Qué Es El Movimiento Obrero
Qué Es El Movimiento Obrero
Qué Es El Movimiento Obrero
El movimiento obrero es un movimiento social que se caracteriza por la asociación de trabajadores con el
objetivo de mejorar sus condiciones de vida y de trabajo a través de la actividad política.
Las primeras organizaciones obreras aparecieron en Inglaterra en el siglo XVIII como consecuencia de
la Revolución Industrial. En esa época, no existía legislación laboral y los dueños de las fábricas (sector social
denominado “burguesía”) imponían condiciones muy duras a los trabajadores (sector social llamado “proletariado”),
como bajos salarios, jornadas laborales de 16 horas y trabajo infantil.
Para mejorar sus condiciones de vida, los trabajadores comenzaron a organizar asociaciones de ayuda mutua y,
luego, de lucha, para que se reconocieran sus derechos laborales.
Durante el siglo XIX, se desarrollaron distintas teorías que analizaban la desigualdad estructural del régimen
capitalista y las condiciones de vida de la clase obrera. En ese contexto, apareció el marxismo, una ideología que
establecía que mientras existiera la propiedad privada, la clase obrera seguiría siendo explotada por la burguesía.
Doble lucha. El movimiento obrero tiene dos objetivos principales: la mejora en las condiciones laborales
y la obtención de derechos políticos de la clase trabajadora.
Diálogo. El movimiento obrero se caracteriza por promover una amplia cantidad de debates y la apertura al
diálogo interno entre diferentes comisiones de trabajadores, puntos de vista e ideologías.
Sindicatos. Los trabajadores se agrupan en sindicatos, por ejemplo, por rama o por empresa.
Manifestaciones y huelgas.Las formas de protesta más utilizadas por el movimiento obrero son la huelga
(el paro colectivo de la fuerza de trabajo) con y sin asistencia a la sede laboral, las manifestaciones
populares y los actos públicos.
Luego, algunos sectores obreros formaron cofradías o hermandades que tenían el objetivo de brindar ayuda
mutua en casos de necesidad, despido, enfermedad o fallecimiento. Estas asociaciones comenzaron a protestar de
manera pública para visibilizar los problemas del sector obrero:
Malas condiciones laborales. Las jornadas de trabajo no tenían límite de horario y, en algunos casos, se
extendían hasta 14 o 16 horas. Las fábricas eran espacios cerrados, con poca luz y ventilación.
Salarios bajos. Con la mecanización de la industria, aumentó el desempleo. Esto generaba que existiera
mano de obra disponible y permitía a los empresarios bajar los salarios. Además, los niños y las mujeres
percibían salarios menores por el mismo trabajo que hacían los varones adultos.
Hacinamiento. Los trabajadores vivían en los suburbios urbanos, en edificios que albergaban a varias
familias por vivienda. Las condiciones de hacinamiento y la falta de higiene promovían el contagio de
enfermedades.
Ante el crecimiento de las protestas de trabajadores, en el año 1800 el Parlamento de Inglaterra aprobó las
Combinations Acts. Estas leyes prohibían los reclamos y las asociaciones laborales. El gobierno comenzó a reprimir
a las organizaciones obreras y sus principales líderes fueron perseguidos.
En respuesta, los obreros adoptaron una nueva forma de protesta: la huelga. Esta medida implicaba la suspensión
colectiva del trabajo como medida de fuerza para presionar a los empresarios a cumplir sus reclamos.
A comienzos del siglo XIX, se fundaron las primeras trade unions o sindicatos. Se trataba de organizaciones que
reunían a trabajadores de un mismo oficio. Estas fueron las primeras expresiones del movimiento obrero organizado
que, en vez de cuestionar la industrialización, se centró en el reconocimiento de los derechos básicos de los
trabajadores.
Por otro lado, hacia mediados del siglo XIX, apareció el socialismo científico: una ideología que analizaba las
relaciones sociales de producción capitalistas y asimilaba las experiencias de explotación de todas las clases obreras.
Los principales exponentes del socialismo científico fueron Karl Marx y Friederich Engels. Esta ideología promovía
la unión internacional del proletariado (la clase obrera).
Desde entonces, los principales sucesos que marcaron la historia del movimiento obrero fueron:
Esta organización fue disuelta en 1876, por el desacuerdo entre marxistas y anarquistas.
La Comuna de París
En 1871, un movimiento insurreccional de trabajadores socialistas tomó el control de París y estableció un gobierno
independiente llamado la Comuna de París.
Este gobierno duró solo dos meses, pero implementó una serie de medidas que expresaban los diferentes reclamos del
movimiento obrero: autogobierno, autogestión obrera de las fábricas, separación de la Iglesia y el Estado, abolición
de intereses sobre deudas, abolición del trabajo infantil y remisión de alquileres impagos.
Los dirigentes del movimiento obrero internacional se opusieron con fervor a la Primera Guerra Mundial, a la que
caracterizaban como una guerra para defender los intereses de las burguesías nacionales.
La Revolución rusa
En febrero de 1917, se desató la revolución que derrocó al zar de Rusia. En la Revolución rusa, los bolcheviques
marxistas que tenían el apoyo del movimiento de los trabajadores tomaron el poder y fundaron el primer gobierno
obrero bajo el liderazgo de Lenin.
Luego de la guerra civil rusa, se fundó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (Unión Soviética o URSS) y se
estableció un régimen comunista. Esto influenció el devenir del movimiento obrero a nivel mundial durante todo el
siglo XX.
La organización existió hasta la caída de la Unión Soviética, en 1989, y marcó la influencia soviética en los diferentes
movimientos comunistas nacionales.
A largo plazo, el movimiento obrero logró el reconocimiento internacional de los derechos laborales de los trabajadores. En
cada país, los logros se dieron en diferentes momentos y tuvieron distintas características.
De forma general, se pueden nombrar las siguientes conquistas del movimiento obrero: