Dere Proce Constitucional
Dere Proce Constitucional
Dere Proce Constitucional
CONSTITUCIONAL
Este tema examinará la viabilidad jurídica del ejercicio de los Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (DESC) en Perú, centrándose en el Código Procesal Constitucional. Se
explorarán los fundamentos jurídicos y los desafíos en la legitimidad de estos derechos,
incluyendo las limitaciones estructurales y las barreras culturales. Se utilizarán estudios de
caso y comparaciones internacionales para analizar los desarrollos jurisprudenciales y las
herramientas procesales disponibles. Por último, las recomendaciones para mejorar la
protección de los DESC pondrán de relieve la necesidad de una reforma legal y las estrategias
para superar los retos identificados.
Abstract
This theme will examine the legal feasibility of the exercise of economic, social, and
cultural rights (ESCRs) in Peru, with a focus on the Constitutional Procedural Code. It will
explore the legal foundations and challenges in the legitimacy of these rights, including
structural limitations and cultural barriers. Case studies and international comparisons will
be used to analyze jurisprudential developments and available procedural tools. Finally,
recommendations for improving the protection of ESCRs will highlight the need for legal
reform and strategies to overcome the challenges identified.
INTRODUCCIÓN
La pregunta guía de este estudio es: ¿Cuáles son los obstáculos y desafíos que
enfrenta la justiciabilidad de los DESC en el Perú, y cómo pueden ser abordados desde la
perspectiva del Derecho Procesal Constitucional para una aplicación eficaz? Por lo tanto,
nuestro objetivo general es analizar y evaluar el marco jurídico nacional teniendo como base
los obstáculos para lograr la protección efectiva de estos derechos. Para ello, se ha propuesto
la siguiente hipótesis de investigación: El desarrollo y aplicación adecuada del Derecho
Procesal Constitucional pueden mejorar la protección efectiva de estos derechos.
Asimismo, Pinto señala que: “las obligaciones de los Estados con relación a los
derechos humanos son -respecto de todos ellos- las de respetarlos y garantizarlos, así como la
de adoptar las medidas necesarias a tales fines” (2012, p. 162). A su vez, que todas estas
obligaciones deben adecuarse a la naturaleza que presenten los derechos mencionados.
Pese a ello, para que los derechos mencionados puedan realizarse de manera efectiva
y plena, se deben de adoptar mandatos constitucionales, leyes y políticas públicas. Asimismo,
contar con mecanismos o vías eficientes para su ejecución, como recursos legales que exijan
que estos derechos sean justiciables.
Según Mejía nos dice que “el derecho atribuido a un sujeto genera un deber u
obligación a otro sujeto, la cual consiste en la satisfacción de la prestación o expectativa de
dicho derecho.” (2010, p.74). Por lo tanto, las normas otorgan derechos a un sujeto,
imponiendo así obligaciones a otro sujeto, es decir, obligándolo a observar ciertos
comportamientos formadores de derechos que están de acuerdo con las disposiciones de la
norma.
Sin embargo, en el caso del trabajo no basta con exigir, sino también contar con
mecanismos de protección adecuados. De esta forma, "Sólo se pueden reconocer como
derechos reales aquellos que son exigibles por autoridades judiciales o cuasijudiciales,
implicando que el infractor debe modificar su conducta y compensar al titular del derecho por
los perjuicios ocasionados por sus acciones. Las autoridades extrajudiciales o cuasi judiciales
deben actuar conforme a esto." (Mejía, 2010, p. 75)
En síntesis, como ha sido observado por Mejía Rivera, es necesario para la protección
de un derecho, advertir, en primer lugar, una norma primaria de atribución de un derecho
subjetivo y una norma secundaria que instituye mecanismos de protección frente a la posible
vulneración de la primera. El tipo de protección al que se hace mención es a la protección
jurisdiccional o cuasi-judicial, como sucede en el caso de la Corte IDH y la CIDH,
respectivamente.
Características
para que los individuos tengan la garantía de que podrán disfrutar de sus
las personas:
30).
- Son universales, lo cual da a entender que todas las personas, sin ninguna excepción,
tienen derecho a gozarlos. Asimismo, supone que se debe trabajar para eliminar los
obstáculos sean estas sociales, económicas, culturales, étnicas, de género o de
cualquier otro orden que no permitan el ejercicio de estos derechos en condiciones
dignas para todas las personas.
