Examen Mental Uft
Examen Mental Uft
Examen Mental Uft
Psiquiatría 1 y 2
5° año de medicina
Universidad Finis Terrae
2018
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Introducción
El examen mental es el instrumento semiológico en psiquiatría que nos ayuda a identificar los
signos y síntomas psicopatológicos para un adecuado diagnóstico. Al igual que en el resto del
quehacer médico, muchas veces debemos hacer diagnósticos sindromáticos en un principio (que
nos lleva a plantear los diagnósticos diferenciales pertinentes) para posteriormente precisar un
diagnóstico etiológico. El siguiente documento es una referencia inicial que intentará describir
los principales signos y síntomas psicopatológicos esenciales para una descripción adecuada de
los diferentes cuadros psiquiátricos.
A modo explicativo, se analizará el aparato psíquico con una mirada integrativa desde 3 áreas:
- Pensamiento
- Afectividad
- Psicomotricidad/conducta
- Conciencia
- Atención
- Lenguaje
- Memoria
- Funciones Ejecutivas
- Funciones Visuoconstructivas
Sensaciones que el ser humano es capaz de registrar son: luz y colores, sonidos y ruidos,
temperatura, tacto, gusto, olfato, presión y tensión, dolor.
Los trastornos de las sensaciones pueden deberse a lesiones físicas (donde existe una lesión
demostrable del órgano sensorial) y/o funcionales (donde no es posible demostrar una lesión
del órgano sensorial). Los cuadros que pueden producirse se denominan según la sensación u
órgano sensorial involucrado: Amaurosis (pérdida de la visión); anacusia (pérdida de la audición);
anosmia (pérdida del olfato); ageusia (pérdida del gusto); parestesias; hipo hiperestesia,
anestesia; agnosia (pérdida del reconocer); paresias; plejias; sinestesias (donde un estímulo
evoca otro estímulo). Las alteraciones funcionales (psicógenas) de la sensaciones deben
evaluarse (y comprobarse) según las características anatómicas de las vías nerviosas. Muchos
síntomas llamados “conversivos” se manifiestan a través de alteraciones en las sensaciones (por
ejemplo, parestesias de origen psicógeno).
A partir de los órganos sensoriales, la información se transmite hacia diferentes zonas cerebrales
(por ejemplo, visión en corteza occipital) y ocurre la toma de “conciencia” por parte del sujeto
de aquella sensación, transformándose en una percepción. La percepción es la elaboración
psíquica del espacio objetivo externo. Sin embargo, es una interpretación de la sensación. Este
espacio objetivo externo es vivenciado como corpóreo; externo; completo; con la “frescura” que
da lo sensorial; son independientes de la voluntad (“me llega a través de los sentidos”) y es
constante (es decir, el sistema auditivo está permanentemente recibiendo estímulos). Por
ejemplo, lo que percibimos como un color, es la impresión que producen en la retina los rayos
de luz reflejados y absorbidos por un cuerpo, según la longitud de onda de estos rayos. La
percepción de los colores es un fenómeno subjetivo (pueden distinguirse innumerables “colores
rojos”, según la cantidad de luz ambiente o la distancia en que encuentra el objeto). Por último,
a través de un consenso, le damos un nombre específico a lo observado: “rojo”. Los trastornos
de la percepción pueden dividirse en:
b.1) Ilusión: percepción falseada o distorsionada de un objeto real. Puede producirse por
inatención (por ej. en un compromiso cualitativo o cuantitativo de conciencia) o secundario a
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un estado anímico (lo que se llama “ilusión catatímica”) o a otra patología. Ejemplo: “estoy
seguro que la sombra que vi (estímulo real) es mi padre…”.
Otro tipo de ilusiones patológicas son las macropsias o micropsias (aumento o disminución de
lo que se ve) o metamorfosis de lo percibido; o la distorsión de la percepción en la diplopía; o
las llamadas “Ilusiones Oníricas”, relacionadas con la disminución en el estado de vigilia.
b.2) Alucinaciones (o alucinación vera): “Es la percepción sin objeto real”. Tiene las
características de la percepción: corpóreo; externo; completo; con la “frescura” que da lo
sensorial (es decir, se percibe muy claramente). Por ejemplo, la alucinación visual de animales o
insectos que describen quienes presentan un Delirium por abstinencia de alcohol.
El juicio que se hace de la alucinación es variable: desde tener la certeza absoluta de que está
ocurriendo y dar una interpretación a la alucinación (llamado “interpretación delirante”) hasta
considerarla como insólita, irreal y donde se reconoce el carácter patológico de la misma. Esto
último se denomina ALUCINOSIS.
