TEORÍA
TEORÍA
TEORÍA
La anatomía humana es una disciplina científica de carácter descriptivo dedicada al estudio de las estructuras del
cuerpo humano.
Así, se pueden estudiar los aparatos, que se organizan en sistemas, que a su vez están compuestos por órganos, que
están compuestos por tejidos, que están formados por células, que están formados por moléculas, etc…
La anatomía funcional del Aparato locomotor describe y relaciona morfología y función de los elementos del aparato
locomotor y es fundamental para entender la motricidad y por tanto para el profesional de la actividad física.
Para que las descripciones y relaciones estén claras se recurre a una terminología anatómica estandarizada que
permite definir la situación relativa entre estructuras anatómicas en relación a una posición concreta: la Posición
anatómica.
La posición anatómica está aceptada internacionalmente por las diferentes sociedades anatómicas y se usa también
como punto de partida para describir los diferentes tipos de movimientos.
Se establece un sistema de referencia que defina ejes y planos ortogonales dentro de los cuales se describe el
movimiento.
Las articulaciones realizan los movimientos sobre estos ejes y definen lo que se conoce como grados de libertad
articular.
Una articulación que realiza su movimiento sobre un solo eje tiene un grado de libertad y los huesos que se
desplazan sólo lo hacen en un plano. Por ejemplo el codo, la rodilla o las interfalángicas de los dedos.
Las articulaciones que se pueden mover en dos ejes tienen dos grados de libertad y se pueden mover en dos planos
por ejemplo la muñeca.
Las articulaciones que permiten el movimiento en tres ejes tienen tres grados de libertad y se denominan
multiaxiales (articulación del hombro o la cadera) se mueven en todos los planos.
Los grados de libertad representan el número de movimientos independientes que permite una articulación.
Teóricamente el máximo sería 3 (uno por eje), pero muchas articulaciones permiten que durante el movimiento de
rotación sobre los ejes se produzcan movimientos de deslizamiento y giros accesorios que modifican
instantáneamente el plano de movimiento. Realmente el movimiento tiene infinitos ejes que van variando de
manera instantánea a medida que transcurre el movimiento.
Estos movimientos accesorios se deben a la geometría articular, a la actividad muscular y a los ligamentos y capsulas
articulares que limitan y condicionan el rango de movimiento.
Estos movimientos accesorios de traslación se emplean en muchos casos para valorar la integridad de estructuras
articulares.
La definición de ejes y planos es sólo un convenio que resulta útil para definir los movimientos articulares básicos y
que lo que realmente representan son posiciones medias aproximadas.
Si examinamos un movimiento en toda su extensión no podemos definirlo por una única línea fija en el espacio (eje),
sino más bien por una sucesión de líneas que cambian a medida que progresa el movimiento. Las articulaciones no
son formas geométricas sencillas ya que su grado de curvatura se modifica en cada punto, y en muchos casos se
asocian o combinan varias de ellas.
Desde la perspectiva biomecánica, el diseño encadenado de los segmentos corporales permite que los grados de
libertad articulares se vayan sumando, de manera que los extremos distales cuentan con una gran cantidad de
opciones de movimiento.
Tipos de movimiento
Los movimientos permitidos por las articulaciones se han descrito en 4 clases o tipos fundamentales:
1. Traslación o deslizamiento.
2. Angulación: flexión-extensión y abducción-addución
3. Circunducción.
4. Rotación: rotación sobre el eje longitudinal interna o externa y pronación-supinación (antebrazo y pie)
Estos tipos suelen combinarse para dar lugar a la gran variedad de movimientos de los que disponemos y
proporcionar unas ventajas mecánicas esenciales:
Es importante saber que las superficies articulares encajan perfectamente una con otra en una única posición
articular: que es el extremo del movimiento habitual y se conoce como posición de bloqueo.
A medida que nos aproximamos a esta posición de bloqueo las cápsulas y ligamentos se torsionan y alcanzan su
tensión máxima. Estas posiciones son de gran rigidez y por tanto alta exposición al trauma.
En todas las demás posiciones de la articulación las superficies articulares no son congruentes y la cápsula y
ligamentos están relativamente relajados, por lo que conocen como posiciones de laxitud.
Supone el deslizamiento de una superficie sobre la otra, sin ningún desplazamiento angular o rotatorio apreciable.
Aunque en algunas articulaciones es el único movimiento permitido suele ser un componente importante de los
movimientos combinados.
Algunos ejemplos son las articulaciones de huesos del carpo y del tarso o algunas de las articulaciones de las
vértebras (carillas).
Hablamos de Flexión- Extensión si el movimiento se realiza sobre un eje transversal y transcurre por el plano sagital.
En general, se acepta que la flexión es la aproximación de superficies ventrales o la disminución en el ángulo que
forman dos huesos adyacentes. Mientras que la extensión supone el gesto contrario.
Si el movimiento se realiza sobre un eje sagital (o anteroposterior) y transcurre por un plano frontal hablamos de
Abdución – Addución.
En la Abd el segmento se aleja de la línea media del cuerpo y en la Add el segmento se acerca a la línea media del
cuerpo.
3.CIRCUNDUCCIÓN
Se produce cuando un hueso largo circunscribe un espacio cónico irregular. La base del cono se describe por el
extremo distal de hueso, mientras que su vértice está en la cavidad articular.
A un hueso independiente (por ejemplo la apófisis odontoides del axis en la rot del cráneo).
Al eje longitudinal del propio hueso (por ejemplo el eje del húmero en la rotación del hombro).
A un eje longitudinal no paralelo.
La pronación y la supinación son movimientos de rotación sobre ejes oblicuos que se describen únicamente en
antebrazo y pie.
En el antebrazo, el movimiento de prono-supinación implica un giro del hueso radio sobre el cúbito que oculta-
expone la palma de la mano.
En el caso del pie, la pronación orienta la planta del pie hacia fuera, mientras que la supinación lo hace hacia adentro
y el movimiento se produce sobre el eje de Henke.
Se produce desde una posición inicial de abd y se desarrolla sobre el eje longitudinal en un plano horizontal.
El movimiento de flex. horizontal desplaza la mano hacia el frente y la ext. horizontal desplaza la mano hacia atrás.
Son movimientos que se dan en la articulación del hb y suponen un desplazamiento de la articulación en su conjunto
hacia delante (antepulsión) y hacia atrás (retropulsión).
Realmente son deslizamientos de un conjunto articular (el término también es aplicable a la columna cervical,
detectable en el mentón).
Son movimientos que se producen en la articulación de la muñeca sobre el eje sagital y en el plano frontal (desde la
posición anatómica) y desvían la mano hacia el lado radial (externo) o cubital (interno) del antebrazo.
Movimientos de elevación/descenso
Son movimientos del complejo articular del hombro en su conjunto y suponen un desplazamiento hacia arriba
(elevación) o hacia abajo (descenso) del muñón del hb.
Es un deslizamiento combinado con rotación de la escápula sobre el tórax que acompaña a los mov del brazo El
movimiento describe el desplazamiento del ángulo inferior de la escápula en una visión posterior.
Movimientos de anteversión y retroversión de la pelvis
La anteversión es un movimiento del conjunto de la pelvis que se realiza sobre un eje transversal y en el plano sagital
Implica un desplazamiento anterior (anteversión) o posterior (retroversión) de las EIAS Son movimiento de gran
importancia clínica por su relación con la curvatura lumbar.
Son movimientos complejos del pie que combinan varios movimientos elementales:
Los movimientos del pie se realizan sobre tres ejes que pasan por la articulación tibiotarsiana (tobillo).
La disposición articular y anatómica ha permitido detectar ciertos patrones diagonales de movimiento predecibles
que aparecen en los miembros superiores, inferiores y tronco con la finalidad de obtener elevadas velocidades
finales del elemento distal de la cadena cinética y aprovechar los momentos (M) generados.
Estos patrones diagonales tienen gran importancia clínica y funcional y están presentes en la gran mayoría de los
gestos deportivos.
El esqueleto es el conjunto total organizado de piezas óseas que proporciona al cuerpo humano estructura
multifuncional.
Proporciona contención y protección a las vísceras y otros órganos ante la presión o golpe del exterior (por ejemplo,
la caja torácica o el cráneo).
Tienen un importante papel hematopoyético al albergar la médula ósea roja donde se originan células madre
precursoras de glóbulos rojos, leucocitos y plaquetas.
El esqueleto humano es interno (endoesqueleto), por lo que la forma general del cuerpo humano, concuerda con el
diseño de simetría bilateral de su esqueleto. El esqueleto, en cualquier vertebrado típico consiste en:
Un eje dividido en segmentos que permite la flexibilidad necesaria para el movimiento: la columna vertebral
o raquis.
Dos apéndices pares divididos en partes articuladas que permiten locomoción, prensión, etc.: los miembros
superiores e inferiores.
Un extremo craneal expandido y muy modificado del eje: el cráneo.
Una serie variable de nódulos osteocartilaginosos que se encuentran en el interior de los tendones y
mejoran la eficacia dinámica: huesos sesamoideos.
Formas y proporciones de los huesos
Cada hueso es resultado de una larga historia de evolución funcional, siendo la determinación de su forma y
estructura consecuencia de:
HUESOS LARGOS
Su estructura presenta una parte central larga en forma de caña (o tubo) llamada diáfisis que contiene la cavidad
medular y dos extremos ar4culares o epífisis que presentan los centros de osificación.
Ejemplos: fémur, tibia, cúbito, radio de los metacarpianos y metatarsianos, falange pequeña.
HUESOS CORTOS
Se encuentran en carpo (mano) y tarso (pie), donde los elementos son aproximadamente cuboideos, trapezoideos o
cuneiformes.
Constan de una corteza delgada de hueso compacto sostenida por una parte interior compuesta por hueso
esponjoso.
HUESOS PLANOS
Comprenden los elementos curvados de la bóveda craneal, en los que una capa interna de hueso trabecular variable
en grosor (diploe), está encerrada entre láminas interna y externa de estructura compacta.
HUESOS IRREGULARES
Comprenden cualquier elemento no fácilmente clasificable en los grupos anteriores y presentan formas diferentes y
complejas.
Algunos de ellos presentan cavidades llenas de aire (huesos neumáticos) como el esfenoides o el frontal, que
presentan senos.
Los distintos huesos varían no sólo en su forma primaria o básica, sino también en los pequeños detalles de
morfología superficial que se definen en su mayor parte durante las etapas de desarrollo.
Se deben utilizar una serie de términos comunes que definen características presentes en la mayor parte de los
huesos y que generalmente suponen la misma significación funcional, donde quiera que se encuentren, por ejemplo:
Los huesos presentan superficies articulares en los puntos donde se articulan con los huesos vecinos. Si estas
superficies son pequeñas se denominan facetas o carillas articulares, y si son mayores se denominan de
acuerdo a su forma.
Las superficies articulares están recubiertas de cartílago articular escasamente vascularizado.
Los tendones se fijan a los huesos sobre superficies que pueden estar ligeramente elevadas y redondeadas
(tubérculos) o deprimidas (fosas).
Las depresiones relativamente largas se denominan surcos.
Las prominencias o salientes considerables se denominan apófisis, si son largos y afilados se denominan
espinas y si son redondeadas y muy localizadas se denominan tubérculos.
Un agujero en un hueso es un foramen.
Estructura del hueso maduro
El hueso es un tejido vivo y dinámico que está en continua remodelación como respuesta a factores físicos y
hormonales.
La matriz orgánica representa el 30-40% y su principal componente es el colágeno de tipo I. El contenido acuoso de
matriz del hueso aduro es de aproximadamente el 20%.
La parte inorgánica está compuesta por sales minerales que suponen el 60-70% del peso seco. Fundamentalmente
hidroxiapatita (calcio y fosfato) y en menor medida Mg, cloruros y fluoruros.
El colágeno tipo I se forma a basa de la unión de fibrillas de protocolágeno compuestas por unos 1000 aminoácidos
dispuestos en tres cadenas unidas por enlaces de H y enlaces intermoleculares cruzados (cross-links) dejando
pequeños huecos que permiten la rigidez y resistencia al hueso.
Si analizamos la microestructura del hueso observamos que la unidad básica estructural es la osteona (o sistema de
Havers).
Cada osteona se compone de láminas concéntricas de matriz colágeno mineralizada que delimitan un canal central
que contiene un paquete neurovascular.
Estas osteonas se agrupan y ordenan formando láminas que dejan entre ellas pequeños espacios (o canales)
conectados unos a otros y con el canal central que contienen las células óseas u osteocitos.
Estos canales permiten el transporte de iones para la mineralización del hueso y la nutrición de las osteonas.
Atendiendo a su aspecto macroscópico, el hueso suele clasificarse en hueso compacto y hueso esponjoso.
La diferencia real entre ambos tipos de hueso no está en su composición microscópica, que es la misma. Sino en la
cantidad relativa de mineralización de las osteonas y el espacio que queda entre ellas.
Es denso y de consistencia parecida al marfil. Está rodeando al tejido óseo esponjoso y a su vez está recubierto por el
periostio. El periostio es una membrana de tejido conectivo, fibrosa y resistente, que cubre los huesos por su
superficie externa (excepto en lugares de inserción de ligamentos, tendones, y superficies articulares). Contiene
vasos sanguíneos y nervios que nutren y dan sensibilidad al hueso.
Conformado por una malla de trabéculas que le dan un aspecto poroso. Se compone de sistemas fragmentados de
láminas. Está limitado por el endostio, que es una membrana relacionada con la formación y reabsorción ósea.
Ambos tipos de hueso difieren en su densidad y porosidad que dependen del grado de organización y nivel de
mineralización de la matriz de colágeno.
El hueso compacto exterior conforma la diáfisis o capa cortical de los huesos, que presenta forma cilíndrica en los
huesos largos y otras formas en los huesos cortos. El espesor de la cortical de hueso compacto varía en función de
cada hueso: función, posición y forma. El espacio que confina la cortical de hueso compacto define la cavidad
medular, que comunica libremente con los espacios intertrabeculares de los extremos ensanchados del hueso, muy
vascularizados y llenos de medula ósea roja (hematopoyética) o amarilla (adiposa) en función de la región del hueso
y edad.
La médula ósea roja: ocupa el tejido esponjoso de los huesos planos, las vértebras, pelvis y costillas. Tiene una
función hematropoyética. Contiene las células madre que originan los tres tipos de células sanguíneas (leucocitos,
hematíes y plaquetas). La médula ósea roja es predominante en los recién nacidos, a partir de los 25 años comienza
el reemplazo de médula ósea roja por médula ósea amarilla.
La médula ósea amarilla: en los adultos se sitúa en el interior de los huesos largos, y es una fuente de reserva
energética. En un adulto joven la relación médula roja y médula ósea amarilla es de 50/50, respectivamente.
La médula ósea puede trasplantarse, ya que puede extraerse de un hueso de donante vivo (generalmente del
esternón o de la cadera) mediante punción + aspiración y transfundirse al sistema circulatorio del recepto si existe
compatibilidad del sistema HLA (antígenos Leucocitarios Humanos) entre donante y receptor.
Las células madre transfundidas anidarán en la médula ósea de los huesos del receptor. Es lo que se llama trasplante
de médula ósea.
Los huesos del esqueleto humano son preformados en cartílago que se va convirtiendo gradualmente en tejido óseo
mediante un proceso de osificación. La osificación supone la mineralización del tejido cartilaginoso a partir de ciertos
puntos constantes o núcleos de osificación ricamente vascularizados.
Las células osteoprogenitoras: proliferan en núcleos de osificación y se condensan en torno a una red capilar
rodeadas de una fina malla de fibras de colágeno. Son células no especializadas derivadas del mesénquima (tejido
del que derivan todos los tejidos conjuntivos). A partir de ellas se generan los osteoblastos y los osteocitos.
Estas células se mantienen en contacto entre sí mediante cortas prolongaciones laterales y en presencia de la
contracción iónica adecuada pueden diferenciarse a osteoblastos.
Osteoblastos: son células que forman el tejido óseo pero que han perdido la capacidad de dividirse por mitosis.
Segregan colágeno y otros materiales utilizados para la construcción del hueso. Se encuentran en las superficies
óseas y a medida que segregan los materiales de la matriz ósea, esta los va envolviendo, convir4éndolos en
osteocitos.
Osteocitos: son células óseas maduras derivadas de los osteoblastos que constituyen la mayor parte del tejido óseo.
Al igual que los osteoblastos han perdido la capacidad de dividirse. Los osteocitos no segregan materiales de la
matriz ósea y su función es la mantener las ac4vidades celulares del tejido óseo como el intercambio de nutrientes y
productos de desecho.
Osteoclastos: son células de gran tamaño que se asientan sobre la superficie del hueso y proceden a la destrucción
de la matriz ósea (resorción ósea), mostrando muchas propiedades de los macrófagos. Los osteoclastos se adhieren
a la superficie del hueso mediante unos receptores especializados. El proceso de resorción se inicia cuando el
osteoclasto excreta enzimas capaces de producir un microambiente ácido que degrada la matriz.
Osificación intramembranosa o mesenquimática
Consiste en la mineralización directa de unos puntos constantes denominados núcleos de osificación, ricamente
vascularizados. Ocurre principalmente en los huesos planos, maxilar inferior y clavícula.
En este proceso, algunas de las células mesenquimatosas que forman las membranas de tijo conjuntivo son
transformadas osteoblastos constituyen un centro de osificación alrededor del cual se va formando hueso.
La mayor parte de los huesos del hombre son precedidos por un molde de cartílago hialino que va siendo
reemplazado paulatinamente por hueso.
A partir de la 5 o 6 semanas de gestación el modelo cartilaginoso del hueso largo está completamente formado.
El modelo cartilaginoso desarrolla un periostio y, en el centro se desarrolla un collar, en el que los osteoblastos
depositan hueso. Poco después de la aparición del collar óseo, el cartílago comienza a calcificarse formándose un
centro de osificación primario al penetrar un vaso en el centro de la diáfisis. Simultáneamente a la osificación
endocondral que avanza desde la diáfisis hacia las epífisis se forma la cavidad medular y el hueso crece
longitudinalmente. Cuando los vasos penetran en las epífisis, se forma un centro de osificación secundario, a partir
del cual el proceso de osificación es similar al producido en el centro primario. Estos centros de osificación
secundarios suelen aparecer en el momento del nacimiento, con la diferencia de que se forma hueso esponjoso y no
se desarrolla una cavidad medular. En los extremos de las epífisis queda una porción remanente de cartílago
constituyendo el cartílago articular y entre las epífisis y la diáfisis se mantiene la placa epifisaria (también
cartilaginosa) a partir de la cual el hueso irá creciendo durante el desarrollo del niño hasta desaparecer en la edad
adulta Dependiendo del topo de hueso presentará uno o dos cartílagos de crecimiento en la epífisis (metáfisis).
El pico de masa ósea se produce en la 3ª década de la vida y que está muy relacionado con la actividad física
realizada durante el crecimiento.
Existe un enorme parecido funcional entre los huesos y las palancas, columnas, arcos vigas y puntales diseñados por
el hombre, hasta el punto de que los avances del conocimiento en las propiedades mecánicas del hueso han
contribuido a las mejoras de diseño en multitud de materiales y estructuras artificiales.
Ya en 1638 Galileo entendió el significado de la trabecualción ósea corroborando que los cilindros huecos son, en
proporción a su peso mucho más resistentes que los macizos.
En 1892 Wolff publicó la ley de transformación del hueso que describe la relación entre forma y función, es decir, el
hueso adapta su forma a las demandas mecánicas que recibe. Este proceso de adaptación a las nuevas cargas se
denomina Mecanotransducción.
Las epífisis de los huesos largos reciben fuerzas compresivas y tensiones que difunden por el hueso subcondral
subyacente y en la red de hueso esponjoso que absorbe y dirigen las fuerzas hacia el eje mayor del hueso cortical
diafisario.
La teoría de la trayectoria o mecanostática es el modelo más satisfactorio para explicar las capacidades de carga del
hueso. Básicamente dice que la estructura trabecular coincide con las líneas de tensión.
La ley de Wolff justifica el ritmo o intensidad del proceso de modelado y remodelado óseo, afirmando que las
respuestas adaptativas del hueso dependen de la magnitud, la frecuencia y distribución de los ciclos de carga.
Existen varios estudios que sugieren una relación directa entre actividad física y mineralización ósea. Especialmente
interesante en niños menores de 14 años que realizan actividades de impacto con autocargas.
Un mayor contenido mineral óseo se asocia con huesos más resistentes y modificaciones estructurales que podrían
perdurar a lo largo de la vida, aunque el tema de la duración de los beneficios obtenidos no está del todo claro.
Los trabajos concluyen que cuanto más tiempo se prolongue la rutina de actividad mayor incremento de la masa y
densidad ósea, especialmente en la etapa prepuberal donde el desarrollo se ve favorecido por factores hormonales
(11-14 años).
La pérdida de mineralización y densidad ósea se produce con e envejecimiento a partir de los 40 años aprox.
Las mujeres pierden el 35% del hueso cortical y el 50% de hueso trabecular con el envejecimiento (los hombres 1/3
menos), por lo que una estrategia de salud podría ser acumular el máximo nivel de masa ósea en la fase sensible
(prepubertad) para llegar al envejecimiento con la mayor reserva posible.
Durante el desarrollo la resistencia a la rotura del hueso depende de varios factores entre los que destacan los
genéticos, nutricionales, hormonales y el ejercicio físico. El ejercicio físico es uno de los factores preventivos de
pérdida de masa ósea más importantes.
En general, se puede afirmar que la inactividad física predispone a la pérdida de masa ósea, mientras que el ejercicio
protege de esa pérdida. También es necesario considerar, que un exceso de ejercicio puede tener el efecto opuesto.
Actividades que requieren picos de fuerza intermitentes (golpear, salar, correr) parecen ser las más adecuadas por el
desarrollo y crecimiento del hueso.
El contenido mineral ósea en la posición media del fémur en corredoras es mayor que en mujeres piragüistas,
bailarinas o sedentarias.
Actividades como la natación donde no se producen estos picos de fuerza y el efecto de la gravedad está
amortiguado por la flotación no contribuyen al aumento de la masa ósea.
La respuesta esquelética al ejercicio es específica a la zona corporal estimulada, más estrés, más respuesta.
