Tanatologia Gerontologica

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INDICE

TEMA 1 nociones fundamentales de la tanatología……………………………...3


1.1 definición de tanatología………………………………………………...5
1. 2 propósitos de la tanatología………………………………………… .6
TEMA 2 la muerte y sus definiciones……………………………………………….7
2.1 breve reseña histórica…………………………………………………….8
2.2 clasificaciones de muerte……………………………………..................9
2.3 signos premonitorios de la muerte…………………………………… 11
TEMA 3 costumbres ante la muerte en algunas religiones y países………….12
3.1 La muerte para los mexicanos…………………………………… …23
TEMA 4 Las perdidas a lo largo de la vida……………………………………… 34
4.1 la muerte como la más dolorosa de las perdidas………………… ..36
4.2 reacciones del paciente ante la inminencia de la muerte……………37
TEMA 5 Proceso de perdida, el duelo y el morir ………………………………..40
5.1 Duelo…………………………………………………………………… 41
5.2 muerte y duelo………………………………………………………… 42
5.3 El proceso de morir…………………………………………………… 44
5.4 Decálogo del acompañante de duelo…………………………………46
TEMA 6 Aspectos psicológicos del enfermo con enfermedades crónicas y
terminales …………………………………………………………………………….48
6.1 mecanismos de defensa del individuo cuando enferma……………49
6.2 reacciones adecuadas del paciente…………………………………..50
6.3 Un dilema tras otro…………………………………………………… 54
TEMA 7 La eutanasia……………………………………………………………… 60
7.1 ¿se aplica la eutanasia en México?..................................................61
7.2 Definiciones y precisiones terminológicas de eutanasia…………….66

1
7.3 otros conceptos que se manejan…………………………………… 68
TEMA 8 La familia ante la enfermedad terminal…………………………………69
8.1 Síntomas familiares en la enfermedad terminal…………………….72
8.2 Síntomas por alteraciones del funcionamiento familiar……………73
8.3 Síntomas dependientes de la comunicación……………………….74
8.4 Síntomas emocionales en la familia……………………………… 75
8.5 Síntomas familiares de la esfera social…………………………….77
8.6 La claudicación familiar………………………………………………78
TEMA 9 como atender a la familia del enfermo terminal……………………...80
TEMA 10 Cuidados a los cuidadores…………………………………………….83
10.1 cuidado del encargado del cuidado continuo…………………….84
10.2 importancia del cuidado continuo de la familia………………… 85
10.3 manejo de la atención en casa…………………………………… 87
10.4 su ser querido se está muriendo ¿Qué puedo hacer?................88
TEMA 11 Los cuidados paliativos………………………………………………..92
11.1 Breve reseña histórica………………………………………………94
11.2 características y objetivos de los programas……………………..95
11.3 tipos de programas………………………………………………….96
11.4 Los cuidados paliativos…………………………………………… 98
TEMA 12 Consejería tanatológica………………………………………………100
21.1cuando se oculta el sol, siempre hay un amanecer al día siguiente 102
TEMA 13 Revisión de la propia vida y el buen morir……………………………..104
13.1 Apuestas por la vida y por la ayuda al bien morir………………....106

2
TANATOLOGÍA GERONTOLÓGICA

TEMA: 1

NOCIONES FUNDAMENTALES DE LA TANATOLOGIA

“En la vida de toda persona, hay felicidad, alegría, dolor, sufrimiento y muerte. La
muerte es algo importante en la vida”.

La muerte siempre ha inquietado al hombre, por lo que ha sido estudiada


desde tiempos muy remotos, y desde de diferentes puntos de vista, religiosa,
médico, filosófico, psicológico, estético, etc. Ha preocupado al ser humano y a
través del tiempo ha hecho infinidad de estudios para alargar la vida, ya que al
enfrentarse a lo desconocido (la muerte), se atormenta, se angustia, sufre y la
trata de evitar. La muerte puede causarnos miedo, rebelión temor, pero no
puede causarnos duda. Es el destino temporal más incierto del hombre y su
aceptación es prueba de madurez del ser humano. La mayoría de las personas no
tienen miedo a la muerte misma, sino al morir, a la enfermedad prolongada,
dolorosa, a la agonía, al deterioro físico, a la pérdida de autocontrol e
independencia.

El hombre experimenta el dolor más fuerte y profundo de su vida al


enfrentarse con su propia muerte. Es un problema existencial, todos los seres
vivos moriremos, es el hombre el único ser que se la cuestiona, no se reduce a un
proceso químico ni a un proceso mecánico, no es la causa del mundo exterior,
pertenece a la interioridad de la vida, a la espiritualidad de la persona.

La muerte humana es un fenómeno multifacético que afecta la vida, en la


actualidad no es aceptada, ni asumida como un suceso natural, se ha convertido
en una problemática personal, social y familiar, en una crisis; por la cual es
necesario el estudio formal sistemático y científico de la muerte.

La tanatologia es la disciplina que se encarga del estudio integral e


interdisciplinario de la muerte.

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La Tanatologia, es un estudio integral e interdisciplinario, que reúne en su
quehacer elementos sociales, que influyen en cada individuo y busca resolver las
situaciones conflictivas que existen en torno a la muerte, como la eutanasia, el
suicidio, el abandono de enfermos terminales y ancianos, etc.

La Tanatologia considera que la muerte humana tiene distintas dimensiones y por


lo tanto la estudia apoyándose en diferentes ciencias considerando los factores
que se relacionan con ella (psicológicos, espirituales, religiosos, sociales,
corpóreos, legales, culturales, etc.). Por ejemplo en el área psicológica se interesa
por sus reacciones, como la depresión, neurosis, enojo, mecanismos de defensa,
ansiedad, aprehensión, culpa, tristeza, etc.

La Tanatologia estudia los sentimientos y los efectos que la muerte provoca, a los
familiares, o personas involucradas afectivamente con el paciente, es difícil
aceptar la MUERTE de un ser querido como algo natural.

Apoya también al equipo de salud en la liberación de las emociones que el trabajo


constante con la enfermedad, el dolor y la muerte conllevan.

Debido a esa visión integral de la muerte, el tanatologo puede comprender los


temores y estados emocionales de quienes están involucrados en un proceso de
muerte (familiares, médicos, amigos, etc.) y debe contribuir a que todos ellos sean
tomados en cuenta en la medida de lo posible y que se consideren sus diferentes
inquietudes.

LA MUERTE.

“Quizá la muerte sea la mayor bendición del ser humano… nadie lo sabe, sin
embargo todo el mundo le teme como si supiera con absoluta certeza que es el
peor de los males” SOCRATES. 1

Enlace expresión de la sociedad civil


Instituto mexicano de Tanatología, a. c.

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1.1 DEFINICIÓN DE TANATOLOGÍA.

Procede del Griego THANATOS que significa muerte. En la mitología griega,


Thanatos junto a su hermano Hypnos son los portadores del muerto, cuya función
es dulcificar el viaje, junto a Hermes y Caronte.

LOGIA. Significa ciencia, así que uniendo ambos conceptos Tanatología es la


ciencia encargada del estudio de la muerte.

Este término fue acuñado por el ruso Elie Metchnikoff en 1901.

DEFINICIÓN ANTROPOLÓGICA DE TANATOLOGÍA.

Tanatología: Deriva del griego Thanatos: muerte y Logos: estudio. Es decir se


refiere al estudio científico de los fenómenos referentes a la muerte.

También se le conoce como Medicina Neurológica: del griego Nekros= muerte y


Logos = Estudio.

DEFINICIÓN ACTUAL.

TANATOLOGÍA: Es la ciencia de la muerte y del morir; en donde el principal


enfoque está dirigido hacia el sujeto que muere.

Esta nueva aplicación inicia hace más de treinta años, comenzó con el desarrollo
sistemático de esta nueva Tanatología, que se ocupa de la atención de los
enfermos terminales. Está basada en el principio de “CUIDAR MÁS ALLÁ QUE
CURAR”.

OBJETIVOS DE LA TANATOLOGÍA.

Disminuir los sufrimientos de los pacientes (cuidados paliativos).

Mejorar la calidad de vida.

Ayudar a que se preparen para la muerte.

Que traten de lograr un aprendizaje de esta experiencia trascendente.

Que se reconcilien con la vida si es el caso.

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1.2 PROPÓSITOS DE LA TANATOLOGÍA.

Ocuparse de preparar también a la familia tanto durante el proceso de la


enfermedad terminal, como durante el proceso de la muerte.

Duelo familiar.

Apoyo durante la re-estructuración de la familia.

Se ocupa también del estrés del equipo que brinda ayuda.

CARACTERÍSTICAS.

Tiene una base interdisciplinaria que incluye:

Médicos.

Enfermeras.

Psicólogos.

Asistencia social.

Espiritualidad.

Religiosa.

Justicia. 2

Tanatologia y cuidados paliativos


Dra. Patricia González
UDEM.

TEMA 2

6
LA MUERTE Y SUS DEFINICIONES.

Preguntas más frecuentes sobre la muerte.

¿Qué es la muerte humana?

¿Cuál es el significado de la muerte para el hombre?

¿La muerte es un destino que está dentro de nosotros?

¿Cómo debo llamar a la vida?... ¿Una vida mortal o una muerte vital?.

LA MUERTE VISTA A TRAVÉS DE LA HISTORIA.

El hombre desde que tiene conciencia de sí mismo, sabe que como ser corpóreo
tiene un principio y un fin.

A través de la historia hemos podido observar en forma importante del hombre su


interés por el origen de la respuesta a la pérdida de alguien amado.

Así a través de los registros arqueológicos del hombre primitivo, hasta cuando se
integró en civilizaciones completas y bien Organizadas, ha tenido que enfrentarse
a la “pérdida de algo querido”.

Los primeros datos que tenemos sobre el interés que generaba la pérdida de un
ser querido es la existencia de la práctica de enterramientos, esto al menos en
parte nos permite comprobar que tenían lo que es “CONCIENCIA DE MUERTE Y
DOLOR POR LA PÉRDIDA”.

2.1 BREVE RECEÑA HISTORICA.

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En épocas primitivas los únicos signos que se tomaban en cuenta eran la rigidez,
el enfriamiento y la putrefacción. En el siglo V a.C. Hipócrates realiza estudios
sobre las modificaciones de la cara de los seres humanos cuyas funciones
biológicas han concluido.

En la época medieval no se produjo ningún aporte al tema, ya que la inquisición


prohibía todo estudio del cuerpo humano incluso de cadáveres.

En la edad moderna William Harvey, a comienzos del siglo XVII. Investiga la


circulación sanguínea y prueba que la muerte está determinada por el cese de
los latidos del corazón y la desaparición del pulso.

A fines del siglo XVII, en Alemania e Italia, se establecieron cámaras mortuorias


de espera, donde el presunto muerto, permanecía hasta la aparición de los signos
cadavéricos, que demostraban irrefutablemente la muerte. Esto ha trascendido
hasta nuestros días, en la actualidad también tenemos capillas ardientes en donde
velamos a nuestros difuntos.

A partir de este momento se determina que el corazón es el, órgano fundamental


en el funcionamiento del cuerpo humano. Aparece así el criterio de muerte
biológica basada en el paro cardiorespiratorio

Es importante mencionar los acontecimientos ocurridos a fines del siglo XVIII y


comienzos del XIX con respecto a la determinación de la muerte.

Durante las grandes epidemias que azotaron a Europa y América, en este periodo
se exigía a los médicos enterramientos masivos y a veces apresurados, con la
finalidad de controlar las enfermedades.

Como consecuencia, se generaliza en la población un miedo a ser enterrado vivo.

Friedrich Chopin expreso su deseo, indicó que después de su muerte le fuera


sacado el corazón para estar seguro de no ser enterrado vivo.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, comenzó un desafío científico-


tecnológico en la práctica médica fue el nacimiento de una nueva especialidad, “la
terapia intensiva”, cuyo objeto era y sigue siendo, responder a las necesidades de
los pacientes en estado crítico y en peligro de muerte inminente. Estos progresos
en biotecnología permitieron, sustituir funciones orgánicas consideradas vitales, el
trabajo del corazón se suple con técnicas de resucitación,

Las funciones respiratorias naturales se reemplazan por sistemas de ventilación


mecánica..

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2.2 CLASIFICACIONES DE MUERTE.

MUERTE ESPIRITUAL. Vivir del pecado; “de los malos deseos nace el pecado; y
del pecado, cuando llega a su desarrollo completo nace la muerte”

DEFINICIÓN DE RESUCITAR. Volver a la vida a un muerto.

MUERTE PARCIAL. Esto ocurre con las pérdidas que vivimos día a día asociadas
al proceso de maduración (fin de la niñez para dar paso a la adolescencia, a la
adultez para dar paso a la vejez).

MUERTE APARENTE. Cuando por pocos segundos o minutos la persona car en


paro cardiorespiratorio y gracias a las maniobras de reanimación sus funciones
vitales se recuperan.

MUERTE CLÍNICA. Es la demostración fehaciente de la ausencia de signos


vitales, determinada por la aplicación directa de los sentidos y sin ayuda de otro
tipo de instrumentación.

MUERTE BIOLOGICA. Hace referencia a la transformación de la persona en


cadáver.

MUERTE PSÍQUICA. Es la pérdida de la conciencia de nuestros actos, del control


consciente de nuestra existencia.

MUERTE SOCIAL. Parece ser solamente una ausencia prolongada, donde


referencialmente dejamos de estar para los otros (Dr. Rebolledo M: 1996).
Ejemplo encarcelamiento, aislamiento, destierro, etc.

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MUERTE LENTA. Cuando el deterioro es lento como consecuencia de una larga
enfermedad.

MUERTE SÚBITA. Sobreviene de improvisto, cuando no se espera, el sujeto en


principio no advierte que está muriendo, por lo que es imposible un trabajo de
muerte. Este tipo de muerte es muy traumática para los sobrevivientes, mayor
mente en muerte súbita infantil, provocando sentimientos de culpa en los padres.

MUERTE CEREBRAL. El diagnostico de muerte cerebral puede realizarse cuando


se observa.

+Ausencia de las funciones del tronco, incluido la respiración espontanea.

+No existe estado de conciencia ni respuesta neurológica.

+Estado irreversible.

DIAGNÓSTICO DE MUERTE.

Lo primero que hace un médico para certificar la muerte de una persona es


verificar si está realmente muerta, para luego emitir el certificado de defunción.

Los parámetros que se exploran son generalmente los siguientes.

+El estado de conciencia de la persona.

+La sensibilidad.

+Los movimientos.

2.3 SIGNOS PREMONITORIOS DE LA MUERTE.

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Agonía: Lucha postrera de las fuerzas vitales que precede a la muerte.

A) Signos físicos y fisiológicos:


Estado de gravedad ligada al grado de alteración de un órgano.
Peligro de muerte: crisis de ahogo, riesgo de hemorrágicos, etc.
Constante deterioro físico progresivo.
Lucha por el equilibrio.
Trance de muerte,

B) Signos Psicológicos.
Percepción de muerte.
Inminencia de una confrontación con una situación totalmente desconocida.

DEFINICIÓN DE MUERTE

Cesación definitiva de las funciones biológicas, es una realidad incuestionable, ya


que todos más tarde o más temprano moriremos, nos confronta con nuestra
limitada existencia. La muerte es por principio, el fin último de la vida. No es “ni
buena ni mala”.

TEMA 3

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COSTUMBRES ANTE LA MUERTE EN ALGUNAS RELIGIONES Y
PAISES

Descripción de cómo se presenta la muerte, actitudes y costumbres


ante la misma en diferentes culturas, religiones, sociedades y países.

En el mundo antiguo Lo sobrenatural era omnipresente y


todopoderoso, y cada acontecimiento alarmante en el campo de la
naturaleza representaba un presagio especial enviado para servir de
advertencia o de estimulo. Así tenemos que Egipto es donde se
encuentran, por primera vez, referencias al tratamiento psicosomático
de las enfermedades, el hombre era tratado como un todo. Quizás, al
comprender que con la muerte y la putrefacción del cuerpo rompía la
unidad de este, y el alma pretendió enfrentar esa disolución con el
embalsamamiento; de esta forma mantenían el vinculo entre los
muertos y los vivos.

Por su parte en CHINA las propias costumbres funerarias indicaban


las grandes diferencias entre sus culturas; donde se han encontrado
cadáveres de personas sacrificadas y enterradas con el difunto, siendo
esto una práctica común. El mundo de estas culturas estaba poblado
de deidades que controlaban la existencia de los humanos, cuya ira
debía ser aplacada con ofrendas de cereales, sacrificios de animales y
de seres humanos y libaciones de bebidas embriagantes. De ahí parte
la costumbre de colocar alimentos en las tumbas de los chinos
muertos.

En las antiguas civilizaciones mesopotámicas la enfermedad era


considerada como castigo del pecado, en la civilización grecorromana
como causa de inferioridad, en el cristianismo la enfermedad era

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símbolo de una vía para la purificación, gracia divina; constituyendo la
muerte para algunos la liberación del sufrimiento y el comienzo del
goce eterno.

La cultura AZTECA prestaba especial atención a los ritos funerarios


como forma de asegurar la supervivencia de sus muertos y que estos
ejercían su acción protectora sobre los vivos; formaban parte de estos
ritos la conservación de objetos del muerto que adquirían la función de
amuletos de protección o de buena suerte.

Los INCAS constituían una aristocracia victoriosa que dominaba las


sociedades vencidas, para ellos la muerte era debido a la mala
voluntad de alguien, fundamentalmente de las deidades enfurecidas
por algún pecado, descuido en el culto o por algún contacto especial
con los espíritus malévolos que existían en los vientos y las fuentes;
de ahí que al tener las enfermedades causas sobrenaturales, debían
ser curados por la magia o la religión. Entre los hallazgos
arqueológicos se encuentra el mayor número de cráneos trepanados
del mundo, no se ha podido encontrar indicios si se realizaban para
descomprimir el cerebro o para ahuyentar a los demonios.

En las culturas AFRICANAS. Existe desde tiempos inmemorables la


adoración a los muertos, donde los difuntos continúan viviendo en la
mente de todo el pueblo africano, como ánimas, espíritus o seres
sobrenaturales que conservan externamente su apariencia terrenal o
asumen temporalmente el aspecto de animales. De esta forma, los
muertos continúan siendo miembros del clan no abandonan la
comunidad, para lo cual necesitan sacrificios para prolongar su
existencia en el otro mundo y renacer en sus descendientes, pues de
lo contrario deben dejar de ser. La adoración de los antepasados
significa mantener los nexos entre estos dos grupos del clan: los vivos
y los muertos; romper estos lazos es amenazar con la destrucción a
los vivos y a la comunidad en general.

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Las religiones juegan un papel importante a la hora de influir de forma
positiva, negativa o neutra en todas las personas al pensar en su
propia muerte o sobrellevar las muertes ajenas.

 Las religiones proponen creencias acerca del más alla de la


muerte.
 Las religiones usan el poder de la muerte para desplazar a los
hombres de la manera cotidiana de ver, entender y sentir las
realidades.
 Las religiones hablan de la muerte desde la profundidad de la
experiencia sagrada de la existencia.

Los CRISTIANOS tienen la firme creencia en la fe de la encarnación


de Dios en Jesucristo. El verdadero cristiano vive la esperanza de la
inmortalidad, porque cree en la resurrección de Jesucristo. Jesucristo
acepto la muerte cambiando de esta forma su significado, la elevo a la
función de redentora y la trascendió por la resurrección. El hombre
entra en la eternidad por la muerte, convirtiéndose, está en el enlace
entre el modo de ser temporal y el modo de ser eterno. Dios nos
espera a todos para abrazarnos, porque hemos sido creados a su
imagen y semejanza, y hemos sido redimidos por Jesucristo. Para los
cristianos el alma surge con la concepción y a partir de ese momento
es eterna. La muerte solo implica el cuerpo, el alma permanece
siempre. Tras la muerte tiene lugar un juicio en el que se valoran los
meritos y deméritos del difunto; así el alma se salva o se condena
viviendo eternamente en la gloria de Dios o apartados de él. Para los
padres de la Iglesia habrá un juicio final y previamente a este se
producirá la resurrección de los muertos; nadie excepto Dios puede
conocer el día y la hora del mismo. Según la Iglesia cristiana, el
cristianismo debe prepararse durante su vida para una muerte que
siempre incierta, pero inevitable. Los cristianos entierran o incineran a
sus muertos. Si bien durante siglos lo común ha sido la inhumación,
aunque en los últimos años va aumentando el número de
cremaciones.

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Para los BUDISTAS. La muerte no es más que un tránsito. Los actos
positivos realizados a lo largo de nuestras vidas nos permitirán gozar
de un Karma favorable, los actos negativos inducirán un karma
negativo. Renaceremos bajo una forma determinada por esta ley de
causa y efecto; por eso la muerte no es un final, más bien parece un
cambio de ropaje. El budismo no cree en un dios omnipotente
omnisciente, creador del cielo y la tierra; no existe en el ser humano
un elemento superior trascendente como el espíritu y el alma; todo es
inestable, transitorio e impersonal, no se habla de reencarnación
propiamente sino de renacimiento. El apego que sentimos por nuestra
existencia genera sufrimiento, lo que nos encadena a la rueda de
nacimiento y muerte, generando futuros renacimiento.

Para la tradición hindú nadie nace ni muere en ningún momento, el


alma imagina su nacimiento y su muerte. El hinduista cree en la
trasmigración de las almas, ya que existe un principio de orden
superior y permanente que denominan ATMAN y que se podría
traducir por espíritu. La muerte para los hinduistas es solo un migrar
del cuerpo y su liberación definitiva pondría fin a la reencarnación.
Cuando una persona muere se incinera su cadáver, preferiblemente
junto a un rio sagrado.

El ISLAMISMO se basa en la oración ritual, el ayuno, la profesión de


fe, la limosna y la peregrinación a la MECA. El único Dios es Alá y su
profeta Mahoma. Tras la muerte del cuerpo físico el Alma es
conducida al paraíso o al infierno. El paraíso se concibe como una
especie de jardín donde se puede gozar de todos los disfrutes, incluso
los materiales. El infierno es una región para el dolor y el sufrimiento.
Los musulmanes también creen en el juicio universal y en la
resurrección de los cuerpos. En el Islam, aunque cree en la
resurrección, se utiliza la conciencia de la muerte como instrumento de
sabiduría y conocimiento. Hay que morir antes de morir. Cuando un

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musulmán muere su cadáver es inhumado, el cuerpo se lava, perfuma
y se envuelve en sudarios depositándose en la tumba sin ataúd.

Para los HEBREOS el hombre no es un espíritu encarnado sino un


cuerpo animado. Yahve formó al hombre del polvo con sus manos y
alentó en su nariz un soplo de vida; lo hizo a su propia imagen y
semejanza. El aliento divino es la vida del hombre. El destino del
hombre es una cuestión puramente terrenal. Hemos salido del polvo y
al mismo hemos de vivir; esa es la base de la sabiduría y la
consecuencia del pecado original.

LOS EGIPCIOS Siempre creyeron en la otra vida, las tumbas más


primitivas contenían muestras de comida y equipamiento. En general
la imaginaban semejante al de este mundo.

Primero se pensó que el rey pasaba su vida de ultratumba junto a RE


(Dios del sol, rey de los dioses, padre de la humanidad y protector de
los faraones), recorriendo diariamente el cielo con él. Después quedo
vinculado al dios OSIRIS (dios de la fertilidad y de la vegetación y Dios
de la muerte), y cada rey al morir se identificaba con él. Este privilegio
se extendió a todas las clases, de modo que todo hombre al morir se
identificaba con Osiris. Una buena conducta aseguraba un tránsito
seguro al más allá; el corazón del difunto era puesto en una balanza
teniendo como contrapeso una pluma que representa la verdad. El
resultado era consignado por THOT (Dios de la ciencia y la sabiduría,
el inventor de la escritura) en presencia de Osiris, y los que no daban
el peso eran destruidos para siempre. Ellos pensaban que el cuerpo
del difunto permanecía en este mundo y que era el espíritu del muerto
el que se iba al m{as allá y que necesitaba del cuerpo como de una
base, y por eso ensayaron distintos y complicados métodos para
preservar el cuerpo con la momificación; aunque en casos extremos
una estatua o retrato del difunto podían servir como sustituto.

