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io estudio de los a¡tecedentes del caso, la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, Sala
Ampliada, resolvió plantear la siguiente;
CUESTION:
¿Es procedetrte ls scció[ de i¡cotrstitucioralidad pls¡¡terd¡?
cido el soneo de ley, a fin de establecer el orden de votación, resultó que debiar votar
los Minfstros y Magist¡ados en el o¡den siguiente: Magistrado Cocco, Ministro Martínez
S M Ramí¡ez Candia, Magistrado Riera llunter, Ministro Jiménez Rolón, Magistrada
Nuñez, Magistradg Paiva Valdovinos, Minisra Llanes y Magist¡ada Buongermini
D¡ Guido
VOTO DEL MACISTRADO GUIDO COCCO
AI
Estos resultados son p¡oductos de la accióri de amparo prcsentada por el señor Juan Carlos
Lezcano Flecha contra la Contraloria Gene¡al de la República con el objeto de que la mencionada
institución le provea. según nota obrante a fs. 4 del juicio de Amparo, las declaraciones juradas de
quienes hayal ocupado los siguientes cargos entre 1998 y 2017: Presidente y vicepresidente de la
República, Senadores y Dipulados, Gobemadores depa¡tamentales, lntendentes Municipales,
Consejales, Ordenadores de gastos de todas las instituciones del Estado, Minist¡os de los Poderes
Ejecutivo, Judicial y de la Justicia Electoral, Secretarios con rango de Ministros, Directores y
Consejeros de la Entidad Binacional Itaipú yYacy¡etá Rectores, Deca¡os de todas las
Universidades Públicas, Directores del Banco Central del Paraguay y Banco Nacio¡lal de Fomento,
Fiscal General, Fiscales y Asistentes Fiscales, Directores y Altos Funcionarios de la Aduana y de Ia
ANNP, Presideote y Directores de Empresas Públicas, Auto¡idades de entes autónomos y
autfuquicos, Miembros del Directorio del LP.S., Titula¡es y Miembros de órganos extrapoder,
Defe¡soria General del Pueblo, Contraloria General de la República, Consejo de la Magistratu¡a y
Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Madfestando el am Magistado Riera Hunter parista que
promovió la acción, porque no existen vias previas ni paralelas y ante la denegatoria por resolució¡
ñcta de la Contraloria.
acció¡ tue admitida por A.l. N' 1637 de fecha l8 de julio de 2018 dictada por la Sala
C de la Co¡te Suprema de Justicia.
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condenarlas. Aclara que, no quiere conocer los números de la cuentas bancarias, pero sÍ los montos
y los bancos en que el dinero de las auto¡idades se halla depositado; no desea sabe¡ en qué lugar
viven las autoridades. sino qué inmuebles u otros bienes registrables está a su nombre y cua¡do los
han adquirido. de hecho está solicita¡do información patrimonial que incluso estaba en vigencia
antes de la Ley 5282/14, cila¡rdo el An. 5. inciso c) de la Ley 1682/01. Prosigue que, ha sostenido
que las leyes 276194 y la 5033/13 fueron cla¡as respecto a qué órganos y personas podría acceder a
esa inlbrmación, pero no se ha previsto cómo debia actua¡se en el caso de las DDJJ solicitadas por
terce¡os. esta indefinición fue cubiena por la Ley 5282114, de manera que ésta y la Ley 5033/13 se
complementan, no una relación de género y especie. Responde igualmente que. la Ley 5033/13 no
establecido - ni exp¡esa ni implicitamente - la prohibición que solo la Contraloria General de la
República sostiene; y no habiendo ninguna otra ley de la República que establezca en forma
expresa(Art. 22, Ley 5282/14) el secreto o reserva de las DDJJ dc bienes y rentas de los funcionarios
y autoridades, tales declaraciones son info¡mación pública en los diáfanos términos de la Ley
5282/14. Asimismo, expone, además, debe tenerse en cuenta el Decreto 4064. reglamentario de la
Ley 5282/14. recepta el principio el principio indubio proacceso, principio que integra los estánderes
del Sistema Ioteramericano de Protección de los DDHH en lo que al derecho de acceso a Ia
información pública se refiere. Lo hace en estos términosi "En caso de duda razonable entre si la
infbrmació¡ está amparada por el principio de publicidad, o se ercueütra alcanzada por una causal
de excepción, se debe optar por la publicidad de la información". Reitera que. la Ley 5282114 ya
establece que en caso de denegación la solicitud debe p¡esentarse ante cualquier Juez de Primera
Instáncia, descalando asi el procedimiento en lo contencioso administrativo, así como el ordinario
previsto en el CPC, con lo cual la CSJ sólo se ha limitado a precisai o esclarecq cómo deben
aplicarse normas legales que ya existen.
Concuerda que, la Acordada N' 1005/15 es ple¡amente constitucional pues dispone que en
caso de denegación tácita o expresa de ur¡a solicitud de acceso a la info¡mación "la acción judicial
tramite segrir las reglas previstas en el aficulo 134 de la Constitución y en el Código Procesal Civil
para el juicio de amparo", agrega quej es claro que es rma acción que tramita según las reglas del
amparo, y que en coÍsecuencia, las resoluciones que Ia CGR cuestiona por la via de
inconstitucionalidad se han ajustado a derecho. Solicita finalmente se dicte sentencia no haciendo
Iugar a la acción de inconstitucionalidad intentada por la CGR.
Según el Art. 132 de la Co¡s1itución Nacional "La Cone Suprema de Justicia tiene la
facultad para declarar la inconstitucionalidad de Ias normasjuridicas y de las reso luciones j udiciales,
en la forma y con los alcances establecidos en esta Constitución y en la ley".
Por su parte, el Art.550 del Cód. Proc. Civ. prescribe: "Toda persona lesionada en sus
legitimos derechos por leyes, decretos, reglamentos, ordena¡Eas municipales, resoluciones u otros
actos administ¡ativos que infrinjan en su aplicación, los principios o normas de Ia Constitución,
tend¡á facultad de promover ante la Corte Suprema de Justicia, la acción de inconstitucio¡alidad en
el modo establecido por las disposiciones de este Capitulo".
Asiñismo, el A¡. 556 del CPC retiere: "La acción procederá contra las ¡esoluciones
judiciales de los jueces y tribunales cuatrdo: a) por si mismas sean violato¡ias de la Constitucióni o
b) se fu¡den en una ley, decreto, reglamento u oro acto normativo de autoridad conta¡io a la
Constitución en los términos del a¡tículo 550.
La demanda ataca resoluciones judiciales de 1". y 2". instancias resultados de una Acción de
Amparo promovida por un ciudadano, el señor Juan Ca os Lezcano Flecha, contra Ia Contraloría
General de la República á los el¡ctos de obtener las declaraciones juradas r/e guienes hayon
ocupado los sigu¡entes cargos entte 1998 y 2017: Presidente y úcepresideñte de la Repúblíc«,
Senadores y Diputados, Gobernadorus departamentales, lntet¡dentes Mukicipales, Consejales,
Orulenadores de gastos de tudos las ¡hstituciones del Estodo, Minis¡ros de los Poderes Ejecutiyo,
Judicial y de la Jurticia Electoral. Secretorios con rango de Ministros, Direc¡oles y Consejeros de
la Entidad Binacional ltaipú y Yacyretá, Rectores, Decanos d¿ to¿Lts las LJnirersidqdes Ptiblicas,
ACCIÓN DE INCoNSTITUCIoNALIDAD
ffir§rorffiro PRoMovrDA pon u cournlLoni¡
cENERAL or Ln nEpúnucA EN Los
§p/DEJusrlctA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
» FLECHA C/ CoNTRALoRÍA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
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del Banco Centrcl del Paraguay y Banco Nacional de Fomento, Fitcal General, Fiscales
slenle s Fiyales, Directores y Altos Funcionarios de la Aduana y de la ANNP, Presidente y
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Directores de Empresas Públicos, Auloridades de enles autónomos autárquicos, Miembros del
Directorio del l.P.S., Tilularcs y Miembros de órganos extrapoder, Defensoría General del Pueblo,
!
Contraloria General de la República, Consejo de ld Magistralurd Jurddo de Etiuiciahiehto de
Magistrados- Manifestando el amparista que promovió la acción porque no existen via previas ni
paralelas y a¡te la denegatoria por resolución ñcta de la Contralo¡ia.
No resulta ocioso exponer aquí, aunque el juicio de Amparo no esté e¡ juzgamiento, que el
Art. 134 de nuestra ley fundamental dice en su primera parte: "Toda persona que por un acto ü
omisíón, manirtesbmehle ilegítiño, de una a¡torídad o de un parlicular, se considere lesionada
gruvemente, o en pelígro inminente de serlo en derechos o garahtíds consagrados en esta
Constitución o en la ley, y que debido a la urgencia del caso no pudiera remedialse pot la úa
ordínaria, podrd promover amparc onte el mogistrado compelente.."
D xto transcripto surgen los presupuestos para su viabilidad que deber¡ aparecer
conJ , a sabc I, Acto u omisión manifiestañ€nte ilegitin¡o. La ilegitimidad
en todo acto que atente contra el orden público vigente y en especial la !,ulneración de
los d hos consagrados por nuestra ley fundamental, como el derecho a la vid4 la libertad,
ll-) Ausencia de solución previa del caso por sus cauces naturales
justicia.
d¡entes. Esto traducimos como la inexistencia de medios idóneos previstos para u¡
udicial o¡dinario o extrajudicial, ante el su¡gimiento de una supuesta lesión de de¡echo,
éndose ello, luego de agotar todos los tr¿ímites legales previos. III-) Lesióú grave o el
de que tal cosa se produzca. Traducido en el perjuicio que afecta notablemente en los
de una persona en particular. IV-) La urge¡cia del caso. Este requisito se da cuando las
VIAS ias no conlienen Lrn rcmedio legal y eficaz para el derecho que se pretende p¡oteger y de
el amparo, los daños serian ineparables
c ?a\¡
os presupue§tos oo surgen de la demanda de Amparo, especialmente, lesión grave o
pcligro inente de serlo, urgencia del caso. Adem¡is, debe aclararse que si decimos que la acción
dc se inició porque así manda la Acordada N" 1005/15, a mi modesto entender no es tan asi.
Af. I de dicha acordada dispore:"Establecer que, pora el caso de denegoción erpresa o lácíta
ícilud de acceso a lo información la acción judicial ttamite según los reglqs previslas en
el artículo 131 ¿le la Coústituciók y en el Código Procesol Ci\)il paru el juício de atfip¡1to "
La disposición ordena que el juicio se t¡amite según las reglas previstas para el juicio de
Dr. Guido
h no dice que se debe tramitar por medio de una acción de amparo, por eso es que tras
za¡ los elementos exigidos para la procedencia de una acción de amparo, aqui no concuerda¡
CiY. y CoÍ'
lutamente en eljuicio de amparo resuelto. A mi criterio, esta via no em la correcta, respetando
el, terio de los Magistrados que juzgaron esta acción.
_-( f: Albe
q/&N.- !q,e¿
UE TU¡{IIK I)R, O§CAT ÁUCU§TO
vrtmyIxos v,J
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fuentes púhlicas de información son líbtes pqru todos. Ld ley regulará las modalidades, plazos y
s6nciones.. '. Está claro que es una ley general que trata sobre el derecho a info¡ma¡se.
Mientras que, la Ley N" 5.033/13 Que Reglamenta el Arl. 101 de la Constilución Nacional,
De lq Declqruciók .lurada de Bienes y Rentas, Actiros y Pasivos de los Funcioka os Públicos. es
una ley especial, porque reñere directamente sobre Declaración Jurada de los Funcionarios
Públicos. El Art. 104 de la C.N. establece la obligatoriedad de los funciona¡ios y empleados
públicos a presentaf su declaración jurada de bienes y rentas dentro de los 15 dfas de haber asumido
el cargo público e igual plazo al cesar en el mismo.
Esta Ley efl su Art. 3' dispone. " La declaración jurada de bienes y rentas. activos y pasivos
deberá contener. Inc. 5) La auto¡ización exprcsa e ifieeocdble del declaradte, que Íaculle a lo
Controlo¡lo Generul de Ia República, a truv¿s de los órganos jurisdiccionales a dat o conocer los
datos contenidos efi su declsrución juruda .le bienes Jt runlas, acrivos y posivos, conforme al
p¡ocedimieúo a set es¡oblecido pot la ,nisrno en la reglamenloción correspondiente."
Resulta importante consignar que esta Ley especial N' 5033/13 sigue los mismos
delineam¡entos y disposiciones contenidas en:
40- Las auto dqdes públicas pueden rechazat el acceso a la infornacíón únicamente bajo
las siguierrtes c cunstancios, cuando sean legitimas y estrictofienle kecesarias en una sociedad
democrática, basándose en los estándares yjurisprudencia del s¡steúa intetamericano:
b) ..
nccróN np rNcoNsrtrucIoNALtDAD
ffir§r"r$t"" PRoMovrDA pon Le coutneLonía
GENERAL DE LA REPÚBLICA EN Los
W/D'JUSTICIA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ coxrneloú.1 GENERAL
DE LA REPUBLICA.
/
c) Cuanda permilir el acceso const¡tuyere una violación a las comunicltcíones
iales, itlcluida la información legal que debe ser consitlerada privilegiada.
Corrrerrldrio: A pesor de que el sis¡ema inte¡americano prevé una posible excepcióa para la
prclecciói del "orden público", ¿sla es etplícitamenle ¡echazada en esla Ley Modelo por
- tofisidérat que dicha expresión es sumamente vaga y po.lrla ocasionat qbusos e lq aplicación de
la excepción,
efecto, la Ley 5033/13 que reglamenta el Art. 104 de la Constitución Nacional a la que ya
referido específicamente el An. 3' en sus tres primeros incisos, delimita el ámbito de
ión que la declaración jurada ha de contene¡, del cual se puede inferir que la i¡formación
ida en las decla¡aciones juradas no resulta asimilable a toda clase de información que pueda
ntrarse bajo control y guarda de cualquier fuente pública, dado que la ley determina
ficamente la subclase de información que ha de estar dentro de las declaraciones juradas y, de
esla delimita su extensión y especie. La Ley 5033/13 contiene un listado ce¡rado de
ltl ón, no de tipo enunciativo ni abierto, que debe ser incluido dentro de las decla¡aciones
juradas. Este listado comprende eminentemente datos de ír¡dole patrimonial, pero también datos
personales, no solo del decla¡ante sino además de pa¡ientes, hijos menores de edad, a pesa¡ de que
esto fue excluido en los fallos del Tribunal de Apelación cuya nulidad se pretende. Surge aquí, diría,
razonablemente que la información consignada en las decla¡aciones juradas no es equipa¡able a toda
clase de información que conste en cualquiú fuente pública. La aludida disposición legal puntualiza
§ (i qué datos har¡ de estar comprendidos en las declaraciones juradas y cuáles no, con lo cual se
(5
circunscribe la subclase de información que las mismas debe¡ contene¡ y, en este sentido, la Ley
5033 13 regula un rá,mbito de la informac limitado y especifico que el de Ia Ley 5282/14. De
lq es dable inferir que la 503 n3. materia de las iones juradas de bienes y
rentas el tipo de i ue tiene un carácter frente a Ia 5282/t4,
la cl dc la in on e rtnterés pú blico de anera generl lay
exh - Dr, limén¿z 9"
t\ al pincipio de la
poste.ior difiera
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cir. la fuerza dero
la ley especial aún
de la ley posterior gen
se cncuen limitada ley , manteniendo su vlgor En delinitiva, el
pr¡ncrp¡o ela ialis deja nnc ipio de la /ex eic:. (Juan
tine¿
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o§f,al Vl !/vu,E¿ v
xl ¡lll(t¡s ll ei uf,.
^uGUsTOt rl. Dra
Carlos Mendonca, La interpretacióñ literal en el Derucho. 2'ed-. lntercont¡hental 2013, 88} Es
cierto que el An. 7" del Código Civil privilegia el principio cronológico, lo cual no implica que esta
disposición extienda sus efectos a todo el sistema no¡mativo nacional con alcances totalita¡ios.
tendiendo presente que las complicaciones que traeria la abolición del principio de le.r speciolis son
insoponables para cualquier sistema jurídico. De mane¡a que, siguiendo la línea argumentativa
t¡azada, en virtud del principio de la /er .rpecialis,la Ley 5033/13 adquiere prevalencia por encima
de la Ley 5282/14, pese a que esta contiene en su radio de aplicación (más amplio) la información
de las declaraciones j uradas de bienes y rentas.
Establecido esto, cabe tener en cuenta que este campo de información especifico que la
declanc¡ón jurada abarca por mandato legal, adquiere además connotación constitucional al
entrelazañe con disposiciones de taljerarquia que protegen derechos básicos. Asi por ejemplo, dar a
conocer datos personales amparados juridicamente por el An. 33 de la Const. Nac. "Del Derecho a
la lntimidad- La int¡midad personal y familiat, asi como el respeto a la úda pri",ada, son
i»violables. La conducta de las personas en tonto no afecte al or¡len juridico estoblecido en la ley o
j
a los ¿lerechos de terceros. esta exenta de la autoridad pública- Se garqntiza el derecho el
derccho a la protección de la intimidad, de la d¡gnidad y de la imagen privadq de las personas".
Asimismo, teniendo presente que los datos ve¡tidos en las declaraciones juradas foman parte del
patrimonio documental del decla¡ante - ni siquiera de la Contraloría Gene¡al de la República quien
sólo ejerce el rol de custodio de las mismas, - su entrega puede afrenta¡ el derecho a la inviolabilidad
del patrimonio documental, consagrado erl el Art.36 de nuestra ley fundamental a saber: "D¿l
Derecho a la inviolabilidad del palr¡monío documental y a la comunicación privada. El palrimonio
documentol de las personos es inviolable. Los registos, cualquiera sea su lécnica. los impresos, la
correspondencía, los esctitos, las coñuhicaciohes teleftnicas, telegrá.licas. cablegrálicas o de
cualquier otra especie, las colecciones o reproducciones, ¡os lestittohios y los objetos de talor
lestimonial, asi ct¡mo sus respectiras copias, no podnin ser exomiiado$, reproducidos,
interceptados o secuestrados s¡no por orden judicial parda casos especiJicamente pret,istos en la
ley, y sienpre que fueseh indispensables para el escldÍecihieñto de los asuntos de cofipetencia de
las corrcspondíentes autoridades. La ley determinará modali.lades especiales paru el examen de la
contabilidad comercial y de los regislros legales obligatorios. Las pntebas docunentales oblenídas
en violación a lo presc to anteriormente carecen de valor en juicio. En todos los casos se guardará
estricfa reserva $bre aquello que no haga relación con lo investigado".
En esa línea, la Ley 5033/13 dispone que el contenido de las declarac iones j uradas puede darse
a conocer a requerimiento de los Organos Jurisdiccionales en el marco de una investigación. Ello se
desprende del análisis del mismo Af. 3', i¡cisos 4: "La autoñzaciók expresa e irretocable del
declatante, que /trculte a la Conttaloriu General de la República, al Ministerio Público y al órgano
jurisdiccional compelenle. a realizdr todas las inr¿sligac¡ones que se consideren, pertinentes lanto
en el lerritorio nacional como extranjero, para deterhinar la veracidad del contenido de lo misma,
incluidas las cuentas bancarias '. ldeñ el inciso 5o ya transcripto.
De esto se sigue que la Contraloría está tácultada a da¡ a conocer los dalos contenidos en la
declaración jurada de bienes de los funcionarios públicos. en virtud de la autorización exp¡esa
realizada por ellos en dicho sentido, y que la entrega de esta información debe ser canalizada a
través de los órganos jurisdiccionales. En consecuencia, se pr€sentan restricciones pa¡a la libre
entrega de la información contenida en las declaraciones juradas de bienes y rentas. pues la
regulación especilica sobre el manejo de dicha información exige que su entrega se limite a los
órganos jurisdiccionales, sin aludi¡ a la posibilidad de da¡ a conocer dicha información a cualquier
persona que la solicite.
La citada Ley N" 5282114 posee su sustento no¡mativo constitucional en el Art. 28 "Del
Derecho a informarse" y ha sido sancionada con el propósito de reglamenta¡ dicho aficulo en el
afá¡ de "garantizar a todas las personas el efectívo ejercicio del derecho al acceso a la infornación
pública', segir,], se consigna en su Art. l. Ahora bien, la Constitución Nacional en su Art. 104 ha
limitado de manera cspecifica la obligato presentar las dec uradas y,
en su Art. 283 ha alaCo ona de la ca 'la
de las bie filhciona públicos, asl co
.for ón de un sobre la co sponde
únes, pres y las que los al
l[,, fitnc¡
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Art. l culnpli
la sanci
to ef'ectivo
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Preiide¡rle
De ello se sigue que las interpretaciones sostenidas en las resoluciones judiciales de los
órganos inferiores wlneran el ordenamiento juridico nacional at ignorar en sus corisideraciones las
prescripciones constitucionales y legales especiñcas aplicables al caso, En las resolucio¡es atacadas
se ha soslayado el alcance de una ley. ordenando Ia publicidad de docu¡nentos que únicamente
tienen el ñn constitucionalmente fijado de desarrollar los citados exámenes de correspondencia. De
esta mane¡a resultan calificables como arbitrarias las sentencias impugnadas. por apartarse de los
extremos legales aplicables al caso, a¡riba¡do a una conclusión juridica inaceptable que desconoce
los preceptos del An. I04 de la Cons. Nac. y de la citada Ley N" 5033/13.
b) A.l. No. 366 del ll de mayo de 2018, dictado por el Juzgado Penal de Ga¡antías No. 4
(aclaratoria).
e) Acordada No. 1005 del 2l de setiembre de 2015, dictada por la Cone Suprema de Justicia.
2. La C.G.R., con el pla¡¡teamiento de esta acción. alega que busca restablecer el orden
infringido por los Magistrados judiciales que dictaron las resoluciones judiciales en el
amparo referido, y evitar la entrega de docu¡nentos con protección constitucional sin la
intervención de órganos jurisdiccionales.
lcc¡óx »r INCoNSTITUctoNALIDAD
ffi§8rE'"" PRoMovtDA pon la cotrn¡Lonia
cENf,RAL oe u nrpúnltcA EN Los
§flo,Iusrrcra AUTOS CARATULADOST AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEÑoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ coxrnllonil cENf,RAL
DE LA REPUBLICA.
I x§l§
G.R. alega también que la Acordada No. 1005 del 2l de setiembre de 2015, dictada
la Cone Suprema de Justicia, reglarnenta el acceso a la información pública,
disponiendo que se canalicen los pedidos en ciertos formalos procesales, lo que excede la
competencia, pues dicha reglamentación sólo puede se¡ ¡ealizada por Ley y no por una
norma de rango inferior a la mismq como es u¡a Acordada.
En el presente caso, el actor, Sr. Juan Ca¡los Lezcano, inició juicio de amparo contra la
C.G.R. a lin de obtener información que le fuese solicitada sob.e la declaración de bic¡es y rentas de
una serie de funcionarios públicos que ocuparon ca¡gos públicos, y que fuera denegada por el ente
requerido. Fundó su demanda el actor en lo establecido en la Ley 5282114 y la Acordada Nro. L005
del 2l de setiembre de 2015.
primer lugar, debo señalar que el acceso o la información conslituye un derecho humano
que se halla plasmado en el A¡t.28 de nuestra Constitución. Dicho a¡tlculo reconoce
ho a las personos a rccibi infolmoción vera7, responsable y ecudni e. Las fuenles
de inJormoción son librcs para lodos. La ley regulará las modalidades, plazos y sunciones
htes q las tfiis as, aJin de que este derecho sea efectivo..."
