RELIGIÓN Maya y Buda Gautama

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RELIGIÓN Maya y Buda Gautama

La religión maya es una religión precolombina que estaba firmemente unida a la


veneración de los dioses. La religión se preocupaba de entender el porqué de las cosas,
lo que nos lleva a definirla como una especie de filosofía precursora de la ciencia
moderna. Así pues, no se pueden concebir por separado los descubrimientos científicos
mayas, la ideología, y la religión, ya que todas tienen, aunque sea en un inicio, su origen
en la fe y la creencia de dioses.
Cabe destacar la gran importancia de la religión en la vida cotidiana maya, ya que,
además de edificarse templos, y de construir las ciudades alrededor de ellos, los
ciudadanos mayas eran fuertemente creyentes, y los sacerdotes eran considerados parte
de las altas esferas sociales, teniendo potestad absoluta sobre el saber, y por supuesto,
un gran número de riquezas.
El papel de los sacerdotes estaba marcado por una serie de «clases» que los
jerarquizaba y dividía según su nivel de actuación entre los hombres y los dioses. De esta
manera, se encontraban los sacerdotes del Sol, que presidían los actos rituales, los
profetas (chilán), que tenían la cualidad de entrar en una especie de trance y predecir qué
iba a ocurrir en el futuro. Todos los rituales llevados a cabo por los mayas eran
programados y dirigidos por sacerdotes, los cuales eran fácilmente visibles debido a su
indumentaria con pieles de jaguar, su hábito rojo, cuantiosas joyas, y cofias adornadas
con flores.
Ahora bien, todos los rituales mayas tenían su origen en la mitología, por lo que esta se
puede considerar la base de la cultura maya. De acuerdo con esto, el culto se convertía
en un marco y nivel medio de concreción de la mitología, y los ritos en los instrumentos
identificados como el nivel inferior, siendo pues, la consecución de la lectura extraía por
los sacerdotes de los mitos mayas.