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En AMERICA por ser un país con diversidad de creencias, sociedades
y raíces, también existen diferentes formas de decir adiós a sus seres
queridos que tuvieron que partir al mundo desconocido de la muerte.

A continuación mencionaremos algunos países del continente


americano.

BOLIVIA. Cuando un hombre muere lo bañan y visten con la ropa


preferida por él, lo peinan y lo perfuman. El velorio dura dos días en la
casa o en el salón de alguna funeraria, se brinda café, refrescos,
bocadillos y comida a los presentes; concluidos estos dos días se
organiza una caravana para el cementerio, en la iglesia del mismo se
le ofrece una misa, es llevado al nicho y se abre el ataúd para
despedirlo por última vez, se le colocan objetos preciados por el
difunto o simplemente una flor. Se reza el novenario en casa del
difunto y se brida comida; los familiares se visten de negro durante
todo ese tiempo como expresión de luto por la pérdida del ser querido;
después cada año en la misma fecha de la muerte se celebra una
misa a su memoria.

DOMINICANA. Si el fallecido vivió en el área rural, es preparado por


alguien de la comunidad, lo maquillan y visten completamente de
blanco y con la ropa interior al revés, es llevado a la casa donde
ocurre el velorio. Si la familia tiene un status social alto como los

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arrendatarios y terratenientes, se contratan lloronas las cuales lloran
toda la noche al fallecido por dinero, ya que se cree que mientras más
se llore, mas bueno era el fallecido, durante toda la noche se bebe ron
y se juega póquer, al día siguiente se saca el féretro con los pies del
fallecido por delante, ya que si no es asi su alma ae quedará en la
casa. Se reza el novenario y cada año se le hace una hora santa que
consiste en orar por el frente a un altar con una foto del fallecido. Si es
un niño el que muere al velorio solo llegan niños y familiares, a los
niños se les reparte juguetes para que disfruten lo que el fallecido no
disfrutará. Si es una mujer embarazada se entierra con el feto entre
sus piernas y si es una mujer que se iba a casar se entierra con el
vestido de novia.

ECUADOR. Si un niño muere lo visten con ropas blancas y lo colocan


en un ataúd blanco. Al adulto le ponen sus mejores ropas y lo
entierran con sus objetos más preciados, por lo general el funeral dura
dos días en que se ofrece comida a los asistentes, al tercero es
enterrado, las personas se visten de negro y los familiares
permanecen de duelo por un año. En algunos casos cuando llegan al
cementerio le llevan serenata como último homenaje y despedida
hacia ellos. Al mes y al año se celebra una misa en donde se dar
recuerdos con el nombre de la persona fallecida. Cada año el 2 de
noviembre celebran el Día de los Fieles Difuntos o finados, de origen
cristiano, donde antiguamente era tradición compartir en el cementerio
la colada mora y las guaguas de pan. Algunos pueblos indígenas
especialmente del oriente ecuatoriano, un sacerdote SHAMAN realiza
un ritual postmorten con hierbas y flores, después se coloca el
fallecido en una balsa que está en el agua y mientras el pueblo hace
una fiesta en honor al difunto, se quema su cuerpo, después de esto
se recogen los restos de la balsa y se entierran para evitar que
contaminen el ambiente.

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GUATEMALA. Es un país multicultural y multilingüe que cuenta con
diferentes mitos y costumbres que varían de un departamento a otro.
La familia guatemalteca se caracteriza por mantener una unión en
cualquier circunstancia, cuando una de estas fallece trabajan en
conjunto para realizar los preparativos de la velación del difunto. La
despedida de los fallecidos si es en el centro se vela en una funeraria
o en la casa, se ofrecen tamales, chocolate, café, sopas y sándwich y
se recuerdan anécdotas del mismo, al día siguiente se ofrece una
misa de cuerpo presente en la iglesia y luego se dirigen al cementerio
creando una caravana de autos; la velación puede durar de 24 a 48
hrs., con previa preparación del cadáver, en algunas ocasiones hasta
más de 72 hrs. Por la ausencia de familiares.

En algunas otras provincias se vela en casa y todo el pueblo pasa la


noche junto al fallecido jugando cartas, fumando, tomando ron, de
igual manera se les ofrece comida, al amanecer se realiza una misa de
cuerpo presente, posteriormente se dirigen en caravana a pie al
cementerio, en algunas ocasiones se acompañan de mariachi o con
música, se reza durante una hora por nueve días, a los 40 días se
realiza una de igual manera al año y a los siete años, el día de los
santos difuntos 1º. Nov. Se va al cementerio, se limpia y se adorna la
cripta, se les lleva su comida favorita, y posteriormente se les eleva un
papalote o cometa y se le mandan telegramas mandándole saludos y
peticiones de sus seres queridos.

HONDURAS. Los nativos concebían a la muerte como un proceso


trascendental de un cambio, donde la persona seguía su modo de vida
en el mas alla y por eso eran enterrados con sus objetos de trabajo,
para que les sirviera en su nueva vida, de tal forma que se veía a la
muerte como una forma de purificación, y muchas veces se ofrecían
personas a los dioses mayas como una forma de agradecimiento por
las bendiciones relacionadas con la agricultura, las victorias de las
guerras y con los cambios estacionales.

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En la región Occidental del país existen descendientes de los mayas,
los que ofrecen a los dioses productos ganaderos, avícolas y otros
animales silvestres como agradecimiento por las bendiciones, nac.
Hijos, adquisición de propiedades y saneamiento de enfermedades, en
esta región ven a la muerte como el cambio de la nueva vida, donde el
fallecido nace en la naturaleza, en el corazón de los animales de la
selva.

En la región norte reciben a la muerte como un proceso de


encarnación, donde el difunto puede nacer en otra persona, dado este
hecho por el mestizaje de esta región del país (negro, indígena y
española) donde en sus bailes y ritmos llaman a la revelación del
difunto a materializarse dentro de otra persona. En cuanto a la
población católica, durante el velorio brindan con café y pan se lleva el
ataúd en hombros hasta el cementerio, celebran el 1º y 2 de
noviembre como el día de los Fieles Difuntos.

PANAMÁ. En panamá se siente un profundo respeto por la muerte de


un ser humano y lo manifiesta a través de conductas que son parte de
sus costumbres y tradiciones, la muerte es una etapa de la vida que
culmina con la resurrección. Al morir una persona, explotan en llanto
en todos tonos, lo desnudan, lo bañan y lo visten con las mejores
ropas incluso la corbata y el sombrero, el sombrero es para que en el
trayecto hacia el cielo los pájaros no le piquen la cabeza, se le colocan
medias y zapatos ya que el difunto debe de estar bien presentado para
presentarse ante Dios, en la antigüedad las mujeres eran enterradas
con sus joyas, en la actualidad queda suprimida esta costumbre, en
cambio se colocan altares que se adornan con sabanas blancas en
donde se colocan imágenes de santos un crucifijo, la virgen, un vaso
con agua flores y velas encendidas así como la foto del difunto, las
mujeres y demás familiares se visten de negro en señal de luto por un
largo tiempo, al difunto se le provee de 4 flechas con sus respectivos
arcos, una canoa, ocho cañitas, dos cordeles trenzados “kuil-los”, y un
manojo de flores de caña o pirulí. Las flechitas con los arcos son para

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defenderse de los animales que se le acerquen, la canoa será el
medio de transporte por el rio ”kitiuála”, los cordeles trenzados le
servirán de látigo para pegarle al demonio que envidioso vendrá a
molestarlo en su camino al cielo, y el manojo de flores le indicara el
camino al cielo, los familiares reciben las condolencias de los
asistentes, así como coronas y flores, posteriormente se brinda con
café, galletas, cigarrillos, dulces, además se cuentan chistes y se hace
referencia a lo bueno que era el hoy difunto, también algunos grupos
indígenas entierran a sus muertos en el piso debajo de la casa,
envuelto en una hamaca, lo que les permite tener una relación directa
entre los vivos y las muertos, si el muerto es estudiante; sus
compañeros le hacen una calle de honor y le lanzan flores, si es
músico se reúnen los músicos y amigos e interpretan piezas musicales
durante el sepelio.

PARAGUAY. En este país se hace solamente un velorio en la capilla


de la iglesia, la casa de la familia o en una funeraria durante toda la
noche, en la cual se hace oración y se reparte café, al día siguiente
se traslada al cementerio en donde es despedido por un familiar más
cercano, al regreso se hace la recepción donde se brinda comida a
todos los asistentes al funeral, se reza el novenario a la misma hora:
cada año se le llevan flores en el aniversario de su muerte, en su
cumpleaños, el día del padre y de las madres y en algún día especial
de importancia para la familia.

PERÚ. El peruano desde la antigüedad ha tenido respeto por los


fallecidos, tenían la idea que existía vida después de la muerte,
pensaban que morir era una ofensa para su Dios, por lo tanto
relazaban ceremonias ante esta situación. En la región se le rendía
culto al dios del sol (INTI), y a la tierra (PACHA). La costumbre se dice

21
que si el difunto era el hombre de la casa lo enterraban en grandes
sepulturas acompañado de sus mujeres y riquezas, con la creencia
que no estaría solo y que no le faltaría nada en la otra vida. En la
actualidad si el difunto es de escasos recursos se hace el velorio y lo
entierran en las tierras de su propiedad después de realizar una misa
con el párroco del lugar, cuando el muerto tiene un estatus mejor el
velorio se prolonga por tres días donde se ofrece comida a los
asistentes, durante el traslado al cementerio es llevado a todos los
lugares que en vida visito y donde paso momentos importantes, a los 8
días se hace una fiesta por día en donde se reparte comida típica y
bebidas, en caso de que el fallecido sea un niño, lo visten de blanco al
igual que su cajón representando así la inocencia y pureza de la
criatura. El 2 de noviembre se celebra el día de los difuntos, donde le
llevan comidas preferidas en vida y flores, además se preparan panes
en forma de bebe, que en quechua se llaman wawa mismos que son
colocados en las tumbas.

VENEZUELA. De manera general se vela al fallecido en una funeraria


o en la casa durante toda la noche, se ofrece café y se recuerdan
algunos momentos del fallecido. Antes de salir hacia el cementerio se
hace una oración pidiendo por su alma; después se reúnen en la casa
de los familiares para orar por el alma del fallecido por una hora diaria
durante nueve días (novenario) y a los cuarenta días se realiza una
misa. En los primeros días después del entierro se le llevan flores a la
tumba a diario, o semanal y con el paso del tiempo esta situación va
disminuyendo a tal grado que únicamente para su cumpleaños o el día
de los Santos Difuntos (1º, nov.) se le llevan flores.

22
"La Catrina".

Día de celebración 2 de noviembre

3.1 LA MUERTE PARA LOS MEXICANOS

Día de Muertos en México.


El Día de Muertos es una celebración mexicana de
origen prehispánico que honra a los difuntos el 2 de
noviembre, comienza el 1 de noviembre, y coincide con
las celebraciones católicas de Día de los Fieles
Difuntos y Todos los Santos. Es una festividad mexicana y centroamericana, se
celebra también en muchas comunidades de Estados Unidos, donde existe una
gran población mexicana y centroamericana. La Unesco ha declarado esta
festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.[1] El Día de los
Muertos es un día festejado también en el Brasil, como Dia dos Finados, aunque
esta festividad no tiene las mismas raíces prehispánicas que la festividad
mexicana.
Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la
llegada de los españoles. Hay registro de celebraciones en las etnias mexica,
maya, purépecha y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se
realizan en estas civilizaciones por lo menos desde hace tres mil años. En la era

23
prehispánica era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y
mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.
El festival que se convirtió en el Día de Muertos era conmemorado el noveno mes
del calendario solar mexica, cerca del inicio de agosto, y era celebrado durante un
mes completo. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl,
conocida como la "Dama de la Muerte" (actualmente relacionada con "la Catrina",
personaje de José Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli, Señor de la
tierra de los muertos. Las festividades eran dedicadas a la celebración de los
niños y las vidas de parientes fallecidos.
La muerte es un símbolo emblemático que ha causado admiración, temor e
incertidumbre al ser humano a través de la historia. Por muchos años, en diversas
culturas se han generado creencias en torno a la muerte que han logrado
desarrollar toda una serie de ritos y tradiciones ya sea para venerarla, honrarla,
espantarla e incluso para burlarse de ella. México es un país rico en cultura y
tradiciones; uno de los principales aspectos que conforman su identidad como
nación es la concepción que se tiene sobre la muerte y todas las tradiciones y
creencias que giran en torno a ella.
De cualquier modo, hay que destacar que esta celebración no es propia de todos
los mexicanos puesto que, pese a ser una fiesta que se ha convertido en un
símbolo nacional y que como tal es enseñada (con fines educativos) en las
escuelas del país, existen muchas familias que son más apegadas a celebrar el
“Día de todos los Santos” como lo hacen en otros países católicos. Además, cabe
mencionar la fuerte influencia de Estados Unidos que, al menos en zonas
fronterizas, se evidencia con la presencia de la fiesta conocida como Halloween, la
cual es cada día más celebrada. De ahí también que exista una inquietud entre los
propios mexicanos de querer preservar el Día de Muertos como parte de la cultura
mexicana sobre otras celebraciones parecidas.
Contenido

 1 La celebración en el mundo prehispánico


 2 Transformación del ritual
 3 Patrimonio de la Humanidad
 4 Calaveritas
 5 Simbolismo
o 5.1 Ofrenda de Muertos
 6 Día de Muertos en la ficción
 7 Referencias

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 8 Enlaces externos

La celebración en el mundo prehispánico

Pintura de "La Catrina" sobre una de las calles de Guaymas, México.

Para los antiguos mesoamericanos, la muerte no tenía las connotaciones morales


de la religión católica, en la que las ideas de infierno y paraíso sirven para castigar
o premiar. Por el contrario, ellos creían que los rumbos destinados a las almas de
los muertos estaban determinados por el tipo de muerte que habían tenido, y no
por su comportamiento en la vida.
De esta forma, las direcciones que podrían tomar los muertos son:
El Tlalocan o paraíso de Tláloc, dios de la lluvia. A este sitio se dirigían aquellos
que morían en circunstancias relacionadas con el agua: los ahogados, los que
morían por efecto de un rayo, los que morían por enfermedades como la gota o la
hidropesía, la sarna o las bubas, así como también los niños sacrificados al dios.
El Tlalocan era un lugar de reposo y de abundancia. Aunque los muertos eran
generalmente incinerados, los predestinados a Tláloc eran enterrados, como las
semillas, para germinar.

25
El Omeyocan, paraíso del sol, presidido por Huitzilopochtli, el dios de la guerra. A
este lugar llegaban sólo los muertos en combate, los cautivos que eran
sacrificados y las mujeres que morían en el parto. Estas mujeres eran comparadas
a los guerreros, ya que habían librado una gran batalla, la de parir, y se les
enterraba en el patio del palacio, para que acompañaran al sol desde el cenit
hasta su ocultamiento por el poniente. Su muerte provocaba tristeza y también
alegría, ya que, gracias a su valentía, el sol las llevaba como compañeras. Dentro
de la escala de valores mesoamericana, el hecho de habitar el Omeyocan era un
privilegio.
El Omeyocan era un lugar de gozo permanente, en el que se festejaba al sol y se
le acompañaba con música, cantos y bailes. Los muertos que iban al Omeyocan,
después de cuatro años, volvían al mundo, convertidos en aves de plumas
multicolores y hermosas.
Morir en la guerra era considerada como la mejor de las muertes por los mexicas.
Para ellos, a diferencia de otras culturas, dentro de la muerte había un sentimiento
de esperanza, pues ella ofrecía la posibilidad de acompañar al sol en su diario
nacimiento y trascender convertido en pájaro.
El Mictlán, destinado a quienes morían de muerte natural. Este lugar era habitado
por Mictlantecuhtli y Mictacacíhuatl, señor y señora de la muerte. Era un sitio muy
oscuro, sin ventanas, del que ya no era posible salir.
El camino para llegar al Mictlán era muy tortuoso y difícil, pues para llegar a él, las
almas debían transitar por distintos lugares durante cuatro años. Luego de este
tiempo, las almas llegaban al Chicunamictlán, lugar donde descansaban o
desaparecían las almas de los muertos. Para recorrer este camino, el difunto era
enterrado con un perro, el cual le ayudaría a cruzar un río y llegar ante
Mictlantecuhtli, a quien debía entregar, como ofrenda, atados de teas y cañas de
perfume, algodón (ixcátl), hilos colorados y mantas. Quienes iban al Mictlán
recibían, como ofrenda, cuatro flechas y cuatro teas atadas con hilo de algodón.
Por su parte, los niños muertos tenían un lugar especial, llamado
Chichihuacuauhco, donde se encontraba un árbol de cuyas ramas goteaba
leche, para que se alimentaran. Los niños que llegaban aquí volverían a la tierra
cuando se destruyese la raza que la habitaba. De esta forma, de la muerte
renacería la vida.
Los entierros prehispánicos eran acompañados de ofrendas que contenían dos
tipos de objetos: los que, en vida, habían sido utilizados por el muerto, y los que
podría necesitar en su tránsito al inframundo. De esta forma, era muy variada la
elaboración de objetos funerarios: instrumentos musicales de barro, como
ocarinas, flautas, timbales y sonajas en forma de calaveras; esculturas que

26
representaban a los dioses mortuorios, cráneos de diversos materiales (piedra,
jade, cristal), braseros, incensarios y urnas.
Las fechas en honor de los muertos son y eran muy importantes, tanto, que les
dedicaban dos meses. Durante el mes llamado Tlaxochimaco, se llevaba a cabo la
celebración denominada Miccailhuitontli o fiesta de los muertitos, alrededor del 16
de julio. Esta fiesta iniciaba cuando se cortaba en el bosque el árbol llamado
xócotl, al cual le quitaban la corteza y le ponían flores para adornarlo. En la
celebración participaban todos, y se hacían ofrendas al árbol durante veinte días.
En el décimo mes del calendario, se celebraba la Ueymicailhuitl, o fiesta de los
muertos grandes. Esta celebración se llevaba a cabo alrededor del 5 de agosto,
cuando decían que caía el xócotl. En esta fiesta se realizaban procesiones que
concluían con rondas en torno al árbol. Se acostumbraba realizar sacrificios de
personas y se hacían grandes comidas. Después, ponían una figura de bledo en la
punta del árbol y danzaban, vestidos con plumas preciosas y cascabeles. Al
finalizar la fiesta, los jóvenes subían al árbol para quitar la figura, se derribaba el
xócotl y terminaba la celebración. En esta fiesta, la gente acostumbraba colocar
altares con ofrendas para recordar a sus muertos, lo que es el antecedente del
actual altar de muertos.[2]
Desde antes de la llegada de los españoles, antes de que la religión católica fuera
impuesta en Mesoamérica, muchas de las culturas prehispánicas tenían la
creencia de una vida después de la muerte. Por ejemplo, de acuerdo a Luis
Ramos, en su libro Culturas Clásicas Prehispánicas en la cultura maya, cuando
una persona moría, su alma iba al “inframundo” (conocido por ellos como Xibalbá).
Según sus creencias, para llegar a este lugar, las almas debían de cruzar un río
con la ayuda de un xoloitzcuintle (raza de perro); es por eso que dentro de los ritos
funerarios de los mayas se encontraba el de enterrar a un perro de esta raza junto
con la persona fallecida, de lo contrario, correría el riesgo de no llegar a Xibalbá y
quedarse en el camino. Después, esta creencia se vio reafirmada con la
introducción a la cultura de la religión católica; de acuerdo a la religión católica
(religión predominante en México) existe la idea de un cielo y un infierno a donde
las almas se dirigen cuando uno muere (dependiendo de su comportamiento en
vida), es decir, la creencia de una vida después de la muerte.[3]

27
Transformación del ritual

Altar tradicional de Día de Muertos, en Hidalgo.

Cuando llegaron a América los españoles en el siglo XVI trajeron sus propias
celebraciones del Día de Muertos cristianas y europeas, donde se recordaba a los
muertos en el Día de Todos los Santos. Al convertir a los nativos del nuevo mundo
se dio lugar a un sincretismo que mezcló las tradiciones europeas y prehispánicas,
haciendo coincidir las festividades católicas del Día de todos los Santos y Todas
las Almas con el festival similar mesoamericano, creando el actual Día de
Muertos.

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Patrimonio de la Humanidad
En ceremonia llevada a cabo en París, Francia el 7 de noviembre de 2003 la
UNESCO distinguió a la festividad indígena de Día de Muertos como Obra
Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. La distinción por
considerar la UNESCO que esta festividad es:
"...una de las representaciones más relevantes del patrimonio vivo de México y del
mundo, y como una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor fuerza
entre los grupos indígenas del país."
Además en el documento de declaratoria se destaca:
"Ese encuentro anual entre las personas que la celebran y sus antepasados,
desempeña una función social que recuerda el lugar del individuo en el seno del
grupo y contribuye a la afirmación de la identidad..."
además de:
"...aunque la tradición no está formalmente amenazada, su dimensión estética y
cultural debe preservarse del creciente número de expresiones no indígenas y de
carácter comercial que tienden afectar su contenido inmaterial."
Calaveritas
Se les llama así tanto a las rimas, versos satíricos como a los grabados que
ilustran calaveras disfrazadas o bien de dulce descritas a continuación:

 Rimas. también llamadas "calaveras", son en realidad epitafios


humorísticos de personas aún vivas que constan de versos donde la muerte
(personificada) bromea con personajes de la vida real, haciendo alusión
sobre alguna característica peculiar de la persona en cuestión. Finalizan
con frases donde se expone que se lo llevará a la tumba. Es muy común
dedicar las "calaveritas" a personajes públicos, en especial a políticos en el
poder. En muchos casos la rima habla del aludido como si estuviera ya
muerto.

 Grabados: Litografías, generalmente del Maestro José Guadalupe Posada,


que aunque no dibujó específicamente para Día de Muertos, sino eran
caricaturas con que colaboraba en diferentes publicaciones de principios
del siglo XX en México se usan en estas fechas por sus alusiones a la
muerte festiva.

 De dulce: Son dulces en forma de cráneo, generalmente realizadas de


dulce de azúcar, chocolate, amaranto, gomita, entre otros. Generalmente

29
son vendidas en los tradicionales mercados denominados "Todos Santos"
además de tiendas comerciales, tianguis, etc.

Simbolismo

Pan de muerto del centro de México.

 Las Calaveras de dulce, tienen escritos el nombre del difunto (o en


algunos casos de personas vivas, en forma de broma modesta que no
ofende en particular al aludido) en la frente, son consumidas por parientes o
amigos.

 El Pan de muerto. Platillo especial del Día de Muertos. Es un panecillo


dulce que se hornea en diferentes figuras, desde simples formas redondas
hasta cráneos, adornado con figuras del mismo pan en forma de hueso y se
espolvorea con azúcar.

 Las Flores. Durante el período del 1 al 2 de noviembre las familias


normalmente limpian y decoran las tumbas con coloridas coronas de flores
de rosas, girasoles, entre otras, pero principalmente de Cempaxóchitl, las
cuales se cree atraen y guían las almas de los muertos. Casi todos los
panteones son visitados.