P¡.to lrI.rñ0c¡on¡l dc D.r.chos Civillr y Polfticos. l. Nadic pod.á ser mol€slado a caus! dc sus opinioncs. 2- Tod¿
dcrecho á la libcn¡d dc €xp¡esió¡t esc derccho comprend€ Ia lib€rtad de bus@r, recibir y difuídir informaciones e
indolc. si¡ consid.ración dc fronlc6, ya sea omlmert€. por s¡ito o e, fo.ma iñpres¡ o anhtic4 o por €ualquier ot o
procedimieDlo de su elección. l. El ciercicio d€l derecho prelkio en el párafo 2 de este afllorlo entra¡a d€bcrcs y rcsponsabilidadcs
Por consiguicnte. pucde esrar suj€b a ciertas restricciores, qúe debcrán, sin cmbargo, esler €xprcsamcnt! lúad&s por la ley
scr neccsarias pa¡a: a) Asegura¡ clrespeto a los derechos o a l¿repul¡ción de los demás: b) La pmrección dc la scguridad n¿cjonal,
clorden público o ls sahd o la ñoralpúblicü.
: Ari, 13. Pá(to d€ S¡n José de Costn Rlc¡, Libertld d. P€nsami.nto y d. Expresión
l. Toda pe¡sona ticne d€rucho u la libeñad de pensamiento y de expresión. Este der€cho comprendc Ia libcñ¡d dc bnrcar, rccibir y
difui¡dir infomacionca c idcas de toda fndole. sin consideación de ionter¿s ya sea oralm€nle, por cscrilo o cn lbma impresa o
§' anislic& o por cualquier oro procedimienro de su elecció¡.
2. Elejercicio delderec¡o previsto ¿n el incho precedenle no pued€ esw süjero a previa censura sino a responssbilidsdcs ulteriores,
quedcben cstar cxp resamc n lc fúadas por la ley y ser necesária para asesúu:
lrcspcto ¿ los dcrcchoro a la
protec(ióñ dc la sútu¡id iona¡, elorden público o la
de¡.cho de exprcsión
ódicos. d. lrecucnciE
mcdios encami¡ados a impcdir la yl
0I.
ón moml de la infancia y la
5- Esl8rá
ü'*
ür II¡§0iS ill0dl-;U'Itllll
ru,,rilIÍ osc^r qE
^u6usTo
tfa Lhrl$ t
"El aículo 13 de la Convención, al estipular expresamenÍe los derechos 'a b scar'y u
'recibir infbrmacíones', prctege el derecho que tiene toda pe$oia a solicilat el acceso a la
información bajo el conrrul del Esfado, con las salvedades permitidas bajo el régimen de
restr¡cciones de la Conyención. Consecuenlemente d¡cho artículo ampara el derccho de las
pefionüs d rccibit dicha info nación ! la obligación positiva del Estado .le surflinistra a, ,le
.formq fal que la persona pueda tener acceso a co ocet esa infonfi.tción o reciba und respuesta
Jundamehtada cua do por algúh noliw perñitido por la Convención el Esfado pueda litnitat el
acceso o la misma para el catso concrefo. D¡cha i fotñdción debe ser entregada sin necesidad de
acreditar un infer¿s directo paru su obtenciófi o u a afectaciók perconal sctho en los casos en que
se aplique una legítima resfricción. Su entrega a u a perso a puede permitir a su vez que esta
circule en la sociedad de manera que pueda co ocerla. acceder a ella y valorarla. De esta fotna. el
derecho a la libertad de pensamiento y de exptesíón contempla la protección del derecho de acceso
a la inlormación bajo el contol del Eslado, el cual también conliene de manera clara las dos
dimensíones. indi'ridual y social, del derecho a la libertad de pensamienfo y de expresión, las cuales
deben set garantizddds por el Estado de.forma simuhánea".
Considero que esta interyretación hecha en el caso "R¿re.r contra Chile" por la Corte
lnte¡amedcana es armónica con el sistema constitucional paraguayo, pues se refleja en aquel caso,
exactamente, la normativa de nuestra ley máxima, en cuanto a los criterios que son aplicables para
regular el acceso a la info¡mación pública, reconociendo ciertas salvedades que deben estar
expresadas en la ley.
Los Arts. 2" y 4' de la Ley Nro, 5282 disponen el derecho que tiene toda persona -sin
discriminación de ni¡grur tipo- a acceder a la información pública reque da, en forma gmtuita y sin
necesidad alguna de justilicar las razores por las que formulan su pedido, salvo que dicha
infonnació¡ se encuentre establecida como secreta o sea de carácter reservado por las leyes. Fuera
de estos dos casos, la ley no ¡eshinge el de¡echo de acceso a la info¡mación y con su regulación
busca garantizar que toda persona pueda tener conocimiento de la información que se encuenta e¡
poder del Eslado, el que deberá gara¡tizar el eje¡cicio de este derecho.
En el caso de autos, la C.G.R. alegó ser cr.rtodio o garatÍe del palimonio documenlal de las
personas (art. 36 de la Constitución)a y que, por tanto, no debería pemitirse la violación de dicho
patrimonio -de la que Ia C.G.R. alegó ser custodio o garante- mediante la ejecución de las
reso luciones j udiciales también atacadas er esta acción de inconstitucionalidad.
I Villauevá- Eñes1o. 'D"/echó de Accesa a ta lntornac¡ón Ptiblica en Latinoah¿r¡ca ' Erudio lnrroducrorio y Compileción.
LINAM, México. 2003 p. 26.
a Art. 36 Constitu.iónd. lá R€públhr de¡ P¡r¡gort. D.l d.re.ho a 15 irviol¡bilid¡d d€l p¡lrimo¡io docrmentrl y l.
(omur¡cr(¡ón priy.d.. El patrimonio documcnlal de las pe6onás cs inviolable. ]-os re8klros. cualquiera sea su técnica los
impresos- la coqespondcncia. los esc los. las codunicdciones relelónicas. telegráfrcas o de cualquie¡ olra espe.ie. l¿s colecciones o
rcproduccbnes. los testiñonios y los objelos de valor terimoñial. asi como sus lcspeclivE copias, no pod¡án se¡ exúrinados.
reproducidos. interceptados o secueslrados sino po. ordcn ludlcial püa casos espcciiicam€nle prelislos en la le!, y siempre que
fuesen i¡dispensablcs púa el escldccimienlo de los úuntos dc compct€ncia de las corespondientes auto dades. I-a ley deleminará
modalidades esp€cial.s pda el exanre¡ d€ l¿ contabilidad comercial y d€ Los reghl.ox legales obligátorios. t-a! pruebas docúmeñtáles
obtenidas en violación o 1o prescripro atcriomrenle carecen de lalo¡ cniuicio. En todos bs casos se suardará estrioa rese¡aa sob.e
aquelloque no haga relació¡ con lo irveriSado.
¿cclóx nr rNCoNsrrrucroNALIDAD
ffir§r"nEt"" PRoMovrDA pon L¡ coNtncLonía
GENERAL np L.l nepúsLIcA EN Los
§flo,lusrrcrn AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA C/ CoNTRALoÚA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
i
1§1§
bargo, en dicho planteamiento, hay un error conceptual grave de parte de la C.G.R.,
os en presencia de un pqtrirnon¡o doa@ental prívado de las personas, que si es objeto
de ción por pane de la Constitución, sino de declaruciones que, sobre sus bienes y rentas,
hacen las personas que ocupan cargos públicos, en los cuales, obviamente, no se revela¡ cuestiones
que hacen a la personalidad o al á¡nbito intimo o privado de los funcionarios, que sí podría ser
materia de reserva,s sino a su patrimonio, sobre el cual existe un legitimo interés de la ciudadanía
porque se trata de personas que administ¡an bienes públicos,
Yendo aú¡ más lejos, puede añrmarse, sin ningún temor a equívoco, que los datos
corsign¡dos en la Controlaría Gereral de la República, como declaraciones juradas de bienes
y ren son información pública, pues responden claramente a la definició¡ de tal, establecida en
la pro ley, Ia cual define también a Ia misma C.G.R. como una fuente públic¡ de información,6
a quc tener acceso cualquier persona. pues estas fuentes públicas de iDfbrmación son Iibres
s, de conformidad a lo que dispone expresamente la Constitución de la República -at. 28-
v ley lamentaria.T
r ende, cualquier ciudadano, sin necesidad de justificar el interés,8 podrá acceder a dicha
n pública constituida por las declaraciones juradas de bienes y rent¡s de
onarios públicos. haciendo asi efectivo el "ejercicio del derecho al acceso a ld inforñación
ica, o través de la ioplenenloción de las ¡nodalidades, plazos, ercepcioñes y sonciones
spond¡entes, que pronuevan la ttasparencia del Eslado" (art. 1", ley 5282)
De hecho, el art. 5" inciso c de la misma ley 1969, que modificó la ley 1682/2001 de
\o 'mación de carácter privado" y qte podria invoca¡se como contrapeso a la ley 5282 de acceso
§oog nformación públíca, estableció expresamente como una excepciór a la reserva, los datos que
relevar Ia situación patrimonial de ufla persona cuando esos dafos conslen en una fuente
públi de información, como seda el ya señalado caso de las decla¡aciones de bienes y rentas
a la C.C.R.q
Í .lo Lcy 1662/0t. Q¡¡. regl¡metrt, l¡ ¡íforñ¡ción d. c¡r¡r.e. pr¡v{do. Sc prohíbc dü a publicidad o difundir dalos scnsiblss
qsc *e
explicitam.¡te ind¡,iduliTrda o iñdivid!¡liab¡c§. Sc consid.rú d¿tos sensibles los rcfeenrcs a p.nenencia
iabso e¡nicas. prcfe¡e¡¡cias politicas. e$ádo individual dc salud. conviccioncs rcligiosrs. filosóficA o momles: inlimidad sexualy.
bo general. los que fomcntcn prcjuicios y disciminaciones. o afede8 la di8¡idad. la pívacidad. la indmidad doméstica y ¡s imagen
priv a dc pcrson&§o liünili¿s.
oArt.2.o Ly A los efectos de esla ley. sc e.lende.á¡ como.
52E2. Definiciones.
l. Fu.nt.s públ¡c¡s: Son los si8úientcs orgsrismos: ...c) l-a Defensoria del Pueblo. l¡ Co r¡lorl¡ G.n!.rl d! h R.públic. y cl
§ ü§ Aa¡co C.ntml dcl Pm8uay: . . .
2. hfo¡nnció¡r pr¡blic¡: Aquella producid{, oblenid4 bajo control o cn podcr de l¿s fuentcs públlc0!, indcpendientcmcn(c de su
florñato, soponc, l-echa d. crcación. origen, clásificació¡ o procesúicn1o. salvo que se encúe¡rc establecida como secreta o d€
caáclcr rescrlado por las lcy.s.
rAr! 2'.l,ry N'ltr69. Qu! ¡nodifc¡, lmpll¡ y d.ros! vrrio§.¡tlcrlor d.l¡ Ly 16E2,2001 "Qrc r.s¡.m.nt¡ l¡ ¡trfo.m.ció¡ dc
priv¡do". Todá pcrso¡a tiene dcrccho a recolcc¡a.. elmácenar y prosesú daros p€¡soralB pala uso erriclamcntc prilado
son libr.r p¡r¡ todos. Toda peNon¡ liene derrcho al acceso a los datos que s€ §ncuentren
la Ley N' 879 del 2 de dic 1981, l¡ Lcy N"
Dl, lrnuBl
N" 1969 Q uc modili.¡. ¡rDPll. y d d. l¡ Ler" r.8l¡
daqs de g:Bón6 fisic6
enña-susabli-saciones
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M!I¡.D del1í$Él o! A!.1¿oür ú r r(,
CM r Co¡rjrd' ftrc.n S¡E
Por e¡de, en conclusió¡, debo señalar que queda clarísimo, a mi c¡iterio, que los datos
obrantes en la C.C.R., como decl¡raciones juradas de funcio¡arios públicos, que tengan
co¡tenido patrimonial y que puedan revelar el estado de la situación patrimonial de una persona que
ocupa un cargo público, constituyen información pública, asentada en una fue¡te pública y está
expÍesamerie exceptuada como i¡formación que no puede ser dada a conocer al público -art. 5" iric.
c, ley 1969-. debiendo ser, en consecuencia, accesible a Ia persona que la solicite.
En un histórico fallo, dictado por esta misma Corte Suprema de Justicia. y que marcara un
verdadero ¡umbo en todo lo referente al acceso de inJbrmación priálica, el Acuerdo y Sentencia No.
1306 del 15 de octubre de 2013, en el mismo sentido que ya viniera señalando en este voto. se ha
asentado cuanto sigue: "29. Que, de acuerdo con las disposiciones legales ya citadas, los datos
petsonales pat moniales pueden ser publicados o dífundidos cuando conslen en lqs fuertes públicas
de información. Al no haber disposición legal que defina kt que es una 'Juente pública de
información' y al estar los jueces obligados a juzgar aún en caso de silehcio, obscuridad o
insuficiencia cle las leyes (a . 6. CC) debe realizafie uka intetpretación judicia¿ " (Del voto del
ministro D¡. Antonio Fretes. Cabe citar que el citado t'allo fue dictado por unanimidad. En simila¡
sentido. en el mismo fallo. y por otros argumentos, se expidió la Ministra Dra. Bareiro de Mód¡ca).
Entiendo que Ia enume¡ación de caa.ral expuestas por la C.G.R. para plantea¡ la presente
inconstitucionalidad no constituye motivos atendibles para declarar la inconstitucionalidad de las
resoluciones judiciales atacadas, pues el contenido de las decl¡r¡ciones juradas de los
funcionarios no e¡cuadr¡ detrtro de las excepciones legales aludidas, es decir, no fueron
declaradas por ley como secretas o de carácler reservado.
Queda, con todo esto, evidenciado que los fallos j udiciales atacados de inconstitucionales. e¡
esta acción, no son tales, siendo inviable la presente acción en relación a los mismos.
Por olra parte, el argumento que señalara la acciomnte C.G.R. sobre el supuesto e¡ce.§o
cometido por la Corte Suprema de Justicia, al dictar la Acordada No. 1005 del 21 de setiembre de
2015, por la cual reglamenta la manera de canalizar los pedidos de acceso , la inform¡ciér pública
-ya que dicha reglamentación deberia ser hecha por ley- no ¡esiste un análisis serio, pues los
derechos de los ciudadanos no pueden dejar de se¡ efectivizados ni aún ante la falta de nomla que
los reglamente.
¡) cuardo csas personas hubiesen orcrSado autorización exprcs¡ y por cacrilo púa que se obleng¡n datos sobr. e1
cumplim¡en¡o dc süs obli8acioms no flclamadas judic¡alm€¡rc:
b) cuedo s. tmte de infomaciones o caliñc¿cion¿s que enlidades esl¿talcs o pri'adas d€ban publ¡ca¡ o dar á conocer en
cumpliñicnto dc disposicio¡es legales especl{icasr y.
c) cur"do conrten en l$ foeotes públ¡c¡s dé Inrorm¡.iór'.
'0 Arl. r8 de lr Conlhüc¡ón dG l¡ Repúbli.¡. Del d.r.cho. ioform¡rs.. Se ruconoce el derccho de l&\ pe6on6 s rccibn
infbmación vem¿ responsable y ecuániñc. Las nrentes públicd de inlbrmación son libres tara todos. l-¡ ley rcgulálá las
mod¿lidades. pl¿os y socioncs corespondicnles a ld mkm6. a Un de qu. ese derecho sea el¡clilo. Toda person¡ alectada por la
diñ¡sión de una inl¡rmación falsa. distoNionada o ambigus ti.nc derecho a cxigi.su recrilicación o su ac¡mción po.c¡mismo medio
y en I¿s mkm6 condicion.squc haya sido di!ül8ada sin pcrjuiciode los demás derechos compensárorios.
I Art, ¡15 Constituc¡ón de la Repúbl¡... D. lor der.chos y
8¡rártl¡s no lnun.isdos. La onunciáción dc los drrechos y garanllas
conknidos en esrá Constilxción no debe enterd.Be como neg¡ción dc otros qu.. sicndo inherentcs a la penonulidad humana no
lccrón on rNCoNsrrrucroNALrDAD
ffi§8rE'"" PRoMovtDA pon l¡ coxrnaLonil
cENERAL or I-l nrpúnrrcA EN Los
§/o.Iusrrcrn AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA C/ CoNTRALoRÍA GENERAL
DE LA RTPUBL¡CA.
Y, ante dicha omisión, la Corte Suprema de Justicia, ha señalado un camino procesal que, al
mismo tiempo, cumpla las exigencias del art.25 de la Convención Amerioana sobre Derechos
Humanos,¡2 que fuera ¡atificada poÍ nuest¡o pais mediante la Ley l/89, y que indica Ia obligación
del Estado de proveer a toda petsona vna lulela judicial ¿Íecliea a t¡avés de un trámite sencillo y
rápido, a fin de hacer viable los de¡echos fundamentales ¡econocidos por dicha Convención que. al
mismo tiempo, estiín reconocidos por nuestra propia Constitución de la República del Paraguay.
Por parte, debe dejarse constancia que la propia ley 5282 da los pa¡ámetros procesales
que debe Ia acción judicial encaminada a la obtención de la información pública (véanse los
de la citada ley), cuando esta es denegada. expresa o tácitamente, por Ia fuente pública
req rida
a señala la ley la competencia del Juez de P¡imera Instancia del lugar de su domicilio o en
su asiento la flente pública;
b) establece el plazo de sese¡ta (60) dias pa¡a pla¡tear la acción contra la denegación expresa
la:
óf\
.¡d§cl
establece la posibilidad de otorgar medidas de urgencia, por orden judicial, cuando surja
to de promoción o de otras actuaciones, a fin de amparar al ciudadano solicitante;
Alberto
alah¡t¡ut uwg
n! lll¡ü06 NIDk Dr.o§C^r YAtoovtxos
P¡ol. D
Por cnde, no es dc extrañar que Ia Acordada No. 1005. ahora atacada de inconstitucionalidad.
haya establecido claramente que cn caso de dencgación expresa o tácita de intbrmación pública. los
ciudadanos afectados deberían acudir a ¡eclamar sus derechos por la via de la acción de ¡mparo.lr
Por otra pa¡te, sostengo el citerio que la via del amp¡ro es la idónea para este tipo de
conllictos en los cuales a un ciudadano le es negada, sin razón valedera, una información, pues
constituye el camino procesal idóneo cuando no existe otra vía y están en juego derechos
constitucionales o legales, injusta e ilegitimamente desconocidos a un particular, como en este caso,
la negación ¡l ácceso ¡ la inform¡ción pública, reconocido como un derecho expreso por la
Constitución de la República (an. 28) y como un derecho huma¡o fufldamental, asi reconocido por
la misma Cone lnteramerica¡ra de Derechos Humanos.
Por ot¡a pafe, sostener, como se ha pretendido en alguna discusión de otro ámbito, que
debe¡ia tramita¡se po¡ la vía de los recursos administrativos y por la via de un proceso conte¡cioso
admi¡istrotivo es un yerro ¡otrble, ya señalado por esta Cone Suprema de Justicia, en los mismos
"conside¡andos" de la Acordada No, 1005/15. donde cla¡amente se ha señalado que dicho pr¿c¿so
contencioso administaliyo no debe considera¡se la via, en razón que la negación a proporcionar
info¡mación no es un acto administ¡ativo propiamente dicho. ')a q e ho implica un actuar da la
adrrlinistracióri en razón.le sus conpetencias " y se trala solo del incumplimiento de un yerdadero
ñandrto corstitucional que deberia ser cumplido sin necesidad de recu¡rir a vias procesales
ordinarias, entre ellas las establecidas para litigar ante los T bunales de Cuentas.
Al
respecto, en fundameoto dado por esta Corte al dictar la Acordada No. 1005, se asentó
cuanto sigue: "Que, en una resolución tomada por el Tribunal de Apelaciones en lo Ciril y
Comercial, Sala 3, especialmente rclevante por haber si¡lo resahacla en el Informe 2010 de la
Relatoríq Especial p.¡ta la Libeflad de Expresión cle la Comisión lnteramericana de la
Orgakizacióh de Es¡ados Ame conos (Capitulo lV Buenas Prácticas Judiciales en Matetia de
Acceso a la Información en América, página 313, puntos 31 y 35), se sostuvo que (...)la negotiva a
proporcionor informqción no ad.nire el conlencioso adminislrulivo: por una ra¿ón simple, el aclo
de negación de la inÍonflación to es acfo adminisbdiieo eh sehlido ptopio, ya que ao ¡mplica un
aclua¡ de la admihislrución en ¡azón de sus cornp¿tencias. Se trata tan solo del incumplimiento de
un mandoto coñstituc¡onol. Por lo demás, el derecho a la irrÍomación, como derccho
¡afidarierrtal, no lolenría, pot sa propia lndole la dilación que prucedente de un litigio
contencioso (adtflinistrotivo) (...). Ademfu, que (...) la ¡nfornac¡ón, al ser denegada ilegít¡,kamente,
tulnera per se y con carácter de inmediatez lo órbita de derechos del ¡ndiyidüo (...) (Acueño !
Sentencía Nro. 5l del 2 de mayo de 2008)." Texto sacado del "considera¡do" de la Acordada No.
1005/15 de esla Excma. Corte Suprema de Justicia. Las negrit.s son mias.
I Art. l" Acord¡d! No. 1005/2015. Erableccr que, para el caso de dene-qación cxpresa o lácila de una solicinrd de eccesq a lq
irformación lá acciór.judicial trmite según 16 re8l6 p¡evisl&s cn el ankulo 134 de la Consrilución l er el Código Procesal Civil
pd eliuiciodc arnparo.
¡r ari ¡.1¡l d.l¡ d.l! Repúbl¡cr, D.lr p¡ro. Toda p.¡snaque por ur acro uomisión, meifi$ramcrle ilegirimo d.
Coústitúció¡
una autoridad o d.
un plniculú, se considcrc lcsiorada gruvem.nte. o eD peligro inmincnle dc sc¡lo en d.rcchos o garanlla.s
lons¿gmdas €n eslá Co¡stitución o en la lcy. y que debido a la uryencia del c¿lo no pudie.á remediarse por la vla ordina¡ia. pL¡cdo
proñovcr ampdo e1e el ñagislrado coñpercnle. cl procedimienlo será bÉvc, sr¡¡nario, gratuito. y d. a.ción popular pm los caso$
preliros en l! ley. El magistrado tendrá facuhad pda salvrgu¿de el dereúho o 8úútla. o pala resablecer inmcdiatmente la
stúáció¡ju dica infrin-sida. Si se tElúa ds ona cuestiór el.croral, o relarira a oBa¡izaciones polfica¡. s6iá comp.renre lajúsric¡a
.l.ctoral. El Ampúo ro podró promolenjc cn la ramitáción dc caus júdicislcs. ¡i corrm asros de órgs¡os jr¡dici¡les. .i cn cl
p.oceso de lbnnación, sción y promul8ación de 16 leyes. lá lcy regla¡nentará cl respectivo procedimienlo- Las s.nlcncid r.caldas
.n el Ampa¡o ¡o c¡usdá¡ €stado.
,A,Conrn lcclóx or INCoNSTITUcIoNALIDAD
PRoMovtDA pon La coxruLonin
fffi*XffilSupRrue GENERAL Dr r,l ntpún¡.tcA EN Los
wzDEIusTrcrA AU'I'OS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos Lf,zcANo
FLf,cHA C/ CoNTRALoRíA GENERAL
DE LA REPUBLICA,
lsl§ I
Por endq. es absolutamente insostenible este a¡gumeoto expuesto por la C.C.R. como
de fa presente acción de inconstitucionalidad en relación a la Acordada No. 1005 y
ser deseslimado
último, debemos recordar que no corresponde ni se justifica que esta Corte Suprema
cuestiones debatidas y resueltas en otras instancias, cuando no se advieta violación de
o preceptos constitucionales.
EI¡ ese sentido, esta Co e ya se ha sostenido en varios casos anterio¡es, que la acción de
itucio¡alidad no es la vía procesal idónea para volver a revisa¡ el sentido de fal los judiciales
s expuestos en los mismos, por losjueces que entendieroo en las causas, cuando no
ninguna transgesión a principios constitucionales ni cuando la fundamentación
luce razonable, y sin que la interpretación que hicieron losjueces de Ia ley aplicable al caso
hechos expuestos y probados, aparezca como arbitraria o antojadiza.
Por ende, voto por el rechazo de la presente acción de inconstitucionalidad, con condena en
c en el orden causado, por haber merecido interpretación juridica la cuestión planleada en
m¡ voto
primer lugar, corresponde señalar que los fallos judiciales, el primero, que dispone se
ón sobre las dcclaraciones juradas de bienes y rentas de Ios l'uncionarios públicos;
Dr que lo contirma, permiten tomar operativo el principio republicano del Estado
yo en su dimensión de publicidad de lo onarios y I secuente,
responsabilidad en el ejercicio de l'unci nqs.
