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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALTDAD

ffir§uonHro PROMOVIDA POR LA CONTRALORÍA


GENERAL DE LA REPÚBLICA EN LOS
wr",lusTrctA AUTOS CARA.TULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCANO
FLECHA C/ CONTRALORiA GENERAL
DE LA RI!PUBLICA.

1§1\ ACUERDO Y SENTENCIA NÚMERO.d.g§.!O...CC"


?r
En la Ciudad de Asunción, Capital de la República del Paraguay, a loso{t-€días del mes de
J del año dos mil veinte, estando reunidos en la Sala de Acuerdos los señores Ministros de la
Exc tisima Cofe Supremade Justicia ALBERTO MARTÍNEZ SIMÓN, Presidente de la Corte
Suprema de Justicia. M ARíA CAROLINA LLANES oCAMPos. MANUEL DE JESÚS
RAMiREZ CANDTA y EUGENIO JfMÉNEz ROLÓN y los señores Magistrados OSCAR
PATVA VALDOVINOS, VALENTINA NÚÑEZ, GUIDO COCCO, MARiA MERCEDES
BUONGERMINI y MARCOS RIERA HUNTER, bajo la presidencia del primero de los
¡ombrados, por ante mí el Secretado autorizante, se trajo a Acuerdo el expediente intitulado:
"ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD PROMOVIDA POR LA CONTRALORIA
GENERAL DE LA REPÚBLICA EN LOS AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCANO FLECHA C/
CONTRALORIA GENERAL DE LA REPUBLICA'" A fiN dE TCSOIVCT IA ACCióN dE
inconstitucio idad promovida por la Contraloría Gene¡al de la República, repiese¡tada en autos
por el bg Bema¡dino Núñez Ala¡cón, contra: a) S.D. No. 24 del 8 de mayo de 2018, dictada
por Penal de Gara¡tias No. 4, b) A.l. No. 366 del ll
de mayo de 2018, dictado por el
.I lde Garantlas No.4 (acla¡atoria), c) A. y S. No. 30 del 07 dejunio de 2018, dictado
Tri de Apelación en lo Penal, Primera Sala, d) A. y S. No. 32 del 15 de junio de 2018,
por Tribunal de Apelación en lo Penal, Primera Sala (aclaratoria) y e) Acordada No. 1005
dc bre de 2015, dictada por la Corte Sup¡ema de Juslicia.

io estudio de los a¡tecedentes del caso, la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, Sala
Ampliada, resolvió plantear la siguiente;

CUESTION:
¿Es procedetrte ls scció[ de i¡cotrstitucioralidad pls¡¡terd¡?

cido el soneo de ley, a fin de establecer el orden de votación, resultó que debiar votar
los Minfstros y Magist¡ados en el o¡den siguiente: Magistrado Cocco, Ministro Martínez
S M Ramí¡ez Candia, Magistrado Riera llunter, Ministro Jiménez Rolón, Magistrada
Nuñez, Magistradg Paiva Valdovinos, Minisra Llanes y Magist¡ada Buongermini
D¡ Guido
VOTO DEL MACISTRADO GUIDO COCCO

Contraloria General de la República ocure ante la Excma. Corte Suprema de Justicia a


acción de inconstitucionalidad contra las ¡esoluciones dictadas en instancias int'eriores en
iente ca¡atulado: "AMPARO CONSTITUCTONAL PROMOVIDO POR EL SEÑOR JUAN
m, AR
una
LEZCANO FLECHA C/ LA CONTRALORIA GENERAL DE LA REPUBLICA,.. A máS
cordada de la Corte Suprema de Justicia. a saber:

S,D "24de 8 de mayo de 2018 dictada por el Juzgado Penal de a por el


ual en HACER LUGAR a la acción de amparc constitucional por
rJU SL LECHA contra la CONTRALORIA G RAt, D
LIC de proporcro toda la información requerida de func
te autoridade elección popular, dc tos de todas I
iones pú , Ministros Poder Ejecutivo, Judicial y J ¡ , Directores y
onsejeros de ti nales, Directores de la banca , Fiscal Fiscales,

AI

I'R, OSCAR AUGU3IO PAÍV


rMó
IUiiTER
(,,' o
,
Directores de Aduana, Directores del l.P.S., Defe¡soría del Pueblo, Co¡traloría General de la
República, Consejo de la Magistratura, Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, Rectores y
Decanos de las Universidades Públicas, Directores y altos funcionarios de Empresas Públicas, y que
abarcal los datos personales de los mismos y la totalidad de los activos y pasivos y de los ingresos y
gastos, debidamente espccificados y valorizados talto en el país como en el extranjero, sus
cónyuges bajo el régimen de comunidad de ganancial de bienes, aúLn en caso de uniones de hecho, y
de los hijos menores entre los años 1998 y 2017.

Su acla¡atoria el A.l. N'366 de fecha ll de mayo de 2018, por el cual se emplaza a la


demandada por l5 días pa¡a provee¡ dichos datos,

En Alzada, el A. y S. N'30 de fecha 15 de junio de 2018 dictado por el Tribunal de


Apelacióri Penal Prime¡a Sala, ¡ror el cual se co¡firma parcialmente dicha sentencia con
modificaciones mí¡imas sobre los bienes propios de los cónyuges, bienes adquiridos antes del
malrimonio, de los hijos menores, datos personales solo del declaft¡nte, se excluyen.

Su aclaratoria el A. y S, N' 32 de fecha 15 de junio de 2018 por el cual concede el plazo de


60 dias para p¡oveer la información requerida.

Y la Acordada N' 1.005 de fecha 2l


de setiembre de 2015 de la Corte Suprema de Justicia, por
la cual se establecen los procedimientos para las accionesjudiciales derivadas de la Ley N'5282/14.

Estos resultados son p¡oductos de la accióri de amparo prcsentada por el señor Juan Carlos
Lezcano Flecha contra la Contraloria Gene¡al de la República con el objeto de que la mencionada
institución le provea. según nota obrante a fs. 4 del juicio de Amparo, las declaraciones juradas de
quienes hayal ocupado los siguientes cargos entre 1998 y 2017: Presidente y vicepresidente de la
República, Senadores y Dipulados, Gobemadores depa¡tamentales, lntendentes Municipales,
Consejales, Ordenadores de gastos de todas las instituciones del Estado, Minist¡os de los Poderes
Ejecutivo, Judicial y de la Justicia Electoral, Secretarios con rango de Ministros, Directores y
Consejeros de la Entidad Binacional Itaipú yYacy¡etá Rectores, Deca¡os de todas las
Universidades Públicas, Directores del Banco Central del Paraguay y Banco Nacio¡lal de Fomento,
Fiscal General, Fiscales y Asistentes Fiscales, Directores y Altos Funcionarios de la Aduana y de Ia
ANNP, Presideote y Directores de Empresas Públicas, Auto¡idades de entes autónomos y
autfuquicos, Miembros del Directorio del LP.S., Titula¡es y Miembros de órganos extrapoder,
Defe¡soria General del Pueblo, Contraloria General de la República, Consejo de la Magistratu¡a y
Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Madfestando el am Magistado Riera Hunter parista que
promovió la acción, porque no existen vias previas ni paralelas y ante la denegatoria por resolució¡
ñcta de la Contraloria.

La promotora de la acción, Contraloría General de la República, manifiesla que es garante


obligada de la custodia de las declaraciones juradas de bienes, rentas, activos y pasivos que
constituyen patrimonio documental privado de las personas y que por virtud de esa gara¡tia sólo
puede proveer dichos datos en los casos determi¡ados en la Ley N' 5033/13, si¡ embargo las
resoluciones objeto de inconstitucionalidad obligan a su pane a incumplir la ley específicamente el
Art.3, inc- 5, haciendo lo que ella prohibe expresamente. Dicha disposición normativa dispone que
la Declaraciót1 Júada de bienes y rentas, activos y pasivos deberá conlener: "La auforización
expresa e itevocable del declarante, que facube a la Contaloría General de la República. a través
de los itrganos juristliccionales a dar a conocer los datos conlenidos ek su declarución jurada de
bienes y rehtas, qctitos y pas¡ros, codorme al procedimieklo {r set eslablecído por la misua en la
reglomentación correspondiente . Manifiesta que esta es la plataforma fáctica del ag¡avio que
sostiene la legitimación activa de la C,G.R. para impugnar dichos fallos. Refiere que, con la presente
acción se aspira restablecer el orden inf'ringido por los magistrados inl'eriores, al violar preceptos
constitucionales y, consecuentemente, evitar actos adninistrativos - entrega de documentos con
protección constitucional sin la intervención de los órganos jurisdiccionales - mediante resoluciones
judiciales inñmdadas y. por ranto, arbitrarias. Sin embargo. dice, tanto las Resoluciones de Primera
lnstancia, como las de Segunda Instancia, bas¡i¡dose en una Acordada totalmente inconstitucional.
I
CORTE ACCIÓN DE INCON§TITUCIONALIDAD
I SUPRTMA PROMOVIDA POR LA CONTRALORÍA
DEIUSTICI"A GENERAL DE LA REPÚBLICA EN LOS
AUTOS CARATULADOS: AI\'IPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCANO
FLECHA C/ CONTRALOÚA GENERAL
DE L'{ REPUBLI.A'
S)oo^*o
.\ O'§á$ru aonnuloria General de la República a proporcionar declaraciones juradas, pese a existir
.Li¡a'Sr fla cual goza de mayor jerarquía que una acordada) que establece la enlrega solamente, a
tioléí de los órganos jurisdiccionales. La presentación, uno de los criterios expuestos eri la sentencia
dictada por el Tribual Penal de Alzada el cual manifiesta que el ampa¡o no es la vía para acceder a
Ias declaraciones juradas, debido a que ese procedimiento no se halla incluido en forma expresa en
IáLey dé Acceso a Ia Información Pública, Ia N' 5282/14, por consiguiente el titular de la acción de
amparo debió acudir ante el órgano juisdiccioíal correspo¡diente a solicitar las declaraciones
juradas, iniciándose así un procedimiento ordinario. Posteriormente analiza cada presupuesto para Ia
admisibilidad de la acción de amparo, Ilegando a la conclusión que Ia presentación no reú¡e dichos
presupuestos, principalmente, la ilegitimidad del acto, urgencia del caso y la inexistencia de otras
vias ordina¡ias previas. Alega que se ha vulnerado el An. 256 de la Constitución Nacional en la
parte que reñere que "..Toda sentencia debe esta¡ fundada en esta Constitución y en la Ley..", en
conco a con el Art. 15 inc. b) del Código Procesal Civil de idéntico texto con el agregado
a la jerarquia de las normas vigertes y al principio de congruenci4 bajo pena de
n

acció¡ tue admitida por A.l. N' 1637 de fecha l8 de julio de 2018 dictada por la Sala
C de la Co¡te Suprema de Justicia.

El titular de la acción de Amparo, señor Juan Carlos Lezcano Fl€ch4 siguiendo el


ento de ley, contesta el traslado, solicitaldo el rechazo de la acción planteada por la
aclarando que, no está en tela de juicio en esta acción, ni en la acción de amparo que ha
el derecho a la inviolabilidad del patrimonio documental de las personas. Reliere que en su
t0t ,acceso a la información no ha solicitado acceder a ningún documerrio personal de
iona o o autoridad, sino simplemenle a la información que, sobre algunas de esas
, consta en una fuentc pública de información y que no está alcanzada por una calificación o
rnl ión legal de sec¡eto o reserva. Esto es, que no ha pedido acceder a copias de títulos de
pr exhactos de cuentas bancarias, copias de poderes, etc.; sino solo a la információn que los
a declara¡ han proporcionado a la CGR y que, en teo a, debe¡ia coincidir con lo que
estaria respaldado por tales documentos, documentos que, por otra pafe, entiende que la CGR no
los solicita a los declarantes en todos los casos, sino sólo cuando tiene dudas sobre lo dgclarado. Que
legitimaciól activa en esta acción surge. de su calidad de demandado en la acción de amparo, no
ningún supuesto "ga¡ante". Señala quer en cuanto a la Ley 5033 es una ley especial y por tanto,
tlo deberia haberse dado acceso a las decla¡aciones juradas, este punto ya fue debatido en las
insta¡cias ordina¡ias y por lo tanto deberia aplicarse el criterio de la Sala Constitucional en el
sentido que la misma no es tercera insta¡¡cia. Más adelante alega que, la interpretación de la CGR
acerca de la especialidad de la Ley 5033/13 es inadmisible porque no debería quedarse solo bajo el
a§ marco de dicha ley, sino debe incluir al Art. 28 de la Constitución, al Art. 19 del Pacto Intemacional
dc os Civiles y Politicos (Ley 5/89), a la Convenció¡ Americana contra la Corrupción (Art
l. i so 4), de la Convención, ratificada por la Ley 977196 y a la Convención Americana de
t) hos Humanos ( l/89). Refiere que es acenada la inte lación de la el sentido
rse n judic acc a las DDJ anos, Porq el acc que §e
autorización judic lotal, on d
\XI en el concepto de i ala totl bre
DJJ ue ha requerido es que, noe da¡ motivos que'
lt1 a solicitarlo, e ¡nvc pa¡ti indicios, no
pruebas én dest so stms dades, no a

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a
condenarlas. Aclara que, no quiere conocer los números de la cuentas bancarias, pero sÍ los montos
y los bancos en que el dinero de las auto¡idades se halla depositado; no desea sabe¡ en qué lugar
viven las autoridades. sino qué inmuebles u otros bienes registrables está a su nombre y cua¡do los
han adquirido. de hecho está solicita¡do información patrimonial que incluso estaba en vigencia
antes de la Ley 5282/14, cila¡rdo el An. 5. inciso c) de la Ley 1682/01. Prosigue que, ha sostenido
que las leyes 276194 y la 5033/13 fueron cla¡as respecto a qué órganos y personas podría acceder a
esa inlbrmación, pero no se ha previsto cómo debia actua¡se en el caso de las DDJJ solicitadas por
terce¡os. esta indefinición fue cubiena por la Ley 5282114, de manera que ésta y la Ley 5033/13 se
complementan, no una relación de género y especie. Responde igualmente que. la Ley 5033/13 no
establecido - ni exp¡esa ni implicitamente - la prohibición que solo la Contraloria General de la
República sostiene; y no habiendo ninguna otra ley de la República que establezca en forma
expresa(Art. 22, Ley 5282/14) el secreto o reserva de las DDJJ dc bienes y rentas de los funcionarios
y autoridades, tales declaraciones son info¡mación pública en los diáfanos términos de la Ley
5282/14. Asimismo, expone, además, debe tenerse en cuenta el Decreto 4064. reglamentario de la
Ley 5282/14. recepta el principio el principio indubio proacceso, principio que integra los estánderes
del Sistema Ioteramericano de Protección de los DDHH en lo que al derecho de acceso a Ia
información pública se refiere. Lo hace en estos términosi "En caso de duda razonable entre si la
infbrmació¡ está amparada por el principio de publicidad, o se ercueütra alcanzada por una causal
de excepción, se debe optar por la publicidad de la información". Reitera que. la Ley 5282114 ya
establece que en caso de denegación la solicitud debe p¡esentarse ante cualquier Juez de Primera
Instáncia, descalando asi el procedimiento en lo contencioso administrativo, así como el ordinario
previsto en el CPC, con lo cual la CSJ sólo se ha limitado a precisai o esclarecq cómo deben
aplicarse normas legales que ya existen.

Concuerda que, la Acordada N' 1005/15 es ple¡amente constitucional pues dispone que en
caso de denegación tácita o expresa de ur¡a solicitud de acceso a la info¡mación "la acción judicial
tramite segrir las reglas previstas en el aficulo 134 de la Constitución y en el Código Procesal Civil
para el juicio de amparo", agrega quej es claro que es rma acción que tramita según las reglas del
amparo, y que en coÍsecuencia, las resoluciones que Ia CGR cuestiona por la via de
inconstitucionalidad se han ajustado a derecho. Solicita finalmente se dicte sentencia no haciendo
Iugar a la acción de inconstitucionalidad intentada por la CGR.

Según el Art. 132 de la Co¡s1itución Nacional "La Cone Suprema de Justicia tiene la
facultad para declarar la inconstitucionalidad de Ias normasjuridicas y de las reso luciones j udiciales,
en la forma y con los alcances establecidos en esta Constitución y en la ley".

Por su parte, el Art.550 del Cód. Proc. Civ. prescribe: "Toda persona lesionada en sus
legitimos derechos por leyes, decretos, reglamentos, ordena¡Eas municipales, resoluciones u otros
actos administ¡ativos que infrinjan en su aplicación, los principios o normas de Ia Constitución,
tend¡á facultad de promover ante la Corte Suprema de Justicia, la acción de inconstitucio¡alidad en
el modo establecido por las disposiciones de este Capitulo".

Asiñismo, el A¡. 556 del CPC retiere: "La acción procederá contra las ¡esoluciones
judiciales de los jueces y tribunales cuatrdo: a) por si mismas sean violato¡ias de la Constitucióni o
b) se fu¡den en una ley, decreto, reglamento u oro acto normativo de autoridad conta¡io a la
Constitución en los términos del a¡tículo 550.

La demanda ataca resoluciones judiciales de 1". y 2". instancias resultados de una Acción de
Amparo promovida por un ciudadano, el señor Juan Ca os Lezcano Flecha, contra Ia Contraloría
General de la República á los el¡ctos de obtener las declaraciones juradas r/e guienes hayon
ocupado los sigu¡entes cargos entte 1998 y 2017: Presidente y úcepresideñte de la Repúblíc«,
Senadores y Diputados, Gobernadorus departamentales, lntet¡dentes Mukicipales, Consejales,
Orulenadores de gastos de tudos las ¡hstituciones del Estodo, Minis¡ros de los Poderes Ejecutiyo,
Judicial y de la Jurticia Electoral. Secretorios con rango de Ministros, Direc¡oles y Consejeros de
la Entidad Binacional ltaipú y Yacyretá, Rectores, Decanos d¿ to¿Lts las LJnirersidqdes Ptiblicas,
ACCIÓN DE INCoNSTITUCIoNALIDAD
ffir§rorffiro PRoMovrDA pon u cournlLoni¡
cENERAL or Ln nEpúnucA EN Los
§p/DEJusrlctA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
» FLECHA C/ CoNTRALoRÍA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
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del Banco Centrcl del Paraguay y Banco Nacional de Fomento, Fitcal General, Fiscales
slenle s Fiyales, Directores y Altos Funcionarios de la Aduana y de la ANNP, Presidente y
t
Directores de Empresas Públicos, Auloridades de enles autónomos autárquicos, Miembros del
Directorio del l.P.S., Tilularcs y Miembros de órganos extrapoder, Defensoría General del Pueblo,
!
Contraloria General de la República, Consejo de ld Magistralurd Jurddo de Etiuiciahiehto de
Magistrados- Manifestando el amparista que promovió la acción porque no existen via previas ni
paralelas y a¡te la denegatoria por resolución ñcta de la Contralo¡ia.

No resulta ocioso exponer aquí, aunque el juicio de Amparo no esté e¡ juzgamiento, que el
Art. 134 de nuestra ley fundamental dice en su primera parte: "Toda persona que por un acto ü
omisíón, manirtesbmehle ilegítiño, de una a¡torídad o de un parlicular, se considere lesionada
gruvemente, o en pelígro inminente de serlo en derechos o garahtíds consagrados en esta
Constitución o en la ley, y que debido a la urgencia del caso no pudiera remedialse pot la úa
ordínaria, podrd promover amparc onte el mogistrado compelente.."

D xto transcripto surgen los presupuestos para su viabilidad que deber¡ aparecer
conJ , a sabc I, Acto u omisión manifiestañ€nte ilegitin¡o. La ilegitimidad
en todo acto que atente contra el orden público vigente y en especial la !,ulneración de
los d hos consagrados por nuestra ley fundamental, como el derecho a la vid4 la libertad,
ll-) Ausencia de solución previa del caso por sus cauces naturales
justicia.
d¡entes. Esto traducimos como la inexistencia de medios idóneos previstos para u¡
udicial o¡dinario o extrajudicial, ante el su¡gimiento de una supuesta lesión de de¡echo,
éndose ello, luego de agotar todos los tr¿ímites legales previos. III-) Lesióú grave o el
de que tal cosa se produzca. Traducido en el perjuicio que afecta notablemente en los
de una persona en particular. IV-) La urge¡cia del caso. Este requisito se da cuando las
VIAS ias no conlienen Lrn rcmedio legal y eficaz para el derecho que se pretende p¡oteger y de
el amparo, los daños serian ineparables
c ?a\¡
os presupue§tos oo surgen de la demanda de Amparo, especialmente, lesión grave o
pcligro inente de serlo, urgencia del caso. Adem¡is, debe aclararse que si decimos que la acción
dc se inició porque así manda la Acordada N" 1005/15, a mi modesto entender no es tan asi.
Af. I de dicha acordada dispore:"Establecer que, pora el caso de denegoción erpresa o lácíta
ícilud de acceso a lo información la acción judicial ttamite según los reglqs previslas en
el artículo 131 ¿le la Coústituciók y en el Código Procesol Ci\)il paru el juício de atfip¡1to "

La disposición ordena que el juicio se t¡amite según las reglas previstas para el juicio de
Dr. Guido
h no dice que se debe tramitar por medio de una acción de amparo, por eso es que tras
za¡ los elementos exigidos para la procedencia de una acción de amparo, aqui no concuerda¡
CiY. y CoÍ'
lutamente en eljuicio de amparo resuelto. A mi criterio, esta via no em la correcta, respetando
el, terio de los Magistrados que juzgaron esta acción.

La Ley 5 4 "De libre ccs ct ala pública y pafencra


glamenta el Articul la nstitr¡ci acional a fin de las
el vo ejercicio del d acc la t1 Estab deñ s
0r
Públicas, en cú li de la
mt s nl() a del signifi obtenida, o cont¡ol
en de blicas.." 8. Del a e, reza: "se
de las personas infonnac¡ón veraz, uánime- Las

_-( f: Albe

q/&N.- !q,e¿
UE TU¡{IIK I)R, O§CAT ÁUCU§TO
vrtmyIxos v,J
an,!! 0
fuentes púhlicas de información son líbtes pqru todos. Ld ley regulará las modalidades, plazos y
s6nciones.. '. Está claro que es una ley general que trata sobre el derecho a info¡ma¡se.

Mientras que, la Ley N" 5.033/13 Que Reglamenta el Arl. 101 de la Constilución Nacional,
De lq Declqruciók .lurada de Bienes y Rentas, Actiros y Pasivos de los Funcioka os Públicos. es
una ley especial, porque reñere directamente sobre Declaración Jurada de los Funcionarios
Públicos. El Art. 104 de la C.N. establece la obligatoriedad de los funciona¡ios y empleados
públicos a presentaf su declaración jurada de bienes y rentas dentro de los 15 dfas de haber asumido
el cargo público e igual plazo al cesar en el mismo.

Esta Ley efl su Art. 3' dispone. " La declaración jurada de bienes y rentas. activos y pasivos
deberá contener. Inc. 5) La auto¡ización exprcsa e ifieeocdble del declaradte, que Íaculle a lo
Controlo¡lo Generul de Ia República, a truv¿s de los órganos jurisdiccionales a dat o conocer los
datos contenidos efi su declsrución juruda .le bienes Jt runlas, acrivos y posivos, conforme al
p¡ocedimieúo a set es¡oblecido pot la ,nisrno en la reglamenloción correspondiente."

La reglamentación se encuentra contemplada en la Acordada No 1005/i5. (EI Ar. 3'inc. b)


I
de la Ley 609/05 en concordancia con el Art. I de Ia Acordada N' 464107. Por el cual se
reglamenta el flrncionamiento de la Corte Suprema de Justicia. Autorizan a la miáxima insta¡cia
judicial a dictar las Acordadas que sean necesarias para reglamenta¡ la forma de la tramitación de las
causas. procedimientos ojuicios, y todos los actos que fueren necesarios para la mejor organización
y eñciencia de la administración de justicia). Por la cual se establecen los procedimientos para las
Acciones Judiciales derivadas de la Ley N' 5282/14". El texto de la Acordada ya se ha considerado
explícitamente. No advefimos inconstitucionalidad de la Acordada.

Resulta importante consignar que esta Ley especial N' 5033/13 sigue los mismos
delineam¡entos y disposiciones contenidas en:

El Doctt¡ ento presentado por el Grupo de Expertos sobrc el Acceso a la Información


coordinado por el Consejo Pehfiah¿hle de la OrEak¡zación de los Eslados Americakos (O.E.A-).
Cotlisíón de Asuktos ,lurídicos y Polilicos.

Ley Modelo Interumericdna sobre acceso a la informaeión. AG/Res. 2607 (XL-O/10).


Aprobada en lo cuarta sesión plenaria. celebradas el 8 de junio de 2010- Qüe contiene esta
disposición:

IV. EXCEPCIONES. Excepciones a la díeülgación.

40- Las auto dqdes públicas pueden rechazat el acceso a la infornacíón únicamente bajo
las siguierrtes c cunstancios, cuando sean legitimas y estrictofienle kecesarias en una sociedad
democrática, basándose en los estándares yjurisprudencia del s¡steúa intetamericano:

a) Cuando el acceso dañale los siguientes intereses privados: 1. el derecho a la privacidad,


inclüyendo prbacídad relacionada a la vida, la salud o la seguridad; 2. los intereses cofierciales y
económicos legílimos; o 3- pqlentes, derechos de autor y secretos coñerciales. Las excepciones de
este literal no deberán aplicarse cuando el individuo ho consenlido en la divulgación de sus dalos
personales o cuqndo de las circuñstakcias del caso surja con clori¡lad que la información fue
entregada a la aulofidad públíca como pafle de aquella ínformación que debe eslar süjetq al
réginen de publicidad. La excepción del literal (a) I no tendrá aplicación con respeclo a asunlos
relacionados con las fuaciones de los .funcíonarios públ¡cos o bien cuando hayan tanscurrido ñ¡is
de [veinte] años destle la defunción del inditiduo eú cuestión.

Comenlaio: En casos donde la i Íomación sobrc intercses comerciales ! económicos


legílimos haya sido proporcionada a la quto dad piblic¡ de manera conJidencial, dicha
inJormación deberd permanecer exentu de ditulgación.

b) ..
nccróN np rNcoNsrtrucIoNALtDAD
ffir§r"r$t"" PRoMovrDA pon Le coutneLonía
GENERAL DE LA REPÚBLICA EN Los
W/D'JUSTICIA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ coxrneloú.1 GENERAL
DE LA REPUBLICA.
/
c) Cuanda permilir el acceso const¡tuyere una violación a las comunicltcíones
iales, itlcluida la información legal que debe ser consitlerada privilegiada.

Corrrerrldrio: A pesor de que el sis¡ema inte¡americano prevé una posible excepcióa para la
prclecciói del "orden público", ¿sla es etplícitamenle ¡echazada en esla Ley Modelo por
- tofisidérat que dicha expresión es sumamente vaga y po.lrla ocasionat qbusos e lq aplicación de
la excepción,

Volviendo a la Ley 5282/14, ha tenido como propósito remediar la ausencia de la


reglamentación que limitaba el efectivo acceso a info¡mación de carácter público, hjando
procedimieltos adecuados al alcance de la ciudadania. Según lo expuesto en los fallos impugnados,
la definición de información pública establecida dentro de esta ley lleva a entender que las
declaraciones juradas de bienes y rentas caen bajo su árnbito de aplicación y, por ende, deben se¡ de
libre acceso al ciudadano. Ello se desprende del An. 2' de dicha Ley que define Fuentes Públicas
tlonde incluye a la CGR, también define lnformación Pública, como aquella producida, obtenida,
baj o o en poder de las fuentes públicas, independieítemente de su formato.."

atenció¡ a la falta de calificación legal expresa de las declaraciones ju¡adas como de


reto o reservado, habia que colocar a estas bajo el alcance de la Ley 5282/14. Ahora
nante alega que tal consideración deviene inaplicable, pues el ordenamiento jurídico
contempla un bloque normativo específico que regula la información cor¡tenida en las
nesjuradas de bienes y rentas y su posibilidad de difusión.

efecto, la Ley 5033/13 que reglamenta el Art. 104 de la Constitución Nacional a la que ya
referido específicamente el An. 3' en sus tres primeros incisos, delimita el ámbito de
ión que la declaración jurada ha de contene¡, del cual se puede inferir que la i¡formación
ida en las decla¡aciones juradas no resulta asimilable a toda clase de información que pueda
ntrarse bajo control y guarda de cualquier fuente pública, dado que la ley determina
ficamente la subclase de información que ha de estar dentro de las declaraciones juradas y, de
esla delimita su extensión y especie. La Ley 5033/13 contiene un listado ce¡rado de
ltl ón, no de tipo enunciativo ni abierto, que debe ser incluido dentro de las decla¡aciones
juradas. Este listado comprende eminentemente datos de ír¡dole patrimonial, pero también datos
personales, no solo del decla¡ante sino además de pa¡ientes, hijos menores de edad, a pesa¡ de que
esto fue excluido en los fallos del Tribunal de Apelación cuya nulidad se pretende. Surge aquí, diría,
razonablemente que la información consignada en las decla¡aciones juradas no es equipa¡able a toda
clase de información que conste en cualquiú fuente pública. La aludida disposición legal puntualiza
§ (i qué datos har¡ de estar comprendidos en las declaraciones juradas y cuáles no, con lo cual se
(5
circunscribe la subclase de información que las mismas debe¡ contene¡ y, en este sentido, la Ley
5033 13 regula un rá,mbito de la informac limitado y especifico que el de Ia Ley 5282/14. De
lq es dable inferir que la 503 n3. materia de las iones juradas de bienes y
rentas el tipo de i ue tiene un carácter frente a Ia 5282/t4,
la cl dc la in on e rtnterés pú blico de anera generl lay
exh - Dr, limén¿z 9"
t\ al pincipio de la
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se cncuen limitada ley , manteniendo su vlgor En delinitiva, el
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o§f,al Vl !/vu,E¿ v
xl ¡lll(t¡s ll ei uf,.
^uGUsTOt rl. Dra
Carlos Mendonca, La interpretacióñ literal en el Derucho. 2'ed-. lntercont¡hental 2013, 88} Es
cierto que el An. 7" del Código Civil privilegia el principio cronológico, lo cual no implica que esta
disposición extienda sus efectos a todo el sistema no¡mativo nacional con alcances totalita¡ios.
tendiendo presente que las complicaciones que traeria la abolición del principio de le.r speciolis son
insoponables para cualquier sistema jurídico. De mane¡a que, siguiendo la línea argumentativa
t¡azada, en virtud del principio de la /er .rpecialis,la Ley 5033/13 adquiere prevalencia por encima
de la Ley 5282/14, pese a que esta contiene en su radio de aplicación (más amplio) la información
de las declaraciones j uradas de bienes y rentas.

Establecido esto, cabe tener en cuenta que este campo de información especifico que la
declanc¡ón jurada abarca por mandato legal, adquiere además connotación constitucional al
entrelazañe con disposiciones de taljerarquia que protegen derechos básicos. Asi por ejemplo, dar a
conocer datos personales amparados juridicamente por el An. 33 de la Const. Nac. "Del Derecho a
la lntimidad- La int¡midad personal y familiat, asi como el respeto a la úda pri",ada, son
i»violables. La conducta de las personas en tonto no afecte al or¡len juridico estoblecido en la ley o
j
a los ¿lerechos de terceros. esta exenta de la autoridad pública- Se garqntiza el derecho el
derccho a la protección de la intimidad, de la d¡gnidad y de la imagen privadq de las personas".
Asimismo, teniendo presente que los datos ve¡tidos en las declaraciones juradas foman parte del
patrimonio documental del decla¡ante - ni siquiera de la Contraloría Gene¡al de la República quien
sólo ejerce el rol de custodio de las mismas, - su entrega puede afrenta¡ el derecho a la inviolabilidad
del patrimonio documental, consagrado erl el Art.36 de nuestra ley fundamental a saber: "D¿l
Derecho a la inviolabilidad del palr¡monío documental y a la comunicación privada. El palrimonio
documentol de las personos es inviolable. Los registos, cualquiera sea su lécnica. los impresos, la
correspondencía, los esctitos, las coñuhicaciohes teleftnicas, telegrá.licas. cablegrálicas o de
cualquier otra especie, las colecciones o reproducciones, ¡os lestittohios y los objetos de talor
lestimonial, asi ct¡mo sus respectiras copias, no podnin ser exomiiado$, reproducidos,
interceptados o secuestrados s¡no por orden judicial parda casos especiJicamente pret,istos en la
ley, y sienpre que fueseh indispensables para el escldÍecihieñto de los asuntos de cofipetencia de
las corrcspondíentes autoridades. La ley determinará modali.lades especiales paru el examen de la
contabilidad comercial y de los regislros legales obligatorios. Las pntebas docunentales oblenídas
en violación a lo presc to anteriormente carecen de valor en juicio. En todos los casos se guardará
estricfa reserva $bre aquello que no haga relación con lo investigado".

En esa línea, la Ley 5033/13 dispone que el contenido de las declarac iones j uradas puede darse
a conocer a requerimiento de los Organos Jurisdiccionales en el marco de una investigación. Ello se
desprende del análisis del mismo Af. 3', i¡cisos 4: "La autoñzaciók expresa e irretocable del
declatante, que /trculte a la Conttaloriu General de la República, al Ministerio Público y al órgano
jurisdiccional compelenle. a realizdr todas las inr¿sligac¡ones que se consideren, pertinentes lanto
en el lerritorio nacional como extranjero, para deterhinar la veracidad del contenido de lo misma,
incluidas las cuentas bancarias '. ldeñ el inciso 5o ya transcripto.

De esto se sigue que la Contraloría está tácultada a da¡ a conocer los dalos contenidos en la
declaración jurada de bienes de los funcionarios públicos. en virtud de la autorización exp¡esa
realizada por ellos en dicho sentido, y que la entrega de esta información debe ser canalizada a
través de los órganos jurisdiccionales. En consecuencia, se pr€sentan restricciones pa¡a la libre
entrega de la información contenida en las declaraciones juradas de bienes y rentas. pues la
regulación especilica sobre el manejo de dicha información exige que su entrega se limite a los
órganos jurisdiccionales, sin aludi¡ a la posibilidad de da¡ a conocer dicha información a cualquier
persona que la solicite.

Al no contemplar la Ley 5033/13 alguna otra disposición que faculte a la institución a


diseminar libremente la información de las declaraciones juradas, la misma debe ci¡cunscribirse al
marco de actuación señalado, de conformidad con el principio de legalidad. De lo contrario esta¡ía
excediéndose del ma¡co de acción conferido por la ley específica en la materia, que a su vez
ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD
ffi,§ronHro PRoMovtDA PoR LA coNTRALoúA
cENERAL or la nrpún¡.tcA EN Los
w9ZD,JusrrcrA AUTOS CARATULADO§: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA C/ CoNTRALORíA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
x\1\
I
prevalencia en relación a otras leyes, por aplicación del referido principio de especialidad
\ leyes

De lo'expuesto hasta aquí, se verifica primeramente Ia existencia de restriccio¡es legales


'- expresasí previamente establecidas por ley, a la provisión de la información contenida en las
' '-decláraciones
juradas. Seguidamente, se advierte que dichas restricciones responden a la protección
de otro derecho de rango constitucional, el derecho a la intimidad, atendiendo a la naturaleza de
parte de la información contenida en las declaraciones juradas. Por último, se desprende que las
restdcciones guardan proporcionalidad con relación a la finalidad que las motiva¡a, pues protegen
debidamente la información no vinculada directamente al ca¡ácte¡ de los funcionarios públicos, y al
mismo tiempo, no impiden la adecuada rendición de cuentas cumplida media¡te la difusión de la
información de interés público catalogada en la Ley N' 5189/14.

mayor abundamiento, se resalla que la obligatoriedad de la presentación de las


dec s juradas de bienes y rentas, activos y pasivos de los funcionarios públicos está
teleológicamente con el control de la va¡iación patrimonial de los mismos durante el
eJ tcto I servicio público. En ese sentido, la información conterida en dichas declaraciones se
o custodia de la Contraloria General de la República co¡ miras al especifico fin de la
ización de exámenes de correspondencia entre las declaraciones presentadas por los
os al asumir y el cesar en sus cargos (Art. 9' de la l*y N" 276194). Asi, la informació¡
da en estas declaraciones tiene un acceso ¡est¡ingido, mientras que aquella que resulte
lo isis técnicos aplicados en los exárneles de correspondencia y que revelen indicios de un
able i4¡remento patrimonial constituir4 indudablemente, una información de interés público
d¡rlÉfá;fundiaa arnpliamenle al público sin Iimitaciones.

análisis ofrecido, se advierte que las resoluciones judiciales impugnadas soslayaron la


normativa de la disposición legal aplicable al caso, antepo¡riendo a las prescripciones de la
l-ev '
5033/13 las pertenecientes a Ia Ley N' 5282114, obviando sin consideración justificativa
al el carácter especial de aquella en la materia bajo examen. En consecuencia, los fallos de las
ias inferiores devienen violatorios del Art. 256 de la Constitución Nacional, segundo párrafo:
§entehcia jud¡cial .lebe estar fundada en esta Constitución y en la /e/.. ", al estar separados
de los entos legales aplicables al caso, tomando a dichos fallos pasibles de una decla¡ación
de nul por arbitrariedad.

La citada Ley N" 5282114 posee su sustento no¡mativo constitucional en el Art. 28 "Del
Derecho a informarse" y ha sido sancionada con el propósito de reglamenta¡ dicho aficulo en el
afá¡ de "garantizar a todas las personas el efectívo ejercicio del derecho al acceso a la infornación
pública', segir,], se consigna en su Art. l. Ahora bien, la Constitución Nacional en su Art. 104 ha
limitado de manera cspecifica la obligato presentar las dec uradas y,
en su Art. 283 ha alaCo ona de la ca 'la
de las bie filhciona públicos, asl co
.for ón de un sobre la co sponde
únes, pres y las que los al

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Asi resulta manifiesta la distinción consagrada en la normativa constitucional y su desarrollo
legislativo, en términos de sus respectivos objetos. Es decir, cada uno de estos preceptos
constitucionales, si bien se entrelazan en ciertos aspectos comures, poseen un objeto definido
distinto y se han aniculado de manera subsiguiente los instrumentos juridicos necesarios para
hacerlos efectivos, considerando en cada caso sus fines y el ámbito de su aplicación-

De ello se sigue que las interpretaciones sostenidas en las resoluciones judiciales de los
órganos inferiores wlneran el ordenamiento juridico nacional at ignorar en sus corisideraciones las
prescripciones constitucionales y legales especiñcas aplicables al caso, En las resolucio¡es atacadas
se ha soslayado el alcance de una ley. ordenando Ia publicidad de docu¡nentos que únicamente
tienen el ñn constitucionalmente fijado de desarrollar los citados exámenes de correspondencia. De
esta mane¡a resultan calificables como arbitrarias las sentencias impugnadas. por apartarse de los
extremos legales aplicables al caso, a¡riba¡do a una conclusión juridica inaceptable que desconoce
los preceptos del An. I04 de la Cons. Nac. y de la citada Ley N" 5033/13.

