Derecho Del Consumidor

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CAPÍTULO I.

EL DERECHO DEL CONSUMIDOR.


“El Consumo me consume” Tomás Mulian

I. El consumo
La cuestión del consumo se vincula con la utilización de bienes y servicios para
la satisfacción de necesidades o deseos 1. Desde esa perspectiva, el consumo está
presente desde el nacimiento mismo de la humanidad. 2
Primeramente, el hombre desarrolló diversas acciones en comunidad con el fin
de satisfacer las necesidades que iban surgiendo a medida que desarrollaba su
supervivencia, necesidades que se definen simplemente como la carencia de algo.
Esta carencia puede ser de tipo material, espiritual u otro, pero cualquiera sea su
origen, las personas buscan su satisfacción. El Dr. Horacio Corti define a la
necesidad como una expresión en donde “el uso del concepto de necesidad se
encuentra encastrado en formas lingüísticas del tipo “se necesita… para…” o “es
necesario… para…”, donde el segundo casillero vacío acota las posibilidades del
primero. Pero también es aceptable construcciones tales como “sin… no es
posible…” (…) En resumen el marco habitual de referencia de las necesidades se
organiza en torno al hombre en cuanto animal viviente, ya que para conservar la
vida se requiere de la satisfacción de ciertas condiciones que atañen tanto al cuerpo
mismo como al entorno.” 3
Las necesidades básicas de los seres humanos pueden ser necesidades
fisiológicas, culturales y psíquicas.
Las necesidades específicas son un resultado de la propia historia humana:
históricamente especificadas, socialmente condicionadas.
Como lo indica Marx4, “el hambre es hambre, pero el hambre que se satisface
con carne cocida, que se come mediante un cuchillo o un tenedor, es un hambre muy

1
Conf. DRAE
2
“Diversos estudios de historia económica nos muestran que la institución mercantil se originó al
contacto entre diversos pueblos o culturas. Es decir: el comercio exterior precedió al comer local
(Polanyi, 1976; 1994). Sólo cuando un grupo humano considero que había un excedente respecto a la
satisfacción de lo que consideraba sus necesidades, es que realizaba acciones de intercambio” (Corti
Horacio, “Necesidades, preferencias y derechos”, pág. 3)
3
Corti Horacio, “Necesidades, preferencias y derechos”, pág. 1.
4
Marx, Introducción a la crítica de la economía política, Ediciones de Cultura Popular, México, 1976:
247.
distinta de la que devora carne cruda con ayuda de manos, uñas y dientes. La
producción no produce, pues, únicamente el objeto del consumo, sino también, el
modo de consumo, o sea que produce objetiva y subjetivamente. La producción
crea, pues, los consumidores”.
Manfred Max Neef afirma que el hombre debe ser tratado como un ser
cualitativo y no cuantitativo para que de esta forma mejore su calidad de vida. Las
necesidades humanas fundamentales son pocas, delimitadas y clasificables. Estas
son: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación,
identidad y libertad. Max Neef afirma que las necesidades son y serán siendo las
mismas en todas las culturas y en todos los periodos históricos. Lo que cambia son
los medios utilizados para satisfacerla.
Maslow existen necesidades primordiales para el ser humano. De esta forma
plantea una jerarquía de necesidades, en las cuales existen 5 bloques los cuales son
de forma ascendente: fisiológicas, de seguridad, de pertenencia, de estima y la
autorrealización. Las primeras necesidades (fisiológicas y de seguridad) deben
satisfacer antes que cualquier otra. Ya que estas son las urgencias fundamentales,
inaplazables de todo ser humano, sin estas no se puede vivir. En estas entra el factor
económico, ya que ayuda a satisfacer dichas necesidades. Maslow plantea que el
hombre esta constituido por distintos niveles y si se presentan necesidades
insatisfechas en estos, afectara al siguiente nivel. Las necesidades afectan la
conducta de un individuo en un momento dado. Pero una vez que se halla superado
la necesidad dejara de ser motivador, amenos que el hombre alcance la
autosatisfacción, es decir, a la tendencia que tiene para realizarse en lo que es en
potencia. Todo ser busca la autorrealización, “es decir llegar a ser todo lo que
potencialmente puede ser” (Maslow, 1975).
Abraham Maslow (1908-1970) máximo exponente de la sicología humanística,
en su obra “Motivación y Personalidad” en 1954, con lo cual pretendía dar a
conocer que el hombre es un ser que tiene necesidades para sobrevivir, además de
ser un ser biosico social, Maslow agrupa todas las necesidades del hombre en 5
grupos o categorías jerarquizadas mediante una pirámide, las cuales son: a-
Necesidades fisiológicas (aire, agua, alimentos, reposo, abrigos etc.); b- Necesidades
de seguridad (protección contra el peligro o el miedo, etc.); c- Necesidades sociales
(amistad, pertenencia a grupos, etc.); d- Necesidades de autoestima (reputación,
reconocimiento, respeto a si mismo, etc.); e- Necesidades de autorrealización
(desarrollo potencial de talentos, dejar huella, etc.).
Maslow cree que el hombre es un ser cuyas necesidades crecen y cambian a lo
largo de toda su vida. A medida que el hombre satisface sus necesidades básicas o
primarias, otras más elevadas como las secundarias ocupan el predominio de su
comportamiento y se vuelven imprescindibles. Maslow plantea que el ser humano
esta constituido y compuesto por un cuerpo físico, cuerpo sociológico y cuerpo
espiritual y que cualquier repercusión o problema que ocurre en cualquiera de estos
cuerpos repercute automáticamente sobre el resto de los cuerpos de la estructura.
Por esto Maslow propone dentro de su teoría el concepto de jerarquía, para así darle
orden a las necesidades a nivel del cuerpo físico, sociológico y espiritual.
El desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos. Las necesidades
humanas fundamentales son finitas, pocas y clasificables, son las mismas en todas
las culturas y en todos los períodos históricos. Lo que cambia, a través del tiempo y
de las culturas, es la manera o los medios utilizados para la satisfacción delas
necesidades. Lo que está culturalmente determinado no son las necesidades
humanas fundamentales, sino los satisfactores de esas necesidades.