Popol Vuh
El Popol vuh es una recopilación de leyendas de los quiché ―pueblo de la cultura
maya mayoritario en Guatemala―. El manuscrito del padre Ximénez, que contiene el
texto más antiguo conocido (c. 1701), se encuentra en la biblioteca de Newberry, en la
ciudad de Chicago (Estados Unidos).
Muchos libros mayas fueron quemados durante la conquista española pero aun así
el Popol vuh se siguió transmitiendo oralmente. Primero se tradujo al quiché y después al
español entre 1701 y 1703. En maya, popol quiere decir ‘reunión’ o ‘casa común’.
Y vuh significa ‘papel’ o ‘libro’.
En él se pueden encontrar valores místicos, filosóficos, artísticos y científicos que crean
en conjunto una unidad religiosa. Se le llama también el libro del consejo ya que es el libro
de más importancia literaria maya.
En este libro se encuentran la solución a los problemas interiores del hombre es decir
ayudan a destruir tus demonios interiores (los pecados capitales), la enfermedad y la
muerte que ellos llaman «los señores de Xibalba» por lo que este libro sirve de guía para
aquellas personas que buscan perfeccionarse y ser mejores.
El Popol Vuh está dividido en tres partes:
● La creación del mundo.
● La creación de la primera pareja de personas y la civilización del maíz.
● Los quichés y los reyes hasta 1550.
La forma de vida maya es descrita con gran detalle en este libro que recoge la zona
guatemalteca como punto de partida de esta civilización además en él se pueden ver
algunas ideas cristianas por lo que se deduce que el escritor debía de conocer algún
misionero católico que ejerciera de influencia.
Cosmología
Creación de la tierra
Otra de las creaciones que se produjo, fue la forma de la tierra, está se produjo por la
plantación de tres piedras del hogar celestial y elevar el cielo (estaba situado por encima
del mar primordial) para que saliera a la superficie la tierra, por ello, al retirarse el agua
aparecieron las montañas, los bosques, lagos, los pájaros, animales, etc., es decir, todo lo
que es el planeta.
La Pareja creadora, no consiguió sus objetivos, en crear a seres capaces de hablar, de
rezar, de seguir el paso de tiempo, sobre todo, de honrar a los dioses. Después de todo
esto, los Creadores del mundo provocaron un diluvio que destruiría la tierra, para que
pudiera comenzar la tercera creación.
El Sol y la Luna
Dios Kukulkán
La creación de los dioses gemelos llamados Hun-Hunahpú y Vucub-Hunahpú . A ellos les
gustaba jugar a la pelota, estaban haciendo ruido y esto molestó a los señores
de Xibalbá (el reino subterráneo) Hun-Camé y Vucub-Camé . Los gemelos fueron
transportados al Mundo inferior, donde serían juzgados y deberían pasar por varias
pruebas. Pero aun así, fueron ejecutados y enterrados en el terreno de juego, donde
jugaban a la pelota.
La cabeza de Hun-Hunahpú fue colgada en un árbol, para que sirviera de advertencia. Un
día, Ixquic, la hija de Cuchumaquic, uno de los señores de Xibalbá, por curiosidad, se
acercó para verlo y este le pidió que abriese la mano. La cabeza le escupió en la palma y
fue fecundada. El padre de la muchacha se enfadó y la expulsó al Mundo intermedio de
los humanos, y encontró refugio en la abuela de sus bebés, Ixmucané . Llamó a sus
gemelos Hunahpú e Ixbalanqué .
Los chicos nacieron con la misma afición que su padre: les gustaba jugar a la pelota. Lo
único que los diferenciaba de su padre y tío, fue que estos fueron más astutos que ellos.
Incluso a los Señores de Xibalbá pudieron mantenerlos a raya.
Dioses mayas
Lo que hasta ahora conocemos de la cultura maya precolombina nos da a entender que
estamos ante una antigua sociedad en la que la religión, y sobre todo, la inmensa fe y
devoción, dotaban de sentido a todo lo que entonces pasaba, y en la que por tanto, los
dioses debían ser venerados muy bien.
De esta manera, y como de las anteriores palabras se deduce, los mayas eran politeístas,
y es más, cada uno de ellos poseía diferentes atributos, por lo que, consecuentemente, un
solo dios puede verse representado de varias maneras, además de tener matices
positivos y negativos, no quedándose así los mayas tan sólo en la dualidad aparente de
dioses de la vida y bienestar (el de la fertilidad, maíz, lluvia,…), y del sufrimiento y dolor
(dioses de la guerra, de las malas cosechas, es decir, de todo lo malo). Ahora bien, al
contrario de lo que algunos puedan pensar, los dioses no eran representaciones divinas
con forma humana, sino que eran una plasmación metafórica basada en mitos (extraídos
de su propia cultura) de la ideología maya. De esta forma, eran los dioses los que
atribuían de sentido a la jerarquización de la sociedad maya, y a la existencia de todo
cuanto les rodeaba.
Ritos y cultos
En una religión, los cultos y las creencias son, generalmente, el reflejo concreto y palpable
de una mitología enraizada en el pensamiento popular. Constituyen un lenguaje que
define y delimita el espacio de comunicación entre los hombres y sus dioses. La mitología
es el fundamento, el culto es el marco y el rito, el instrumento.
Los mitos mayas justifican, explican y aglutinan todas las operaciones culturales. Por esta
razón, el culto se convierte en el centro de gravedad alrededor del cual se organizan los
mitos y los ritos.
La religión maya estaba ligada a las incertidumbres de la agricultura y generaba un gran
número de intervenciones rituales, que equivalían a otras tantas intercesiones ante los

dioses para que facilitasen la vida cotidiana y las buenas cosechas. Es lo que se ha
venido a llamar religión oficial, siempre patrimonio de los dioses.
Paralelamente, existía una religión rural que nunca se identificó con los dioses.
Todas las prácticas religiosas de la civilización maya estaban ligadas al relato de la
Creación: dado que los dioses crearon a los hombres, a cambios estos debían adorar a
las divinidades alimentándolas.