Los tenistas tienen un 30% más de masa ósea en el brazo dominante, mientras que los culturistas y halterófilos
muestran incrementos entre el 20-35% de la masa ósea en la región lumbar.
Se podría argumentar, que la mejor forma de prevenir la osteoporosis es maximizar la densidad de masa ósea
durante las tres primeras décadas de la vida, aprovechando el papel estimulador del ejercicio de manera que ese
incrementen puede ser empleado como crédito en la etapa de declive.
Hasta un 60% del crecimiento óseo tiene lugar durante la adolescencia, por lo que la práctica deportiva en esas
edades es de gran importancia desde el punto de vista del acúmulo de masa ósea.
El declive del hueso comienza en el momento en el que deja de crecer. Hasta los 40 años los procesos anabólicos
predominan sobre los catabólicos. El primer motivo de pérdida de resistencia ósea es el catabolismo del calcio, la
osteoporosis afecta al módulo de elasticidad del hueso y aumenta su deformación bajo presión constante, pudiendo
producirse microfracturas por permanecer en la misma postura varias horas. Otro hallazgo característico es la
artrosis, que modifica la biomecánica del cartílago articular aunque en esencia, la base microscópica son estas
microfracturas por aumento de presiones que generan una reducción de la resistencia. Tanto osteoporosis como
artrosis contribuyen a la disminución de la resistencia por disminución del número de osteonas y pérdida de unión
en la configuración de las trabéculas. Parece ser que la pérdida de unión entre osteonas es el paso inicial, a la
pérdida de trabéculas que desencadena la evidente pérdida de masa ósea. Este fenómeno puede aparecer en
individuos relativamente jóvenes y permanecer silente debido a la capacidad del hueso para redistribuir las
presiones sobre trabéculas indemnes.
Alteración metabolismo del calcio pérdida de elasticidad ósea microfracturas alteración osteonas
alteración trabecular.
Artrosis alteración de la dinámica del cartílago microfracturas alteración osteonas alteración trabecular.
Los tejidos conectivos (o conjuntivos) comparten un origen común a partir del mesénquima embrionario. Su función
primordial es el sostén e integración sistémica del organismo, participando en la cohesión o separación de los
diferentes elementos tisulares que componen los órganos y sistemas. También se convierte en un medio logístico a
través del cual se distribuyen las estructuras vasculonerviosas. Los tejidos conjuntivos se dividen en dos grupos:
tejidos conjuntivos Especializados y No especializados.
Los tejidos conectivos especializados se diferencian de los tejidos conectivos generales (que son blandos y flexibles)
en que su matriz está solidificada. El cartílago junto con el hueso, forma parte de los tejidos conectivos (o
conjuntivos) esqueléticos (especializados). La piel, los tendones o los ligamentos son otros tipos de tejidos conectivos
generales (más o menos densos) que se componen de células incluidas en una matriz intercelular atravesada por
fibras.
El cartílago hialino, con sus distintas variedades, persiste durante la vida adulta en las superficies articulares de las
articulaciones sinoviales (articular), entre las vértebras y algunas zonas de contacto óseas (fibrocartílago), en las
paredes del tórax (costal), laringe, tráquea, bronquios, nariz y orejas (elástico).
Cubre las superficies y carillas articulares de las articulaciones sinoviales, proporcionando una superficie lisa y
resistente al desgaste que varía en espesores de 1 a 7 mm. Está bañado por líquido sinovial que permite
movimientos casi exentos de rozamiento. Su elasticidad junto con la de las estructuras periarticulares amortiguan el
efecto de los traumatismos y proporcionan cierta flexibilidad. La estructura del cartílago está diseñada para resistir
grandes fuerzas compresivas con cambios rápidos de momento generados por las acciones musculares (su desgaste
con la edad artrosis)
La célula que sintetiza y mantiene la matriz extracelular del cartílago es el condrocito, a través de la producción de
sus principales compuestos: colágeno y proteoglicanos (que proporcionan resistencia a la tracción en las 3D y a la
compresión). Los condrocitos son la célula madura que conforma solo el 5% del tejido cartilaginoso, pero son
esenciales para el mantenimiento de la matriz extracelular que comprende el 95% de este tejido. El cartílago es un
tejido aneural, por lo que no genera dolor y su nutrición se produce por difusión de nutrientes desde el líquido
sinovial y los vasos de la membrana y de la cavidad medular hacia los condrocitos mediante unos canales. El cartílago
articular muestra una variación zonal en su estructura que se mantiene durante toda la vida, a pesar de que el
proceso de crecimiento se detiene en la madurez. Con la edad, la matriz de muchos de los cartílagos del cuerpo se
calcifica y pierde sus propiedades mecánicas artrosis
Las articulaciones son las estructuras que tienen como propósito mantener conectados y unidas huesos próximos,
hueso y cartílago o un hueso y los dientes.
En la superficie articular participan una serie de estructuras: cápsulas articulares, meniscos, ligamentos, membranas,
bursas, tendones y músculos que ejercen como medias de unión, contención y ajuste.
Las articulaciones se forman durante el desarrollo embrionario. Cuando el mesénquima se convierte en tejido
conjuntivo fibroso se forma una articulación fibrosa, si se diferencia como cartílago de lugar a una articulación
cartilaginosa.
En la zona de proximidad de las piezas óseas se genera un espacio que se ocupa por líquido sinovial: la cavidad
articular, que queda contenida por un tejido conectivo más denso: la cápsula articular.
La artrología es la disciplina que se encarga del estudio de las articulaciones y contempla diferentes formas de
clasificación. Aunque ninguna de las clasificaciones es del todo consistente, desde nuestro ámbito lo habitual es
dividirlas en tres grupos.
Los huesos se encuentran unidos por una sustancia conectiva fibrosa, similar al cartílago que se extiende a lo largo
de las superficies articulares (membrana sutural).
No existe cavidad articular, ni cápsula, ni membrana sinovial ni líquido sinovial. Los huesos crecen a partir de la
membrana sutural que da continuidad al periostio en la zona de unión.
Las suturas: limitadas al cráneo. Crecimiento lento, terminando en torno a los 30 años por transformación completa
de la membrana sutural en hueso. Durante el crecimiento, la fijación se mantiene gracias a ligamentos suturales. Las
suturas presentan diferentes formas: aserradas, dentadas, biseladas o escamosas y planas.
Sindésmosis: las superficies óseas, en íntima aposición, están unidas por un ligamento o membranas interóseas que
hace posible un pequeño grado de movimiento entre huesos contiguos. Se da entre tibia y peroné, entre cúbito y
radio en el antebrazo y en la articulación sacroiliaca posterior.
Gónfosis: conocidas como articulación enchufe o clavija. Es un tipo de articulación fibrosa restringido a la fijación de
los dientes en el maxilar.
Sincondrosis: son superficies óseas unidas por cartílago hialino y son articulaciones transitorias, puesto que el
cartílago es sustituido por tejido óseo más adelante, después del crecimiento. Permite una leve compresión o
deformación.
Sínfisis: Son articulaciones en las que el cartílago se interpone entre los huesos, pero en este caso con carácter
permanente. Todos los estratos de la articulación están íntimamente unidos, sin que existan superficies internas
deslizantes En función de su localización existen variaciones en la distribución y organización del colágeno Entre este
tipo de articulación encontramos: la sínfisis del pubis, las articulaciones intervertebrales…
Las diartrosis son las más numerosas en el esqueleto y se caracterizan por la diversidad y amplitud de movimientos
que permiten. Poseen cartílago articular en ambas partes de la articulación y los huesos que intervienen están
unidos por una cápsula fibrosa y a menudo por ligamentos situados dentro o fuera de esta. El contacto entre
superficies óseas está facilitado por líquido sinovial que actúa como lubricante y nutre la superficie articular
presentando un coeficiente de fricción muy bajo, en ocasiones se describe como hielo sobre hielo.
La cápsula fibrosa envuelve completamente la articulación (con algunas excepciones) y esta tapizada interiormente
por la membrana sinovial que ejerce la contención del líquido sinovial.
También existen rodetes, que incrementan la superficie articular y bolsas serosas y acúmulos de grasa ubicados en
zonas de compresión o fricción que mejoran la distribución de líquido sinovial y mejoran la función articular.
Las enartrosis, son articulaciones esféricas permiten todo tipo de movimientos en cualquier dirección. Ejemplos la
cadera y el hombro.
Las trócleas, sólo permiten movimientos de flexión y extensión (como una bisagra) en un solo plano sobre un solo
eje. Ejemplo el codo y las articulaciones interfalángicas.
Los trocoides (o trocus), son articulaciones que comprenden un pivote óseo rodeado por un anillo osteoligamentoso,
permiten rotación sobre el plano horizontal sobre el eje longitudinal. Ejemplos la atlo-axoidea y la radiocubital
proximal.
Los cóndilos, son elipsoidales u ovaladas. Permite movimientos de flex-extensión, abd-add, y circunducción. Un
ejemplo es la articulación radio carpiana. La rodilla es una articulación bicondilea por lo que no presenta algunos de
esos movimientos.
Las articulaciones bicondileas poseen un movimiento principal de flex-ext asociado con una rotación limitada.
Comprende dos superficies convexas que se articulan con dos espacios cóncavos paralelos que funcionan
solidariamente. Ejemplos la rodilla y la ATM.
Las artrodias, permite deslizamientos y torsiones. Ejemplos son la intercarpiana e intertarsianas, el acromion
clavicular y las interapofisarias vertebrales.
Las articulaciones permiten movimientos angulares de los segmentos óseos y confieren estabilidad y soporte
estático. La movilidad de una articulación (ROM) se refiere al arco de movimiento definido en referencia a planos y
ejes y suele hacerse referencia a si es activa o pasiva en función del origen de la fuerza que genera el movimiento
articular.
Los arcos de movimiento normales están delimitados por estructuras óseas, ligamentosas o musculares y se van
reduciendo con el envejecimiento. El sexo, la temperatura, el grado de activación neuromuscular, la elasticidad
muscular y tendinosa o la edad son factores que condicionan la amplitud articular.
El ROM es un factor clave a preservar para mantener la función normal y Evitar la incidencia de lesiones.
Es la expresión cuantitativa (en grados) de la flexibilidad muscular de una determinada articulación al realizar un
movimiento cualquiera, independientemente de la velocidad de ejecución.
No existe unanimidad al fijar cuantitativamente los límites del ROM normal y limitado en población general, ni de los
valores de flexibilidad específicos para cada deporte, pero se han propuesto algunos valores de referencia para
determinar el riesgo de lesión asociados al ROM. No alcanzar estos ROM o presentar limitaciones → aumento del
riesgo de lesión.
Una limitación del ROM menor extensibilidad muscular mayor predisposición a sufrir:
Lesiones musculares.
Lesiones por tendinopatía aquilea, isquiosural y rotuliana, pubalgia, periostitis tibial, dolor lumbar…
Lesiones ligamentos como el esguince del tobillo.
Rotura del ligamento cruzado anterior.
Los programas de estiramiento influyen en la viscosidad del tendón y facilitan su capacidad del estiramiento, el
estiramiento puede ser importante para la prevención de lesiones, puesto que optimiza la capacidad de almacenar
energía elástica del tendón.
No todos los estiramientos son convenientes, determinados tipos de estiramientos pueden inducir laxitud pérdida
de la eficiencia elástica del tendón desaconsejables (especialmente en calentamiento) y cuando la actividad
demanda trabajo concéntrico de alta intensidad.
En especialidades con altas demandas de fuerza explosiva no existe la necesidad de una unidad de músculo-tendón
muy extensible, ya que la mayor parte de la fuerza generada debe transferirse directamente al sistema articular para
generar movimiento.
Estabilidad articular
La estabilidad articular depende de la geometría de la superficies y su adaptación recíproca, de los ligamentos que
rodean la articulación y de los músculos que la rodean.
Los ligamentos son estructuras fibrosas que contribuyen muy significativamente a la estabilidad articular
interconectando huesos adyacentes entre sí.
En las articulaciones móviles su función es limitar y guiar los rangos articulares, permitiendo el movimiento sólo en
determinadas direcciones.
Acintados: son planos y se mantienen en contacto con la cápsula articular (mejor pronóstico en caso de lesión).
Cordonales: presentan una sección aproximadamente circular y pasan de una estructura ósea a otra sin contacto con
la cápsula.
Atendiendo a su localización y función pueden ser:
Todos los ligamentos son resistentes, poco elásticos pero flexibles, alcanzando su límite de tensión en los límites
normales de cada movimiento particular. Se protegen de la tensión excesiva por mecanismos de contracción refleja
de los músculos apropiados.
Las articulaciones móviles están inervadas por nervios que actúan sobre los músculos que actúan sobre ellas. Esta
disposición facilita los arcos reflejos locales implicados en movimientos activos y en el mantenimiento de la postura.
La porción de la cápsula articular que recibe tracción por la contracción muscular está (o suele estar) inervada por el
nervio (o los nervios) que inervan sus antagonistas la tracción excesiva en la cápsula produce una contracción de
los músculos antagonistas con la finalidad de prevenir un posible desgarro. Si la coordinación muscular agonista-
antagonista no es precisa pueden producirse roturas musculares por co-contracción.
Las células musculares derivan fundamentalmente de células mesenquimatosas existentes en múltiples lugares a lo
largo del cuerpo del embrión. Estas células pueden experimentar tres tipos distintos de diferenciación para dar lugar
a los tipos de músculos, fisiológica y anatómicamente distintos, difíciles de cuantificar en número (700 - 850) pero
que en el sujeto adulto suponen entre el 40-50% de la masa corporal total.
El sistema muscular esquelético es uno de los sistemas efectores mecánicos que permiten:
Los músculos esqueléticos están compuestos por unidades estructurales básicas llamadas fibras musculares, que se
agrupan en fascículos de diversos tamaños y con diversos patrones dentro del músculo (arquitectura muscular).
Las fibras musculares individuales están separadas por una fina capa de tejido conectivo endomisio.
Cada fascículo está rodeado por una vaina de tejido conectivo más fuerte el perimisio.
Alrededor de todo el músculo existe una envoltura aún más robusta que lo separa de los otros músculos el
epimisio.
Aunque endomisio, perimisio y epimisio se describan como entidades diferenciadas están interconectados de tal
forma que pueden considerarse una estructura conectiva ininterrumpida. Microscópicamente, la fibras musculares
aparecen como haces cilíndricos (ø entre 10 y 100 µm) con longitudes de hasta 40 cm en músculos largos, mientras
que en otros puede recorrer sólo una parte del mismo, terminando en una inserción tendinosa u otras
intersecciones conectivas.
Cada fibra muscular contiene entre 1000 y 2000 miofibrillas que muestran diferente afinidad regional por el
tratamiento mediante contrastes ópticos que muestran una serie de bandas transversales (A, I, H, M y Z) que
aparecen con una estructura longitudinal muy ordenada.
Cada miofibrilla está compuesta por miofilamentos dispuestos longitudinalmente y divididos transversalmente por
las bandas Z en espacios que se repiten seriadamente llamados Sarcómeros (2,5µm reposo).
Las bandas I (Isótropas) representan aquellas regiones de los filamentos de actina que no se solapan con la miosina.
Las bandas H representan la región media de la banda A donde los filamentos de actina no han penetrado.
Las bandas M están en la parte media de la banda H y consta de finos hilos que conectan los filamentos de miosina
entre sí. La banda Z sirve de anclaje a los filamentos sucesivos de actina.
Filamentos de Actina, son los más finos. Están unidos por un extremo a la banda Z y libres por el otro, para
interponerse entre los filamentos de miosina.
Filamentos de Miosina, son entre 2-3 veces más gruesos que los de actina. Corresponden en longitud a las
bandas A del microscopio. También existen otras proteínas de gran importancia para la contracción
muscular:
- Tropomiosina: proteína cordonal enrollada con índice de giro cada 7 moléculas de actina.
- Troponina: complejo molecular globular compuesto de tres subunidades (I, C, T).
- Titina: unen los filamentos de miosina a la banda Z.
La titina es un resorte molecular adaptable, que estabiliza la miosina en el centro del sarcómero, proporciona la
mayor parte de la fuerza pasiva en sarcómeros y miofibrillas aisladas. Cambia su rigidez de manera dependiente de
la activación (calcio) y la fuerza (unión de puente cruzado) y actualmente se sospecha que podría desempeñar un
papel activo en la contracción algunos la consideran la 3ª proteína contráctil.
Contracción muscular
Durante la contracción muscular, los filamentos de actina se deslizan con relación a los de miosina hacia el centro del
sarcómero, aproximándose así a las bandas Z y generando un acortamiento de toda la unidad contráctil sin que
exista acortamiento de los filamentos. La contracción total del músculo es la suma de las contracciones individuales
de cada sarcómero.
El deslizamiento que genera la contracción se produce porque los filamentos de miosina presentan unas
prolongaciones laterales que se extienden hacia los filamentos de actina adyacentes. El ion calcio desencadena la
interacción y el ATP suministra la energía. Durante la relajación, las prolongaciones de miosina están muy próximas a
su propio miofilamento, mientras que durante la contracción se proyectan hacia el filamento adyacente de actina
para entrar en contacto y formar puentes transversales entre los filamentos.
La tensión de la contracción muscular es proporcional al número de puentes transversales entre los filamentos de
miosina y actina, y por tanto, va cambiando proporcionalmente a medida que la longitud del sarcómero cambia
durante la contracción. Así, con diferentes niveles de estiramiento, se modifica el grado de solapamiento y las
capacidades del músculo para generar tensión varían.
Las mediciones realizadas confirman que si la separación entre sarcómeros es superior a 3,5µm, no hay apenas
solapamiento de actina y miosina no se genera tensión. La máxima tensión se alcanza con una separación de los
sarcómeros de ≈2µm, en la que la superposición de filamentos es máxima. Con longitudes menores a 2µm, la tensión
cae rápidamente por impacto de los filamentos de miosina con la banda Z. La tensión que puede alcanzarse y las
características de la misma dependen no sólo del nivel de solapamiento, sino que depende también de la frecuencia
de los estímulos para formar los puentes cruzados.
Tipos de contracción
Contracción dinámica concéntrica: un músculo se acorta bajo una carga constante, realizando así un trabajo externo
que moviliza la carga origen e inserción muscular se aproximan. En este caso la tensión generada por el músculo
es superior a la resistencia que ofrece la carga (en muchos casos se hace referencia a este tipo de contracción como
isotónica concéntrica, siendo una denominación imprecisa).
Contracción dinámica excéntrica: ante una carga constante el músculo se estira la resistencia a vencer supera la
capacidad de generar tensión muscular los puentes cruzados se forman y rompen para frenar el efecto de la
resistencia. En este caso, origen e inserción muscular se alejan se genera tensión muscular extra (la generada por
el frenado y la generada por el estiramiento).
Contracción estática (o mal llamada Isométrica): cuando en un músculo se genera tensión, sin que exista trabajo
externo visible la distancia entre origen e inserción aparentemente no varía.
Los músculos esqueléticos presentan dos tipos de contracción: una relativamente lenta (tónica) ≈ 75ms y una más
rápida (fásica) con una duración de ≈ 25ms.
Esta velocidad de contracción guarda relación con la apariencia del músculo y con propiedades mecánicas,
histoquímicas y fisiológicas de las fibras musculares. Así se pueden distinguir dos tipos fundamentales de fibras:
Fibras lentas, tipo I o rojas. Son de contracción lenta y aspecto rojizo por contener grandes cantidades de
mioglobina. Son más estrechas que las tipo II y ricas en mitocondrias y enzimas oxidativas, pero pobres en
fosforilasas. Presentan un metabolismo aeróbico bien desarrollado por lo que son resistentes a la fatiga.
Muestran una irrigación más rica que las tipo II.
Fibras rápidas, tipo II o blancas, que a su vez suelen dividirse en varios subtipos (IIA, IIB, IIx). Tienen menos
mitocondrias y un retículo sarcoplásmico más extenso y son ricas en fosforilasas. Poseen mayor cantidad de
glucógeno y obtienen la energía fundamentalmente de la vía glucolítica. Están adaptadas a la producción de
fuerza rápida y se fatigan antes que las tipo I. La subdivisión IIA, IIB, IIx tiene que ver con el grado de
resistencia a la fatiga y la implicación de la vía oxidativa.
La mayoría de los músculos muestran una mezcla de los dos tipos de fibras y las modificaciones en el tejido
enzimático dependen en parte, de la actividad de las propias fibras.
Las fibras tipo IIB son las que muestran la mayor velocidad de acortamiento, mientras que las fibras IIx son
indiferenciadas y podrían especializarse en función de la actividad.
Los músculos con predominio de fibras tipo I se encargan de fijar segmentos proximales y mantener la postura.
Los músculos donde predominan las fibras de tipo II suelen ser distales y especializados en movilizar segmentos a
gran velocidad.
Estructuras de control motor
Realizar cualquier movimiento interacción de diversas estructuras del sistema nervioso motor. Estas estructuras
están organizadas jerárquicamente las órdenes parten de un nivel superior hacia un nivel inferior:
La corteza motora primaria región cerebral que se encuentra en la parte posterior del lóbulo frontal. Trabaja
conjuntamente con las áreas premotoras para planificar y ejecutar los movimientos.
Contiene neuronas de gran tamaño (células de Betz) con largos axones que descienden hacia la médula espinal para
establecer sinapsis con las motoneuronas alfa, que a su vez están conectadas a los músculos.
Las áreas premotoras están implicadas en los procesos de planificación de acciones (junto con los ganglios basales), y
de perfeccionamiento de los movimientos a partir de la información sensorial recibida del exterior, para lo que se
requiere la intervención del cerebelo.
Gran parte de las fibras del haz piramidal se cruzan en la llamada decusación piramidal (80-85 %), situada en la parte
inferior de bulbo raquídeo, formando el haz corticoespinal lateral se ocupa de los movimientos finos y precisos de
la parte distal de las extremidades.
Una proporción pequeña de fibras no cruza al otro lado y baja homolateralmente formando el haz corticoespinal
ventral, aunque la mayoría de sus fibras terminan por cruzar la médula en diferentes niveles, encargándose del
control motor en áreas proximales de las extremidades, tronco y cuello.
La mayoría de las veces la vía piramidal ejerce su control sobre las motoneuronas por medio de interneuronas
espinales. Otras veces sinaptan con interneuronas que reciben informaciones sensoriales periféricas, y que forman
parte de un arco reflejo.