Por estos fundamentos debe hacerse lugar parcialmente a la acción de inconstitucionalidad


planteada por la Contraloria General de Ia República contra las resoluciones impugnadas de nulidad
tanto de Primera como de Segunda lnstancias respectivamente especificada. No asi la Acordada No
1005/15. por los argumentos sostenidos precedentemente. Es mi voto.

VOTO DEL MINI§TRO ALBERTO MARTiNEZ SIMÓN

Dete¡minación de las Sentencias y ¡cto normativo atacados en esta ¡cciónl

En la presente acciór¡ de inconstitucionalidad, se atacal las resoluciones judiciales y el acto


normativo mencionados seguidamente:

a) S.D.No.24del Sdemayode20lS,dictadaporel Juzgado Penal de Ga¡antiasNo.4.

b) A.l. No. 366 del ll de mayo de 2018, dictado por el Juzgado Penal de Ga¡antías No. 4
(aclaratoria).

c) A. y S. No. 30 del 07 de jtmio de 2018, dictado por el Tribunal de Apelación en lo Penal.


Primem Sala,

d) A. y S. No. 32 del 15 de junio de 2018, dictada por el Tribunal de Apelación en lo Penal,


Primera Sala (aclaratoria).

e) Acordada No. 1005 del 2l de setiembre de 2015, dictada por la Cone Suprema de Justicia.

Resumen de los fundime¡tos de la preser¡te acción de i¡constitucionalid¡d

Revisadas las fu¡damenaacio¡es expuestas por la Contraloria Gene¡al de la República. Ias


mismas pueden resumirse en las siguientes:

L La Contraloria Ceneral de la República (C.G.R.) alega sei galahte del patrimonio


documental privodo de las personas que se menciona respecto de las info.maciones
contenidas en las declaraciones juradas de bienes, rentas, activos y pasivos y que. por
ende, la C,C,R. está obligada a la custodia de tales registros y sólo debe proveerlas en los
casos expresamente determinados en la ley 5033/13.

2. La C.G.R., con el pla¡¡teamiento de esta acción. alega que busca restablecer el orden
infringido por los Magistrados judiciales que dictaron las resoluciones judiciales en el
amparo referido, y evitar la entrega de docu¡nentos con protección constitucional sin la
intervención de órganos jurisdiccionales.
lcc¡óx »r INCoNSTITUctoNALIDAD
ffi§8rE'"" PRoMovtDA pon la cotrn¡Lonia
cENf,RAL oe u nrpúnltcA EN Los
§flo,Iusrrcra AUTOS CARATULADOST AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEÑoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ coxrnllonil cENf,RAL
DE LA REPUBLICA.
I x§l§
G.R. alega también que la Acordada No. 1005 del 2l de setiembre de 2015, dictada
la Cone Suprema de Justicia, reglarnenta el acceso a la información pública,
disponiendo que se canalicen los pedidos en ciertos formalos procesales, lo que excede la
competencia, pues dicha reglamentación sólo puede se¡ ¡ealizada por Ley y no por una
norma de rango inferior a la mismq como es u¡a Acordada.

AnÁlisis del presente caso

En el presente caso, el actor, Sr. Juan Ca¡los Lezcano, inició juicio de amparo contra la
C.G.R. a lin de obtener información que le fuese solicitada sob.e la declaración de bic¡es y rentas de
una serie de funcionarios públicos que ocuparon ca¡gos públicos, y que fuera denegada por el ente
requerido. Fundó su demanda el actor en lo establecido en la Ley 5282114 y la Acordada Nro. L005
del 2l de setiembre de 2015.

primer lugar, debo señalar que el acceso o la información conslituye un derecho humano
que se halla plasmado en el A¡t.28 de nuestra Constitución. Dicho a¡tlculo reconoce
ho a las personos a rccibi infolmoción vera7, responsable y ecudni e. Las fuenles
de inJormoción son librcs para lodos. La ley regulará las modalidades, plazos y sunciones
htes q las tfiis as, aJin de que este derecho sea efectivo..."

A nivel intemacional ese reconocimiento estiá presente en el Pacto lntemacional de Derechos


y Políticos (Ley 5192) en su Art. I9;r y a nivel interamericano, lo está en el Pacto de San
de Rica (Ley l/89) en su Art. 13.2

nl encionado art. 13 de la Convención America¡¡a sob¡e Derechos Humanos o, como es


conocida, Pacto de San José de Cost¿ Rica, ha sido interpretado por la Cone Interamericana
de rechos Humanos en el caso "Claude Reyes vs. Chile", con este alcance:

P¡.to lrI.rñ0c¡on¡l dc D.r.chos Civillr y Polfticos. l. Nadic pod.á ser mol€slado a caus! dc sus opinioncs. 2- Tod¿
dcrecho á la libcn¡d dc €xp¡esió¡t esc derccho comprend€ Ia lib€rtad de bus@r, recibir y difuídir informaciones e
indolc. si¡ consid.ración dc fronlc6, ya sea omlmert€. por s¡ito o e, fo.ma iñpres¡ o anhtic4 o por €ualquier ot o
procedimieDlo de su elección. l. El ciercicio d€l derecho prelkio en el párafo 2 de este afllorlo entra¡a d€bcrcs y rcsponsabilidadcs
Por consiguicnte. pucde esrar suj€b a ciertas restricciores, qúe debcrán, sin cmbargo, esler €xprcsamcnt! lúad&s por la ley
scr neccsarias pa¡a: a) Asegura¡ clrespeto a los derechos o a l¿repul¡ción de los demás: b) La pmrección dc la scguridad n¿cjonal,
clorden público o ls sahd o la ñoralpúblicü.

: Ari, 13. Pá(to d€ S¡n José de Costn Rlc¡, Libertld d. P€nsami.nto y d. Expresión
l. Toda pe¡sona ticne d€rucho u la libeñad de pensamiento y de expresión. Este der€cho comprendc Ia libcñ¡d dc bnrcar, rccibir y
difui¡dir infomacionca c idcas de toda fndole. sin consideación de ionter¿s ya sea oralm€nle, por cscrilo o cn lbma impresa o
§' anislic& o por cualquier oro procedimienro de su elecció¡.
2. Elejercicio delderec¡o previsto ¿n el incho precedenle no pued€ esw süjero a previa censura sino a responssbilidsdcs ulteriores,
quedcben cstar cxp resamc n lc fúadas por la ley y ser necesária para asesúu:
lrcspcto ¿ los dcrcchoro a la
protec(ióñ dc la sútu¡id iona¡, elorden público o la
de¡.cho de exprcsión
ódicos. d. lrecucnciE
mcdios encami¡ados a impcdir la yl
0I.
ón moml de la infancia y la
5- Esl8rá

n2a- color. rclisió¡. id


AI moñ

ü'*
ür II¡§0iS ill0dl-;U'Itllll
ru,,rilIÍ osc^r qE
^u6usTo
tfa Lhrl$ t
"El aículo 13 de la Convención, al estipular expresamenÍe los derechos 'a b scar'y u
'recibir infbrmacíones', prctege el derecho que tiene toda pe$oia a solicilat el acceso a la
información bajo el conrrul del Esfado, con las salvedades permitidas bajo el régimen de
restr¡cciones de la Conyención. Consecuenlemente d¡cho artículo ampara el derccho de las
pefionüs d rccibit dicha info nación ! la obligación positiva del Estado .le surflinistra a, ,le
.formq fal que la persona pueda tener acceso a co ocet esa infonfi.tción o reciba und respuesta
Jundamehtada cua do por algúh noliw perñitido por la Convención el Esfado pueda litnitat el
acceso o la misma para el catso concrefo. D¡cha i fotñdción debe ser entregada sin necesidad de
acreditar un infer¿s directo paru su obtenciófi o u a afectaciók perconal sctho en los casos en que
se aplique una legítima resfricción. Su entrega a u a perso a puede permitir a su vez que esta
circule en la sociedad de manera que pueda co ocerla. acceder a ella y valorarla. De esta fotna. el
derecho a la libertad de pensamiento y de exptesíón contempla la protección del derecho de acceso
a la inlormación bajo el contol del Eslado, el cual también conliene de manera clara las dos
dimensíones. indi'ridual y social, del derecho a la libertad de pensamienfo y de expresión, las cuales
deben set garantizddds por el Estado de.forma simuhánea".

Considero que esta interyretación hecha en el caso "R¿re.r contra Chile" por la Corte
lnte¡amedcana es armónica con el sistema constitucional paraguayo, pues se refleja en aquel caso,
exactamente, la normativa de nuestra ley máxima, en cuanto a los criterios que son aplicables para
regular el acceso a la info¡mación pública, reconociendo ciertas salvedades que deben estar
expresadas en la ley.

En sentido concorda¡te, la Ley No. 5282/14 reglamenra el citado Art. 28 de la Constitución,


a fin de garantizar a todas las personas, el efectivo ejercicio del derecho al acceso a la in/brmación
pública, a través de la implementación de las modalidades, plazos, excepciones y s¿Lnciones
conespondientes, que promuevan la transpa¡encia del Estado (Art. l').

Te¡emos entonces que, en virtud a las citadas Íormativas, el acceso a la información


constituye un de¡echo humano fuldamental que puede definirse como "la prerrogativa r.le la
persona para acceder d datos, registros y todo tipo de inform.rción en poder de entidades públicas y
de empresas privadas que ejercen gasto público y/o cumplen lunciones de autoridad '.)

Los Arts. 2" y 4' de la Ley Nro, 5282 disponen el derecho que tiene toda persona -sin
discriminación de ni¡grur tipo- a acceder a la información pública reque da, en forma gmtuita y sin
necesidad alguna de justilicar las razores por las que formulan su pedido, salvo que dicha
infonnació¡ se encuentre establecida como secreta o sea de carácter reservado por las leyes. Fuera
de estos dos casos, la ley no ¡eshinge el de¡echo de acceso a la info¡mación y con su regulación
busca garantizar que toda persona pueda tener conocimiento de la información que se encuenta e¡
poder del Eslado, el que deberá gara¡tizar el eje¡cicio de este derecho.

En el caso de autos, la C.G.R. alegó ser cr.rtodio o garatÍe del palimonio documenlal de las
personas (art. 36 de la Constitución)a y que, por tanto, no debería pemitirse la violación de dicho
patrimonio -de la que Ia C.G.R. alegó ser custodio o garante- mediante la ejecución de las
reso luciones j udiciales también atacadas er esta acción de inconstitucionalidad.

I Villauevá- Eñes1o. 'D"/echó de Accesa a ta lntornac¡ón Ptiblica en Latinoah¿r¡ca ' Erudio lnrroducrorio y Compileción.
LINAM, México. 2003 p. 26.
a Art. 36 Constitu.iónd. lá R€públhr de¡ P¡r¡gort. D.l d.re.ho a 15 irviol¡bilid¡d d€l p¡lrimo¡io docrmentrl y l.
(omur¡cr(¡ón priy.d.. El patrimonio documcnlal de las pe6onás cs inviolable. ]-os re8klros. cualquiera sea su técnica los
impresos- la coqespondcncia. los esc los. las codunicdciones relelónicas. telegráfrcas o de cualquie¡ olra espe.ie. l¿s colecciones o
rcproduccbnes. los testiñonios y los objelos de valor terimoñial. asi como sus lcspeclivE copias, no pod¡án se¡ exúrinados.
reproducidos. interceptados o secueslrados sino po. ordcn ludlcial püa casos espcciiicam€nle prelislos en la le!, y siempre que
fuesen i¡dispensablcs púa el escldccimienlo de los úuntos dc compct€ncia de las corespondientes auto dades. I-a ley deleminará
modalidades esp€cial.s pda el exanre¡ d€ l¿ contabilidad comercial y d€ Los reghl.ox legales obligátorios. t-a! pruebas docúmeñtáles
obtenidas en violación o 1o prescripro atcriomrenle carecen de lalo¡ cniuicio. En todos bs casos se suardará estrioa rese¡aa sob.e
aquelloque no haga relació¡ con lo irveriSado.
¿cclóx nr rNCoNsrrrucroNALIDAD
ffir§r"nEt"" PRoMovrDA pon L¡ coNtncLonía
GENERAL np L.l nepúsLIcA EN Los
§flo,lusrrcrn AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA C/ CoNTRALoÚA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
i
1§1§
bargo, en dicho planteamiento, hay un error conceptual grave de parte de la C.G.R.,
os en presencia de un pqtrirnon¡o doa@ental prívado de las personas, que si es objeto
de ción por pane de la Constitución, sino de declaruciones que, sobre sus bienes y rentas,
hacen las personas que ocupan cargos públicos, en los cuales, obviamente, no se revela¡ cuestiones
que hacen a la personalidad o al á¡nbito intimo o privado de los funcionarios, que sí podría ser
materia de reserva,s sino a su patrimonio, sobre el cual existe un legitimo interés de la ciudadanía
porque se trata de personas que administ¡an bienes públicos,

Yendo aú¡ más lejos, puede añrmarse, sin ningún temor a equívoco, que los datos
corsign¡dos en la Controlaría Gereral de la República, como declaraciones juradas de bienes
y ren son información pública, pues responden claramente a la definició¡ de tal, establecida en
la pro ley, Ia cual define también a Ia misma C.G.R. como una fuente públic¡ de información,6
a quc tener acceso cualquier persona. pues estas fuentes públicas de iDfbrmación son Iibres
s, de conformidad a lo que dispone expresamente la Constitución de la República -at. 28-
v ley lamentaria.T

r ende, cualquier ciudadano, sin necesidad de justificar el interés,8 podrá acceder a dicha
n pública constituida por las declaraciones juradas de bienes y rent¡s de
onarios públicos. haciendo asi efectivo el "ejercicio del derecho al acceso a ld inforñación
ica, o través de la ioplenenloción de las ¡nodalidades, plazos, ercepcioñes y sonciones
spond¡entes, que pronuevan la ttasparencia del Eslado" (art. 1", ley 5282)

De hecho, el art. 5" inciso c de la misma ley 1969, que modificó la ley 1682/2001 de
\o 'mación de carácter privado" y qte podria invoca¡se como contrapeso a la ley 5282 de acceso
§oog nformación públíca, estableció expresamente como una excepciór a la reserva, los datos que
relevar Ia situación patrimonial de ufla persona cuando esos dafos conslen en una fuente
públi de información, como seda el ya señalado caso de las decla¡aciones de bienes y rentas
a la C.C.R.q

Í .lo Lcy 1662/0t. Q¡¡. regl¡metrt, l¡ ¡íforñ¡ción d. c¡r¡r.e. pr¡v{do. Sc prohíbc dü a publicidad o difundir dalos scnsiblss
qsc *e
explicitam.¡te ind¡,iduliTrda o iñdivid!¡liab¡c§. Sc consid.rú d¿tos sensibles los rcfeenrcs a p.nenencia
iabso e¡nicas. prcfe¡e¡¡cias politicas. e$ádo individual dc salud. conviccioncs rcligiosrs. filosóficA o momles: inlimidad sexualy.
bo general. los que fomcntcn prcjuicios y disciminaciones. o afede8 la di8¡idad. la pívacidad. la indmidad doméstica y ¡s imagen
priv a dc pcrson&§o liünili¿s.
oArt.2.o Ly A los efectos de esla ley. sc e.lende.á¡ como.
52E2. Definiciones.
l. Fu.nt.s públ¡c¡s: Son los si8úientcs orgsrismos: ...c) l-a Defensoria del Pueblo. l¡ Co r¡lorl¡ G.n!.rl d! h R.públic. y cl
§ ü§ Aa¡co C.ntml dcl Pm8uay: . . .
2. hfo¡nnció¡r pr¡blic¡: Aquella producid{, oblenid4 bajo control o cn podcr de l¿s fuentcs públlc0!, indcpendientcmcn(c de su
florñato, soponc, l-echa d. crcación. origen, clásificació¡ o procesúicn1o. salvo que se encúe¡rc establecida como secreta o d€
caáclcr rescrlado por las lcy.s.
rAr! 2'.l,ry N'ltr69. Qu! ¡nodifc¡, lmpll¡ y d.ros! vrrio§.¡tlcrlor d.l¡ Ly 16E2,2001 "Qrc r.s¡.m.nt¡ l¡ ¡trfo.m.ció¡ dc
priv¡do". Todá pcrso¡a tiene dcrccho a recolcc¡a.. elmácenar y prosesú daros p€¡soralB pala uso erriclamcntc prilado
son libr.r p¡r¡ todos. Toda peNon¡ liene derrcho al acceso a los datos que s€ §ncuentren
la Ley N' 879 del 2 de dic 1981, l¡ Lcy N"

Alca¡ce y grutuidad. Cualqü


sr¡ruit¡ y sin necesidad alsun¡ llc'ur ido. úoifome al proocdiñ

Dl, lrnuBl
N" 1969 Q uc modili.¡. ¡rDPll. y d d. l¡ Ler" r.8l¡
daqs de g:Bón6 fisic6
enña-susabli-saciones

7 -<. Albe
idenle
0r. osc^[ AUCUSTO
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it ÍnO¡§ lu0tüUfli{l ,rl Úxm
M!I¡.D del1í$Él o! A!.1¿oür ú r r(,
CM r Co¡rjrd' ftrc.n S¡E
Por e¡de, en conclusió¡, debo señalar que queda clarísimo, a mi c¡iterio, que los datos
obrantes en la C.C.R., como decl¡raciones juradas de funcio¡arios públicos, que tengan
co¡tenido patrimonial y que puedan revelar el estado de la situación patrimonial de una persona que
ocupa un cargo público, constituyen información pública, asentada en una fue¡te pública y está
expÍesamerie exceptuada como i¡formación que no puede ser dada a conocer al público -art. 5" iric.
c, ley 1969-. debiendo ser, en consecuencia, accesible a Ia persona que la solicite.

En un histórico fallo, dictado por esta misma Corte Suprema de Justicia. y que marcara un
verdadero ¡umbo en todo lo referente al acceso de inJbrmación priálica, el Acuerdo y Sentencia No.
1306 del 15 de octubre de 2013, en el mismo sentido que ya viniera señalando en este voto. se ha
asentado cuanto sigue: "29. Que, de acuerdo con las disposiciones legales ya citadas, los datos
petsonales pat moniales pueden ser publicados o dífundidos cuando conslen en lqs fuertes públicas
de información. Al no haber disposición legal que defina kt que es una 'Juente pública de
información' y al estar los jueces obligados a juzgar aún en caso de silehcio, obscuridad o
insuficiencia cle las leyes (a . 6. CC) debe realizafie uka intetpretación judicia¿ " (Del voto del
ministro D¡. Antonio Fretes. Cabe citar que el citado t'allo fue dictado por unanimidad. En simila¡
sentido. en el mismo fallo. y por otros argumentos, se expidió la Ministra Dra. Bareiro de Mód¡ca).

Entiendo que Ia enume¡ación de caa.ral expuestas por la C.G.R. para plantea¡ la presente
inconstitucionalidad no constituye motivos atendibles para declarar la inconstitucionalidad de las
resoluciones judiciales atacadas, pues el contenido de las decl¡r¡ciones juradas de los
funcionarios no e¡cuadr¡ detrtro de las excepciones legales aludidas, es decir, no fueron
declaradas por ley como secretas o de carácler reservado.

De hecho, si se permite la expresión,los _fundamentos expuestos por Ia C.G,R. al plantear la


demanda parecerian ser una lista de excusas para no otorgar la info¡mación requerida, dada la
inconsistencia de dichos fundamentos.

Queda, con todo esto, evidenciado que los fallos j udiciales atacados de inconstitucionales. e¡
esta acción, no son tales, siendo inviable la presente acción en relación a los mismos.

Por olra parte, el argumento que señalara la acciomnte C.G.R. sobre el supuesto e¡ce.§o
cometido por la Corte Suprema de Justicia, al dictar la Acordada No. 1005 del 21 de setiembre de
2015, por la cual reglamenta la manera de canalizar los pedidos de acceso , la inform¡ciér pública
-ya que dicha reglamentación deberia ser hecha por ley- no ¡esiste un análisis serio, pues los
derechos de los ciudadanos no pueden dejar de se¡ efectivizados ni aún ante la falta de nomla que
los reglamente.

Por ende, si el derecho a recibir informaeión pública (art. 28 de la Constitución)¡o no


estuviera reglamentado de ninguna forma, aún asi debe¡ía abrirse el camino y allanarse los
obstáculos a fin de permitirse su efectivización (aft.45 de la Constitución;,| I siendo idónea,
conlbrme lo explicaré más adelante. la vía del amparo para la lramitación de estos pedidos.

¡) cuardo csas personas hubiesen orcrSado autorización exprcs¡ y por cacrilo púa que se obleng¡n datos sobr. e1
cumplim¡en¡o dc süs obli8acioms no flclamadas judic¡alm€¡rc:
b) cuedo s. tmte de infomaciones o caliñc¿cion¿s que enlidades esl¿talcs o pri'adas d€ban publ¡ca¡ o dar á conocer en
cumpliñicnto dc disposicio¡es legales especl{icasr y.
c) cur"do conrten en l$ foeotes públ¡c¡s dé Inrorm¡.iór'.

'0 Arl. r8 de lr Conlhüc¡ón dG l¡ Repúbli.¡. Del d.r.cho. ioform¡rs.. Se ruconoce el derccho de l&\ pe6on6 s rccibn
infbmación vem¿ responsable y ecuániñc. Las nrentes públicd de inlbrmación son libres tara todos. l-¡ ley rcgulálá las
mod¿lidades. pl¿os y socioncs corespondicnles a ld mkm6. a Un de qu. ese derecho sea el¡clilo. Toda person¡ alectada por la
diñ¡sión de una inl¡rmación falsa. distoNionada o ambigus ti.nc derecho a cxigi.su recrilicación o su ac¡mción po.c¡mismo medio
y en I¿s mkm6 condicion.squc haya sido di!ül8ada sin pcrjuiciode los demás derechos compensárorios.
I Art, ¡15 Constituc¡ón de la Repúbl¡... D. lor der.chos y
8¡rártl¡s no lnun.isdos. La onunciáción dc los drrechos y garanllas
conknidos en esrá Constilxción no debe enterd.Be como neg¡ción dc otros qu.. sicndo inherentcs a la penonulidad humana no
lccrón on rNCoNsrrrucroNALrDAD
ffi§8rE'"" PRoMovtDA pon l¡ coxrnaLonil
cENERAL or I-l nrpúnrrcA EN Los
§/o.Iusrrcrn AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA C/ CoNTRALoRÍA GENERAL
DE LA RTPUBL¡CA.

orte Suprema de Justicia reglamentó la manera de procesar los pedidos de acceso a la


pública, a través de la Acordada No. 1005, lo hizo a fin de establecer pariámetros para
judiciales, que son una manifestación m¿ls del derecho de peticiór a las autorid¡des
(a¡l. de la Constitución), con el fin último que el derccho dc ¡cceder a información pública
tenga una vía procesal que constituya una tütela judicisl efectiv¡.

Ya en los "considetd¿dos" de la Aco¡dada No. 1005 del 2l de setiembre de 2015, la Cone


Suprema de Justicia habia advertido que ". ..la Ley 5282/14 ha onitido estdblecer el prccedímiehlo
medianle el cual debeh tramilat las acciones judiciales previstas en el articulo cilddo".

Y, ante dicha omisión, la Corte Suprema de Justicia, ha señalado un camino procesal que, al
mismo tiempo, cumpla las exigencias del art.25 de la Convención Amerioana sobre Derechos
Humanos,¡2 que fuera ¡atificada poÍ nuest¡o pais mediante la Ley l/89, y que indica Ia obligación
del Estado de proveer a toda petsona vna lulela judicial ¿Íecliea a t¡avés de un trámite sencillo y
rápido, a fin de hacer viable los de¡echos fundamentales ¡econocidos por dicha Convención que. al
mismo tiempo, estiín reconocidos por nuestra propia Constitución de la República del Paraguay.

Por parte, debe dejarse constancia que la propia ley 5282 da los pa¡ámetros procesales
que debe Ia acción judicial encaminada a la obtención de la información pública (véanse los
de la citada ley), cuando esta es denegada. expresa o tácitamente, por Ia fuente pública
req rida

a señala la ley la competencia del Juez de P¡imera Instancia del lugar de su domicilio o en
su asiento la flente pública;

b) establece el plazo de sese¡ta (60) dias pa¡a pla¡tear la acción contra la denegación expresa
la:
óf\
.¡d§cl
establece la posibilidad de otorgar medidas de urgencia, por orden judicial, cuando surja
to de promoción o de otras actuaciones, a fin de amparar al ciudadano solicitante;

d) establece la frjación de un plazo judicial para el cumplimiento de la orden judicial de


la información requerida y,

establece sPc¡one tc cl i iento de la orden judicial

De todo lo tese Ia rcada similitud entre el p¡oceso asi descripto. por lo


lllcnos sonletamen la 5282 y acción de amparo regulada por los arts. 565 y siguientcs
del C.P.C.
tur¡¡ru
0r Cocco Somudio i{¡\I§T¡O
nolde Apelodó
.SeSundo Solo
Civ.y
Dr.

r: Arr. 25, ,,.*f,¡.,," sencillo y dpido o a cualquie

de sus lunciones ofrciahls

Alberto

alah¡t¡ut uwg
n! lll¡ü06 NIDk Dr.o§C^r YAtoovtxos
P¡ol. D
Por cnde, no es dc extrañar que Ia Acordada No. 1005. ahora atacada de inconstitucionalidad.
haya establecido claramente que cn caso de dencgación expresa o tácita de intbrmación pública. los
ciudadanos afectados deberían acudir a ¡eclamar sus derechos por la via de la acción de ¡mparo.lr

Por otra pa¡te, sostengo el citerio que la via del amp¡ro es la idónea para este tipo de
conllictos en los cuales a un ciudadano le es negada, sin razón valedera, una información, pues
constituye el camino procesal idóneo cuando no existe otra vía y están en juego derechos
constitucionales o legales, injusta e ilegitimamente desconocidos a un particular, como en este caso,
la negación ¡l ácceso ¡ la inform¡ción pública, reconocido como un derecho expreso por la
Constitución de la República (an. 28) y como un derecho huma¡o fufldamental, asi reconocido por
la misma Cone lnteramerica¡ra de Derechos Humanos.

En el¡cto, el art. 134 de la Constitución de la Repúblicara establcce claramento que podrá


recu¡rirse a la vía procesal del amparo cuando una percona se crea lesionada en un derecho
constitucional o legal, y no pueda remediar la aflicción a esos derechos, por otra via. Por tanto, el
amparo constitui¡á una gara¡tía excepcional, una acción residual que entra en funciona¡niento
cua¡do no existe otro medio previo o pamlelo pa¡a la protección de los derechos afectados.

Por ot¡a pafe, sostener, como se ha pretendido en alguna discusión de otro ámbito, que
debe¡ia tramita¡se po¡ la vía de los recursos administrativos y por la via de un proceso conte¡cioso
admi¡istrotivo es un yerro ¡otrble, ya señalado por esta Cone Suprema de Justicia, en los mismos
"conside¡andos" de la Acordada No, 1005/15. donde cla¡amente se ha señalado que dicho pr¿c¿so
contencioso administaliyo no debe considera¡se la via, en razón que la negación a proporcionar
info¡mación no es un acto administ¡ativo propiamente dicho. ')a q e ho implica un actuar da la
adrrlinistracióri en razón.le sus conpetencias " y se trala solo del incumplimiento de un yerdadero
ñandrto corstitucional que deberia ser cumplido sin necesidad de recu¡rir a vias procesales
ordinarias, entre ellas las establecidas para litigar ante los T bunales de Cuentas.

Al
respecto, en fundameoto dado por esta Corte al dictar la Acordada No. 1005, se asentó
cuanto sigue: "Que, en una resolución tomada por el Tribunal de Apelaciones en lo Ciril y
Comercial, Sala 3, especialmente rclevante por haber si¡lo resahacla en el Informe 2010 de la
Relatoríq Especial p.¡ta la Libeflad de Expresión cle la Comisión lnteramericana de la
Orgakizacióh de Es¡ados Ame conos (Capitulo lV Buenas Prácticas Judiciales en Matetia de
Acceso a la Información en América, página 313, puntos 31 y 35), se sostuvo que (...)la negotiva a
proporcionor informqción no ad.nire el conlencioso adminislrulivo: por una ra¿ón simple, el aclo
de negación de la inÍonflación to es acfo adminisbdiieo eh sehlido ptopio, ya que ao ¡mplica un
aclua¡ de la admihislrución en ¡azón de sus cornp¿tencias. Se trata tan solo del incumplimiento de
un mandoto coñstituc¡onol. Por lo demás, el derecho a la irrÍomación, como derccho
¡afidarierrtal, no lolenría, pot sa propia lndole la dilación que prucedente de un litigio
contencioso (adtflinistrotivo) (...). Ademfu, que (...) la ¡nfornac¡ón, al ser denegada ilegít¡,kamente,
tulnera per se y con carácter de inmediatez lo órbita de derechos del ¡ndiyidüo (...) (Acueño !
Sentencía Nro. 5l del 2 de mayo de 2008)." Texto sacado del "considera¡do" de la Acordada No.
1005/15 de esla Excma. Corte Suprema de Justicia. Las negrit.s son mias.

I Art. l" Acord¡d! No. 1005/2015. Erableccr que, para el caso de dene-qación cxpresa o lácila de una solicinrd de eccesq a lq
irformación lá acciór.judicial trmite según 16 re8l6 p¡evisl&s cn el ankulo 134 de la Consrilución l er el Código Procesal Civil
pd eliuiciodc arnparo.
¡r ari ¡.1¡l d.l¡ d.l! Repúbl¡cr, D.lr p¡ro. Toda p.¡snaque por ur acro uomisión, meifi$ramcrle ilegirimo d.
Coústitúció¡
una autoridad o d.
un plniculú, se considcrc lcsiorada gruvem.nte. o eD peligro inmincnle dc sc¡lo en d.rcchos o garanlla.s
lons¿gmdas €n eslá Co¡stitución o en la lcy. y que debido a la uryencia del c¿lo no pudie.á remediarse por la vla ordina¡ia. pL¡cdo
proñovcr ampdo e1e el ñagislrado coñpercnle. cl procedimienlo será bÉvc, sr¡¡nario, gratuito. y d. a.ción popular pm los caso$
preliros en l! ley. El magistrado tendrá facuhad pda salvrgu¿de el dereúho o 8úútla. o pala resablecer inmcdiatmente la
stúáció¡ju dica infrin-sida. Si se tElúa ds ona cuestiór el.croral, o relarira a oBa¡izaciones polfica¡. s6iá comp.renre lajúsric¡a
.l.ctoral. El Ampúo ro podró promolenjc cn la ramitáción dc caus júdicislcs. ¡i corrm asros de órgs¡os jr¡dici¡les. .i cn cl
p.oceso de lbnnación, sción y promul8ación de 16 leyes. lá lcy regla¡nentará cl respectivo procedimienlo- Las s.nlcncid r.caldas
.n el Ampa¡o ¡o c¡usdá¡ €stado.
,A,Conrn lcclóx or INCoNSTITUcIoNALIDAD
PRoMovtDA pon La coxruLonin
fffi*XffilSupRrue GENERAL Dr r,l ntpún¡.tcA EN Los
wzDEIusTrcrA AU'I'OS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos Lf,zcANo
FLf,cHA C/ CoNTRALoRíA GENERAL
DE LA REPUBLICA,

lsl§ I
Por endq. es absolutamente insostenible este a¡gumeoto expuesto por la C.C.R. como
de fa presente acción de inconstitucionalidad en relación a la Acordada No. 1005 y
ser deseslimado

De lo dicho, puedo concluir, entonces, que la presente acción de iíconstitucioÍalidad debe


ser des , pues revisadas las resoluciones judiciales impugnadas no se observan en ellas
viol s a principios y derechos dejerarquía constitucional -al contra¡io, dichas resoluciones los
anl ni existe agravio constitucional alguno en la Acordada No. 1005 dictada por esta Corte
S Jr.¡sticia, el 2l de setiembre del año 2015

último, debemos recordar que no corresponde ni se justifica que esta Corte Suprema
cuestiones debatidas y resueltas en otras instancias, cuando no se advieta violación de
o preceptos constitucionales.
EI¡ ese sentido, esta Co e ya se ha sostenido en varios casos anterio¡es, que la acción de
itucio¡alidad no es la vía procesal idónea para volver a revisa¡ el sentido de fal los judiciales
s expuestos en los mismos, por losjueces que entendieroo en las causas, cuando no
ninguna transgesión a principios constitucionales ni cuando la fundamentación
luce razonable, y sin que la interpretación que hicieron losjueces de Ia ley aplicable al caso
hechos expuestos y probados, aparezca como arbitraria o antojadiza.
Por ende, voto por el rechazo de la presente acción de inconstitucionalidad, con condena en
c en el orden causado, por haber merecido interpretación juridica la cuestión planleada en

m¡ voto

¡, VOTO DEL MINTSTRO MANUEL DE .IESUS RAMiREZ CANDIA


CN.
Las sentencias judiciales que han autorizado la publicación de las declaraciones juradas de
enes rentas de los funcionarios públicos no son inconstitucionales, porque han cumplido con el
y
eto de todo proceso de amparo que es la protección de principios y derechos constitucionales

En efecto, Ias resoluciones impugnadas permiten operativizar el principio republicano del


E .paraguayo, en su dimensión de publicidad de la conducta de los funciona¡ios públicos y la
efecti del derecho de acceso a la información pública.

primer lugar, corresponde señalar que los fallos judiciales, el primero, que dispone se
ón sobre las dcclaraciones juradas de bienes y rentas de Ios l'uncionarios públicos;
Dr que lo contirma, permiten tomar operativo el principio republicano del Estado
yo en su dimensión de publicidad de lo onarios y I secuente,
responsabilidad en el ejercicio de l'unci nqs.

La publici de las decla¡ac j urad de bi y rentas Ios 5


hace operativo principio republ su di de delac de
funcionarios en este caso paficu su co ial itir el imiento de
on yla lución de su importancra la idad de los
q obli administ¡a¡ la ciudadanía.

ür ¡l[ttlD§ 4 ( ¿lal¿r,i¡a
Alberto

EÜNIEK ú¡lo§c^I A V^¿DOy|IOS


,-,,tt
EaW
En definitiva, el conocimiento de la conducta privada o lüncional de los funcionarios
públicos es de relevancia para valorar su idoneidad sea técnica o moral en la gestión pública y para
el efecto debe proveer toda info¡mación de su actividad para facilitar el control ciudadano de su
idoneidad en la gestión. Para que dicho cort¡ol sea efectivo, toda actividad del funciona¡io debe ser
informado a los dueños o¡igina¡ios del poder público que es la ciudadania.

Considero que toda la conducta de los funciona¡ios debe estar expuesta al público, porque
toda conducta del funcionado interesa a la ciudadania para el control de su actuación. El tüncionario
público, tal como señala Owen Fiss, vive en un "panóptico inverso" sometido a la mirada vigilante
de la sociedad tanto de su conducta pública o privada. (OWEN M. FISS. Democracia y Disenso.
-l'coria
Una de la Libetad de Expresión, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2010, pá9. 136).

Los fállos impugnados, permiten efectivizar el derecho de acceso a la inlbrmación por pane
de la ciudadania, que es un mandato constitucional consagrado en el Art. 28 de la Constitución y en
el presente caso, por el conteÍido de la información es de suma relevancia para el sistema
democrático de gobiemo porque facilita al dueño del poder politico el control de la gestión de sus
ma¡dantes.

Por consiguiente, los fallos impugnados no son inconstitucionales, sino que se adecuan a
valores de estructura del Estado paraguayo y al derecho a recibir información por todas las personas.

Por otra pafe, coffesponde señalar que co¡forme el At. 556, del Cód- P¡ocesal Civil, las
resoluciones judiciales pueden ser incomtitucionales por dos razones: I ) por si misma sea contÉria
a la Constitución; y 2) que se hallen fundada en actos normativos cont¡arios a Ia Constitución.

En el presente caso, Ios fallos impugnados, al disponer que se prcvea Ia i¡fo¡mación sobre
las declaraciones jumdas de bienes y rentas de los funcionarios, no pueden ser considerados como
contrarios a la Constitución pues se ajusta a los principios de un Estado republicano y democrático
que se consagran como principios de estructura del Eslado en el Articulo 1" de la Constitución y
además, toma operativo el derecho que tiene toda pe¡sona de recibir información que se establece en
el Art. 28 de la Constitución.

En efecto, uno de los ¿rgumenlos por el que la entidad accionante considera que las
resoluciones cuestionadas son inconstitucionales es por el supuesto fáctico de la falta de
co¡cuÍencia de los presupuestos de procedencia del amparo en los términos del An. 134 de la
Constitución.

Sin embargo, de la Iectura de los fallos surge que concurren la existeocia de los presupuestos
de procedencia del amp¿¡¡o, tales como: el acto ilegitimo consistente el Ia neg¿tiva de proveer una
información pública, la lesión al de¡echo a la información consagrado en el A¡t.28 de la
Constitucióo y la urgencia fuejustificada en los dos fallos en función al agotamiento de la instancia
administrativa.

Aun cuando no se comparta el c¡ite¡io de determinación de la urgencia ante la falta de


eficacia de los medios ordina¡ios que se establece en los fallos impugnados, no se puede reputar de
a¡bitmrias las decisiones pues la propia Corte Suprema de Justicia, en pleno. en el Acuerdo y
Sentencia Nro. 1.306 de fecha 15 de octubre de 2013. ha conside¡ado al amparo como la via idónea
para el acceso a la información pública.