30
 La Ofrenda y la visita de las almas. Se cree que las almas de los niños
regresan de visita el día primero de noviembre, y las almas de los adultos
regresan el día 2. En el caso de que no se pueda visitar la tumba, ya sea
por que ya no existe la tumba del difunto, o porque la familia está muy lejos
para ir a visitarla, también se elaboran detallados altares en las casas,
donde se ponen las ofrendas, que pueden ser platillos de comida, el pan de
muerto, vasos de agua, mezcal, tequila, pulque o atole, cigarros e incluso
juguetes para las almas de los niños. Todo esto se coloca junto a retratos
de los difuntos rodeados de veladoras. ] Ofrenda de Muertos

Ofrenda de Día de Muertos.

31
Ofrenda mixteca de Días de Muertos.

Artículo principal: Altar de muertos

Los materiales comúnmente utilizados para hacer una Ofrenda de muertos para el
Día de Muertos tienen un significado, y son los que se muestran a continuación:

 Retrato de la persona recordada: El retrato del difunto, sugiere el ánima


que los visitará la noche del 2 de noviembre.
 Pintura o cromo de las Ánimas del Purgatorio: La imagen de las ánimas
del purgatorio sirve para pedir la salida del purgatorio del alma del difunto
por si acaso se encontrara ahí.
 Doce cirios: Aunque pueden ser menos, tienen que ser en pares, y
preferiblemente de color morado, con coronas y flores de cera. Los cirios,
sobre todo si son morados, son señal de duelo. Los cuatro cirios en cruz
representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda
orientarse hasta encontrar su camino y su casa aparte de agua y sal.
 Flor de Cempasúchil (o flor de cuatrocientos pétalos): Su color representa
la luz como los rayos del sol y al regarla en forma de camino se le indica a
las almas el rumbo por el cual se le guía a casa.
 Cruz de Tierra: Para recordarle su fe, ya que el día Miércoles de Ceniza se
le dice la frase "recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás" entonces
se le recuerda que regresa a la tierra de la que salió.

32
Día de Muertos en la ficción
 La novela Bajo el volcán, de Malcolm Lowry toma lugar en México durante
este día.
 La trama de la película Macario (1959), protagonizada por Ignacio López
Tarso tiene lugar durante la víspera de un Día de Muertos.
 En el juego de computadora Grim Fandango de Tim Schafer (1998), el
personaje Manny Calavera habita en la tierra de los muertos y debe
realizar un largo viaje lleno de aventuras para alcanzar el descanso, e
incluye muchas alusiones visuales y temáticas a la celebración. De hecho el
título original del juego era "Deeds of the Dead" (Voluntad de los muertos).
 El clímax de la película Erase una vez en México se ubica en medio de un
desfile durante el Día de Muertos.
 La novela Days Of The Dead de Barbara Hambly se desarrolla un Día de
muertos, en 1835.
 En la novela El árbol de la noche de brujas de Ray Bradbury, los personajes
contemplan la forma en que se celebra el Día de Muertos.
 En la película The Crow: City of Angels o la segunda parte de El Cuervo se
maneja la trama durante la celebración del Día de Muertos.
 En un episodio de la serie animada Maya y Miguel se hace referencia al Día
de Muertos.
 La película mexicana de animación La Leyenda de la Nahuala se sitúa en el
1º de noviembre de 1807
 En la Película "Blood in Blood Out" (Sangre por Sangre), la matanza que
desatan los chicanos contra los blancos y los negros en la cárcel, por el
control de ésta lo hacen a partir de esa fecha en honor a los muertos.
 El cortometraje Hasta los huesos, de René Castillo, hace alusión al culto de
la muerte en México.
 La serie animada El Tigre: las aventuras de Manny Rivera, transmitida por
la cadena Nickelodeon, tiene un capítulo especial dedicado al Día de
Muertos.

Referencias
1. ↑ «Las fiestas indígenas dedicadas a los muertos». UNESCO Culture
Sector. Consultado el 18-08-2010.
2. ↑ Dia de Muertos en México Mexico-Tenoch
3. ↑ [Ramos, L. (1988) Culturas clásicas prehispánicas: las raíces de la
América indígena Madrid : Anaya

 Revista Disfruta Xochimilco, ayer y hoy. Especial de Día de Muertos. No. 5,


octubre de 2004. Xochimilco, México, D.F.
 CHIN/RCIP Festividades de los Días de Muertos

33
 Ramos, L. (1988) Culturas clásicas prehispánicas: las raíces de la América
indígena Madrid : Anaya
 W Radio (noviembre de 2009) Sandra Lorenzano habla sobre el libro Idea
de la muerte en México' de Claudia Lomnitz (Consultado el 1 de noviembre
de 2009)
 Ochoa, J. (1974) La muerte y los muertos. México: SepSetentas
 UNAM (1998) Ofrenda de Muertos. México: UNAM
 Florescano, E. (1995) Mitos Mexicanos. México: Aguilar Nuevo Siglo
 Almeida, Alex. (2009). Altar de Muertos una Tradición
 Anónimo. (2008). Altares y Ofrendas del Día de Muertos en México

TEMA 4

PÉRDIDAS A LO LARGO DE LA VIDA

LAS PÉRDIDAS COTIDIANAS.

A lo largo de la vida se establecen relaciones con personas, objetos o


situaciones, que adquieren un significado especial para una persona. La pérdida
de una de ellas, ocasiona sentimientos de dolor y supone un desequilibrio
personal. Aunque la pérdida más importante es la de un ser querido, existen
también otros tipos de pérdidas que pueden tener un gran significado.

PUNTOS QUE SE DEBEN ANALIZAR DE UNA PÉRDIDA

1. Considerar las pérdidas como algo inherente a la vida


2. Distinguir los diferentes tipos de pérdidas
3. Analizar las ideas y actitudes existentes en nuestra sociedad respecto a la
muerte y otras pérdidas.
4. Identificar las etapas del proceso del duelo.
5. Diferenciar actitudes que ayuden a superar la pérdida de aquellas que la
dificultan.

34
Nadie desea hablar de las pérdidas, sin embargo no podemos escapar a ellas. A
donde quiera que miremos a nuestro alrededor y en cualquier momento de la vida
que lo hagamos, vemos a seres humanos enfrentando pérdidas. Y la palabra
pérdida no se refiere exclusivamente a la muerte, sino también a la sensación
dolorosa que conlleva el dejar, ser dejados, separados, cambiar renunciar. Y las
pérdidas no solo incluyen a aquellos seres queridos, sino también expectativas,
ilusiones, etapas, salud, fuerza, etc.

Se suele pensar que las pérdidas únicamente ocurren en las personas destinadas
a perder, pero ¿Quién puede permanecer al margen de las perdidas?

La pérdida es una parte ineludible del estar vivo. Puede no ser justo, pero es real,
y el enfrentarla es necesario. En cada pérdida se experimenta dolor, angustia,
tristeza, etc.., y tanto el dolor como la dificultad para superarlo dependerán de la
intensidad de la pérdida.

El ser portador de una patología implica una serie de pérdidas importantes en el


paciente, lo que le ocasiona un desequilibrio en el estado emocional y se
manifiesta a través de sentimientos ambivalentes y encontrados, como: enojo,
tristeza, desesperación y angustia, los cuales interfieren en su recuperación. Por
esa razón se debe de contar con personal capacitado en Tanatología cuyo fin es
el de proporcionar una atención emocional como complemento de la atención,
este programa está dirigido por el personal de enfermería y se considera un valor
agregado al cuidado de los pacientes. Este se desarrolla tomando en cuenta que
la profesionalización de enfermería posee un componente humanístico muy
importante y teniendo como base que el enfermo pasa por lecho de dolor con
perdidas y duelos que se presentan durante el transcurso de la enfermedad y que
estos se agudizan cuando este se encuentra internado en alguna institución
debido a que deja atrás el mundo exterior, su forma de vivir, caminos y proyectos,
así como roles y funciones, enfrentándose inconscientemente a la perdida de la
vida.

La enfermera(o) tanatóloga es la encargada de ayudar y orientar al paciente a


manejar los duelos ocasionados por las pérdidas que se van presentando durante
su hospitalización, también conduce el proceso para cerrar duelos inconclusos con
la finalidad de que pueda afrontar con mayor aceptación las nuevas pérdidas que
se irán presentando durante su enfermedad y a lo largo de su ciclo vital.

35
Este apoyo tanatológico, se lleva a cabo a través de sesiones terapéuticas, donde
se debe identificar en que etapa del duelo se encuentra el paciente y aplicar una
técnica de intervención en busca del equilibrio emocional para evitar que se
presenten alteraciones en las emociones, la tanatología posee un aspecto más
amplio que abarca no solo al moribundo, sino al sobreviviente y a cualquier
persona que viva un proceso de duelo, ocasionado por las pérdidas que debe
enfrentar, ya que la pérdida es psicológicamente traumática en la misma medida
que una herida o quemadura, por lo cual siempre es dolorosa. El ser humano
necesita un tiempo y un proceso para volver al equilibrio normal que es lo que
constituye el duelo. Revista mexicana de Enfermería cardiológica

La tanatología ofrece una comprensión de la muerte y sus procesos con el fin de


construir mejores alternativas ante la vida, mi propia vida

En este sentido, la perdida más profunda, dolorosa y difícil de superar es la muerte

4.1 LA MUERTE COMO LA MÁS DOLOROSA DE LAS PÉRDIDAS.

La muerte es dolorosa, al menos para la mayoría de nosotros, y probablemente,


siempre lo será. Consciente o inconscientemente rechazamos los pensamientos
sobre la muerte, preferimos negarla para no enfrentar la angustia que genera la
visión de esa separación postrera.

Es difícil aceptar la finitud y limitada existencia humana, y no solo como personas,


sino como profesionistas, y cuando más avanza la ciencia, el temor se hace más
evidente en elementos tales como: cursos en donde los médicos jóvenes
aprenden a prolongar la vida, pero no se les habla mucho del concepto de vida,
las enfermeras aprenden a asistir al cuerpo sufriente pero se olvidan del alma que
clama consuelo; y así los demás Profesionales de la salud avocados a
comprender parcialmente el sufrimiento, mantenemos a los niños al margen de la
realidad de la muerte bajo la firme creencia de que no pueden comprender lo que
sucede, establecemos largas polémicas discusiones sobre si hay que decir la
verdad a los pacientes, la verdad de su condición… ¿debemos decirle al paciente
que va a morir?, en sesiones clínicas se aborda ese tema constantemente, pero
¿acaso hablamos o nos preguntamos de lo que el paciente nos tiene que decir?

36
Con su enojo, con su silencio, con su angustia o simplemente con palabras
sencillas sobre su persona.

El paciente de acuerdo a la calidad de comunicación que tiene con su interlocutor


elige hablar parcial o totalmente de su vida privada, de las cosas que hizo, de las
que dejo de hacer, cómo se portó y como se porta, a pesar de su enfermedad es
capaz de seleccionar a quien contarle todos los sentimientos que se le agolpan.

En ocasiones aunque la realidad sea evidente, el paciente es quien no puede o no


quiere escucharla, ya que esta rebasa su capacidad de asimilación, y es ahí
cuando aparecen los mecanismos de defensa (negación, intelectualización,
disociación, aislamiento, etc).

4.2 REACCIONES DEL PACIENTE ANTE LA INMINENCIA DE LA MUERTE.

Las reacciones del paciente frente a su inminente muerte varían de una persona a
otra y depende de una serie de factores altamente individuales tales como: Las
característica de personalidad del paciente, la calidad de sus relaciones
intrafamiliares (familia de origen y familia nuclear), sus redes de apoyo (amigos
vecinos compañeros de trabajo asociaciones etc.), factores socioeconómicos y las
características especificas de la enfermedad entre otros.

En ocasiones el enfrentamiento con la muerte permite que los pacientes


reflexionen sobre ellos, sobre su vida (que hagan una introspección), este
momento les da la oportunidad de encontrarle sentido a la vida y crecer
espiritualmente.

En relación a la fortaleza espiritual, esta la encuentra el enfermo en la fe (la


certeza de que Dios existe y lo acompaña) y la esperanza. Aunque en la
terminología médica usamos la frase “no hay esperanza”, en ningún ser humano
encontramos más esperanza que en un paciente terminal. Es la esperanza la que

37
le da la fuerza para luchar mientras tiene vida y renunciar cuando llega el
momento. Siendo importante comentar que no es la única esperanza de un
paciente, ya que cada vez se mantienen con vida a más y más gente mediante
maquinas que sustituyen funciones de órganos vitales.

ETAPAS DEL PROCESO DE MORIR

El morir es el proceso de deterioro que sufre el organismo desde su condición


terminal (diagnosticada o no) hasta la muerte. Dicho proceso, como todo en el ser
humano, no puede ocurrir aislado, es decir el procedo de morir es un proceso
biológico, psicológico, social y espiritual.

En este sentido la Dra. Kübler-Ross planteo un conjunto de fenómenos que un


paciente vive en su camino a la muerte, dichos fenómenos los organizo en
“etapas”, mismas que a la fecha se siguen encontrando en los pacientes, pero no
en la secuencia rígida con que originalmente se expuso.

La primera respuesta, casi universal ante la noticia de una enfermedad grave es la


incredulidad, siendo común escuchar en ese momento frases como “se han de
haber confundido de resultados”, “Pensé que hablaban de otro paciente”. Esa
reacción tiene por objeto amortiguar el golpe emocional, mientras se pueden
desarrollar otros recursos para enfrentar tan dura realidad.

LA NEGACIÓN es una defensa que sin excepción utilizamos cuando el evento


rebasa nuestra capacidad yoica (fuerza interna); es decir, ante el colapso
emocional y psíquico surge la negación. Si bien es cierto que la negación
consume mucha energía psíquica y distorsiona la realidad; también es cierto que
la utilización de este mecanismo es la única posibilidad que el paciente tiene e
sobrevivir psíquicamente al impacto.

38
SE HAN DIFERENCIADO TRES TIPOS DE NEGACIÓN

*Negación de hechos diagnósticos).

*Negación de las implicaciones de la enfermedad (una Cx., aplicación de


quimioterapia, amputación de algún miembro, caída del cabello, etc.).

*Negación de la muerte como hecho final.

Otra de las etapas del proceso de morir e la RABIA, la cual puede ser expresada
directamente, desplazada, manifestada en forma abierta o encubierta. Esta
condición hace que el paciente sea más difícil en su manejo, quejumbroso,
agresivo, violento e irritable.

Ante estas respuestas del paciente, el profesional de la salud reacciona con


rechazo y enojo al no comprender que esa rabia externada por el paciente tiene
que ver con el proceso destructivo y sin control que se gesta en su interior. El
paciente está enojado contra todos y contra el porqué la vida se le acaba y todo lo
que esta implica.

La buena comunicación y comprensión del personal de salud ayudará al


entendimiento con al paciente. Siendo importante señalar que la comprensión
(empatía), tiene que ver con el hecho de ponerle límites a la agresión del paciente,
puesto que una actuación agresiva solo contamina la relación paciente- personal
de salud.

OTRA ETAPA:

LA NEGOCIACIÓN trata de negociar con Dios, con el médico, con la vida; esto
es, le ofrece a… a cambio de… Este proceso acaba cuando las evidencias
clínicas demuestran que el proceso de deterioro no se detiene, ni se detendrá.

La siguiente etapa es, LA TRISTEZA O DEPRESIÓN, la cual no necesariamente


está asociada al llanto, sino a un estado de ánimo depresivo caracterizado por la
tristeza, poca vitalidad, ideas recurrentes asociadas a acelerar su muerte o darse
por vencido, poco interés en sus actividades cotidianas, etc. En esta etapa es
donde se hace evidente el profundo sufrimiento del paciente. Negarlo, evadirlo,
disimularlo, disfrazarlo o pretender eliminarlo con antidepresivos, solo impide que
el paciente desarrolle sus propios recursos para enfrentar esta tan dolorosa etapa.

39
Ahora, si bien es cierto que nada fortalece más a un ser humano que la cálida
presencia de otro ser humano con quien entablar empáticamente una
conversación, pero cuando el paciente cae en un estrado de depresión es
recomendable el uso de antidepresivos, siempre recetados por un facultativo de
esa especialidad.

La depresión de un paciente terminal puede surgir en un primer momento como


reactiva ante sus pérdida menores, pero posteriormente se hace más honda y se
generaliza a todo lo que el evento implica, (la separación de todo lo que ama),
incluyendo su propia vida.

Es en este momento donde el paciente empieza parcialmente a ACEPTAR (última


etapa del proceso de morir) el hecho inevitable de la muerte y a la par empieza a
desapegarse, rompe los vínculos con el mundo externo en orden de importancia
esto nos indica que la muerte está cerca. El paciente dormita casi todo el tiempo,
su respuesta a estímulos externos es lenta y pobre, no desea ingerir alimentos y
su necesidad de descansar no debe ser perturbada por procedimientos dolorosos
e inútiles.

Es importante comentar que no existe alguien que cambie de personalidad a la


hora de morir, por lo que las características de personalidad que nos
acompañaron a lo largo de la vida, nos acompañaran hasta la muerte. 4

www.techpaliei.org.mx

TEMA 5

PROCESO DE PERDIDA DUELO Y MORIR

DUELO Y ETAPAS DEL DUELO

Entendiendo como duelo “un mecanismo intrapsiquico, mediante el cual, el objeto


perdido pasa a formar parte del yo, incorporándose al yo ideal, es una reacción
normal ante una pérdida real, es un estado de intranquilidad incomodo, doloroso
que si no se experimenta y se reprime o se niega y se interioriza puede conducir a
una enfermedad física y/o emocional severa”. (1) Reyes ZA. Acercamientos
tanatológicos al enfermo terminal y a su familia. Mex. Ed. Triple Diseño.

Proceso de duelo se manifiesta en diferentes etapas descritas por la Dra.


Elizabeth Kubler Ross en donde el paciente atraviesa por diversas fases:

40
1. Negación, Es un mecanismo primario donde el paciente no acepta la
enfermedad, ni el tratamiento.
2. Enojo, en esta etapa la rabia, enojo, ira. Odio y envidias, surgen de manera
irracional incontrolable ante la perdida y los cambios de vida a realizar, el
paciente se encuentra enojado con Dios, contra la vida contra el mismo.
3. Regateo, es la etapa en donde el paciente se encuentra, evasivo, incrédulo,
ambivalente, ya que todavía no termina de aceptar su situación. Promete y
busca buenas conductas para alcanzar un consuelo, “si me porto bien, si
rezo, si hago buenas obras, etc.”, pero en el fondo es una búsqueda de
medios para liberarse del miedo
4. Depresión, es la etapa donde se vive una profunda tristeza que es,
evidentemente, la manifestación propia del duelo, es la etapa de mayor
duración, donde se expresa más libremente el dolor por la pérdida tenida,
sea pérdida real o simbólica.
5. Aceptación, es cuando el paciente logra aceptar la enfermedad, los
cuidados que debe seguir, así como las limitantes que tiene,
reincorporándose a su vida familiar y laboral. (1) Kubler-Ross E sobre la
muerte y los moribundos

Se ha observado que en los pacientes hospitalizados se agregan dos procesos


emocionales más, ansiedad y angustia;

Ansiedad, es el estado de tensión producido por la amenaza de la pérdida de


control, caracterizado por manifestaciones psicológicas, aumento de la frecuencia
cardiaca, cambios en la respiración y sudoración.

Angustia, la cual hace referencia a un sentimiento originario de protección contra


el peligro, y se caracteriza por tensión, preocupación nerviosismo, inquietud
interna y miedo. Todas estas manifestaciones tienen que ser procesadas
paulatinamente por la persona, apoyada por la intervención teratológica de
enfermería, ya que al enfrentar el individuo una perdida, manifiesta un estado de
alteración que imposibilita llevar una vida serena. (3) Calderón NG. Depresión

5.1 DUELO.

El Dr. Federico Rebolledo M. en su libro Fundamentos de la tanatología médica


dice que duelo significa dolor.

41
Integrar el duelo es un proceso que tiene como intensión reconocer el dolor
que produce la pérdida. Aceptar que nos duele, aceptar la ausencia, aceptar que
ha muerto, manifestar el dolor e iniciar el camino de regreso a la realidad y a
nuestro propio orden de las cosas. Reacomodar todos aquellos asuntos que
quedaron dispersos, resolver pendientes, retomar arraigo, llenando nuevamente
los espacios. Recordar lo vivido con esa persona, recordarlo dentro de nuestra
existencia tal como fue mientras vivía, aceptando que ha muerto.

Este es sin embargo un proceso nada sencillo. El adentrarse en el dolor produce


angustia y desconsuelo por lo que es necesario a veces la ayuda profesional de
un psicólogo, un guía espiritual, un tanatólogo a la combinación de los tres.

El proceso de duelo fisiológico tiene como duración de 8 a 12 meses.

Mientras que el duelo patológico puede durar por años, siendo aquí necesaria la
ayuda profesional.

5.2 MUERTE Y DUELO.

La muerte no es propia de los seres humanos, afecta a todos los que tienen una
dimensión temporal: las flores se marchitan, las especias se extinguen, los objetos
se desgastan, las estrellas perecen, el día termina, los horas se acaban, etc.

Desde una perspectiva más humana, cuando hablamos de la muerte estamos


hablando de un fenómeno:

 Cotidiano, pero no nos terminamos de acostumbrar a su presencia.


 Natural, no obstante la vivimos como una intrusa, que llega destruye y
siempre nos toma por sorpresa.
 Imprevisible como un juego de azar.

42
 Irrebasable, porque por más esfuerzos que hagamos nunca vamos a
rebasar el momento de nuestra muerte
 Universal, porque es y será para todos.
 Único como fenómeno para cada uno de nosotros.
 Irrepetible, nadie se muere dos veces.

La muerte es por principio, el fin último de la vida. No es ni buena ni mala, se


sujeta a órdenes superiores y está por encima de nuestro propio orden de las
cosas. wwwtechpaliwi.org.mx

DUELO NORMAL Y DUELO PATOLÓGICO.

Lamentablemente la pérdida de un ser querido puede generar un dolor tan grande


para los deudos que el simple hecho de seguir viviendo se vuelve sumamente
doloroso. Pasado un tiempo el dolor comienza a retirarse y paulatinamente se
abren espacios de “alivio y olvido”, lo que le permite al deudo con el transcurso de
los meses, ir reintentándose en la corriente de la vida con nuevos proyectos,
perspectivas e intereses.

El duelo es lo por lo general un proceso de readaptación doloroso, donde las


personas necesitan aprender a vivir sin el ser amado. No existe una duración
uniforme para todo el mundo, pero podemos decir que generalmente los
momentos de mayor dificultad duran entre 1 y 2 años. Aunque sabemos que hay
duelos que sin ser patológicos se van elaborando a lo largo de muchos años. Pero
cuando el dolor se hace excesivo en relación a su duración o intensidad, estamos
hablando de “duelo Patológico”.

El duelo patológico está acompañado por. Pensamientos mórbidos, sentimientos


de culpa, ideas suicidas, rabia, consumo creciente de alcohol u otras sustancias
legales o no que se utilizas para “olvidar”, sentimiento de inutilidad, pérdida de
sentido insomnio, depresión persistente, incapacidad para sostener las
obligaciones sociales, como el ir a trabajar.

Para quien se encuentra en este trance es necesario que dialogue con alguien de
confianza o pida apoyo a un terapeuta especializado que le ayude a reencontrarse
con la vida.

La conciencia de nuestra finitud es una parte substancial del desarrollo humano,


para poder alcanzar la madurez psicoemocional, para poder conquistar nuestro
destino como individuo y vivir la vida de modo pleno.

43
**Algunas reflexiones sobre la muerte y el duelo.

En nuestra cultura hablar de la muerte está considerado un tabú. Es algo que uno
debe evitar en casi cualquier diálogo, para no quedar “fuera de lugar”. Una
prohibición silenciosa rige sobre el tema, es una de esas cosas sobre las que “no
se habla”.

