ no central, llegamos hacia donde se de-
sarrollaba la ceremonia. Los concurren- c
Í:
_-\-A-›.-...¶ 19110! U»
tes formaban un semicírculo cuyo centro 1
Como buen "hombre de afuera”, el merce- era el Dr. Martín R. Echegoyen. Con- 1

dario Haedo, sabía disfrutar un buen asado. cluida la parte oratoria, mi' amigo se 1

aunque los cubiertos no fueran los tradicio- encaminó hacia él. Yo no quería perder
nales. ningún detalle del encuentro de aquellos

64
i
Ã
Mi amigo Haedo

hombres que integraron la mayoría na- (1959-1962) nombró frecuentemente -a


cionalista del Consejo Nacional de Go- Haedo. -
bierno en el período 1959-1963.
so fue lo primero que le comenté
4 C uando se enfrentaron se saludaron E cuando lo encontré en el Jauja. El,
solemnemente. El abrazo fue frío dando pautas de satisfacción, me
y espectacular. Ante la mirada de dijo:
todos, sus cabezas se cruzaron una y -Me nombró porque ayer me vio dos
otra vez provocando el roce de las me- veces en el cementerio. Hicimos bien en
jillas de esos dos tribunos nacionalistas. ir. . . son las grandes ocasiones que, en
Cuando se separaron, Echegoyen, que política, no se pueden pasar por alto.
tenía a su lado al también ex-gobernan- Para mí. . . “una gran ocasión” fue
7 te blanco, Alejandro Zorrilla de San algo que sucedió un dia de julio del
Martín, se dirigió a ambos, diciéndoles: año 69.
-¿ Se conocen? Esa mañana, Haedo me invitó a al-
I
1

Al rato, viajando en un taxi, Haedo morzar al Aguila. Era una mañana fria
se sonrió y comentó: y lluviosa. Para resguardarnos de la
-Este viejo leguleyo siempre el mis- crudeza del clima optamos por cruzar
mo. . . no pierde la ironía, ni su frial- la Galería Ciudadela. Al desembocar
dad. Durante ese trayecto, sólo habló frente a la Plaza Independencia, dobla-
de él. A pesar del distanciamiento, ma- mos por Juncal en dirección hacia la ca-
nifestó: lle Buenos Aires. Por la misma acera,
-Eso que anda por ahí (se refería pero desplazándose-en sentido contrario,
a un testamento político que se le atri- venía caminando un sacerdote.
buia a Herrera y donde no se trataba Un cura “como los de antes”. Su ros-
bien al Dr. Echegoyen) es mentira. He- tro era ovalado y rosado. Su pequeño
rrera siempre trató con deferencia y cuerpo venía caminando dentro de una J
<
consideración al Dr. Echegoyen. Nunca sotana negra. A través de sus ojos re-
4

1 escuché que hablara mal de él. dondos y tímidos identificó al personaje


Al día siguiente, don Martín recibía que se le acercaba. No sólo lo reconoció,
en su despacho del P. Legislativo a una sino que se entreparó cuando se cruzó
delegación de la juventud nacionalista con él. Haedo, que en esos momentos me
que le iba a pedir explicaciones del por- hablaba de algo que tenía que ver con
qué la bancada liderada por él, no 'icon- los disfrutes terrenales, cuando lo tuvo
curría_ a las sesiones de la Asamblea a su lado. se detuvo, se sacó el sombrero
General, cuando ésta se reunía para le- y dirigiéndose al religioso, le dijo:
vantar las Medidas Prontas de Seguri- ¡Padre!. . . ¡Un abrazo! lo felicito . . .
dad. ` hoy hay que ser muy valiente para an-
Haedo me pide que concurra a tal dar por la calle con sotana. Otra vez, lo
J
l reunión. El me aguardaría en el Jauja felicito y lo envidio. -a
l
1 a las nueve de la noche. Corría el in- La afirmación aunque espectacular y
`i

vierno del año 70. hasta festiva, encerraba una cierta ver- í
La entrevista fue extensa. Echegoyen dad.
trató de fundamentar la posición de su
sector historiando sucesos nacionales o no sé si Haedo era creyente. Lo
que transcurrieron en el siglo XIX y lo Y que sí puedo afirmar que estaba
que va del XX. Cuando llegó a la época estructurado para creer. Su volup- 4 H
del Consejo Nacional de Gobierno tuosidad, energía, curiosidad, capacidad

65

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Mi amigo Haedo
\,
1
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"'-_* =s-==a
i A

J ll
2 i de asombro trascendían el medio que lo
rodeaba.
Más de una vez lo vi hincado en la
su mesa del Jauja. Querían hablar con
él. En busca de un consejb o de alguna
recomendación para viajar a Buenos
Catedral. Su cabeza gris y pesada bus- Aires.
caba el suelo o la figura de Cristo. En A todos atendió con consideración. A
la soledad de sus meditaciones o en la más de uno que viajó a dicha capital,
espectacularidad de los Te-Deum, él fue Haedo no sólo les dio una tarjeta de v
4
construyendo un dios a su imagen y se- presentación para Jauretche, Sábaíto o
mejanza. ' V
l" I 1 Í
TA4 De ahí la emoción que le produjo la
visita al Vaticano. La hizo en compañía
rìlå su hija Beatriz. El Pontífice era Pío
Frondizi, sino que, además, les colocó
en el saco, en el bolsillo de. sus camisas,
algún billete que extraía de su pantalón.
También su muerte fue sobria y si-
1 I. lenciosa.
Escucharlo relatar el desarrollo de la Un domingo de noviembre del año 70
audiencia papal, era una fiesta. En él su corazón se detuvo. Estaba conver-
hacia gala de todo su humor, desenfado, sando con amigos en medio del verde de
insolencia, misticismo y admiración. De-
1
tectó con gracia y hasta con picardia, el su "Azotea".
clima que rodeaba', al Pontífice. Pero la Nadie podrá saber lo que experimen-

l
I
palabra y el gesto adquirian gravedad tó en los últimös instantes de lucidez.
l cuando se refería a Pío XII. Con seguridad, en esos momentos frios
Contaba que sentado uno frente al y definitivos, habrá añorado su sillón de
otro, intercambiaron presentes. El Papa senador y habrá maldecido la hora en
se mostró preocupado por dos situacio- que alguien dispuso acabar definitiva-
i í nes que existían en nuestro país :~ la en- mente con sus aspiraciones políticas.
l
señanza laica y el divorcio. Inmóvil y súbitamente canoso lo ví
Después su relato perdía coherencia. acostado en su cama cuando arribé a
`' ._Í
. Â.'Íì. É:_.",à;.§g~“ II. Lo turbaba el recuerdo de la bendición su apartamento de Colonia y Julio He-
Y l
papal. Pío XII a través de sus manos rrera y Obes.
1; I
huesudas y largas, que han provocado
Éllll j en más de un cristiano un suspiro de e Haedo me había despedido el
J

M
f f aristocracia, les dio la bendición. Según D viernes en horas de la noche.
l-`1I
él, esa cruz dibujada en el espacio -lo El diálogo entre un ser vivo y uno
la ^
¡::. i
turbó y lo hizo caer de rodillas sobre muerto tiene un sinfín de matices.. Va
fl.
M- desde la postura formal de la indiferen-
' *-,, una alfombra.
I i
II
cia al más profundo y lacerante dolor.
= :Í
o importa si es mentira o verdad Debo confesar que en esos momentos
N lo que me contó. Lo que interesa experimenté una enorme pena por el
es que él siempre vivió de esa for- amigo muerto y, a su vez, una cierta
-l ma. En un límite impreciso y mágico paz. Estaba convencido que mi compa- -A_ -._

donde la verdad o la mentira fueron ñía en esos últimos años sirvió para que
;É'f
apenas matices de un mundo que Haedo Haedo se sintiera menos solo.
construyó a través de un irreconciliable Los amigos de Argentina y Paraguay
individualismo. vinieron a acompañarlo. Antes de que s.. .,g-

9! No siempre sus actos estuvieron mar-


cados por hechos espectaculares.
su cuerpo fuera retirado de su domici-
lio se cerró la puerta de ›su dormitorio.
1

J! ¿IQ Durante esa época, fines de la década Adentro quedamos: su hija Beatriz, su 1
del 60, muchos jóvenes se acercaron a yerno Benito Llambí, los doctores Fron- 'à

v
-_- 66 -
.x "
HU

`l I
1
L\

Mi amigo Haedo
. -¬_- -_-,= f--1-=%

dizi, Mattera y Héctor Payssé Reyes, el y yo nos reunimos en el “Jauja” para


Arq. Luis Patrones, el Sr. Ante Milat y festejar la aparición de mi primer libro:
yo. “Desde el Fémur”.
Uno a uno besamos su frente. Des- El me acompañaba desde su foto pe-
gada al lambrice, con su sonrisa soca-
pués no lo ví más. rrona y su moña gris.
Si me acostumbré a ver su foto que Yo más de una vez lo miré y recordé J
i
I l\
pendía sobre la mesa donde solíamos lo que tantas veces me dijo:
sentarnos. -Dígame Mendive. .. ¿por qué no
Luego de haber transcurrido casi sie- escribe todas esas mentiras que me
te años de su fallecimiento, mis amigos cuenta?
\

I
r
4 DE FEBRERO DE 1935 \
»-

Hace cincuenta anos en Picada de los Ladrones, el Mayor Justino


Zavala Muniz redactaba y con él firmaban el General Basilio Muñoz y
el Coronel Exequiel Silveira, la Proclama de despedida del Comando de

l
la Revolución de Enero a los entonces insurgidos contra la dictadura te-
l
l rrista.
La Proclama terminaba con estas palabras: “Que el regreso a 'vues-
tro hogar sepan leer en 'vuestro ejemplo los mandatos de una conciencia
digna, vuestros hijos, ciudadanos de mañana; y que no olvidéis la gratitud
con que os despiden los que tuvieron el honor de manda/ros -no por sus
méritos, sino por vuestra generosa y espontánea. voluntad--, es nuestro
voto.
“Conƒundidos en el mismo encendido anhelo de libertad, os abrazan
con gratitud 1/ cordialidad perennes, vuestros camaradas”.
Así finalizó la última “patriada”, la Patria se había regado con la
\
sangre de Raúl Magariños, Alberto Saavedra, Pedro Sosa, Enrique Goy- l
cochea, Segundo Muniz, Luis Gino, Basilio Pereyra, Benigno Corrales, 4
víctimas de la aviación gubernista, cuya acción imposibilitó entre otras l

razones el éxito de la Revolución. _


Para testimoniar la significación del acontecimiento, nos permitimos
transcribir un texto de Carlos Quijano del 13 de febrero de 1935:

1
“E1 fracaso material de la revolución 'iio le restó nada de su profundo sig-
nificado moral, acrecentado a medida que pasan los años. Basilio Muñoz
É
I terminaba su proclama de rebelión con estas palabras:
“Vencedor o Vencido, pero con una inmensa fuerza moral, experimento
í
en esta hora solemne la convicción de que habremos salvado el honor de
la República". La convicción del glorioso jefe en las horas lnclertas del
levantamiento es ya fallo histórico. La dictadura oprobiosa de Terra lleva. \
para siempre en su flanco la marca de fuego de la Revolución de Enero, i
1
gesto viril de una generación que supo salvar su dignidad, en un momento
en que todo se había perdido".
c. M.
l
Í 67
Y

.i

MANUEL UGARTE: 41

l
H
un apóstol de la
-¬._ =. _ .=_ ._
unidad latinoamericana >
¡.
I

_

Í.-1 "Debe saberse que noyzengo más partido que el que deriva de
los intereses de mi A ` érica”.
4
“Sobre la tumba de ARTIGAS deposite' una corona, con la de-
'voción más sincera. La significación de ARTIGAS, dentro del
I movimiento de la independencia, salva los limites de la Repú-
blica que fundó . . . Las Instrucciones que da a sus representan-
tes ante la Asamblea Constituyente, revelan un ideal superior
de hombre de Estado. Reclamó la autonomia de su Provincia
dentro de una Federación aceptada como indispensable”.
n
MANUEL UGARTE
n
"EL nssrmo DE UN coN'rrNEN'1¬E"

anuel Ugarte, escritor y conferen- también hemos de ocuparnos en su mo-


1 M cista argentino, socialista ameri-
canista, -que en función de esa
mento. Predicó la necesidad de unidad
que se imponía, se impone, a las Patrias
l determinación continentalista renunció Des-Unidas de la América ibérica para
< I a la candidatura que su partido le ofre- que así: . . .“podamos tener mañana
l
ciera, a una segura banca senaturial-, una voz propia y una actitud indepen-
l asumió en ,nuestra América, a comien- diente en los debates del mundo”.
zos de este siglo, una incansable tarea N
,G

de predicador itinerante de la idea de Si, dadas las circunstancias en que


«
Patria Grande, de unidad del Continen- desarrolló sus trabajos continentales,
1
l te sureño, de enfrentamiento legítimo a debió enfrentarse y denunciar al poder
1 la avasallante prepotencia de la nación avasallador e irrespetuoso del coloso del
É hegemónica de la hora: los EE.UU. Norte, no lo hizo, así lo dice, por odio o
i Sus objetivos eran constructivos, gratuita enemistad con los EE.UU.; por |›
v=
!
li afirmativos; siguiendo la línea federa- espíritu enconado o negativo, sino a la
! cionista bolivariana, nunca abandonada vista los peligros reales y los hechos
por los grandes soñadores americanos ciertos de agresión con que aquel poder
que en el siglo anterior tienen sus me- venía perturbando a las dispersas pa- -sn¡.~-¢.fn|,ra.›-¢;.¬'

jores figuras en Francisco Bilbao, a


-m.- m. _ quien ya conocimos (HOY ES HISTO- trias sureñas, desde sus primeros pasos
RIA, N° 4, junio-julio de 1984) y en independientes.
Francisco García Calderón, José María Conozcamos ahora, desde el principio,
;
Torres Caicedo y José Martí de quienes su mensaje de unidad continental.

-._-_-v#1-¬A; ~_±7_- ¡ 68
n
Manuel Uíarte: un apóstol de la unidad de iberoamérica
íl =' ~ '

I. - De cómo conoció al enemigo ' tenciones que abriga el imperialismo en


lo que respecta al resto del Continente,
n las primeras páginas de su libro empezaron a nacer a mis ojos en el mis-
E “El destino de un Continente”, así mo territorio de los Estados Unidos.
nos explica Ugarte, que ya estaba Yo imaginaba ingenuamente que la
imbuido de la idea unitaria, su toma de ambición de esta gran nación se limi-
conciencia respecto a los peligros inme- taba a levantar dentro de sus -fronteras
diatos que representaba el afanoso tra- la más alta torre de poderío, deseo legí-
bajo expansivo del imperio favorecido timo y encomiable de todos los pueblos,
por la Desunión de las patrias, y como y nunca había pasado por mi mente la
esa realidad lo llevó a asumir el gran idea de que ese esplendor nacional pu-
apostolado de la prédica por la Unidad diera resultar peligroso para mi patria
Americana ala que dedicó el resto de su o para las naciones que, por la sangre
vida. y el origen, son hermanas de mi patria,
“Después de publicar en París varios dentro de la política del Continente. Al
libros, sentí curiosidad de conocer la vi- confesar esto, confieso que no me había
da y las costumbres del portentoso país detenido nunca a meditar sobre la mar-
que empezaba a asombrar al mundo, y cha de los imperialismos en la historia.
algunos artículos publicados en peque- Pero leyendo un libro sobre la política
ñas revistas reflejaron, en su tiempo, del país, encontré un día citada la frase
mis primeras admiraciones (los EE. del senador Preston, en 1838: “La ban-
UU.). dera estrellada ƒlotará sobre toda la
Como viajero, llevaba dos puntos de América Latina, hasta la tierra del Fue-
arranque o de comparación: Buenos Ai- go, unico limite que reconoce la ambi-
res, donde he nacido, y París, donde ción de nuestra raza.”
acababa de iniciar la carrera como es- La sorpresa fue tan grande, que vaci-
critor. Añadiré que mi cultura era ex- lé. Aquello no era posible. Si un hombre
clusivamente literaria, ajena a toda so- de responsabilidad hubiera tenido la
ciología y a toda política internacional. fantasía de pronunciar realmente estas
Ignoraba el imperialismo, no me había palabras -me dije-, nuestros países
detenido nunca a pensar cuáles pudie- del Sur se habrían levantado en seguida,
ron ser las causas y las consecuencias en una protesta unánime. Cuando tras
de la guerra de los Estados Unidos con el primer movimiento de incredulidad,
España, y estaba lejos de adivinar el recurrí a las fuentes, pude comprobar
drama silencioso y grave que se desa- a la vez dos hechos amargos: que la
rrolla en el Nuevo Mundo, partido en afirmación era exacta y que los políti-
dos por el origen y por el idioma. De cos de la América Latina la habían de-
suerte que no cabe imaginar antipatía, jado pasar en silencio, deslumbrados
prejuicio u hostilidad previa. El pueblo por sus míseras reyertas interiores, por
norteamericano no era para mí, enton- sus pueriles pleitos de frontera, por su
ces, más que un gran maestro de vida pequeña vida, en fin, generadora de la
superior, y celebré sin reservas el inau- decadencia y del eclipse de nuestra si-
dito esfuerzo desarrollado en poco más tuación en el Nuevo Mundo.
de un siglo. Las comprobaciones peno- A partir de ese momento, dejando de
sas para nuestro patriotismo hispano- lado las preocupaciones líricas, leí con
americano, las inducciones inquietantes especial interés cuanto se refería al
para el porvenir, las pruebas de. las in- asunto. ¿Era acaso posible dormitar en