- Son indivisibles e interdependientes, esto debido a que solo es posible vivir de manera
digna y plena con la realización de todos los derechos, es así que se ratifica los
principios de indivisibilidad e interdependencia, que es fundamental en la concepción
de los derechos humanos. Solo cuando sea posible el reconocimiento integral de todos
los derechos, se podrá asegurar la existencia real de cada uno de ellos.
- No discriminatorios, esto hace referencia a que los DESC deben aplicarse a todas las
personas sobre la base de la no discriminación. Los derechos humanos pertenecen a
todas las personas y el ideal de aplicación debe tender progresivamente a la más
amplia cobertura. Los Estados deben definir políticas y destinar los recursos
necesarios y suficientes para garantizar que todas las personas tengan la misma
posibilidad de acceso a los servicios esenciales. Implica también lo que se llama
discriminación positiva, o sea, la obligación del Estado de establecer medidas
especiales a fin de favorecer a los sectores de la población que estén en situación de
especial marginación, vulnerabilidad o discriminación.
Hay algunos autores que catalogan a estos derechos como meras directrices
políticas destinadas al legislador y a los gobernantes a la hora de adoptar programas y
políticas públicas. Entendiendo que dependen de los fondos que el Estado pueda
destinar a satisfacer los mismos. En cambio, para otros más allá de la disposición
económica del Estado, los derechos económicos y sociales son inherentes a la persona
humana (derechos fundamentales) y deben ser consagrados como tales. Lo cierto es
que los derechos económicos y sociales provienen del reconocimiento de los derechos
de las personas, consignados en el derecho constitucional, así como en los tratados
internacionales. Los cuales, han evolucionado o se han ido acomodando a su
naturaleza real, orientados a los principios de universalidad, indivisibilidad,
integralidad e interdependencia. Tal como se fijaron en el génesis en la Proclamación
de Teherán de 1968 y decididamente impulsada en la Declaración de Viena 2
adoptada por la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de 1993.
Hace muchos años, los derechos de las personas no habían sido organizados ni
conforme a su naturaleza ni a su exigibilidad frente al Estado. De hecho, las personas
simplemente tenían conocimiento de que eran poseedoras de derechos inherentes a
ellas por el mero hecho de serlo. Y es que, como señalan Espinoza-Saldaña y Cruces:
“Todos los derechos humanos requieren del Estado acciones que aseguren su
La justiciabilidad amplía el acceso a la justicia para aquellos que, de otro modo, podrían
carecer de recursos para defender sus derechos. Permite que individuos y grupos
vulnerables accedan a un recurso efectivo ante posibles violaciones de los DESC.
La amenaza de litigios puede incentivar a los gobiernos y a las instituciones a cumplir con
sus obligaciones en materia de derechos humanos. La perspectiva de ser llevados a los
tribunales puede actuar como un catalizador para la mejora y fortalecimiento de políticas
y prácticas.
● Finalmente contiene un título completo sobre el orden económico con capítulos sobre
la actuación del Estado en la economía, sobre la regulación de la propiedad, etc.
Entre 1968 y 1980, ningún escenario favorable para mantener lo que había
propuesto a nivel del CES. Y además de recurrir a argumentos, que podríamos llamar
“clásicos” para cuestionar la plena vigencia y carácter fundamental de los DESC, tales
como: reconocimiento de una mayor libertad creativa para el legislativo; la necesidad de
una mayor disponibilidad de recursos; o finalmente la adopción de determinadas fórmulas
como la distinción entre normas operativas y normas programáticas utilizada por el
Tribunal Constitucional italiano o, como indica el Tribunal Constitucional español, el
reconocimiento de estos derechos como principios de los rectores que no admiten tutela
por amparo directo. Sin embargo, también surgieron otros factores. Uno de estos factores
fueron sin duda los efectos de la llamada “crisis del petróleo”; y luego los cambios
globales en la hegemonía política (el caso de la bipolaridad) y en la economía (Consenso
de Washington). Además, en el Perú tuvo enorme relevancia el fenómeno subversivo que
causó grandes daños a nuestro país en los años 80 y gran parte de los 90. Luego llegamos a
un escenario de concentración del poder público y liberalización económica; al mismo
tiempo, la liberalización va acompañada de un escenario que muchos consideran menos
protector socialmente. Fue en este contexto que se redactó la Carta de 1993.
Si analizamos las disposiciones sobre DESC en la Carta de 1993, podemos ver que allí, en
comparación con lo dispuesto en la Constitución de 1979, hay un desarrollo menos
detallado. El capítulo sobre "Derechos Sociales y Económicos" agrupa derechos que antes
se abordaban en capítulos separados, como educación, salud, seguridad social y trabajo.