Desde el comienzo del proceso de la muerte en hospitales, se ha desarrollado una


creciente desnaturalización en la comprensión y el abordaje de estos temas.

En una actitud claramente regresiva y desadaptativa, hemos perdido


paulatinamente el con la naturaleza de las cosos tal como son.

Vida y muerte son contacto dos caras de una misma moneda. Esa moneda es la
existencia. Vida y muerte se complementan naturalmente, siendo una condición de
la otra.

La existencia se despliega ante nosotros en ciclos consecutivos que se repiten


indefinidamente: inhalación y exhalación, sístole y diástole, día y noche. Todo
nace y muere, cada cosa está atada a este ritmo incesante. La biología nos
muestra claramente que desde los organismos más simples hasta las formas de
vida más sofisticadas cumplen con estos hitos universales de nacimiento y muerte.

“La muerte, al contrario de lo que comúnmente se piensa en la actualidad, es una


instancia dadora de sentido… puede reorganizar positivamente el significado de la
existencia, permitiéndonos valorar y apreciar esta vida de un modo nuevo y a la
vez más real”.

5.3 EL PROCESO DEL MORIR.

El proceso del morir inicia conscientemente desde que me comunican o percibo


que padezco una enfermedad que me llevará a la muerte, y en este sentido cada
paciente puede percibir de muchas formas que su fin esta cerca, es decir, en
ocasiones el paciente conoce la realidad de su situación a través de la honesta y
veraz información que el médico le proporciona, pero en otros momentos son los
hechos los que le hacen suponer al paciente, y hasta afirmar con certeza, que la
muerte está cerca. Ejemplo de estos hechos son: el cambio de conducta de los
familiares, amigos y del mismo personal de salud hacia el paciente, comentarios
que logra el paciente escuchar o silencios que en ocasiones comunican más que
las palabras, las modificaciones en el tratamiento preestablecido por los médicos,

44
internamientos repentinos o altas apoco claras, etc., y más allá de los hechos
externos, son las sensaciones corporales, su propio deterioro, el que le comunican
al paciente la realidad de su situación.

INVENTARIO DEL DUELO.

Nombre............................................…………….edad……..
Relación con el fallecido…………………….. Tipo de muerte……………………
Fecha del fallecimiento…………………………. Fecha de elaboración………..
Coloque el número correspondiente a lo que usted sienta o piense según la
clasificación siguiente.
0=en absoluto, nada o todo lo contrario; 1=un poco; 2=bastante; 3=mucho.
( ) 1. Me siento confuso/a y aturdido/a
( ) 2. Estoy nerviosa/a e inquieto/a.
( ) 3. Me dan crisis de angustia, como en “oleadas”
( ) 4. Tengo temblor y las manos frías y sudorosas.
( ) 5. Tengo pensamientos que no puedo quitarme de la cabeza.
( ) 6. Siento que estoy al bordo de una “crisis nerviosa”.
( ) 7. Me cuesta mucho “estar bien” ante otros.
( ) 8. Le busco por todas partes
( ) 9. Tengo sentimientos de culpa que me molestan mucho y me agobian.
( ) 10. Estoy más irritable de lo normal
( ) 11. Duermo mal
( ) 12. Me siento muy deprimido/a
( ) 13. Siento que ya debería haber retomado la actividad normal
( ) 14. Necesito dormir mas
( ) 15. Creo que no estoy haciendo lo necesario o correcto para recuperarme
( ) 16. Necesito cambiar mi actitud actual

45
( ) 17. Quiero hacer otras cosas además de las que ya hago.
( ) 18. Duermo normal, como antes
( ) 19. Me cuesta mucho tomar decisiones para mi futuro
( ) 20. Ya me he recuperado
( ) 21. Ahora soy más sensible y compasivo con otros.
( ) 22. Mi vía es ahora otra vez agradable

Su aplicación es útil para evaluar la fase predominante del duelo en la que la


persona se encuentra en el momento de la evaluación, así como para el
seguimiento del proceso del duelo hasta su resolución. Las preguntas 1 a 5
corresponden a la primera fase del duelo; las preguntas 6 a 11 a la segunda fase;
las preguntas 12 a 15 a la tercera fase; las preguntas 16 a 19 a la cuarta fase y las
preguntas 20 a 22 a la quinta fase del duelo; la puntuación mayor obtenida orienta
sobre la fase del duelo respectiva predominante.

5.4 DECALOGO DEL ACOMPAÑANTE DE DUELO

PARA AQUELLOS QUE QUIEREN ACOMPAÑAR Y AYUDAR A OTROS QUE


HAN PERDIDO SERES QUERIDOS

1.-leeré y me informaré de todo lo relacionado con el duelo, la aflicción y el luto.


De esta forma mi ayuda será más efectiva.

2.- Permitiré y animaré la expresión de los sentimientos de dolor y tristeza por la


pérdida del ser amado, sin salir huyendo ante la expresión de los mismos.

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3.- Estarán siempre mis oídos atentos para escuchar el dolor, la tristeza, la rabia,
la frustración, la soledad y todos los sentimientos que acompañan a la aflicción.

4.- Prestaré, indefinidamente y mientras sea necesario, mis hombros, mis brazos y
mi pecho como consuelo para sostener la afligida existencia de mis hermanos
adoloridos.

5.- No esperaré a que el deudo busque ayuda, tomaré siempre la iniciativa


visitándolo o llamándolo.

6.- Contribuiré a que el apoyo y la comunicación efectiva de la familia sean los


instrumentos más efectivos que faciliten la recuperación por la pérdida del ser
amado.

7.- Respetaré las diferencias individuales en la expresión del dolor y en la


recuperación del mismo.

8.- Estaré atento a la presencia de reacciones anormales o distorsionadas del


duelo.

9.- Animaré la realización de todas las actividades necesarias para la promoción,


mantenimiento de la salud y prevención de enfermedades durante el duelo.

10.- Una vez alcanzada la recuperación, animaré y colaboraré en el


establecimiento de grupos de auto-ayuda en mi vecindario.

La tanatología es una especialidad que ayuda en el proceso de duelo como


resultado de pérdidas significativas, que van desde la muerte de un ser querido,
hasta la pérdida de salud, el cambio de casa, de escuela, de trabajo, un divorcio
o rompimiento de noviazgo, infidelidad, una jubilación, el suicida en potencia,
abuso sexual, aborto, etc., la tanatología ayuda también a los seres humanos,
que al enfrentarse con una enfermedad terminal se sienten desesperados,
desgraciados, infelices, con una enorme angustia, ya que el hombre experimenta
uno de los dolores más fuerte y profundos al enfrentarse con su propia muerte y
la de sus seres queridos.

Y también se contempla la ayuda a la familia, que comúnmente se siente


frustrada e impotente, asustada, ante la enfermedad, o ante la muerte

47
inesperada de un ser querido.

Cuando enfrentamos algún tipo de pérdida, nos sentimos perdidos, aislados, con
todos nuestros sentimientos encontrados y el no saber qué hacer con ese dolor
tan profundo que no nos permite vivir el presente, nos hacemos preguntas y no
obtenemos respuestas, a veces nuestros familiares no saben qué hacer para
ayudarnos. Por estas y otras razones es importante asistir con un especialista en
tanatología el cual proporciona a las personas el espacio que necesitan para
poder expresar lo que les pasa y verbalizar sus sentimientos y emociones sin
sentirse juzgadas ni evaluadas. ( 5 )

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TEMA 6

ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL ENFERMO CON ENFERMEDADES


CRÓNICAS Y TERMINALES.

Aspectos Psicológicos del enfermo.

Las enfermedades somáticas generalmente tienen un tiempo de incubación que


varía de una enfermedad a otra (8-15 días), los síntomas se van instaurando
paulatina y progresivamente o las manifestaciones clínicas se manifiestan de
manera aguda, en estado de enfermedad experimentan una serie de reacciones
de las cuales se pueden describir:

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 Disminución de energías físicas.
 Un sufrimiento físico localizado.
 Angustia, ansiedad y depresión.
 Temor a la soledad o invalidez y amenaza de muerte.

Algunos pacientes consideran su enfermedad como una prueba para valorar su


resistencia y como una prueba para soportar el sufrimiento.

Otros pacientes la consideran como un castigo a su actitud y comportyamiento no


muy adecuado para que les permita reflexionar y adoptar una nueva actitud frente
a su familia y demás personas.

O es considerada como un hecho natural ya que cualquier individuo esta propenso


a sufrir alguna enfermedad en su convivencia con los riesgos de la naturaleza, el
medio ambiente en el cual vive.

REACCIONES INADECUADAS DEL PACIENTE.

Mediante la movilización de sus mecanismos defensivos el yo trata de luchar


contra la angustia y los temores ligados a la enfermedad y se enfrenta con las
frustraciones inminentes a la misma, estableciendo nuevos modelos de relación
con el mundo y consigo mismo.

6.1 MECANIOSMOS DE DEFENSA DEL INDIVIDUO CUANDO ENFERMA.

1.- Regresión.

Se trata de una respuesta emocional en la el individuo abandona su


independencia y determinación y retrocede a estadios mas precoces del
desarrollo, cuando eran pasivos y dependían de otros.

2.- Evasión.

Se trata de un rechazo de la realidad actual por la creación de un mundo de


fantasías y sueños.

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3.- Agresión.

La movilización del acto agresivo más frecuente consiste en proyectar sobre el


médico o el personal de salud algunos incidentes desfavorables como el origen de
la enfermedad y las posibles complicaciones; la lentitud con que se produce el
proceso de curación. No están satisfechos nunca con los cuidados que se les
proporciona.

4.- Inculpación.

La liberación de mecanismos auto punitivos hace, que el enfermo se sienta


culpable de su enfermedad y los consiguientes trastornos y trata de aislarse.

5.- Negación.

Un individuo puede negar un acontecimiento como una enfermedad negando que


la padezca, ocultando sus efectos o actuando como si no tuviese ningún efecto.
Se trata de una respuesta emocional ante la enfermedad.

6.- Represión y supresión.

La supresión es un proceso mediante el cual en individuo realiza un esfuerzo mas


o menos consciente para desviar del pensamiento todo aquello que es
desagradable. La represión es utilizada para rechazar o no identificar de forma
consciente aquellas sensaciones desagradables.

6.2 REACCIONES ADECUADAS DEL PACIENTE.

Los enfermos también pueden presentar reacciones psicológicas a la enfermedad


adecuada y conveniente. El conjunto de las reacciones adecuadas a la realidad se
sistematiza en tres grupos.

1) Las reacciones de superación de la enfermedad: se caracterizan en una


serena postura ante ella, caracterizado por un autentico deseo de curar y
un alto espíritu de colaboración con el médico.
2) Las reacciones impregnadas de resignación: su nivel de iniciativa y de
actividad psicomotora es mucho mas bajo que en el exterior.

50
3) Las reacciones de aprobación de la enfermedad: El saber de lo ineludible
exige la aceptación de estar enfermo. Ese estado llega a ser inseparable de
la propia existencia.

ASPECTOS PSICOLOGICOS DEL PACIENTE CRONICO

Hablar de un paciente crónico indica que una persona sufre una enfermedad
de larga evolución, la mejoría de los síntomas es lenta, pasajera y casi nunca
esta asintomático. El termino crónico tiene un efecto negativo tanto en los
familiares del paciente, como en el paciente mismo.

El paciente crónico origina tensiones, confusiones, desanimo y sentimiento de


culpa en sus familiares, respecto a los cuidados que brindan al paciente,
situación que repercute en el estado general del paciente crónico originando:
1.- Necesidad de seguridad.

2.- Angustia de ser rechazado.

3.- Temor al abandono y a la soledad.

4.- Miedo a la invalidez.

5.- Desconfianza en el médico. (6 )

Aspectos psicológicos del paciente crónico

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Es necesario comprender que el estado termina, es la suma de los


acontecimientos previos a la muerte que representan el deterioro progresivo y
generalizado del organismo y sus funciones a consecuencia de una enfermedad, y
se acompaña en todos los órganos que lo determinan como un ser biopsicosocial,
cuyo fin último es la muerte de la persona. (7) Dr. Federico Rebolledo M. en su
libro “Fundamentos de la tanatología médica”.

EL PACIENTE EN ESTADO TERMINAL, es aquel paciente que presenta


insuficiencia orgánica múltiple y progresiva que no responde a la terapéutica

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especifica y que irremediablemente lo llevarán a la muerte en un periodo
aproximado a los seis meses, salvo en caso de una falla aguda misma que acorte
este periodo.

Es necesario ampliar el enfoque para concebir no solo al paciente en


estado terminal, sino a todo el ser humano de una manera integral, como un bio-
pisco-social y espiritual, para poder comprender que el estado terminal no es un
fenómeno que aísla al individuo, sino que comprende globalmente toda la
condición que como humano lo conforma.

El mejor servicio que un médico, enfermera(o) puede prestar a un enfermo


es ser una persona amable, atenta, cariñosa y sensible. (8) Elizabeth Kübler
Ross, La rueda de la vida

ADAPTACIÓN A LA ENFERMEDAD Y A LA MUERTE

Morir de una enfermedad terminal supone sufrimiento, deterioro progresivo, dolor y


cambios profundos en el bienestar general de la persona. El proceso puede tomar
solamente días o semanas o puede durar años. Uno de los factores que afecta
seriamente la manera como la persona enferma y su familia se adaptan a la
enfermedad terminal es la edad de la víctima. Cuando muere una persona de 80
años, la noción de ‘muerte’ pareciera ser más ‘apropiada’ que cuando muere una
de 20. En este último caso la muerte suele ser calificada como ‘inoportuna’ o
prematura. En cualquier situación, adaptarse supone dosis elevadas de ansiedad
y de estrés, que, normalmente, pueden ser enfrentadas apelando a distintos

Factores psicosociales capaces de modificar su impacto sobre el individuo y entre


los cuales se mencionan el apoyo social y el sentido de control personal (Ratlif-
Crain y Baum 1990).

De un modo u otro, el enfermo y sus familiares más próximos se las arreglan para
lograr una adaptación razonablemente buena a la condición actual. Al empeorar la
condición y alcanzar la enfermedad las etapas terminales, nuevas crisis emergen y
se requiere con urgencia enfoques nuevos para lidiar con el problema. Cuando el
enfermo es una persona de edad avanzada el shock pareciera ser menor. Los
viejos suelen pensar y hablar más sobre sus males y sobre su decreciente salud y
aceptan que sus días de vida están por terminar. Cuando, además, realizan una

52
evaluación de su vida pasada y encuentran que han logrado cosas importantes, la
dificultad para adaptarse a la enfermedad terminal es menor (Mages y
Mendelsohn 1979). No ocurre lo mismo entre los niños, la gente joven y de
mediana edad, quienes siempre esperan la recuperación en medio de una gran
ansiedad.

Para los niños en edad preescolar la idea de muerte resulta ser sumamente
difusa. Muchos niños han tenido alguna clase de experiencia con la muerte
(desaparición de un familiar próximo, por ejemplo), pero antes de los cinco años
probablemente signifique ‘vivir en otro lugar’ del cual puede regresarse alguna vez.
En realidad no tiene mucho sentido entretenerse en hablar sobre la muerte con
niños tan pequeños. La mayor parte de las veces los adultos evitan conversar con
ellos sobre el tema de la muerte y el asunto suele resolverse con explicaciones
como ‘ se ha ido y está en el cielo con Jesús’ o ‘se quedó dormida’. Entre los 8-9
años los niños ya pueden entender que la muerte es un estado que le ocurre a
cualquier persona, que es final y que supone ausencia de funciones corporales.
Cuando es el niño mismo quien padece una enfermedad grave lo normal es que
también se evite hablar sobre el tema, con la excusa de evitarle mayores
sufrimientos. Pero los niños en edad escolar gradualmente se dan cuenta del
problema y de su seriedad. Primero entienden que están realmente enfermos,
pero piensan que pronto ocurrirá la recuperación. Más tarde comprenden que su
estado se complica, que la recuperación no sobrevendrá y que en realidad se
están muriendo.

En estos casos será necesario establecer con ellos un enfoque serio, honesto y
abierto sobre la enfermedad que padecen y ofrecer toda la información que el niño
sea capaz de comprender. Entre los adolescentes, morir a consecuencia de una
enfermedad terminal supone sentimientos de estar siendo tratado injustamente por
la vida y la situación global suele ser analizada como carente de sentido.
Comprender que van a perder la oportunidad de realizarse puede originar en ellos
comportamientos emocionalmente complicados, generalmente envueltos en rabia,
odio y temor extremos.

53
6.3 UN DILEMA TRAS OTRO

Todo enfermo terminal tiene necesidades de naturaleza física, psicológica y


religiosa que deben ser atendidas. En el plano puramente psicológico requiere
seguridad(necesita confiar en la gente que lo cuida y tener la certeza de que no
será abandonado a su suerte); pertenencia (necesita ser querido y aceptado
además de comprendido y acompañado hasta el final); consideración (quiere que
se le reconozca, que sus necesidades sean bien estimadas, que le sea ofrecida
toda la ayuda necesaria y que pueda tener a alguien a quien confiarle sus temores
o sus preocupaciones). Puede decirse que la fase terminal se inicia cuando el

54
médico juzga que las condiciones del enfermo han empeorado y que no hay
alternativas de tratamiento disponible para invertir o para detener el camino hacia
la muerte. Es cuando suele también iniciarse un tratamiento de tipo paliativo,
generalmente encaminado a reducir el dolor y la incomodidad, pero que no debe
entenderse como dirigido a resolver definitivamente la situación actual de la
persona enferma. A partir de aquí comienzan a plantearse situaciones estresantes
para el enfermo, que invaden también a la familia. Y, de paso, las tensiones
invaden al equipo médico que, a juzgar por las creencias generalizadas, debe
estar allí para salvar vidas.

Normalmente, en tales situaciones las decisiones que deben tomarse resultan ser
todas muy difíciles. Es bastante seguro que el médico enfrente una serie de
reclamos procedentes de distintas vías que le harán sentir la sensación de fracaso
y que, irremediablemente, le llevarán a distanciarse psicológicamente del enfermo
terminal. Distanciarse significa que el médico y el resto del personal, en primer
lugar, decidirán no preocuparse por las reacciones emocionales del enfermo, y
luego, que evitarán alarmarse por los evidentes cambios físicos que están
ocurriendo, que tratarán de ignorar el paso del tiempo, una dimensión que
progresivamente se agota y, finalmente, que reducirán los niveles de ansiedad
ante a los signos que acompañan la proximidad de la muerte. Frente al enfermo
que luce agonizante siempre surge el temor de hacer o no hacer algunas cosas.
Nada puede ya garantizarse. Lo normal es que se tienda a aislar al individuo
precisamente cuando más compañía y ayuda necesita.

¿Debe el enfermo terminal ser informado abiertamente sobre su situación actual?


Sea cual fuere su condición, la mayoría de ellos experimentan los mismos
síntomas: dolor, dificultad para respirar, pérdida de apetito, delirio, desajustes
cognitivos, insomnio, depresión, nausea, fatiga, etc. La mayoría de tales síntomas
no aparecen aislados sino en grupo, con grandes variaciones en su severidad y
prevalencia, y en muchas situaciones no reciben el tratamiento adecuado, a pesar
del enorme sufrimiento que producen. Una buena forma de intervenir en tales
situaciones implicaría el empleo combinado de terapias farmacológicas y
conductuales que alivien el dolor físico y el sufrimiento general y, al mismo tiempo,
puedan movilizar recursos psicológicos y espirituales del enfermo, capaces de
facilitar, por lo menos, la percepción, interpretación y manejo de los síntomas.

El dilema de decir o no decir al enfermo que la muerte está próxima siempre ha


originado controversias. Hay quienes sugieren que el paciente tiene derecho a

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saberlo (y cuanto antes mejor) pero siempre aparece en el seno de la familia
alguien que piensa que lo mejor es no informarlo. Otros argumentan que tal dilema
carece de sentido, porque el paciente terminal muy pronto reconoce que está
muriendo y entonces lo mejor es convocarlo, junto a la familia, para ofrecer la
explicación profesional necesaria y comenzar a prepararse psicológica y
legalmente para lo inevitable. En realidad, lo que parece importante es evaluar los
deseos del enfermo: algunos desean saberlo, otros no. Hay enfermos terminales
que parecen tener menos dificultad que otros en el manejo de la situación. En
algunos casos será necesario ofrecer psicoterapia individual dirigida a ayudar al
paciente a controlar la situación, cuestión que bien pudiera reducirse a escuchar lo
que tenga que decir sobre sus asuntos pendientes, dar apoyo y reducir la
ansiedad. La idea es lograr que el enfermo no se considere abandonado por su
médico y que pueda contar con alguien que le visite, alivie su dolor y le ofrezca
alguna clase de consuelo, de modo que la persona no se considere muerta antes
de morir.

El otro dilema es decidir dónde morirá el enfermo. Hay quienes resuelven prodigar
atención en el seno de la familia, cuestión que suele convertirse en una
experiencia realmente avasallante. Pero la verdad es que, con algunas variaciones
entre distintos países, la mayoría de las personas muere en hospitales, lo cual
parece ser una buena alternativa, debido a que es allí donde está la mejor
experticia para ofrecer el apoyo y los servicios que el enfermo terminal requiere.
Básicamente ello supone el ofrecimiento de una mejor ‘calidad de vida’, más
enriquecida, mediante la prestación de cuidados generalmente dirigidos a reducir
la incomodidad y el dolor, pero que también puedan cubrir las área psicosocial y
espiritual. En el medio hospitalario, la ‘unidad de cuidado’ debiera estar
conformada por el paciente y su familia. Pero en los hospitales desorganizados y
pésimamente mal dirigidos que tenemos, semejante opción debe descartarse de
antemano. La verdad es que el cuidado de un enfermo terminal por su familia
deriva en situaciones en las cuales cada individuo es afectado por todos los
demás y, al mismo tiempo, afectado por lo que ocurre en el enfermo. Esto implica
que, de una u otra forma y en algún momento, todos requerirán cuidados
institucionales. De manera que ya no se trata de planear modelos de atención
únicamente dirigidos al enfermo terminal para el manejo de los síntomas y el alivio
del dolor sino, más bien, enfocados a la atención de toda la unidad familiar.

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Cuando se decide que el enfermo deberá quedarse en el ambiente hospitalario,
conviene considerar, además, que este solo hecho añadirá algunos aspectos
negativos a la experiencia que sufre la persona. Por un lado, la hospitalización
interrumpe de manera drástica el estilo de vida individual y, por el otro, supone un
alto grado de dependencia de muchos otros que suelen ser desconocidos.
Seguramente que los aspectos desagradables se inician cuando se pregunta si el
enfermo o la familia puede pagar los costos de la atención que va a ofrecerse. En
el caso del actual sistema hospitalario venezolano el asunto todavía es peor,
porque casi todo debe correr por cuenta del enfermo, desde las sábanas que se
usarán para adecentar la cama hasta las medicinas (algunas de las cuales a
menudo desaparecen en otras direcciones), pasando por gasas, jeringuillas,
unturas, etc.

La interacción con el personal médico (depositario del conocimiento, la autoridad y


el poder en la relación que debe establecerse) con toda seguridad convierte al
enfermo en un extraño que se acerca a una comunidad extraña cuyos
procedimientos y terminología también van a resultarle completamente extraños,
además de ajenos. En medio de semejante extrañeza lo normal son niveles muy
altos de incomodidad que, agregados a la ya preocupante situación que sufre por
efectos de su enfermedad, harán que la experiencia hospitalaria termine siendo
algo difícil de sobrellevar. La emoción más común en tales casos debe ser
ansiedad. Cuando el problema de salud todavía no ha sido bien definido, el
paciente estará ansioso por los resultados que se obtendrán a partir de las
pruebas que se practicarán. Si el diagnóstico ha sido realizado, entonces la
ansiedad será por el tipo de tratamiento y su eficacia. Pero la mayor parte de la
ansiedad estará fundada en la casi absoluta falta de información, que a veces
ocurre porque las pruebas no han sido terminadas o porque aún faltan algunas
que deberán ayudar a definir mejor la situación. También puede ser porque el
paciente no está en condiciones de comprender la información que el personal
médico le ofrece. La verdad es que una buena parte de las veces esa ansiedad
ocurre porque nadie se toma la molestia de informar al enfermo, que suele ser la
persona más interesada en saber qué es lo que pasa y cómo se están manejando
sus problemas.