69

. . ll
1:-__fif= ¿_ _ ,v,,_ _, ___ _ _ _

vi

1
* 1
4 Manuel Ugarte: un apóstol de la unidad de iberoaznérìca

H
cubrí que, en 1826, Henry Clay, secreta-
1 ,
Q
rio de Estado americano, impidió que
« ame-Q._Q,1-g -.ra
Bolívar llevara la revolución de la In-
l
dependencia hasta Cuba. En un estudio
T
V
L
K. sobre la segregación del virreinato de
â Nueva España, hallé rastros de la in-
l
tervención de los Estados Unidos en el
separatismo de algunas colonias, esbo-
zando la política que después se acentuó
en las Antillas. Más tarde, conocí las
.H
dl exigencias del general Wilkinson, de-
fensor interesado de los establecimien-
E
m
A su arribo a Montevideo Ugarte es recibido tos de Ohio, y empecé a tener la revela-
`l
Y
/ por la dom/isión receptora. ción, sin comprender aún todo su alcan-
ce, de la política sutil que indujo a difi-
la blanda literatura, cuando se ponía en cultar la acción de España, explotando
tela de juicio el porvenir y la existencia el conflicto entre Fernando VII y Bona-
1
misma de nuestro conjunto? Así apren- parte.
1
dí que el territorio que ocupaban los Todavía no se había publicado el for-
Estados Unidos antes de la Independen- midable libro del escritor y diplomático
cia, estaba limitado al Oeste por una lí- mejicano don Isidro Fabela, y no exis-
1
nea que iba desde Quebec hasta el Mi- tia una historia general del imperialis-
-|
i1 ssissipí y que las antiguas colonias mo en el Continente.
l
I _
inglesas fueron trece, con una población Incompletas, sin conexión, al azar de
1l › l de cuatro millones de hombres, en un lecturas sumarias que dirigió la casua-
i área de un millón de kilómetros cuadra- lidad en la desorientación de la primera
4'Á*“ -A_.~.r-1+¿.=-f 41
dos. Luego me enteré de la significación juventud, fueron llegando así hasta el
del segundo Congreso de Filadelfia en espíritu las primeras verdades basadas
l 1775; de la campaña contra los indios;
de la adquisición de la Luisiana, com-
en hechos incontrovertibles que cono-
1 cían todos los hombres ilustrados en el
prada a Francia en 1803; de la ocupa- mundo, y que sólo los hispanoamerica-
ll ción de la Florida, cedida por España nos, a quienes especialmente se referían,
í.
l l
en 1819, y de la vertiginosa marcha de parecíamos ignorar, sumidos como es-
`› la frontera Oeste hacia el' Pacífico, ane- tábamos, y como seguimos estando, en
l xando tierras y ciudades, que llevan un letargo inexplicable.
i nombres españoles.
1 Las interrogaciones se alinearon en-
lì Estas nociones elementales, que -da- tonces las unas junto a las otras. ¿Có-
I da la instrucción incompleta y sin plan, mo no surgió una protesta en toda la
A. . E
que es la característica de las escuelas
i. América de habla española, cuando los
s sudamericanas- no había encontrado territorios mejicanos de Texas, Califor-
l
I l. nunca a mi alcance, durante mis estu-
1
›l I
nia y Nuevo México fueron anexados a
,- dios de bachiller, aumentaron la curio- los Estados Unidos? ¿Por qué razón no
sidad y la inquietud. En un diario leí
l ã
un artículo en que se amenazaba a Mé-
hubo en el Continente una sublevación
de conciencias, cuando los que fomenta-
xico, recordando conminatoriamente ron el separatismo de Cuba en nombre
I
1l cuatro fechas, cuya significación busqué
en seguida. En un texto de historia des-
de la libertad, invocando altos princi-
pios de justicia y argumentando el de-
4.!
iÍ 70

I
Manuel Ugarte: un apóstol de la unidad de iberoamérica

recho de los pueblos a disponer de su pia historia hispanoamericana en la


suerte, impusieron la Enmienda Platt amplitud de sus consecuencias y en su
y la concesión de estaciones navales es- filosofía final. Lo que había aprendido
tratégicas en las costas de la isla? ¿Se en la escuela, era una interpretación re-
concilia acaso, con la plena autonomía gional y mutilada del vasto movimiento
de nuestros paises, la existencia en que hace un siglo separó de España a
Washington de una oficina de repúbli- las antiguas colonias, una crónica local
cas hispanoamericanas, que tiene la donde predominaba la anécdota, sin que
organización de un Ministerio de Colo- llegara a surgir de los nombres y de las
nias? ¿No implica la doctrina de Mon- fechas una concepción superior, un cri-
roe un protectorado ?, etc. . . . terio analítico o una percepción clara
El mapa daba a las preguntas una de lo que el fenómeno significaba para
significación especial. A un siglo de dis- América y para el mundo. Y con el co-
tancia, las trece colonias inglesas, que nocimiento de la historia común, venia
tenian una población de cuatro millones la amarga tristeza de comprender que
de hombres y ocupaban un área de un nuestros males eran obra, más que de la
millón de kilómetros cuadrados, se ha- avidez de los extraños, de nuestra inca-
bian transformado en una enorme na- pacidad para la lucha, de nuestra falta
ción compuesta de cuarenta y cinco Es- de conocimiento de las leyes sociológi-
tados, que reúnen una población de cien cas, de nuestra visión estrecha y ensi-
millones de habitantes, y cubren un área mismada, de nuestra dispersión y nues-
de diez millones de kilómetros cuadra- tro olvido de los intereses trascenden-
dos, donde saltan a los ojos los nombres tales. . .”.
nuestros -Santa Fe, San Francisco, “El error que daba nacimiento en
Los Angeles-, como un reproche que nuestra América a estas discrepancias
viene desde el fondo de las épocas con- de criterio, nacía de la concepción loca-
tra la incuria y el indiferentismo de lista que tanto nos ha perjudicado. Ca-
una raza. . .”. da república se consideraba -y se con-
r-¬-sw- ' ff W W -- * sidera aún- totalmente desligada de la
isaslnnd con mnuel Ugarte suerte de las demás, y en vez de -llevar
'Ets-un-4"mau=;Í1Á . '
su curiosidad y su inquietud más allá
W-
~
^ smìflc un fr ml.
' Inc H _ de sus fronteras inmediatas, dentro de
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-iP.§“-`Zš“?;¬“°”““-*.-
~ f-s-.aca la lógica geográfica, diplomática y eco-
-ML'¢1^-_ › *
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1
E¡ nómica de su' destino, veía como extra-
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É ' iå§...3"*,",¦›.°:”'?¬i-,
¡www :A:
¡mhuidmy «on-
!"›- - muwmuuopucw
sf mail» u du
ños a sus preocupaciones los peligros
que jiodian correr las otras. Se llegó
hasta hacerme el reproche dé interesar-
:s~.,.,,~::.=m. me demasiado por “países extranjeros".
, f _ mm -~'”'~
'- Im
Olvidaban las palabras de José Enrique
--1J' . Rodó: “Patria es, para los hispanoame-
¿W É'_“,__r¡“`
V
§"Í ug;n-cnpønqpuruåawckc ,~~,
ricanos, la América española. Dentro
Jaflt 1!'~--“*fh=i-†.:=.±:ø›1¢-.sv-npxšg-1::-:~.›¢-#'~'»;s;:^;._1 'H -.»~~.› _;-¬-:_

Manuel Ugarte “posa para La Semana, se- del sentimiento de la patria cabe el sen-
gún el texto que acompaña esta foto del timiento de adhesión, no menos natural
patriota americanista. e indestructible, a la provincia, a la re-
gión, a la comarca; y provincia, regio-
“Así fui aprendiendo, al par que la nes y comarcas de aquella gran patria
historia del imperialismo, nuestra pro- nuestra, son las naciones en que ella

P 71

q
Nçnflí ¡--- _ ---- .. I :gg-I-:_-_n ¡gw --- V ....- ..,- .__ _

l
Jaén- a ø
Manuel Ugarte: un apostol ø
de la unidad de iberoamerica [

1
l P políticamente se divide. Por mi parte,
siempre lo he entendido asi. La uni-
Claro está que la actitud general de
previsión tendria que aplicarse especial-
L;
l dad politica que consagre y encarne esa mente a los Estados Unidos, no por ex-
unidad moral -el sueño de Bolívar- presa voluntad nuestra, sino como re-
1 .1-. es aún sueño, cuya realización no verán sultado lógico de la política de absorción
quizá las generaciones hoy vivas. ¡Qué que ese país está desarrollando. Pero el
`. importa! Italia no era sólo la expresión propósito inicial y durable, en su ética
al geográfica de Metternich anteswdé que superior, no encerraba hostilidad espe-
il la constituyeran en expresión política cial contra ningún pais; tendía a la pre-
la espada de Garibaldi y el apostolado servación de nuestras nacionalidades, lo
de Mazzini”. mismo en el orden económico y cultural
que en el orden politico; a la autode-
II. - El comienzo de una lucha fensa contra todo lo que pudiera dismi-
incesante nuir o alterar la situación presente.
¬=-n ¬:-_xà¬.
&*`ÍJ'F'¡¬--v-› " 1.' "' *""""" Q”
on esas convicciones; idealista,
C combativo, constante, asume desde
entonces los sacrificios y las obli-
, El tuantu Semanal= '
gaciones del apóstol: recorre las Amé- «
ricas, porque hasta EE.UU. llega a ha-
1 cer oir su voz, sembrando la idea fun-
damental. Encuentra adhesiones, recoge
Í

sinsabores, es hostigado por los agentes
Í y por los servidores del imperio: como
más tarde lo sería su discípulo HAYA
l

(HOY ES HI.STORIA, N° 6, octubre-


noviembre de 1984). Pero nunca se de-
sanima, jamás duda; al final de su vida -J-:sf-4- A
És.-..`_".
-..«:-~¢.¿wê'a¿'¿_._.j
podrá trasmitir su mensaje y su con- ,L
vicción a Juan Domingo Perón quien 'T.
en 1967 ("Latinoamérica, ahora o nun» «-sm" -›u*~
s
"†_ "';†'4 "
ca”) retoma con vigor la prédica ugar-
_.
l
1 tiana “para crear las bases de los futu-
ros Estados Unidos de Sud América".
v MM
1
«,›
Veamos las partes sustanciales del rela- Lu sombra del 4
nmdreulunnng
to que Ugarte nos hace de su extenso wwe u MAWISLAXSMY
n-mmwmmnk rumor:
periplo americano:
l “La tesis que yo sostenía durante el »au Unøinmn ---¬-=~- I-'“- › - ""*W"""¢¬~¬'-¬-"~ "

viaje era la de una entente de los pue-
Reproducción ƒacsimilar de la carátula de
blos hispanos de América, para asegu- ano de los numerosos trabajos literarios del
rar su autonomía y oponer un bloque y gran propagador de la idea de unidad con-
ì una común acción de resistencia cada
vez que una nación fuerte del mundo
tinental. (Gentileza de Rlsso).

«
quisiera abusar de su poder, batiendo en El presidente del Ateneo de Santo
«v
detalle a regiones que debían ser con- Domingo, don Federico Henriquez y
2 sideradas como solidarias. Carvajal, hermano del que fue después
72

~
J
W

Manuel Ugarte: un apóstol de


1
la unidad de ìberoamérica
%__._- -__- ¦ , ,

É presidente de la República en las horas que en nombre de “principios superio-


difíciles de la ocupación norteamerica- res” planta definitivamente su bandera
na, Américo Lugo, delegado de su país en Haití; suplantando en sus derechos
al Congreso panamericano de Buenos originales a la España descubridora y
Aires, Tulio Cestero, que ocupaba por católica, a la Francia liberal e igualita-
entonces el cargo de ministro de la Re- ria, a la misma intentona de nación in-
pública Dominicana en Cuba, y cuantos dependiente, a cuanto pudo ser razona- `
intelectuales de ese país he conocido: ble. El absurdo es una de las formas de
Federico García, Godoy, Logroño, Pi- la lógica internacional, pero nunca se
ñeyro, Pérez Alfonseca, Rafael Sánchez, presentó tan flagrante como en este
Primitivo Herrera, del Castillo Már- caso”.
quez, tantos otros de seguro prestigio Mis telegramas de la Habana y de
cuyos nombres escapan a la pluma en Santiago de Cuba no habían llegado a su
una enumeración rápida, sentían la ur- destino. Claro está que mi propósito era
gencia de esta misma necesidad conti- ir también hasta San Juan, capital de
nental. una de las demarcaciones más próspe-
Pero la pequena república estaba con- ras del archipiélago. Las circunstancias
denada a perecer. Cuando me embarqué especialísimas en que ha quedado esa
de nuevo, tuve el presentimiento de que región después de la guerra de los Es-
me despedía de un agonizante. Cinco tados Unidos con España, avivaban ese
años después se precipitaron los aconte- deseo.
cimientos, a que haré referencia al final Bajo la dominación española, Puerto
de este libro. Un capitán de la marina Rico disfrutaba de una amplia autono-
norteamericana barrió cuanto quedaba mía. Tenía dos Cámaras y un gabinete
de la soberanía nacional, reduciendo al ejecutivo. Todos los resortes de la admi-
.I

silencio las protestas en medio del mu- nistración estaban en manos de porto-
tismo y la inmovilidad del Continente, rriqueños. La metrópoli se limitaba a
deslumbrado por los acontecimientos de nombrar un gobernador general y la
Europa. isla era, en realidad, independiente. La
No visité la vecina república de Hai- “Vetusta” monarquía de la “vieja y
tí porque estaba ya sumergida 'por el atrasada” España había implantado el
imperialismo y porque es doloroso régimen más liberal que es posible con-
comprobar que la historia tiene irqnías cebir. Cuando, sin levantamiento, ni re-
sangrientas. Un país de gente de color volución, ni desavenencia con la metró-
como Haití, “protegido” y “civilizado” poli, por simple imposición de un trata- l`
por una nación que en sus ciudades ais- do de guerra, pasó Puerto Rico a poder
la y persigue al negro, le cierra sus de lös Estados Unidos, las cosas cam-
universidades y lo quema en las plazas biaron radicalmente. He visto billetes \

públicas, es una de esas paradojas trá- de Banco de Puerto Rico en inglés. La ›
gicas que nacen a veces eh' la imagina- “moderna” democracia del “pais de la É
*#71 ción de los grandes humoristas. No ha igualdad” impuso otras costumbres. Co-
habido en el curso de la humanidad un mo contraposición al régimen anterior,
pueblo que con mayor saña haya des- hubo un gobierno militar, una Cámara
preciado, vej ado y exterminado al negro alta nombrada por el presidente de los
no ha habido en los siglos una raza que Estados Unidos, una burocracia norte- i
haya tenido por él mayor repulsión y americana y un Tribunal Supremo ema
odio, y es precisamente ese conjunto el nado de Washington. l 1'

'rs *

¬ x
l 4 __ -_ -
| v

Manuel Ugarte: un apóstol de la unidad de ìberoamérica


1
«

JP España cometió en América todos los “¿Y la opinión pública? -dirá el lec-
1 errores posibles. Pero algún día com- tor-. La situación era muy diferente.
prenderá el mundo y comprenderemos En Guatemala no había, como en Méxi-
nosotros mismos, engañados por decla- co, una masa oleosa dispuesta a levan-
maciones interesadas y tendenciosas tarse en remolinos bajo un viento de
prédicas que su gestión, calumniada por libertad. No había Prensa, no había pla-
los que aspiraban a suplantarla, fue a za pública. No era posible que un hom-
menudo, dentro de su tiempof,,,,más_be- bre saliese a la calle a gritar sus certi-
nigna que la de los demás países coloni- dumbres, porque en el ambiente de in-
zadores. Las interpretaciones hostiles timidación y de sigilo, todo -estaba en
han encontrado tanto crédito, que cási' manos del tirano. Los diarios importan-
parece una herejía evocar a propósito tes de la ciudad habían enviado la vís-
de estos asuntos algo que no sea el “os- pera al hotel, cronistas y fotógrafos, y
curantismo inquisitorial”. Pero basta la aquella misma mañana se había supri-
más ligera investigación para compro- mido mi nombre hasta en la lista de
bar que las matanzas de indios en Amé- viajeros llegados el día anterior. La or-
rica las llevaron a cabo igualmente los den era terminante: callar. El único que
anglosajones y los españoles, con la úni- rompió la consigna después de mi parti-
ca diferencia de que mientras los anglo- da, fue José Santos Chocano, a pesar de
sajones las continuaron hasta 1900 y en sus compromisos con el gobierno del Sr.
los Estados Unidos apenas sobreviven Estrada Cabrera. **
cien 'mil indios, los hispanos las inte-
J
rrumpieron en 1800 y en la América
española quedan cincuenta millones. Al
' El gobernador de Puerto Rico, señor Yager,
alcance de todos está la prueba de que decia. en Washington, al ser llamado por el pre-
la esclavitud fue abolida en las colonias sidånte
Ba. er:
Wilson y el secretario de la Guerra, Sr.
españolas mucho antes que en las colo- “No retiraremos jamas nuestro pabellón de
nias inglesas, y de que el negro, que Puerto Rico ni de Santo Domingo, porque para
mantener el orden y fomentar la prosperidad en
hasta en nuestros días es prisionero en el Caribe, es imprescindible que ejerzamos alli
un control político, militar y naval. Los Estados
los Estados Unidos, goza de la más am- Unidos dominan actualmente todas las aproxi-
plia libertad en las regiones que deri- tenemos tendencias
maciones del Mar Caribe, y aunque nosotros no
imperialistas, estamos en el
van de España. La contradicción se ha- deber y en la necesidad de conservar las Indias
Occidentales como una salvaguardia de la doc-
ce más potente al comparar el sistema trina de Monroe."
que antes existía en Puerto Rico con el
que empieza hoy. * ° "Este Hombre -asi, mayúsculamente-, va
de prisa en su pegaso, en su clavileño, hacia la
Pampa natal, en que los gauchos, bajo el cara.-
lega después a México donde el go- coleo de sus potros piafantes, arrancan chispas
que se llaman San Martin, Belgrano, Mitre, Sar-
L bierno de Madero, subordinado a miento. . . La Argentina. ubérrima. ha de oir este
los dictados del embajador estado- alerta prendido en los labios de uno de sus más
fuertes intelectuales. ¡Oh si ella toda., en un blo-
unidense, pone toda clase de obstáculos que. probase con una magna propaganda en ac-
cion a hacer la Gran Patria!
a la realización de sus conferencias de “Manuel Ugarte es un poeta, y, como tal, can-
las que solo pudo concretar una después ta; no olvidarse que el canto de la alondra es
el anuncio de la aurora. ¿Despertaremos?
de una estadía de casi dos meses en la "Alla va este caballero del ideal -mi grande
capital azteca (enero-febrero de 1912). y buen amigo en el arte-, con el rumbo a la
nave romantica que todos conocemos.
De ahí pasó a Guatemala donde tro- “El hallará. a. la raza. triste y pálida. como la.
pezó con peores obstrucciones; así alude Princesa de Rubén; pero no olvide tampoco,
, I Ugarte a la real situación en que ya para su personal satisfacción, que la espina es
la hermana. mayor del laurel."
malvivía el pueblo guatemalteco: José Santos Ohocano

_›.,-m.,u., '74
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li
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Manuel Ugarte: un apóstol de, la unidad de íberoamérica
-_--_.í.. ¬-

III. - Los Estados Unidos 1/ nosotros es lo que el adversario hizo para perju-
dicarnos, sino lo que nosotros no hicimos
os Estados Unidos han hecho y para contrarrestar su agresión y lo que
L seguirán haciendo lo que todos los tendremos que realizar mañana si no
pueblos fuertes en la historia, y queremos ser aniquilados”.
nada es más ineficaz que los argumentos “. . .en algunos lugares las abdicacio-
que contra esa política se emplean en nes se envolvieron en el manto raido del
.- la América latina. En asuntos interna- “progreso” y de la "civilización". La
cionales, invocar la ética es casi siempre tendencia imperialista parece tener a
confesar una derrota. Las lamentacio-
nes, a menos de que sean recogidas por veces tantos adeptos en los países a los
otro poderoso que aspira a usuƒructuar- cuales perjudica, como en la misma na-
las, no han pesado nunca en el gobierno ción que la esgrime. He oído hablar más
del mundo. No hay que decir: “eso está contra
1 .
ella1 en1 los A Estados
1 1
Unidos
___, _
que
mal hecho”, hay que colocarse en la si-
tuación de que “eso no se pueda hacer”;
y para conseguirlo, es tan inútil invo-
car el derecho, la moral y el razona-
miento, como recurrir al apóstrofe, la
imprecación olas lágrimas. Pueblos que
esperan su vida o su porvenir de una
abstracción legal o de la voluntad de
los otros, son de antemano pueblos sa-
crificados. Es de ia propia entraña de
donde hay que sacar los elementos de
vida; de la. previsión para ver los peli-
gros, de la fortaleza para encarar las
I
dificultades, del estoicismo para conju-
rar los fracasos, de todo lo que surge de
la vigilancia vivificadora del propio or-
ganismo, ocupado, antes que nada, en
respirar. Cuando cesa la autodefensa de
los hombres y de los pueblos, cesa la
palpitación misma que los mantiene
dentro de la naturaleza o de la historia.
Odiar a los Estados Unidos, es un
sentimiento inferior que a nada condu- ¡i

ce. Despreciarlos, es una insensatez al-


deana. Lo que debemos cultivar es el
amor a nosotros mismos, la inquietud
de nuestra propia existencia. Si buscan-
.I do una reacción de la voluntad colectiva, 1l,
-l
denunciamos el peligro exterior y evo- \
U\
camos el recuerdo de desastres anterio- l

res, que no sea para calificar la actitud


Reproducción ƒacsimilar de la carátula de
de los otros, sino para orientar la nues- un libro publicado en España a principios
tra; porque lo que urge considerar no de siglo por Manuel Ugarte.
V

