5 La Muerte de La Tortola
5 La Muerte de La Tortola
5 La Muerte de La Tortola
CM
MY
CY
CMY
K
José María Peralta Lagos
La muerte de la Tórtola
o malandanzas de un
corresponsal
BiBlioteca escolar Presidencial
Volumen 5
Ministerio de Educación
Ministerio de Gobernación y Desarrollo Territorial
Secretaría de Cultura de la Presidencia
ISBN 978-99923-0-284-2
867.42
P426m Peralta Lagos, José María, 1873-1944
La muerte de la tórtola o malandan-
zas de un corresponsal / José María
sv Peralta Lagos. —1.a ed.— San Salvador,
El Salv.: DPI, 2015.
182 pp.; 18 cm — (Biblioteca Escolar
198
Presidencial; v. 5)
1. Sátira salvadoreña.
2. Literatura salvadoreña.
I. título.
Prólogo
Con profunda alegría presentamos este libro como parte de la
colección “Biblioteca Escolar Presidencial”, que abarca siete
títulos, con un tiraje de 25,000 ejemplares cada uno, totalizando
175,000 ejemplares, a repartirse gratuitamente entre los escolares
del sistema nacional educativo al final del presente año lectivo,
con el objetivo de que sean leídos durante las vacaciones.
Se trata de seis clásicos de nuestra literatura
nacional: Cuentos y narraciones, de Francisco Gavidia;
El libro del trópico, de Arturo Ambrogi; Jícaras tristes, de
Alfredo Espino; Una vida en el cine, de Alberto Masferrer;
La muerte de la tórtola, de T.P. Mechín; Cuentos de barro,
de Salarrué. También se incluye El Salvador: historia
contemporánea, coordinado por Carlos Gregorio López Bernal.
Son libros clave que contienen nuestras más
preclaras señas de identidad y que ofrecemos a los niños,
los adolescentes y los jóvenes estudiantes, con el objetivo
de que cultiven el hábito de la lectura durante las vacaciones
de fin del año escolar. Un pueblo que lee es un pueblo libre;
un pueblo que lee a sus autores nacionales es un pueblo que
conoce su historia, sus raíces, su pasado y su presente. Es
un pueblo que puede construir con mayor solidez su futuro.
Dos de los grandes objetivos de nuestro Gobierno
son: erradicar el analfabetismo en El Salvador y fomentar la
cultura del buen leer entre los niños, adolescentes, jóvenes
y adultos. Estamos seguros de que esta Biblioteca Escolar
Presidencial que ahora iniciamos será de gran ayuda para todos
los lectores, pues representa una muestra muy significativa
de lo que podríamos llamar nuestra salvadoreñidad.
Es de gran importancia recordar ese ambiente bucólico
y del campo salvadoreño que se puede percibir en las poemas
de Jícaras tristes, de Alfredo Espino; el rescate del lenguaje
coloquial del salvadoreño del siglo XX en el campo y la ciudad
que hace el maestro Salarrué en Cuentos de barro; el reflejo de
las tradiciones precolombinas y occidentales que sintetizan los
Cuentos y narraciones, de Francisco Gavidia; la descripción
magistral que hace de nuestra región el maestro Arturo Ambrogi
en El libro del trópico; el romance y la aventura amorosa que
describe Alberto Masferrer en Una vida en el cine o la excelente
narración, verdadera joya literaria, que constituye La muerte de la
tórtola, de T.P. Mechín, seudónimo de José María Peralta Lagos.
El séptimo libro, El Salvador: historia contemporánea,
escrito por un equipo de investigadores coordinados por el Dr.
Carlos Gregorio López Bernal, recorre 200 años de historia nacional
y es un espejo que refleja el tortuoso pero esperanzador camino
que siguió la entonces Intendencia de San Salvador de 1808 hasta
desembocar en el año 2008, con la actual República de El Salvador.