La mera observación casual del ambiente hospitalario induce a pensar que


algunos médicos y enfermeras están muy ocupados, habida cuenta del angustioso
ir y venir que parece consumir todo su tiempo. Pero cuando se observa a un

57
miembro del equipo médico frente al paciente, una buena parte de las veces lo
que parece sobresalir en el esquema de comunicación establecido, es pura y
simple despersonalización: el paciente no está ahí; el paciente no es una persona;
el paciente es una cosa que alguien dejó olvidada en algún sitio. Es muy probable
que, en el caso del enfermo terminal, la distanciación psicológica pueda ser una
buena excusa para explicar lo que ocurre. Es muy probable que la
despersonalización ayude al médico también a sentirse menos emocionalmente
afectado por el estado real de la persona a su cuidado. También pudiera
explicarse por el hecho de que muchos pacientes representan un riesgo grave
para la salud del personal que lo atiende debido a que sus enfermedades son
peligrosamente contagiosas. O pudiera ser que las actividades y decisiones que
deben ser tomadas crean en el médico niveles de estrés muy prolongados, lo cual
evita que se pueda ofrecer en todo momento y a todos los pacientes un cuidado
más personalizado. Pero ¿por qué entonces no ocurre lo mismo en la clínica
privada?. Lo verdaderamente preocupante es que a pesar de que ese tipo de
manejo institucional del paciente ha sido reconocido durante años como
inapropiado, los esquemas de funcionamiento de los hospitales parecen no haber
sufrido alteración ninguna, igual que tampoco parecen haber ocurrido cambios
relevantes en la formación académica profesional.

Sea cual fuere la decisión tomada en cada caso particular, lo cierto es que
enfrentar situaciones de este tipo supone un rimero de tareas y de metas que
deben cabalmente ser cumplidas pero, por sobre todo, exige procesos de
adaptación que no todos logran generar, incluyendo al personal médico. La
adaptación sugiere pasos que van desde comprender los niveles reales de
gravedad y buscar información sobre el problema o los problemas que se
manejan, hasta administrar cuidados médicos (control de dosis, aplicación de
inyecciones). Supone también incorporar rutinas de actividad que funcionen de
modo paralelo a las necesidades del enfermo. Requiere ofrecer apoyo
instrumental y emocional o buscarlo cuando sea necesario. Exige planear sobre la
base de dificultades no conocidas pero que puedan presentarse, y, finalmente,
sugiere concretar una perspectiva global de la situación, sobre la base de las
disponibilidades que ofrece el entorno inmediato. Muy probablemente este último
paso sea el definitivo en la toma de decisiones particulares en relación con cada
enfermo en estado terminal. (9)

REFERENCIAS

58
Bradley GW. 1993. Disease, diagnosis and decisions New York:

Cohen. Wiley. F, Lazarus RS. 1979. Coping with the stresses of illness. En: Stone
GC et al. (Eds.). Health Psychology -A handbook. Jossey-Bass. San Francisco.
USA.

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myocardial infarction and cancer. Psychosomatic Medicine, 58: 113-121.

Kalish RA. 1985. The social context of death and dying. En: Binstock RH, Shanas
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Kiecolt-Glaser JK, Glaser R. 1995.

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handbook. Jossey-Bass. San Francisco USA.

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and stress. En: Friedman HS (Ed.), Personality and disease. Wiley. New York:

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York.

Zisook S et al. 1995. Death, dying and bereavement. En: Nicassio PM, Smith TM.
(Eds.). Managing chronic illness: A biopsychosocial perspective. American
Psychological Association. Washington, DC.

59
TEMA 7

LA EUTANASIA ha sido motivo de controversia en toda la historia de la


humanidad. El debate se ha centrado en aspectos jurídicos. Existen países como
Canadá, Holanda, Dinamarca y Francia, que aceptan o están de acuerdo en esta
práctica, mientras que otros como Rumanía Malta y Turquía no la consideran
aceptable. Algunos escritores la condenan, mientras que otros la defienden a
ultranza, como el caso de de la Sociedad Voluntaria de Eutanasia, que trabaja en
varios países alrededor del mundo. No obstante, es notorio que las conclusiones
se ven influidas por un rasgo personal que no le permite una validez universal, o

60
bien se cuestiona la importancia de la investigación. Además, la opinión de la
comunidad también es polémica, ya que algunos apoyan la eutanasia y otros
presentan reservas en su implementación, vieron que estudiantes de medicina en
su último año de estudio se oponían a la práctica de la eutanasia por considerarla
no ética o por miedo a una mala consumación.

A nivel mundial se registra amplia información sobre el tema, sin embargo,


en México no hay información suficiente para poder normar un criterio al respecto.
Por esta razón es imprescindible abordar el tema de una manera imparcial,
abarcando áreas sustanciales de medicina, religión, ética y leyes. El objetivo fue
realizar un análisis de los resultados que ha tenido la eutanasia en países donde
ya está reglamentada, así como conocer las opiniones de los sectores más
sensibles, como pueden ser el médico, el religioso y el jurídico. Además. Se
presenta un análisis sobre la posibilidad de que este procedimiento pueda
aplicarse mediante una reforma legal en pacientes con enfermedades terminales e
irreversible: muerte cerebral, cáncer irreversible, tétenos, hidrofobia, esclerodermia
y sida, bajo las condiciones especificas del estado de Chihuahua. Los resultados
permitirán que legisladores, jueces, procuradores de justicia y, en general, la
sociedad, perciban un panorama amplio sobre una práctica, que a pesar de ser
tema de constante discusión y polémica, solo ha servido para distanciar a quienes
de ella opinan.

7.1 ¿SE APLICA LA EUTANASIA EN MÉXICO?

Para responder a la pregunta se tendría que realizar una encuesta en el


sector salud y aplicarla a médicos, enfermeros y administradores de hospitales,
tanto públicos como privados. Los autores hipotetizan que los resultados de esta
investigación mostrarían que la eutanasia no sería reconocida como una práctica
frecuente. No obstante, algunas personas argumentan que en la realidad los
resultados son muy diferentes ya que si se practica con tal frecuencia que a
muchos dejaría asombrados.

Desafortunadamente, en México, cuando alguien promueve el ejercicio de


un derecho, siempre habrá, otro que se oponga a ello. La justificación más

61
frecuente es que con el tiempo se hará obligatorio o que se abusará de su
ejercicio.

Esto ha ocurrido con quienes han propuesto la despenalización total del aborto o
la utilización de la píldora anticonceptiva del día siguiente, entre otras prácticas.
Se debe tener presente que desde el punto de vista legal, el ejercicio de un
derecho es optativo y está sujeto a una decisión personal: una obligación por el
contrario, debe cumplirse y por ende no da opción a la libertad de decisión.

Punto de vista de la medicina.

Desde el punto de vista médico es imperativo cubrirle al moribundo o


enfermo terminal las necesidades vitales elementales, como tratamientos
analgésicos y de sedación. Esto significa que independientemente de la situación
en que se encuentra un paciente. Se deben seguir proporcionando estas
atenciones sin importar que el artículo 28.2 del Código internacional de Ética
Médica establece que en caso de enfermedad incurable y terminal el médico debe
limitarse a aliviar los dolores físicos y morales evitando acciones terapéuticas sin
esperanza. Inútiles u obstinadas. De igual manera. El Código de Deontología
Médica en el articulo 116 permite la omisión o retiro de medios extraordinarios o
desproporcionados para prolongar artificialmente la vida de un enfermo terminal.
Spielthnner (2007) mencionó las diferencias entre un tratamiento ordinario y uno
extraordinario. Esto es importante cuando se analiza que desde el un de vista
tradicional persiste la obligación moral de utilizar tratamientos ordinarios: no
obstante, no es obligatorio utilizar o emplear tratamientos extraordinarios.

A mayor abundamiento, el artículo 317 de la ley General de Salud, que es


de aplicación federal, determina que una persona está muerta cuando se
encuentra con ausencia completa y permanente de conciencia. También menciona
a la ausencia permanente de respiración espontanea, falta de recepción y
respuesta a estímulos externos, ausencia de reflejos de los pares craneales y los
reflejos medulares, atonía de los musculas, termino de la regulación fisiológica de
temperatura corporal y paro cardiaco irreversible.

62
La religión y su posición ante la eutanasia.

La postura religiosa es reiterativa en contra de la eutanasia. Desde este


punto de vista, la sola palabra provoca reacciones virulentas en contra de quien o
quienes la plantean siquiera como oportunidad de discusión. Sin embargo, dentro
del propio clero, existen ministros que en lo particular emiten opiniones, si bien es
cierto no abiertamente a favor, si consideran que en ciertas circunstancias es
posible permitirla.

La eutanasia puede presentarse si se consideran tres aspectos; la voluntad


del enfermo; la acción del médico y la situación del paciente. La primera puede ser
voluntaria cuando el enfermo toma la decisión de no aceptar ninguna forma de
tratamiento. El enfermo así lo especifica por escrito firmando, generalmente, ante
una autoridad pública o dadora de fe.

Otra oposición es la decisión no voluntaria; es decir cuando no se tiene en cuenta


el deseo del enfermo o su decisión de morir. En el segundo aspecto se pueden
presentar tres opciones: la activa intervencionista, la pasiva absoluta, y la pasiva
no intervencionista. La activa intervencionista se presenta cuando el médico
decide suministrar una inyección intravenosa, por ejemplo KCl, al enfermo terminal
en cuidados intensivos. La pasiva absoluta se demuestra cuando se decide no
continuar con formas agresivas de tratamiento al paciente crítico, pero tampoco se
le administran los elementos básicos para conservar su vida, como pueden ser
alimentos, líquidos, analgésicos u otros. La pasiva no intervencionista se da
cuando el paciente recibe los elementos de soporte básico, pero en caso de
eventos críticos como un paro cardiaco, una hemorragia masiva u otros eventos,
se evitan maniobras de reanimación. Por lo que toca a la situación del paciente, se
dan dos variantes, la terminal y la paliativa. La terminal existe cuando se trata de
pacientes considerados en proceso de enfermedad avanzada. Irreversible y
progresivamente letal. La paliativa concurre en casos de enfermedad incurable
que produce gran incomodidad y dolor a quien la sufre, y cuya curación no es
posible.

Se dice que la verdadera eutanasia es aquella que ha sido inspirada por la


piedad y la consideración hacia el doliente y que solo procura su tránsito a la
muerte, sin angustia y dolor. Lo anterior es fundamento en la propuesta de
legalización de la eutanasia en Bélgica (Sheldon, 2000) donde se plantea que el
paciente debe encontrarse en una condición grave e incurable, misma que debe
valorarse por una segunda opinión médica.

63
Una eutanasia voluntaria.

A continuación se analiza la sintomatología de la evolución natural de la


enfermedad y el posible manejo y recuperación del paciente en cada una de las
enfermedades mencionadas. Luego, se discute la posibilidad de que, como se
mencionó anteriormente, se aplique una eutanasia voluntaria, no intervencionista y
terminal o paliativa, o bien, que se realice a solicitud de sus familiares más
próximos.

Muerte cerebral. Esta condición es conocida también como coma irreversible,


debido a la muerte cerebral. Se induce su presencia debido a hipotermia, falta de
reacción a estímulos reflejos, ausencia de movimientos espontaneas o
respiratorios, así como un electroencefalograma plano isoeléctrico durante
veinticuatro horas. El tratamiento en estos pacientes resulta costoso ya que se
requiere de manera constante de exámenes, de una alimentación a base de
alimentación parenteral, aplicación de medicamentos, diálisis, pulmotor y otros.
Pese a todo, y debido a que es un estado irreversible, llegara la muerte. Así
cualquier tratamiento que se le aplique, será con la única finalidad de retardar su
fin, ya que la muerte irremediablemente llegara

Tétanos. Esta enfermedad se presenta aproximadamente diez días después de


producida la herida. Se manifiesta por molestias en el sitio de la lesión, como son
rigidez al abrir y cerrar la boca. El paciente se vuelve inquieto y aprensivo. La
rigidez de los músculos y los espasmos se extienden a más partes del cuerpo. El
rostro se contorsiona hasta convertirse en una mueca y la persona se vuelve
extraordinariamente sensible. El menor ruido le provoca espasmos por todo el
cuerpo y un dolor intenso, además de que se presentan retención de orina, fiebre
elevada, sudor y postración. Pese a todo lo anterior, el paciente conserva en todo
momento la lucidez y el conocimiento, en medio de intenso sufrimiento. Una vez
iniciado el padecimiento, al paciente se le debe de proporcionar un tratamiento a
base de antitoxina tetánica y, en caso de no hacerlo de inmediato, ningún otro
tratamiento será eficaz, y dicha enfermedad terminara ocasionando la muerte del
paciente

Hidrofobia Es producida por la mordedura de un animal portador de la rabia. Y se


puede presentar entre uno y cuatro meses posteriores al hecho, el paciente
presenta sensibilidad creciente y picazón en la región de la herida, los síntomas

64
van difundiéndose poco a poco hasta llegar a presentar dificultad para tragar
cualquier alimento, respirar y hablar, los espasmos musculares son más intensos.
En la fase terminal presenta depresión, agotamiento y en ocasiones paralipsis,
coma y finalmente la muerte. Una vez iniciados los síntomas, todo tratamiento
resulta inútil, pero el paciente tiene que ser recluido en un hospital para mitigar sus
dolores con narcóticos y evitar en lo posible cualquier contagio a otras personas.
No existe recuperación, es una enfermedad irreversible, y el enfermo morirá en
medio de intensos dolores.

Sida. Esta enfermedad se identifica como síndrome de inmunodeficiencia


adquirida, mejor conocida como SIDA. Es una ventana inmunológica en un ser
humano que puede ser asintomático hasta por diez años. Se manifiesta por
constantes diarreas, malestar general y la aparición de aftas en la boca, lo que
significa que el sistema inmunológico se halla deprimido, al grado de que sus
células de defensa (glóbulos blancos) se encuentran abatidos. Posteriormente el
paciente puede presentar pérdida de peso, infecciones como herpes, disminución
del apetito, neumonía, y verrugas en la piel llamadas sarcoma de Karposi.

El tratamiento es a base de antivirales que no curan pero disminuyen los niveles


de la población CD4, en caso avanzado es necesaria la hospitalización por
periodos prolongados, además el paciente portador de SIDA sufre de una
marginación y discriminación y/o rechazo social, es innegable que dicho virus
provocara la muerte del paciente.

Esclerodermia. Esta enfermedad se manifiesta por la multiplicación de los glóbulos


blancos, alterando el sistema inmunológico y destruye los tejidos blandos,
provocando inflamación y endurecimiento y por consiguiente, perdida de la
flexibilidad. Una vez manifestado el padecimiento, sumamente agresivo, se le
considera autodestructivo, lo que genera cansancio crónico y falta de fuerza,
haciéndolo dependiente. Es una enfermedad poco común y de transmisión
genética de madre a hija, se manifiesta después de los quince años de edad,
motivo por lo cual no se ha estudiado mucho y no existe cura posible

Los datos que se han generado para determinar la aceptación o rechazo de


la eutanasia es la encuesta de opinión; pero se debe de tener muy en cuenta
como se formulan las preguntas, esto sucedió en Canadá (2007). La pregunta fue:
¿está de acuerdo en la ayuda para la eutanasia?, el 69% dijo que sí, en cambio a
la pregunta, ¿aprueba el retiro del tratamiento a un paciente con enfermedad
irreversible?, el 85% contesto afirmativamente.

65
La eutanasia para Rincón Gallardo (2005) se considera un derecho
optativo, su ejercicio está sujeto a la voluntad de las personas y una obligación, la
eutanasia se ha planteado como un derecho y no como un permiso para que el
médico decida a quien eliminar; por el contrario, va encaminado a aquel paciente
que voluntaria y dignamente decide dejar de sufrir.

Sabiendo que los resultados pueden contener un sesgo, Consulta Mitofski


realizó una encuesta telefónica en personas que cuentan con servicios de salud,
con la finalidad de conocer si estaban de acuerdo o en desacuerdo con la muerte
asistida o eutanasia en México, y se obtuvieron los siguientes resultados: el 58%
de los hombres y el 54% de las mujeres, contestaron afirmativamente.

El 40% y 44% respectivamente lo hizo en sentido negativo; por edades, entre 18 y


29 años, el 67% manifestó estar de acuerdo y el 32% en desacuerdo; de los 30 a
los 49 años el 54% dijo que si y el 44% que no; las personas mayores de 50 años,
el 42% la acepta y el 56% no; finalmente, los individuos sin estudios o con primaria
el 35% la aprueba y el 60% lo rechaza; con secundaria o preparatoria, el 57%
manifiesta su acuerdo mientras que el 42% lo desaprueba; y con estudios
profesionales o más, el 65% la aprueba y el 32% no (revista Ideas, Sonora, 2005).
(10)

SynthesiS Puntos de Vista

500 años con y sin eutanasia en México

Jaime Rodríguez Pérez, Socorro Aida Morales Macías

Facultad de contaduría y administración/Universidad Autónoma de Chihuahua

7.2 DEFINICIONES Y PRECISIONES TERMINOLOGICAS DE EUTANASIA:

Oímos hablar con frecuencia del “derecho a morir con dignidad”, y


seguramente todos estaremos de acuerdo con este derecho: ¿‘A quien no le
gustaría morir con dignidad? Pero ¿estamos hablando del “derecho a una muerte
digna” o del “derecho a que otro me provoque la muerte”? Por eso es importante
precisar bien los conceptos y el sentido de algunos términos:

EUTANASIA: etimológicamente significa “buena muerte”. Pero hoy día hay


que precisar mucho más su definición. La Asociación Médica Mundial, en 1987, la
definió brevemente como; “acto deliberado de dar fin a la vida de un paciente” .
En enero del 2002 la Sociedad Española de Cuidados Paliativos propuso la
siguiente definición: “conducta (acción u omisión) intencionalmente dirigida a

66
terminar con la vida de una persona que tiene una enfermedad grave e
irreversible, por razones compasivas y en un contexto médico”. También
propondríamos definirla, de una manera más sintética, como “la conducta de un
médico que provoca intencionadamente la muerte de un paciente para que no
sufra”.

En cuanto a los tipos de eutanasia, se puede distinguir entre eutanasia solicitada


voluntariamente (se practica a petición del enfermo) y eutanasia no solicitada
voluntariamente (cuando no la pide en enfermo, sino que se practica a petición
de la familia).

También cabe distinguir la eutanasia por acción (cuando se provoca


intencionadamente la muerte mediante la administración de una sustancia letal).

Y la eutanasia por omisión (cuando se provoca intencionadamente la muerte por


la omisión de un tratamiento imprescindible para mantener la vida y que en la
situación concreta de ese enfermo este indicado, por ser un tratamiento útil.

Ejemplo. Algunos casos frecuentes en Holanda: no alimentar, o negar una


operación de apendicitis a un niño con síndrome de DOWN; o no tratar ancianos
con edema agudo de pulmón porque no tienen familiares cercanos).

La eutanasia activa/pasiva, en sentido estricto,. N o tiene relevancia desde el


análisis ético, siempre que se mantenga constante la intensión y el resultado. Tan
eutanasia es inyectar un fármaco letal como omitir una medida terapéutica que
estuviera correctamente indicada, cuando la intensión y el resultado es terminar
con la vida del enfermo.

Hablar de “eutanasia pasiva” es ambiguo y confuso porque supone clasificar


conjuntamente dos situaciones de diferente naturaleza. Por un lado tenemos lo
que se puede denominar como “permitir la muerte” (evitar el encarnizamiento
médico, respetar el derecho a rechazar tratamientos); y por otro lado tenemos la
eutanasia por omisión. Se pueden suscitar dudas a la hora de diferenciar el
concepto “permitir la muerte” frente al de “eutanasia por omisión”, pero es posible
establecer un criterio claro. La clave reside en la intención que preside la conducta
médica. Ante un paciente en situación terminal lo que se hace o se deje de hacer
con la intensión de prestarle el mejor cuidado, permitiendo la llegada de la muerte,
no solo es moralmente aceptable sino que muchas veces llega a ser obligatorio
desde la ética de las profesiones sanitarias… Por el contrario, cuando algo se
hace o se deja de hacer con la intensión directa de producir o acelerar la muerte
del paciente, entonces corresponde aplicar el calificativo de eutanasia.

67
CONDUCTAS QUE SE CONFUNDEN CON LA EUTANASIA Y QUE NO LO SON

Retirada o no iniciación de tratamientos inútiles y desproporcionados para la


situación concreta de un enfermo: “la persona con una enfermedad grave,
probablemente irreversible o de muy difícil curación, puede optar por los
tratamientos que en su medio se consideren proporcionados, pudiendo rechazar
responsablemente medios excepcionales o alternativas terapéuticas con
probabilidades de éxito dudosas”. Esto habrá que hacerlo cuidando muy bien el
espíritu del consentimiento informado, en el que el paciente se reserva el
“derecho de veto” para los tratamientos no deseados y el médico también
mantiene el “derecho de veto” para aquellos tratamientos que profesionalmente
sean considerados inútiles o dañinos. Llega un momento en que el paciente y el
médico reconocen que la enfermedad ya es incurable y aceptan su curso natural,
sin empeñarse en alargar la vida a toda costa; es una actuación perfectamente
ética y profesional, y que no puede considerarse como eutanasia. Hoy se le
califica como “limitación del esfuerzo terapéutico”.

7.3 OTROS CONSEPTOS QUE SE MANEJAN.

Suicidio médicamente asistido: Se produce cuando el médico, a petición del


paciente, le proporciona los medios necesarios para que este se suicide.

Encarnizamiento terapéutico u obstinación médica: son aquellas prácticas


médicas con pretensiones diagnosticas o terapéuticas que no benefician

68
realmente al enfermo y le provocan un sufrimiento innecesario, generalmente en
ausencia de una adecuada información.

Instrucciones previas o testamento vital: se trata de un documento por el que


una persona manifiesta anticipadamente su voluntad sobre los cuidados y
tratamientos que desea recibir, para que se cumpla cuando por el deterioro de su
salud ya no sea capaz de expresarlo.

TEMA 8

LA FAMILIA ANTE LA ENFERMEDAD TERMINAL

En nuestro país el cuidado de la salud sigue correspondiendo en su mayor medida


a la familia y al sistema domestico. La familia es un pilar básico en la provisión de
cuidados del paciente terminal, sin su participación activa difícilmente se van a
alcanzar los objetivos marcados en atención al enfermo.

Debemos considerar a la familia del enfermo terminal también como objeto de


nuestra atención, ya que se van a desarrollar en sus miembros una serie de
alteraciones que afectan a múltiples esferas (emocional, social, estructural…) y
que podemos considerar síntomas similares a los que presenta el enfermo.

69
Para prestar atención adecuada a las alteraciones familiares proponemos aplicar
los principios generales del Control de Sistemas, si bien en el caso de los
síntomas familiares al contrario que en las del enfermo, estos no son “visibles” ni
reconocibles para la familia y debe ser el equipo sanitario el agente activo que los
ponga de manifiesto.