ür ¡l[ttlD§ 4 ( ¿lal¿r,i¡a
Alberto
Considero que toda la conducta de los funciona¡ios debe estar expuesta al público, porque
toda conducta del funcionado interesa a la ciudadania para el control de su actuación. El tüncionario
público, tal como señala Owen Fiss, vive en un "panóptico inverso" sometido a la mirada vigilante
de la sociedad tanto de su conducta pública o privada. (OWEN M. FISS. Democracia y Disenso.
-l'coria
Una de la Libetad de Expresión, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2010, pá9. 136).
Los fállos impugnados, permiten efectivizar el derecho de acceso a la inlbrmación por pane
de la ciudadania, que es un mandato constitucional consagrado en el Art. 28 de la Constitución y en
el presente caso, por el conteÍido de la información es de suma relevancia para el sistema
democrático de gobiemo porque facilita al dueño del poder politico el control de la gestión de sus
ma¡dantes.
Por consiguiente, los fallos impugnados no son inconstitucionales, sino que se adecuan a
valores de estructura del Estado paraguayo y al derecho a recibir información por todas las personas.
Por otra pafe, coffesponde señalar que co¡forme el At. 556, del Cód- P¡ocesal Civil, las
resoluciones judiciales pueden ser incomtitucionales por dos razones: I ) por si misma sea contÉria
a la Constitución; y 2) que se hallen fundada en actos normativos cont¡arios a Ia Constitución.
En el presente caso, Ios fallos impugnados, al disponer que se prcvea Ia i¡fo¡mación sobre
las declaraciones jumdas de bienes y rentas de los funcionarios, no pueden ser considerados como
contrarios a la Constitución pues se ajusta a los principios de un Estado republicano y democrático
que se consagran como principios de estructura del Eslado en el Articulo 1" de la Constitución y
además, toma operativo el derecho que tiene toda pe¡sona de recibir información que se establece en
el Art. 28 de la Constitución.
En efecto, uno de los ¿rgumenlos por el que la entidad accionante considera que las
resoluciones cuestionadas son inconstitucionales es por el supuesto fáctico de la falta de
co¡cuÍencia de los presupuestos de procedencia del amparo en los términos del An. 134 de la
Constitución.
Sin embargo, de la Iectura de los fallos surge que concurren la existeocia de los presupuestos
de procedencia del amp¿¡¡o, tales como: el acto ilegitimo consistente el Ia neg¿tiva de proveer una
información pública, la lesión al de¡echo a la información consagrado en el A¡t.28 de la
Constitucióo y la urgencia fuejustificada en los dos fallos en función al agotamiento de la instancia
administrativa.
lsls
a
Por tanto, en base a las comideracioDes que a¡¡teceden, voto por el rechazo de la presente
y por ld efectividad de Ia o¡den de publicar las declaraciones juradas de bienes y re¡tas de
los funcionarios públicos
ES M] VOTO
Tramitado el proceso, el Juzgado Penal de Ga¡antías No. 4 dictó la S.D. No. 24 de fecha 8 de
§ mayo del 2018 por la cual resolvió hacer lugar a la acción de ampa¡o constitucional promovida por
el accionante y, consecuenlemente, o¡denó a la pane accionada proveer al accionante todos los datos
requeridos por dicha vía judicial, incluyendo los ¡elativos a "sus cókyuges bajo el régimen de
comunidad ganancial de bienes, auft en caso de uniones de hecho, y de los hijos menores de los
mismos sotnet¡dos a su pat a potestad." Asimismo, po¡ A.l. No. 366 de lbcha l1 de mayo del 2018
(resolución que, en rigor, debió haber sido calificada como una sentencia delinitiva y no un auto
intcrlocutorio ) hizo lugar al recurso de aclaratoria interpuesto cont¡a la citada S.D. No.24 del 8 de
2007 (debió ser del año 2018) emplazando a la accionada para que en el plazo de quince
días al accionante la información requerida.
Inte rpuestos los recursos de apelación y nulidad contra ambas resoluciones, los autos fueron
el al Tribunal de Apelación en lo Penal de la Capital, P¡imera Sala, que. previa
5Ll iaci ón de los citados mecanismos recusivos, dictó el Acuerdo y Sentencia No. 30 de fecha
del 2018, por el cual se resolvió confirmar parcialmente las sentencias recurridas y
01,ÚrnÚd
car parcr almente el punto pri la S.D. No. 24118 v su aclaratoria No. 36 18, haciendo
luga¡ a Ia acción de amparo vida por e CI yo al Contralori de la
República proveer al de ciertos y muy e ficos ( os
activos propios y ganancial, importe to dec tos;
inmuebles; vehíc muebles; pasivos, total ; rngreso
importe total; e mensual, impone t cónyuge bajo
régimen de co ga¡anc ial de uos menores
bajo 14 patria de ónyconl lon que los datos
Dt.osc^R ¡ L.ñwX la
t)
personales del declarante podlín ser publicados dentro de los limites previstos en la Ley
No.l682/2001 y la Ley No. 5282114. Posteriormente, el Tribunal dictó el Acuerdo y Sentencia No.
32 de fecha 15 de junio del 2018 por el cual hizo lugar parcialmente al recurso de aclaratoria cont¡a
el Acuerdo y Sentencia No. 30/18 y estableció un plazo de sesenta días hábiles para el cumplimiento
de la resolución.
Pues bien: contra la Aco¡dada No, 1005 del 2l de septiembre del 2015 y contra las cuatro
resoluciones judiciales antes referidas la Contraloria General de la República promovió esta acción
de inconstitucionalidad que hoy se somete a la decisión del Plero de la Cone Suprema de Justicia.
Pues bie¡: el punto de a¡ra¡que del anrálisis judicial que se somete a esta Magistratura está
dado por el aficulo 137 de la Constitución que incorpora al ordenamiento positivo. conjerarquia de
primer rango, dos principios fundamentales: el principio de sr.rpremacla constitucional y el principio
de prelación de las leyes, firndándose este último en el primero, razón por la cual todos los ¡rarados
intemacionales, las leyes del Congreso y demás disposiciones jurídicas de inferior jerarquia deben
halla¡se en cohe¡encia con las cláusulas constitucionales. Esta es la razón por la cual la última parte
de la disposición constitucional dicel. "Carecen de wlidez las disposiciofies o actos de autoridad
opueslos a lo establecido en esld Constitucióh".
Las Acordadas que dicta Ia Cone Suprema de Justicia son instrumentos nornativos,
consecuencia de actos de autoridad, que contienen disposiciones que, como tales, integran el
ordenamiento positivo, por lo que, al igual que cualquier otra disposición o norma juridica, se
encuentrair sujetas tañbién a los principios de suptemacia constitucional y de prelación de las leyes
debiendo sus noÍnas ser coherentes con disposiciones superiores contenidas en las leyes, en los
tratados y, por supuesto, en la propia Constitución Nacional. Es por ello por lo que a ñn de
determina¡ si la Acordada qr-:e es objeto de impugnación es o no inconstitucional resulta necesa¡io
precisar, en primer término, la naturaleza de dicho instrumento noÍnativo y, por ende, la
competencia de la Corte Suprema de Justicia en tales pro[urciamier¡tos.
Por definición las Acordadas son instn¡mentos p¡oducto de actos norñativos de orden
adm¡nislrativo que contienen disposiciones generales que dicta la Cote Suprema de Justicia para
reglamentar la actividad tribunalicia y, consiguientemente, para afianza¡ el servicio dejusticia en el
Estado Derecho. En efecto, según el DÍCCIONARIO DE CIENCIAS JURIDICAS, POLITICAS Y
SOCIALES, de Manuel Osorio (Ed. Heliasta, 2001), la Acordada es la "Resolución de carácter
admihistrativo y generol que clictan las cortes )t tribunales supremos de jurticia en uso de sus
.facultades de superin¡endencia ) dentto de los límites de su jurisdicción, pora regular sus propias
actitidqdes y las de todos los organismos judiciales que de ellos dependen '.
,A,Cotrn
lffi*l$'lSupnrml
AcclóN DE rNCoNsrtrucIoNALIDAD
PRoMovrDA PoR LA coNTRALoRiA
GENERAL m Ll nrpúgl,lcA EN Los
w9/".fusrrcrA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEzCANo
FLECHA c/ coxrn-lloúl GENERAL
DE LA REPUBLICA.
Pe¡o, todas estas medidas, disposiciones o determi¡aciones solamente pueden tener validez
ativa cuando el acto nomativo y su producto -las disposiciones o no¡mas puestas en vigencia-
consecuencia del ejercicio normativo en el marco de la competencia legal.
En este punto es esencial tene¡ en cuenta que la conducta jurídicamente regulada solamente
permitida o prohibida. Desde el punto de visla de la cohe¡encia del sistema, y del
is del elemento semiintico o proposicional de las normas, la conducta juridicamente regulada
puede -fácticamente sí, pero lógicamente no- estar permitida y p.ohibida al mismo tiempo y en el
I¡ sentido. Es por ello precisamente por lo que una fórmula axiomática muy estudiada por la
a def Derecho es el principio de prohibición por el cual se afirma que está juridicamente
ibí¡lo todo aquello que ko está jurídicdthente permitido. El principio de prohibición es,
cl te, una construcción teórica, una ve¡dad de ¡azón al decir de Leibniz, pero cuando se
ltl al orden jurídico positivo con rango constitucional, se convierte en el principio de
legalidad, es decir, en una norma cuyo sujeto pasivo son las personas del Derecho Público.
rt ltlr(lDl\ AI
Et( DR.
PAnA u*", g,l,wfu
,/
lo que dispone la norma superior. la norma así dictada podría ser, o bien directamenre incompatible
con la Constitución, o bien incompatible con una ley en cuyo caso, al marginarse el principio de
prelación, seria igualmente incompatible con la ley fundamental de la República. En ambos casos se
estaria conñgura¡do la inconstitucionalidad.
En el caso en estudio, la Acordada No. 1005 del 21 de septiembre del 2015 establece
textualme¡te cuanto sigue:
"AtL l')Establecq que para el caso de denegación expresa o tácita de uno solicitud de
acceso a la información la acciónjüdicial tamíte según las reglas previstas en el artículo 131 de la
Conslitución y ek el Código Procesal Civil para el juicio de amparo.
AtL 2") Eslablecet que, para el coso de cuolquier otro incumplim¡ento de una repartición
pública con relación a las obligaciones previstq;¡ en la Ley 5282/14 q e no caiga dentro de lo
preústo eh el Art. I de esta Acotdada, la acc¡ó judicidl ¡runite pot las reglas del procedimiento
suthorio pre\)isto eh el artículo ó83 del Código Prccesql Ciril.
Att. 3") Establecer que para defermítw los jueces que sean competentes para entender en
las accio es plevislas en los a iculos I y 2 de la prcsekle Acordatla se deben aplicar las reglas
pre|istas en el art- 23 de la Ley 5282/1.1 y. en su cctso, las de los instumentos internocionales que
rigen la creación y el .fuhcionamiento de ciertas enlidades públícas '.
Como puede adve¡tirse, la Acordada No. 1005/15 flo contiene precisamenle nornas
orientadas a organizar la actividad tribunalicia, ni ejercer la superintendencia para control¿¡r
intemaaente la actividad füncional de los Magistrados, abogados y funcionarios, sea¡ estos últimos
judiciales o administrativos. La Acordada 1005/15 contiene reglas de diverso orden para atender las
acciones que se promueven con motivo de incumplimiento a la ley de acceso a la info¡mación
pública determinando, en el árticulo primero, que en caso de denegación expresa o tácita el afectado
debe promover la acción judicial de acuerdo con las reglas previstas en el adiculo 134 de la
Constitución (que son reglas sustantivas) y también en el Código Procesal Civil para eljuicio de
amparo (reglas procesales) y, en el articulo segundo, que en caso de cualquier otro incumplimie¡to
la acciónjudicial deberá tralsitar por el procedimiento legislado para eljuicio sumario en el alículo
683 del CPC (también reglas procesales). Pero, a criterio de esta Magistmtura, ni la Conslitución ni
la ley orgánica otorgan competencia a la Cone Suprema de Justicia para establecer por Acordada
reglas de competencia o reglas procesales. Esa competencia cor¡esponde exclusivamente a la ley
formal emanada del Pode¡ Legislativo.
Es verdad, como dice la Acordada, que la Ley No. 528211,4 ¡o contiene reglas procesales
porque oo ha establecido el procedimiento que debe ser seguido para tramitar la acción judicial
cuando la autoidad requerida niega la información solicitada. En efecto. el articulo 23 de la citada
ley sólo estabfece que "r, caso ¡le dehegacíók expresa o ¡ácita de una solicitud de acceso o la
inforrnución o de ardlquid otrc irtcufiplimiento de u1a rcpaúición pública con relación a lqs
obligaciokes prcústas en la ptesenle ley. el solicitante, haya o no interpuesto el recurso ¿le
reconsideración, podrá, a su elección, acudír dnte cualquiet juez de Primera Instancid con
jurisdicción en el lugur de su domicílio o en donde lenga su asiento lafuente pública".
Pero, la ausencia de reglas procesales en dicha ley no significa que el interesado carezca de
un vehlculo procesal para hace¡ efectivo su derecho porque, en tal supuesto, debe t¡ansitarse, en
principio, por el procedimiento legislado para eljuicio ordinario. de acuerdo con lo que establece el
,AConrn
lffi*}H)Supmru,q.
AccróN DE rNCoNsrlrucIoNALrDAD
PRoMovtDA PoR LA coNTR{LoRiA
LA REPÚIBLICA EN Los
GENERAL DE
wry".JusrrcrA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA C/ coNTRALoRiA GENERAL
DE LA Rf,PUBLICA.
l$s
p.207, del CPC, que dice; "Las conlíendas judíciales que no tengak estqblecido uh
ienlo especidl, se tramitarán conÍorme a las normas del proceso de conocimienlo
ordínario", o bie¡, en su caso, por las reglas del mismo proceso sumario teniendo en cuenta que el
artículo 683, del CPC, dispone expresamente que debe acudilse a dicho procedimiento cuando'?o¡
la naturaleza de la cuestiók rcsuhare eyideñte que deba iamitarse de ese modo", como ocurre con
la mate¡ia relacionada con el derecho a la info¡mación. Por oha parte, si la intención era -como
efectivamente lo ha sido- establece¡ un procedimiento ágil y especíñco para esta clase de acciones
dada la relevancia de los derechos subjetivos en juego, podia haborse remitido al Congreso un
proyecto de ley con carácter oficial co¡forme la facultad colegislativa que la Constitución otorga a
la Co¡te Suprema de Justicia en el an. 203,
Cabe aclanr que estos fundamentos no significar acoger el argumento del accionante, quien
que la Acordada 1005/15 viola el aficulo 13l de la Constitución. Ello no es asi por cuanto
ción constitucional no dice ¡elación con la acción prevista en el aficulo 23 de Ia
14, sino con la reglamentación de las garantias constitucionales, refiriéndose
a la inconstitucionalidad, al amparo, al habeas corpus y al habeas data, figuras por
eto distintas a la acción legislada para hacer efectivo el derecho a la información pública- La
que es objeto de a¡álisis no viola el artículo 131 constitucional: pero si se estima, por las
tazo antes enunciadas, que lo consulta las reglas de competencia que son propias para el
di de tal acto normativo.
En efecto, el afículo 550 del Código Procesal Civil establece que "Toda persona lesionada
en sus legilín1os derechos por leyes, decretos, u orde municipqle ¡ones u olros actos
ivos que infiihjqn eh su aplicación, I tptos o C tendri
de promoter ante la Corte dei
establecido por las d¡. ccc amenle el
que legitima acción de tuci esl lcs o agrav quc
l,^r haber sufiido
derechos o
presunto
ias indivi
r Ia
Ibsi
a atacada
o perJ
ma lmproc ed a la acoión así i tada erl tam¡ent
seriaab,yrcy,o arente de util un dica.
alb
ftlt¡l¡i'
r¡ ftto¡É llail,uig¡
lÑ¡¿ o F
MÉtüo od ^!d¡5¡6 '
C¡¡idtl!Ílr
ati v 'Uol¿¡nt
D¡. osc^x A
v^¿DOylIO§
I
En la especie, el impugnante no ha logrado evidenciar cuál es, concretamente. la lesión que
le ha provocado la Aco¡dada No. 1005i2015 y no lo ha hecho porque, en rigor. no existe daño
alguno o lesión. No hay lesión directa porque la Aco¡dada no contiene ninguna disposición que
afecte sus derechos subjetivos. Tampoco existe lesión indirecta porque auíque se sostenga que Ia
Acordada ha permitido a la parte hoy accionada a promover la acción judicial que previene el
articulo 23 de la Ley No. 5282/14, sobre las declaraciones juadas de bienes y rentas, que ha sido
resuelta en Primera y Segunda Instalcias, en realidad no ha sido necesa¡iamente asi porque, como se
ha sostenido con anterioridad, aunque no se hubiera dictado la Acordada. dicha acción judicial
hubiera podido ser p¡omovida, tramitada y rcsuclta igualmente por la via del juicio ordinario, o, en
su caso, por la del procedimiento sumario, todo ello sin perjuicio de considerar que, confbrme lo
estatuye el afículo 45 de la Constitución, "La fulta de le¡' reglamentaria no podr'á ser invocada
para iegar ni paru merroscabar olgún derecho o garan¡ia", disposición que hubiera permitido a
los órganos judiciales arbitrar el procedimiento conforme principios procesales básicos, entre ellos
los principios de bilate¡alidad o contradicción procesal, de defe¡sa, de congruencia, de igualdad, el
principio dispositivo, entre otros.
Es por estas razones por las cuales esta Magi$ratura entiende que la pa¡te accionante no ha
sufiido lesión alguna por pane de la Acordada impugnada, ni directa ni indirecta. Así, pues, la
ausencia de lesión concreta eri este caso particular toma imp¡ocedente la acció¡ de
inconstitucionalidad promovida por la Contnloria Oeneral de la República contra la Acordada No.
1005/15 que, por las razones expresadas, debe ser desestimada como tal.
En cuanto concieme a ¡as resoluciones judiciales, el impugnante sostiene que las mismas
son inconstitucionales por los fundamentos que pueden sintetizarse en los siguientes a¡gumentos:
2) Porque el ampa¡o no es la vía para acceder a las decla¡aciones juradas debido a que para
ello debe aplicarse el artículo 3, inc.5, de la Ley No.5033/13, antes citado, que reglamenta el
a¡ticulo 104 de la Constitución autorizando a la Contraloria a suminisra¡ los datos correspondientes
a t¡avés de los órganos jurisdiccionales, todo lo cual dice- pone en evidencia que existe una ley
especial, diferente de la Ley No. 5282114 qte es de caráctcr general y que debe ser aplicada a las
demás situaciones que no tengan tratamiento especial. como es el caso de las decla¡aciones ju¡adas.
En este sentido, invoca lo dispuesto en el artículo 7 del C.C. que dice: " Las disposiciones especiales
AcctóN DE rNCoNsrrrucroNALfDAD
ffir§r"r$t"" PRoMovtDA pon u co¡ltneLoRi¡
cENERAL nr l,l
nnpúar,rcA EN Los
§p,,|usrlcla. AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
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l§t$
o las generalet, ni eslqs q qquella§, salvo que se reJieran a la misma materia pant
sih efecto, explicita o implicilamenle... "
3) Porque, además, no concluren los presupuestos del amparo. Sostiene que no hay omisión
maniñestamente ilegitima porque nunca la Contraloria recibió orde¡ judicial ordenando dar a
conocer los datos que se reclaman en este proceso y que tampoco co[curre el requisito de la
urgencia.
Por todo ello -<oncluye- los fallos atacados de inconstitucionalidad üolan tres aficulos
constitucionales: el aficulo 137 (sobre la prclación de las leyes), el articulo 17 (sobre los derechos
procesales) y el art. 25ó (sobre el deber de dicta¡ sentencia f'undada en la Constitución y las leyes).
Asimismo, dice, los cirados fallos violan también el a¡ículo 7 del Código Civil que (legisla sobre la
relación e influencia reciproca ent¡e leyes generales y especiales) y el aniculo 15, incisos "b", "c" y
"d", del Código P¡ocesal Civil (que, respectivamente, aluden al deber de fundamentación de la
sentenciajudicial, al deber de ¡esolver siempre según la ley, y al deber de congruencia).
por ello por lo que una sentencia judicial puede ser equivocada desde el punto de vista
-§
juridicoJegal, pero no ser inconstirucional si se halla suficientemente fifidada en una ley a través de
un razonamie¡to lógico y congn¡ente que sustente la validez del pensamiento del órgano
jurisdiccional y de sus p¡onunciamientos.
Es verdad que la ley invocada por la Contraloría General de la República determina que las
declaraciones juradas de bienes y rentas deben contenet "...1o a tor¡zacióñ erpresa e irrevocahle
del declarakte que faculte d la Contraloría de la República, a trcús de los ótganot
jutísd¡ccíokales, a dar a con¡¡cer los dalos contenidos en su declaración jurada de bienes y rentas,
oct¡tos y pasiros, conforme al procedimien¡o a ser establecido por la misma en la reglamentación
.
corre spondiente " Pero, al respecto, cabe señalar que esta Magistratua entiende que dicha
disposición se encuentra derogada tácitamente por la Ley No. 5282/14, reglamentada por el Decreto
No. 4064/15, de acuerdo con lo que dispone el atículo 7 del C.C.
La citada disposición establece textualmente: "Las leyes no pueden ser derogadas en todo o
e pa e, sino por otras leyes- La! disposiciones especíales no derogan a los generoles, ni estas a
aquellas, salvo que se reJierun a la mísma materia para dejarla sin efecto, explicito o
implícitamente... ".
El a¡ticulo 7 del C.C. no hace sino legislar sobre la solución legal que debe ser aplicada al
caso concreto cuando entre dos disposiciones juridicas -una general y otra especial- existe un
conflicto no¡mativo, una incompatibilidad o, al decir del filósofo del Derecho No¡be¡o Bobbio, uria
contradicción de orden lógico, lo que este autor denomina contradicción total - parcial. Por ello, es
importantísimo dejar en claro que no es co¡recto sostener de forma categórica que siempre la ley
especial p¡evalece sobre la ley general. El término "salvo " que usa la ley hace posible el afgumento
"a contrario sensu" que recae sobre el elemento semii¡tico de la ley, lo cual, a su vez, permite
at buir al rexto legal el siguiente significado: "Las disposiciones especiales derogan a las generules
y estas a aquellas cuando se rcieren u la mísmq matetis patq dejarla sin efecto erplícita o
ímplícitomente". Esta interp¡etación pone en clara evidencia que ambos tipos de leyes pueden
deroga$e entre si, si concu¡re la condición establecida en el a¡tículo 7 que se analiza: que una de las
leyes, o bien la especial. o bien la ge¡eral -siempre posterior a la otra- regule la misma materia
regulada en la ley anterior, entendiéndose pot "rkat¿ria" todo lo regulado por la norma en cuestión
(tratii,ndose de normas de conducta: los ámbitos personal, material, temporal y espacial, sin perjuicio
del contenido de las deñniciones, declaraciones, normas de organizaciófL de competencia, reglas de
interpreración. procesales. de fines. etc. ).
Pues bien, se estima que ef¡ el caso en estudio existe una incompatibilidad total-parcial entre
la norma contenida en el artículo 3, inc. 5, de la Ley No. 5033/13. invocada por el accionante, y el
sistema de normas que legisla Ia Ley No. 5282114. y como dichas leyes no son coetrineas, sino que
han entrado en vigencia en distinto tiempo, la ley posterior (No. 5282/14) deroga implícitamente a la
a¡terior (No, 5033/13, art. 3, inc. 5).
En efecto, por una pane, debe tenerse muy en cuenta que el aniculo 3, inc. 5, de la Ley No.