75

Íïtïjï
1- g† ,V M A----

`1

Manuei Ugarte: un apóstol de Ia unidad de iba:-onmérica


1.
¡
r
l

f públicas hispanas, donde los hombres de racial lo es ya de jure. Todo esto fue
gobierno se limitan a sacar de las Adua- ignorado por la mayoría de nuestros
ii nas o de los empréstitos el dinero nece- presidentes, que no leen a menudo más
; sario para mantenerse en el poder. Esta
epidemia de genuflexiones, ha tenido la
virtud de hacer simpatìzar a la juventud
que el diario local que los ensalza.”
IV. - Nuestra América
con los viejos tiranos de América como
37. Porfirio Díaz, Cipriano Castro,o~Santos n muchos órdenes somos hoy co-
Zelaya, que, en medio de numerosos de- E lonias, de Europa o de los Estados
saciertos y salvajes violencias, defen- Unidos, y esta subordinación no
dieron siempre la autonomia. La saña pesará hasta que nuevas concepciones
1
con que el imperialismo los combatió nos marquen un itinerario en los siglos
I

hasta derribarlos, prueba que si repre- jf nos den los útiles para realizarlo.
1 sentaban a la América primitiva, incul- Otro problema que nuestra América
É
x
ta acaso, tenían en medio de su barbarie tiene que afrontar es el de la conviven-
u
1 hirsuta la soberbia de su bandera y de cia de las razas, sea que lo encaremos
al su autoridad.
Al desembarcar en Colón, recordaba
yo las palabras pronunciadas por el pre-
desde el punto de vista anglosajón, sea
que, consecuentes con los origenes, nos
pronunciemos en favor de la alianza.
sidente Roosevelt al inaugurar la Expo- Para adoptar la primera solución sur-
sición de San Luis: “Hemos empezado gen obstáculos de todo orden: hechos
s tomar posesión del Continente.” sancionados por la costumbre, masas
“El señor Taft, que fue ministro de compactas que sería difícil aislar, ante-
la Guerra del señor Roosevelt, y después cedentes históricos, etc. Los Estados
presidente de la república, explicó en la Unidos resolvieron la dificultad desde
revista Mac Clur's, de Nueva York, las los comienzos en una forma áspera, pero
1
| razones técnicas que hicieron elegir el lógica, dadas las características de la
É1 sistema de esclusas para la construcción colonización inglesa y la hora en que se
l del Canal, y las razones políticas que adoptó el procedimiento. Pero la Améri-
x
aconsejaron crear una república ad hoc. ca de origen hispano, nacida en cierto
“No era posible --dice- que después modo de una conjunción legitimada por
de tanto esfuerzo diplomático, científi- los siglos, no puede volver sobre su pro-
al co, material' y financiero, colocásemos
el paradero para las transferencias ma-
pia historia para rectificarla en sus
efectos. _
Á 1il
rítimas mundiales bajo la jurisdicción
de degenerados y utilizãsemos conduc-
El indio tiene, en realidad, dobles de-
rechos. Por ser el primer ocupante de
1
iv tores que especularían con las papeletas la tierra, presionado por los españoles
y destruirian el material de la empre- y pospuesto después por los criollos, pe-
i sa.” Después de lo cual añade, al finali-
zar el artículo: “Quizá no esté lejano el
ro dueño de su título imprescriptible; y
porque el' nuevo estado de cosas, la au-
día en que tres banderas de estrellas y tonomía de nuestras repúblicas, es en
barras señalen en tres sitios equidistan- gran parte obra suya. En buena ley,
tes la extensión del territorio nuestro; cuando los españoles suplantaban al in-
una, en el polo Norte; otra, en el Canal dio, cumplían en su tiempo con una ley
de Panamá, y la tercera, en`el polo Me- de la guerra; eran los vencedores. Pero
ridional; nuestro todo el hemisferio de nosotros, que lo admitimos en' los ejér-
facto como en virtud de la superioridad citos como igual, cuando se trató de lle- -1
Í
_“¡]~¬?
¡¿Ã-.iráu

76
Í
is
i
ii
Manuel Ugarte.- un apóstol de 'Ia unidad' de iberoamérica
P ' * ,- ik ==

var a cabo la independencia, no podemos des hacia las controversias políticas, es-
arrojarlo del conjunto después de ha- pirituales o sociales, y hacia teorias que
l bernos servido de él. San Martín y Bolí- distraen el esfuerzo exigido por la con-
var no preguntaban a sus soldados si solidación nacional. En el apasionamien-
1 tenían zapatos, ni de qué raza prove- to de las luchas no resulta tarea fácil
nían. Les bastaba con que trajeran un invocar orientaciones ajenas al odio de
corazón. Y el indio formó parte inte- los partidos, a la ambición de los ban-
grante de los ejércitos que recorrieron dos, alos enceguecedores apasionamien-
i de Norte a Sur la América latina, con- tos locales”.
tribuyó poderosamente a la emancipa- “Nuestra América tenia que ser tran-
ción de las antiguas colonias, regó con sitoriamente una América secundaria,
su sangre los vastos territorios, y si su dominada como 'acabó por estar por
carácter fuese menos encogido, si su hombres secundarios que combatían y
ilustración estuviese más desarrollada, desalojaban a los héroes. Nadie más
podría levantar la cabeza para decirnos: entusiasta por España que yo; pero aca-
Os he entregado la tierra, os he dado la so había en todo ella la continuidad de
libertad, y, en cambio, sólo habéis hecho una dirección histórica, y América tenía
de mi un esclavo. que sacrificar a sus grandes hombres,
Todo indica que, reaccionando contra como España había sacrificado a Colón
la tendencia a imitar actitudes, sin ad- y a Cervantes dentro de la lógica del
vertir si ellas coinciden con nuestras mismo temperamento suicida. Para me-
necesidades, acabaremos por afirmar- dir la magnitud de la divergencia de
nos en la realidad, para sacar de ella en orientación entre la América anglosajo-
todos los órdenes un punto de vista pro- na y la ibera, basta recordar la actitud
pio. El africano sólo constituye un acci- de la masa ante los jefes. Mientras los
dente, puesto que apenas existen núcleos fundadores de los Estados Unidos se
considerables en algunas regiones de las extinguen entre la admiración y la apo-
Antillas. Pero la indiscutible superiori- teosis, los fundadores de nuestras pa-
dad numérica del indio en buena parte trias mueren invariablemente en el os-
de nuestras repúblicas, impone un pro- tracismo o en la expatriación. Y la ten-
blema improrrogable que sólo se re- dencia es tan áspera, que aun a cien
solverá por nivelación cultural y fra- años de distancia buscamos en el recuer-
ternidad igualitaria. Cuanto implique do de esos mismos apóstoles de la unión
distanciamiento entre los elementâs nuevos motivos de desavenencia, y en-
constitutivos de la nacionalidad, equiva- conamos el debate alrededor de las figu-
le a incapacitarla para su adelanto o su ras de Bolivar y de San Martín, pro-
defensa. Y como se trata de fuerzas no- longandd lo que podríamos llamar una
bles y resistentes, cuyas faltas derivan inútil guerra civil entre los muertos.
de la situación en que se han visto con- Como argentino, no he encontrado
finadas, más que de la propia esencia, nunca una razón para atenuar mi admi-
puede adelantarse que de la elevación ración por Bolívar. Creo que el caudillo
del indio dependerá en gran parte la de Nueva Granada y el del Río -de la
elevación de cada república. Plata se completan si abarcamos el con:
Los mejores triunfos del imperialis- junto de la vasta acción que consiguie-
mo han consistido en subdioidir la co- ron desarrollar. No hay choque entre
lectividad en numerosas entidades, ellos, ni en los ideales, ni en la realiza-
orientando la atención de esas entida- ción. Pudieron hacerse la guerra y, sin

77

1. l
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* |

Manuel Ugarte: un apóstol de la unidad de iberoamérica


Es: 1€ - ¦
i I

embargo, sobrepusieron a su amor pro- patria en medio del silencio, y que hu-
pio el bien general. Cuando se encuen- bieran podido vivir largos años en ple-
tran en Guayaquil, no es para discutir na producción con el precio del carbón
primacías, sino para considerar el por- consumido por los barcos de guerra que
ll" venir de Amérìca. Al tratar de que uno llevaron después a las playas nativas
¦ \ resulte superior al otro, algunos comen- sus cadáveres. Pero acaso conviene que
taristas los han disminuido a los dos, las cosas ocurran así; porque las figu-
fi porque en el espiritu de nuestra historia
concurren a una sola obra y son brazos
ras se destacan sobre un fondo sombrío,
en la desorientación de un conjunto que
al del mismo ideal. Ambos tuvieron que lu- sólo percibe el resplandor de la gloria
char contra la tendencia anárquica de en los cementerios.
Ii nuestras tierras, y esa coincidencia bas-
taría para hacerlos solidarios en el cur- V. - Justíƒícaciones
so de nuestra historia, si no los uniera
también en la ingratitud el recuerdo de n su conocido libro: “La Patria
E Grande", Ugarte da algunas causas

fl
la isla de Santa Marta y la visión de la
humilde vivienda de Boulogne sur Mer. de la Des-Unión y de las razones
¡Cuán grande hubiera podido ser la que justifican su prédica por la Unidad
América latina, si en vez de levantar Americana:
suntuosas estatuas a sus mejores hijos “Lejos de concertarse para oponer una
Iu-
después de haberlos desterrado, fusilado doctrina común, las Repúblicas latino-
-
| o sacrificado en todas las formas, les americanas sólo parecen dispuestas a
l
hubiera permitido hacer buenamente en interesarse en debates que les permi-
1\
i1
vida lo que proyectaban para la victoria tieran sobreponerse las unas a las otras.
general! Y ésa era la debilidad fundamental que
*L l Alguien me preguntó cierta vez quié- aprovechaba el imperialismo.
4 nes eran, en el momento en que nos El deseo que tiene cada Estado his-
hallábamos los grandes hombres de panoamericano de ser considerado en sí
América, y en la dificultad para dar mismo, aislado del conjunto, como si
una respuesta exacta, hube de confe- formara una entidad aparte, es, por lo
sar que en nuestros países sólo hemos menos, prematuro. Las Prusias minús-
4 tenido grandes hombres muertos. Sólo culas que compran sus armamentos en
han comprendido los argentinos a A1- el' extranjero y los pequeños Eldorados
berdi en sus exactas proporciones y en què no saben manufacturar sus produc-
la magnitud de su sacrificio, midiendo tos, se creen al abrigo de todo peligro
su figura y su obra a medio siglo de cuando tienen en jaque al vecino inme-
distancia. diato. Pero las más prósperas de esas
Y el mal del pasado es el mal del pre- Repúblicas, aun aquellas que parecen
sente. Si el Gobierno de Nicaragua, que enormes al lado de las otras, no son to-
gastó sumas enormes en el entierro de davía más que organismos incompletos,
Rubén Darío, hubiera dado en vida una menos poblados que Rumania, con me-
\ pensión al poeta, no hubiera vivido éste nos ferrocarriles que Australia y menos
\
torturado por las zozobras que le obli- escuelas que el Canadá. Si salimos de
garon a buscar en la Prensa remunera- la relatividad del continente se desvane-
ciones siempre exiguas. Su signo fue el ce su grandeza. Una sola provincia rusa
de José Enrique Rodó y el de Florencio es más vasta que cualquiera de esas Re-
públicas, con excepción del Brasil. Reu-
I Sánchez, que salieron también de su

78
Manuel Ugarte: un apóstol de_Ia unidad de iberoamérica
' ~ iii- ' É W:-H-mi ¿,s±.~g=-=.

i1
niendo la población de las veinte Repú- Patrias. En oportunidad de la primera
blicas hispanoamericanas, no reunimos guerra mundial, igual que durante la I
ni la quinta parte de la que Inglaterra segunda, la propaganda se desarrolló en I
tiene en sus colonias. Y si las compara- torno a cuestiones ideológicas: la liber- 11
mos con los Estados Unidos, la debili- tad, la democracia, etc. Según ella los
dad es aún más visible. Tres paises aliados: Francia, Inglaterra, EE.UU.,
reunidos: Bolivia, Paraguay y Uruguay, defendían esos principios; Alemania y
suman, juntos, menos habitantes que la sus colaboradores, los contrarios. Pero
ciudad de Nueva York. El total de las todas, todas esas naciones eran colonia-
exportaciones de dos grandes entidades listas, imperiales; los Aliados defendían
hispanoamericanas (Argentina y Chi- esos derechos para sí, no para los pue-
le) no llega a equilibrar en pesos oro lo blos por ellos sometidos. Esa verdad vio, H
U que los Estados Unidos producen en al- expresó y defendió don Manuel Ugarte;
godón solamente. Uno solo de los 45 Es- esa verdad expuso a los americanos del
tados norteamericanos (Pensilvania) Sur. No olvidar, decía, que los EE.UU.
tiene una población superior. a la de la mientras luchan por la conservación de
República Argentina, y tres ciudades su libertad, de su comercio, de su situa-
de los Estados Unidos (Nueva York, ción preeminente en el mundo; siguen
Chicago y Filadelfia) reunen más habi- contradiciendo principios cuando de no-
tantes que nueve países hispanoameri- sotros se trata. Ugarte no cayó en la
canos: Costa Rica, Guatemala, Hondu- trampa que, en 1938, Haya de la Torre 1
ras, Nicaragua, San Salvador, Santo no supo eludir.
í
ll

Domingo, Cuba, Uruguay y Paraguay Ii


En “La Patria Grande”, dijo Ugarte
en bloque. En su desmigajamiento ac- al respecto:
tual, nuestras Repúblicas no pueden
oponer ninguna resistencia a las nacio- “ . . .porque los Estados Unidos inter-
nes imperialistas. Sólo alcanzan una im- venían en favor de los aliados, la polí-
portancia efectiva consideradas en el tica imperialista se purificaba retros-
conjunto de sus 20 millones de kilóme- pectivamente, y olvidamos la situación
tros cuadrados, habitados por 80 millo- de Nicaragua, el separatismo de Pana- Ñ
nes de hombres. má, las invasiones a Méjico, la agonía |
de Puerto Rico, cuanto nos hiere en n
Los resultados de la dispersión los nuestra propia carne. Yo no lo olvidé,
vemos no sólo en los Congresos pana- porque sabía que mientras los imperia-
mericanos, donde esos países se agitan listas defendían en Europa la justicia y
sin doctrina, sino en el avance incesan- el derecho de los pueblos débiles, conti-
te de la 'frontera que separa al Nuevo nuaban en América la politica de domi- `\
Mundo anglosajón del Nuevo Mundo la- nación? Para subrayarla, el 15 de ma-
tino.
En estas condiciones, los Congresos
panamericanos sólo tienden a prolongar
una ilusión peligrosa”.
yo de 1916, mientras la opinión mundial
soñaba una equidad permanente, desem-
barcaron tropas en Santo Domingo y
arrasaron cuanto quedaba de la auto-
J
VI. - No dejarnos engañar nomía de aquel país. El acontecimiento
l
pasó inadvertido en nuestros pueblos,
l imperio sigue siendo enemigo que olvidaban sus propias reivindicacio-
E mientras aliente ideas imperiales;
ideas de absorción, ideas hegemóni-
cas con respecto a nuestras Des-Unidas
nes, para defender las de Europa. Pero
con ese motivo, aprovechando una invi-
tación de la Universidad de San Carlos,
gl
79

.L.
Manuel Ugarte: un apóstol de la unidad de iberomnérica
7 "'=* '
l

l
i 1
salí, pocos meses después, para las An- VII. - En resumen
tillas y Méjico. Atento sólo a los inte-
:¿.__†.__,
ik l
reses de la América de habla hispana, ara finalizar este rápido releva-
continué en plena guerra mi prédica de P miento del pensamiento ugartiano
1900, de 1911, de 1913, de toda mi vida. una oración que encontramos en su
A mi no me tocaba averiguar si el im- libro “La Patria Grande" que, creemos,
Ii
i perialismo estaba desarrollando en Eu- condensa, representa la esencia de su
ropa una acción benéfica o no; lo que prédica:
l
me concernía era la acción y” el reflejo “E1 verdadero problema de Améri-
de esa política en el Nuevo Mundo; 'y ca no es el saber quien extenderá
-v
como todo continuaba siendo fatal para más sus límites a costa del vecino,
nuestras autonomías, combatí otra vez, cosa que sólo puede dar por resul-
sin cuidarme de problemas extraños, ya tado una ampliación en el mapa,
que los extraños se han cuidado en todo dado que se trata de países de por
tiempo tan poco de nosotros. sí tan vastos, tan poco poblados y
tan sobrados de riquezas no valori-
_En el curso de esas conferencias tuve zadas aún; el verdadero problema
ocasión de puntualizar mi actitud: “De- de América no es el de destruir,
l be saberse, dije, que no tengo más par- sino el de crear realmente naciona-
1=._ _
tido que el que deriva de los intereses lidades en sus fundamentos econó-
1 de mi América.” micos, diplomáticos y culturales,
l
Esto no era tomar posición en favor emancipando a las patrias jóvenes
de uno de los bandos, era mantener mi de snjecíones y apoyos molestos, 1/
actitud de siempre contra una política coordinando la acción superior de
ellas para que puedan tener -maña-
lI
que iba a robustecer en la guerra y a na una voz propia y una actitud
l
ll
'I
salir de ella más peligrosa que nunca independiente en los debates del
ii para el porvenir de nuestras autono- mundo."
mías". A. F. C.
.
1
\

!
Íl

l1
-
I “Ayl de los que se creen egoístamente garantidos por su posición, por
sus influencias, por sus medios de fortuna! Ellos miran con indiferencia
la falta de libertad porque creen que no necesitan de esa conquista de las
i instituciones -y olvidan que todo es inestable en el mundo, posición, in-
fluencia, fortuna, todo es perecedero-, manana tal vez os tocara a voso-
tros ser azotados con el latigo del jefe militar, ser,el juguete de los am-
biciosos y si a vosotros mismos no os sucede ¿quien garante a vuestros
hijos?
I

Pero si a los pobres y a los ricos, grandes y humildes, nos proteje la


libertad garantida por instituciones eficaces, cualesquiera sean las vicisi-
tudes de la vida, nuestro honor, nuestros derechos, y nuestras acciones
están garantidas”.