Los rituales del sacrificio


En este espíritu de don, combinado con la necesidad de mostrar a los dioses cuanto se
les venera se inscriben los denominados rituales de los sacrificios.
Bajo este nombre se agrupan todas las prácticas rituales que tienen como objetivo honrar
a los dioses por medio de un sacrificio. Conociendo el refinamiento de la sociedad maya,
no debe sorprender la existencia de una gran cantidad de matices para expresar con una
fe vibrante el don ofrecido a los dioses.
Los mayas consideraban que su primer deber hacia los dioses para agradecerles la
creación del mundo era alimentarlos. En efecto, la vida en la tierra dependía del deseo
divino, de aquellos dioses que en el pasado destruyeron varias veces la humanidad para
engendrar otra nueva; los mayas dependían del buen humor de estas divinidades
todopoderosas y, a veces, caprichosas, por lo que había que honrarlos en todas las
ocasiones.
Los sacrificios sangrientos eran necesarios para la supervivencia de los dioses y de los
seres humanos. La sangre humana es una de las ofrendas más apreciadas por las
divinidades.
Los ritos de sangre
Para los mayas los sacrificios ocupaban un lugar simbólico muy importante. El rey era
considerado una encarnación divina que, además, de sus privilegios temporales y
materiales, podía comunicarse con los dioses.
Se dedicaba con su esposo, su familia y la sociedad maya a los llamados ritos de sangre.
En las reuniones públicas se llevaban a cabo este tipo de ritos. El rey daba ejemplo
haciéndose un corte con un cuchillo hecho de roca, y dejando que su sangre corriera
sobre un papel colocado en un recipiente. También se han hecho en otras partes del
cuerpo, ya que lo importante era conseguir sangre humana.
Una vez recogida la sangre, se quemaba el papel manchado, de modo que el humo
conectaba con el mundo celestial, con lo que se cumplía el deber hacia los dioses.
La pérdida de sangre más las drogas que tomaba el rey, hacía que entrase en un estado
de trance, con lo que este se transportaba al mundo de los espíritus, derribaba las
barreras entre los dos mundos. Es cuando se cumplía plenamente su función.
Los sacrificios de animales
En ofrenda a los dioses era muy habitual llevar a cabo el sacrificio de los animales. En
todos los casos, la sangre de los animales sacrificados se ofrecía ritualmente a los dioses.

Los sacrificios humanos


Los mayas siempre mataron hombres en honor de sus dioses, con la intención de
preservar la vida a través de la muerte, y siempre con una carga simbólica muy fuerte. Es
importante destacar la relación entre la vida y la muerte, el equilibrio frágil entre el ser y el
no ser, el sentido conferido al tránsito entre dos mundos. Las víctimas de los sacrificios
humanos que practicaban los antiguos mayas en el actual México eran en su mayoría
niños y hombres jóvenes. A veces eran arrojados vivos y otras veces eran cruelmente
asesinados y arrojados a los lagos en cavernas subterráneas.
Los ritos funerarios
Aunque la muerte aparecía como la finalidad ritual del sacrificio humano, estaba investida
de un sentido muy particular y de unos significados tan importantes como los que estaban
ligados a la vida. Por lo tanto la religión maya instauró unos ritos relacionados con la
muerte para proteger a la gente que penetraba en el Mundo subterráneo.
Los mayas no concebían la muerte como el final de la existencia humana. Para ellos era
un paso de un mundo a otro, que estaban señalizados con ritos muy concretos.
Normalmente, la gente del pueblo era enterrada, hecho que le daba tiempo al difunto para
prepararse para lo que le esperaba. Los guerreros muertos en combate, las víctimas de
guerra o las mujeres muertas de parto se ganaban el cielo sin pasar por Xibalba
Los ritos de la purificación
Las medidas purificatorias como el ayuno, la abstención sexual, el baño y (especialmente
en el pasado prehispánico) confesión generalmente precedían a los principales eventos
rituales. En el Yucatán del siglo XVI, la purificación (exorcismo de espíritus malignos) a
menudo representaba la fase inicial de un ritual. Los rituales de sangre también pueden
haber tenido una función purificadora. De manera más general, se necesita la purificación
antes de ingresar a áreas habitadas por deidades. En el Yucatán actual, por ejemplo, es
costumbre beber agua estancada de una depresión rocosa en la primera oportunidad al
entrar al bosque. El agua es luego escupida en el suelo, y por lo tanto hace que el
individuo sea «virginal», libre de llevar a cabo el negocio de la humanidad en el bosque
sagrado.
Los ritos del juego de pelota
Algunas ceremonias rituales adquirían la forma de espectáculo público, y llevaban el
símbolo del relato de la creación. Es el caso del juego de la pelota. Este tenía una
significación mítica y esotérica, que para entenderla hay que conocer cómo se desarrolla
el juego.
El terreno de juego tenía forma de una «I» mayúscula con las paredes laterales
inclinadas. Cada equipo estaba formado por seis jugadores, que hacían botar de un lado
al otro una pelota solo con las caderas, codos o muslos. Estaba prohibido con las manos
o con las piernas. A veces el juego era violento, por lo que los jugadores llevaban
protecciones.
Los juegos eran programados y se disputaban en fechas muy concretas. Por lo que los
jugadores exhibían collares con piedras y llevaban peinados que recordaban los símbolos
de sus dioses favoritos. Se celebraban dos tipos de partidos:

● Los reservados a los jugadores del pueblo.