5033/13 no prohibe a la Contraloria General de la República dar a co¡ocer los datos contenidos en
las decla¡aciones juradas de bienes y rentas que presenta el declarante. Lo que básicamente
determina dicha disposición legal es un procedimiento para ello puesto que. según la ley. el
declarante debe auto¡izar expresa e irrevocablemente a dicho organismo constitucional tácultándolo
para que, a través de los órganos j urisdiccionales, dé a conocer el contenido de la declaración jurada
de acuerdo con un procedimienlo que la propia Contraloría ha reglamentado en el aniculo 9 de la
Resolución No. 1003/13 eo térmioos similares.
Pero. por otra parte, la Ley No. 5282/14. que es ley posterior, contiene un sistema de normas
que debe¡ ser interpretadas armónicamente en relación a la máteria que es objeto de tratamiento y
que conducen a la conclusió. de que las declaraciones juradas de bienes y rentas deben ser dadas a
conocer por la Contraloria General de la República de acuerdo con otro procedimiento legal, distiflto
del anterior. En este punto deben lenerse en cuenta dos e)$¡emos:
A,Conrr
lffi*§lSupn¡rvr¡.
ecclóx oe lNcoNsrtrucroNALrDAI)
PRoMovtDA PoR LA coNTRALoRiA
cENERAL on Ln nrpúsI,¡cA EN Los
wrfflusrrcrA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEÑoR JUAN CARLoS LEzcANo
FLECHA c/ coNTRALoRiA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
$ls
fa Contraloria Ceneral de la República está calificada legalmente como "rttenle
2) Que ef concepto de "infornación pública " que deñne la ley posterior es un concepto
genérico que enwelve o engloba a diversos conceptos específicos, entre los cuales se encuentra el
concepto de 'maniJbstación jurada de bienes y rentas", por dos razones: a) porque rlo se encuentra
calificada como secreta o reservada por las leyes y b) porque, de acuerdo con lo dispuesto en el
artículo 5 de la Ley No. 168212001, modiñcado por la Ley No. 1969/2002, Ios datos de personas
fisicas que revelen o estimen su situación patrimonial pueden ser publicados o difundidos "c¡¡ardo
n las fuentes públicas de información". Es por ello por lo que puede afirmarse con validez
lógica q toda manifestación jurada de bienes y rentas constituye una información pública, pero no
puede válidamente la afirmación en sentido inverso.
¡. f, Ít!Á ¡uorcuilqt^Lllx[
.á_. ui0 ll,larl n
El análisis que antecede puede plasmarse y evidencia$e con entera claridad en los siguientes
enunciados interpretativos:
E2) De acuerdo con lo dispuesto en los aficulos 2, inc.2 y l2l22, de la Ley No. 5282114,|a
fuente pública está obligada a entregar la información pública requerida en el plazo legal, conforme
el procedimiento previsto en dichas disposiciones, salvo que ella haya sido establecida como secreta
o rese ada en forma expresa por la ley, sin perjuicio del de¡echo del interesado de promover la
acciónjudicial prevista en el artículo 23 de dicha ley.
E2') De acuerdo con lo dispuesto en los artículos 2. inc. 2 y 12122, de la Ley No.5282/14,\a
Contraloría Gene¡al de Ia República está obligada a entregar Ia información pública requerida y
contenida en las decla¡aciones juradas de bienes y rentas de los declara¡tes en el plazo legal,
conforme el procedimiento dispuesto en las citadas disposiciones, sin perjuicio del derecho del
interesado de proñover la acciónjudicial prevista en el articulo 23 de la dicha ley.
Como puede observarse con claridad, existe una incompatibilidad enfte los enunciados El y
f,2'por cuanto que no es posible admitir que la Co¡tralo¡ia General de la República se elcuentre
obligada a dar a conocer las decla¡aciones de bienes y rentas de los decla¡anles a través de dos
procedimientos distintos: uno especifico, reglamentado por la CoDt¡alo¡ia con base en Ia Ley No.
5033/13 y otro genérico, establecido en los articulos 12/21 de la Ley No. 5282/14. O bien uno, o
bien el otro, pero no ambos procedimientos simultánea o indistintamente porque tampoco son
complementarios, sino incompatibles y recíprocañente exciuyentes. Esta incompatibilidad pone de
manitiesto que entre las normas juridicas a¡alizadas exi$e un confliclo normativo del tipo total-
parcial y como la Ley general No. 5282114 es ley posterio¡ y el concepto ge¡érico de "informacíón
pública" contiene al concepto especifico de "declaración jurada de bienes y rentas". que resulta
subsumido en aquel, todo esto signiñca, ni más ni menos, que la ley general y la ley especial que se
analizan regulan la misma mate¡ia por lo que, de acuerdo con lo dispuesto en el a¡tículo 7 del
Código Civil, las disposiciones de la ley general, en particular los articulos l2l22, han derogado
implícitamente lo dispuesto en el aniculo 3, inciso 5, de la Ley No. 5033/13, que invoca la parte
accionanle en defensa de sus derechos.
No pasa desapercibido a esta Magistratura que en febrero del año 2020 ha entado en
vigencia la Ley No. 6355 cuyo articulo l, al modifica¡ el aÍículo 3. inciso 5, de la Ley No.
5033/13, lo ha reproducido --como inciso 4- en té¡minos casi idénticos a excepción del último
CoRTE ACCTÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD
SUPREMA PROMOVIDA POR LA CONTRALORíA
DEJUSTICIA GENERAL DE LA REPÚBLTCA EN LOS
AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOI'IDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCA}ÍO
FLECHA C/ CONTRALOÚA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
1$§
.que d ice: "...coníorme al procedimiento a ser establecido por la misma en la
correspondiente ", operándose en la actualidad un cambio en e¡ sistema normativo
relativo a la materia que es objeto de tratamiento.
Pero, al ¡especto, es necesa¡io aclarar que esta última ley ¡o resulta aplicable al caso €n
opo ue por el principio constitucional de inetroactividad (a¡t. 14, CN) no puede tener
de hechos cumplidos con anterioridad a su entrada en vigencia. La presenle causa
ionalidad, que se radicó en fecha 2 de julio del 2018 y se tuvo por i
ciada por A.l
N 1637 de fechal8 de julio del 2018, debe resolverse aplicando Ia no¡mativa que estaba en
se trabó la litis en el juicio de amparo constitucional y se dictaron las sentencias
l icial impugnadas, es decir, la contenida en la Ley No. 5282/14, su reglamentación No. 4064/15
¡s concordantes aplicables
cuanto al a¡gumento del impugnalte de que el amparo no es la via adecuada para acceder
declaraciones juradas de bienes y rentas, s€ estima que el cuestionamiento es correcto por
to como ya se dijo con ante oridad, el procedimiento para acceder a las declarac¡or¡es
de manifestaciones de bienes y rentas de los declarantes se encuentra establecido en los
os 1,2D2 de la Ley 5282/14, sin perjuicio del de¡echo del interesado de promover la acción
judi ial que legisla el afículo 23 de la misma ley que, por lo demiis, contempla en su alículo 25 la
pos¡ idad de que el Juez de Ia causa pueda decretar, a su crilerio, las medidas de urgencia "qae
c dieren en amparo del derecho o libertad presufilatfieñle hegados o menoscabados". Desde
nto en que la ley contempla u¡a via idónea para la defensa de los derechos subjetivos -con
urgencia incluida- el ampa¡o, que es una figura residual y especial, queda clausurado
puesto q de acue¡do con lo dispuesto en el articulo 134 de la Constitución. uno de los requisitos
para la procedencia del amparo consiste en que el acto lesivo no pueda ser impugnado por vias
-c="
a ordinarias, entendiéndose por tales las que hao sido legisladas idóneamente para el efecto
En rigor, colfo¡me el principio iura novit cufioe,lo q:J,e Ia pa¡te accionada en este p¡oceso
de inconstitucionalidad promovió en sede penal no fue realmente unjuicio de amparo constitucional
los presupuestos del articulo 134 st ysure en el CPC, sino la
o. accl jr"rdicial prevista cn el ulo 23 la Ley o:528211 lnvo expres por dicho
an1e. La c a de que J lha la
el citado aniculo de Ja C N .l q aplicado arti de la
No 5/15 que remite a ral to
no puede ser conceptuado ue, como ya se d uo.
citada ada no es inconstitucional Y, se ue se reduce a
criteri nlerpfetat ivo del JUn esla mate a. no vrsoS
Slmón
i. f!tLl0$
L
civ¡ r qINIH! DR.o§c^x^ucutfo v,r¿ooytIOS
'i,il:n:n
¡
De las consideraciones que ha¡ sido expresadas puede concluirse que las sentencias
judiciales impugnadas han sido pronunciadas sobre la base de criterios interprctativos sustentados en
argumentos razonables, no pudiendo entenderse que el discurso judicial resulte viciado por
dogmatismos, añrmaciones gmtuitas, o ilógicas. No hay violación del principio de prelación por
parte de los órganos juzgadorcs, como lo sostiene la parte accionante, puesto que al aplicarse las
disposiciones contenidas en la Ley No. 5282114 se ha dado cumplimiento a lo dispuesto en el
atículo 137 constitucional. Tampoco ha habido violación del a¡ticulo l7 de la Constitución porque
esta disposición legisla sobre los derechos procesales relativos al fuero penal, o de cualquier otro del
cual pueda derivarse pena o sanción, que no es el tipo de proceso que se radicó y se resolvió ante los
Juzgadores de Primera y Segunda lnstancias. Tampoco puede considerarse que losjuzgadores de las
instancias inferiores han violado el articulo 256 de la Constitución, que impone a los jueces el deber
de dictar sentencias fundadas en la misma Constitución y en la ley, porque, salvo el vicio al cual se
aludirá más adela¡te, las sentencias han sido convenientenente fundadas en normas jurídicas por los
órganos juzgadores que, como se dijo, basaron las decisiones en criterios interpretativos y
argumentos razonablcs expresados a través de un razonamie¡to que no tiene vicios de lógica.
Obviamente, tampoco se adviefe violación del articulo 7 del C.C., sino todo lo contrario.
Ahora bien: esta Magistratura sí advierte que las sentencias impugnadas. tanto en la
fundamentación como en la parte dispositiva, han quebrantado parcialmente el principio de
congruencia en virtud del cual los órganos judiciales solamente pueden analizar y conceder, o
desestimar, en su caso, lo que ha sido objero de petición, sin conceder lo que no se pidió o más de lo
que ha sido objeto de petición. En la especie, se ha incunido específicamente en una incongruencia
del tipo ultapelila por cuanto que se ha otorgado más de lo que ha sido objeto de petición por parte
del accionarite del amparo constitucional.
En efecto, de la lectura del escrito inicial presentado en Primera Instancia surge que el actor
solicitó expresamente qüe Ia Contraloría General de la República le provea de la información
contenida en las decla¡aciorcs de bienes y rentas de diversas autoridades públicas que hayan
ocupado cargos entre los años 1998 y 2017, especificando puntualmente los cargos públicos de
manera taxativa y limitativa. Ninguna otra decla¡ación de bienes y rentas ha sido solicitada. Sin
embargo, el Juzgado de Primera Instancia resolvió que, además de lo peticionado por el accionante.
la Contralo¡ia General de la República debe proveer al mismo también la informacióo relativa a
"sus cónyuges (de los declarantes) áajo el ñgimek de comüni.lad ganancial de bienes, auh e caso
de uniones de hecho, y de los hijos menores de los misños sometidos a su patría potestod-.. ". A s\t
vez, el Tribunal de Apelación resolvió lo mismo en el sentido de incluir e¡ la decisión datos
relacionados con los cónyuges de los declarantes, bajo el régimen de comunidad ganancial de
bienes, y también respecto de los hijos menores bajo la patria potestad. Ninguno de estos datos ha
sido solicitado por el accionante, razón por la cual. al ser otorgados sin pedimento de parte. se ha
infringido, como se dijo, el principio de congruencia (concesión en exceso), vicio que impona
arbitrariedad de los respectivos pronunciamientos. Es por tales razones por las cuales la acción de
inconstitucionalidad debe prosperar parcialmente en relación a los pronunciamientos calificados de
incongruentes ultrapetita.
Asi, pues, el efecto juridico de todo lo que ha sido sostenido precedentemente en esta
t'undanentación es que la Contralorla Gene¡al de la República, en cumplimiento de los lállos
impugnados en esta acción de ir¡constitucionalidad salvo en la pane que debe ser declarada
inconstitucional- debe p¡oveer al accionante del an]paro constitucional la información solicitada. que
no es secreta ni sujeta a reserva legal. conforme los términos legales. Que no se diga que las
decisiones .jud lciales quebra[tan el derecho constitucio¡al a la intimidad personal por cuanto que tal
derecho subjetivo dice relación única y exclusivamente con datos privados que no interesa¡ a la
sociedad civil y política. Pero, tratándose de funcio¡a¡ios o servidores del Estado, cuyos salarios
provienen del erario público sustentado con los tributos. la sociedad tiene indiscutible interés en
conoce¡ los datos relacionados con el patrimonio de los mismos, tanto al ingresar a la función
pública como al reti¡arse de ella, puesto que tal conocimiento resulta necesario pa¡a el control
ciudadano y el combate a la comtpción y el enriquecimiento indebido. Una cosa es la intimidad y la
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD
ffi§8'ffiI*" PROMOVIDA POR LA CONTRALORÍA
GENERAL DE LA REPÚBLICA EN LOS
wzDEJusTrcrA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCANO
FLECHA C/ CONTRALOÚA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
1§1§
de las personas del Derecho P¡ivado y ot¡a cosa es la vida privada de los agentes del
Público que resulta limitada precisanente por su condició¡ de servidores públicos. Por lo
¡is, tampoco se pretende con la acción de amparo conocer de estos últimos datos sensibles,
como, por ejemplo, su estado de salud, las enfemedades que padece, su orientación sexual, criterios
ideológicos, entre otros.
ASMTO.
OPINIÓN DEL SEÑOR MI EUGENIO ZRO
Sosuvo que los magistrados inferiores intingiero¡ el orden juridico al basar sus
resoluciones en la Acordada 1005/15 -también impugnada- sin tener en cuenta la legislación
especial aplicable: la Ley 5033/13 que reglamenta el a¡ículo 104 de la Constitución. En ese sentido,
a¡gumentó que dicha ley tie¡e carácter prevaleciente dentro de nuestro orde¡amiento jurídico, por
ser um ley especial que reglanrenta las declaraciones jumdas. Alegó que la Ley 5282114 de acceso a
la información pública, de carácter general, no resulta aplicable al caso concrcto. Expresó que las
sentencias dictadas en el añparo son arbitra¡ias al o¡dena¡ a la Contralo¡ia General de la República a
proporcionar declaraciones juradas sin autorización previa de los órganos jurisdicciona¡es. Atacó la
fundamentación de los fallos y sostuvo que se basan solamente en la voluntad de los jueces. Agregó
que la garantia conslitucional del amparo debió ser rechazada porque no se encuentran configurados
los requisitos para su procedencia (An. 134 CR).
Po¡ su pafe, Juan Carlos Lezcano Flech4 por derecho propio y bajo patrocinio del Abogado
Ezequiel Francisco Santagada, contestó el traslado de la presente acción de inconstitucionalidad en
los téminos del escrito obrante a fs. 75199.
Manifestó que las resoluciones impugnadas lueron juzgadas coÍecttunente por los órganos
infe¡iores. P¡imeramente. camcterizó el tipo de información solicitada en eljuicio de amparo. En
este sentido, explicó que no solicitó el acceso a la intbrmación personal de ningún funcionario sino
únicamente información de fuente pública que no está alcanzada por una calificación o
determinación legal de secrelo o reserva. Argumentó que las declaraciones juradas no contienen
inlbrmaciones sensibles, o amparadas por el secreto bancario, por ello, no puede considerarse qüe
existe una violación al patrimonio documental de las personas. En cuanto al argumento del
accionante referente a la ioaplicabilidad de la ley general de acceso a la info¡mación pública (Ley
5282/14), manifestó que dicha apreciación ca¡ece de sustento argumentativo, ya que el marco
normativo para dar -o no- la i¡lo¡mació¡ requerida no se limita a lo dispuesto por la Ley 5033/13,
sino que se complementa con lo dispuesto por la Ley 5282/14, el art. 28 de la Constitución. y con las
convenciones intemacionales que rigen la materia. En otras palabras, concluyó que las normas de las
leyes 5033/13 y 5282/14 no se excluyen mutuamente, sino que se arnonizan y complementan entre
si. Explicó que, en virtud a la Ley 5282114, los terceros pueden solicitar acceso a las decla¡aciones
,A,Conrr lccróN or rNCoNsr¡TUctoNALTDAD
fffi*'§H)SupRrue PRoMovtDA PoR LA coNTRALoRÍA
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§/o,lusrtcla' AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ coxru¡-onÍl GENERAL
DE LA REPIIBLICA.
1$§
con las limitaciones establecidas en los ámbitos de ¡eserva de ot¡as leyes (por expreso
del aIt. 22 de la citada ley). Manifestó que ninguna ley establece de forma expresa que la
información conlenida en las decla¡aciones juradas sea reservada o secreta, por lo que tales
declaraciones deben coosiderarce públicas según los términos de laLey 52821l.4.
vista a la ma¡era en que ha sido pla¡¡teada la cuestión, incumbe considerar -en primer
orden- marco nomativo que resulta aplicable: en paficular, los supuestos que autorizan a privar
de vali a un pronunciarniento judicial por contraveni¡ éste la norma constitucional. En ese
I ar. 260 núm. 2 de la Constitución contempla la posibilidad de que la acción de
nstitucionalidad sea promovida a los fines de atacar aquellas resoluciones judiciales que
,§ conharía¡ el orden constitucional. Esta premisa gene¡al es precisada en mayor detalle por el art. 556
del Código Procesal Civil, el cual estipula que la acción puede ser planteada contra aquellas
resoluciones que por sí mismas sear¡ violatorias de I Constitución (l nconslitL¡cio nalidad directa); o
contra aquéllas que se ñ¡nder en un acto tucionalidad indirecta)
-l Dt.
;'ütó
f TIIBA XI'¡ITER vvuwo
v
lral. Dro ¡r. Ca 0.
El segundo supuesto, también conocido como inconstitucionalidad indirecta, se presenta
cuando la resolución viola alguna no¡ma, de¡echo, o garantía constitucional por fundarse en un
instrumento normativo inconstitucionali en este caso: se ataca la norma en la que se fimda la
decisión. y no Ia sentencia misma.
Cienamente, el art. 562 del Código Procesal Civil establece la imposibilidad de interponer la
acción -fundada en inconstitucionalidad indirecta- si no se hubiese opuesto la excepción establecida
en el an.538 del mismo cuerpo legal. La norma sanciona la inacción del litigante con la pérdida de
la opo¡tunidad de promover la acción de inconstitucionalidad -indirecta- cua¡do: a) el accionante
tuvo corlocimiento de la ley invocada por la contraparte; y, b) tuvo, además, la oportunidad de
provoca¡ el control prevenlivo de constitucionalidad, y no lo hizo. Este medio prcventivo de control
l'ue concebido, p¡ecisamente, como una heúamienta legal para evitar la aplicación de una ley
reputada inconstitucional, arles de que ella sea aplicada por el órgano jurisdiccional. En palabras de
la doct¡ina especializada, esta norrna: "protege el principio de leaLad prccesal, eütakdo que el
litigonte aguon)e el resultado del juicio para promover la acción contra la sentencia si ¿sta le e.t
desfavotable". (MENDONCA, Juan Ca¡los. 2012. Derecho Procesal Constituc¡onal. Asunción: La
Ley S.A. p.69).
La oportunidad para oponer la excepción es cardinal, pues solo en un proceso que dispone de
ella, es que puede presumirse que hubo una renulcia al control preventivo de constitucionalidad por
parte del litigarte.
La rep¡esenta¡te del Ministerio Público expresó que. en los juicios de amparo, las partes no
cuentan con esfa oportun¡dod, por lo que mal podria exigirsele el cumplimiento del ar1. 562 del
Código Procesal Civil. Fundó su parecer en el an. 586 del mismo ordenarniento que dispone que "en
losjuicios de amparo": "no podrán articularse cuest¡ones prerias o de competencia, excepcio es ni
i cidentes. El juez, a peticióñ de parte o de ofcio, subsanorá todos los vicios o irregularidades del
plocedímiekto, asegurando, dentro de la naturaleza sümarísiña de esle juicio, la t'igencia del
pt¡kcipio de contrad¡cc¡ón... ".
De hecho, la interpretación postulada po¡ la Agente Fiscal ha sido el criterio que ha tenido
mayor acogida en la Sala Constitucionai. Asi lo han razonado, e¡ varias oportunidades, sus
miembros natuales, quienes han señalado que los litigantes, en virtud al art.586 del Código
Procesal Civil, no pueden provocar el control de constitucionalidad en losjuicios de añparos.
Dicha cuestión procesal, para nada menor, por los efectos que produce sobre una acción de
inconstitucionalidad fundada en inconstitucionalidad indirecta, merece un análisis más puntilloso,
Por mi pafe, adelanto, no coincido con la interpretación que la representante del Miñsterio
Público y la mayoría de los miemb¡os naturales de la Sala Constitucio¡al, I€ han dado al an. 586 del
Código Procesal Civil.
,A.ConrE AcctóN DE INCoNSTtTUcIoNALIDAD
PRoMo\ rDA PoR LA coNTRALoRiA
llff*TBlSupRrue GENERA.L ot l¡ nopúnltcA EN Los
§flo,|usrrcre. AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCANo
FLECHA C/ COXTN,TTOÚ,I GENERA.L
DE LA REPUBLICA.
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disposición debe irterpretarse amónicamente con las que regulan la impugnación de
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ton alidad, para concluir si es o no posible el ouestionamiento, por vía de excepción, de la
invoiucÉda en el caso
Y estimamos que el art. 546 Código Procesal Civil es deteminante, porque constituye una
noma especialmente estatuida pa¡a la impugnación de inconstitucionalidad normativa en juicios
especiales, la cual, p¡ecisamente por tal especialidad, debe prevalecer sobre las reglas establecidas
para los casos ordinarios. Dicho art. 546 expresamente decla¡a admisible la excepción de
inconstitucionalidad - que, a su vez, determina la admisibilidad de Ia acción en el caso previsto por
el arl 562 Procesal Civil - "en los juicios especiales de cualquier natualeza"; reiterarnos,
"de cualqui naturaleza", lo que implica que no cabe reserva alguna.
es asi, porque el legislador común abrió la posibilidad de que los litigantes puedan
ular excepción de inconstitucionalidad, e/? cralquier proceso o ¡kstarcia, en que la otra parte
l¡1 una norrna que se reputa inconstitucional.
temente al tipo de proceso, el litigante debe contar -y cuenta- con una garantía
que un órgano jurisdiccional aplique una norma que reputa inconstitucional en Ia
Esta es la regla ge¡eral que surge de los arts. 538, 545, 546, y 547, en el que se regulan
nidades y los plazos para oponer la excepción en cada proceso, el de: conocimiento
los juicios especlales, eD los incidentes, o; en los recrsos deducidos en segunda y
t ia. Si para complemertar, se quisiese utilizar un argumento.r¿d¿s ñaÍeriae. podefios
que el juicio de amparo se encuentra expresamente previsto en el Libro lV del Código
al Civil, que regula los juicios especiales
Por ende, la limitación estatuida en el art. 586 del Cód. Proc. Civ. no puede alcanzar a la
excepción de inconstitucionalidad.
Una interpretación en sentido contrario nos llevaria a una situación incompatible con nuesra
ley fundamental: Ia restricción al ejercicio de una garantia constitucional, lo que es inadmisible. No
puede ser de otro modo, dado que la constitucionalidad siempre debe imponerse, cualquiera sea el
tipo de proceso en el que se esté. La elecció¡ legislativa de un proceso especial. para casos que
requieren celeridad, de ningún modo puede signiñcar un impedimento para la prevalencia
constitucional.
En efecto, si bien se podria alegar que, por el carácter urgente del juicio de amparo. el
legislador quiso restringir toda cuestión incidental. incluso una garantia constitucional, tal postura
sería igualmente errónea po.que no condice con otra norna expresa del Código: el an. 582, que
faculta al Juez del arnparo a elevar los antecedentes a la Sala Constitucional en caso de que fuese
necesa¡io determinar la inconstitucionalidad de u¡ acto Dormativo.
