Material Didáctico Unidad #1
Material Didáctico Unidad #1
Material Didáctico Unidad #1
La palabra ¨educación¨ ha tenido históricamente dos sentidos. Uno, que procede de ¨educare¨(criar, alimentar); y otro,
que proviene de ¨ex-ducere ¨(sacar, llevar, conducir de dentro hacia fuera).
Por supuesto que de estas acepciones se derivan dos orientaciones que han definido a la educación y que se han
enfrentado generalmente en la historia como antípodas.
Estas son:
• La educación es el proceso de ¨alimentación¨ que mediante una influencia externa, acrecienta el ser biológico
y espiritual del hombre (educare).
Ambos puntos de vista sobre la educación traducen las direcciones del proceso educativo siguientes:
o Presión de fuera hacia adentro o sea, del objeto al sujeto.
o Desarrollo desde dentro.
Estas dos posiciones se pueden concretar en dos formas de educar, según la dirección del proceso:
✓ Hetero-educación (influencia externa).
✓ Auto-educación (desarrollo del sujeto en conformidad a una voluntad autónoma de formación).
Realmente no existe oposición entre estas dos formas, pues ambas se complementan. Se puede expresar entonces,
que:
Toda educación auténtica es aquella que también ayuda al hombre a conocerse a sí mismo.
Como se puede apreciar por las consideraciones anteriores se presenta a la educación como un proceso, como una
acción que se cumple por una influencia, por un desarrollo o por ambas cosas a la vez. Además, la educación es un
efecto o un resultado.
Por lo tanto:
Educación es todo proceso de influencia, de configuración o de desarrollo del hombre, al mismo tiempo
que el efecto de esa influencia, de esa configuración o de ese desarrollo.
Por encima de su valor como efecto o resultado ha de tomarse como un proceso dinámico.
Toda acción educativa tiene que propiciar ese complejo proceso formativo en el hombre.
Educabilidad y educatividad.
Si se sigue el razonamiento anteriormente expresado en relación con la significación de la educación para el progreso
humano; entonces se tiene que admitir que este PUEDE SER EDUCADO.
Esto es posible, porque en la propia naturaleza del hombre existen condiciones, predisposiciones-potencialidades-
para ese fin y para su auto-educación. De ahí su educabilidad.
El catalán Octavi Fullat asegura que:
El ser hombre es tener que educarse. (4)
En este sentido está incluyendo la educación como un componente esencial de su naturaleza.
Además, las condiciones naturales y socio-culturales en las que el hombre se inserta tienen amplias posibilidades
para educarle, a esto es lo que se llama educatividad.
Existen autores que sólo hablan de la educabilidad, pero le dan una acepción más amplia que une lo biológico con lo
social.
Por tanto, la educación es una categoría eterna de la sociedad y no cesa durante toda la vida del hombre.
La educación está condicionada por factores macro-sociales: economía, política, cultura, pero este principio no
significa para nada la simple adaptación del hombre a esa realidad. A su vez, la educación es condicionante y
determina el constante sentido del progreso – material y espiritual- que vive el hombre, esto es; su trascendencia.
Este proceso se da en unidad dialéctica y la hipertrofia de uno de ello en detrimento del otro produce enfoques
unilaterales y erróneos acerca del papel de la educación en el desarrollo social y humano.
Funciones de la educación.
La educación social tiene diferentes funciones. La palabra función proviene del latín ¨functio¨ y es la manifestación
externa de las propiedades de cualquier objeto, fenómeno o proceso en un sistema dado de relaciones. (6)
Sólo después de haber revelado la esencia de un fenómeno, en este caso ¨la educación” es que se debe hablar de
funciones. Los autores hacen diferentes clasificaciones de ellas pero, en general, todos coinciden en precisar: La
instructiva-educativa, la formativa-desarrolladora y la socio-individualizadora. Aunque cada una tiene sus
características específicas se presentan en su unidad.