Nivel intermedio:
Lo forman los núcleos motores del tronco del encéfalo (formación reticular, N. Vestibulares, N. Rojo, tubérculos
cuadrigéminos), junto con los sistemas moduladores formados por los ganglios basales y el cerebelo.
En este nivel se llevan a cabo funciones de control y ajuste del tono muscular, regulación de la postura y
mantenimiento del equilibrio.
Los núcleos motores desarrollan también programas motores estereotipados o secuencias motoras, como la
respiración, la masticación o la marcha.
Nivel inferior:
Son las motoneuronas del asta anterior de la médula espinal y las motoneuronas de núcleos motores
troncoencefálicos (pares craneales). En este nivel se desarrollan los reflejos musculares respuesta motora, rápida,
programada e inconsciente.
Control neuromuscular
Cada músculo esquelético recibe uno o más nervios. En los miembros, la cara y el cuello el nervio es generalmente
único, pero en músculos largos hay una disposición segmentaria inervación múltiple.
Después de dividirse en varias ramas el nervio penetra en profundidad junto a los vasos por los hilos neurovasculares
(bastante constante en cada músculo).
Cada nervio contiene tanto fibras motoras como sensitivas. Así un nervio contiene:
Neuronas motoras (motoneuronas α), grandes fibras mielínicas eferentes (alfa) que proceden del asta
anterior y que inervan las fibras musculares.
Neuronas eferentes gamma, que dirigen a los huesos musculares.
Fibras eferentes del SNA que inervan el músculo liso de los vasos.
Fibras sensitivas comprenden una gama de fibras mielínicas de distintos diámetros distribuidas por los husos
musculares, terminaciones sensitivas tendinosas, así como aferentes dolorosas.
Una vez el nervio ha entrado en el músculo se divide en un plexo se introduce en el endomisio y las fibras alfa se
ramifican y generan terminales para fibras musculares individuales formando un estructuras individuales
especializadas placas motoras unidades motoras.
El conjunto funcional que forman una neurona motora alfa + las fibras musculares que inerva se denomina
Unidad motora.
En músculos donde se requiere control más preciso UM son más pequeñas (en el ojo cada UM inerva sólo 6-12
fibras un estímulo contrae 12 fibras).
Mientras que el los músculos grandes, la relación puede ser 1:2000 un estímulo nervioso contrae 2000 fibras.
La fuerza que puede generar cada unidad motora es inversamente proporcional a su precisión (+control -fuerza).
Las fibras musculares inervadas por una misma UM están ampliamente distribuidas por el músculo cuando sólo
unas pocas UM están activas, la fuerza en relación a la superficie está homogéneamente distribuida en todo el
vientre muscular.
Aunque estén a cierta distancia, las fibras que componen una UM son homogéneas en cuanto a sus propiedades
histoquímicas, contráctiles y metabólicas cada UM adquiere las características de un determinado tipo de fibra.
Cuando las necesidades de fuerza son moderadas o bajas, las unidades motoras se activan de forma selectiva
siguiendo el llamado principio del tamaño primero lo hacen las de menor tamaño (tipo I), posteriormente
tamaños superiores (IIa y IIb).
Cuando se requieren niveles bajos de fuerza la activación de unidades motoras tipo I y ante mayores necesidades
se van reclutando progresivamente las otras.
La desactivación se produce en orden inverso, desactivándose en último lugar las unidades tipo I (más resistentes a
la fatiga) (FILO first in last out).
Si se requieren niveles de fuerza mayores el elemento de control más relevante es la frecuencia de descarga de las
unidades motoras. Ante una resistencia elevada la frecuencia de descarga de las unidades motoras aumentará hasta
un límite máximo (contracción tetánica).
La Frecuencia la cantidad de potenciales de acción que envía el cerebro hacia el músculo (en Hz). Un potencial de
acción excita una unidad motora y esta produce ≈ 20% de la tensión máxima la frecuencia puedes aumentarse
hasta 5 veces para alcanzar la tetanización
Si dos potenciales son cercanos en el tiempo se sumarán y lograrán aumentar la tensión producida; si se siguen
uniendo más potenciales se alcanzará la máxima capacidad de producción de tensión (tetanización).
Al comienzo de la activación la descarga de las motoneuronas es de baja frecuencia (5-10 Hz) pero puede alcanzar
hasta 60 Hz o más.
Reflejos musculares
Un reflejo respuesta motora, programada, inconsciente, simple e idéntica que se da ante determinados
estímulos. La información refleja procede de la acción conjunta de varios tipos de receptores, entre los que destacan
los husos musculares y los órganos tendinosos de Golgi entre otros.
Los husos musculares son receptores sensoriales localizados entre las fibras musculares, detectan cambios en la
longitud y velocidad de alargamiento /acortamiento de las mismas y transmiten la información al sistema nervioso
central a través de neuronas sensoriales. Su localización en paralelo a la dirección de las fibras les hace
desencadenar tres tipos de reflejos:
Reflejo miotático o de estiramiento: los husos detectan un estiramiento rápido del músculo que puede
causar daño muscular, envían una señal a través de neuronas sensitivas que alcanzan la medula y
desencadenan una respuesta motora que genera una contracción muscular que contrarresta el estiramiento.
Reflejo Tónico: puede ser considerado una variante del reflejo miotático. En este caso el estiramiento
constante y gradual de determinados músculos implica como respuesta una contracción mantenida. Este
componente constituye la base del tono muscular, la postura y de la propiocepción.
Reflejo inhibición recíproca: mediante esta respuesta se inhiben los músculos antagonistas cuando los
agonistas actúan.
Están situados en la unión miotendinosa, entre músculos y tendones e informan sobre la tensión muscular y actúan
como inhibidores de la producción de fuerza relajan el músculo ante cargas excesivas.
Cuando la tensión es excesiva (por emplear cargas elevadas) las fibras musculares se contraen pero las fibras
tendinosas se estiran y los OTG se excitan enviando señales a la médula para que inhiba la contracción muscular
(reflejo miotático inverso).
El objetivo de este reflejo es proteger al músculo y sus inserciones y tendones de una posible lesión (distensión,
desgarro, o roturas fibrilares) provocados por una sobrecarga demasiado fuerte.
Hay una amplia variación en el tamaño, forma, complejidad y modo de inserción de los músculos que se relaciona
con su función.
Las fibras musculares no son uniformes en tamaño y longitud (10-60 µm ø y desde unos mm hasta 40 cm de
longitud).
En términos generales los músculos pueden agruparse según la orientación de sus fibras (fascículos) en paralelos,
oblicuas o espirales presentando distintas morfología.
La fuerza máxima que un músculo puede generar depende en último término de su masa efectiva contráctil
refleja el número de las fibras que contiene.
La arquitectura muscular varía en cada músculo y está determinada por el área de sección del propio músculo, que
junto con la penneación y otros factores fisiológicos determinan la capacidad de generar fuerza.
La arquitectura de cada músculo le confiere unas características especiales de fuerza o velocidad de contracción la
orientación de las fibras musculares respecto a los tendones es un aspecto importante a considerar a la hora de
explicar la generación de fuerza por el músculo.
Los tendones no son sólo exclusivamente los extremos finales de los músculos, sino que en muchos casos penetran
en la masa muscular formando láminas de geometría variable aunque todas las fibras musculares terminan en
tejido tendinoso, no todas lo hacen en el extremo muscular existen tres aspectos en el diseño del músculo que
condicionan su función:
Longitud: los músculos más largos presentan mayor rango de movimiento y mayor velocidad de
acortamiento.
Grosor: los músculo más gruesos (mayor sección) generan mayor fuerza.
Ángulo: la disposición geométrica de las fibras se denomina ángulo de penneación ángulo entre las fibras
de los fascículos musculares y el tendón:
- Músculos fusiformes: fibras paralelas al eje longitudinal.
- Músculos penniformes: las fibras presentan cierto ángulo de inserción.
Cuando el ángulo de pennación es 0˚ la tensión neta realizada por la fibra muscular actúa en la misma dirección que
el eje mecánico en el que se ejerce la fuerza del músculo.
Cuando el ángulo de pennación NO es 0 la tensión neta que puede desarrollar una fibra muscular en la dirección del
eje mecánico varía en función del coseno del ángulo.
La mayoría de los músculos tienen ángulo de pennación ≠ 0 puesto que para un determinado volumen de tejido, el
número de fibras que admite esta disposición es mayor que cuando el ángulo es 0.
Al haber mayor nº de fibras el músculo puede generar mayor tensión el nº de fibras /volumen es ∝ a la F.
La disposición pennada puede generar tensión de mayor magnitud puesto que puede contener más fibras por
unidad de volumen y más sarcómeros activados en paralelo.
Podemos afirmar que la fuerza de un músculo depende de su área de sección transversal y es distinta para cada
músculo.
En el sujeto vivo se estima que el músculo más fuerte es el glúteo mayor, cuya área de sección es de 58,8 cm2,, la del
sóleo es de 47 cm2 y la del vasto lateral es de 41,8…
Está muy penneado y cuenta con una gran CSA, pero también tiene largos fascículos musculares que puede producir
altos niveles de fuerza a bajas velocidades y bajos niveles de fuerza a altas velocidades a través de grandes rangos de
movimiento.
Los tendones son parte integrante de los músculos y forman un componente, que a efectos funcionales se considera
de longitud invariable (un tendón de 1cm2 soporta 600 a 1000 kg y puede modificar su longitud en torno a un 8%).
Su composición fundamentalmente a base de fibras colágenas que discurren paralelas al eje mayor les hace
resistentes a la extensión y relativamente flexibles, pueden angularse bajo poleas o flexionarse para cambiar la
dirección de la tensión.
Generalmente presentan forma de cordón o cinta con secciones transversales circulares u ovaladas que en ocasiones
dan lugar a bandas o fascículos menores que se unen a estructuras adyacentes (otros tendones, o huesos).
La superficie tendinosa es por lo general lisa y en muchos casos se separa total o parcialmente de los tejidos
circundantes por vainas que protegen al tendón de la fricción y le permiten moverse libremente.
Las vainas tendinosas constan de dos capas separadas por una fina película de líquido sinovial allá donde los
tendones pasan bajo bandas ligamentosas, ligamentos anulares o túneles osteofibrosos.
Durante la marcha o la carrera y otras acciones, los tendones almacenan gran cantidad de energía elástica se
transforma en energía cinética, permitiendo ahorrar energía.
Las bolsas serosas aparecen en lugares donde las estructuras dinámicas presentan un contacto que puede
comprometer su funcionalidad por elevada presión. Por ejemplo zonas de deslizamiento de tendones sobre hueso o
próximas a articulaciones.
Las bolsas serosas que aparecen en estos puntos son simplemente estructuras plegadas de membrana sinovial entre
las que existe una película líquida, por lo que más que bolsas deberíamos hablar de hendiduras.
Las paredes de la bolsa están en cierto modo adheridas al periostio y a la dermis deslizándose entre ellas y
reduciendo la fricción. Además, la presencia de líquido sinovial y la proximidad con tendones y articulaciones las
convierte en zona de intercambio metabólico entre estas estructuras.
Las bolsas crean discontinuidad entre los tejidos y facilitan así mayor libertad de movimiento articular.
Las aponeurosis son láminas de fibras colágenas muy densas dispuestas en capas de fascículos paralelos pero
orientados en direcciones diferentes en las capas adyacentes.
Suelen aparecer en las zonas de inserción muscular o en otras áreas donde proporciona fijación adicional a los
músculos.
Las aponeurosis sirven principalmente para unir músculos planos a otras partes del cuerpo, aunque pueden unirse
entre ellas mezclando sus fibras. Se encuentran principalmente en las regiones abdominal, lumbar, palmar, plantar y
en algunos músculos de la cara.
Las fascias son agrupaciones de tejido conectivo lo bastante grandes como para ser descritas a simple vista. En
ocasiones las fascias profundas son indistinguibles del tejido aponeurótico.
La disposición en capas paralelas con orientaciones diferentes se mantiene también en las fascias, donde las fibras
forman una vaina dura no elástica donde pueden presentar origen algunos músculos.
La fascia profunda entra en contacto con el hueso y se une a él o a su periostio, por lo que es capaz de soportar la
tracción de los músculos insertados.
En algunos lugares, especialmente muñeca y tobillo, aparecen engrosamientos transversos localizados que se
insertan en ambos lados y forman ligamentos anulares que mantienen los tendones en sus conductos óseos.
El TFL, o la fascia plantar son dos buenos ejemplos de este tipo de estructuras.
A lo largo del cuerpo existe cierta continuidad de la fascia profunda, que está conectada por una serie de láminas
fibrosas o tabiques intermusculares.
En conjunto, el sistema fascial, además de participar en funciones de sostén, forma compartimentos corporales y
contribuye al retorno venoso mediante el bombeo circulatorio de sangre y linfa durante la contracción muscular.
En muchos casos, la rama de la arteria principal y el nervio entran juntas por el hilio neurovascular. También suelen
existir arterias subsidiarias en la periferia o los extremos.
Las arterias se dividen en arterias más pequeñas y arteriolas que se ramifican en los tabiques del perimisio y dan
capilares que irrigan las fibras.
La gran cantidad de anastomosis induce a pensar en la existencia de dos circulaciones distintas en el músculo
esquelético, una es la conformada por el sistema que entra por el hilio neurovascular y otra la constituida por un
circuito accesorio que la sangre puede usar cuando el sistema principal está bloqueado, por ejemplo, durante la
contracción muscular.
El músculo cardiaco
El músculo cardiaco tiene propiedades estructurales y funcionales que lo distinguen del músculo liso y del
esquelético, las principales son:
Los miocitos presentan un solo núcleo colocado centralmente y una orientación determinada que les
permite ejercer su acción contráctil en la dirección adecuada.
Los miocitos se unen a través de discos intercalares, que presentan baja resistencia eléctrica y les permite
funcionar como un todo, es decir, todo el corazón utiliza todas las fibras musculares para realizar la función
eyectiva como si no existieran membranas entre ellas (sincitio).
El glucógeno y la hemoglobina también son rasgos destacados del músculo cardiaco con presencia de
enzimas oxidativas que reflejan la gran demanda de oxígeno y el constante gasto de energía.
Somatotipo
Permite la cuantificación de la descripción morfológica a partir de los tres componentes primarios corporales (grasa,
músculo y linealidad) expresada entre tres cifras que corresponden con: endodermo, mesodermo y ectodermo.
En la década de los 40 Sheldon pensó que todos los sujetos se podrían clasificar dentro de tres tipos (en referencia a
las capas embrionarias de las que derivaban los tejidos).
Unos años después Heath y Carter estandarizan el método permitiendo calcular los diferentes componentes a partir
de una serie de medidas corporales en:
Endomorfo: caracterizados por un mayor almacenamiento de grasas, una cintura gruesa y una estructura
ósea de grandes proporciones, desarrollo físico lento y predisposición a almacenar grasas. Flácidos y con
formas redondeadas.
Ectomorfo: caracterizados por predominio longitudinal, con extremidades largas y delgadas y poca grasa
almacenada, son sujetos delgados.
Mesomorfo: caracterizado por predominio óseo, muscular y conjuntivo, bajos niveles de grasa, hombros
anchos. Usualmente identificados como musculosos.
Sistema cardiorrespiratorio encargado de captar el aire conducirlo a los pulmones intercambiar el CO2 por
O2 distribuir este O2 por todos los tejidos a través de la sangre retirar el CO2 de los mismos para llevarlo hacia
los pulmones y que ahí sea espirado. Los dos sistemas que lo conforman son el sistema respiratorio y el sistema
cardiovascular.
Sistema cardiovascular o cardiocirculatorio
El sistema cardiovascular está formado por el corazón y los vasos sanguíneos: arterias, venas y capilares.
Se trata de un sistema de transporte en el que una bomba muscular (el corazón) proporciona la energía necesaria
para distribuir la sangre por un circuito cerrado de tubos elásticos (los vasos).
Corazón
Es el órgano principal del aparato circulatorio. Es un músculo hueco que funciona como una bomba aspirante e
impelente que impulsa la sangre a través de las arterias para distribuirla por todo el cuerpo.
Está situado en el centro de la cavidad torácica flanqueado a ambos lados por los pulmones.
El corazón tiene forma aproximadamente cónica con inclinación del vértice hacia la izquierda y abajo, mientras que
la base mira hacia arriba área de donde surgen los grandes vasos sanguíneos que llevan la sangre hacia los
pulmones y los tejidos.
La parte inferior del corazón descansa sobre el diafragma mientras que las caras laterales están contiguas al pulmón
derecho e izquierdo y la cara anterior se sitúa detrás del esternón.
Las aurículas reciben la sangre del sistema venoso y la transfieren a los ventrículos, desde donde es impulsada a la
circulación arterial. Entre A y V existen válvulas de sentido único:
Un ciclo cardíaco está formado por una fase de relajación-llenado ventricular (diástole), seguida de una fase de
contracción-vaciado ventricular (sístole). La sístole va precedida de la contracción de las aurículas que facilitan el
llenado rápido del ventrículo.
La arteria pulmonar ofrece una presión muy inferior a la arteria aorta el trabajo que debe realizar el ventrículo
derecho para impulsar la sangre es menor y el miocardio del ventrículo derecho es menos grueso que el del
ventrículo izquierdo.
La aurícula derecha recibe sangre poco oxigenada desde los diferentes órganos a través de la vena cava inferior y la
vena cava superior.
El ventrículo derecho impulsa hacia la sangre a través de la válvula pulmonar hacia la arteria pulmonar y los
pulmones.
La sangre se oxigena a su paso por los pulmones y vuelve al corazón izquierdo a través de las venas pulmonares,
entrando en la aurícula izquierda.
Desde la aurícula izquierda la sangre atraviesa la válvula mitral y pasa al ventrículo izquierdo.
Desde el ventrículo izquierdo, la sangre es propulsada a través de la válvula aórtica hacia la arteria aorta de la que
parten numerosas ramas para proporcionar oxígeno a todos los tejidos del organismo.
Una vez que los diferentes órganos han captado el oxígeno de la sangre arterial, la sangre pobre en oxígeno entra en
el sistema venoso y retorna a la aurícula derecha a través de la vena cava inferior y vena cava superior, cerrándose el
circuito.
Endocardio, tapiza las cavidades internas del corazón, tanto aurículas como ventrículos. Está en contacto con la
sangre
Miocardio, es la capa más ancha y representa la mayor parte del grosor del corazón. Está formada por tejido
muscular encargado de impulsar la sangre mediante su contracción.
La anchura del miocardio no es homogénea, es mucho mayor en el ventrículo izquierdo y menor en el ventrículo
derecho y las aurículas.
La mayor parte de las células que componen el miocardio son miocitos, células musculares contráctiles con forma de
cilindro que contienen miofibrillas de las mismas características que las del músculo estriado.
Pericardio, es una membrana que envuelve al corazón separándolo de las estructuras vecinas.
Forma una especie de saco que cubre completamente al corazón y se prolonga hasta las raíces de los grandes vasos.
Se divide en:
El músculo cardíaco es miogénico se excita a sí mismo. A diferencia del músculo esquelético que necesita de un
estímulo procedente del cerebro para su contracción.
Nódulo sinoauricular o nódulo sinusal inicia el impulso cardiaco por lo que se considera el marcapasos
natural del corazón. Desde el nódulo sinoauricular el impulso eléctrico atraviesa las aurículas y alcanza el
nódulo auriculoventricular.
Nódulo auriculoventricular, también llamado nódulo de Aschoff-Tawara, se encuentra situado a la altura de
la aurícula derecha. Desde este nódulo el impulso llega a los ventrículos a través del fascículo
auriculoventricular.
Fascículo auriculoventricular, constituye el único camino por el que el impulso nervioso pasa de la aurícula al
ventrículo. Está formado por el fascículo de His que se divide en las ramas derecha e izquierda y se ramifica
en las fibras de Purkinje.
La distribución del sistema de conducción hace que se produzca la contracción simultánea de los dos ventrículos
desde la región del vértice hasta la base.
La actividad eléctrica del corazón puede ser analizada con electrodos situados en la superficie de la piel mediante
electrocardiograma, ECG o EKG.
Aunque el corazón genera sus propios impulsos en el nódulo sinoauricular, la frecuencia cardíaca está determinada
también por los impulsos nerviosos del sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático.
Las fibras nerviosas simpáticas actúan sobre el nódulo sinoauricular y provocan aumento de la velocidad de
contracción del miocardio con incremento de la frecuencia cardiaca y la fuerza de contracción.
Los estímulos del sistema nervioso parasimpático tienen una acción contraria, actúan sobre el corazón a través
del nervio vago y disminuyen la frecuencia cardíaca ralentizando los impulsos generados por el nódulo sinoauricular.
De esta forma el corazón puede adaptarse con facilidad a necesidades cambiantes y aumentar o disminuir el
volumen de sangre que propulsa según lo necesite el organismo.
El corazón precisa oxígeno y nutrientes para que el miocardio pueda realizar su trabajo de contracción.
El aporte de sangre a las células del corazón se realiza mediante las dos arterias coronarias:
Las arterias coronaria derecha y la izquierda son las primeras ramas que emite la arteria aorta.
La arteria coronaria derecha inicia su recorrido en la cara anterior del corazón, entre la aurícula y el ventrículo
derecho, posteriormente pasa a la parte posterior del corazón y se transforma en la arteria coronaria descendente
posterior que aporta sangre a la zona posterior del ventrículo izquierdo.
La arteria coronaria izquierda tras surgir de la aorta se divide inmediatamente en 2 ramas: arteria coronaria
descendente anterior y arteria circunfleja.
La arteria coronaria descendente anterior transcurre por la superficie anterior del corazón y aporta sangre a
la pared anterior del ventrículo izquierdo.
La arteria circunfleja recorre el espacio entre la aurícula y el ventrículo izquierdos y da origen a varias ramas
que nutren la pared anterior y lateral del ventrículo izquierdo.
Vasos sanguíneos
Los vasos sanguíneos forman parte del sistema cardiovascular. Son las estructuras huecas tubulares que conducen la
sangre impulsada por el corazón permitiendo el transporte de nutrientes, oxígeno y otras sustancias de desecho
orgánicas.
Arterias Tienen las paredes gruesas y ligeramente elásticas, que les permiten soportan mucha presión. Los
músculos de sus paredes, que son del tipo músculo liso (SNA), les permiten contraerse y dilatarse para controlar la
presión arterial y cantidad de sangre que llega a los órganos.