Creemos firmemente que este pan de sabiduría que
ahora ofrecemos a nuestros alumnos del sistema de educación
nacional rendirá sus frutos en un futuro cercano y contribuirá
a formar y fomentar valores cívicos, de amor a la patria y al
prójimo, así como a una mejor comprensión de las realidades que
conforman nuestra patria, todo ello enmarcado en una filosofía
del Buen Vivir.
Prof. Salvador Sánchez Cerén
Presidente de la República de El Salvador
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
JOSÉ VASCONCELOS
7
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
UN POCO DE HISTORIA
9
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
10
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
11
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
T. P. MECHÍN.
(JOSÉ MARÍA PERALTA LAGOS)
El Trapichito, noviembre 22 de 1932.
13
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
1
Hace diez años también hubo crisis guarera, y se cerraron varios estancos.
La historia se repite.–(nota de1932).
15
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
LO DE LA LANGOSTA
16
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
17
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
EL COMANDANTE RIJOSO
18
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
19
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
21
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
EL NARCÓTICO
22
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
1
Subrayo batidor porque esos españoles han dado en llamar así a los peines
escarmenadores ... ¡Qué bárbaros!
2
Diario católico de aquellos tiempos.
23
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
24
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
25
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
27
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
28
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
PIPPERMINT NACIONAL
29
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
31
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
Probé y escupí.
–¡Si es guarito con azúcar y hierbabuena...!
– añadió en tono persuasivo.
Cerré los ojos y ¡chucús! Contuve cinco minutos
la respiración, y no hablé en un cuarto de hora, logrando
así que el pippermint nacional no ascendiera por donde
había bajado...
Y todos los días, a la misma hora, sufro el mismo
martirio (me hago la cuenta de que estoy tomando un
seguro por veinte años contra el dolor de tripas).
No soy rencoroso.
Mi única venganza consiste en acusarle cada
noche las cuarenta a mi querido huésped, y ponerle panza
sobre panza. Tiene ya treinta y tres.
Hoy, hace un rato, lo he dejado “zapatero”
– Corresponsal ambulante.
32
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
34
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
35
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
36
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
38
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
39
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
40
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
HUMBOLDT IMBERBE
1
Esta es una historia verdadera, don Arturo. No se asuste si le cuento que
en 1914 salieron de las Escuelas Técnicas alemanas siete mil y pico entre
químicos, ingenieros. geólogos, astrónomos. economistas, etc., y no se vaya
a caer de espaldas... ¿Sabe cuántos salieron el año pasado? ¡Cerca de diez y
ocho mil!
41
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
42
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
43
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
44
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
BARRUNTOS DE TEMPESTAD
45
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
48
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
50
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
51
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
53
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
54
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
55
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
SIGUE LA FIESTA
57
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
–¿Su papá?
–Sí; es el director de la orquesta, aquel que toca
el clarinete...
–¡Como usted guste! Parece que estos lugares
encantadores son muy tranquilos y viven ustedes muy
contentos, ¿eh?
–¡Cállese...! Antes no digo que no, pero ahora con
el tren, ¡ay!, esto se está poniendo perdido... ¡Figúrese
que vienen hasta limpiadores de zapatos! Y... ¿no ha
oído hablar usted del espantoso crimen del beneficio de
Acahuapa?
Siento deseos de huir...
Busco con los ojos a mis compañeros y los veo
felices, en el buffet, junto al mostrador, el que han sacado
al corredor y está lleno de botellas que ellos vacían
concienzudamente.
Bailada la polka invito a la poetisa –era un deber
ineludible– y la zarandeo al compás de un onestep. Me
declara que su sueño dorado es volar, y yo le digo que con
un poco de régimen no es difícil... Luego me confiesa que
ha mandado unos versos a Espiral, y me suplica que me
interese para que se los publiquen, lo que le prometo y
cumplo gustosísimo.
Después me recita sotto voce una composición
suya a la Libertad.Yo creí que se trataba del puerto, pero
resultó que era de la otra, de nuestra “bella desconocida”.