Tipos de pseudoalucinaciones:
- Pseudoalucinaciones auditivas o verbales: por ejemplo: el “eco del pensamiento” dentro de
la cabeza; o “inserción del pensamiento…”
- Las pseudoalucinaciones visuales donde, por ejemplo, se observa con los ojos cerrados.
- Las pseudoalucinaciones verbo-motoras, por ejemplo, donde el sujeto cree que a través de
él hablan otras personas.
- Las pseudoalucinaciones del recuerdo: aparece un recuerdo en la mente del sujeto q nunca
ha ocurrido.
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Percepción Representación
Experiencia Corpórea; con “frescura sensorial” Imaginario; más difusa; poco clara
2) Pensamiento
Podemos, entonces, entender como pensamiento normal, aquel en que el observador puede
seguir la secuencia verbal o ideacional del discurso, que respeta las reglas fundamentales de la
lógica y que cumple un objetivo o meta.
Para observar la estructura del pensamiento, es necesario poner atención al uso que el paciente
da a las palabras, su concordancia con usos gramaticales, y los principios lógicos inherentes al
discurso como son el orientarse a una meta y respetar el principio, por ejemplo de no
contradicción.
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También existen las IDEAS SECUNDARIAS que son aquellas que pueden tener una mayor o
menor relación con la idea Directriz. Complementando la idea central.
La velocidad del pensamiento se refiere a que las ideas requieren de un tiempo suficiente para
que sean ordenadas e hiladas y puedan dirigirse a un objetivo, donde la idea central se
acompaña de detalles necesarios para una adecuada comunicación. La velocidad del
pensamiento es subjetiva, pero puede observarse externamente a través del lenguaje.
El contenido del pensamiento, son las ideas y éstas son configuradas a partir de las experiencias
y el conocimiento que adquirimos del mundo que nos rodea. A través de las ideas interpretamos
nuestras experiencias internas y externas. Las ideas están directamente relacionadas con el
desarrollo cognitivo. Por ejemplo, en la niñez nuestras ideas son concretas debido a que no se
cuenta con el desarrollo cognitivo para elaborar ideas lógico-abstractas. Existen infinitos tipos
de ideas, los cuales podemos agrupar, por ejemplo, en ideas que hablan sobre ciertos temas:
ideas religiosas o místicas; ideas sobre sí mismo; ideas de daño o persecutorias; ideas mágicas o
supersticiosas; etc.
El control del pensamiento se refiere a que somos capaces de dominar lo que pensamos; a que
nuestros pensamientos son propios y a que somos capaces de controlar su aparición o término.
La evaluación del contenido ideacional, se refiere a las ideas que transmitimos y que queremos
comunicar. Evidentemente existen infinitos contenidos del pensamiento como personas que los
emiten (por ejemplo, ideas de culpa, ideas de muerte, ideas suicidas, ideas acerca de si mismo,
ideas sobre los otros, ideas sobre la realidad, ideas sobre nuestros problemas o dificultades,
etc). Sin embargo, la evaluación del contenido implica no solamente si estos son delirantes o no,
sino que también, con cuánta intensidad cognitiva y emocional son presentados; el juicio que
podemos tener acerca de nuestras ideas, entre otros aspectos. Las ideas pueden observarse en
un “continuo” Por ejemplo, las ideas de celos pueden ser normales y esperables (por ejemplo,
en una situación real de infidelidad); pueden ser “sobrevaloradas”, donde la persona reconoce
que son excesivas, de alta intensidad emocional, pero que las reconoce como tales; y finalmente
la idea de celos puede ser delirante cuando se afirma con certeza y no corresponde a la realidad.
IDEAS DELIRANTES
Según Jaspers, las ideas delirantes son apodícticas (certeza y convicción inamovible),
incorregibles (con argumentaciones o influenciables por la experiencia) y absurdas
(incomprensibles e imposibles, donde el delirio es una realidad). Se pierde el juicio de la realidad.
Detrás del concepto de juicio de realidad, está implícito el concepto de consenso de realidad
que compartimos en las diferentes sociedades. Por ejemplo, para ciertas culturas, hay creencias
que para otras pueden ser absurdas e incomprensibles, pero no por eso delirantes. Dentro del
juicio de realidad debe estar la compresión de las cosas de una forma intercultural. Por ejemplo,
al exponer una creencia propia de mi cultura, debo tener la capacidad de comprender que es
una creencia que puede no ser compartida por otros.
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Se dividen en 3 grupos:
1) IDEA DELIRANTE PRIMARIA: La idea relatada es incomprensible y surge desde una
vivencia patológica, interna y subjetiva. No logra reconocerse el origen de la idea. Por
ejemplo, el paciente esquizofrénico refiere con certeza, que está siendo grabado por
cámaras en todos los lugares donde va.