CLASIFICACIÓN DE LAS NECESIDADES SEGÚN MAX NEEF:


Según categorías existenciales: necesidades de ser, hacer, tener y estar.
Según categorías axiológicas: subsistencia, protección, afecto, entendimiento,
participación, ocio, creación, identidad, libertad.
Cada sistema económico, social y político adopta diferentes estilos para la
satisfacción de las mismas necesidades humanas fundamentales. En cada sistema,
éstas se satisfacen(o no) a través de la generación (o no generación) de diferentes
tipos de satisfactores. Uno de los aspectos que define una cultura es su elección de
satisfactores.
Las necesidades humanas fundamentales de un individuo que pertenece a una
sociedad consumista son las mismas del que pertenece a una sociedad ascética. Lo
que cambia es la cantidad y calidad de los satisfactores elegidos, y/o las
posibilidades de tener acceso a los satisfactores requeridos. Lo que está
culturalmente determinado no son las necesidades humanas fundamentales, sino los
satisfactores de esas necesidades. El cambio cultural es consecuencia –entre otras
cosas- de abandonar satisfactores tradicionales para reemplazarlos por otros nuevos
y diferentes. En conclusión los dos personajes apuntan hacia un mismo objetivo solo
que con un modo de ver distinto; tanto ABRAHAM MASLOW como MANFRED
MAX-NEEF hablan de que el ser humano para subsistir y sobrevivir adecuadamente
en un determinado entorno debe satisfacer una serie de necesidades básicas, y que
sin importar el método que cada uno utiliza, es muy importante satisfacerlas ya que
de eso depende la vida misma.
Consumir es una operación cotidiana e imprescindible que está ligada a la
reproducción material pero también espiritual (cognitiva, emocional y sensorial) de
los individuos. Es un acto ordinario ligado al desarrollo vital y es el objetivo de ese
intercambio incesante de los hombres con la naturaleza que llamamos trabajo5
Para Zygmunt Bauman, si se reduce al consumo a su forma arquetípica en tanto
ciclo metabólico de ingesta, digestión y excreción, el consumo es una condición
permanente e inamovible de la vida y un aspecto inalienable de ésta, y no está atado
ni a la época ni a la historia.6

Necesidades
Básicas
Culturales
Del sistema productivo

Sociedad primitivas
Necesidades básicas

Trueque

Comercio

Necesidades culturales
Revolución industrial
Liberalismo político

5
MOULIAN, Tomás, “El Consumo me consume”, LOM Ediciones, Santiago de Chile, 1998, p. 9.
6
BAUMAN, Zygmunt, “Vida de consumo”, Fondo de Cultura Economica, Buenos Aires, 2007, p. 43.
Economía de mercado