80 'Gregorio Pérez Gomar, La Bandera Radical, febrero 12 de 1871


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Ficha Biográfica
MANUEL UGARTE. - Nació en Buenos Aires anterior, desarrollaba la poderosa nación del
en 1878, murió en 1951. Periodista y prolífico Norte. Desde ese momento, el lo dice, asumió
escritor. De familia acaudalada, durante su prl- plenamente su responsabilidad como intelectual
mera juventud viajó extensamente por Europa, honesto y como socialista americanista, dedi-
residió en París donde estudió, escribió, adhirió cando el resto de su vida, -sin una sola clau-
al socialismo y militó en la trancmasoneria. dicación-. a la prédica. fecunda y tervorosa en
Al regresar a América visita varios paises ve- pro de la unidad iberoamericana y de entren-
cinos a los EEUU. y pudo conocer personal- tamlento y denuncia de los peligros presentes
mente el avasallante trabajo de absorción eco- y futuros que conllevaba la politica hegemónica
nómica, politica y territorial que, desde el siglo de las administraciones norteamericanas.
Recorrió, a su costa, todo el Continente, ha-
blando, convenciendo, sembrando la idea tun-
damental. Obtuvo preferentemente la adhesión
de la juventud; Haya de la Torre reconoce la
influencia decisiva que Ugarte tuvo en su deti-
nitiva toma de conciencia. Por supuesto, tam-
bién debió enfrentar la dura oposición, que
muchas veces tuvo caracteristicas de verdadera
persecución, de los grupos dirigentes de las
Patrias-Desunidas, detrás de los cuales siempre
estuvo presente la acción de los agentes de la
potencia norteña, que ,él denunciaba.
Sólo Martí, como él miembro de la fraterni-
dad francmasónica, se habia atrevido (a fines
del siglo anterior) ii comprometerse, sin tran-
sacciones, en el doble combate: por la integra-
ción continental, contra el poder avasallante
de los EE.UU.
Ugarte con sus conferencias y sus libros pre-
paró, junto a José Ingenieros, el camino para
la acción impetuosa que desde 1923 empren-
diera, en pos de los mismos ideales y en busca
I
_de los mismos objetivos, don Victor Raúl Haya
de la Torre (HOY ES HISTORIA, N° 6, octu-
bre-noviembre de 1984).
Afiliado al Partido Socialista de la. Argentina
(que llegó a ofrecerle una postulación para el
cargo de Senador, honor que rechazó porque
le hubiera impedido continuar su militancia
itinerante), discrepó muchas veces con las po-
siciones, según él, meramente declarativas y
poco ceñidas a la defensa de las clases despo-
seidas y de las patrias agredidas, que caracte-
rizaba la política de sus máximos dirigentes.
.En ocasión de la Primera Guerra Mundial se
Caricatura de Manuel Ugarte aparecida en negó a torcer la linea de su lucha en. aras de
la revista La Semana, en oportunidad de su una presunta defensa de principios, que sólo
'visita (agosto-setiembre de 1913) a Monte- se levantaban como banderas de propaganda y
video. enrolamiento, y prosiguió desarrollando su

81
1 | i
1

1
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Ficha bìofiráfica
__ -,.

Í
r
`›
I
apostolado laico al que nunca renunciaria. Con- proclamara. Regresó de Europa en 1945 dis-
puesto a ejercer en su patria los derechos de
i sideraba que para la iberoamérica, la cuestión
vital era la Unificación y que el peligro priii- ciudadano en las históricas elecciones del 24 de

1 cipal o inminente, continuaba siendo el afán


hegemónico, nunca reccsado, de los EE.UU. La
misma posición adoptó en ocasión de la Segun-
febrero de 1946; en las que. del recordado en-
frentamiento Braden-Perón, resultara vencedo-
ra la posición nacional americanista y populista

I, 5
l
da Guerra Mundial, desde el principio al fin. del lider epónimo. I
Caso lamentable el de su discípulo Haya de la El gobierno de Perón lo designó embajador
I
Torre que en tal oportunidad cayó en la deso- en México, Nicaragua y Cuba, al tiempo que
rientación y la amnesia. Y, hecho extraordina- los EE.UU. bloqueaban (como desde 1960 lo
rio y significativo: en la excitada y ruda con- hacen con Cuba socialista) a la Argentina, en
dena que a Ugarte, como a tantos otros patrio- un acto de agresión que duró seis años.
tas americanos, acarreó esa posición neutralista La reivindicación de Ugarte no ha demorado:
'y el no renunciar al enfrentamiento y denuncia en Argentina sus libros han sidoreeditados, las
de los incesantes intentos que, aprovechando ediciones agotadas; en el resto de la Patria
mí-¡_ ffš
1.- las circunstancias, hacian los EE.UU. por ocu- Grande sus escritos circulan y contribuyen, en
par nuevas posiciones estratégicas a costa de estos propicios tiempos, a crear conciencia de
l nuestras soberanias (ocupación de numerosas Unidad; el pintor ecuatoriano Guayasamin,
islas en el Caribe, canje de destructores obso- comparable a los grandes mexicanos Rivera y
letos por posesiones británicas en la misma Siqueiros, ha incluido, en ei gran mural que

lê área, ocupación de las islas Galapagos en el creó para la Universidad de Guayaquil, a don
Pacifico, intento de creación de bases militares Manuel Ugarte junto a San Martin, Bolivar y
en Laguna del Sauce en nuestra Patria, etc.), Albiztl Campos. Para nosotros, orientales arti-
encontramos unidos a los sectores dirigentes guistas, contribuye a dirnensionar la figura del
su-› ¿. a-cuan -›
'i mas reaccionarios del continente, a grupos de apóstol Ugarte, el hecho de que fue el primer
intelectuales progresistas que silenciaban, cuan- argentino en revisar públicamente la figura de
\ do no consentian, los estropicios que contem- nuestro Padre Fundador, reconociendo Y valo- I,
poráneamente perpetraba, o intentaba, la admi- rando en sus debidos términos la importancia l
nistración rooseveltiana. A Ugarte, lo mismo de su prédica y la validez de su mensaje fede-
que a quienes como él pensaban, se negó enton- racicnista, americanista.
li
ces el derecho a la razón, al disenso y al dis- Entre los reconocimientos mas destacables
-AI
\||
w _,`
curso, entre tanto la propaganda multiplicaba que logró en la primera etapa de su labor de
444. !|\¡
*~"I'as consignas que acerca de las “cuatro liberta- luchador laico deben contarse el de haber sido

É
fifl
des", se emitian en una reunión del más alto designado para asumir la presidencia del Ate-
nivel mundial celebrada en el Atlántico. Don neo Ibero-Americano, la medalla de oro con que
i Manuel Ugarte, el gran americano, debió auto- lo distinguió en 1905 la Gran Logia de la Ar-
exiliarse en Niza; alli vivió, escribió y recibió gentina por la forma brillante en que la repre-
la adhesión y la visita de quienes continuaban sentó ante los Congresos de Libre-Pensamiento
I I
siendo leales a los principios y objetivos que 'él de Paris y Roma.

i
_“Ay! de los que se creen egoístamente garantidos por su posición, por
sus influencias, por sus medios de fortuna! Ellos miran con indiferencia i

la falta _de libertad p_orque creen que no necesitan de esa conquista de las
instituciones -y olvidan que todo es inestable en el mundo, posición, in-
fluencia, fortuna, todo es perecedero-,_ mañana tal vez os tocará a voso-
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biciosos y si a vosotros mismos no os sucede ¿quién garante a vuestros


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Pero si a los pobres y a los ricos, grandes y humildes, nos proteje la
H libertad garantida por instituciones eficaces, cualesquiera sean las vicisi-
H tudes de la vida, nuestro honor, nuestros derechos, y nuestras acciones l

l están garantidas”.
Gregorio Pérez Gomar, La Bandera Radical, febrero 12 de 1871
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5”-fi
«sb-N
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| í.- 1......

MANUEL UGARTE
en Montevideo
En el curso de una de sus giras continentales, el 6 de agosto de 1913, Ugarte llegó
a nuestra ciudad y el lunes 18 de ese mes dictó una conferencia en la sala del Teatro
18 de Julio, situada en el mismo predio que hoy ocupa el cine del mismo nombre.
“El teatro estaba rebosante de público", aseguraba la crónica de la época, y el
tema tratado fue "Las dos Américas".
Ugarte habia sido recibido por un Comité de recepción designado por la Federación
de Estudiantes y presidido "por el señor Guinasso”.
\
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¿T .= v Manuel Ugarte en Montevideo


4. _
l1 f
l

El "estudiante señor Espalter" fue el encargado de presentar al público al "Apóstol ,'r.


` |

` 1 del americanismo latino", quien fue recibido con "calurosos aplausos". I
t

La disertación de Ugarte se refiriã en primer término "a las actitudes asumidas 2


por los Estados Unidos, como resultado de una politica imperialista, - frente a los I
derechos de las demás repúblicas del continente. "Esas actitudes, -dijo el orador
después de citar textualmente párrafos de discursos de Root, del ex presidente Taft
y del entonces primer magistrado Wilson-, son inadmisibles y nosotros los latino-
americanos en ninguna forma las podemos tolerar, pues en nuestras repúblicas somos 'Ãk. ,
dueños de nuestros actos". En seguida explicó las dos formas de intervención adop- ,
bil
tadas por la nación angloamericana: la ocupación militar, lisa y llana y la ocupación
económica a través de sus grandes gnpresas comerciales. Exhortó a la denuncia y a
< la resistencia a esas formas de agresióxhpoiìque dijo “donde los norteamericanos ponen

i
\
una piedra, colocan también un soldado, cuando no colocan expresamente la piedra
para colocar el soldado". Ugarte finalizó su exposición con lo que la crónica califica
como “un himno a la unión de las repúblicas latinoamericanas, y una exhortación
para que no debiliten sus energias ni en luchas fratricidas, ni en. antagonismos inter-
1! nacionales... y para hallar, en un momento dado, fuerte y vigorosa, la energia con-
tinental". , I.

1
Nuestro pueblo prodigó, en todo momento, calurosa acogida a don Manuel Ugarte, v
no ocurrió lo mismo con quienes en ese tiempo desempeñaban la dirección politica del |
¡

pais. Según lo relata el propio Ugarte en uno de sus libros, don José Batlle y Ordóñez,
\
f,a. que ocupaba por segunda vez la presidencia de la República. se mostró reticente para I

1
| i recibir a aquel “profesor de antimperiallsmo" (asi se le calificaba ya que por entonces
i
Ä no se podia llamarle "agente comunista" o "difusor del marxismo"); tampoco se mos- l
i1 traron interesados en agasajar al personaje americano los demas integrantes del elenco
oficialista. En esos años la politica ingerencista de la gran potencia del Norte estaba L, i\
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I
en plena euforia agresiva: la República Dominicana habia sido militarmente ocupada
el año anterior, Cuba sufría la tercera intervención, Nicaragua soportaba la segunda
ocupación militar de su historia y México estaba nuevamente amenazado (al año si-
guiente se produciria el cruento bombardeo de Veracruz). Presidia la administración
estadounidense Woodrow Wilson y ejercía lasubsecretaria de Marina el señor Fran- 1

klin Delano Roosevelt.


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“Queremos que los partidos de hoy y los hombres de mañana llamados
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a regir los destinos de la patria, no sólo no vacíen sus ideas en el molde
de una política decrépita y dolorosa, sino que iluminados por la luz de la
razón armonicen sus espíritus, aunen sus esfuerzos y marchen de la mano
hacia el ideal hermoso de la fraternidad moral”.
J Miguel Herrera y Obes. La Bandera Radical, febrero 12 de 1871

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.li-N"/`f..« °«,"*1-"-1.4; Don Francisco Pi y Margall, político espanol nacido en
Barcelona, de filiación liberal, defensor de la concesión de la
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independencia a Cuba 11,' Puerto Rico durante el desarrollo de
' la revolución independentista.
Los textos que se publican han sido extractados del libro
de J. Conagla Fontanilles, “Cuba y Pi y Margall" (Editorial
I
Lex, La Habana, 1947)

“Monstruos como de Roma. Cuando fue señora del mundo, perdió


la Libertad y la República cayó en poder de
Nerón y Caligula" monstruos como Nerón y Caligula. (20 de agos-
to de 1898).
“Los EE.UU. han logrado contra nosotros una
fácil victoria.. ¿Deben alegrarse de haberla ob-
tenido? Tal vez pierdan' más que ganen. Han No podrán
roto con su tradicional politica, han perdido el
carácter que hasta aqui tuvieron, han frustrado Luego de la corta guerra que los EE.UU.
las esperanzas que en los hombres y en los pue- promovieron contra España en 1898, Puerto Ri-
blos libres despertaron, van ya en busca de co, Filipinas, las islas Samoa y Cuba, resulta-
colonias: se han hecho ceder la isla de Puerto ron el trofeo de su fácil victoria. v
Rico, y una de las islas Ladrones y no sabemos La guerra se decretó cuando ya los revolucio-
que querrán del archipiélago de Magallanes. narios cubanos, que encabezaba el dominicano I
Estaban en la cumbre de la humanidad y helos Máximo Gómez, estaban tocando la victoria. El
ahora caidos en el inmundo lodazal donde sc justificado temor de los patriotas cubanos, so-
revuelven las naciones de Europa. Son ya, no metidos a un gobierno militar estadounidense, ll

H
emancipadores, si no robadores de gentes; se era el de que pudieran los yankis someterla a
han contaminado de ese furor colonial que tau- un estatus colonial como el que aplicaban a
to agita y perturba, no sólo a Inglaterra, sino Puerto Rico.
también a la República de Francia y al imperio En octubre de 1898 El Porvenir, periódico
Germánico. . _ cubano editado en Nueva York dijo: “Treinta
...¿Habrån examinado bien las consecuen- años llevamos combatiendo por la libertad de
cias de estas depredaciones? Hay contra ellos Cuba. A torrentes hemos derramado la sangre
una marcada prevención de todas las repúbli- de nuestra personalidad. Nadie puede ahora qui-
cas que fueron colonias de España. .. Descon- tárnosla. Seria necesario que se arrasaran nues-
i fiarán ya todas y con sobrada razón de unos
Estados que, después de haber sostenido contra
los europeos la doctrina de Monroe, se arrogan
tros bosques, se parara el curso de nuestros rios
y se repoblara nuestro territorio. No cabe lo-
grarlo sino exterminando el espiritu que nos \

el derecho de convertir en Estados suyos islas alienta. Coíno, por desdichado que sea quiere
de la propia América, y después de haber in- todo hombre conservar su vida, no queremos
vocado los fueros de la humanidad en su lucha nosotros suicidarnos. No podemos avenirnos a
con España, hacen de la humanidad escarnio, vivir bajo la dominación de nadie, ni aun bajo B

subyugando por la fuerza extraños pueblos. . . la de los norteamericanos. Son de otra raza, ha-
Imposible parece que no escarrríienten las na- blan otra lengua, tienen otras costumbres y
ciones, de la historia. ¿Qué imperio grande hu- otras ideas; nunca podriamos con ellos amalga-
bo que no se deshiciera? No pudo sobrevivir a marnos. ._
su fundador, el de Alejandro. Se descompuso a Aun cuando un dia, por el amaño y el soborno
la muerte de Carlomagno, el de Alemania. obtuvieran el favor de la anexión en plebiscito,
Sobrevivió Napoleón el suyo. ¿Qué es el de los verdaderos cubanos la rechazariamos con
España? Vosotros mismos ¡oh, EE.UU.! le aca- la fuerza. Somos, ahora, como antes de la gue-
báis de dar el golpe de muerte. De nuevo nos rra y durante la guerra, partidarios de la in-
permitimos rogar a los EE.UU., que aprendan dependencia. No transigimos”.

85
D

Numismática

›~ffiafvf,ev-1.
Apuros con la Ley
1 l, “Nicaragua logra en la Corte de Sandino (desde febrero a abril de 1984) por
parte de elementos que en un primer momento
Internacional, una victoria se autoproclamaron "contrarrevolucionarios" ni- 1'
propagandistica sobre los EE.Z¿U.” Í
, ¿, . _
¬- 1- ..,
Aquel titulo y este subtítulo aparecieron en ._ -I _r
la _edìción de la revista norteamericana Time, ¡
del 10 de diciembre del año pasado, encabezan- -\' _ 11,. _'u-,i..
do una extensa nota en la que se daba noticia
y se comentaba una resolución de la Corte In- E V bv- _»
ternacional de La Haya. En esta sentencia, to- / . › . - ~ -r» 1-
dos los integrantes del Tribunal “con la única . _,-t`., V' -Í'\ avi
excepción del juez estadounidense Esteban P-»tf-.«.'5-“f
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fan -*I Zu: ~1±`Ws«v › _- .__-¡_-__¿--r,(›-ff
_l.L-í-IÄ'-..
..^.-_-_,f.-1
. ...-
Schwebel, designado por Reagan, aceptaron ser ¬ C-_.--gn
competentes para entender en el juicio que Ni-
caragua está dispuesta a llevar adelante contra El resultado de la condenable 11 condenada
los EE.UU. por el apoyo que su gobierno presta “tarea” de los terroristas de la CIA. Un barco
a los elementos mercenarios que mediante con abasfecimientos, parcialmente destruido

lp-gr acciones de guerrilla, sabotaje y terrorismo per-


turban la economia y la tranquilidad del pueblo
hermano.
por una mina colocada en el puerto de Oorinto.
(Foto de Newsweek).
Y es verdad que la citada resolución significa caragiienses y que, como más tarde se compro-
un duro golpe propinado por el Supremo Tribu- bó por parte de los propios investigadores del
nal Mundial a la actual administración de la Congreso de los EE.U"U., eran en realidad agen-
H potencia norteña.
tes de la Central de Inteligencia (CIA) norte-
Pero no radica en el aspecto propagandistico
americana
su más importante consecuencia. En efecto, co-
mo con certeza lo expresó el Ministro de Rela- Time comen-tó de esta manera. algunos aspec-
ciones Exteriores del Gobierno Sandinista, el tos de la incómoda situación planteada al go-
sacerdote Miguel D'Eiscoto, se trata antes que bierno de su pais, por la inapelable sentencia
nada de “un triunfo para la causa de la paz y de la Corte Mundial: “Mientras se desarrolla
de un dia de esperanza para la humanidad." la pelea entre el gobierno sandinista y la ad-
i
ministración norteamericana, -inspiradora de
l -oo0oo-~ las guerrillas "contra" que pululan a lo largo
J de la frontera norte-, continúan con furia las
El dramático reclamo nicaragüense ante el escaramuzas entre ambos contendientes más
más alto Tribunal jurídico del mundo se inició allá del campo de batalla: en los periódicos, en
a raiz del minado de los puertos de la patria las oficinas- estadounidenses recolectoras de

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Miembros de la Corte de La Haya en la sesión inaugural reunida para tratar la de-


nuncia nicaragüense contra el terrorismo oficial de los EE. UU.
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' Memorándum
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fondos, en las aulas y a lo largo de los corre- Junto con declaraciones de destacados cola-
dores del Congreso. Mediante desafíos legales, boradores de Reagan, por ejemplo de , Alan
maniobras diplomáticas y trabajos de relacio- Romberg que habia manifestado: “Nosotros se-
nes públicas, la dirección marxista (1) nicara- guimos creyendo que la Corte no es el foro ade-
güense y la administración Reagan luchan por cuado, tanto en materia juridica como politica
los corazones y las mentes de la comunidad para el logro «le una pacifica solución del con-
diplomática internacional. En esta no del todo flicto de la región", Time nos proporciona las
secreta. guerra de palabras, los E.UU. sufrieron manifestaciones del abogado norteamericano
la última semana un embarazoso revés". Paul Reichler "que representa a los sandinistas
Luego de referirse al minado de los puertos ante la Corte de La Haya, quien expresó: "La
nicaragüenses por los agentes de la CIA, pro- Administración Reagan debe decidir de un mo-
sigue Time: “Los sandinìstas recurrieron al do u otro si los EE.UU. están por o contra la
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas Corte Internacional de Justicia. Los EE.UU.
pidiendo que éste ordenara el cese inmediato tienen dos caminos: adelantarse a la resolución
de tales actos de agresión; una resolución favo- final y cesar todas las agresiones o hacer lo
li rable fue vetada por los EE.UU. Entonces los que hizo Irán en 1980, cuando esta nación igno-
\1 ró una resolución de la Corte que la condenaba
nicaragüenses decidieron recurrir a la Corte
Internacional de Justicia de La Haya, el brazo a pagar indemnización por la ocupación de la
jurídico de la ONU y el más alto foro para re- Embajada de los EE.UU. en Teherán.
solver las disputas de las naciones. Cuando los Los E.UU., por ser uno de los fundadores y
EE.UU. comprendieron las intenciones de Nica- primer sostenedor de la Corte, no puede seguir%
ragua, concibieron un golpe preventivo; justa- el ejemplo de Iran". "-" w ,
mente tres dias antes de que los nicaragüenses
presentaran su reclamo un portavoz oficial de -ooOoo-
la Administración estadounidense anunció que
ésta no aceptaría la jurisdicción obligatoria de Tal lo ocurrido a fines del año pasado en re-*
la Corte sobre asuntos de Centroamérica por los lación con el triste papel que desde hace tanto
próximos dos años. La última semana la Corte tiempo protagoniza el gobierno' de los Estados
rechazó, por abrumadora y aplastante mayoria, Unidos en la América Central, -hoy ya sin am-
el argumento de Washington que rechazaba su blgüedades, ni pudor, ni respeto por las nor-
jurisdicción en el caso". mas de derecho de la comunidad internacional,
“Ahora comienza el juicio propiamente di- de las que fue impulsor y sostenegior, ni por el
cho", comprueba Time, agregando: “E1 veredic- Supremo Tribunal de Justicia cuya creación
to final (sobre la viabilidad del pedido nicara- propició y cuyas resoluciones siempre respaldó.
1 güense de indemnizaciones por los perjuicios Lamentable historia, condenables atropellos
causados por la acción terrorista de que se que no han cesado, acerca de los que los pro-
agravia) no puede esperarse antes del final de pios medios de información de la patria de
198-5". Washington nos informan con creciente tono
i
Más adelante reconoce: “Pero la decisión de critico.
la última semana es, a no dudarlo, una clara
censura para los EE.UU., por largo tiempo, cam-
peón de las normas legales. Respetados juris-
tas -de paises aliados suyos: Gran Bretaña, [1] Mandato: este es el cnllflcatlvo que lndlscrlmlnada-
Francia, Italia, Alemania Federal y Japón, opi- mentod utilllza Iellctull Iodmlnlstrcclón de los EE.UU.
naron a favor de Nicaragua".
para es ¡nur 1 os pet r mas que on nuestra América
A sureño se enfrentan 1 su politica hegemónica. I
World fiiiišs |
CENTRAL AMERICA

Trouble with the Law


Nicaragua wins a propaganda victory over the U.S. in tÍze World Court
Los titulares con que Newsweek encabezó la nota que comentamos.

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Nurnismática

HONDURAS: UNA GRAN BASE MILITAR DE ESTADOS UNIDOS


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¡También en Costa Rica!
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4 SAN JOSE, 2 de noviembre (PL). _ Estados de 200 hectáreas de terrenos, los cuales. de
lr Unidos construye en la localidad de Palmira
de San Carlos, en la región fronteriza con Ni-
acuerdo con denuncias de vecinos de la región,
podrán ser utilizados como base militar en un
caragua, un aeropuerto que puede ser utilizado futuro cercano.
con tines militares, informa en su última edi-
ción el semanario "Universidad". Las revelaciones del semanario coinciden con
el anuncio aqui de que, por lo menos cuatro
Un enviado especial de esa publicación cos- helicópteros de Estados Unidos, comenzarán a.
tarricense pudo comprobar que la pista de realizar “acciones de bien común" en Costa
aterrizaje. de más de mil 200 metros de largo, Rica.
se construye en la misma región donde comen-

` zó a edificarse, desde la semana anterior, una


estación repetidora de la radioemisora estado-
unidense La Voz de América.
Armando Arauz Aquilar, vicepresidente de ia.
República, confirmó que esas naves harán va-
rios vuelos a zonas montañosas, con el tin de

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Añadió que, en los últimos dias, ciudadanos
norteamericanos adquirieron en la zona, más
prepararse para casos de "emergencia".

(EL DIA, México. 5 noviembre 1984]

88
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===-=-¬==~e= a _ mlscstnusn E-
Antecedentes Históricos
DOCTOR CARLOS MARIA DE PENA
A principios de 1871, --cuando el pais salia
de una grave situación politica, en que la gue-
rra civil habia ensangrentado los campos de la
patria y la crisis económica agobiaba a la so-
ciedad toda-, un grupo de ilustradas persona-
lidades orientales que se habian independizado
de sus ataduras con los partidos existentes,
fundaron la Asociación o Club Radical e inicia-
ron la publicación de un periódico semanal
“La Bandera Radical" destinado a esclarecer y
promocionar sus propuestas de renovación, re-
generación decían ellos, moral y politica que
salvara a is República.
En el N@ 4 de esa publicación, fecha 19 de
febrero, bajo el titulo “Antecedentes históricos
de la idea radical” recordaba y hacia suyas,
de la Asociación Radical, una proclama o pro-
grama que en parecidas circunstancias, -re-
cién salida la República de la llamada Guerra
Grande gracias al acuerdo logrado el 8 de oc-
tubre de 1&51 cuyo contenido se resumió en la
conocida enunciación: “Sin vencidos ni vence-
dores" y en el que ningún principio quedó en el
camino, ni ninguna dignidad subordinada-,
habia pubiicitado otro núcleo destacado de clu-
dadanos orientales. Estos son los párrafos esen-
ciales de aquel programa que, -Carlos Maria
Ramirez, Emilio Romero, Miguel Herrera y
Obes, Carlos Ma.. de Pena, Jacobo A. Varela,
entre los mas conocidos radicales-, la nueva
Asociación hacia suyo:
i
“PROGRAMA de la Sociedad de los Amigos
del País (formulados a fines de 1852)" ,
La pacificación de la República en octubre de
1851 hizo nacer en todos los ánimos grandes
Í
esperanzas' de prosperidad. Un año ha transcu-
rrido y no viendo realizadas esas esperanzas,
la duda, la inquietud, el malestar han sucedido
a la lisonjera espectativa de los primeros dias
de la paz.
La prolongación de semejante estado de co- la fatal inercia del último ado, sin la coopera- ›

sas, originando el descontento, traería cuando cion activa de una opinion inteligente que alia- I
menos la indiferencia por el sosten del órden nåndole resistencias y dificultades segunde ó f
constitucional, y por consiguiente el fácil tras- impulse su marcha.
torno de la República; mientras que la pron- Tal opinion no se formaría desde luego sin
titud con que el pais reporte en todo sentido
los beneficios de la paz, hará por el contrario el concurso de muchos esfuerzos individuales a
que la decision de sostenerlo sea enérjica en un mismo pensamiento, poniendo asi ai servi-
todos los ciudadanos. cio de nuestro progreso ei alto principio de
Por laudables que sean los propósitos de la asociacion á. que debe el mundo prodigiosos
administracion, ella no podrá sacar al pais de resultados. .

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Miscelánea
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oocrox cARLos MARIA RAMIREZ nion para juzgar ios estravios individuales-Sd
lo el crimen y la mmoralidad no tienen derecho
Í
por lo pasado ú mas consideracion que el olvi-
1
Í
do y el desprecio.
En caso de necesidad de apreciar hechos pa-
sados para resoluciones de efecto en lo veni-
Í dero, buscaremos su apreciación en la solución
.\ de Octubre de 1851, aceptada por todos los
orientales como el punto de partida de la nue-
va era constitucional.
Si ocurriesen dudas en la interpretacion de
la convencion de Octubre, nos esforzaremos por-
i mi que sean resueltas con arreglo á. las prescrip-
ciones de la Constitucion del derecho de gen-
tes, de la justicia ó de las conveniencias del
U -pais.
En lo presente y para lo futuro queremos á.
todo trance
É-«--
El imperio de la ley ;
La realidad de la Constitucion;
El mantenimiento de la paz;
I
La consolidación del órden;
La obediencia a la autoridad;
1
El sostén del gobierno constitucional de ia
República;
La sucesion constitucional de los Presidentes;
m*
v
La moralidad en el gobierno;
ñ
il La pureza en la administracion; J

El afianzamiento del crédito público;


|<
La pronta acción de la justicia;
\
El progreso de la República por todos los Iì
4 medios que conduzcan a mayor civilización y
prosperidad.
Conquistóse, cuando era periodista, “No será posible alcanzar jamas una perfec-
buen nombre de escritor y polemista; ta consonancia de pensamientos e ideas, pero
como hombre diplomático, ha sabido los trastornos que resultan de la diversidad de
hacerse distinguido,
1
opiniones, cuando se salvan las formas consti-
y como diputado, ya ha llegado tucionales producen un efecto pasajero que no
H
I á ser un distinguido diputado. ataca inmediatamente a la sociedad, y las per-
¡Hasta en el ajedrez, caros lectores,
le distinguen los buenos jugadores!
sonas quedan garantidas de sus resultados". Pa.-
ra que los trastornos señalados por la previsión
Caras y Caretas Uruguay 1890 de nuestra Constitución sean aun menos sen-
Convencido de ellos, y e`n el empeño de reu- sibles, nos proponemos tolerancia 1/ respeto por
4
nir ii todos los buenos orientales en la obra de las opiniones disidentes de los nuestros y sin-
›l la felicidad de Ia patria, los ciudadanos que ceridad 1,1 moderación en el sosten de los pro- -3!
suscribimos, tratando de echar las bases de pios.” i
J una asociación, que fuerte por su número, por ,
la santidad de sus fines y la publicidad de sus
F¦ compromisos, apresure la época del bien de la Hoy, al borde de recomenzar a respirar otra
República, nos hemos encontrado acordes en vez democracia, libertad, cerca ya del momento
las declaraciones siguientes: en que deberán comenzarse a cumplir las pro-
Dejamos ci la historia y á la opinion el juicio mesas de unidad para retomar el camino de
de lo que fué, asi respecto de los sucesos como justicia social, importa conocer lo que en situa-
de los hombres, no reconociendo mas juez que ciones parecidas opinaron, señalaron o denun-
W la historia para decidir de que parte haya es-
tado el error politico, ni mas juez que la opi-
ciaron hombres independientes, alejados de pa-
siones banderizas, patriotas, constructores.

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90

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' Miscelánea
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La Asamblea del Ayui


En diciembre de 1811 el pueblo oriental, mi- Pedro Viera y algún otro abandonan las filas
licias artiguistas y ciudadanos acogidos al se- de su pueblo. Los mayoritarios responden con
guro de sus armas en su “redota” habia llegado dignidad: “se levantó una voz- (diciendo) que
a las Costas del Uruguay, en Salto Oriental. no caminaban al menos que caminase con ellos
Por alli cruzaron al Entre Rios, y en el Salto su Jefe don José Artigas a quien en sus tra-
Chico, occidental estuvo ubicado el campamento bajos habian seguido”.
patriota hasta mayo de 1812. Sarratea intima a Artigas para que obligue
El 27 de ese mes Artigas, recogiendo la_d'e- a los “rebeldes” a acatar la orden de integrarse
cisión de una Junta de Guerra, habia instalado al ejército porteño; el 9 de agosto responde cl
su Cuartel General y campamento oriental en Jefe:
el Ayui, Capilla del Pilar, jurisdicción de Curu- “Yo personalmente debia obedecer en dar la
zú Cuatiá. orden, pero nada. más. ¿Cómo reprimir a mis
Pronto llegará. hasta alli la agresión centra- compañeros? ¿Cómo castigarlos? Yo, no por mi,
lista. En efecto celebrado el tratado Radema- por ellos, estoy constituido en jefe suyo. .. yo
ker-Herrera que resolvia la. retirada de las tro- no estoy establecido en tirano para reclamar
pas portuguesas del territorio de la Banda o exigir la (obediencia) de mi pueblo a aque-
Oriental, el Triunvirato gobernante en Buenos lla autoridad que, él se negaba a aceptar, Arti-
Aires decide dar, lo que creyó sería el golpe gas no es ni será, nunca un represor de su gente.
deciivo contra el liderazgo de don José Arti- Al frente de mi pueblo debo respetar sus dere-
gas. Designs a su presidente, el tendero Manuel chos, que me son sagrados; si es preciso vio-
de Sarratea Capitán General del Ejército de las larlos, violentando su voluntad, yo no serviré
Provincias Unidas y ordena al postergado Jefe de instrumento para tal atropello. Por el con-
oriental se subordine a esa jerarquía. Un buen trario todos tendrán aqui la libertad bastante
testigo por contemporáneo y protagonista, el para obrar según su gusto en la materia_....".
militar Nicolás de Vedia, no titubea en afirmar Es en tales circunstancias que se producen
refiriéndose a ese hecho: en el campamento del Ayui los trascendentes
“La elección de este sujeto fue un insulto, acontecimientos que relata un testigo, desafec-
un desaire cometido por el gobierno central, to testigo, presencial, don Pedro José Viera, r.
hecho a Artigas que estaba a la cabeza del pue- quien “una Junta a la voz del vecindario" habia
blo oriental al que habia sublevado en masa. . . resuelto detener en el momento en que se dis-
y que tenia una opinión en toda América del ponía a pasarse a los centralistas.
Sud." Fue una falta imperdonable por el resul- Viera dirigiéndose a. Manuel de Sarratea. el
tado de un complot amalgamado en la cuadrilla 26 de agosto de 1812 le informa lo siguiente:
de bribones que se proponía regimentar los
destinos de América". “Excelentísimo Señor. El Comandante de la
Notificado Artigas de esta nueva posterga- Tercera División de Infantería anoticia a V.E.
ción la acepta, pero al mismo tiempo devuelve que el dia. 23 del corriente salieron a recoger
al Gobierno Central por intermedio de San-atea firmas del vecindario dos sujetos con el objeto
los despachos militares que aquel le había otor- de nombrar-un diputado al dia siguiente en
gado: "gozo al verme ya. como un ciudadano que se debia juntar el vecindario en la tienda
particular", afirma el 16 de julio. del General, llegó el dia asignado y poniéndose
en pie un D. F. Sierra, haciendo las funciones
El 27 de julio recibe Sarratea la orden de de representante arengó al Señor General en
detener y remitir a. Buenos Aires al lider pa- nombre del pueblo llevando consigo un papel
triota; él que reconoce la popularidad de Arti- que hacia. cabeza el nombramiento (de diputa-
gas, responde que no se siente capaz. do). Su contenido era villpendiar el procedi-
Entre tanto él y su equipo de logistas (Fran- miento de nuestro Superior Gobierno contra los
cisco Javier de Viana, Pedro Veliceau Cawìe y Orientales y la necesidad que habia. de nombrar
los principales) lntrigan para desintegrar los una Junta Independiente de aquél; a la verdad
cuerpos armados artiguistas. Con promesas y Señor Excelentísimo quedé escandallzado de se-
prebendas unos pocos oficiales: Balta Bargas, mejante proposición, hablé dando a conocer mi

91
l
Miscelánea
E I _ ¬ ___... 1

constancia en obedecer los preceptos Superiores da división de Infantería, el Capitan de Blan-


como sagrados, y esto mismo fue causa de que dengues don F. Acha, y el Teniente Coronel don
me quisieran asesinar. Según las demostracio- Fernando Otorgues y otros varios. Ultimamente fifisr»4 '

| nes y la grita que levantaron, que por evitar esta División está unida con la del Comandante
1 prolijidad omito, mis oficiales presenciaron que don Baltasar Bargas y resueltos a sostenernos 4
al que queria levantar el grito contra el dicta- con las bayonetas, advirtiendo que este Coman-
men de ellos, lo amenazaban, como sucedió con dante se haya del otro lado. Son las diez y más
los Tenientes Coroneles Don Baltasar Bargas de la noche y en este momento he recibido
y don Manuel Artigas, queriendo al primero de- aviso del Comandante Bargas que a la madru-
sarmarle su gente y al segundo vilipendìándole gada viene a. atacarlo don Fernando Otorgues
por querer defender los derechos de la patria. con su Division, estando pronto y prevenido
<
i
Esto Señor Excelentísimo iba tomando tanto para hacer la resistencia mas vigorosa, obrando
I
incremento que no fue bastante el respeto'de yo de este lado con la artillería que se halla a.
,:
I nuestro General don José Artigas. que mandó mi mando. Este es el estado en que nos halla- 1
1 no se admitiese tal propuesta, pero llegó a tal mos y esperamos que a la mayor brevedad, sin
la audacia de los revolucionarios que negándole pérdida de un solo instante nos auxilie con 300
obediencia dijeron que por ellos era el General hombres, lo suficiente para contener y castigar
1/ que había de hacer lo que convenio al pueblo. a los rebeldes, Dios guarde a V.E. Campamento
En fin Excelentísimo Señor me retire con mis en la Barra. del Ayui, agosto 26 de 1812.”
oficiales haciendo Junta de ellos. Se deliberó Fue en esta Asamblea, pues, cuando se defi-
en el particular tomando la precaución de nieron públicamente fundamentales principios
aprehender a los insurgentes y remitirlos a dis- de la doctrina artiguista: soberanía popular,
_¿V_ posición de V.E. Se puso 'en ejecución este reivindicación de la independencia autonómica
proyecto la noche siguiente y se prendieron de la Provincia, cerrada oposición a toda forma
-| cinco con el famoso Barreiro y se hubiese con- de prepotencia militar.
l
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l
tinuado hasta el último, si al alboroto no hu-
biese concurrido el señor General quien ordenó
No podemos saber si la inicial resistencia de
H Artigas a los planteos de la mayoria, fueron
se pusieran en libertad por evitar algún tumul- real oposición o mero sondeo, pulseada criolla
to que pudieran causar los partidarios, aten-
*U diendo el corto número de gente que tenia la para medir la profundidad y extensión de los
División. por estar la mayor parte de ella in- sentimientos y la decisión de los paisanos; de
il
vertida en el pasaje. Los principales motores cualquier manera la lección práctica de ejerci-
11
de esta tramoya son el señor de Barreiro, Don cio de la soberania popular estuvo dada y lo
F. Sierra, don José Yupes, Capitán de la segun- que el pueblo reclamaba se cumplió por su Jefe.
ì
I
r
l
.
1Í`

“Soberanía popular, quiere decir posesión del pueblo por si mismo; \


integridad de su ser; desarrollo completo de su vida. No más proscriptos,
l ni perseguidos, ni parias.
Todos en su patria, en su hogar y en su derecho. . .
1 H
* ll: Todos con su bandera, con su palabra y su acción bajo las garantías
I *Ã de la ley y bajo las responsabilidades de la ley. . . Siendo todos libres, to-
dos tendrán 1a misma órbita para desplegar su actividad y el mismo límite
para refrenar sus desvaríos”.

¡Il Carlos Maria Ramirez, La Bandera Radical, febrero 12 de 1871

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92
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. Mìscelánea
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* -1

“LA DICTADURA MILITAR”

diésemos en otra dictadura conferida a uno de


L
-ín- nuestros generales. Nuestros generales ¿se han
aventajado entre nuestros politicos por sus ma-
yores conocimientos, ni por su inteligencia, ni
W'mi por su carácter? Se han distinguido más por
su crueldad y por la estrechez de sus pensa-
mientos. . .
. ..Aqui, si un general llegara a ser dictador
dedicaria sus primeros cuidados a salvar los
ff intereses de su clase, sacriiicando, no el Ejér-
W¿ cito a la Nación, sino la Nación al Ejército. Ya
se anda. diciendo que es preciso salvar a todo
trance el honor de nuestras armas, sin consen-
tir que se las desdore atribuyendo a incapaci- I
dad de los jefes las derrotas sufridas, ya en las
guerras coloniales, ya en la de los EE.UU.
Querriase que a todos los diésemos por hé-
roes, por tácticos y estratégicos de primer or- 1
1
den, pcr hombres ouros que en nada han de-
rrochado los caudales del Fisco. '
Suenan en todas partes voces que dicen todo
lo contrario, suponiendo que los jefes en ge-
neral han buscado más su propio medro que el
'ii fin de la guerra y han sido codiciosos hasta el
F'-'ii punto de enriquecerse... es ya dificil que no
se hagan patentes todos los actos de incapaci-
-'~'___-_- sae@ Wi-'#zw››'~'f»-bsos-nsIE=P sal- ¡se eïà dad y rapiña cometidos durante tres años en
Cuba y Filipinas. Comprendemos que con el fin
Don Francisco Pi 1; Maraall, segundo presiden'- de contrarrestarlo se quiera una dictadura; el'
te de la 14 República Española (1873).
pais va viendo claro y no la consentirá. ni aun
en el mas osado de nuestros generales, aunque
se presentara, ya invocando la religión, ya ale-
"Entre los medios de regenerar la Nación se gando méritos que nadie reconoce.
ha propuesto, aunque tímidamente, el de una
dictadura militar... De una dictadura acaba- No pecamos aqui por exceso de libertad, sino
por exceso de represión y tiranía; la dictadura
mos de salir, dictadura iniciada por un estado
del mejor de nuestros generales seria 'la últi-
de guerra, seguida por una suspensión de las
ma lanzada contra una Nación moribunda."
garantias constitucionales y consumada por ._-1_.- ._.
una censura previa, tanto más incómoda cuan-
Francisco Pl y Mnrgsll, politico español, liberal,
to que eran muchos los que la ejercían y todos luego de ls guerra de EE.UU. con España e Indo-
sin ningún criterio. Seria de ver que ahora pondcncla de Cuba (18 de febrero de 1899).

93
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ma. " 1 NUMISMÄTÍCÄ í
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1 UNA nauúana na LA
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\ ,
“ Parma vrsaa”
La ciencia numismática que ha hecho posible La Numismática aparece como ciencia auxi-
H reconstruir monetarios y sistemas económicos liar de la Historia, y como ciencia, esta obliga-
de las arcaicas civilizaciones griega y romana, da a aportar los elementos complementarios
no ha logrado conocer la fonética con la cual indispensables que permitan al estudioso de
se expresaron sus usuarios, por la omisión de hoy una visión completa y veraz de los hechos,
elementos que, entonces obvios, se retacearon dando respuestas a los por qué.
por intrascendentes en las explicaciones deja- Lamentablemente esta disciplina no ha logra-
das para la posteridad. do su integración a niveles populares, quedan-
También la piedra de Roseta mantuvo hasta do nucleada inexplicablemente al acervo de ce-
Champollion el milenario secreto de su inscrip- naculos o institutos. La juventud uruguaya de
-v s, ción jerogliiica, que tal vez no tuvo ningún hoy, desconoce hasta la lexicografia vernåcula
misterio de explicación para el ignoto artesano de reales, medios, vintenes y dos cobres de uso
, E -1
1
que la esculpiera.
Para la historiografía, las máximas interro-
corriente entre sus mayores, vocablos -alguno
de ellos ni siquiera aceptado por "la que da
gantes aparecen como consecuencia de aconte- brillo y esplendor”_ que dificilmente volverán
ceres que en su momento y oportunidad resul- a ser utilizados en nuestro medio, maguer la
taron obvios, nimios e intrascendentes, y que implantación de los Nuevos Pesos de ley 14316
omitidos en la concatenación de los elementos con submúltiplos centesimales.
que permiten al estudioso de hoy su recons- De ahi, entonces, que encontremos vital la
trucción, le impiden llegar hasta. la verdad. inserción de pequeñas notas numismåticas que
, - %441,,
,Í1,4 En nuestro medio, los monetarios circulantes sin necesidad de una ilustración eminentemen-
1
1_ ,
,
y utilizados durante la .época artiguista, sus te técnica --para solas de especialistas- reúna
' -sr
sistemas económicos, su influencia en el medio elementos que permitan al lector una mejor
ambiente, sus equivalencias en el intercurso de toma de posición en los análisis que constitu-
todos los dias y hasta las razones sociales, poli- yen las motivaciones de esta publicación. Se
ticas o económicas que motivaron su emisión o aportará., siempre desde el punto de vista de
su acuñación, parecería que constituyen elemen- interés numismático, el detalle que sirva de
tos complementarios, imprescindibles, para un complemento al lector para el entendimiento de
mejor conocimiento del todavia nuestro recien- hechos y aconteceres que no podrian ser ade-
cuadamente interpretados con su omisión o des-
te ayer histórico. Y sin embargo, se puede com- conocimiento.
probar que aún los eruditos ignoran el monc- ue-cae-a
tario utilizado en los dias de la Patria Vieja, Vamos a concretar nuestro trabajo de hoy,
en torno del costo de las dos primeras banderas
limitándose la información actual a concretarlo que como simbolos de Patria,«vieran tremolar 4
bajo el término genérico de español. los montevideanos el domingo de Pascua del O

Il
Por 27 vrs de Duray celeste pc. la Bandera grande . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _. 21 1/2
Por 27 id. encarnado a 6 y 1/2 Rs. . . . . . . _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 21 1/2
Por 27 id. Blanco a 5 y 1/2 Rs . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 18 uh-1~1 1/2
Por 3 id celeste pu. la Bandera chica a 6 y 1/2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ._ 1/2 : ¢-›e+:
Por 3 id encarnado a 7 Rs . . . . . . . . . . . . .. 0109
Por 3 id Blanco a 5 y 1/2 rs . . . . . . . . . . _. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 1/2-
Por 1 y 1/2 vrs. de Lienzo Gallego a 6 rs . . . . . . . . . ._ HÑIQN 1

70 5 1/2
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94
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ii
' Numicmática
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¡ g G' W' * 1 ¬-1%

26 de marzo de 1815 en el Fuerte, a las seis de habia emitido sus propias monedas de libera-
la mañana "bajo salvas y repiques de campa- ción durante. 1813 y 1815, cuando las breves
nas", cumpliéndose las indicaciones del Coman- ocupaciones que los ejércitos de la emancipa-
dante y Gobernador Fernando de Otorgués. Da- ción mantuvieron de la Villa Imperial de Po-
remos su costo y las monedas utilizadas. tosi. Las piezas monetarias tuvieron el mismo
Entre la múltiple documentación utilizada metal, ley de tino y peso que las españolas, sin
por quienes como Agustin Beraza han estudia- otras diferencias que no fueran la “sustitución
do las banderas de Artigas, vamos a transcribir del augusto lema de la Libertad a las Execra-
la correspondiente al tema propuesto, que dice: bles imágenes de los déspotas antiguos. . .” (A1)
Firma el resguardo José Vicente de Mena, Este monetario había llegado a Montevideo
evidente proveedor de los géneros y a quien en la paga a las administraciones de Alvear,
-presumiblemente- corresponde su redacción: Dorrego y Soler, por cuya razón, sus piezas -al
igual que las de las acuñaciones de Potosi-
“Recivi del S.or Ministro Interino de Ha-
:::::¢::r::::
zienda los setenta Ps.cinco y medio Rrs q.e pudieron integrar el pago de las banderas que
importa la antecedente Cuenta Montevid.o relacionan el documento transcripto.
Marzo 24/816. J.øViz.te deMENA." Hechas estas explicaciones previas, vamos
ahora a señalar la fórmula utilizada para la
Para el lector actual la suma de pesos, reales
suma de valores de la tela utilizada para la
y cuartillos detallados en el documento relacio-
confección de las banderas de Artigas, cono-
nado -respectivamente primera., segunda y ter-
ciendo las divisiones del peso hispanoamerica-
cera columna- puede aparecer como incom-
no, para todo lo cual debemos olvidarnos du-
prensible si se desconoce que las monedas uti-
rante su operación, del sistema decimal arrai-
lizadas por entonces eran únicamente metáli-
gado en nuestro medio desde la ley de 1862.
cas de oro y plata; nada de papel o billetes. -
En el ejemplo del, documento de de Mena, los
España mantuvo para sus colonias america-
cinco 1/2 hacen DOS REALES Y MEDIO; los
nas un sistema económico similar al de la me-
dos reales -2 enteros- pasan a la columna
trópoli, con su unidad monetaria REAL: Piezas
inmediata y el 1/2 restante se coloca como rc-
múltiplos: dos reales (peseta), cuatro reales
sultado de la suma de esa columna. En la co-
(tostón) y ocho reales (peso o duro); y sub-
lumna siguiente se suman VEINTISIETE REA-
múltiplos: medio real (medio) y cuarto real
LES. más los 2 reales de la columna anterior,
fcuartillo), todas las cuales integraban su mo-
hacen veintinueve. Sabiendo que cada ocho rea-
netario en metal plata. Los múltiplos, en oro,
les hacen UN PESO. en los veintinueve de la
eran el escudo de a dieciséis reales o sean dos
columna hay TRES PESOS y un sobrante de
pesos, dos escudos, cuatro escudos (Peluconas)
cinco reales, que son los que se colocan en la
y la famosa onza de a dieciséis pesos.
suma, pasando los pesos a la columna siguiente.
Tales amonedaciones para la sona que habia. La sumafl de pesos, no ofrece dificultad, desde
integrado el llamado Virreynato del Rio de la que los 67 de las cifras, más los 3 de la colum-
Plata, se realizaban en la casa de moneda de la na anterior, hacen los 70 del resultado.
Villa Imperial de Potosi, ostentando en el an-
Si los cálculos queremos realizarlos en base
verso la efigie del monarca español circundado
del costo de cada vara de duray de los distintos
por la leyenda "HISPANIARUM ET INDIA-
colores, debemos proceder en la misma forma,
RUM REX/D.G.” y el nombre del -rey, que pa-
haciendo los calculos de las cantidades com-
ra la época de nuestro ejemplo lo era Fernando
plejas, de moneda por moneda, asi: 27 varas
VII, en las monedas “FERDIN VII".
por 1/2 real, hacen 27 medios, o sean 13 ente-
La Soberana Asamblea General Constituyente ros (reales) más un medio real; y 27 varas
de las Provincias Unidas del Rio de la Plata por -6 reales, hacen 162' reales, que sumados a

95
Numismática

i los anteriores son 175 reales y 1/2. Desde que 2 mts. 57 cms. de largo por 1 mt. 71 cms. de
1 cada 8 reales hacen un peso, dividiendo 175 en- ancho, que concuerda con casi todas las bai-
tre 8 se hacen 21 PESOS en el cociente y 7 eïï deras de los batallones de la época en poco más
el residuo (REALES) más el 1/2 que no entró o menos.
1 en la operación, lo que nos da igual que el
recibo transcripta 21 pesos, 7 reales y 1/2. Con esa base de proporciones y medidas, te-
'ui nemos lógicamente que admitir que las 27 va-
ras de la misma tela utilizada para cada una
à Estamos seguros que si nuestros lectores se
u animan a abordar el problema y su_ egrplicación
con lápiz y papel, las dificultades que puedan
de las listas de la bandera grande, debió divi-
dirse en tres largos de a 9 varas cada uno,
11
ll aparecer para la interpretación de todo docu- para confeccionar franjas de tres anchos por
mento similar, que reúna operaciones en dinero cada color, lo que dará. medidas de' 9 varas por
de la época colonial y de los días de la Patria 2 varas. Tres colores, celeste, encarnado y blan-
V1 co a dos varas por color en su ancho, hacen
Vieja quedaran despejadas.
un total de seis varas para todo el ancho de lt
El otro aspecto sumamente interesante que bandera, que concuerda perfectamente con sus
nos plantea el documento que comentamos -y nueve varas de largo en la proporción de tres
que hasta el presente no hemos conocido como I
ados y que convirtiendo varas a metros, re-
resuelto por quienes abordaron este tema-
consiste en la cantidad de tela empleada en la sulta una gigantesca. bandera de 7 mts. 73 cms.
confección de la bandera grande y que en un por 5 mts. 15 cms. muy digna del acontecimien-
1
cálculo “a priori”, a razón de 27 varas por fran- to dispuesto por Otorgués.
ja, aparecerian como inusitada medida impo- Queda aún para la especulación del intérpre-
l sible de hacer flamear en ningún edificio del te actual, calcular la altura del mástil del Fuer-
` ¬` Montevideo de 1815.
l te que lució la primer enseña Patria. La añeja
l
Teniendo en cuenta que la proporción entre construcción asiento del gobierno artiguista era |
1
el largo y ancho de las banderas se da corrien- un sólido edificio con solamente dos plantas en «
temente en una relación de tres a dos, respee- su parte principal, cuya altura no sobrepasaba
tivamente, nos hemos dado a la tarea de efec- los diez metros. Proporcionar un mástil para
,tuar calculo de probabilidades sobre las medi-
adecuarlo a. las medidas que resultan de nues-

das que pudo haber tenido la primera bande -n I
l
grande de Artigas que flameó en el Fuerte ante tros cálculos, suponen por lo menos otros diez 1

el naciente sol del 26 de marzo de 1815. metros de asta que le permitieran tremolar el l

paño simbolo de los Pueblos Libres.


Tomando por base las medidas de la tela
empleada para la bandera chica del documento Lamentablemente la copiosa documentación
con largo de tres varas para cada color -y sin que acompaña el exhaustivo estudio que sobre

¿m,
E olvidar como aclaración imprescindible que en-
tonces la bandera artiguista si bien tricolor,
las banderas de Artigas realizara el historiador
Agustin Beraza en 1950, maguer su meticulosi-
celeste, encarnado y blanco, NO TENIA FRAN- dad y detallismo de sus fuentes, nada nos dice
JA DIAGONAL, sino tres horizontales-, para sobre las medidas de las banderas, ni la del
un largo de TRES VARAS requirió un propor- mástil que la lució aquel lejano domingo de
cional en el ancho de DOS VARAS. Quiere de- Pascua de 181-5, cuando por sobre el fragor de
cir -olvidandonos igualmente del sistema de- las salvas y el repicar de campanas, tremoló
cimal tan arraigado en nuestros calculos- que soberana para decirle a los tiranos: “CON LI-
;s el “duray" tendria aproximadamente unas siete BERTAD, NI OFENDO, NI TEMO".
ví décimas de anchura.
RAMÓN Rrcaano PAMPIN
4

Teniendo en cuenta que las varas del país


-medida usual en aquellos tiempos- tenian
un equivalente en medidas del sistema métrico 4
[1] Proyecto del Dr. Pedro José Aqrelo sancionado por
de 0,859, la medida de la bandera chica era. de la Asamblea Gral. Constituyente de abril de 1813.