También, corresponde señala¡ que las resoluciones impugnadas no se fundan en noÍnas


contrarias a la Constitución, sino que se justifican, precisamente, en el An. 28 de la Constitución
(derecho a la información) y en la Ley Nro. 5282/14, que hace operativo el acceso a la info¡mación
pública y esta normativa reglamentaria no contiene disposiciones que puedan impedir la provisión
de informaciones asenladas en la entidad accionante.
ACCIóN DE INCONSTITUCIONALIDAD
ffir§u"n$i* PROMOVIDA POR LA CONTRALORiA
GENERAL DE LA REPÚBLICA AN LOS
wro.JusTrctA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCANO
FLECHA C/ CONTRALORÍA GENERAL
DE LA REPUBLTCA.

lsls
a
Por tanto, en base a las comideracioDes que a¡¡teceden, voto por el rechazo de la presente
y por ld efectividad de Ia o¡den de publicar las declaraciones juradas de bienes y re¡tas de
los funcionarios públicos

ES M] VOTO

DEL MAGISTRADO DR. MARCOS RIERA HUNTER

na revisión detenida de estos autos de i¡constitucionalidad y de los antecedentes que


de las constancias contenidas en el expediente caratulado: "Amparo constítuciondl
ido por el señor Juan Carlos Lezcano Flecha c/ la Conlralotía General de la República"
p manifiesto que el accionante, en el mes de diciembre del año 2016, radicó ante la
o a Ceneml de la República uIIa petición de acceso a Ia información pública con la linalidad
obtener datos relacionados con las declaraciones juradas de bienes y rentas de diversas
blicas, todo de conformidad con lo dispuesto en la Ley No. 5282/14, solicitud que fue
cn fecha 20 de diciembre del 2017. Posteriomente, en fecha 9 de enero del año 2018, se
nuevamente el pedido solicitando la i¡formación relacionada con las declaraciones juradas
J tadas entre los años 1998 y 2017. Pero, conside¡a¡do que la institución requerida, la
Ceneral de la República, no se expidió en el plazo determinado por la ley, operándose en
cia la denegatoria ficta, el peticionario promovió la acción judicial legislada en el artículo
de citada ley, reglamentada en la Aco¡dada No. 1005 del 2l de septiembre del 2015, dictada
por la Cone Suprema de Justicia

Tramitado el proceso, el Juzgado Penal de Ga¡antías No. 4 dictó la S.D. No. 24 de fecha 8 de
§ mayo del 2018 por la cual resolvió hacer lugar a la acción de ampa¡o constitucional promovida por
el accionante y, consecuenlemente, o¡denó a la pane accionada proveer al accionante todos los datos
requeridos por dicha vía judicial, incluyendo los ¡elativos a "sus cókyuges bajo el régimen de
comunidad ganancial de bienes, auft en caso de uniones de hecho, y de los hijos menores de los
mismos sotnet¡dos a su pat a potestad." Asimismo, po¡ A.l. No. 366 de lbcha l1 de mayo del 2018
(resolución que, en rigor, debió haber sido calificada como una sentencia delinitiva y no un auto
intcrlocutorio ) hizo lugar al recurso de aclaratoria interpuesto cont¡a la citada S.D. No.24 del 8 de
2007 (debió ser del año 2018) emplazando a la accionada para que en el plazo de quince
días al accionante la información requerida.

Inte rpuestos los recursos de apelación y nulidad contra ambas resoluciones, los autos fueron
el al Tribunal de Apelación en lo Penal de la Capital, P¡imera Sala, que. previa
5Ll iaci ón de los citados mecanismos recusivos, dictó el Acuerdo y Sentencia No. 30 de fecha
del 2018, por el cual se resolvió confirmar parcialmente las sentencias recurridas y
01,ÚrnÚd
car parcr almente el punto pri la S.D. No. 24118 v su aclaratoria No. 36 18, haciendo
luga¡ a Ia acción de amparo vida por e CI yo al Contralori de la
República proveer al de ciertos y muy e ficos ( os
activos propios y ganancial, importe to dec tos;
inmuebles; vehíc muebles; pasivos, total ; rngreso
importe total; e mensual, impone t cónyuge bajo
régimen de co ga¡anc ial de uos menores
bajo 14 patria de ónyconl lon que los datos

üa IOtl¡E Alberl uin M¿rtine¿ Simón

Dt.osc^R ¡ L.ñwX la
t)
personales del declarante podlín ser publicados dentro de los limites previstos en la Ley
No.l682/2001 y la Ley No. 5282114. Posteriormente, el Tribunal dictó el Acuerdo y Sentencia No.
32 de fecha 15 de junio del 2018 por el cual hizo lugar parcialmente al recurso de aclaratoria cont¡a
el Acuerdo y Sentencia No. 30/18 y estableció un plazo de sesenta días hábiles para el cumplimiento
de la resolución.

Pues bien: contra la Aco¡dada No, 1005 del 2l de septiembre del 2015 y contra las cuatro
resoluciones judiciales antes referidas la Contraloria General de la República promovió esta acción
de inconstitucionalidad que hoy se somete a la decisión del Plero de la Cone Suprema de Justicia.

Por razones de método, la Magistratura debe analizar primero la co¡stitucionalidad de la


Acordada No. 1005/15 y, seguidamente, la coherencia o incohe¡encia que pudiera existir entre las
sentencias j udiciales y Ia propia Constitución.

Sostiene el accionante que la Acordada No. 1005/15 es inconstitucional porque invade no


solamente compete[cias reservadas a Ia ley, sino porque también invade competencias que son
propias de la misma Constitución Nacional, Lo primero porque, según expresa, la reglamentación de
las garantías constitucio¡ales, entre ellas la del amparo, debe efectua¡se única y exclusivamente por
medio de una ley, de conformidad con lo dispuesto en el articulo 131 de la Constitución que dice.
"Para hacer efectiyos los dercchos coksagtqdos en esta Constitución, se estohleceñ lat gatantías
contenidas en este capítulo, las cuales serán reglamentadas por la /ey '. Y lo segundo invasión de
competencias constitucionales- porque la Acordada que es objeto de impugnación establece que el
procedimiento para hacer efectivo el derecho a la información se regirá por las disposiciones
contenidas er¡ el aticulo 134 de la Constitución Nacional establecie¡do así "un nuevo svuesÍo
.fiictico (la deneg.rtoria adm¡nistativa a la prov¡sión de la iñlormación solicitada) como constitutil)o
de una situación habilitante para la promoción de una acción const¡tucional .le amparo".

Pues bie¡: el punto de a¡ra¡que del anrálisis judicial que se somete a esta Magistratura está
dado por el aficulo 137 de la Constitución que incorpora al ordenamiento positivo. conjerarquia de
primer rango, dos principios fundamentales: el principio de sr.rpremacla constitucional y el principio
de prelación de las leyes, firndándose este último en el primero, razón por la cual todos los ¡rarados
intemacionales, las leyes del Congreso y demás disposiciones jurídicas de inferior jerarquia deben
halla¡se en cohe¡encia con las cláusulas constitucionales. Esta es la razón por la cual la última parte
de la disposición constitucional dicel. "Carecen de wlidez las disposiciofies o actos de autoridad
opueslos a lo establecido en esld Constitucióh".

Las Acordadas que dicta Ia Cone Suprema de Justicia son instrumentos nornativos,
consecuencia de actos de autoridad, que contienen disposiciones que, como tales, integran el
ordenamiento positivo, por lo que, al igual que cualquier otra disposición o norma juridica, se
encuentrair sujetas tañbién a los principios de suptemacia constitucional y de prelación de las leyes
debiendo sus noÍnas ser coherentes con disposiciones superiores contenidas en las leyes, en los
tratados y, por supuesto, en la propia Constitución Nacional. Es por ello por lo que a ñn de
determina¡ si la Acordada qr-:e es objeto de impugnación es o no inconstitucional resulta necesa¡io
precisar, en primer término, la naturaleza de dicho instrumento noÍnativo y, por ende, la
competencia de la Corte Suprema de Justicia en tales pro[urciamier¡tos.

Por definición las Acordadas son instn¡mentos p¡oducto de actos norñativos de orden
adm¡nislrativo que contienen disposiciones generales que dicta la Cote Suprema de Justicia para
reglamentar la actividad tribunalicia y, consiguientemente, para afianza¡ el servicio dejusticia en el
Estado Derecho. En efecto, según el DÍCCIONARIO DE CIENCIAS JURIDICAS, POLITICAS Y
SOCIALES, de Manuel Osorio (Ed. Heliasta, 2001), la Acordada es la "Resolución de carácter
admihistrativo y generol que clictan las cortes )t tribunales supremos de jurticia en uso de sus
.facultades de superin¡endencia ) dentto de los límites de su jurisdicción, pora regular sus propias
actitidqdes y las de todos los organismos judiciales que de ellos dependen '.
,A,Cotrn
lffi*l$'lSupnrml
AcclóN DE rNCoNsrtrucIoNALIDAD
PRoMovrDA PoR LA coNTRALoRiA
GENERAL m Ll nrpúgl,lcA EN Los
w9/".fusrrcrA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEzCANo
FLECHA c/ coxrn-lloúl GENERAL
DE LA REPUBLICA.

sentido, el afículo 3 de la Ley Orgánica de la Corte Sup¡ema de Justicia No.


ece que y
son deberes atribuciones de la náxima instanciaJadicial "Dictar su propio
y
o interno, las acordadas, todos los actos que fueren necesarios para la mejor
oryanización y eficiencio de la adtfiikistracióh de justicia". Se estima muy necesario resalta¡ en este
punto la teleología, la finalidad, o los objetivos que se pretenden lograr con esta clase de
instrumentos no¡mativos: tales objetivos son, como determina exFesamente la ley, "ld organización
y la eJicíencia de la adminislrución de justicia" a t¡avés de diversas y heterogéneas medidas o
decisiones relacionadas, po¡ una pa¡te, con el poder de control o de superir¡tender¡cia previsto con
rango constitucional (an. 259, inc. l, CN) y, po. otra pate, con el comportamierilo funcior¡al de
Magistrados, abogados y ñ¡nciona¡ios en general, conforme reglas procesales y de competencia ya
establecidas previamente por las leyes. Claros ejemplos de lo que se alirma son las Acordadas que
elablecen el reglamento intemo de la Cone Suprema de Justicia, las que reglamentan los suma¡ios
vos, determinan los tumos judiciales (art. 2ldel COJ), los horarios de Jueces y
funcion la distribución de expedientes, la suspensión de plazos procesales, los p¡ocedimientos
vos intemos, ente ouos casos, o, como ha ocurrido recientemente, las atinadas
dispos iones adoptadas por la Cone Suprema de Justicia con motivo de la emergencia sanitaria que
T la sociedad

Pe¡o, todas estas medidas, disposiciones o determi¡aciones solamente pueden tener validez
ativa cuando el acto nomativo y su producto -las disposiciones o no¡mas puestas en vigencia-
consecuencia del ejercicio normativo en el marco de la competencia legal.

En este punto es esencial tene¡ en cuenta que la conducta jurídicamente regulada solamente
permitida o prohibida. Desde el punto de visla de la cohe¡encia del sistema, y del
is del elemento semiintico o proposicional de las normas, la conducta juridicamente regulada
puede -fácticamente sí, pero lógicamente no- estar permitida y p.ohibida al mismo tiempo y en el
I¡ sentido. Es por ello precisamente por lo que una fórmula axiomática muy estudiada por la
a def Derecho es el principio de prohibición por el cual se afirma que está juridicamente
ibí¡lo todo aquello que ko está jurídicdthente permitido. El principio de prohibición es,
cl te, una construcción teórica, una ve¡dad de ¡azón al decir de Leibniz, pero cuando se
ltl al orden jurídico positivo con rango constitucional, se convierte en el principio de
legalidad, es decir, en una norma cuyo sujeto pasivo son las personas del Derecho Público.

§ Pues bien, precisamente, la norma que incorpora al Derecho Positivo el principio de


a legalidad es la que se encuentra legislada en el aniculo 3 de la Constitución: ".,.Ninguno de estos
poderes (se refiere a los poderes Legislativo, Ejecutivo y lndiclal) puede attibuiüe, ni otorgar a
otro ni a petsona alguna, índividual o colectiva, facultades exftaotdinafias o la suma del poder
público " , e¡¡endiéndose por facultades extaordinarios quellas que no est¡á¡ previstas en las leyes.
§
(l
A su vez, el principio de legalidad es el fundamento de la competencia de las auto¡idades
úb que, hay que decirlo bien claro, es exclu iva y excl a competencia es exclusiva
si la ley otorga L¡NA Itad o bución una a lca, nt la puede
eJerc a menos que a nonna e5a ls a más de , tal
Po re plo, con la Coú la para ente los
,¡. l.¡lclos us tanto al Juez de Justic l-a
c la. isu vez, es excluye n Ii eJercer nrngu¡a
ultqd o ión distinta a dou o porque. sto, si I
hiciera. are des atribuciones y, iguientem al aparta¡se de

rt ltlr(lDl\ AI

Et( DR.
PAnA u*", g,l,wfu
,/
lo que dispone la norma superior. la norma así dictada podría ser, o bien directamenre incompatible
con la Constitución, o bien incompatible con una ley en cuyo caso, al marginarse el principio de
prelación, seria igualmente incompatible con la ley fundamental de la República. En ambos casos se
estaria conñgura¡do la inconstitucionalidad.

En síntesis, la conducta normativa de la autoridad pública debe ejercerse en el ma¡co de la


competencia legal que, como se dijo, se funda en el principio de legalidad que tiene base
constitucional. El desborde funciooal de la autoridad no¡mativa afecta y transgrede el principio de
legalidad tomando al acto no¡mativo asi realizado -y a su producto, la norma- en un acto inválido y,
po¡ ende, inconstitucional de acuerdo con Io establecido en el articulo 137 de la ley fundame¡tal de
la República.

En el caso en estudio, la Acordada No. 1005 del 21 de septiembre del 2015 establece
textualme¡te cuanto sigue:

"AtL l')Establecq que para el caso de denegación expresa o tácita de uno solicitud de
acceso a la información la acciónjüdicial tamíte según las reglas previstas en el artículo 131 de la
Conslitución y ek el Código Procesal Civil para el juicio de amparo.

AtL 2") Eslablecet que, para el coso de cuolquier otro incumplim¡ento de una repartición
pública con relación a las obligaciones previstq;¡ en la Ley 5282/14 q e no caiga dentro de lo
preústo eh el Art. I de esta Acotdada, la acc¡ó judicidl ¡runite pot las reglas del procedimiento
suthorio pre\)isto eh el artículo ó83 del Código Prccesql Ciril.

Att. 3") Establecer que para defermítw los jueces que sean competentes para entender en
las accio es plevislas en los a iculos I y 2 de la prcsekle Acordatla se deben aplicar las reglas
pre|istas en el art- 23 de la Ley 5282/1.1 y. en su cctso, las de los instumentos internocionales que
rigen la creación y el .fuhcionamiento de ciertas enlidades públícas '.

Como puede adve¡tirse, la Acordada No. 1005/15 flo contiene precisamenle nornas
orientadas a organizar la actividad tribunalicia, ni ejercer la superintendencia para control¿¡r
intemaaente la actividad füncional de los Magistrados, abogados y funcionarios, sea¡ estos últimos
judiciales o administrativos. La Acordada 1005/15 contiene reglas de diverso orden para atender las
acciones que se promueven con motivo de incumplimiento a la ley de acceso a la info¡mación
pública determinando, en el árticulo primero, que en caso de denegación expresa o tácita el afectado
debe promover la acción judicial de acuerdo con las reglas previstas en el adiculo 134 de la
Constitución (que son reglas sustantivas) y también en el Código Procesal Civil para eljuicio de
amparo (reglas procesales) y, en el articulo segundo, que en caso de cualquier otro incumplimie¡to
la acciónjudicial deberá tralsitar por el procedimiento legislado para eljuicio sumario en el alículo
683 del CPC (también reglas procesales). Pero, a criterio de esta Magistmtura, ni la Conslitución ni
la ley orgánica otorgan competencia a la Cone Suprema de Justicia para establecer por Acordada
reglas de competencia o reglas procesales. Esa competencia cor¡esponde exclusivamente a la ley
formal emanada del Pode¡ Legislativo.

Es verdad, como dice la Acordada, que la Ley No. 528211,4 ¡o contiene reglas procesales
porque oo ha establecido el procedimiento que debe ser seguido para tramitar la acción judicial
cuando la autoidad requerida niega la información solicitada. En efecto. el articulo 23 de la citada
ley sólo estabfece que "r, caso ¡le dehegacíók expresa o ¡ácita de una solicitud de acceso o la
inforrnución o de ardlquid otrc irtcufiplimiento de u1a rcpaúición pública con relación a lqs
obligaciokes prcústas en la ptesenle ley. el solicitante, haya o no interpuesto el recurso ¿le
reconsideración, podrá, a su elección, acudír dnte cualquiet juez de Primera Instancid con
jurisdicción en el lugur de su domicílio o en donde lenga su asiento lafuente pública".

Pero, la ausencia de reglas procesales en dicha ley no significa que el interesado carezca de
un vehlculo procesal para hace¡ efectivo su derecho porque, en tal supuesto, debe t¡ansitarse, en
principio, por el procedimiento legislado para eljuicio ordinario. de acuerdo con lo que establece el
,AConrn
lffi*}H)Supmru,q.
AccróN DE rNCoNsrlrucIoNALrDAD
PRoMovtDA PoR LA coNTR{LoRiA
LA REPÚIBLICA EN Los
GENERAL DE
wry".JusrrcrA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
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EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
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DE LA Rf,PUBLICA.
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p.207, del CPC, que dice; "Las conlíendas judíciales que no tengak estqblecido uh
ienlo especidl, se tramitarán conÍorme a las normas del proceso de conocimienlo
ordínario", o bie¡, en su caso, por las reglas del mismo proceso sumario teniendo en cuenta que el
artículo 683, del CPC, dispone expresamente que debe acudilse a dicho procedimiento cuando'?o¡
la naturaleza de la cuestiók rcsuhare eyideñte que deba iamitarse de ese modo", como ocurre con
la mate¡ia relacionada con el derecho a la info¡mación. Por oha parte, si la intención era -como
efectivamente lo ha sido- establece¡ un procedimiento ágil y especíñco para esta clase de acciones
dada la relevancia de los derechos subjetivos en juego, podia haborse remitido al Congreso un
proyecto de ley con carácter oficial co¡forme la facultad colegislativa que la Constitución otorga a
la Co¡te Suprema de Justicia en el an. 203,

Las consideraciones que preceden conducen a esta Magistratua a la conclusión de que la


Acordada N .1005/15, especificamente en su articulo primero, que es el que se relaciona con la
accron pro vida por la pafe accionante en este proceso de inconstitucionalidad, ha excedido la
com petencia legal para este tipo de actos normativos puesto que las no¡mas que determinan
o procedimientos legales deben ser, como se dijo, establecidos por la ley, salvo
d presa del legislador como ocurre, por ejemplo, con lo dispuesto en el aniculo 685 del
esal Civil, último párrafo, por el cual se autoriza a la Co¡te Suprema de Justicia a
la competencia por razón de la cuantia de la entonces Justicia Letrada en lo Civil y

Cabe aclanr que estos fundamentos no significar acoger el argumento del accionante, quien
que la Acordada 1005/15 viola el aficulo 13l de la Constitución. Ello no es asi por cuanto
ción constitucional no dice ¡elación con la acción prevista en el aficulo 23 de Ia
14, sino con la reglamentación de las garantias constitucionales, refiriéndose
a la inconstitucionalidad, al amparo, al habeas corpus y al habeas data, figuras por
eto distintas a la acción legislada para hacer efectivo el derecho a la información pública- La
que es objeto de a¡álisis no viola el artículo 131 constitucional: pero si se estima, por las
tazo antes enunciadas, que lo consulta las reglas de competencia que son propias para el
di de tal acto normativo.

bien, a pesar de que la Acordada No.1005/15 no resulta compatible con el principio de


D legalidad constitucional, no corresponde declarar la inconstitucionalidad de la misma, como
pretende el impugna¡te, por hallarse ausente en este caso paficular un elemento de fundamental
a
d importancia para el acogimiento de las acciones j ud iciales en general, que es la legitimación activa.

En efecto, el afículo 550 del Código Procesal Civil establece que "Toda persona lesionada
en sus legilín1os derechos por leyes, decretos, u orde municipqle ¡ones u olros actos
ivos que infiihjqn eh su aplicación, I tptos o C tendri
de promoter ante la Corte dei
establecido por las d¡. ccc amenle el
que legitima acción de tuci esl lcs o agrav quc
l,^r haber sufiido
derechos o
presunto
ias indivi
r Ia
Ibsi
a atacada
o perJ
ma lmproc ed a la acoión así i tada erl tam¡ent
seriaab,yrcy,o arente de util un dica.
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C¡¡idtl!Ílr
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D¡. osc^x A
v^¿DOylIO§

I
En la especie, el impugnante no ha logrado evidenciar cuál es, concretamente. la lesión que
le ha provocado la Aco¡dada No. 1005i2015 y no lo ha hecho porque, en rigor. no existe daño
alguno o lesión. No hay lesión directa porque la Aco¡dada no contiene ninguna disposición que
afecte sus derechos subjetivos. Tampoco existe lesión indirecta porque auíque se sostenga que Ia
Acordada ha permitido a la parte hoy accionada a promover la acción judicial que previene el
articulo 23 de la Ley No. 5282/14, sobre las declaraciones juadas de bienes y rentas, que ha sido
resuelta en Primera y Segunda Instalcias, en realidad no ha sido necesa¡iamente asi porque, como se
ha sostenido con anterioridad, aunque no se hubiera dictado la Acordada. dicha acción judicial
hubiera podido ser p¡omovida, tramitada y rcsuclta igualmente por la via del juicio ordinario, o, en
su caso, por la del procedimiento sumario, todo ello sin perjuicio de considerar que, confbrme lo
estatuye el afículo 45 de la Constitución, "La fulta de le¡' reglamentaria no podr'á ser invocada
para iegar ni paru merroscabar olgún derecho o garan¡ia", disposición que hubiera permitido a
los órganos judiciales arbitrar el procedimiento conforme principios procesales básicos, entre ellos
los principios de bilate¡alidad o contradicción procesal, de defe¡sa, de congruencia, de igualdad, el
principio dispositivo, entre otros.

El a¡tículo 45 constitucional ha sido sostenido puntualmente por la Cone Suprema de


Justicia en el Acuerdo y Sentencia No. 68 de fecha 8 de abril de 1996 cuando resolvió hacer lugar
(en instancia o¡igina¡ia) a un pedido de objeción de conciencia afirmiír¡dose que "es posible ejercer
el derecho a la objeción de conc¡et1c¡ar auh fdltando la norma reglamentaria '. Eñ oüos términos,
muy acertadamente, la Cone Suprema de Justicia ente¡dió en aquella oportunidad que el derecho a
Ia objeción de conciencia ha sido legislado en una noúna operativa y no programática. La diferencia
entre una y otra ¡adica en que la norma operativa. relativa a derechos subjetivos, puede ser actuada y
aplicada aunque no exista regla$entación procesal específica, lo que no ocurre co¡ las normas
programáticas cuya aplicación requiere inevitablemente la reglamentación conespondiente. Pues
bien: po. estos mismos fundamentos, esta Magistratura sostiene que el derecho subjetivo a la
info¡mación se canaliza a través de normas operativas. la del aficulo 28 de la Constitución y las
contenidas en la Ley No. 5282114.

Es por estas razones por las cuales esta Magi$ratura entiende que la pa¡te accionante no ha
sufiido lesión alguna por pane de la Acordada impugnada, ni directa ni indirecta. Así, pues, la
ausencia de lesión concreta eri este caso particular toma imp¡ocedente la acció¡ de
inconstitucionalidad promovida por la Contnloria Oeneral de la República contra la Acordada No.
1005/15 que, por las razones expresadas, debe ser desestimada como tal.

En cuanto concieme a ¡as resoluciones judiciales, el impugnante sostiene que las mismas
son inconstitucionales por los fundamentos que pueden sintetizarse en los siguientes a¡gumentos:

l) Porque las resoluciones judiciales impugnadas, que se basan en una Acordada


inconstitucio¡al, obligan a la Contraloría General de Ia República a viola¡ la ley puesto que Ie
imponen el deber de suminist¡a¡ declaraciones juradas a pesar de que la Ley No. 5033/13, que es de
mayor jerarquia que Ia Acordada, dispone en su articulo 3, inc. 5, que todas las declaraciones
juradas deben contener /4 autorización expresa e irrevocable del declarante que faculte a la
Controloria de la República, u través de los órgakos júri¡diccionales, d dar a conocer los datos
contenidos en su declaraeión jüruda de bienes y rcntas. actítos y pasívos, conforme al
procedimienlo a ser establecido por la misma en la reglamenlacióñ coftespo diente".

2) Porque el ampa¡o no es la vía para acceder a las decla¡aciones juradas debido a que para
ello debe aplicarse el artículo 3, inc.5, de la Ley No.5033/13, antes citado, que reglamenta el
a¡ticulo 104 de la Constitución autorizando a la Contraloria a suminisra¡ los datos correspondientes
a t¡avés de los órganos jurisdiccionales, todo lo cual dice- pone en evidencia que existe una ley
especial, diferente de la Ley No. 5282114 qte es de caráctcr general y que debe ser aplicada a las
demás situaciones que no tengan tratamiento especial. como es el caso de las decla¡aciones ju¡adas.
En este sentido, invoca lo dispuesto en el artículo 7 del C.C. que dice: " Las disposiciones especiales
AcctóN DE rNCoNsrrrucroNALfDAD
ffir§r"r$t"" PRoMovtDA pon u co¡ltneLoRi¡
cENERAL nr l,l
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o las generalet, ni eslqs q qquella§, salvo que se reJieran a la misma materia pant
sih efecto, explicita o implicilamenle... "

3) Porque, además, no concluren los presupuestos del amparo. Sostiene que no hay omisión
maniñestamente ilegitima porque nunca la Contraloria recibió orde¡ judicial ordenando dar a
conocer los datos que se reclaman en este proceso y que tampoco co[curre el requisito de la
urgencia.

Por todo ello -<oncluye- los fallos atacados de inconstitucionalidad üolan tres aficulos
constitucionales: el aficulo 137 (sobre la prclación de las leyes), el articulo 17 (sobre los derechos
procesales) y el art. 25ó (sobre el deber de dicta¡ sentencia f'undada en la Constitución y las leyes).
Asimismo, dice, los cirados fallos violan también el a¡ículo 7 del Código Civil que (legisla sobre la
relación e influencia reciproca ent¡e leyes generales y especiales) y el aniculo 15, incisos "b", "c" y
"d", del Código P¡ocesal Civil (que, respectivamente, aluden al deber de fundamentación de la
sentenciajudicial, al deber de ¡esolver siempre según la ley, y al deber de congruencia).

En mer término, resulta necesa.io insistir en que la acción de inconstitucionalidad no es


una instancia que se abre con la finalidad de revisar las sentencias judiciales como si fuese
procesal más. Los criterios judiciales en relación a la quaestio iuris y la quaestio facti,
S la interpretación de las disposiciones jurídicas y en la valoración de la prueba, no pueden
os por via de la acción de inconstitucionalidad, sino únicamente por la via del recurso
ión que ha sido legislado precisamente pa¡a impugnar los errores in iudicando. 'lales
solamente pueden ser atacados por la garantia de la inconstitucionalidad cuando existe
del órgano judicial evidenciada, por ejemplo, a través de Ia aplicación de Ieyes
gadas expresamente, juzgamiento del valor intrínseco o de la equidad de la ley, marginación de
ba decisiv a, afirmaciones dogmáticas o gratuitas, violación del principio de congruencia. o
vlo las reglas de la lógica formal, entre otros casos de a¡bitrariedad. En todos estos
se afecta, obviamente, la validez de las ¡esoluciones judiciales porque, conforme lo
to en el articulo 256 de la Co¡stitr¡ción, la sentencia judicial debe hallarse fundada en la
IN Constitución y en la ley, entendiéndose por "fu¡dar" la expresión de razones juridicas de
hecho de derecho a t¡avés de un razonamiento formalmente conecto, es decir, lógico y, ademrás,
co¡ el lhema decidendum

por ello por lo que una sentencia judicial puede ser equivocada desde el punto de vista

juridicoJegal, pero no ser inconstirucional si se halla suficientemente fifidada en una ley a través de
un razonamie¡to lógico y congn¡ente que sustente la validez del pensamiento del órgano
jurisdiccional y de sus p¡onunciamientos.

,s En el caso en estudio, y en cuanto concieme q ue las sentencias judiciales se fundan en una


() Acordada inconstitl¡cional, ya se dijo que la no es para el por
cuanto que e§te no solamente no ha ac rsu n, nl n
slno ue, como se sostuvo anteriormente rer Aco¡dada hr.rbi sido
por la Cole Sup rcma de Justic ica¡se la nl al
el añicülo 23 la Ley No juicio ordinario, o, en
la deljuic , sln perJu ) deo lo dis
45 a Constitución que no los derechos q
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tÚrt Ttk ",,,"_ü J,"Val¿Ei
Prol. Dro. Cüoli á
Por otra pafe, el criterio que sostiene el acciona¡te en el sentido de que las citadas
sentencias judiciales le obligan a violar el afícu¡o 3, inc. 5. de Ia Ley No. 5003/13, que es una ley
especial que debe prevalecer sobre Ia Ley No. 5282114, qt e es de ca¡ácter general, carece de razón
juridica por los siguientes argumentos que se expresa¡ a continuación:

Es verdad que la ley invocada por la Contraloría General de la República determina que las
declaraciones juradas de bienes y rentas deben contenet "...1o a tor¡zacióñ erpresa e irrevocahle
del declarakte que faculte d la Contraloría de la República, a trcús de los ótganot
jutísd¡ccíokales, a dar a con¡¡cer los dalos contenidos en su declaración jurada de bienes y rentas,
oct¡tos y pasiros, conforme al procedimien¡o a ser establecido por la misma en la reglamentación
.
corre spondiente " Pero, al respecto, cabe señalar que esta Magistratua entiende que dicha
disposición se encuentra derogada tácitamente por la Ley No. 5282/14, reglamentada por el Decreto
No. 4064/15, de acuerdo con lo que dispone el atículo 7 del C.C.

La citada disposición establece textualmente: "Las leyes no pueden ser derogadas en todo o
e pa e, sino por otras leyes- La! disposiciones especíales no derogan a los generoles, ni estas a
aquellas, salvo que se reJierun a la mísma materia para dejarla sin efecto, explicito o
implícitamente... ".

El a¡ticulo 7 del C.C. no hace sino legislar sobre la solución legal que debe ser aplicada al
caso concreto cuando entre dos disposiciones juridicas -una general y otra especial- existe un
conflicto no¡mativo, una incompatibilidad o, al decir del filósofo del Derecho No¡be¡o Bobbio, uria
contradicción de orden lógico, lo que este autor denomina contradicción total - parcial. Por ello, es
importantísimo dejar en claro que no es co¡recto sostener de forma categórica que siempre la ley
especial p¡evalece sobre la ley general. El término "salvo " que usa la ley hace posible el afgumento
"a contrario sensu" que recae sobre el elemento semii¡tico de la ley, lo cual, a su vez, permite
at buir al rexto legal el siguiente significado: "Las disposiciones especiales derogan a las generules
y estas a aquellas cuando se rcieren u la mísmq matetis patq dejarla sin efecto erplícita o
ímplícitomente". Esta interp¡etación pone en clara evidencia que ambos tipos de leyes pueden
deroga$e entre si, si concu¡re la condición establecida en el a¡tículo 7 que se analiza: que una de las
leyes, o bien la especial. o bien la ge¡eral -siempre posterior a la otra- regule la misma materia
regulada en la ley anterior, entendiéndose pot "rkat¿ria" todo lo regulado por la norma en cuestión
(tratii,ndose de normas de conducta: los ámbitos personal, material, temporal y espacial, sin perjuicio
del contenido de las deñniciones, declaraciones, normas de organizaciófL de competencia, reglas de
interpreración. procesales. de fines. etc. ).

Pues bien, se estima que ef¡ el caso en estudio existe una incompatibilidad total-parcial entre
la norma contenida en el artículo 3, inc. 5, de la Ley No. 5033/13. invocada por el accionante, y el
sistema de normas que legisla Ia Ley No. 5282114. y como dichas leyes no son coetrineas, sino que
han entrado en vigencia en distinto tiempo, la ley posterior (No. 5282/14) deroga implícitamente a la
a¡terior (No, 5033/13, art. 3, inc. 5).

En efecto, por una pane, debe tenerse muy en cuenta que el aniculo 3, inc. 5, de la Ley No.
5033/13 no prohibe a la Contraloria General de la República dar a co¡ocer los datos contenidos en
las decla¡aciones juradas de bienes y rentas que presenta el declarante. Lo que básicamente
determina dicha disposición legal es un procedimiento para ello puesto que. según la ley. el
declarante debe auto¡izar expresa e irrevocablemente a dicho organismo constitucional tácultándolo
para que, a través de los órganos j urisdiccionales, dé a conocer el contenido de la declaración jurada
de acuerdo con un procedimienlo que la propia Contraloría ha reglamentado en el aniculo 9 de la
Resolución No. 1003/13 eo térmioos similares.

Pero. por otra parte, la Ley No. 5282/14. que es ley posterior, contiene un sistema de normas
que debe¡ ser interpretadas armónicamente en relación a la máteria que es objeto de tratamiento y
que conducen a la conclusió. de que las declaraciones juradas de bienes y rentas deben ser dadas a
conocer por la Contraloria General de la República de acuerdo con otro procedimiento legal, distiflto
del anterior. En este punto deben lenerse en cuenta dos e)$¡emos:
A,Conrr
lffi*§lSupn¡rvr¡.
ecclóx oe lNcoNsrtrucroNALrDAI)
PRoMovtDA PoR LA coNTRALoRiA
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$ls
fa Contraloria Ceneral de la República está calificada legalmente como "rttenle

2) Que ef concepto de "infornación pública " que deñne la ley posterior es un concepto
genérico que enwelve o engloba a diversos conceptos específicos, entre los cuales se encuentra el
concepto de 'maniJbstación jurada de bienes y rentas", por dos razones: a) porque rlo se encuentra
calificada como secreta o reservada por las leyes y b) porque, de acuerdo con lo dispuesto en el
artículo 5 de la Ley No. 168212001, modiñcado por la Ley No. 1969/2002, Ios datos de personas
fisicas que revelen o estimen su situación patrimonial pueden ser publicados o difundidos "c¡¡ardo
n las fuentes públicas de información". Es por ello por lo que puede afirmarse con validez
lógica q toda manifestación jurada de bienes y rentas constituye una información pública, pero no
puede válidamente la afirmación en sentido inverso.

sistema normativo al cual se ha hecho referencia, aplicable al caso en estudio, se halla


por las siguientes disposiciones de la Ley No. 5282/141

E¡ artículo I establece que la ñnalidad de la ¡ey es reglamentar "el artículo 28 de la


txción. a Jin de garant¡zqr a todqs las pe6onas, el efectivo ejercício del derecho al acceso a
información pública, a truvés de las modalidades, plazos, etcepciones y
saúciohes
ntes, que proñuevan la trunsparekcid del Estado": el s.tlc\lo 2, inciso l, "e", de la
an aliza, determina que la Contraloria General de la República es "/úente pública ; el
ulo 2, inc, 2, define a la información pública como "aquella producida, obtenida, bajo control
poder de las fuentes públicas, ihdependientemente de su formato, soporte, fecha de creación,
, clasiJicacíón o procesamiento, sahto que se encuehtre estoblecida como secreta o de
r reservado por las leyes" ; el articulo 3 establece que "la informacíón pública estará
la publicidad y las fuentes públícas están obligadas a prever la adecuada organización,
íón, inÍotmotizaciótl y dísponibilidad para que sea difundida de formo permanente, a
los e.fe de asegurar el más anplio y fácil acceso a los interesados "; el articulo 4 dete¡mina
que "Cualquier persona, sin discrim¡ñsción de ningún tipo, podrd acceder a la información
ptib ca, en lormo gratuita y sih ñeces¡dad de justífrcar las tazones por las que se formulan su
me al proceditfiiento estahlecido en la presente /ey"; los articulos l2l21 establecen
Or.ll¡núal te el nuevo procedimiento pa¡a que toda persona interesada pueda acceder a la
ln n pública que radica ante la fuente pública; el aliculo 22 define que 'Lo infornación
públi resertada es aquella que ha sido o *a caliJicadq o determinada como tal en forma expresa
/e1, ". Por último, el srtículo 23 establece que "En caso de denegación expresa o tácíta de
una solícilud de acceso a la ínformación o de cualqu¡et oto incumplimiento de unq repartíc¡ón
pública con relación o /as obligaciones preyislas en la presente ley, el solicitante, haya o no
ínletpueslo el recurso de reconsiderac¡ón, podrá, o su eleccióh, acudir anle cualquier Juez de
"t Primera lnstancia conjurisdicción en el lugar deg¡, su asiento la fuente
Miuistro
Así, pues, si se ti cuenta: ¡) lit l'estación de bi v ye
una información públ porque se enm lo sto e lafículo inc.2, lal sc
analiza (es o la Contra¡oría de la -v enc bajo conl¡o
),ynoha do establecida como l¡ y b) que
ontraloría de la República es, públi la co ia lógica es
esle o de control, está ob la onc en tales
o"tü'" jurada§eon-el 4lcance articulos 3 y 4 Ley 52 4, es decir,

¡. f, Ít!Á ¡uorcuilqt^Lllx[
.á_. ui0 ll,larl n

u-Uo o¡ t,or¡ t ^'l-'t' - t)R.osc^n a ÁrvA vÁryA,lEt{flfia


c!i..1rF s& f,]ERAiIIUNTEIT
cri t
gratuitamente, sin exigir al solicitante las razores pam justificar el pedido y por el nuevo
procedimiento que se establece la misma ley (arts. l2l21 ), sin perjuicio del derecho del solicitante de
promover la pertinente acciónjudicial que legisla el artículo 23 (reglamentado por el a¡ticulo 30 del
Decreto 4064/15) en caso de denegación expresa o tácta de la petición.

El análisis que antecede puede plasmarse y evidencia$e con entera claridad en los siguientes
enunciados interpretativos:

El) De acuerdo con lo dispuesto en el aniculo 3, inc. 5, de la Ley No.5033/13, la


Contraloria General de Ia República, autorizada expresa e irrevocablemente por el decla¡ante, está
facultada, a través de los órganos jurisdiccionales. a dar a conocer los datos contenidos en su
declaración jurada de bienes y rentas, activos y pasivos, conlbrme el procedimiento a ser establecido
por la misma en la reglamentación correspondiente.

E2) De acuerdo con lo dispuesto en los aficulos 2, inc.2 y l2l22, de la Ley No. 5282114,|a
fuente pública está obligada a entregar la información pública requerida en el plazo legal, conforme
el procedimiento previsto en dichas disposiciones, salvo que ella haya sido establecida como secreta
o rese ada en forma expresa por la ley, sin perjuicio del de¡echo del interesado de promover la
acciónjudicial prevista en el artículo 23 de dicha ley.