II. La sociedad de consumo

Siguiendo al artículo del Dr. Barocelli 7 (REVISAR ESTA CITA), siguiendo al


jurista brasileño Benjamin, el derecho de consumidor es “la disciplina jurídica de la vida
cotidiana del habitante de la sociedad de consumo”. Dicha sociedad de consumo, en la
que estamos inmersos, se caracteriza, entre otros aspectos, por una creciente,
estandarizada y masificada producción de bienes y servicios dirigida a los
consumidores, contextualizada por abundantes y agresivas campañas publicitarias,
prácticas comerciales y estrategias de financiación. En ese contexto, los consumidores
se encuentran en una marcada situación de debilidad y vulnerabilidad estructural frente
a los proveedores de dichos bienes y servicios.

III. El movimiento consumerista

En términos globales suelen presentarse dos modelos claramente diferenciados


de organizaciones de defensa de los consumidores, en relación a los objetivos que
pretendan alcanzar. Hay asociaciones cuyos objetivos son solamente el colocar al
consumidor en mejor situación dentro del seno de las estructuras del mercado. En
este caso, se trataría de organizaciones enclavadas en el actual sistema de mercado y
que sólo persiguen corregir los desmanes o abusos de éste. Buscan lograr la llamada
“soberanía del consumidor. Otro modelo lo representarían las asociaciones cuyo
objetivo sea el cambio social, la transformación de las actuales estructuras
económicas. En este otro caso se trataría por tanto de organizaciones que sin
renunciar a defender una mejor posición de los consumidores en el mercado y

7
Barocelli, Sergio S. y Arias Cáu, Esteban, “Juicio ejecutivo, títulos de crédito y derecho del consumidor.
El Superior Tribunl de Jujuy ratifica doctrina plenaria, pero siembra alguna incertidumbre”, MJ-DOC-
5999- AR, 2012.
combatir los desmanes y abusos de éste, también se proponen contribuir a cambiar
el actual modelo de producción, distribución y consumo. .8
Según las actividades desarrolladas también existen dos modelos diferentes. En un
primer modelo se incluirían las organizaciones que se encuadran en el campo
exclusivo de la defensa del consumidor y las llamaremos específicas. En un segundo
modelo se encuadrarían aquellas organizaciones cuyas actividades y campos de
actuación son más amplias y que en un momento determinado también asumen la
defensa del consumidor y a éstas las llamaremos no específicas. En este caso se
encontrarían los movimientos vecinales, de mujeres, cooperativas, etc. 9
En Argentina En el movimiento consumerista data de los años 80 10, aunque para
autores como Zentner, comenzó en los años sesenta, y en su origen se presentó como
una maraña de disposiciones fragmentarias y carentes de regulación orgánica, en
dirección a reglar determinadas actividades industriales y comerciales. 11
Sin embargo recién en el año 1993, más precisamente el 22 de septiembre de
dicho año, se sanciona la ley 24240, que fue consagrada constitucionalmente con la
reforma del año 1994, donde se menciona la protección constitucional a los
consumidores y usuarios en el artículo 42.

IV. Concepto.

En este apartado intentaremos abordar la cuestión referida a la conceptualización del


derecho del consumidor.
Derecho del Consumidor" como un sistema global de normas, principios, instituciones e
instrumentos de implementación, consagrados por el ordenamiento jurídico en favor del
consumidor, para garantizarle en el mercado una posición de equilibrio en sus
relaciones con los empresarios

