Flor de Lis C. Guarneri
Flor de Lis C. Guarneri
Flor de Lis C. Guarneri
Tribunal:
Fecha:
24/09/1998
Partes:
Publicado:
JA 2000-I-584.
2. Contra dicho pronunciamiento se alzó el accionado Guarneri a f. 856, recurso que fue
sustentado con la expresión de agravios de fs. 931/949, la que se encuentra incontestada por
la parte contraria. Asimismo, se alzó el restante codemandado Würst a f. 855, recurso que
fue sustentado con la presentación de f. 955/965, que tampoco contestara la actora.
4. En primer lugar, estimo que se hace necesario analizar la defensa de falta de legitimación
opuesta, ya que de su resultado puede depender la suerte de la presente litis. El fundamento
de la excepción en análisis se basa en el art. 276 Ley 19550 (1), que condiciona la
promoción de la acción de responsabilidad contra los directores a la previa resolución de la
asamblea de accionistas.
Resulta innecesario, a los efectos de expedirme sobre los agravios proferidos, profundizar
sobre ciertos aspectos de la regulación contenida en la Ley de Sociedades sobre la
responsabilidad de los administradores en las sociedades de capital por la gestión operativa
y empresaria, ya que las partes no han traído a consideración de esta alzada debate alguno
referente a la naturaleza jurídica de la pretensión incoada -fundada en la acción social
mayoritaria de responsabilidad- ni que deba ser entablada, en principio, por el representante
legal de la sociedad, previa decisión de la asamblea ordinaria (arts. 58 , 50 , 234 inc. 3,
274 , 277 y concs. Ley 19550). Dicho cuerpo legal establece que "la acción social de
responsabilidad contra los directores corresponde a la sociedad, previa resolución de la
asamblea de accionistas. Puede ser adoptada aunque no conste en el orden del día si es
consecuencia directa de la resolución de asuntos incluidos en ésta...". De ello se puede
inferir claramente, por un lado, que la acción para exigir la responsabilidad de los directores
por actos que dañen a la sociedad en su conjunto, como ente, es privativa de la sociedad
misma, y por otro, que la sociedad no puede en ningún caso promover la acción social de
responsabilidad contra los directores sin previa resolución de la asamblea.
5. La acción social, reitero, tiende a hacer efectiva la responsabilidad que pesa sobre sus
administradores, o sea, en cuanto integrantes del órgano que tiene a su cargo el ejercicio de
la gestión social de no ajustar su conducta a las pautas generales establecidas por los arts.
59 y 274 , sin perjuicio de dejar aclarado desde ya que es un capítulo más de la teoría
general del derecho resarcitorio, deben encontrarse reunidos los restantes presupuestos
requeridos que la misma contempla para la procedencia de la reparación del daño ya que no
p.3
En la línea argumental desarrollada hasta aquí en el presente voto, cabe señalar que es una
obligación común de los administradores cumplir los deberes que le impone la Ley, los
estatutos o el reglamento de la sociedad, respetando el interés social y obrando con la
lealtad y la diligencia de un buen hombre de negocios. La inobservancia de este deber
genera la responsabilidad por los daños y perjuicios que ocasione al patrimonio social por
la comisión de actos u omisiones de los integrantes del Directorio que se les pueda atribuir
a raíz de una conducta reprochable que desplegaran con culpa o dolo, como en violación de
los deberes propios de la gestión que le impone el ordenamiento legal orgánicamente y en
cabeza de todos y cada uno de los integrantes del Directorio -valorada la conducta en forma
personal, pero impuesta en forma ilimitada y solidaria- en caso de apreciarse, además, la
necesaria relación de causalidad entre el obrar antijurídico y el daño, ya que la naturaleza
de tal responsabilidad es esencialmente patrimonial.
Consecuentemente, afectando el patrimonio social que se trata de resarcir por esa vía, el art.
276 LS. establece que: a) la decisión debe ser adoptada por la asamblea de los accionistas
de la sociedad. Y dentro de ellas la ordinaria (Brunetti, Antonio, "Tratado de derecho de las
sociedades", Ed. Uteha, 1960, t. II, p. 494; Verón, Alberto, "Sociedades comerciales", t. 4,
p. 326) ya que es la que en cuyo seno también se delibera y se resuelven las cuestiones
sobre intereses eventualmente contrapuestos del órgano de administración y de los mismos
accionistas ya que el daño que se ocasione al patrimonio de la sociedad, en forma indirecta
o mediata termina repercutiendo en perjuicio del patrimonio de los socios y, b) puede
legítimamente adoptarse, aunque no conste expresamente en el orden del día, siempre y
cuando sea, como en el caso de autos, consecuencia directa de un punto expresamente
incluido en el mismo.
De la citada acta, también se desprende claramente que en la asamblea al tratarse los puntos
3 y 4 del orden del día referidos a la comercialización de nuevos productos y al análisis de
las actuaciones y efectos provocados por la operatoria de la referida comercialización -que
habría dado lugar a la suscripción de los títulos que dan lugar a la presente demanda- no
hubo una consideración concreta de temas que configurarían la presencia de conductas
antinormativas como así tampoco se realizó un análisis de las causales de atribución de
responsabilidad en que podían estar incursos los directores involucrados y lo que resulta
dirimente es que no hubo una votación por parte de los accionistas presentes tendiente al
ejercicio de la acción social de responsabilidad. Estimo, por otro lado, que al momento de
la celebración de la citada asamblea no se contaba con elementos suficientes como para
poder analizar, deliberar y resolver sobre la conducta de los directores cuestionados, ya que
la moción de la contadora Prisant en representación del accionista Luis A. Oddone y Cía.
Asesores Financieros S.A. propicia que sea el nuevo Directorio quien tome las medidas
investigativas y eventuales acciones judiciales para deslindar la responsabilidad que pueda
emerger en orden a hechos vinculados al contrato con Cafefil" no obstante la evidencia
surge de las constancias del acta de la existencia de un informe resultante de una "Comisión
sumariante" sobre dichas negociaciones, a la luz de los términos de las expresiones del
codemandado Sr. Guarneri al oponerse a que se impulse la promoción de la acción de
responsabilidad, no se efectuó votación alguna que permita afirmar que se adoptara tal
decisión, máxime la restante accionista que tomara la palabra a continuación adhiriéndose a
la primera moción, expresa que su decisión "sin hacer mérito en las conclusiones de los
diversos informes que se le hicieron llegar".
7. Por otro lado, conforme se destacara precedentemente, del acta asamblearia se puede
inferir la falta de votación, acto a través del cual los accionistas reunidos manifiestan la
voluntad de ente colectivo. La asamblea como cuerpo colegiado, una vez agotada la
deliberación de cada una de las cuestiones sometidas a su consideración, debe expedirse
respecto de su aprobación, modificación o rechazo. Es decir, exteriorizar inequívocamente
cuál es la voluntad del órgano asambleario respecto de cada uno de los asuntos sobre los
cuales se ha deliberado (Sasot Betes-Sasot, "Las asambleas", p. 245). Una de las cuestiones
que ha sido objeto de encontrados criterios, es la de establecer si la votación es suficiente
para dejar aprobada o rechazada la cuestión puesta a consideración y decisión de la
asamblea o es imprescindible que vaya seguida de una proclamación del resultado por el
presidente de la misma, pero sobre lo que no hay discusión alguna es que para que exista
voluntad social haber una previa votación de los accionistas, votación que, como se
p.5
8. Por último, estimo pertinente analizar la probabilidad de que llegara a importar la moción
tratada una delegación al Directorio para investigar y promover las acciones, comprensiva
de la decisión de así resolverlo.
11. Por todo lo expuesto, propongo al acuerdo que estamos celebrando la revocación de la
sentencia de fs. 832/844, haciendo lugar a la excepción de falta de legitimación opuesta y
consecuentemente rechazar la demanda incoada por Flor de Lis S.A . v. Juan J. Guarneri y
Gualterio O. R. Würst, por mal desempeño de su función de directores de Flor de Lis S.A.
en todas sus partes.
12. Las costas correspondientes a ambas instancias, serán impuestas a la vencida (art. 68
CPr.).
13. Encomiéndanse al juez de grado las diligencias necesarias a los fines de la tributación
de la tasa de justicia que correspondiere.
Así voto.
Los Dres. Miguez de Cantore y Jarazo Veiras por análogas razones adhirieron al voto
precedente.