Para Schneider, psicopatólogo clásico, las IDEAS DELIRANTE DE PRIMER ORDEN (o primarias)
tienen su origen en:
a. PERCEPCIONES DELIRANTES PRIMARIAS: Lo que se percibe se interpreta o se le da una
significación delirante. Por ejemplo, “…las personas que conversan en la calle, están hablando
de mí y planificando algo en mi contra…” (lo que se plantea con certeza delirante).
b. OCURRENCIAS DELIRANTES: Las ideas delirantes se asocian a pseudoalucinaciones o a ideas
propias del individuo. Es una idea delirante primaria por definición.
2) IDEA DELIROIDE: Las ideas surgen desde el estado de ánimo del paciente. Por ejemplo,
en el episodio maníaco, aparecen ideas de tener muchos proyectos y capacidades que
son secundarios a la euforia. Se denominan también ideas “catatímicas”.
3) IDEA DELIRIOSA: Surgen en pacientes con compromiso cuantitativo de conciencia o
estados confusionales. Son cambiantes, transitorias, inestables. Propias del Delirium.
Las ideas delirantes pueden relacionarse con sí mismo o con el entorno y la relación con otros.
Las ideas delirantes en relación a sí mismos pueden ser: hipocondríacas, de culpa, de ruina, de
filiación, de grandiosidad; místicas; de fragmentación; de contaminación; de transformación; por
nombrar algunas. Las ideas delirantes en relación al entorno pueden ser de persecución;
desrealización; de celos; de contaminación; por nombrar algunas.
CONCEPTOS RELACIONADOS:
DELIRIO: Conjunto de ideas delirantes
DELIRIO SISTEMATIZADO: A partir de una idea delirante originaria, se va construyendo un
sistema delirante.
DELIRIO ENCAPSULADO: Ideas delirantes a las cuales el paciente presta escasa atención y que
tienen poca incidencia en la vida diaria del paciente.
RACIONALISMO MÓRBIDO: Conjunto de ideas anormales con las cuales se intentan explicar las
ideas delirantes. Se ven claramente influenciadas por la disgregación del pensamiento.
IDEA OBSESIVA: Idea recurrente, intrusiva, de diferentes contenidos. Los más frecuentes son
ideas obsesivas de duda, contaminación, simetría o de carácter religioso-culposo. También
pueden ser recuerdos obsesivos. El contenido no necesariamente es absurdo, pero sí la
persistencia, penetrancia y repetición de la idea. Son, en general, egodistónicas (generan
malestar), aunque en casos de ideas obsesivas crónicas, pueden ser egosintónicas (no generan
malestar y son vividas como parte de lo cotidiano).
IMPULSOS OBSESIVOS O COMPULSIONES: Impulso determinado a realizar determinados actos
que son absurdos para el sujeto (por las características del acto) y tienen una persistencia
incontrolable. Pueden o no estar relacionados o en respuesta a una idea obsesiva. Pueden
transformarse en francos rituales que con frecuencia son vividos con un carácter mágico, es
decir, que el hacerlo o no hacerlo, aumenta las probabilidades de que algo ocurra o no ocurra.
Por ejemplo, “el girar la llave de mi casa 10 veces hará que no la roben”.
TEMORES OBSESIVOS O FOBIAS: Temores que se imponen frente a situaciones u objetos.
Generalmente no son justificados o proporcionales. Se relaciona con conductas evitativas de lo
que se teme.
IDEAS FIJAS: Idea repetitiva, que en ocasiones provienen de una situación afectiva y que pierde
fuerza a través del tiempo.
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c. Afectividad
Este elemento del vivenciar, de suma relevancia, requiere de algunas definiciones
importantes para su comprensión.
La emoción es un movimiento afectivo que se presenta como la reacción ante estímulos
externos o internos. Son fugaces, momentáneos, de gran intensidad, y de exteriorización
inmediata y evidente. Se relaciona con respuestas autonómicas. Por ejemplo, una reacción
emocional de rabia o angustia o intensa alegría.
Los sentimientos son movimientos afectivos más estables y duraderos en el tiempo, que
habitualmente no comprometen algún componente fisiológico. Por ejemplo, el sentimiento de
tristeza en relación a un duelo.
El estado de ánimo o humor básico es el estado más permanente o basal. El cambio del estado
de ánimo es un cambio que compromete el sentimiento y las emociones. Puede comprometer
aspectos fisiológicos como el apetito, sueño o la sexualidad. Las dos principales alteraciones
del estado de ánimo son la depresión y la manía. A continuación, se definen los principales
estados afectivos.
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PERPLEJIDAD: estado afectivo caracterizado por angustia, extrañeza y asombro frente a
situaciones extrañas o nuevas. Se vive con desconcierto.