8
Conf. SÁNCHEZ LEGRÁN, Francisco, RUIZ LEGIDO, Olga y SANTOS GENERO, Miguel Ángel,
“FACUA y el movimiento de consumidores”, Ediciones FACUA-Consumidores en Acción, Sevilla, 2008,
p. 15 y ss.
9
Conf. SÁNCHEZ LEGRÁN, Francisco, RUIZ LEGIDO, Olga y SANTOS GENERO, Miguel Ángel,
“FACUA y el movimiento de consumidores”, Ediciones FACUA-Consumidores en Acción, Sevilla, 2008,
p. 15 y ss.
10
Conf. P. 31 movimiento de DEFENSA DE LOS CONSUMIDORES en América Latina y el Caribe
Paco Sánchez Legrán Paco Luis Murillo https://www.facua.org/es/documentos/libro_america_latina.pdf
11
ZENTNER, Diego H., “Contrato de consumo”, La Ley, Buenos Aires, 2010, p. 15.
Antonio Benjamín, siguiendo a Baudillard, ha conceptualizado al derecho del
consumidor como la disciplina jurídica de la vida cotidiana del habitante de la sociedad
de consumo12.
Así, por ejemplo, Farina define al Derecho del Consumidor como el conjunto
orgánico de normas –capaces de constituir una rama del derecho- que tiene por objeto la
tutela de quienes contratan para la adquisición de bienes y servicios destinados, en
principio, a las necesidades personales.1314
Pérez Bustamante sostiene que el derecho del consumo es aquel que regula los
intereses de los consumidores y las relaciones de consumo en general.15
Stiglitz, por su parte, lo conceptualiza como un sistema global de normas,
principios, instituciones e instrumentos de implementación, consagrados por el
ordenamiento jurídico a favor del consumidor, para garantizarle en el mercado una
posición de equilibrio en sus relaciones con los empresarios. 16
Mosset Iturraspe, en tanto, entiende al derecho del consumidor como el
ordenamiento jurídico de las necesidades de bienes y servicios, y del modo de
satisfacerlas en un mercado caracterizado por la escasez17
Señala Farina que el derecho de los consumidores vas más allá de la adquisición de
bienes y servicios ofrecidos por las empresas, pues incluye el interés de obtener
respuesta a otras necesidades cuya satisfacción no ofrece el mercado y que, sin
embargo, también son indispensables para asegurar la calidad de vida. Piénsese en la
necesidad de una eficiente prestación de servicios públicos, en la defensa del medio
ambiente, en la educación e información necesarias no sólo para contratar en el
mercado, sino para conseguir las mejores condiciones de vida Esto excede el campo de
las contrataciones mercantiles.18
El derecho del consumo no busca estigmatizar a alguna de las partes de la relación
jurídica, sino más bien corregir los desequilibrios que se presentan eventualmente en
ésta, dándole al consumidor una herramienta para lograr la protección de los derechos
que tiene en calidad de tal.19
12
BENJAMÍN, Antonio H., El derecho del consumidor, JA 1993-II-913.
13
14
Juan M. Farina. “Contratos Mercantiles Modernos”, pág. 249. Editorial Astrea.
15
Pér ez Busta mante, Laura. Derechos del consumidor, p.2, Editorial Astrea, Buenos Aires 2004
16
STIGLITZ, Ruben S. – STIGLITZ, Gabriel A. “Ley de Defensa del Consumidor (una primera visión de
conjunto), JA 1993-IV-871.
17
MOSSET ITURRASPE, J., "Introducción al Derecho del consumidor", en Revista de derecho Privado
y Comunitario, t. 5, p. 9, Ed. Rubinzal-Culzoni).
18
Fari na, Juan M. Contratos comerciales modernos, p. 322, Editorial Astrea, Buenos Aires, 2005.
19
Villalba Cuellar, Juan Carlos ASPECTOS INTRODUCTORIOS AL DERECHO DEL CONSUMO
V. Aspectos terminológicos.

El lingüista ruso Bajtín20 entendía que el lenguaje no es neutro ni inocente, ya


que siempre transmite el sistema de creencias sobre el mundo que tiene el grupo que lo
usa.
El campo de conocimiento jurídico objeto del presente trabajo ha sido objeto, a
lo largo del tiempo, de diversas denominaciones que reflejan las transformaciones de su
contenido.
En sus comienzos fue designado como legislación de defensa o protección al
consumidor; esto es como una “ley” que se sumaba al elenco de normas especiales del
derecho privado y que interfería con ciertas particularidades la regulación contractual
civil y comercial y el derecho de daños.
En el Derecho comparado no existe acuerdo en cuanto a tal designación. La
denominación Derecho del consumo (Droit de la consommation) se utiliza, por ciertas
razones históricas, en Francia, Bélgica y Portugal. Por el contrario, en los Estados
Unidos, Inglaterra, Australia y Alemania se prefiere la expresión Derecho del
consumidor21.
Sostiene Bemjamín que cada una de las denominaciones resalta un aspecto de la
disciplina jurídica. Derecho del consumo pone en primer plano la tutela del mercado de
consumo, mientras que Derecho del consumidor realza la protección de la persona del
consumidor. Una es objetiva y la otra subjetiva.22
Preferimos la denominación “Derecho del Consumidor” por ser la más extendida
y utilizada en nuestro medio y Latinoamérica y porque dicha denominación pone el
acento en el aspecto protectorio de esta rama del derecho, esto es, la defensa de los
consumidores.