Asi, Io dispone el ar. 582 del Código Procesal Civil (modiñcado por el art. l" de la Ley N"
600/95), que reza: "Si para decidir sobre la acción de amparo Juere ecesario delerminu ld
const¡tucionalidad o inconstitucionalídad de alguna ley, decreto o reglamento, el Juez, una wz
cohrtafada [contestada] la demenda, elevará en el día los antecedentes a la Sa[a Constitucíonal tle
la Cone Suprema de Justicia, la que ek la mayor brcvedad declarará la ihconstitucioñalidad si ellQ
sürg¡erc e .fbtma manifiesta. El ihc¡dehte ho suspek¿erá eljuicio que proseguirá hasta el e$talo de
seitehcia .
Esto nos indica que, a pesa¡ del carácter ulgente, el control de constitucionalidad -previo- sí
puede ser provocado en los juicios especiales, incluido el de ampa¡o, o la Acción de Acceso a la
lnfo.mación Pública, por ser de dicha naturaleza. Siú embargo, esta última referencia, a los amparos,
se hace solamente para cerrar toda posibilidad de discusión, pues, como se verá, en puridad, no se
está en autos ante una Acción de Amparo comúm, §ino ante una Acción de Acceso a la Información
Pública, pa¡a cuya tramitación se ha considerado idóneo el trlámite de la primera; por esta razón, no
debe buscarse en el Art. 134 de la Constitución Ios recaudos para su procedenci4 sino en la Ley "De
,ArConrr lcclóx or INCoNsTTTUcIoNALIDAD
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GENERAL DE LA REPÚBLICA EN Los
§/o,Iusrrcrn AUTOS CARATULADOS: AMPARO
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EL sEÑoR JUAN cARLos LEzcANo
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DE LA REPUBL¡CA.
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I
ciudadano a la información pública y transparencia gubemarnental", que es a la que la
\ s N' 1005/15 hace referencia
En efecto, el citado art. 582 no¡ma el procedimiento que debe seguir el Juez e! caso de que
un acto normativo (aplicable en el juicio) se repute inconstitucional. Este articulo fue modificado
p¿¡¡a preserv¿¡¡ la competencia exclusiva de la Sala Constitucional en las declaraciones de
inconstitucionalidad de actos normativos. Es una r¡orma que custodia Ia competencia exclusiva de la
Sala en las declaraciones de inconstitucionalidad. Esto es así, porque la norma anterio¡ a dicha
modificatoria, facultaba al Juez a efectua¡ la decla¡ación de inconstitucionalidad a¡ momento de
resolver la sentencia, y, en caso de apelación, la misma se concedia"per sahum" ala Corte. Con la
modificación introducida por la Ley N." 600/95, el juez del amparo ya no puede declararla,
debiendo ese caso, elevar los antecedentes al único órgano competeflte para hacerlor la Sala
Constituc
Significa ello que, la Acordada de referencia pudo y debió ser impugnada previamente al
grcorrtestarse la demanda promovida por el Señor Juan Ca¡los Lezcano; es decir, Ia
'debió cumplir con dicho recaudo esencial, y no lo hizo, circunstancia esta que por
mandato del art. 562 CPC tor¡a inadmisible la acción fundada en una inconstitucionalidad
Lo hasta aquí expuesto es suficiente para rechazar la demanda que nos ocupa efl cuanto
al argumento de que las resoluciones impugnadas se fundan en un acto normativo
tuc ional. No puede ser de oro modo, pues no se opuso la excepción de inconstitucionalidad,
sin la cual la Acción es inadmisible (An. 562 CPC)
Sin embargo, para cerrar loda posible discusión, a¡alicemos eí ca¡ácter de "obiter" la
tucionalidad de la aludida Acordada, análisis este qle servirá ¡gualmente para dilucidar el
de los aspectos involucrados en la demanda; la constitucionalidad --o no- de la Acordada No
l5
JO uin MartinezS¡món
En primer lugar, debemos señala¡ que la Acordada no reglamenta una de las garantias
constitucionales previstas en el Titulo II, Capitulo XII, de la Constitución, como ma¡ifestó el
accionante, sino que reglamenta la acción judicial establecida en el afi. 23 de la Ley 5282114 "De
libre acceso ciudadano a la información pública y ¡ransporencia gubernamental '. Esla Ley
establece que el solicitante de info.mación podrá acudir ante cualquier Juez de Primera lnstancia con
jurisdicción en el lugar de su domicilio o en donde te¡ga su asiento la fuente pública en caso de: a)
denegación expresa o tácita de una solicitud de acceso a la información; o, b) ante cualquier otro
incumplimiento de una repartición pública en relación co¡ las obligaciones previstas en la presente
Iey. La Ley dispone expresamente que el solicifante podrá accionar, haya o no interpuesto un
recurso de ¡econsideración.
N?§
\\ nal al denegrirsele acceso a información pública. Y, de hecho, la del amparo ha sido
s como la vía idónea para acceder a información pública antes de la p¡omulgación de la Ley
$ 4 que ¡eglamcnta el art. 28 de la Constitución.
Sin emba¡go, a parti¡ de la c¡eación de los remedios judiciales por incumplimiento de dicha
normativa, ya no puede considera¡se -estrictamente- a esta acción como un amparo. Es una acción
judicial que sigue los lineamientos del amparo en cuanto a su brevedad, plazos, reglas de
substanciación, contenido de la demanda, informe, traslado, sentencia. efectos, ¡ecursos etc., pero no
es una acción de amparo.
Por tanto, los argumentos del accionante sobre la creación ''i¡constitucional " de un nuevo
supuesto Cáctico dentro de los requisilos tradicionales del amparo, tampoco tienen cabida. Esta es,
sencillamente, la acción judicial por denegación expresa o tácita de una solicitud de acceso a Ia
info¡mación, remedio previsto en la Ley 5282/14, que debe ser sustanciada según los trámites
judicial ivos al amparo
Manifestó que las sentencias violan las disposiciones establecidas e¡ el art. 3 num.5 de la
033/13 que dispone que las declaraciones juradas deberán contener la autorización expresa e
del declarante que t¡culte a la Contraloría, a través de los órganos jurisdiccionales a dar
tco er los datos contenidos en las declamciones juÉdas de bienes y rentas, activos y pasivos
por tanto, que las sentencias se basan en la exclusiva voluntad de los juzgadores. Expresó,
que las sentencias son arbitrarias por sus efectos: al ordenar a la Cont¡aloría General de la
h a proporcionar declaraciones juadas sin autorización previa de los órganos
urisdiccionales. Por último manifestó que no se e¡cuentra¡ configurados los requisitos de
del amparo
Aquí, pues, corresponde estudiar la cuestión únicamente en cua¡to a los agravios de índole
stitucional. Por lo que antes de entrar al fondo del asunto, debemos reco¡dar la doctrina que
ana del art. 256 de la Constitución, que exrge ue los fallos esta¡ fundamentados en la
C\1,
onsti y en la ley, doctrina esa que. gida expresamente por el
l5 .t b) del Código
,l*r- orAI
Dl. aucu§To ?Afy v¡t DOYIIOS
^'Y,,g;:ffi
La t'undamentación, a su vez, supone que la sentencia -deñnitiva o de otra indole- debe ser
dictada conforme con la letra de la Constitución y las leyes. tal como lo dispone el Arr. 256. 2"
pánafo dc nuesta Carta Magna; el art. 15 del Código Procesal Civil también así lo manda: "S¿¡¡
deberes de los jueces, sin perju¡cio de lo establecido en el Código de Organización Judicial: ...b)
fundar lat resoluciones deJinitivas e interlocutoriat, en lo Cons¡itución y en las leyes. conforme a lo
".
.jerarquío de las normds vigentes y ql princip¡o de congruencia bajo pena cle nulidad.-.
A su vez, e¡ términos generales, se dice que una resolución es a¡bitra¡ia cuando exhibe
determinadas anomalías relativas al objeto, a los fundamentos o a los efectos del fallo. La
jurisprudencia de esta Excrtra. Corte Suprema de Justicia tiene dicho: "Según la doctrina y los follos
constantes de esto Corle, una re,¡olución es arbitraria cuando es evidentemenle ínsoste ible,
irregulan desprovista de todo fundamento y con .lesconocimiento deliberado y flagrante de la ley"
(Voto del Doctor Luis Lezca¡o Claude, S.D. N'537/01, reafi¡mado en el voto del Doctor José
Altamirano. S.D. N" 184/05 y en el voto del Doctor Victor Núñez, S.D. N' 224105) (MENDONCA,
Daniel y SAPENA, Joseñna. 2006, Sentenc¡a Atbitraria. Asunción. Intercontine¡tal. p. 43); por su
parte, la doctrina enseñat "senlencia .trbitraria es aquella en la que el Juez sin dar razón alguna y
fundado en su exclusivo opinión personal, ha fallado apartdndose de los exlrcmos lacticos y legales
del caso, arribando a una conclus¡ón jurídicanente inaceptable, que causo perjuicio (SACUES.
Néstor Pedro. 2016. Ei Recurso Extraordinario. Tomo Il. Buenos Aires. Astrea. pp. I l7ll l8).
Puede, pues, resumirse diciendo que la sentencia a¡bitraria es la sentencia aberrante, la que,
como tal. no es susceptible de se¡ co¡siderada como acto procesal, emanado del órga¡o
jurisdiccional, que pueda se¡ considerado tal.
El a¡álisis de la situación pla¡rteadá, nos permite ver que la arbitrariedad alegada se relaciona
intimarnente con la causal relativa a la interpretación irrazonable, incoherente. o ilógica de una ley.
Sin emba¡go, es bien sabido que no toda interp¡etación e¡rónea de una ley convierte al
pronunciamiento en a¡bit¡a¡io. Desde el momento en que exista una t'undamentación razonable.
desarrollada de modo inteligible, no se configura el vicio de inconstitucionalidad, pues el requisito
que exige la Carta Magna e.l su art. 256 se halla presente. Además. no podemos olvidar que la
corección material o juridica de una resolución, es cuestión de apelación y no de
inconstitucionalidad.
rprimer lugar, debemos decir que, tras un análisis exhaustivo de las sentencias cuya
dad predica el acciona¡te, observamos que, en las mismas, los órganos
onales o¡di¡arios, analizan y desanollan, fundadamente, la cuestión concreta planteada.
El Juez de Primera lnstancia, por su pate, consideró que las declaraciones juradas de los
funciona¡ios son info¡maciones proporcionadas por los mismos, para su uso en fuentes públicas. Y
por ello, los datos expresados en ellas revisten carácter público. Además, consideró que no existe
una prohibición legal para divulgar la info¡mación, conforme lo establece el art. 35 del Decreto N.'
4064/l5, que reglamentalaLey 5282/14.lgualmente, estableció cuáles datos deben ser publicados y
cuáles excluidos, por pertenecer a personas que pueden no ser funcionarios del Estado. De tales
observaciones, surge en forma pristina que no constituye, en modo alguno, la de primera instancia,
una sentencia arbitraria. Es así. pues, en primer lugar, la misma se adecua a Ia relación de hechos
conteni la demanda; además, la decisión es consecuencia lógica del razonamiento juridico que
cl consideró conducente a la resolución del caso planteado. El a¡álisis pertinente, lleva
utf se tata de una sentencia basada en Ios hechos planteados y en la normativa jurídica
lo que no estamos ante u¡a sentencia a¡bit¡aria; esto, conduce a concluir que, respecto
ión cuya decisión nos ocupa forzosamente debe ser desestimada
efecto, en cuanto a la vía para solicitar dicha información, el Magist.ado Pedro Mayo¡
ha considerado quc el amparo es la acción judicial idónea para solicitar info¡mación de
o con la Ley 5282114 y la Acordada reglamentaria, no por Ia materia, sino por las reglas de
iación; por ser la que cunple de manera miis adecuada, con las expectativas del eje¡cicio del
b del ciudada¡o al acceso a la información pública.
ón
6.P
or su pa¡te, el Magishado Gustavo Santander Dans, luego de aclarar la legitimación activa
:áéi
'1
, Juan Carlos Lezcano, consideró que las Leyes 5033113 y 5282/14 se complementan,
que a¡te la falta de ley que las califique como privadas o reservadas, las decla¡aciones
son info¡maciones de carácter público: "y al ser público el cíudadano debe acceder a ella
sie ue lo solicite, es por ello que al caso no puede ser aplicable el art. 3 inc. 5 de la Ley
.8§ 5033/13 en lo referente de a trdvés de órganos jurisdiccionales, por tanto, eEtos agrqvios no se
erígen como tal y deben ser rechazados".
Vemos" asi, que ambas resoluciones impugnadas analizan fundadamente y con razonamiento
lógicamente estructurado. la procedencia de la acción de acceso a la información pública; análisis
que se subsume en la normativa vige¡te, determinando linalmente que procede el acceso a los datos
públicos contenidos en las declaraciones juradas, con exccpción de otros datos que se consideran
privados o de terceros, y que, por tanto, no deben ser publicados.
Los lállos han moderado asi. el conllicto que presenta un documento complejo como la
declaración jurada de bienes, que contiene información de todo tipo: de terceros, sensible, privados,
reservados y públicos. Han caJacte zado a cada tipo de información y determinado cuáles las
consideran públicas y accesibles. Todo este razonamiento se ha fundado en normativas vigentes que
consideraron aplicables. y no en su mera voluntad.
Todavla se puede agrega¡ lo que resulta de la vinculación enúe las Leyes N's. 5033/13 y
5282/14. La primera, reglamenta el Añ. 104 CR. disponiendo que Ia Declaración Jurada se presenta
con la autorización pára ser difundida. "previa autorización judicial." La segurda, reglamenta el Art.
28, 2'párrafo, de la Constitución, el cual declara que "las fuentes públicas de información son libres
pa¡a todos", en ot¡os términos, regula el "libre acceso a Ia informació¡ pública", Por lo demás,
dispone que constituye "información pública" lo que hay en las "fuentes públicas". Y la Contraloria
General de la República es fuente pública (Art.2, lit. e) Ley 5282/14), de modo que las
Declaraciones Juradas que ahí obral son información pública, aunque debe aclararse que sólo lo que
es de i¡terés público (por ejemplo, los bienes y rentas de los funcionarios), como bien acla¡ó el
magistrado Pedro Mayor en su voto. Pero las Decla¡aciones Juradas, en cuanto a los bienes y rentas
de los funcionarios, son infbrmació¡ de carácter público, por ser de interés general el conocimiento
sob¡e si los lunciona¡ios estiítr o no escamoteando el patrimonio del Estado, es decir, el patrimonio
público. Asi las cosas. los Arrs. 104 y 28 de la Constitución no se contradicen. Uno dispone la
obligatoriedad de la presentación de las Declaraciones Juradasi el otro el libre acceso a la
,ArConrn AccróN DE rNcoNSTrrucIoNALrDAD
PRoMovtDA PoR LA coNTRALoRiA
lff*'t$Supmul GENERAL os r-l REr,únLrcA EN Los
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CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ coNTRALoRiA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
l§ts
Sin embargo, las consideraciones precedentes son hechas sólo a mayor abundamiento,
porque, en el marco de una Acción de Inconstitucionalidad, solarnente co¡responde
centrarse ella; no en las cuestiones de fondo que ya fueron materia de juzga¡niento en las
ras arias. De ahí que la Sala Constitucional no puede ser utilizada, como un medio para
r u¡) rio de interpretación distinto al sostenido por los juzgadores ordina¡ios, que, como
han actuado dentro de los márgenes legales y conforme a su leal saber y entender. La
di con la conclusión alcuuada por el inferior no es a¡gumento que habilite la instancia
tn el ¡ecurrente.
Vale recordar, lo que hemos apuntado en los párrafos precedentes: no toda interp¡etación
resuha arblraria y violato¡ia de la Constitución, sin perjuicio de reitera¡ que en el caso de
nte¡pretación enónea al guna.
!
Secr En este sentido, por ejemplo, la doct¡ina ha dicho que solo una interpretación imposible
¡ za¡ia la descalificación de la sentencia por arbitrariedad. Se ha expresado, señalando: "Por
n conclusíón, la sentencia albitraña es un modo anormal y ant|uridico de produccíón de
En otras palabras, solo la inleryrretacióh imposible autorizaría el recurso ex¡raordinario
ión arbifrar¡a. c) Interprctación opihdble [...J ld varíante de la 'ínterpretación
e adrierte que si la exegesis del júez \)ersq sobre una temático discut¡ble, Íotmando paie de
una de las corrienles de opinión que razonablemente pueden surgir del texto legal, no es arbitraria.
Por eso, la no coincidencio de una parte con el c terio herrrren¿utico del juez, no es bastante para
tornar procedente el recurso extraotdinario (SAGUES, Néstor Pe&o. Op. Cit. pp. l8li183).
Para que una sentencia sea tildada de arbitra¡ia no es suficiente que el accionante se
disconforme con los argumentos o conclusiones del órgano jurisdiccional, ni con el modo
la ley o el análisis de los s, sino que ella debe contener una tal palmaria
que la descalifique c acto J dico pro y el absurdo jurídico que ella
debe alcanzar enti con licitos o
s. En este resulta areced de trenla
ala aludimos ta no es uella que co
lquiera. Es quc bunal desec e planteos
'más allá del aci I lallo impugnado. Es la
padece có, de os de que ífican co
dad de la
[¡t1!Ú
r:i!'I1
Dr.o¡f,al
^ucu§ro ^
v4lo()vljIo§
"Nr,q80ffi,,
senlencia, cotfio el ñisño aho ltibundl lo observa, retiste coráctet excepc¡onal y no tieñe por obieto
abrir una lercerq ¡nstahcid otd¡naria dohde puedan disculirse decisiones que se estimen
equivocadas. Por tanto, no prelende estq varidnte del rccurso extrqordin¿tío sütl¡t\ el criter¡o de
los jueces propios de la causa, por el de la Corte Suprema" (SAGÚÉS, Né$or Pe&o.Op. Cit, pp,
I I l/l l2).
Y en el caso que nos ocupa, es evide¡te que lo que hay es un desacuerdo con la fo¡ma
coincidente en que la cuestión ha sido resuelta por )os órganos jurisdiccionales ordinarios, que se
han pronunciado por la procedencia de la acción de acceso a la inlbrmación pública, es decir. en
se¡tido contrario a los intereses del accionante. Po¡ lo demás. el accionanle prácticamente
reproduce los mismos agravios ya ve¡tidos en instancias inf'eriores, y que han merecido detenido y
oportuno tratamiento por parte de los juzgadores. Absolutamente todos los agravios aficulados en
esta sede. que debemos decir no constituyen propiamente agravios consfitucionales, fuero¡
estudiados po¡ los órganos inferiores.
Por ello. la Corte Suprema de Justicia. tiene sentado el invariable criterio según el cual, en el
juicio de inconstitucionalidad no cabe el nuevo análisis de la cuestión debatida, y debe limitarse a
establecer si existió o no una violación manifiesta de alguna garantía constitucional, porque la
interpretación de las normas legales que hacen los jueces, no dan lugar a la acción de
inconstitucionalidad.
Tal c¡iterio es no solo inva¡iable, sino de larga data, tal como resulta de los siguientes
precedentes jurisprudenciales. que se tra¡scriben sólo a modo ilustrativo: a) "La Coñe Suprema, en
eljuicio de inconstitucionalidad, no es Tribunal de tercera instancia y. por tanto, no está facultada a
revisa¡ los fundamentos de la sentencia impugnada de inconstitucionalidad" (Ac, y Sent. N".l23i 22-
X-1982); b) "La Corte no actúa en las acciones inconstitucionales como tercera instancia para
decidir si son correctos o no los fallos dictados" (Ac. y Sent. N".3; 22Jl- 1984): c) "No corresponde
a la Corte entrar a considerar si la prueba de los hechos y la inte.pretación del derecho aplicado por
los tribu¡ales inferio¡es tienen f'undamento valede¡o. La Corte sólo debe examinar si se han
observado las normas del debido proceso y garantizado el principio de la defensa en juicio" (Ac. y
Sent. N'.286: 23-X- 1987): d) "Los agravios invocados por la actora han sido exami¡ados y
resueltos en las instancias anteriores y no pueden ser objeto de nueva conside¡ación" (Ac. y Sent.
N".399t 26-XIl- 1994)i e) "La Cone Suprema de Justicia no puede realizar una nueva labor
interpretativa supliendo la efectuada por los magistrados inferiores en ejercicio de sus facultades
legitimas y confo¡me a un crite¡io razonable, en razón de no convertir la acción de
inconstitucionalidad en via de acceso a una indebida tercera instancia" (Ac. y Sent. N'.414; 2-Xtl-
1998); f) "La disconlbrmidad con lo resuelto por los jueces de las instancias ordina¡ias o con el
¡azonamiento hecho por los mismos para avalar sus decisiones no ame¡ita la procedencia de la
acción de inconstitucionalidad sin que exista comprobación de violaciones de normas del miiximo
rango" (Ac. y Sent. N".ll40;28-XII- 2001): g) "La acción de inconstitucior¡alidad debe ser
des€stimada en tanto se pretende revisar cuestiones que ya fueron objeto de debate y dccisión en las
instancias inl'eriores y que escapa¡ a la naturaleza de la acción cuya linalidad se limita
exclusivamente a la reparación de violaciones de normas, garantías o principios de rango
constitucional" (Ac. y Sent. N".482,27-VI- 2005).
CORTE ,lcclóx »sINCoNsTtTUcIoNALIDAD
SUPRIMA PRoMovtDA PoR LA coNTRALoRiA
o.IusTIcIA GENERAL DE LA REPÚBLICA EN Los
AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEÑoR JUAN cARLos LEZCANo
FLECHA c/ CoNTRALoRiA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
1$§ \
En cuanto a las costas, me adhiero al voto del Magistmdo Ma¡cos Riera Hunter, de que sean
en el orden causado, por los mismos fundamentos por él esgrimidos en relación a la
.l'"
intetp¡etación judicial que ha sido necesaria para arribar a las conclusiones precedentemente
ex presadas.
ES MI VOTO
a§
OPINI DE LA MA coN EZ
l¡JínMarlinez S¡món
ré¡idenle
Por ello solo puede ser declaradas como tales aquellas sentencias que hubieren sido producto
de un procedimiento viciado (inconstitucionalidad de forma o violación del debido proceso en
sentido restdctivo) o se hubieren firndado en una grose¡a y arbitaria interpretación de Ia ley.
Este a¡gumento procesal no resiste el menor an¿ilisis. pues estamos en presencia de la defensa
de u¡¡ derecho humano fundamental reconocido tanto e¡ nuestra Ca¡ta Magna (a¡t. 28) como en
instrumentos intemacionales a los que ya se han referido los preopinantes en las opiniones venidas.
En tal sentido, cabe mencionar sobre el punto, lo que estipula el a¡t. 45 de la Constitución
Naciorial: "De los derechos y garantias no €nunciados": La enunciación de los derechos y garantías
.qccróN o¿ rNcoNsr¡TUctoNALTDAD
ffi§3,81" PRoMovrDA pon u
coxrruloúl
GENERAL DE LA REPUBLICA EN LOS
§p",lusrtcrn AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLEcHA c/ coxrulonit cENERAL
DE LA REPUBLICA.
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s en esta Constitución no debe entenderse corno negación de otros que, siendo inherentes
a rsonalidad humana, no figuren expresame[te en ella. La falta de ley reglamentaria ¡o
pod ser irvocada para negar ni para menoscabar algún derecho o garantia" y en
concordar¡cia a ella la Convención Americana de Derechos Humanos también garantiza que toda
persona tiene de¡echo a un recu¡so sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los
jueces o tribunales competentes, que la amparc contra actos que violen sus derechos fundamentales
recolocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea
cometida por perso¡as que actúeD en €jercicio de sus ñ.¡¡ciones.