1. Evaluar antes de tratar.

Se deben investigar los mecanismos por los que se produce una determinada
alteración familiar conociendo sus antecedentes, su forma de aparición, las
personas a las que implica ejem. La sobreprotección del enfermo se relaciona con
el pacto de silencio y conlleva a mayor sobrecarga del cuidador, el duelo inhibido
puede deberse a la presión social sobre el doliente… También es importante
evaluar la intensidad del síntoma familiar y las limitaciones y consecuencias que
produce en la familia y en el enfermo.

2. Explicar las causas de los síntomas.

Es muy terapéutico para una familia en crisis por la enfermedad terminal conocer
en términos comprensibles que les está ocurriendo y porque. Esta actitud favorece
la verbalización de emociones (ambivalencias, miedos, disculpabilizacion), facilita
la comunicación y previenen alteraciones importantes en el futuro como la
claudicación familiar y el duelo patológico.

3. Establecer objetivos terapéuticos.

Los síntomas familiares deben abordarse por objetivos, separando aquellos de


carácter preventivo, muy importante en el abordaje familiar en la enfermedad
terminal (prevenir la claudicación familiar, prevenir el duelo patológico, prevenir la
sobrecarga del cuidador) de los objetivos de tratamiento (tratar la incomunicación,
la sobreprotección o el aislamiento). Definir estos objetivos en términos
temporales, relacionarlos con los objetivos de atención al enfermo y hacer saber a
la familia que existe también ayuda a su consecución.

4. Monitorización de los síntomas.

Al igual que en el caso del enfermo, los síntomas familiares son cambiantes a
veces en breves lapsos de tiempo por lo que es imprescindible establecer
métodos estandarizados para su evaluación periódica (monitorizar la ansiedad del
cuidador mediante el test). Este sistema permite también relacionar los síntomas
familiares con los del enfermo: la falta de control de síntomas del paciente se
relaciona con mayor alteración en la familia.

70
5 .Atención a los detalles.

Nos referimos a la importancia de cuidar en una familia en crisis por la enfermedad


terminal de uno de sus miembros, aspectos como el respeto a la intimidad y a la
privacidad, la buena comunicación verbal y no verbal, el ambiente agradable, el
contacto físico, etc.

6 Revisar, revisar, revisar.

Este principio del control de síntomas es totalmente aplicable a las alteraciones


familiares, debido a los cambios producidos conforme a la enfermedad avanzada y
varían las necesidades de atención al paciente. La proximidad de la muerte es uno
de los factores más relacionados con aparición de síntomas en la familia pero
también suelen presentarse factores imprevistos como irrupción de familiares
lejanos, aparición de enfermedades menores en otros miembros, desaparición de
los buenos samaritanos.

Las principales diferencias con el control de síntomas del enfermo son:

Diferencias entre síntomas del enfermo y de la familia.

Del enfermo De la familia.

71
 Los síntomas familiares no debe
asimilarse a “enfermedad”
*Los síntomas del enfermo se asocian familiar
a diferentes patologías
 Los síntomas de la familia
* Los síntomas del enfermo son deben buscarse
visibles y preocupan a éste y a sus sistemáticamente por el equipo
convivientes de salud.

*Los síntomas del enfermo son más  Los síntomas de la familia se


fáciles de explicar (en general) y de prolongan más allá del
comprender, incluso de aceptar. fallecimiento y requieren
atención durante un tiempo
prolongado.

*Los síntomas del enfermo  Los de la familia fluctúan y


evolucionarán inexorablemente al pueden evolucionar hacia la
empeoramiento adaptación y la funcionalidad

*Las principales semejanzas con los síntomas del enfermo serían:

Los síntomas de la familia también son cambiantes, afectan a la globalidad de las


personas, evolucionan con la enfermedad. Existe una relación estrecha entre los
síntomas del paciente y los síntomas de la familia: ambos se descompensan o se
controlan coordinadamente, por tanto podemos intervenir positivamente sobre
todo el contexto paciente-familia, provocando reacciones en cadena. (Vinculo
afectivo).

*Los síntomas de la familia también son controlables.

Dividimos los síntomas familiares según el aspecto al que se refiere la alteración


producida: Tabla 1

72
8.1 SÍNTOMAS FAMILIARES EN LA ENFERMEDAD TERMINAL

1. SÍNTOMAS POR ALTERACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO FAMILIAR


*Patrones rígidos de funcionamiento
*Alteraciones del ciclo vital familiar.
*Sobreprotección del enfermo.
*Síndrome del cuidador.

2. SÍNTOMAS DEPENDIENTES DE LA COMUNICACIÓN

*La conspiración del silencio.

3. SÍNBTOMAS EMOCIONALES EN LA FAMILIA.

*La negación.

*La cólera.

*El miedo.

*La ambivalencia afectiva.

4. SÍNTOMAS FAMILIARES DE LA ESFERA SOCIAL.

*El aislamiento social.

5. CLAUDICACIÓN FAMILIAR.

6. SÍNTOMAS FAMILIARES EN EL DUELO.

*El duelo patológico.

8.2 SINTOMAS POR ALTERACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO FAMILIAR.

1. Patrones rígidos de funcionamiento


Descripción del síntoma.

73
La enfermedad terminal supone una profunda crisis en funcionamiento
familiar.

La familia se ve obligada a negociar los roles y funciones que hasta ahora venía
desempeñando el miembro enfermo. (El enfermo deja de tener responsabilidad en
relaciones con personas y entidades, laborales económicas.), la negociación recae
en el cuidador primario que casi siempre es una mujer: cónyuge, hija, o nuera,
quienes entablan una relación estrecha con el enfermo excluyendo al resto de la
familia, en ocasiones esta situación provoca ruptura familiar.

Intervención en el síntoma.

El objetivo respecto a este síntoma es evitar la desintegración familiar, y para


lograrlo se requiere de:

-favorecer la comunicación efectiva entre el enfermo y su núcleo familiar.

-no excluir de los roles familiares al enfermo, mientras tenga razonamiento.

-permitir al cuidador primario momentos de relajación o descanso, evitándole una


sobrecarga física y/o psicológica.

-evitar el aislamiento social; un paciente en fase terminal requiere de mayor apoyo


familiar y comunitario para no sentirse relegado o abandonado.

8.3 SINTOMAS DEPENDIENTES DE LA COMUNICACIÓN.

La comunicación es el proceso que permite a las personas intercambiar


información sobre sí mismas y lo que las rodea.

74
El punto clave aquí es la comunicación con el enfermo terminal; “decir o no la
verdad”.

“no saber nada” en esta situación el paciente no reconoce lo inminente de su


muerte, aunque la familia lo sabe.

“sospechar algo”. El paciente sospecha que los demás saben y trata de invalidar o
confirmar su sospecha.

“Como si nadie supiera nada”. El paciente, la familia y el personal de salud


conocen la proximidad de la muerte, pero actúan como si no lo supieran, todos
saben que el enfermo sabe y el enfermo sabe que todos saben, el paciente se
siente solo y aislado.

-La conspiración del silencio.

El pacto de silencio consiste en excluir la naturaleza y desarrollo de la enfermedad


como elemento de análisis, El pacto de silencio tiene sin embargo unas
consecuencias desbastadoras.

Para el paciente: se le niega el derecho fundamental a la información y al


reconocimiento de la propia muerte.

Creencias negativas de la familia respecto a la enfermedad terminal.

Que la enfermedad sea contagiosa.

Que la enfermedad terminal sea hereditaria.

Que la enfermedad es un castigo.

Que la enfermedad es reversible y curable.

Que el enfermo ha de sufrir necesariamente.

Que la muerte será mejor en el hospital.

Que el equipo de salud ya no puede hacer nada por el enfermo.

Que es mejor que el enfermo no sepa lo que tiene y que se va a morir.

Para la familia: a la tensión y al dolor que produce la enfermedad hay que añadir el
disimulo constante y el control emocional, la incomunicación favorece el síndrome

75
del cuidador y el duelo patológico para la familia, ya que se sentirán culpables toda
la vida de haber negado la verdad al enfermo.

8.4 SINTOMAS EMOCIONALES EN LA FAMILIA

La presencia de la enfermedad de un miembro de la familia, supone un fuerte


impacto emocional para todos los miembros. Aunque la presencia cercana de la
muerte también puede ser constructiva y ayudar al crecimiento de la familia; la
pérdida de un miembro de la familia es un recordatorio de la naturaleza frágil de la
vida.

La negación

Surge tanto en el enfermo como en la familia ya que no aceptan el diagnóstico


emitido por el personal médico, no reconocen la gravedad del caso mucho menos
que el enfermo pueda morir.

La negación en primer orden o del diagnóstico. Se relaciona con la búsqueda de


segundas opiniones, en ocasiones sin pensar en el daño económico de la familia y
en el desgaste moral y físico del paciente.

En segundo orden o disociación de diagnósticos. Negación de las implicaciones y


manifestaciones de la enfermedad. Es atribuible a todo menos al diagnóstico
médico.

Es imprescindible, cuando la muerte esté próxima abrir los ojos a la familia, por las
importantes implicaciones posteriores que tiene la negación de la muerte.

La cólera.

La cólera consiste en una respuesta emocional intensa de ira y enfado, esto


dificulta la comunicación con el personal de salud, ya que pueden existir
manifestaciones de agresión verbal, e incluso el abandono del enfermo.

Manifestaciones contra el enfermo

Contra su abandono de la familia.

76
Como portador de desgracias.

Contra otros familiares.

Por viejas heridas.

Por falta de compromiso.

Por responsabilizarlos en parte de la enfermedad.

Contra los profesionales de la salud.

Por la incapacidad de la ciencia médica.

Por la falta de comunicación.

Contra fuerzas exteriores o el azar.

Contra el lugar de trabajo, contra Dios, contra su abandono.

La ira de los familiares dificulta la comunicación con el equipo médico.

El miedo.

El miedo constituye una emoción frecuente en los seres humanos.

-miedo a que el enfermo no vaya a recibir la atención adecuada.

-miedo a que el enfermo sufra y tenga una agonía prolongada.

-Miedo a hablar de la enfermedad.

-miedo a que el enfermo adivine que se muere.

-miedo a ellos mismos, guardar silencia respecto al diagnóstico.

-miedo a no ser capaces de cuidar el enfermo adecuadamente.

-miedo a estar solos cuando el enfermo muera.

-miedo a no estar presente cuando muera.

-miedo a no saber identificar la muerte.

-miedo a la soledad después de la muerte.

77
-miedo a no tener ayuda profesional cuando la necesiten.

Todos estos miedos llevan a la familia a vivir con la continua tensión de estar
ansioso, no actúan con naturalidad, no pueden continuar con su vida propia y por
algún tiempo no aceptan la muerte.

LA AMVIBALENCIA AFECTIVA.

Sería la discrepancia entre los sentimientos que los familiares deberían tener por
razones sociales, culturales, religiosos y personales, y los sentimientos que de
hecho tienen. Se trata de la presencia simultánea de sentimientos contradictorios
respecto al enfermo: que mejore, que salga adelante, cuidarle, protegerle y por
otro lado sentir rabia contra el enfermo, que no colabora, y que se desea al final de
la situación su muerte. El síntoma va cambiando en función de las fases de la
enfermedad, los requerimientos de cuidados y el cansancio del cuidador. Puede
favorecer la posterior aparición del duelo patológico con importante culpabilización
del familiar.

8.5 SÍNTOMAS FAMILIARES DE LA ESFERA SOCIAL.

Esta comprobada la notable influencia del apoyo social en la salud individual y


familiar. Se define como: Apoyo accesible a un sujeto a través de los lazos
sociales de otros sujetos, grupos y comunidad global.

Dicho apoyo puede ser emocional o afectivo, confidencial, o informacional.

El aislamiento social.

El aislamiento social es un fenómeno común en los enfermos y sus familias. La


restricción severa de actividades, unidas a las connotaciones socialmente
negativas que tienen algunas enfermedades, reduce la red social del enfermo y de
su familia a la mínima expresión, en un momento en que precisamente necesitaría
fortalecerse.

Las relaciones de los sanos con los enfermos se rigen por la ambivalencia; el
enfermo terminal es temido y evitado, y en el mejor de los casos, se ven abocados
a relaciones que dejan de ser reciprocas e igualitaria: ahora no está en
condiciones más que de recibir

8.6 LA CLAUDICACIÓN FAMILIAR.

La claudicación se define como una incapacidad de los miembros para ofrecer una
respuesta adecuada a las múltiples demandas y necesidades del paciente. La

78
crisis de claudicación familiar se produce cuando los miembros del grupo familiar
claudican a la vez y es consecuencia de una reacción emocional aguda de los
familiares a cargo del enfermo, y en especial del cuidador

La claudicación supone una rendición de la familia ante la enfermedad terminal. y


supone un enorme sufrimiento familiar y para el enfermo, mismo que será victima
de maniobras fura de su hogar y será internado en un hospital, en donde la mayor
parte del tiempo será atendido solo por el personal de salud.

SINTOMÁS FAMILIARES EN EL DUELO

El duelo queda definido como el conjunto de emociones, representaciones


mentales y conductuales vinculadas con la perdida afectiva, la frustración o el
dolor. Es una reacción adaptativa normal física, conductual, cognitivo-intelectual,
afectiva- emocional y espiritual, ante la pérdida de un ser querido.

En nuestra cultura, el duelo se refiere al conjunto de procesos psicológicos y


psicosociales que siguen a la pérdida de una persona con la que el sujeto en
duelo estaba psicosocialmente vinculada. La mayoría de las veces si el doliente
cuenta con un apoyo socio familiar es capaz de sobre llevar el duelo sin ayuda
profesional.

El duelo comienza antes del fallecimiento (excepto por muertes repentinas), y


termina cuando el doliente puede referirse al fallecido sin sentir una fuerte
sensación de dolor.

El duelo patológico.

Los criterios que definen al duelo patológico son el tiempo que duran los procesos
defensivos y su influencia en el funcionamiento mental. Los duelos patológicos se
describen como:

Duelo Crónico: Es cuando tiene una duración excesivamente prolongada o incluso


permanente, nunca llega una conclusión satisfactoria. Este se presenta en
personas de fuerte dependencia.

Duelo Ausente: es cuando hay una falta de aflicción consciente, siendo una
prolongación de la fase de embotamiento afectivo inicial del duelo. El doliente
mantiene una vida aparentemente normal e incluso es socialmente admirado por

79
su fortaleza, no hay reacciones ni emociones visibles, pero evita hablar del difunto,
inclusive puede retirar objetos de su pertenencia para no tener nada que se lo
recuerde.

Duelo Exagerado: El doliente experimenta una intensa reacción emocional que


puede manifestarse como depresión severa, ataques de pánico, conductas
fóbicas, manía, alcoholismo… Se acerca a los criterios clínicos del Trastorno de
Estrés Postraumático.

FACTORES QUE INTERVIENEN EN EL DUELO.

Factores que favorecen la resolución Factores que dificultan la resolución del


del duelo duelo
Estar presentes en el momento de la Muerte repentina.
muerte
Aspecto digno del fallecido. Suicidio, muerte incierta.
Experiencias previas de duelo normal. Fallecido joven.
Buen apoyo social. Agotamiento familiar.
Práctica de rituales de duelo. Pérdidas múltiples.
Libre expresión de los sentimientos del Relación previa con el fallecido de
doliente. dependencia.

Las técnicas utilizadas en el asesoramiento son múltiples y se deben personificar,


entre otras figuran las más utilizables: el lenguaje evocador, escribir, dibujar, juego
de roles, diario de recuerdos, imaginación dirigida, libros de autoayuda, grupos de
autoayuda mutua… (11)

Muñoz Cobos F, et al. –LA FAMILIA EN LA ENFERMEDAD TERMINAL I Y II

TEMA 9 COMO ATENDER A LA FAMILIA DEL ENFERMO TERMINAL.

80
Aún en el peor de los casos, nuestros médicos y enfermeras deben intentar
compartir el sufrimiento de la familia, algo que no resulta difícil, pues ese
sentimiento deja también en este equipo profesional huellas imborrables. En
definitiva, lo que dificulta la fluidez de la comunicación en la relación familia-
medico-equipo de salud, es la ANSIEDAD.

Los programas de especialización médica del especialista de Medicina General


Integral consideran la atención individual y a la familia del paciente terminal, sin
embargo ha sido difícil, por la falta de literatura en nuestro país, abordar estos
conocimientos y habilidades, que hoy se hacen más cotidianos. Por ello, creímos
necesario tratar el tema de cómo atender a la familia del enfermo terminal.

DESARROLLO La ansiedad suscitada por la experiencia de la muerte se configura


con el componente esencial de la relación enfermo termina-familia-equipo de
salud. Por parte del enfermo, al entender que la muerte es el acontecimiento
personal por antonomasia, pero no siempre en estos pacientes terminales emerge
el conocimiento de la verdad como principio al que ajustar su proyecto de vida. La
vivencia depresiva o resignada de ese periodo angustioso le permite asumir
aquella afirmación de Goethe, según la cual, “no existe ninguna situación que no
se pueda ennoblecer o por el actuar o por el soportar”1

Por parte de la familia es difícil asimilar que aquel ser tan querido no pueda
beneficiarse de los avances de la medicina y tiene que admitir, que cuando no se
puede curar hay que aliviar, o al menos hay que consolar. Es muy problemático
proporcionarle este consuelo al enfermo terminal, si por parte de la familia no se le
ofrece el apoyo personal y afectivo que necesita. Esto sucede muchas veces
cuando el familia se bloquea y no sabe que decirle al enfermo.

Lo que definitivamente dificulta la fluidez de la comunicación en la relación


enfermo-familia-equipo de salud, es la Ansiedad. De ahí la necesidad de
dominarla para que el enfermo pueda reconocer la verdad de la situación, que la
familia olvide sus sentimientos de culpa por desear que la situación terminal se
resuelva cuanto antes y se vuelque en el consuelo y alivio del enfermo, y que el
equipo de salud no caiga en el error de evitar las visitas tanto a la familia como al
enfermo.

Entre los métodos de trabajo que se deben utilizar y los indicadores de evaluación
de los médicos, es importante aportar elementos de observación y de reflexión
sobre la intervención multidisciplinaria que es necesario llevar a cabo sobre la
familia y su entorno social. Así, cuando aparece la enfermedad terminal puede
ocurrir que: la persona afectada encuentre que vive sola, que vive con una

81
persona mayor, o por último, que vive en el seno de una familia extensa.
Igualmente, sea cual sea la circunstancia, hay que tener en cuenta el apoyo que el
enfermo necesita.

¿QUE SE OBSERVA EN LOS FAMILIARES QUE CUIDAN?

*Falta de información sobre el proceso de enfermedad (Dx. Evolución,


complicaciones posibles y recursos sanitarios de que se dispone).

*Angustia y tensión ante la enfermedad, hechos que van a repercutir sobre el


hogar y la familia, sobre du trabajo y la vida social.

*Sensación de perdida de control e impotencia ante las conductas del enfermo en


cada momento.

*Falta de soluciones a las propias necesidades psicológicas del cuidado.

*Dificultades económicas o materiales (vivienda).

¿Cómo evoluciona la actitud de esta familia?

Al inicio se considera al paciente como una victima inocente, luego esta


enfermedad del familiar se va transformando en un peso y una molestia cada vez
mayor.

¿Qué factores influyen sobre la familia?

Este impacto de la enfermedad tendrá más o menos repercusión en la familia


dependiendo de que el enfermo este hospitalizado o no, y la presencia o déficit de
los factores siguientes: nivel o situación económica o material del entorno, número
de miembros disponibles para la ayuda en el seno de la familia, los vínculos entre
ellos, el nivel cultural, el medio social en que residen (urbano o rural), el estado de
salud de los pacientes que cuidan la evolución del propio proceso, las alternativas
sociosanitarias, y finalmente el régimen y horario de trabajo.

Atención de la familia del enfermo terminal.

82
Como profesionales no solo hemos de saber reconocer, sino también manejar
toda problemática que será diferente en cada circunstancia que se derivan de
todos los factores comentados anteriormente.

Consideraciones necesarias de orientación que ha de realizar el equipo de salud.

1.- Valorar si la familia puede desde el punto de vista emocional y practico atender
al enfermo o colaborar adecuadamente en su cuidado.

2.- Identificar entre los familiares a la persona que sea más adecuada para llevar
el peso de la atención.

3.- El equipo debe planificar la integración de la familia, para que las orientaciones
médicas-psicológicas de él emanadas, pueda participar en aspectos de la
asistencia integral y holística.

4.- Si la atención es en el hogar, hay que asignar una persona que sea la
encargada de ministrar los medicamentos.

5.- La familia debe ser instruida de cómo manejar el paciente en caso de crisis.

6.- la comunicación con el enfermo siempre de ser clara, receptiva y comprensiva


de sus deseos.

7.- El equipo de salud es el soporte práctico para la contención emocional del


enfermo y la familia.

8.- Para la prevención y tratamiento del duelo, el equipo debe constituirse como el
sustrato dinamizado de la rehabilitación.

Flores Lozano 2 distingue 3 modelos básicos en la atención del enfermo terminal.

 El modelo de asistencia hospitalaria. Está sociológicamente identificado con


la tendencia de la sociedad actual, en muchos casos se lleva ahí al
paciente a que muera, ya que considera que es inconveniente que fallezca
en la casa. Por este concepto de terminal la familia determina que es
irrecuperable que las acciones deberán ser de tipo paliativo.
 El otro modelo considera a los niveles mas altos y sofisticados de asistencia
hospitalaria. La institución hospitalaria es tan especializada que limita la
praxis sobre el enfermo exclusivamente a los profesionales, y excluye
absolutamente a la red familiar y social del enfermo.

83
 Por último, el modelo ligado socialmente al concepto tradicional de la
muerte en casa, rodeado de todos. La familia se esfuerza en arrancar al
enfermo del hospital para que muera en el espacio doméstico. En este
modelo no existe el termino enfermo terminal, pues hasta la consumación
de la muerte sigue siendo el enfermo.

En este modelo domestico no solo cuenta de manera efectiva la atención


de las necesidades física, pues hay que tener en cuenta los parámetros de
sentimientos, deseos y pensamientos manifestados con anterioridad por el
enfermo, además la familia se esfuerza por evitar el aislamiento, siendo
esto mucho mas HUMANO, lo que el enfermo agradecerá eternamente.

REFERNCIAS BIBLIOGRAFICAS.

1. Borcia Goyanes JJ. El viejo y su futuro.


2. Florez Lozano JA. Aspectos psicológicos de la muerte
3. Polaino Yorente A. La familia y la sociedad frente al enfermo terminal
4. Sanz Ortiz J. Eutanasia si, eutanasia no.
5. 5Sanz Ortiz J. Gomez Batista, M Nuñez Olarte JM. Cuidados
paliativos.

TEMA 10 CUIDADOS A LOS CUIDADORES

Pocos trabajos presentan tantos desafíos como el del cuidador de la familia que
no recibe ningún pago, no importa cuánto usted quiere a la persona bajo su
cuidado. Pero aun cuando sus responsabilidades nunca serán fáciles, hay formas
para hacerlas más Llevaderas.

Cuidados para el cuidador de la Familia.

Proporciona información, recursos y herramientas para ayudar a manejar los retos


y el estrés de la provisión de cuidados. Reconociendo que los cuidadores de la
familia son los pacientes olvidados, el programa busca satisfacer algunas de las
necesidades de los cuidadores de la familia que no reciben pago, de los cuales
hay cerca de 44millones en todo el país. A menudo llamados los pacientes

84
silenciosos, los cuidadores de la familia son ignorados en gran medida por el
sistema de la atención de la salud y por tanto están en riesgo de depresión y
enfermedad. Con una población que envejece, los adelantos médicos que
prolongan la vida de las personas, las estancias más cortas en el hospital y la
tecnología sofisticada que permite que las personas enfermas se queden en el
hogar, la importancia de los cuidadores de la familia, y lo que se espera de ellos,
sin duda aumentaran.

