Ensayo - Eddh - Derecho
Ensayo - Eddh - Derecho
Ensayo - Eddh - Derecho
Facilitadora: Participantes:
Carly Bocaney
CI: 16.158.655
Angel González
CI: 13.602.978
La Democracia, por su parte, es más que un simple sistema de gobierno; es una forma
de vida y un marco de interacción social que promueve la participación ciudadana, la
igualdad y la libertad. Este sistema de gobierno permite a los ciudadanos tener una voz
activa e influyente en las decisiones que afectan sus vidas.
Los Derechos Humanos son aquellos derechos inherentes a todos los seres humanos,
independientemente de su raza, sexo, nacionalidad, etnia, idioma, religión, u cualquier
otra condición. Estos derechos son fundamentales para garantizar la dignidad y el valor
de cada individuo.
Hay democracia participativa cuando se aplica un modelo político que facilita a los
ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer
una influencia directa en las decisiones públicas o cuando se facilita a la ciudadanía
amplios mecanismos plebiscitarios consultivos.
Finalmente hay democracia directa cuando las decisiones son adoptadas directamente
por los miembros del pueblo, mediante plebiscitos y referéndums
vinculantes, elecciones primarias, facilitación de la iniciativa legislativa popular y
votación popular de leyes, concepto que incluye la democracia líquida.
Derechos Humanos. Los derechos humanos, abreviado como DD. HH, son aquellos
instrumentos fundamentados en la dignidad humana que permiten a las personas
alcanzar su plena autorrealización. En consecuencia subsume aquellas libertades,
facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que
incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía
de una vida digna y la satisfacción de sus necesidades, sin distinción alguna
de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra
índole, origen nacional o social, posición económica o cualquier otra condición- Desde
un punto de vista más relacional, los derechos humanos se han definido como las
condiciones y normas básicas que procuran crear una relación integrada de
la persona con la sociedad y que permite a los individuos ser personas jurídicas,
identificándose consigo mismos y con los demás. En este sentido, los derechos
individuales, que un individuo posee en calidad de sujeto jurídico por el simple hecho
de haber nacido se diferencia de los derechos colectivos, cuyo sujeto es un grupo social.
Estado, Democracia y Derechos Humanos. Democracia y derechos humanos han
sido históricamente tratados como fenómenos distintos y que todavía hoy remiten a
esferas políticas diferentes: uno se refiere a la organización del gobierno, otro a la
protección jurídica del individuo en su singularidad. Uno más orientado a las
instituciones que ordenan la vida pública, otro al orden jurídico que garantiza a los
individuos las condiciones mínimas de una vida digna. Mientras el término “humanos”
impone un reconocimiento naturalmente universal, correspondiendo su regulación a las
instancias internacionales, la democracia necesariamente se circunscribe al ámbito
interno de los Estados, ya que está limitada por la idea de soberanía. La problemática
es aun reforzada por la separación de ambos los temas a entornos científicos distintos,
uno a las ciencias políticas, otro a las ciencias jurídicas, dos áreas que tradicionalmente
muy poco se comunican, la relación entre democracia y derechos humanos ha sido en
diversas oportunidades proclamada como simplemente empírica o complementaria, al
revés de ser considerada como la decurrente de una unidad orgánica. Así, es bastante
común escuchar que “la democracia es el sistema que más beneficia a la defensa de
los derechos humanos”, o que “la democracia debe ser complementada por la
promoción de los derechos humanos”, como si éstos fuesen algo a ser añadido a
aquella y que, en caso de que así no se lo haga, supondrían un “peligro para la
democracia”. Estas visiones de la democracia, demasiadamente restrictivas, que ya
deberían ser consideradas superadas en el espacio académico y científico, siguen
reflejando muchas de las iniciativas actualmente promovidas en escenario
internacional.
Importa mencionar, sin embargo, que entendemos que la relación entre la democracia
y los derechos humanos no debe estar restringida a los derechos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales, sino que debería más bien abrazar todas las
innovaciones que surgen en el discurso internacional,
La Democracia y los Derechos Civiles y Políticos. A través del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, son consolidados en el Derecho Internacional
los derechos de 1ª generación, el pacto se refiere a derechos tales como la libertad
de circulación, la igualdad ante la ley, el derecho a un juicio imparcial y a la
presunción de inocencia, la libertad de pensamiento, conciencia y religión, la
libertad de opinión y expresión, el derecho de reunión pacífica, la libertad de
asociación y participación en la vida pública y en las elecciones y la protección de
losderechos de las minorías. De esta forma, el estudio de la relación entre
la democracia y los derechos civiles y políticos conlleva al cuestionamiento de
qué derechos deben ser garantizados para la realización de los principios
democráticos antes mencionados, es decir, la libertad política y la igualdad
política.
Así, los derechos civiles y políticos son necesarios para la realización de los
principios democráticos, pero no establecen con ellos una relación extrínseca,
complementaria, sino que estos principios, llevados a cabo, se materializan en
algunos de los derechos mencionados (el derecho a la libertad de expresión, de
reunirse en asociación, de movimiento etc.), formando una relación más bien
intrínseca.
La Democracia y los Derechos Económicos y Sociales. Con el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales se buscó atender al llamado de la
igualdad de la Revolución Francesa, albergando así los derechos entendidos como de
2ª generación, inspirados en las bases sociales de la política del Welfare State,
llevados a cabo a finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Con esto, podemos concluir que el ejercicio de los derechos inherentes a la igualdad
política – derechos económicos y sociales, no solo afectan directamente a los derechos
que advienen de la libertad política, derechos civiles y políticos, sino que dan también
contenido a esta libertad, inexistente en los casos de supresión de algunos recursos
básicos que deberían ser al menos puestos al alcance del individuo. Dando un paso
adelante, podríamos también concluir que la violación de los derechos económicos y
sociales se enmarca en la propia esfera de la autodeterminación, que sirve de base
sólida tanto para el pensamiento democrático como para el discurso de los derechos
humanos, estableciéndose una relación igual intrínseca entre la democracia y los
derechos económicos y sociales a la medida que la primera se ve afectada, también
“indirectamente”, por la no realización de dichos derechos. Y esto se debe a que, por
un lado, la inseguridad de una sociedad desestructurada, sea económica sea
socialmente, hace con que el acuerdo democrático se vea amenazado por un gobierno
basado en la coerción.
La cultura como un derecho humano, que ahora nos pasa a interesar, está
incorporada a la normativa internacional como un derecho de las minorías para
que disfruten de su cultura particular y diversificada.
BEETHAM, David. Democracy and human rights. Reino Unido: Polity Press, 1999.
BILBENY, Norbert. Democracia para la diversidad. Barcelona: Ariel, 1999.