La función instructiva es aquella que está encaminada a propiciar la orientación cognoscitiva del sujeto y tiene que
ver con los contenidos: conceptuales(conceptos, hechos y datos) y los llamados procedimentales
(habilidades, hábitos, destrezas y procedimientos propiamente dichos), y la función educativa es la que está
enrumbada a servir de guía espiritual del hombre, y tiene que ver con los contenidos actitudinales (que presentan
en su base a los valores), entre otros.
Estos contenidos no pueden separarse mecánicamente a la hora de ser presentados al sujeto que aprende.
¿En qué consisten las funciones formativa y desarrolladora?
El análisis de la categoría ¨formación humana¨, en su sentido más amplio y vista como orientación del desarrollo hacia
el logro de un fin determinado, implica rescatar la tradición más humanista por la que ha transitado la historia del
pensamiento, al separarla de enfoques pragmáticos y positivistas estrechos, pero a su vez conducen a no olvidar las
culturales en la educación.
La formación expresa la dirección del desarrollo, es decir, hacia dónde este debe dirigirse. Cuando se habla de
formación no se hace referencia - en el campo de las ciencias de la educación- a aprendizajes particulares, destrezas
o habilidades. Estos constituyen más bien medios para lograr la formación del hombre como ser pleno. El proceso
instructivo-educativo constituye el núcleo básico de estas otras funciones.
Se entiende por formación al nivel que alcance un sujeto en cuanto a la explicación y comprensión que tenga de sí
mismo y del mundo material y social.
La formación del sujeto como personalidad no se da aislada del desarrollo y este conduce, en última instancia, a
un nivel psíquico de orden superior.
¿Qué entendemos por desarrollo? Esta categoría se emplea, como en este caso, como función de la educación y está
vinculada estrechamente a la formación, pero también se utiliza en el sentido de ¨desarrollo del hombre¨, y es, por
tanto:
un proceso de maduración física, psíquica y social y abarca todos los cambios cuantitativos y cualitativos
de las propiedades congénitas y adquiridas. (7)
La formación se considera más ligada a las propias regularidades del proceso educativo que se encuentra en su base.
Ambas categorías implican necesariamente la consideración del hombre como un ser: biológico-espiritual (psíquico),
individual-social e históricamente condicionado.
Socialización e individualización.
En la sociedad existen diferentes ¨agencias¨ y ¨agentes¨ para materializar el proceso de socio-individualización.
Estas agencias son: la familia, los amigos, la comunidad, los diferentes grupos, los medios de comunicación social, la
escuela.
En cada una de ellas el hombre se educa – se forma- social e individualmente por diferentes vías.
El proceso de socio-individualización del sujeto dentro y fuera de la escuela tiene que estar bien delimitado. Es también
una función de la educación.
El desarrollo del individuo bajo la influencia de la educación y del medio –social y natural-, tiene lugar, por su contenido
social como una unidad dialéctica entre la objetivación (materialización) y la subjetivación (asimilación) de los
contenidos sociales.
Así pues, en la subjetivación activa de la realidad social por parte de los individuos tiene lugar su socialización. La
personalidad al entablar y conformar relaciones sociales asimila la realidad social, de modo que al final adquieren de
ella una forma individual. La personalidad aparece aquí de hecho como ¨colectividad- individual¨.
Por lo tanto, es necesario apreciar la unidad dialéctica entre la socialización y la individualización.
Un sujeto –persona- podrá ser más individual cuanto más completa sea su asimilación de los conceptos sociales. Una
sociedad es tanto más completa cuanta más originalidad produce en cada individuo.
A partir de esta concepción general se dan en las diferentes agencias socializadoras, niveles específicos del proceso
de formación y de desarrollo. Exagerar una u otra de estas funciones, produce una lamentable hipertrofia en la
educación del hombre. (8)
LEE Y REFLEXIONA:
E. DURKHEIM (1858-1917)
• Sociólogo y filósofo francés positivista seguidor de A. Comte.
La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que todavía no están maduras.
W.DILTHEY (1833-1911)
• Filósofo idealista alemán, representante de la llamada ¨Filosofía de la vida¨.
La educación es la actividad planeada, mediante la cual los adultos tratan de formar la vida anímica de los niños en
desarrollo.
G.GENTILE (1875-1974)
• Filósofo y político italiano, seguidor de Hegel, Ministro de Educación del gobierno de B. Mussolini.