Así Rubio (2013) nos recuerda lo importante que es tener presente que
en determinado momento, el actual artículo 3 fue retirado del debate constitucional
para ser finalmente incluido en la actual Constitución, lo que da una idea de la falta de
consenso sobre la necesidad o conveniencia de su presencia, cosa que en la actualidad
resulta sorprendente, pues hubiera implicado el quebrantamiento de la unidad que
existe entre todos los derechos fundamentales. Esta situación puede entenderse mejor
si se tiene en cuenta que la Constitución de 1993 posee un corte neoliberal que la aleja
del modelo de 1979. Muestra de ello es justamente el concepto de Estado social que se
incluía en el artículo 4 de la Constitución de 1979 y que fue suprimido en el artículo 3
de la Constitución de 1993.
Por último, Manrique destaca que resulta relevante examinar cómo el Tribunal
Constitucional peruano ha abordado de manera jurisprudencial el derecho a un medio
ambiente equilibrado. En la sentencia emitida en el Expediente N° 964-2002-AA/TC, el
tribunal tuvo la ocasión de deliberar sobre la afectación del derecho a un ambiente saludable
en relación con la instalación y puesta en marcha de equipos y antenas que, según el
recurrente, incidían en su bienestar (2023).
En este contexto Farfán, nos dice que el tribunal constitucional indicó que el derecho
a un medio ambiente saludable es de naturaleza subjetiva constitucional, prescindiendo de
elementos como la nacionalidad, ya que cada ser humano es titular de este derecho. No
obstante, esto no impide que este derecho también sea de carácter difuso, ya que es de interés
para todas las personas. Además, la legitimación en el marco jurídico peruano está abierta a
cualquier persona interesada, no necesariamente al individuo directamente afectado, lo que
permite incluso que entidades con personalidad jurídica cuyo propósito sea la protección
ambiental puedan iniciar acciones al respecto (2023).
y Culturales
consideraron que “los DESC eran derechos que por su propia naturaleza
resultaban complejos de articular con los DCP, por lo que plantearon la
propuesta de elaborar dos pactos, uno referido a los DCP, que además iría
(2010, p. 19)
4.2. Tratados y convenios ratificados por el Perú sobre derechos económicos, sociales y
culturales
3. Convención sobre los Derechos del Niño: Ratificada en 1990, esta convención protege los
derechos de los niños, incluyendo aspectos relacionados con la salud, la educación y el
bienestar.
llevar reclamaciones a los tribunales para que estos determinen las obligaciones
En palabras de Calderón:
palabras, los derechos pertinentes adquieren validez tangible al ser obligatorios para
A. Amicus Curiae
B. Competencia
Los casos relacionados con derechos económicos, sociales y culturales tienden a ser
complejos y multifacéticos. La distribución inadecuada de competencias entre los tribunales
podría resultar en una falta de especialización para abordar eficazmente estos asuntos,
afectando la calidad de las decisiones judiciales.
“En relación con la competencia otorgada a los jueces constitucionales para atender
las solicitudes de habeas corpus según lo estipulado en el artículo 29 del NCPConst.,
los demandantes argumentan que dicha disposición legal podría violar el derecho a la
protección judicial de la libertad física y otros derechos, ya que podría resultar en una
sobrecarga procesal.” (Sentencia 954, 2021)
Las personas y grupos que sufren violaciones de los DESC a menudo enfrentan
barreras para acceder al sistema de justicia, ya sea por falta de recursos económicos, falta de
información o discriminación.
Las barreras que limitan el acceso a la justicia se ven más evidenciados en los grupos
más vulnerables, por ejemplo, se pueden citar cuestiones como la discriminación tanto étnica
como cultural por los cuales se ven afectados los pueblos indígenas. Es decir, desconocen y
desconfían del sistema de justicia y, por extensión, de la cultura, la lengua, el razonamiento y
las formas de resolución de conflictos porque no están familiarizados con ellos, del modo, el
sistema justicia, ya que también desconoce los mecanismos de resolución de justicia de los
pueblos indígenas, es decir de su modo de impartir justicia. Lo mencionado en líneas
anteriores, no constituye el único problema, y por lo tanto, no quiere decir que se deba
minimizar, ya que acrecientan las situaciones de vulneración y exclusión de los señalados
sectores.