Sólo recuerdo que empieza así: “¡Libertad! ¡Libertad! Tú
eres la llama...” Tengo idea, sin embargo, de haber oído
eso en una distribución de premios.
Me escabullo como puedo. Encuentro una
hamaca, me acomodo en ella, y de allí me sacan para
montar y regresar a esta finca...
59
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
60
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
EL MAYOR MONSTRUO
61
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
62
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
63
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
64
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
67
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
68
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
CONSUELOS Y CONSEJOS
ADIÓS A CAPUA
69
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
70
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
1
Cavilando en el oportuno auxilio de los 30 colones, caigo en la cuenta de que
don Fulano no ha valuado en 50 centavos cada una de sus panzas, puesto que
tenía 60 cabales. Bíen podría haberse corrido hasta el peso…
71
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
73
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
EXAGERACIONES DE LA PRENSA
74
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
76
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
77
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
78
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
80
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
81
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
82
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
MILAGRO “VENTEADO”
83
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
85
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
86
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
87
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
88
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
89
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
LA SIGUANABA
90
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
92
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
93
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
94
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
RESURRECCIÓN
1
Que me perdone Don Pedro, desde la Gloria, si por debilidad de mi
memoria he alterado en algo su sonora décima.
95
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
“Dormite niñito
Cabeza de ayote...”
96
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
97
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
99
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
100
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
1
Nuestra Universidad Nacional.
101
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
“¡Oh! Si Él me besara,
Con ósculos de su boca...!”
……………………………………………
“Mejores son tus pechos que el vino...!”
102
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
2
No otra cosa son todavía nuestros criados y mozos de labranza.
103
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
104
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
105
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
106
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
POR CORDILLERA
107
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
108
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
111
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
112
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
PRIMER INTERROGATORIO
113
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
115
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
117
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
OFRECIMIENTOS PROFESIONALES
118
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
119
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
1
Usted comprenderá que por razones de familia no puedo decirle el apellido;
así es que lo de Zalea es pseudónimo.‑ Vale
120
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
121
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
DICTAMEN PERICIAL
122
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
124
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
125
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
126
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
127
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
128
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
2
Sí, cuando no hay un llorón que de rodillas implora el desquite.
130
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
Corresponsal soterrado.
NOVELERÍA ESTÚPIDA
132
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
133
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
134
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
135
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
EL BENEFICIO DE TODOS
137
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
138
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
139
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
140
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
141
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
142
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
144
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
145
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
146
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
147
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
148
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
150
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
UN REO EXTRAÑO
151
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
152
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
–Me da asco...
–¡Magnífico...! No esperaba menos, pues leo en
sus ojos la nobleza; conozco que hay en usted ideales –al
menos en embrión y en terreno propicio– porque usted
ama la verdad... Usted está aquí por un error...; pero saldrá
muy pronto: mañana quizás...
“Me descubriré ante usted sin ningún temor: yo
soy un propagandista de las nuevas ideas... Siembro para
que cosechen los que vienen detrás... me sacrifico para
que los que ahora nacen sean menos esclavos...
“¡No...! No me mire usted con lástima, que no
estoy chiflado, como creen muchos cretinos... ¡Claro!
Ellos son incapaces de comprender que se trabaje sin
provecho inmediato; que se siembre para cosechar tarde
o nunca... ¡Por eso ellos ya no siembran ni bálsamo! Y
sin embargo, los muy imbéciles se creen “cristianos”...
¿Qué otra cosa hizo Cristo, aquel hombre que se volvió
inmenso por su amor al prójimo, y del cual han hecho
un dios cómodo y hasta ridículo todos esos miserables
podridos de egoísmo?
“Predicar la fraternidad de los hombres; luchar
por la justicia, sacando ante todo a la mujer de la esclavitud
en que gemía, para hacer de ella nuestro igual...
“Abominar de los farsantes y de los hipócritas;
fustigar a los usurpadores del poder divino; a los
explotadores sin conciencia; a los que monopolizan las
riquezas...