MIEDO: Vivido como una reacción emocional frente a una situación de la cual hay que huir o
bien enfrentar con todas sus energías. Tiene un componente psico-fisiológico, muy similar a la
ansiedad, pero en el miedo el sujeto es capaz de identificar la causa que le provoca este estado.
Lo más intenso es el PAVOR; y en un grado menor es el TEMOR.
PÁNICO: Se refiere a un estado afectivo episódico en el que el paciente vive una intensa y aguda
ansiedad. Está acompañado de sensaciones de temor y cambios psico-fisiológicos. Siente una
necesidad imperiosa de Huir. Tiene la vivencia del TERROR, en que algo puede ocurrir con grave
perjuicio para sí mismo u otros.
HUMOR PARANOIDE: estado afectivo relacionado con la desconfianza y vivenciado con tensión,
en que existe la impresión de que los demás ocultan o traman algo perjudicial para el sujeto.
HOSTILIDAD: estado afectivo que involucra una conducta francamente agresiva con los
demás. RETICENCIA: estado afectivo caracterizado por la desconfianza extrema o suspicacia.
INCONTINENCIA AFECTIVA: Evidente incapacidad para contener las emociones. Muchas veces
surge una emoción sin un claro gatillante.
DISOCIACIÓN IDEO-AFECTIVA: Separación o no contacto entre la respuesta emocional y la
experiencia que el sujeto vive o siente.
d. Psicomotricidad
La psicomotricidad es la acción corporal y visible de lo psíquico. La descripción de las
alteraciones de la psicomotricidad puede ordenarse de la siguiente forma:
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ABULIA: Inactividad por falta del “aporte movilizador de la voluntad”. El paciente no logra
“romper la inercia”.
BIZARRERÍA: Acciones inoportunas, fuera de lugar, inesperadas que dan la impresión de una
acción extraña e inadecuada.
MUECAS: Movimientos innecesarios faciales (de la boca) carentes de una finalidad pragmática.
ACATISIA: Cuadro caracterizado por una necesidad imperiosa de mover habitualmente las
extremidades inferiores, que es vivido con grados variables de inquietud y malestar.
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2. Trastorno de la psicomotricidad que se manifiestan en relación
con los demás
ESTUPOR: Grado máximo de inmovilidad. Puede ser rígida o flácida. Por ejemplo: estupor
depresivo; estupor negativista.
MUTISMO: El paciente no habla sin un compromiso neurológico que lo explique. Puede haber
un mutismo negativista u oposicionista.
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3. Trastornos de la psicomotricidad que se configuran como grupos
clínicos específicos.
a. Síndrome catatónico
I) Conciencia
Escala de Glasgow.
Apertura Ocular Respuesta Motora Respuesta Verbal
Descerebración 2 Ninguna 1
Ninguna 1
15 🡪 Consciente
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Lucidez. Estado de plena alerta. Corresponde a la persona normal, que es capaz de mantener
una conversación y dar respuestas atingentes a las preguntas que se le formulan.
Sopor o estupor moderado o profundo. Es una etapa más avanzada de compromiso cuantitativo
de conciencia. Para obtener respuestas es necesario aplicar estímulos dolorosos. Las respuestas
verbales son lentas o, incluso, ausentes. No tiene conciencia de sí mismo ni del ambiente.
- Inversión de series automáticas (días de la semana o meses del año en forma inversa o
deletrear la palabra MUNDO al revés)
- Repetición de dígitos (digit span) desde series simples hasta series complejas -
Orientación respecto a sí mismo: ¿Cómo se llama? ¿Qué edad tiene? ¿En qué trabaja? ¿Con
quién vive?...
Orientación en el tiempo: ¿En qué fecha estamos? ¿En qué mes? ¿En qué año? ¿Qué día de la
semana es hoy?...
Orientación respecto a personas: ¿Quién soy yo? ¿Qué labor desarrollo? Si está presente un
familiar: ¿Quién es esa persona?
El saber el nombre o aspectos muy personales de sí mismo, es de las últimas cosas que se
pierden. En todo caso, este conjunto de preguntas permiten formarse una idea de lo lúcido o
desorientado (confuso) que pueda estar el paciente. El síndrome confusional se caracteriza
principalmente por la alteración de la ATENCION como síntomas central. El DELIRIUM es un
síndrome confusional (en general pacientes somnolientos) caracterizado por:
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1. Inicio agudo y curso Fluctuante
La conducta anormal fluctúa durante el día, alternando períodos normales con estados de
confusión de severidad variable. Muchas veces se invierte el ciclo sueño- vigilia.
2. Inatención
II) Lenguaje
Afasia: trastorno adquirido del lenguaje verbal, de la escritura y lectura, producto de un daño
en estructuras cerebrales específicas para estas funciones.