La educación es formación del desenvolvimiento del espíritu o mejor aún, quién dice educación, dice espíritu y nada
más.
O.DECROLY (1871-1932)
• Eminente pedagogo belga seguidor de la Escuela Nueva.
El fin de la educación es el desarrollo de la vida, ya que el destino de todo ser es ante todo vivir.
J.MARITAIN (1882-1973)
• Filósofo francés, líder reconocido del neotomismo.
El principal empeño de la educación consiste en ayudar al niño para que alcance la madurez del hombre. Esa madurez
coincide con la idea que se fijaron del hombre, los griegos, los judíos y los cristianos.
ACTIVIDADES.
1.- A partir de las definiciones anteriores, cuál es el concepto de educación que usted asume?
2.- ¿Por qué se afirma que la educación es una categoría eterna de la sociedad?
El rigor teórico de cualquier ciencia establece que el número de leyes que conforma el núcleo de esa teoría, dado
su carácter esencial, sea relativamente pequeño. Aparecen generalmente en diferentes textos dos leyes de la
Pedagogía:
La filosofía de la educación es la guía orientadora y el instrumento rector para la actividad práctica educativa.
El método general que guía al pensamiento y a la acción educativa es el filosófico, como base metodológica de todo
proceso educativo. El hombre es una realidad viva, biológica, psíquica, individual, social e histórica, como ya se
ha expresado anteriormente.
Ver en esta obra los retos actuales de la Pedagogía .
La naturaleza humana es necesario considerarla históricamente condicionada por cada época. La potencialidad
humana es la materia prima que como tal no puede modificarse, no obstante el hombre varía en el curso de la historia,
se desarrolla, se transforma. De la misma manera que el hombre hace la historia, es su propio producto. La historia es
la autorrealización del hombre a través de un proceso de trabajo y de producción social.
El hombre es poseedor de una estructura intrínseca para ser educado, para autoeducarse y para educar a los demás.
La educación tiene como fin la formación y el desarrollo del hombre y de la cultura. Este proceso se realiza a través
de la socio-individualización. Es necesario educar a un hombre que responda a su época.
La educación tiene que preparar al hombre para la vida y como condición de ella para el trabajo, que constituye una
vía para el logro de un fin más amplio: la formación cultural integral.
La educación tiene que concebirse como un elemento de carácter liberador, lo que permite al sujeto que aprende
desarrollar su conciencia crítica y favorecer la creatividad y llegar a convertirlo en protagonista de su momento
histórico, con un gran sentido de solidaridad humana. Además, tiene que favorecer el desarrollo de valores de respeto
y de defensa del hombre mismo, de su identidad, de su entorno físico, del equilibrio ecológico y del desarrollo cultural.
La educación que se organice a inicios del siglo XXI tiene que lograr un adecuado equilibrio entre la formación científico
técnica y el pleno desarrollo del hombre. Debe ser en sí un proceso de interacción entre la comprensión y la explicación
del mundo social y natural y ser capaz de conducir al ser humano a altos niveles de bienestar espiritual y material.
El fundamento sociológico.
La Sociología de la Educación contempla un conjunto de intereses que son imprescindibles para el crecimiento
científico de la pedagogía, que deben ser asimilados por ella y contemplados desde los suyos como ciencia
independiente, de no ser así, se pueden confundir como pedagógicas proyecciones puramente sociológicas.
El enfoque de la Sociología de la Educación depende de la filosofía y del método científico que se asuma. La Sociología
de la Educación debe ser la derivación en ese plano de las concepciones teóricas orientadoras.
La educación se relaciona íntimamente con la política, la economía, el derecho, el medio ambiente, la comunicación
social y la cultura, pues ella resulta condicionada por esas esferas sociales, pero a su vez es condicionante de su
proyección futura. Por eso la educación es un fenómeno social determinado y determinante a la vez.
La educación escolarizada - así como otras formas de organización - de las que se ocupa la Pedagogía tiene que
vincularse estrechamente con las otras agencias educativas de la sociedad: la familia, la comunidad, las
organizaciones productivas, sociales, políticas y culturales, así como con los medios masivos de comunicación.