“El consolaba a los tristes, daba consejos al
necesitado, y comunicó a sus adeptos la fe en una vida
mejor, fortaleciendo su esperanza... Y por último murió
gloriosamente por sus altísimos ideales...
“Entre nosotros también ha hallado imitadores...
¡Cuántos mártires tenemos ya!
153
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
154
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
155
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
157
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
158
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
1
Durante muchos años, en San Salvador se designaba la Cárcel de Mujeres
con el nombre de “casa nueva”.
159
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
160
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
LA EXHIBICIÓN...
1
El 28 de febrero del año en curso ocurrió una tumultuosa manifestación de
protesta por el Decreto que declaraba desmonetizada la plata. Hubo varios
muertos cuyos cadáveres fueron paseados el día 1º de marzo frente a la casa
de la familia del señor Presidente. Fue aquello tan imponente, que la Policía
dejó hacer.
Afligidísimos los señores del Gobierno, derogaron el Decreto, y fueron... más
allá de la ley: acordaron que no sólo se recibirían todas las monedas de plata,
sino también las de plomo, estaño y otros metales.
161
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
162
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
163
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
164
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
165
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
166
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
P. P. C.
167
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
169
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
3
Mi consejo era más que justificado. Poco después ocurrió en San Salvador la
matanza del 25 de diciembre, hecho inaudito que será eterno baldón para los
que lo concibieron y ejecutaron.
170
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
Explicación
A MANERA DE EPÍLOGO
VOCABULARIO
A
Achín: Buhonero.
Achorcholado: Decaído, triste.
Ayote: Calabaza de comer.
Azacuanes: Aves de paso.
B
Bamba: Moneda de un peso. Un duro.
Batidor: Cacharro para hervir líquidos
Bayunco: Cursi, tímido, paleto.
Bolo: Borracho
C
Cachete: Carrillo (hacer un). Hacer un servicio
Camote: Batata
Colón: Unidad monetaria (antiguo peso)
Conque: Condumio
Coyota (mula): Color de coyote, leonado
Cuche: Cerdo.
Cuchumbo: Cubilete de juego de dados.
Cuétanos: Gusanos grandes
Cuilio: Agente de Policía. De cuiliote, palmito
comestible muy amargo.
Cumbero: Adulador; pelotillero.
Cumbo: Sombrero hongo; recipiente esférico o
cilíndrico; vagoneta.
Curunco: Hormiga de cabeza roja; pelirrojo.
Cusuco: Armadillo.
Cuto: Que le falta un cuerno, un pie, mano, etc.
172
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
CH
Chacalín: Camarón pequeño.
Chacuatete: Ortóptero que daña los cafetos.
Chagüite: Arroyo pequeño.
Chaparro: Aguardiente de contrabando.
Cheje: Pájaro carpintero, pequeño.
Eslabón para hacer lumbre.
Chele: Rubio, blanco, gringo.
Chelear: Blanquear: dar de cal.
Chicharra: Cigarra.
Chiche: Teta. Fácil.
Chichigua: Ama de cría.
China: Ama seca; aya.
Chiquirín: Caballito.
Chiva: Manta de lana; mentira.
Chivo: Juego de dados; diputado.
Choco: Ciego, tuerto.
Choquera: Ceguera.
Choto (de): Gratis.
Chucán: Bromista.
Chucanada: Broma ordinaria.
Chumpe: Pavo común (chompipe).
Chupar: Beber hasta embriagarse.
Chuspa: Estuche de cuero; bolsa pequeña.
D
Desponjo: Terreno preparado para la
siembra.
E
Embustera: Melindrosa.
Esquipulas: Santuario célebre de Guatemala,
173
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
H
Huacal: Cuenco (generalmente se
fabrican con la fruta de morro,
jícaro o cutuco).
Huatera: Sembrado de maíz, tupido, para
pasto.