I sentido, y conforme a la previsión del afi. 23 de la ley 5282/15, se tiene que la figura
l se adecua a la misma y a las disposiciones de Ia Convención, es precisamente la del
garantia constitucional determinada por la Corte Suprema de Justicia como la via idónea
imiento de esta disposiciór¡, a ravés de la Acordada atacada de inconstitucional
De manera que pretender que se declare inconstitucional la Acordada 1005/15 , que lo único
hace allana¡ el camino para la vigencia de u¡ derecho cofistitucional tal cual lo ga¡antiza
itución y Ia Convención Americana de Derechos Humanos resulta incongruelte, pues
criterio tan esúecho tendriamos que la vigencia de rma garantia constitucional prevista en
ley madre solamente podrá ser efectivizada a través de una ley que la reglamente, cuya
y aprobación deberá¡ ser estudiadas en el Congreso con las demoras que ello implicarían
Al haber dictado dicha Acordada, lo único que hizo la Co.te Suprema de Justicia fue
visib iza¡ cual era la acción idónea para concretar la ¡eclamación del solicitante de una información
pu ante un incumplimiento, conforme a la descripción ya contenida en la Constitución, los
Convenios intemacionales y la propia ley que regula el acceso a la información, por lo que
considcro que no existe elemento alguno que permita vislumbra¡ tan siquiera la mentada
nconstitucio nalidad sustentada por la Contralo a, de manera que debe desestimarse esta pretensión
Respecto de los a¡gumentos de fondo en contra de los refe¡idos fallos, el accionante alega
arbitrariedad manifiesta en sus fundamentos, a¡bitrariedad que consisti a en que no se conside¡an
los argumentos e interpretaciones esgrimidas por la Contraloría General de la República. Es decir, la
(,. arbitrariedad estaria en no darle la razón a sus (fojas. ero y segundo párrafo). El
accionante pretende convertir a la acción lnco tuci en un apelación, es decir, en una
tercera nstancia. La acción allá a insistir sus fondo
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Lo que existe en este caso, aun aceptando los extremos alegados por la Contraloria, es que se
presentaria una supuesta dificultad i¡te¡pretativa ent¡e los texlos de la Ley 5282/14 y la precedente
Ley 5033/13.
Una altemativa conduce a mayor publicidad de las decla¡aciones juradas y otra altemativa a
nrayor restricción de esa inibrmación. pero en ningún caso, una u otra pueden ser inconstitucional.
Es este un problema de fondo, que fue el objeto del p¡onunciamiento meticuloso y exlenso de las
sentencias de primera y segunda instancia. Ambas, coincidiero¡ fundadamente, que no existe tal
contradicción y que el contenido de las declaraciones juradas, excluidos los llamados datos
sensibles. es pública, dado que se encuentran en fuentes públicas de inlbrmación. Es más, no parcce
haber duda posible que los datos consignados en las llamadas declaraciones juradas coinciden con
las definiciones de fuente pública de inlbrmación consagradas en el artícülo 2' de la ley 5282/15 y
cuyo co¡tenido es de acceso libre y gratuito contbrme al aniculo 4'de la misma Ley.
Por último. si bien no coresponde exactamente al objeto de esta acción, no estamos ajenos al
efecto que esta decisión producirá en la ciudadania y en la historia de nuestro país, por ello, creemos
prudente mencionar que- asi como la infbrmación es pública, la responsabilidad en su uso debe ser
extrema. Como enseña la doctrina civil "4 rrayot publicidad, ,nayo¡ rcsponsabilidad en su qso".
Que la información sea pública no significa que pueda ser utilizada con otros fines dife¡en¡es
a los de ser uno de los pilares en los que se sostenga la necesa¡ia renovación del ejercicio del poder
en truestra República.
ES MI VOTO.
VOTO DEL MAGISTRADO OSCAR AUGUSTO PAIVA VALDOVINOS
En el caso que ha sido sometido a estudio de este pleno, puede observarse que la Contraloria
General de la República ha planteado a través de sus representantes legales la presente Acción de
lnconstitucionalidad ante la Excma. Corte Suprcma de Justicia. La citada Acción ha sido planteada
alegando en lo susta¡cial la existencia de una violación a derechos constitucionales, específicarnente
al momento de dictar tanto la Sentencia Definitiva N" 24 del 8 de mayo de 2018 como el Auto
lnterlocutorio N' 366 del I I de mayo de 20181 arnbos dictados por el Juzgado Penal de Garantias N"
4. Igualrnente. en el Acuerdo y Sentencia No 30 del 7 dejunio de 2018; y de igual manera en el
Acuerdo y Sentencia No 32 del 15 de junio de 2018. estos últimos dictados por el Tribunal de
Apelación en Io Penal de la Primera Sala del mismo tribu¡al. Por último, promueven Acción de
Inconstitucionalidad contra la Acordada No 1005 de la Cone Suprema de Justic¡a que reglamenta el
procedimiento judicial derivado del Titulo vll de la Ley N' 5.282 "De libre acceso ciudddano a la
información públ ica y lransporencia gubernarnenf al".
Ingresando al arálisis de la procedencia de esta acción, resulta prudente señala¡ que la misma
ha sido planteáda, por un lado, contra resol-rciones judiciales que. a criterio de la parte recurrente
poseen vicios que llevan a declararlas inconstitucionales. Por otro lado, se acciona igualmente por
via de inconstitucionalidad cor¡Ía una nomativa de carácter general que fue aplicada en el proceso
y que la parte accionante considera que su aplicadión debe declara¡se inconstitucional por el
ACCIÓN DE INCON§TITUCIONALIDAD
ffi§r"ffi"" PRoMovrDA pon
LA REPÚBLICA EN Los
GENERAL DE
L¡ coNrnqloní¡
§/o.lusttcn AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA C/ CoNTRALoRiA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
!1§
generado. En base a lo expuesto, el a¡álisis de la procedencia de esta acción, se analizará
a independiente, p¡imero respecto a las resoluciones alegadas como inconstitucional y
finalmente respecto de la normativa que se cuestiona (Acordada N' 1005 de la Corte Suprema de
Justicia que reglamenta el procedimiento judicial derivado del Título VII de la Ley N' 5.282 "De
libre acceso ciudadano a la iñfotmación ptiblica y transparencia gubemamentql").
No obstante, es importante y no resulta ocioso mencionar que la jurisprudencia uniforme y
constante de la Sala Constitucional de la Cone Suprema de Justicia indica que la acción de
inconstirucionalidad no debe ser utilizada como una terceru insta¡cia o como un recu¡so para
generar un tratamiento de cuestiones que ya han sido estudiadas, analizadas y resueltas en otras
instancias judiciales ordinarias, en especial cuando no se visualiza violación de a¡ticulos y principios
consti onales.
la acción de inconstitucionalidad puede ser utilizada para genera¡ una opinión
émi o en abstracto sobre cuestiones debatidas en instancias ordinarias. Aunque, en este caso
igualmente se somete a interpretación de Ios juzgadores el alcance del Art. 28 de la
"Del derecho a inform4l.re", sobre el contenido de las decla¡aciooes j uradas. Es decir,
l¡ ica fáctica del proceso hay una conexión entre ese afículo coostitucional señalado y el
04, "De la declaración obligotorio de bienes y rentas", y el Art.283, "De los deberes y
ior¿s" de la Contraloria Ceneral de la República.
La Corte Suprema de Justicia, posee la competencia de intelpreta¡ €l alcance de las cláusulas
s en relación con los preceptos legales que fueron consideradas en el proceso y que
enó en la presente acción de inconstitucionalidad, es decir, la Ley 5033 "QueN'
g nta el Artículo 104 de la Cokslilución Nacional, de la Declaracíón Jurada de Bienes y
Re , Aclivos y Pasivos de los Funcionarios Públícos": la Ley N" 5.282 "De librc acceso
ct a la información pública y transparencia gubernamentaf'; y la Acordada No I .005
En las resoluciones atacadas como inconstitucionales en el p¡esente caso, se afirma
pr¡ncr mente que se ha wlnerado el Art. 17, de los derechos procesales, sosteniendo que las
resol iones recurridas son a¡bitrarias y violato¡ias, adem¡ás, de los Arts. 256 de la Constitución, Art
7 del Código Civil y 15 del Código Procesal Civil.
Respecto con la Sertencia Definitiva N' 24 del 8 de mayo de 2018, emanada del Juzgado
Penal de Garantlas No 4, se observa que la misma hace un relato sircunstanciado de los hechos, asi
a< (J- como relata las alegaciones de cada parte. Po¡ tar¡to, no puede concluirse vulneración alguna del Arr.
7 de la Constitución ya que se ga¡antizó el derecho a la defensa de la En otro aspecto,
lución recur¡ida ha sido fundada segun el c¡iterio del l siderando Ios elementos
y aplicables al caso conc¡eto. €n sc ido, no alirm que la sea
por la mera d erjudi considerar ue se oml o los
s sosteni la de s la res bid te nroti Final
cuestiona iona¡te es la alrzaf este lemento,
¡asec a automáti vla para -se itera- sobre algo y
0r,lleñtel
cn as ordinari ar n claro que los j rel
.ti la aplicar la al caso conc¡eto, lo cual rcaliza¡ el
AI n
lh ltüüIIJ
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EprrrR v\Jul,
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t)x. oscAfl vi,¡.DovIños Ptul, Dto. \la
^uclJsTo
ejercicio de ilterpretación y argumentación, algo que se dio efectivamente en e] caso analizado, en
la misma tesitura el Art. 6 del Código Civil expresa que los jueces no pueden dejar de juzga¡ en c¿¡so
de silencio, oscuridad o insuficiencia de las leyes.
Lo debalido, pues, radicó en la aplicación de la Ley N" 5.282 "De libre acceso cíudadano a
'
lo información pública y tansparencia gubernamental sobre un órgano del Estado, como
el'cctivamente lo es la Contraloria General de la República. Ese mismo cuerpo normativo dispone en
su Art.2. inc. "e". que esa institución del Estado es una fuente pública de infbrmación y, en
consecuencia, las disposiciones de la ley se aplican a ellas. Por ta¡to. el juzgado aplicó la ley y
argumentó el porqué se aplicaba sobre el caso concreto. Asi. la tesis de la errónea aplicación de la
ley, no puede ser alegada ni considerada como una causal para declarar inconstitucional el fallo.
Sobre el Auto lnterlocuto¡io N' 366 del I 1 de mayo de 2018, emanado del mismo juzgado,
nace de un ¡ecurso de aclaütoria prese¡fado por la Contraloría General del República. En el citado
recurso, la recurrente solicitó aclarar el plazo dentro del cual debía cumplir la resolución de primera
instancia dictada. El mismo fue atendido por el juzgado, resolviendo de mane¡a favorable y
aclarando. inclusive, algo que no necesitaba aclararse ya que las resoluciones judiciales se cumplen
de manera inmediata (salvo ot¡a disposición dispuesta por el Juzgador). Por tanto, no asiste razón
alguna para declarar inconstitucional el mencio¡ado fallo.
Frente a la resolución de primera instancia y el Auto lnterlocutorio emanado, la Contraloria
General de la República interpuso recursos de apelación y nulidad, a través del cual, entre otras
cosas, a¡gumentó el principio de ir¡etroactividad de la ley como uno de los fundamentos para la no
aplicación de Ia Ley N' 5,282. El Acue¡do y Sentencia No 30 del 7 dejunio de 2018, emanado del
Tribunal de Apelación en lo Penal de la Prime¡a Sala. resolvió confirmar parcialmente la resolución
de primera instancia. Por su parte. el Acuerdo y Sentencia N' 32 del 15 dejunio de 2018, del mismo
tribunal, resolvió un recu.so de aclaratoria nuevamenle presentado por representantes legales de Ia
Contraloria General de la República. Po¡ lo demás. no se observa ningrura violación a los derechos
procesales de la recurrente. como tampoco se observa alguna arbitra¡iedad de la sentencia, debido a
que Ia misma fue debidamente motivada por los integrantes del Tribunal, poseyendo inclusive un
voto er¡ disidencia. En consecuencia, mal podria pretender la recurrente que esta Sala Constitucional
de alguna manera se "adhie¡a" al c¡iterio de ese magistrado, conviniendo, como ya hemos
expresado, a esta instancia e¡ una terce¡a vía. Empero, si corresponde rel'erirse brevemente sob¡e el
tema de la irretroactividad de la Ley N" 5.282. debiendo expresar los argumentos por los cuales no
procede la posición asumida por el accionante. En esencia, la cuestión trató sob¡e la aplicación del
Art. 28 de la Constitución que tan solo fue reglamentado por la Ley No 5282 en20l4, es así que el
derecho a la infomación es un derecho humano y, como tal, no puede estar sujeto a
reglamentaciones legales para toma¡ operativo su ejercicio. Admitir esla tesis sería, justamente,
inconstitucional debido a que el Art. 45 expresamenle dispone qu e " ... La /blta de ley reglamento a
no podrd ser invocada pqra negar ni para ñenoscabor algún derecho o garantía".
Quedando aclarado los derechos en juego, esto es. la publicidad de los asientos registrales,
por un lado; y, por el otro lado. la reserva de los titulos en los que se encue¡¡tra¡ volcadas las
relaciones comerciales y/o familiares de los comparecientes en los actos jurídicos que dichos títulos
¡.cctóx »pINCoNsrrrucroNALIDAD
ffii§""n$t"" PRoMovIDA PoR LA CoNTRALoRIA
GENERAL DE LA REPÚBLICA EN Los
§/o,|usrrcn AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEÑoR JUAN cARLos LEZCANo
FLECHA c/ coxrRAloúe GENERAL
DE LA REPUBLICA.
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tan y que son la causa de lo transcripto en tales asientos, se a¡monizan todos los derechos
ntales en discusión. Concluyendo que es perfectamente factible, considerar pública la
que consta en los asientos registrales, no así la que consta en los documentos que dan
a esos asientos registrales
_ Respecto con la Acordada N' 1005 de la Corte Suprema de Justicia que tiene por objeto
reglamentar el procedimiento judicial derivado del Título VII de la Ley N' 5.282, cabe analizar dos
cuestiones que son Íi¡r¡damentales. En primer lugar, ¿la aplicación de esta normativa ha causado
algún perjuicio concreto que llevó a la lesión de algún derecho constitucional? Como ya se ha
señalado, ni¡guna de las resoluciones cuestionadas se halla afectada ni posee un vicio de
a¡bitra¡iedad ni los derechos procesales fueron wlnerados, por lo que, iterando, ninguna gara¡tia
constitucional fue !,ulnerada. Cabe señala¡ también que, la Contralo¡ia General de la República no
demostró el perjuicio real y concreto que supuestamente ocasionó la aplicación de esta Dormativa,
m¡is allá e cuestionar la lalta de competencia de la Cone Suprema de Justicia para dictar esta
ión, así como la indicación de que el procedimiento con el cual se debia encausar la
nJ cial reconocida en la Ley N' 5.282 debió ser la de un procedimieoto ordina¡io.
n1 al mencionar el instituto del ¿rmparo como vía idónea, cuestiona que no se dieron los
constitutivos, es decir, particularmente la omisión manifiestamente ilegitima y la
. Al respecto, este Magistrado se permite manifesta¡ que dicha normativa no transgrede
principio constitucional, en primer lugar porque ninguna normativa puede declararse
itucionalper se, en abstmcto, si no sc demuestra un pe{uicio real en su aplicación, cuestión
visto, no se dio en todo el proceso, ya que la Contraloría General de la República
sarrollar ampliamente sus cuestionamientos y ejerció e¡ todo momento su derecho a la
nsa, adem¿is de agregar que los juicios de ampa¡o no causan estado. Er¡ segundo lugar, la
N' 1.005 establece el procedimiento que ya se halla plasmado en la ley, no solo en la Ley
N' 282 sino en la Ley 1/89 que reconoce el derecho a la protección judicial, Art. 25 que en esencia
feco e el procedimiento del amparo cuando dicta el derecho a un "recurso sencillo y rápido". Por
ello. Ley N' l/89 se complementa con la Constitución y con la Ley N' 5.282. La Acordada N"
1.005 incula cuestiones ya establecidas de manera legal y convencional.
Ahora bien, más allá de los fundamentos que sustentan la constitucionalidad de la Acordada
N" 1005/ 14, la pretensiól de la Contraloria General de la República de buscar que por via de acción
se estudie la eventual inconstitucionalidad de una norna invocada por e¡ amparista al ñr¡dar su
demanda y no atacada por vla de excepcióri por la aqui actora es directamente inoponible a tenor de
establecido por los aniculos 538, 546 y 5ó2 del Código Procesal Civil.
Sobre el fbndo de la cuestión, que es la interpletación del Art.28 en relación con el Art.
104
la Constitución, se puede añrmar que ambas normativas son complementarias y deben ser
§ o. de manera sistemática. Así, el derecho a informarse también se aplica sobre un
ento tan impoñan te como la decla¡ación de bienes )' y los registros que de ahÍ se
gen La misma Constitución e lece I obligaci pre entar este documento a la
C ria Generai de la República como lmos. e públ de inform¿ción y como tal
ornar so bre los stros e rone§ que públicos. c rdo y
Senten aN'30se entó c qué ¡l decla¡aci .i eben
cons públicos. apl n parcial" de o11
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únÚ0I¡ CVo&ntina tre6Qoffi
Prul Dro
D¡. OSCAR ¡UGUSTO A VAImflXOS
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concll¡ir que el derecho a la int'brmación, es un derecho constitucional que autoriza a cualquier
ciudadano, a conoce¡ el contenido de las declaraciones juradas de bienes y rentas a través de las vías
conespondientes como se hizo en este caso con las decla¡aciones juradas de funcionarios públicos.
Finalmenle, de este modo, tenemos que la información solicitada versa sobre funcionafios
públicos, el objefo es un documento público, Ia fuente es pública y la infbrmación es altamente
relevante.
Po¡ los fundamentos expuestos precedenteme[te y por el criterio ya sostenido en fallos
anteriores, entre ellos en el calificado, por muchos, como histórico, dictado por esta misma Corte
Suprema de Justicia, el Acuerdo y Sentencia N". 1.306, del 15 de octubre de 2.013, este Magistrado
vota por el ¡echazo de Ia presente Acción de Inconstitucionalidad promovida tanto contra las
resoluciones dictadas en el juicio de Amparo, como co¡tra la Acordada N' 1005 de la Corte
Suprema de Justicia que reglamenta el procedimiento judicial de¡ivado del Titulo VII de la Ley N'
5.282"De libre ¿tcceso ciudadano a la inlormación pública y transparencia gubemamental".
En cuanto a las Costas, este Magistrado considera que las mismas deben ser impuestas a la
pafe pe¡didosa de conformidad a lo dispuesto en los articulos 192 y 205 del C.P.C.
ES MI VOTO.
En el presente caso no se realizó la referida remisión en dicha fase procesal, sino se interpuso
una accióo de inconstilucionalidad contra las sentencias de primera y segunda instancias, además de
la acordada. impugnando sus decisiones.
Esgrimiendo como agravios, la arbit¡ariedad de las sentencias al admitir el Amparo como via
para acceder a las declaraciones juradas de los fu¡ciona¡ios y autoridades públicas, no hallándose
este punto expresa¡nente incluido en la Ley N'5282/14 Acceso a la Información Pública y
Transparencia G beruameñta| (cat logada por el acciona¡te como ley general); ater¡diendo que el
acceso a las DD.JJ. de los fünciona¡ios prlblicos está supeditado, a la autorización expresa del
declarante faculte a la C.G.R. a través de los órganos jurisdiccionales, según el art. 3" inciso 5'
de la Ley N" 033/13 oue reglamenta el a . 104 de la Constítución Nacional de la Declaración
nes y rentas, acliyos, pasivos de los funcionarios públicos (catalogada pot el
¿lccl ley especial). Modificada por la Ley N'6355/19.
pane el amparista a fs. 75199 manifiesta entre ot¡as cosas, que no se halla en juego el
a'¡
c a la inviolabilidad del patrimonio documenral sino a la información que sobre algunas
obran en fuentes públicas de información que no reviste la caracteristica de secreta o
rese requiriendo el rechazo de la acción de incoNtitucionalidad interpu€sta.
Fiscalía Ceneral del Estado a fs. 125/32 previo examen formal y sustancial de Ia acción,
solicita rechazo de la preser¡te acción de inconstitucionalidad, alegando que no se conñgura la
bit¡aried ad ni violación constitucional, en las decisiones impugnadas.
Expuestos los extremos, corresponde analizar los bienesjurídicos involucrados, el acceso por
parte de la ciudadania a la información emanada de fuentes públicas, concretamente a las
larac iones jurad¡s de bienes y rcntas de funcionarios públicos, y sus implicancias con ot¡os
a§ individuales de las personas como l¡ inviol¡bilidad del patrimonio documeotal, si¡
ju dicial, Tratándose de bienes protegidos por la Constitución Nacional, corresponde aralizar
el ni de los inte¡eses en juego -interés general pa¡ticular- a una ponderación de
los a la luz del modelo politico-j
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QJdett¡ro
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DR.oSCAR r valmv os Prcl. Dt
En el contráto social celebrado, se han establecido potestades, atribuciones y obligaciones a
los mandata¡ios (autoridades y funcionarios) que necesariamente deben ser controladas, por los
órganos de control y la ciudadanía, para que se efectivice dicho pacto republicano.
Entre ellas la declaración jürada de bie¡¡es y rer¡trs que juatamente con la rendición de
cueÍtas, constituyen la herramienta democrática por excelencia, para evitar el manejo indebido, la
comrpción o los desbordes en el ejercicio del poder. En esta concepción, ambos instituros se erigen
al mismo tiempo como un derecho y utr deber, Un derecho del mand¡nte (el pueblo) de conocer
el e$ado patrimonial de sus mandatarios (autoridades y funcionarios), en quienes ha depositado sr-r
conñanza; y un deber de los mandal¡rios de rendir veraz y oponunamente dichos reportes sobre la
gestión asumida (a¡t. 28 C.N.).
6. Sistemqs adecuodos paro lo recaudación y el contol de los ingresos del Estado, que ¡mpidan la
coüupción.
l
imp¡dan el sobo o de ncionaños ptiblicos nac¡ohales y ex¡ranjeros, lales como
ot para asegurar que lqs sociedades mercanfiles y otos tipos de asoc¡ociones manlengan
que rcflejen con eractilüd y rdzonable detalle Ia adquisición y enajenación de activos, y
que es ezcan suficientes conlroles contables inlernos que perñilah a su personal deftctar actos
de cor.
El estudio de otrus medidas de prcvehción que lotfien en cuenla la relacióh enlre uhd
ió equílativd y la probidad en el senicio público.
Por Ley N'2.535/ 2003, Paraguay ratiticó la Conveüción de las Naciones Unidas contra la
rrupc ; por la que se comprometió a legislar e rpo ra¡ los meca¡ismos para prevenir y
batir corrupción pública estatal, entre los q se de
I
.final la presente Convención ¿s
UUMIR
,ieqoi#h,
I,
c) Promover la integ¡dad, la obligación de rendir cuentas y la debida geslión de los asu¡1tos y los
bienes públícos.
c) La publ¡cación de información, lo que podni incl ir informes pe ódicos sobre los riesgos de
conupcíón en su administración públ¡ca.
Aho¡a bien, la accesibilidad a esta infbfiiación pública, surge de su propia esencia. AI ser
información proveniente de un funcionario público y registrada en una fuente pública Ja C.C.R.-
según la Lcy No5282ll4 Acceso a la lnformacióh Pública y Transparencia GubernafientaL art.2o
No I literal e) es información pública, delinida en el No 2, como: Aquella producida. obtenida
bajo conlrol o en poder de las .fuentes públicas, independíentemente de su f<trmato, soporte. .fecho
de creacíón, o gen, clasilcación o procesamiento, sabo que se encuentre establecida como
secreta c¡ de corácter reservado por las leyes. Todo lo que contenga la declaración jurada de bienes
y rentas, que no esté expresamente tipificad a como i\forr ación sens¡ble, secreto o resen-ada, e¡ la
Iey: debe estar disponible para quien desee conocerla, tal como lo prevé el art. 4. de la Ley No
5282114 Acceso a la Información Pública y Traksparcncia Gubern.¡üental.
Parte de esa información (conrenida también en las DD.JJ.). como los salarios percibidos
por los funcionarios públicos ya están publicadas en las respectivas páginas institucionales de cada
ACCIÓN DE INCoNsTITUCIoNALIDAT)
ffi§3,8h" PRoMovrDA PoR LA coNTRALoRíA
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DE LA REPUBLICA.