Es, por tanto, necesario lograr una unidad educativa entre todas las agencias encargadas de educar en la sociedad,
para que cada una, con su forma específica de enseñar y su creatividad, contribuya a la formación del hombre que
deseamos. Es indispensable también establecer plenamente las relaciones entre la escuela y la familia, la escuela y
la comunidad, la organización escolar y la comunidad y entre aquellos y los factores demográficos y ecológicos.
Las relaciones sociales dentro de la escuela deben quedar armónicamente conjugadas, en primer lugar, es necesario
precisar las intergrupales, que son de distinta naturaleza y se dan en la institución escolar: maestro-alumno, alumno-
alumno, etc.
La estructura interna de la escuela debe poner de manifiesto su función social, así como el papel que desempeña el
currículum.
El rol social del profesor y del maestro es un aspecto de indiscutible valor desde el punto de vista de la Sociología de
la Educación y de la Pedagogía.
El proceso de socio-individualización del educando dentro y fuera de la escuela tiene que quedar bien delimitado.
El fundamento psicológico.
La Psicología Pedagógica posee un gran desarrollo y desde los inicios de la década de los años 60 se consolidó un
grupo de investigaciones científicas en esa esfera, manteniéndose la Psicología como el más cercano fundamento
teórico de la Pedagogía. Este particular tuvo sus resultados muy positivos, pero conllevó también a la psicologización,
a veces desmedida, de los procesos didácticos. Este particular es fácil de detectar en la práctica y en las teorías
pedagógicas en los últimos 20 años.
Al hablar de la “actividad” se ponía mucho más énfasis en su estructura interna – proceso psicológico – que en su
concreción didáctica, asimismo se puede hablar del empeño en desarrollar las “habilidades intelectuales” que llevó a
insistir más en los procesos psicológicos de: las capacidades, las habilidades y los hábitos, que en su instrumentación
didáctica.
Los enfoques tan disímiles de la psicología en relación con la educación han conllevado a que se aprecien diferentes
orientaciones al concebir categorías esenciales como: conocimiento, aprendizaje, asimilación, apropiación, etc.
Toda teoría pedagógica tiene necesariamente que poseer una fundamentación psicológica, que permita lograr que
dicha ciencia llegue a la práctica educativa, pero no de una manera directa sino mediada por la reflexión pedagógica
y didáctica.
Las condiciones de vida y de educación constituyen otro pilar fundamental para comprender al hombre como ser social,
que está altamente condicionado por el medio sociocultural en el cual se educa. Todo lo cual se desarrolla
estrechamente con el problema del análisis de la época en la cual vive el niño y con las condiciones sociales concretas
en las que se forma y desarrolla.
Esta teoría de la psicología pedagógica ofrece una profunda explicación acerca de las grandes posibilidades de la
educabilidad del hombre, constituyéndose en una teoría del desarrollo psíquico íntimamente relacionada con el
proceso educativo.
El fundamento biológico.
Las investigaciones en muchos países en el orden genético y neurofisiológico han vuelto a poner en un primer plano,
la necesidad de no desconocer el fundamento biológico en el desarrollo del hombre y por lo tanto, de la educación que
lo completa como ser humano.
En las últimas décadas, al enfatizarse en lo histórico–cultural se olvidó un tanto este factor primigenio en el origen del
hombre. Hoy por hoy, se ha demostrado científicamente que algunas de las dificultades para el aprendizaje no están
sólo en lo social sino y muy especialmente en los problemas neurofisiológicos que presenta el sujeto que aprende.
Nada debe ser exagerado, pero ningún factor debe quedar fuera de la Pedagogía.
El proceso educativo.
El proceso educativo constituye un momento integrador de todas las influencias educativas y abarca las diferentes
esferas del desarrollo del alumno: cognitivo, afectivo, volitivo y físico; y aunque en algunos momentos está dirigido
a una esfera particular o a un componente específico de esta, en mayor o menor medida también están implicadas las
restantes esferas.