Evolución

Prolegómenos : Derechos y valores, vol. XII, núm. 24, julio-diciembre, 2009, pp. 77-95 ,Universidad
Militar Nueva Granada EN http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/876/87617269006.pdf
20
Bajtín, M. y V. N. Voloshinov, "¿Qué es el lenguaje?", en ¿Qué es el lenguaje?, Buenos Aires,
Almagesto, 1998
21
Conf. BENJAMÍN, Antonio Hermán V., El derecho del consumidor, en
http://www.consumo-inc.es/Publicac/EC/1992/EC24/EC24_01.pdf
22
BENJAMÍN, Antonio Hermán V., El derecho del consumidor, en
http://www.consumo-inc.es/Publicac/EC/1992/EC24/EC24_01.pdf
Los orígenes del movimiento consumerista internacional se remontan al lejano
1843, con el nacimiento de las primeras cooperativas de consumo desarrolladas en
Inglaterra.
Siguiendo a Zentner, es recién a fines de la década de los ´50 y principios de los
´60 que se produce el explosivo desarrollo del movimiento de protección al consumidor
como respuesta al fenómeno económico de masificación de la producción y del
consumo y a la transformación operada en la manera en que los consumidores y
proveedores interactúan.
La embrionaria idea de la defensa del consumidor ante la calidad de los
productos y las condiciones de su contratación van en crecimiento hasta que en el año
1960 el todavía candidato a Presidente de los EE.UU. John F. Kennedy enarbola los
derechos de los consumidores como divisa de campaña, lo que es planteado, una vez en
el gobierno, como programa de acción, en el famoso discurso del 15 de marzo de 1962.
Allí enumera los derechos fundamentales de los consumidores a la seguridad en el
consumo de productos, a la información; a la libre elección y a la representatividad de
los consumidores.23Es por este discurso en el que pronuncia la tan recordada frase:
“Consumer, by definition, include as all” (consumidores, por definición, nos incluye a
todos) que en el año 1983, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al 15 de
marzo como el “Día Mundial de los Derechos del Consumidor.
Igualmente vale la pena destacar la preocupación de la doctrina social de la
Iglesia por el status de los consumidores, que en su prédica en favor de la dignidad
humana, ha postulado reiteradamente la necesidad de hacer más justas las relaciones de
mercado. La preocupación se remonta a la encíclica “Rerum Novarun” del pontífice
León XIII; y se plasma de modo reciente, en el “Catecismo de la Iglesia Católica”,
publicado en el año 1992, donde se indican las pautas éticas de una legislación
respetuosa del hombre: “Es preciso promover una regulación razonable del mercado y
de las iniciativas económicas, según una justa jerarquía de valores y con vista al bien
común… Otra incumbencia del Estado es la de vigilar y encauzar el ejercicio de los
derechos humanos en el sector económico; pero en este campo la primera
responsabilidad no es del Estado, sino de cada persona y de los diversos grupos y
asociaciones en que se articula la sociedad”.24

23
PICASSO- VAZQUEZ FERREYRA, “Ley de Defensa del Consumidor. Comentada y anotada”, Tomo
I, La Ley, Buenos Aires, 2009, p. 18.
24
TINTI, Guillermo P., “La protección del consumidor en la nueva legislación Argentina”, p. 140.
Recién en 1973,el Consejo de Europa manifiesta su voluntad política de defensa
del consumidor con una base programática a través de la “Carta Europea de Proteccion
de los Consumidores”, aunque anteriormente ya el Tratado de Roma de 1957 contenía
clausulas relativas al mejoramiento de la situación jurídica de los consumidores. Esta
Carta se plasmó en medidas concretas a través del “Programa Preliminar para una
Política de Protección e Información de los Consumidores”, texto que recoge cinco
categorías de derechos fundamentales que constituirían la base de la legislación
comunitaria: protección a la salud y seguridad, a la protección de los intereses
económicos, a la reparación de los daños, a la información y a la educación, y a la
representación.25
Por su parte la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó el 9 de abril
de 1985 las denominadas “Directrices para la Protección del Consumidor” (Resolución
Nº 39/248), solicitando además a los Estados miembro que se ocuparan en elaborar
documentos conexos destinados a llevar esta protección a cada Nación. Estas directrices
poseen ya el contenido básico útil para cualquier estatuto local de defensa del
consumidor, cuyo presupuesto reside en el reconocimiento de la “vulnerabilidad” del
consumidor frente al empresario, dados los desequilibrios en cuanto a capacidad
económica, nivel de educación y poder de negociación.26
Las Directrices para la Protección del Consumidor son un conjunto
internacionalmente reconocido de objetivos básicos, para que los gobiernos de los
países en desarrollo y los países de reciente independencia las utilizaran para la
estructuración y fortalecimiento de políticas y leyes de protección del consumidor. 27
Piris28 describe que a lo largo de la evolución de los derechos del consumidor existieron
tres etapas bien definidas y una cuarta que se ha empezado a esbozar recientemente:
Primera etapa: podría ser caracterizada como un periodo “fronterizo” previo al
advenimiento de la sociedad de consumo, en la cual no se distinguía suficientemente al
consumidor como grupo social y no se era consciente de su estado de vulnerabilidad.
Era la época de la Teoría del Libre Mercado y el consumidor individual, la de los