Algunos consejos para los cuidadores.

1. El ofrecer cuidados es un trabajo y el descanso es el derecho que usted se


ha ganado. Recompénsese con periodos de descanso frecuentes.
2. Este al tanto de las señale de depresión y no demore en obtener ayuda
profesional cuando la necesite.
3. Cuando la gente le ofrezca ayuda, acepte la oferta y sugiera cosas
especificas que pueda hacer.
4. Edúquese sobre la afección de su ser querido y como comunicarse
eficazmente con los médicos.
5. Hay una diferencia entre cuidar y hacer. Sea receptivo a tecnologías e
ideas que promueven la independencia de su ser querido.
6. Confié en sus instintos. La mayor parte del tiempo le llevaran por el rumbo
correcto.
7. Las personas que proporcionan cuidados a menudo tienen que alzar,
empujar y jalar. Proteja su espalda.
8. Llore las pérdidas y después permítase soñar nuevos sueños.
9. Busque apoyo de otros cuidadores. El saber que no está solo le dará una
enorme fuerza.
10. Defienda sus derechos como cuidador y como ciudadano. (12)

www.emblemHealth.com

“Family Caregiver”

10.1 CUIDADO DEL ENCARGADO DEL CUIDADO CONTINUO (mantener el


bienestar)

Como encargado del cuidado continuo, usted ya sabe como la enfermedad grave
de su ser querido puede causar estrés psicológico prolongado e intenso. Las
señales del estrés son bien conocidas: preocupación ansiedad, tristeza, y
otras emociones negativas que empiezan a aparecer cada día. Puede tener

85
dificultad para dormir, y durante el día puede sentirse cansado, puede tener
dificultad para concentrarse, especialmente en tareas que parecen
intrascendentes. Debido a los efectos del estrés en el sistema inmunológico,
también puede tener más problemas físicos, que incluyen resfriados, gripes y otras
enfermedades respiratorias.

Sorprendente mente aún cuando las cosas van mal y el estrés es intenso,
las personas tienen momentos en que sienten emociones positivas tales como la
alegría, el amor y la compasión. Excepto cuando la situación es sumamente
nefasta, estos momentos optimistas pueden ocurrir sorprendentemente durante el
curso del dia o la semana.

Estos momentos positivos por lo general son fugases, pero son muy
importantes porque ayudan a sostener su bienestar en medio del estrés. Pueden
hacerlo de varias formas. Le dan un respiro de las emociones estresantes que
acompañan a las presiones. Muchos de estos momentos positivos nos ayudan a
motivarnos y nos recuerdan lo que es importante.

A veces estos momentos positivos simplemente ocurren, pero en otras


oportunidades usted puede hacerlos que sucedan con estrategias
especificas para sobrellevar el estrés. Estas estrategias no hacen que el
estrés del cuidado continuo desaparezca. Pero pueden brindar un alivio,
renovar el propósito y restaurar recursos psicológicos que son agotados
frecuentemente por el estrés del cuidado continuo

10.2 IMPORTANCIA DEL CUIDADO CONTINUO DE LA FAMILIA

Cuidar a un ser querido con una enfermedad grave significa que está tratando con
problemas médicos a la vez que también sirve como una fuente importante de
apoyo emocional para el enfermo. Como familiar encargado del cuidado, se le pide
que realice una variedad de tareas para atender a su ser querido.

*Organizar y administrar los medicamentos: (verifica que los datos en la receta


sean los correctos y que las indicaciones medicas sean entendibles, que el
medicamento sea el indicado)

*Mantener comunicación con el personal médico y todo el grupo multidisciplinario.


(Tener una relación abierta y comunicativa con los médicos de su ser querido
pueden ayudarlo a usted y su ser querido a tomar las mejores decisiones con la
mayor información)

86
(*Transportar al paciente en caso necesario (en ambulancia asistencial, privada, o
transporte personal)

*Se encarga de las tareas del hogar

*apoyar con las terapias física y ocupacional

*observa los efectos secundarios de las medicinas (es útil hacer seguimiento al
tratamiento, para verificar si el paciente presenta algún cambio, ya sea benévolo o
malévolo)

*Se ocupa de los negocios, así como de los asuntos legales y económicos.

Para la mayoría de los encargados del cuidado continuo, las


responsabilidades del trabajo y de la casa no desaparecen cuando un ser querido
se enferma. Sus propias necesidades de descanso y atención a su propia salud
tampoco se esfuman. Lo que implica que su vida se ha llenado de muchas
responsabilidades.

Frecuentemente cuidar a un ser querido enfermo crea una sensación profunda de


cercanía entre ambos, sin embargo, la ansiedad proveniente de enfrentarse a una
enfermedad seria, combinada con la carga del cuidado continuo puede causar
lesión en la relación .

Es normal sentir emociones positivas y negativas cuando atiendes a un ser


querido que está enfermo.

Cuando se cuida a alguien con quien se tiene una relación tensa, se


desencadenan las emociones negativas.

“Usted es una parte decisiva del equipo de atención de salud de su ser querido. Le
brindamos nuestro respeto profundo, por su valiosa ayuda que ofrece en forma
gentil y cariñosa”.

10.3 MANEJO DE LA ATENCIÓN EN CASA.

87
Ser el encargado principal del cuidado continuo de un ser querido puede ser
un verdadero desafío.

Debe aprender a mantener el equilibrio entre el trabajo, la familia y sus propias


necesidades.

El cuidado continuo de un ser querido puede requerir habilidades o


destrezas con las que no está familiarizado y demandar la habilidad de
manejar su atención como si fuera un proyecto complejo de negocios.

Algunas tareas importantes en la atención continua.

*Identificar las tareas que son de rutina y las que requieren mayor atención para el
paciente

**Haga una lista de las tareas que necesita realizar y mantener.

***Calcule las horas por día, semana, o mes que requiere cada una.

*A medida que la enfermedad de su ser querido cambia o progresa, las


responsabilidades también pueden cambiar. Puede descubrir que solo puede
asumir un número limitado de responsabilidades mientras le da equilibrio a su
vida. Como encargado principal, puede tener la opción de atender a su ser querido
por sí solo, coordinar un equipo de voluntarios para que lo ayuden o contratar
ayuda de varias organizaciones.

**Reúna a los familiares y amigos y pídales ayuda con el cuidado continuo. Esto
puede no ser fácil para Ud. ya que puede pensar que les está causando alguna
molestia a los demás, aún si le ofrecen ayuda puede ser difícil de aceptar.

Es importante sobrepasar esas barreras, porque hay momentos cuando


simplemente no puede ni debe hacer todo uno mismo, puede tomar en cuenta que
la mayoría de familiares y amigos aprecian la oportunidad de ser útil, crear un
equipo de atención agregara apoyo parea su ser querido y para usted, es
necesario preguntarle a su ser querido, que persona o personas le gustaría que lo
cuidaran.

***Pagar por ayuda, si puede pagarlo, quizás desee contratar a alguien para venir
a su casa a ayudarlo con la atención de salud y de su casa. Hay muchas agencias
profesionales que ofrecen servicios de auxiliares a domicilio.los proveedores de
servicios van desde enfermeras certificadas hasta acompañantes informales a
encargados de limpieza en casa.

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Si desea contratar quien le ayude debe de asegurarse de.

1. Que la persona que contrate esté disponible siempre caso contrario enviarle
un suplente.
2. Debe realizar entrevista con los aspirantes y checar sus antecedentes
3. Solicite recomendaciones y un chequeo médico
4. Pida a sus amigos o familiares que le recomienden a alguien de su
confianza.

FIN DE LA VIDA.

A pesar de la excelente atención y los mejores tratamientos médicos, algunos


pacientes con enfermedades graves pueden enfrentar la posibilidad de que los
tratamientos médicos ya no lo curen ni siquiera controlen su enfermedad, y que
su vida se está acabando. Muchos pacientes en esta situación desean
enfocarse por completo en su confort, en lugar de continuar con
tratamientos costosos y onerosos que no brindan beneficios. Durante este
tiempo, por lo general llamado la etapa final de la vida, los familiares
encargados del cuidado continuo tienen un papel importante.

10.4 SU SER QUERIDO SE ESTA MURIENDO; ¿QUE PUEDE HACER?

En la etapa final, los encargados del cuidado continuo típicamente brindan


al mismo tipo de atención que proporcionaban anteriormente: ayudar a sus seres
queridos con los medicamentos, tareas de la casa y manejar el estrés emocional
de la enfermedad. Sin embargo, en la etapa final al anticipar una gran pérdida,
estos temas pueden volverse mucho más intensos. Algunos temas que se
manejan en la etapa final de la vida son:

Manejo de síntomas.

89
Puede resultar más fácil manejar los síntomas una vez que los pacientes ya
no utilicen grandes cantidades de energía buscando tratamientos para la
enfermedad que pueden ocasionar dolorosos efectos secundarios y
complicaciones. Los equipos de atención paliativa y de los hospicios pueden ser
de gran ayuda para controlar y manejar síntomas fastidiosos.

Nutrición e hidratación.

En cada cultura y casi en cada familia, la comida y dar de comer son


significativos porque representan alimentación y amor. Sin embargo, al final de la
vida, los pacientes quizá no puedan comer ni disfrutar de la comida.
Frecuentemente, los pacientes baja de peso (sin importar cuánto coman) a medida
que su enfermedad los agota disminuye la energía. En cuanto a la alimentación
puede ser un gran obsequio de los familiares, pero que no insistan en que su ser
querido coma si no tiene hambre, sino que brinden otras demostraciones de amor
y afecto.

Depresión.

Es comprensible que los pacientes expresen dificultad adaptándose al


periodo final de su vida. Pero algunos pacientes desarrollan un profundo
sentimiento de desesperanza, impotencia, tristeza o inhabilidad de sentir placer.
Pueden ser signos de depresión y deben ser mostrados al médico o equipo de
hospicio de su ser querido. La depresión en la etapa final de la vida puede
tratarse.

Delirio.

Un nivel de conocimiento (nivel de estar despierto) que sube y baja en


magnitud con dificultades para pensar y confusión que con frecuencia incluye
alucinaciones. Lamentablemente, el delirio es muy común en los últimos días de la
vida. Si la confusión resulta incomoda para el paciente o los seres queridos, se
puede utilizar medicamentos para controlar los síntomas.

90
Esperanza.

No siempre tenemos la esperanza de curación en la etapa al final de la


vida. Cuando se vuelve imposible curar la enfermedad, la esperanza puede
volcarse a otras cosas que todavía son posibles. Aún en la etapa final de la vida,
los pacientes y seres queridos pueden tener esperanzas por otras cosas; alivio del
dolor, momentos de placer o descubrimiento, conseguir el cierre de relaciones
importantes o un sentido de paz.

Relaciones.

Al final de la vida, las relaciones deben llegar a un cierre. Aquellos que


tienen experiencia cuidando pacientes en la etapa final de la vida han observado
que hay un número de cosas que deben decirse entre un moribundo y sus seres
queridos. Si tiene dificultad tratando de decir lo que va a decir o como empezar
una conversación difícil con el familiar moribundo, considere una o más de las
siguientes.

Perdóname.

Te perdono.

Gracias.

Te amo.

Adiós.

Algunos agregan una sexta frase. “no te preocupes por nada, estaré bien sin ti” en
un esfuerzo de dar permiso al paciente para que se vaya cuando sea el momento.

Culpabilidad.

Es casi inevitable entre los familiares encargados del cuidado continuo


sentir culpa. A pesar del trabajo asombroso que la mayoría brinda, todos se
preocupan por no haber hecho lo suficiente. Este sentimiento de culpabilidad es

91
común y comprensible. Para la muerte no es una falla. Finalmente, es un evento
profundamente triste pero natural en el ciclo de vida del ser humano.

Dolor.

Es parte de la vida. Estos sentimientos de tristeza por lo general son


intensos. Pueden variar mucho en los días, semanas y meses después que fallece
alguien a quien se ama. Con frecuencia las personas de luto hablan de “días
malos” junto con “días buenos”.

Con el tiempo, las personas finalmente encuentran formas de integrar la pérdida


del ser querido en su vida. Este proceso de reintegración puede llevar varios
meses(con frecuencia hasta 6 meses). A pesar que puede regresar al trabajo y
restablecer nuevas relaciones, las cosas nunca serán iguales. No se olvida.

Si encuentra que la intensidad y frecuencia del dolor no empieza a mejorar a los


seis meses después de la muerte de su ser querido, deberá consultar a su propio
medico para discutir las posibilidad de tratamiento de una condición llamada dolor
por luto “complicado” o “traumático”. Tanto en el dolor normal como en el
complicado, los grupos de apoyo pueden ser útiles. (13)

Orientación para el cuidado continúo

Proyecto para los encargados del cuidado continuo centro Osher de medicina
integral.

UNIVERSITY OF CALIFORNIA, SAN FRANCISCO.

TEMA 11 LOS CUIDADOS PALIATIVOS.

Cuidados paliativos

92
Los Cuidados paliativos son las atenciones, cuidados y tratamientos que se dan
a los enfermos en fase avanzada y terminal con el objeto de mejorar su calidad de
vida.
Definiciones
Definición de la Sociedad Europea de Cuidados Paliativos

"Los cuidados paliativos son aquellas atenciones que se dan a un paciente


con una enfermedad potencialmente mortal, en fase avanzada y al que no
afectan los tratamientos curativos

Definición del Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute) de los
Estados Unidos

"El cuidado paliativo es la atención que se brinda para mejorar la calidad de


vida de los pacientes de una enfermedad grave o potencialmente mortal. La
meta del cuidado paliativo es prevenir o tratar lo más rápidamente posible
los síntomas de una enfermedad, los efectos secundarios del tratamiento
de una enfermedad y los problemas psicológicos, sociales y espirituales
relacionados con una enfermedad o su tratamiento. También se llama
cuidado de alivio, cuidado médico de apoyo, y tratamiento de los
síntomas."[1]

"Los cuidados paliativos son un concepto de la atención al paciente que


incluye a profesionales de la salud y a voluntarios que proporcionan apoyo
médico, psicológico y espiritual a enfermos terminales y a sus seres
queridos. Los cuidados paliativos ponen el énfasis en la calidad de vida, es
decir, en la paz, la comodidad y la dignidad. Una de las metas principales
de los cuidados paliativos es el control del dolor y de otros síntomas para
que el paciente pueda permanecer lo más alerta y cómodo posible. Los
servicios de cuidados paliativos están disponibles para personas que ya no
pueden beneficiarse de los tratamientos curativos; el paciente típico de
cuidados paliativos tiene un pronóstico de vida de 6 meses o menos. Los
programas de cuidados paliativos proporcionan servicios en varias
situaciones: en el hogar, en centros de cuidados paliativos, en hospitales o
en establecimientos capacitados para asistir enfermos. Las familias de los
pacientes son también un enfoque importante de los cuidados paliativos, y
los servicios están diseñados para proporcionarles la asistencia y el apoyo
que necesitan."

93
Definición de la OMS

"Los Cuidados Paliativos son un modo de abordar la enfermedad avanzada


e incurable que pretende mejorar la calidad de vida tanto de los pacientes
que afrontan una enfermedad como de sus familias, mediante la prevención
y el alivio del sufrimiento a través de un diagnóstico precoz, una evaluación
adecuada y el oportuno tratamiento del dolor y de otros problemas tanto
físicos como psicosociales y espirituales.

Los cuidados paliativos y por extensión los equipos de ciudados paliativos

 proporcionan alivio al dolor y a otros síntomas;


 defienden la vida (son “vitalistas”) pero contemplan la muerte como
un proceso natural;
 no intentan acelerar ni posponer el fallecimiento;
 incorporan los aspectos psicológico y espiritual en la atención al
paciente;
 proporcionan un apoyo para ayudar a los pacientes a mantener
hasta el fallecimiento, dentro de sus limitaciones, el mayor nivel de
actividad;
 ofrecen su ayuda a la familia a lo largo del proceso de la enfermedad
y, luego, en el duelo;
 trabajan en equipo para resolver el conjunto de necesidades del
paciente y de sus familiares incluido, cuando es preciso, el apoyo en
el duelo;
 no sólo pretenden mejorar la calidad de vida, sino que pueden influir
también de manera positiva en el curso de la enfermedad;
 se pueden aplicar de manera temprana en la evolución de la
enfermedad asociados a otros tratamientos como la quimioterapia y
la radioterapia, dirigidos a prolongar la supervivencia, y abarcan
también los estudios encaminados a comprender y a tratar de
manera más adecuada las complicaciones que puedan afectar al
paciente."

11.1 BREVE RESEÑA HISTÓRICA

94
Esta es la filosofía de los cuidados paliativos que comenzó en Londres en la
década de los sesenta y que rápidamente se fue extendiendo, primero por el
mundo anglosajón, y luego por Europa y otros países. Los cuidados
paliativos recuperan la forma más profunda de comprender y atender al paciente
terminal que late en la medicina. Son respuesta al descontento de los
profesionales y de la sociedad que estaban ignorando necesidades claves de
alivio del sufrimiento para el enfermo avanzado e incurable y para su familia.
Necesidades que habían quedado escondidas quizá detrás de la búsqueda de
progreso científico y de los avances técnicos que la medicina ha experimentado en
el Siglo XX. Los cuidados paliativos comienzan en Londres, a finales de la
década de los 60, cuando la Dra. Cicely Saunders (Premio Templeton en 1981)
promueve un primer centro médico dedicado a la atención de enfermos terminales
que marcará la referencia a imitar para todo el mundo. En sus orígenes es patente
la entraña profundamente cristiana de los cuidados paliativos. Así se explica en el
acta fundacional de este primer centro de paliativos:
"El St. Christopher's Hospice está basado en la fe cristiana en Dios, a
través de Cristo. Su objetivo es expresar el amor de Dios a todo el que
llega, y de todas las maneras posibles; en la destreza de la enfermería y los
cuidados médicos, en el uso de todos los conocimientos científicos para
aliviar el sufrimiento y malestar, en la simpatía y entendimiento personal,
con respeto a la dignidad de cada persona como hombre que es, apreciada
por Dios y por los hombres. Sin barreras de raza, color, clase o credo.”

Contextualización social y profesional


En la declaración sobre La atención médica al final de la vida [2] de la Organización
Médica Colegial de España, se recoge la existencia de una demanda social -
motivada entre otras causas por el envejecimiento de la población-, la necesidad
de procurar una mejor calidad de vida al enfermo terminal así como el reto de
formar a los profesionales en cuidados paliativos. Se indica que,
"Todas las personas tienen derecho a una asistencia sanitaria de calidad,
científica y humana. Por tanto, recibir una adecuada atención médica al
final de la vida no debe considerarse un privilegio, sino un auténtico
derecho."

Y se finaliza el documento con el siguiente texto,


"Los cuidados que un pueblo presta a sus ciudadanos más frágiles es un
exponente de su grado de civilización. En este esfuerzo colectivo, los
médicos, fieles a nuestra mejor tradición humanística y humanitaria,
siempre deberemos estar comprometidos."

95
11.2 CARACTERÍSTICAS Y OBJETIVOS DE LOS PROGRAMAS
Algunos entienden los cuidados paliativos como una nueva filosofía, un
nuevo modo-de-hacer en medicina. Realmente, la novedad existe sólo en un
sentido relativo. Muchos profesionales de la medicina siempre, también en los
últimos tiempos, han actuado de acuerdo con ese proceder. Los cuidados
paliativos representan una novedad sólo a nivel institucional. Es decir, supone
novedad desde el momento en el que han surgido y se han desarrollado iniciativas
o políticas sanitarias, programas específicos, equipos especializados, hospitales,
unidades, etc. Las características peculiares del sistema de cuidados
paliativos, que le diferencian del sistema tradicional de atención al enfermo en
situación terminal, serían las siguientes: En este tipo de asistencia la
unidad de cuidado está constituida por el paciente más la familia. Es esencial
incluir a la familia completa para conseguir que la atención al paciente sea la mejor
posible. El equipo de asistencia es multidisciplinar: médicos, enfermeras,
psicólogos, trabajadores sociales, asistentes pastorales y personal voluntario.
Por la situación terminal de enfermedad en la que se encuentran los pacientes que
reciben cuidados paliativos, los tratamientos empleados frente al dolor y demás
síntomas físicos serán principalmente de intención paliativa. Además, el equipo
debe proporcionar el soporte necesario para vencer el estrés psicosocial y
aminorar las preocupaciones que afectan a la familia y a la mayoría de los
pacientes. Casi por definición, por su carácter interdisciplinar y por estar
centrada en el paciente, la medicina paliativa es integradora y no supone una
exclusión de otros especialistas ni de tratamientos activos que tengan la misma
intención paliativa y miren primordialmente por el bienestar del paciente. Por
subrayar la novedad o diferencia de los cuidados paliativos en los comienzos, esta
característica integradora ha podido no estar patente. Modernamente, reflejando el
mayor interés en las especialidades relacionadas, especialmente en Geriatría y
Oncología, la medicina paliativa se ha incluido en ellas con denominaciones más
amplias como “cuidados al final de la vida” o “cuidados continuados en oncología”.
Los cuidados paliativos suponen donde se implantan un cierto cambio estructural
para proporcionar garantías de asistencia paliativa al enfermo terminal en el
momento y también en el lugar que se necesite, y con las características
habituales en cuidados paliativos: atención global por un equipo interdisciplinar y
que siempre incluya a la familia.
Características del modelo de atención
Unidad de Cuidado: paciente + familia Equipo multidisciplinar Tratamientos de
intención paliativa Carácter integrador en otras especialidades y terapias
Asistencia siempre disponible

Los objetivos de cualquier programa de cuidados paliativos son: 1.


Control de síntomas; de forma particular el dolor. En un programa de cuidados
paliativos los síntomas son el primer objetivo en una estrategia terapéutica, pero
no el único, ni con frecuencia, el objetivo más difícil de conseguir. En cualquier

96
caso los profesionales han de ser expertos en control sintomático ya que es
frecuente que estos pacientes tengan síntomas múltiples e intensos,
multifactoriales y muy cambiantes. Por ejemplo, dolor, dificultad respiratoria
severa, náuseas y vómitos, depresión, heridas que no cicatrizan bien, etc. 2.
Prestar a los pacientes una atención personalizada e integral que abarque todos
las esferas afectadas por la enfermedad: aspectos psicoemocionales,
comunicación, información, asistencia espiritual, con participación activa del
enfermo). 3. Servir de soporte a la familia y facilitar al paciente la relación y la
comunicación dentro de su medio familiar. El programa de paliativos debe contar
con recursos suficientes para atender las necesidades o problemas sociales del
enfermo y la familia. 4. Mantener a los profesionales que realizan el trabajo de
cuidar al moribundo en condiciones óptimas, evitando el desgaste emocional y
otras repercusiones psicológicas negativas.