Parafasias: son palabras anormales, que pueden ser propias de algunos tipos de
afasias:
Área de Broca: Zona posterior del giro frontal inferior (área 44 de Brodmann). Permite la emisión
del lenguaje. Adyacente al área de broca está la corteza primaria motora que controla los
movimientos de la boca, lengua y cuerdas vocales (habla). Formulación verbal (morfosintaxis del
lenguaje).
Fascículo Arqueado: Haz de fibras que comunican B con W, pasando aproximadamente a nivel
de giro supramarginal (lóbulo parietal inferior).
Por lo tanto, lesiones extensas de la zona perisilviana pueden producir una Afasia Global (no
es capaz de hablar espontáneamente ni obedecer órdenes – o comprender el lenguaje-).
Lesiones en el área de W produce una Afasia de Comprensión (a pesar de tener un lenguaje
FLUENTE), no es comprensible por la falta de control del área de W sobre B. Generalmente no
tiene conciencia de su déficit (anosognosia) y se asocia a una hemianopsia homónima derecha.
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Lesiones en el área de Broca, se produce una Afasia de Expresión: el lenguaje pierde fluidez y es
incomprensible. El paciente puede entender lo que se le dice y tienen conciencia de su déficit.
Frecuentemente se acompaña de hemiparesia derecha.
Evaluación:
Test Formales de lecto-escritura: test de Fluencia verbal y escrita; batería de afasia de Boston;
batería de nominación de Boston; etc. En el Minimental, se muestra un objeto (nominación), se
solicita que se haga una acción (“tome este papel con la mano derecha, dóblelo y póngalo
encima de la mesa”); se pide que lea y ejecute un acción (CIERRE LOS OJOS).
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III) MEMORIA
Circuito de Papez (dentro del sistema límbico): une hipocampo, fornix y los cuerpos mamilares
a través del fascículo mamilotalámico con los núcleos anteriores del tálamo, para llegar al Giro
Cingulado Anterior.
c) Memoria remota: Todas las regiones corticales de asociación, por lo tanto requiere un
deterioro cortical amplio para alterarse.
La evaluación formal:
Algunos aspectos neurofisiológicos para una mejor comprensión de las alteraciones de las
funciones ejecutivas:
Los síntomas pueden ser muy variables. En lo que respecta a las principales funciones superiores
suele presentarse la disminución de la capacidad de inhibir impulsos, la perseverancia debido a
incapacidad para cambiar de conducta y dificultades en general para adaptarse a variaciones del
medio. Se vuelven inflexibles y tienden a tener dificultades a la
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hora de planear, concentrarse, organizar y reorganizar la información y mantener cosas en la
memoria. No es raro que tengan pensamientos obsesivos y/o paranoides.
Otro de los aspectos que suele presentar alteraciones severas en el síndrome disejecutivo es la
personalidad. El sujeto tiene tendencia a ser mucho más impulsivo e irritable, variar
constantemente de estado de ánimo e incluso a resultar más agresivo y a presentar dificultades
de ajustar su conducta al contexto. Ello se debe especialmente a alteraciones del prefrontal
orbitofrontal, vinculada al comportamiento social.
Por último, la conducta dirigida se vuelve mucho más compleja, debido a que aparecen
problemas a la hora de realizar acciones secuenciadas y de iniciar y finalizar acciones. Es común
que aparezca cierto nivel de apatía y abulia que deje al sujeto con poca capacidad para planificar
y querer hacer algo.
Subdivisiones
1. Síndrome dorso-lateral
Este síndrome se produce por lesiones en la corteza dorsolateral del prefrontal. Se caracteriza
por la presencia de alteraciones en las funciones ejecutivas (es el que más se identifica con la
palabra disejecutivo) tales como problemas de memoria, dificultades de razonamiento, toma de
decisiones, planificación y análisis, perseveración y falta de concentración. También se producen
problemas en la fluidez verbal e incluso en el movimiento. Por último, a nivel comportamental
suelen presentar distractibilidad, falta de motivación, apatía y síndromes depresivos.
2. Síndrome orbito-frontal
Este subtipo de síndrome disejecutivo se produce por lesiones en el orbitofrontal. Los síntomas
más evidentes tienen que ver con el control de los impulsos, el cambio de personalidad y las
dificultades para la gestión del comportamiento social. Suelen ser lábiles, agresivos e irritables,
aunque también pueden presentar dependencia y ecosíntomas. Tienden a explorar el entorno
de forma táctil. Puede aparecer moria, o estado de humor alegre vacío y sin estimulación interna
o externa que la explique. No es raro que aparezcan síntomas obsesivo-compulsivos.
3. Síndrome mesial-frontal
Los síntomas más comunes de esta lesión en el circuito mesial son la apatía, la desmotivación y
el mutismo acinético, en el que no responde a la estimulación ambiental a pesar de poder
hacerlo si así lo quiere.