25
ZENTNER, Diego H, “Contrato de consumo”, La Ley, Buenos Aires, 2010, p. 12.
26
TINTI, Guillermo P., “La protección del consumidor en la nueva legislación Argentina”, p. 141.
27
Informe del Secretario General a la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible del Consejo Económico y
Social de la O.N.U. 19 de febrero de 1998.
28
?
PIRIS, Cristian Ricardo, “Evolución de los derechos del consumidor”, Universidad Nacional del
Nordeste, http://www.unne.edu.ar/unnevieja/Web/cyt/cyt/2000/1_sociales/s_pdf/s_006.pdf
derechos clásicos, del derecho civil ocupado de la “persona” en abstracto, del derecho
comercial regulado la relación entre “comerciantes”, del caveat emptor, etc.
Segunda etapa: ya en los albores de la sociedad de consumo, se empiezan a regular
ciertos institutos que si bien no tendían directamente a la protección del consumidor
empiezan a procurar una mejoría en su estatus jurídico a través de la lucha contra los
monopolios, bregando por la lealtad comercial, etc. Aquí encontramos normas y
principios que regulan genéricamente la situación del consumidor protegiéndolo
indirectamente.
Tercera etapa: en este se produce el reconocimiento de los consumidores como grupos
social definido y deliberadamente se sancionan normas tendientes a su protección (ley
Kennedy). Podría decirse que recién aquí se produce el nacimiento de los derechos del
consumidor. Por primera vez se empieza a elaborar normas y principios que regulan
específicamente la situación del consumidor, teniendo por objetivo principal la defensa
del mismo.
Cuarta etapa: de reciente aparición y estrechamente vinculada al desarrollo sustentable.
Aquí la preocupación por el medio ambiente se manifiesta a través de la racionalización
de los hábitos de consumo. Es el nuevo capítulo del derecho del consumidor, en él no
sólo se reconocen derechos a los consumidores sino también deberes, ya que el objetivo
no solo es protegerlo de los abusos del mercado sino preservar el medio ambiente a los
efectos de asegurar las posibilidades de acceso al consumo para las futuras generaciones
de consumidores.

Contenido
Regulación estatal
Caracteres
VI. Autonomía.

Una nota distintiva del Derecho del Consumidor, común a todos los llamados
“derechos humanos de tercera generación”, es que rompe con la díada clásica de
derecho público-derecho privado. Interdisciplinariedad respecto a las diferentes ramas
del derecho, comprendiendo normas e instituciones que clásicamente eran inscriptas en
el derecho civil, derecho comercial, derecho de la competencia, derecho constitucional,
derecho administrativo, derecho procesal, derecho penal, entre otras, y
multidisciplinario en su vinculación con otras disciplinas, fundamentalmente de las
ciencias sociales, como la economía, la sociología, la psicología, la antropología, la
ciencia política, las ciencias de la educación, las ciencias de la comunicación, la
mercadotecnia o marketing, o las ciencias ambientales, etc.