Las arteriolas: son ramificaciones de las arterias. Sus paredes están formadas por músculo liso. Son los vasos que
oponen mayor resistencia al flujo sanguíneo, reduciendo la presión de la sangre al entrar en los capilares.
Los capilares: Vasos de paredes muy finas, resultado de la ramificación de las arteriolas y que comunican las
arteriolas con las vénulas. Se caracterizan por que en ellos se produce el intercambio de oxígeno y sustancias en los
tejidos.
Las vénulas y venas llevan la sangre desde los órganos y los tejidos hasta el corazón. Poseen una túnica muscular más
fina y válvulas unidireccionales que impiden el retroceso de la sangre.
La circulación
El sistema vascular o circulatorio se encarga de distribuir la sangre impulsada por el corazón a todos los territorios
del organismo. Puede dividirse en dos subsitemas:
Circulación mayor o sistémica (85% de la sangre): Comprendida entre el ventrículo izquierdo y la aurícula
derecha. El recorrido de la sangre comienza en el ventrículo izquierdo del corazón, cargada de oxígeno, y se
extiende por la arteria aorta y sus ramas arteriales hasta el sistema capilar, donde se forman las venas que
contienen sangre pobre en oxígeno y desembocan en una de las dos venas cavas (superior e inferior) que
drenan en la aurícula derecha del corazón.
Circulación menor o pulmonar (9% de la sangre): Comprendida entre el ventrículo derecho y la aurícula
izquierda: La sangre pobre en oxígeno parte desde el ventrículo derecho del corazón por la arteria pulmonar
que se bifurca en sendos troncos para cada uno de los pulmones. En los capilares alveolares pulmonares la
sangre se oxigena y se reconduce por las cuatro venas pulmonares que drenan la sangre rica en oxígeno, en
la aurícula izquierda del corazón.
Las arterias principales y sus ramas (sistema arterial o de alta presión): canalizan y distribuyen adecuadamente la
sangre manteniendo la presión generada por los ventrículos. La microcirculación: formada por arteriolas, red capilar
y vénulas, cuya función es permitir el paso de moléculas y líquido. Las venas (sistema de baja presión) recogen la
sangre una vez producido el intercambio de sustancias entre los compartimentos intra y extracelular.
Sistema respiratorio
Es el encargado de captar, intercambiar, distribuir y eliminar los gases que se emplean en las funciones metabólicas
desplazando volúmenes de aire desde la atmósfera a los pulmones y viceversa Ventilación (VE).
En el hombre, el sistema respiratorio cumple una importante función adicional el habla. Cuya evolución en los
humanos se debe a la especialización que ha adquirido la laringe.
Nariz: El aire entra en el aparato respiratorio a través de las fosas nasales donde es: filtrado, calentado por el gran
número de vasos sanguíneos (a unos 25 º C).
Faringe: Es un órgano común del aparato digestivo y el aparato respiratorio. Ambas vías quedan separadas por la
epiglotis, que actúa como una válvula. Mide 13 cm, desde la base externa del cráneo hasta la sexta o séptima
vértebra cervical.
Laringe: Es el órgano donde se encuentran las cuerdas vocales, responsables de la voz. Se encuentra parcialmente
cubierta por la epiglotis, una válvula que se cierra al tragar para que los alimentos no pasen a las vías respiratorias.
Tráquea
Tubo de unos 12cm, situado por delante del esófago. La tráquea se encuentra revestida por numerosos cilios que
ayudan a expulsar hacia la faringe el polvo. Compuesta por unos anillos cartilaginosos que permiten que permanezca
siempre abierta. En su porción final, la tráquea, da lugar a 2 ramificaciones bronquios, compuestos por anillos
cartilaginosos de las mismas características.
Los bronquios penetran en los pulmones dónde se vuelven a dividir en ramas más finas llamadas bronquiolos. Cada
bronquiolo termina en docenas de saquitos llamados alvéolos que están recubiertos de pequeños vasos sanguíneos
a través de los cuales se produce el intercambio gaseoso.
Pulmones
Son dos órganos esponjosos de color rojizo, situados en el tórax, a ambos lados del corazón y protegidos por las
costillas. El pulmón derecho consta de 3 lóbulos, mientras que el izquierdo, ligeramente menor, tiene sólo 2.
Cada pulmón está recubierto por unas membranas serosas llamadas Pleuras (parietal y visceral) que se deslizan en la
respiración y que gracias a su presión presión negativa contribuyen a la expansión pulmonar.
Diafragma
Es un músculo grande y delgado, situado debajo de los pulmones y cuya función principal es contraerse y
desplazarse hacia abajo durante la inspiración y relajarse durante la espiración.
El diafragma se origina en muchos puntos a nivel de la caja torácica: La apófisis xifoides del esternón. Los bordes
costales de la pared torácica. Los extremos de la undécima y duodécima costilla. Ligamentos que se extienden por la
pared abdominal posterior. Las vértebras lumbares mediante dos pilares, el derecho en el cuerpo de L1-L4 y el
izquierdo en L1-L3.
Todas sus fibras confluyen en el centro frénico. Este centro es la parte más alta del diafragma (es variable porque se
encuentra a la altura del quinto EIC) y puede ascender entre 3 y 6 cm hasta el tercer espacio intercostal, pudiendo
bajar otros tantos.
Los componentes óseos de la extremidad superior son: clavícula, escápula, húmero, cúbito, radio, huesos carpo y
huesos mano.
Escápula u omóplato
La clavícula se fractura a menudo, normalmente por impacto directo. El hueso se rompe entre los tercios lateral y
medio (curvas) que es su punto más débil.
Húmero
La articulación del hombro, glenohumeral o escapulohumeral es una articulación sinovial tipo esférico (Enartrosis).
Las superficies articulares son la cavidad glenoidea de la escápula y la cabeza humeral. El aparato capsulo
ligamentoso del hombro es lo suficientemente laxo como para permitir amplia movilidad. Esta gran movilidad hace
que el trabajo de coaptación de los músculos (además del de los ligamentos) sea indispensable.
Ligamentos intrínsecos
Glenohumeral (superior, medio e inferior): la ABD tensa los haces medio e inferior. La rotación externa del hombro
tensa los tres haces.
Ligamentos extrínsecos
El rodete glenoideo o labrum es un anillo fibrocartilaginoso que se inserta alrededor del margen de la fosa glenoidea.
Es de sección triangular y su borde libre es delgado y afilado. Incrementa la profundidad de la cavidad articular,
mejorando la estabilidad articular.
Movimientos del hombro
Posee tres grados de libertad, por lo que puede realizar: Flex-ext, Abd- Add y Rotación externa/interna. Además de
poder realizar movimientos combinados de todos ellos y otros accesorios: Circunducción, Antepulsión-retropulsión,
elevación-descenso y Flexión- extensión lateral.
En un gesto que lleva más allá del límite de movimiento a la articulación, forzando la capacidad de
estabilización articular, por ejemplo, la luxación de hombro (con afectación o no del labrum).
En una sobrecarga mecánica, por ejemplo las Tendinopatías y otros procesos degenerativos del manguito
rotador por irritación sostenida.
Articulación esternoclavicular
Articula el extremo esternal de la clavícula con la escotadura clavicular del manubrio del esternón y el cartílago de la
primera costilla.
Posee un disco intraarticular plano y circular entre superficies articulares de esternón y clavícula.
Ante una fuerza o golpe, la estabilidad aportada por el sistema ligamentoso se transmite a lo largo del eje mayor de
la clavícula y provoca su fractura antes que la luxación esternoclavicular (muy rara).
Esta articulación dispone de dos grados de libertad, pero combinando movimientos básicos puede puede efectuar
también movimientos de rotación.
Ligamento acromionclavicular
Ligamentos Coracoclaviculares:
- Ligamento conoide **
- Ligamento trapezoide ***
Esta articulación presenta cierta debilidad ligamentosa (depende casi exclusivamente de los ligamentos Conoide y
trapezoide) y por tanto está expuesta a las luxaciones, que son relativamente frecuentes en la práctica deportiva. La
báscula de la escápula y los movimientos de flex-ext del hombro movimientos de esta articulación que generan
torsiones en la misma y de la articulación esternocostoclavicular para maximizar la amplitud de movimiento del
hombro. Una caída con impacto directo sobre el hombro o con el brazo extendido puede causar luxación
acromionclavicular, lesionando los ligamentos coracoclaviculares. Por la tensión muscular sobre el fragmento libre,
la clavícula suele pivotar sobre el extremo proximal y desplazarse hacia arriba (signo de la tecla).
El codo es la articulación intermedia del miembro superior unión mecánica entre el primer segmento (br) y el
segundo segmento (ant.br).
La articulación humerocubital: entre tróclea humeral y cavidad sigmoidea mayor del cúbito.
La articulación humeroradial: entre el cóndilo del húmero y la cabeza del radio.
Podemos considerarla una articulación compuesta cuya complejidad aumenta por la interrelación con las
articulaciones radiocubitales superior e inferior (distal y proximal).
La articulación humerocubital y humeroradial forman una gran articulación uniaxial tipo bisagra (principal mov. Flex-
ext) que cuenta con cápsula articular y ligamentos laterales interno y externo.
Articulación humerocubital y humeroradial. La paleta humeral.
Coronoidea (ant)
Olecraniana (post)
La cabeza radial es casi cilíndrica para poder adaptarse a la forma esférica del cóndilo humeral, por lo que su cara
superior es cóncava. Participa en la flexo-extensión deslizándose sobre el cóndilo, pudiendo girar simultáneamente
en el eje longitudinal durante la pronosupinación gracias a que la cúpula radial presenta una sección sobre una
porción de la circunferencia.
Cápsula fibrosa: Es ancha y delgada y está reforzada por los ligamentos laterales y por el ligamento anular. Por su
cara anterior está relacionada con el músculo braquial anterior y en la cara posterior por los músculos tríceps y
ancóneo.
Ligamentos laterales interno y externo (o colaterales y radial): En conjunto son dos abanicos fibrosos que se
extienden desde el epicóndilo y la epitroclea hasta el contorno de la cavidad sigmoidea del cúbito.
Articulaciones radiocubitales
El radio y el cúbito están unidos en sus extremos superior e inferior por unas articulaciones sinoviales: las
articulaciones radiocubitales proximal y distal. Además los cuerpos de los huesos están unidos por una membrana
interósea y un ligamento que en conjunto se considera una articulación (sindésmosis).
Es un trocus o trocoide, con un solo eje de movimiento entre la cabeza radial y el anillo osteofibroso delimitado por
el ligamento anular. Mantiene la cabeza radial en contacto con la cavidad sigmoidea menor del cúbito El ligamento
característico de esta articulación es el Ligamento anular. El Ligamento anular es una banda fuerte que circunda la
cabeza radial y la mantienen en contacto con la cavidad sigmoidea menor.
Es también un trocus entre el extremo inferior (convexo) del cúbito y una carilla cóncava articular del radio. Las
superficies articulares están encerradas en una cápsula articular, existiendo también un disco articular (con forma
triangular) que las mantiene unidas.
Esta articulación se estabiliza por:
El ligamento triangular: es un ligamento situado en el plano horizontal que ocupa el espacio entre la cabeza
cubital y el hueso piramidal insertándose en la carilla articular del radio.
Ligamentos anterior y posterior: que unen ambos hueso por sus superficies ant y post.
La expansión palmar del ligamento radiocarpiano que contornea la muñeca.
Membrana interósea
Es una lámina ancha y delgada cuyas fibras, con origen en el radio se dirigen hacia abajo y afuera insertándose en el
cúbito. Existen algunas bandas oblicuas en dirección inversa (arriba y adentro).
Desempeña un papel fundamental en la coaptación de los dos huesos del antebrazo, en el aumento de superficie
para la inserción de los músculos del antebrazo y en el movimiento de pronosupinación.
Flexoextensión y pronosupinación
Muñeca y mano
Es la articulación que permite que la mano adopte la posición óptima para la prensión, gracias a sus 2+1 grados de
libertad.
La forman el extremo distal del radio y el disco articular. Estas estructuras, articulan con el escafoides, el semilunar y
el piramidal.
Tiene dos ejes de movimiento y se la suele clasificar como bicondilea en la que se conjuga la glena antebraquial
(cavidad ligeramente cóncava) con el cóndilo carpiano. A estos dos grados de libertad se le añade la
pronosupinación.
Está tapizada por una cápsula articular reforzada por ligamentos palmares y dorsales radiocarpiano, cúbitocarpiano y
laterales interno y externo.
El núcleo central de la muñeca es el carpo, constituido por ocho pequeños huesos que funcionalmente deben
considerarse como parte del complejo articular.
Conectan los huesos del carpo entre sí, pudiendo dividirse en tres tipos:
Los elementos carpianos están unidos por un gran sistema de ligamentos, algunos de los cuales sin nombre
específico, que garantizan la estabilidad entre los huesos.
Aunque las superficies articulares presenta superficies elipsoideas, funcionalmente se comportan como artrodias
(planas).
La región palmar del carpo presenta cierta concavidad mantenida por la tensión ligamentosa y delimitada por las
estructuras óseas (trapecio y tubérculo del escafoides –pisiforme y gancho del ganchoso) y por el ligamento
transverso del carpo túnel carpiano.
A través del canal carpiano pasan los tendones de los músculos flexores de muñeca y dedos y el nervio mediano.
El exceso de compresión a este nivel genera el síndrome del túnel carpiano que se manifiesta con dolor y parestesias
de 1er, 2do y 3er dedo. Es común en determinados colectivos que realizan trabajos manuales, personas con manos
pequeñas o muñeca fina y deportistas que apoyan o soportan grandes cargas en esa región (también compatible con
fx del escafoides).
Los movimientos de la muñeca son la desviación radial y cubital y la flexión ventral y dorsal (extensión).
Región de mano y dedos
Es una articulación en silla de montar entre la base del I metacarpiano y el trapecio. Posee gran capacidad de
movimiento derivada de la configuración de sus carillas articulares: Flexión – extensión, Abd- add, rotación
(asociada) y Circunducción.
Es la más compleja de las articulaciones CMC, permite asociar movimientos de rotación asociada permiten que el
pulpejo del pulgar realice oposición con el resto de dedos y con ello la posibilidad de generar una pinza.
Sin el pulgar la mano pierde casi todo su valor funcional las intervenciones quirúrgicas plantean su reconstrucción
a partir de los elementos restantes.
El hueso metacarpiano está unido al trapecio por los ligamentos lateral, anterior y posterior, además de la cápsula.
Articulación metacarpofalángicas
Generalmente se clasifican como elipsoides, y articulan las cabezas convexas de los metacarpianos con las bases de
las falanges proximales.
Articulaciones interfalángicas
Los únicos movimientos que se producen son de flexión y extensión. El grado de flex es muy notable, pero la
extensión está limitada por la tensión de los flexores de los dedos.
En deportes en los que hay balón, puede recibirse un impacto en la recepción y luxar la interfalángica distal.
La descripción de la acción o función muscular se realiza considerando la acción muscular aislada, y debemos tener
en cuenta que esto ocurre raras veces, puesto que los patrones motores reclutan varios músculos para generar
cualquier acción.
Músculo trapecio
Es un músculo plano, triangular y superficial que cubre todos los músculos cervicales.
Origen: base occipital, septum nuchae (ligamento cervical), apófisis espinosas cervicales y apófisis espinosas de todas
las vértebras torácicas.
Inserción: borde externo clavícula, cara post acromion y espina de la escápula.
Acción: estabiliza la escápula y controla sus movimientos y así estabiliza el hombro durante los movimientos del
brazo. Sus fibras superiores elevan el hombro y el resto de fascículos participan en diferentes movimientos de la
escápula que facilitan el movimiento del brazo. Con los hombros fijos participa en la extensión y rotación cervical.
Dorsal ancho
Músculo grande, triangular y plano que se extiende por la región lumbar y mitad inferior del tórax donde sus fibras
convergen hacia un estrecho tendón.
Origen: Apófisis espinosas de las vértebras torácicas de la 6ª a la 12ª. Aponeurosis lumbar. Ligamentos iliolumbares.
Región sacroilíaca.
Inserción: Angulo inferior de la escápula. Fondo de la corredera bicipital del húmero a la altura del redondo mayor.
Acción: Extensor y rotador interno del húmero. Desciende el brazo contra resistencia cuando este está elevado.
Participa muy activamente en la trepa, elevando el tronco hacia arriba cuando el cuerpo está en suspensión.
Origen: Romboides mayor: Apófisis espinosas de la 2ª a la 5ª dorsal; Romboides menor: Apófisis espinosas de la 7ª
cervical y 1ª dorsal
Eleva la escápula o rota la región hacia el mismo lado si actúa de forma unilateral. Es un extensor cervical si actúa
bilateralmente.
Pectoral mayor
Origen: clavícula, esternón, primeros cartílagos costales (4-6) y vaina de los rectos del abdomen.
Inserción: Mediante un tendón plano y de unos 5 cm de ancho en el labio externo de la corredera bicipital del
húmero.
Inervación: nervios pectorales medial y lateral y ramas de CV, CVI, CVII, CVIII TI.
Se pueden identificar tres porciones:
Clavicular.
Esternocostal.
Abdominal (vaina de los rectos).
Un excelente ejercicio para fortalecer el pectoral mayor (junto con tríceps, deltoides y serrato mayor son los fondos
de brazos). Durante el movimiento se produce una abd controlada del hombro+flexión del codo (descenso) y
posteriormente una add del hombro + extensión del codo que separan el tronco de la superficie → en la fase de
descenso hay una activación excéntrica y en la de ascenso una contracción concéntrica.
Pectoral menor
Inserción: De 3ª a 5ª costillas.
Acción: Lleva hombro a anterior. Eleva las costillas. Participa en la inspiración forzada.
Subclavio
Inervación: CV y CVI.
Es una hoja muscular que discurre hacia atrás alrededor del tórax desde un extenso
origen costal hacia el borde medial de la escápula.
3.Músculos de la escápula
Estos músculos se extienden desde la escápula al húmero. Debido a la gran proximidad de sus inserciones respecto
de la articulación mantienen la coaptación de la superficie articular tanto en condiciones estáticas como
dinámicas. Proporcionando estabilidad una a superficie articular multiaxial y poco profunda. En la coaptación del
hombro participan también otros músculos del brazo (bíceps, tríceps y coracobraquial).
Deltoides
Origen: Borde inferior de la espina de la escapula. Borde externo y superior del acromion. Borde anterosuperior de la
clavícula.
Inserción: Tendón corto y voluminoso que se inserta en la tuberosidad deltoidea del húmero.
Acción: El deltoides recubre el hombro por todos lados, excepto por abajo y por dentro, por lo que su contracción
global le permite actual como un todo o actuar parcialmente como sinergista de otros grupos musculares con los
que forma pares mecánicos. Aunque esencialmente es abductor, en función de los fascículos y de la posición del
brazo puede participar en la aducción, la rotación interna y externa, flexión y extensión del hombro.
Por su disposición en torno a la articulación del hombro, cualquier movimiento de Abd o flexión del hombro contra
la gravedad van a solicitar al deltoides. Del mismo modo, en función de la posición inicial, es sinergista de los
movimientos de rotación interna (deltoides anterior) y externa (deltoides posterior).
Puede dividirse convencionalmente en tres fascículos (anterior, medio y posterior), pero existen descripciones de
hasta ocho porciones diferenciadas.
Subescapular
Supraespinoso
En su trayecto por la fosa supraespinosa debe pasar por un espacio anatómico inextensible Delimitado por la apófisis
coracoides, el ligamento acromioncoracoideo y el propio acromion, por lo que cualquier proceso inflamatorio o
degenerativo del tendón de este músculo puede generar problemas en el tránsito por la corredera.
Acción: Starter de la abducción (primeros 30˚ con componente de rotación externa, incluso interna en función de la
posición del hombro).
Infraespinoso
Inserción: Tubérculo mayor del húmero (troquíter), en ocasiones el Tendón va unido al del infraespinoso.
Acción: Subescapular, supraespinoso e Infraespinoso y redondo menor tienen un efecto esencial en la estabilización
de la cabeza humeral, manteniéndola en su posición correcta sobre la cavidad glenoidea y controlando su tendencia
al deslizamiento excesivo. Estos cuatro músculos conforman el denominado manguito rotador que realiza la rotación
externa/interna del húmero.
Redondo mayor
Inserción: Labio interno de la corredera bicipital del húmero, por detrás del dorsal ancho.
Acción: El redondo mayor desplaza el húmero hacia atrás (extensor del hombro), lo aproxima al tronco (add) y lo
rota internamente.
Coracobraquial
Origen: Vértice de la apófisis coracoides, junto con la porción corta del bíceps.
Inserción: Porción media e interna del húmero, entre bíceps y braquial anterior.
Bíceps braquial
Gran músculo fusiforme del compartimento flexor del brazo. Debe su nombre al hecho de tener dos cabezas o
inserciones.
Origen: Porción corta mediante un tendón grueso y plano del vértice de la apófisis coracoides. Porción larga
tubérculo supraglenoideo, dentro de la capsula fibrosa de la articulación del hombro.
Inserción: En la tuberosidad bicipital del radio. Emite una aponeurosis (bicipital) que discurre medialmente hacia
abajo y se une a la aponeurosis profunda del antebrazo.
Acción: Es un flexor del codo y del hombro, además de un poderoso supinador del antebrazo cuando el movimiento
es rápido o se realiza contraresistencia desde la pronación.
Braquial anterior
Acción: Es flexor del codo tanto con el antebrazo en supinación como en pronación, con o sin resistencia.
Los ejercicios de Curl de Bíceps Inclinado con Mancuernas (IDC) y de Curl de Bíceps en Banco Scott
con Mancuernas (DPC) son dos variaciones del ejercicio de curl estándar (DBC), y que se utilizan
comúnmente para optimizar la contribución del bíceps braquial durante la flexión del codo,
fijando el hombro a un ángulo específico. Estas diferentes variantes del ejercicio de curl de bíceps
pueden imponer diferentes demandas sobre el sistema neuromuscular, resultando en diferentes
contribuciones de los flexores del codo para el manejo de la carga. Todos los protocolos provocan
una considerable activación del bíceps braquial, pero la contribución a la flexión del codo varía en
función del tipo de ejercicio de curl con mancuernas. Durante el ejercicio de Curl con Mancuernas
en Banco Scott, el ROM se reduce y sólo se alcanzan activaciones considerables de la porción larga
en extensión completa Los ejercicios de Curl de Bíceps Inclinado y de Curl de Bíceps Tradicional
generan un considerable esfuerzo neuromuscular a lo largo de todo el rango de movimiento y, por
esta razón, pueden ser los ejercicios de preferencia para la mejora de la fuerza del músculo bíceps
braquial.