Cuando se afirma que los derechos económicos, sociales y culturales (DESC) tienen
una naturaleza programática, se está haciendo referencia a la idea de que estos derechos no
son necesariamente inmediatamente exigibles de la misma manera que los derechos civiles y
políticos. En lugar de ser derechos que pueden ser ejercidos de inmediato, los DESC a
menudo implican metas progresivas que los Estados deben esforzarse por alcanzar a lo largo
del tiempo.
Como, Bazán, resume esta posición afirmando que solo los derechos civiles y
políticos son considerados verdaderos derechos, mientras que los derechos económicos,
sociales y culturales son, en el mejor de los casos, de naturaleza programática. (2010, p. 336).
Por otro lado, en el caso mexicano también se niega que los DESC deban tener esa
naturaleza, así lo señala Ortega:
Reconoció que tanto los derechos civiles y políticos como los derechos económicos,
sociales y culturales "deben ser entendidos integralmente como derechos humanos, sin
jerarquía entre sí y exigibles en todos los casos". Afirmó que, aunque la vía judicial no
fundamentales sean susceptibles de ser llevadas ante los tribunales. (2014, p. 431)
Tercero, encontramos a la falta de coordinación entre poderes del Estado, pues la falta
de coordinación entre el poder judicial, el legislativo y el ejecutivo puede dificultar la
implementación de políticas y medidas necesarias para cumplir con los DESC, más aún en
los momentos de crisis política que estamos atravesando.
Por último, recalcamos la demora en los Procesos, ya que, consta como el problema
general en muchos sistemas legales dada la sobrecarga procesal, por lo que también puede
afectar la justiciabilidad de los DESC en Perú. La celeridad es especialmente importante en
casos que involucran derechos fundamentales que pueden requerir soluciones rápidas.
Entre los desafíos más comunes se destaca la excesiva burocratización del sistema
judicial, donde la cantidad de procedimientos y requisitos a lo largo de un proceso legal
dificulta y desincentiva la adecuada continuación del mismo. Este problema se evidencia en
la necesidad de presentar documentos escritos para cada acto procesal, así como en la
frecuente falta de cumplimiento de los plazos establecidos para comparecencias y audiencias.
Es importante señalar que este incumplimiento suele ser exacerbado por estrategias de
dilación y frustración de actos procesales implementadas por algunos abogados.
Por otro lado, otro desafío común se presenta en la ausencia de un servicio inmediato
de información, especialmente en el ámbito judicial, proporcionado por instituciones
públicas. En líneas remitidas por el Inecip:
Este servicio debería facilitar a los usuarios la comprensión y seguimiento del proceso
sobre plazos procesales (incluido el conteo de días hábiles y las consecuencias del
Por otro lado, con respecto a las barreras administrativas; la deficiente organización y
gestión en los despachos judiciales representan uno de los problemas más significativos que
dificultan y demoran la administración de justicia, especialmente para individuos con
recursos limitados. Similar al tema abordado en el subtítulo anterior, esto no solo
desincentiva debido al aumento de los costos procesales, sino que también se traduce en una
pérdida considerable de tiempo y en una insatisfacción crónica en relación con las
necesidades jurídicas que motivaron la búsqueda de amparo en el sistema judicial.
En el caso de Perú, es relevante destacar los intentos legislativos que buscan fomentar
el uso del idioma propio en la redacción de normativas. Sin embargo, hasta la fecha, estos
esfuerzos no han avanzado lo suficiente y aún no han sido discutidos en el pleno del
Congreso. A pesar de este estancamiento, es relevante señalar la iniciativa del Ministerio de
Justicia de redactar el texto constitucional en quechua, aunque esta acción representa un caso
aislado dentro de las políticas estatales en este ámbito.
de un abogado ni asumir los gastos asociados con el sistema legal. Esto las coloca en
una situación de desigualdad en comparación con aquellos que tienen los medios para
V. DESAFÍOS DE LA JUSTICIABILIDAD
llevar reclamaciones a los tribunales para que estos determinen las obligaciones
En palabras de Calderón:
palabras, los derechos pertinentes adquieren validez tangible al ser obligatorios para
A. Amicus Curiae
B. Competencia
Los casos relacionados con derechos económicos, sociales y culturales tienden a ser
complejos y multifacéticos. La distribución inadecuada de competencias entre los tribunales
podría resultar en una falta de especialización para abordar eficazmente estos asuntos,
afectando la calidad de las decisiones judiciales.