Por los fundamentos del acuerdo precedente, se resuelve: revocar la sentencia de fs.
832/844 y, haciendo lugar a la excepción de falta de legitimación opuesta, rechazar la
demanda incoada por Flor de Lis S.A. contra Juan J. Guarneri y Gualterio O. R. Würst, por
mal desempeño de su función de directores de Flor de Lis S.A. en todas sus partes. Las
costas correspondientes a ambas instancias, serán impuestas a la vencida (art. 68 CPr.).
(Omissis...).- Julio J. Peirano.- Isabel Miguez de Cantore.- Manuel Jarazo Veiras.
NOTAS:
p.7
El art. 274 de la Ley de Sociedades, que a su vez remite al art. 59 de la misma, regula la
responsabilidad solidaria de los directores, en forma conjunta, sea ésta hacia la sociedad,
los accionistas o terceros.
Según el fallo arriba transcripto, estos artículos de la Ley de Sociedades integran "un
capítulo más de la teoría general del derecho resarcitorio".
Esta óptica nos conduce al derecho civil. En este recorrido registramos otro fallo (1) que
puso en práctica expresamente la aplicación de normas civiles resarcitorias al reclamo
contra los administradores societarios. Se refiere a los integrantes de la gerencia colegiada
de una sociedad de responsabilidad limitada, asimilados en este punto a los directores de la
sociedad anónima por el art. 157 de la Ley, y se trata asimismo de la acción promovida
por un tercero (trabajador accidentado), en lugar de la acción promovida por la sociedad,
como en el decisorio anotado. Sin embargo, la situación encuadra en los mismos arts. 274
y 59 Ley 19559, y estas variantes fácticas no alteran lo que queremos destacar, o sea la
remisión de estas normas al ordenamiento común, citándose en la sentencia civil
expresamente los arts. 43 , 512 , 902 , 1109 y 1113 CC. También dice allí el
juzgador: "En suma, el administrador societario tiene una responsabilidad genérica como
p.8
persona individual (art. 1109 CC.) y una responsabilidad específica como profesional
(arts. 59 y 274 LS.), por el daño causado en el ejercicio de sus funciones (art. 43 CC.)".
La consideración de las normas societarias sobre responsabilidad como "un capítulo más de
la teoría general del derecho resarcitorio", en los términos del fallo anotado, sugiere una
insuficiencia por sí sola, o necesidad de complementación, de la Ley de Sociedades en
este tema.
En un caso (3), los arts. 59 y 274 Ley 19550 se integraron con los arts. 7 , 12 , 13, 14 y
68 de la Ley de contrato de trabajo. Los fundamentos normativos de la imputación de
solidaridad a los directores en materia laboral han tenido algunas variantes (4).
La responsabilidad solidaria de los directores en materia fiscal (5), tiene por único
fundamento legal el art. 8 Ley 11683 de procedimiento fiscal. Sin embargo, un autor (6)
nos reenvía a la Ley de Sociedades , al considerar aplicable en la materia lo previsto en el
párr. 2 art. 274 Ley 19550, incorporado por la Ley 22903<HD+> <HD->. Localizamos
aquí un sistema de vasos comunicantes entre normas de distintas disciplinas.
Con esta guía, se entienden mejor los alcances de las normas societarias sobre
responsabilidad solidaria, que son escuetas en relación con sus importantes efectos. Las
alternativas son ilimitadas en cuanto exista violación normativa, pero a su vez esta
exigencia es limitante al excluir las imputaciones abstractas. A estos fines, el estatuto y/o el
reglamento son normas asumidas contractualmente por las partes. En todos los casos,
deberá existir relación de causalidad entre la violación de la norma y el perjuicio sufrido
por el reclamante.
Surgía del acta respectiva, que ninguno de los accionistas realizó tratamiento alguno
respecto de los puntos pertinentes del orden del día, que los accionistas presentes se
limitaron a aceptar las renuncias de dos directores, y que la apoderada de un accionista
requirió que fuera el nuevo Directorio quien tomara las medidas investigativas y eventuales
acciones judiciales para deslindar la responsabilidad que pudiera emerger en orden a los
hechos vinculados al contrato cuestionado.