Aiora bien: como se dijo:

s) De acuerdo con lo dispuesto en el anículo 2, inc. 1, "e", de la Ley No. 5282/14, la


Contraloría Gene¡al de la República es fuente pública.

b) De acuerdo con lo dispuesto en el articulo 2, inc. 2, de la Ley No, 5282114, las


declaraciones juradas de bienes y rentas constituyen información pública porque son obteddas y se
encuentran bajo el control o en pode¡ de la t'uente pública, que es la Contraloría Gene¡al de la
República, y no han sido establecidas como secretas o reservadas en forma expresa por la ley.

c) Po¡ tanto. un razonamiento deductivo conduce a concluir el siguiente enunciado:

E2') De acuerdo con lo dispuesto en los artículos 2. inc. 2 y 12122, de la Ley No.5282/14,\a
Contraloría Gene¡al de Ia República está obligada a entregar Ia información pública requerida y
contenida en las decla¡aciones juradas de bienes y rentas de los declara¡tes en el plazo legal,
conforme el procedimiento dispuesto en las citadas disposiciones, sin perjuicio del derecho del
interesado de proñover la acciónjudicial prevista en el articulo 23 de la dicha ley.

Como puede observarse con claridad, existe una incompatibilidad enfte los enunciados El y
f,2'por cuanto que no es posible admitir que la Co¡tralo¡ia General de la República se elcuentre
obligada a dar a conocer las decla¡aciones de bienes y rentas de los decla¡anles a través de dos
procedimientos distintos: uno especifico, reglamentado por la CoDt¡alo¡ia con base en Ia Ley No.
5033/13 y otro genérico, establecido en los articulos 12/21 de la Ley No. 5282/14. O bien uno, o
bien el otro, pero no ambos procedimientos simultánea o indistintamente porque tampoco son
complementarios, sino incompatibles y recíprocañente exciuyentes. Esta incompatibilidad pone de
manitiesto que entre las normas juridicas a¡alizadas exi$e un confliclo normativo del tipo total-
parcial y como la Ley general No. 5282114 es ley posterio¡ y el concepto ge¡érico de "informacíón
pública" contiene al concepto especifico de "declaración jurada de bienes y rentas". que resulta
subsumido en aquel, todo esto signiñca, ni más ni menos, que la ley general y la ley especial que se
analizan regulan la misma mate¡ia por lo que, de acuerdo con lo dispuesto en el a¡tículo 7 del
Código Civil, las disposiciones de la ley general, en particular los articulos l2l22, han derogado
implícitamente lo dispuesto en el aniculo 3, inciso 5, de la Ley No. 5033/13, que invoca la parte
accionanle en defensa de sus derechos.

No pasa desapercibido a esta Magistratura que en febrero del año 2020 ha entado en
vigencia la Ley No. 6355 cuyo articulo l, al modifica¡ el aÍículo 3. inciso 5, de la Ley No.
5033/13, lo ha reproducido --como inciso 4- en té¡minos casi idénticos a excepción del último
CoRTE ACCTÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD
SUPREMA PROMOVIDA POR LA CONTRALORíA
DEJUSTICIA GENERAL DE LA REPÚBLTCA EN LOS
AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOI'IDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCA}ÍO
FLECHA C/ CONTRALOÚA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
1$§
.que d ice: "...coníorme al procedimiento a ser establecido por la misma en la
correspondiente ", operándose en la actualidad un cambio en e¡ sistema normativo
relativo a la materia que es objeto de tratamiento.

En efecto, como consecuencia de los diversos actos nomativos de promulgación, el afículo


3, inciso 5, de la Ley No. 5033/13 fue derogado implícitamente por la normativa contenida en la Ley
No. 5282/14, tal como ha sido expresado con anterio¡idad. Pero, a su vez, esta última normativa, en
cuanto rige la mate¡ia relacionada con las declaraciones juradas, ha quedado también derogada
implicitamente por la nueva Ley No.6355 que ha sido citada, conforme el siguiente esquema
ilustrativor Nltl I I
(no¡ma del tiempo = art. 3, inc. 5, Ley especial No. 5033/13) es derogada
implícitamente por N2T2 (norma 2 del tiempo 2 =
Ley general No. 5282114) que, a su vez, en la
materia tratada, es derogada implícitamente po¡ N3T3 (norma 3 del tiempo 3 = art. l,
Ley especial
No. 6355 en vigencia desde febrero del 2020).

Pero, al ¡especto, es necesa¡io aclarar que esta última ley ¡o resulta aplicable al caso €n
opo ue por el principio constitucional de inetroactividad (a¡t. 14, CN) no puede tener
de hechos cumplidos con anterioridad a su entrada en vigencia. La presenle causa
ionalidad, que se radicó en fecha 2 de julio del 2018 y se tuvo por i
ciada por A.l
N 1637 de fechal8 de julio del 2018, debe resolverse aplicando Ia no¡mativa que estaba en
se trabó la litis en el juicio de amparo constitucional y se dictaron las sentencias
l icial impugnadas, es decir, la contenida en la Ley No. 5282/14, su reglamentación No. 4064/15
¡s concordantes aplicables

cuanto al a¡gumento del impugnalte de que el amparo no es la via adecuada para acceder
declaraciones juradas de bienes y rentas, s€ estima que el cuestionamiento es correcto por
to como ya se dijo con ante oridad, el procedimiento para acceder a las declarac¡or¡es
de manifestaciones de bienes y rentas de los declarantes se encuentra establecido en los
os 1,2D2 de la Ley 5282/14, sin perjuicio del de¡echo del interesado de promover la acción
judi ial que legisla el afículo 23 de la misma ley que, por lo demiis, contempla en su alículo 25 la
pos¡ idad de que el Juez de Ia causa pueda decretar, a su crilerio, las medidas de urgencia "qae
c dieren en amparo del derecho o libertad presufilatfieñle hegados o menoscabados". Desde
nto en que la ley contempla u¡a via idónea para la defensa de los derechos subjetivos -con
urgencia incluida- el ampa¡o, que es una figura residual y especial, queda clausurado
puesto q de acue¡do con lo dispuesto en el articulo 134 de la Constitución. uno de los requisitos
para la procedencia del amparo consiste en que el acto lesivo no pueda ser impugnado por vias
-c="
a ordinarias, entendiéndose por tales las que hao sido legisladas idóneamente para el efecto

En rigor, colfo¡me el principio iura novit cufioe,lo q:J,e Ia pa¡te accionada en este p¡oceso
de inconstitucionalidad promovió en sede penal no fue realmente unjuicio de amparo constitucional
los presupuestos del articulo 134 st ysure en el CPC, sino la
o. accl jr"rdicial prevista cn el ulo 23 la Ley o:528211 lnvo expres por dicho
an1e. La c a de que J lha la
el citado aniculo de Ja C N .l q aplicado arti de la
No 5/15 que remite a ral to
no puede ser conceptuado ue, como ya se d uo.
citada ada no es inconstitucional Y, se ue se reduce a
criteri nlerpfetat ivo del JUn esla mate a. no vrsoS

Slmón
i. f!tLl0$
L
civ¡ r qINIH! DR.o§c^x^ucutfo v,r¿ooytIOS
'i,il:n:n
¡
De las consideraciones que ha¡ sido expresadas puede concluirse que las sentencias
judiciales impugnadas han sido pronunciadas sobre la base de criterios interprctativos sustentados en
argumentos razonables, no pudiendo entenderse que el discurso judicial resulte viciado por
dogmatismos, añrmaciones gmtuitas, o ilógicas. No hay violación del principio de prelación por
parte de los órganos juzgadorcs, como lo sostiene la parte accionante, puesto que al aplicarse las
disposiciones contenidas en la Ley No. 5282114 se ha dado cumplimiento a lo dispuesto en el
atículo 137 constitucional. Tampoco ha habido violación del a¡ticulo l7 de la Constitución porque
esta disposición legisla sobre los derechos procesales relativos al fuero penal, o de cualquier otro del
cual pueda derivarse pena o sanción, que no es el tipo de proceso que se radicó y se resolvió ante los
Juzgadores de Primera y Segunda lnstancias. Tampoco puede considerarse que losjuzgadores de las
instancias inferiores han violado el articulo 256 de la Constitución, que impone a los jueces el deber
de dictar sentencias fundadas en la misma Constitución y en la ley, porque, salvo el vicio al cual se
aludirá más adela¡te, las sentencias han sido convenientenente fundadas en normas jurídicas por los
órganos juzgadores que, como se dijo, basaron las decisiones en criterios interpretativos y
argumentos razonablcs expresados a través de un razonamie¡to que no tiene vicios de lógica.
Obviamente, tampoco se adviefe violación del articulo 7 del C.C., sino todo lo contrario.

Ahora bien: esta Magistratura sí advierte que las sentencias impugnadas. tanto en la
fundamentación como en la parte dispositiva, han quebrantado parcialmente el principio de
congruencia en virtud del cual los órganos judiciales solamente pueden analizar y conceder, o
desestimar, en su caso, lo que ha sido objero de petición, sin conceder lo que no se pidió o más de lo
que ha sido objeto de petición. En la especie, se ha incunido específicamente en una incongruencia
del tipo ultapelila por cuanto que se ha otorgado más de lo que ha sido objeto de petición por parte
del accionarite del amparo constitucional.

En efecto, de la lectura del escrito inicial presentado en Primera Instancia surge que el actor
solicitó expresamente qüe Ia Contraloría General de la República le provea de la información
contenida en las decla¡aciorcs de bienes y rentas de diversas autoridades públicas que hayan
ocupado cargos entre los años 1998 y 2017, especificando puntualmente los cargos públicos de
manera taxativa y limitativa. Ninguna otra decla¡ación de bienes y rentas ha sido solicitada. Sin
embargo, el Juzgado de Primera Instancia resolvió que, además de lo peticionado por el accionante.
la Contralo¡ia General de la República debe proveer al mismo también la informacióo relativa a
"sus cónyuges (de los declarantes) áajo el ñgimek de comüni.lad ganancial de bienes, auh e caso
de uniones de hecho, y de los hijos menores de los misños sometidos a su patría potestod-.. ". A s\t
vez, el Tribunal de Apelación resolvió lo mismo en el sentido de incluir e¡ la decisión datos
relacionados con los cónyuges de los declarantes, bajo el régimen de comunidad ganancial de
bienes, y también respecto de los hijos menores bajo la patria potestad. Ninguno de estos datos ha
sido solicitado por el accionante, razón por la cual. al ser otorgados sin pedimento de parte. se ha
infringido, como se dijo, el principio de congruencia (concesión en exceso), vicio que impona
arbitrariedad de los respectivos pronunciamientos. Es por tales razones por las cuales la acción de
inconstitucionalidad debe prosperar parcialmente en relación a los pronunciamientos calificados de
incongruentes ultrapetita.

Asi, pues, el efecto juridico de todo lo que ha sido sostenido precedentemente en esta
t'undanentación es que la Contralorla Gene¡al de la República, en cumplimiento de los lállos
impugnados en esta acción de ir¡constitucionalidad salvo en la pane que debe ser declarada
inconstitucional- debe p¡oveer al accionante del an]paro constitucional la información solicitada. que
no es secreta ni sujeta a reserva legal. conforme los términos legales. Que no se diga que las
decisiones .jud lciales quebra[tan el derecho constitucio¡al a la intimidad personal por cuanto que tal
derecho subjetivo dice relación única y exclusivamente con datos privados que no interesa¡ a la
sociedad civil y política. Pero, tratándose de funcio¡a¡ios o servidores del Estado, cuyos salarios
provienen del erario público sustentado con los tributos. la sociedad tiene indiscutible interés en
conoce¡ los datos relacionados con el patrimonio de los mismos, tanto al ingresar a la función
pública como al reti¡arse de ella, puesto que tal conocimiento resulta necesario pa¡a el control
ciudadano y el combate a la comtpción y el enriquecimiento indebido. Una cosa es la intimidad y la
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD
ffi§8'ffiI*" PROMOVIDA POR LA CONTRALORÍA
GENERAL DE LA REPÚBLICA EN LOS
wzDEJusTrcrA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCANO
FLECHA C/ CONTRALOÚA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
1§1§

de las personas del Derecho P¡ivado y ot¡a cosa es la vida privada de los agentes del
Público que resulta limitada precisanente por su condició¡ de servidores públicos. Por lo
¡is, tampoco se pretende con la acción de amparo conocer de estos últimos datos sensibles,
como, por ejemplo, su estado de salud, las enfemedades que padece, su orientación sexual, criterios
ideológicos, entre otros.

En consecucncia, por los fundamentos expresados, y a criterio de esta Magist¡atura,


corresponde que la Corte Sup¡ema de Justicia ¡esuelva:

l) Rechazar la acción de inconstitucionalidad promovida por la pa¡te accionante cor¡tra Ia


1005 de fecha 2l de septiembre del 2015, por improcedente.

cer lugar parcialmerte a la acción de inconstitucionalidad promovida por el


a la S.D. No. 24 de fecha 8 de mayo del 2018, dictada por el Juez de Primera
de Garantias No. 4, en cuanto ordena a la Contraloria General de la República
'actor del ampa¡o constitucional datos relacio¡ados
con los cónyuges de los decla¡antes
lrégimen de comunidad ganancial de bienes, han presentado sus declaraciones j uradas de
rentas, aun en caso de uniones de hecho, y de los hijos menores de los mismos sometidos a
a potestad y, en consecuencia, declarar la nulidad de tal pronu¡ciamiento

l)H r lugar parcialmente a la acción de inconstitucionalidad promovida por el


a los apartados 2, B y C del Acuerdo y Sentencia No, 30 del 7 de junio del 2018,
por e) Tribunal de Apelación en lo Penal de la Capital, Primera Sala, en cuanto ordena a la
a General de la República proveer al actor del arnparc constitucional datos ¡elacionados
con cónluge de los declara¡tes que, bajo régiñen de comunidad ganancial de bienes, han
prese su declaración jurada de bienes y rentas, y respecto de los hijos menores bajo su palria
potes . en consecuencia, declarar Ia nulidad de tal pronunciamiento

.t Rechazar la acción de inconstitucionalidad promovida por la parte acciona¡te contra los


pronunciamientos contenidos en la S.D. No. 24 de fecha 8 de mayo del 2018, y su aclaratoria
A,I o.366 de fecha ll
de mayo del 2018, dictados por el Juez de Primera Instancia Penal de
No. 4, y en los Acuerdos y Sentencias No. 30 del 7 dejunio del2018 y su acla¡atoria No.
2de t5 dejunio del 2018, dictados po¡ el Tribunal de Apelación €n lo Penal de Ia Capital, Primera
diulE improc€dente.

5) Imponer las costas e¡ el o¡den causado alendiendo a que la acción de


stitucionalidad no ha prosperado integralmente y a que la causa ha exigido impo¡tante
interpretación judicial destinada a determinar si, en la especie, ha existido o no derogación tácita de
yes.

ASMTO.
OPINIÓN DEL SEÑOR MI EUGENIO ZRO

EI A César Núñez Al cn la ontraloria Cencral la


a§' tca, se sentó a promover acci las siguientes resoluci
r) Definitiva No 24 de por el Juzgado Penal de
o
Garantías 4 de la Capital; 2 6 de flc de ma 2018 dictado
por el J ria); 3) entencia No 3 f'echa 07 io de 2018

n LlSl! tn rlinez Simót¡


TUNI¿k Dti.
Crr¡ f
,- Dta,ll¡
"Xf§/¿ a)
dictado por el Tribunal de Apelación en lo Penal. Primera Sala. de la Capitali y, 4) Acuerdo y
Sente¡cia N'32 de t'echa 15 de junio de 2018 dictado por el mismo Tribunal (Acla¡atoria).
lgualmente, en el esc¡ito de demanda solicitó la decla¡ación de inconstitucionalidad de la Acordada
N' | 005 de fecha 2l de setiembre de 2015, dictada por la Excelentísima Corte Suprema de Justicia.
El acciona¡te maniltstó que dichas resoluciones violan derechos y garantias constitucionales
consagrados en los a¡ticulos 17. 137 y 256 de la Constitución.

Sosuvo que los magistrados inferiores intingiero¡ el orden juridico al basar sus
resoluciones en la Acordada 1005/15 -también impugnada- sin tener en cuenta la legislación
especial aplicable: la Ley 5033/13 que reglamenta el a¡ículo 104 de la Constitución. En ese sentido,
a¡gumentó que dicha ley tie¡e carácter prevaleciente dentro de nuestro orde¡amiento jurídico, por
ser um ley especial que reglanrenta las declaraciones jumdas. Alegó que la Ley 5282114 de acceso a
la información pública, de carácter general, no resulta aplicable al caso concrcto. Expresó que las
sentencias dictadas en el añparo son arbitra¡ias al o¡dena¡ a la Contralo¡ia General de la República a
proporcionar declaraciones juradas sin autorización previa de los órganos jurisdicciona¡es. Atacó la
fundamentación de los fallos y sostuvo que se basan solamente en la voluntad de los jueces. Agregó
que la garantia conslitucional del amparo debió ser rechazada porque no se encuentran configurados
los requisitos para su procedencia (An. 134 CR).

Además, el accionante tambiéfl solicitó la declaración de inconstitucionalidad de la Acordada


1005/15. En relación con esta pretensión, expresó. primeramente. que dicha normativa reglamenta la
garantia constitucional "del patrimonio documenlal privado y acceso .! la in{ormacíón pública"
(sic.), y no lo puede hacer, porque las reglamentaciones de las garartias constitucionales debe¡
hacerse exclusivarnente por ley. Criticó. en segrmdo lugar, las tramitaciones reglamenladas en dicha
acordada: una via conte¡cioso administrativa, y otra excepcional. Expresó que ellas son
contradictorias y, por tanto, inconstitucionales. En terce. lugar, sostuvo que !a reglamentación no
establece un nuevo süpuesto táctico -denegato¡ia de información pública- para la promoción de un
amparo. sino que simplemente indica que los trámites del procedimiento extraordina o serán los de
§sta ga¡antía. Alegó que, si se admitiera Io contrario, la Acordada estaría invadiendo competenci¿¡s
reservadas exclusivamente a la ley e, incluso, a Ia propia Constitución. al establecer un nuevo
"hecho habilitakte pora la promoción de una acción constitucíonaf' (sic,),

Por todo lo expuesfo, solicitó la decla¡ación de inconstitucionalidad tanto de las resoluciones


impugnadas como de la ¡eferida Acordada.

Po¡ su pafe, Juan Carlos Lezcano Flech4 por derecho propio y bajo patrocinio del Abogado
Ezequiel Francisco Santagada, contestó el traslado de la presente acción de inconstitucionalidad en
los téminos del escrito obrante a fs. 75199.

Manifestó que las resoluciones impugnadas lueron juzgadas coÍecttunente por los órganos
infe¡iores. P¡imeramente. camcterizó el tipo de información solicitada en eljuicio de amparo. En
este sentido, explicó que no solicitó el acceso a la intbrmación personal de ningún funcionario sino
únicamente información de fuente pública que no está alcanzada por una calificación o
determinación legal de secrelo o reserva. Argumentó que las declaraciones juradas no contienen
inlbrmaciones sensibles, o amparadas por el secreto bancario, por ello, no puede considerarse qüe
existe una violación al patrimonio documental de las personas. En cuanto al argumento del
accionante referente a la ioaplicabilidad de la ley general de acceso a la info¡mación pública (Ley
5282/14), manifestó que dicha apreciación ca¡ece de sustento argumentativo, ya que el marco
normativo para dar -o no- la i¡lo¡mació¡ requerida no se limita a lo dispuesto por la Ley 5033/13,
sino que se complementa con lo dispuesto por la Ley 5282/14, el art. 28 de la Constitución. y con las
convenciones intemacionales que rigen la materia. En otras palabras, concluyó que las normas de las
leyes 5033/13 y 5282/14 no se excluyen mutuamente, sino que se arnonizan y complementan entre
si. Explicó que, en virtud a la Ley 5282114, los terceros pueden solicitar acceso a las decla¡aciones
,A,Conrr lccróN or rNCoNsr¡TUctoNALTDAD
fffi*'§H)SupRrue PRoMovtDA PoR LA coNTRALoRÍA
cENERAL or u
nrpúnr,rcA EN Los
§/o,lusrtcla' AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ coxru¡-onÍl GENERAL
DE LA REPIIBLICA.
1$§
con las limitaciones establecidas en los ámbitos de ¡eserva de ot¡as leyes (por expreso
del aIt. 22 de la citada ley). Manifestó que ninguna ley establece de forma expresa que la
información conlenida en las decla¡aciones juradas sea reservada o secreta, por lo que tales
declaraciones deben coosiderarce públicas según los términos de laLey 52821l.4.

Por último, el accionado a¡gumentó que la Contraloria Ger¡eral de Ia Repúblisa no ha podido


evidenciar ninguna a¡bit¡ariedad de las resoluciones impugnadas. Po¡ todo esto, solicitó el ¡echazo
de Ia p¡esente acción.

do lugar, se refirió acerca de Ia pretendida declaración de inconstitucionalidad de la


05/15. Arguyó que el acciona¡te debió plantea¡ la excepción de inconstitucionalidad en
amparo, y que, al no hacerlo, no puede plantear esta cuestión en esta acción (aIl. 562
Procesal Civil). Expresó que la Acordada únicañer¡te rcglamenta lo que ya está
en la ley: una acción judicial en caso de denegación expresa o tácita de una solicitud de
sea sencilla, rápida y efectiva, como lo exigen los tmtados intemacionales. Aseveró que
instancia judicial no ha incurrido en extralimitación e¡ sus funciones, ni invasión en las
de ot¡os poderes del Estado, sino solamente ha precisado y esclarecido cómo deben
las normas legales existentes

La Adjur¡ta, Gilda Villalba Tottil, se presentó a contesta¡ la vista de conformidad con


la Ley. En dicha oportu¡idad. conside¡ó improcedente la impugnación realizada por
y, en consecuencia, solicitó el rechazo de la acción de inconstitucionalidad

Se trata, entonces, de establecer la procedencia de una acción de inconstitucionalidad


ida por el representante convencional de la Contraloria Ceneral de Ia República contra las
dictadas erl el ma¡co de una "acción de acceso a la información pública", por las que se
lvió al órgano accionante a proveer las informaciones contenidas en las declaraciones
) ciertos funcionarios públicos, asi como contra la Acordada de Ia Cone Suprema de
Ju que determir¡ó el procedimiento a se¡ utilizado en caso de negativa, expresa o ficta, a
ona¡ información considerada de carácter público,

vista a la ma¡era en que ha sido pla¡¡teada la cuestión, incumbe considerar -en primer
orden- marco nomativo que resulta aplicable: en paficular, los supuestos que autorizan a privar
de vali a un pronunciarniento judicial por contraveni¡ éste la norma constitucional. En ese
I ar. 260 núm. 2 de la Constitución contempla la posibilidad de que la acción de
nstitucionalidad sea promovida a los fines de atacar aquellas resoluciones judiciales que
,§ conharía¡ el orden constitucional. Esta premisa gene¡al es precisada en mayor detalle por el art. 556
del Código Procesal Civil, el cual estipula que la acción puede ser planteada contra aquellas
resoluciones que por sí mismas sear¡ violatorias de I Constitución (l nconslitL¡cio nalidad directa); o
contra aquéllas que se ñ¡nder en un acto tucionalidad indirecta)

Este pri puesto, es nal en si m bién


conocida co stitrrcionalidad ta aq en que el v io radi c¡1
la propia lución por violar alguna garantia en la t¡tución.
de este supuesto es que la doc e la sentencia a¡bitraria, v
que relaciona, entre cu n la violac procesales
nalm dos. o Ia o rgacl de ntació nable de iQn

-l Dt.
;'ütó
f TIIBA XI'¡ITER vvuwo
v
lral. Dro ¡r. Ca 0.
El segundo supuesto, también conocido como inconstitucionalidad indirecta, se presenta
cuando la resolución viola alguna no¡ma, de¡echo, o garantía constitucional por fundarse en un
instrumento normativo inconstitucionali en este caso: se ataca la norma en la que se fimda la
decisión. y no Ia sentencia misma.

En el caso de autos, se ha provocado el control de constitucionalidad por ambos supuestos.


Por ello. las cuestiones a resolver son, si las resoluciones impugnadas violan la Constitución porque
se basan en una norrnativa inconstitucional: la Acordada 1005/15; y, si soñ -o no- arbitraria§.

La dilucidación de la p¡imera cuestió¡ requiere el análisis de un argumento procesal


expuesto por el accionador que la Contraloría General de la República debió articular la excepción
de inconstitucionalidad al mome¡to de contestar la demanda principal y, al no hacerlo, ya no puede
árgumentar que Ia normativa en la que se lündan las sentencias sea inconstitucional y, por eode. las
resoluciones también lo son.

Cienamente, el art. 562 del Código Procesal Civil establece la imposibilidad de interponer la
acción -fundada en inconstitucionalidad indirecta- si no se hubiese opuesto la excepción establecida
en el an.538 del mismo cuerpo legal. La norma sanciona la inacción del litigante con la pérdida de
la opo¡tunidad de promover la acción de inconstitucionalidad -indirecta- cua¡do: a) el accionante
tuvo corlocimiento de la ley invocada por la contraparte; y, b) tuvo, además, la oportunidad de
provoca¡ el control prevenlivo de constitucionalidad, y no lo hizo. Este medio prcventivo de control
l'ue concebido, p¡ecisamente, como una heúamienta legal para evitar la aplicación de una ley
reputada inconstitucional, arles de que ella sea aplicada por el órgano jurisdiccional. En palabras de
la doct¡ina especializada, esta norrna: "protege el principio de leaLad prccesal, eütakdo que el
litigonte aguon)e el resultado del juicio para promover la acción contra la sentencia si ¿sta le e.t
desfavotable". (MENDONCA, Juan Ca¡los. 2012. Derecho Procesal Constituc¡onal. Asunción: La
Ley S.A. p.69).

La oportunidad para oponer la excepción es cardinal, pues solo en un proceso que dispone de
ella, es que puede presumirse que hubo una renulcia al control preventivo de constitucionalidad por
parte del litigarte.

La rep¡esenta¡te del Ministerio Público expresó que. en los juicios de amparo, las partes no
cuentan con esfa oportun¡dod, por lo que mal podria exigirsele el cumplimiento del ar1. 562 del
Código Procesal Civil. Fundó su parecer en el an. 586 del mismo ordenarniento que dispone que "en
losjuicios de amparo": "no podrán articularse cuest¡ones prerias o de competencia, excepcio es ni
i cidentes. El juez, a peticióñ de parte o de ofcio, subsanorá todos los vicios o irregularidades del
plocedímiekto, asegurando, dentro de la naturaleza sümarísiña de esle juicio, la t'igencia del
pt¡kcipio de contrad¡cc¡ón... ".

De hecho, la interpretación postulada po¡ la Agente Fiscal ha sido el criterio que ha tenido
mayor acogida en la Sala Constitucionai. Asi lo han razonado, e¡ varias oportunidades, sus
miembros natuales, quienes han señalado que los litigantes, en virtud al art.586 del Código
Procesal Civil, no pueden provocar el control de constitucionalidad en losjuicios de añparos.

Dicha cuestión procesal, para nada menor, por los efectos que produce sobre una acción de
inconstitucionalidad fundada en inconstitucionalidad indirecta, merece un análisis más puntilloso,

Por mi pafe, adelanto, no coincido con la interpretación que la representante del Miñsterio
Público y la mayoría de los miemb¡os naturales de la Sala Constitucio¡al, I€ han dado al an. 586 del
Código Procesal Civil.
,A.ConrE AcctóN DE INCoNSTtTUcIoNALIDAD
PRoMo\ rDA PoR LA coNTRALoRiA
llff*TBlSupRrue GENERA.L ot l¡ nopúnltcA EN Los
§flo,|usrrcre. AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCANo
FLECHA C/ COXTN,TTOÚ,I GENERA.L
DE LA REPUBLICA.
t§t\
disposición debe irterpretarse amónicamente con las que regulan la impugnación de
\
ton alidad, para concluir si es o no posible el ouestionamiento, por vía de excepción, de la
invoiucÉda en el caso

Y estimamos que el art. 546 Código Procesal Civil es deteminante, porque constituye una
noma especialmente estatuida pa¡a la impugnación de inconstitucionalidad normativa en juicios
especiales, la cual, p¡ecisamente por tal especialidad, debe prevalecer sobre las reglas establecidas
para los casos ordinarios. Dicho art. 546 expresamente decla¡a admisible la excepción de
inconstitucionalidad - que, a su vez, determina la admisibilidad de Ia acción en el caso previsto por
el arl 562 Procesal Civil - "en los juicios especiales de cualquier natualeza"; reiterarnos,
"de cualqui naturaleza", lo que implica que no cabe reserva alguna.

es asi, porque el legislador común abrió la posibilidad de que los litigantes puedan
ular excepción de inconstitucionalidad, e/? cralquier proceso o ¡kstarcia, en que la otra parte
l¡1 una norrna que se reputa inconstitucional.

temente al tipo de proceso, el litigante debe contar -y cuenta- con una garantía
que un órgano jurisdiccional aplique una norma que reputa inconstitucional en Ia
Esta es la regla ge¡eral que surge de los arts. 538, 545, 546, y 547, en el que se regulan
nidades y los plazos para oponer la excepción en cada proceso, el de: conocimiento
los juicios especlales, eD los incidentes, o; en los recrsos deducidos en segunda y
t ia. Si para complemertar, se quisiese utilizar un argumento.r¿d¿s ñaÍeriae. podefios
que el juicio de amparo se encuentra expresamente previsto en el Libro lV del Código
al Civil, que regula los juicios especiales

juicio si el accionado considera que el demandante invoca una


Por ende, en cualquier tipo de
dispo ión normativa que reputa inco$titucional, tiene expedita la vía exigida por el art 562
Códi Procesal Civil, la cual se erige en 'condictio sine qua non" para Ia admisibilidad de la
acción de inconstitucionalidad contra una resolución judicial que se funda ell un acto normativo
inconstitucional.

Debe recalcarse que la excepción de inconstitucionalidad, por su propia naturaleza, no puede


ser incluida dentro de las limitaciones del art. 586 del Código Procesal Civil. Ella no es, en lo
absoluto, asimilable a las excepciones procesales en sentido propio, que son, en esencia, defensas
§\ contra las pretension€s del actor. Ellas tienden a enerva¡ la acción o extinguir el derecho, según sean
dilato as, perentorias o mixtas. Contra amente, la excepción de inconstitucionalidad es una via de
ontrol de constitucioÍalidad, que ataca un acto normativo reputado atentatorio de la Constitución.
Es, cordemos, una garantia constitr¡cional c en el art. 132, destinada a defender la
sup a de nuestra ley fundamen Co cuentemente, son evidentes; las
ones vedadas en la Acción de medios sa de la ndela
las cuales se deciden vla excepclo de in onali en
o, €s un de control onali decir, medio extr lnat]o
ton tiva, para a stitucionalidad través de
pronu¡c¡ énto preventivo de la ulera decisor es el mismo

La locttció¡ "exceoci de onalidad solo se alav para


p¡o el contro sta en el art.260 tra ley tal). y no

Alberto in Martinez Simó¡


sl d
.Aluw:¿
RI¡IAuuNltlr 0L a¡aÁ¡ rucusrol v^¡, tovlt{olt Qo
P¡ol, Dtu.ll
debe confundirse con las det'ensas impeditivas de una acción o extintivas de un derecho que se
hallan previstas en el Art.224 del Código Procesal Civil para el proceso de conocimiento, o en los
Arts. 462, 463 y 526 para el de ejecución. Desde luego, en ninguna de tales disposiciones se incluye
a la excepción de inconstitucionalidad, lo que conli¡ma su natualeza totalmente distinta.

La doctrina nacional ha explicado estas dife¡encias en los siguientes términos: 'P¿.r¿ a/


nombre que se le concede, debemos destacar q e la previsión cohteñida eh los Arts.538 y
siguientes del Código Procesal Ci\)¡|, no es una excepciói eh señtido propio, dado que dicho
notubre ¡¿cñico excepción se halla resertado a determiñados hechos que se alegan como
ifipedif¡\,os de la pretensióa del actor. La excepción de inconstitucionalidad, en efecto, no ataca la
prete sión del accionante sino la ley o instrumento fiorñdtivo er¡ el gue esta se J nda. que el
ercepcionanle poslula como ínconstitucional. En consecuencia, debemos enlender que,
ptop¡amekte, la excepción de ¡nconslitucionalidad no es una excepción, al no incidit dírcc¡omente
en la pretensíón del actor, tiho que es una pretensión del agraviado oríentada a lq declarución de
incohstilucionalidod de una deter inada norma o iústr meñto noftfiatiro, qüe tranita por la tía del
incidente, suspendiendo resolución del juicio principal conforme con el A . 513 Código Procesal
Civil ' (TORR-ES KIRMSER. José RaúI. La Praxis del Control de Constituciomlidad en el
Paraguay. Comenta¡io a la Constitución, Tomo III. Corte Suprema de Justicia. 2007. Pág. 543).

En suma, por su naturaleza misma, la excepción de inconstitucionalidad no puede asimilarse


a las "excepciones" impeditivas de la acción o extintivas del derecho invocado en procesos de
conocimiento o de ejecución.

Por ende, la limitación estatuida en el art. 586 del Cód. Proc. Civ. no puede alcanzar a la
excepción de inconstitucionalidad.

Una interpretación en sentido contrario nos llevaria a una situación incompatible con nuesra
ley fundamental: Ia restricción al ejercicio de una garantia constitucional, lo que es inadmisible. No
puede ser de otro modo, dado que la constitucionalidad siempre debe imponerse, cualquiera sea el
tipo de proceso en el que se esté. La elecció¡ legislativa de un proceso especial. para casos que
requieren celeridad, de ningún modo puede signiñcar un impedimento para la prevalencia
constitucional.

En efecto, si bien se podria alegar que, por el carácter urgente del juicio de amparo. el
legislador quiso restringir toda cuestión incidental. incluso una garantia constitucional, tal postura
sería igualmente errónea po.que no condice con otra norna expresa del Código: el an. 582, que
faculta al Juez del arnparo a elevar los antecedentes a la Sala Constitucional en caso de que fuese
necesa¡io determinar la inconstitucionalidad de u¡ acto Dormativo.

Asi, Io dispone el ar. 582 del Código Procesal Civil (modiñcado por el art. l" de la Ley N"
600/95), que reza: "Si para decidir sobre la acción de amparo Juere ecesario delerminu ld
const¡tucionalidad o inconstitucionalídad de alguna ley, decreto o reglamento, el Juez, una wz
cohrtafada [contestada] la demenda, elevará en el día los antecedentes a la Sa[a Constitucíonal tle
la Cone Suprema de Justicia, la que ek la mayor brcvedad declarará la ihconstitucioñalidad si ellQ
sürg¡erc e .fbtma manifiesta. El ihc¡dehte ho suspek¿erá eljuicio que proseguirá hasta el e$talo de
seitehcia .

Esto nos indica que, a pesa¡ del carácter ulgente, el control de constitucionalidad -previo- sí
puede ser provocado en los juicios especiales, incluido el de ampa¡o, o la Acción de Acceso a la
lnfo.mación Pública, por ser de dicha naturaleza. Siú embargo, esta última referencia, a los amparos,
se hace solamente para cerrar toda posibilidad de discusión, pues, como se verá, en puridad, no se
está en autos ante una Acción de Amparo comúm, §ino ante una Acción de Acceso a la Información
Pública, pa¡a cuya tramitación se ha considerado idóneo el trlámite de la primera; por esta razón, no
debe buscarse en el Art. 134 de la Constitución Ios recaudos para su procedenci4 sino en la Ley "De
,ArConrr lcclóx or INCoNsTTTUcIoNALIDAD
lffi*S$lSupRrue PRoMovrDA PoR LA coNTRALoRiA
GENERAL DE LA REPÚBLICA EN Los
§/o,Iusrrcrn AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTTTUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEÑoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ coNTRALoRiA GENERAL
DE LA REPUBL¡CA.
{
I
ciudadano a la información pública y transparencia gubemarnental", que es a la que la
\ s N' 1005/15 hace referencia

En efecto, el citado art. 582 no¡ma el procedimiento que debe seguir el Juez e! caso de que
un acto normativo (aplicable en el juicio) se repute inconstitucional. Este articulo fue modificado
p¿¡¡a preserv¿¡¡ la competencia exclusiva de la Sala Constitucional en las declaraciones de
inconstitucionalidad de actos normativos. Es una r¡orma que custodia Ia competencia exclusiva de la
Sala en las declaraciones de inconstitucionalidad. Esto es así, porque la norma anterio¡ a dicha
modificatoria, facultaba al Juez a efectua¡ la decla¡ación de inconstitucionalidad a¡ momento de
resolver la sentencia, y, en caso de apelación, la misma se concedia"per sahum" ala Corte. Con la
modificación introducida por la Ley N." 600/95, el juez del amparo ya no puede declararla,
debiendo ese caso, elevar los antecedentes al único órgano competeflte para hacerlor la Sala
Constituc

P todos estos motivos, la supresión de la garantia de constitucionalidad al demandado en


no encuenlra j ustificación dguna. Ninguna de las opciones interpretativas apuntadas nos
aa luir que no puede oponerse la excepción de inconstitucionalidad en un juicio especial,
de paro o el estatuido por el Art. 23 de la Ley N'5282/14 para hacer efectivo el derecho
en el A¡.28 de la Constitución. Reco¡demos que el Art. 546 del Cód. Proc. Civil no
salvedad alguna.

Significa ello que, la Acordada de referencia pudo y debió ser impugnada previamente al
grcorrtestarse la demanda promovida por el Señor Juan Ca¡los Lezcano; es decir, Ia
'debió cumplir con dicho recaudo esencial, y no lo hizo, circunstancia esta que por
mandato del art. 562 CPC tor¡a inadmisible la acción fundada en una inconstitucionalidad

Lo hasta aquí expuesto es suficiente para rechazar la demanda que nos ocupa efl cuanto
al argumento de que las resoluciones impugnadas se fundan en un acto normativo
tuc ional. No puede ser de oro modo, pues no se opuso la excepción de inconstitucionalidad,
sin la cual la Acción es inadmisible (An. 562 CPC)

Sin embargo, para cerrar loda posible discusión, a¡alicemos eí ca¡ácter de "obiter" la
tucionalidad de la aludida Acordada, análisis este qle servirá ¡gualmente para dilucidar el
de los aspectos involucrados en la demanda; la constitucionalidad --o no- de la Acordada No
l5

EI accionante sostuvo, en primer lugar, que la reglamenta gardntía


t¡ iohal del parñmonio documenral ón públ (sic. ue la
rte deJ la dic ''garuktíd t
c.), lo un¡ puede hac ley. L óloo que debe conside
lo indica que lo tás de la acci judicia¡ -por denegación
Deiésú3
los del amparo se estaria invadiendo una
mpete reservada excl laci amenladas
en di ada, y ex e ellas as, y, por tLrc

JO uin MartinezS¡món

|t. ¡ltlLtutJ Dl.06f^t


^
valDovll&§ d¡ra
Prul. Dra, Mo
En verdad, si hay alguna contradicción, ella se encuentra en los argumentos del accionante.
Son contradictorios, porque, primero, dice que la Aco.dada reglamenta las garantias constitucionales
de resguardo del patrimonio documental privado de las personas, asi como el derecho al acceso a la
info¡mación pública, para luego afirmar que sólo estatuye el trárnite por el que se diligenciará la
acción de acceso a la infbrmación pública. Lógicamente, esto último es incompatible con lo primero.
No se puede negar que tal contradicción reflejala confusión existente en tomo a la reciente acción
judicial de acceso a la información pública y a su lriimite. Por esto, acla¡a¡lo, al menos como obiter,
resulta sumamente relevante.

En primer lugar, debemos señala¡ que la Acordada no reglamenta una de las garantias
constitucionales previstas en el Titulo II, Capitulo XII, de la Constitución, como ma¡ifestó el
accionante, sino que reglamenta la acción judicial establecida en el afi. 23 de la Ley 5282114 "De
libre acceso ciudadano a la información pública y ¡ransporencia gubernamental '. Esla Ley
establece que el solicitante de info.mación podrá acudir ante cualquier Juez de Primera lnstancia con
jurisdicción en el lugar de su domicilio o en donde te¡ga su asiento la fuente pública en caso de: a)
denegación expresa o tácita de una solicitud de acceso a la información; o, b) ante cualquier otro
incumplimiento de una repartición pública en relación co¡ las obligaciones previstas en la presente
Iey. La Ley dispone expresamente que el solicifante podrá accionar, haya o no interpuesto un
recurso de ¡econsideración.

[á reglamentación no invadc una competencia legislativa. La Ley 5282/14 y el Decreto


4064/15, prevén remedios (acciones judiciales) en caso de que las fuentes públicas de info¡mación
incumplan con las disposiciones normativas. Pero tanto la ley mencionada, como su dec¡eto
reglamentario, omitieron establecer el procedimiento mediante el cual deben tra¡nita¡se esas
acciones judiciales ante los órganos jurisdiccionales. Por ello, la Cofe Suprema de Justicia. en
virtud a la facultad que le es otorgada por la Ley 609/95, deteminó cuáles serán las normativas
procesales aplicables en los dos supuestos de incumplimiento establecidos por la ley, Ninguna de
estas determinaciones son contradictorias.

En el primer supuesto. denegación expresa o tácita de una solicitud de acceso a la


info¡mación, la Acordada estableció que la acción judicial tramita¡á según las reglas previstas en el
artículo 134 de la Constitución y e¡ el Código P¡ocesai Civil para el jr-ricio de amparo. Esto no
conviene a la acción de acceso a la información pública en un amparo.

En el segundo supuestor es decir, ante cualquier otro incumplimiento de una repanición


pública en relación con las obligaciones previstas en la Ley 52821)4, la acción judicial se tramita¡á
según las reglas del procedimiento suma¡io previsto en elart.683 del Código ProcesalCivil.

La Acordada reglamentaria es pe¡fectamente armónica con la Ley 5282/14. No puede


considera¡se que el contenido de esta reglamentación se contraponga a la norma de jerarquia
superior que reglamenta, por tanto, no puede hablarse de ninguna violación al a¡t. 137 de Ia
Constitución.

Por último, como lo ildicó el propio accionante en su argumento subsidiario. la Acordada


reglarnentaria solo señala el mecanismo del trámite que ha de emplearse en la sustanciación del
juicio de acceso a la información pública, pero no determina la fundabilidad del pedido, ni las
exigencias o requisitos sustanciales de procedencia de la pretensión. Es impofante distinguir csto,
porque la acción judicial por denegación a la info¡mación no puede juzgarse como un amparo
tradicional. Son los trámites procesales los que coinciden, y no los requisitos de fuodabilidad. El
Juez, más bien, deberá juzgar si la denegatoria se encuentra justificada por el ordenamiento juridico,
pero no, estrictamente, los requisitos de procedencia de un amparo.

La acción de acceso a la info¡mación pública puede presentar similitudes con algunos


requisitos de procedencia de un amparo hadicional, como, por ejemplo, la lesión a u¡ derecho
ACCIÓN DE INCONSTITUCTONALIDAD
ffi§""nEt PROMOVIDA POR LA CONTRALORiA
"
wzo,fusTtcrA GENERAL DE LA REPÚBLICA EN LOS
AUTOS CARATULA)OS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCANO
FLECHA C/ CONTRALORÍA GENERAL
DE LA REPUBLICA,

N?§
\\ nal al denegrirsele acceso a información pública. Y, de hecho, la del amparo ha sido
s como la vía idónea para acceder a información pública antes de la p¡omulgación de la Ley
$ 4 que ¡eglamcnta el art. 28 de la Constitución.

Sin emba¡go, a parti¡ de la c¡eación de los remedios judiciales por incumplimiento de dicha
normativa, ya no puede considera¡se -estrictamente- a esta acción como un amparo. Es una acción
judicial que sigue los lineamientos del amparo en cuanto a su brevedad, plazos, reglas de
substanciación, contenido de la demanda, informe, traslado, sentencia. efectos, ¡ecursos etc., pero no
es una acción de amparo.

Por tanto, los argumentos del accionante sobre la creación ''i¡constitucional " de un nuevo
supuesto Cáctico dentro de los requisilos tradicionales del amparo, tampoco tienen cabida. Esta es,
sencillamente, la acción judicial por denegación expresa o tácita de una solicitud de acceso a Ia
info¡mación, remedio previsto en la Ley 5282/14, que debe ser sustanciada según los trámites
judicial ivos al amparo

tanto, correspo¡de concluir, al respecto, que la Acordada 1005/15 es constitucional

me¡te cabe estudiar los fundamentos referidos a la arbitra¡iedad de las sentencias

I accionante sostuvo, concretamente, que losjuzgadores cometieron un grave error aljuzgar


a la Ley 5282114. sin tener en cuenta la legislación que regula las declaraciones juradas: la
q81$*

Manifestó que las sentencias violan las disposiciones establecidas e¡ el art. 3 num.5 de la
033/13 que dispone que las declaraciones juradas deberán contener la autorización expresa e
del declarante que t¡culte a la Contraloría, a través de los órganos jurisdiccionales a dar
tco er los datos contenidos en las declamciones juÉdas de bienes y rentas, activos y pasivos
por tanto, que las sentencias se basan en la exclusiva voluntad de los juzgadores. Expresó,
que las sentencias son arbitrarias por sus efectos: al ordenar a la Cont¡aloría General de la
h a proporcionar declaraciones juadas sin autorización previa de los órganos
urisdiccionales. Por último manifestó que no se e¡cuentra¡ configurados los requisitos de
del amparo

Aquí, pues, corresponde estudiar la cuestión únicamente en cua¡to a los agravios de índole
stitucional. Por lo que antes de entrar al fondo del asunto, debemos reco¡dar la doctrina que
ana del art. 256 de la Constitución, que exrge ue los fallos esta¡ fundamentados en la
C\1,
onsti y en la ley, doctrina esa que. gida expresamente por el
l5 .t b) del Código

La alegada ataca I aclon rdemos q ésta co


c11 ional del órgano j los razones y enlos
5 Su observancia se verdadera a<rara los litigantes,
los medios de evital lá objetivo últi I instituto cs antener ¡a
onfi en la usltcta tsmo t¡ ilitar el cont¡o Iidad el tribunal
orenl cursivas

Alberto in li¡lartineu s¡món

,l*r- orAI
Dl. aucu§To ?Afy v¡t DOYIIOS
^'Y,,g;:ffi
La t'undamentación, a su vez, supone que la sentencia -deñnitiva o de otra indole- debe ser
dictada conforme con la letra de la Constitución y las leyes. tal como lo dispone el Arr. 256. 2"
pánafo dc nuesta Carta Magna; el art. 15 del Código Procesal Civil también así lo manda: "S¿¡¡
deberes de los jueces, sin perju¡cio de lo establecido en el Código de Organización Judicial: ...b)
fundar lat resoluciones deJinitivas e interlocutoriat, en lo Cons¡itución y en las leyes. conforme a lo
".
.jerarquío de las normds vigentes y ql princip¡o de congruencia bajo pena cle nulidad.-.

Desde luego. la fündamentaciól no consiste úr¡icamente e¡ enume¡ar una serie de preceptos


juridicos de determinado texto legal que se estimen aplicables a cada casoi la labor de fundar
requiere ademiás que eljuzgador exponga de modo lógico las razones por las que ha decidido aplicar
dichos preceptos, vinculándolos a los datos fácticos tenidos como probados o admitidos.

A su vez, e¡ términos generales, se dice que una resolución es a¡bitra¡ia cuando exhibe
determinadas anomalías relativas al objeto, a los fundamentos o a los efectos del fallo. La
jurisprudencia de esta Excrtra. Corte Suprema de Justicia tiene dicho: "Según la doctrina y los follos
constantes de esto Corle, una re,¡olución es arbitraria cuando es evidentemenle ínsoste ible,
irregulan desprovista de todo fundamento y con .lesconocimiento deliberado y flagrante de la ley"
(Voto del Doctor Luis Lezca¡o Claude, S.D. N'537/01, reafi¡mado en el voto del Doctor José
Altamirano. S.D. N" 184/05 y en el voto del Doctor Victor Núñez, S.D. N' 224105) (MENDONCA,
Daniel y SAPENA, Joseñna. 2006, Sentenc¡a Atbitraria. Asunción. Intercontine¡tal. p. 43); por su
parte, la doctrina enseñat "senlencia .trbitraria es aquella en la que el Juez sin dar razón alguna y
fundado en su exclusivo opinión personal, ha fallado apartdndose de los exlrcmos lacticos y legales
del caso, arribando a una conclus¡ón jurídicanente inaceptable, que causo perjuicio (SACUES.
Néstor Pedro. 2016. Ei Recurso Extraordinario. Tomo Il. Buenos Aires. Astrea. pp. I l7ll l8).

Las a¡bit¡ariedades nomativas soslayar la disposición legal aplicable al caso, valerse de


disposición legal que no corresponda a é1, falla¡ sobre la base del mero capricho, etc.- y fácticas -
¡eferentes a cüestiones de hecho expuestas en la fundamentació¡-. son causales de arbitrariedad por
una anomalia en la fundamentación de las resoluciones y han sido acogidas por la j urisprude¡cia de
esta miixima instanciajudicial, desde el Acuerdo y Sentencia No 107 de fecha 17 de mayo de 1985.

Puede, pues, resumirse diciendo que la sentencia a¡bitraria es la sentencia aberrante, la que,
como tal. no es susceptible de se¡ co¡siderada como acto procesal, emanado del órga¡o
jurisdiccional, que pueda se¡ considerado tal.

Aqui, el accionante, basa la acción fundamentalmente en dos causales de a¡bit¡ariedad


normativa relativas a los ñmdamentos de las resolucionesl especiñcamente, invocar disposición
inaplicable al caso (La Ley 5282114); y fallar sobre la base de la mera voluntad.

El a¡álisis de la situación pla¡rteadá, nos permite ver que la arbitrariedad alegada se relaciona
intimarnente con la causal relativa a la interpretación irrazonable, incoherente. o ilógica de una ley.

Sin emba¡go, es bien sabido que no toda interp¡etación e¡rónea de una ley convierte al
pronunciamiento en a¡bit¡a¡io. Desde el momento en que exista una t'undamentación razonable.
desarrollada de modo inteligible, no se configura el vicio de inconstitucionalidad, pues el requisito
que exige la Carta Magna e.l su art. 256 se halla presente. Además. no podemos olvidar que la
corección material o juridica de una resolución, es cuestión de apelación y no de
inconstitucionalidad.

Establecidos estos puntos, vayamos al estudio del caso cor¡creto


lccróx nr lNcoNsrtructoNALrDAD
ffir§r"*§1'r" PRoMovtDA poR LA coNTR{LoúA
GENERAL DE LA REPÚBLICA EN LoS
§/",IusTtcrA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ coNTRALoúA cENf,RAL
DE LA REPIJBI,ICA.

rprimer lugar, debemos decir que, tras un análisis exhaustivo de las sentencias cuya
dad predica el acciona¡te, observamos que, en las mismas, los órganos
onales o¡di¡arios, analizan y desanollan, fundadamente, la cuestión concreta planteada.

El Juez de Primera lnstancia, por su pate, consideró que las declaraciones juradas de los
funciona¡ios son info¡maciones proporcionadas por los mismos, para su uso en fuentes públicas. Y
por ello, los datos expresados en ellas revisten carácter público. Además, consideró que no existe
una prohibición legal para divulgar la info¡mación, conforme lo establece el art. 35 del Decreto N.'
4064/l5, que reglamentalaLey 5282/14.lgualmente, estableció cuáles datos deben ser publicados y
cuáles excluidos, por pertenecer a personas que pueden no ser funcionarios del Estado. De tales
observaciones, surge en forma pristina que no constituye, en modo alguno, la de primera instancia,
una sentencia arbitraria. Es así. pues, en primer lugar, la misma se adecua a Ia relación de hechos
conteni la demanda; además, la decisión es consecuencia lógica del razonamiento juridico que
cl consideró conducente a la resolución del caso planteado. El a¡álisis pertinente, lleva
utf se tata de una sentencia basada en Ios hechos planteados y en la normativa jurídica
lo que no estamos ante u¡a sentencia a¡bit¡aria; esto, conduce a concluir que, respecto
ión cuya decisión nos ocupa forzosamente debe ser desestimada

efecto, en cuanto a la vía para solicitar dicha información, el Magist.ado Pedro Mayo¡
ha considerado quc el amparo es la acción judicial idónea para solicitar info¡mación de
o con la Ley 5282114 y la Acordada reglamentaria, no por Ia materia, sino por las reglas de
iación; por ser la que cunple de manera miis adecuada, con las expectativas del eje¡cicio del
b del ciudada¡o al acceso a la información pública.
ón
6.P
or su pa¡te, el Magishado Gustavo Santander Dans, luego de aclarar la legitimación activa
:áéi
'1
, Juan Carlos Lezcano, consideró que las Leyes 5033113 y 5282/14 se complementan,
que a¡te la falta de ley que las califique como privadas o reservadas, las decla¡aciones
son info¡maciones de carácter público: "y al ser público el cíudadano debe acceder a ella
sie ue lo solicite, es por ello que al caso no puede ser aplicable el art. 3 inc. 5 de la Ley
.8§ 5033/13 en lo referente de a trdvés de órganos jurisdiccionales, por tanto, eEtos agrqvios no se
erígen como tal y deben ser rechazados".

La ca¡acte¡ización de los datos co¡tenidos en las declaraciones juradas también me¡eció un


puntilloso análisis del Magistrado Pedro Mayor Mafinez, quien conside¡ó el alcance de los té¡minos
"información", "info¡mación pública", "datos", "datos privados", "datos públicos", "fuentes
o públicas". Ademris, criticó Ia impreci las respecto de lo s de carácter privado, y
conjugó las leyes dispersas relativas a de definir son las
ones públicas sin excepción te al par publici y cuáles ser
exclui de la publicación rarse I n il, ible, o rlenecl a

ñ concluyó a) los dato po¡ falta


lon sus titulares; b) ios del cóDyuge; lai de los hijos
menorcs.

o aquin l\4artine¿ S¡mó[


Pré¡idenle
,/
t( Dt0f{' ruGUsro
-\¡"A
f,UIiIIR
PtiI, D¡a. ltt Ca¡o I
Diferenció los conceptos entre fuente y dato público, y hasta ponderó el conflicto ent¡e el
derecho a la info¡mación y a la privacidad de u¡ funciona¡io público. Desarrolló finalmente, un
listado exhaustivo sobre qué información puede publicarse.

Es forzoso concluir, por tarrto, que, igualmente, la sentencia de segunda instancia,


confi¡matoria de la de primera, no solamente no es arbitra¡ia, sino que luce como un
pronunciamiento judicial debidamente fundado en los hechos y en el derecho, lo que impide
igualme e acoger la pretensión de la Contraloria General de la República, cuyos fundarnentos
aparecen como realmente infundados.

Vemos" asi, que ambas resoluciones impugnadas analizan fundadamente y con razonamiento
lógicamente estructurado. la procedencia de la acción de acceso a la información pública; análisis
que se subsume en la normativa vige¡te, determinando linalmente que procede el acceso a los datos
públicos contenidos en las declaraciones juradas, con exccpción de otros datos que se consideran
privados o de terceros, y que, por tanto, no deben ser publicados.

Los lállos han moderado asi. el conllicto que presenta un documento complejo como la
declaración jurada de bienes, que contiene información de todo tipo: de terceros, sensible, privados,
reservados y públicos. Han caJacte zado a cada tipo de información y determinado cuáles las
consideran públicas y accesibles. Todo este razonamiento se ha fundado en normativas vigentes que
consideraron aplicables. y no en su mera voluntad.

La interpretación de la Ley 5282114 ¡o constituye t¡na ¡nterpretació¡ irrazonable -o


imposible- que ameite la descalificación de las resoluciones impugnadas por arbitrariedad de sus
l'undamentos. Menos au¡ si se considera que la ley aplicada y los fundamentos de tales resoluciones
se adecuan, además, a la "Convención lnteramericana de De¡echos Humano§" (Art 13), acogida por
nuestro país en virtud de la Ley N" l/89. como también a ohos convenios intemacionales, tales
como el "Convenio l¡teramericano de Lucha contra la Corrupción", al que se adhiriera el Paraguay
por la Ley No 977196 y el Pacto lntemacional de Derechos Civiles y Politicos, adoptado por Ley N".
5/92. lncluso se ajusta a la jurispruder¡cia, En este último sentido, es dable destacar el Acuerdo y
Sentencia No 1306, del 15 de octubre de 2013, en el que el Dr. Antonio Fretes, actual Presidente de
la Sala Constitucional, en calidad de preopinante, invocó una se¡tencia de la Corte Interarnerica¡a
de Derechos Huma¡os. cuya cowención cataloga al de Acceso a la lnformación Pública como un
Derecho Fundamental. En dicho fallo, atinadarnente expresó "4ae al ser dicha jurisprudencia
aplicable al caso y asimilable a nuestro Derecho pos¡tito, no se podria dejar de atendérsela, pues,
de lo cohtra¡.io, se estatía exponíendo al pais o una sancíón en el ámbito del S¡ste a
lhtetañericano de Derechos Humonos". En el mismo pronunciamiento, la Minist¡a Gladys Bareiro
de Módica, se adhirió al voto del Ministro Fretes y concluyó asertivamente: 'Las fuentes públicas
de informacióh son libres para todos".

Todavla se puede agrega¡ lo que resulta de la vinculación enúe las Leyes N's. 5033/13 y
5282/14. La primera, reglamenta el Añ. 104 CR. disponiendo que Ia Declaración Jurada se presenta
con la autorización pára ser difundida. "previa autorización judicial." La segurda, reglamenta el Art.
28, 2'párrafo, de la Constitución, el cual declara que "las fuentes públicas de información son libres
pa¡a todos", en ot¡os términos, regula el "libre acceso a Ia informació¡ pública", Por lo demás,
dispone que constituye "información pública" lo que hay en las "fuentes públicas". Y la Contraloria
General de la República es fuente pública (Art.2, lit. e) Ley 5282/14), de modo que las
Declaraciones Juradas que ahí obral son información pública, aunque debe aclararse que sólo lo que
es de i¡terés público (por ejemplo, los bienes y rentas de los funcionarios), como bien acla¡ó el
magistrado Pedro Mayor en su voto. Pero las Decla¡aciones Juradas, en cuanto a los bienes y rentas
de los funcionarios, son infbrmació¡ de carácter público, por ser de interés general el conocimiento
sob¡e si los lunciona¡ios estiítr o no escamoteando el patrimonio del Estado, es decir, el patrimonio
público. Asi las cosas. los Arrs. 104 y 28 de la Constitución no se contradicen. Uno dispone la
obligatoriedad de la presentación de las Declaraciones Juradasi el otro el libre acceso a la
,ArConrn AccróN DE rNcoNSTrrucIoNALrDAD
PRoMovtDA PoR LA coNTRALoRiA
lff*'t$Supmul GENERAL os r-l REr,únLrcA EN Los
§flo,fusrrcre. AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ coNTRALoRiA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
l§ts

s ¡n pública, en la que se encuadran tales Decla¡aciones. Pero sí se cont¡adicen el Art. 3",


lnc, de la Ley 5033/13 y el Ar. 3' de la Ley 5282114, porque el primero limita al segundo.
Consiguientemente, e¡ virtud de las reglas de derogación y abrogación de las leyes, resulta que la
segunda deroga a la primera "per lex posteriol'. Se entiende que Ia razón de existencia de la ley
posterior es el mejoramiento del ordenamiento juridico, por lo que, en aras de ese mejoramiento,
prevalece sobre lo que ya se entiende inapropiado. En realidad, si hay algo que considero
inconstitucional es el Art. 3", inc.5" de la Ley 5033/13, que cs precisamente el que se defiende en la
acción de inconstitucionalidad. Considero inconstitucional, porque limita al A¡.28 CR, el cual no
establece ninguna limitación, lo que es imposible ya que la misma solamente deriva a la ley "las
modalidades, plazos y sanciones", es decir, no admite limitaciones, pero tal inconstitucionalidad no
puede ser declarada porque no ha sido planteada y la Cofe no tiene potestad de declara¡la de oficio,
por no ser una resolución judicial (Art. 563 CPC).

Sin embargo, las consideraciones precedentes son hechas sólo a mayor abundamiento,
porque, en el marco de una Acción de Inconstitucionalidad, solarnente co¡responde
centrarse ella; no en las cuestiones de fondo que ya fueron materia de juzga¡niento en las
ras arias. De ahí que la Sala Constitucional no puede ser utilizada, como un medio para
r u¡) rio de interpretación distinto al sostenido por los juzgadores ordina¡ios, que, como
han actuado dentro de los márgenes legales y conforme a su leal saber y entender. La
di con la conclusión alcuuada por el inferior no es a¡gumento que habilite la instancia
tn el ¡ecurrente.

Vale recordar, lo que hemos apuntado en los párrafos precedentes: no toda interp¡etación
resuha arblraria y violato¡ia de la Constitución, sin perjuicio de reitera¡ que en el caso de
nte¡pretación enónea al guna.
!
Secr En este sentido, por ejemplo, la doct¡ina ha dicho que solo una interpretación imposible
¡ za¡ia la descalificación de la sentencia por arbitrariedad. Se ha expresado, señalando: "Por
n conclusíón, la sentencia albitraña es un modo anormal y ant|uridico de produccíón de
En otras palabras, solo la inleryrretacióh imposible autorizaría el recurso ex¡raordinario
ión arbifrar¡a. c) Interprctación opihdble [...J ld varíante de la 'ínterpretación
e adrierte que si la exegesis del júez \)ersq sobre una temático discut¡ble, Íotmando paie de
una de las corrienles de opinión que razonablemente pueden surgir del texto legal, no es arbitraria.
Por eso, la no coincidencio de una parte con el c terio herrrren¿utico del juez, no es bastante para
tornar procedente el recurso extraotdinario (SAGUES, Néstor Pe&o. Op. Cit. pp. l8li183).

Para que una sentencia sea tildada de arbitra¡ia no es suficiente que el accionante se
disconforme con los argumentos o conclusiones del órgano jurisdiccional, ni con el modo
la ley o el análisis de los s, sino que ella debe contener una tal palmaria
que la descalifique c acto J dico pro y el absurdo jurídico que ella
debe alcanzar enti con licitos o
s. En este resulta areced de trenla
ala aludimos ta no es uella que co
lquiera. Es quc bunal desec e planteos
'más allá del aci I lallo impugnado. Es la
padece có, de os de que ífican co
dad de la

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Dr.o¡f,al
^ucu§ro ^
v4lo()vljIo§
"Nr,q80ffi,,
senlencia, cotfio el ñisño aho ltibundl lo observa, retiste coráctet excepc¡onal y no tieñe por obieto
abrir una lercerq ¡nstahcid otd¡naria dohde puedan disculirse decisiones que se estimen
equivocadas. Por tanto, no prelende estq varidnte del rccurso extrqordin¿tío sütl¡t\ el criter¡o de
los jueces propios de la causa, por el de la Corte Suprema" (SAGÚÉS, Né$or Pe&o.Op. Cit, pp,
I I l/l l2).

Lo cieno es que el control de constitucionalidad no puede avanzar sobre la corrección


juridica del razonamiento, ni sobre el c¡ite¡io de interpretación o valo¡ación, pues tal control no se
halla dentro de los limites de la competencia de la Sala Constitucional.

Y en el caso que nos ocupa, es evide¡te que lo que hay es un desacuerdo con la fo¡ma
coincidente en que la cuestión ha sido resuelta por )os órganos jurisdiccionales ordinarios, que se
han pronunciado por la procedencia de la acción de acceso a la inlbrmación pública, es decir. en
se¡tido contrario a los intereses del accionante. Po¡ lo demás. el accionanle prácticamente
reproduce los mismos agravios ya ve¡tidos en instancias inf'eriores, y que han merecido detenido y
oportuno tratamiento por parte de los juzgadores. Absolutamente todos los agravios aficulados en
esta sede. que debemos decir no constituyen propiamente agravios consfitucionales, fuero¡
estudiados po¡ los órganos inferiores.

La acción de inconstitucionalidad no se erige en una tercera instancia e¡ la qr-re pueda


proponerce un nuevo debate sobre cuestiones que ya han sido a¡duamente debatidas y resueltas
mzonablemente en instancias ordina¡ias; especialmente cuando no se advierte violación alguaa de
normas o principios constitucionales.

Por ello. la Corte Suprema de Justicia. tiene sentado el invariable criterio según el cual, en el
juicio de inconstitucionalidad no cabe el nuevo análisis de la cuestión debatida, y debe limitarse a
establecer si existió o no una violación manifiesta de alguna garantía constitucional, porque la
interpretación de las normas legales que hacen los jueces, no dan lugar a la acción de
inconstitucionalidad.

Tal c¡iterio es no solo inva¡iable, sino de larga data, tal como resulta de los siguientes
precedentes jurisprudenciales. que se tra¡scriben sólo a modo ilustrativo: a) "La Coñe Suprema, en
eljuicio de inconstitucionalidad, no es Tribunal de tercera instancia y. por tanto, no está facultada a
revisa¡ los fundamentos de la sentencia impugnada de inconstitucionalidad" (Ac, y Sent. N".l23i 22-
X-1982); b) "La Corte no actúa en las acciones inconstitucionales como tercera instancia para
decidir si son correctos o no los fallos dictados" (Ac. y Sent. N".3; 22Jl- 1984): c) "No corresponde
a la Corte entrar a considerar si la prueba de los hechos y la inte.pretación del derecho aplicado por
los tribu¡ales inferio¡es tienen f'undamento valede¡o. La Corte sólo debe examinar si se han
observado las normas del debido proceso y garantizado el principio de la defensa en juicio" (Ac. y
Sent. N'.286: 23-X- 1987): d) "Los agravios invocados por la actora han sido exami¡ados y
resueltos en las instancias anteriores y no pueden ser objeto de nueva conside¡ación" (Ac. y Sent.
N".399t 26-XIl- 1994)i e) "La Cone Suprema de Justicia no puede realizar una nueva labor
interpretativa supliendo la efectuada por los magistrados inferiores en ejercicio de sus facultades
legitimas y confo¡me a un crite¡io razonable, en razón de no convertir la acción de
inconstitucionalidad en via de acceso a una indebida tercera instancia" (Ac. y Sent. N'.414; 2-Xtl-
1998); f) "La disconlbrmidad con lo resuelto por los jueces de las instancias ordina¡ias o con el
¡azonamiento hecho por los mismos para avalar sus decisiones no ame¡ita la procedencia de la
acción de inconstitucionalidad sin que exista comprobación de violaciones de normas del miiximo
rango" (Ac. y Sent. N".ll40;28-XII- 2001): g) "La acción de inconstitucior¡alidad debe ser
des€stimada en tanto se pretende revisar cuestiones que ya fueron objeto de debate y dccisión en las
instancias inl'eriores y que escapa¡ a la naturaleza de la acción cuya linalidad se limita
exclusivamente a la reparación de violaciones de normas, garantías o principios de rango
constitucional" (Ac. y Sent. N".482,27-VI- 2005).
CORTE ,lcclóx »sINCoNsTtTUcIoNALIDAD
SUPRIMA PRoMovtDA PoR LA coNTRALoRiA
o.IusTIcIA GENERAL DE LA REPÚBLICA EN Los
AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEÑoR JUAN cARLos LEZCANo
FLECHA c/ CoNTRALoRiA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
1$§ \

ones que a¡teceden, nos llevan a las siguientes conclusiones


acción de inconstitucionalidad de las sentencias impugnadas debe rechazarse, porque:
a) La indirecta, basada en la supuesta fundamentación en ur¡a Acordada
. inconstitucional, es inadmisible porque no se ha opuesto la excepción de
inconstitucionalidad; y
La directa, por inexiste¡cia de la supuesta arbitrariedad, ya que las mismas contienen
una suñciente fundamentación tanto fáctica como juridica, de modo que se basan en
una argumentación razonable, que no le puede converti¡ en arbit¡aria
Consideramos que las sentencias impugnadas se hallan ajustadas a derecho, por
haberse producido la derogación del recaudo de la autorización judicial por la Ley N'
5272114. Pero aun si así no fuese, los errores de juzgamiento no toman a la se¡tencia
en inconstitucional, siempre que conteúgan una fundamentación razonablemente
basada en los hechos y en el derecho; y
d) A mayor abundamiento, los fundamentos de la acción de inconstitucionalidad contra
las decisiones de primera y segunda instancias son los mismos que los expuestos en
cl proceso que concluyera con esta última, debiendo recordarse que la Corte Suprema
Jusdcia no es, en materia de inconstitucionalidad, órgano jurisdiccional de tercera
is instancia, que pueda revisar los fundamentos de los fallos.
La acción de i¡constitucionalidad de la Acordada debe ser rechazada porque
a) no se ha opuesto Ia excepción de i¡constitucior¡alidad, única via de impugnación,
por Ias partes. de los cuerpos normativos:
b) la misma no convierte a la acción de acceso a la información pública en una acción
de amparo (que obligue a la concu¡rencia de los recaudos exigidos po¡ el A¡t. 134 CR y
Art. CPC); y
c) dicha Acordada no hace sino desa¡rolla¡ los par¡á¡netros establecidos en la Ley N.'
282/14 "De Acceso a la información. .. ", sin que sus té¡minos contralien en absoluto a
cha ley. ni a los convenios intemacionales citados. No hay, por tanto, rr¡lneración de
ley por medio de una Acordada; ergo, \o hay inconstitucionalidad por vulneración
orden de prelación de Ios cuerpos nomativos;

tanto, la acción de inconstitucior¡alidad deducida por la Contraloria General de Ia


lica debe ser ¡echazada "in totum"

En cuanto a las costas, me adhiero al voto del Magistmdo Ma¡cos Riera Hunter, de que sean
en el orden causado, por los mismos fundamentos por él esgrimidos en relación a la
.l'"
intetp¡etación judicial que ha sido necesaria para arribar a las conclusiones precedentemente
ex presadas.

ES MI VOTO

OPINI DE LA MA coN EZ

Cons lnnecesano c rea'lizadas en el Juc¡o que


motiva la rnconstt idad han lrecho me preced por lo que
a estudiar la de fond

l¡JínMarlinez S¡món
ré¡idenle

tL [oDs f¡Ll,lu, Á¡w


lrt.o§{aa v¡¿m$Nos
Pnl. Drn Í0. La¡ 0
^ucutro ^
La p.imera cuestión que debeños precisar es que la Corte Suprema de Justicia es llamada a
intervenir por la via de la inconstitucionalidad en la acción promovida por la Contraloria General de
la República contra determinadas resoluciones judiciales dictadas por el Juzgado Penal de
Ga¡antias N'4, individualizadas como: a) S.D. N'24 del 8 de mayo de 2018 y su aclaratoria el
A.l.N o 366 de fecha ll de m¡yo del mismo año; b)Tambiéh el Acuerdo y Sentencia No 30 de
fecha de
7 juoio de 2018 y su aclaratoria el Acuerdo y Sentencia No32 del 15dejunio de2018,
dictados por cl TribuDsl de Apelación Primera Ssla er lo Per¡l de la Crpit¡l y c) Acordad¡ No
1005/15 dictad¡ por la Corte Suprema de Justiciá que reglamenta el acceso a l¡ justicia en
consonarcia con las disposiciones de la ley No5282/14 " De libre acceso ciudadalo a la
información pública y transparencia gubernamental "€n su Títülo \4, para los casos de
denegación expresa o tácita de una solicitud de acceso a la informació¡ o de cualquier
incumplimiento de una repatición pública con relación a las obligaciones previstas en la
me¡cionada ley, por considera¡ que la misma excede la competencia para ese tipo de instrumento,
dado que crea un procedimiento, materia reservada para la ley.

Aunque parezca redundante. cs necesario explicar, dada la evidente exposición pública de la


cuestión tramitada en los autos. que la inconstitucio¡alidad implica que a la Corte no le corresponde
conocer sobre el fondo de la cuestión deljuicio en relación a la cual se plantea, ya resuelta en las
instancias correspondientes, vale decir no le correspondc actuar como una tercera insta¡cia de
revisión con todo lo que ello implica. sino determinar si las sentencias atacadas de inconstitucionales
adolecen de vicios que ameriten una declaración en tal sentido. No se debate el mérito de los
a¡gumentos sustentados por las partes ni de los fundamentos que sirvieron de base los magistrados
para dictar sus resoluciones. sino si alguno de ellos es arbitra o o violatorio de un debido proceso.

La inconstitucionalidad de una sentencia es una cuestión excepcional que reqüiere un a¡álisis


exhaustivo antes de su decla¡ación, a fin de evitar que se vean ai¡ctadas las garantias que deben
otiecer ajLrsticiable. lo resuelto en las instancias previas.

Por ello solo puede ser declaradas como tales aquellas sentencias que hubieren sido producto
de un procedimiento viciado (inconstitucionalidad de forma o violación del debido proceso en
sentido restdctivo) o se hubieren firndado en una grose¡a y arbitaria interpretación de Ia ley.

De ahí que Ia inconstitucionalidad no se ¡efiere a valorar los argumentos de losjueces, sino a


precautela¡ que esos a¡gumentos no riñan con u¡ mandato constitucional.

Hechas estas puntualizaciones pasaremos a analizar la cuestión sometida a estudio.

La Se¡tencia No 24 y su aclarato¡ia y el Acuerdo y Sentencia No 30 y su acla¡atoria, son


producto de un proceso en el que se han respetado todas las formas legales.

En su acción, la Contraloría General de la República preteode encontrar un vicio procesal en


que el procedimiento aplicado tendrla su fundamento en una Acordada de la Co¡te que a su vez
considera es inconstitucional, en el entendimiento que el procedimiento utilizado no ha sido
regulado por ley y que dicha Acordada constituye una exEalimitación en las facultades de la Co¡te
Suprema de Justicia.

Este a¡gumento procesal no resiste el menor an¿ilisis. pues estamos en presencia de la defensa
de u¡¡ derecho humano fundamental reconocido tanto e¡ nuestra Ca¡ta Magna (a¡t. 28) como en
instrumentos intemacionales a los que ya se han referido los preopinantes en las opiniones venidas.

Es asi, que el a¡gumento de la Contralo¡ia General de la República, equivaldría a decir, que


como no hay ley, una gara¡tia conslitucioflal no puede ser ejercida cuando que tanto et Estado como
el Poder Judicial están al servicio de esas garantias, incluida la Contraloria, pues buscar un
preaexto procesal, no es más que una ercusa, vestida de fürdrme¡to,

En tal sentido, cabe mencionar sobre el punto, lo que estipula el a¡t. 45 de la Constitución
Naciorial: "De los derechos y garantias no €nunciados": La enunciación de los derechos y garantías
.qccróN o¿ rNcoNsr¡TUctoNALTDAD
ffi§3,81" PRoMovrDA pon u
coxrruloúl
GENERAL DE LA REPUBLICA EN LOS
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EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLEcHA c/ coxrulonit cENERAL
DE LA REPUBLICA.
I t$\
,I
s en esta Constitución no debe entenderse corno negación de otros que, siendo inherentes
a rsonalidad humana, no figuren expresame[te en ella. La falta de ley reglamentaria ¡o
pod ser irvocada para negar ni para menoscabar algún derecho o garantia" y en
concordar¡cia a ella la Convención Americana de Derechos Humanos también garantiza que toda
persona tiene de¡echo a un recu¡so sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los
jueces o tribunales competentes, que la amparc contra actos que violen sus derechos fundamentales
recolocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea
cometida por perso¡as que actúeD en €jercicio de sus ñ.¡¡ciones.

La negación de la información pública no es un acto administrativo como sustenta la


Cont¡alorí4 sino una violaciór¡ de la Constitución, que expresamente ganntiza ese derecho en el art.
28 y su cumplimiento está garantizado por la Ley 5282115 de Acceso a la info¡mación pública,
eslando da expresamente la Contraloria General de la República en su art.2') inciso 0 como
bl

I sentido, y conforme a la previsión del afi. 23 de la ley 5282/15, se tiene que la figura
l se adecua a la misma y a las disposiciones de Ia Convención, es precisamente la del
garantia constitucional determinada por la Corte Suprema de Justicia como la via idónea
imiento de esta disposiciór¡, a ravés de la Acordada atacada de inconstitucional

De manera que pretender que se declare inconstitucional la Acordada 1005/15 , que lo único
hace allana¡ el camino para la vigencia de u¡ derecho cofistitucional tal cual lo ga¡antiza
itución y Ia Convención Americana de Derechos Humanos resulta incongruelte, pues
criterio tan esúecho tendriamos que la vigencia de rma garantia constitucional prevista en
ley madre solamente podrá ser efectivizada a través de una ley que la reglamente, cuya
y aprobación deberá¡ ser estudiadas en el Congreso con las demoras que ello implicarían

Al haber dictado dicha Acordada, lo único que hizo la Co.te Suprema de Justicia fue
visib iza¡ cual era la acción idónea para concretar la ¡eclamación del solicitante de una información
pu ante un incumplimiento, conforme a la descripción ya contenida en la Constitución, los
Convenios intemacionales y la propia ley que regula el acceso a la información, por lo que
considcro que no existe elemento alguno que permita vislumbra¡ tan siquiera la mentada
nconstitucio nalidad sustentada por la Contralo a, de manera que debe desestimarse esta pretensión

Respecto de los a¡gumentos de fondo en contra de los refe¡idos fallos, el accionante alega
arbitrariedad manifiesta en sus fundamentos, a¡bitrariedad que consisti a en que no se conside¡an
los argumentos e interpretaciones esgrimidas por la Contraloría General de la República. Es decir, la
(,. arbitrariedad estaria en no darle la razón a sus (fojas. ero y segundo párrafo). El
accionante pretende convertir a la acción lnco tuci en un apelación, es decir, en una
tercera nstancia. La acción allá a insistir sus fondo
concret no dice r J de
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IL ale
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Lo que existe en este caso, aun aceptando los extremos alegados por la Contraloria, es que se
presentaria una supuesta dificultad i¡te¡pretativa ent¡e los texlos de la Ley 5282/14 y la precedente
Ley 5033/13.

Una altemativa conduce a mayor publicidad de las decla¡aciones juradas y otra altemativa a
nrayor restricción de esa inibrmación. pero en ningún caso, una u otra pueden ser inconstitucional.
Es este un problema de fondo, que fue el objeto del p¡onunciamiento meticuloso y exlenso de las
sentencias de primera y segunda instancia. Ambas, coincidiero¡ fundadamente, que no existe tal
contradicción y que el contenido de las declaraciones juradas, excluidos los llamados datos
sensibles. es pública, dado que se encuentran en fuentes públicas de inlbrmación. Es más, no parcce
haber duda posible que los datos consignados en las llamadas declaraciones juradas coinciden con
las definiciones de fuente pública de inlbrmación consagradas en el artícülo 2' de la ley 5282/15 y
cuyo co¡tenido es de acceso libre y gratuito contbrme al aniculo 4'de la misma Ley.

La opinión de cada Magistrado y su mérito mientras se exponga dentro de los límites de la


Constitución importa una sentencia que ha respetado el Debido Proceso. Esta acción, reite¡o no es
u¡a instancia de fbndo, por lo que oo correspoode reexamina¡ la solución juridica. sino, solo velar
porque en ella no haya existido arbitrariedad. El solo hecho que ambas partes recorozcan un
conflicto de normas y cada una argumente la solución de su parecer, habiendo ltrego el Tribü¡al
optado por una de las altemativas. excluye cualquier arbitrariedad, y no existiendo tal a¡bit¡a¡iedad,
no conesponde sino rechazar la presente acción.

Por último. si bien no coresponde exactamente al objeto de esta acción, no estamos ajenos al
efecto que esta decisión producirá en la ciudadania y en la historia de nuestro país, por ello, creemos
prudente mencionar que- asi como la infbrmación es pública, la responsabilidad en su uso debe ser
extrema. Como enseña la doctrina civil "4 rrayot publicidad, ,nayo¡ rcsponsabilidad en su qso".

Que la información sea pública no significa que pueda ser utilizada con otros fines dife¡en¡es
a los de ser uno de los pilares en los que se sostenga la necesa¡ia renovación del ejercicio del poder
en truestra República.

Por los fundamentos antes dichos, conesponde RECHAZAR la Acción de


lnconstitucionalidad peticionada por la Contralo a General de la República, con costas a la
perdidosa.

ES MI VOTO.
VOTO DEL MAGISTRADO OSCAR AUGUSTO PAIVA VALDOVINOS
En el caso que ha sido sometido a estudio de este pleno, puede observarse que la Contraloria
General de la República ha planteado a través de sus representantes legales la presente Acción de
lnconstitucionalidad ante la Excma. Corte Suprcma de Justicia. La citada Acción ha sido planteada
alegando en lo susta¡cial la existencia de una violación a derechos constitucionales, específicarnente
al momento de dictar tanto la Sentencia Definitiva N" 24 del 8 de mayo de 2018 como el Auto
lnterlocutorio N' 366 del I I de mayo de 20181 arnbos dictados por el Juzgado Penal de Garantias N"
4. Igualrnente. en el Acuerdo y Sentencia No 30 del 7 dejunio de 2018; y de igual manera en el
Acuerdo y Sentencia No 32 del 15 de junio de 2018. estos últimos dictados por el Tribunal de
Apelación en Io Penal de la Primera Sala del mismo tribu¡al. Por último, promueven Acción de
Inconstitucionalidad contra la Acordada No 1005 de la Cone Suprema de Justic¡a que reglamenta el
procedimiento judicial derivado del Titulo vll de la Ley N' 5.282 "De libre acceso ciudddano a la
información públ ica y lransporencia gubernarnenf al".
Ingresando al arálisis de la procedencia de esta acción, resulta prudente señala¡ que la misma
ha sido planteáda, por un lado, contra resol-rciones judiciales que. a criterio de la parte recurrente
poseen vicios que llevan a declararlas inconstitucionales. Por otro lado, se acciona igualmente por
via de inconstitucionalidad cor¡Ía una nomativa de carácter general que fue aplicada en el proceso
y que la parte accionante considera que su aplicadión debe declara¡se inconstitucional por el
ACCIÓN DE INCON§TITUCIONALIDAD
ffi§r"ffi"" PRoMovrDA pon
LA REPÚBLICA EN Los
GENERAL DE
L¡ coNrnqloní¡
§/o.lusttcn AUTOS CARATULADOS: AMPARO
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DE LA REPUBLICA.
!1§
generado. En base a lo expuesto, el a¡álisis de la procedencia de esta acción, se analizará
a independiente, p¡imero respecto a las resoluciones alegadas como inconstitucional y
finalmente respecto de la normativa que se cuestiona (Acordada N' 1005 de la Corte Suprema de
Justicia que reglamenta el procedimiento judicial derivado del Título VII de la Ley N' 5.282 "De
libre acceso ciudadano a la iñfotmación ptiblica y transparencia gubemamentql").
No obstante, es importante y no resulta ocioso mencionar que la jurisprudencia uniforme y
constante de la Sala Constitucional de la Cone Suprema de Justicia indica que la acción de
inconstirucionalidad no debe ser utilizada como una terceru insta¡cia o como un recu¡so para
generar un tratamiento de cuestiones que ya han sido estudiadas, analizadas y resueltas en otras
instancias judiciales ordinarias, en especial cuando no se visualiza violación de a¡ticulos y principios
consti onales.
la acción de inconstitucionalidad puede ser utilizada para genera¡ una opinión
émi o en abstracto sobre cuestiones debatidas en instancias ordinarias. Aunque, en este caso
igualmente se somete a interpretación de Ios juzgadores el alcance del Art. 28 de la
"Del derecho a inform4l.re", sobre el contenido de las decla¡aciooes j uradas. Es decir,
l¡ ica fáctica del proceso hay una conexión entre ese afículo coostitucional señalado y el
04, "De la declaración obligotorio de bienes y rentas", y el Art.283, "De los deberes y
ior¿s" de la Contraloria Ceneral de la República.
La Corte Suprema de Justicia, posee la competencia de intelpreta¡ €l alcance de las cláusulas
s en relación con los preceptos legales que fueron consideradas en el proceso y que
enó en la presente acción de inconstitucionalidad, es decir, la Ley 5033 "QueN'
g nta el Artículo 104 de la Cokslilución Nacional, de la Declaracíón Jurada de Bienes y
Re , Aclivos y Pasivos de los Funcionarios Públícos": la Ley N" 5.282 "De librc acceso
ct a la información pública y transparencia gubernamentaf'; y la Acordada No I .005
En las resoluciones atacadas como inconstitucionales en el p¡esente caso, se afirma
pr¡ncr mente que se ha wlnerado el Art. 17, de los derechos procesales, sosteniendo que las
resol iones recurridas son a¡bitrarias y violato¡ias, adem¡ás, de los Arts. 256 de la Constitución, Art
7 del Código Civil y 15 del Código Procesal Civil.

El accionante considera en cuanto a la Acordada 1005, que la misma es contradictoria con la


Constitución Nacional como en su artículo 131 "De las Ga¡antias", y al tratarse aquella, de una
norma inferior, no puede estar reglamentada de otra foma más que por una ley que posea el mismo
orden jeriL¡'quico.

Respecto con la Sertencia Definitiva N' 24 del 8 de mayo de 2018, emanada del Juzgado
Penal de Garantlas No 4, se observa que la misma hace un relato sircunstanciado de los hechos, asi
a< (J- como relata las alegaciones de cada parte. Po¡ tar¡to, no puede concluirse vulneración alguna del Arr.
7 de la Constitución ya que se ga¡antizó el derecho a la defensa de la En otro aspecto,
lución recur¡ida ha sido fundada segun el c¡iterio del l siderando Ios elementos
y aplicables al caso conc¡eto. €n sc ido, no alirm que la sea
por la mera d erjudi considerar ue se oml o los
s sosteni la de s la res bid te nroti Final
cuestiona iona¡te es la alrzaf este lemento,
¡asec a automáti vla para -se itera- sobre algo y
0r,lleñtel
cn as ordinari ar n claro que los j rel
.ti la aplicar la al caso conc¡eto, lo cual rcaliza¡ el

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t)x. oscAfl vi,¡.DovIños Ptul, Dto. \la
^uclJsTo
ejercicio de ilterpretación y argumentación, algo que se dio efectivamente en e] caso analizado, en
la misma tesitura el Art. 6 del Código Civil expresa que los jueces no pueden dejar de juzga¡ en c¿¡so
de silencio, oscuridad o insuficiencia de las leyes.

Lo debalido, pues, radicó en la aplicación de la Ley N" 5.282 "De libre acceso cíudadano a
'
lo información pública y tansparencia gubernamental sobre un órgano del Estado, como
el'cctivamente lo es la Contraloria General de la República. Ese mismo cuerpo normativo dispone en
su Art.2. inc. "e". que esa institución del Estado es una fuente pública de infbrmación y, en
consecuencia, las disposiciones de la ley se aplican a ellas. Por ta¡to. el juzgado aplicó la ley y
argumentó el porqué se aplicaba sobre el caso concreto. Asi. la tesis de la errónea aplicación de la
ley, no puede ser alegada ni considerada como una causal para declarar inconstitucional el fallo.
Sobre el Auto lnterlocuto¡io N' 366 del I 1 de mayo de 2018, emanado del mismo juzgado,
nace de un ¡ecurso de aclaütoria prese¡fado por la Contraloría General del República. En el citado
recurso, la recurrente solicitó aclarar el plazo dentro del cual debía cumplir la resolución de primera
instancia dictada. El mismo fue atendido por el juzgado, resolviendo de mane¡a favorable y
aclarando. inclusive, algo que no necesitaba aclararse ya que las resoluciones judiciales se cumplen
de manera inmediata (salvo ot¡a disposición dispuesta por el Juzgador). Por tanto, no asiste razón
alguna para declarar inconstitucional el mencio¡ado fallo.
Frente a la resolución de primera instancia y el Auto lnterlocutorio emanado, la Contraloria
General de la República interpuso recursos de apelación y nulidad, a través del cual, entre otras
cosas, a¡gumentó el principio de ir¡etroactividad de la ley como uno de los fundamentos para la no
aplicación de Ia Ley N' 5,282. El Acue¡do y Sentencia No 30 del 7 dejunio de 2018, emanado del
Tribunal de Apelación en lo Penal de la Prime¡a Sala. resolvió confirmar parcialmente la resolución
de primera instancia. Por su parte. el Acuerdo y Sentencia N' 32 del 15 dejunio de 2018, del mismo
tribunal, resolvió un recu.so de aclaratoria nuevamenle presentado por representantes legales de Ia
Contraloria General de la República. Po¡ lo demás. no se observa ningrura violación a los derechos
procesales de la recurrente. como tampoco se observa alguna arbitra¡iedad de la sentencia, debido a
que Ia misma fue debidamente motivada por los integrantes del Tribunal, poseyendo inclusive un
voto er¡ disidencia. En consecuencia, mal podria pretender la recurrente que esta Sala Constitucional
de alguna manera se "adhie¡a" al c¡iterio de ese magistrado, conviniendo, como ya hemos
expresado, a esta instancia e¡ una terce¡a vía. Empero, si corresponde rel'erirse brevemente sob¡e el
tema de la irretroactividad de la Ley N" 5.282. debiendo expresar los argumentos por los cuales no
procede la posición asumida por el accionante. En esencia, la cuestión trató sob¡e la aplicación del
Art. 28 de la Constitución que tan solo fue reglamentado por la Ley No 5282 en20l4, es así que el
derecho a la infomación es un derecho humano y, como tal, no puede estar sujeto a
reglamentaciones legales para toma¡ operativo su ejercicio. Admitir esla tesis sería, justamente,
inconstitucional debido a que el Art. 45 expresamenle dispone qu e " ... La /blta de ley reglamento a
no podrd ser invocada pqra negar ni para ñenoscabor algún derecho o garantía".

Otro punto al que coÍespo¡de refe¡i¡se es a la supuesta violación del Añ.36 de la


Constitución. Las declaraciones juradas de bienes y rentas no forman pane del patriñonio
documental de los decla¡a¡tes. No son documentos (titulos, certificados, cafa§, ctcétera) gcnerados
en las relaciones personales -lhmiliares o comerciales- de esas personas, sino una declaración
referida exclusivamente a su situación patrimonial global en un determinado momento. Si bien es
cieño que contienen inlbrmación que consla en asientos registrales, corresponde precisar que el
acceso a los asientos registrales !g-i4gü!g el poder acceder a toda la información ob¡ante en los
titulos que han dado origen a esos asientos, cuando e¡ ellos se encuentran volcadas las relaciones
comerciales y/o familiares de los comparecientes en los actos ju dicos que dichos titulos
instrumenta¡, ya que esa inlbrmación se encuentra. ¡azonablemente, comprendida por el derecho a
la inviolabilidad del patrimonio documental consagrado en el An. 36 de la Constitución, en relación
con el derecho a la intimidad, también consagrado en el Art. 33 del mismo cuerpo legal.

Quedando aclarado los derechos en juego, esto es. la publicidad de los asientos registrales,
por un lado; y, por el otro lado. la reserva de los titulos en los que se encue¡¡tra¡ volcadas las
relaciones comerciales y/o familiares de los comparecientes en los actos jurídicos que dichos títulos
¡.cctóx »pINCoNsrrrucroNALIDAD
ffii§""n$t"" PRoMovIDA PoR LA CoNTRALoRIA
GENERAL DE LA REPÚBLICA EN Los
§/o,|usrrcn AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEÑoR JUAN cARLos LEZCANo
FLECHA c/ coxrRAloúe GENERAL
DE LA REPUBLICA.

xs§
tan y que son la causa de lo transcripto en tales asientos, se a¡monizan todos los derechos
ntales en discusión. Concluyendo que es perfectamente factible, considerar pública la
que consta en los asientos registrales, no así la que consta en los documentos que dan
a esos asientos registrales

_ Respecto con la Acordada N' 1005 de la Corte Suprema de Justicia que tiene por objeto
reglamentar el procedimiento judicial derivado del Título VII de la Ley N' 5.282, cabe analizar dos
cuestiones que son Íi¡r¡damentales. En primer lugar, ¿la aplicación de esta normativa ha causado
algún perjuicio concreto que llevó a la lesión de algún derecho constitucional? Como ya se ha
señalado, ni¡guna de las resoluciones cuestionadas se halla afectada ni posee un vicio de
a¡bitra¡iedad ni los derechos procesales fueron wlnerados, por lo que, iterando, ninguna gara¡tia
constitucional fue !,ulnerada. Cabe señala¡ también que, la Contralo¡ia General de la República no
demostró el perjuicio real y concreto que supuestamente ocasionó la aplicación de esta Dormativa,
m¡is allá e cuestionar la lalta de competencia de la Cone Suprema de Justicia para dictar esta
ión, así como la indicación de que el procedimiento con el cual se debia encausar la
nJ cial reconocida en la Ley N' 5.282 debió ser la de un procedimieoto ordina¡io.
n1 al mencionar el instituto del ¿rmparo como vía idónea, cuestiona que no se dieron los
constitutivos, es decir, particularmente la omisión manifiestamente ilegitima y la
. Al respecto, este Magistrado se permite manifesta¡ que dicha normativa no transgrede
principio constitucional, en primer lugar porque ninguna normativa puede declararse
itucionalper se, en abstmcto, si no sc demuestra un pe{uicio real en su aplicación, cuestión
visto, no se dio en todo el proceso, ya que la Contraloría General de la República
sarrollar ampliamente sus cuestionamientos y ejerció e¡ todo momento su derecho a la
nsa, adem¿is de agregar que los juicios de ampa¡o no causan estado. Er¡ segundo lugar, la
N' 1.005 establece el procedimiento que ya se halla plasmado en la ley, no solo en la Ley
N' 282 sino en la Ley 1/89 que reconoce el derecho a la protección judicial, Art. 25 que en esencia
feco e el procedimiento del amparo cuando dicta el derecho a un "recurso sencillo y rápido". Por
ello. Ley N' l/89 se complementa con la Constitución y con la Ley N' 5.282. La Acordada N"
1.005 incula cuestiones ya establecidas de manera legal y convencional.

Ahora bien, más allá de los fundamentos que sustentan la constitucionalidad de la Acordada
N" 1005/ 14, la pretensiól de la Contraloria General de la República de buscar que por via de acción
se estudie la eventual inconstitucionalidad de una norna invocada por e¡ amparista al ñr¡dar su
demanda y no atacada por vla de excepcióri por la aqui actora es directamente inoponible a tenor de
establecido por los aniculos 538, 546 y 5ó2 del Código Procesal Civil.
Sobre el fbndo de la cuestión, que es la interpletación del Art.28 en relación con el Art.
104
la Constitución, se puede añrmar que ambas normativas son complementarias y deben ser
§ o. de manera sistemática. Así, el derecho a informarse también se aplica sobre un
ento tan impoñan te como la decla¡ación de bienes )' y los registros que de ahÍ se
gen La misma Constitución e lece I obligaci pre entar este documento a la
C ria Generai de la República como lmos. e públ de inform¿ción y como tal
ornar so bre los stros e rone§ que públicos. c rdo y
Senten aN'30se entó c qué ¡l decla¡aci .i eben
cons públicos. apl n parcial" de o11

0l *anu¿l el Decreto 4.064. rel de estos datos públi


al ncipio de que toda par en el y coadyuvar a preven
denun pot enciales casos CI on s constituci democrát evan a hacer
interés genc el cular En este caso. Ias c stancias llevan a

Albe
f,ur{u(
únÚ0I¡ CVo&ntina tre6Qoffi
Prul Dro
D¡. OSCAR ¡UGUSTO A VAImflXOS
/
concll¡ir que el derecho a la int'brmación, es un derecho constitucional que autoriza a cualquier
ciudadano, a conoce¡ el contenido de las declaraciones juradas de bienes y rentas a través de las vías
conespondientes como se hizo en este caso con las decla¡aciones juradas de funcionarios públicos.
Finalmenle, de este modo, tenemos que la información solicitada versa sobre funcionafios
públicos, el objefo es un documento público, Ia fuente es pública y la infbrmación es altamente
relevante.
Po¡ los fundamentos expuestos precedenteme[te y por el criterio ya sostenido en fallos
anteriores, entre ellos en el calificado, por muchos, como histórico, dictado por esta misma Corte
Suprema de Justicia, el Acuerdo y Sentencia N". 1.306, del 15 de octubre de 2.013, este Magistrado
vota por el ¡echazo de Ia presente Acción de Inconstitucionalidad promovida tanto contra las
resoluciones dictadas en el juicio de Amparo, como co¡tra la Acordada N' 1005 de la Corte
Suprema de Justicia que reglamenta el procedimiento judicial de¡ivado del Titulo VII de la Ley N'
5.282"De libre ¿tcceso ciudadano a la inlormación pública y transparencia gubemamental".
En cuanto a las Costas, este Magistrado considera que las mismas deben ser impuestas a la
pafe pe¡didosa de conformidad a lo dispuesto en los articulos 192 y 205 del C.P.C.
ES MI VOTO.

VOTO DE LA MINISTR{ MARíA CAROLTNA LLANES OCAMPOS

Observa¡do la acción planteada coÍesponde examina¡ la viabilidad de la misma como medio


de impugnación contra las ¡esoluciones judiciales dictadas en primera y segunda instancias, en el
presente Juicio de Ampa¡o, así como la Acordada N'1005/15 invocada.

En efecto, el procedimiento previsto para la tra$itación del Amparo constitucional, el


C.P.C. establece en el art. 581 que la resolución recaida en segurda instancia causqrá ejecutoria.
Mientras que el art. 582, modilicado por la Ley N"600/95 exige la remisión de las actuaciones a la
Sala Constitucional de la C.S.J., cuondo seq necesario determinar la constitucionalidqd o
inconstilucio alidad de alguna ley, decreto reglamento; sin suspensión del proceso hasta llegar al
estado de sentencia.

En el presente caso no se realizó la referida remisión en dicha fase procesal, sino se interpuso
una accióo de inconstilucionalidad contra las sentencias de primera y segunda instancias, además de
la acordada. impugnando sus decisiones.

El art. 132 de la C.Nacional inviste de competencia a la C.S.J. para declarar la


ihcohslitücionalidad de las normas jurídicas y de las resolucíones judiciales. en la forma y con los
alcances establecidos en esta Constit ción y en lo ley. Por *t pafe el art. 134 de la C. Nacional
prescribe que ¡as s¿¡rlencías recaídas en el amparo no cqusatán estado.

Y atendiendo que se esgrimen presuntas a¡bit¡ariedades en la formulación de las decisiones


impugnadas, a c¡ite¡io de esta magistratura suge su revisabilidad ante esta instancia; atendiendo
que ef aí.556 del C.P.C. establece que la acción de inconstitucionalidad procederá contra
rcsoluciones de los jueces y tribunales cuando a) pot sí mismas seafi \Jiolato as de la Constitución,
y b) se funden en una ley, decrelo reglamento u otto acfo normhtito de auloridad, controrio a lal
Constitución eñ los témlinos del art. 550. En atención a esta normativa se puede concluir
afirmativamente sobre la viabilidad del medio impugnaticio incoado.

Por lo que corresponde el análisis de lo sustancial, Se observa que a fs. 40/52 el


representante de la C.G.R. impugna las sentencias: S.D. N'24 del 8/05/18 y su aclaratoria A.l.
zA.,ConrE ncctóx rs INCoNsTtTUcIoNALIDAD
PRoMovtDA pon Ll coltnnlonia
fffi*§'lSupn¡¡¡t¡. Gf,NERAL DE LA REPÚBLICA EN Los
w9/,.Jusrrct.A AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMO}'IDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ colrru¡-onia Gf,NERAL
DE LA REPUBLICA.
1§1§

I ll/05/18; A. y S. No30 del 07/06/18 y su aclaratoria A. y S. N'32 del 15106/18; y la


de la C.S.J. N'1.005 del2l l09l15.

Esgrimiendo como agravios, la arbit¡ariedad de las sentencias al admitir el Amparo como via
para acceder a las declaraciones juradas de los fu¡ciona¡ios y autoridades públicas, no hallándose
este punto expresa¡nente incluido en la Ley N'5282/14 Acceso a la Información Pública y
Transparencia G beruameñta| (cat logada por el acciona¡te como ley general); ater¡diendo que el
acceso a las DD.JJ. de los fünciona¡ios prlblicos está supeditado, a la autorización expresa del
declarante faculte a la C.G.R. a través de los órganos jurisdiccionales, según el art. 3" inciso 5'
de la Ley N" 033/13 oue reglamenta el a . 104 de la Constítución Nacional de la Declaración
nes y rentas, acliyos, pasivos de los funcionarios públicos (catalogada pot el
¿lccl ley especial). Modificada por la Ley N'6355/19.

respecto a la Acordad¡ No 1005/15, manifiesta que no es Ia vía para reglamentar el


ento de una ga¡entia constitucional, que solo puede ser reglamentada por ley. Expresa,
o, que esta acordada reglarfle¡ta contradictoriame[te la via de impugnación de la
al establecer la vía contencioso adminis&ativa y en su defecto la via excepcional, el
Invoca la violación de los arts. 16. I7, 137 y 256 de la C. Nacional

pane el amparista a fs. 75199 manifiesta entre ot¡as cosas, que no se halla en juego el
a'¡
c a la inviolabilidad del patrimonio documenral sino a la información que sobre algunas
obran en fuentes públicas de información que no reviste la caracteristica de secreta o
rese requiriendo el rechazo de la acción de incoNtitucionalidad interpu€sta.

Fiscalía Ceneral del Estado a fs. 125/32 previo examen formal y sustancial de Ia acción,
solicita rechazo de la preser¡te acción de inconstitucionalidad, alegando que no se conñgura la
bit¡aried ad ni violación constitucional, en las decisiones impugnadas.

Expuestos los extremos, corresponde analizar los bienesjurídicos involucrados, el acceso por
parte de la ciudadania a la información emanada de fuentes públicas, concretamente a las
larac iones jurad¡s de bienes y rcntas de funcionarios públicos, y sus implicancias con ot¡os
a§ individuales de las personas como l¡ inviol¡bilidad del patrimonio documeotal, si¡
ju dicial, Tratándose de bienes protegidos por la Constitución Nacional, corresponde aralizar
el ni de los inte¡eses en juego -interés general pa¡ticular- a una ponderación de
los a la luz del modelo politico-j

efecto, cabe r que. en ma o rcpubli el ge e¡


y, la sobe radica cn lo (C la So ia) q e¡ a tra del
lge aoridades y los cuentas de su gesti
pers por las i Ia Siendo I
pu blicidad, un caracter ística sistcma ,el o¡ganlza en
fbrma t¡ipartit erigida sobre pios ,c equilibrio y control
(CN. ar. 3" Poder Púbtieof

Albe lr rm 0n

QJdett¡ro
w&lUL1
RIXRA ht, gaw
v
DR.oSCAR r valmv os Prcl. Dt
En el contráto social celebrado, se han establecido potestades, atribuciones y obligaciones a
los mandata¡ios (autoridades y funcionarios) que necesariamente deben ser controladas, por los
órganos de control y la ciudadanía, para que se efectivice dicho pacto republicano.

Entre ellas la declaración jürada de bie¡¡es y rer¡trs que juatamente con la rendición de
cueÍtas, constituyen la herramienta democrática por excelencia, para evitar el manejo indebido, la
comrpción o los desbordes en el ejercicio del poder. En esta concepción, ambos instituros se erigen
al mismo tiempo como un derecho y utr deber, Un derecho del mand¡nte (el pueblo) de conocer
el e$ado patrimonial de sus mandatarios (autoridades y funcionarios), en quienes ha depositado sr-r
conñanza; y un deber de los mandal¡rios de rendir veraz y oponunamente dichos reportes sobre la
gestión asumida (a¡t. 28 C.N.).

Por lo que, al ingresar a la fünción pública. la primera exigencia radica en la presentación de


la decla¡ación jurada de bienes y rentas ante la Contr¡lorí¡ Gener¡l de la República, órgano
constitucio¡al, extmpode¡ fiscalizador de la administración y gestión pública de los t'uncionarios;
que además fue instituida legalmente -entre otras- como institución luenle de inform¡ción públicá;
que conforme la definición constitucional, son libres paro todos. Estando dicha exigencia
supeditada a modalidades, plazos, actualización constante y sanciones pecunia¡ias en caso de
incumplimiento.

Los gobemantes y funcionarios deben someterse a la inspección pública; deben explicar y


justifica¡ sus actos y deben estar supeditados a las sancio¡es en caso de incunir en falta o ilegalidad.
Pa¡a eso. las democr¿cias ponen en marcha instituciones, procedimientos y leyes que van desde. el
,cceso ! la información cn manos del gobie¡no por parte de los ciudadanos, hasta la remoción
de los gobernantes mediante el voto; desde la implementacién de cortraloí¡s admiristr¡tivas
hasta la corrección o sa¡ción por pa¡te de otro poder, eljudicial o el legislativo. Respondiendo a esta
concepción del ejercicio del poder y el derecho, se han constituido las instituciones republicanas.
previéndose sus atribuciones y obligaciones, limites, alcances, sanciones y consecuencias.

Pot LÉy 97711.996 Paraguay ap¡obó la Co¡venció¡ Inleramericana de la OEA contra la


Cor¡upció¡; comp¡ometiéndose a implementar. entre olras cosas:

Attícrlo III. Me.lidas prevenlivas


A los fines erpuestos eñ el Artlculo II de esta Coneefición, los Estados Pafies coh'rieheñ eñ
considerar la aplicabilidad de medidas, denlro de sus propios sistemas inslitucionales, des¡inddos a
crear, mantener y.fortalecer :

l. Normss de conducta para el correcto, honorable y adecuado cumplimiento de las funciones


públicas- Estqs normas deberáh estar o entadas a prceenir conlíctos de inlereses y asegurar la
preservación y el uso adecuado de los recursos asignados a los fukc¡onorios públicos en el
desempeño de sus funciones. Estableceún también lqs medidas y sisteños que erijan a los
.funcionorios públicos informar a las autorídades compelentes sobre los actos de corrupción en la
.función pública de los que lengah conocimiekto. Tales medidds ayudatán a preservar la confianza
en la integridad de losfuncionarios públicos y en la gestión pública.

2. Mecanismos para hacer efectivo el cumplímienlo de dichas nornos de conducla.

3. lnstrucciones al personal de las ent¡dqdes pública§, que oseguren la adecuado comprensión de


sus responsabilidqdes y las normas éticas que rigen sus aclividades.
lcclóx nn INCoNSTITUctoNALIDAD
ffir§u"r$t"" PRoMovtDA pon La conttatoni¡
GENf,RAL ne L¡. nuúnLIcA EN Los
§flo,Iusrtcrn' AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑoR JUAN CARLOS LEZCANO
FLECHA c/ coxrneLoníl GENERAL
DE LA REPUBLICA.
1$§
uos pora la declaración de los ihgresos, aclivos y pasivos pot parte de las personas que
npeñan Íuhcíones públicas en los cargos que establezca la ley y para la publicación de tales
ioñe s c uando co te spo nda

5. Sistemas parq la contqtación de f ncionaios públicos y para la adquisición de bienes y


servicíos pot pa e del Estado que aseguren la publicidad, equidad y elicíencia de lales sislemas.

6. Sistemqs adecuodos paro lo recaudación y el contol de los ingresos del Estado, que ¡mpidan la
coüupción.

7 L eye I be neJi ib ualqui ef¿ lLie


qsignqci n violación de la legislac¡ón contra la corrupción de los Eslados Parles

prcteger a los funcioharios públicos y ciudadakos particulares que denuncien de


de corrupción, incluyendo la protección de su identidad, de conÍotmidad coh su
y los p ncipios.funddmentales de su otdenamiento jwidico inlerno

de conlrol superior, con el fin de desatrollar ñecañismos modernos para prevenir,


sancionar y erradicar ld,s prdclictis coftuplas.

l
imp¡dan el sobo o de ncionaños ptiblicos nac¡ohales y ex¡ranjeros, lales como
ot para asegurar que lqs sociedades mercanfiles y otos tipos de asoc¡ociones manlengan
que rcflejen con eractilüd y rdzonable detalle Ia adquisición y enajenación de activos, y
que es ezcan suficientes conlroles contables inlernos que perñilah a su personal deftctar actos
de cor.

para estimulqr la participdcióh de la sociedad civil y de las organizaciones no


os
gubernamentales en los esfuerzos destinados a prevenir la corrupcíón.

El estudio de otrus medidas de prcvehción que lotfien en cuenla la relacióh enlre uhd
ió equílativd y la probidad en el senicio público.

Por Ley N'2.535/ 2003, Paraguay ratiticó la Conveüción de las Naciones Unidas contra la
rrupc ; por la que se comprometió a legislar e rpo ra¡ los meca¡ismos para prevenir y
batir corrupción pública estatal, entre los q se de

I
.final la presente Convención ¿s

r y fortalecer las ucdidas püa batit eficoz y iehtemente la


<'-.--/,/,

..< Alberlo artine¿S¡món

UUMIR
,ieqoi#h,
I,

DR. OSCAP v^¿rovnos


^TIGI]§TO ^
b) Promover, focilitar y apoyar la cooperación internacional y la asistenciq l¿cnica en la
pretención y la lucha contra la corrupción, incluídt la recuperación de activos;

c) Promover la integ¡dad, la obligación de rendir cuentas y la debida geslión de los asu¡1tos y los
bienes públícos.

A lculo l0 lnfomación pública


Hobida cuenta de la necesidad de combatír la corrupción, cada Estado Parte, de conformidad con
los principios fundanentales de su derecho interno, adoptorá las tfiedidas que sean necesarias pata
aumentar la transporencio en su administración público, incluso eh lo rclaliyo a su organización.
funcionamíen¡o y procesos de adopción de decisiones, cuando procedo. Esas medidas podrán
i cluir, enlrc otras cosas:
a) La inslduración de ptocedimientos o reglameklacioñes que permitak al público en general
oblener, cuqndo prcceda, información sobre la organización, el litñcionamiehto y los procesos de
adopción de decisiones de su administrución pública y, coh el deb¡do respeto a la protección de la
ihtimidad y de los dalos personales, sobre las decisiones y actos jurídicos que incumban al público:

b) La sinpliJicacíón de los procedimientos odminis¡rativos, cuando proceda, a fin de facilitar el


acceso del público a las autoridades encqrgadqs de la adopción de decisiones; y

c) La publ¡cación de información, lo que podni incl ir informes pe ódicos sobre los riesgos de
conupcíón en su administración públ¡ca.

En este contexto normativo, la declaración jurada de biekes y rcntqs, es urio de los


mec¡nismos de control, que tie¡e el Paraguay -a tmvés de la Contraloria General de la República-
para fiscalizar el movimiento patrimoni¡l de los f¡rncionarios públicos, m¡entras preslen
servicios en el Estado. Es básicamente un mec¡nismo de prevenciótr y detección de l¡ corrupción
porque registra el manejo patrimonialdel funciona¡io en dos momentos fundamentales de su gestión
-el ingreso y la salida- permitiendo la contrastación y eventuales acciones administ¡ativas, judiciales
o políticas. La declarac¡ón jurada de bienes y rentas es u¡a manit'estación expresa, obligato¡ia y
periód¡ca realizada por aquellos, en la que deben exponer información ver¡z sobre sus bienes
patrimoniales, activos y pasivos; de manera que la Contraloria pueda contar con datos ciertos que Ie
permita contrastar con otros elementos, en caso de inconsistencias o sospechas de inegulañdades o
ilicitudes, pudiendo incidir eventualmente, en procesos administ¡ativos, judiciales o políticos.

Aho¡a bien, la accesibilidad a esta infbfiiación pública, surge de su propia esencia. AI ser
información proveniente de un funcionario público y registrada en una fuente pública Ja C.C.R.-
según la Lcy No5282ll4 Acceso a la lnformacióh Pública y Transparencia GubernafientaL art.2o
No I literal e) es información pública, delinida en el No 2, como: Aquella producida. obtenida
bajo conlrol o en poder de las .fuentes públicas, independíentemente de su f<trmato, soporte. .fecho
de creacíón, o gen, clasilcación o procesamiento, sabo que se encuentre establecida como
secreta c¡ de corácter reservado por las leyes. Todo lo que contenga la declaración jurada de bienes
y rentas, que no esté expresamente tipificad a como i\forr ación sens¡ble, secreto o resen-ada, e¡ la
Iey: debe estar disponible para quien desee conocerla, tal como lo prevé el art. 4. de la Ley No
5282114 Acceso a la Información Pública y Traksparcncia Gubern.¡üental.

Parte de esa información (conrenida también en las DD.JJ.). como los salarios percibidos
por los funcionarios públicos ya están publicadas en las respectivas páginas institucionales de cada
ACCIÓN DE INCoNsTITUCIoNALIDAT)
ffi§3,8h" PRoMovrDA PoR LA coNTRALoRíA
CENERAL DE LA REPÚBLICA EN Los
§/"'lustlctL AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ coNrn llonia GDNERAL
DE LA REPUBLICA.
1§1\
estatal, a partir de la Ley No 5189/14 Que establece lu obligatoric¿lad de la üovis¡ón de
tiones en el uso ¡le los recursos públicos sobre remuneraciones y otrqs retibuciones
asígnadas al servidor público en la República del Paraguay

En virtud a esta normativa se exige que los organismos del Estado, pr.rbliquen en sus
respectivos rtales electrónicos, ...su esttuclura orgánica y la kómiha cottpleta de los
Jitnci ñanentes y contratados y de elección popular, incluyendo número de cédula de
de ingreso, salarios, dietas o sueldos que corresponden a cada cargo, gaslos de
, bonifcaciones, discriminadas pot cada uno de los conceptos establecidos por l.ts
ivas, premios y gratilcctciohes especiales- Debiendo actualiza¡lo tras cada ejercicio

puede colegir entonces que parte del contenido de la declaración jurada de bienes y
de los funcionsrios públicos, cuya accesibilidad pública hoy se controvie¡te, y¡ adquirié
público desde la vigencia de la referida ley; resultando obvio que no requeúían autorización
deljuez para acceder a ellas.

a la información revest¡da por el secreto b¡ncario, así como la información


catal como reservada, sensible o excluida de todas las personas, sean particulares o
auto y funcionarios públicos (Ley 1682/0ll Ley No5033/13)i no caben d¡¡das de que, si,
que de autorización personal o judicial para acceder a ellas. Por lo que, si se hallamr¡
en una declamción jurada de bienes y rentas, esas especificas info¡maciones ¡o
podrían estar en libre disponibilidad o ser entregadás sin consenlimicnto del afectado o sir¡
¡utorización judicial. Pudiendo incurirse en responsabilidad penal inclusive en caso de divulgarse
sin esas exprcsas auto¡izaciones.

Respecto a la Acordada N"1005/15, se observa que la C.S.J. en uso de sus at¡ibuciones


constitucionales y legales ha reglamentado la operativización del derecho al acceso a la
información pública, arbitrando los mecanismos constitucionales y legales para concretarlo. En
e sentido, siendo la acción de amparo r¡na garantia consagrada constitucional y legalmente para
¿tbitra¡iedades en el acceso a los derechos, la rte hai¡dicado la via judicial
idónea peticionar en caso de denegación táci delai pú ca solicitada.

dicha ocasión. la Corte no ha unn petenc va del


sino ha org¡nizado la implem ci(in dcl ml toj igcn la
materia N./Derecho I c.), pl¡cac¡ón. I 'la cual 5e
arbitrariedad alguoa que conlleve acl os constitucioñal

Por todas consideraciones YJ corresponde acción de


nconstitucion ad interpuest¿ contra resoluci acordada referidas, iendo la
de ostas cn el orden cau

Alberto ín IMa nez


ASI oTo
,A\a@Qory{q
It, l{ltüD§ t¡LLrllB0 al
Pr[. D 0
Dt.oscAR PAWA VALDOVINOS
VOTO DE LA MAGISTRADA MARIA MERCEDES BUONGERMINI

Se ha planteado aqui la inconstitucionalidad de un acuerdo y sentencia dictado en el marco


de un procedimiento de amparo, dirigido a requeri¡ y obtener información pública. conforme con la
Ley N" 5.282/2014, De Libre Acceso Ciudadano a la Información Pública y Transparencia
Gubemamental.

La inconstitucionalidad se predica ta¡to del fallo mismo que ha hecho lugar al pedido de
infbrmación pública, como, indirectamente, de la Acordada No 1005. de t'echa 21 de septiembre de
2015, que ha reglado el procedimiento judicializado de requerimiento de información pública,
acordada ésta que también ha sido impugnada en cuanto a su constitucionalidad-

En primer lugar, se tiene que atender la cuesdón relaliva a la posible inconstitucio¡alidad de


Ia Acordada N'1005/15. la cual, como hemos dicho, ha establecido un procedimiento general para
atender los casos de judicialización de reque¡imiento de información pública. Esto debe examinarse
con ca¡ácter preliminar, pues atañe a la via y t¡ámite que ha sido empleados para el dictado de la
resolución que se ataca de arbitraria. Respecto del punto, se observa que la hoy acciona¡lte,
Contraloria General de la República, repartición de derecho público creada por Ley, no ha disputado
ni discutido en su momento la vía que se ha empleado en la tamitación y resolución de la litis
originada en el pedido de info¡mación incoado contra dicha entidad, como se observa del expediente
de amparoi en efecto, durante ese juiclo ha consentido plenamente el trámite que se le imprimió al
litigio. y es recién aiora. en la acción de inconstitucionalidad. que se agravia y plantea la cuestión.
Ante tal circunstancia, no cabe sino decir que, al habe¡ consentido la via y el trámite, y no haberse
opuesto oponunamente, la Contaloria General de Ia República carece a hoy de interés para disputar
la conslitucionalidad de la citada Acordada, que solo reguló Ia citada via y tramitación judicial del
pedido de información cuando éste fuera conflictuado.

Po¡ lo demás, esta magistratura entiende que la via co.recta para i¡coa¡ un pedido de
información pública, denegada por la entidad. órgano o repartición públicos. es, precisamente el
ampa¡o constitucional, como ya se expuso en el Acuerdo y Sentencia No 5l de fecha 02 de mayo de
2008. diclado por la Tercera Sala Civil y Comercial de la Capital, en los autos: "Juicio "Félix Césa¡
Picco Ponillo S/ Amparo", ocasión en la cual integró, como miembto natural, el órgano
jurisdiccional que se pronunció por primera vez sobre un pedido de información pública, haciendo
lugar al amparo y otorgándo el mismo. De modo que. aun cuando la cuestión de la
constitucionalidad de la Acordada N'1005/15 se hubiera planteado oportunamente -en el ma¡co del
ampa¡o cuya sentencia ahora se impugfla- Ia hipotética decla¡ación de inconstitucionalidad carecería
de tascendencia, al ser conecta la via empleada. En cr.¡anto a esto último, no debemos olvidar que el
amparo es una gara¡tia constitucional para hacer valer derechos constitucionales ilegitimamente
conculcados por una autoridad o por un particular, que por la urgencia del caso no pueden transitar
la vía de un juicio corriente; la vía del ampa¡o es residual, en el sentido de que se requiere que no
exista un medio idóneo, capaz de atender satisfactoriamente los derechos constitucionales que están
en juego o que se reputaJl lesionados, coniorme lo indica el art. 134 de la Constitución de la
República. Ahora bien, el derecho a Ia información es, sin duda, u¡ derecho fu¡damental, tutelado
por nuestra Constitución; y en cuanto a la urgencia de su atención. debemos reconocer que ella
existe. pues. como se dijera en aquélla oportu¡idad primera, al resolver el a¡tedicho amparo en la
Sala Civil y Comercial, la información es un elemento básico de las sociedades y de la convivencia.
que permite a las personas tomar sus decisiones vitales eD orden a p¡oteger sus otros derechos y
cumplir sus deberes como miembro del grupo social, y a panicipar en Ia vida pública: esto adquiere
,ArConrr lcc¡óx »rrNcoNsrtructoNALtDAD
lffi*'Bts)Supnrul PRoMovtDA PoR LA coNTRALoRiA
GENERAL DE LA REPÚBLICA EN Los
§/o,|usrlcrn AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
PLECHA c/ coxrnu,onir cENERAL
DE LA REPUBLICA.

yor relevancia si se considera la sociedad actual, en la cual la información es constantemente


te y renovada, y en la que una información desactualizada o directamente ausente puede
la vida, la salud o Ia libertad de propios y ajenos, como las circunstancias por las que está
at¡avesando hoy la humanidad nos lo han demostrado. Asi pues, no es pertinente sostener que el
requerimiento de info¡mación pública carece de urgencia; la via judicial, entonces, para procura¡
coactivamente su otorgamiento es la del amparo. Así también, y en ese sentido, se han pronunciado
decla¡aciones de de¡echos humanos en el sistema ONU: "el derecho a saber [es] son
para promover la democracia y asegurar el respeto de todos los derechos humanos y las
li tales, la libenad de expresión y el acceso universal a la inibr¡nación son
s esenciales de sociedades del conocimiento integmdoras, [...] el derecho a la
n es parte integrante del derecho a la libe¡tad de expresión, y que ambos son pilares
de la democracia y de todos los oúos derechos y libenades,[...] el derecho a la
ón es primordial para adopta¡ decisiones con conocimiento de causa, para la panicipación
vida democrática y para fome¡tar la transparencia y la rendición de cuentas [...] el derecho a la
n contribuye decisivamente a p¡omover la autor¡omía de la población y a fonalecer la
ívica, asl como a promover la igualdad de todos los gmpos de la sociedad [...] un mejor
a la información cont buye a fortalecer los mercados, aumenta¡ la i¡versión, reducir Ia
ilidad ñnanciera y acrecenta¡ la eficacia de la ayuda al desanollo (Decla¡ación de Brisbane,
Libe de Información: El Derecho a Saber, Co¡ferencia de la UNESCO Brisbarie (Australia), 3
dem de 2010); por su pafe, en el sistema OEA se ha dicho que "...e1 acceso a la información es
una rramienta clave para fomenta¡ mayor eficiencia y eñcacia en las acciones del estado,
espec enle en el manejo de recursos públicos y es ese¡cial pa¡a la rendición de cuentas y la
t¡a¡¡sparencia de sus operaciones, Asimismo, p¡omueve mayor responsabilidad en el respeto y
de los derechos individuales. asi como una mejor atención a las necesidades y demandas
públ [...]El Acceso a la Inibrmación es una henamienta clave para la participación ciudadana
ma democrát¡co, así como también indispensable para obtener un electorado infbrmado y
s Ñ6¡rÚ¡ ionamiento adecuado del proceso político. [,..] El acceso a la información es un
to clave para el ejercicio de otros derechos tales como derechos económicos, sociales y
cul . Es decir, el derecho a la información permite a los ciudadanos definir cienas
unstancias que pueden af'ectar su vida cotidiana y desarollar la capacidad para toma¡ decisiones
informadas y acciones concretas con el fin de mejorar sus condiciones de vida. [...] El acceso a la
formación es fundamental debido a que a través lai lon v a se pueden
riesgos dc manera efectiva y prcmover enl s úblico§ icos tales como
salud, la educación, la seguridad pública, cl cro los derechos y
libenades, mejorando, de esta formá, la cali EI a ación Pública. un
Derecho para ejercer ot Derechos a G PE),
Organización de los s Americanos (O

Luego, jurisprudencia extranjera tam c como via idónea para


ercer el de acceso a la info¡mación e!1 lc pero uno
ilar nuestpjqlqqulrespecta del de la garantí lucional ampa¡o. Asi

*4 Albe(o

cva& ,^útoaq
DR, OI.AP vl¿00w¡ios Pftl. Dú i
^UGIJ§TOI ^
"La pretensión del amparista, no es otra que ese recurso sencillo, rápido y efectivo ante la
jurisdicción que le debe amparar ante actuaciones estatales que según alega son violatorias de su
derecho de acceso a Ia información bajo el control del Estado, cuando, además, se ven afectados
derechos y garantías tales como -entre otros- ejercitar el derecho de defensa en juicio, gozar del
debido proceso, el "habeas data" o defender la propiedad." (R., T. A. s/ AMPARO s/competencia,
Nro. Intemo: 0000000001; Sentencia del Superior Tribunal de Justicia de Viedma, Río Nego, Sala
04, del 7 de feb¡ero de 2007, Id SAIJ: SUF0026053)i Es decir, considerando que el meollo litigioso
Io constituyó el derecho a la información, los juzgado.es estima¡on que "...negar el acceso a la
inlbrmación de cualquier dato referido a generación de desechos o contaminantes compo¡ta un
enfrentamiento a Ia garantia constitucional...". [...] y que. por ende, no existe medio judicial mas
idóneo -por sus caracteristicas de rápido, expedito y eficiente- que el amparo para la protección de
los mismos." (Sentencia de la Cone Suprema de Justicia de Santa Fe,26 de marzo de 2003, N¡o.
lntemo: ASTI87Pl20, ld SAIJ: FA03090055) y otros pronunciamientos: Sentencia Cámam Nac.
Apelac. en Io Contencioso Administ¡ativo Federal. Capital Federal, Ciudad Autónoma De Buenos
Aires, Sala 03, 29 de noviembre de 2004, Nro. Intemo: 187343/0, ld SAIJ: FA04100225).

En tal s€ntido, y en escenario jurídico descrito, una declaración de inconstitucionalidad de la


Acordada N'I005/15 no es procedente.

A continuación, se acometeá la cuestión relativa a la inconstirucionalidad, en razó! de su


posible arbitrariedad, del Acue¡do y Sentencia No 30 del 07 de junio de 2018, y su aclaratoria, el Ac.
y Senl. N'32 del 15dejuniode20lS,dictadosporel Tribunal de Apelación en lo Penal de la
Capital, Primera Sala; así como de la S.D. N'24 del 08 de mayo de 2018 y su aclaratoria, el A.l. N'
366 del I I de mayo de 2018. dictados por el Juzgado Penal de Garantias N' 4.

Como bien se ha dicho en los votos que precedeo. citando al emioente constitucionalista
argentino Pedro Sagüés, la doctrina ha conceptualizado y delimitado lo que debemos entender por
fallo a¡bitrario, atendiendo a la circunstancia de que la acción de inconstitucionalidad no es. ni debe
ser nunca, una revisión del fallo que se ataca de arbitrario, dado que constituye una herramienta de
control formal del mismo, en cuanto a su adecuaciór a las garantias constitucionales de los juicios,
consag¡adas en la Cana Magna. Así, un fallo podria ser arbitra¡io, si carece de fundamentación o
ella es insuficiente, o se basa en hechos no alegados por las panes y que no pueden traerse de oficio
por el órgano, por no compromeler el orden público: o cuando en el fallo existe incongruencia
intema lógico-argumentativa, o en relación con el decisorio final, o dicha incongruencia se da
respecto del proceso, o de las partes que lo integran o que debieron integrarlo, o cuando se funda en
una ley u otra norma inconstitucional. En este último aspecto, nuesro sistema procesal establece
ciertas limitaciones para una argución de inconstitucionalidad por arbitrariedad cuando el lallo se
apoya en una ley cuya constitucionalidad no ha sido denunciada o planteada con anterioridad, por la
via pertinente, dados los térrninos restrictivos del art. 562 del Cód. Proc. Civ. Sobre este último
punto se volverá más adelante, dado que el prcceso en el cual se ha dictado el fallo que hoy se
impugna de inconstitucional es un juicio de amparo, el cual tie[e reglas procedimentales especiales
y restrictivas. que le colocan e¡ una situación tambiéü particular.

Como hemos visto. el fallo atacado decidió hacer lugar al amparo promovido y ordenar a la
Contraloria General de la República a proporcionar la información solicitada- a saber, el conte¡ido
de las declaraciones juradas de funciona¡ios públicos va¡ios. presentes o pasados. La ley invocada
fue la N' 5.28212014, en tanto que la Contraloria, al oponerce al pedido, adujo la entonces ley
N'5033/13, Que reglamenta el A¡ticülo 104 de la Constitución Nacional, de la Declaración Jurada
accróx o¿ INcoNsTITUcIoNALIDAD
pon La cor,ltulonil
ffir§r"rEL" PRoMovtDA
nr Ll
§/*|usrtcn cENERAL n¿púsr,rcA EN Los
AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLf,CHA C/ coNTRALoRÍA GENERAL
DE LA REPUBLICA.
ñ
y Rentas, Activos y Pasivos de los Funcionarios Públicos, hoy modificada por la Ley
s 5s/20 19, El debate se cent¡ó en determinar si cómo se debe entender y aplicar la Ley de
a lnformación Pública en relación con la Ley N"5033i 13 y en particular en el art. 3' de
esta úl que, en su versión entonces vigente, disponia: "La declaración jurada de bienes y rentas,
activos y pasivos debe¡á contener: l) La consignación, a la l'echa de la decla¡ación, de la totalidad de
los activos y pasivos, y de los ingresos y gastos, debidamente especiñcados y valorizados tanto en el
pars como el extranjero, con expresión de los valores respectivos, del declarante, su cór¡yuge bajo
re dc unidad ganancial de bienes, aún en caso de unioues de hecho, y de los hijos menores
dos a su patria potestad. 2) Los datos personales del mismo y de sus parientes
e¡ grado de consanguinidad y añnidad. 3) El detalle de la totalidad de los bienes
r!l administre o que se encuentren bajo su custodia. 4) La autorización expresa e inevocable
te, que faculte a la Contraloria General de la Repüblica, al Ministerio Público y al
ju sdiccional competente, a realizar todas las investigaciones que se consideren pertinentes,
en tenitorio nacional como extranjero. para determinar la veracidad del contenido de la misma,
las cuentas bancarias. 5) La autorización expresa e irrevocable del decla¡ante, que faculte a
General de la República, a través de los órganos jurisdiccionales a da¡ a conocer los
co¡tenidos en su decla¡ación jumda de bienes y rentas, activos y pasivos, conforme al
miento a ser establecido por la misma en la reglamentación correspondiente.. .".

sta Corte Suprema de Justicia, en su conformación plenaria, tiene la fácultad y el deber de


ex de oficio la constitucionalidad de las leyes en las cuales se ha fundado la cont¡oversia y la
resol del amparo, má,xime cuando el resultado atañe a derechos humanos de rango
constitucioüal y convencional, como lo son el derecho a la información, y el derecho a la intimidad
la privacidad de las personas

En efecto, la Constitución de Ia República encomienda la custodia del o¡den constitucional al


Poder Judicial, art. 247; luego, el art. 132 otorga facultad a la Cone Suprema de Justicia para
decla¡ar la inconstitucionalidad de las normas jurídicas y de las resoluciones judiciales. en la forma
con los alcances establecidos en la Constitución y en la ley; en concordancia con ello, el art. 259,

estatuir los deberes y atribucio[es de la Cone Suprema de Justicja, le asigna el de conocer y
resol sobre inconstitucionalidad. Asimismo, el art. 260 de la Cafa Magna asigna como deber a la
Sala tucional, el conocer y resolver sobre la inconstitucionalidad de las leyes y de otros
Itl normativos, decla¡ando la inaplicabilidad de las disposiciones contrarias a esta
en cada caso conc¡eto, y en fallo que sólo tend¡á efecto con relación a este caso, y
di¡ la inconstitucionalidad de deiini ot erlocutorias, declarando la
nulidad las que resulten contrarias a Co su pafte la Ley de la Corte
S de Justicia N" 609/95, nd tad ntrol consti a cargo
de la Sal aC ton al de la specl en el 260_
ya menci de la Constitución de su art. 16la sibilidad I¡
ampliac de cualesquiera de sus la Sala en se constituye, asi, en
Tal es lo que ha ido según del oncs y
reso l¡ 5. La itucional plenari conñgur co¡serva las

Alberto

--- \¡. onr rucusto lt,


ll¡Íi ru rEk\ I ow ,{}
potestades originales de la Sala simple, y las potestades que se le acuerdan al pleno. Esta solución ha
sido excelentemente expuesta por la doctrina nacional más enjundiosa (Mendonga, Juan Ca¡los.
Derecho Procesal Constitucional, Régimen Procesal de las Garantías Constitucionales" La Ley
Paraguaya, Asunción, 2012, pág, 24 y sgtes.).

Luego, en este esceriario que estamos examinando se debe considerar el an. 563 del Cód.
Proc. Civ., cuerpo normativo que contiene la reglamentación legal de Ia garantia fundaúental del
control constitucionall aquél afículo e$ablece que la Corte Suprema de Justicia, que hoy está
reunida en Pleno, "...declara¡á de oficio la inconstitucionalidad de resoluciones. en los procesos que
le lucren sometidos en virtud de la ley, cualquiera sea su natúaleza...", lo cual no hace más que
poner en acto el debe¡/facultad de la Corte Suprema de Justicia consagmdo en el art. 132 la
Constitución, ya refe¡ido, de ser el órgano de control de la supremacía y vigencia de la Constitución
de la República. El citado articulo se concuerda, además, con los arts.540 y 541 del Cód. P¡oc. Civ.,
que previenen que el allanamiento o el desistimiento no impiden el control oñcioso de
constitucionalidad de la norma que se ha de aplicar en la soluc¡ón de una controversia j udicial, con
lo cual se hace evidente que la cuestión de la inconstitucionalidad normativa, de las norñas que han
de servir de base juridica para el dictado de una resolución judicial. no es disponible por las partes,
dado que en ello va involucrado el orden público. Lo así expuesto es completamente entendible,
pues, en efecto, resultaria inadmisible que la Corte Suprema en pleno, en tren de juzgar un asunto
que le es sometido, obvia¡a su deber de control de constitucionalidad de las normas que tiene que
aplicar, precisamente, en la resoluciól de dicho asunto y se viera compelida a emplear en ello una
no¡ma cont¡a¡ia a nuestra Carta Magna. En tal sentido, la exposición de motivos de la no¡ma
procesal es muy clara cuando indica: "En lo relativo a la decla¡ación oliciosa de la
inconstitucionalidad por parte de Ia Cone, cabe señalar que de acuerdo con la Constitución Naciona!
toda sentencia judicial debe esta¡ fundada en ella. en primer término, en vinud del principio de
supremacía. Esta no es una f'acultad. sino un debe¡, y si es la Co.te el órga¡o competente para
declara¡ la inconstitucionalidad de las leyes, mal podria aplica¡ la que fuese contra¡ia a Ia ley
suprema solamente porque no se hubiera pedido tal decla¡ación. Cuando la contradicción es entre la
Constitución y una ley inferior, la Corte tend¡á que decidirse por aquélla, sin necesidad alguna de
pelición, haciendo el pronunciamiento coÍespo¡dieñte. Una tesis contraria nos lleva¡ia a concluir
que el cumplimiento de su deber por pane de la Corte vend a a depender de la conducta de los
particula¡es. Por supuesto que esta declanción ex o/Jicio, como Io deja sentado el Proyecto, tiene un
sentido restrilgido: solo procederá cuando, al pedirse la tutela juridica por cualquie¡ motivo,
mediante demanda iÍtroductiva de la instancia, se excita su función jurisdiccional; es decir, cuando
hay juicio o litigio sometido a su decisión..." (Código Procesal Civil, Ley N" 1337/1988, Texto
Conelacionado con su Exposición de Motivos, Autores Varios, lntercontinental Editora, Asunción,
201l. pág. 166).

Este debe¡/facultad adquiere aún mayor relevancia. si se atiende al tipo juicio cuyá sentencia
deñnitiva se ataca hoy de inconstitucional; en efecto. la acción de ¿¡mpa¡o transita un proceso que es
especial por muchas razonesi en cuanto aquí atañe, esto es, el control de constitucionalidad, vemos
que el órgano ju sdiccional que debe atendq y juzgar el amparo no tiene facultad, en nuesl¡a
normativa vigente, pa¡a entender y resolver sobre la inconstitucionalidad de las normas que debe
aplicar o que vienen a cuento en la litis que se le plantea por via de dicha garantia de amparo, el que.
como sabemos, tieoe por obj€to la tutela directa de derechos t'undamentales que han sido lesionados
o est¡ín en peligro de serlo; eslo es, su materia palmaria siempre concemirá a üt asunto
constitucional. Ahora bien, la ley 600/95, que modificó el Cód. Proc. Civ. en este punto, sac¿indoles
a losjuzgados y tribunales la facultad original del an. 582, solo les dejó la posibilidad de elevar, via
ACctóN DE tNcoNSTITUCToNALIDAD
PRoMovlDA pon l,l co¡rrneLonÍl
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AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEÑoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ coNTRALoRiA GENERAL
DE LA REPUBLTCA.

t§Ñ
cuestiór¡ de la posible inconstitucionalidad de una norma --cualquiera sea su jerarquía-
que ser consrderada en el marco deljuicio de amparo. El texto del articulado actualmente
"...Si para decidir sobre la acción de amparo fuere necesario determinar la
constituciolalidad o inconstitucionalidad de alguna ley, dec¡eto o reglamento, el Juez, una vez
constatada [contestada?] la demanda, elevará e¡ el dla los antecedentes a la Sala Constitucional de Ia
Corte Suprema de Justicia, la que en la mayor brevedad decla¡a¡á la inconstitucionalidad si ella
surgiere en forma manifiesta..."; si a ello le sumamos que el art. 586 del Cód. Proc. Civ. prohíbe en
el amparo el planteamiento o articulación de cuestiones previas o de competencia, excepciones ni
incideltes, la susodicha consulta puede ser la única via que tienen las partes de obtener la garantia
del control de cor¡stitucionalidad de las no¡mas sobre las que se va a juzgar el asunto relativo al
reconocimienlo o a la pérdida de un derecho fundamental, o de su ejercicio. En efecto, el an. 546 del
Cód. Proc. Civ. establece que la excepción de inconstitucionalidad podrá incoarse "...en losjuicios
especiales cualquier naturaleza...", pero luego el art. 549 advierte que las reglas del capítr¡lo que
la el se aplicarán "...en los juicios especiales [...] en lo pertinente...", lo cual, ante la
hibición del an. 586, pone en duda la posibilidad de las pa*es de plar¡tea¡ vrilidamente la
excepción. Como quiera que sea, y ya que las pafes planteen la inconstitucionalidad de la
o ella sea advenida por el juez, es deber de éste -nótese la imperatividad de la fórmula
"elevará en el dia"- remiti¡ los antecedentes a la Corte Suprema de Justicia. Si ninguna de
hace el planteamiento, y eljuez inferior tampoco opera la facultad que tiene coñfbrme con
art. 5 en su actual versión concordante con el art. 18 del Cód. Proc. Civ., e[tonces es deber
de la Co¡te Suprema de Justicia hacer el control a que está compelida misionalmente,
con la Coristitución de la Repúblic4 y las leyes orgrínicas y procesales a que está sujeta
a. Ésta es también la conclusión a la que la doctrina nacional ha anibado sobre la cuestión
además, impide que el interesado pueda recunir ulteriormente a la acción d€ inconstitucionalidad
ataca¡ la sentencia fundada en un instÍumento normativo inconstitucional que debió ser
en su oponunidad por vía de excepción, segitr lo prescribe el Aniculo 562 dcl Código
Civil cua¡do regula la impugnación por via de acción. Sin perjuicio de lo cual, la Corte
S uprema de Justicia podrá hacer la declaración de oficio de [a inconstituciomlidad de las

resoluciones'en los procesos que le fueren sometidos en vinud de la ley, cualquiera fuere su
natumleza' (Código Procesal Civil, A¡ticulo 563)..." (Mendonsa, Juan Cados. Derecho Procesal
nstitucional, Régimen Procesal de las Garantias Co¡stitr¡cionales, La Ley Paraguaya. Asunción,
págs. 27 /28)

Asi pues, se pasará a continuación a acometer la cuestión de la constitucionalidad de las


. que han servido a que se denuncia de
onal MiLiétro

mer luga¡, tenemos I Nts I4 tln. .n su 2o una co de


entenderse por dato nde I a litulari del dato v su
vez de ello- enlaza donde el mis halla recogido o re
I)e ..1 2. tb Aquella producid da, bajo o en poder
las nde te de_j! formato, fecha de ión, origen,
Albe l\¡artíne¿ Sim

?
Dl.srAl rlrclrsro P¡t vrl ¡lrlllo§ Jla,rCqo
clasificación o procesalnierto, salvo que se encuentre establecida como secrcta o de carácter
reservado por las leyes..."; por su paúe, er¡ su afl. lo contiene un largo listado de fuentes públicas,
que abarca todas las esfe¡as de actividad del Estado, iocluida la Contraloria Oene¡al de la República;
dicha conceptualización es, sirl duda alguna, lesiva a tales datos cuando el dato es, en realidad y por
su naturalez¿, un dato privado; el concepto de dato privado se conjuga con la noción de dato
personal, el cual debe ser ef¡tendido como todo dato que está vinculado o se puede vincular con una
persona concreta identificada o identiñcable -hay cierto debate en tomo a si se trata solo de persona
fisica o también se incluye a las jurldicas-i en principio, todo dato personal es dato privado y debe
ser co¡siderado y tratado como tal. a partir de ahi se establecen las excepciones y algunos de esos
datos personales pueden considerarse y t¡atarse como datos públicos, La doctina ha dife¡enciado
entre datos confidenciales, ¡eservados o secretos. Alguna legislación también incluye los datos
semiprivados, que son, mayormente los datos crediticios o asociados a actividades comerciales,
catego a que nuestro derecho no enuncia expresturente. pero que se encuentran referidos y
amparados en la Ley de protección de datos personales No 1682/2001 y modificatorias.----

Por otro lado, los datos generados directa o indirectame e por la actividad o firnción pública
son siempre datos público§, pelo debe t¡alarse, en efecto, de datos que la entidad o el órgano público
genera en razón de sus fines misionales, no de datos que llega a conocer o a ¡ecaba¡ e¡ tal menester.
los cuales podrán o no ser considerados como datos públicos. según el caso y de acuerdo con la
norma constitücional y legal. En este sentido, el decreto de nombramiento de un funcionario es
siempre dato público. pero no todos los datos personales de ese funcionario público, recabados por
la entidad u órgano en el que sirve son o constituyen datos públicosi piénsese, por vía de ejemplo, en
el número lelefónico paficular de un funcionario público, que éste proporciona a la entidad er la
que sirve, al solo efecto de su eventual necesidad de ser contactado por pafe del ente público; tal
dato figuará en los registros de personal de la entidad pública, en el legajo del funcionario, pero
nunca podrá ser considerado dato público; lo mismo ocurri¡ía con las cenificaciones médicas
¡elativas a su estado de salud, cuando, v.g., su presentación Ie es requerida administrativamente.
Sobre este punto se volverá en detalle más adelante.

Este co[cepto de informació¡ pública de la Ley No5282/14 se debe complementa¡ y se


complementa, pues, necesa¡ia¡nente con va¡ias leyes a¡teriores, entle ellas, una de las principales,
pero no la única, la N'1682/2001 y sus modificatorias, la Ley N'1969/2002 y lá Ley N'5543/2015.
las cuales no establece¡ tampoco un corcepto gene¡al de dato privado, pero si definen lo que debe
entenderse por datos personales sensibles en su art. 40, que no ha sido modificado: "Se prohíbe dar a
publicidad o difundir datos sensibles de personas que sean explícitamente individualizadas o
individu¿lizables. Se considera¡ datos sensibles los referentes a pertenencias raciales o étnicas,
preferencias politicas. estado individual de salud, convicciones religiosas, filosóficas o morales;
i¡timidad sexual y, en general, los que fomenten prejuicios y discriminaciones, o al'ecten la
dignidad. la privacidad. la intimidad doméstica y la imagen privada de personas o familias.". así
como también aluden a ot¡os datos personales relativos a la situación patrimonial, la solvencia
económica o el cumplimiento de obligaciones come¡ciales. los cuales pueden ser difundidos solo
bajo ciertas y determinadas circunstancias, arts. 5o y 6'-esfe¡a ésta meramenle económica, que efl
modo alguno agota el concepto de dato personal- y se refiere solo a las condiciones y limitaciones
de la divulgación de esa categoria de datos, entre otras:"...b) Cua¡do se t¡ate de informaciones
o calificaciones que entidades estatales o privadas deba¡ publicar o dar a conocer en cumplimiento
de disposiciones legales especíñcas... c) cuando consten en las fuentes públicas de informació¡. ..".
Luego, también es de señala¡ que la definición de la Ley No5282/14 se hace por defecto,
considerando dato público como todo aquello que no es dato secreto o dato reservado por ley,
lccróx up rNcoNsrrrucroNALIDAI)
pon L,r coutncLonir
ffi§r"nT.t"" PRoMovrDA
cENERAL »r u
nppún¡,rcA EN Los
wzo.JusTrcrA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA C/ CONTRALORIA GENERAL
DE LA REPUBLICA.

"s- ente del titular del dato, lo cual


alcanza también a pe¡sonas que son simples
a¡es. Esta circunstancia anómala, de definir Ia calidad del dato no por su titularidad. sino por
eI I ugar donde está recabado, ya fue mencionada por esta MagistratuB en ocasión de estudia¡ y
.- resolver un pedido de acceso a información pública, vía amparc, en el Ac. y Sent. N" 68 de fecha 22
= , ds setiembre de 2016, en los autos "Sonia Esquivel Manos c/ BCP s/ amparc",

De modo que es impropio considerar a todo dato como público, salvo que sea resewado, solo
por el lugar de su asiento o por la autoridad que lo controla o Io cuslodia, e independientemefite de
la titul del dato y su real naturalez¿. Ello contraviene el derecho a la privacidad y a la
lntrm en la Constitución de la República, aÍ. 33: "La intimidad personal y familiar,
asl respeto a la vida privada, son inviolables. La conducta de las penonas, en tar¡to no
n público establecido en la ley o a los derechos de terceros, está exenta de la autoridad
ga¡a¡tizan el derecho a la protección de la intimidad, de la dignidad y de la irnagen
pn e las personas.", así como los derechos conexos a éstos, art. 30: "...La Iey asegurará, en
de oportunidades. el libre acceso [...] al de los instrumentos electrónicos de acumulación y
iento de información pública, sin más límites que los impuestos por las regulaciones
es y las normas técnicas. Las autoridades asegurariín que estos elementos no sean
para lulnerar la intimidad personal o familiar y los dem¡ís derechos establecidos en esta
SÉt&f1.", añ.3a, del derecho a la inviolabilidad de los recintos privados, an. 3ó del de¡echo
violabilidad del patrimonio documental y la comunicación privada; como puede verse, esta
va de la Ca¡ta Magna alcanza y configura la protección constitucional de los datos
la cual, aunque no esté expresamente enunciada en tales términos literales, hace, sin
d de los derechos humanos fundamentales, máxime si se considera también el art. 45 de la
Consti ón, que reza: "La enunciación de los derechos y garantías contenidos en esta Constitución
no entende¡se como negación de otros que, siendo inhe¡entes a la pe¡sonalidad humana, no
fi expresamente en ella..."i estas normas constitucionales han sido reguladas en ciertas leyes
pero de manera parcial y aislada, como son las leyes que rigen el sistema bancario, el
de salud, las leyes sobre niñez y familia, y la Ley N"1682/2001 y sus modificatorias, ya
mris aniba; empero. la falta de una reglamentación expresa, específlca e i[tegral no puede
Ia tutela -au¡ judicial- de tales datos personales en su dimensión de inherencia a la dignidad
humana, tutela que es debida en todo caso, y aún a pesar de no contarse con una ley reglamentaria
específica e i¡tegral, dados los claros términos del citado art. 45, según el cual: "...La falta de ley
reglamentaria no podrá ser invocada para negar ni para menoscabar algún derecho o garantía...", y
vifud del cual la omisión de la pertinente reglamentación de un derecho constilucional nunca
ser óbice para su invocación, o o garantia

Por su Ley N" 5033/13 eensu la ob gación de onano


blico de p rcion¡r cicrtos de República, ontbrme la
que ésta dicte, la cantidad e datos de
ri ;ya le obliga, en los del c , a dar su consentimiento
la divu ión de esos datos via judi bién determine la
re nomrativa pro blemas de

ir flr(ܧ ,/ ón

Mr{.RCOs -Sr.
^"ÍIffi{$ns Qoffiq Dtn
constitucionalidad: primeramente exige una autorización que no puede ser negada, imponiéndola
como un deber, lo cual es sumamcnte contradictorio, pues. si se trata de un deber, no se precisa
autorización, y, por otro lado, la natu.aleza misma de la autorización es que sea volunta¡ia, no
obligatoria; esto pone, cuando menos en duda, si la ley ha querido o no despojar a los funciona¡ios
públicos de Ia disponibilidad de sus datos sensibles y personales, de modo general. Ello, desde
luego, sería inadmisible desde el punto de vista constitucional, ya que, como vimos, el recorte de
derechos fundamentales, en atención a otros derechos, nunca puede constitui¡ o derivar en supresión,
Por otro lado, Ia ley hace una delegación legislativa impropia, al dejar en manos de la Contralo¡ía
General y de la reglamentación que ésta por si propia dicte, la regulación de los derechos relativos a
los datos personales, que son pane de los derechos fundamentales de la personalidad, a la intimidad
y la privacidad, permitiéndole, incluso, decidir por sí y ante sí qué deb€ y qué no debe ser
considerado como dalo personal protegido o reservado, lo cual no se compadece en absoluto con el
arf.202 de la Cor¡stitución de la República: "De los Deberes y de las Atribuciones. Son deberes y
atribuciones del Congreso: l. velar por la observancia de esta Constitución, y de las leyes; 2. dictar
los códigos y demás leyes, modificarlos o derogarlos. interpretando esta Constitución.. .", texto del
cual resulta claro qüe la regulación del artículo constitucional respectivo de tutela de todo derecho
fundamental, incluido el que ahora estamos examinando -an. 33 concordante con los afs. 30, 34, 36
y 45- solo puede corresponder originaria e indelegablemente al Poder Legislativo, con sus dos
Crímaras; el Congreso es la únicaautoridad constitucional designada pala reglamenta¡
r¡orrnativamente Ia Constitución de la República y, en tal sentido, la única delegación posible esui
contemplada solo para las Comisiones intemas de cada Cámar4 por voto de la mayoria absoluta de
sus miembros. art. 215 de dicha Cafa.

En el anáLlisis que estamos acometiendo, debe considera¡se que, de suyo, ambos derechos, el
derecho a la información y la libertad de expresión, y el derecho a la intimidad y la privacidad, se
encuentr¿rn en un contexto de tensión reciproca, la cual no puede se¡ resuelta con la mera
obliteración de uno de ellos, pues ambos son derechos humanos, §ino que tiene que ser ponderada
c¿¡so por caso, atendiendo alos ya conocidos criterios de finalidad, razonabilidad y
proporcionalidad, que son esenciales a la hora de juzgar derechos fundamentales de rargo
constitL¡cional.

Estas nociones fueron recogidas en jurisprudencia sobre derecho a la información y derecho


a la intimidad, emitida por Tribunales de Dcrechos Humanos, señalando, precisamente. la que las
normas relativas a cada uno de esos dos ámbitos de derechos tienen objetivos distintos, asi como la
tensión que entre ambos surge, y enfatizando que los derechos a Ia intimidad y a la privacidad. así
como la protección de los datos personales, son derechos humanos que están en un mismo pie de
igualdad que el derecho a la información: ",..EI primero [derecho a la información] pretende
garantizar la mayor transparencia posible en el proceso de toma de decisiones de las autoridades
públicas y en la info¡mación en la que basar sus decisiones. En consecuencia, tiene por finalidad
facilira¡ al m¿{ximo el ejercicio del derecho de acceso a los documentos y promover buenas prácticas
administrativas, El segundo pretende garantizar la protección de las libefades y de los derechos
fundamentales de las personas fisicas, en particular, del derecho a la intimidad en el tratamiento de
los datos personales.[...]los derechos cont'eridos a las personas afectadas para protegerlas frente al
t¡atamiento de datos personales constituyen normas de p¡otcccióri de las libertades y Derechos
fundamentales..." y aclara que "la apertura permite garantizar una mayor paticipación de los
ciudada¡os en el proceso de toma de decisiones. asi como una mayor legitimidad. eficacia y
responsabilidad de la administración para con los ciudadanos en un sistema democ¡ático..." y que si
bien la regla general es "...e1 acceso del público a los documentos de las instituciones, pero prevé
lcclóx or TNcoNsTITUcIoNALIDAD
ffir§r"rEL" PRoMovtDA PoR LA coNTRALoúA
cENERAL »¿ u nrpúnucA EN Los
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EL sEñoR JUAN cARLos LozcANo
FLEcHA c/ coxruronil cENERAL
DE LA REPUBLICA.

ones por ¡azón de determinados intereses públicos y privados..." y que "...a1 evaluar las
, Ias instituciones debe¡ tener en cuenta los principios vigentes relativos a la protección
d; los datos personales, e¡ todos los árnbitos de actividad [.,.] [consitutyendo] una excepción al
acceso a un docurnento cuya diwlgación suponga un perjuicio para la protección de la intimidad y
la integ dad de la persona, en paficular de conformidad con la legislació¡ [...] sobre Ia p¡otección
de los datos personales." Sentencia del Tribunal de Justicia TJUE (Gra¡ Sala), Asunto C-28/08P,29
de junio de 2010). Y aún miis que: "...no cabe atribui¡ una primacía automática al objetivo de
t¡anspa¡encia frente al derecho a la p¡otección de los datos de ca¡ácter personal..." (Sentencia del
T¡ibunal de Justicia TJIIE (Gran Sala), 9 de noviembre de 2010- asuntos acu¡nulados C-92/09 Y
c-93/09)

No caben dudas, pues, que el preser¡te asunto que enca¡amos en este caso es cuestión de
derechos humanos, por ambos frentes: el de¡echo a la información y el derecho a la privacidad.