El consumo es un hecho social total —en la clásica acepción que el concepto que
del sociólogo y antropólogo francés Marcel Mauss 2—, pues es una realidad objetiva y
material, pero es, a la vez, e indisolublemente, una producción simbólica, depende de
los sentidos y valores que los grupos sociales le dan a los objetos y las actividades de
consumo. El consumo es, así, una actividad social cuantitativa y cualitativamente
central en nuestro actual contexto histórico29

Son de naturaleza mixta (público- privado)

Con la sociología…

Con la antropología…

Con la psicología…

VII. El derecho del consumidor como derecho de tercera generación.

Desde la segunda mitad del siglo XX, primero en los Estados Unidos y Europa, y
luego en el resto del mundo, incluida Latinoamérica, ha emergido, tanto en
movimientos del tercer sector, en las agendas de políticas públicas como las
legislaciones constitucionales e infraconstitucionales la problemática de la protección de
consumidores y usuarios. Estos derechos se inscriben dentro de la llamada “tercera
generación de derechos humanos”, que poseen como característica común los valores de
la solidaridad y la equidad y, en muchos casos, la incidencia colectiva del bien sobre el
que recaen. Dentro de estos derechos humanos de tercera generación podemos enumerar

29
La teoría del intercambio y la donación del Marcel Mauss (1979) y su concepto del hecho social total
donde lo material y lo simbólico se articulan en un proceso de determinaciones y efectos múltiples se ha
convertido en imprescindible para realizar una moderna sociología del consumo como han demostrado los
trabajos de Karsenti (1994), Caillé (2000) y Herpin (2001). MAUSS, M. (1979), Sociología y Antropología,
Madrid, Tecnos, 2ª ed.
a los derechos al ambiente, al patrimonio artístico y cultural, al desarrollo, a la paz, a la
verdad histórica y a los derechos de los consumidores y usuarios, entre otros.

Solidaridad

La división de los derechos humanos en tres generaciones fue inicialmente propuesto en


1979 por el jurista checo Karel Vasak[1] en el Instituto Internacional de Derechos
Humanos en Estrasburgo, Francia.

Su división sigue las nociones centrales de las tres frases que fueron la divisa de la
revolución francesa: Libertad, igualdad, fraternidad.

Por ello, si decimos que el derecho del consumidor es un derecho humano de tercera
generación –cuyas notas distintivas son la equidad internacional e intergeneracional
junto a la solidaridad-, que es transversal y se encuentra inescindiblemente ligado a su
par, el derecho ambiental, con quien comparte sus características30

Los derechos humanos de tercera generación pretenden partir de la totalidad de


necesidades e intereses del ser humano tal como se manifiestan en la actualidad. Si el
titular de los derechos de primera generación era el ser humano aislado, y los
protagonistas de los derechos de segunda generación eran los seres humanos en grupos,
las nuevas circunstancias actuales exigen que la titularidad de los derechos corresponda,
solidaria y universalmente, a todos los hombres.31

VIII. El derecho del consumidor como sistema


Orden público e interés social
Las normas de orden público consumerista tratan de corregir las fallas del
mercado. Esta precisión es importante porque no se trata de incidir en la relación
bilateral repartiendo costos o efectuando una justicia conmutativa en el caso; no es
razonable intentar afectar repartos privados que efectúan las partes interviniendo en lo
30
pb
31
Derechos humanos de tercera generación: derecho a la paz

Autor: Luis Pedro Menacho Chiok


http://www.gestiopolis1.com/recursos8/Docs/eco/derechos-humanos-tercera-generacion-derecho-a-la-paz.htm
que ellas hacen, ya que ese es el objetivo de la política distributiva estatal mediante
impuestos y otras contribuciones. El objetivo es suprimir los obstáculos del
consentimiento pleno y asegurar la sociabilidad de las relaciones jurídicas.32

Características de sus normas preventivas, prot y repardoras

IX. Introducción.
Respuesta en el campo jurídico

 Cosmov Teoría Clásica del Contrato:

Instrumento para la intermediación de bienes y servicios


isión individualista
Contratación clásica

 Autonomía de la voluntad

 Fuerza obligatoria del contrato

 Igualdad de las partes


La autonomía de la voluntad privada implica 4 aspectos diferentes:

 La libertad de contratar o no contratar, y de elegir con quién se contrata, llamada


libertad de concertación o autodecisión.
 La libertad de contratar de una determinada manera, estableciendo el contenido
del contrato, designada libertad de configuración o autorregulación.
 La libertad de modificar las estipulaciones contractuales.
 La libertad de extinguir el contrato.
Igualdad de las partes
32
LORENZETTI, Ricardo Luis, “Consumidores”, Edit. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2003, p. 38.
 económicamente iguales
 poder de negociación similar
 pactar en igualdad de condiciones
 Idea de equilibrio o intercambio razonable.
 Transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales

 nuevas realidades o visibilización de situaciones antes soslayadas

 Mercado insta a un mayor consumo por necesidades del mercado


 masificación de los contratos
 "estandarización" de las relaciones jurídicas
 uniformidad contractual
 Marketing y publicidad
 aprovechamientos por parte del contratante más fuerte
 presencia de ofertas oligopólicas o monopólicas
 Impacto tecnológico
 Reivindicaciones sociales de grupos vulnerables
 Desigualdades socio-económicas, culturales y técnicas
 Intervención del Estado en la regulación del mercado.