96

4
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1
I

Vida y Trabajo
en el
Vìeìo Uruguay
LOS OOLONOS SUIZ-OS

La “Guerra Grande” dejó un pais en ruinas. La necesidad de


reconstruirlo estimuló múltiples iniciativas tendientes a promover su
desarrollo social y económico. Entre ellas, el fomento de la coloni-
zación.
1
Es asi que en los primeros años de la década del sesenta un
grupo de colonos suizos afincó en el departamento de Colonia.
Estos inmigrantes buscaron celosamente mantener su identidad,
como lo test-ímonian algunas de las cláusulas del reglamento por el
que se rigieron: fundación de una sociedad de tiro para conservar
las costumbres suizas, sometimiento de las desavenencias a la deci-
sión de un árbitro elegido por la comunidad, exclusión de los colonos
que participaran en los movimientos politicos de los “nativos” que
lesionaran la tranquilidad Ig el progreso de la colonia, etc.
Las cartas que enviaron a parientes y amigos en Europa fueron
contradictorias.
Sin embargo, independientemente de las visiones optimistas o
pesimistas que reflejan, brindan abundante material sobre las con-
diciones de vida g trabajo en este rincón del nuevo mundo.
El fragmento que se transcribe a continuación ha sido tomado
del interesante libro de Juan Carlos Wirth, “GÉNESIS DE LA COLONIA
AGRIGOLA Smzs-NUEVA HELVEGIA”, Montevideo, MEC, 1980.
RAÚL JA003
1
A
Informe de un wlønø ørlundø de Awømll »bw "dictorÍa. que' el informe auténtico que hace un
1
la C o lo n_ la Sul za "N uova Hal ve ola" . 11 do octubre "año partió de aqui a Nueva Helvecia, no ca-
d 1863, blload I “A ll Zol " de
|.|°,,|,,u, fl¦,,_ 29:, 1111' y ;¡Ã'f°¢":° 1: 13% ¿. “rece de interés. La carta está dirigida 9. sus
diciembre do 1863. Original un alemán. “parientes en la vieja. patria y una mano amiga
“nos 1a. alcanzó. Tomamos algunos párrafos lo
"Informe de un "Apenzelxer" de la colonia “más textualmente Iwsibler
"Suiza" Nueva Helveeia., Montevideo, en el Es- "Primeramente les hacemos saber que, gra.-
“tado Uruguay, en Sud-América, del 11 de “cias a Dios, gozamos de lo más exquisito que
“Octubre de 1863 “el todo bondadoso puede proporcionar al hom-
"neoiememente sam colonia, e la que emigra- "bre, salud Y vida satis!echa.'v-unque estemos
"ron muchos ciudadanos de Appenzell ha sido "`bB›.10 1111 WG110 (10 DBIIB» entre 0113-¿T0 Dfifeåes
“juzgada por los diarios en forma tan contra- "de barro y piso de tierra. Algunos postes cla-

97
'hi
1
1.*

l1

1,mi Vida y trabajo en el viejo Uruguay: los colonos suizos

É, “vados en el suelo con tablas encima constitu- "fin, el dia de San Esteban -26 de diciembre
“yen la mesa y los bancos, los cajones q_%1e “alcanzamos la meta y encontramos muchos co-
“trajimos son nuestros roperos y cómodas, a a- “nocidos. Me contrataron en la Dirección y la
fr_ . “dos de juncos nuestros lechos, pero nos alcanza “señora se ocupa del lavado, asi que los dos
"perfectamente, porque así se vive en toda la “enseguida ganamos bien. Ahora compramos un
“comarca. Nuestras sencillas chozas nos prote- “pedazo_de tierra, solo 5 Juchharten -dos cua-
"dras y media- por Fr. 200, porque está bien
í
li lil
“gen bien del calor y del frio en este clima
“suave “próxima a la Dirección o sea en la Aldea.
“Ahora estamos en la siembra, después nos
“En segundo lugar les contamos .cómo nos
"fué desde nuestra partida. Lo Íírincipal de “construlremós una pequeña. casita. -Conti-
.L
¿Il “nuestra feliz travesía ya lo conocen Ustedes. “nuará-
"Todavia debemos contarles el arribo a ,Mon- “1863 Appenzeller Zeitung N° 297 13 Diciembre
,Il “tevldeo, el huracán en el Rio de la Plata y 'el “1863
åã l “viaje por el Rosario. El 16 de Diciembre del {
If "año pasado (1862) el ventarrón y la tormenta
“Cuartoz descrlbiremos la comarca. en que vi-
“vimos. El campo es muy bueno y ondulado. El
'pronto nos introdujeron en el puerto de Monte- “agua de los pozos que se cavan en cualquier
“video. Qué alegria para el cansado peregrino "parte, también es buena. Se encuentra piedra

¦,
n
M
l1 “que durante semanas y meses sólo vió cielo y
"agua, cuando de repente ve la costa y una lin-
“da ciudad, alumbrada p'or el sol poniente y un
"maravilloso 'arco iris por encima. Son indes-
"más que suficiente para edificar, pero su ex-
"tracción cuesta mucho. Madera para construc-
“ción no hay, se trae de Norteamérica. Una ta-
“bla. de 16 pies de largo, 1 pie de ancho y 1
“criptibles los sentimientos que tal cuadro des- “pulgada de 'espesor cuesta de 7 a 8 francos.
"pertó. “Para techar se usa paja o junco. Leña hay
“El 18 desembarcamos en Montevideo que es "suficiente, aquí se necesita muy poca. Los pro-
''I
“grande y linda. Cuenta con 60.00-0 habitantes. “ductos que aqui se cultivan: trigo, cebada,
"maiz, tabaco, papas, rabanos, zanahorias, repo-
"Edificios, trajes, certifican gran riqueza. La "llo, arvajas, chauchas y otras legumbres más.
“Catedral es una de las más bellas del mundo. “También se trata de aclimatar la viña, hasta
"Ella, como sus dos torres, están totalmente "ahora todo el vino es importado y resulta muy
“construidas en mármol y su interior es tan 'caro, además de ser muy malo. Los frutales
“maravilloso que dificilmente pueda verse algo “crecen muy rápidamente, asi que esperamos
“más hermoso. Después de dos días volvimos “también fruta, hay durazneros silvestres.
i “a embarcar, porque es más barato viajar via “La hacienda es barata y de buena raza. Una
“Rio de la Plata que por diligencia. El sábado “vaca lechera mansa cuesta Fr. 70-90, 1 yunta
"20 salimos del puerto, pero el asunto no an- “de buenos bueyes Fr. 150-200. La leche, sin em-
“duvo bien. Durante la noche un terrible hura- “bargo es muy cara, una “medida” cuesta
“cán trató a nuestro barco como a una cáscara "Fr. 040-070, pero es mucho mejor que la nues-
“de nuez. No se pudo pensar en dormir, las olas "tra.. Los caballos cuestan de Fr. 50 a 100. Los
"como truenos arrojaban torrentes de agua con- “mejores caballos señoriales de andar Fr. 200.
"tra el buque. Las órdenes del capitán, el albo- "Galllnas adquirimos a Fr. 1.65. Los huevos
“roto de los marineros y el lamento de los “Fr. 0.05 y 0.10 cada uno.
“asustados pasajeros hicieron asi larga la no- “Animales salvajes y venencsos no hay, fue-
“che. A las tres de la mañana estábamos de “ra de algunas pequeñas, viboras y alacranes.
ïl “regreso en el puerto. “Para el cazador hay venados y jabalies, los
En Noche Buena dejamos por segunda vez 'pájaros pululan, hay quizás 100 veces más que
"el puerto y el día de Navidad entramos en las “en Suiza.
“aguas del Rosario. Como criaturas nos alegra- "Los avestruces se aproximan a nuestras cho-
“mos por el regalo de Navidad, cuando en am- zas; en primavera se encuentran grandes hue-
“bas márgenes divisamos un monte de los más “vos que comemos con gusto. La libra de café
“hermosos árboles en flor que admiramos como "cuesta Fr. 1.30. Azúcar la libra Fr. 0.70.-Ja-
"si fueran inmensos rosales (indudablemente “bón Fr. 0.40.- Velas Fr. 0.60.-La grasa de
"eran ceibos). El perfume de la selva y el canto “potro se usa como petróleo y es sumamente
l
1 “de los muchos pájaros harán imborrable esta “bara.ta. Zapatos y objetos de cuero cuestan
“fiesta de Navidad. Esperábamos llegar ese dia “aqui tres veces más que allá; productos de
"a la Colonia, pero cuando ya estábamos sobre "hierro, no los encuentro más caros."
"el puerto, vino una tormenta y tuvimos que "1863 Appenzeller Zeitung N° 304 22 Diciem-
"pernoctar, una noche más, en el barco. Por “bre 1863

98
Vida y trabajo ,en el viejo Uruguay: los colonos suizos

"El clima es muy suave. El verano bastante “Sexto: Damos a los emigrantes los consejos
"cálido, pero como siempre hay una brisa fres- “sigulentesz 1° Que en lo posible traigan con-*
'ca se aguanta bien. Al mediodia se interrum- “sigoz fruta seca, cereza y ciruelas, manteca
'pe el trabajo por un rato (primera referencia "derretida, queso, harina, y buena caña; el
'ba La siesta). El anochecer siempre es sereno, "enfermo de mareo apetece tales cosas y en el
'sin viento y muy agradable al aire libre. En “barco no se consiguen. Esto y la ropa hay que
'el invierno no hay nieve la hacienda siempre "tenerla sobre cubierta 0 en el camarote. Los
"puede pastar afuera y no hay necesidad de "cajones de los pasajeros van por regla a. la
“hacer heno. Por la noche llega a helar, de día, “bodega y son difíciles de alcanzar. 2° Que no
“calienta otra vez bastante el sol. “se preocupen de los cuentos y chismes que les
"En la Colonia se habla aleman y francés, en “endilgan a bordo, sino que prosigan sin temer
“todo el resto del pais español. Los nativos, en “hacia la meta. También en Montevideo hay
"general, son medio blancos, de vez en cuando "gente que trata de disuadir a. los emigrantes
"se ve también algún negro. En la Colonia vi- “de proseguir a la Colonia. Por fin debemos co-
“ven actualmente 800 personas, de las cuales “municarles que también en nuestro país -Uru-
“unas 80 son de Appenzell, Ausser-Rhoden. “guay- han estallado perturbaciones que, gra-
"Quintoz Deseamos que Uds., todos los que “cias a Dios, hasta ahora no nos han alcanzado
"lean esta carta, no pretendan retener a la gen- "y que esperamos pronto se silencien.
“te de la zona. que quisiera emigrar. El salario "Un año ha transcurrido desde nuestra parti-
“es aquí muy bueno, un peón gana mensualmen-
"te Fr. ›5¦0 a 6-0 y la tierra es tan barata -Fr. 25 "da y pasó como un sueño. También esperamos
“la media cuadra- que un hombre pobrisimo "buenas noticias de Ustedes y deseamos a toda
"en pocos años puede proporclonarse su buen "nuestra patria felicidad y a Vds. bienestar
“hogar propio, pagado. Todavia faltan muchas "temporal y eterno. Los saludamos desde la
"cosas, por lo que el colono a veces se las tiene lejanía."
“que aguantar. Así por' ejemplo, caballos y bue-
"yes hay de sobra, pero demasiado pocos carros Originales en alemán.
“e implementos agricolas. Así todavia se ven (JUAN CARLOS WIRTH, Génesis de la Oo-
“carros cuyas ruedas son los segmentos de grue-
"sos troncos, y-la mayoria de los colonos se- ionia Agricola Suiza-Nueva Helvecia,
“ría feliz de poseer un carro asi. A pesar de es- MOIIÍGVÍGGO. MÍDISWTÍO de Edil@-ción Y
"tas falencias, los colonos se encuentran bien. Cultura, 1980).

"Psicológicamente, uno de los titulos mayores a la consideración pública que


tune el °-`¡é1'°Í¢° 119-¢ï°na1 en l1l1€Btl'0 DB-IS. es el de que lleva ya algunos años cum-
pliendo su alto y honroso deber, sin alterar el justo equilibrio con las fuerzas civiles,
y acaso uno de los casos más inter santos y originales que tiene nuestro pais, es
(1110 S11 9J6I'0it0 desempeña su labor ìlaveiar por los supremos intereses nacionales,
sig ,izåterferir :lamas con la acción civil, y ello se debe, en gran parte, a que 19, pre;-1-
ï ri É lâuestros gobernantes, y no hagq distlngos, ha cuidado no romper el ajuste de
9' ° 11 3- 31119- 0011 01 0ié1'<¦1¢0. procurando que este¡po pueda dominar completamente,
porque la. fuerza es siempre .mala consejera y por más probidad que tenga la direc-
ción, el exceso de poder se descarga generalmente contra la soberanía desarmada..
Romperiamos el equilibrio sano y edlficante que hay en nuestro pais si empezara.-
mos a multiplicar nuestro ejército. . _".

Eduardo Victor Haedo, 21 de n i b d 1940, D


en el Senado de la República. ëv em re B “curso pronunciado
ägläâådådcštâl. l]ilšx;c;."El Partido Nacional y la politica exterior del Uruguay",

99
äf â '**¬-ã f [cams ne nlmans I-â

Los rmucimos
“De -nada hubieran servido nuestros trabajos si con ser marcados con la
energias; la co'n.sta1wid`no ~tu'viesen por guia los principios irwiolables del
sistema .
-›-.»_.-~¬.-n«-›¬.«_- a -»
En el Congreso de Abril del año XIII ARTIGAS nos legó la herencia
inapreciable de los postulados, eje y base de sustentación de su ideario, y
el obligante ejemplo de la constancia y tenacidad con que los defendió.
Ambas cosas: principios e intransigencia en preservarlos fueron insepa-
rables, complementarias en todo proceso de su lucha.
Muchos compatriotas, -que lo admiran y reconocen en ARTIGAS
al principal propulsor de la insurgencia independentista oriental, al jefe
indiscutido de hombres libres, al hombre que, al sostener los principios
fundamentales de lo que él denominaba “el sistema americano": Federa-
ción de pueblos libres, soberanía popular, libertad republicana, justicia
social y civilismo, concitó la adhesión de todos los pueblos interiores del
antiguo Virreinato-, le reprochan aquella intransigencia con que enfrentó
la coerción de la fuerza, las amenazas e incluso los más halagüeños ofre-
cimientos, que todo eso se utilizó en permanentes intentos por hacerlo
desistir de algunas de sus proposiciones fundamentales. Quienes así pien-
san, atribuyen la derrota circunstancial de su proyecto ideal, a la tena-
cidad de su empeño en sostenerlo en lo esencial, sin concesiones de opor-
tunidad, aún en los momentos más dramáticos de la lucha.
ARTIGAS fue inflexible, terco, pugnaz, extremó su obstinación; por
eso se vieron frustrados sus planes; dicen y se equivocan.
La primera cuestión a considerar radica en saber si las esencias que
así defendió eran valederas y justas, y como en realidad lo eran, y eso
no se niega, al haber asumido con dignidad su papel de jefe de sus compai-
sanos procedió como debía proceder.
Por otra parte, su proyecto de Patria Grande, de gobierno basado en
el respeto reverencial a la soberanía popular, de república civilista y so-
cialmente justa, no fracasó, simplemente quedó postergado; ha de ser
realidad en tiempo oportuno. En efecto si la empresa artiguista no resultó
posible ello no puede atribuirse a una única causa, menos a la que se
señala. Para decirlo con una sola frase: no era aquél el momento propicio
para hacer realidad su plausible propuesta; eran muchos y muy pode-
rosos los intereses que a ella se _opon/¿an (los de los poderosos de los
grandes puertos: Buenos Aires y Montevideo, los de la potencia luso-
brasilera y los del imperio de turno).
- Citas de Artigas
Í * =-l me -~ % ¦

En realidad, la intransigencia de ARTIGAS en materia de principios,


ni fue un error ni un defecto del gran Viejo de la Libertad: ARTIGAS
no fue, no quiso ser un dirigente pragmática; fue un apóstol, el abande-
rado de un ideal. Precisamente, el sacrificio personal que le acarreó su
decisión de no cejar, de no consentir en aquello que resultaba contrario a
lo que él consideraba definitorio de su pensamiento, de su idea de la
patria grande que quería construir, constituyó su mayor victoria: la per-
petuación de su imagen de leal conductor de pueblos; la inmortalidad de
su ejemplo, la validez de su mensaje.

“Sostener los hombres el primer voto nizante, juramos continuar la lucha has-
de sus corazones es lo que da dignidad ta que los sucesos de ella consoliden en
a sus obras. . . Esta Banda Oriental nuestro suelo una libertad rubricada con
enarbola a mis órdenes el estandarte la sangre de nuestros conciudadanos.”
conservador de la Libertad; síganme
cuantos gusten bajo la suposición que AI Cabildo de Buenos Aires, agosto 27 de 1812
jamás cederé. . .”.
A Bartolomé Hidalgø, nøvícfll-bre 19 de 1811 “Los orientales, muy lejos de arre-
drarse en el seno de los males de hoy,
“Pero los hombres grandes, los seres hacen el alarde más prodigiosa de cons-
que obran por carácter, por diversas, tancia y en odio a toda clase de tiranía,
por contrarias que sean las situaciones, ofrecen a su dignidad el objeto más
siempre miran como accidental todo lo propio, prosternando sus vidas antes de
que no es su primer sentimiento; cono- ofender el carácter sagrado que vistie-
*een una vez sus deberes y arreglando ron. . .”.
a ellos todos sus pensamientos, llevarlos A la Junta Gubernativa del Paraguay,
a debido efecto es el todo de sus cuida- setiembre 21 de 1812
« dos. . . Tal es la obligación que nos im-
pone ahora la Patria."
“Felices de nosotros que hemos sabi-
Al Sup. Gob. Provisional de las Provincias do conservar el ardor primero de la Re-
Unidas del Rio de la Plata, enero 19-1812 volución, aquel ardor, aquel fuego pre-
cioso que nos presenta, en medio de
“Nada habrá nada capaz de hacerme estas oscilaciones, con toda la aptitud
variar; las peores circunstancias, el bastante a destruir el imperio de las
mundo entero empeñado en cambiarme pasiones."
para que los Orientales abandonen el A la Junta Gubernativa del Paraguay,
trono de la Libertad, no son capaces de febrero 8 de 1813
separarlos de su primer sentimiento. El
honor, la justicia: todo nos grita que
nacimos libres, aquí sabremos serlo.” “Un lance funesto podrá arrancarme
A Elias Galván, enero 28 de 1812
la vida, pero no envilecerme. El honor
ha formado siempre mi carácter; él re-
glará mis pasos.” .
“Nosotros. . . lejos de entrar en un
pacto con la tiranía, que miramos ago- A Manuel de Sarratea, febrero 11 de 1813 L

101

1- .
Citan de Artigas
== . J É , É

“Nuestra historia es la de los héroes. seguridad (de las personas) son nues- .
El carácter constante y sostenido que tros votos;"
habéis ostentado en los difíciles lances A la Junta Gubernativa del Paraguay
que ocurrieron, anunció al mundo la abril 17 de 1813
época de nuestra grandeza.” 1
Al Congreso de Abril del Año XIII “No habrá jamás un solo motivo que
me separe de la dignidad y decoro con
u °
Yo opmare ' °
siempre Y
que sin `
alterar que deben tratarse los derechos de este
pueblo, desolado por garantir su siste-
las pretensiones pendientes no debe os- ma.” '
tentarse el reconocimiento y jura que se
A la Junta G-uber-nativa del Paraguay,
exigen. Ellas son consiguientes al siste-
junio 30 de 1818
ma que defendemos y cuando el pueblo
las propuso no hizo más que decir:
Quiero ser libre." “Nunca el pueblo puede hacer inten-
ciones de decidir que no se hiciera caso
1- Al Congreso de Abril del Año XIII de sus obras. . . Yo voy a escribir a los
pueblos y entonces veré si su voluntad
h

' 1
fi “. . .todo es menos temible que un pa- es la misma que se ostenta (por sus di-
1,. putados) en el Congreso.
.Á so de degradación; debe impedirse hasta
..¿
ã que aparezca su sombra. . . Al principio
.:-
todo es remediable.” Yo os hago responsable delante de los
mismos pueblos de la continuación del
Al Congreso de Abril del Año XIII abuso que hacéis de su confianza.
Yo os reitero la más formal protesta
“De nada hubieran servido nuestros denulidad de cuanto actúen."
li, trabajos sí, con ser marcados con la A los representantes orientales del Congreso de
ll@
ll; energía y constancia, no tuviesen por Capilla Maciel, diciembre 10 de 1813
-F.
m guia los principios inviolables del sis-
tema.” “Inflámese de nuevo el primer entu-
Al Congreso de Abril del Año XIII siasmo. . . Bullan todas aquellas virtu-
des sublimes y que renazca en los ciu- -še-A¿_
ii- “De todos modos la energía es necesa- dadanos la energía que en todas partes
l
¡II
H¦ ria. No hay un sólo golpe de energía ha acompañado el grito santo de Liber-
v.
^| el que no sea marcado con el laurel. ¿Qué tad.”
glorias no habéis adquirido ostentando Al Cabildo de Corrientes, marzo 29 de 1814
i
esta virtud ?".
la
“Mi desinterés parece que me salva
Al Congreso de Abril del Año XIII
de todo reproche y mi constancia en
medio de las persecuciones más crueles
“Yo continuaré siempre en mis fati- debía haber inspirado unos sentimientos
gas por la Libertad y grandeza de este más benéficos. . . A mí me queda siem-
pueblo. La energía cuidará sus pasos pre la gloria de que el mundo entero se
ulteriores hasta su consolidación, y en halle con esa prueba grande de mi cons-
medio de los mayores .apuros no me tancia.” A4n
prostituiré jamás. Libertad, igualdad y A Gervasio Posadas, abril 22 de 1814

if 102
1
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1

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Citas de Artigas
-= li' l HÍP' 11,, A_¿__..'

