Los Tres Cerditos

LOS TRES CERDITOS
NARRADOR: Había tres cerditos, todos regorditos, que vivían en el bosque con su
mamá y su papá.
Un día los papás cerditos estaban cansados de alimentarlos porque comían mucho, y
dormían la mayor parte del día, asi que platicaron entre ellos.
MAMÁ CERDITO: Es hora de decirle a nuestros hijos que ya es hora de que

construyan su casa.
PAPÁ CERDITO: Si ya va siendo hora de que construyan su propia casa y

podamos ir a cada uno, veremos el esfuerzo que harán para lograrlo.
NARRADOR: Una vez que estuvieron de acuerdo los papás fueron a donde estaban
los cerditos y les dijeron:
MAMÁ CERDITO: Después de platicar hemos decidido invitarlos a que

construyan sus propias casas.
PAPÁ CERDITO: Asi es, nos daría muchoooo gusto visitarlos en el hogar que
construya cada uno, con un gran esfuerzo, seguro les quedara fenomenal.
MAMÁ CERDITO: Hijos míos (dará la bendición).
NARRADOR: Así que los hermanos se fueron. Al poco rato, el cerdito mayor ya
estaba cansado y decidió hacer su casa en ese mismo lugar, sin dudar, con un
montón de paja que encontró.
CERDITO MENOR (3): —Una casa de paja es más débil que una caja. Cuidado
con el lobo feroz: es atroz.
CERDITO MAYOR (1): Pronto la terminaré, y mi flauta tocaré (toca su flauta).
NARRADOR: Los otros dos hermanos siguieron caminando y avanzando. El

cerdito mediano se cansó al poco rato y decidió hacer su casa con unas tablas de
madera que encontró.
CERDITO MENOR (3): Una casa de madera es como una cajonera. Cuidado con el
lobo feroz: es atroz.
CERDITO MEDIANO (2):

—Es que quiero tocar mi violín y danzar como un bailarín (tacando y bailando)
NARRADOR: El cerdito pequeño siguió su camino. Para hacer su casa compró

ladrillos y cemento, y apenas encontró un momento, se puso a trabajar.
Cuando los hermanos mayores terminaron sus casas, fueron a visitar al cerdito
menor. (caminan a casa del cerdito menor).
CERDITO MAYOR (1)

—¿Dónde estabas?
CERDITO MEDIANO (2):

—¿Todavía no acabas?
CERDITO MENOR (3): —No, ¡pero mi casita quedará muy bonita! (con
entusiasmo)
NARRADOR: Los dos cerditos mayores empezaron a tocar la flauta y el violín

mientras cantaban:
CERDITO MAYOR (1) Y CERDITO MEDIANO (2)

(cerdito mayor y menor tocan sus instrumentos y bailando cantan):
—¿Quién le teme al lobo feroz, al lobo feroz, al lobo feroz?
NARRADOR: Al día siguiente, el lobo feroz fue a la casa de paja.
LOBO FEROZ: —Hola, cerdito, todavía no he desayunado, ¿no quieres venir

conmigo?
NARRADOR: dijo el lobo, pensando en comerlo de bocado.

-Entonces el cerdito mayor le contestó:
CERDITO MAYOR (1)—Yo no voy a ser tu desayuno, lobo feroz (enojado).

LOBO FEROZ: —Entonces soplaré, soplaré, y tu casa derrumbaré (voz fuerte y
amenazante).
LOBO FEROZ HIJO: Papá, pero yo no sé soplar muy fuerte (con gran
preocupación).
NARRADOR: el lobo, esta vez no llego solo llevo a su pequeño hijo lobo para
lograr atrapar a los cerditos, entonces entre ambos de un solo soplido derrumbaron
la casa de paja.
El cerdito mayor salió corriendo hacia la casa de su hermano mediano sin mirar
para atrás.
CERDITO MAYOR (1)—¡Abre la puerta sin tardar, porque el lobo y su hijo me

quiere devorar!
NARRADOR: Apenas entró, llegó el lobo y su hijo gritando:
LOBO FEROZ E HIJO: —Soplaremos, soplaremos, y tu casa derrumbaremos.
NARRADOR: Y empezaron a soplar tan fuerte que las tablas y los clavos volaron
por los aires.
Los dos hermanos salieron corriendo hacia la casa del cerdito menor.
CERDITO MAYOR (1) y CERDITO MEDIANO (2)

(gritan deseperadamente):
—¡Abre la puerta sin tardar, porque el lobo y su hijo nos quieren devorar! —
gritaron.
NARRADOR: el cerdito menor les abrió la puerta.
El lobo feroz y su hijo llegaron y soplaron, y soplaron, pero la casa no se derrumbó.
Entonces se coló el lobo por la chimenea, mientras su hijo esperaba observando

atentamente los pasos de su padre lobo, pero el cerdito había puesto una olla con
agua hirviendo.
Así que cuando el lobo bajó, ¡toditito se quemó! Y su hijo jamás lo volvió a mirar.
Muy triste quedo, pero aprendió que no debe molestar a los demás.

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LOS TRES CERDITOS

MAMÁ CERDITO: Es hora de decirle a nuestros hijos que ya es hora de que

PAPÁ CERDITO: Si ya va siendo hora de que construyan su propia casa y

MAMÁ CERDITO: Después de platicar hemos decidido invitarlos a que

MAMÁ CERDITO: Hijos míos (dará la bendición).

CERDITO MAYOR (1): Pronto la terminaré, y mi flauta tocaré (toca su flauta).

NARRADOR: Los otros dos hermanos siguieron caminando y avanzando. El

CERDITO MEDIANO (2):

NARRADOR: El cerdito pequeño siguió su camino. Para hacer su casa compró

CERDITO MAYOR (1)

CERDITO MEDIANO (2):

NARRADOR: Los dos cerditos mayores empezaron a tocar la flauta y el violín

CERDITO MAYOR (1) Y CERDITO MEDIANO (2)

—¿Quién le teme al lobo feroz, al lobo feroz, al lobo feroz?

NARRADOR: Al día siguiente, el lobo feroz fue a la casa de paja.

LOBO FEROZ: —Hola, cerdito, todavía no he desayunado, ¿no quieres venir

NARRADOR: dijo el lobo, pensando en comerlo de bocado.

CERDITO MAYOR (1)—Yo no voy a ser tu desayuno, lobo feroz (enojado).

CERDITO MAYOR (1)—¡Abre la puerta sin tardar, porque el lobo y su hijo me

NARRADOR: Apenas entró, llegó el lobo y su hijo gritando:

LOBO FEROZ E HIJO: —Soplaremos, soplaremos, y tu casa derrumbaremos.

CERDITO MAYOR (1) y CERDITO MEDIANO (2)

NARRADOR: el cerdito menor les abrió la puerta.

El lobo feroz y su hijo llegaron y soplaron, y soplaron, pero la casa no se derrumbó.

Entonces se coló el lobo por la chimenea, mientras su hijo esperaba observando

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