“En relación con la competencia otorgada a los jueces constitucionales para atender
las solicitudes de habeas corpus según lo estipulado en el artículo 29 del NCPConst.,
los demandantes argumentan que dicha disposición legal podría violar el derecho a la
protección judicial de la libertad física y otros derechos, ya que podría resultar en una
sobrecarga procesal.” (Sentencia 954, 2021)
Las personas y grupos que sufren violaciones de los DESC a menudo enfrentan
barreras para acceder al sistema de justicia, ya sea por falta de recursos económicos, falta de
información o discriminación.
Cuando se afirma que los derechos económicos, sociales y culturales (DESC) tienen
una naturaleza programática, se está haciendo referencia a la idea de que estos derechos no
son necesariamente inmediatamente exigibles de la misma manera que los derechos civiles y
políticos. En lugar de ser derechos que pueden ser ejercidos de inmediato, los DESC a
menudo implican metas progresivas que los Estados deben esforzarse por alcanzar a lo largo
del tiempo.
Como, Bazán, resume esta posición afirmando que solo los derechos civiles y
políticos son considerados verdaderos derechos, mientras que los derechos económicos,
sociales y culturales son, en el mejor de los casos, de naturaleza programática. (2010, p. 336).
Por otro lado, en el caso mexicano también se niega que los DESC deban tener esa
naturaleza, así lo señala Ortega:
Reconoció que tanto los derechos civiles y políticos como los derechos económicos,
sociales y culturales "deben ser entendidos integralmente como derechos humanos, sin
jerarquía entre sí y exigibles en todos los casos". Afirmó que, aunque la vía judicial no
fundamentales sean susceptibles de ser llevadas ante los tribunales. (2014, p. 431)
Tercero, encontramos a la falta de coordinación entre poderes del Estado, pues la falta
de coordinación entre el poder judicial, el legislativo y el ejecutivo puede dificultar la
implementación de políticas y medidas necesarias para cumplir con los DESC, más aún en
los momentos de crisis política que estamos atravesando.
Por último, recalcamos la demora en los Procesos, ya que, consta como el problema
general en muchos sistemas legales dada la sobrecarga procesal, por lo que también puede
afectar la justiciabilidad de los DESC en Perú. La celeridad es especialmente importante en
casos que involucran derechos fundamentales que pueden requerir soluciones rápidas.
Entre los desafíos más comunes se destaca la excesiva burocratización del sistema
judicial, donde la cantidad de procedimientos y requisitos a lo largo de un proceso legal
dificulta y desincentiva la adecuada continuación del mismo. Este problema se evidencia en
la necesidad de presentar documentos escritos para cada acto procesal, así como en la
frecuente falta de cumplimiento de los plazos establecidos para comparecencias y audiencias.
Es importante señalar que este incumplimiento suele ser exacerbado por estrategias de
dilación y frustración de actos procesales implementadas por algunos abogados.
Por otro lado, otro desafío común se presenta en la ausencia de un servicio inmediato
de información, especialmente en el ámbito judicial, proporcionado por instituciones
públicas. En líneas remitidas por el Inecip:
Este servicio debería facilitar a los usuarios la comprensión y seguimiento del proceso
sobre plazos procesales (incluido el conteo de días hábiles y las consecuencias del
Por otro lado, con respecto a las barreras administrativas; la deficiente organización y
gestión en los despachos judiciales representan uno de los problemas más significativos que
dificultan y demoran la administración de justicia, especialmente para individuos con
recursos limitados. Similar al tema abordado en el subtítulo anterior, esto no solo
desincentiva debido al aumento de los costos procesales, sino que también se traduce en una
pérdida considerable de tiempo y en una insatisfacción crónica en relación con las
necesidades jurídicas que motivaron la búsqueda de amparo en el sistema judicial.
En el caso de Perú, es relevante destacar los intentos legislativos que buscan fomentar
el uso del idioma propio en la redacción de normativas. Sin embargo, hasta la fecha, estos
esfuerzos no han avanzado lo suficiente y aún no han sido discutidos en el pleno del
Congreso. A pesar de este estancamiento, es relevante señalar la iniciativa del Ministerio de
Justicia de redactar el texto constitucional en quechua, aunque esta acción representa un caso
aislado dentro de las políticas estatales en este ámbito.
de un abogado ni asumir los gastos asociados con el sistema legal. Esto las coloca en
una situación de desigualdad en comparación con aquellos que tienen los medios para
VI. PERSPECTIVAS
Como hemos visto a lo largo de este artículo, los derechos sociales no han contado con las
garantías adecuadas para su protección desde su reconocimiento constitucional. Si bien se
logró incorporar en la Constitución los derechos sociales, económicos y culturales tal como
observamos en la cuarta disposición final de la Constitución Política del Perú de 1993, el
verdadero problema ha sido garantizar su eficacia. Así pues,para dar una solución superficial
a este problema ha sido que estos derechos son considerados como derechos programáticos
en una configuración legal, que ni tienen validez inmediata ni pueden ser exigidos
directamente ante un tribunal constitucional.