Los ejercicios que comienzan en pronación y terminan en supinación, maximizan el efecto sobre el bíceps Los
ejercicios que se realizan en pronosupinación neutra focalizan el efecto en braquial anterior, supinador largo y
bíceps braquial Los ejercicios que se realizan con agarre en pronación maximizan el
efecto sobre el braquial anterior y los extensores de muñeca y en menor medida sobre
el bíceps.
Tríceps braquial
Inserción: Olecranon.
Acción: Es el gran músculo extensor del codo. El vasto interno (porción larga) interviene en todas las formas de
extensión, mientras que las otras porciones actúan esencialmente contraresistencia Con el brazo flexionado
contribuye a la extensión del hombro.
Ancóneo
Origen: Epicóndilo del húmero, prolongación de la cabeza medial del tríceps.
La activación del tríceps con flexión previa del hombro, induce una pretensión muscular que mejora la capacidad de
generar tensión muscular durante la extensión del codo.
Estos músculos desempeñan un papel clave en deportes de agarre o cuando la muñeca debe realizar acciones de
precisión a altas velocidades.
Pronador redondo
Su vientre es fusiforme y termina un poco más allá de la mitad del antebrazo en un largo tendón.
Inserción: Superficie palmar de la base del II metacarpiano, con un fascículo a la base del III meta.
Acción: Flexor de la muñeca junto con el cubital anterior y con el flexor común superficial de los
dedos (a veces).
Su vientre es delgado, fusiforme y medial al palmar mayor. Este músculo puede no existir en
algunos sujetos (10%).
Origen: Epitróclea, borde interno del olecranon y borde posterior del cúbito.
Acción: Junto con los palmares y el flexor común superficial de los dedos flexiona la muñeca y
aduce la mano.
Es profundo con respecto a los músculos precedentes y el mayor de los músculos del grupo flexor superficial.
Origen: Epitróclea, y cara interna de la apófisis coronoides y borde anterior del radio.
Inserción: Mediante cuatro tendones que se separan después de pasar por la muñeca y van a los dedos II-V
insertándose en la base de la segunda falange.
Origen: Cara anterior del antebrazo: ¾ superiores del cúbito y membrana interósea.
Inserción: Mediante cuatro tendones que se separan después de pasar por la muñeca y van a los
dedos II-V insertándose en la base de la falange distal.
Pronador cuadrado
La función de los músculos flexores profundos es clave en gestos que requieren flexión de muñeca y dedos.
Origen: 2/3 superiores de la cresta supracondilea externa del húmero (y superficie anterior del
tabique intermuscular).
Función: Flexor de la articulación del codo con máximo rendimiento en semipronación (prono-
supinación neutra). Lleva el brazo a una semipronación desde posiciones extremas de pronación o
supinación.
Inervación: Nervio mediano (rama interósea anterior) CVIII y DI.
Los músculos supinadores generan más fuerza que los pronadores par de apriete en supinación
(atornillar) y pronación para desatornillar.
Radial externo (1er radial, radial largo o extensor radial largo del carpo)
Inserción: Falange distal de los cuatro últimos dedos mediante cuatro tendones que se separan tras
pasar por la muñeca. Cada tendón se dirige hacia un dedo que presenta inserciones en las bases de
todas las falanges.
Función: Extensor de la muñeca y los dedos. Es mejor extensor de la muñeca que de los dedos.
Origen: Nace del tendón del extensor común de los dedos (Epicóndilo).
Origen: Epicóndilo, cruza la región dorsal del antebrazo y se dirige hacia el V meta.
Función: Junto con los músculos I y II radiales el cubital posterior actúa sinérgicamente con los flexores
de los dedos para extender y fijar la muñeca para agarrar objetos.
Origen: Epicóndilo, ligamento colateral radial del codo y cresta del supinador.
Inserción: Superficie externa del 1/3 proximal del radio alcanzando su cara dorsal.
Origen: Parte externa de la superficie posterior del cuerpo del cúbito Membrana interósea y 1/3
medio de la superficie posterior del radio.
Origen: Parte externa del 1/3 medio de la superficie posterior del cuerpo del
cúbito y membrana interósea.
Inserción: Lado cubital del tendón del extensor común de los dedos en el dedo índice (2ª y
3ª falange).
Correderas carpianas
6º cubital posterior.
6.Músculos de la mano
Los músculos centrales palmares e interóseos junto con el aductor del pulgar
Músculos lumbricales.
Músculos interóseos dorsales y palmares.
Músculos lumbricales
Origen: En la cara lateral de los tendones del músculo flexor común profundo de los dedos por su cara palmar.
Inserción: En el borde externo de los tendones del extensor común de los dedos a nivel del retináculo extensor de
cada dedo.
Inervación: N. Mediano.
4 dorsales y 4 palmares. Se extienden desde el metacarpo a la base de la falange
correspondiente en las regiones dorsal y palmar de la mano.
Inervación N. Cubital.
Es más lenta que la marcha cuadrúpeda, pero es menos costosa energéticamente, lo que debería ser interesante
para recorrer largas distancias en la sabana, o en un hábitat más pobre en recursos que la selva.
Expone menos superficie al sol y permite aprovechar la brisa, lo que ayuda a no recalentar el cuerpo y ahorrar agua,
cosa útil en un hábitat con escasez de la misma.
Para lograr la postura y marcha erguida han tenido que aparecer importantes modificaciones:
Cráneo: El foramen magno se ha desplazado; mientras en los simios el foramen se ubica en la parte posterior del
cráneo, en el Homo sapiens él se ha desplazado casi hacia la base del mismo.
Columna vertebral: bastante rectilínea en los simios. En el Homo sapiens ha adquirido diversas curvaturas que
permiten soportar mejor el peso de la parte superior del cuerpo desplazando el centro de gravedad sobre el soporte
que constituyen los pies.
La pelvis se ha ensanchado con huesos ilíacos orientados hacia el interior de la pelvis permite soportar mejor el
peso de los órganos y el cambio de orientación de músculos como el glúteo mayor que mantiene la posición erguida.
La bipedestación implica una posición de la pelvis que modifica el ángulo del parto (parto ventral acodado)
Piernas: se han robustecido (cuádriceps y tríceps sural) que mantienen la extensión, el fémur humano se inclina
hacia adentro y la articulación de la rodilla se ha adaptado para alcanzar su posición de bloqueo en extensión, lo que
ahorra energía en el mantenimiento de la postura erguida.
Pies: se han alargado, particularmente en el talón, reduciéndose algo los dedos, prescindiendo de la oposición del
pulgar que está alineado y facilita el equilibrio y el impulso hacia adelante al marchar o correr.
Fémur.
Rótula.
Tibia y peroné.
La pelvis conforma la cavidad anatómica osteomuscular de la región inferior del tronco. Delimitada por el hueso
sacro, el cóccix y los coxales (que forman la cintura pélvica) y los músculos de la pared abdominal inferior y del
perineo. Limita un espacio llamado cavidad pélvica, dónde se encuentran órganos importantes, entre ellos, los del
aparato reproductor femenino.
Hueso coxal
El hueso coxal o hueso de la cadera es grande irregular o plano constituido por tres partes fusionadas (ilion, isquion y
pubis).
En la parte lateral y media presenta una depresión profunda en forma de copa denominada acetábulo (o cavidad
cotiloidea), que articula con la cabeza del fémur.
Por debajo y por delante del acetábulo presenta un agujero oval o triangular el agujero obturador.
La cavidad cotiloidea, acetábulo o cotilo es el espacio, en el tercio inferior del coxal, que recibe la cabeza del fémur.
Limitada por arriba por la ceja cotiloidea. Dos tipos de superficie en el interior:
Los relieves óseos más representativos son la cresta iliaca, en cuyo extremo anterior está la Espina iliaca antero
superior (EIAS), fácilmente palpable y que da origen a diferentes músculos (Sartorio y TFL). La fosa iliaca está limitada
por arriba por la espina iliaca y acoge la inserción del músculo iliaco (psoas-iliaco). La Espina iliaca anteroinferior
(EIAI) no puede palparse, y es la prominencia en la que se origina el recto anterior del cuádriceps y la tuberosidad
isquiática sirve de origen al bíceps femoral, aductores, semimembranoso y semitendinoso. El agujero obturador es
una abertura entre el pubis y el isquion. Está ocupado por una membrana que permite el paso de vasos sanguíneos y
nervios desde la cavidad abdominal hasta el miembro inferior.
La pelvis de la mujer se encuentra adaptada a las necesidades del parto por lo que la cavidad pélvica es mayor (más
corta y cilíndrica). Mientras que la pelvis del hombre es más larga y cónica.
Fémur
Su longitud está en relación con la amplitud de la zancada humana y su robustez con el peso y las fuerzas musculares
que soporta.
Con el sujeto en pie los fémures son oblicuos, lo que da como resultado la aproximación de los pies que facilita el
desplazamiento.
El hueso comprende:
Fémur: cabeza
Representa más de la mitad de una esfera y su superficie es lisa, presentando una pequeña fosa en su centro para el
ligamento redondo.
La cabeza del fémur se articula con el acetábulo o cavidad cotiloidea del coxal.
Fémur: cuello
Con unos 5 cm de longitud aprox. Une la cabeza al cuerpo formando un ángulo de unos 125˚. Esta disposición facilita
el movimiento de la cadera, permitiendo al miembro inferior girar libremente sobre la pelvis. La unión entre cuello y
cuerpo está marcada por una cresta prominente denominada línea o cresta intertrocanterea.
Las variaciones en el ángulo cérvico-diafisiario condicionan la alineación del miembro inferior. Coxa valga: +135°.
Coxa vara: -120°. Coxa norma: 125°. La coxa vara está directamente relacionado con un valgo de rodilla, ya que la
angulación provoca una rotación interna tibial hiperpronación del pie.
La enfermedad de Blount (Tibia vara) Se cree que debida a los efectos del peso sobre la placa de crecimiento.
A diferencia de las piernas arqueadas o genu varo, que tienden a corregirse a medida que el niño crece, la
enfermedad de Blount tiene un curso progresivo y empeora. Puede ocasionar un arqueamiento severo de las piernas
y puede afectar a una o ambas piernas. Esta condición es más común entre los niños de ascendencia africana.
También se asocia con la obesidad, baja estatura, y caminar pronto.
Fémur: diáfisis
Es más estrecho en su parte media y presenta forma triangular con vértice en zona posterior que conforma una
cresta ancha y rugosa (línea áspera). Está totalmente rodeado de masas musculares. La línea áspera presenta dos
labios (medial y lateral) y en ellos se originan o insertan multitud de músculos (bíceps femoral, vasto interno del
cuádriceps, aductores). A medida que se aproxima a la epífisis distal, el fémur se ensancha para proporcionar buena
superficie de soporte para la transmisión del peso hacia la tibia.
Constituida por dos masas óseas prominentes: los cóndilos, parcialmente cubiertos por una gran superficie articular.
La superficie articular describe un área amplia en forma de U invertida que articula con la rótula por arriba y con la
tibia por abajo. La superficie rotuliana se extiende por las caras anteriores de ambos cóndilos, pero la mayor parte de
ella se encuentra en el cóndilo externo. El cóndilo externo (o lateral) puede palparse a través de la piel. Es más
robusto por estar situado bajo la línea de carga y su radio de curvatura espiral es mayor que el del cóndilo interno. El
cóndilo interno (o medial) es más prominente y ofrece inserción al aductor mayor.
Rótula
Es el mayor de los huesos sesamoideos huesos que se encuentran dentro de determinados tendones, en este
caso en el tendón rotuliano. Es plana por arriba (base), triangular por abajo (vértice) y tiene dos caras (anterior y
posterior). Fácilmente palpable y movilizable si el cuádriceps está relajado, su cara anterior está separada de la piel
por una bolsa serosa y cubierta por una expansión del tendón del cuádriceps (o tendón rotuliano). Su cara posterior
es lisa, oval y dividida en dos carillas (la lateral es más ancha y profunda) que deslizan sobre la cara articular rotuliana
del fémur. La rótula contribuye a maximizar la fuerza que realiza el cuádriceps en la extensión de la rodilla actuando
como una polea móvil que genera pretensión en el tendón rotuliano y transforma las diferentes tensiones en una
sola, estrictamente vertical.
Tibia
Es un hueso medial y robusto. Tiene un cuerpo de sección prismática con dos extremos (epífisis) abultados, siendo el
inferior menos voluminoso. En el borde interno caudal existe una extensión prominente denominada maléolo tibial
que se prolonga más allá que el resto del hueso.
En la cara superior se localiza la meseta tibial. Presenta dos superficies articulares horizontales, ligeramente
excavadas, que reciben a los cóndilos femorales, son las cavidades glenoideas medial y lateral o platillos tibiales.
Cada una de ellas presenta un borde periférico semicircular que converge en la parte central de la meseta y se
elevan para formar la espina o cresta intercondilea y periféricamente en las respectivas tuberosidades anterior y
externa o lateral.
Relieves:
Superficies articulares:
Es ligeramente abultada, presentando una extensión prominente en su borde interno y una escotadura triangular
lateral para el peroné.
Las estructuras representativas son: Maleolo interno, Superficie externa que se articula con peroné y Superficie
interna e inferior que se articula con el astrágalo.
Peroné o fíbula
Hueso externo pierna. Mucho más frágil que la tibia, puesto que no está destinado a transferir cargas, sino a ejercer
de pinza sobre la articulación del tobillo y adaptarse al cambio de anchura del astrágalo en la marcha.
Diáfisis: Es triangular, posee tres bordes y tres caras cada una de las cuales en relación con un grupo particular de
músculos.
La cara posterior es la mayor de las tres y se relaciona con los músculo flexores plantares del pie.
En el borde interno se inserta la membrana interósea.
Articulación tibio-peronea distal, articulación peronea-astragalina y maleolo externo del tobillo o peroneo.
Tarso
Dos regiones:
Astrágalo
Calcáneo
Tarso anterior
Masas cuboideas con 6 caras. De las 6 caras, 2 nunca se articulan (dorso y planta). En los huesos externos e interno
(cuboides y 1ª cuña) existe una cara lateral o medial no articular. Los huesos centrales (2ª y 3ª cuñas) hay 4 caras
articulares y dos que no lo son.
Metatarso
Son 5 huesos largos formados por un cuerpo o diáfisis y dos extremos o epífisis.
Primer metatarsiano: el más largo y grueso. Apófisis estiloides en el 5º. La base de los metatarsianos articulan con los
huesos del tarso: 1º MTT- 1ª cuña, 2º MTT- 1ª,2ª y 3ª cuñas, 3º MTT- 3ª cuña y 4º-5º MTT- cuboides.
Dedos
Articulación coxofemoral
Es una articulación multiaxial de tipo esférico (diartrósica) entre el coxal y la cabeza del fémur.
La cabeza del fémur se articula con la fosa en forma de copa del acetábulo.
Cápsula articular: envuelve la articulación y llega a la cresta intertrocantérea por detrás y al cuello por delante.
Ligamentos
Ligamento redondo: Es una banda intrarticular, triangular y algo aplanada que se implanta por su vértice en la fosita
de la cabeza del fémur y se inserta mediante dos bandas a los lados en la escotadura del acetábulo. Se tensa en
semiflexión y aducción de la cadera.
Ligamentos extrarticulares
Ligamento transverso del acetábulo: fija la cápsula al cuello anatómico en forma de anillo.
Movimientos
Flexión / Extensión.
Abducción / Aducción.
Rotación interna / Rotación externa.
Circunducción.
Articulación de la rodilla
La articulación de la rodilla es la más grande del cuerpo. Es una articulación doble (o triple…):
Presenta una articulación de tipo compuesto (doble condilea) entre los cóndilos del fémur y la tibia o
articulación Femorotibial.
Y la articulación Femororrotuliana. Del tipo encaje recíproco, entre la superficie rotuliana de los cóndilos
femorales y la rótula.
Las articulaciones condileas cuentan con dos meniscos entre las correspondientes superficies articulares.
Articulación femorotibial
La articulación de la rodilla presenta dos grados de libertad que le permiten realizar movimiento de flexo-extensión y
movimiento limitado de rotación sobre el eje longitudinal (imposible cuando la rodilla está en extensión máxima).
Las superficies articulares entre los cóndilos femorales y la tibia no son del todo congruentes. Sus ejes
anteroposteriores son divergentes* hacia atrás y los radios de curvatura entre cóndilos y glenoides no son
concordantes.
Los cóndilos no son estrictamente iguales, el cóndilo interno es más estrecho. Son convexos en sentido transversal y
de delante hacia atrás, con un perfil espiral de curvatura pronunciada por detrás La curvatura de las glenoides
tibiales hace que el cóndilo interno asiente en una superficie estable**,
mientras que el externo este en una posición cuya estabilidad depende
de la integridad del LCA.
Articulación Femororrotuliana
Comprende las superficies articulares entre la cara posterior de la rótula y las superficie articular rotuliana del fémur.
Es una articulación de encaje recíproco cuya función es mejorar las capacidades de generar tensión muscular del
aparato extensor que se traduce en un aumento del torque a nivel de la articulación (se estima que incrementa la
fuerza en un 50%).
Por otro lado evita la fricción del tendón cuadricipital con la tróclea al separar el aparato extensor del fémur. El
coeficiente de fricción cartílago-cartílago es menor que el del tejido fibroso-cartílago.
El tejido fibroso del tendón soporta bien tracciones pero no fricción. El tejido cartilaginoso tolera bien la presión y la
fricción.
Ligamentos posteriores
Ligamento poplíteo oblicuo (o tendón recurrente): Une el tendón del músculo semimembranoso al cóndilo externo
del fémur.
Ligamento poplíteo arqueado: Une el cóndilo externo del fémur con la cabeza del peroné y región externa de la tibia
en la rodilla.
Ligamentos colaterales
Cara interna:
Ligamento alar rotuliano interno: Une el borde de la rótula al cóndilo interno del fémur.
Ligamento lateral interno o ligamento colateral tibial: Une el cóndilo interno femoral con cara interna de la tibia.
Unión en su inserción tibial medial de los tendones de (pata de ganso): Semitendinoso, Semimembranoso, Sartorio y
Recto interno o gracilis.
Cara externa:
Ligamento alar rotuliano externo: une el borde de la rótula al cóndilo externo del fémur.
Gestos en valgo forzado de rodilla en apoyo o impactos que fuerzan el valgo con la pierna en el aire lesión LLI de
rodilla.
Ligamentos anteriores
Tendón cuádriceps
Ligamento rotuliano: Corresponde con la porción central del tendón común del cuádriceps que va desde la rótula
hasta la tuberosidad anterior de la tibia (≈ 8 cm).
Ligamentos alares de la rótula (retináculo rotuliano): Los conforman las porciones medial y lateral del tendón del
cuádriceps, que se dirigen hacia abajo a cada lado de la rótula para insertarse a ambos lados de la tuberosidad
anterior de la tibia.
Intraarticulares
Ligamento meniscofemoral anterior o Ligamento de Humphrey. Del menisco externo al cóndilo interno del fémur.
Ligamento meniscofemoral posterior o Ligamento de Wrisberg. Del menisco externo al cóndilo interno del fémur,
por detrás del meniscofermoral anterior.
Ligamentos intraarticulares
Los ligamentos cruzados son de una robustez considerable y están situados en el centro de la articulación de la
rodilla (fosa intercondilea).
Ligamento cruzado anterior (LCA): Tiene forma de abanico. Parte del área intercondilea anterior de la tibia y se dirige
arriba, atrás y afuera para unirse a la parte posterior y superficie interna del cóndilo externo. Va de anterior e
interno en tibia a posterior y externo en fémur. Evita un desplazamiento hacia delante de la tibia respecto al fémur.
Ligamento cruzado posterior (LCP): Es más fuerte, pero más corto. Parte del área intercondilea posterior de la tibia.
Se dirige hacia arriba, adelante y adentro para insertarse en la superficie lateral del cóndilo interno del fémur. Evita
el deslizamiento posterior de la tibia (y el deslizamiento anterior del fémur) cuando la rodilla se flexiona.
Aisladamente, el LCA se tensa en la extensión, siendo uno de los frenos de la hiperextensión de rodilla y el LCP se
tensa en la flexión.
Desde un punto de vista dinámico, el LCA actúa dirigiendo el cóndilo externo hacia adelante durante la flexión y evita
un desplazamiento hacia delante de la tibia respecto al fémur durante el apoyo.
Del mismo modo que durante la extensión, el LCP es responsable del deslizamiento del cóndilo hacia atrás asociado
con la rodadura hacia adelante.
Debido a su longitud y orientación, los cruzados presentan tensión en algunas de sus fibras en cualquier posición
articular.
Bolsas serosas
Las bolsas serosas asociadas a la rodilla son numerosas. Hay unas 10 o 12 (4 anteriores, 4 laterales, 4-6 variables) se
interponen entre superficies para facilitar la dinámica articular.
Bursitis inflamación de una bursa o bolsa (Bursa prerrotuliana, delante de la rótula “rodilla de beata”).
Es realmente un complejo articular gracias a la rotación axial de la rodilla tiene las mismas funciones que una sola
articulación con tres grados de libertad y permite orientar la bóveda plantar en todas las direcciones para que se
adapte al terreno.
Dos articulaciones:
Tibiotarsiana o tibio-peronea-astragalina: Es una articulación uniaxial (tróclea) entre el extremo inferior de la tibia y
su maleolo, el maleolo peroneo y el ligamento tibioperoneo transverso inferior; juntos forman un profundo hueco
en el que encaja el cuerpo del astrágalo.
Infrastragalina o astrágalo-calcáneo-escafoidea: La cabeza del astrágalo articula con el escafoides y con el calcáneo
Funcionalmente puede describirse como un trocus, aunque además de la rotación permite considerable amplitud de
deslizamiento.
Este movimiento dirige el movimiento que orienta la planta del pie hacia adentro (supinación) y hacia fuera
(pronación).
