Traabajo para Patristica - Viernes

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El objetivo de la instrucción es promover el estudio y fomentar el amor a los

Padres, destacando a su aportación a la Teología, la liturgia, la moral, etc. Y a realizar


aportaciones a la resolución de problemas del mundo actual.
Se comienza haciendo una descripción de la situación actual de la disciplina. A
nivel de la Iglesia universal se ven tanto aspectos positivos como ciertos problemas. El
énfasis de la Teología contemporánea en el aspecto histórico ha favorecido el estudio de
la patrística. También se han realizado muchas publicaciones de colecciones patrísticas
y monografías científicas al respecto. Pero muchos desprecian los estudios Patrísticos
restándoles toda importancia cayendo en un puro “biblicismo”, “historicismo”,
“sociologismo” o ponderando la exégesis moderna y despreciando el aporte de los
Padres. También se nota que algunos tienen una visión integrista de la patrística
negando el desarrollo y el progreso en la teología. También se carece del conocimiento
de las lenguas clásicas y de tiempo suficiente en el currículo.
Continúa con los Padres en las orientaciones de la Iglesia. Son preciosas las
orientaciones del Concilio Vaticano II, sobre todo las marcadas en la Optatam Totium y
más bellamente expresadas en la Dei Verbum, la cual establece la relación entre la
Escritura y la Tradición. Así como en la Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis.
Además, de las varias exhortaciones de los pontífices para el estudio de los Padres.
A lo anterior se pueden agregar otras razones para estudiar a los Padres: Ellos
son testigos privilegiados de la Tradición, establecieron las estructuras y las doctrinas
fundamentales de la Iglesia, bebiendo de la fuente pura y cercana de los apóstoles.
Fijaron el canon de los Libros Sagrados y las primeras liturgias. Esta Tradición es viva,
no es un bloque monolítico, tiene unidad y diversidad, además de moverse entre la
permanencia y el progreso.
Con respecto al método teológico hicieron la traducción del Evangelio de la
cultura judía a la grecorromana. Utilizando el pensamiento filosófico para expresar en
sus categorías las verdades salvíficas. Crean la disciplina teológica con el uso de la
razón en la meditación de la fe y de la revelación. Sus procedimientos aun hoy son
relevantes. Estos son grosso modo: el recurso continuo a la Sagrada Escritura y al
criterio de la Tradición; a pesar de la originalidad cristiana reconoce las verdades
contenidas en las culturas no cristianas. La defensa de la fe como bien supremo, y la
profundización constante del contenido de la Revelación; así como el sentido del
misterio y la experiencia de lo divino.
Los escritos patrísticos se distinguen no sólo por la profundidad teológica, sino
también por los grandes valores culturales, espirituales y pastorales que contienen. Los
padres tenían una óptima formación en las disciplinas de la antigua cultura griega y
romana, de la que aprovecharon las grandes conquistas humanas y espirituales,
enriqueciendo con ellas sus tratados, sus catequesis y predicaciones. Al mismo tiempo
sus escritos iluminaban la mente, y edificaban y enfervorizaban el corazón. Además,
eran escritos pastorales con fines apostólicos muy apropiados para el estudio de los
sacerdotes.
Para estudiar a los Padres debe distinguirse entre Patrística y Patrología.
La Patrística, se ocupa del pensamiento teológico de los Padres, y la Patrología, tiene
por objeto la vida y sus escritos. Se trata de describir, con absoluto respeto a lo
específico del método histórico-crítico, el ámbito de la teología y de la vida cristiana de
la época patrística en su realidad histórica.
El método para estudiar a los Padres es en principio acercarse a manuales
generales y otras ayudas bibliográficas, pero para profundizar se debe ir a la fuente, los
propios libros en sus ediciones críticas bilingües. El estudio científico de los textos debe
afrontarse con el método histórico-crítico. Se debe evitar encerrarse anacrónicamente en
los escritos de los Padres, despreciando la tradición viva de la Iglesia.
La enseñanza de los Padres requiere que el profesor trasmita a los alumnos el
amor a los Padres y no sólo su conocimiento, ponerlos en contacto con las fuentes. Debe
presentar la materia de la siguiente manera: 1. En forma analítica; 2. panorámica; 3.
enfatizando los Padres más representativos; 4. examinar algún tema fundamental y
seguir su desarrollo a través de las obras patrísticas.
Orientándose estos estudios directamente al objetivo de la enseñanza teológica,
se les debe considerar como disciplina principal y enseñarse aparte con su método y
materia que les es propia. Se debe presentar atención a la " Ratio institutionis
sacerdotalis ", y en los correspondientes programas de estudio, delimitando
cuidadosamente los contenidos y los métodos, y asignándole un número suficiente de
horas a la semana. Deben realizarse seminarios con oportunos ejercicios, y trabajos
escritos sobre temas patrísticos. Para la enseñanza de la Patrología-Patrística en los
Institutos de formación sacerdotal deberá ser contratado quien haya conseguido la
especialización en esta materia.
La Congregación haciéndose portavoz del Concilio ha querido llamar la atención
de los Excmos. Obispos y de los Superiores Religiosos sobre un tema de gran
importancia para una sólida formación de los sacerdotes, la seriedad de los estudios
teológicos y la eficacia de la acción pastoral en el mundo contemporáneo.

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