1§1\
estatal, a partir de la Ley No 5189/14 Que establece lu obligatoric¿lad de la üovis¡ón de
tiones en el uso ¡le los recursos públicos sobre remuneraciones y otrqs retibuciones
asígnadas al servidor público en la República del Paraguay
En virtud a esta normativa se exige que los organismos del Estado, pr.rbliquen en sus
respectivos rtales electrónicos, ...su esttuclura orgánica y la kómiha cottpleta de los
Jitnci ñanentes y contratados y de elección popular, incluyendo número de cédula de
de ingreso, salarios, dietas o sueldos que corresponden a cada cargo, gaslos de
, bonifcaciones, discriminadas pot cada uno de los conceptos establecidos por l.ts
ivas, premios y gratilcctciohes especiales- Debiendo actualiza¡lo tras cada ejercicio
puede colegir entonces que parte del contenido de la declaración jurada de bienes y
de los funcionsrios públicos, cuya accesibilidad pública hoy se controvie¡te, y¡ adquirié
público desde la vigencia de la referida ley; resultando obvio que no requeúían autorización
deljuez para acceder a ellas.
La inconstitucionalidad se predica ta¡to del fallo mismo que ha hecho lugar al pedido de
infbrmación pública, como, indirectamente, de la Acordada No 1005. de t'echa 21 de septiembre de
2015, que ha reglado el procedimiento judicializado de requerimiento de información pública,
acordada ésta que también ha sido impugnada en cuanto a su constitucionalidad-
Po¡ lo demás, esta magistratura entiende que la via co.recta para i¡coa¡ un pedido de
información pública, denegada por la entidad. órgano o repartición públicos. es, precisamente el
ampa¡o constitucional, como ya se expuso en el Acuerdo y Sentencia No 5l de fecha 02 de mayo de
2008. diclado por la Tercera Sala Civil y Comercial de la Capital, en los autos: "Juicio "Félix Césa¡
Picco Ponillo S/ Amparo", ocasión en la cual integró, como miembto natural, el órgano
jurisdiccional que se pronunció por primera vez sobre un pedido de información pública, haciendo
lugar al amparo y otorgándo el mismo. De modo que. aun cuando la cuestión de la
constitucionalidad de la Acordada N'1005/15 se hubiera planteado oportunamente -en el ma¡co del
ampa¡o cuya sentencia ahora se impugfla- Ia hipotética decla¡ación de inconstitucionalidad carecería
de tascendencia, al ser conecta la via empleada. En cr.¡anto a esto último, no debemos olvidar que el
amparo es una gara¡tia constitucional para hacer valer derechos constitucionales ilegitimamente
conculcados por una autoridad o por un particular, que por la urgencia del caso no pueden transitar
la vía de un juicio corriente; la vía del ampa¡o es residual, en el sentido de que se requiere que no
exista un medio idóneo, capaz de atender satisfactoriamente los derechos constitucionales que están
en juego o que se reputaJl lesionados, coniorme lo indica el art. 134 de la Constitución de la
República. Ahora bien, el derecho a Ia información es, sin duda, u¡ derecho fu¡damental, tutelado
por nuestra Constitución; y en cuanto a la urgencia de su atención. debemos reconocer que ella
existe. pues. como se dijera en aquélla oportu¡idad primera, al resolver el a¡tedicho amparo en la
Sala Civil y Comercial, la información es un elemento básico de las sociedades y de la convivencia.
que permite a las personas tomar sus decisiones vitales eD orden a p¡oteger sus otros derechos y
cumplir sus deberes como miembro del grupo social, y a panicipar en Ia vida pública: esto adquiere
,ArConrr lcc¡óx »rrNcoNsrtructoNALtDAD
lffi*'Bts)Supnrul PRoMovtDA PoR LA coNTRALoRiA
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PLECHA c/ coxrnu,onir cENERAL
DE LA REPUBLICA.
*4 Albe(o
cva& ,^útoaq
DR, OI.AP vl¿00w¡ios Pftl. Dú i
^UGIJ§TOI ^
"La pretensión del amparista, no es otra que ese recurso sencillo, rápido y efectivo ante la
jurisdicción que le debe amparar ante actuaciones estatales que según alega son violatorias de su
derecho de acceso a Ia información bajo el control del Estado, cuando, además, se ven afectados
derechos y garantías tales como -entre otros- ejercitar el derecho de defensa en juicio, gozar del
debido proceso, el "habeas data" o defender la propiedad." (R., T. A. s/ AMPARO s/competencia,
Nro. Intemo: 0000000001; Sentencia del Superior Tribunal de Justicia de Viedma, Río Nego, Sala
04, del 7 de feb¡ero de 2007, Id SAIJ: SUF0026053)i Es decir, considerando que el meollo litigioso
Io constituyó el derecho a la información, los juzgado.es estima¡on que "...negar el acceso a la
inlbrmación de cualquier dato referido a generación de desechos o contaminantes compo¡ta un
enfrentamiento a Ia garantia constitucional...". [...] y que. por ende, no existe medio judicial mas
idóneo -por sus caracteristicas de rápido, expedito y eficiente- que el amparo para la protección de
los mismos." (Sentencia de la Cone Suprema de Justicia de Santa Fe,26 de marzo de 2003, N¡o.
lntemo: ASTI87Pl20, ld SAIJ: FA03090055) y otros pronunciamientos: Sentencia Cámam Nac.
Apelac. en Io Contencioso Administ¡ativo Federal. Capital Federal, Ciudad Autónoma De Buenos
Aires, Sala 03, 29 de noviembre de 2004, Nro. Intemo: 187343/0, ld SAIJ: FA04100225).
Como bien se ha dicho en los votos que precedeo. citando al emioente constitucionalista
argentino Pedro Sagüés, la doctrina ha conceptualizado y delimitado lo que debemos entender por
fallo a¡bitrario, atendiendo a la circunstancia de que la acción de inconstitucionalidad no es. ni debe
ser nunca, una revisión del fallo que se ataca de arbitrario, dado que constituye una herramienta de
control formal del mismo, en cuanto a su adecuaciór a las garantias constitucionales de los juicios,
consag¡adas en la Cana Magna. Así, un fallo podria ser arbitra¡io, si carece de fundamentación o
ella es insuficiente, o se basa en hechos no alegados por las panes y que no pueden traerse de oficio
por el órgano, por no compromeler el orden público: o cuando en el fallo existe incongruencia
intema lógico-argumentativa, o en relación con el decisorio final, o dicha incongruencia se da
respecto del proceso, o de las partes que lo integran o que debieron integrarlo, o cuando se funda en
una ley u otra norma inconstitucional. En este último aspecto, nuesro sistema procesal establece
ciertas limitaciones para una argución de inconstitucionalidad por arbitrariedad cuando el lallo se
apoya en una ley cuya constitucionalidad no ha sido denunciada o planteada con anterioridad, por la
via pertinente, dados los térrninos restrictivos del art. 562 del Cód. Proc. Civ. Sobre este último
punto se volverá más adelante, dado que el prcceso en el cual se ha dictado el fallo que hoy se
impugna de inconstitucional es un juicio de amparo, el cual tie[e reglas procedimentales especiales
y restrictivas. que le colocan e¡ una situación tambiéü particular.
Como hemos visto. el fallo atacado decidió hacer lugar al amparo promovido y ordenar a la
Contraloria General de la República a proporcionar la información solicitada- a saber, el conte¡ido
de las declaraciones juradas de funciona¡ios públicos va¡ios. presentes o pasados. La ley invocada
fue la N' 5.28212014, en tanto que la Contraloria, al oponerce al pedido, adujo la entonces ley
N'5033/13, Que reglamenta el A¡ticülo 104 de la Constitución Nacional, de la Declaración Jurada
accróx o¿ INcoNsTITUcIoNALIDAD
pon La cor,ltulonil
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FLf,CHA C/ coNTRALoRÍA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
ñ
y Rentas, Activos y Pasivos de los Funcionarios Públicos, hoy modificada por la Ley
s 5s/20 19, El debate se cent¡ó en determinar si cómo se debe entender y aplicar la Ley de
a lnformación Pública en relación con la Ley N"5033i 13 y en particular en el art. 3' de
esta úl que, en su versión entonces vigente, disponia: "La declaración jurada de bienes y rentas,
activos y pasivos debe¡á contener: l) La consignación, a la l'echa de la decla¡ación, de la totalidad de
los activos y pasivos, y de los ingresos y gastos, debidamente especiñcados y valorizados tanto en el
pars como el extranjero, con expresión de los valores respectivos, del declarante, su cór¡yuge bajo
re dc unidad ganancial de bienes, aún en caso de unioues de hecho, y de los hijos menores
dos a su patria potestad. 2) Los datos personales del mismo y de sus parientes
e¡ grado de consanguinidad y añnidad. 3) El detalle de la totalidad de los bienes
r!l administre o que se encuentren bajo su custodia. 4) La autorización expresa e inevocable
te, que faculte a la Contraloria General de la Repüblica, al Ministerio Público y al
ju sdiccional competente, a realizar todas las investigaciones que se consideren pertinentes,
en tenitorio nacional como extranjero. para determinar la veracidad del contenido de la misma,
las cuentas bancarias. 5) La autorización expresa e irrevocable del decla¡ante, que faculte a
General de la República, a través de los órganos jurisdiccionales a da¡ a conocer los
co¡tenidos en su decla¡ación jumda de bienes y rentas, activos y pasivos, conforme al
miento a ser establecido por la misma en la reglamentación correspondiente.. .".
Alberto
Luego, en este esceriario que estamos examinando se debe considerar el an. 563 del Cód.
Proc. Civ., cuerpo normativo que contiene la reglamentación legal de Ia garantia fundaúental del
control constitucionall aquél afículo e$ablece que la Corte Suprema de Justicia, que hoy está
reunida en Pleno, "...declara¡á de oficio la inconstitucionalidad de resoluciones. en los procesos que
le lucren sometidos en virtud de la ley, cualquiera sea su natúaleza...", lo cual no hace más que
poner en acto el debe¡/facultad de la Corte Suprema de Justicia consagmdo en el art. 132 la
Constitución, ya refe¡ido, de ser el órgano de control de la supremacía y vigencia de la Constitución
de la República. El citado articulo se concuerda, además, con los arts.540 y 541 del Cód. P¡oc. Civ.,
que previenen que el allanamiento o el desistimiento no impiden el control oñcioso de
constitucionalidad de la norma que se ha de aplicar en la soluc¡ón de una controversia j udicial, con
lo cual se hace evidente que la cuestión de la inconstitucionalidad normativa, de las norñas que han
de servir de base juridica para el dictado de una resolución judicial. no es disponible por las partes,
dado que en ello va involucrado el orden público. Lo así expuesto es completamente entendible,
pues, en efecto, resultaria inadmisible que la Corte Suprema en pleno, en tren de juzgar un asunto
que le es sometido, obvia¡a su deber de control de constitucionalidad de las normas que tiene que
aplicar, precisamente, en la resoluciól de dicho asunto y se viera compelida a emplear en ello una
no¡ma cont¡a¡ia a nuestra Carta Magna. En tal sentido, la exposición de motivos de la no¡ma
procesal es muy clara cuando indica: "En lo relativo a la decla¡ación oliciosa de la
inconstitucionalidad por parte de Ia Cone, cabe señalar que de acuerdo con la Constitución Naciona!
toda sentencia judicial debe esta¡ fundada en ella. en primer término, en vinud del principio de
supremacía. Esta no es una f'acultad. sino un debe¡, y si es la Co.te el órga¡o competente para
declara¡ la inconstitucionalidad de las leyes, mal podria aplica¡ la que fuese contra¡ia a Ia ley
suprema solamente porque no se hubiera pedido tal decla¡ación. Cuando la contradicción es entre la
Constitución y una ley inferior, la Corte tend¡á que decidirse por aquélla, sin necesidad alguna de
pelición, haciendo el pronunciamiento coÍespo¡dieñte. Una tesis contraria nos lleva¡ia a concluir
que el cumplimiento de su deber por pane de la Corte vend a a depender de la conducta de los
particula¡es. Por supuesto que esta declanción ex o/Jicio, como Io deja sentado el Proyecto, tiene un
sentido restrilgido: solo procederá cuando, al pedirse la tutela juridica por cualquie¡ motivo,
mediante demanda iÍtroductiva de la instancia, se excita su función jurisdiccional; es decir, cuando
hay juicio o litigio sometido a su decisión..." (Código Procesal Civil, Ley N" 1337/1988, Texto
Conelacionado con su Exposición de Motivos, Autores Varios, lntercontinental Editora, Asunción,
201l. pág. 166).
Este debe¡/facultad adquiere aún mayor relevancia. si se atiende al tipo juicio cuyá sentencia
deñnitiva se ataca hoy de inconstitucional; en efecto. la acción de ¿¡mpa¡o transita un proceso que es
especial por muchas razonesi en cuanto aquí atañe, esto es, el control de constitucionalidad, vemos
que el órgano ju sdiccional que debe atendq y juzgar el amparo no tiene facultad, en nuesl¡a
normativa vigente, pa¡a entender y resolver sobre la inconstitucionalidad de las normas que debe
aplicar o que vienen a cuento en la litis que se le plantea por via de dicha garantia de amparo, el que.
como sabemos, tieoe por obj€to la tutela directa de derechos t'undamentales que han sido lesionados
o est¡ín en peligro de serlo; eslo es, su materia palmaria siempre concemirá a üt asunto
constitucional. Ahora bien, la ley 600/95, que modificó el Cód. Proc. Civ. en este punto, sac¿indoles
a losjuzgados y tribunales la facultad original del an. 582, solo les dejó la posibilidad de elevar, via
ACctóN DE tNcoNSTITUCToNALIDAD
PRoMovlDA pon l,l co¡rrneLonÍl
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DE LA REPUBLTCA.
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cuestiór¡ de la posible inconstitucionalidad de una norma --cualquiera sea su jerarquía-
que ser consrderada en el marco deljuicio de amparo. El texto del articulado actualmente
"...Si para decidir sobre la acción de amparo fuere necesario determinar la
constituciolalidad o inconstitucionalidad de alguna ley, dec¡eto o reglamento, el Juez, una vez
constatada [contestada?] la demanda, elevará e¡ el dla los antecedentes a la Sala Constitucional de Ia
Corte Suprema de Justicia, la que en la mayor brevedad decla¡a¡á la inconstitucionalidad si ella
surgiere en forma manifiesta..."; si a ello le sumamos que el art. 586 del Cód. Proc. Civ. prohíbe en
el amparo el planteamiento o articulación de cuestiones previas o de competencia, excepciones ni
incideltes, la susodicha consulta puede ser la única via que tienen las partes de obtener la garantia
del control de cor¡stitucionalidad de las no¡mas sobre las que se va a juzgar el asunto relativo al
reconocimienlo o a la pérdida de un derecho fundamental, o de su ejercicio. En efecto, el an. 546 del
Cód. Proc. Civ. establece que la excepción de inconstitucionalidad podrá incoarse "...en losjuicios
especiales cualquier naturaleza...", pero luego el art. 549 advierte que las reglas del capítr¡lo que
la el se aplicarán "...en los juicios especiales [...] en lo pertinente...", lo cual, ante la
hibición del an. 586, pone en duda la posibilidad de las pa*es de plar¡tea¡ vrilidamente la
excepción. Como quiera que sea, y ya que las pafes planteen la inconstitucionalidad de la
o ella sea advenida por el juez, es deber de éste -nótese la imperatividad de la fórmula
"elevará en el dia"- remiti¡ los antecedentes a la Corte Suprema de Justicia. Si ninguna de
hace el planteamiento, y eljuez inferior tampoco opera la facultad que tiene coñfbrme con
art. 5 en su actual versión concordante con el art. 18 del Cód. Proc. Civ., e[tonces es deber
de la Co¡te Suprema de Justicia hacer el control a que está compelida misionalmente,
con la Coristitución de la Repúblic4 y las leyes orgrínicas y procesales a que está sujeta
a. Ésta es también la conclusión a la que la doctrina nacional ha anibado sobre la cuestión
además, impide que el interesado pueda recunir ulteriormente a la acción d€ inconstitucionalidad
ataca¡ la sentencia fundada en un instÍumento normativo inconstitucional que debió ser
en su oponunidad por vía de excepción, segitr lo prescribe el Aniculo 562 dcl Código
Civil cua¡do regula la impugnación por via de acción. Sin perjuicio de lo cual, la Corte
S uprema de Justicia podrá hacer la declaración de oficio de [a inconstituciomlidad de las
resoluciones'en los procesos que le fueren sometidos en vinud de la ley, cualquiera fuere su
natumleza' (Código Procesal Civil, A¡ticulo 563)..." (Mendonsa, Juan Cados. Derecho Procesal
nstitucional, Régimen Procesal de las Garantias Co¡stitr¡cionales, La Ley Paraguaya. Asunción,
págs. 27 /28)
Por otro lado, los datos generados directa o indirectame e por la actividad o firnción pública
son siempre datos público§, pelo debe t¡alarse, en efecto, de datos que la entidad o el órgano público
genera en razón de sus fines misionales, no de datos que llega a conocer o a ¡ecaba¡ e¡ tal menester.
los cuales podrán o no ser considerados como datos públicos. según el caso y de acuerdo con la
norma constitücional y legal. En este sentido, el decreto de nombramiento de un funcionario es
siempre dato público. pero no todos los datos personales de ese funcionario público, recabados por
la entidad u órgano en el que sirve son o constituyen datos públicosi piénsese, por vía de ejemplo, en
el número lelefónico paficular de un funcionario público, que éste proporciona a la entidad er la
que sirve, al solo efecto de su eventual necesidad de ser contactado por pafe del ente público; tal
dato figuará en los registros de personal de la entidad pública, en el legajo del funcionario, pero
nunca podrá ser considerado dato público; lo mismo ocurri¡ía con las cenificaciones médicas
¡elativas a su estado de salud, cuando, v.g., su presentación Ie es requerida administrativamente.
Sobre este punto se volverá en detalle más adelante.
De modo que es impropio considerar a todo dato como público, salvo que sea resewado, solo
por el lugar de su asiento o por la autoridad que lo controla o Io cuslodia, e independientemefite de
la titul del dato y su real naturalez¿. Ello contraviene el derecho a la privacidad y a la
lntrm en la Constitución de la República, aÍ. 33: "La intimidad personal y familiar,
asl respeto a la vida privada, son inviolables. La conducta de las penonas, en tar¡to no
n público establecido en la ley o a los derechos de terceros, está exenta de la autoridad
ga¡a¡tizan el derecho a la protección de la intimidad, de la dignidad y de la irnagen
pn e las personas.", así como los derechos conexos a éstos, art. 30: "...La Iey asegurará, en
de oportunidades. el libre acceso [...] al de los instrumentos electrónicos de acumulación y
iento de información pública, sin más límites que los impuestos por las regulaciones
es y las normas técnicas. Las autoridades asegurariín que estos elementos no sean
para lulnerar la intimidad personal o familiar y los dem¡ís derechos establecidos en esta
SÉt&f1.", añ.3a, del derecho a la inviolabilidad de los recintos privados, an. 3ó del de¡echo
violabilidad del patrimonio documental y la comunicación privada; como puede verse, esta
va de la Ca¡ta Magna alcanza y configura la protección constitucional de los datos
la cual, aunque no esté expresamente enunciada en tales términos literales, hace, sin
d de los derechos humanos fundamentales, máxime si se considera también el art. 45 de la
Consti ón, que reza: "La enunciación de los derechos y garantías contenidos en esta Constitución
no entende¡se como negación de otros que, siendo inhe¡entes a la pe¡sonalidad humana, no
fi expresamente en ella..."i estas normas constitucionales han sido reguladas en ciertas leyes
pero de manera parcial y aislada, como son las leyes que rigen el sistema bancario, el
de salud, las leyes sobre niñez y familia, y la Ley N"1682/2001 y sus modificatorias, ya
mris aniba; empero. la falta de una reglamentación expresa, específlca e i[tegral no puede
Ia tutela -au¡ judicial- de tales datos personales en su dimensión de inherencia a la dignidad
humana, tutela que es debida en todo caso, y aún a pesar de no contarse con una ley reglamentaria
específica e i¡tegral, dados los claros términos del citado art. 45, según el cual: "...La falta de ley
reglamentaria no podrá ser invocada para negar ni para menoscabar algún derecho o garantía...", y
vifud del cual la omisión de la pertinente reglamentación de un derecho constilucional nunca
ser óbice para su invocación, o o garantia
ir flr(ܧ ,/ ón
Mr{.RCOs -Sr.
^"ÍIffi{$ns Qoffiq Dtn
constitucionalidad: primeramente exige una autorización que no puede ser negada, imponiéndola
como un deber, lo cual es sumamcnte contradictorio, pues. si se trata de un deber, no se precisa
autorización, y, por otro lado, la natu.aleza misma de la autorización es que sea volunta¡ia, no
obligatoria; esto pone, cuando menos en duda, si la ley ha querido o no despojar a los funciona¡ios
públicos de Ia disponibilidad de sus datos sensibles y personales, de modo general. Ello, desde
luego, sería inadmisible desde el punto de vista constitucional, ya que, como vimos, el recorte de
derechos fundamentales, en atención a otros derechos, nunca puede constitui¡ o derivar en supresión,
Por otro lado, Ia ley hace una delegación legislativa impropia, al dejar en manos de la Contralo¡ía
General y de la reglamentación que ésta por si propia dicte, la regulación de los derechos relativos a
los datos personales, que son pane de los derechos fundamentales de la personalidad, a la intimidad
y la privacidad, permitiéndole, incluso, decidir por sí y ante sí qué deb€ y qué no debe ser
considerado como dalo personal protegido o reservado, lo cual no se compadece en absoluto con el
arf.202 de la Cor¡stitución de la República: "De los Deberes y de las Atribuciones. Son deberes y
atribuciones del Congreso: l. velar por la observancia de esta Constitución, y de las leyes; 2. dictar
los códigos y demás leyes, modificarlos o derogarlos. interpretando esta Constitución.. .", texto del
cual resulta claro qüe la regulación del artículo constitucional respectivo de tutela de todo derecho
fundamental, incluido el que ahora estamos examinando -an. 33 concordante con los afs. 30, 34, 36
y 45- solo puede corresponder originaria e indelegablemente al Poder Legislativo, con sus dos
Crímaras; el Congreso es la únicaautoridad constitucional designada pala reglamenta¡
r¡orrnativamente Ia Constitución de la República y, en tal sentido, la única delegación posible esui
contemplada solo para las Comisiones intemas de cada Cámar4 por voto de la mayoria absoluta de
sus miembros. art. 215 de dicha Cafa.
En el anáLlisis que estamos acometiendo, debe considera¡se que, de suyo, ambos derechos, el
derecho a la información y la libertad de expresión, y el derecho a la intimidad y la privacidad, se
encuentr¿rn en un contexto de tensión reciproca, la cual no puede se¡ resuelta con la mera
obliteración de uno de ellos, pues ambos son derechos humanos, §ino que tiene que ser ponderada
c¿¡so por caso, atendiendo alos ya conocidos criterios de finalidad, razonabilidad y
proporcionalidad, que son esenciales a la hora de juzgar derechos fundamentales de rargo
constitL¡cional.
ones por ¡azón de determinados intereses públicos y privados..." y que "...a1 evaluar las
, Ias instituciones debe¡ tener en cuenta los principios vigentes relativos a la protección
d; los datos personales, e¡ todos los árnbitos de actividad [.,.] [consitutyendo] una excepción al
acceso a un docurnento cuya diwlgación suponga un perjuicio para la protección de la intimidad y
la integ dad de la persona, en paficular de conformidad con la legislació¡ [...] sobre Ia p¡otección
de los datos personales." Sentencia del Tribunal de Justicia TJUE (Gra¡ Sala), Asunto C-28/08P,29
de junio de 2010). Y aún miis que: "...no cabe atribui¡ una primacía automática al objetivo de
t¡anspa¡encia frente al derecho a la p¡otección de los datos de ca¡ácter personal..." (Sentencia del
T¡ibunal de Justicia TJIIE (Gran Sala), 9 de noviembre de 2010- asuntos acu¡nulados C-92/09 Y
c-93/09)
No caben dudas, pues, que el preser¡te asunto que enca¡amos en este caso es cuestión de
derechos humanos, por ambos frentes: el de¡echo a la información y el derecho a la privacidad.