Los movimientos elementales del tobillo, realizados sobre cada uno de los ejes, pueden reducirse a dos movimientos
combinados (inversión y eversión) que se producen en torno a ejes oblicuos que combinan los tres anteriores. Este
eje se conoce como eje de Henke, y la rotación en torno a este, conlleva los movimientos combinados descritos con
anterioridad. Los movimientos sobre el eje de Henke no están limitados estrictamente a las articulaciones del tobillo,
sino que se acompañan de movimientos en las articulaciones mediotarsianas, lo que aumenta su movilidad.
Ligamento colateral medial (interno o deltoideo): Desde maleolo tibial hasta astrágalo y calcáneo Muy robusto. En
ocasiones se rompe antes el maleolo tibial que el ligamento.
2 Articulación astragalocalcaneoescafoidea.
5 Articulación cuboideoescafoidea.
6 Articulaciones intercuneiformes.
7 Articulación cuneocuboidea.
8 Articulaciones intermetatarsianas.
Funcionalmente se puede atender a otra clasificación que divide el pie en dos articulaciones complejas en función
del papel que desempeñan desde un punto de vista dinámico y cinemático.
La articulación de Lisfranc, o tarsometatarsiana, es el complejo articular que une las cuñas y el cuboides con los
metatarsianos. Funcionalmente son articulaciones de transición de cargas que trabajan conjuntamente con objeto
de adaptar el apoyo metatarsiano a la superficie del suelo.
Calcáneo-cuboidea o externa: unidos por el potente ligamento calcaneocuboideo inferior, que, con sus 2
fascículos, estabiliza el denominado pie calcáneo o pie de apoyo.
Astrágalo-calcáneo-escafoidea o interna.
El pie tiene dos funciones igualmente importantes:
Para ello, la planta del pie está diseñada como una bóveda sujeta por tres
arcos La bóveda plantar mantiene su forma gracias a una serie de
estructuras que la estabilizan:
Los tres músculos de este grupo nacen de la columna lumbar y del hueso iliaco y dos de ellos se insertan juntos en el
fémur como flexores: el Psoas mayor y el Iliaco. El Psoas menor no alcanza el fémur y actúa sobre la columna y la
articulación sacroiliaca.
Psoas mayor
Cuerpos y parte lateral de los discos intervertebrales desde T12 hasta L5.
Iliaco
Origen: En los 2/3 superiores de la fosa iliaca, en el labio medial de la cresta iliaca y en el ligamento
iliolumbar, en la base del sacro, en las dos espinas iliacas anteriores y en la escotadura que las separa.
Inserción: Tanto el psoas como el iliaco, terminan en un fuerte tendón común en la parte anterior del
tubérculo menor (trocánter menor) del fémur, separado por una bolsa sinovial.
Acción: principal flexor de cadera. Aductor y rotador externo de la cadera. Cuando el fémur sirve de
punto fijo, el músculo flexiona el tronco hacia delante.
Psoas menor
Origen: En los cuerpos vertebrales de T12 y L1, y en los discos intervertebrales de ambas vértebras.
Acción: Cuando el fémur sirve de punto fijo, el músculo flexiona el tronco hacia delante.
La flexión de caderas inhibe la función del psoas. La flex-ext de caderas con tronco fijo solicita al psoas y una de las
porciones del cuádriceps (recto anterior).
Inserción: Tracto iliotibial, cara anterior de la tuberosidad lateral de la tibia (tubérculo de Gerdy) y algunas fibras van
al borde lateral de la rótula.
Sartorio
Inserción: En la cara medial de la epífisis proximal de la tibia, por delante del cóndilo medial. En conjunto con el
grácil y el semitendinoso forma la pata de ganso.
Acción: Flexiona la pierna sobre el muslo, al que lleva en abducción y rotación externa (cruza las piernas).
Inervación: Nervio crural, LII, LII.
Cuádriceps
Es el gran músculo extensor de la pierna. Cubre casi toda la cara anterior y lateral del fémur. Puede
dividirse en 4 partes que se originan:
Inserción: Mediante un tendón común que se inserta en el borde superior y laterales de la rótula y se
dirige a la tuberosidad anterior de la tibia a través del ligamento rotuliano.
Colectivamente reciben el nombre de aductores, aunque sus acciones son algo más
complejas, por ejemplo, actuando sinérgicamente en la marcha o en el control
postural y participando en la flexión-ext del muslo.
Origen: En el ángulo del pubis, medial a la inserción de los músculos aductores largo y corto.
Inserción: Región superomedial de la tibia contribuyendo con los músculos sartorio y semitendinoso a formar la pata
de ganso.
Pectíneo
Origen: En la rama del pubis, en la cresta pectínea y en el ligamento pectíneo que se encuentra
por encima de la cresta.
Origen: En los dos tercios inferiores de la rama isquiopubiana, en la cara lateral y parte inferior de
la tuberosidad isquiática.
Inserción: el fascículo medial se inserta por un tendón robusto en el cóndilo interno del fémur. El
fascículo lateral en toda la extensión de la línea áspera, en su línea lateral.
Los músculos de esta región comprenden los glúteos mayor, mediano y menor, que son extensores y
abductores de la cadera, y un grupo de músculos profundos y más pequeños que son rotadores externos
(piramidal, obturadores, géminos y cuadrado crural). Son rotadores externos de la rodilla.
Glúteo mayor
Origen: Porción dorsal del ala del ilion (detrás de la línea glútea posterior), aponeurosis lumbar y cara
dorsal del sacro
Inserciones: Se distinguen un plano superficial que se inserta en el tracto iliotibial de la fascia lata y un
plano profundo insertado en la tuberosidad glútea del fémur (inicio de la línea áspera).
Acción: cuando toma su punto fijo sobre la pelvis, es extensor y rotador externo del muslo.
Si toma su punto fijo desde el fémur, endereza la pelvis, llevándola hacia atrás (retroversión). Tiene así una acción
primordial en la adquisición y mantenimiento de la posición erguida.
Glúteo mediano
Origen: En los 3/4 anteriores del labio externo de la cresta iliaca. En la espina iliaca anterosuperior. En la cara glútea
del coxal, en la superficie comprendida entre las dos líneas glúteas.
Acción: Es un potente abductor de cadera Sus fascículos anteriores son rotadores internos y sus fascículos
posteriores son rotadores externos. Estabiliza lateralmente la pelvis solo si el fémur esta fijo.
Inervación: nervio glúteo superior, LV, SI.
Glúteo menor
Origen: Parte más anterior del labio lateral de la cresta iliaca y en la cara glútea del iliaco.
Acción: Idéntica a la del glúteo medio, pero de acción más vigorosa, ya que el músculo es
más corto y su contracción es más eficaz.
Junto con los músculos obturadores, géminos y cuadrado crural forman el grupo de músculos pelvitrocantereos por
que se originan en la pelvis y se insertan en el trocánter mayor.
Origen: En la cara anterior del sacro, por medio de tres o cuatro fascículos, alrededor de los forámenes sacros.
Acción: Rotador externo del muslo, abductor y extensor si la cadera está flexionada.
Obturador interno
Cuadrado crural
Obturador externo
Origen: Cara anterior del cuerpo del pubis, en la rama superior e inferior del pubis, y en la
rama del isquion.
Acción: Constituye un refuerzo de la capsula articular y actúa como rotador externo del
muslo.
Son músculos biarticulares que actúan como extensores de cadera y flexores de la rodilla.
Origen: La cabeza larga, parte superior y lateral de la tuberosidad isquiática. La cabeza corta, el labio lateral de la
línea áspera y en el tabique intermuscular lateral.
Semitendinoso
Semimembranoso
Origen: En la cara posterior de tuberosidad isquiática. Está parcialmente cubierto por el semitendinoso.
Inserción: Parte posterior del cóndilo medial de la tibia y fascículos dirigidos hacia la cara lateral y anterior de tibia
(pata de ganso profunda).
Acción: Flexiona la pierna sobre el muslo (flexor de rodilla) y extiende el muslo sobre la
pelvis (extensor de cadera).
3. MÚSCULOS DE LA PIERNA
Tibial anterior
Origen: En la tuberosidad tibial y cóndilo lateral (ext) de tibia. En el tubérculo del tibial anterior. En los dos tercios
superiores de la cara lateral de tibia en la parte medial de la membrana interósea.
Acción: Es flexor dorsal aductor y supinador del pie. Estabiliza el arco plantar. Su debilidad pie plano.
Inserción: Recorre el borde medial del pie, el I metatarsiano y va a fijarse a la vez sobre las falanges proximal y distal
del halux.
Acción: flexor dorsal del halux y flexor dorsal de tobillo, aductor y supinador del pie. Eleva el primer dedo al caminar
y correr.
Inervación: nervio peronéo profundo.
Origen: En el cóndilo lateral de tibia, debajo del tibial anterior. En los 2/3 superiores de la cara medial del
peroné. En la parte lateral de la membrana interósea.
Inserción: El tendón se divide en 2: Uno se trifurca en un tendón que se desliza sobre la cara dorsal y se
fija en la falange media y distal del 3º,4º y 5º dedo. El otro tendón va al 2º dedo y se inserta en la cara
superior de la falange media y distal junto con el tendón del extensor corto.
Acción: Flexor dorsal de los cuatro últimos dedos y pronador del pie.
Origen: Cabeza del peroné 2/3 proximales de la cara lateral y borde posterior del peroné
Tabique intermuscular anterior y posterior.
Inserción: Cruza la planta del pie hasta alcanzar la tuberosidad lateral de la base del 1er.
metatarsiano, con expansiones a la 1ª cuña y II metatarsiano.
Acción: Flexor plantar, pronador y abductor del pie. Por su trayecto también sostiene la bóveda
plantar (arco externo del pie).
El tendón del PLL cruza la plata del pie y contribuye a mantener el arco plantar.
Origen: Tercio medial de la cara lateral y en el borde anterior del peroné y sobre los tabiques
intermusculares que lo separan de los músculos vecinos.
Acción: Flexor plantar, abductor y pronador del pie. Este músculo puede evitar una supinación excesiva del pie y
descargar los ligamentos laterales Es un tensor activo del arco externo del pie.
GRUPO SUPERFICIAL
El flexor largo del dedo gordo, el flexor común de los dedos y el tibial
posterior, son flexores plantares por pasar por la región posterior del tobillo,
aductores por insertarse a nivel distal del pie y supinadores por pasar por el
borde interno o medial del tobillo.
El gastrocnemio y el plantar delgado son biarticulares y actúan sobre rodilla y tobillo. El soleo lo hace sólo sobre el
tobillo.
Gastrocnemio (gemelos)
Origen: Posee una cabeza lateral y otra medial. La cabeza lateral se origina en la parte posterior del cóndilo externo
del fémur. La cabeza medial se origina sobre el cóndilo medial.
Inserción: Mediante el tendón de Aquiles. En los 2/3 inferiores de la cara posterior del calcáneo, del que se
encuentra separado por una bolsa sinovial.
Acción: Flexor plantar y flexor de la rodilla. Estabiliza las anteriorizaciones del fémur en la flexión. Este músculo es el
propulsor en la marcha, la carrera y el salto.
Sóleo
Plantar delgado
Nace del epicóndilo lateral del fémur, posee un pequeño vientre fusiforme y termina en un largo tendón que cruza
oblicuamente el tríceps sural para insertarse con él. Este músculo en ocasiones es doble y a veces no existe. Es un
remanente evolutivo de un flexor plantar en algunos animales inferiores.
Gemelos y sóleo se activan durante la flexión plantar. La eficiencia del movimiento se incrementa a medida que la
rodilla se va extendiendo y genera un estado de pretensión en el gemelo.
Para aislar la carga sobre el músculo sóleo, basta con realizar el ejercicio de flexión plantar con flexión previa de
rodillas. El uso de cuñas induce pretensión que ayuda a generar mayor nivel de fuerza.
GRUPO PROFUNDO
Poplíteo
Origen: Mediante un tendón fuerte que emerge de una depresión situada en el cóndilo lateral del fémur
Inserción: En la cara posterior interna de la tibia, en el labio superior de la línea del soleo.
Acción: Rotador interno de la tibia sobre el fémur. Flexor de rodilla. Se activa en los primeros instantes de
la flexión y tracciona indirectamente sobre el menisco externo para protegerlo de la compresión.
También contribuye con el LCA en la flexión de rodillas en el control del desplazamiento anterior del
fémur.
Quiste de Baker
Origen: En los 2/3 inferiores de la cara posterior del peroné. En la parte inferior de la membrana
interósea.
Acción: Flexor plantar del halux y flexor plantar del pie, aductor y supinador del pie. Estabiliza los arcos
plantares.
Acción: Flexor plantar de los últimos dedos y flexor plantar del pie, aductor y supinador del pie. Estabiliza la bóveda
plantar.
Tibial posterior
Origen: Cara posterior de la tibia, en el labio inferior de la línea del soleo cara medial del peroné 2/3 superiores de la
membrana interósea.
Inserción: En la tuberosidad del escafoides, con expansiones a los tres huesos cuneiformes y a los tres metatarsianos
medios.
Acción: Flexor plantar, aductor y supinador del pie. Su contribución a mantener el arco plantar durante la marcha es
importante. Participa de manera muy importante en la estabilización del apoyo monopodal (nos equilibra a la pata
coja). Si este músculo está débil, el arco plantar se hunde y se deforma en pronación.
La musculatura de la pierna en su conjunto se estimula mediante ejercicios de carrera y salto, así como a través del
trabajo denominado propioceptivo. Este trabajo se centra en generar desequilibrios (con apoyos inestables o
empujes) para que mediante una secuencia de contracciones coordinadas sea reestablecida una posición de base.
I. Musculatura dorsal del pie músculo Pedio o extensor corto de los dedos (11).
1ª capa abductor del dedo gordo (1), flexor corto de los dedos (2), abductor del V dedo (3).
2ª capa cuadrado plantara (4) y músculos lumbricales (5).
3ª capa flexor corto del dedo gordo, aductor del dedo gordo (8), aductor del dedo gordo (7), flexor corto
del V dedo (6).
4ª capa interóseos dorsales y plantares (9 y 10).
Las funciones en descarga de los músculos intrínsecos del pie pueden deducirse de su denominación y de su
geometría. Son los elementos activos que facilitan la adaptación del contacto de los dedos con el suelo y mantienen
los arcos plantares.
Esqueleto axial
El esqueleto axial lo conforman: El raquis o columna vertebral, el cráneo y los huesos que delimitan la cavidad
torácica: costillas y esternón.
En su conjunto, representa un eje fuerte, pero flexible. Proporciona una ventaja para la locomoción en los
animales simétricos, permitiendo la inserción de músculos segmentarios e impidiendo movimientos sinuosos
fruto de la contracción muscular. Este conjunto osteoarticular sirve a la vez de:
El raquis es el eje del cuerpo y debe conciliar dos imperativos mecánicos: rigidez y flexibilidad. Ambas características
están garantizadas por elementos simétricos estructurales:
Desde el punto de vista del soporte, equilibran y dan estabilidad simétrica al sistema mediante las conexiones
(musculares y ligamentosas) que se establecen entre las cinturas y el propio raquis.
Desde la perspectiva dinámica, la configuración mediante segmentos apilados (vértebras) y las inserciones
musculares y ligamentosas sobre estas estructuras permiten adaptaciones parciales que permiten la deformación
temporal de la estructura.
La columna vertebral o raquis está formado por 32 o 34 vértebras superpuestas que pueden dividirse en 5 regiones:
Cervical 7
Dorsal o torácica 12
Lumbar 5
Sacro 5 vértebras fusionadas
Coccígea 3-5 vértebras fusionadas
Frontalmente, la columna presenta una apariencia rectilínea, pero lateralmente se distinguen 4 curvas fisiológicas en
sentido anteroposterior:
Lordosis cervical
Cifosis dorsal
Lordosis lumbar
Cifosis sacra
Las curvaturas torácica y pélvica (cifosis) primarias, es decir derivan de la concavidad fetal anterior y mantienen
esta disposición después del nacimiento.
Las curvas cervical y lumbar (lordosis) secundarias o compensatorias y aparecen y se acentúan en concavidad
posterior a medida que el niño controla su cabeza, endereza el tronco y comienza la deambulación.
Cuando las curvas se acentúan temporalmente o de forma definitiva hablamos de hipercifosis/hiperlordosis Cuando
las curvas se aplanan o atenúan hablamos de rectificación.
El paso a la bipedestación implica cambios mecánicos de la región lumbar que determinan de forma importante las
proporciones de los cuerpos vertebrales y los discos de la región lumbar. La existencia de las curvas aumenta la
resistencia del raquis a las fuerzas de compresión axial.
Está bien demostrado el hecho de que la resistencia de una columna con curvas, es proporcional al cuadrado del nº
de curvas (n) más 1 R = n2 + 1.
Así se puede determinar, que una columna con 3 curvas es 10 veces más resistente que una columna recta.
La escoliosis supone una desviación de la columna en un plano frontal e implica rotaciones e inclinaciones
vertebrales que generan otras desviaciones compensatorias y pueden afectar a la mecánica del raquis. En la mayoría
de los casos es de origen idiopático, más frecuente entre las mujeres en torno a los 10 años. Aunque no suele causar
dolor, la deformidad puede tener consecuencias sobre la autoestima y generar limitaciones físicas que varían en
función del grado de la deformidad. Su detección y tratamiento durante la edad escolar es determinante en su
evolución, especialmente a través de la educación física. A partir de una radiografía podemos medir el ángulo de
curvatura y determinar el grado en el que se encuentra la patología.
El rango del ángulo de Cobb va desde los 10° hasta los 120°, pero la gran mayoría de los pacientes con escoliosis
presentan curvaturas entre los 20° y 65°.
Si el ángulo de Cobb es Menor a 10˚ columna completamente normal. En este caso no se considera escoliosis.
Igual a 10°: La escoliosis es diagnosticada cuando se determina que al menos la curvatura tiene 10°. Las personas que
tienen exactamente esos 10°, tienen principio de escoliosis.
Entre 20° y 40°: Se recomienda un soporte ortopédico del tipo corsé de tamaño estándar o personalizado,
dependiendo de la condición del paciente. La eficacia del tratamiento puede variar entre pacientes.
De 40° o 50°: Cuando la curvatura se hace muy pronunciada y ningún tratamiento detiene su evolución, entonces el
médico recomendará cirugía. En este caso se llevara a cabo una intervención conocida como fusión espinal para
tratar de fijar las vértebras, dificultando el progreso de la curva en la columna vertebral.
Una vértebra típica está constituida por una parte anterior o ventral.
Cuerpo: aproximadamente cilíndrico. Su forma varía en función de la región del raquis. Presenta dos caras planas
con un reborde liso que están en contacto con los discos intervertebrales.
Un arco vertebral a cada lado: tiene una parte anterior más estrecha: el pedículo y una posterior más ancha: la
lámina.
En la parte media del arco vertebral hay una zona prominente de la que parten una serie de apófisis pares.
2 apófisis transversas, que presentan una cara articular para las costillas.
4 apófisis articulares: 2 superiores y 2 inferiores para articular con las vértebras superior e inferior.
Las dos láminas se dirigen hacia atrás y medialmente para fusionarse en la apófisis espinosa, que se proyecta hacia
atrás y a menudo también hacia abajo y que sirve de palanca para músculos extensores y a menudo rotadores del
raquis.
Un orificio delimitado por la parte posterior del cuerpo vertebral y el arco posterior es un agujero vertebral, cuya
sucesión en cada segmento vertebral conforma el canal raquídeo.
Región cervical
Las siete vértebras cervicales se caracterizan por:
Su nombre se debe al héroe mitológico griego que sostiene el globo terráqueo Articula con el occipital.
Articula con la apófisis odontoides del axis, que proporciona el pivote a partir del cual el atlas gira.
Posee dos masas laterales voluminosas unidas por delante por un arco anterior corto y por detrás por un arco
posterior curvado más largo.
Las masas laterales presentan unas carillas superiores alargadas que articulan con el cóndilo occipital de cada lado.
Se distingue por su robusta prolongación en forma de diente (ap. odontoides), que se proyecta desde el cuerpo
vertebral hacia arriba (1,5 cm).
Vértebras cervicales 3ª a 7ª
Presentan un cuerpo vertebral cuadrangular y pequeño con las apófisis espinosas bífidas.
La séptima cervical (o vértebra prominente) presenta una larga apófisis espinosa palpable a través de la piel, y sus
apófisis transversas son más prominentes.
Todas se pueden distinguir por las carillas costales que presentan en los lados
de sus cuerpos.
Las apófisis espinosas apuntan hacia atrás y abajo y las apófisis transversas
son prolongaciones muy manifiestas.
Región lumbar
Las cinco vértebras lumbares difieren del resto por su mayor tamaño y por la ausencia de carillas costales.
El cuerpo es grande y ancho, y el agujero vertebral es triangular, mayor que en la región torácica, pero menor que en
la región cervical.
Los pedículos son cortos y la apófisis espinosa casi horizontal, cuadrangular y engrosada.
La médula espinal termina en el área lumbar (L1-L2) y continúa a través del canal vertebral como nervios espinales.
Debido a la semejanza con la cola de un caballo, la agrupación de estos nervios en el extremo de la médula espinal se
denomina cauda equina (cola de caballo).
Sacro
El sacro es un hueso ancho y triangular, formado por la fusión de las 5 vértebras sacras.
Es el hueso que conforma la región posterior de la pelvis, enclavado a modo de cuña entre los coxales.
El hueso muestra una incurvación convexa posterior y marcada oblicuidad con respecto a la vertical.
Las apófisis espinosas son sustituidas por una serie de 4 tubérculos espinosos (en ocasiones 3).
En la mujer el sacro es más corto y ancho que en el hombre, lo que contribuye al aumento de la cavidad pélvica.
El conducto sacro contiene la cola de caballo y los orificios sacros permiten la salida de las raíces nerviosas.
Cóccix
Es un pequeño hueso triangular, normalmente constituido por 4 (3-5) vértebras rudimentarias fusionadas.
El esqueleto del tórax es una estructura osteocartilaginosa constituida por las 12 vértebras torácicas, las costillas (12)
y el esternón.
Tiene forma aproximadamente cónica (estrecho por arriba y ancho por abajo).
Esternón
Es un hueso plano e impar situado en el centro del tórax que articula con costillas 1ª a 7ª.