● Los que celebraba la clase dominante.
Para participar en el juego, era necesario poseer una rapidez y una agilidad fuera de lo
común. Se lograban puntos cuando el balón pasaba a través de un aro de piedra fijado en
una de las paredes laterales o si tocaba el suelo en el lado del adversario.
El partido alcanzaba su punto álgido cuando llegaba a su fin: el capitán del equipo
perdedor (o ganador, según las fuentes) era sacrificado y ofrecido a los dioses.
El juego de pelota simboliza en realidad el combate a muerte que tuvo lugar durante la
tercera creación, y el suelo del terreno de juego representa la plataforma terrestre que
separaba el mundo humano del mundo inferior.
El budismo
El budismo se originó en la India entre los siglos VI y IV a. C., desde donde se extendió a
gran parte del este de Asia y declinó su práctica en el país de origen durante la Edad
Media.
Existen dos ramas principales del budismo: Theravada (Escuela de los Ancianos)
y Mahāyāna (El Gran Camino). El budismo es la cuarta religión más importante del mundo
con más de 500 millones de adeptos, es decir el 7 % de la población mundial.
El Budismo se inicia con las enseñanzas de Siddhartha Gautama –o Buda–. Hasta
convertirse en la religión dominante doscientos años después.
Es entonces cuando el Emperador Asoka la convierte en oficial y envía apóstoles a todo
el mundo conocido. Mientras inicia su decadencia en su tierra de origen cobra auge en
otros lugares y se crean diferentes corrientes.
Son precisamente estas distintas variantes las que dificultan explicar las costumbres del
Budismo, ya que éstas difieren según ellas. No obstante, podemos señalar algunas de
ellas.
LA MEDITACIÓN
Es una de las más importantes, puede hacerse de forma individual o en grupo y que tiene
por objeto alcanzar un mayor nivel de conciencia y así conocer mejor la naturaleza de la
realidad y liberarse del sufrimiento.

Hay distintas etapas de meditación o jhanas que avanzan progresivamente hasta


alcanzar el Nirvana o despertar iluminativo a la verdadera naturaleza de la vida.
LA ADORACIÓN,
También es propia del Budismo, puede realizarse en la propia casa frente a una imagen o
en un templo y que se hace mediante la expresión de mantras u oraciones. Es una forma
de honrar a Buda, algo que también se realiza mediante regalos a los monjes,
peregrinaciones o incluso ordenándose uno mismo.
EL MÁNDALA SAGRADO
Consiste en representar pictóricamente el Universo con objeto de alcanzar la iluminación.
un Mándala, un circulo, una rueda. El Mandala representa un momento para sentarse a
observar, un instante para explorar nuestro universo interior.

EL KARMA
Es el concepto más popular del Budismo, aunque no es exclusivo de esta religión. Podría
definirse como una energía que se deriva de los actos de la persona y que condiciona sus
futuras reencarnaciones. Se utiliza para explicar lo bueno o malo que nos ocurre en
función de nuestros actos pasados, de tal suerte que, si obramos bien, nos sucederán
cosas buenas y a la inversa, si lo hacemos mal, nos ocurrirán desgracias.
El budismo no está sistematizado en una organización jerárquica. La autoridad religiosa
descansa en los textos sagrados: los Sutras, que son discursos del Buda Gautama y sus
discípulos. Además de eso, hay un numeroso material de interpretación en el que
contribuyen maestros y personajes a través de la historia que los han comentado y
analizado.
LA TRADICIÓN NYINGMA
En el siglo VIII surge la tradición Nyingma, la más antigua de las tradiciones del budismo
tibetano. Estas enseñanzas provienen del maestro indio Padmasambhava (Guru
Rimpoché), que en el siglo VIII llegó a Tíbet invitado por el rey; sometió a las deidades
malignas, fundó el primer Monasterio en Tíbet, enseñó la práctica tántrica e introdujo a
algunos monjes en la practica del Dzogchen.
Esta tradición es llamada también "gorros rojo", y no tiene un dirigente que les
represente
como pasa en las otras tradiciones tibetanas, además cada maestro es independiente
(aunque sigue su propia tradición), pues no existen unas enseñanzas regladas para todos
los Nyngmapas.

LA TRADICIÓN KAGYU
En el siglo IX surge la tradición Kagyu. Fundada por Gampopa, discípulo de Milarepa y
éste discípulo de Marpa, quien le transmitió las enseñanzas del Mahamudra (Gran Sello),
así como los seis yogas de Naropa. Marpa era dicípulo del maestro indio Naropa, y
Naropa fue discípulo de Tilopa.
A esta tradición se la conoce como los "gorros negros", y su cabeza visible es S.S El
Karmapa.

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