En este menester, y eñ cua¡to a las tensiones que ambos ámbitos de derechos humanos -
int'brmación, y privacidad e intimidad- plantean. es esencial, se dice, "...la consideración de los
principios de proporcio¡alidad, relevancia y no exceso, en virtud de los cuales las excepciones y
limitaciones a la protección de la cor¡fidencialidad de esos datos deben operar dentro de los límites
estrictamente necesarios, ya que es esencial identilicar aquellas medidas que afecten en Ia menor
medida posible el derecho fundamental [de intimidad y privacidad], al tiempo que contribuyen al
logro de los objetivos legitimos subyacentes a la recopilación y el procesamiento de datos." Por otro
lado, con igua) imponancia, existen Ios principios de publicidad y transparencia, que se refieren,
como corola¡io del principio democrático no solo [...] a todos los aspectos ¡elevantes de la vida
pública e institucional, sino también [,..], al buen ñrncionamiento de la administración y, por la
parte que nos interesa especÍlicamente, a los datos que posee y controla. Estos son principios que. en
la legislación intema, como se explicó anteriormente, tienden ahora a manifestarse en su decli¡ración
subjetiva, también e¡ forma de un de¡echo de los ciudadanos a acceder a los datos en poder de la
administración pública. (Sentencia N'20 de 2019 de la Corte Constitucional Italiana, y comenta¡ios
del magistrado ponente, Nicoló Zanon, Giudice della Corte Costituzionale).
En dicho entomo, acla¡a el comenta¡ista Nicold Zanon, Giudice della Cone Costituzioriale:
"el posible conflicto er¡te las r¡ecesidades de transparencia e información. por un lado, y. por oro,
los derechos de las personas que actúa¡ dentro de la administración, es intuitivo[. .. ]la accesibilidad
tot¿rl, corre el riesgo de coloca¡se en antilesis con respecto a la necesidad de proteger la
conlldencialidad de los datos contenidos en los documentos y en Ia información en poder de las
administraciones." [...] "De hecho, la transpa-rencia de la información, y sobre todo de las
publicadas en la red, también atañe e interpela a las personas, y es evidente que no todas las noticias
relacionadas con las personas i¡volucradas son imprescindibles para satisfacer la necesidad de la
comunidad de saber cómo funciona u opera la máquina bu¡ocrática; además, hay categorias de
información que, en cualquier caso, debeaian protegerse, ya que se refieren est ctamente a la esfera
personal de las personas. [...] En el equilib.io ent¡e el conocimiento (de la actividad) y la
conñdencialidad (de las personas), se debe evitar la exposició¡ de datos personales imecesarios con
ñnes de transparencia, pero que tienen implicaciones perjudiciales para la dignidad de los
interesados." (Sentencia No 20 de 2Ol9 de la Corte Co¡Ntitucional ltaliana, y comentarios del
magistrado ponente, Nicoló Zanon, Giudice della Corte Costituzionale).
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$" "rr"ráao ,u"' " la consecución de estos Fopósitos debe tener lugar mediante la
de obligaciones de divulgación de datos e información, cuyo conocimiento está conectado
de maner razonable y efectiva al ejercicio de url control, taDto e¡ el correcto cump¡imiento de las
ñrnciones institucionales como en el conecto uso de recursos públicos. [...] En esta perspectiva,
entonces, las obligaciones de publicación de las remuneraciones de cualquier naturaleza
relacionadas con el cargo asumido o investido, así como los montos de viajes de servicio y misiones
pagados co¡l fondos públicos, parecen justificados. Esto sirve para facilita¡ la posibilidad de un
cont¡ol generalizado, por parte de los propios receptores, de los servicios prestados por la
admini ón, asi como de los métodos de uso de los recursos públicos. También permite evaluar
lai , con respecto de los resultados obtenidos y los servicios ofrecidos, de las sumas de
inadas a la remuneración de los süjetos responsables, a todos los niveles, y del buen
de la administración pública". (Sentencia N'20 de 2019 de la Corte Constitucional
y comentarios del magistrado ponente, Nicoló Zanon, Giudice della Corte Costituzionale)
"Desde este punto de vista, la disposición en cuestiól termina por ¡esultar en conflicto con el
incipio siempre seguido por la jurisprudencia constitucional italiana y según el cual, en las
! i§ ones de equilibrio [de derechos constitucionales] no puede haber disminución e¡ la
cción de un derecho ñrndamental si no se reciproca con un aumento conespondiente en la
cción de otros intereses de igual rango. [...] La indexación y la hazabilidad gratuita en la web,
a),uda de moto¡es de búsqueda comunes, de los datos personales publicados, no es coherente
para orecer el conocimiento corecto de la co ucta de la gestión pública y los métodos de uso de
os públicos. [...] Este es urr bión destacad jurisprudencia del Tribunal
de Derechos Humanos. A del Io la tecno gla de la ación y la
n de las posibilidades €l de da ala
tzact . el TEDH se ha cn la protecci de la pfl dad
(artículo 8 CEDH) y la protecci 'también a última o
tutela autonomía personal excesiva de de sujetos icos y
(TED C¡an Sala, sentenci t6 2000, Suiza y lde 2010
F¡i ilá y la Lrn lc ativo ( deSde bre de 2016.
AI
\ le
El Tribunal Constitucional italiano señala que las disposiciones impugnadas, muy semejantes
a las que estamos hoy analizando en el presente caso, no pasan la prueba de proporcionalidad,
incluso en términos de la elección necesaria de la medida menos restrictiva de los derechos
fundamentales involucrados. Observa que, sin duda, existen soluciones altemativas a la privilegiada
por el legislador, ya que existen modelos y técnicas imaginables para equilibrar adecuadamente las
exigencias opuestos de confidencialidad y transpa¡encia, ambos dignos de una adecuada
valorización, pero ninguno de ellos pasible de una compresión o recorte excesivos. [...] el principio
de igualdad y el principio de proporcionalidad deberían guiar cualquier operación de equilibrio entre
derechos fundamentales a¡¡agónicos. (Sentencia N' 20 de 2019 de la Corte Constilucional ltaliana,
y comentarios del magistrado ponente. Nicold Zanon, Ciudice della Corte Costituzionale).
/ AI Nlartinez
Luego, hay que aclarar que la tutela a los derechos de la intimidad y la privacidad alcanza
también a los agentes y funciorE¡ios públicos, como ya se insinuó en los pánafos precedentes, dado
que se trata de delechos humanos, que compete[ a la persona humana por el solo hecho de serlo -art.
45 -ya referido- y preámbulo de la Constitución de la Repúblic4 y ar. l. de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos: "Obligación de Respetar los Derechos l. Los Estados Pañes
en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a
garantizar su libre y pleno ejercicio a toda pe¡sona que esté sujela a su jurisdicción. sin
discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de
cualquier otra Indole, origen oacional o social, posición económica, ¡acimie¡to o cualquier otra
condición social. 2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.", y en
l I
paticular el añ. l pánafos y 2: "Toda pemona tiene de¡echo al respeto a su hoffa y al
reconocimiento de su dignidad" y "Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su
vida privada- en la de su familia- en su domicilio o en su correspondencia [...] 3. Toda persona tiene
derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos ataques.", conco¡da¡te también con el
art.5: "Derecho a la Integridad Perso¡al. 1. Toda persona tiene derecho a que se respete su
integridad ñsica, psíquica y moral...". En idéntico sentido la Declaración Universal de Derechos
Humanos. de Nacio¡es Unidas, a¡1s. L y 2. y a¡i. 12; ambas, estas citadas, convenciones ratilicadas
por nuest¡o país y que han pasado a integrar el sistema normativo vigente. Asi pues, si bien cie¡tos
derechos pueden sufrir un recoíe en atención a la calidad del sujeto, como el caso de los
funciona¡ios públicos, dicho recoñe no puede significar nunca su total denegación o supresión, y
debe hacerse siempre en conside¡ación de las finalidades para las cuales está concebido el recone,
esto es, en relación únicamente con la actividad y función que el sujeto realiza o cumple en el
servicio público y la necesidad de transparencia de su gestión en tal ma¡co, bajo el principio de
mínima lesión posible y empleando los c¡iterios de ponderación arriba ya citados, de finalidad.
razonabilidad y proporcionalidad.
Así también lo ha entendido la jurisprudencia comparada, que ya henros citado más a¡riba, a
la que añadimos las siguientes: "El Tribunal reitera que la divulgación de información relacionada
con Ia vida privada de un individuo se encuentra dentro del alcance del Articulo 8 § I [derecho a la
intimidadl (Leander v. Sweden, Sentencia del 26 de ma¡zo de 1987. Series A no. 116, p. 22, § 48).
"el concepto de 'vida privada' es un término amplio que no es susceptible de una definición
exhaustiva (S. y Marper v. Reino Unido TEDHIGCI. núLrns. 30562/04 y 30566/04, § 66, CEDH
2008. y Preny V. El Reino Unido. N' 2346102, § 61, CEDII 2002-lll), el cua "...no debe
,A.Coru
lffi*§'lSupnru¡.
ACCIÓN DE INCONSTfTUCIONALIDAD
PRoMovtDA pon coNtur,oú,r u
GENERAL DE LA REPÚBLICA EN LOS
§pZDEJUSTICtA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCANO
FLECHA C/ CONTRALORiA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
Erse de manera rest¡ictiva", "En panicular, el respeto por la vida privada comprende el
a establecer y desanollar relaciones con oros seres humanos; además, no hay razón de
n para justificar la exclusión de actividades de naturaleza profesional o comercial de la
noción de 'vida privada' (Sentencia Niemielz v. Alemaria de 16 de diciembre de 1992, Serie A no.
251-8, § 29, y Sentencia Halford vs. Reino Unido, TEDH 1997,37, § 42)[...]Cubre la integridad
fisica y psicológica de una persona. Por lo tanto, puede abarcar múltiples aspectos de la identidad
fisica y social de una persona. [...] La vida privada umbién puede incluir actividades de carácter
profesional o comercial (véase Niemietz v. Alemania, 16 de diciembre de 1992, § 29, Selie A N'
251-B). El también ha sostenido que existe una zona de interacción de una persona con
otf¿15 incluso en un contexto público, que puede caer dent¡o del alcance de la'vida
Couderc y Hachette Filipacchi Associés, § 83)" y que "...una excepción gereral a
de la directiva con respecto a la información publicada priva¡ia en gran medida a la
su efecto. Sería suficiente que los Estados miembros publiquen datos para que esos
de disfrutar de Ia protección que ofrece Ia directiva..." GruE Asunto C-73l07
altuutettu v. Satakunnan Markkinapórssi Oy y Satamedia Oy, EU: C: 2008: 727,
48, y Asunto C-l3l/12 Google España, EU: C: 2014: 317, apartado 30.); fallos éstos que
an los claros peligros de una publicación indebida, sobre todo e¡ el vasto universo digital de la
y que ienen que los ellctos de ello son susceptibles de provocar lesior¡es irremedi¿bles a
es. Concluye pues, que "...El ejercicio de equilibrio entre los derechos de
de datos [,..] por un lado, y la libertad de expresión protegida [...] por el otro, deberá
dec rse c¿¡so por caso...". Ahondando en esta materia y en los delicados derechos que se deben
poner en equilibrio, asi como de la i¡remisibilidad de las potenciales lesiones a los mismos,
consl las modemas tecnologias de comunicación, se ha dicho también que: ",..habida cuenta
de la ilidad con que la información publicada en un sitio de Intemet puede ser copiada en otros
§ltlos y e que los responsables de su publicación no están si€mpre sujetos al Derecho de la Unión,
no podria llevase a cabo una protección elicaz y completa de los interesados si éstos debie¡an
obtener con carácter previo o en paralelo la eliminación de la información que les afecta de los
editores de sitios de [¡temet [..,] tal incompatibilidad puede resultar no sólo de que los datos sear¡
inexactos, sino en particular, de que sean inadecuados, no pertinentes y excesivos en relación con los
fines del tatamiento, de que no estén actualizados o de que se conseryen durante un período
superior al necesario, a menos que se impon su conseryac¡on p históricos, estadísticos o
científicos. [. . . ] un tratamiento inici nte li to de datos devenir, con el tiempo,
L§
incompatible [...] cuando estos dato t10 neccsar¡ relación n los fines los que se
recogieron o tmta¡on. Este es gl inad s, no o ya no
pertinentes, o son excesivos en ye UTTI do.[. ls In em
tal no seria el por razones el en la pública
el menci eto, resultara q ¡a en sus tales está ustiticada
el interés te de dicho ICO ,aftizde lusión, acc información
de que .." (Sentengildel usticia _TJ E- (Cran I 13 de mavo
de 201 asunto e+m(N Albe artínez Sim
á ( q,ue*.
{L ilrt1D6 *(
r)It. orrx aucu§lo vA[mvrio¡ 0
0t. Deilsüt
if¡ C
Así pues, y a Ia luz de lo hasta aqui expuesto, puede decirse que la sentencia que ahora
estamos estudiando no es propiamente inconstitucional por falta de fundamentación, o por
fundamentación insuficiente o contradictoria. y que son cicrtamente posibles las conclusiones a las
que ha llegado en su formulación -en u¡ estricto sentido de lógica argumentativa- respecto de qué
datos contenidos en la declaración jurada de los agentes y funcionarios públicos se deben considerar
datos públicos, y cuáles son datos sensibles, para concluir. finalmente, que no hay -fuera de estos
últimos- ninguna reserva legal; empero. tal inte¡pretación y su resultado se basan en leyes que
adolecen de vicios de inconstitucionalidad parcial y, por ende, han devenido también en el dictado
de una sentencia parcialmente inconstitucional. En ef'ec1o, ya hemos visto y señalado más a¡riba los
defectos que contienen las leyes N'5033/13 y N"5282l14, y con la interpretación hecha de las
mismas por el Tribunal, en conco¡dancia con las leyes N' 1682/01, N'I969/02 y N"5543/15, se ha
llegado al resultado de soslayar parcialmente cienos derechos de intimidad y de privacidad. que
hemos de ref¡rir seguidamente.
En cuanto a la cuestión que estamos juzgado, tenemos, en efecto. en primer término, los
datos personales contenidos en las declaraciones juradas, y que están amparados en el art. 4' de la
Ley 1682/01, afículo que no ha sido modificado por las leyes ulteriores sobre la materia, datos éstos
que no pueden ser revelados salvo que el propio titular de esos datos lo requiera o cuando la
información sea recabada, en el ejercicio de sus funciones, por nagistrados judiciales, fiscales,
comisiones parlünentarias o por ot¡as autoridades legalmente facultadas para ese efectoi esto es,
mediando una orden competeflte, en el marco de una investigación administrativa, judicial o
páJlamentaria, u otro procedimiento semejante. Ahora bien, tratándose de funcionarios públicos, que
han sido designados po. su propia voluntad, por concu¡so, postulación. votación, etc., éstos datos se
t¡ansforman en datos públicos, pues pertenecen también a otro titular, que es la entidad u órgano
público en la que han sido designados. Lo propio ocure con los actos administ¡ativos de
nombramiento y su identificación: número de resolución. fecha, etc., que son dalos gene¡ados por el
propio ente u órgano público. Empero, ello no ocur¡e asi con las olras personas enunciadas en la Ley
5282/14. esto es, el cónyuge del funciona¡io público y sus parientes por consanguinidad o afinidad
hasta el segundo grado, marco en el cual entran los padres, hijos, hermanos, suegros y cuñados:
éstas personas no eslá¡ per se sujetas a la función pública y su privacidad e intimidad no puede
verse soslayada por la simple circuastancia. puramente aleato¡ia, del parentesco o del connubio, ya
que se trata de personas cuyos derechos a la intimidad se encuentran protegidos constitucionalmente
y no han asumido volunta amente ningún cargo público por si mismos, ni las cargas que ello
conlleva. máxime cuando que estas personas no han tenido parte ni han sido oidas en el proceso en
el cual se ha decidido la publicación de sus datos. La sentencia que hoy se impugna -un tanto
obscura y ambigua en este punto de su decisorio- ha hecho una clara saivedad sólo de los datos
personales de los hüos e hüas menores de edad, en consonancia con las normas del Cód. de la Niñ. y
Adoles., empero ello no abarca todo el universo de sujetos afectados por la resolución-
En cuanto a los datos parimoniales puramente, hemos de hacer una distinción. ya que aqui
debe¡ diferencia¡se nuevamente los dalos de los que el funcionario público es tin¡la¡, de los que son
de titularidad de terceros: cónyuges, y pa¡ientes hasta el segundo grado. Respecto de éstos últimos,
personas terceras, se debe aplica¡ el mismo criterio -ya explicado en el párrafo a¡terio¡ en relación
con los dalos personales de estas pe¡sonas- pa¡a con los datos relativos a sus ingresos y sus bienes
,A.Conrt ACCIÓN DE INCONSTITUCIoNALIDAD
PRoMovtDA PoR LA coNTRALoRiA
lffi*lHSupnrua cENERAL nr' L.r nrpúeI-rcA EN Los
§flo,lusrrcr,t AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEZCANO
TLECHA c/ coNtn¡.loni.q GENERAL
DE LA REPUBLICA.
especto de los datos relativos al funcionario público en sí mismo, cabe apu¡tar quee¡ esta
categoría -de datos patrimoniales- la sentencia definitiva dictada en el amparo es imprecisa en su
formulación respecto de qué datos deben proveerse y qué datos no. en especial po¡que existen
algur¡os que está[ protegidos por el secreto banca¡io, contenido en los arts. 6 y 7 de la Ley OrgriLnica
del Banco Central N" 489/95, modificada por la Ley N'6104/18, y art. 84, 85 y sgtes. de l¿ Ley
N.861/96, modificada por la Ley N'5787/16, que aún se encuentran vigentes, articulos que
lecen reserva legaf ante or a las normas a¡riba citadas -las leyes No'5033/13 y 5282114, y
168 , 1969102 y 5543/15- reserva que se encuentra también aúr vigente y no ha sido
por ninguna de las referidas leyes, ni por la Ley N' 5033/13 ni por la N' 5282114, e impide
ión a terce¡os de cienos datos relativos los negocios bancarios y hnancieros de los
su acceso solo puede darse en el marco de un proceso administ¡ativo o judicial concreto y
condiciones determinadas. Eslas nociones y conclusiones ya fueron expuestas por esta
stratura en el Ac. y Sen.t. No68 de fecha 22 de setiembre de 2016, en los autos "Sonia Esquivel
BCP V amparo"
'''-Luego. en el caso de los funcionarios públicos. como vimos, debe da¡se un necesario
ibrio entre información y privacidad o intimidad, considerando los principios de finalidad,
abilidad y proporcionalidad. ya enunciados y suficientemente expuestos más a¡riba. En tal
sentr y como ya se dijera antes, los funciona¡ios y agentes públicos, sobre los cuales pesa el
contro de su gestión y la transparencia de su actuación en la función pública que asumen por el
cargo que inviste, tienen, sin duda, un estatus diferenciado de protección de su intimidad y
privacidad, lo cual no implica, en modo alguno, supresión de estos derechos. Es en este escenario
que se producen las mayores tensiones entre el derecho a la información y el de¡echo a la intimidad
y privacidad. Ya hemos dicho, con abundante cita ju¡isprudencial, y lo volvemos a repetir: el
equilibrio entre ambos debe ser ponderado caso por caso! atendiendo a los principios de finalidad,
razonabilidad y proporcionalidad. En cuanto a la finalidad, las normas de acceso a la información y
transparcncia se dirigen a posibilitar el control ciudadano sobre la gestión pública y la lucha contra
(J'
la comrpción; en ese sentido resulta ineludible el conocimiento del estado patrimonial general del
funcionariado, sus ingresos y erogaciones, y el activo y vo general del mismo; ahora bien, a tal
fin, una individualización concretizada de cada uno de sus enes no resulta imprescindible; empero
estos son datos recabados por la Contralor Gene Ide Ia Rep onforme co¡ su
regl tación intema v los formulados de c ylo mi§inos so pueden necesanos pata
objeto institucional, a saber: "La ona ral blica el organismo de
las actividades económicas v de las
ñ Munici en la lbrma dete nada a Nacional y Ley. de
funcional v admin determinado los culos v
283 la Constitución Naci , tiene por obj ar r limiento de las normas juri
rel as a la admini financiera del y prote patrimonio púb
lu: normas, los procedimientos reali periódicas audi financieras,
lvlartinez
ñr iIK106
-Atíiqg@l
Dl. O§C^¡
^ il,v. o,
administrativas y ope¡ativas; controlando la normal y legal percepción de los recursos y los gastos e
inve¡siones de los fondos del sector público, multinacional, nacional, departamental o municipal sin
excepción, o de los organismos en que el Estado sea parte o tenga interés patrimonid a teno¡ del
detaile desa[ollado en el Artículo 9". de la presente Ley; y aconsejar, en general, las normas de
cont¡ol intemo pan las entidades sujetas a su supervisión.", ans. lo y 2'de la Ley N'276/94. En
dicho ma¡co. los instrumentos y datos requeridos por la Contraloria a los funcionarios públicos, sin
duda, deben estar disponibles a esta entidad de control. en orden a efectuar las investigaciones que
conside¡e pertinentes; en tal categoria caen la individualización de las cuentas corrientes, las cuentas
de ahono. los cenificados de depósitos y otros instrumentos financieros semejantes, datos que están
cubienos por la reserva legal del sec¡eto bancario: y, al conjugar todo ello con la ley de
transpa¡encia y acceso a la información pública y sus finalidades, ya esclarecidas iapla, no se
adviene razonabilidad ni proporcionalidad en el acceso público a tales datos, habida cuenta que el
interés en la transparencia se satisface con conocer la situación general patrimonial de cada
funciona¡io, y que la labor de análisis de tales documentos, en orden a establecer si hay o no
infracció¡ a las no¡mas legales, es atribución que ya conesponde constitucional y legalmente a la
Cont¡alo¡ia General de la República. Otra cosa es, sí, la posibilidad de acceso a los resultados de un
expediente abierto por ésta eo ejercicio de tales atribuciones. respecto de un sujeto panicular, lo cual
confguraria ya un dato producido y generado por la entidad pública, y, como tal, dato público.
En cuanto a los datos ¡elativos a la identificación de bienes registrables. la Ley N" 1682/01 y
sus modiñcatorias, pemiten expresamente solo el acceso a los datos conlenidos en los Regishos
Públicos creados por el Cód. Org. Jud., Ley N'879/81 y por la Ley N'608/95, que "Crea el Sistema
de Matriculación y Ia Cédula del Automotor". pero no así los registros de catastro, regulados en la
Ley l}9l92, cuyo art. 30 establece que el ",..Servicio Nacional de Catast¡o será una repartición
técnica que tendrá a su ca¡go el Catastro de los bienes inmuebles del país..." y deberá "...mantener
un registro acrualizado de todos los bienes inmuebles con el avalúo de los mismos, individualizando
sus propietarios legales...". Por ende, y como losnúmeros de cuenta catastral constituyen una
individualización concretizada de los bienes inmuebles pertenecientes a Ios funcionarios públicos y
son datos recabados por la Contraloria General de la República necesarios pam ejercer su objeto
institucional -como vimos más arriba- pero no resultan imprescindibles para los fines del derecho a
la i¡fo¡mación pública, ya también explicitados más arriba, ni se compadecen de la debida
proporcionalidad de los derechos en juego, es me¡este¡ arribar al corolario de que tal información
también cae dentro de Ia órbita de la tutela de los derechos personales, y de los relativos a la
intimidad y la privacidad de los individuos,
Me¡amente oáile/, es me¡ester señalar que la ejecución de la sentencia de amparo, tal como
está hoy redactada, hab¡á de presentar, de suyo y conforme con los considerandos del prese.¡te fallo,
cienas dificultades en relación con las imprecisiones notadas y respecto de personas cuyos derechos
son afectados por las sentencias que han resuelto eljuicio de amparo y que no ha¡ participado del
mismo.
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,A.Conrr ACCIÓN DE INcoNSTITUCIoNALIDAD
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NÚMERO: ¿I I
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c) y S. No. 30 del 07 de j de 8, dictado po ¡ibunal Apelación en lo Primera
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