Tres partes:
Manubrio: Forma aproximadamente hexagonal, presenta superficies articulares superiores para la clavícula y
laterales para el I y II cartílago costal.
Cuerpo: En sus borde laterales presenta escotaduras para articular con los cartílagos costales (II a VII).
Apéndice xifoides: Es la parte menor y más variable. Presenta una articulación para el VII cartílago costal.
Costillas
Las costillas son arcos óseos elásticos, dorsalmente unido a la columna. Existen 12 pares de costillas. Los 7 primeros
pares están unidos por delante a través de los cartílagos costales al esternón (costillas verdaderas). Los 5 pares
restantes son las denominadas costillas falsas; de estas, los cartílagos de la 8ª, 9ª y 10ª se unen al cartílago de la
costilla inmediatamente superior. La 11 y la 12 son libres por sus extremos anteriores y se las denomina costillas
flotantes. Las costillas tienen una inclinación variable, siendo más horizontales las superiores y más oblicuas las
inferiores (máxima en la 9ª).
Cabeza: presenta dos carillas separadas por una cresta que la unen a la vértebra correspondiente.
Cuello: porción más aplanada que sigue a la cabeza. En su extremo presenta otra carilla para la apófisis
transversa vertebral.
Cuerpo: es delgado, aplanado y algo torsionado.
Cráneo
El cráneo se ha ido adaptando para contener y proteger el encéfalo y los órganos de los sentidos especiales y para
atrapar o ingerir alimentos. Además, participa en el mantenimiento de la presión arterial intracraneal y le otorga
cierta independencia con respecto a la presión arterial extracraneal.
El cráneo no es una cavidad completamente cerrada, el LCR pasa libremente a través del agujero occipital y puede
desplazarse en cualquier dirección.
Las cápsulas que contienen los órganos especiales de los sentidos se han transformado en partes integrantes del
cráneo y son protegidas por él, pero además se han integrado funciones que proporcionan ventajas importantes
para la supervivencia:
El cuerpo vertebral tiene la estructura de un hueso corto, cortical densa rodeada de tejido esponjoso.
En un corte sagital de una vértebra tipo se observa cómo se distribuyen las trabéculas de hueso esponjoso siguiendo
las líneas de fuerza.
Unas líneas verticales entre los bordes superior e inferior del cuerpo vertebral.
Un sistema en abanico que parte de la meseta superior y se dirige a las apófisis articulares superiores y
apófisis espinosa.
Un sistema en abanico que parte de la meseta inferior y se dirige a las apófisis articulares inferiores y apófisis
espinosa.
El cruce de estos tres sistemas establece regiones de gran resistencia, pero también permite localizar áreas más
débiles, en concreto el borde vertebral anterior, donde sólo hay trabéculas verticales fractura por acuñamiento
del cuerpo vertebral.
Articulaciones de la columna vertebral y tórax
Las vértebras de la 2ª cervical a la 1ª sacra inclusive, se articulan unas con otras por una serie de articulaciones:
Entre los cuerpos vertebrales (intersomáticas), unidos por ligamentos longitudinales anteriores y posteriores y por
los discos intervertebrales.
Entre los arcos vertebrales, articulaciones sinoviales entre las facetas articulares variables en su forma. Láminas,
apófisis espinosas y apófisis transversas están unidas por distintos tipos de ligamentos.
Articulaciones interosomáticas
Los discos intervertebrales se encuentran interpuestos entre los cuerpos vertebrales desde el axis hasta el sacro
principal vínculo articular entre ellos. Se podrían clasificar como diartroanfiartrosis (estructura anfiartrosis -
función diartrosis).
La forma del disco corresponde con la de los cuerpos entre los que se encuentra, presentando variaciones de grosor
en función de la región del raquis y de la región dentro del propio disco.
En las regiones cervical y lumbar son más gruesos por su parte anterior (contribuyen a la lordosis). Mientras que en
la región dorsal son de espesor casi uniforme.
Los discos son avasculares y se nutren por difusión desde el hueso esponjoso repercusiones sobre la recuperación
(hernias discales).
Los discos están unidos a los ligamentos Longitudinales Vertebrales Anterior y posterior.
Núcleo pulposo: es la parte central de textura gelatinosa 88% agua +polisacáridos (colágeno).
Anillo fibroso: es la parte periférica. Conformada por una sucesión de capas concéntricas de oblicuidad
cruzada (+verticales en la periferia, +inclinadas en el centro).
La estructura de los núcleos articulaciones intervertebrales somáticas dispone de 3 grados de libertad, que
permiten movimientos de flex-ext; inclinación lateral y rotación.
Aunque cada movimiento es de escasa amplitud, gracias a la suma de cada uno de ellos se obtienen grandes
amplitudes.
Las cargas son distribuidas entre las estructuras discales. El núcleo asume el 75% de la carga axial y distribuye la
presión periféricamente.
Durante el movimiento de flexión y extensión del tronco la presión lineal se incrementa sobre el disco:
A medida que los discos se aproximan al sacro las fuerzas de compresión son más importantes L5-S1 soporta la
mitad del peso corporal a lo que se añade la tensión de los músculos en determinados movimientos, y las posibles
cargas que puedan movilizarse (mochilas, pesos, etc) incremento posibilidades de lesión (lumbociáticas).
El disco modifica su espesor de manera permanente con la edad, y de forma reversible a lo largo del día.
La estructura del disco es muy característica y consta de 2 partes
Función dinámica
Durante los movimientos del raquis, el núcleo se desplaza en el sentido de menor presión Durante la extensión el
núcleo se desplaza anteriormente aumentando la compresión sobre las fibras anteriores del anillo.
Durante la flexión el núcleo se desplaza hacia atrás aumentando la compresión sobre las fibras posteriores del
anillo.
De la misma manera se produce un incremento de presión lateral en el anillo ante las inclinaciones laterales.
En la rotación axial amplia las fibras centrales del anillo alcanzan su tensión máxima y el núcleo se somete a gran
compresión De esta manera, se entiende que movimientos asociados de flex-ext + rotación desgarran el anillo
fibroso.
La función plástica
Es la que a través de la forma de los discos en función del nivel vertebral, participa formación de curvas fisiológicas.
Ligamento vertebral común anterior: Banda resistente que se extiende a lo largo de las superficies anteriores de los
cuerpos vertebrales, fijándose también en los discos.
Ligamento vertebral común posterior: Se encuentra en el interior del canal vertebral, sobre las superficies
posteriores de los cuerpos.
Unen apófisis articular inferior de la vértebra superior (orientación interna) con apófisis articular superior de la
vértebra inferior (orientación externa), de manera que parecen encajarse una sobre la otra.
Estructuralmente son de formas variables, pero la presencia de cápsula y líquido sinovial nos permite clasificarlas
como diartrosis.
Funcionalmente realizan pequeños deslizamientos que acompañan el movimiento de los cuerpos vertebrales y que
en conjunto proporcionan gran amplitud.
Ligamentos amarillos: Unen láminas de vértebras adyacentes. Se ven mejor desde el interior del conducto raquídeo.
Ligamentos supraespinosos: Cordón resistente y fibroso que mantiene unidos los vértices de las apófisis espinosas,
desde 7C hasta el sacro.
El conjunto entre sacro y cráneo equivale a una articulación de tres grados de libertad que permite movimientos de:
Flex-extensión, inclinación lateral y rotación.
Las amplitudes de estos movimientos elementales, aunque muy escasa a nivel del raquis, es globalmente
importante, en razón al gran número de articulaciones vertebrales.
La amplitud de flex-ext global del raquis entre dos posiciones extremas (incluyendo plano masticatorio) La
amplitud puede alcanzar 250˚ (el resto de articulaciones corporales no superan los 180˚ de amplitud máxima).
La flexión lateral global del raquis alcanza: 20˚ L + 20˚ T + 40˚ C = 80˚.
La rotación es muy escasa a nivel lumbar (5˚), más acentuada a nivel torácico (35˚) y aún mayor en el raquis
cervical (45-50˚). En total, unos 90˚.
El sistema funcional que conforman el occipital, el atlas y el axis se denomina comúnmente charnela
occipitovertebral.
Las articulaciones atlantoaxoideas laterales (son 2): Situadas una a cada lado. Se clasifican como planas, pero
son ovoideas (las del atlas ligeramente cóncavas, y las del axis ligeramente convexas). Disponen de cápsula
fibrosa.
La articulación atlantoodontoidea (o atloaxoidea media): Es una articulación tipo trocoide entre la apófisis
odontoides del axis, el arco anterior y el ligamento transverso del atlas. El ligamento transverso del atlas es
una cinta gruesa y resistente que forma un arco transversal entre las masas laterales del atlas y mantiene la
odontoides en contacto con el arco anterior durante el movimiento de rotación. Durante una rotación del
cráneo hacia la izquierda la odontoides permanece fija y el atlas rota en sentido antihorario.
Los ligamentos del raquis suboccipital son muy numerosos y potentes y se extienden entre:
Los impactos craneocervicales por caídas de altura, accidentes de moto o zambullida pueden ocasionar fracturas
vertebrales desplazadas que seccionan o afecta a la médula espinal (tetraplejias).
La luxación del atlas sobre el axis, con rotura del ligamento transverso del atlas y la consecuente lesión de la médula
espinal, es el mecanismo empleado en las ejecuciones llevadas a cabo en la ahorca y garrote vil.
Articulaciones costovertebrales
Las que unen las cabezas de las costillas con los cuerpos de las vértebras.
Las que unen los cuellos y tubérculos de las costillas con las apófisis transversas.
Articulaciones de las cabezas costales
Se forman entre la cabeza de las costillas con las carillas articulares de los márgenes de los cuerpos de las vértebras
torácicas correspondientes y los discos situados entre ellas.
Estas articulaciones se clasifican como planas aunque sus superficies son curvas.
La 1ª, 10ª, 11ª y 12ª costillas se articulan con una sola vértebra. El resto (2ª-9ª) con la superior e inferior.
Disponen de cápsula fibrosa y están reforzadas por ligamentos que unen la cabeza de la costilla con los cuerpos
vertebrales y disco (ligamento radiado).
Articulaciones costotransversales
Es la articulación entre el tubérculo de una costilla y la apófisis transversa de la vértebra que le corresponde.
No existe contacto directo entre las transversas y las costillas en las costillas 11ª y 12ª.
Articulaciones esternocostales
Los cartílagos costales encajan en pequeñas concavidades de los bordes laterales del esternón.
El primer cartílago costal está directamente unido al esternón por una sincondrosis.
Los cartílagos de la 2ª a la 7ª costilla se articulan con el esternón mediante articulaciones sinoviales (presentan
cápsula y ligamentos).
En las articulaciones esternocostales se pueden efectuar pequeños movimientos de deslizamiento que facilitan el
movimiento del tórax durante la respiración.
Articulación bicondilea:
Son el serrato posterosuperior y serrato posteroinferior. En ambos casos son músculos finos que contribuyen poco al
movimiento o estabilidad del tronco y su función está más relacionada con la mecánica ventilatoria.
Serrato posterosuperior
Serrato posteroinferior
Los músculos profundos o intrínsecos de la espalda constituyen un grupo complejo de músculos que se extiende
desde la pelvis al cráneo.
Comprende extensores y rotadores de cabeza y cuello, músculos segmentarios cortos y complejas masas extensoras
y rotadoras. Colectivamente, estos músculos gobiernan los movimientos de la columna vertebral
Epiespinoso (o Espinoso)
Se conforma a base de fascículos musculares situados a ambos lados de la línea media y que
unen apófisis espinosas de vértebras más o menos lejanas entre sí.
Torácica une las apófisis espinosas de D11 a L2 con las apófisis espinosas de D4 a D8.
Cervical une el ligamento nucal con C6 y C7.
Cabeza une las apófisis espinosas de C2 a C4 con C6 y D2 Función: extensores de la
columna vertebral.
Longisimo
Sus fibras se abren en abanico en sentido craneal y se van insertando a diferentes niveles del
extremo inferior de las costillas y apófisis transversas.
Inserción: Apófisis transversas lumbares, torácicas y cervicales, borde inferior de las costillas,
apófisis Mastoides y occipital.
Iliocostal
Presenta tres porciones: lumbar, dorsal y cervical. Ocupa la columna más lateral del grupo
erector, discurriendo en sentido craneal.
Porción lumbar: Se origina en la región lumbosacra, 1/3 posterior de la cresta iliaca, cara
posterior del sacro (S3 a L5). Se inserta por medio de tendones aplanados en los bordes
inferiores de los ángulos costales de las 6 o 7 últimas costillas.
La porción dorsal: Se origina en los bordes superiores de los ángulos de las 6 últimas
costillas, medialmente a los tendones de la porción lumbar. Se inserta en los bordes
superiores de los ángulos costales de las 6 primeras costillas y apófisis transversa de C7.
Los músculos semiespinosos son los más superficiales, los multífidos a nivel intermedio y los rotadores a nivel
profundo.
El nombre de transverso espinosos se refiere a la dirección del vientre muscular desde las apófisis transversas de una
vértebra hasta la espinosa de la vértebra situada por encima.
Semiespinosos
Dorsal: Se origina en las apófisis transversas de todas las vértebras dorsales. Se inserta en las
apófisis espinosas de las vértebras dorsales superiores y hasta C2.
Cervical: (en ocasiones denominado Músculo Complexo mayor) Se origina en las apófisis
transversas de las 6 o 7 primeras dorsales. Se inserta en la línea occipital.
Acción: De forma unilateral inclina hacia el mismo lado y rota hacia el lado contrario. De forma
bilateral extiende la columna cervical.
Son los músculos más profundos del grupo transversoespinoso. Constan de una gran
serie de fibras musculares individuales. Aunque están presentes en toda la columna
vertebral están mejor desarrollados en la región torácica. Las fibras se insertan entre
la apófisis transversa de una vértebra y la lámina y base de la apófisis espinosa de
una vértebra situada uno (rotadores cortos) o dos niveles por encima (rotadores
largos).
En la región torácica aparecen entre las 4 primeras vértebras y entre las dos últimas.
Intertransversos
Son pequeños músculos situados entre las apófisis transversas de las vértebras. Se
encuentran en los niveles:
Acción: en conjunto funcionan como músculos posturales, que permiten control fino de las articulaciones
vertebrales en los movimientos del tronco.
Es un músculo largo y acintado, más ancho por arriba, que se extiende por toda la superficie anterior
del abdomen, separado de su vientre simétrico por la línea alba. Esta interrumpido por tres bandas
fibrosas: una a la altura del ombligo, otra en la apéndice xifoides y una tercera entre las dos
anteriores. Estas bandas de tejido conjuntivo corresponden a los músculos oblicuos y se dirigen a
insertarse en la línea alba.
Función: Proporciona una pared firme y elástica para contener las vísceras abdominales. Su
contracción comprime las vísceras y posibilita la defecación, la micción y la espiración. Es flexor de tronco y su
contracción unilateral lo inclina hacia un lado.
Origen: Nace por ocho fascículos carnosos de las superficies externas y bordes inferiores
de las ocho costillas inferiores Los fascículos se entrelazan con fibras del serrato mayor y
dorsal ancho y se disponen en una línea oblicua hacia abajo y adentro.
Inserción: Desde la cresta iliaca a la aponeurosis externa de los rectos del abdomen.
Acción: Su contracción unilateral inclina el tronco y lo rota hacia el lado contrario Su contracción bilateral flexiona el
tronco.
Algunas de sus fibras continúan con las del oblicuo menor contralateral, actuando en conjunto en la generación de
presión intraabdominal Algunas fibras, al llegar a la EIAS saltan hacia el pubis, formando un pequeño orificio (anillo
inguinal o arco crural) por donde pasa el paquete vasculonervioso.
Es más delgado que el oblicuo mayor y la dirección de sus fibras es contraria a las del oblicuo
mayor del mismo lado (de inferoexterno a superointerno).
Inserción: Borde caudal de las tres últimas costillas y apéndice xifoides y línea alba.
Inervación: ramas ventrales de los seis nervios raquídeos torácicos inferiores y primer par de ramas lumbares.
Así llamado por la dirección de sus fibras, es el más profundo de los músculos anchos de la
pared abdominal.
Origen: 1/3 externo del ligamento inguinal, 2/3 anteriores de la cresta iliaca y fascia
toracolumbar (entre cresta iliaca y 12ª costilla) y cara interna de las 5 o 6 últimas costillas.
Inervación: ramas ventrales de los seis nervios raquídeos torácicos inferiores y primer par de ramas lumbares.
Cuadrado lumbar
Acción: Inclina el tronco lateralmente Fija la última costilla y actúa como inspirador
proporcionando estabilidad durante la acción del diafragmas. Si actúa de manera bilateral
puede extender la región lumbar.
Inervación: ramas ventrales del último nervio raquídeo torácico inferiores y del os tres o cuatro primeros lumbares.
TEMA 9. TRONCO Y CRÁNEO. MIOLOGÍA 2.
Este bloque está dedicado a la región craneocervical, cuya musculatura se divide en dos grupos: anterolateral y
posterior.
1. GRUPO ANTEROLATERAL
Esternocleidomastoideo
En la región del paladar hay un conjunto de músculos en torno al hueso hioides que participan en funciones como la
deglución, la masticación y la fonética.
El hioides es un hueso con forma de herradura, situado en la parte anterior del cuello, debajo de la lengua y de la
mandíbula y justo por encima del cartílago tiroides. Actúa como unión para la mayoría de los músculos anteriores del
cuello, al igual que para la laringe, la epiglotis y la faringe.
El hioides es el único hueso que no se une a ningún otro hueso y permanece suspendido por la gran cantidad de
músculos que se insertan en él.
Escalenos (anterior, medio y posterior)
Los músculos escalenos se encuentran en la cara lateral del cuello, debajo del ECM y se extienden oblicuamente
escalonados desde las apófisis transversas cervicales a las dos primeras costillas.
Entre los escalenos medio y anterior pasan el plexo braquial y la arteria subclavia, por lo que un exceso de tono
puede manifestarse en el brazo con signos nerviosos.
El músculo largo del cuello se sitúa a nivel profundo a ambos lados de la columna cervical, directamente adosado a
los cuerpos de las vértebras cervicales.
Fascículo medio: une los cuerpos de las tres primeras dorsales con las vértebras cervicales por su
cara anterior.
Acción: de forma unilateral inclina hacia el mismo lado, de forma bilateral flexiona el cuello.
Largo de la cabeza
Es un músculo grueso por arriba y estrecho por abajo. Se origina en la cara anterior de la
masa lateral del atlas, y se dirige oblicuamente hacia arriba, insertándose en el hueso
occipital.
Músculo corto y plano se origina en la parte anterior de la masa lateral del atlas y se inserta en la base
del occipital Inervación: ramas ventrales de los dos primeros nervios raquídeos cervicales.
2. GRUPO POSTERIOR
Grupo superficial
Los músculos esplenio del cuello y esplenio de la cabeza son un par de músculos largos y finos cuyo nombre deriva
del parecido con una venda.
Se trata de una banda ancha que se dirige hacia arriba y afuera en la columna
cervical.
Esplenio de la cabeza
Acción: de forma unilateral inclinan y rota la cabeza hacia el mismo lado y si actúan
bilateralmente extienden la columna cervical.
Inervación: ramas laterales de las raíces dorsales de los nervios raquídeos cervicales
inferiores y medios.
Grupo profundo
Este grupo de pequeños músculos interviene en la extensión de la cabeza en las articulaciones atloidooccipitales
(rectos posteriores) y en la rotación de la cabeza (atlas sobre el axis) los oblicuos.
La localización de estos músculos es profunda y son gruesos y cortos, por lo que su función primaria es aportar
control fino al movimiento de las articulaciones atlantooccipital y atlantoaxial.
Estas articulaciones contribuyen a un aumento del rango de movilidad craneal, de gran importancia para orientar
ojos, orejas y nariz.
Se origina en la apófisis espinosa del axis y se inserta en la porción externa de la línea nucal del occipital.
Se origina en el tubérculo posterior del atlas y se inserta en la porción medial de la línea nucal del occipital.
Se origina en la apófisis espinosa del axis y se inserta en la apófisis transversa del atlas.
Acción: rota la cara hacia el mismo lado y si actúan de manera bilateral son extensores.
Inervación: ramo dorsal del primer nervio raquídeo.
Este grupo consta de músculos que conectan costillas vecinas, que saltan varias costillas entre sus inserciones que
unen costillas con el esternón o costillas a vértebras, por lo que todos están relacionados con la respiración.
Los músculos intercostales son delgadas capas superpuestas de fibras musculares y tendinosas que ocupan los
espacios intercostales. Se denominan según sus relaciones espaciales. Los intercostales externos son más
superficiales y los íntimos los más profundos.
Intercostales externos
Son 11 a cada lado, se extienden por todo el borde costal. Saltan desde el borde inferior externo de una costilla hacia
el borde superior externo de la costilla subyacente. Son más gruesos que los intercostales internos.
Intercostales internos
Son también 11, se extienden por el borde costal. Saltan desde el labio interno de la costilla hacia el borde interno de
la costilla subyacente. Sus fibras son oblicuas y casi perpendiculares a las de los intercostales externos.
Intercostales íntimos
En ocasiones se han considerado parte de los intercostales internos porque sus fibras coinciden en dirección y
orientación. La diferencia es que estos se insertan en las dos costillas adyacentes.
Acción: en conjunto son músculos respiratorios. El papel que desempeñan cada uno de ellos en la inspiración o la
espiración no está del todo claro.
Triangular de esternón
Subcostales
Supracostales
Son doce haces fuertes a cada lado. Origen: extremo de las apófisis transversas entre
C7 y D11.
Acción: elevan las costillas Inervación: ramas laterales de las raíces dorsales de los nervios
correspondientes.
Diafragma
El diafragma forma una cúpula musculotendinosa que separa la cavidad torácica de la abdominal. Su
superficie superior convexa, es el suelo del tórax y su superficie inferior el techo del abdomen.
Porción costal: se origina en los bordes superiores de las seis costillas inferiores.
Porción esternal: es más pequeña y variable, nace de la cara posterior del apéndice xifoides.
Porción lumbar: más gruesa, se origina en los cuerpos de las tres primeras
lumbares mediante dos inserciones tendinosas (pilares derecho e izquierdo).
También se envían arcos aponeuróticos hacia el psoas y el cuadrado lumbar.
El SN es una red compleja de estructuras especializadas Encéfalo, médula espinal y nervios misión controlar y
regular el funcionamiento de los órganos y sistemas, coordinando su interrelación y la relación del organismo con el
medio externo.
El sistema nervioso está organizado para detectar cambios en el medio interno y externo, evaluar esta información y
responder a través de efectores músculos o glándulas.
Sistema nervioso somático: compuesto por los nervios raquídeos y pares craneales.
Sistema nervioso autónomo o vegetativo: dividido en dos unidades funcionales: SN. Simpático y SN.
Parasimpático.
Neuronas
Las neuronas son células especializadas excitables del SN, cuya función es conducir los impulsos que hacen posibles
las acciones por medio de señales químicas y eléctricas enviadas de un extremo al otro del organismo.
Las neuronas son las células responsables de las funciones atribuidas al sistema nervioso la unidad básica
funcional y estructural del SN.
Son células excitables que conducen los impulsos que hacen posibles todas las funciones del sistema nervioso.
Aunque pueden tener distintas formas y tamaños, todas las neuronas tienen una estructura básica y constan de 3
partes esenciales:
1. El cuerpo o soma neuronal, contiene el núcleo y el citoplasma, con todos sus orgánulos intracelulares, rodeado
por la membrana plasmática.
2. Las dendritas, prolongaciones cortas ramificadas, en general múltiples, a través de las cuales la neurona recibe
estímulos procedentes de neuronas vecinas con las cuales establece una sinapsis o contacto entre células.
3. El axón es una prolongación, generalmente única y de longitud variable, a través de la cual el impulso nervioso se
transmite desde el cuerpo celular a otras células nerviosas o a otros órganos del cuerpo.
El lugar de contacto entre dos neuronas o entre una neurona y un órgano efector es una sinapsis.
Para formar la sinápsis, el axón de la célula presináptica se ensancha formando los bulbos terminales o terminal
presináptica que contiene sacos membranosos diminutos, llamados vesículas sinápticas que almacenan un
neurotransmisor químico.
Entre las dos terminales existe un espacio que las separa llamado hendidura postsináptica.
Al espacio que separa la terminación axónica de la fibra muscular se le denomina hendidura sináptica y presenta una
sustancia rica en glucoproteínas y otras moléculas reguladoras.
Un impulso nervioso a la unión neuromuscular el paso del potencial de acción hace que muchas de las
vesículas que contienen acetilcolina almacenadas en la membrana terminal axónica de la hendidura sináptica se
rompan • La acetilcolina actúa sobre los pliegues de la placa motora terminal (post sináptica) incrementando su
permeabilidad a los iones de sodio (Na+). En ½ ms tras actuar, la acetilcolina es destruida, lo que permite repolarizar
la membrana para el siguiente impulso nervioso.
El aumento de la permeabilidad de membrana al Na+ hace que éste penetre al interior de la fibra, iniciando en ella
un potencial de acción que viaja en ambas direcciones a lo largo de la fibra y en profundidad a través de los túbulos
T.
La llegada del potencial de acción al retículo sarcoplásmico provoca la liberación de grandes cantidades de iones Ca+
+ desde el retículo al citosol.
Los iones calcio se unen a la troponina C, la cual a su vez cambia su conformación permitiendo que interactúen
actina y miosina.
Actina y miosina en presencia de ATP provocan el deslizamiento y acortamiento del sarcómero, generando un ciclo
de contracción.
En una fracción de segundo, al cesar el potencial de acción los iones Ca++ son secuestrados de nuevo hacia el
interior del retículo gracias a la bomba de Ca de la membrana, hasta la llegada de un nuevo potencial de acción.
Las neuronas están sostenidas por un grupo de células no excitables que en conjunto se denominan neuroglia. Las
células de la neuroglia son, en general, más pequeñas que las neuronas y las superan en 5 a 10 veces en número. Las
principales células de la neuroglia son:
Astrocitos: Pequeñas células de aspecto estrellado. Se encuentran en todo el SNC. Forman un armazón de soporte
para las neuronas y los capilares gracias a sus prolongaciones citoplasmáticas. Además, tienen una función de apoyo
mecánico y metabólico a las neuronas.
Oligodendrocitos: son las células más pequeñas. Su principal función es la síntesis y mielinización de los axones de
las neuronas en el SNC.
Células ependimarias: tapizan la pared del sistema ventricular y del epéndimo. Son células móviles que contribuyen
al flujo del LCR.
Células de Swchann: situadas en el sistema nervioso periférico, sintetizan la mielina que recubre los axones a este
nivel.
Células satélite: células de soporte de las neuronas de los ganglios del SNP.
La mielina se dispone formando varias capas alrededor de los axones, de tal forma que los protege y aísla
eléctricamente. La mielinización contribuye de forma muy importante a aumentar la velocidad de conducción de los
impulsos nerviosos a través de los axones. A intervalos en toda la longitud del axón hay interrupciones de la vaina de
mielina, llamadas nódulos de Ranvier. Los axones rodeados de mielina se denominan axones mielínicos, mientras
que los que carecen de ella se llaman amielínicos.
El sistema nervioso central está integrado por el encéfalo y la médula espinal y protegido por un conjunto de
membranas, llamadas meninges que contienen el LCR.
Duramadre capa más externa y la más fuerte. Está adherida al hueso. Presenta unas proyecciones en forma de
tabiques, que separan zonas del encéfalo.
Aracnoides por debajo de la duramadre. Está formada por tejido conjuntivo avascular rico en fibras de colágeno y
elásticas que forman como una malla.
Piamadre capa muy fina de tejido conectivo, íntimamente adherida al SNC al cual recubre. Entre la aracnoides y la
piamadre se halla el espacio subaracnoideo, que contiene el LCR.
El LCR es producido en su mayoría en los plexos coroideos, que cubren unas cavidades encefálicas llamadas
ventrículos, desde los cuales fluye hasta el canal vertebral.
El LCR sirve como amortiguador ante eventuales golpes y además es el encargado de transportar nutrientes y
desechos a lo largo del sistema nervioso central y mantener la presión constante entre cerebro y médula espinal. Su
composición es semejante a la del plasma y a la del líquido extracelular del sistema nervioso.
Las estructuras óseas, como el cráneo y la columna vertebral, protegen el encéfalo y la médula espinal de lesiones.
Encéfalo
El encéfalo es la parte del sistema nervioso central que está protegida por los huesos del cráneo. Consta de tres
partes: Cerebro, cerebelo y tallo cerebral o tronco encefálico (mesencéfalo, protuberancia y bulbo raquídeo).
Está dividido en dos hemisferios (derecho e izquierdo), separados por la cisura interhemisférica y comunicados
mediante el Cuerpo calloso.
La superficie se denomina corteza cerebral y está formada por plegamientos denominados circunvoluciones
constituidas de sustancia gris. Subyacente a la misma se encuentra la sustancia blanca.
En zonas profundas existen áreas de sustancia gris conformando núcleos como el tálamo, el núcleo caudado y el
hipotálamo.
El cerebelo ocupa la porción posteroinferior de la cavidad craneal detrás del bulbo raquídeo y protuberancia.
Lo separan del cerebro la tienda del cerebelo o tentorio (prolongación de la dura madre) la cual proporciona sostén a
la parte posterior del cerebro.
El cerebelo se une al tronco del encéfalo por medio de tres pares de haces de fibras o pedúnculos cerebelosos.
En su visión superior o inferior, el cerebelo tiene forma de mariposa, siendo las alas los hemisferios cerebelosos y el
cuerpo el vermis.
El cerebelo tiene una capa externa de sustancia gris, la corteza cerebelosa, y núcleos de sustancia gris situados en la
profundidad de la sustancia blanca.
El cerebelo evalúa cómo se ejecutan los movimientos que inician las áreas motoras del cerebro. En caso de que no se
realicen de forma armónica y suave, el cerebelo lo detecta y envía impulsos de retroalimentación a las áreas
motoras, para que corrijan el error y se modifiquen los movimientos. Además, el cerebelo participa en la regulación
de la postura y el equilibrio.
El bulbo raquídeo es la parte del encéfalo que se une a la medula espinal y constituye la parte inferior del tronco
encefálico.
En el bulbo se localizan fascículos ascendentes (sensoriales) y descendentes (motores) que comunican la médula
espinal con el encéfalo, además de numerosos núcleos (masas de sustancia gris) que regulan diversas funciones
vitales, como la función respiratoria, los latidos cardíacos y el diámetro vascular.
Otros centros regulan funciones no vitales como el vómito, la tos, el estornudo, el hipo y la deglución. El bulbo
también contiene núcleos que reciben información sensorial o generan impulsos motores relacionados con cinco
pares craneales:
La protuberancia está situada inmediatamente por encima del bulbo y, al igual que el bulbo, está compuesta por
núcleos y fascículos ascendentes (sensoriales) y descendentes (motores).
Contiene núcleos que participan, junto al bulbo, en la regulación de la respiración así como núcleos relacionados con
cuatro pares craneales:
En el tronco del encéfalo también se sitúa la formación reticular, un conjunto de pequeñas áreas de sustancia gris
entremezcladas con cordones de sustancia blanca formando una red.
Esta formación se extiende a lo largo de todo el tronco del encéfalo y llega también hasta la médula espinal y el
diencéfalo.
El mesencéfalo (o cerebro medio) se extiende desde la protuberancia hasta el diencéfalo, y al igual que el bulbo y la
protuberancia contiene núcleos y fascículos.
En su parte posterior y medial se sitúa el acueducto de Silvio, un conducto que comunica el III y el IV ventrículo y que
contiene líquido cefalorraquídeo.
Entre los núcleos que comprende el mesencéfalo se encuentra la sustancia negra y los núcleos rojos izquierdo y
derecho, los cuales participan en la regulación subconsciente de la actividad muscular.
Los núcleos mesencefálicos relacionados con los pares craneales son: nervio motor ocular común (III) y nervio
patético (IV).
La médula espinal
Se localiza en el conducto raquídeo de la columna vertebral, formado por la superposición de los agujeros
vertebrales protegen la médula.
La médula espinal tiene forma cilíndrica, aplanada por su cara anterior y se extiende desde el bulbo raquídeo hasta
el borde superior de la segunda vértebra lumbar.
Su parte inferior (L1-L2) acaba en forma de cono (cono medular), debajo del cual encontramos el conjunto de raíces
motoras y sensitivas lumbares y sacras (c. equina).
La médula consiste en 31 segmentos espinales o metámeras y de cada segmento emerge un par de nervios
espinales.
Los nervios espinales o raquídeos constituyen la vía de comunicación entre la medula espinal y la inervación de
regiones específicas del organismo.
Cada nervio espinal conecta con un segmento medular mediante dos haces de axones llamados raíces.
La raíz posterior o dorsal sólo contiene fibras sensoriales y conducen impulsos nerviosos de la periferia hacia el
SNC. Cada una de estas raíces también tiene un engrosamiento, llamado ganglio de la raíz posterior o dorsal, donde
están los cuerpos de las neuronas sensitivas.
La raíz anterior o ventral contiene axones de neuronas motoras, que conducen impulsos del SNC a los órganos o
células efectoras.
Como el resto de SNC la medula espinal está constituida por sustancia gris (núcleos), situada en la parte central y
sustancia blanca, situada en la parte más externa.
En cada lado de la médula espinal, la sustancia gris se subdivide en regiones conocidas como astas à anteriores,
posteriores y laterales.
Las astas anteriores contienen cuerpos de neuronas motoras Las astas posteriores constan de núcleos sensoriales
somáticos y del sistema autónomo.
Las astas laterales contienen los cuerpos celulares de las neuronas del sistema autónomo.
A través de la sustancia blanca descienden las fibras de las vías motoras y ascienden las fibras de las vías sensitivas.
En el centro de la medula existe un canal o conducto con líquido cefalorraquídeo llamado epéndimo.
Sistema nervioso periférico (SNP)
En el sistema nervioso periférico, las células de Schwann ayudan a guiar el crecimiento de los axones y a la
regeneración de las lesiones.
Los nervios espinales o raquídeos y sus ramas comunican el SNC con los receptores sensoriales, los músculos y las
glándulas; constituyendo el SNP.
Los 31 pares de nervios espinales salen de la columna a través de los agujeros de conjunción (excepto el primero que
emerge entre el atlas y el hueso occipital). Están formados por la unión de las raíces dorsales y ventrales, por lo que
contienen axones sensitivos y motores.
Los nervios espinales se designan y enumeran según la región y nivel donde emergen de la columna vertebral. Hay:
8 pares de nervios cervicales (C1 a C8), 12 pares torácicos (T1 a T12), 5 pares lumbares (L1 a L5), 5 pares sacros y 1-2
nervios coccígeos.
N. Axilar o Circunflejo:
Procede de 5,6 y 7ª raíces cervicales. Proporciona sensibilidad a la región deltoidea. Nervio motor del músculo
deltoides y por tanto de la abducción.
N. Musculocutáneo:
Procede de 5ª y 6ª raíces cervicales. Sensibilidad de la cara anterior del brazo y parte del antebrazo. Nervio motor
del bíceps braquial y del braquial anterior, es decir, de la flexión del codo.
N. Mediano:
Procede de las últimas cervicales y primera raíz dorsal. Sensibilidad de la cara palmar y dorsal de la mano y los dedos
y de parte del antebrazo. Nervio motor de los músculos flexores de los dedos y muñeca y motor de la oposición del
pulgar.
N. Cubital:
Procede de las últimas cervicales y primera raíz dorsal. Sensibilidad de la cara palmar y dorsal de la mano y los dedos
y de parte del antebrazo. Nervio motor de los músculos interóseos de los dedos e hipotenares.
N. Radial:
Procede de las últimas cervicales y primera raíz dorsal. Sensibilidad de la cara posterior del brazo y del antebrazo.
Nervio motor de la extensión del codo, de la muñeca y dedos y de la abducción del pulgar.
Los nervios del miembro inferior se originan en los plexos lumbar y sacro:
El plexo lumbar:
Proporciona inervación motora a los músculos proximales de la extremidad inferior. Mediante sus tres raíces L2, L3 y
L4 constituirá dos nervios principales: el nervio femoral y el obturador.
N. Femoral
Inerva casi la totalidad de los músculos de la pelvis y sobre todo músculos del compartimento anterior del muslo
(cuádriceps, sartorio y aductor largo), por lo que se puede considerar el nervio de la extensión de rodilla. También
emite un nervio sensitivo muy largo, el N. Safeno, que proporciona sensibilidad a la cara anterior del miembro
inferior hasta el pie.
N. Obturador
Inerva un único músculo en la pelvis, el obturador externo, sin embargo participa de forma mayoritaria en la
inervación de los aductores, se trata por tanto, del nervio de la aducción. Proporciona sensibilidad a la cara interna
del muslo.
El plexo sacro.
El plexo sacro está constituido por las tres primeras raíces sacras y recibe una importante anastomosis del plexo
lumbar, el tronco lumbosacro, formado por dos emanaciones de L4 y L5. Sus ramas colaterales participan en la
inervación motora de la pelvis, especialmente en el caso de los glúteos (N. Glúteos superior e inferior). Conforma dos
grandes troncos nerviosos en la cara posterior del muslo: el N. Cutáneo posterior y el N. Ciático.
Completa la inervación motora de la pelvis, especialmente en el caso del glúteo mayor. Por lo que es el nervio de la
extensión del muslo Proporciona sensibilidad a la cara posterior del muslo y mitad superior de la pierna.
Nervio Ciático
Sus ramas colaterales inervan los músculos de la cara posterior del muslo; por tanto, es flexor de rodilla, pero
también inerva músculos del compartimento interno (aductor de cadera). Finaliza mediante dos grandes nervios, el
N. Tibial y el N. Peronéo común.
N. Tibial: Sus ramas colaterales inervan los músculos del compartimento posterior de la pierna, es por tanto
flexor plantar de tobillo y dedos del pie. Finaliza mediante dos ramas: el N. Plantar medial y el N. Plantar
lateral que se reparten la inervación de los músculos plantares. Proporciona sensibilidad a la planta del pie.
N. Peronéo común: Inerva los músculos del compartimento anterior y lateral de la pierna, es el músculo de la
flexión dorsal del tobillo, pronación y la extensión de los dedos. Proporciona sensibilidad a la cara
anteroexterna de la pierna y dorso del pie.
El sistema nervioso periférico, se divide en sistema nervioso somático y sistema nervioso autónomo.
Está formado por los nervios craneales y espinales, que conducen impulsos nerviosos desde el sistema nervioso
central hasta la musculatura estriada, provocando los movimientos voluntarios, y a su vez transmite información
sensitiva desde el resto del cuerpo al sistema nervioso central.
Es independiente del control de la corteza cerebral, regulándose a sí mismo, siendo responsable del movimiento de
las vísceras y de la musculatura lisa, así como también de la actividad de las glándulas exocrinas. Lo controla el
hipotálamo, pues, éste entrega información proveniente de otros elementos del sistema nervioso central,
principalmente del tronco encefálico. De su actividad depende la manifestación física de las emociones y la
mantención de la homeostasis frente a variaciones ambientales y del medio interno.
Los principales centros de tronco del encéfalo que influyen en la actividad motora son:
Los núcleos vestibulares reciben aferencias del órgano vestibular e informan de la posición de la cabeza
en el espacio y de la orientación corporal respecto de la gravedad. Participan mediante sus proyecciones en
la estabilización de la mirada durante los movimientos de la cabeza.
La formación bulbo reticular se extiende a través de todo el tronco cerebral. Es un área de integración en la
que se coordinan información sensitiva, motora procedente de corteza y ganglios, y del equilibrio
procedente del cerebelo, con lo que participa en la regulación de muchas actividades involuntarias.
El núcleo rojo recibe aferencias del cerebelo y corteza motora. Su papel es importante en el gateo de los
bebés y el balanceo de los brazos al andar. Aunque el núcleo rojo tiene cierto control sobre las manos, el
tracto rubroespinal está más involucrado en el movimiento de grandes músculos de los brazos.
Los tubérculos cuadrigéminos reciben aferencias de la retina y la corteza visual y su neuronas terminan en
segmentos cervicales (haz tectoespinal) que coordinan la orientación de ojos y cabeza ante estímulos
visuales que dirigen la mirada al centro de atención.
Las actividades motoras más complejas se encuentran reguladas por la corteza cerebral, los ganglios basales y el
cerebelo. Y las tres áreas funcionan de manera estrechamente coordinada.
El área motora de la corteza cerebral está localizada en el lóbulo frontal, por delante de la fisura de Rolando y es la
zona que desempeña la función más importante en la regulación de los movimientos musculares definidos muy
finos.
Los ganglios basales se encuentran a nivel profundo, en los hemisferios cerebrales y conforman una serie de núcleos
organizados para regular los movimientos voluntarios complejos (andar, girar, correr, adaptar posturas corporales…)
El cerebelo se localiza en la parte posteroinferior del cerebro y se comunica con otras áreas motoras a través de
grandes troncos neuronales. Ayuda tanto a la corteza como a los ganglios basales a efectuar sus funciones, haciendo
que los movimientos sean suaves y coordinados.
Todas las señales se transmiten del cerebro hacia la médula por dos vías separadas: el haz corticoespinal o piramidal
y la vía extrapiramidal.
La corteza motora primaria (o M1) es una región cerebral que en los seres humanos se encuentra en la parte
posterior del lóbulo frontal.
Trabaja conjuntamente con las áreas premotoras para planificar y ejecutar los movimientos.
Contiene neuronas de gran tamaño conocidas como células de Betz, cuyos largos axones descienden hacia la médula
espinal para establecer sinapsis con las motoneuronas alfa, que a su vez están conectadas a los músculos.
Las áreas premotoras están implicadas en los procesos de planificación de acciones (junto con los ganglios basales), y
de perfeccionamiento de los movimientos a partir de la información sensorial recibida del exterior, para lo que se
requiere la intervención del cerebelo.
No todos los músculos están representados en la corteza en el mismo grado. Por ejemplo, las regiones de pulgar,
dedos y boca ocupan regiones corticales muy superiores a la del tronco o el hombro.
Esta disposición permite a la corteza regular de manera muy precisa a las regiones más representadas y justifica
ciertas habilidades de los humanos, por ejemplo la precisión de la pinza del pulgar o el habla.
La gran cantidad de conexiones de estos núcleos les permiten intervenir en la mayor parte de los movimientos
corporales estereotipados subconscientes y participan, a menudo, en la contracción simultánea de muchos grupos
musculares del cuerpo.
El núcleo caudado y el putamen quienes regulan movimientos intencionales toscos o burdos y participan en
colaboración con la corteza motora en patrones de movimiento más complejos.
El globo pálido quien regula la posición de base de grandes partes del cuerpo al inicio de movimientos complejos,
por ejemplo, para realizar una tarea de precisión con la mano se requiere inicialmente una estabilidad de base en el
hombro.
El núcleo subtalámico quien controla algunos aspectos de la marcha y otros patrones rítmicos Alteraciones en los
ganglios basales son responsables de signos motores, por ejemplo el temblor y la rigidez del Parkinson, los signos
coreicos (series de movimientos no controlados) o la atetosis (movimientos lentos tipo contorsión de segmentos
axiales).
Independientemente del origen del movimiento el cerebelo desempeña siempre una función muy importante en la
contracción coordinada de cada uno de los músculos.
Los movimientos corporales se ven afectado en gran medida por aspectos como la inercia, el momento de la fuerza o
una determinada resistencia que requieren de una serie de ajustes de control para que el movimiento sea como
queremos que sea.
Ni la corteza, ni los ganglios basales están organizados para considerar los factores físicos, por lo que es el cerebelo
quien efectúa los ajustes automáticos para que estos factores deformen los patrones de actividad.
El cerebelo recibe aferencias de todos los receptores articulares, de todos los músculos, áreas de presión y cualquier
sitio del que pueda obtenerse información del estado físico del cuerpo (incluidos oído y ojos).
Cada vez que la corteza motora, los ganglios basales o la formación reticular envían señales hacia los músculos se
envía un duplicado de señales al cerebelo que compara con la información propioceptiva que recibe y reajusta
enviando señales correctoras a la corteza para que inicien la contracción de forma adecuada.
El cerebelo juega también un papel importante en el mantenimiento del equilibrio, ayudando al sujeto a anticipar su
postura ante una pérdida de estabilidad.