Evaluación:
Evaluación formal:
V) FUNCIÓN VISUOCONSTRUCTIVA
Es la capacidad para dibujar o construir figuras o formas en dos o tres dimensiones. Algunos
aspectos neurofisiológicos para una mejor comprensión de las alteraciones de las funciones
visuoconstructivas:
Una vez comprendida la orden, la imagen se proyecta en la corteza visual. Luego es analizada en
la región inferior del lóbulo parietal. Posteriormente la corteza promotora (frontal) participa en
la planeación y ejecución de la reproducción. Los defectos visuoconstructivos más severos se
ven en lesiones parietales derechas (puede ser izquierda) y ocasionalmente en lesiones
frontales.
Evaluación:
Evaluación formal:
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El hemisferio dominante para el lenguaje también lo es para la Praxia. Luego de comprender la
orden (Wernicke) se activa la región del Giro Supramarginal Izquierdo (memoria); luego, se
activa la región promotora Izquierda (memoria de patrones motores) y luego el área motora
Izquierda o derecha (para mover la mano) (la información pasa de Izq. a Der por la porción
anterior del cuerpo calloso.
La evaluación rápida: pedir que realice la mímica (persignarse, lavarse los dientes, etc) tanto
con extremidades izq. como derechas.
Nota: el test del reloj 🡪 evalúa memoria, función visuoconstructiva y función ejecutivas.
Debido a lo anterior, los test para evaluar las funciones cognitivas (minimental o test de Moca),
incorporan diferentes áreas cognitivas.
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III. Aspectos básicos de la personalidad.
Los patrones de comportamiento que conforman la personalidad son los denominados “rasgos
de personalidad”. Los rasgos de personalidad son, en general, puramente descriptivos del
comportamiento. Las Teorías de la Personalidad, en cambio, intentan explicar cómo se
desarrolla la personalidad y esos rasgos de personalidad. Evidentemente, existen diversas
teorías acerca de cómo se establece una determinada personalidad en la infancia, adolescencia
y adultez-joven. Lo que sí es claro, es que su conformación es un constructo multifactorial. Sólo
algunos ejemplos sobre teorías explicativas de la conformación de la personalidad.
La Teoría Conductual explica la personalidad en términos de los efectos que los estímulos
externos tienen sobre el comportamiento, especialmente aquellos que se refuerzan positiva o
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negativamente por el medio social. Los enfoques utilizados para analizar el aspecto conductual
de la personalidad se conocen como teorías conductuales o teorías de acondicionamiento del
aprendizaje.
Albert Bandura, un teórico del aprendizaje social, sugirió que las fuerzas de la memoria y las
emociones funcionaban junto con las influencias del entorno. Bandura era conocido
principalmente por su "experimento del muñeco Bobo". Durante estos experimentos, Bandura
grabó en un vídeo a un estudiante universitario pateando y abusando verbalmente de un
muñeco bobo. Luego mostró este vídeo a una clase de niños de kínder que se estaban
preparando para salir a jugar. Cuando ingresaron a la sala de juegos, vieron muñecos bobos y
algunos martillos. Las personas que observaban a estos niños en el juego vieron a un grupo de
niños golpeando a los muñecos. Llamó a este estudio y sus hallazgos “aprendizaje observacional
o modelado” (modelling). Otra explicación derivada de las teorías cognitivas es el llamado “estilo
atribucional” que son, en resumen, las diferentes formas en que las personas explican los
eventos en sus vidas. Esta “forma” de explicación de la realidad es un patrón explicativo, que se
utiliza permanentemente y guía el comportamiento. Por ejemplo, hay personas que se ven en
el mundo de la siguiente manera: “yo he aprendido que las cosas pasan cuando las hago yo
mismo, en general, nadie me ha ayudado mucho…”.
La psicología Humanista, por otro lado, enfatiza que las personas tienen libre albedrío y que esto
juega un papel activo en la determinación de cómo se comportan. En consecuencia, la psicología
humanista se centra en cómo las experiencias subjetivas determinan el comportamiento. Esas
vivencias subjetivas van dando “sentido” y son las que guías el comportamiento.
La Teoría Psicoanalítica, creada por Sigmund Freud, plantea que la personalidad se organiza a
partir de las vivencias tempranas y su internalización. La forma en que nos comportamos se
encuentra entonces influenciada por los contenidos e impulsos más inconscientes. Utilizamos
una serie de mecanismos de defensa para “lidiar” con los impulsos inconscientes. Por otro lado,
ordena el aparato psíquico en tres grandes estructuras: el Yo, el Ello y el Superyó. El Yo, sería la
estructura consciente, o nuestra forma de ser o la que se enfrenta y adapta a la realidad. En el
Ello estaría los impulsos inconscientes y en el SuperYó una estructura normativa, que se va
desarrollando y que incorpora (y también “exige”) el cumplimiento de las normas sociales y
también el ideal (expectativas) que cada uno tiene respecto de sí mismo.