 Protección de la parte más débil

 “crisis del contrato”

 Socialización del derecho

 Desarrollo humano y desarrollo sostenible


 Movimiento en defensa del consumidor


 Segunda mitad del siglo XX. EE. UU y Europa.
 1960. Consumers International
 1962. Kennedy . “Consumidor nos incluye a todos”
 1970 Directivas Consejo de Europa (73) CEE. (75)
 1983 Día Internacional del Consumidor (15 de marzo)
 1985 Directrices de Protección del Consumidor de la Organización de Naciones
Unidas.
 1999 fueron ampliadas para incorporar la promoción del consumo sostenible.

El consumidor como sujeto jurídico hizo su aparición en la medida en que los países
occidentales iban alcanzado grados avanzados de capitalismo, pues hasta entonces el
destinatario de productos o servicios era sólo el eslabón final del sistema, era digno de
atención únicamente como “metro” de valoración del comportamiento del homo
oeconomicus, como espectador externo de ciertas acciones con una participación
únicamente final1.33

http://www.camoron.org.ar/vermas-fallos.asp?1771

2. EVOLUCION DEL DERECHO DEL CONSUMIDOR.-

A. PRIMERA ETAPA: Una primera etapa, durante la cual las relaciones de consumo
comienzan a revelar al consumidor como parte débil (masificación, desigualdades
reales, desinformación, etc) aún sin respuestas precisas del derecho positivo. Apenas
algunas garantías tradicionales, como la de los vicios ocultos, conferían una cierta
protección al comprador.

En esta etapa, las responsabilidades de fabricantes y proveedores podían ser fundadas


sólo en la idea de la culpa; la vigencia del principio de autonomía de la voluntad era
virtualmente ilimitada, impidiendo la revisión de los contratos inequitativos, y las
conductas anticompetitivas o desleales carecían de un sistema de reacción expresa del
ordenamiento jurídico.

33
Alpa , Guido. El derecho de los consumidores y el
“Código del Consumo” en la experiencia italiana, en
revista de derecho privado No. II-2006, p.7, Universidad
Externado de Colombia.
B. SEGUNDA ETAPA: un segundo período, a partir de la vigencia de las reformas al
Código Civil y leyes especiales regulatorias del mercado, permitió diseñar un sistema de
protección del consumidor, a través de soluciones que, aunque genéricas y no
específicamente dirigidas a aquel fin, importan de todos modos un avance notorio en
orden a la equidad en las relaciones de consumo:

1) las reglas de la justicia contractual, esencialmente de la buena fe (art. 1198) y el


abuso del derecho (art. 1071), incorporadas al Código Civil por la reforma de 1968, que
habilitan el control judicial de equidad, sobre prácticas y cláusulas abusivas en los
contratos de consumo;

2) el régimen de responsabilidad objetiva por daños derivados de productos elaborados,


implícitamente emergente de los arts. 1198 del Cód. Civ. en el ámbito contractual, y
1113 del Cód. Civ. (cosas riesgosas o viciosas) en el campo extracontractual;

3) la prohibición del engaño a través de la identificación de mercaderías y publicidad


comercial, el control de las ofertas con premios y el régimen de garantías;

4) el régimen de control de precios y de la comercialización de bienes y servicios, de la


ley de abastecimiento 20.680;

5) la represión de conductas anticompetitivas de la ley de defensa de la competencia


22.262;

6) el control de los sistemas y contratos de ahorro previo para fines determinados.

C. TERCERA ETAPA: se inicia en Argentina con la vigencia de la ley 24.240. Esta ley
de defensa del consumidor termina de consolidar la presencia de un sistema de
protección jurídica que, anteriormente, estaba fundado sólo en normas sustantivas y
adjetivas generales, no dirigidas directa y específicamente al amparo de los
consumidores (Códigos Civil, de Comercio y Procesal, leyes de abastecimiento, lealtad
comercial y defensa de la competencia, etc).34

34
http://www.todoiure.com.ar/monografias/mono/t_del_estado/defensa_del_consumidor.htm

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