Huizayote: Fruta acuosa, agradable como
verdura. (Huiaz‑ayote significa:
ayote con espinas).
Y
Ixtacayote: Piojos de las gallinas y las
palomas.
J
Jila: Flor del árbol llamado jilo o
chilo. Son como una linda borla
de pasamanería.
Las hay de color de púrpura y
blancas.
Jilula: Mechuda, mal peinada.
174
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
L
Ladino: Criollo; mestizo de blanco y de
indio.
M
Maleta: Lío de ropas.
Matate: Red para transportar el maíz en
mazorcas.
Matagusano: Dulce hecho con cáscaras de
naranja.
Mecate: Cuerda, lazo.
Metido: Entrometido.
Miguelear: Cortejar; enamorar.
N
Nana: Mamá; aya.
Nixtamal: Maíz cocido, listo para molerlo.
Nixtamalero: Se le llama así a lucero de la
mañana, porque el nixtamal se
cuece en la madrugada.
P
Palo de pitos: Árbol de cuyas flores se hacen
pitos.
Son comestibles, y producen
sueño, lo mismo que las hojas.
Pijije: Bella palmípeda de la América
Central.
Pitas: Mentiras; exageraciones.
Pucuyo: Avecilla nocturna. Vuela como
las golondrinas, cuando se ha
puesto el sol.
Pucho: Bolsa con añil. Puñado.
175
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
S
Sacadera: Fábrica clandestina de
aguardiente.
Siguanaba: Uno de los duendes populares.
Se supone que es una mujer que
vaga por la noche y se baña en
los ríos.
T
Tanate: Lío de ropas.
Telengues: Cachivaches.
Tetunte: Trozo de tierra endurecido.
Tiliche: Trasto.
Trozo: Cepo (generalmente se
destinaba a los ebrios
escandalosos).
Tunco: Cerdo.
Tunquero: Negociante en marranos.
V
Virola: Se llama así a la ciudad de
Zacatecoluca y viroleños a sus
habitaciones.
Volado: Indirecta; truco.
Z
Zacapín: Caballericero.
Zacate: Gramíneas forrajeras.
Zacatear: Dar el pienso.
Zope o zopilote: Especie de cuervo (gallinazo).
Zope (hacer): Vómito de los borrachos.
176
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
ÍNDICE
Prólogo...................................................................................... 5
Nada es como debiera ser......................................................... 7
Un poco de historia................................................................... 9
La “mancha brava” en Guazapa.............................................. 14
Lo de la langosta..................................................................... 16
El comandante rijoso............................................................... 18
El narcótico............................................................................. 22
La boleta número 15873......................................................... 26
Pippermint nacional................................................................ 29
En el umbral del infierno......................................................... 33
En la finca “de arriba” . .......................................................... 37
Humboldt imberbe.................................................................. 41
Barrunto de tempestad............................................................ 45
El Dr. Patrocinio Guzmán T.
y nuestro Corresponsal ambulante ......................................... 49
Política, ciencia y otros excesos.............................................. 52
Sigue la fiesta.......................................................................... 56
El mayor monstruo.................................................................. 61
La noche del sábado................................................................ 65
Consuelos y consejos.............................................................. 69
Exageraciones de la prensa..................................................... 74
Historia vieja y triste o viceversa............................................ 78
Milagro “venteado”................................................................. 83
Captura y prisión de nuestro Corresponsal ambulante .......... 87
La Siguanaba ......................................................................... 90
Resurrección........................................................................... 95
El día de Santa Teresa........................................................... 101
Por cordillera......................................................................... 107
Primer interrogatorio............................................................. 113
Ofrecimientos profesionales................................................. 118
Dictamen pericial.................................................................. 122
Todo es según el color........................................................... 127
Novelería estúpida................................................................ 132
El beneficio de todos............................................................. 136
177
La muerte de la tórtola José María Peralta Lagos
178
Impreso por:
Imprenta Nacional
San Salvador, El Salvador
2015
Esta edición consta de 25,000 ejemplares.