Incluye dos puntos esenciales: (1) la presencia o no de un concepto integrado (aspectos positivos
y negativos) de sí mismo a través del tiempo y en distintas situaciones; (2) el concepto integrado
de las personas importantes o significativas en la vida del sujeto. La identidad del yo se refiere a
cómo logramos dar cuenta de nosotros mismos, integrando nuestros distintos aspectos y
teniendo conciencia de ellos. Las estructuras neuróticas de personalidad tiene un concepto de
sí mismos integrado, configurando una adecuada identidad yoica. Por lo tanto, es un criterio
diferenciador con las estructuras limítrofes y psicóticas, las cuales tienen un concepto de sí
mismo más difuso o desintegrado. Una forma de explorar la integración del sí mismo es a través
de preguntas como "Me gustaría que se describiera a sí mismo en unas pocas palabras ¿cuáles
son las cosas que lo diferencian a usted de las demás personas?”…o cuáles son los aspectos
positivos o negativos que Ud. Encuentra de sí mismo…?”. Se espera que una persona normal o
con estructura neurótica pueda dar una descripción donde se integren aspectos negativos y
positivos, identificar sus características estables sin desconocer que en ciertas circunstancias
puede salirse de esos patrones; además el entrevistador puede formarse una imagen
relativamente clara de la persona a partir del relato del paciente. Las personas con estructuras
limítrofes relatan aspectos contradictorios de sí mismos pero sin darse cuenta de la
contradicción de su relato, el entrevistador puede tener la sensación de que el paciente está
hablando de distintas personas por lo que no puede percibir en forma clara la descripción del
paciente y tener la sensación de caos. Las personas con estructuras psicóticas les cuesta aún
más responder esta pregunta y se angustian frente a ella. Las personas con problemas cognitivos
tampoco logran estructurar una respuesta pues implica concentración, introspección y
relaciones abstractas.
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pacientes con estructura neurótica la descripción incluye aspectos relevantes, integración de
aspectos negativos y positivos que permiten que el entrevistador se haga una imagen más o
menos clara de esas personas. En el caso de estructuras psicóticas u otras dificultades cognitivas
no se logra acceder claramente a la identidad del Yo.
∙ Mecanismos de Defensa
En este ítem se exploran cuáles son los mecanismos de defensa que habitualmente se utilizan
por cada persona. Los mecanismos de defensa son “herramientas” con las cuales se enfrenta la
realidad en diferentes circunstancias. La estructura neurótica de personalidad utiliza
mecanismos altos de defensa (o más adaptativos) que se centran en la represión, es decir, en el
intento de control de diferentes impulsos, comportamientos y afectos dejando a éstos fuera de
la vida consciente. Otros mecanismos de defensa “altos” son la intelectualización (describir y
poner distancia con lo que estamos sintiendo); la racionalización (donde intentamos explicar o
solucionar diferentes situaciones de manera racional; la formación reactiva (transformar
sentimientos que nos generan conflicto en su contrario); la sublimación (transformar los
impulsos por aspectos más creativos y culturalmente aceptados) y el altruismo entre otros. Por
otro lado, las estructuras limítrofes o psicóticas utilizan mecanismos de defensa más primitivos
o “bajos” que se organizan desde la escisión, como opuesto a la integración. Dentro de estos
mecanismos de defensa se encuentran la devaluación; la idealización; la omnipotencia; la
negación primitiva; la identificación proyectiva (poner en el otro los propios impulsos); la mirada
“blanco o negro” de las cosas; la autoagresión como forma de aliviar la angustia, entre otros.
• Juicio de realidad
Este tercer criterio de clasificación y evaluación clínica, implica la capacidad de: (1) diferenciar el
yo del no-yo (2) diferenciar el origen de los estímulos ya sea intrapsíquico o extrapsíquico (3) y
mantener criterios de realidad socialmente aceptados. El juicio de realidad esta mantenido en
las estructuras neuróticas y limítrofes, no así en las psicóticas por lo que es un criterio
diferenciador entre estructuras psicóticas y limítrofes.
• Otros criterios
La exploración de estos tres criterios permite diferenciar entre estructuras psicóticas, neuróticas
y limítrofes, sin embargo a menudo la clasificación de las estructuras limítrofes se hace
dificultosa por su carácter intermedio. Para clarificar el diagnóstico, Kernberg propone otros
criterios que caracterizan a las estructuras limítrofes y las diferencian de las neuróticas. Estas
son:
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- Manifestaciones inespecíficas de debilidad yoica: falta de control de impulsos,
incapacidad para tolerar la angustia, insuficiente desarrollo de canales de sublimación
(dificultades en la tolerancia a la frustración).
- Tendencia problemática del súper yo: puede manifestarse como el apego a normas
morales por el "qué dirán" o en conductas antisociales, mentira crónica, robo, engaño, estafa,
agresiones abiertas a otros o explotación parasitaria.
Las teorías de la personalidad intentan explicar la forma en que se construyen las diferentes
personalidades. La psicoterapia intenta producir cambios en las formas de ser y se basan en las
teorías psicológicas para generan cambios. Por ejemplo, la Terapias cognitivo-conductuales
basarán sus intervenciones identificando los esquemas cognitivos predominantes que generan
conflicto y junto con el paciente los identificarán, tomarán conciencia de ellos y trabajarán en
los mismo. Por otro lado, las psicoterapias de orientación psicoanalítica trabajarán sobre cuáles
son los impulsos o conflictos inconscientes detrás de las conductas y trabajarán sobre cómo
identificarlos y tener conciencia de ellos para producir cambios.
Sin embargo, lo que identificaremos inicialmente en quienes estemos evaluando son sus
comportamientos y conductas, las cuales nos darán cuenta de la personalidad del sujeto. A pesar
de que existen múltiples rasgos de personalidad, a continuación una breve explicación de los
rasgos de personalidad más frecuentes.
RASGOS DE PERSONALIDAD:
Paranoide
- Suspicaz
- Desconfiado
- Celoso
- Rencoroso
- De ideas extremas o incorporadas con cierto fanatismo
Esquizoide
- distanciamiento social
- restricción de la expresión emocional
- solitario
- aplanado
- interés restringido por las relaciones sociales
Esquizotipico
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Limite
- inestabilidad afectiva
- impulsividad
- temor al abandono
- sensación de vacío crónico
- ideación suicida o automutilación
- alteración de la identidad del yo o difusión de identidad
- disociativo o paranoide ante el estrés
- alta reactividad emocional
- relaciones personales inestables (idealización-devaluación)
Histriónico
- excesiva emotividad
- centro de atención
- comportamiento seductor, corporal, dramático, sugestionable, superficial, relaciones
subjetivamente intimas
Narcisista
- Grandioso
- Falto de empatía
- Necesidad de admiración
- Explotador
- Envidioso
- Pretencioso, especial, arrogante
Antisocial
- Desprecio
- Violación de los derechos de los demás
- No sigue normas sociales
- Deshonesto
- mentiroso
- irresponsable
- Irritable
- Impulsivo
- Sin culpa (frialdad)
Obsesivo-compulsivo
- afán por el orden, perfeccionismo
- control mental y de las relaciones
- escasa flexibilidad, espontaneidad y eficiencia
- listas, detalles, trabajólico, no delega
- escaso tiempo de esparcimiento y ocio
- escrupuloso, obstinado (en temas morales)
- no se deshace de cosas
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Dependiente
Evitativo
- inhibición social
- sentimientos de inferioridad e ineptitud
- hipersensible a la evaluación negativa
- evita el contacto social por el temor a la evaluación, humillación, a la critica
Los rasgos también se han intentado agrupar en dimensiones (como la última clasificación del
DSM-5:
Los rasgos de personalidad son puramente descriptivos de los comportamientos y las conductas.
Finalmente, todas las personas pueden tener diferentes rasgos de personalidad o estos pueden
“aparecer” en ciertos momentos con fines adaptativos. Por ejemplo, en ciertas situaciones es
“adaptativo” que surjan los rasgos paranoides. Por ejemplo, si uno entra a un lugar peligroso o
se está relacionando con personas que pueden agredir o dañar, es más adaptativo ser suspicaz;
o cuando hay que entregar un trabajo final, que surjan ciertos rasgos más obsesivos puede
ayudar a realizar un mejor trabajo; o los emprendedores deben entusiasmar al resto para
incorporarlos en los proyectos, por o cual los rasgos narcisistas e histriónicos pueden ayudar.
Evidentemente hay rasgos de personalidad que son desadaptativos por definición como los
rasgos límite de personalidad.
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Por último, cuando determinados rasgos de personalidad son predominantes, permanentes, se
extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales, son muchas veces
desadaptativos, se aleja de las expectativas de la cultura del sujeto y generan un malestar
subjetivo y social, podemos hablar de un Trastorno de Personalidad específico. Generalmente
involucran aspectos cognitivos y de interpretación de la realidad; aspectos afectivos (en cuanto
a intensidad emocional); las relaciones interpersonales; y el área del control de los impulsos.
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