11.3 TIPOS DE PROGRAMAS DE CUIDADOS PALIATIVOS


Manteniendo la filosofía de los cuidados paliativos y según las peculiares
características de cada cultura, se han desarrollado diversos modelos de
asistencia. Hay que insistir en que no son excluyentes entre sí y que, en la
mayoría de los casos, representan actuaciones complementarias. Los principales
serían los siguientes: Centros Monográficos u Hospices: centros dedicados
exclusivamente al cuidado de enfermos en situación terminal. Un Hospice tiene
características peculiares que le diferencian de otros hospitales: horarios
ininterrumpidos de visitas, tolerancia para permitir visitas de familiares de poca
edad o incluso animales domésticos, decoración cálida y distribución apropiada de
las habitaciones, etc. Los Hospices se han desarrollado principalmente en Gran
Bretaña. Unidades de Cuidados Paliativos en Hospitales. Puede tratarse de
equipos especializados en cuidados paliativos que, sin poseer camas propias,
actúan por todo el hospital. En algunos centros se han denominado Equipos de
Soporte Hospitalario o Unidad Funcional Interdisciplinar Hospitalaria. En otros
casos, sí se constituyen como sección independiente con un determinado número
de camas y zona de hospitalización separada. El primer modelo, las llamadas
Unidades Funcionales, se adoptan cada vez en más hospitales de enfermos
agudos dentro de los servicios de Oncología. Está demostrado que son una
excelente forma de desarrollo inicial de los programas de paliativos, obteniendo en
poco tiempo importantes resultados en cuanto a aumento de la calidad de
asistencia y mejor utilización de recursos (estancias hospitalarias, consultas a
Urgencias, fallecimientos en domicilio, etc). En algunos hospitales oncológicos se
prefiere contar con el segundo modelo, o sea, con una Unidad o Servicio de
Cuidados Paliativos con una estructura física propia. Lógicamente un importante
número de Unidades de Paliativos se sitúan en centros socio-sanitarios y
hospitales de media o larga estancia. Equipos de Cuidados Domiciliarios o de
Soporte de Atención Primaria: en muchos casos suponen el complemento o
continuación de los cuidados recibidos en un Hospice, un Hospital General o una

97
Unidad de Cuidados Paliativos. En el marco de un sistema público de salud
siempre son equipos en estrecha conexión con el médico de familia o de la
Atención Primaria. En Estados Unidos se han desarrollado extensamente,
partiendo en muchos casos de iniciativas privadas. En Gran Bretaña y España se
han desarrollado gracias especialmente al empuje inicial de Organizaciones No
Gubernamentales. Estos equipos pueden ser específicos y atender solo enfermos
avanzados y terminales o atender también enfermos con patologías que les
permitan vivir en sus domicilios, como los pacientes ancianos con enfermedades
crónicas o pacientes encamados por diversos motivos. Centros de Día de
Cuidados Paliativos: son unidades de atención al paciente en situación terminal,
ubicadas generalmente en un hospital o en un Hospice, a las que el paciente
acude durante un día para evaluación o para recibir un tratamiento o cuidado
concreto. Regresa en el mismo día a su domicilio. Se han desarrollado de un
modo particular en Inglaterra. El enfermo acude durante unas horas, una o dos
veces por semana y además de la consulta con el especialista y también con
cualquier otro miembro del equipo de cuidados, ese mismo día puede ser atendido
por el psicólogo, el sacerdote, el fisioterapeuta… o participar en algunas de las
terapias ocupacionales disponibles. También se realizan ajustes de tratamiento o
tratamientos más invasivos para el control de los síntomas, si se necesita (drenaje
de líquidos acumulados, transfusión, terapias por vía parenteral, etc). Sistemas
integrales. Cuando todos los posibles niveles de asistencia están dotados con
recursos específicos para cuidados paliativos y coordinados, hablamos de
sistemas integrales. El médico de familia sigue siendo siempre el responsable de
la asistencia de cada paciente, pero cuenta con un equipo de ayuda en el domicilio
en caso de necesidad o para trabajar coordinadamente. De esta manera la mayor
parte de los pacientes terminales podrán ser atendidos habitualmente en su
domicilio. Cuando sea necesaria la hospitalización por sobrevenir un problema
social o por precisar asistencia continuada, un equipo de un centro socio-sanitario
podrá autorizar el ingreso del enfermo. Es la solución más adecuada y en nuestro
país existen ya varias comunidades que desarrollan sistemas integrales.
Tipos de Programas Centros Monográficos o Hospices Unidades y equipos de
Cuidados Paliativos en Hospitales Equipos de soporte domiciliario Hospitales y
Centros de Día Sistemas Integrales de Cuidados Paliativos

11.3 LOS CUIDADOS PALIATIVOS

98
Los cuidados paliativos procuran conseguir que los pacientes dispongan de los
días que les resten conscientes y libres de dolor, con los síntomas bajo control, de
tal modo que los últimos días puedan discurrir con dignidad, en su casa o en un
lugar lo más parecido posible, rodeado de la gente que les quiere.

Estos cuidados ni aceleran ni detienen el proceso de morir. No prolongan la vida y


tampoco aceleran la muerte. Solamente intentan estar presentes y aportar los
conocimientos especializados de cuidados médicos y psicológicos, y el soporte
emocional y espiritual durante la fase terminal en un entorno que incluye el hogar,
la familia y los amigos. La atención posterior al fallecimiento es fundamental para
los miembros de la familia o algunos amigos. Los voluntarios juegan un rol
importante en el soporte de la familia.

Los hospicios de la Edad Media, no tenían realmente una finalidad clínica sino
más bien caritativa y se situaban cerca de las rutas más transitadas. En estos
sitios se atendían a todo tipo de personas necesitadas: viajeros, huérfanos,
peregrinos, etc. Se proporcionaba alojamiento y comida a los que estaban
enfermos. Curar a los que fuera posible era lógicamente el primer objetivo, pero
como lamentablemente la ciencia no estaba tan avanzada muchas veces no había
nada que ofrecer, y muchos morían sin remedio, pero siendo cuidados hasta su
muerte, poniendo un especial énfasis en su bienestar espiritual. (14)

[Referencias

1. ↑ Definición cuidado paliativo, Instituto Nacional del Cáncer, Estados Unidos


2. ↑ Declaración sobre 'La atención médica al final de la vida', OMC,
Organización médica colegial de España, 6 de octubre de 2009

Bibliografía

 González Barón, Manuel (2007). Tratado de medicina paliativa y


tratamiento de soporte al enfermo de cáncer. Editorial Médica
Panamericana. Madrid. ISBN 978-84-9835-131-6.
 Rafael Lora González (2007). Cuidados paliativos. Su dimensión espiritual.
Ediciones Toromítico. ISBN 978-84-96947-35-1.
 VV.AA. (2009). Palliative Medicine - Expert Consult Premium Edition.
Saunders Title. ISBN 978-0-323-04021-1.

99
Después de asumir el hecho inevitable de la muerte, el enfermo desea que
el transito sea sin sufrimiento o con el menor posible. Para lograr esto, debemos
aplicar cuidados paliativos.

Cada moribundo no solamente aprende y recibe tu ayuda, sino que además


está siendo al mismo tiempo tu maestro. Elizabeth Kübler Ross.

Tanatologia

Un buen morir

Daniel Behar

Editorial Pax Mexico.

TEMA 12 CONSEJERIA TANATOLOGICA

Consejería

100
En el interior de cada uno de nosotros hay una

Capacidad inimaginable para la bondad, para

Dar sin buscar recompensa, para escuchar sin

Hacer juicios, para amar sin condiciones.

Elizabeth Kübler Ross

El termino consejería proviene de la palabra consejo, que significa


parecer que se da o toma como guía para hacer o dejar de hacer. Consejería es la
actividad de dar consejo y consejería teratológica es la actividad que realiza el
consejero tanatologico encargado de guía al enfermo en fase terminal para que
encuentre la forma de manejar la situación y sus sentimientos. La consejería
tanatológica debe ser solicitada por el enfermo en fase terminal y ha de definir los
temas por resolver, así como el número, la duración y el costo de las sesiones.

La consejería no se podrá realizar si el enfermo no es capaz de


comunicarse de alguna manera; además, las sesiones se deben llevar a cabo en
privado y con tranquilidad.

Cuando parece que ya no hay nada que hacer, la función del consejero
cobra gran importancia.

En ese orden de ideas, lograr una buena relación entre los médicos y el
enfermo en fase terminal es algo central y difícil, pues los médicos no aceptan la
idea de que fallezca su enfermo, porque hace énfasis en el “fracaso de su terapia”,
lo cual los lleva a pensar en su propia muerte. En consecuencia, después de un
periodo de gran actividad en el que hicieron pruebas clínicas, análisis de
laboratorio y aplicaron terapia, los médicos no vuelven a aproximarse a la cama
del moribundo.

Mientras la gente que rodea al enfermo en fase terminal no hable de esa


angustia, el médico no escuchara las necesidades y quejas del paciente. Aun más
que el dolor, el enfermo en fase terminal teme a la soledad y al abandono, tan
frecuentes en las instituciones hospitalarias. Toda presencia cálida, atenta,
comprensiva y cariñosa le da un gran consuelo que redunda en el uso de menores
dosis de medicamentos y, desde luego, da como resultado menor intoxicación.

101
La consejería de los enfermos en fase terminal es una labor que consiste en
recorrer el trayecto con el moribundo, marchas a su lado al ritmo y en sentido
escogido por él, así como escucharlo, darle la mano y contestar sus preguntas:
estar con él realmente, tiene más importancia que suministrarle tal o cual
medicamento o hacer una u otra cosa. Sin embargo, esta no es tarea fácil, pues
exige gran responsabilidad, disponibilidad y conocimientos de la psicología de los
enfermos en fase terminal.

La consejería tanatológica ayuda a que el enfermo en fase terminal replantee,


reformule y acepte sus conceptos y creencias personales, de modo que sea el
único que tome las decisiones respecto a su vida.

Durante el curso de una enfermedad terminal, el enfermo enfrenta muchas


pérdidas, en algunas de las cuales participa su familia; estas pérdidas pueden ser
físicas y psicológicas y van acompañadas de cambios difíciles de aceptar tanto por
el enfermo como por su familia. En enfermo lamenta lo que esperaba dejar a su
familia y no haber logrado sus objetivos.

La consejería teratológica debe limitarse a las expectativas de vida del enfermo y


actuar como terapia enfocada en la intervención en crisis para brindar apoyo y
dirección.

Como hemos mencionado, no debemos ocultar al enfermo en fase terminal la


gravedad de su padecimiento, pues el percibe la incongruencia de lo que se dice,
el deterioro de su salud física y se percata de las señales no verbales que
muestran la angustia de su familia y la gente que le rodea.

En esos momentos, el enfermo en fase terminal por lo general se encuentra


aislado y temeroso y busca la oportunidad de hablar de sus temores ante la
muerte. (15)

UN BUEN MORIR

(Encontrando sentido al proceso de la muerte).

Daniel Behar

EDITORIAL PAX MEXICO

12.1 CUANDO SE OCULTA EL SOL, SIEMPRE HAY UN AMANECER AL DÍA


SIGUIENTE. Celina Moreno

102
La finalidad de teratología es para mejorar la Calidad de Vida en las personas que
sufren ante un dolor profundo por una enfermedad o por la muerte de un Ser
Querido. Ante el dolor y la desesperanza, la Tanatologia sirve para ayudar y
apoyar a todos los miembros de la familia para que sigan viviendo su vida
plenamente y para que sus relaciones inter-familiares sean satisfactorias. Incluye
Reflexiones y Consejería Tanatologica “Las mejores y más bellas cosas del
mundo no pueden verse ni tocarse…pero se sienten en el corazón”.

CONSEJERÍA:

1.- Camine de 10 a 30 minutos, todos los días. Mientras camina, sonría, ese es el
mejor antidepresivo.

2.- siéntese en silencio por lo menos 10min. Cada día. Enciérrese si es necesario.

3.- cómprese una videograbadora y grabe sus programas nocturnos, así dormirá
más.

4.- Al levantarse en la mañana diga lo siguiente…

Mi propósito de hoy es___________________________________________

5.- Viva con las 3 E’s… Energía, Entusiasmo y Empatía.

6.- Juegue más juegos y lea más libros que el año pasado.

7.- Dese tiempo para meditar y orar. Ambas nos proporcionan el diario
combustible para nuestras ocupadas vidas.

8.- Pase tiempo con personas de más de 70 y de menos de 6. Aprecie su genuina


naturaleza, fuerza e inocencia, ¡de verdad!

9.- Sueñe más mientras este despierto.

10.- Coma más alimentos que crezcan en los árboles y en las plantas y menos
alimentos que sean manufacturados en plantas industriales.

11.-Tome té verde y mucha agua. Coma arándanos, salmón, brócoli almendras y


nueces.

12.-Trate de hacer reír a por lo menos 3 personas cada día.

13.- Elimine el desorden de su casa.

103
14.- No gaste su precioso tiempo en chismes, cosas del pasado, pensamientos
negativos o cosas fuera de su control. Mejor invierta su energía en lo positivo del
presente.

15.- Dese cuenta que la vida es una escuela y usted está aquí para aprenderlos
problemas son simplemente parte del curriculum que aparecen y desaparecen
como si fuera una clase de álgebra, las lecciones que usted aprenda durarán toda
la vida.

16.- Sonría y ríase más.

17.- La vida no es justa pero aún así es buena.

18.- La vida es muy corta como para desperdiciar el tiempo odiando a alguien.

19.- No tiene que ganar cada discusión. Acepte a no estar de acuerdo.

20.- Póngase en paz con su pasado, así no arruinará su presente.

21.- Nadie está a cargo de su felicidad excepto usted mismo.

22.- Perdone a todos de todo.

23.- Lo que la demás gente piense de usted no es de su incumbencia.

24.- La naturaleza cura todo.

25.- No importa que tan buena o mala sea la situación, ésta cambiara.

26.- Su trabajo no se ocupará de usted cuando esté enfermo. Sus amigos sí lo


harán. Manténgase en contacto con ellos.

27.- Deshágase de cualquier cosa que no sea útil, bonita o divertida.

28.- No importa cómo se sienta, levántese, vístase y asista.

29.- Llame a sus familiares con frecuencia o mándeles correos a morir diciéndoles:
¡Hey, estoy pensando en ti!.

30.- Cada noche antes de acostarse diga lo siguiente:

Doy gracias por: ________________________________________________

31.- Recuerde que está usted demasiado bendecido como para estar estresado.

104
32.- Disfrute el viaje. Recuerde que esto no es Disney Word y que usted no quiere
un paseo rápido. Solo tiene oportunidad de viaje en la vida así que disfrútela y
sáquele el mayor provecho.

33.- Que tus penas sean menos, que tus bendiciones sean más y que solo la
felicidad cruce tu puerta.

TEMA 13 REVISIÓN DE LA PROPIA VIDA Y EL BIEN MORIR.

Con convicción espiritual inquebrantable, el creyente piensa la experiencia de la


muerte desde una posición de paz y significado, asentada en la fe. Sabe que morir
no es el fin, sino un comienzo. Psicológicamente, la muerte es vista desde los
pensamientos y sentimientos relacionados al acto de morir, desde cómo alguien
imagina su propia muerte.

Entre los primitivos y algunos orientales (“por intuición de que la muerte es


solo una puerta que el difunto atraviesa hacia otra vida”), la reacción ante el
deceso es de alegría y en ocasiones de intensa exaltación. En la cultura
occidental, para “la gente”, el “otro mundo” es un “lugar mejor” que la realidad de
este planeta: “pasó a mejor vida”, “hijo tu papi se ha ido al cielo”. Pero la pérdida
efectiva de alguien cercano provoca profundos sentimientos de tristeza, llanto,
depresión, sufrimiento y dolor, que se agrava si la invasión ideológica de las
instituciones religiosas glorifica el sufrimiento y construye una costra de
negatividad y de culpavilización alrededor de la muerte.

¡Que motivo tienen los clérigos para glorificar el dolor y magnificar el


sufrimiento por la muerte? ¿Un inconsciente temor de no haberles ofrecido a sus
fieles un eficaz proceso de salvación-regeneración-significado, por lo que temen y
lamentan por el destino del espíritu del difunto que acaba de cruzar la “Puerta”? La
glorificación clerical del dolor confunde la experiencia psicológica de pérdida de los
deudos, cuyas reacciones espontaneas como autocuestionamiento, conciencia de
la propia futura muerte y revisión de la propia vida (que pudiera haber sido
sumamente provechosa para su espiritualidad) quedan reprimidas. La intervención

105
clerical transforma esta experiencia en una inútil explosión de dolor, lágrimas y
lamentos. Además de gastos materiales.

Entonces la conciencia de la futura muerte es remplazada por el miedo a la


muerte, que implica un miedo inconsciente al “castigo” con lo que los clérigos
amenazan. ¡Ojalá los clérigos, renunciando a la ideología, pudiesen hacer tomar
conciencia a los deudos del verdadero significado de estos eventos! Los deudos
accederían entonces a la conciencia de la propia mortalidad y a una reflexión
sobre el significado de “lo que será mi propia muerte”. Esto debería dar paso a una
reflexión sobre el sentido de la propia vida. A preguntarse “Y yo… ¿Qué estoy
haciendo con mi vida? El funeral de alguien cercano daría una oportunidad para
extender los momentos de oración, que se transformarían en un diálogo con la
Providencia y en un balance consciente de la propia vida espiritual (o de su
escasez o ausencia).

La clase de muerte dependerá del amor a la vida. Bien morir implica


(tocamos el significado, la dimensión espiritual del acto de morir) primero. La
amorosa convicción de que Quien está por recibirnos, es también nuestro amado y
amante Esposo (Apocalipsis 19: 7,21: 9,22: 17). Bien morir implica humildad, una
conciencia de la infinita Majestad del que está a punto de recibirnos. Mucho de la
rabia y el miedo ante la muerte deriva de un orgullo herido, lo contrario de la
humildad.

Apocalipsis: 19 Oí en el cielo como un gran ruido de muchedumbre inmensa que


decía: ¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios, porque sus
juicios son verdaderos y justos.

La humildad es el acto de morir incluye una colección de desapegos: a los


bienes materiales, hacia los goces humanos y hasta hacia el propio cuerpo. Son
elementos de los que habremos de desprendernos sin avaricia al ir hacia la
“Puerta”.

El bien morir enmarca un sobrecogedor sentimiento, con notas de profunda


alegría que emerge ante el pensamiento de la muerte: un reencuentro con Él.
Implica la conciencia de transitoriedad y la sensación de intenso gusto por estar
aquí, vivos por ahora en este planeta enloquecido, del que disfrutamos sin apego
pero con intensidad, acompañados por otros humanos afectivamente cercanos y,
principalmente, por la Presencia de Dios, hacia quien sentimos el amor, la infinita
gratitud y la gozosa certeza de que Él estará esperando por nosotros en la
“puerta” cuando llegue el momento.

106
Tenemos una identidad física (el cuerpo) y una identidad simbólica (el ego
creado por el cerebro, parte de la identidad física). Es obvio que el cuerpo
desaparece (vamos con frecuencia a entierros) pero la identidad simbólica no
acepta la muerte. Por ello nos inventamos “proyectos de inmortalidad” de todo
tipo: Desde hacer cosas en esta tierra para que nos recuerden hasta crear
reencarnaciones y paraísos... (16)

La muerte y el amor a la vida – Artículos de Opinión – EL TIEMPO.COM

13.1 APUESTA POR LA VIDA Y POR LA AYUDA AL BIEN MORIR

La apuesta por la vida no ignora ni excluye la exigencia de saber asumir y afrontar


sus acontecimientos más difíciles de modo responsable.

Creemos que la vida es un don que recibe la persona para vivirla


responsablemente. De ahí que no la podamos concebir como un hecho que nos
limita, sino como un potencial del que disponemos para ponerlo al servicio de un
proyecto verdaderamente humano y humanizador.

Esta premisa nos permite reflexionar a propósito de aquellas situaciones en las


que la vida ya no se percibe como un don, sino como una pesada carga. Entre
estas situaciones tiene una especial relevancia aquella en que la vida se convierte
en una dolorosa y agónica espera de la muerte.

En el marco de la apuesta por la vida, la reflexión sobre la eutanasia se adentra en


el inexorable proceso del morir de la persona, un proceso que puede culminar en
el último acto humano en la medida que se sabe afrontar con lucidez y
responsabilidad. Esta lucidez y responsabilidad pueden significar una firme
decisión de anticipar la muerte ante su irremediable proximidad y la pérdida
extrema y significativa de calidad de vida. En estas situaciones se debe plantear la
posibilidad de prestar ayuda sanitaria para el bien morir, especialmente si ello
significa apoyar una actitud madura que concierne, en definitiva, al sentido global
de la vida y de la muerte.

107
Consideramos que la defensa de la vida es un valor ético, y debe ser
jurídicamente protegido. Sin embargo, se podría admitir una excepción en el caso
de la eutanasia tal y como ha sido descrita. Por tanto, se debería plantear cómo
tipificar estos casos desde la perspectiva médica y/o sanitaria y cómo recogerlos
en una norma jurídica.

La asistencia socio-sanitaria al final de la vida: algunas premisas

Antes de entrar en el tratamiento de estas dos grandes cuestiones, es decir, la


ayuda sanitaria al bien morir y la creación de unas normas jurídicas sobre la
eutanasia, es necesario establecer algunas premisas que consideramos
indispensables.

Situaríamos en un primer nivel la necesidad de analizar, por parte de una


sociedad que pretende poseer la madurez suficiente para reflexionar y dar
respuesta desde la ética y la ley a las demandas de eutanasia, los siguientes
aspectos:

La realidad de la asistencia sanitaria que se presta a los ciudadanos que se


encuentran en el tramo final de su vida.
Es una realidad palpable que en el Estado español es aún muy minoritaria la
asistencia a los enfermos en fase terminal con un adecuado tratamiento del dolor y
del sufrimiento (unidades de cuidados paliativos), con el apoyo técnico domiciliario
que permita que la persona pueda morir en casa en un contexto de confort familiar
y afectivo (Programas de Atención Domiciliaria y Equipos de Apoyo – PADES en
Cataluña), etc., y por tanto son pocos los que pueden beneficiarse de ella. Una
gran mayoría de pacientes muere en condiciones precarias, con un sufrimiento
innecesario y sin un entorno adecuado. En consecuencia sería necesaria una
acción firme en política sanitaria, con más inversiones en personal y en
infraestructuras especializadas para mejorar y ampliar este tipo de asistencia.

Las condiciones sociales y económicas que acompañan con frecuencia las


demandas de eutanasia.
También es una realidad en el Estado español que las personas mayores,

108
enfermas, a veces solas, no disponen de los mínimos necesarios para considerar
que su calidad de vida es aceptable y que vale la pena continuar viviendo.
Pensiones muy bajas, condiciones precarias de vivienda, soledad y falta de
entorno afectivo, son elementos que muchas veces acompañan a un estado grave
de salud y que llevan a manifestar deseos de morir. Sería necesario un
planteamiento en el ámbito de políticas sociales que resolviera esta situación,
elevando el nivel de vida de todas estas personas.

Consideramos que es una responsabilidad de todo estado social y democrático


emprender este tipo de políticas sanitarias y sociales con carácter prioritario o
paralelamente al planteamiento de una despenalización de la eutanasia. En este
sentido los ejemplos de otros países del entorno europeo que han dado el paso de
despenalizar la eutanasia no se pueden tomar como paradigma ya que sus
realidades sanitarias, sociales y culturales son diferentes de la nuestra.

El Apoyo Afectivo.
En el acto humano del morir es especialmente importante el entorno afectivo del
moribundo. Lo es a lo largo del transcurso de la vida humana, desde el mismo
nacimiento, y especialmente en sus momentos más intensos y delicados, pero
sobre todo en su final. El papel de este entorno afectivo es, pues, fundamental
para ayudar a la persona a afrontar dignamente su muerte, acompañándola en la
estima y el respeto de sus decisiones. La ayuda al bien morir no podrá prescindir
de este entorno afectivo del paciente, por tanto su ausencia requerirá establecer,
en la medida de lo posible, el entorno más adecuado para que el paciente pueda
tomar una decisión responsable.

El apoyo sanitario
También el apoyo sanitario tiene un papel relevante en el acto humano del morir,
ya sea por las aportaciones técnicas, ya sea por la presencia y el
acompañamiento afectuoso del enfermo por parte del equipo terapéutico. Será
necesario velar para que este apoyo sea eficaz, especialmente en lo concerniente
a la información diagnóstica, las posibilidades terapéuticas reales y los medios que
pueden ayudar a bien morir, incluyendo el apoyo afectivo mencionado. (17)

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Lic. Enf, y Admón.

Otoniel González Fuentes

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