También se desprendía claramente del acta, que al tratarse en la misma los puntos del orden
del día referidos a la comercialización de nuevos productos y al análisis de las actuaciones
y efectos provocados por la operatoria de la referida comercialización -que habría dado
lugar a la suscripción de los títulos que fundan la demanda- no hubo una consideración
concreta de temas que configurarían la presencia de conductas antinormativas, como así
tampoco se realizó un análisis de las causales de atribución de responsabilidad en que
podrían estar incursos los directores involucrados, considerándose dirimente que no hubo
una votación por parte de los accionistas presentes tendiente al ejercicio de la acción social
de responsabilidad.
p.10
Las conclusiones jurídicas salientes del fallo son: a) Que el voto de los accionistas
presentes es esencial para considerar tomada una decisión por la asamblea. b) Que la
asamblea no puede delegar en el Directorio la decisión de iniciar la acción social de
responsabilidad. c) En general, que la asamblea no puede delegar sus funciones en el
Directorio.
Se ha dicho: "La analogía entre el Estado y la sociedad anónima ha sido vista de igual
modo por los hombres de Leyes norteamericanos, tanto legisladores como juristas. Los
accionistas constituían el electorado, los directores la legislatura encargada de dictar las
resoluciones de carácter general y encomendar a los ejecutivos de la sociedad su aplicación
en la práctica. Era innecesaria una judicatura, ya que el Estado había graciosamente
permitido el uso de la suya. Los accionistas y los directores llenaban separadamente
funciones que la otra parte no podía ejercer. Los directores administraban. Los accionistas
no podían adoptar la mayor parte de las decisiones que guardasen relación con los
negocios. La manera prescripta de rever decisiones directivas era el voto. Sólo cuando las
modificaciones sugeridas alcanzasen dimensiones constitucionales -reforma de los
estatutos, fusión, disolución- se daba directamente voz al accionista a los efectos de la
decisión. Sólo cuando la conducta de un director justificase una acusación de orden
público, podía el cuerpo de accionistas exonerar a sus representantes antes del término
fijado" (7).
La razón por la cual lo anterior -publicado hace más de treinta años- está ya entonces
expresado en pretérito, es porque el mismo autor continúa explicando la pérdida de poder
del voto del accionista con motivo de la desinformación a que lo condujo el desarrollo de la
empresa en gran escala.
Continúa en estos términos: "El sufragio, en la realidad, había sido anulado, desde el
momento en que no estaba ni informado ni organizado. No obstante las formas de control
electoral, la gerencia de la empresa se transformó en todos los casos, salvo raras
excepciones, en una oligarquía que se autoperpetuaba automáticamente, según Adolph
Berle. La realidad de la sociedad anónima democrática, había pasado a ser burocrática" (8).
En coincidencia con la doctrina general del fallo, leemos también: "La asamblea general de
accionistas es un órgano esencial, no permanente, colegiado, con facultades exclusivas e
indelegables, salvo los casos específicos previstos en el cuerpo legal (arts. 135 y 235 inc.
1) ...El Directorio es el órgano ejecutor de las decisiones de aquélla" (9).
NOTAS:
(1) "Camacho Acosta, M. v. Grafi Graf S.R.L. y otros s/daños y perjuicios (accidente de
trabajo)". Juzg. Nac. Civil n. 6; 28/2/97 Firme.
p.12
(3) "Duquelsky, Silvia v. Fuar S.A. y otro", C. Nac. Trab., sala 3ª, 19/2/98.
(7) Chayes, Abram, "La sociedad anónima moderna y el imperio de la Ley", capítulo II a su
cargo, dentro de la obra colectiva coordinada por Edward S. Mason, "La sociedad anónima
en la sociedad moderna", Ed. Depalma, Bs. As., 1967, ps. 58/59.
(9) Arecha, Martín-García Cuerva, Héctor, "Sociedades comerciales", Ed. Depalma, Bs.
As., 1976, ps. 352/353.
(10) Zaldívar, Enrique, "Cuadernos de Derecho Societario", Ed. Abeledo-Perrot, Bs. As.,
1976, t. II, 2ª parte, ps. 318/319.
(11) Zaldívar, Enrique, "Cuadernos de Derecho Societario", Ed. Abeledo-Perrot, Bs. As.,
1976, t. II, 2ª parte, ps. 374/375.
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