“Yo no soy vendible, ni quiero más “Se nos presenta un enemigo a quien
premio por mi empeño, que ver libre mi no hemos de convencer con palabras. . .
nación.” Por lo mismo su empeño es obstinado
Al virrey Pezuela, junio 28 de 1814 contra los intereses del sistema de Li-
bertad. . .”.
e “Es preciso mantener el decoro debi- Al Cabildo de Corrientes, julio 16 de 1816
do a su representación y a nuestras
If
ventajas... y que en ningún caso de- “Hemos de ser superiores a los con-
bemos sucumbir con ignominia. trastes y nuestra grandeza dejará qué
Me asiste esa satisfacción y a Ud. no admirar a la posteridad.”
le quede la menor duda que somos bas-
A Miguel Barreiro, diciembre 19 de 1816
tantes para ostentar nuestra delicadeza
y en medio de las complicaciones, con-
servar la dignidad.” “Es propio de los libres preferir siem-
pre la gloria a la ignominia. Y V.E. de-
A Miguel Barreiro, noviembre 28 de 1814
be estar seguro que un carácter sosteni-
do no cederá fácilmente a la bajeza por
“La resolución es cualidad de las al- más que se conjure la complicación de
mas grandes y la justicia quien las di- los momentos.
rige al mejor fin. Seamos inflexibles Todo debe esperarse de la energía de
con este deber y seremos felices.” los orientales y de su denuedo por el
Al Gobernador de Corrientes José da Silva, sostén de la Libertad."
julio 2 de 1815 Al Cabildo de Montevideo, diciembre 19 de 1816

“Seamos inflexibles en mantener la “V. E. es responsable ante la patria


dignidad que hace todo el honor de los de su inacción y perfidia contra los in-
orientales, y ese sólo rasgo de su patrio- tereses generales. Algún día se levanta-
tismo hará a la Provincia feliz.” rá ese tribunal severo de la nación, y
Al Cabildo de San José, setiembre de 1818 administrará justicia equitativa y recta
para todos. Invito a V.E. a combatir a
los enemigos con decisión y energía y
“Viva seguro ese vecindario. . . sos- ostentar las virtudes. . . que hacen glo-
tener lo inviolable de sus derechos y'la rioso el nombre americano."
libertad de los pueblos, es el objeto de
mis afanes.” Al Director Pueyrredón, noviembre 18 de 1817

Al Corregidor y Cabildo del pueblo de Santa 33


Lucia, agosto 3 de 1815
“Pero sea V.S.un neutral, o un indi-
Y ferente o un enemigo, tema con justicia
el enojo de los pueblos, que sacrificados
“Seamos libres y seremos felices. Así por el amor a la Libertad, nada les
exhórtelos usted continuamente a los acobarda, nada tanto como perderla. . .
0 paisanos, para que no se dejen engañar La grandeza de los orientales es compa-
y propendan a sostener el triunfo de la rable a su abnegación en la desgracia; l
Libertad.” ellos saben acometer y desafiar los pe-
Al Comandante de las Misiones, Andresito ligros y dominarlos; resisten la imposi-
Guacurari, agosto 27 de 1815 ción de sus opresores, y yo al frente de

103

Á; l.
I
Citas de Artigas "_ nÚ
1 ¡ ò
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a-=-› ~ _ __

l -
ellos marcharé donde primero se pre_ “Es preciso que Ud. prevea las con-
sente un peligro.” _, secuencias y sin rebaƒar la dignidad de
Al Director Pueyrredón, noviembre 18 de 1817 su representación, trate. de igual a igual
(a los gobernantes porteños) .”
1 u '
Es preciso suponer a Uds. extran- Al Cabildo de Montevideo, noviembre J; de 1818
jeros en la historia de nuestros sucesos,
o creerlos menos interesados en conser- “Para mí nada es tan satisfactorio
var lo sagrado de nuestros derechos, como que el pueblo de Santa Fe descan-
-~.4-_,-. _›-«_¬¢«-w
B!!ai.\.-_.
para suscribirse a unos pactos que en- se sobre las esperanzas de una paz oc-
vilecen el mérito de nuestra justicia,y taviana; pero esa paz es sin 'duda ina-
-.«1.- .
cubren de ignoniinia la sangre de sus sequible, cuando quedan sin fijeza los
defensores. No confundamos la sinceri- resortes que deben afianzarla.”
dad de las intenciones con el error en Al Cabildo de Santa Fe, mayo 18 de 181.9
los cálculos. .. Ella debió tenerse muy
presente en estas gestiones para no “Mis compaysanos siempre han sido
mancillar mi delicadeza. El jefe de los muy dignos y no sé ahora porque han
orientales ha manifestado en todos los rebajado su carácter, especialmente
tiempos que ama demasiado su patria, cuando los negocios parecen presentar
para sacrificar este rico patrimonio de un aspecto más favorable a sellar nues-
los orientales al bajo precio de la ne- tros trabajos con la felicidad de ver li-
cesidad.” bre a la patria de tiranos. Ese es mi
A los comisionados Juan José Durán y Juan empeño.
Fco. Giró, diciembre 26 de 1817 A Felipe Duarte, enero 10 de 1819

, ¬
j
.Í “Callar, cuando se ultraja la verdad, no arrojar un grito de colérica
indignación cuando se oprime tiránicamente o trata de engañar miserable-
1
ii.i
mente a los pueblos, es hacerse reo de traición ante la patria. . .”.
(E1 Precui-sor, 1878)
a
»
l
\ Q
1 ,
“No dudamos que los pueblos vacilan y temen cuando ven un Congre-
so que discute rodeado de bayonetas. Pueblos que temen no están lejos de 4

ser pueblos esclavos".


( El Precursor, 1 8 7 8) Ã

“Y nuestra Patria, nuestra querida e infortunada Patria? Oh! enca-


1* 2' denada y convulsa, cual nuevo Prometeo, a los pies de los tiranuelos sin
corazón que se han sucedido por la fuerza del sable, . . .pisoteadas sus le-
yes, sin garantías, sin libertad para escribir ni pensar".
1], _
l I \
1, al Juan Benigno Vela, abogado, periodista
y poeta ecuatoriano, 1878


ll¡« 1 104
1

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m ;__
| Ersnnlsnlnssl E-

en Cuba por la revolución ln- a la ocupación estadouniden-


dependentista) que se resol- se. Responsable directo dal
vió en pocos meses en favor crimen: Anastasio Somoza
de los EE.UU. Consecuencia: Garcia, Jefe de la Guardia
Filipinas y Cuba quedaron Nacional; responsable mo-
por años bajo ocupación mi- ral: la administración de
litar y económica y Puerto Franklin Delano Roosevelt
DE LA NACION Rico y Samoa en condición que protegió al fratriclda y
IBEROAMERICANA de colonia que aún se man- sostuvo su posterior dictadu-
tiene. ra que se transformarla en
FEBRERO 21 de febrero de 1747. Ecua- hereditaria hasta su final:
dor. - Nace Eugenio de San- el 19 de julio de 1979.
3 de felirerg de 1949. Méxi-
co. - Los EE.UU., “vencedo-
res” en su guerra de conquis-
ta, fuerzan al gobierno mexi-
cano a aprobar el “Tratado”
Guadalupe-Hidalgo, por el
que la potencia angloameri-
cana agrega. a su territorio
los estados de Texas, Alta
California, Nuevo México y
Arizona.
16 de febrero de 1908. Cuba.
-_ En aplicación de la En-
mienda Platt (HOY .ES HIS-
TORIA, N0 4) los EE.UU.
obligan a Cuba a darle en
"arrendamiento" parte de la
Bahia de Guantánamo que
persiste en retener pese a
las reiteradas reclamaciones
del Gobierno de la patria
hermana.
15 de febrero de 1898. Cuba.
- En uno de sus acostumbra-
dos actos' de provocación los Mariano Moreno; el artiguismo asumió sus
militares norteamericanos principios. '
A
provocan el hundimiento, en
la bahía de La Habana, de ta Cruz Espejo, medico, 24 de ,febrero de 1895. Cuba.
su crucero Maine; acto del ƒrancmason, patriota inde- _- Jose Marti y varios com-
que se acusó a las autorida- pendentista de la primera pañeros desembarcan en la
des españolas. Agitada la hora, primero en postular lo playa de Las Coloradas, dis-
opinión pública estadouni- necesidad de la unidad de la puestos a integrarse a la lu-
dense, presionado por el gru- America hispana como paso cha independentista de su
po imperialista que encabe- previo para romper los lazos patria.
zaba el coronel Teodoro Roo- coloniales.
sevelt, el presidente Mackin- 2-5 de febrero de 1778. _ Nace
ley decidió declarar la guerra 21 de febrero de 1934. Nica- en Yapeyú, Misiones argen-
a España. Guerra desigual ragua. - Muere asesinado tinas, don José de San Mar-
(porque ya el muy débil po- Augusto C. Sandino, héroe tín, héroe de la. Primera In-
der hispano estaba socavado de la resistencia (1926-1933) dependencia.

105

el
nu
"fr
_ . _¬r

Efemérides

27 de ƒebrero de 1914. Méxi- 14 de marzo de 1877. - Mue- Juárez, debió enfrentar la


co. _- Una escuadra norte- re en su exilio británico don intervención francesa que
americana bombardeo el Juan Manuel de Rosas; el culminó con el fugaz impe-
|
I puerto de Vera Cruz. El se- gobernante argentino que, rio de Maximiliano (1863).
ñor Franklin Delano Roose- desde el asesinato de Ma- Juarez fue reelectc en 1867
|
velt, subsecretario de Marina nuel Dorrego por los unita- oportunidad en que inició
de la administración Wilson, rios porteiìos (1828) habia una verdadera revolución le-
proclamó sin pudor: “Es un manejado con mano dura y gal de contenido liberal, ci-
buen método norteamericano métodos directos los asuntos vilista Y de Justicia social.
_ para llevar las cosas adelan- de su -patria entrentada, co-
Sus compatriotas designan a 1
te”. mo nuestra República enton-
4
ces, a la intervención franco- este eminente hombre públi-
inglesa. co como Beneniérito de las
1
i MARZO Américas.

s
\
4 de marzo de 1811. _ En
"extrañas circunstancias"
Lå muere don Mariano Moreno
a bordo de un buque britá-
nico que lo trasladaba 9
Londres. El ex secretario de
la Primera Junta Patrióti-
E. ca, el ímpetuoso periodista,
el revolucionario jacobino, el
gran americanista y civilis-
ta de Mayo pronto encontra-
ria quien, tan justamente
intransigente como él en ma.-
teria de principios, tomara y
[ I
llevara adelante sus bande-
ras de unidad, libertad y
\
justicia: don José ARTIGAS
ya estaba en esos dias mar-
Ii chando para ponerse al
.I
frente de los patriotas de los
territorios interiores del an-
Ef tiguo virreinato.
18 de marzo de 197.9. - El
Primer Ministro de la recién
I;
independizada isla de Grana-
da, Maurice Bishop, procla- _. -_.
-+- ma la República socialista. José San Martin
l En octubre de 1988 un grupo
radical dirigido por Goard, 18 de marzo de 1938. Medi» 22 de marzo de 1948. Puerto
da un golpe de estado, ƒusila co. -_ Aprovechando la favo- Rico. - En la localidad de
a Bishop 1/ otros lideres ara- rable couuntura internacio- Ponce, mientras se celebraba _ _.-4-~±._
¢
nadinos dando pretexto a la nal el presidente Lazaro un acto del partido indepen-
| administración Reagan para Cárdenas nacionaliza el pe- dentista, ƒuerzas policiales
1 ocupar militarmente la isla tróleo, obra magna que don bajo dependencia de las au-
en salvaguardia de los inie- Plutarco Elias Calles no ha- toridades n ort eam ericanas 1,
reses 1/ personas norteame- \
bia podido concretar, pese a de ocupación, desataron una
ricanas 1/, por supuesto, de sus esfuerzos, en 1926-27. cruenta represion que costó

É la “tranquilidad de la zona"
1; la “seguridad” de la na-
cion hegemónica. Aún per-
21 de marzo de 1806. Méxi-
co. - Nace en Gualatao, Es-
tado de Oaxaca, don Benito
muchas -vidas borinqueñas.
Los patriotas portorriqueños
recuerdan este episodio con
em-
li, manecen alli los “vencedo-
res”.
Garcia Juárez. Siendo presi-
dente de su patria. el indio
el nombre de "Masacre de
Ponce".
›\ _. _. _4

5 106
-:if-,
iz;

LL-l
1-

1-
1-
1-
Efemérides

31 de marzo de 1964. - Un oriental elegido por Sarra- de las tropas de ocupación 1/


golpe militar derriba en Bra- tea, luego confirmado por el beneficiario de una extensa
sil al presidente constitucio- Congreso de abril; rechaza- porción de tierra ubicada en
nal Goulart instaurando una dos los representantes arti- el Cerrito de la Victoria,
dictadura castrense de la guistas por los porteños La- donde edificó la casa-habita-
que recién está por salir el rrañaga aceptó de ellos la ción en que terminó su vida.
pueblo hermano. Vice Dirección de la Biblio-
teca Nacional de Buenos Ai- 9 de febrero de 1926. _. Lle-
res; volvió a Montevideo du- gan a Montevideo los avia-
NUESTRA PATRIA rante el corto lapso de pre- dores españoles Ramón
oïnuïfen-1no -f dominio patriótico aunque Franco, Rada y Ruiz de Alda
FEBRERO ' sus mejores relaciones fuc-
ron con el sector que resistia
que en '59 horas habian cru-
zado el Atlántico en el hi-
2 de febrero de 1811. - AR- la conducción de ARTIGAS. droavión Plus Ultra. Hablan
TIGAS abandona las filas Sobrevenida la ocupación mi- salido de Palos de Moguer,
una1-of-e n del ejército represor y, jun- litar lusitana representó al puerto desde donde Colón
1- to con el oficial Hortiguera cabildo aportuguesado en la habia emprendido su exitosa
O y el cura de Colonia Henri- Corte de Rio, fue integrante aventura en 1492.
quez Peña., se integra a la del grupo aulico del jefe mi-
lucha independentista. litar Lecor y acumuló en cl 19 de febrero de 1868. _- Fe-
cha trágica para la patria:
Venancio Flores murió ese
dia apuiialeado por un ase-
sino anonimo en plena calle;
por la tarde en acto de ven-
ganza, don Bernardo P. Be-
rro, jefe del partido opositor
al caudillo colorado, que ha-
bia sido detenido a conse-
cuencia de aquel hecho, fue
asesinado en la cárcel del
Cabildo.
19 de febrero de 1937. _. Fa-
llece en Buenos Aires nues-
tro eximio compatriota, el
escritor saltefio Horacio Qui-
roga.
29 de febrero de 1811. _ Pa-
triotas orientales, que desde
l hacia varios dias se habían
Honores fdnebres para el Gral. Flores. La Matriz estado concentrando en los
fue 'escenario de este extraño espectáculo, por horas montes de Asencio, avanza.-
los militares leales desfilaron frente al abierto ron sobre la villa de Merce-
erguido ataúd. (Biblioteca Nacional. Sec. Mdterialéä des ocupdndola luego de ob-
Especiales). tener la rendición de las
ú autoridades españolas. Fue
el inicio de la Revolución
6 de febrero de 1848. - Fa- popular artiguista: el GRI-
lapso cargos 11 honores que TO DE ASENOI0.
llece en Montevideo, (donde le fueron dispensados por su
habia nacido el 10 de marzo talento 1/ sus buenos servi-
de 1771) el sacerdote Dáma- cios: Cura Rector de la Ma- MARZO
so Antonio Larrañaga. Su triz, Juez Eclesiástico, Vica-
su-¢.¡-1
activa presencia en el pano- rio General, Director de la 8 de marzo de 1822. -- Los
rama polttico de la Patria Biblioteca (que ya no exis- EE.UU. reconocen la inde-
Vieja siempre estuvo cerca tia), Comisario de la Santa pendencia de las Provincias
del calor oficial. Diputado Cruzada, Gapelldn Castrense Unidas del Rio de la Plata.

un

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Efemérides
t

10 de marzo de 1888. _ Deja 21 de marzo de 1856. _ Nace derrota tuvo importantes re-
de existir en Montevideo don en Montevideo don José Bat- percusiones en el ámbito po-
Jose Benito Monterroso, ea» lle 1/ Ordóñez, combatiente lítico, contribuyendo a desti-
fraile franciscano, secreta- civilista, enfrentó al milita- brar el frente militarista ya
rio de ARTIGAS durante el rismo santista. con la pluma, jaqueado por la crisis econó-
_- _¬-,_. És?._ -¬_-
corto tiempo de su gobierno desde El Siglo y luego desde mica.
de Purificación; exilado lue- El Dia que el fundó. 11 con
go en Chile, regresó a la pa- las armas en la mano en 29 de marzo de 1914. _ AR-
tria en 1831;. Queria reivindi- Quebracho. Enƒrentó en este TIGAS se dirige al Cabildo
car la memoria del Padre siglo a los conservadores de de Corrientes alertándolo:
Fundador, traia para ello cs- su propio partido Colorado, “Es preciso que el pueblo
crito un trabajo que titulaba generando en su seno la co- puesto en _el pleno goce de
“Defensa del Libertador del rriente que lleva su nombre. sus derechos sea restablecido
Mediodia de America 11 sus Hasta 1929. el año de su en su dignidad 1/ grandezf
compañeros de armas". La muerte ƒue`ƒactor de trans- entrando en su ejercicio, y
policia de Luis Lamas lo en- formación y' avance politico es preciso (para ello) que se
carceló y secuestró sus pape- 1/ social. organice y se restablezcan
les, deportando al patriota a sus derechos”.
Marsella. Regresó durante la 27 de marzo de 1886. _ Ingre-
presidencia de Oribe. Había san al territorio oriental, 29 de marzo de 1815. _ AR-
nacido el 20 de junio de iniciando la breve campaña TIGAS se dirige al Cabildo
1780. revolucionaria que terminó montevìdeano: “Mis desve-
el 31 de ese mes, las fuerzas los no cesarán hasta ver ase-
19 de marzo de 1845. _ Nace antisantistas integradas en gurada la provincia contra
don Pedro José Varela, pe-
riodista y reformador de la su mayor parte por jóvenes los tiranos y afianzada la
Escuela oriental. Falleció. de todas las corrientes par- libertad. .. para que la pos-
cuando ya se le conocía por tidarias. En los Palmares de teridad venere en sus mayo-
José Pedro Varela, el 24 de Quebracho terminó la aven- res la investidura de los Li-
octubre de 1879. tura idealista que pese a su bres. . .”.

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En el- centro del poder brasileno hasta el 15 de marzo de 1985. En el cono


Sur sólo persiste aislado y agresivo, el militarismo chileno.

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