Ese proceso, aunque tiene lugar fundamentalmente en la escuela, puede desenvolverse en otras alternativas no
escolarizadas, si bien permanecen vinculadas al fin de la educación y a dicha institución.
Incluye, además, dos procesos paralelos: el extra-docente y el extra-escolar fuertemente intervinculados. En la
actualidad lo extra-escolar adquiere una significación diferente a la que tenía a finales del siglo XX. Para muchos
especialistas no sólo puede completar y acompañar al proceso escolar, sino que lo puede sustituir; se refieren a la
educación para el ocio, el trabajo, etc.
La enseñanza.
La enseñanza en este caso, forma parte intrínseca y plena del proceso educativo y posee como su núcleo básico al
aprendizaje. La enseñanza - incluido el aprendizaje – constituye en el contexto escolar un proceso de interacción e
intercomunicación entre varios sujetos y, fundamentalmente tiene lugar en forma grupal, en el que el maestro ocupa
un lugar de gran importancia como pedagogo, que lo organiza y lo conduce, pero tiene que ser de tal manera, que los
miembros de ese grupo (alumnos) tengan un significativo protagonismo y le hagan sentir una gran motivación por lo
que hacen.
El aprendizaje - apropiación – aparece en el contexto pedagógico como un proceso en el cual el educando, con la
dirección directa o indirecta de su guía, y en una situación didáctica especialmente estructurada, desenvuelve las
habilidades, los hábitos y las capacidades que le permiten apropiarse creativamente de la cultura y de los métodos
para buscar y emplear los conocimientos por sí mismo. En ese proceso de apropiación se van formando también los
sentimientos, los intereses, los motivos de conducta, los valores, es decir se desarrollan simultáneamente todas las
esferas de la personalidad.
En la clase, en sus diversas formas organizativas, la enseñanza alcanza un mayor nivel de sistematicidad, de
intención y de dirección. Es allí donde la acción del maestro (enseñar) se estructura sobre determinados principios
didácticos, que le permiten alcanzar objetivos específicos previamente establecidos en los programas, así como
contribuir a aquellos más generales que se plantean en el proceso educativo en su integralidad. Eso se comprueba a
partir de la calidad alcanzada en el aprendizaje de los alumnos.
Este proceso se suele llamar entonces: enseñanza-aprendizaje. Ambos componentes (enseñar y aprender) no
ocurren de modo independiente, sino que constituyen una unidad indisoluble. El proceso que es activo por excelencia,
debe estructurarse y orientarse en correspondencia con los requerimientos de la edad, de las condiciones y situaciones
imperantes, de las potencialidades individuales y del propio proceso integral de enseñanza al que pertenecen. La
dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje debe responder a una determinada teoría pedagógica, la cual incluye
en su proyección didáctica una teoría psicológica acerca del aprendizaje.
Entre los rasgos que caracterizan al proceso de enseñanza se señalan: el carácter social, individual, activo,
comunicativo, motivante, significativo, cooperativo y consciente, este último en dependencia de la etapa evolutiva del
niño.
En este análisis se percibe con claridad lo difícil que resulta establecer el deslinde entre la Pedagogía y la Didáctica,
ya que esas características expresadas grosso modo acerca del proceso de enseñanza-aprendizaje pertenecen al
ámbito de la Didáctica, pero sin aludir a ella no quedaría completa la categoría “enseñanza” que se estudia.
La enseñanza es el campo en que se dan en unidad la instrucción y la educación de los educandos.
PEDAGOGÍA: categorías
Educación Instrucción
(sentido estrecho)
Enseñanza
Formación Desarrollo
HOMBRE
LEE Y REFLEXIONA:
1- Analice las definiciones de Pedagogía que se ofrecen en la sección anterior y haga una comparación entre
ellas. Proponga sus conclusiones.
2- Analice las relaciones entre instrucción y educación que aparecen en el texto. Exprese su criterio.
3- Establezca la diferencia entre Educación y Pedagogía. ¿Por qué ciencias de la educación y ciencias
pedagógicas?
4- ¿Pudiera investigarse en el área de la educación con los mismos recursos metodológicos con los que se
investiga en la química, física o biología? Argumente su respuesta.