Asimismo, en una recientísima sente¡cia rcferida a la publicidad de datos de fu¡cionarios


públicos, Constitucional ltaliana, definió algunos elementos esenciales de la problemática
del de¡echo la información versus el derecho a la intimidad; el comentario respectivo señala que el
obj de transpa¡encia sigue siendo, en esencia, instrumental pam la evaluación y medición del
individual y organizacional de la administración pública y para la mejora de los
ados a los ciudada¡os, pero que el cambio de perspectiva 'epocal' es evidente. La
ncia administrativa ahora se lee en una perspectiva nueva y potencialmente diferente: por
conocimiento total de los documentos administrativos, la transparencia se eleva al rango de
nto para prevenir la corrupción. Co¡ ello se amplían aún más los objetivos perseguidos a
s del principio de transparencia, añadiéndole el objetivo de "proteger los derechos de los
y "promovq la participación de las panes interesadas en las actividades
vas" y preservar "el principio democrático y los principios constitucionales de igualdad,
idad, buen desempeño, responsabilidad, efectividad y eficiencia en el uso de los recursos
púb integridad y lealtad en el servicio a la nación", que "es una condición pa¡a garantizaf las
individuales y colectivas, asi como los derechos civiles, pollticos y sociales" y, por lo
ta¡to "integra el derecho a u¡a buena administración y contribuye a la creación de una
n abierta, al servicio del ciudadano", con el objetivo de promover "formas
zadas de conlrol sobre el ejercicio de las funciones institucionales y el uso de los recursos
úblicos", así como promover "la participación el debate público". Pero, al propio tiempo,
vierte que en tal caso es evidente que la I sobre una base ,existen derechos y
principios fundamentales que están con )' gidos sim y'or la Constitución
italiana y or la ley europea, primaria arl de*echos se encue len en una
§'o ¡on cia N' 20 de 20 la Iral )' del
, Nicoló Zanon, Gi

señala en la men del Ia información- de a


igualmente derec ala dencialidad s datos nales. com
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IUXJÍR UcUsTO Y¡l,muf,o¡ pffi r0
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protección de la vida de las perconas en sus múltiples aspectos. En la era actual. esto se caracteriza
particula¡mente por el derecho a controlar la ci¡culación de info¡mación relacionada con la propia
persona"! y su protección, concieme a los cánones elaborados para evaluar la legitimidad de la
recopilación, el procesamiento y la difusión de datos personales. "Los derechos a la privacidad y la
transparencia se enfrentan principalmerite en el nuevo escenario digital: un ií,rea en la que, por un
lado, los derechos personales pueden estar en peligIo por la circulación indisc¡iminada de
información; por otro lado, precisamente en esa área. la circulación más amplia de datos puede
permitir que todos se i¡fo¡men y se comuniquen mejor" (Sentercia N' 20 de 2019 de la Corte
Constitucional ltalian4 y comenta¡ios del magistrado ponente, Nicoló Zanon, Giudice della Cole
Costituzionale), como recientemente se ha visto a nivel mundial, en un planeta interconectado y
globalizado. que enfrenta desafios de supervivencia que solo pueden ser acometidos de manera
conjunta y colaborativa por ¡os estados. En tal sentido. la doctrina actual ha mantenido que: "En las
sociedades posmodernas basadas en la info¡mación, el tema de Ia protección de datos y la privacidad
de la información se ha convertido en un tema cent¡al, [...] el concepto de privacidad se ha vuelto
cada vez más complejo" (Bemhard Debatin, Profesor de la Universidad de Ohio y Director del
tnstituto de Ética Aplicada y Profesional).

En este menester, y eñ cua¡to a las tensiones que ambos ámbitos de derechos humanos -
int'brmación, y privacidad e intimidad- plantean. es esencial, se dice, "...la consideración de los
principios de proporcio¡alidad, relevancia y no exceso, en virtud de los cuales las excepciones y
limitaciones a la protección de la cor¡fidencialidad de esos datos deben operar dentro de los límites
estrictamente necesarios, ya que es esencial identilicar aquellas medidas que afecten en Ia menor
medida posible el derecho fundamental [de intimidad y privacidad], al tiempo que contribuyen al
logro de los objetivos legitimos subyacentes a la recopilación y el procesamiento de datos." Por otro
lado, con igua) imponancia, existen Ios principios de publicidad y transparencia, que se refieren,
como corola¡io del principio democrático no solo [...] a todos los aspectos ¡elevantes de la vida
pública e institucional, sino también [,..], al buen ñrncionamiento de la administración y, por la
parte que nos interesa especÍlicamente, a los datos que posee y controla. Estos son principios que. en
la legislación intema, como se explicó anteriormente, tienden ahora a manifestarse en su decli¡ración
subjetiva, también e¡ forma de un de¡echo de los ciudadanos a acceder a los datos en poder de la
administración pública. (Sentencia N'20 de 2019 de la Corte Constitucional Italiana, y comenta¡ios
del magistrado ponente, Nicoló Zanon, Giudice della Corte Costituzionale).

En dicho entomo, acla¡a el comenta¡ista Nicold Zanon, Giudice della Cone Costituzioriale:
"el posible conflicto er¡te las r¡ecesidades de transparencia e información. por un lado, y. por oro,
los derechos de las personas que actúa¡ dentro de la administración, es intuitivo[. .. ]la accesibilidad
tot¿rl, corre el riesgo de coloca¡se en antilesis con respecto a la necesidad de proteger la
conlldencialidad de los datos contenidos en los documentos y en Ia información en poder de las
administraciones." [...] "De hecho, la transpa-rencia de la información, y sobre todo de las
publicadas en la red, también atañe e interpela a las personas, y es evidente que no todas las noticias
relacionadas con las personas i¡volucradas son imprescindibles para satisfacer la necesidad de la
comunidad de saber cómo funciona u opera la máquina bu¡ocrática; además, hay categorias de
información que, en cualquier caso, debeaian protegerse, ya que se refieren est ctamente a la esfera
personal de las personas. [...] En el equilib.io ent¡e el conocimiento (de la actividad) y la
conñdencialidad (de las personas), se debe evitar la exposició¡ de datos personales imecesarios con
ñnes de transparencia, pero que tienen implicaciones perjudiciales para la dignidad de los
interesados." (Sentencia No 20 de 2Ol9 de la Corte Co¡Ntitucional ltaliana, y comentarios del
magistrado ponente, Nicoló Zanon, Giudice della Corte Costituzionale).
lcclóx »o TNCoNSTITUctoNALtDAI)
PRoMovtDA PoR LA coNTRALoRiA
@§v,ffii CENERAL DE LA REPÚBLICA EN LoS
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DE LA REPUBLICA.
t§l\ \
$" "rr"ráao ,u"' " la consecución de estos Fopósitos debe tener lugar mediante la
de obligaciones de divulgación de datos e información, cuyo conocimiento está conectado
de maner razonable y efectiva al ejercicio de url control, taDto e¡ el correcto cump¡imiento de las
ñrnciones institucionales como en el conecto uso de recursos públicos. [...] En esta perspectiva,
entonces, las obligaciones de publicación de las remuneraciones de cualquier naturaleza
relacionadas con el cargo asumido o investido, así como los montos de viajes de servicio y misiones
pagados co¡l fondos públicos, parecen justificados. Esto sirve para facilita¡ la posibilidad de un
cont¡ol generalizado, por parte de los propios receptores, de los servicios prestados por la
admini ón, asi como de los métodos de uso de los recursos públicos. También permite evaluar
lai , con respecto de los resultados obtenidos y los servicios ofrecidos, de las sumas de
inadas a la remuneración de los süjetos responsables, a todos los niveles, y del buen
de la administración pública". (Sentencia N'20 de 2019 de la Corte Constitucional
y comentarios del magistrado ponente, Nicoló Zanon, Giudice della Corte Costituzionale)

El Tribunal Constitucional llega a diversas conclusio¡es con refere¡cia a las obligaciones de


icación, impuestas, sin distinción, pa¡a todos los gerentes de puestos ejecutivos, de
araciones y certiñcaciones que contienen datos de ingresos y activos (propios y de los pa¡ientes
), adicional a Ia información relacionada con la remuneración y a las compensaciones
con el servicio de gestión pública, [...] Esros son, en primer lugar, datos que no
amente resultan en una conexión directa con el cumplimienro del encargo público
c indiscriminado de esta amplia gama de información y datos
gecl [...] el conocimiento
F\)og pe es de un tipo de ingreso y propiedad contenidos en la documentación que se publica no
ser necesa¡io ni proporcionado con respecto de la finalidad perseguida por la legislación
sobre parencia, que, primariamente, es una de cont¡aposición a la com-rpción en el ámbito de
administración pública." (Sentencia N'20 de 2019 de Ia Cone Constitucional ltaliana, y
mentarios del magistrado ponente, Nicoló Zanon, Giudice della Corte Costituzionale).

"Desde este punto de vista, la disposición en cuestiól termina por ¡esultar en conflicto con el
incipio siempre seguido por la jurisprudencia constitucional italiana y según el cual, en las
! i§ ones de equilibrio [de derechos constitucionales] no puede haber disminución e¡ la
cción de un derecho ñrndamental si no se reciproca con un aumento conespondiente en la
cción de otros intereses de igual rango. [...] La indexación y la hazabilidad gratuita en la web,
a),uda de moto¡es de búsqueda comunes, de los datos personales publicados, no es coherente
para orecer el conocimiento corecto de la co ucta de la gestión pública y los métodos de uso de
os públicos. [...] Este es urr bión destacad jurisprudencia del Tribunal
de Derechos Humanos. A del Io la tecno gla de la ación y la
n de las posibilidades €l de da ala
tzact . el TEDH se ha cn la protecci de la pfl dad
(artículo 8 CEDH) y la protecci 'también a última o
tutela autonomía personal excesiva de de sujetos icos y
(TED C¡an Sala, sentenci t6 2000, Suiza y lde 2010
F¡i ilá y la Lrn lc ativo ( deSde bre de 2016.
AI
\ le

UUfúSr DR, o§c^¡ ct/lto V^¿taYlt


-'vrrt ¡Qoffi l) ¡ft. (
^t
Magyar v Hungria), la Gran Cáma¡a del TEDH señaló que el interés subyacente al acceso a los datos
personales con fines de interés público no puede reducirse a la'sed de información' sobre la vida
privada de los otros 'El interés público no puede reducirse a la sed del público por info¡mación
sobre la vida privada de otros, o al deseo de sensacionalismo o incluso voyeurismo de una
audiencia' § 162). Por su parte, en mate a de tra¡sparencia administrativa, el Tribunal de Justicia de
la UE (TJUE) también ha dictaminado reiteradamente que'antes de revela¡ información sobre una
persona fisica, se debe sopesar el interés de la Unión en garantiza¡ la tra¡spa¡encia de sus acciones
con la lesión de los de¡echos reconocidos por los articulos 7 y 8 de la Carta [derecho a la intimidad y
protección de datos personalesl' (Sente¡cia No 20 de 2019 de la Cone Constitucional ltaliana, y
comentafios del magistrado poneÍte, Nicoló Zanon, Ciudice della Co¡te Costituzionale). Por lo
tanto. se recalca que "no puede haber ura prevalencia automática del objetivo de transparencia sobre
el derecho a la protección de datos personales". (Sentencia del 9 de noviembre de 2010, Volker und
Markus Schecke GbR y Ha¡tmut Eifert v. Land Hessen, apartado 85; y Sentencia del 29 de junio de
2010, Comisión Eu¡opea contra Bavarian Lager GmbH. TJUE (Gran Sala). caso C-28/08 P).

El Tribunal Constitucional italiano señala que las disposiciones impugnadas, muy semejantes
a las que estamos hoy analizando en el presente caso, no pasan la prueba de proporcionalidad,
incluso en términos de la elección necesaria de la medida menos restrictiva de los derechos
fundamentales involucrados. Observa que, sin duda, existen soluciones altemativas a la privilegiada
por el legislador, ya que existen modelos y técnicas imaginables para equilibrar adecuadamente las
exigencias opuestos de confidencialidad y transpa¡encia, ambos dignos de una adecuada
valorización, pero ninguno de ellos pasible de una compresión o recorte excesivos. [...] el principio
de igualdad y el principio de proporcionalidad deberían guiar cualquier operación de equilibrio entre
derechos fundamentales a¡¡agónicos. (Sentencia N' 20 de 2019 de la Corte Constilucional ltaliana,
y comentarios del magistrado ponente. Nicold Zanon, Ciudice della Corte Costituzionale).

Al mismo tiempo, el Tribunal Constitucional reconoció que u¡a decisión de aceptación


relbrida en general a todos los agentes públicos, en nombre de la privacidad individual, habria
dejado completamente ignorados los principios constitucionales dignos de tuteia. Y que "De hecho,
hay necesidades de transparencia y publicidad que no pueden ir sin razón hacia personas con roles
de gestión particülarmente importantes. [...] A estos últimos, por lo tanto, incluso las obligaciones
de publicidad, aun pervasivas, pueden aplicarse. sin que la compresión de la protección de los datos
personales rcsulte privada de adecuada j ustificac ión o resulte desproporcionada". En el caso citado,
"el Tribunal Constitucional se ha limitado a garanlizar la salvaguardia de un núcleo minimo de
protección del derecho a la transparencia administrativa en relació¡ con los datos personales
indicados en la disposición impugnada". (Sentencia No 20 de 2019 de la Cofle Constitucio¡al
Italiana, y comentarios del magistrado ponente, Nicoló Zanon, Giudice della Cone Costituzionale)

En el mismo sentido se ha pronunciado la jurisprudencia europea sobre Derechos Hurnanos:


"El Tribr.mal considera que la información, los datos o los documentos a los que se solicita acceso
deben generalmente pasar un test de interés público para generar una necesidad de dirulgación en
virtud de la Convenció¡. Tal necesidad puede existir cuando, entre olras cosas, Ia dirulgación
proporciona transparencia sobre la forma de conducir los asuntos públicos y sobre asuntos de interés
para la sociedad en su conjunto y, por lo tanto, permite la paficipación en el gobiemo público por
parte del público en general, [.,.] la deirnición de lo que podria coNtituir un tema de interés público
dependerá de las circunsta¡¡cias de cada caso. El interés público se relaciona con asuntos que afectan
al público a tal punto que éste legitimamente puede interesarse en ellos, que atraen su atención o que
lo preocupan en un grado significativo, especialmente porque afectan el bienestar de los ciudadanos
,AlConrr
lffi*ffilSupnrun
ACCIóN DE INCONSTTTUCIONALIDAD
PROMOVIDA POR LA CONTRALORiA
GENERAL DE LA REPÚBLTCA EN LOS
wDZDEIusrrcrA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCANO
FLECHA C/ CONTRALORÍA GENERAL
DE LA REPUBLICA.

da la comunidad. Este es también el caso con respecto de asuntos que pueden genera¡ una
ers¡a cons¡ derable, que co¡ciemen a un problema social importante, o que involucran un
sobre el cual el público estaría interesado en ser i¡formado. El interés público no puede
reducirse a la sed del público de información sob¡e la vida privada de los demás, o al deseo de
sensacionalismo o incluso voyeurismo de ur¡a audiencia. Pa¡a determinar si una publicación se
relaciona con un tema de import¿ncia general, es necesario evaluar la publicación eo su conjunto,
teniendo efl cuenta el contexto en el que aparece (Couderc y Hachette Filipacchi Associés v. France
TEDH [GC], N'40454/07, §§ 97 a 103, CEDH 2015); "...todo tratamiento de datos personales debe
ser con por u¡a pafe, con los principios ¡elativos a la calidad de los datos" [...] "el
tratami datos personales que pueden ater¡ta¡ confta las libenades ñrndamentales y, en
el derecho a la intimidad debe ser interpretado a la luz de los derechos
que, según una reiterada jr-rrisprudencia, forman parte de los principios generales del
respeto garantiza el Tribunal de Justicia" (Sentencia de 6 de marzo de 2001, del
Justicia, TJUE Connoll vs. Comisió¡, C-274l99 P, Rec. p. l-1611, apartado 37 y
del Tribunal de Justicia TJUE, del 20 de mayo de 2003, en los asuntos acumulados C-
, C-138/01 y C-139/01)

smo, se pone énfasis e¡ la proporcionalidad: ". . . interpretación en este sentido de la


nacional de que se trata es conforme [...]a la luz de la exigencia de proporcionalidad,
a los objetivos perseguidos [,,.]las excepciones contempladas [...] requieren también el
respel de la exigencia de proporcionalidad en relación con la finalidad de interés general que se
persr En cualquier caso, no cabe interpretar dicha disposición en el sentido de que puede
legi una lesión del derecho al respeto de la vida privada..." (Sentencia del Tribunal de Justicia,
ruE 20 de mayo de 2003, en los asuntos acumulados C-465/00, C-138/01 y C-139/01); "...Ia
arta que pueden introducirse limitaciones al ejercicio de derechos como los consagrados
de los articulos 7 y 8 lderechos de ir¡timidad y privacidad] de la misma, siempre que tales
itaciones estén establecidas por la ley, respeten el contenido esencial de dichos de¡echos y
y, respetando el principio de proporcionalidad, sean necesarias y res¡rcndan efectivamente
a objetivos de interés general reconocidos por la Unión o a la necesidad de protección de los
derechos y libe¡ades de los demrás..." (Sentencia del Tribu¡al de Justicia TJUE (Gran Sala),9 de
dY
noviembre de 20lG- asuntos acumulados C-92109 y C-93l09), prcporcionalidad que debe ser
§d:
ertendida como un principio crucial, que "...exige los medios empleados [...] permitan alcanzar
etivo que éste persigue y no vayan más allá loq ue es necesan alcanzarlo (Sentencia
dc juoio de 2010, Vodafone y s c-5 8, Rec. p I 5l; Sentencia del
de Justicia TJUE (Gran Sala), nov uñae acumulados C-92/09 Y
), y que: "para ponderar equ ente os di confl uer¡a que,
las disposiciones de versta, tones
pete verificasen si la publi all lo nece§ano p al los
objeti mos persegu idos cue¡ta tal publicación lesi los
reconocidos por ulos Cara [d a Ia intim ; asimi
debe ca¡se err cada caso si " erencia de que a es necesa¡l una socl

/ AI Nlartinez

HUNITk t t. oscAR ,AitqQoqáb,


vA¿DOVItos
^UcusTo C¡roi
^
?ru¡.D 'lh
democrática. para alcanzar la finalidad legitima peseguida [...] y si los motivos i¡vocados ante el
Tribunal de Justicia para justificar tal diwlgación resultan peñinentes y suficientes..." (Sentencia
del Tribu¡al de Justicia, TJUE del 20 de mayo de 2003, en los asuntos acumulados C465/00, C-
138/01 y C-139/01)l en tal sentido, es peninente acotar aquí que. si bien el peticionante de la
información pública no está obligado a justilicar la causa o razón de su solicitud de info¡mación, si
debe acredita¡ que su pretensión es legítima. esto es, que el dato es ve¡dade¡amente público y
accesible conforme con Ia normativa coristitucional y legal. Esto ha sido también consa$ado por la
jurisprudencia sobre derechos humanos, más reciente en la mate¡ia, que hace hincapié en: "La
obligación del destinatario de una transmisión de datos personales de demostrar [...] que persigue
un objetivo legitimo [...]; Ia comunicación de datos persona¡es que figuran en un docurnento que
obra en poder de una institución constituye tanto un acceso [...] del público a un documento [,,.]
como un tralamiento de datos personales [...] [pero] el solicitante no estará obligado ajustiñcar su
solicitud e¡ el ma¡co del acceso a documentos públicos,.." (Sentencia del Tribu¡al de Justicia TJUE
(Gran Sala), Asunto C-28/08 P,29 dejunio de 2010).

Luego, hay que aclarar que la tutela a los derechos de la intimidad y la privacidad alcanza
también a los agentes y funciorE¡ios públicos, como ya se insinuó en los pánafos precedentes, dado
que se trata de delechos humanos, que compete[ a la persona humana por el solo hecho de serlo -art.
45 -ya referido- y preámbulo de la Constitución de la Repúblic4 y ar. l. de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos: "Obligación de Respetar los Derechos l. Los Estados Pañes
en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a
garantizar su libre y pleno ejercicio a toda pe¡sona que esté sujela a su jurisdicción. sin
discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de
cualquier otra Indole, origen oacional o social, posición económica, ¡acimie¡to o cualquier otra
condición social. 2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.", y en
l I
paticular el añ. l pánafos y 2: "Toda pemona tiene de¡echo al respeto a su hoffa y al
reconocimiento de su dignidad" y "Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su
vida privada- en la de su familia- en su domicilio o en su correspondencia [...] 3. Toda persona tiene
derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos ataques.", conco¡da¡te también con el
art.5: "Derecho a la Integridad Perso¡al. 1. Toda persona tiene derecho a que se respete su
integridad ñsica, psíquica y moral...". En idéntico sentido la Declaración Universal de Derechos
Humanos. de Nacio¡es Unidas, a¡1s. L y 2. y a¡i. 12; ambas, estas citadas, convenciones ratilicadas
por nuest¡o país y que han pasado a integrar el sistema normativo vigente. Asi pues, si bien cie¡tos
derechos pueden sufrir un recoíe en atención a la calidad del sujeto, como el caso de los
funciona¡ios públicos, dicho recoñe no puede significar nunca su total denegación o supresión, y
debe hacerse siempre en conside¡ación de las finalidades para las cuales está concebido el recone,
esto es, en relación únicamente con la actividad y función que el sujeto realiza o cumple en el
servicio público y la necesidad de transparencia de su gestión en tal ma¡co, bajo el principio de
mínima lesión posible y empleando los c¡iterios de ponderación arriba ya citados, de finalidad.
razonabilidad y proporcionalidad.

Así también lo ha entendido la jurisprudencia comparada, que ya henros citado más a¡riba, a
la que añadimos las siguientes: "El Tribunal reitera que la divulgación de información relacionada
con Ia vida privada de un individuo se encuentra dentro del alcance del Articulo 8 § I [derecho a la
intimidadl (Leander v. Sweden, Sentencia del 26 de ma¡zo de 1987. Series A no. 116, p. 22, § 48).
"el concepto de 'vida privada' es un término amplio que no es susceptible de una definición
exhaustiva (S. y Marper v. Reino Unido TEDHIGCI. núLrns. 30562/04 y 30566/04, § 66, CEDH
2008. y Preny V. El Reino Unido. N' 2346102, § 61, CEDII 2002-lll), el cua "...no debe
,A.Coru
lffi*§'lSupnru¡.
ACCIÓN DE INCONSTfTUCIONALIDAD
PRoMovtDA pon coNtur,oú,r u
GENERAL DE LA REPÚBLICA EN LOS
§pZDEJUSTICtA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL SEÑOR JUAN CARLOS LEZCANO
FLECHA C/ CONTRALORiA GENERAL
DE LA REPUBLICA.

Erse de manera rest¡ictiva", "En panicular, el respeto por la vida privada comprende el
a establecer y desanollar relaciones con oros seres humanos; además, no hay razón de
n para justificar la exclusión de actividades de naturaleza profesional o comercial de la
noción de 'vida privada' (Sentencia Niemielz v. Alemaria de 16 de diciembre de 1992, Serie A no.
251-8, § 29, y Sentencia Halford vs. Reino Unido, TEDH 1997,37, § 42)[...]Cubre la integridad
fisica y psicológica de una persona. Por lo tanto, puede abarcar múltiples aspectos de la identidad
fisica y social de una persona. [...] La vida privada umbién puede incluir actividades de carácter
profesional o comercial (véase Niemietz v. Alemania, 16 de diciembre de 1992, § 29, Selie A N'
251-B). El también ha sostenido que existe una zona de interacción de una persona con
otf¿15 incluso en un contexto público, que puede caer dent¡o del alcance de la'vida
Couderc y Hachette Filipacchi Associés, § 83)" y que "...una excepción gereral a
de la directiva con respecto a la información publicada priva¡ia en gran medida a la
su efecto. Sería suficiente que los Estados miembros publiquen datos para que esos
de disfrutar de Ia protección que ofrece Ia directiva..." GruE Asunto C-73l07
altuutettu v. Satakunnan Markkinapórssi Oy y Satamedia Oy, EU: C: 2008: 727,
48, y Asunto C-l3l/12 Google España, EU: C: 2014: 317, apartado 30.); fallos éstos que
an los claros peligros de una publicación indebida, sobre todo e¡ el vasto universo digital de la
y que ienen que los ellctos de ello son susceptibles de provocar lesior¡es irremedi¿bles a
es. Concluye pues, que "...El ejercicio de equilibrio entre los derechos de
de datos [,..] por un lado, y la libertad de expresión protegida [...] por el otro, deberá
dec rse c¿¡so por caso...". Ahondando en esta materia y en los delicados derechos que se deben
poner en equilibrio, asi como de la i¡remisibilidad de las potenciales lesiones a los mismos,
consl las modemas tecnologias de comunicación, se ha dicho también que: ",..habida cuenta
de la ilidad con que la información publicada en un sitio de Intemet puede ser copiada en otros
§ltlos y e que los responsables de su publicación no están si€mpre sujetos al Derecho de la Unión,
no podria llevase a cabo una protección elicaz y completa de los interesados si éstos debie¡an
obtener con carácter previo o en paralelo la eliminación de la información que les afecta de los
editores de sitios de [¡temet [..,] tal incompatibilidad puede resultar no sólo de que los datos sear¡
inexactos, sino en particular, de que sean inadecuados, no pertinentes y excesivos en relación con los
fines del tatamiento, de que no estén actualizados o de que se conseryen durante un período
superior al necesario, a menos que se impon su conseryac¡on p históricos, estadísticos o
científicos. [. . . ] un tratamiento inici nte li to de datos devenir, con el tiempo,

incompatible [...] cuando estos dato t10 neccsar¡ relación n los fines los que se
recogieron o tmta¡on. Este es gl inad s, no o ya no
pertinentes, o son excesivos en ye UTTI do.[. ls In em
tal no seria el por razones el en la pública
el menci eto, resultara q ¡a en sus tales está ustiticada
el interés te de dicho ICO ,aftizde lusión, acc información
de que .." (Sentengildel usticia _TJ E- (Cran I 13 de mavo
de 201 asunto e+m(N Albe artínez Sim

á ( q,ue*.
{L ilrt1D6 *(
r)It. orrx aucu§lo vA[mvrio¡ 0

0t. Deilsüt
if¡ C
Así pues, y a Ia luz de lo hasta aqui expuesto, puede decirse que la sentencia que ahora
estamos estudiando no es propiamente inconstitucional por falta de fundamentación, o por
fundamentación insuficiente o contradictoria. y que son cicrtamente posibles las conclusiones a las
que ha llegado en su formulación -en u¡ estricto sentido de lógica argumentativa- respecto de qué
datos contenidos en la declaración jurada de los agentes y funcionarios públicos se deben considerar
datos públicos, y cuáles son datos sensibles, para concluir. finalmente, que no hay -fuera de estos
últimos- ninguna reserva legal; empero. tal inte¡pretación y su resultado se basan en leyes que
adolecen de vicios de inconstitucionalidad parcial y, por ende, han devenido también en el dictado
de una sentencia parcialmente inconstitucional. En ef'ec1o, ya hemos visto y señalado más a¡riba los
defectos que contienen las leyes N'5033/13 y N"5282l14, y con la interpretación hecha de las
mismas por el Tribunal, en conco¡dancia con las leyes N' 1682/01, N'I969/02 y N"5543/15, se ha
llegado al resultado de soslayar parcialmente cienos derechos de intimidad y de privacidad. que
hemos de ref¡rir seguidamente.

Primerarnente, debemos señalar que la declaración jurada, en si misma, ¡o es u¡ dato, sino


un acto juridico, en el cual se contienen cie¡tos datos; el apuntado es un eror conceptual que es
menester enrnenda¡ en orden a comprender los argumentos que se exponen a continuación.

En cuanto a la cuestión que estamos juzgado, tenemos, en efecto. en primer término, los
datos personales contenidos en las declaraciones juradas, y que están amparados en el art. 4' de la
Ley 1682/01, afículo que no ha sido modificado por las leyes ulteriores sobre la materia, datos éstos
que no pueden ser revelados salvo que el propio titular de esos datos lo requiera o cuando la
información sea recabada, en el ejercicio de sus funciones, por nagistrados judiciales, fiscales,
comisiones parlünentarias o por ot¡as autoridades legalmente facultadas para ese efectoi esto es,
mediando una orden competeflte, en el marco de una investigación administrativa, judicial o
páJlamentaria, u otro procedimiento semejante. Ahora bien, tratándose de funcionarios públicos, que
han sido designados po. su propia voluntad, por concu¡so, postulación. votación, etc., éstos datos se
t¡ansforman en datos públicos, pues pertenecen también a otro titular, que es la entidad u órgano
público en la que han sido designados. Lo propio ocure con los actos administ¡ativos de
nombramiento y su identificación: número de resolución. fecha, etc., que son dalos gene¡ados por el
propio ente u órgano público. Empero, ello no ocur¡e asi con las olras personas enunciadas en la Ley
5282/14. esto es, el cónyuge del funciona¡io público y sus parientes por consanguinidad o afinidad
hasta el segundo grado, marco en el cual entran los padres, hijos, hermanos, suegros y cuñados:
éstas personas no eslá¡ per se sujetas a la función pública y su privacidad e intimidad no puede
verse soslayada por la simple circuastancia. puramente aleato¡ia, del parentesco o del connubio, ya
que se trata de personas cuyos derechos a la intimidad se encuentran protegidos constitucionalmente
y no han asumido volunta amente ningún cargo público por si mismos, ni las cargas que ello
conlleva. máxime cuando que estas personas no han tenido parte ni han sido oidas en el proceso en
el cual se ha decidido la publicación de sus datos. La sentencia que hoy se impugna -un tanto
obscura y ambigua en este punto de su decisorio- ha hecho una clara saivedad sólo de los datos
personales de los hüos e hüas menores de edad, en consonancia con las normas del Cód. de la Niñ. y
Adoles., empero ello no abarca todo el universo de sujetos afectados por la resolución-

En cuanto a los datos parimoniales puramente, hemos de hacer una distinción. ya que aqui
debe¡ diferencia¡se nuevamente los dalos de los que el funcionario público es tin¡la¡, de los que son
de titularidad de terceros: cónyuges, y pa¡ientes hasta el segundo grado. Respecto de éstos últimos,
personas terceras, se debe aplica¡ el mismo criterio -ya explicado en el párrafo a¡terio¡ en relación
con los dalos personales de estas pe¡sonas- pa¡a con los datos relativos a sus ingresos y sus bienes
,A.Conrt ACCIÓN DE INCONSTITUCIoNALIDAD
PRoMovtDA PoR LA coNTRALoRiA
lffi*lHSupnrua cENERAL nr' L.r nrpúeI-rcA EN Los
§flo,lusrrcr,t AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAL PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEZCANO
TLECHA c/ coNtn¡.loni.q GENERAL
DE LA REPUBLICA.

ue no estén en condominio o en comunidad conyugal o concubina¡ia con el funcionario


)
en cuestión-

especto de los datos relativos al funcionario público en sí mismo, cabe apu¡tar quee¡ esta
categoría -de datos patrimoniales- la sentencia definitiva dictada en el amparo es imprecisa en su
formulación respecto de qué datos deben proveerse y qué datos no. en especial po¡que existen
algur¡os que está[ protegidos por el secreto banca¡io, contenido en los arts. 6 y 7 de la Ley OrgriLnica
del Banco Central N" 489/95, modificada por la Ley N'6104/18, y art. 84, 85 y sgtes. de l¿ Ley
N.861/96, modificada por la Ley N'5787/16, que aún se encuentran vigentes, articulos que
lecen reserva legaf ante or a las normas a¡riba citadas -las leyes No'5033/13 y 5282114, y
168 , 1969102 y 5543/15- reserva que se encuentra también aúr vigente y no ha sido
por ninguna de las referidas leyes, ni por la Ley N' 5033/13 ni por la N' 5282114, e impide
ión a terce¡os de cienos datos relativos los negocios bancarios y hnancieros de los
su acceso solo puede darse en el marco de un proceso administ¡ativo o judicial concreto y
condiciones determinadas. Eslas nociones y conclusiones ya fueron expuestas por esta
stratura en el Ac. y Sen.t. No68 de fecha 22 de setiembre de 2016, en los autos "Sonia Esquivel
BCP V amparo"

'''-Luego. en el caso de los funcionarios públicos. como vimos, debe da¡se un necesario
ibrio entre información y privacidad o intimidad, considerando los principios de finalidad,
abilidad y proporcionalidad. ya enunciados y suficientemente expuestos más a¡riba. En tal
sentr y como ya se dijera antes, los funciona¡ios y agentes públicos, sobre los cuales pesa el
contro de su gestión y la transparencia de su actuación en la función pública que asumen por el
cargo que inviste, tienen, sin duda, un estatus diferenciado de protección de su intimidad y
privacidad, lo cual no implica, en modo alguno, supresión de estos derechos. Es en este escenario
que se producen las mayores tensiones entre el derecho a la información y el de¡echo a la intimidad
y privacidad. Ya hemos dicho, con abundante cita ju¡isprudencial, y lo volvemos a repetir: el
equilibrio entre ambos debe ser ponderado caso por caso! atendiendo a los principios de finalidad,
razonabilidad y proporcionalidad. En cuanto a la finalidad, las normas de acceso a la información y
transparcncia se dirigen a posibilitar el control ciudadano sobre la gestión pública y la lucha contra
(J'
la comrpción; en ese sentido resulta ineludible el conocimiento del estado patrimonial general del
funcionariado, sus ingresos y erogaciones, y el activo y vo general del mismo; ahora bien, a tal
fin, una individualización concretizada de cada uno de sus enes no resulta imprescindible; empero
estos son datos recabados por la Contralor Gene Ide Ia Rep onforme co¡ su
regl tación intema v los formulados de c ylo mi§inos so pueden necesanos pata
objeto institucional, a saber: "La ona ral blica el organismo de
las actividades económicas v de las
ñ Munici en la lbrma dete nada a Nacional y Ley. de
funcional v admin determinado los culos v
283 la Constitución Naci , tiene por obj ar r limiento de las normas juri
rel as a la admini financiera del y prote patrimonio púb
lu: normas, los procedimientos reali periódicas audi financieras,
lvlartinez
ñr iIK106
-Atíiqg@l
Dl. O§C^¡
^ il,v. o,
administrativas y ope¡ativas; controlando la normal y legal percepción de los recursos y los gastos e
inve¡siones de los fondos del sector público, multinacional, nacional, departamental o municipal sin
excepción, o de los organismos en que el Estado sea parte o tenga interés patrimonid a teno¡ del
detaile desa[ollado en el Artículo 9". de la presente Ley; y aconsejar, en general, las normas de
cont¡ol intemo pan las entidades sujetas a su supervisión.", ans. lo y 2'de la Ley N'276/94. En
dicho ma¡co. los instrumentos y datos requeridos por la Contraloria a los funcionarios públicos, sin
duda, deben estar disponibles a esta entidad de control. en orden a efectuar las investigaciones que
conside¡e pertinentes; en tal categoria caen la individualización de las cuentas corrientes, las cuentas
de ahono. los cenificados de depósitos y otros instrumentos financieros semejantes, datos que están
cubienos por la reserva legal del sec¡eto bancario: y, al conjugar todo ello con la ley de
transpa¡encia y acceso a la información pública y sus finalidades, ya esclarecidas iapla, no se
adviene razonabilidad ni proporcionalidad en el acceso público a tales datos, habida cuenta que el
interés en la transparencia se satisface con conocer la situación general patrimonial de cada
funciona¡io, y que la labor de análisis de tales documentos, en orden a establecer si hay o no
infracció¡ a las no¡mas legales, es atribución que ya conesponde constitucional y legalmente a la
Cont¡alo¡ia General de la República. Otra cosa es, sí, la posibilidad de acceso a los resultados de un
expediente abierto por ésta eo ejercicio de tales atribuciones. respecto de un sujeto panicular, lo cual
confguraria ya un dato producido y generado por la entidad pública, y, como tal, dato público.

En cuanto a los datos ¡elativos a la identificación de bienes registrables. la Ley N" 1682/01 y
sus modiñcatorias, pemiten expresamente solo el acceso a los datos conlenidos en los Regishos
Públicos creados por el Cód. Org. Jud., Ley N'879/81 y por la Ley N'608/95, que "Crea el Sistema
de Matriculación y Ia Cédula del Automotor". pero no así los registros de catastro, regulados en la
Ley l}9l92, cuyo art. 30 establece que el ",..Servicio Nacional de Catast¡o será una repartición
técnica que tendrá a su ca¡go el Catastro de los bienes inmuebles del país..." y deberá "...mantener
un registro acrualizado de todos los bienes inmuebles con el avalúo de los mismos, individualizando
sus propietarios legales...". Por ende, y como losnúmeros de cuenta catastral constituyen una
individualización concretizada de los bienes inmuebles pertenecientes a Ios funcionarios públicos y
son datos recabados por la Contraloria General de la República necesarios pam ejercer su objeto
institucional -como vimos más arriba- pero no resultan imprescindibles para los fines del derecho a
la i¡fo¡mación pública, ya también explicitados más arriba, ni se compadecen de la debida
proporcionalidad de los derechos en juego, es me¡este¡ arribar al corolario de que tal información
también cae dentro de Ia órbita de la tutela de los derechos personales, y de los relativos a la
intimidad y la privacidad de los individuos,

Asi eltonces, se concluye en la inconstitucionalidad parcial de las sentencias impugnadas, en


cuanto pe¡mite el acceso público a los datos personales del cónyuge y los parientes de los
funcionarios públicos denlro del segundo grado inclusive; lo mismo cabe decir respecto de los
ingresos de estas personas, y de sus bienes propios. no sometidos a régimen de condominio o
comunidad ganancial; igualmente los datos relativos a la identificación especílica de las cuentas
corrientes, cuentas de ahorro, bonos y demás activos tinancieros de todos los sujetos, y las cuentas
catast¡ales de los inmuebles de los funcionarios y/o sus cónyuges o parientes.

Me¡amente oáile/, es me¡ester señalar que la ejecución de la sentencia de amparo, tal como
está hoy redactada, hab¡á de presentar, de suyo y conforme con los considerandos del prese.¡te fallo,
cienas dificultades en relación con las imprecisiones notadas y respecto de personas cuyos derechos
son afectados por las sentencias que han resuelto eljuicio de amparo y que no ha¡ participado del
mismo.
t-
,A.Conrr ACCIÓN DE INcoNSTITUCIoNALIDAD
PRoMovtDA pon ¡-l coNrnllonit
lffi*THlSupn¡rt¿¡. cENERAL op la nrpúnttcA EN Los
wzDEIusrrcrA AUTOS CARATULADOS: AMPARO
CONSTITUCIONAI PROMOVIDO POR
EL sEñoR JUAN cARLos LEzcANo
FLECHA c/ coxrn tronie GENERAL
DE LA REPUBLTCA.

endo al modo como se ha entendido pertinelte la resolución del stas deben


por su orden, conforme lo admite el art. 193 del Cód. Proc. Civ

voto

Con lo que se dio por ado el , firman .S.E.E., todo i, de


dando la Se que r atame guel

quin l\4a

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1 t,GU§m ?^rvá v¿mw\t tr

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NÚMERO: ¿I I
,-4 de Junio de 2020

S: los méritos dei acuerdo que antecede, Ia 0r Dqe!ús


M¡l{sTn0
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA CONSTITUCIONAL AMPLIAD
RESUELVE:
NO HACER LUGAR a la acción de inconstitucionalidad promovida por la Contraloria
de la República, representada en autos por el Abg. César Bema¡dino Núñez Alarcón,
á) S.D. No. 24 del 8 de mayo de 2018, dictada por el Juzgado Penal de Garantias No. 4, b)
366 del 1l de mayo de 2018, ado por el J de Carantias No. 4 (aclaratoria).

\bog
c) y S. No. 30 del 07 de j de 8, dictado po ¡ibunal Apelación en lo Primera

d) A. y S. No. 32 del J ilzor¡ ribunal de A on cn Penal,

Prim Sala (aclaratoria) 20t 5, por Ia onc


Supre Justicia.---
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