Otro factor que se ha tenido en cuenta para no considerar la exigibilidad inmediata y directa
de los derechos sociales es que estos derechos se equiparan a la viabilidad o sostenibilidad
económica del Estado, y se ha argumentado que no pueden exigirse, y mucho menos
defenderse ante un tribunal de justicia, ya sea de derecho ordinario o constitucional, a menos
que exista un presupuesto asignado para su ejercicio.
Esto es muy diferente de los derechos civiles y políticos, que están protegidos por los
tribunales y son derechos directamente exigibles. En otras palabras, los derechos sociales
están vinculados a factores económicos o a la disponibilidad financiero o el presupuesto .Asi
Chávez refiere:
“A medida que la sociedad ha ido evolucionando, los derechos consagrados en la
Constitución, si bien gozan de una protección prioritaria o especial, en algunos casos no se ha
considerado que tengan efectos jurídicos directos o que sean vinculantes para el Estado y los
individuos.” (2014, p.15).
En este contexto, se presenta por ejemplo el problema de los derechos prestacionales sociales,
que se ha planteado como un problema de eficacia jurídica, cuando su solución pasa por una
consideración social de organización.
Los DESC de carácter prestacionales condicionados, en el contexto actual, son muy pocos o
en todo caso limitados. Ya que tan solo algunos derechos como por ejemplo, el acceso a una
vivienda, reajuste salarial y pensionario, seguro de desempleo universal, pensión sin aportes,
derecho al puesto de trabajo, renta básica o ingreso ciudadano, son algunos de los más
evidentes.
Los derechos sociales, como derechos subjetivos, ya por ser reconocidos por el ordenamiento
jurídico o por ser basados en éste, tienen plena vida dentro del mundo jurídico, y como tal su
eficacia implica actuaciones, en primer lugar sobre el campo jurídico, y en segundo término
sobre la realidad, pero cuando en la realidad requieran algo más que su sola estipulación
jurídica (positivización, regulación, creación, reconocimiento, etc.) es donde se hará
necesario o requerirá actuar sobre el ámbito jurídico para implementar o remover las
condiciones o circunstancias de la realidad que no permiten su eficacia o goce fáctico.
Entonces, cuando la realidad no permita o garantice el ejercicio fáctico del derecho social, la
eficacia jurídica del derecho subjetivo social requerirá nuevamente al derecho objetivo, pero
ahora, para implementar, imponer las condiciones o requisitos necesarios para hacer eficaz en
la realidad el derecho subjetivo social, es decir tornarlo fácticamente eficaz en la realidad.
Entonces, la eficacia jurídica de los derechos sociales, y de forma especial los derechos de
contenido prestacional condicionado, hace indispensable la institucionalización de las
prestaciones de los servicios sociales del Estado, si bien el elemento económico aún va a
hacer un límite a resolver, el problema de la factibilidad económica se va a convertir en un
menor problema, en la medida que la redistribución del presupuesto del Estado no está
únicamente en las manos del Congreso o del Ejecutivo, sino que gozando de una autonomía
reconocida por la Constitución, como lo son por ejemplo las instituciones de relevancia
constitucional (Tribunal Constitucional, Defensoría del Pueblo, Ministerio Público, Jurado
Nacional de Elecciones, Banco Central de Reserva, Consejo Nacional de la Magistratura), su
institucionalidad está libre de los intereses político partidarios, o peor aún, de la demagogia o
del populismo del gobierno de turno, exento de ser manejado discrecionalmente
La eficacia jurídica para implementar la institucionalidad está dirigida, en primer lugar, a los
órganos constitucionales como el Parlamento y el Ejecutivo para instaurar las condiciones,
instituciones, normatividad, infraestructura, presupuesto, etc., y, en su defecto a los otros
órganos e instituciones del Estado, que tengan como función o rol desempeñar o prestar
servicios de los cuáles dependa el goce o ejercicio de los derechos prestacionales sociales.
Los DESC, los que son derechos prestacionales condicionados, no solo requieren de su
reconocimiento jurídico para ser ejercidos o gozados, sino, requieren de determinadas
actuaciones en la realidad.